georges duby el ano mil pdf

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1. Los estudios Todos nuestros testigos pertenecen al pequeño grupo de los letrados, de los prívñegtados que habían frecuentado las escuelas. Ahora bien, ciertas fuentes nos permiten conocer la formación que habían recibido. Sea como fuere, tanto en este punto como en los otros. estos documentos no hablan más que de lo excepcional: de quien mejor nos informa n es de Oertbcrto. el más sabio de los hombres de su tiem - po. Antes de ser nombrado arzobispo de Reíms, después de Ravenne y de llegar a ser por último, bajo el nom bre de Silvestre 11. el papa del Año Mil. Ocríberto había dirigido la escuela episcopal de Retrns. Richer, que fue su alumno, habla largamente de la ctencíadel maestro. Describe primero la forma en que Geriberto se instruyó. El arzobispo de Reíme. Adalberón. empeñado en la reforma de su clero, intentaba educar convenientemente a los hijos de su iglesia en las artes liberales. Mientras deliberaba en si mismo sobre esto, la propta Pro- videncia lleoo hasta él a Geri1x'rto, hombre de gran genio 11 admirable elocuencia. Por éste muy pronto toda la Galia reslpandedó y extendió sus rayos como una antorcha encendida. Aquitano de nacimiento, se educó desde su infancia en el monasterio del santo confesor Ceraldo {en Aurillac] y .fue instruido en la gramática. Mientras , siendo -cdo- tescerue. proseguía al1i sus estudios, ocurrió que Borrell, duque de España citerior {Cataluila} vino a orar a este mismo monasterio. El aba· te del lugar lo redbió con mucha urbanidad y en el curso de la con- versación le preguntó si había en Espafta hombres mtlY expertos en las artes {liberales}. El duque respondió de inmediato enforma afirmatioo; el abate lo convenció rápidamente de que tomara a uno de los religiosos y lo llevara consigo para aprender las artes. El dLUlue asintió gene - rosamente a esta petición; con el consentimiento de los hermanos, se llevó a Geriberto y lo confió para su instrucción al obispo Hatlán {de Vrt:h}. A su lado, Geriberto estudió las matemáticas con proji.mdidad y eficacia. Pero como la providencia quena que la Galia, aún enterebrecida. relumbrara con grandes luces. índt.yo en el espíritu del duque y del obispo la idea de ir a orar a Roma . Terminados los preparativos, se pusieron en camino 11 llevaron consigo al adolescente que les habían confiado. llegados a la ciudad. tras orar ante los santos apóstoles. fueron a presentarse al papa ... de buena memoria y a ofrecerle a su bien lo que lefuera agradable.

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Los mecanismos mentales

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Page 1: Georges Duby El Ano Mil PDF

1. Los estudios

Todos nuestros testigos pertenecen al pequeño grupo de losletrados, de los prívñegtados que habían frecuentado las escuelas.Ahora bien, ciertas fuentes nos permiten conocer la formación quehabían recibido. Sea como fuere, tanto en este punto como en los otros.estos documentos no hablan más que de lo excepcional : de quien mejornos informan es de Oertbcrto. el más sabio de los hombres de su tiem­po. Antes de ser nombrado arzobispo de Reíms, después de Ravenne yde llegar a ser por último, bajo el nombre de Silvestre 11. el papa del AñoMil. Ocríberto había dirigido la escuela episcopal de Retrns. Richer, quefue su alumno, habla largamente de la ctencía del maestro.

Describe primero la forma en que Geriberto se ins truyó. Elarzobispo de Reíme. Adalberón. empeñado en la reforma de su clero,intentaba educar convenientemente a los hijos de su iglesia en las artesliberales. Mientras deliberaba en si mismo sobre esto, la propta Pro­videncia lleoo hasta él a Geri1x'rto, hombre de gran genio 11 admirableelocuencia. Por éste muy pronto toda la Galia reslpandedó y extendiósus rayos como una antorcha encendida. Aquitano de nacimiento, seeducó desde su infancia en el monasterio del santo confesor Ceraldo{en Aurillac] y .fue instruido en la gramática. Mientras , siendo -cdo­tescerue. proseguía al1i sus estudios, ocurrió que Borrell, duque deEspaña citerior {Cataluila} vino a orar a este mismo monasterio. El aba·te del lugar lo redbió con mucha urbanidad y en el curso de la con­versación le preguntó si había en Espafta hombres mtlY expertos en lasartes {liberales}. El duque respondió de inmediato enforma afirmatioo;el abate lo convenció rápidamente de que tomara a uno de los religiososy lo llevara consigo para aprender las artes. El dLUlue asintió gene­rosamente a esta petición; con el consentimiento de los hermanos, sellevó a Geriberto y lo confió para su instrucción al obispo Hatlán {deVrt:h}. A su lado, Geriberto estudió las matemáticas con proji.mdidad yeficacia.

Pero como la providencia quena que la Galia, aún enterebrecida.relumbrara con grandes luces. índt.yo en el espíritu del duque y delobispo la idea de ir a orar a Roma . Terminados los preparativos, sepusieron en camino 11 llevaron consigo al adolescente que les habíanconfiado. llegados a la ciudad. tras orar ante los santos apóstoles.fueron a presentarse al papa... de buena memoria y a ofrecerle a su bienlo que lefuera agradable.

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No escaparon al papa ni la inteligencia del adolescente ni suvolwltad de aprender. Como por entonces la música y 'o astronomíaeran completamente ignoradas en Italia . pronto el papa t izo saber porun legado a DLón. rey de Cennania e llalia , la llegada de unjoven queconocía muy bien las matemáticas y podía enseñarlas ron ahínco.Pronto el rey sugirió al papa que le cediera uljoven y no le .~ara medioalgW10 para oolLll?l'" a partir. Al duque y al obispo que habían venido deEspaña con el. el papa le dyo simplemerúe que el rey quer1ahacerse porun tiempo del muchacho, que en poro tiempo /o restltulrta con honor yque sus gracias lo recompensarían. De este modo, duque y obispo fue­ron persuadidos de que debían oolve r a E spaña c:Utiando al muchachoron esa ca1d ición.

fJfjadD ron el papa. el joven fue ofrecido por éste al rey.Pregwttado sobre s u arte, respondió que dominaba las matemáticaspero que quena aprender la cfencia de la lógica. Como se empeñó enlograrlo. nopermaneció aqut mucho t fempo ensenando.

E n esa época. G.. archidiácono de Reims. tenía gran reputaciónde lógico. En ese mismo mom ento acababa de ser enviado por 1.otario,rey de F'rancia, a o r ón, rey de Italia. A su llegada. elJoven se p resentóplenc de entusiasmo ante el rey y logró que se lo confiara a G. Estuoocon éste algún. tiempo y fue conducido por él a Retms . Aprendió de él laciencia de la lógica y progresó rápid amente. En cambio. a .. que se habíapropuesto aprender fas matemáticas •.fue vencido por la dt.fia dtades deestearte y nmund6a la música. 1

(Este texto sumamente esclarecedor pone al deecubíeto:l . g ue los estudios se ha llaban integrados e n el marro de la siete

artes liberales. tomado e n otro tiempo por los pedagogos carolingios delas escuela del Bajo Imperio. Del trivium. en san Geraldo de Awillac sólose enseñaba la gramática les decir. el laün], pero no la retónca ni ladialéct1ca OOglca). En Cataluña. a orillas del Islam. el conoc1mlento delquadtivlwn (Rtchd habla de "ma temátícas". y precisa: "m úsica y astro­nomía1 estaba mucho más avanzado que e n ningún otro país.

2 . gue no exíeua escuela estrtctamenta hablando. pero que eljoven clérigo que deseaba progresar en sus estudios buscaba por todala cristiandad maestros a qu ienes ligarse sucesivame nte. Tambiénbuscaba tíb rce. o tros dos testímoníos nos pennitlrán j uzga r esta extre­ma movilidad. es ta Incesante persecución de los Instrumen tos del

l saber.

Rlcher llamado a estudiar en Chartres

Reflexionaba yo mucho y con.frecuend.a sobre las artes ¡·i..eralesy deseaba aprender la lógica de Hlpócrates de ces. cuando un lía meencont ré' en la ciudad de Reims con un escudero de Cha. -res. LepregWl1é quién era y de quién. por qué Y de dónde venia, y me flY<> que/o enlJiaba Hi1debrando. clérigo de Chartres, y que debla hablar con

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Rtchzr. rnalje de San Remigio. Sorprendido por el nombre del amigo Ypor el .:bJelO de la misión. le indiqué que !JO era a quien buscaba. Nosdir.lOS W1 beso y nos apartamos para conrersar. Pronlo sacó una cartadonde se me invitaba a la lectura de los Aforismos. Ueno de contento.lomé un sirvlenle y me apresté a partir para Cho.rtres...

As! que estudié asiduamente en los Aforismos de HipócratesJunto al maestro Huaeíxonao. hombre de gran generosidad y granci.enda- .. Como aut sólo podía encontrar el diDgnéstico de las enferme­dades y comO este simple conodmiento de las enferinedades no~pondía a mi ~tativa. le sOOd1é la /e:tlua de su libro intitulado Delacuerdo de HIp6crates. Galeno y Surano. Lo obtuve. pues para W1 110m­bre ta n experto en el arte. las p ropiedades de la farrnad.a, la botlmica YIa cirugia no tenfan secretos.a

La correspondencta de Gerlberto:

"de los oopistas Y de los libros... "

A Evrardo. abate de S. Julián de Tours... .es de la más grande utilidad saber hablar de tal f arma que se

persw:u:la y contenga el arrebato de espirttus exlravlados ron la dulzt.uade la elocuencia. Con este}in estoy dedicado a formar una b iblioteca. EnRoma desde hace laIyo tlempo. en toda Ital la, en Germanla !J en Bél·gica., empleé mucho dinero para pagar cvplstas !J libros. ayudado encada provincia por la benevolencia !J solicitud de mis amigos. PermUemepues rogarte hacerme el mismo servk:io. Conforme lo que me digas.enviaré al copista el pergamJno Y el dinero necesarios. y te quedaréra::onoc1LIopor tufalXlr...

A Reynaldc, monje de Bobbio. \.••.Sabes con qué ardor busco libros por todas partes; también

sabes cuántos copistas encuentra uno en la dudades !J campos deltaHa. fbn.te pues en marcha y . s in ded rselo a nadie. de tu bolsillo.hazme copfDr M. Manllfus. De la Astrología. VIctortnus. De la Retórica.Demóstenes. OftAlmJca. Te prometo guardar tul s Uendo inviolable so­bre tu.fiel senRdo Y loable ce-reste, Y me conpraneto a deoolverte concreces /o que hayas gastado, según tus cá/ct.dos Y cuando tú lo este­blezcas.•.3

JI. La enseñanza de Geriberto en Reims

Gerlberto, que se había recomendado al a rzobispo por la noblezade su saber. se granjeó todos sus jaoores . Pcx petIct/Jn suya. fueencwyadode lnstndr en las artes a Iosequlpos deescolares.

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HEn qué orden utilizó los libros para enseñar": este ti tu lo delcapítulo 46 de las Historias de Rtcher insiste en el papel que cumplía enlas técnica'> escolares la "lecci ón". la lectura de un autor por el maestro.Rlcher describe también la marcha de los estudios: los alumnos deGerlberto ya han recibido la enseñanza elemental del gramático: sonsucesivamente iniciados en las otras dos ramas del trilJium Laslecturas del maes tro se orientan pnmero a la dta lécuca.

Lógica

El e.qJlicó la dialéct ica y aclaró el sentido de las palabrasrecorriendo por orden estos libros: primero comentó la Isa goge dePorf uiD. es decir las Introducciones según la traducción del retóricovtcrormus y también según Boedo, estudió el libro de Aristóteles sobrelas categorías. es decir los predlroOOs, después expuso perfectamentelo que es el Pert Herrnenetas, es dedr el libro De la interpretación: porúltimo ensero a sus oyentes los Tópicos. es decir el fundamento de laspruebas. traducidos par Cicerón del griego al latÍTl Y adarridos por losseis libros de oomen.tariosde Boedo.

Leyó tambien y e.q>llcó útilmente los cuatro libros sobre losdiferentes tópicos. los dos libros sobre los sílogisrnos ca tegóricos. lostres sobre los hipotéticos. un libro sobre la s definiciones y un librosobre las divislmes.

Retórica

Práctica mente todos los trabajos sobre los que se basa laenseñanza de la lógica son de Boecto. Gerl berto pasa luego a la retó rtca.En una carta al monje Bernardo de Aurtllac. dice haber trazado uncuadro de la retáica desplegado en veintiséis hqas de pergaminoensambladas y formando un todo en dos columnas yuxtapuestas.cada una de trece h0as. Este trobojo sin objeción parece admirable a losignorantes; es útü a los escolares estudiosos para hccertes corTlpn>nderlas reglas muy sutiles de la retórica Y paro fijarlas en su meraJria.

Sin embargo,

temiendo que s us a lumnos pudiesen alcanzar el arte oratorU:> sinconocer los modos de elocución que sólo pueden aprenderse en los poe­tas , utilizó pues a éstos. con los cuales juzgó oportuno familiar t w r asus alwnnos. Ley ó, pues . y comentó a los poetas Vf1yWo, Estaclo yTerendo. asl como a los saHricos Juvenal. Pers io y Horado, y por úi ­timo al historiador Lucano. Cuando sus alumnos los hubieron ro­nocido bien. y advertidos que jueron de sus modos de elocución. losiTttrod..goen la retórica.

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Astron omía

Sin embargo. donde Getiberto sobresalía era en el quadriviwn.denominado aqui matemáticas y compuesto. en este orden. por laaritmética. la múslca, la astronomía y la geometría.

Comenzó por iniciar a sus alwnnos en la aritmética, que es laprimera parte de las mcremérrcas. Después enseñó a fondo la música,antes completamente ignorada en Galia. Dispon iendo las notas sobreel monocordio. distinguiendo en sus consonandas y sinf on ías lostonos y semitonos, los dí tonos y die sis, y dist ribuyerul0 racionalmentelos tonos en sontdcs. hizo perf ectamente d aras sus relaciones.

Construcción de una esfera plena: -Para manifestar la sagaci­dad de este gran hombre y hacer sentir más cómodamenle al lector laeflCUCia de su método, no es lniLlil mencionar al precio de cuentosesfuerzos reunió él los principios de la astronomía. Siendo que estaciencia es casi Ininteligible. logró. para admiración de todos. hna>rlaconocer 'gradas a lUlOS cuantos instn.unentas. Representó primero laesfera del mtmdo en modelo reducido mediante una esfera redondatoda de madera; la inclinó. con sus das polos. oblicuamente sobre elhorizonte; proveyó al polo superior de las constelaciones septentrio­nales y al polo inferior de las conste/aciones australes; reguló suposición según el circulo que los griegos Uaman "horizonte" y los latinos"limitante" o "determinante" porque gradas a él se distinguen y de­limilan las constelaciones visibles de las que no lo son. Colocó la esferasobre el horizonte a .fin de mostrar de manera útil y convincente lasa lida y puesta de las constelacione s. Inició también a los alwnnos enlas ciencias naturales y les enseñó a comp render las constelaciones.Por la noche. se oolvía hnda las estrellas brillantes y se aplicaba.a hacermedir su oblicua sobre las diversas reglones del mundo. tanto a susalida romo a su puesta.

Sign!ficadÓfl de los círculos intermedios: -En cuanto a los clrcu­los que los grtegos llaman "paralelos" y los latinos "eq uidistan tes" ycuyo carácler incorp7l'"al no es dudoso. he aqul de qUé modo los expü ­caba. Fabricó un semicIrculo cortado por un diámetro. constituyó estediórnetro por un tubo. en cuyas extremidades hizo marcar los dospolos, boreal !J austral Dividió de un polo al otro el semicirculo entreinta partes. En la sexta a partir del polo. colocó un tubo represen­tando el drculo ártico. Después. habiendo saltado dnco d ivisiones .añadió un rubo que indicaba el drculo de los pa íses cálidos. Cuatro d ivi­siones más adelante, p uso un tubo Idéntico para marcar el c[rculo equr ­noccia l Dividió según las mismas dimensiones el resto de l espaciohasta el polo sur.

La estructura de este Instrumento. con el dtómetro dirigido ha­cia el polo y la convexidad del semidrculo vuelto hacia arriba, penniliaaprehender los circulas invisibles y los grababa profundamente en la

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Construcción de un a esfera muy útil para conocer los planetas:-Encontró un artificio para mostrar la reuolución de los planetas.aunque éstos se muevan en el interior del mundo cruzá,...dose. Fabricóprimero WlQ esfera circular. es deci r constituida sólo de círculos . Situóalli los dos clrcuk>s que tes griegos llaman "conerenres" !/ los latinos"inciden tes" porque se rece-ten, En sus extremos. fijó los polos. Des­pués hizo pasar por los ccücos otros cinco círculos. Uamados para­lelos. de ral modo que. de un polo al otro. la mitad de la esfera quedasedividida en treinta partes. Y esto de ma nera ni vulgar ni conjUsa: sobrelas treinta partes del hemisferio. determinó seis del polo al primerdrculo. cinco del primero al segundo. cuatro del seg Wldo al tercero,orros cuatro del tercero a l cuarto. cinco del cuarto al quinto. seis delquinto a l polo. En relación con estos circulos. colocó oblicuamente elclJn¡lo llamado por los griegos ' teces"o "zce: !J por los latinos "ob licuo" o"vital". pues contiene las figuras de anfmales que representan a lasestrellas. En el Interior de este oblicuo. suspendió los circulos de losplanetas mediante un admIrable art!ficio. Demostró de manera muyeficaz a sus a lwnnos sus revoluc iones. sus alturas !J sus distanciasrespecrucs. ¿De qué manera? Para decirlo haria falta un desarrollo quenosapart arla de nuestropropósito.

Construcdón de otra esfera para e.q¡licar las constelaciones:-Aparte de esa esfera. hizo otra cfrcular en cuyo interior no dispusodos circulos sino que representó sobre ella a las constelaciones utiU­zando hilos de hierro de cobre . La atraues6 con un tubo que hacia de ejey que indicaba el polo ceresre. Cuando se lo miraba. el aparatofigurabael cielo. Estaba hecho de ta l modo que las estreUas de todas lasconstelaciones estuviesen representadas por signos sobre la esfera.Este aparato tenía esto de divlno: incluso aquél que 19nomba el artepodia. sin maestro. !/ st se le mostraba una de las oonstelaciones.reconocer a todas las otras sobre la esjercL As[ Gerlberto instntia noble­menle a sus alwnnos. Esto encuantoa la astTalomía.

Geometría

Confección de un ábaco: -No se tomó menos ITabajo paraenseñar la geometrta. Para introducir a sus alumnos en esta ciencia,hizo fabricar por un annero un lIDaco. es decir, una rabIa con com­partimentos. Estaba dividida a lo largo en veintisiete parles. Dispuso enellas las nueve cifras que representaban a todos los números. Fabricótambién mil caracteres de cuerno, a Imagen de estas cifras. Cuando selos desplazaba por los veintisiete comp artimientos dellIDaco, indicabanla rnLI11. iplicaci6n y la división de números. De esta suerte. se multi­plicaba !/ divid!a une multitud de números y se llegaba al resultado enmenos tiempo del que se habria necesitado para formular la operación.Aquél que quisiera conocer plenamente esta ciencia. que lea el libroescrito por Geri.berto a l gramático Constantino de Salnt-Benoft-sur­Lotre; enron.trará elpunto ampliamente tratado. 4

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En las escuelas episcopales . el estudio de la lengua la tina y de susgtros. apoyada en ejemplos clásicos. y e l de l razonamiento demostra­tivo según los breves tratados de lógica don Boecto . en el u mbral de lostiempos medievales, habia resumido en la tín la dialéctica griega.formaban el primer ciclo de enseñanza . Aprendizaje de los medios deexpresión y de persuasión. a pu ntaba. como el a ntiguo s istema escolardel que había naci do. a fonnar oradores. En cuanto a l segundo ciclo. pre­tendía comunicar ciertos conocimientos prácticos [la música era deinmediata utilidad a los hombres de Iglesi a. cuya función primeraconsistía enton ces en cantar. a cada hora del día. la gloria de Dios).Pel a ofrecia también una visión global e int1ma de la creación. En efecto.orientado hacia la astronomía. el estudio de los números y concor­dancias tonales mostraba el orden profundo del u niverso. re flejado porel movimiento circular de los astros. por relaciones matemáticas y porritmos acordados .

III. La Instrucción de los monjes

En la 11 ayoría de los monasterios -espec1almente el de Cluny-.una reacción asceuca que habia tenido su inlckl a comienzos del siglo IXrestrtngió considerableme n te la importancia del es tudio. En Saínt­Benoít-sur-Loíre, Abbón profundizó la enseñanza. pero en Auríüac. porejemplo. ésta se intenumpía en la gram ática. Geriberto tuvo que Ir a )buscar maestros a otros sitios. cerca de alguna catedral. Pero la"escuela" monástica difer1a generalmente de la "escuela" ep iscopal y"lamentalidad de los monjes no era la misma que la de los clérigos. Los Imonjes, en efecto. hablan escapado a los placeres del mundo y vtvian enfonna silenciosa. ¿Por qué iniciarlos en las artes (perversas) de laelocuencia y la persuasión? Les bastaba con conocer bien el la tín.len gu a de la Escritura. y dejar que su espiritu caminara libremente,tanto en la meditación como en la oración, por los vocablos de la lenguasagrada. Como su existe ncia entera estaba consagrada al canto coralen la s ceremontas tnin terrum pidas de la liturgia , la experiencia musicaly la ciencia de las re laciones annónicas obraba en su comportamientomental con más fuerza que en el medio catedralicio. Para ellos.en ton ces. ni retórica ni dialéctica. Esta particular orientación de loses tudios repercu u ó inmediatamente en su manera de expresarse, esdecir. en sus libros y, por consiguiente. en la mayoría de los textos aqulreunidos.

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Del peligro de leer a los poetas

Desde comienzos del siglo x. los abates de Cluny no cesaban deponer en guard ia a los herman os con tra las perniciosas seducciones delas letras profanas. La misma actitud se observa en Raoul Glaber.

Hada la misma época surqe en Ravena un mal comparable. Un talVilgard se entff9aba con pa sión poco común al estudio del W1egramafical (siempre fue cosrumbre de los italianos descuidar las otrasartes para seguir aquélla). lnjlado de orgullo por los conocimientos desu arte. comenzó a da r señales crecientes de estupidez: una noche, losdemonios toma ron la apariencia de los poetas Virgilto. Horacio yJu venal y se presentarca ante él: fing ieron agradecerle el amo r con queestud iaba lo que hablan dtcho en sus libros y por servir con tantaf ortuna a s u renombre a los ojos de la posteridad. Por añadidura. leprometieron que algún día iba a compartir su gloria. Corrompido poresta mis tifICación diabólica. se puso a ensenar con énfasis muchascosas contrarías a la Sonta Fe: declaraba que las palabras de los poetasdeben ser creidas de punta a punta. flnalmente. f\>dro. pont!Jice de ladudad. lo juzgó hereje !J lo condenó. se descubrió entonces por todaItalia a numerosos sectarios de es/e dq¡ma pernicioso. que tambiénsucumbieron ¡xxel hierroo par eljuego...5

Al hilo de la m editación

En lo que respecta a los mecanismos lógicos que gobernaban elpensa mie nto monás t ico. se los puede des cubrir en ciertos pasajes delas Historia..s. especia lme nte en la larga dise rtación con la que Glaberpretende refutar los errores de los herejes de Orleéns.

Pero nosotros ta mbién. con los pequeños medios de nuestrainteligencia. lle11lOS decidido responder, asi sean unas pocas rosas. aes/os elTOl"t's que acabamos de exponer. Primeramente. sin embargo.exhortamos a todos los fieles a sosegar su corazón con estas palabrasprojeticas del apósfol que . prevíendo en el .fu1uro tales traiciones. dijoesto: ~Es necesario que ha ya herejías para que distingamos a los queposeenj e", fbr lo tanto. lo que caracteriza a l máxi mo la necedad de esosherejes y nos los muestra realmen te desprooí s tcs d e toda ciencia !J detoda sabiduría. es que niegan la existencia del autor de todas lascriaturas, es decir. de Dios. Pues está claro que. si toda cosa, sea cualfuere su espesor o su grandor. se encuentra dominada por el grandorde otra. en ello se conoce que todo procede de un ser má s grande que1000. y este razonamiento vale a la vez para las cosas corpora les eincorporales. También ha de saberse que toda cosa, corpora l o incor·poral puede ser mcxlijicada por algún accidente. algún impulso o laacción que se quiera y no por ello dej a d e proceder del inmutable amo delas cosas y será por él. si un dia deja ella de existir, por lo que hallará s uf m. Como efectivamente el curcr de todas la criaturas es ¡xx propia

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esencia inmutable. por su propia esencia bueno y vertdico; como es élquien con su omnipotencia distribuye y ordena de manera inefable lasdiversas especies de la naturaleza. nada hay fuera de él en donde eUaspuedan encontrar reposo. y ellas no pueden sino LJOlver a aquél .dequien proceden. Está claro que nada en el universo ha sido destruIdopo: el Creador. a no ser las especies que transgreden insolentemente. elorden asignado por él a la naturaleza. Además, toda rosa es tanto mejory tanto más verdadera cuanto que obedece más sólida y fi nnemen te alorden de su propia natura leza . Y cst sucede que todas las cosas queobedecen en forma inquebrantable a la disposiciones de su Creador. loproclaman de manera ccnnnuc sIrviéndole. Pero sf hay una que, por ha­berle desobedecido temerariamente , ha caldo en la degradación. ofreceas! advertencIa a las que permanecen en el recre camino. Entre fodasestas criaturas . la e specie humana ocupa en cierto modo el medio, porencima de todos los animales y por debajo de los espúitus celestes. Estaespecie. pues. al estar 00I7l0 a medio camino en tre las superiore~ y lasInferiores . se vuelve semejante a aqueUa a la que se aproxima ~as: ~eso sObrepasa tanto más a los seres inferiores cuanto que mejOr Imitala natura leza de los espíritus superiores. Sólo fue dado al hombre . sobretodos los otros anima les, el elevarse espiritualmente: pero en cambio. sino acierta a con.seguirlo. pasa a ser el más desprt'dable de todos. Estacond ición particular. desde el origen. fue sabiamente previs ta [XX' labondad del Creador todopoderoso: dicha sabiduria observó que las másde las veces e1 1wmbre se apartaba de los cielos!J rodaba e n exceso hadaabajo; y por eso suscitó. en la s ucesión de los lIempos, para instruirlo ypermitirle elevarse. nwnerosos prodigtos.

NI enca denamien to lógico ni "razones": pero si el hilo de unameditación moral. Al final -una vez más-los prodígíos.

Deseo de Dios

De esto d an testimonio todo el libro. todas las páginas de lasdivinas Esaituras. Esras Escrituras. debidas a la enseñanza del propf.OTodcpoderoso y cuyo objeto particular es ofrecer de su existencia. todaclase de p ruebas. elevan al mismo tiempO el espíritu y la inteligenaa delhombre. que se nut re de eUas en el afán de conocer a su Creador. Almostrar a este hombre en qué cosa es s uperior y lo que tiene porencima de él. lo colman de un deseo insaciable. Pues cua nto má s seasquea de lo que encuentra a su alcance, más se inflama de amor porlos bienes que le faltan: cuanto más lo acerca su amor a estos bienes,más se perfecctona y se embellece: cuanto más bueno es. más seasemilla al Creador que es la bondad s uprema. Es fáci l comprenderen tonces que todo hombre al que le falfe el deseo de ese amor se vuelveciertamente más miserable !J más vil que cualquier animal; pues. si es elúnico de todos los seres animados que puede perseguir la beatitud de la

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eternidad. no hay animal viviente qUe' arriesgue romo él conocer elcastigo eterno de sus errores y sus crímenes. Pero si un hombre deseaen su alma conocer a s u Creador. primero es necescnc que aprenda atomar candencia de aquello que lo hace superiDr. pues. a l testimonio deuna autoridad venerable. el hombre 1!e1lO en si la imagen de su Creador.principa lmente en el hecho de poseer. sólo é l entre los seres vivos. eldon precioso de la razón. Pero si las ventajas de esrc razón son su/oo­guardadas po r la moderación de si mismo y el amor del Creador. esdecir la humildad verdadera y la ca ridad perfecta; en cambio sus bue­nas aedones son anulada s por la despreciab le concupiscenda y por elcrrebcrc, El hombre que no triunJa sobre estos vicios se vue lve se­mejante a las bestias; el que practica esrcs virludes es tá moldeado aImagen y semejanza del Creador: la humildad le da la noción d e lo que éles . la caridad le ha ce acceder a la semejanza de su Creador. Ysi los hom·bres dirigen a éste ruegos y ofrendas, es para pedirle que preserveintacto en el los el don de la razón, o al menos que su bondad tn­cremen re y restablezca este don cuando se ha alterado. Y sin embargo.alabanzas y bendiciones ascienden hada ese mLsmo Creador" y sonpara los hombres sanos de espbitu y de razón sólida otros rentestestimatios de suconodmiento.

Est06 signos están contenidos en la sagrada Escritura y estánahí para sostener el d eseo de 0106, ese Implulso de amor del que habla elabate Juan de Fecamp y que es la vía del verdadero conocimiento,In tu itivo y no racional. Tocio monje piensa que no se conoce por laInteligencia s ino por elamor y por la práctica de las virt udes.

El estudio. vIa de peñeccl6n

Cuanto más logre cada uno de nosotros progresar en el cono­dmíento del Creador. más conslalará que ese conodmiento lo ha agran·dado y mejorado, y no podrá bl.::L..>Jemo.r en nada la obra de su Creador"quien a.fuerza de conocerlo se haya vuelto mejex de lo que era. Así estllclaro que quienquiera que blasJeme la obra diotna. es extraiio al ccoccr­miento divino. De donde resulta como consecuenda Indudable que. 51elconocimiento del Creador conduce a todo hombre al bien supremo. suignoranda /o precipita en los peores males. Muchos. por su estupidez.no tienen mll:s que ingratitud por sus buenas acciones. dilapidan lasob ras de s u misericordia y se ub ican por su Incredulidad por debajo delos a nimales; éstos están sumidos para siempre en las tinieblas de s uceguera. Y lo que para la mayorla de los hombres es el mejor remedioque los conduce a su salvación. no es para otros, por su culpa , s inoocasión de una dRsdlchn etema.

Como el saber se inscrtbe en las vías de la ética y no tiene se n tidomas qu e s i es Instrumente de salvación, e l estudio no puede ser otracosa que un ejerctcío eepírítu al , uno de k>sque preparan para penetraren el Reino.

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Todo esto se hoce comprender en Jonna parlfcularmente claraen esa gracia slngular del Padre todopoderoso. espontllneamente por élenviada del delo a los hombres por Intermedio del hijo coetemo de sumajestad y dillinidad, Jesucristo. Al mismo título que su Padre• .fuentede rece vida, de kXla verdad !I de toda excelencia, él ha ofrecido aquienes erren en él sin rodeos un documenlo desconocido por todos du­rante siglos. velado de enigmas y míster/o: el de las EscritLUas, lleno detestimonfos que lo señalan. En este documento, con palabras verfdicasy prodigios, muestra que él mismo, y s u Padre, y su Esp iri tu. no sonlos tres ind ubifables personas d istintas s ino un solo y mismo ser. deuna sola eternidad y de un solo poder, de una sola ooIun rad y de Wl asola acción y, lo que es a lq vez todo eso. de un a sola bondad y part!­cipando igualmente en rodas las cosas de la misma esencia. De éL por ély en él existen lodas las cosas reales; y él siempre existió plena eigualmente antes de toda la sucesión de los tiempos, siendo el principiode las cosas; Y él es la plenitud de todo !I el fin de todo. Pero mientrasque el Todopoderoso mismo habia elegido entre las crlatluas aquellaque octipa el medio, es dedr el hombre. para reproducir en él su propiaiJnt.¡gen. lo dejó a su libre arbitrio y por afiadidura le sometió todas lasriquezas del mundo. este hombre. sin preocuparse por conservar lamedida de su condici6n. pretendió ser más u otra cosa que la que habiadecidido la voluntad de su Creador. y cayó inmediatamente en unadegradación tan grande como su presunción. Y fue para ooIuer ae!elXlrlo por lo que ese mismo Creador envió al mundo a la persona delHijo de su divinidad a re vestir la Imagen de él mismo que habl~ ptí­mmucmertte formado. Misión tan benefactora y sublime como deltcaday admirable. Pero la mayorta de los hombres no supieron o no qui­sieron concederle ni creencia ni amor. siendo que habrtan podido hallaren ella la In teligencia sujidente para su salvación: y, mll:saWl. aJerr6dosa sus errores diversos, se mostraron tanto más rebeldes a la verdadcuanto que estaban evidentemente cerrados a su conodmienlo. Estllnstn duda ninguna en el origen de tOOas las hen.;ias. de todas la sectasde error esparddas por toda la tierra. En cuanto a aquellas que no setransJorman. que no se ponen a seguir a Cristo tms haber hechopenUencia. mll:s ooldria para ellos no haber existido jamll:s. Peroaquellos cuyo esplritu está lleno deJe y que obedecen al señor, lo amany creen en él. pasan a ser tanto mejores cuanto que han adherido mll:sperfectamente a aquel que es el origen y la perjec;cfón de ledo bien. Sonellos los que constituyen toda la loable COfl9regadbn de los afor­tunados, cuya venerable memoria honra la sucesión roda de los siglos.A éstos les fue d ado existir y viulr para siempreJelices Junto al Creadorde todas las cosas; !J sentir crecer sin fin s u beatitud al contemplarlo.Pero creemos a hora haber cumpltdo lo que nos proponiamos !J res­pondido suficientemente con esrcs pocas palabras a las locuras de esosoondenados.6

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Simbólica

( Por lo tanto, lo esencial es descifrar- los mensajes. "palabrasverídicas y prodigios" a la vez, de los que están llenos el universo visibley la historia y que abundan en el texto de la Escritura. En igual afán deelucidación se reúnen el saber de las escuelas catedralicias y el saber delos monasterios, así como en un método sobre el cual se basan en esta

f época toda pedagogía y toda aventura lntelectual: la exégesis, El maes-. tro que lee a un autor ante sus alumnos, Geriberto que traza sobre laesferas los signos de las constelaciones, el monje que rumia las pala­bras de los salmos, esperan, según la palabra de san Pablo, acceder"por lo visible a lo invisible", penetrar por fin el enigma del mundo, esdeclr, alcanzar a Dios. La lógica casi no interviene en semejante bús­queda: sino antes bien y puesto que la creación , en sus dimensionesespaciales y temporales. aparece como un tejido de correspondencias,el descubrimiento de las analogías y el recurso a los símbolos. De estemétodo, que proporciona la clave de todas la creaciones de este tiempo,las del arte, la literatura o la liturgia, tomamos nuevamente un ejemploen Raoul Otaber:

Algunos tienen la costumbre de preguntar por qué los tiemposde la nueva fe o de la gracia ya no son. como los antíguos, lugar devisiones de la cosas divinas y de milagros. A éstos cabe responderlesbrevemente rncoccndc testimonios sacados de la sagrada Escrituramisma, si por lo menos su corazón esto. abierto a los dones del EspírituSanto. Elegiremos primeramente en el Deuteronomio un testimonioevidente. Después de haberse alimentado durante cuarenta años delmaná celestial, el pueblo de los hebreos atravesó el Jordán y llegó a latierra de Canaán; el cielo cesó entonces de verterles el maná, y los hijosde Israel no consumieron en lo sucesivo esa clase de aUmento. ¿Qué nospmeba eso, a nosotros para quienes casi 1000 consiste en fíquras, sinoque tras haber cruacdo. nosotros también, nuestro Jordán. es decirdesde el bautismo de Cristo, ya no debemos intentar ver caer del cielosignos y presagios? Y debemos contentarnos, por el contrario, con estepan viviente, porquien aquel que se alimenta de él recibe la vida etema yla posesión de la tierra de los vivos. Por otra parte, obedeciendo la ordendel Sefl.or, MoL'>és ordenó que tocIas las vasijas que cayeran como bolínde guerra en las manos de su pueblo fueran pwi.ficadas, por el agua sieran de madera y por eljiIego si eran de bronce. Esto sign¡fica tambiénque las vasijas, dicho de otro modo los hombres que, tomados comobolín sobre el antiguo enemigo, fueron a engrosar la parte del Salvador,deben ser pwi.ficados por el agua del bautismo y por elfuego del mórtir,y ese palo, transformado en serpiente, que asustó tanto a Moisés que lehizo emprender la huida y al que luego, asiéndolo por la punta de lacola, volvió a convertirlo en palo, debe ser igualmente interpretado comos imbolo tipológico. Esa serpiente hecha de un palo designa la potenciade la divinidad revestida con la carne de la santa Vi/yen Marfa. Mol<;;ésrepresenta al poeoío judío que, viendo al Señor Jesús verdadero Dios y

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ocJfdadero hombre. se aleja de él con incredulidad; pero lo reconoceráhacia el tiempo del fin del mundo, lo que está expresado por l~ :o~a deserpiente. y ese paso del mar íeoio. en el cual es/e mar es dwtd!do olevantado; Y luego los pueblos pasados por elfilo de la espa?a. ~r ordendel Señor, significan evidentemente el reino del pueblo tsraeltta,. quesubsiste por un tiempo y ll~go se man:hita y s~ aniquila,_ Al con~lenzode la nueva alianza, al cortuenzo del remo de Cnsto, el Setior '!esus. ~epie y caminando sobre las olas del mar. petmtli? a Pedro. a .qwen h~tapuesto a la cabeza de su Iglesia. marchar con el~ pero. ¿que ~emuéstraesto a todos los fieles sino que todas las nanones, sometidas y nocompletamente destnUdas o exterminadas, servirán de fundamento alreino de Cristo que debe durar en todos los siglos? Hay en efecto en laspalabras de Dios frecuentes pasdjes según los cuales el mar es lafrguradel mundopresente.

A menudo, cuando se quiere eluctdar con palabras una muygrande cuestión, se frocasa rnenoscabándose uno, a si mismo; _con~dice la Escritura: "Aquel que quiere escrutar la majestad del Señor esaplast~dopor su gloria", 7

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