glass onion - número 9
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Marzo 2014TRANSCRIPT
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Paul encarcelado
El incidente del Sir al llegar a tierras niponas terminó con su gira y
su banda. El arresto fue exagerado o la sacó barata? Pag 24
EDITORIAL
Hola a todos, cómo están? Espero que bien y con ganas de
sumergirse (y nunca tan bien aplicada ésa metáfora) en nuevas
historias del mundo beatle.
En ésta edición les traemos un dossier sobre uno de los momentos
cumbres en la carrera de los Fab Four; el proyecto Yellow
Submarine. Y como es un tema tan rico y abundante, no nos
limitamos a escribir una nota al respecto, si no que hicimos tres!
Podrán encontrar una donde hablamos del disco oficial y su
remake, otra sobre la música incidental orquestada por George
Martin y una tercera sobre la película en si.
Pero como ustedes saben, eso no es todo. A través de éstas
páginas encontrarán otras notas tan interesantes como
reveladoras. Como siempre, una nota sobre cada beatle; nuestro
allegado del mes es Abe Laboriel Jr; nuestra chica beatle es May
Pang y la influencia es el gran Buddy Holly. También tenemos una
nota muy interesante que nos hará reflexionar en la sección Off,
Only a Northern Song.
Si bien es muy prematuro, en Glass Onion siempre estamos
mirando hacia el futuro y nos encontramos a la espera de la
confirmación (o no) de una nueva visita de Sir Paul al continente,
por lo que nuestros enviados especiales ya se encuentran con
pasaporte en mano a la espera de nuestra señal. Si se da´, será
nuestro segundo evento beatle de magnitud y con seguridad lo
cubriremos tan bien como lo hicimos con la visita de Ringo en
noviembre de 2013.
Pero nos estamos yendo muy hacia adelante. Es tiempo de
navegar por los mares verdes, bajo el cielo azul y descubrir una vez
más los secretos de la banda que amamos.
Hasta el próximo mes.
Martin
Editor Principal
El Submarino Amarillo Todo sobre la historia, la música y la realización de
ésta película de culto. Tres miradas sobre tres aspectos del film.
Película: Pag 4 Songtrack: Pag 12
Soundtrack: Pag 22
John y The Dirty Mac
Un día Lennon volvió a
actuar en vivo y lo hizo en
el Rock and roll circus de
los Rolling Stones. El
génesis de la Plastic Ono
Band. Pag 10
Editor: @beatlemartin;
Supervisión y Corrección: @pinidellavalle;
Diseño y Artística: @beatlemartin, @the_beatless,
Coordinación y Diagramación: @fedexlg;
Redactores: @beatlemartin, @DoctorWho088, @fedexlg, @HelterSkelter75, @nicothecapo2, @PiniDellavalle, @Pitbullina, @Vickybeatle_jwl
May Pang
La increíble historia de la
novia de John elegida por
Yoko. De asistente a eterna
amante. El cable a tierra del
John más revoltoso. Pag 26
Harrisongs LTD
Porque antes de ser el
beatle espiritual fue un
"chico material". Un
informe sobre el negocio
editorial. Pag 20
de George.Pag 20
With A Little Help From My Friends: Abe Laboriel Jr. – Pag 09
Rock N’ Roll Music: Buddy Holly– Pag 13
Ringo: Sus problemas de salud – Pag 14
It Was Fifty Years Ago This Month: Marzo ‘64 – Pag 16
Photograph – Pag 17
Only A Northern Song: Placeres Culposos – Pag 19
In Their Own Words: Quizás estoy asombrado – Pag 25 I Read The News Today, Oh Boy – Pag 28
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Que difícil es hablar de Yellow Submarine, la tercera
película de The Beatles estrenada el 17 de julio de 1968.
¿Por dónde empezar? ¿Por la trama? ¿Por el significado?
¿Por el (poco) compromiso de la banda para con ella?
Creo que lo correcto sería dejar en claro que su realización
en formato de animación se debe exclusivamente a la
negativa de los muchachos de pararse frente a las cámaras
una vez más, sobre todo teniendo en cuenta el fiasco
reciente de Magical Mystery Tour, pero se le debía una
película a United Artists y estaban ansiosos por cobrarse su
deuda.
La idea de un film de dibujos animados tiene un
precedente, ya que desde hacía unos años en los Estados
Unidos se venía produciendo un cartoon llamado The
Beatles donde la banda vivía todo tipo de aventuras al
compás de sus canciones. Ya en 1966, el productor de
aquella serie, Al Brodax, le acerco a Brian Epstein la idea de
realizar un largometraje y ésta se puso en marcha un año
después, luego de que la productora King Features
obtuviera la aprobación de Apple.
Se reclutó a George Dunning para
dirigirla y a un grupo enorme de
artistas para comenzar a trabajar en el
proyecto. Unos 40 animadores y 140
artistas técnicos debieron unificar
criterios para darles vida a los
personajes del film, basados en
algunas especificaciones. Se trató de
conjugar a exponentes del Pop Art como Andy Warhol,
Martin Sharp, Alan Aldridge y Peter Blake (el ideólogo de la
portada de Pepper) junto a la fotografía psicodélica de
Richard Avedon y la imaginación surrealista de Dalí.
También se trabajó mucho en la parte técnica,
implementando formas de trabajo inéditas hasta ése
momento.
Una de ellas consistía en la utilización de
fotogramas super impuestos sobre los dibujos,
creando un efecto de profundidad que puede
apreciarse en la secuencia de Eleanor Rigby.
En la parte de Lucy in the sky with diamonds se
utilizaron otras dos técnicas. Una de ellas tiene que
ver con los diferentes colores que se ven, por
ejemplo, en el segmento de las bailarinas. Esto se
logró utilizando entre 10 y 12 filtros de distintos
colores que se iban intercambiando para lograr el
efecto deseado. La otra técnica no era original sino
que se trató de un método llamado rotoscoping,
utilizado allá por los años 30, que consiste en
proyectar una película de, por ejemplo, un
artista de circo sobre un caballo cuadro por
cuadro y en cada uno de ellos pintar a mano
por beatlemartin
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sobre papel fotográfico o un vidrio, para luego capturar
cada uno de ésos cuadros y reproducirlos en lugar del film
original.
El diseño de los personajes estuvo a cargo del artista
alemán Heinz Edelmann, quién creo todo tipo de
caracteres de lo más imaginativo y surrealista. El desafío
para los animadores era desarrollar los movimientos que
tendrían ésos dibujos que, según el animador
David Livesey, “parecían figuras para recortar”.
Otra cosa para destacar es que los malvados de la
película, los temibles Blue Meanies, eran en un
principio color púrpura (por lo que deberían
haberse llamado los Purple Meanies), pero por
consejo de su asistente Millicent McMillan quién
creía que el púrpura no era un color que se
adaptaría bien a la película, Edelmann accedió al
cambio.
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¿Pero qué pasaba con The
Beatles? Se podría decir que el
poco compromiso con el
proyecto estaba bastante cerca de
una actitud no profesional.
Obligados a contribuir con
material nuevo, sólo aportaron
cuatro canciones, todas ellas
sobrantes del último año, por lo
que el director decidió incorporar
otras canciones del catálogo
beatle que se ajustara a la idea
del film. Sin dejarse impresionar
por la fama de la banda, tomó la
decisión de dejar afuera de la
versión original a Hey bulldog,
quizás la más sólida de las cuatro novedades, y recortó la
duración de It’s all too much, el otro tema consistente. All
together now fue incluida al final, en la única escena donde
aparecen los Beatles de carne y hueso, y que no tiene nada
que ver con el argumento del film.
Aunque siempre se los consideró como visionarios, ésta
vez el olfato les falló y no se involucraron en absoluto, al
punto que ni siquiera aportaron sus voces para los
personajes. John Clive interpretó a John Lennon, Geoffrey
Hughes a Paul McCartney, Peter Batten a George Harrison
Paul Angelis a Ringo y al jefe de los Blue Meanies.
Una vez terminada la producción y luego de una
visualización para la banda, lamentaron no haber
contribuido más al trabajo ya que les había gustado
bastante. John Lennon reconoció que en la película había
visto toda su fantasía psicodélica y utópica. A partir de allí
le dieron más apoyo, aunque más no sea en lo
promocional. Se realizaron films de ellos en el proceso de
creación y viendo el producto final para el tráiler y además
se creó un mini documental que se llamó Mod Odyssey,
donde una voz en off narra brevemente la historia y se
cuentan diferentes anécdotas en la realización del film.
La participación de los muchachos se filmó el 25 de enero
de 1968 en los estudios Twickenham, donde se los ve
graciosos y felices de presentar la última canción, que a
pesar de contar con la reprobación de buena parte de la
crítica, tildándola cuanto menos de “tonta”, es prudente
decir que en su momento All together now gozó de cierta
popularidad e incluso se hicieron versiones en otros
idiomas. No olvidemos que estaba dentro de una película
de dibujos animados.
Pero vayamos a la película en sí. Se pueden hacer dos
observaciones (o más) sobre la trama de la historia y que
por ser una tan distinta de la otra, no dejan afuera la
posibilidad de que ambas sean ciertas.
Por un lado tenemos un film pasatista, con una historia
naif, con el atractivo de que tiene la música de la banda
más grande del planeta y con una expectativa de público
que por primera vez abarca a infantes.
or el otro vemos una crítica social. Una cruda descripción el
consumismo occidental dispuesto a arrasar con todo,
incluso con los pueblos que se ven atormentados por
líderes malvados.
Y ambas visiones tienen un contexto que las
complementan y que se daban simultáneamente ena
aquella época.
Si elegimos la idea de un mundo feliz y despreocupado,
1968 puede verse como uno de los más glamorosos
momentos en el Londres de la movida pop. Basta con ver
imágenes del estreno de la película para notar que los que
hasta hacía poco tiempo habían optado por meditar al pie
del Himalaya, despojados de toda posesión material, ahora
se vestían con los últimos modelos de King’s Road y
Carnaby Street y estaban rodeados por los no menos
excéntricos Keith Richards, Mick Jagger, Twiggie, Sandie
Shaw y otros.
Si por el contrario deseamos ver más allá y llegar a un
mensaje más profundo, pro libertad de los pueblos y en
contra de las dictaduras en el modo que sean, no debemos
olvidar que en ése preciso momento la guerra de Vietnam
estaba tomando ribetes trágicos
(para USA) y dos líderes de ése
país caían muertos con un objetivo
en común: hacerlos callar.
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El Premio Nobel de la Paz, el Dr. Martin Luther King, recibió
un disparo en la garganta mientras apoyaba una huelga de
trabajadores afroamericanos en Memphis el 4 de abril y el
candidato por el Partido Demócrata, Robert Kennedy, era
asesinado el 5 de junio durante una celebración durante su
campaña para las elecciones primarias. Tampoco hay que
olvidar al famoso Mayo Francés que comenzó con
protestas de estudiantes de izquierda a la que se le fueron
sumando trabajadores, sindicalistas y el Partido Comunista.
El mundo se estaba convirtiendo en un lugar difícil para
vivir. Y aparecieron The Beatles en su submarino amarillo.
Despojándonos de
cualquier lectura, se puede
decir que la trama es
simple. Una ciudad llamada
Pepperland, que era una
especie de Jardín del Edén
terrenal, se vio sacudida
ante el atropello de unos
seres despreciables
llamados Blue Meanies. El
histriónico Jefe le daba
órdenes a Max, su
lugarteniente, quién a su
vez enviaba a todo tipo de
seres extraños a someter al
inofensivo pueblo de
Pepperland. El más devastador
era un Guante Volador que
destrozaba todo a su paso. El
golpe final lo dan al congelar a
la banda que le daba música y
alegría a la gente, la Banda del
Club de Corazones Solitarios
del Sargento Pepper. ¿Les
suena?
Alertado de lo que sucedía, el
Joven Fred acude a Lord Mayor,
un estereotipo de la época
Victoriana que descree del
relato de su subordinado hasta
que es demasiado tarde y la única salida es que Fred vaya
en busca de ayuda. Su única escapatoria: el submarino
amarillo que reposaba en lo alto del panteón.
A partir de allí se dan todo tipo de situaciones absurdas y
divertidas, hasta que The Beatles personifican a los
miembros de la banda el Sargento Pepper y con su música
logran vencer a los malos y liberar a los buenos. El arma
mortal es una canción llamada All you need is love que
hace q ue los Blue Meanies huyan despavoridos, pero sólo
para reagruparse. Mientras tanto, los Beatles liberan a la
Banda del Sargento Pepper y juntos resisten la última
embestida de los Malvados Azules; una bestia temible, un
bulldog de cuatro cabezas. Nuevamente los vencen y allí es
cuando los malos comienzan la retirada. Lamentándose
por la derrota, el Jefe busca consuelo en Max y le dice: “El
mundo ya no es azul, Max. ¿A dónde podríamos ir?” a lo
que Max responde: “¿A Argentina?”. Un guiño muy
festejado en los cines de éste país.
Finalmente, los Blue Meanies cambiaron su forma de
pensar y se unieron al pueblo de Pepperland.
Y vivieron felices para siempre…
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Este mes haremos un salto temporal hasta nuestros días para hablar acerca de un allegado actual a uno de los fabs, específicamente a Paul McCartney. Es nada menos que Abraham "Abe" Laboriel Jr, baterista estable de la banda de Paul. Nacido en 1971, es nieto del actor y compositor Juan José Laboriel y la actriz Francisca López de Laboriel, hijo del legendario bajista mexicano Abraham Laboriel (Sr.) y hermano del productor, compositor y cineasta Mateo Laboriel. El hecho de pertenecer a una familia muy ligada a lo artístico influyo en sus gustos musicales. Tanto es así que a los cuatro años ya empezó a tocar la batería y, gracias a que su padre fuera un músico consagrado, logró que fuera "educado" por otros grandes artistas de la talla de Jeff Pocaro, Chester Thompson y Alex Acuña. “Desde antes de caminar solía tocar con cucharas de madera sobre las cacerolas de mi madre al compás de la música, con auriculares puestos. Cuando tenía cuatro años, un amigo de la familia llamado Jamie Hadad (percusionista de Paul Simon) convirtió un tom de 16 pulgadas en un bombo y cortó un soporte de tambor y de un hi-hat para que pudiera llegar a la batería y ese fue mi primer juego de batería, hasta que tuve diez años. Mi padre solía mostrarme un groove y entonces agarraba el bajo y tocábamos juntos.” Su formación comenzó en la Dick Grove School of Music y en la High School Academy of Music. En 1989, con 18 años, fue premiado con el National Foundation for the Advancement of the Arts y, cuatro años más tarde, se graduó del Berklee College of Music.
Muy poco después, conseguiría su primer trabajo profesional, nada menos que de gira junto a Steve Vai, aunque su siguiente trabajo es el primero en darle una mayor exposición y profesionalismo, junto a Seal. Su trabajo con él lo hizo llegar a oídos de K.D. Lang -con quien comenzaría a trabajar- y le abrió en poco tiempo dos puertas aún más grandes: Sting y Paul McCartney. Se une formalmente a Paul durante las sesiones de Driving Rain, en 2001. Durante esa década, participó como baterista de Paul en casi todas las presentaciones de todas las giras. En 2009 participo de las 14 presentaciones de la gira norteamericana de Eric Clapton y Steve Winwood. Durante los recitales en las giras con Paul, Abe además de tocar la batería hace los coros de varias canciones, destacándose claramente en Eleanor Rigby. De más está decir que es el más ovacionado por detrás de Paul, no solo por su música sino por su carisma y simpatía. De los shows con Paul, Abe confesó en una entrevista: "Nos escondemos detrás de las cortinas justo antes de empezar los shows y rezamos. Es algo que Paul no había hecho nunca anteriormente. Él nos guía en la oración y dice algo así como "Dios, te lo encargo. Permítenos pasarla bien y que todos los que están ahí afuera también lo hagan' Wow!, cuanta humildad entregándose de esa forma. Mi padre siempre ha dicho que la música es todo lo que nos rodea y nos llega. Estar con alguien que vive esa misma filosofía es hermoso." Sus set de batería son, en general, de la firma estadounidense Drum Workshop, de los cuales ha tenido varios kits a través de los años, siempre hechos a su medida. Vale destacar que Abe es una persona bastante grande de cuerpo y que, como si esto fuera poco, le pega a la batería con mucha fuerza. Por este motivo, utiliza un bombo de 28 pulgadas y toms de 15 y 18, mucho mayores que el tamaño estándar y que pertenecen al "Collectors Series" de Drum Workshop. Otro trabajo paralelo de Abe es de productor en la Chocolate Genius Inc's. Hoy día el curriculum de Abe es extenso e incluye, entre otros, a los siguientes músicos: Paul McCartney, Steve Vai, Seal, K.D. Lang, Sting, Crystal Lewis, Shakira, B.B. King, Steven Curtis Chapman, Eric Clapton, Johnny Hallyday, Jenifer, Steve Winwood, Les Paul, Ashlee Simpson, LeAnn Rimes, Vanaz, Mylène Farmer, Letters to Cleo, Vanessa Carlton, Kelly Clarkson, Big Mountain, Duran Duran, Hanson, Ringo Starr, Ricky Martin, Will Smith, Lisa Marie Presley, Avril Lavigne, Steve Lukather, Robi Draco Rosa y Lady Gaga.
por fedexlg por fedexlg
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The Rolling Stones Rock & Roll Circus es un concierto grabado para la televisión británica que se presentó por primera vez casi 30 años después de su filmación en el que participaron muchos artistas destacados de la escena del rock como nuestro queridísimo John Lennon y su -no tan querida- esposa Yoko Ono, Eric Clapton, The Who y Jethro Tull, entre otros. La grabación comenzó el 11 de diciembre de 1968 en una carpa montada especialmente para el rodaje y finalizó a las 5 de la mañana del día siguiente. Este es un dato clave que para muchos explica por qué estuvo guardado tanto tiempo sin exhibirse. Entre las hipótesis que se barajaron, la más fuerte sostiene que los protagonistas principales acusaron estar exhaustos y que su rendimiento no había ido el mejor. Esto se relaciona con la otra suposición y es que al momento de tocar, muchos aseguran The Who superaron ampliamente al resto en el nivel de su presentación. Pero ¿cómo nació esta idea? The Rolling Stones tenían ganas de hacer algo diferente para promocionar sus discos y la idea de Mick Jagger de presentarse en la escenografía de un circo pareció interesar a todo el grupo. Y así fue: reunieron a algunos de los artistas más famosos de la época y comenzaron a tocar. Como no podía ser de otra manera a John lo acompañó su fiel pareja Yoko quienes, sumados a Eric Clapton, Keith Richards y Mitch Mitchells, formaron el grupo The Dirty Mac sólo para esta honorable ocasión. Esta actuación de John marcó un hito dentro de su carrera ya que fue la primera vez que se lo vio tocar sin los demás integrantes de The Beatles desde el inicio de la banda, cuando esta aún no se había disuelto. La aparición inicial de John en el film estuvo signada por su extravagante sentido del humor, que compartía con el líder de los Stones y que contagiaba a todo el set, ya que consistió en una charla entre ambos para la que John fue presentado como Winston (su segundo nombre) y en la que no dejó de comer fideos mientras conversaba con Jagger. Con respecto a lo musical, The Dirty Mac interpretó una versión de Yer blues para el recuerdo… de George Harrison ¿Por qué? El guitarrista le había presentado a Eric Clapton al resto de la banda,
y John y Paul, en medio de las frecuentes crisis que reinaban por aquel entonces, solían amenazar a Harrison con que él sería reemplazado por su amigo si seguían teniendo inconvenientes. De esta forma, se puede deducir que no fue casual que haya sido Clapton el guitarrista principal de Yer Blues en Rock & Roll Circus, quien por su parte reprodujo exactamente igual el solo grabado originalmente por George. Esto constituía una “advertencia” que podría haber sido efectiva si el estreno de la película no hubiera tenido lugar en 1996. Por otro lado, con esta presentación John delató que lo que se creía que era un efecto vocal en la grabación de Yer Blues del White Album (su voz se escucha muy bajita luego del solo de Harrison) en realidad se debía a que esta canción fue grabada en un estudio más pequeño de lo habitual, y en el que la división de los sonidos delas voces y los instrumentos no era tan efectiva, por lo que se filtró por los micrófonos de la batería. Pero volvamos al concierto que nos compete. Inmediatamente después de Yer Blues, The Dirty Mac acompañó a Yoko Ono en un show de alaridos, aullidos y sonidos guturales varios que –excepto la magistral actuación de Irvy Gitlis, un destacado violinista israelí-ningún supergrupo podría ser capaz de salvar. La canción que interpretó la artista conceptual japonesa fue Whole Lotta Yoko y no fue incluida en ningún álbum de estudio. Luego de esta performance de Yoko, John pasa a invadir toda la pantalla con su característica gestualidad para presentar a The Rolling Stones y su tema Jumping Jack Flash. Esto no sería tan relevante si no fuera porque las palabras de Lennon fueron expresadas en un perfecto lenguaje de señas para sordomudos. Sin dudas, Rock & Roll Circus fue una idea revolucionaria para la época en que fue concebida. Si aún no la viste, ya
no hay excusas porque basta con una simple búsqueda en Google para encontrarla. A pesar de haber salido a la luz 30 años después, la frescura de las presentaciones y el clima de jolgorio y descontrol (por algo la grabación se extendió hasta la madrugada del día siguiente) se pueden apreciar con absoluta vigencia, y su visualización constituye una experiencia ineludible para cualquier amante de la música y el género.
por VickyBeatle_jwl
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Bienvenidos a la zona más remota de la discografía de The Beatles. Yellow Submarine, editado en enero de 1969, tuvo dos grandes motivos por los cuales es el menos reconocido dentro de los álbumes de los Fab. Uno es haber aparecido casi de manera simultánea al Álbum Blanco (noviembre de 1968). El otro es la falta de interés de John, Paul y George a la hora de aportar ideas, hecho que quedó traducido evidentemente en el resultado final del disco, pensado como un soundtrack del film homónimo. Los temas originales para la cara A del LP fueron apenas cuatro. Only a northern song fue, en cierta medida, un sobrante de Sgt Pepper’s, ya que fue grabado en ese tiempo, y lleva consigo el sonido de aquella obra. El título es una ironía acerca de la compañía editora de las canciones de la dupla Lennon/McCartney. Este tema contiene el mejor uso de los vientos desde Penny Lane, marcado indeleblemente por una disonante trompeta ejecutada por Paul. Luego llega All together now. Aquí la astucia y pericia de Paul McCartney para cubrir necesidades definitivamente falla. No está a la altura de cualquier otra composición de las que haya hecho el zurdo bajista y hasta es más tonta que Ob La Di, Ob La Da. Sin embargo, Paul la rescató del (merecido) olvido y la llevó a escena en varios shows de su gira Out There de 2012. De una forma radicalmente distinta puede tranquilamente hablarse de Hey, bulldog, gran canción de John Lennon –si no una de las mejores– que injustamente no fue editada en single, ya que tenía un gran potencial para serlo (esto recién ocurrió en 1972 en algunos países europeos). La base y el característico riff de guitarra y piano es de lo mejor que hayan grabado The Beatles como banda y el sonido de este tema influenció a muchas bandas que vinieron más tarde en el tiempo (chequear, por ejemplo, a los británicos EMF con su hit Unbelievable de 1991). La letra se alista tras el surrealismo lennoniano que ya había brillado en Lucy in the sky with diamonds y I am the walrus. Como segundo y último aporte, George nos deja It’s all too much, otro gran muestrario de la psicodelia del período 1966–1968 anticipando el rock "sónico" aproximadamente tres décadas.
Cabe señalar que el lado A del disco se completó con Yellow submarine, editada originalmente en 1966 en el álbum Revolver, mientras que All you need is love fue single en julio de 1967 y parte de la versión estadounidense en LP de Magical mystery tour, y si el disco no fue tan brillante como lo que hubo antes y lo que vino después fue por el desgaste que había significado los cinco meses del White album y lo poco que les convencía el proyecto. Tal es así que George Martin salió al rescate del disco con un lado B completamente orquestal compuesto por él. Fue una lástima lo que sucedió con este disco, más teniendo en cuenta lo que había sido el suceso de la película.
También la intención original de The Beatles era editar un EP a la manera de Magical mystery tour, agregando a los cuatro temas “nuevos” Across the universe, pero EMI, al ver que a la versión LP le fue muy bien en USA, exigió a la banda un long play. Así que el disco salió a medias y Across the universe terminó archivada hasta que fue cedida para el álbum benéfico No one’s gonna change our world en su versión Wild life y más tarde con la producción de Phil Spector, en al álbum de la banda, Let it be.
En 1999, en ocasión de los treinta años del film y su lanzamiento en DVD, se editó una nueva versión del disco donde aparecían -bajo el título de Songtrack- las 15 canciones que aparecen a lo largo de todo el film pero con la particularidad de que, en esta ocasión, los tracks fueron remezclados. Tal es así que temas como Sgt Pepper’s, Think for yourself (editada originalmente en Rubber Soul, de 1965) y Hey, bulldog cobran otra dimensión. Sin embargo, más allá de este trabajo de remixing muy interesante y de muy buenos resultados artísticos –supervisados por Paul, George y Ringo en Abbey Road-, este compilado fue el menos vendido de The Beatles hasta nuestros días. En 2009 y 2010 se reeditaron en versión remasterizadas los discos de 1969 y 1999, por lo tanto, ambas versiones se encuentran actualmente disponibles.
por HelterSkelter75
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Si bien oficialmente sólo grabaron su canción Words of
love en el álbum Beatles for sale de 1964, el gran Buddy
Holly ha tenido una influencia tremenda en los cuatro de
Liverpool, y no sólo en lo musical.
Sin ir más lejos, el propio nombre de la banda le debe
bastante al del grupo de acompañamiento de Holly,
quienes se hacían llamar The Crickets. Cuentan que a John
le fascinaba y que decidió repasar todo tipo de bichos para
buscar un nombre similar a los “grillos” y que de ése modo
llego a los “escarabajos” (beetles) entre otras razones.
Se puede decir que estéticamente también fue una
inspiración para John, o al menos una forma de salir bien
parado ante la mirada sorprendida de quienes lo veían (en
contadas ocasiones) usando sus enormes lentes de marco
grueso. “Es al estilo Buddy Holly”, justificaba Lennon.
Acercándonos un poco más al terreno puramente musical,
la mayor virtud que veía la banda en el guitarrista era que
Holly escribía y grababa sus propias composiciones, algo
nada común en aquellos años donde generalmente
compositores experimentados, contratados por las
compañías de discos, escribían el material que los artistas
registraban en el estudio. Pero Buddy había logrado
imponerse ante el sistema y ésa actitud era muy valorada
por The Beatles.
Nacido como Charles Hardin Holley el 7 de septiembre de
1936, desde muy temprana edad se interesó por la música.
Aprendió a tocar muchos instrumentos y con tan sólo 5
años debutó en un escenario junto a dos de sus hermanos
en una competencia de canto. Años después, siendo ya un
adolescente, comenzó lo que puede llamarse su carrera
profesional. Aunque en un primer
momento estaba orientada hacia el
country, luego de ver a Elvis y
conocerlo personalmente, se
inclinó por el rock and roll. Formó
su famoso grupo The Crickets con
Jerry Allison en batería, Joe
Malduin en contrabajo y Nikki
Sullivan en guitarra rítmica y con
ellos registró buena parte de sus
más grandes éxitos, como That’ll
be the day (la primer canción
grabada por The Quarrymen en 1958), Peggy Sue
(versionada por John en Rock and roll), Not fade away y Oh
boy.
Su carrera fue meteórica. Pasó de actuar en el prestigioso
Show de Ed Sullivan a separase de los Crickets y pasar por
problemas económicos un par de años después. Por éste
motivo accedió a realizar una gira de varios números un
tanto desprolija. Se trataba de cubrir 24 ciudades en 3
semanas, por lo que el ritmo era frenético.
Se llamó la Winter Dance Party y juntó a él se presentaban
Dion and The Belmonts, The Big Booper y la nueva
sensación, el aún más joven Ritchie Valens quién en ése
entonces tenía éxito con su versión del tema La Bamba.
El 3 de febrero de 1959 luego de un show en Clear Lake,
Iowa, enterado de que la calefacción del autobús no
funcionaba y las gélidas temperaturas azotaban la región,
Holly contrató una avioneta que los llevaría mucho más
rápido y le daría más tiempo para descansar. Sólo había
tres asientos disponibles; uno para Buddy, otro para Big
Booper (el segundo en importancia) y el tercero se lo
disputaron en suerte Dion y Valens. El destino quiso que
Ritchie subiera a la avioneta que dos horas y media
después se estrellaría en un campo de sembrado por
impericia del piloto.
Aquél trágico acontecimiento fue conocido como “el día
que murió la música” y se trató del último gran golpe que
recibió el rock and roll y que casi causa su extinción, ya
que ante la ausencia de grandes nombres (Presley en el
ejército, J.L. Lewis repudiado, Berry en prisión, Perkins
accidentado, Little Richard convertido en pastor
evangélico, etc.) las compañías
discográficas inundaron el
mercado con melosos cantantes
moldeados para conquistar el
mercado teen, con canciones
edulcoradas y sin la furia del rock
and roll.
Poco después llegaron The Beatles
a hacer justicia.
por beatlemartin
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La salud de Ringo Starr siempre fue frágil. A lo largo de su vida fue contrayendo distintos tipos de enfermedades que han ido debilitando cada vez más su sistema inmune, a pesar de lo jovial que puede vérselo con sus 73 años. Sus complejos y su poca estima pueden remontarse a su infancia, donde no sólo no pudo hacer amigos ni asistir a la escuela sino que debió crecer entre los escombros que la guerra había dejado atrás. El pequeño Richard ingresó al colegio a los seis años, pero no por mucho tiempo. A los pocos meses, comenzó a sentir fuertes dolores de panza. Claro que ni él ni su madre sabían de qué se trataba, por lo que fueron al hospital Myrtle Street. Tenía un grave cuadro de apendicitis que no lograron atender a tiempo, causando así una peritonitis: su apéndice había estallado. Como consecuencia, le realizaron una cirugía que lo dejó en coma por diez semanas (algunos afirman que dos meses). A pesar de que comenzaba a recuperarse y ganar fuerzas, decidieron dejarlo internado un tiempo más. Seis meses después de la operación, cayó de la cama del hospital, lo que le generó un fuerte golpe que lo mantuvo otros seis meses en el hospital. Volvió al colegio, pero sus compañeros ya no estaban con él y realmente entendía muy poco lo que estaban dando en clases. Su vida continuó sin muchos sobresaltos hasta que un simple resfriado mal curado se
convirtió en pleuresía –también conocida como pleuritis-. Esto es, tenía una inflamación en su sistema respiratorio. Claro que no es tan sencillo como una gripe: los doctores afirman que el dolor que se siente al inspirar profundamente o al toser (cosa que sucede siempre, dado que estamos hablando de una persona con sus pulmones enfermos) es equivalente al de una puñalada. Marche Ringo otra vez al Myrtle Street, esta vez por dos años, hasta 1955. Lamentablemente, esta enfermedad se hizo crónica en nuestro querido baterista. Su recuperación fue, sin dudas, una fortuna para todos nosotros: mientras estaba en el hospital aprendió a tocar el tambor en las clases de música, y al salir, su padrastro, Harry Greaves, le regaló su primera batería, un set de segunda mano comprada en cuotas. Ahora, con quince años, sin saber muy bien leer ni escribir –y sin poder vivir aún de tocar la batería-, tuvo que buscar trabajo. Greaves, lo ayudó a entrar en el British Rail de Inglaterra como mensajero, pero fue despedido seis semanas después por no cumplir con los requisitos médicos: su salud le había jugado una mala pasada otra vez. Afortunadamente, no sucedió lo mismo con su segundo trabajo (que también le consiguió Harry) como aprendiz de ensamblador en una compañía mecánica. Pero
como es sabido, mientras trabajaba nunca dejó de tocar. La suerte lo llevó a pasar por varias bandas hasta llegar a Rory Storm y, finamente, a The Beatles. Los años pasaron con relativa calma hasta que el 3 de junio de 1964, en plena Beatlemanía, cayó enfermo de tonsilitis, conocida por nosotros como amigdalitis aguda, tema que he tratado brevemente en el número 5 de esta revista. Lo que no conté en dicha oportunidad es que esta enfermedad es una inflamación de las amígdalas y el 85% de los casos es viral. Esto significa que, si ese fue su caso, su enfermedad no podía ser curada con antibióticos (que solo son efectivos en las enfermedades bacterianas). Tuvo que pasar más de un mes internado en el University Collage Hospital esperando a que su débil sistema inmunológico se recupere de esta enfermedad. El primero de diciembre de ese año, se internó en el mismo
por PiniDellavalle
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hospital y, al día siguiente, se sometió a una cirugía para que le extirpen las amígdalas para evitar que su enfermedad vuelva. Durante todo este tiempo, Ringo había estado luchando contra distintas condiciones gastrointestinales que no lo dejaban tener una vida demasiado normal: prácticamente se había hecho vegetariano un poco a la fuerza. Muchos dicen que este tipo de condiciones de salud suelen ser psicosomáticas y eso no me extraña conociendo un poco su vida, pero su peritonitis no le hacía las cosas más fáciles. En 1968 el cuarteto viaja a la India y Ringo fue precavido: se llevó suficiente comida enlatada para no tener que especular si algo le caía mal, principalmente la comida picante. Pero sus provisiones le duraron poco: a los diez días tuvo que regresar a casa. Tiempo después diría: “La comida era pésima y me volví cuando se me acabaron las latas de cornedbeef”. En el Anthology también atinó a decir: “La comida era imposible para mí porque soy alérgico a muchas cosas. Llevé dos valijas, una de ropa y otra llena de frijoles Heinz”. Hasta Paul McCartney habló al respecto en el mismo documental, diciendo que “Ringo volvió a casa temprano; él no podía soportar la comida y su esposa no podía soportar las moscas. Es entendible (…) había curry y comida picante, y él tiene un estómago que se enferma fácilmente, probablemente a causa de la peritonitis que tuvo cuando era niño”. Además, Ritchie y Maureen extrañaban a sus hijos, claro. Casualmente, en septiembre de 1969 fue hospitalizado nuevamente a causa de una complicación intestinal. Con tan sólo 29 años, había pisado más veces un hospital que casi cualquiera de nosotros. El 9 de ese mes se dio a conocer a través de su agente de prensa que hacía una semana que estaba enfermo, con una obturación intestinal, por lo que los doctores decidieron internarlo en el Hospital Middlesex londinense para someterlo a observación. No estaba gravemente enfermo y se esperaba el alta para las próximas horas. Diez años después, en abril de 1979, su salud se debilitó nuevamente. Fue internado de urgencia en un hospital de Montecarlo a causa de sus problemas intestinales. Se le
realizó una cirugía para extraerle gran parte de sus intestinos y casi no sale de la mesa de operaciones. Por suerte, pudo recuperarse a tiempo y asistir a la boda de Eric Clapton y Pattie Boyd junto a Paul McCartney y George Harrison el 19 de mayo. Luego, su vida pasó a tener un perfil más bajo. Claro está que ha seguido teniendo complicaciones de salud, pero ya no han tenido tanta difusión como las aquí contadas. He decidido dejar fuera sus problemas de adicciones por haber sido tratados anteriormente en esta revista (ver el primer número), pero quisiera citarlas, al menos, porque no dejan de ser un problema de salud. Con la vitalidad que lo caracteriza (y el chiste interno de que Ringo nos va a enterrar a todos) es difícil creer que ha tenido que atravesar por todas estas situaciones, a pesar de que han tenido sus beneficios -¡gracias a eso toca la batería!-. Buena salud, Ritchie
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El 2 de marzo salió a la venta en Estados Unidos el single Twist and Shout con There’s a Place en el lado B. Ese mismo día, The Beatles comenzaría a grabar lo que luego sería su primera película, A Hard Day’s Night. El miércoles 4, el Consejo de Seguridad de la ONU envió tropas pacificadoras a la isla de
Chipre que estaba envuelta en disturbios. El día 6 de marzo fallece en Atenas, Grecia, el rey Pablo I, a la edad de 62 años y es sucedido por su hijo Constantino. El 10, ya finalizada la filmación de las escenas en el tren para la película, el rodaje continúa en los Estudios Twickenham. Al día siguiente, Raúl Leoni juró como nuevo presidente de Venezuela. El 13, Turquía amenaza a Chipre con un desembarco para proteger a la minoría turcochipriota si no cesaban los conflictos. El 14, Jack Ruby, de 52 años, es condenado a muerte en Dallas por asesinar a Lee Harvey Oswald, quien se presumía que había asesinado a John F. Kennedy.
El 16 del mismo mes sale a la venta en Estados Unidos el single Can’t Buy Me Love/You Can’t Do That. El 17, John grabó una entrevista para la BBC en el programa “Today” con el objetivo de promocionar su libro, “In His Own Write”. El 19, la Organización Mundial de la Salud le retiró el derecho de voto a Sudáfrica debido a que regían en ese
momento las políticas del Apartheid. Ese mismo día, la banda grabó el primero de sus programas para “Top of the Pops” de la BBC. Además, el Variety Club de Gran Bretaña le otorgó a The Beatles el premio al personaje más popular del mundo del espectáculo en 1963. El 21, el Parlamento Europeo eligió como presidente al belga Jean Duvieusart,
reemplazando al Italiano Gaetano Martino. El 23, el duque de Edimburgo le entrega al cuarteto el premio Carl-Alan por “Musical Achievement”. Ese mismo día, se publicó el mencionado libro de John Lennon y la primera edición se agotó rápidamente. También apareció en Estados Unidos el
single “Do You Want To Know a Secret/Thank You Girl”. Por otra parte, también ese día, inició en Ginebra la primera Conferencia sobre Comercio Mundial de la ONU, en la cual participaron más de 1.700 delegados de 122 países. El 25 se transmite el programa de “Top of the Pops” en el que la banda apareció, mientras que el Consejo de Ministros de la Comunidad Europea rechaza el pedido de España de ser admitida como socio. El 26, The Beatles continúan con la filmación de A Hard Day’s Night en Londres. Al otro día, se desata en Alaska durante 10 minutos un trágico terremoto (de 8 grados en la escala de Richter), que se cobró la vida de 135 personas. Ese mismo día, John, Cynthia, George y Pattie se fueron a pasar el fin de semana al Castillo Dromolan, en Irlanda. Ringo lo pasó en Wobourn Abbey como invitado de Lord Rodolph Russel, hijo del duque de Bedford. Paul, por su parte, permaneció en Londres. El 28, el Papa Pablo VI elevó al rango de Archidiócesis las diócesis de Madrid y Barcelona. Así, los obispos Casimiro Morcillo, en Madrid, y Gregorio Modrego, en Barcelona, pasan a ser Arzobispos. El 30, en Somalía, se celebran las primeras elecciones parlamentarias desde la independencia en 1960. Además, se publica en Inglaterra el single Bad to Me de Billy J. Kramer & The Dakotas, escrito por John Lennon y Paul McCartney. Además, la BBC transmitió el programa especial que The Beatles había grabado con motivo de la Semana Santa, “From Us To You”.
por nicothecapo2
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Acá se debería contar la historia de la foto que aparece
arriba. Pero es imposible: no tengo la fecha ni el lugar
donde fue sacada. Apenas puedo distinguir algo fuera de
ella y de los protagonistas. Sé que están George Harrison y
el conductor de Formula 1, James Hunt. Aunque en parte
estoy mintiendo, sé algo más: el traje antiflama que utiliza
Hunt es similar o parecido al que utilizó cuando era parte
del equipo McLaren, escudería a la que llegó en 1976, así
que empezamos por ahí. Un detalle un poco más frívolo
(aún más que el del traje) es, obviamente, el pelo de
George. Esa sub-especie de permanente fue muy común
en él entre 1977 y 1979, pero -y siempre hay un pero-
Hunt se fue del equipo McLaren al comienzo de la
temporada del 79 al equipo Wolf. Entonces, con todos los
datos, rearmemos todo: la foto es de entre 1977 y 1978, lo
delata el pelo de George y el traje del (y ahora si puedo
decirlo) campeón del mundo de 1976 James Hunt. Ahora
¿Por qué la elección de esta foto y no de otra? Hay miles
de fotos de Harrison en eventos de la Formula 1; hay con
Jackie Stewart, Graham Hill, Ayrton Senna, Emerson
Fitipaldi (todos ellos campeones, dicho sea de paso) y
otras muchas otras personalidades del mundo de las
carreras por eso la pregunta en realidad es otra ¿Por qué
Hunt? ¿Es el furor del filme Rush donde se cuenta su
“rivalidad” con Nikki Lauda? No, es que James Hunt es lo
más parecido a la locura del rock and roll en un mundo
que parece que lo único que tienen en común es el ruido.
Su vida era pura estridencia, puro desparpajo. Era un galán
de la pista, sólo le importaba ser rápido, era afín a las
drogas y el descontrol, algo parecido a lo que George
estaba empezando a dejar, encontrando la estabilidad de
su casa, de Olivia, su esposa, y de lo que sería en muy
pocos años el de su primer y único hijo, Dhani.
por DoctorWho088
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Guilty pleasures o placeres culposos es un disco editado en 2005, precisamente el 20 de septiembre, por Barbra Streisand en colaboración con el integrante de Bee Gees, Barry Gibb. El disco tuvo una muy buena acogida tanto por parte de la prensa como del público, colocándose en los top ten en EEUU y Reino Unido. Y aquí es donde me quiero detener; no en la figura de Barbra sino en Barry. Cuando decidí encarar una nota alrededor de los placeres culposos tuve que reparar en dos condiciones. La primera, la subjetividad: no todas las personas consideramos o siquiera tenemos las mismas culpas alrededor de la música; y la segunda se arma alrededor de una o dos pregunta ¿Por qué algo es culposo? Y ¿Por qué sentimos esa culpa? Por eso la figura principal en este relato es Barry Gibb, a quien yo personalmente considero la quintaesencia del mundo de la música que amamos pero que nos genera una especia de “cosita”. Voy a comenzar tratando de responder mis dos preguntas: ¿Por qué algo es culposo? En realidad debemos admitir desde un principio que la culpa es esa gran máscara que nos ponemos para defender lo que otros pueden considerar indefendible y para disfrutar sin miedo del qué dirán. Pongamos un ejemplo: Wake me up before you go-go de Wham!, un clásico de los 80. Claramente no estamos hablando de un tema de calidad; sin desmerecer a George Michael, no es un tema de la profundidad dylanesca, pero quisiera retarlos a pensar si pueden evitar mover el pie cada vez que la escuchan o si están en alguna fiesta o algo así bailarla ridículamente. Y mucho de esto radica en nuestra infancia, tiempo antes de que la adolescencia nos empieza a formar; nos nutrimos de miles de canciones que desconocemos: las de nuestros padres, hermanos mayores, tíos y abuelos. Volverlas a escuchar ya de adultos muchas veces nos trae los recuerdos y el romanticismo de lo vivido, de lo que ya fue pero que evidentemente no fue del todo. Voy a adentrarme en el anecdotario personal para contar que durante el recital que dio Ringo el pasado año, las piezas que más disfrute fueron las tres que realizó Steve Lukather, guitarrista de Toto: Rossana, Hold the line y Africa respiran nostalgia en mi, recuerdan mi infancia y aunque jamás escuche un disco de la banda (y si todo de Ringo) disfrute enormemente de un recital que es una evocación pura del pasado. Ahora, ¿por qué la culpa? Quizás tenga que ver con que no es lo que escuchamos cuando llegamos a nuestra casa. Si
vuelvo a las experiencias personales, en mi iTunes no hay ningún disco de Abba, pero siempre está ahí YouTube al rescate, listo para divertir un poco la tarde o la noche con alguna persona que entienda nuestro código, porque es así: nuestro ADN musical lo conocen pocas personas pero nuestro ADN de placeres culposos lo conocen aún menos personas el círculo de amigos o personas que compartan un gusto particular por cosas como los famoso One Hit Wonders es ínfimo. ¿Qué sería de esta música sin los encantos que puede ofrecer el ridículo? En el ámbito de la música latina existe un sinfín de cantantes que nos ofrecen esa canción tan espantosa que no podemos evitar cantar e incluso gritar,
entrar en falsa pose que se llena de “pasión” y compenetrarse en la letra, interpretarla, sentirla tuya para llegar al estallido del estribillo y con el puño cerrado y la mirada al cielo poder entonar esa balada, como Carrie de Europe, que sólo podemos soportar entrando en ese trance que nos hace olvidar de todo prejuicio hasta incluso llegar a la locura de al terminar exclamar un “¡que temazo!” o, un aún más exagerado y descabellado, “esta es la mejor canción del mundo”. Por otro lado, los años ‘80 y los arriba
nombrados One Hit Wonders son otra pata de la mesa en donde se apoyan el mundo de la culpa. La proliferación de las canciones con pasitos como YMCA de Village People a la cabeza o, casos aún más tristes pero igual de bailados por todos como aquellos crímenes de lesa musicalidad perpetrados por bandas como El Símbolo y sus canciones que nos pedían seguir lo que se cantaba y siempre dando un golpecito. Si algo define en parte la década de los ‘80 es el sonido del sintetizador, que llegó a enmarcar un género conocido como synth-pop y ese género nos inundo de culpas como Erasure o incluso más extrañas y bizarras como Tarzan Boy de Baltimora o Spin Me Round de Dear Or Alive. La culpa es culpa cuando la asumimos o la aceptamos por vergüenza. Llegamos a nuestra casa tras un duro día y el que empieza en Hunky Dory de David Bowie a las 2 de la mañana puede terminar en Night Fever de los Bee Gees divirtiéndose y tratando de emular un falsete que lo único que logra es dolor de garganta. Nunca ese dolor nos gustó tanto.
por DoctowWho088 por DoctorWho088
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La única composición de George Harrison grabada por The Beatles hasta septiembre de 1964 fue Don’t bother me, en el segundo álbum, With the Beatles, y fue publicada por Dick James Music, la compañía editora de Dick James, el otrora cantante devenido en agente dedicado a la publicación de música. James ingresó al círculo de The Beatles desde muy temprano de la mano del productor George Martin y formó junto a Brian Epstein, John y Paul la compañía Northern Songs, dedicada exclusivamente a la edición del material de la dupla de compositores. Como George aún no asomaba en la tarea de escribir canciones, no fue tenido en cuenta en un principio. En plena gira por Estados Unidos, luego de eludir al Huracán Dora, el 11 de septiembre de 1964 la banda estaba lista para presentarse en el Gator Bowl, en Jacksonville, Florida. Simultáneamente, en UK, NEMS Enterprises compró en nombre de Harrison una compañía llamada Monyork Ltd. Era una de las llamadas “shelf company”, aquellas que se forman y no realizan ninguna actividad, es decir, que se guardan en un “estante” (shelf) a la espera de que alguien la compre para darle algún uso sin pasar por todo el proceso y la pérdida de tiempo en formar una nueva.
Recién el 7 de diciembre George renombró a la compañía como Harrisongs Ltd, pero resulta curioso que pocos meses después, el 25 de marzo de 1965, haya firmado un contrato de 3 años con Northern Songs, siendo que era propietario del 80% de Harrisongs y que junto a Ringo recibían sólo el 1.6% entre ambos de la compañía de Lennon y McCartney. Quizás ese 0.8% que recibiría (incluyendo las ventas de las canciones de sus compañeros de grupo) era más tentador que el 80% de
una canción (con suerte dos) que se le permitía aportar a cada disco. Recordemos que aún no era tan prolífico y él mismo no debía haberse tenido mucha fe como compositor.
Cuando su contrató expiro, en marzo de 1968, George se encontraba en otra posición, con canciones tan buenas como las de John y Paul, pero con el mismo inconveniente de siempre: la falta de cupo en los discos Beatles. Si bien el Album Blanco contenía cuatro de sus composiciones, se trataba de un disco doble, por lo que la proporción seguía siendo la misma. El 10 de octubre de 1968 George compró otra compañía, Singsong Ltd, pero su aporte al White album fue publicado bajo el nombre de Harrisongs Ltd. Sólo Old brown shoe, el lado B de The ballad of John and Yoko, el single del 30 de mayo de 1969, se publicó mediante Singsong Ltd. Inmediatamente después, ambas compañías se fusionaron bajo el nombre de la primera y a partir de allí todo el material de Harrison hasta el final de The Beatles y sus primeros trabajos como solista se publicó mediante esta editora. La ubicación física de Harrisongs es el 27 de Ovington Square, en Londres, donde también se encontraba Apple Corps. En 1973 George publicó su álbum Living in the material world y los derechos de las canciones fueron manejados por la Material World Charitable Foundation, una organización benéfica creada por el mismo George y administrada por Harrisongs. Su disco de 1974, Dark Horse, fue publicado en USA por Ganga Publishing, B.V. y por Oops Publishing en Inglaterra. Actualmente Umlaut Corporation controla todos los derechos de la última parte de la obra de George y es dirigida por Olivia Harrison. Harrisongs es la compañía que publica las canciones de Thenewno2, la banda indie del hijo de George, Dhani Harrison.
por beatlemartin
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No podríamos decir que el álbum Yellow Submarine sea
propiamente un álbum. De hecho, no fue concebido como
tal. Es una recopilación de algunos temas de los que
conforman la banda sonora de la película homónima,
muchos de ellos inéditos, más parte del score instrumental
que aparece en la misma, tocado por la Orquesta de
George Martin.
Si bien el objetivo de la nota que nos compete es hablar
sobre la cara B del Long Play, repasemos rápidamente la
cara A del disco. La misma está compuesta por seis temas
beatle, cuatro de ellos no publicados a la fecha, sobrantes
de sesiones anteriores: de Harrison, Only a northern song e
It's all too much; de John, Hey bulldog y All you need is
love; de Paul, Yellow submarine y la ideada por él pero
escrita junto John, All together now.
Ellos pensaron en su momento editar un EP de cinco
canciones, incluyendo las cuatro inéditas mas una por ese
entonces inédita Across the universe, la cual fue
postergada nuevamente. Pero finalmente se optó por dejar
el long play donde la cara B instrumental fue
completamente escrita y producida por George Martin.
Diría George Martin: "Entonces se decidió que el álbum
debería tener su música en un lado y la mía del otro. (...) El
suceso de Yellow Submarine me dejó dividendos a mí."
Lo que ahora nos concierne es la cara B del disco. Si bien
es la primera vez que George Martin tiene aportes
protagónicos en un álbum beatle, de más está decir que
como productor ha hecho arreglos y aportes musicales
desde el primero. Algunas piezas instrumentales para
películas previas ya habían salido en las ediciones
norteamericanas de la discografía: I should have known
better, And I love her, A hard day's night y Ringo's theme
(This boy) para el A hard day's night Soundtrack, y From
me to you fantasy, In the tyrol, Another hard day's night,
The bitter end y The chase para el Help! Soundtrack,
aunque las de Help no fueron composiciones propias sino
de Ken Thorne, interpretadas por la George Martin
Orchestra.
El score fue grabado en los estudios EMI entre el 22 y 23
de octubre de 1968. Martin dirigió la orquesta de 41
instrumentos junto a John Burgess y Ron Richards como
coproductores. Además, hay que tener en cuenta que todo
el score fue grabado completo y finalizado dos veces dado
que George Martin quedó poco conforme con el resultado
final de la primera grabación, la cual es la que aparece en
la película y fue realizada en los Estudios Olympic Sound.
La primera pieza que aparece durante la película no fue
incluida en el Soundtrack, pero sí posteriormente en el
Anthology: A beginning. Fue grabada originalmente en la
sesión de Good night para el Álbum Blanco, con
exactamente la misma orquesta e ideada para ser una
introducción a Don't pass me by. Finalmente, fue
descartada y utilizada en la película Yellow Submarine
antes del título principal y justo antes de que empiece a
sonar Eleanor Rigby. Apareció finalmente en el Anthology
3 en lugar de la descartada Now and then.
En la cara B del álbum, en primer lugar aparece
Pepperland, una bella composición. A diferencia de las
demás piezas instrumentales del disco, esta se destaca por
un interludio de piano a mitad de la canción y una
atmósfera plenamente de felicidad. La intención de George
Martín era la de transmitir luminosidad, color y felicidad y
ciertamente lo consigue.
El segundo lugar lo ocupa Sea of time, notable por el inicio
con elementos hindúes, muy característicos de la
psicodelia beatle y en especial de George Harrison. Muy
astuto de parte de Martin fue incluir un tampura, y
melodías y sonidos hindúes al mejor estilo Within you,
por fedexlg
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without you. Diría George Martin: “Fue en realidad George
Harrison poniendo un poquito de su aura en esto”. George
Martin ya había trabajado en música hindú antes de sus
años con The Beatles, así que sabía ya muy bien de que se
trataba y trabajó el estilo estupendamente.
La siguiente pista es Sea of holes. En las ediciones
norteamericanas del álbum, Sea of time y Sea of holes
fueron tratadas como una sola pista única llamada ‘Medley:
Sea of time & Sea of holes’. Sea of holes fue desarrollada
minuciosamente por George Martin. Utilizó no solo para
esta, sino para toda la grabación del soundtrack un "click
track", es decir, una pista de sonido que corre paralela a la
película y que suena cada determinada cantidad de
fotogramas. Esto le ayudó a Martin a componer y grabar
los sonidos ambientales de la película y grabar cada detalle
de la orquesta utilizando auriculares para que los sonidos
coincidan de forma milimétrica entre lo que se ve y se
escucha. Esta técnica fue de especial utilidad al grabar Sea
of holes, donde sobresalen sonidos extraños y avant-
garde. También durante el tema se puede escuchar el
sonido de arpas reproduciéndose a la inversa, idea que se
le ocurrió mientras estaba arreglando el siguiente tema.
Pasamos a Sea of monsters, la pieza más experimental del
score. George Martin diría: "En una secuencia, en Sea of
monsters, el submarino está vagando alrededor de todo
tipo de cosas extrañas, algunas con tres piernas. Un
monstruo es enorme, sin brazos pero con dos piernas
largas y botas, y en lugar de nariz tiene una especie de
larga trompeta. Es un monstruo succionador; cuando ve
otros pequeños monstruos, el los absorbe. En un
momento, succiona el Yellow Submarine y, finalmente,
absorbe la pantalla desde la esquina hasta que queda todo
en blanco. Sentí, naturalmente, que la escena necesitaba
música ‘de absorción’, la pregunta fue ‘¿Cómo hacerlo con
una orquesta?’. De repente, me di cuenta de lo obvio:
música en reversa. La música al revés suena muy extraña y
un trombón y un platillo reproducidos al revés suenan
exactamente como una absorción. Así que grabé cerca de
45 segundos de la orquesta, en los cuales la música
encajaría a la imagen cuando se reproduzca a la inversa."
Además de muchos efectos, Martin incluyó una sección de
Bach's air cerca del final de la pista.
La siguiente pieza es March of the Meanies. La pista gira en
torno al sonido de una marimba entre la cual se van
entrelazando cuerdas y metales con tubas y trombones,
generando un sonido de marcha maléfico. Diría George
Martin que el sonido logrado lo hizo de manera muy
similar a lo ya hecho en Eleanor Rigby.
Pepperland laid waste, pretende ambientalizar las secuelas
de los ataques de los Blue Meanies, Diría: "Lo que trataba
de transmitir es esa especie de tierra desierta que queda
después de la guerra. Es un poco como uno siempre
piensa sobre la guerra; clima austero, sin pájaros, sin
árboles, sin hojas, sin vida. Sólo vacío. Lo pensé y lo
compuse tratando de generar ese efecto devastador y
vacío, el efecto de que no hay esperanza."
El tema final del soundtrack es Yellow Submarine in
Pepperland. En realidad, es una adaptación orquestal de
Yellow Submarine. Contiene arreglos sonoros y variaciones
para representar dinámicamente la llegada del submarino
amarillo a Pepperland en la película.
Diría George Martin: “Una vez que toda la música fue
grabada, la incorporamos en la película, y hubo
nuevamente problemas. En algunos lugares cortamos la
música ya que los efectos de sonido sonaban mejor. En
otros, eliminamos efectos de sonido porque lo que yo
escribí sonaba mejor. Sin embargo, el score resultó un gran
éxito y gracias a él gane muchas cartas de fanáticos.”
Si bien el score fue bueno para George Martin, no fue
bueno para The Beatles. Generó tensiones en un clima ya
tenso de por sí. El proyecto era algo que de por sí no
agradó mucho a la banda y menos aún a John, quien diría
en una entrevista: “Brian se equivocó al permitirle a George
meter todo ese relleno en Yellow Submarine, ya sabes, la
mierda de Sea of holes”, y agregó que “él grabó toda esa
terrible mierda que salió con el álbum.”
Otro dato interesante es que Sir George Martin regrabó
una adaptación del score de Yellow Submarine
comprimido, tomando partes de cada uno de los temas y
ensamblándolos en un solo track de poco mas de seis
minutos, para su álbum In My Life.
Para finalizar la nota, unas palabras de George Martin
sobre como compuso el Soundtrack y, probablemente,
todas sus obras: “Siempre pienso que la música para mí es
como pintar un cuadro. Si estas ubicando sonidos en una
cinta, estas efectivamente usando una paleta de colores
que la orquesta te da para pintar ese cuadro.”
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El mito dice – o la historia que nos vende McCartney mejor dicho – que las únicas noches que durmió sin Linda fueron las que pasó en cárcel en Japón. Lo cierto es que Paul estuvo a nada de ser encarcelado por siete años y lo que probablemente lo salvó fue su status de megaestrella. Los aproximadamente 220 gramos de marihuana que llevaba consigo el Beatle Paul tenían un valor de alrededor de 600.000 yenes. “Pasé mi tiempo [en la cárcel de Japón] haciendo una lista mental de todas las drogas que son legales pero peligrosas. Todos usamos drogas: cigarrillos, whisky y mujeres muy muy salvajes. La sociedad piensa que el alcohol es fabuloso y sin embargo mata. El cigarro mata. Son peores que la marihuana. Simplemente no es cierto que la marihuana mate. ¿Qué hay de las pequeñas viejitas que utilizan Valium? Piensen en el daño para sus estómagos.” fue una de las pocas declaraciones que dio Paul respecto al tema una vez ya liberado. 16 de enero: Paul llega a Japón con Linda, sus cuatro hijos e integrantes de Wings para una serie de recitales por todo Japón en el aeropuerto de Narita fue donde encontraron la famosa marihuana que le impidió seguir durmiendo con Linda. En ese mismo momento Paul fue arrestado e inmediatamente interrogado por un agente de narcóticos durante aproximadamente una hora mientras Linda, los nenes y los integrantes de Wings se hospedaban en el hotel Okura esperando noticias. Increíblemente durante el tiempo que el McCartney-gate tuvo en vilo a todo Japón su música fue eliminada de las radios y la televisión. El beatle bueno y más protocolar
también fue el que más conflictos tuvo con drogas: confesó a la televisión haber consumido LSD, tuvo que pagar multas en Suecia y Escocia por portación de hachís y marihuana y hay quienes afirman que le escribió cartas a la reina Isabel por la legalización del cannabis. Derrumbar mitos siempre es bueno: ni George era el silencioso ni Paul era el protocolar, así como tampoco John era el rebelde ni Ringo el siempre bueno. Pero volvamos a Paul. Quien le salvó las papas fue la intervención de la embajada inglesa en Tokio que intercedió en el asunto y McCartney lo único que debió hacer fue leer una carta en donde mostraba su arrepentimiento. Pero el entuerto termino por dinamitar a Wings, la relación entre Paul y Denny Laine estaba claramente desgastada y tras la vuelta a casa la dupla se disolvió y el Beatle empezó a enderezar las naves para preparar lo que sería McCartney II. Y si hablamos de Japón como podemos no hablar de una tal Yoko Ono. Si, 1980 sería un año trágicamente movido para Ono que comenzó con algunas sospechas de que era ella quien vendió la información sobre Paul y sus hábitos de consumidor de la verde hoja ilegal, lo cierto es que es poco probable que Yoko haya querido traicionar a Paul, ya preocupada en seguir su vida con John ahora que el también quería volver a la música tras cinco años de inactividad. La gira japonesa de Wings constaba de 11 fechas que iban a tener lugar entre el 21 de enero y el 2 de febrero, la primera visita de Paul a esas tierras orientales luego de los shows de la gira de 1966 con recitales en el
Budokan. Claramente la vida de McCartney no habrá sido difícil en la cárcel. No vivió como Andy Dusfrene el clásico personaje de la película The Shawshank Redemption pero si tuvo que luchar con algunas normas duras de la policía japonesa y aunque era una celebridad eso no le dio privilegios distintos a los otros presos. "Es realmente muy tonto. La gente ciertamente es diferente aquí. Se lo toman muy en serio. Paul está ahora en algún lugar detenido y no se me ha permitido verlo. Tan pronto como ven a alguien bueno, como Paul, deciden hacer un día de campo de él. Nunca regresaré a Japón. Es mi primer y último viaje aquí" dijo Linda desde el hotel donde se hospedaba.
por DoctorWho088 por DoctorWho088
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Quizás estoy asombrado de la manera en que me amas todo el tiempo. Quizás estoy asustado de la manera en que te amo.
Quizás estoy asombrado de la manera que me sacas del tiempo y me cuelgas en una línea.
Quizás estoy asombrado de la manera en que realmente te necesito.
Quizás soy un hombre, quizás soy un hombre sólo Que está en medio de algo
que realmente no comprende. Quizás soy un hombre y quizás tu eres la única mujer
que pudiera ayudarme siempre ¿Nena no me ayudaras a comprender?
Quizás estoy asombrado de la forma en que estás conmigo todo el tiempo
Quizás estoy asustado de la forma en que te dejo… Quizás estoy asombrado de la forma en que me ayudas a cantar mi canción
y me corriges cuando estoy equivocado. Quizás estoy asombrado de la forma en que realmente te necesito…
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Si decimos May Pang, en el mundo beatle sólo significa una cosa: el Lost weekend de Lennon. Este -proclamado por John- “fin de semana perdido”, en honor a un libro y una película del mismo nombre, duró 18 meses y fue una extraña relación extra-matrimonial de ambos con el consentimiento de Yoko Ono, que sucedió entre 1973 y 1975. Es prácticamente imposible hablar de May sin hacer referencia a este hecho: es por eso que se la conoce y ella aún lucra (y no hablo sólo en términos monetarios) con esto. Pero primero me gustaría hacer un breve repaso por su vida antes de conocerlo. May Fung Yee Pang nació el 24 de octubre de 1950. Muy por el contrario de lo que se cree, nació en Manhattan, Nueva York, en el ceno de una familia de inmigrantes chinos radicados en el Harlem hispano, donde su madre administraba una lavandería, hasta que los propietarios regresaron y la familia se mudó a un apartamento cerca de la Calle 97 y la Tercera Avenida. Tiene una hermana y un hermano -uno de ellos adoptados-, ambos mayores y nacidos en China. May asistió a la Saint Michael Academy y, tras graduarse, ingresó en el New York City Community Collage. Durante ese período intentó ser modelo, pero las agencias la rechazaban (a pesar de su belleza) por ser demasiado “étnica” para su gusto. Poco tiempo después, a sus 20 años, conoció a John y Yoko, durante los proyectos cinematográficos “avant-garde” (Up your legs forever y Fly), en diciembre de 1970. Al principio era “la chica de los mandados”; cosa que la pareja necesitaba ella debía conseguirla, hasta que ambos decidieron contratarla como secretaria, asistente personal y asistente de producción tanto en Nueva York como en Inglaterra. Al año siguiente, cuando la pareja se asentó en Estados Unidos, su cargo fue permanente. Al respecto, May dijo luego en una entrevista: “Mi asociación con Lennon empezó como una relación de trabajo. Durante 3 años, tuve un trabajo soñado: asistente personal y coordinadora productora de John y Yoko. Un día típico de trabajo consistía en llamar a Jackie Onassis o Andy Warhol para coordinar sesiones de grabación. Todos los días eran una sorpresa.” Corría el verano (estadounidense) del ’73 y May era la coordinadora de prensa del nuevo álbum de Yoko, Feeling the space y, a su vez, estaban comenzando las sesiones para Mind Games, de John, hasta que una mañana, temprano, Yoko fue a la oficina de May en el departamento del Dakota y le dijo que ella y John estaban en crisis y las cosas estaban tensas –no era novedad para nadie en el ambiente-, por lo que temía que él empiece a buscar otras mujeres. La mejor alternativa que encontró fue preguntarle
a May si estaba en pareja. “Me preguntó si yo tenía novio y me quedé sorprendida. Le aseguré que yo no estaba interesada en John, si eso era lo que ella estaba pensando, pero ella insistió y me dijo que pensaba que yo debía salir con él –recordó luego May-. Me quedé dura, y empecé a decirle que no, que no iba a salir con él, pero aparentemente ella ya lo había decidido. ‘Si John te invita a salir, tenés que ir’, me dijo.” Las dos semanas siguientes todo siguió su curso normal, por lo que May estimaba que las cosas se habían recompuesto. Pero una noche, mientras ella acompañaba a John desde su casa al estudio, subieron al ascensor y él la besó. Según ella, él le habría dicho “estuve esperando todo el día para hacer esto”. Ese día comenzó todo. Él le insistió durante todo el día en volverse con ella a su casa, y ella se negó por días, enviando al chofer al Dakota, hasta que una noche él envió al chofer a casa y se tomaron un taxi hacia lo de May. Yoko había logrado su cometido. La flamante pareja se mudó a Los Ángeles, donde vivían en la casa de amigos, hasta que a él se le ocurrió una gran idea mientras producía el álbum de Harry Nilsson: los músicos deberían vivir en la misma casa. Así que ella alquiló una casa de playa en Santa Mónica en marzo de 1974 donde Harry, Ringo Starr, Keith Moon, ella y John vivieron algunos meses, hasta que en mayo él abandonó la producción y ambos regresaron a Nueva York para terminar de producir Walls and Bridges en el Record Plant Studio, disco en el que ella apareció en los créditos como “coordinadora de producción y Madre superiora” y gracias al cual ganó un disco de oro. Ambos convivieron en un ático en la Calle 52 Este Nº434 junto a sus gatos Major y Minor y donde ambos afirmaron haber visto un ovni,
por PiniDellavalle
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anécdota que se destaca cada vez que se habla del Lost weekend. La pareja casi compra una casa en Mountauk, Nueva York en febrero de 1975, aunque ese proyecto quedó en la nada. El período en que duró la relación le hizo muy bien a John: su calidad musical mejoró considerablemente y recompuso su relación con su hijo
Julian, quien comentó en una entrevista de 2006: “Papá y yo conseguimos un mejor trato entonces. Tuvimos un poco de diversión, nos reíamos un rato y en general tuvimos un gran momento cuando él estuvo con May Pang. Mis recuerdos de ese tiempo con papá y May son muy claros, fueron los momentos más felices que puedo recordar con ellos”. Además, también mejoró considerablemente su relación con los otros Beatles. Estuvo a punto de juntarse con Paul en las grabaciones de Venus and Mars para colaborar en el disco, pero el día antes de visitarlo, Yoko volvió a buscarlo diciéndole que había encontrado la forma de abandonar el hábito de fumar y John volvió con ella. De todas formas, Paul y Linda siguieron visitando al matrimonio los próximos meses. De hecho, Yoko afirmó en una entrevista que fue McCartney el que recompuso el matrimonio de ambos: “Paul McCartney salvó mi matrimonio. Él habló conmigo y con John, pero, sobre todo, lo convenció de regresar a mi lado y le hizo entender que la puerta estaba abierta para una reconciliación. Fue algo muy grande que Paul hizo por nosotros.” Si bien John le dio un mote negativo a esta relación en el ambiente público, no era tan así. En una entrevista con el periodista Larry Kane, Lennon admitió: "Tú sabes Larry, es posible que haya sido lo más feliz que siempre haya sido… Amé a esa mujer, hice música maravillosa”. A Yoko este tiempo también le vino bien. En una entrevista brindada al Telegraph en 2012, afirmó que esta relación no le resultó dolorosa, porque necesitaba descansar y un poco de espacio. “¿Te imaginas recibir a diario estas vibraciones de odio por parte de la gente? Querés salir de eso. Además, éramos tan apegados que John ni siquiera quería que vaya al baño sola. (…) Comencé a notar que se estaba volviendo un poco insoportable, así que pensé que sería mejor darle un respiro y darme un descanso. May Pang era una mujer muy inteligente y atractiva y extremadamente eficiente. Creí que eso estaría bien”. Además, con lo apegados que eran, no podían estar mucho tiempo separados. “Nos extrañábamos mutuamente. Nos llamábamos todos los días. Algunos días, él me llamaba tres o cuatro veces”, reconoció Yoko en esa entrevista.
Sin embargo, a pesar de que la pareja entre May y John se rompió, no cortaron el lazo. Ella abandonó a la pareja por un tiempo y empezó a trabajar en United Artist Records e Island Records como RRPP, pero luego volvería con John y Yoko para coordinar la producción del álbum Rock n Roll. Entre los artistas con los que ha trabajado se encuentran Bob Marley, Robert Palmer, Ringo Starr, Elton John y David Bowie. En 1983 publicó el libro John Lennon: Loving John, que reúne en sus 500 páginas historias de ambos durante esos 18 meses, pero bastante enfocado a su rol en los discos y sesiones de grabación. Tiempo después, el libro fue relanzado bajo el nombre John Lennon: The Lost Weekend, donde se redujo a 300 hojas y tomó un tinte más sensacionalista, hablando de su relación, donde ella afirma que siguieron teniendo encuentros amorosos hasta 1977 y que estuvo en contacto con él hasta que murió. Además, se agregó un apartado con cartas que John le había escrito durante los finales de los 70’s. La vida de May siguió su curso: se casó con el productor Tony Visconti y estuvieron juntos entre 1989 y 2000. La pareja tuvo dos hijos. Ella sigue en contacto con Cynthia Powell y Julian Lennon y es tomada en cuenta por el mundo beatle: fue invitada por Paul al homenaje en memoria de Linda y también al Concert for George. En 2008 publicó un segundo libro, esta vez de fotografías, llamado Instamatic Karma. Consta de 140 páginas con unas 150 imágenes que tomó a lo largo de su relación con John, muchas de ellas inéditas hasta el momento, donde puede verse a Lennon tranquilo, con su hijo, relajado y feliz. Además, hay una foto de John firmando la disolución definitiva de The Beatles en Disney World el 29 de diciembre de 1974 y la última foto de él con Paul, tomada ese mismo año en California. Actualmente, May reside en Nueva York junto a sus hijos y es voluntaria en un refugio de animales llamado Animal Heaven. En su cuenta de Twitter (@MayPang) se define como autora, fotoperiodista, consultora musical y diseñadora de joyas Feng Shui. Tiene 3590 seguidores (uno de ellos es la cuenta oficial de The Beatles) y su avatar en una foto de ella con John.
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Sin dudas el notición del mes es la presentación que hicieron juntos Ringo y Paul en el marco de los premios Grammy para conmemorar los 50 años de la llegada de The Beatles a Estados Unidos. El inusual espectáculo, donde los dos únicos miembros vivos de los 'Fab Four' estuvieron rodeados en el escenario por artistas como Stevie Wonder, Alicia Keys y el músico country Keith Urban, fue para celebrar la noche de 1964 cuando The Beatles fueron vistos por 73 millones de estadounidenses en el "Show de Ed Sullivan". En un concierto que estaba siendo filmado para "La noche que cambió a Estados Unidos: un saludo de los Grammy a The Beatles", McCartney y Starr rindieron un especial homenaje a John Lennon y George Harrison. McCartney, que tocó el piano, y Starr en la batería, protagonizaron un conmovedor final con el tema "Hey Jude" así como con otro clásico de The Beatles, "With a little help from my friends". Durante el show, ambos
tuvieron palabras para sus ex compañeros de banda: "Estábamos en una banda llamada The Beatles y en cualquier lugar que toquemos, George y John están siempre con nosotros", dijo Ringo Starr a la multitud. Por su parte, McCartney agregó que "esta noche estamos recordando a nuestros maravillosos amigos John y George". En el tributo que duró tres horas antes de que McCartney y Starr aparecieran frente al público, una serie de artistas interpretaron temas de The Beatles. El dúo pop británico Eurythmics -integrado por la cantante Annie Lennox y el músico Dave Stewart- se reunieron para interpretar "The fool on the hill", y la cantante estadounidense Katy Perry cantó una versión de "Yesterday".
por beatlemartin
por Pitbullina
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Paul traería a estas tierras un espectáculo centrado en su último álbum “ New” (2013), aparte de composiciones de The Beatles que nunca antes había interpretado. Aunque todavía no está cerrada, la primera fecha del periplo sudamericano sería el 18 de abril en Montevideo, en el estadio Centenario. En Santiago, las fechas reservadas abarcan del 20 al 23 de abril y la intención es realizar dos presentaciones en el Movistar Arena, totalizando más de 20 mil personas, ya que su último paso por la capital chilena fue hace apenas tres
años, cuando juntó a 53 mil personas en el Estadio Nacional, y el plan ahora es girar hacia un formato más íntimo. En tanto en Lima, Perú, McCartney se presentaría el 25 de abril en el Estadio Nacional (con una capacidad de
aproximadamente 35.000 personas) y las entradas saldrán a la venta en una semana.
El 18 de febrero salió a la venta una reedición especial del Off The Ground de Paul McCartney, 21 años después de su publicación. Se trata de un álbum que fue novedoso en su momento por el método de grabación empleado, ya que ensayaban y seguidamente grababan las canciones en una sola toma, lo cual le da al disco cierta frescura y crudeza en su sonido. Posiblemente unos de sus trabajos más reivindicativos y combativos en cuanto a algunas de sus letras y en el que destacan himnos como “C'Mon People” o “Hope of Deliverance”.
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Paul y Michael Jackson Stuart Sutcliffe
I Am Sam Carl Perkins