geoquímica y petrografía de rocas de la formación barroso

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Geoquímica y petrografía de rocas de la Formación Barroso, una mirada a su relación con los complejos máficos de la Cordillera Occidental y Central. Facultad de Ciencias Departamento de Geociencias Tesis para obtener el título de Geocientífico David Cartwright 29 Noviembre 2019 _________________ Directora Yamirka Rojas - Agramonte Departamento de Geociencias, Universidad de los Andes

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Page 1: Geoquímica y petrografía de rocas de la Formación Barroso

Geoquímica y petrografía de rocas de la Formación Barroso, una

mirada a su relación con los complejos máficos de la Cordillera

Occidental y Central.

Facultad de Ciencias

Departamento de Geociencias

Tesis para obtener el título de Geocientífico

David Cartwright

29 Noviembre 2019

_________________

Directora

Yamirka Rojas - Agramonte

Departamento de Geociencias, Universidad de los Andes

Page 2: Geoquímica y petrografía de rocas de la Formación Barroso

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Contenido

Resumen 3

1 Introducción 4

2 Marco Geológico 6

3 Metodología

3.1 Análisis Geoquímico 8

3.2 Petrografía 9

3.3 Análisis de datos 9

4 Resultados

4.1 Geoquímica de roca completa 11

4.2 Petrografía

4.2.1 Rocas de la Formación Barroso 24

4.2.2 Peridotita 26

4.2.3 Intrusivo Batolito de Buga 27

4.2.4 Complejo Arquía 28

4.2.5 Quebradagrande 29

5 Discusión 30

6 Conclusión 34

Referencias 35

Anexos 40

Page 3: Geoquímica y petrografía de rocas de la Formación Barroso

3

Resumen

El margen noroccidental Suramericano tiene una historia geológica compleja caracterizada por

una amplia variedad de rocas, las cuales representan diferentes ambientes tectónicos y eventos

de convergencia en un margen activo. Muchas de estas rocas se han interpretado como

fragmentos de la gran provincia ígnea del Caribe (CLIP, por sus siglas en inglés), que fueron

exhumadas en el evento de colisión del CLIP con Suramérica, hace aproximadamente 80 Ma.

Sin embargo, muchos de estos terrenos con afinidad geoquímica oceánica muestran firmas

geoquímicas de arco de islas, indicando que estas rocas surgieron en un evento distinto al

magmatismo de hot-spot que generó el CLIP. En este trabajo se presentan 17 nuevas muestras

de diferentes unidades máficas de la Cordillera Occidental Colombiana, además de una

compilación de una base de datos de diferentes unidades relacionadas al evento de colisión del

CLIP, con el fin de hacer comparaciones geoquímicas y petrográficas entre las diferentes

unidades. A partir de este método se logra determinar una relación geoquímica entre la

Formación Barroso y el Complejo Quebradagrande.

Abstract

The complex geologic history of the northwestern margin of South America has generated a

great variety of rocks, which imply different tectonic environments and plate convergence

events on an active margin. Most of these rocks have been interpreted as fragments of the

Caribbean Large Igneous Province (CLIP), which were exhumed when the CLIP collided with the

South American continental margin approximately at 80 Ma. However, some of these rock

complexes show island arc geochemical signatures, suggesting that those rocks formed in a

magmatic event that was not related to the hotspot magmatism that produced the CLIP. In this

work 17 new samples from different mafic units from the Cordillera Occidental of Colombia are

presented; additionally a database with major element and trace element data for various

different units related to CLIP collision is provided, in order to make comparisons between the

different units. Through the use of this method a geochemical relationship is established

between the Barroso Formation and the Quebradagrande Complex.

Page 4: Geoquímica y petrografía de rocas de la Formación Barroso

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1. Introducción

La cordillera occidental colombiana (Figura 1) es reconocida por su variedad de rocas con

afinidad oceánica [Villagómez et al, 2011; Villagómez & Spikings, 2013; Kerr et al, 1997;

Jaramillo et al, 2017; Spikings et al, 2015; Bayona et al, 2012; Aspden & McCourt, 1986; Montes

et al, 2019; Rodríguez & Arango, 2012; Toussaint & Restrepo, 2019], esta característica la

diferencia de las cordilleras Oriental y Central. La Cordillera Central está compuesta por un gran

volumen de diferentes tipos de rocas ígneas, desde gabros hasta intrusivos más félsicos como

las tonalitas y granodioritas del Batolito Antioqueño, ya que en esta se ubican la mayoría de los

volcanes del país, en está queda el Parque de los Nevados donde se encuentran algunos de los

volcanes más grandes del país, como el Nevado del Ruiz y el nevado del Huila. También se

encuentran una gran variedad de rocas metamórficas del complejo Cajamarca y del complejo

Arquía, entre otros. La Cordillera Oriental se compone de un basamento de rocas metamórficas

del proterozoico con varias intrusiones jurásicas, este está cubierto por secuencias marinas del

Cretácico y Paleozoico [Van der Lelij, 2013; Jaramillo et al, 2017]. Aunque la Cordillera Central

tiene algunos cuerpos maficos que se consideran alóctonos, las Cordilleras Central y Oriental

forman los terrenos autóctonos continentales del país.

El sistema de fallas de Romeral (ver figura 2) separa los terrenos autóctonos y para-autóctonos

de la Cordillera Central y Oriental de los terrenos oceánicos alóctonos de la cordillera occidental

[Kerr et al, 1997; Van der Lelij, 2013; Jaramillo et al, 2017; Villagómez et al, 2011; Spikings et al,

2015]. Existe el consenso entre la comunidad científica de que estas rocas máficas en la

cordillera occidental son alóctonas, y provienen del plateau oceánico generado en el hot-spot

de Galápagos durante el Cretácico tardío (~90Ma)[Kerr et al, 1997; Bayona et al, 2012, 2011;

Nivia, 1996; Montes et al, 2019; Toussaint & Restrepo, 2019; Spikings et al, 2015; Villagómez et

al, 2011; Cardona et al, 2010; Van der Lelij, 2013; Zapata et al, 2019; Zapata-Villada et al, 2017].

Sin embargo todavía existe el debate respecto al ambiente tectónico donde se formaron

algunos de estos complejos máficos, además del mecanismo y tiempo de emplazamiento en el

margen continental [León et al, 2019 y referencias citadas en el artículo].

La Formación Barroso es una unidad de rocas volcánicas máficas que hace parte de los

complejos máficos de la Cordillera Occidental. La evolución geológica de esta Formación ha sido

interpretada de varias formas previamente [León et al, 2019; Rodríguez & Arango, 2013;

Rodríguez & Zapata, 2013; Zapata-Villada et al, 2017], donde algunos sugieren que esta unidad

hace parte de un plateau oceánico, mientras que otros definen un origen de arco de islas. A

pesar de esto, varios estudios concuerdan en una afinidad toleítica de arco de islas para estas

Page 5: Geoquímica y petrografía de rocas de la Formación Barroso

5

rocas [Rodríguez & Arango, 2013; Rodríguez & Zapata, 2013; Rodríguez, Arango & Bermúdez

2012; Toussaint & Restrepo, 2019].

El margen noroccidental de Suramérica ha experimentado una gran historia de deformación

durante el fanerozoico. Por este motivo se dificulta la correcta interpretación de los

mecanismos de acreción, así como los modelos paleogeográficos de la distribución de los

terrenos. Aunque se han hecho buenos trabajos de reconstrucción tectónica [Bayona et al ,

2006, 2010; Cardona et al 2010; Grunow, 1999; Montes et al, 2019; Jaramillo et al, 2017; León

et al, 2019; Kerr et al ,2005; Hincapié-Gómez et al 2018], falta un mejor entendimiento de cómo

el arco volcánico, denominado arco volcánico-plutónico Sabanalarga-Barroso por Rodríguez,

Arango & Bermúdez (2012), está relacionado a esta acreción de bloques de rocas ígneas

máficas y ultramáficas.

Figura 1. A la derecha en el recuadro pequeño se ve Colombia localizado en Suramérica. En el mapa

principal vemos las tres cordilleras marcadas en rojo; el rectángulo negro indica el área de estudio entre

las cordilleras central y occidental, que vemos en mejor detalle en la figura 3.

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6

En el presente estudio se pretende evaluar la similitud de la firma geoquímica de las rocas de la

Formación Barroso, con otros complejos máficos de la Cordillera Occidental (COC), Central (CC)

y rocas de la gran provincia ígnea del Caribe (CLIP por sus siglas en ingles), para determinar si

existe correlación geoquímica entre ellas. Se pretende compilar una base de datos geoquímicos

de la Formación Barroso y de algunas de las unidades ígneas máficas, y procesar los datos

usando GeoChem Plot, un programa diseñado por Andres Cala [Cala et al, 2017], un estudiante

de la universidad de los Andes. Por otro lado, los estudios petrográficos brindaran información

importante acerca de las condiciones donde se originan y como se desarrollaron estas rocas

volcánicas, lo que ayudará a restringir las propiedades de su ambiente de formación y

evolución.

2. Marco Geológico

La Cordillera Occidental (COC) Colombiana está compuesta por varios complejos y formaciones

con firmas oceánicas (plateau y arco de islas) los cuales se extienden hasta Ecuador [Villagómez

et al, 2011; Kerr et al, 2003; Cochrane, 2013]. La existencia de estos complejos rocosos apoya la

teoría de la colisión de terrenos oceánicos contra el margen noroccidental de Suramérica.

Dentro de los bloques y complejos máficos y ultramáficos están: Complejo Ultramáfico de

Bolívar (CUB), la Formación Barroso, las Diabasas de San José de Urama (DSJU), la Formación

Volcánica, la Formación Amaime, el Macizo Ofiolítico de Ginebra, el Complejo Ultramáfico

Venus, el Complejo de Rio Frio, el arco volcánico de Dabeiba y algunas unidades más al sur en

Ecuador, como la Unidad Naranjal y la Formación Macuchi, que han sido relacionadas por

algunos autores a los terrenos máficos colombianos (Vallejo, et al, 2006; Kerr et al, 1997 y

referencias citadas en el artículo).

Este estudio se centra en las rocas pertenecientes a la Formación Barroso, una unidad vulcano-

sedimentaria principalmente compuesta por lavas basálticas y andesíticas, tobas y aglomerados

volcánicos [Rodríguez & Arango, 2013; Rodríguez & Zapata, 2013]. Estas rocas están

intercaladas con rocas sedimentarias de tipo: cherts, lodolitas, grauwacas y limolitas. Estas se

pueden encontrar al oeste del Rio Cauca sobre el flanco oriental al norte de la Cordillera

Occidental, aflorando en franjas largas con tendencias N-S (Figuras 2 y 3). Estos bloques están

limitados por la falla Cauca-Almaguer al este y la falla Dabeiba-Pueblo Rico al oeste. Varios

autores proponen que estas rocas volcánicas son producto de un arco volcánico toleítico

[Rodríguez & Arango, 2013; Rodríguez & Zapata, 2013; Rodríguez, Arango & Bermúdez, 2012],

que después quedó emplazado sobre el margen noroccidental de Suramérica, en un evento

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relacionado a la colisión del plateau de la placa Caribe. El hecho de que estas rocas están

intercaladas con sedimentarias de fondo marino (como los cherts y limolitas) apoya un origen

marino (alóctono) para esta unidad. Por otro lado estas secuencias de rocas marinas han

servido para restringir las edades de la formación Barroso, donde diferentes fósiles analizados

indican edades entre el Albiano y Aptiano para esas secuencias, que dada su conexión

estratigráfica, pueden interpretarse como contemporáneas con la formación Barroso. A favor

de esta interpretación algunas dataciones geo cronológicas que se han hecho en estas rocas, y

cuerpos magmáticos que han sido emplazados en Barroso, resultan en edades entre un rango

de 90 -115 Ma. [Rodríguez & Arango, 2013; Rodríguez & Zapata, 2013; Rodríguez, Arango &

Bermúdez, 2012; Villagómez et al, 2011; Zapata-Villada et al, 2017; Kerr et al, 1997], así

restringiendo la edad de estas rocas y sus asociadas entre el Albiano y Aptiano.

Gracias a diferentes estudios geoquímicos se ha logrado establecer una relación entre las rocas

máficas de la cordillera occidental y el CLIP, (Villagómez et al, 2011; Kerr et al, 2004; Vallejo et

al, 2006; Spikings et al, 2015) por lo que se entiende que estas rocas fueron parte del plateau

engrosado que, al colisionar con el margen occidental del continente, bloqueo e invirtió la

polaridad de la subducción, gracias a lo calientes que estaban estas rocas y el gran espesor del

plateau. Al suceder esto se produjo una acreción y exhumación de fragmentos del CLIP en el

margen continental al tiempo que la placa oceánica se movía de manera oblicua hacia el

noreste, introduciéndose entre Norte y Sur América.

Figura 2. Mapa tomado y modificado de Kerr et al, 1997. En el mapa vemos la posición de las lavas

cretácicas acrecionadas al margen continental, además vemos marcado el sistema de fallas de Romeral,

que separa los terrenos continentales y para-autóctonos al este, de los oceánicos al oeste.

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Durante este proceso de colisión se acrecionaron varios terrenos de afinidad oceánica, entre los

cuales se encontraban varios interpretados como arcos de islas [Montes et al, 2019; Kerr et al,

1997, Toussaint & Restrepo, 2019]. La Formación Barroso es una de estas unidades con firma

de arco de islas, por lo que falta estudiarla más a fondo, para lograr entender mejor la historia

geológica del noroccidente Suramericano.

3. Metodología

3.1 Análisis Geoquímico

Para este estudio se obtuvieron 17 muestras de rocas de diferentes unidades localizadas en la

Cordillera Occidental y Central (Localización de muestras en figura 3), trece de estas muestras

fueron pulverizadas en Colombia en el MinerLab Ltd, para luego ser procesadas para

geoquímica de roca completa, en los laboratorios del Departamento de Geociencias de la

Universidad de Mainz, Alemania. Aproximadamente 1- 3 Kg de roca fueron molidas a un

tamaño de ~ 250 micrómetros usando una trituradora de mandíbula y un molino de rodillos.

100 g de ese material homogeneizado de las muestras fueron pulverizadas usando un molino

de carburo de tungsteno Siebtechnik, todo esto en el laboratorio MinerLab Ltd, en Bogotá.

Luego, en el Departamento de Geociencias de la Universidad de Mainz, Alemania, para la

preparación se usó un calentador de tiras de iridio automatizado [Stoll et al, 2008], alrededor

de 40 mg de polvo de roca fueron fundidos mediante dilución con MgO, siguiendo el método

descrito por Nehring et al, 2008. Las muestras se fundieron hasta obtener una forma esférica,

para luego ser puestas en monturas de vidrio circulares en una caja aislada con una atmosfera

de argón para evitar oxidación. Luego las concentraciones de elementos mayores, trazas y

tierras raras fueron determinadas por medio de espectrometría de fluorescencia de rayos X

(FRX), en las monturas esféricas de vidrio fundido y fragmentos de polvo comprimidos. También

se analizaron las monturas de vidrio con un sistema de ablación laser excimer ESI NWR193 ArF,

conectado a un espectrómetro de masas con plasma acoplado inductivamente Agilent 7500ce

[LA-ICP-MS, por sus siglas en ingles]. Para cada una las monturas se ejecutaron mediciones en

cuatro puntos diferentes. Para la calibración se analizó NIST SRM 612 al comienzo y después de

cada 28 mediciones en las muestras de campo. La reducción de datos se llevó a cabo usando el

software GLITTER 4.4.1 (www.glitter-gemoc.com, Universidad Macquarie, Sydney Australia)

tomando 29Si como estándar interno y aplicando los contenidos de SiO2 adquiridos mediante

FRX; y los valores preferidos para NIST SRM 612 reportados en la base de datos GeoReM

(http://georem.mpch-mainz.gwdg.de/) (Jochum et al., 2005, 2011) como las concentraciones

“verdaderas”, para calcular las concentraciones elementales en las muestras. Para monitorear

la precisión y la reproductibilidad de las mediciones y la calibración, se analizaron

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repetidamente (n=6) USGS BCR-2G y MPI-DING StHs6/80-G. Las concentraciones promedio de

las tierras raras obtenidas en los materiales de control de calidad estándares corresponden,

dentro de un 10%, con los valores preferidos reportados en la base de datos GeoReM, teniendo

desviaciones estándar relativas menores al 8%.

3.2 Petrografía

Para los análisis petrográficos las láminas fueron creadas en el laboratorio de Geociencias de la

Universidad de Los Andes. Se hizo el corte de 10 de las muestras de mano usando dos sierras de

diamante de tamaño diferente, una grande tipo Struers Discotom-100 y una más pequeña tipo

Struers Accutom-100. Posteriormente se realizó el montaje de las muestras en las láminas de

vidrio con resinas (epoxy) tipo Microtec A y B, usando una placa de calentamiento IKA C-MAG

HP-7. Finalmente el proceso de pulido se ejecutó mediante una pulidora Struers LaboPol-5 en

un principio, para después pulir con mayor sensibilidad usando polvo de carburo de silicio

P2000 grit. Las láminas fueron analizadas con un microscopio óptico OLYMPUS CX31.

3.3 Análisis de datos

Los resultados geoquímicos serán graficados usando GeoChem Plot, un software diseñado para

visualizar datos geoquímicos [Cala et al, 2017]. El programa permite hacer una interpretación

de los datos mediante la visualización de estos en diferentes tipos de diagramas geoquímicos.

Con esta herramienta podemos categorizar las muestras según la composición que presentan,

así que se dividieron las muestras para generar diagramas específicos para los diferentes tipos

de roca; de esta manera se podrán comparar las muestras de este trabajo contra datos de

algunos estudios previos sobre los complejos alóctonos de la cordillera occidental, para-

autóctonos de la central y el CLIP; con el fin de evaluar las semejanzas que presentan y poder

identificar si hay una relación indicativa de un origen común.

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Figura 3. Mapa geológico con la ubicación de las muestras tomadas para este trabajo.

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4. Resultados

4.1 Geoquímica de roca completa

A partir del programa GeoChemPlot se generaron varios gráficos geoquímicos que permiten

clasificar estas rocas y compararlas con muestras de otros estudios. Además con diagramas

como el de la figura 4, podemos también determinar el ambiente tectónico que la firma

geoquímica de las rocas sugiere.

Figura 4. Diagrama ternario óxidos de titanio, potasio y fosforo indicando el tipo de afinidad geoquímica

que presentan las rocas obtenidas en campo. Clasificación según Pearce et al, 1975. Símbolos rojos

representan muestras de Quebradagrande (estrella) y Arquía (cruz y diamante). Símbolos azules

representan las muestras de la Formación Barroso.

Los análisis de elementos muestran algunas tendencias generales claras en las muestras. 1)

Todas las muestras están significativamente empobrecidas en TiO2 (<2 wt%) y Nb (< 10 ppm),

concordante con un ambiente de subducción. 2) Las muestras de la Fm. Barroso exhiben

valores significativamente altos de Fe2O3 (> 9 wt%), CaO (> 9wt%) y MgO (> 7 wt% para las

lavas de Fm. Barroso) indicando el carácter mafico de estas rocas. Para tener una idea de los

ambientes de formación de las rocas se generaron dos diagramas (figuras 4 y 5), en los que a

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partir de óxidos mayores, indican los ambientes a los que corresponden las firmas geo-químicas

de estas rocas.

Figura 5. Diagrama ternario de óxidos de manganeso, fosforo y titanio según Mullen 1983.

Es evidente que todas estas rocas presentan firmas oceánicas, como vemos en el diagrama

ternario de óxidos TiO2-K20-P2O5 (figura 4), donde exceptuando dos muestras de Arquía y

Quebradagrande (PC-2018-16 & PC-2018-18), todas caen dentro del área de afinidad oceánica,

ratificando el origen alóctono de estas rocas. En la figura 5 se muestra un diagrama de

discriminación de ambiente tectónico para las muestras obtenidas en campo. Algunas de las

muestras caen dentro del rango de clasificación MORB, lo que concuerda con el modelo

propuesto por Kerr et al (1997) y Villagómez et al (2011). Sin embargo también vemos que

algunas muestras tienden hacia ambientes de arco volcánico toleítico. Esto es acorde a lo que

proponen Rodríguez & Arango, 2013, Rodríguez & Zapata, 2013, Rodríguez, Arango &

Bermúdez 2012 y Toussaint & Restrepo, 2019.

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Figura 6. A) Diagrama de óxidos alcalinos totales vs. Sílice (TAS por sus siglas en ingles) para las rocas

extrusivas obtenidas en campo, LeMaitre, 1989. PC-8 y PC-10 son muestras de diques intruyendo

Barroso. B) Diagrama de discriminación de ambiente de origen para las mismas rocas, Pearce, 1977. C)

Diagrama ternario de discriminación de ambiente tectónico en base a elementos inmóviles, según

Meschede, 1986.

La Figura 6 muestra varios diagramas indicando las características geoquímicas de las rocas

extrusivas tomadas en campo. 6 A es un diagrama TAS que permite clasificar las rocas de

acuerdo al contenido de sílice y la suma de óxidos alcalinos que estas presentan, la mayoría de

las muestras caen dentro del rango de los basaltos, con la excepción de la muestra PC-2018-8,

que cae en el rango de las riolitas, esta y PC-2018-10 son muestras de diques que intruyen la

Fm. Barroso. 6 B y 6 C son también diagramas ternarios de discriminación de ambiente

tectónico, pero estas a diferencia de las figuras 5 y 4 son basadas en elementos relativamente

inmóviles, lo que las hacen más confiables a la hora de evaluar el ambiente de las rocas [Pearce,

2014]. Sin embargo podemos ver que los diagramas también indican una afinidad oceánica

principalmente de N-MORB para las lavas, con el detalle que el diagrama de 6 B indica que son

basaltos de margen de placa.

La figura 7 contiene dos diagramas que permiten caracterizar las rocas intrusivas obtenidas en

el campo, en 7 A un diagrama TAS para rocas plutónicas mostrando que estas son gabros y

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dioritas de afinidad toleítica. En 7 B vemos un diagrama de discriminación de ambiente

tectónico a partir de elementos relativamente inmóviles (Zr y Ti), indicando que las muestras

intrusivas tienen afinidad de MORB y arcos volcánicos también.

En los diferentes diagramas podemos ver que las muestras de la formación Barroso caen

siempre entre las clasificaciones de MORB y toleítas de arco de islas (IAT por siglas en ingles).

Esto sugiere que esta unidad se generó en un arco de islas, dado que hay una significativa

cantidad de muestras localizadas sobre MORB y IAT, mientras que ninguna de ellas cae sobre

los rangos de arcos continentales. La distribución de las rocas entre MORB y IAT probablemente

esta indicando una evolución de este arco volcánico-plutónico.

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Figura 7. A) Diagrama de clasificación TAS de rocas plutónicas con las muestras obtenidas en campo.

Creado por Cox, 1979. Los puntos azules corresponden a Fm. Barroso, los aguamarina son muestras del

batolito de Buga y el punto negro es una muestra de Quebradagrande. B) Diagrama de discriminación

tectónica a partir de elementos inmóviles (Ti vs. Zr, valores en ppm), según Pearce, 1982.

Para hacer un análisis comparativo de las rocas obtenidas en campo, se grafican sus posiciones

en algunos diagramas geoquímicos, junto con una serie de datos correspondientes a la

Formación Barroso y otras unidades máficas, aflorando desde el flanco occidental de la

cordillera central hasta algunos de los terrenos más occidentales del actual margen del país,

como la Serranía de Baudó y Gorgona [Kerr et al,1997; Villagómez et al,2011; Rodríguez &

Zapata, 2013; Rodríguez & Arango, 2013; Nivia et al, 2006: Hauff et al, 2000; Sinton et al, 1998;

Kerr et al, 1996; Zapata-Villada et al, 2017]. Además se incluyeron datos de algunas rocas

representativas del CLIP, dado que la mayoría de las rocas alóctonas máficas observadas en los

terrenos occidentales se consideran asociadas a la colisión de este con Suramérica. Los datos se

presentan en los anexos (Tablas 2 -5).

Las figura 8 muestra de nuevo un diagrama TAS indicando el tipo de roca de las muestras

tomadas de estudios previos. La mayoría de estas muestras corresponden a basaltos y

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andesitas basálticas, aunque unas pocas corresponden a traquitas. En 9 B vemos una

clasificación de las mismas rocas un poco más detallada donde vemos que la gran mayoría de

muestras corresponden a basaltos toleíticos con niveles altos de hierro. Acá de nuevo vemos

que las muestras de las Formaciones Barroso y Volcánica (estas fueron agrupadas dada su

similitud composicional y en relaciones estratigráficas con unidades sedimentarias del fondo

marino, que las hacen prácticamente idénticas. [Kerr et al, 1997]) muestran una mayor

variabilidad composicional a diferencia de las rocas de otras unidades como las de la Serranía

de Baudó (cuadros magenta), las del CLIP (cruces amarillas) o las komatitas de Gorgona (cruces

magenta) que se ven bien diferenciadas del resto de muestras. Es interesante ver como las

rocas clasificadas como parte de las Diabasas de San José de Urama (diamantes rojos) exhiben

una menor dispersión en el diagrama, así como las rocas de la Formación Amaime, todas

agrupadas y centradas en el rango de basaltos toleíticos altos en hierro. En contraste, las rocas

del Complejo Quebradagrande muestran una dispersión más amplia y similar a la de los

símbolos azules, en ambos diagramas (9A y 9B).

Figura 8. Diagrama de clasificación TAS según LeMaitre 1989. Exceptuando los círculos azules, los datos

fueron tomados de estudios previos [Kerr et al,1997; Villagómez et al,2011; Rodríguez & Zapata, 2013;

Rodríguez & Arango, 2013; Nivia et al, 2006: Hauff et al, 2000; Sinton et al, 1998; Kerr et al, 1996;

Zapata-Villada et al, 2017]. Las convenciones son: color azul = Fm. Barroso y Fm. Volcánica (círculos son

muestras obtenidas para este trabajo de Fm. Barroso), color verde = Fm. Amaime, color negro =

Complejo Quebradagrande, color rojo = diabasas San José de Urama, color amarillo = muestras

representativas del CLIP, color aguamarina = unidades volcánicas pertenecientes diferentes cuerpos

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intrusivos en la cordillera oriental y central, color magenta = Serranía Baudo (cuadrados) & Gorgona

(cruces).

En la figura 9 A vemos el diagrama de clasificación de Mullen (1983), donde se puede apreciar

que la mayoría de las rocas corresponden a ambientes MORB y IAT, los símbolos azules

corresponden a las Formaciones Barroso y Volcánica, estos muestran una mayor dispersión en

el grafico que las rocas de las otras formaciones. Aunque las otras unidades se ven menos

dispersas que las representadas por los símbolos azules, se puede ver que en general todas

varían entre IAT, MORB y basaltos calco-alcalinos (CAB por siglas en ingles). Las unidades que

menos variación muestran en 9 A son las DSJU, las rocas del CLIP y las de la Formación Amaime.

Las rocas plutónicas muestran patrones similares a las volcánicas, en la figura 10 se muestran

varios diagramas indicando las características geo-químicas de estas rocas. En 10 A se puede ver

los tipos de rocas intrusivas a los que corresponden las muestras, de acuerdo a un diagrama

TAS. La mayoría de muestras pertenecen a la clasificación de gabros, con algunas excepciones

mostrando composiciones más dioríticas, estas composiciones atípicas frente al resto de

muestras corresponden a cuerpos intrusivos más recientes, que fueron emplazados en las rocas

cretácicas máficas/ultramáficas de las cordilleras oriental y central. El diagrama en 10 B

muestra los ambientes tectónicos a los que corresponden las firmas de estas muestras, según

Pearce, 1982. Al igual que para las rocas volcánicas vemos que las muestras pertenecen todas a

ambientes MORB y de arco de islas. También se presentan los diagramas Harker (óxidos

mayores vs. Sílice, figura 10C) para estas rocas intrusivas, en este caso las rocas estaban

significativamente menos alteradas (promedio de perdida de volátiles ~2%) en comparación a

las rocas extrusivas (perdida de volátiles ~ 4%), por lo que se tuvieron en cuenta estos

diagramas para distinguir entre las formaciones. Los diagramas Harker ayudan a distinguir

algunas características entre las rocas intrusivas, en general vemos que los gráficos

correspondientes a elementos de carácter mafico (Ca, Mg y Ti) tienden a mostrar una mayor

dispersión de las muestras; mientras que en los gráficos de óxidos alcalinos afines con la

corteza continental (Na y K ) vemos que los datos tienden a agruparse.

Page 19: Geoquímica y petrografía de rocas de la Formación Barroso

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Figura 9. A) Diagrama de clasificación de ambiente tectónico mediante óxidos mayores para rocas

volcánicas, según Mullen 1983. B) Diagrama de clasificación de rocas volcánicas mediante cationes,

según Rickwood 1989. En los diagramas vemos una comparación entre las rocas basálticas de diferentes

unidades pertenecientes a la cordillera occidental, cordillera central, Serranía de Baudó, Gorgona y

algunas muestras representativas del CLIP. Las convenciones son las mismas que en la figura 8.

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Al comparar las firmas geoquímicas de la Formación Barroso con los datos para otras unidades

de las cordilleras central y occidental, podemos ver que estas muestran una relación

composicional, donde en general todas se clasifican como rocas con afinidad oceánica, entre

MORB y toleítas de arco de islas, en diferentes diagramas de discriminación tectónica (figuras

10 B y 9 A). Por otro lado vemos una significativa correlación entre las diferentes unidades en

los diagramas Harker obtenidos para las rocas plutónicas, indicando que la génesis de la

Formación Barroso probablemente estuvo asociada al origen de algunas de las otras unidades

máficas y ultramáficas en cuestión, o que surgieron de fuentes muy similares. No obstante, este

no es el caso para las rocas del CLIP y de los terrenos más occidentales colombianos (Baudó y

Gorgona), que no muestran una correlación tan clara como Quebradagrande con las rocas de

Barroso.

En el caso del Complejo Quebradagrande (PC-2018-16, y muestras marcadas color negro) se

puede notar una relación en los porcentajes de óxidos de magnesio, hierro y calcio, con

respecto a los de la Formación Barroso como se observa en 9 A y B, donde las muestras de

Quebradagrande muestran una dispersión muy similar a las de Barroso sobre la clasificación de

basaltos toleíticos de alto contenido de hierro (9B), pero también relacionándose en cuanto a

su posición en el grafico 9A, donde podemos ver que las dos presentan una firma clara sub-

alcalina localizándose entre toleítas de arco de islas (IAT, por sus siglas en inglés) y los basaltos

calco-alcalinos (CAB, por sus siglas en inglés). Además, las muestras de Quebradagrande suelen

caer sobre las mismas clasificaciones que la Formación Barroso en diferentes diagramas, esto es

importante si se tiene en cuenta la relación espacial de estas unidades, ya que están dispuestas

en la misma dirección N-S mostrando intercalaciones falladas con otras unidades, siendo

separadas una de la otra por el valle del rio Cauca. Las firmas obtenidas de tipo MORB para la

Formación Barroso son concordantes con una localización de este arco sobre terrenos

oceánicos, como el CLIP.

Por otro lado, vemos que algunos de los complejos maficos, como los de la Serranía de Baudó y

los de Gorgona, tienen unos patrones un tanto diferentes a los vistos para la Formación

Barroso. La figura 9 A muestra como estas unidades muestran una dispersión desde basaltos de

islas oceánicas (OIB) hasta basaltos calco-alcalinos (CAB), presentando tendencias anómalas

respecto a las de las otras unidades a pesar de su correlación en los ambientes tectónicos. En 9

B se puede ver como las muestras rosa tienden hacia la derecha del diagrama, correspondiendo

a lavas de mayor temperatura (komatitas), lo que define una diferencia en las características

composicionales y de erupción de estas rocas con las de la Formación Barroso, a pesar de que

hayan podido ser derivadas de fuentes y ambientes con firmas geoquímicas similares.

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Figura 10. A) Diagrama de clasificación para rocas intrusivas según Cox, 1979. B) Diagrama de

discriminación de ambiente tectónico según Pearce, 1982. C) Diagramas Harker de óxidos mayores vs.

Sílice. Las convenciones de color para las unidades son las mismas usadas para diagramas de rocas

volcánicas.

Las rocas de la Formación Amaime muestran tendencias muy similares a Barroso en cuanto a

ambientes de formación y composición sin embargo, al igual que las DSJU, tienen una

dispersión mucho menor a la observada para las Formaciones Barroso y Volcánica en esos

diagramas. En cuanto a las muestras del CLIP se puede ver como todas indican lavas toleíticas

de afinidad MORB, y se ven diferenciadas en los diagramas de las rocas de otras unidades,

especialmente en la figura 9 A.

Adicionalmente, algunos datos geoquímicos de estudios previos obtenidos para rocas del

Complejo Arquía [Cochrane, 2013; Ruiz-Jiménez et al, 2012], fueron tomados con el fin de

comparar los patrones que estos presentan, frente a los gráficos geoquímicos obtenidos para

las otras unidades (figuras 6B y 6C). En la figura 11 podemos ver los patrones que muestran

algunas muestras correspondientes al Complejo Arquía. En la 11B vemos que los datos

muestran una afinidad de basalto de margen de placa, al igual que las rocas extrusivas de las

muestras obtenidas en campo (6B). Sin embargo, es importante remarcar que las rocas del

Complejo Arquía son rocas metamórficas que han pasado por eventos de deformación y

alteración importantes, lo que implica una movilización de elementos significativa, por esta

razón se eligieron los diagramas de la figura 11 hechos en base a elementos relativamente

inmóviles. En la figura 11A se puede apreciar la similitud que presenta Arquía frente a las lavas

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de la Formación Barroso (figura 6C), en cuanto a algunos elementos considerados

relativamente inmóviles [Pearce, 2014].

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Figura 11. A) Diagrama ternario de discriminación de ambiente tectónico en base a elementos inmóviles

para rocas del complejo Arquía, según Meschede, 1986. B) Diagrama de discriminación de ambiente de

origen para las mismas rocas, Pearce, 1977. Los puntos azules corresponden a los datos de Cochrane,

2013, los verdes son datos de Ruiz-Jimenez et al, 2012.

4.2 Petrografía

De las muestras tomadas en campo diez fueron procesadas para obtener láminas delgadas. De

estas diez dos correspondían al complejo Arquía (PC-2018-17,18), una a Quebradagrande (PC-

2018-16), una perteneciente al batolito de Buga (PC-2018-14), una peridotita que parece estar

asociada a Barroso (PC-2018-3) y 5 muestras de diferentes texturas/características ígneas

pertenecientes a la formación Barroso.

4.2.1 Rocas Formación Barroso

Las muestras que corresponden a la Formación Barroso son PC-2018-1, PC-2018-2, PC-2018-7,

PC-2018-10 y PC-2018-12. Todas muestran composiciones toleíticas como muestran los

diagramas geoquímicos, sin embargo las características petrográficas de estas rocas permiten

tener una mejor idea de las condiciones de cristalización de las rocas, y por ende de su

ambiente de formación.

Tres de estas muestras exhiben composiciones y texturas similares (PC-2018-2, PC-2018-10 y

PC-2018-12), principalmente granos de plagioclasas tabulares con granos de piroxeno

anhedrales en algunos casos de mayor tamaño (figura 12). En la figura 12C vemos que PC-2018-

10 muestra una textura con plagioclasas sub/euhedrales de tamaño pequeño (~200

micrómetros) creciendo dentro de granos de mayor tamaño (>>200 micrómetros) de piroxenos,

como minerales secundarios hay algunos anfíboles y biotitas, esta muestra corresponde a un

dique que intruye la Formación Barroso, dada su textura y su mineralogía general esta

corresponde a una roca diabasica, por esto en el diagrama TAS cae sobre el rango de los

basaltos. Las otras dos muestras (12 A y B) presentan una textura ofítica. Aunque los piroxenos

son en su mayoría clinopiroxenos para las dos muestras, PC-2018-2 tiene unos porfiroclastos de

ortopiroxeno de tamaño grande (>>200 micrómetros). Las tres muestras tienen una cantidad

similar de minerales opacos.

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Figura 12. Imágenes de diferentes rocas ígneas mostrando una textura característica de las diabasas. A)

PC-2018-2 B) PC-2018-12 C) PC-2018-10, imágenes están en nicoles cruzados con aumento 4X.

Figura 13. En la imagen de la izquierda vemos la textura de PC-2018-1 en nicoles cruzados (CPL)

mostrando microcristales de plagioclasa con fensocristales de olivino y piroxeno. La imagen de la

derecha muestra otra vista de la lamina en luz polarizada paralela (PPL), en este caso se puede apreciar

la gran cantidad de opacos, y una vena de carbonatos cruzando la imagen.

PC-2018-1 es un basalto toleítico con textura afanítica mostrando una matriz con micro cristales

de plagioclasas, magnetita y otros óxidos, fenocristales principalmente de piroxenos y algunos

olivinos como vemos en la figura 13. Esta y las muestras de la figura 12 tienen alteraciones

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similares, donde hay cloritización y oxidación de metales presentes en los minerales maficos

principalmente.

Por otro lado PC-2018-7 tiene una composición mineralógica con minerales más félsicos, esta

lamina tiene un contenido diferente de plagioclasas mostrando cristales de formas anhedrales

principalmente, sin maclas la mayoría, también vemos que tiene cuarzos en formas anhedrales.

En la figura 14 se pueden ver unas masa granulares de piroxenos, en formas anhedrales

también, de tamaño significativamente más pequeño que los cuarzos. Dado su contenido de

cuarzo se interpreta como una tonalita. Esta roca exhibe una alteración similar a las muestras

de las figuras 12 y 13, en donde las masas micro-granulares máficas muestran alteraciones a

clorita y otro mineral de alteración de color gris-café, pero esta roca muestra fracturas con

cristalizaciones de carbonatos y algunos óxidos que parecen asociados al evento que genero los

carbonatos, siendo este un evento secundario.

Figura 14. Imágenes en nicoles cruzados de la muestra PC-2018-7, donde se ve la textura que muestra la

roca y las cristalizaciones secundarias de carbonatos en venas (imagen izquierda). Aumento 4X.

4.2.2 Peridotita

La muestra PC-2018-3 es una roca ultramáfica ya que se compone de unos cristales de tamaño

medio (1-5mm) de clinopiroxenos y olivinos muy fracturados. Aunque la roca está fuertemente

alterada se puede ver la relación entre olivino y piroxeno que permite clasificarla como una

clino-piroxenita de olivino (clasificación cualitativa, cristales en muchos casos con fuerte

alteración) que presentaba una textura inter-granular holocristalina (ver figura 15). Los bordes

de los olivinos muestran una fuerte alteración donde hay un recrecimiento de micro cristales de

serpentina. En este caso también vemos una gran cantidad de minerales opacos, muchos

creciendo dentro de las fracturas de los relictos maficos, la mayoría corresponden a óxidos,

como ilmenita magnetita y espinela, generados al fracturar y alterar hidrotermalmente la roca

ultramáfica-máfica.

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Figura 15. Secciones de peridotita serpentinizada, izquierda en PPL, derecha es la misma vista en CPL.

Aumento 4X.

4.2.3 Intrusivo Batolito de Buga

PC-2018-14 pertenece al batolito de Buga, es una roca intrusiva holocristalina con textura sub-

ofítica principalmente feldespato y cuarzos en cristales anhedrales de tamaño pequeño

(<1mm), también se ven piroxenos y algunos anfíboles pero de tamaños muy pequeños y con

formas anhedrales. Aunque presenta una textura de roca intrusiva, sus cristales son muy

pequeños (figura 16). Esta roca es una tonalita.

Figura 16. Sección de roca ígnea intrusiva del batolito de Buga. CPL izquierda y PPL a la derecha.

Aumento de 4X

Page 28: Geoquímica y petrografía de rocas de la Formación Barroso

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4.2.4 Complejo Arquía

PC-2018-17 y PC-2018-18 son rocas metamórficas que hacen parte del Complejo Arquía, ambas

muestran alto grado de metamorfismo pero en diferentes etapas. PC-2018-18 es una anfibolita

de granos de tamaño medio que muestra una foliación esquistosa principal con una textura

lepidoblástica. Principalmente se compone de anfíboles, piroxenos, epidota, cuarzo y algunas

micas. Los cuarzos muestran extinción ondulatoria, característica de los cuarzos que han

pasado por eventos de deformación. La gran mayoría de los cristales en la roca están

deformados y se pueden ver orientados en bandas gracias a la esquistosidad que muestra la

roca (figura 17 A y B). El evento de metamorfismo genero un recrecimiento de cristales

subhedrales. PC-2018-17 también muestra una composición principalmente de anfíboles pero

encontramos también epidota y granate como minerales principales, el tamaño de grano para

esta muestra es grueso, con granates alrededor de los 5mm, que le dan una textura

porfiroblástica. En este caso no se ve una foliación tan definida como en PC-2018-18, pero igual

se define una orientación preferencial de algunos granos (17 C). Los granates en esta muestra

están muy fracturados y en algunos casos deformados indicando que el metamorfismo fue de

un grado bastante elevado. Entre las fracturas deformadas de los granos de granate

encontramos re-cristalizaciones de cuarzo, además vemos en muchos casos cuarzos localizados

en las sombras de presión generadas por los granates (17 D), los cuarzos muestran extinción

ondulatoria. También se puede ver una textura simplectitica dada por el metamorfismo, esta se

ve principalmente en donde hubo reemplazamiento de granos de piroxenos y anfiboles.

Aunque han llegado a un nivel avanzado de metamorfismo, estas rocas se definen como

metabasitas [Toussaint & Restrepo, 2019], por lo que son de protolitos ígneos máficos que para

el caso de las anfibolitas corresponden a protolitos basálticos.

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Figura 17. A y B) Imágenes de PC-2018-18 donde se ve la foliación y deformación de la roca. A esta en

nicoles cruzados, B en paralelos. C y D) Imágenes de PC-2018-17 donde vemos el tamaño de grano más

grueso pero mostrando una orientación de granos menos marcada. En D podemos ver un fragmento de

granate con inclusiones de cuarzo. Todas las imágenes están en 4X.

4.2.5 Quebradagrande

PC-2018-16 es una muestra del complejo Quebradagrande, aunque la muestra está muy

alterada se pueden notar algunas características de la roca previas a esta alteración. Lo más

evidente es el tamaño de grano (~600 micrómetros), considerablemente mayor al observado en

las muestras de Barroso; esta roca tenía una textura fanerítica granoblástica compuesta

principalmente por plagioclasas y piroxenos, que ahora están presentes como relictos

mostrando re cristalización de micro-cristales de cuarzo y plagioclasas. Aparte de esto vemos

pseudomorfos de posibles biotitas que han sido alteradas, liberando metales que han

cristalizado como óxidos opacos. En la figura 18 B podemos ver uno de los pseudomorfos de lo

que posiblemente era una biotita o un anfíbol, bastante fragmentado y con recrecimientos de

piroxenos y plagioclasas en los espacios del relicto. Aunque composicionalmente las rocas de

Quebradagrande son similares a las de la formación Barroso, en la petrografía estas muestran

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características muy diferentes, como el tamaño y forma de los cristales y las alteraciones,

principalmente a pumpellyíta (18 A). Este roca es un gabro bastante alterado

Figura 18. Imágenes de PC-2018-17 donde se puede apreciar el tamaño de algunos de los granos relictos

de esta muestra, además de los tipos de alteración. Ambas están en nicoles cruzados con aumento 4X.

5 Discusión

Teniendo en cuenta la posición estratigráfica y las características petrográficas y geoquímicas

de la Formación Barroso, se entiende que esta hace parte de un extenso grupo de complejos y

formaciones de rocas ígneas de tipo máfico/ultramáfico, que se encuentran en el margen

noroccidental de Suramérica. Gran parte de estos complejos rocosos son bloques de rocas que

componen la típica corteza oceánica [Kerr et al, 1997; Toussaint & Restrepo, 2019] por lo que

algunos han interpretado que estos bloques alóctonos son fragmentos de una ofiolita

acrecionada al margen durante finales del mesozoico [Spikings et al, 2015; Villagómez et al,

2011; Cardona et al, 2010; Kerr et al, 1997; Toussaint & Restrepo, 2019; Jaramillo et al, 2017;

León et al, 2019; Kerr et al ,2005; Hincapié-Gómez et al 2018]. Sin embargo, la Formación

Barroso presenta una significativa firma geoquímica indicativa de rocas de arco de islas (figuras

10 B y 9 A), lo que hace su que su interpretación e historia difiera en algunos aspectos de las

rocas máficas que encontramos a lo largo del margen continental. Usualmente estos complejos

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maficos contienen rocas ultramáficas derivadas de las secciones más bajas litosfericas y

presentan firmas geoquímicas de plateau oceánico, acorde a las firmas de muchas muestras

tomadas de otros terrenos obducidos, relacionados al génesis del Caribe, y a las del propio CLIP

que han sido obtenidas por el Proyecto de perforación profunda de mar (DSDP por sus siglas en

inglés) [Sinton et al, 1998]. Aunque algunas rocas de Barroso de las que se han analizado

muestran firmas de tipo MORB y E-MORB, en la figura 9 podemos ver que las muestras de esta

formación (símbolos azules) generan patrones con posiciones similares a las del CLIP (cruces

amarillas), pero una distribución mucho más amplia composicional así como de ambiente

tectónico. Esto indica que, a pesar de su relación estratigráfica con otros complejos maficos

afines a la placa caribe, Barroso probablemente no surgió gracias al mismo evento magmático

que dio lugar al CLIP, como muchos de estos bloques ultramáficos; sino que tiene una historia

independiente de magmatismo de arco de islas que se relaciona a el CLIP espacial y

temporalmente, dada la colisión de la placa caribe con Suramérica.

Varios autores han propuesto que estas rocas poseen rasgos químicos que indican una génesis

relacionada a subducción [Rodríguez & Arango, 2013; Rodríguez & Zapata, 2013; Rodríguez,

Arango & Bermúdez, 2012; Zapata et al, 2019; Zapata-Villada et al, 2017], como anomalías

negativas de Ti, Nb y Zr, frente a una composición N-MORB, que también se puede ver reflejada

en la tabla 1 en los anexos. Además de esto las rocas volcánicas de Barroso están intruidas en

varios lugares por cuerpos ígneos básicos a intermedios como el batolito de Sabanalarga la

tonalita de Buritica y el gabro de Altamira, los cuales muestran firmas químicas de afinidad

oceánica toleítica también (ver figura 10). Estas relaciones estratigráficas y geoquímicas han

llevado a que este conjunto de rocas ígneas intrusivas y extrusivas se hayan denominado el arco

volcánico-plutónico Sabanalarga-Barroso, comprendido como un arco de islas generado sobre

el paleo-margen continental a mediados del Cretácico [León, et al, 2019; Rodríguez & Arango,

2013; Rodríguez & Zapata, 2013; Zapata-Villada, et al, 2017]. Los diagramas geoquímicos

permiten ver como la dispersión de los datos de la Formación Barroso, y la asociada Formación

Volcánica, muestran una transición de lavas toleíticas de tipo MORB hacia lavas de afinidad de

arco de islas, lo que indica la evolución del sistema magmático. Esto concuerda con la

formación del arco en una placa oceánica, donde el arco en un principio obtiene sus fundidos

de fuentes de afinidad MORB, posteriormente enriqueciéndose lentamente a partir de la

subducción.

Otro factor que permite diferenciar a la formación Barroso de los otros bloques máficos son sus

características petrográficas. Aunque los basaltos son de las rocas más comunes en la corteza

oceánica, estos suelen enfriarse rápidamente gracias al contraste de temperatura que

enfrentan al emerger por el margen divergente, lo que les da esa textura característica de los

basaltos con una matriz micro cristalina con vidrio volcánico, acompañada de frecuentes

fenocristales de olivino y clinopiroxeno. Para las muestras presentadas en este trabajo, vemos

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que una de ella presenta esas características petrográficas (PC-2018-1, figura 13) donde vemos

plagioclasas muy pequeñas que no terminaron de cristalizar correctamente, dándoles formas

subhedrales y anhedrales principalmente, y donde vemos una matriz con un alto contenido de

micro cristales de plagioclasa y vidrio. Otra muestra (PC-2018-7) tiene una composición un poco

más acida siendo está una tonalita, donde vemos una mayor cantidad de minerales félsicos

como plagioclasas y algunos cuarzos, con una menor proporción de máficos y de tamaños muy

pequeños, posible evidencia de la evolución magmática del arco volcánico. El resto de las

muestras obtenidas para la Formación Barroso son diabasas que exhiben unos cristales de

mayor tamaño además de unas texturas ofíticas (figura 12), más características de una

cristalización hipo abisal indicando unos tiempos de enfriamiento más extensos que los que

experimentan típicamente los basaltos bajo el agua. Esto ha generado confusiones a la hora de

definir la formación, ya que tiene similitudes con la formación DSJU además de que tienen

intercalaciones con rocas sedimentarias de ambiente marino muy similares; esto es más

marcado aun con la Formación Volcánica, que prácticamente presenta las mismas

características, pero aflorando en segmentos localizados más al sur en la cordillera occidental

[Kerr et al, 1997]. Para determinar la relación de estas rocas con Barroso es necesario llevar a

cabo estudios de isotopos de elementos inmóviles, mucho más precisos a la hora de definir las

similitudes entre rocas que han sido alteradas significativamente, ya que con los diagramas

geoquímicos sin tener suficiente información de tierras raras y elementos traza, podemos solo

visualizar las diferencias distributivas en los gráficos de discriminación tectónica.

Lo que si podemos ver claramente en los diagramas geoquímicos presentados en este trabajo

es como las rocas de diferentes partes de la Cordillera Central y Occidental muestran

composiciones y distribuciones particularmente similares a las de Barroso. La excepción de esto

son las rocas de los terrenos más occidentales como Baudó y Gorgona, que muestran

dispersiones composicionales y de ambiente tectónico algo diferentes de las rocas de Barroso,

además de edades más jóvenes, del cretácico tardío, lo que sugiere un evento separado para la

génesis de estos terrenos [Kerr et al, 1997; Kerr & Tarney, 2005; Kerr et al, 1996]. Algunos

estudios anteriores han pretendido relacionar la Formación Barroso con unidades volcánicas y

meta-volcánicas pertenecientes a la Cordillera Central, una unidad que presenta unas

características similares es la Formación Amaime, que aflora principalmente en el flanco

occidental de la Cordillera Central. Amaime también se compone de rocas volcánicas pero esta

muestra patrones más agrupados que las distribuciones de Barroso en los diagramas

geoquímicos (figura 9 B) indicando una composición más homogénea de este grupo. A pesar de

esto, podemos ver que en la figura 9 A las rocas que muestran tendencias más similares a la

distribución de la Formación Barroso son las DSJU, las rocas de Quebradagrande y las rocas de

la Formación Amaime, las cuales parecen mostrar una evolución de MORB a toleítas de arco de

islas de la misma manera que las rocas de Barroso. Esto podría ser indicio de un arco volcánico

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con condiciones similares al de Sabanalarga-Barroso, que fue acrecionado un tiempo antes de

este al margen continental.

Mayor correlación se ha encontrado entre la Formación Barroso y el complejo

Quebradagrande, ya que Quebradagrande también presenta rocas ígneas similares y se

propone que este es producto de un arco volcánico marginal al igual que la Formación Barroso

[Rodriguez & Zapata, 2013; Toussaint & Restrepo, 2019]. Es interesante como las rocas de

Quebradagrande se ven muy similares en los diagramas a las de la Formación Barroso, las

figuras 9 y 10 permiten relacionar estas unidades gracias a su composición y ambiente

tectónico de formación, además en las secciones delgadas podemos observar que la muestra

PC-2018-16 tenía una composición mineralógica bastante similar a las rocas ígneas de la

Formación Barroso, aunque la muestra de Quebradagrande tiene relictos de plagioclasas y

piroxenos significativamente más grandes que los de Barroso. Rodriguez & Zapata (2013)

proponen que las dos unidades hacen parte de un mismo arco volcánico (arco volcánico

Barroso-Quebradagrande), basándose también en algunas edades reportadas previamente que

restringen a Quebradagrande al rango de edad Aptiano-Albiano. Cabe resaltar que estas edades

toca interpretarlas con cuidado, ya que como bien explica Toussaint & Restrepo, 2019, el grado

de alteración y metamorfismo de bajo grado hace que se tenga que considerar un posible

reinicio de los relojes isotópicos, de igual manera esto debe ser tenido en cuenta para la

geoquímica, especialmente en rocas como PC-2018-16 que muestra un fuerte nivel de

alteración, lo que posibilita la movilidad de muchos elementos. Esto es análogo a lo que sucede

con el complejo Arquía, del cual se han obtenido edades del Cretácico temprano y, de igual

manera, ha sido interpretado como una posible unidad alóctona relacionada a rocas de

ambiente de subducción [Villagómez et al, 2011; Toussaint & Restrepo, 2019, y referencias

citadas en el artículo]. De nuevo esta unidad muestra un alto grado de metamorfismo (figura

17 C y D), donde se han alcanzado facies anfiboliticas granatiferas, favoreciendo igual un

ambiente de subducción. Esto implicaría que el margen noroccidental de Suramérica ha sufrido

una extensa historia de colisiones de bloques alóctonos, en las que posiblemente se

fragmentaron arcos de islas volcánicos en varios bloques/franjas, que fueron posteriormente

separados y alterados hasta diferentes grados, debido a su posición respecto a los sistemas de

fallas regionales presentes en la zona, además de la continua colisión y acreción de terrenos en

ese margen. Esto favorece la hipótesis planteada en Montes et al (2019), donde se proponen

dos eventos de colisión de arcos desde el Cretácico tardío hasta el Paleoceno.

En cuanto a la muestra de la peridotita presentada en este trabajo (PC-2018-3), es difícil definir

exactamente qué relación tiene esta al arco volcánico que origina Barroso. Aunque se infiere a

partir de geoquímica y estudios de posición paleogeografía [Bayona et al, 2006; Hincapie-

Gomez et al, 2018] que los arcos alóctonos que dan lugar a estos complejos pertenecían a la

placa caribe, es incierto si estas rocas ultramáficas se obdujeron simultáneamente con la

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34

acreción del arco volcánico, o si fueron producto de eventos diferentes. Dada la condición de

serpentinización de las rocas se dificulta determinar edades y geoquímicas confiables que

resuelvan este dilema. De nuevo sería ideal ejecutar análisis de isotopos relativamente

inmóviles que permitan clarificar esta relación.

6 Conclusiones

- Las características geoquímicas de las rocas obtenidas en campo indican que la

Formación Barroso esta principalmente compuesta de lavas basálticas y andesíticas con

afinidad desde N-MORB hasta arcos de islas toleíticos. Los análisis petrográficos

muestran que algunas de estas tienen texturas diabasicas, indicando unas condiciones

de enfriamiento más lentas o hipo abisales, no concordante con un enfriamiento de lava

basáltica expuesta al fondo marino.

- Las relaciones geoquímicas, espaciales y temporales de estas rocas con otros complejos

maficos y ultramáficos presentes en las cordilleras central y occidental sugieren que la

formación Barroso se originó en un ambiente de arco de islas sobre la placa Caribe,

posiblemente el mismo que dio origen a Quebradagrande, el cual colisiono y se obdujo

en el margen noroccidental de Suramérica en un evento previo o simultaneo a la

colisión del CLIP. Sin embargo, la petrografía de la muestra de Quebradagrande permitió

ver que esa roca tiene cristales de tamaños considerablemente mayores a los de las

rocas volcánicas de la formación Barroso, esto sugiere que el proceso de cristalización

de algunas rocas del complejo Quebradagrande se dio bajo unas características distintas

a las indicadas por las rocas de la formación Barroso.

- La mayoría de complejos de afinidad oceánica que se compararon con Barroso muestran

una similitud significativa en cuanto al tipo de roca y al ambiente tectónico que las

origina, la excepción son las rocas más jóvenes de los terrenos más occidentales

(Gorgona y Serranía de Baudó), lo que sugiere que este margen ha sufrido una serie de

eventos de acreción de terrenos alóctonos, que corresponden a diferentes estructuras

geomorfológicas encontradas sobre una placa oceanica.

- El proceso de colisión y acreción del CLIP al continente suramericano probablemente

sucedió simultáneamente con la acreción de varios otros terrenos oceánicos

relacionados a la placa Caribe, por lo que se necesitan estudios isotópicos de elementos

relativamente inmóviles que permitan una mayor credibilidad de los datos, para lograr

determinar con mayor claridad la relación de los bloques ultramáficos a las unidades

volcánicas marinas de edades comparables (Aptiano-Albiano).

Page 35: Geoquímica y petrografía de rocas de la Formación Barroso

35

- Se debe hacer un trabajo de campo detallado para obtener buenas muestras de las

diferentes formaciones volcánicas y plutónicas que afloran entre el flanco occidental de

la CC y el flanco oriental de la COC. Esto especialmente para definir la relación entre las

rocas de las formaciones Volcánica y Barroso, que parecen ser idénticas, y comparar

estas con las DSJU para validar las diferenciaciones que proponen Rodriguez & Zapata,

2013.

- Aunque las rocas del complejo Arquía son metabasitas con afinidades geoquímicas

similares a las de la Formación Barroso, no es posible definir si los protolitos de estas

rocas corresponden al mismo evento magmático que dio origen a Quebradagrande y/o

Barroso. Aunque espacial y temporalmente puede determinarse una relación con el

complejo Quebradagrande, es posible que los protolitos de Arquía sean basaltos

generados en un evento diferente al del arco volcánico-plutónico, pero en un ambiente

similar de mayor edad, dado que algunos estudios geo cronológicos han determinado ue

el metamorfismo de algunas rocas del complejo se da a mediados del cretácico [Ruiz-

Jiménez et al, 2012].

- Es evidente que la Formación Barroso muestra características de un ambiente de arco

de islas, sin embargo, no se puede determinar con certeza si ese arco es el mismo que

da origen a Arquía, Quebradagrande y Amaime. Una posibilidad es que el arco haya sido

fragmentado por la mecánica de la colisión, donde los segmentos terminan siendo

emplazados en diferentes zonas, por lo que vemos diferencias texturales y

composicionales acorde a la diferencia de ambientes de emplazamiento. Por otra parte

es posible que las unidades representen una serie de eventos colisiónales de diferentes

arcos, con edades y características geoquímicas similares, que fueron arrastrados hacia

el margen gracias al movimiento del CLIP.

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Anexos

Tabla 1. Datos geoquímicos de las muestras tomadas en campo.

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41

Para las tablas 2-4 los datos fueron tomados de [Kerr et al,1997; Villagómez et al,2011;

Rodríguez & Zapata, 2013; Rodríguez & Arango, 2013; Nivia et al, 2006: Hauff et al, 2000; Sinton

et al, 1998; Kerr et al, 1996; Zapata-Villada et al, 2017].

Para la tabla 5 los datos son de Cochrane (2013) y Ruiz-Jiménez et al (2012).

Tabla 2. Datos geoquímicos de óxidos mayores para rocas extrusivas.

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Tabla 3. Datos geoquímicos de elementos traza y tierras raras para rocas extrusivas.

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Tabla 4. Datos geoquímicos de elementos mayores para rocas intrusivas.

Tabla 5. Datos geoquímicos para el complejo Arquía.