fundamentos de la organizacion de un grupo escolar · conveniente que la escuela actúe en la vida,...

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FUNDAMENTOS DE LA ORGANIZACION DE UN GRUPO ESCOLAR l. FAMENTOS FILOSÓFICOS ¿Qué es una Escuela en general? ¿Cuál es su misión? ¿Con qué medio¡ cuenta para realizarla? Otto Willmann verifica un análisis filológico de la palabra e historia d concepto que puede umbrarns mucho l nuestro intento. •La Es- cuela -dice- es el lugar propio del trabajo formativo colectivo• (1) . De- rivada de una palabra griega que no significa trabajo, sino precisen- te to lo contrario, ocio, el noble ocio de los griegos necesario para en- tregarse a placeres espirituales elevados, en oposición al nec ocio, o negocio, de quienes vienen entregadQS a la labor productiva, industriales, comerciantes, labriegos. Se llamaba también schola al circulo formado en derredor de un filósofo, y Otto Wilmann Uega a esta conclusión: La Escuela es una institución para enseñar, pero es también institución edu- cativa cuando los alumnos a ella confiad conviven juntos. A ·esto podemos señalar nosotros cierta exigencia de la Escuela por parte de la sociedad, habida cuenta de las deficiencias inherentes a toda educación recibida en el seno de la familia. En tal sentido, las iñstitu- ciones educativas se nos presentan como _ vestigios de civilización y de cultura. Sólo en pueblos que de algún modo han superado el estado pri- mitivo de los pueblos svaj es son capaces de mantener y cultivar centros formativos que sirvan de puente unitivo entre la madurez y la inmadu- rez. En períodos anteriores el individuo joven se adapta a la sociedad de un modo sistemático y espontáneo. Por eso hemos de reconocer que en el contenido formal del concepto .Escuela se encuentran a su vez estas dos realidades: planificación y sistematización. •Como producto que es de la comunidad humana -dice Aguayo- la Escuela ha si-do siempre un fiel Teflejo, una imagen reduci-da de la vida social» (2) . Pudiéramos decir que con esto no basta. La escuela, po r el contrario, debe ser una parte de Ja vida mima, por cuanto: ) Existencialmente es un medio en el que crecen y desarrollan - res no imperfectos, pues tienen inlherente grado perfectivo que a su edad corresponde, ·pero sí inmaduros. Seres que viv·en en la Escuela durante determinado período de su (1) Otto Willmann: Teorla de la formación humana. Tomo II. Pág. 377. (2) Aa y o, E. : Filosofla y nᵫvas onones la Educación . Pág. 78.

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FUNDAMENTOS DE LA ORGANIZACION DE UN GRUPO

ESCOLAR

l. FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS

¿Qué es una Escuela en general? ¿Cuál es su misión? ¿Con qué medio¡

cuenta para realizarla?

Otto Willmann verifica un análisis filológico de la palabra e historia del concepto que puede aJ.umbrarn-0s mucho len nuestro intento. •La Es­cuela -dice- es el lugar propio del trabajo formativo colectivo• (1) . De­rivada de una palabra griega que no significa trabajo, sino precisaimen­te todo lo contrario, ocio, el noble ocio de los griegos necesario para en­tregarse a placeres espirituales elevados, en oposición al nec ocio, o negocio, de quienes vienen entregadQS a la labor productiva, industriales, comerciantes, labriegos. Se llamaba también schola al circulo formado en derredor de un filósofo, y Otto Wilmann Uega a esta conclusión: La Escuela es una institución para enseñar, p ero es también institución edu­cativa cuando los alumnos a ella confiados conviven juntos.

A ·esto podemos señalar nosotros cierta exigencia de la Escuela por parte de la sociedad, habida cuenta de las deficiencias inherentes a toda educación recibida en el seno de la familia. En tal sentido, las iñstitu­ciones educativas se nos presentan como_ vestigios de civilización y de cultura. Sólo en pueblos que de algún modo han superado el estado pri­mitivo de los pueblos salvaj es son capaces de mantener y cultivar centros formativos que sirvan de puente unitivo entre la madurez y la inmadu­rez. En períodos anteriores el individuo joven se adapta a la sociedad de un modo sistemático y espontáneo. Por eso hemos de reconocer que en el contenido formal del concepto .Escuela se encuentran a su vez estas dos realidades: planificación y sistematización.

•Como producto que es de la comunidad humana -dice Aguayo- laEscuela ha si-do siempre un fiel Teflej o, una imagen reduci-d.a de la vida social» (2) . Pudiéramos decir que con esto no basta. La escuela, por el contrario, debe ser una parte de Ja vida mi::;ma, por cuanto:

oa.) Existencialmente es un medio en el que crecen y se desarrollan se­

res no imperfectos, pues tienen inlherente el grado perfectivo que a su edad corresponde, ·pero sí inmaduros.

Seres que viv·en en la Escuela durante un determinado período de su

( 1 ) Otto Willmann: Teorla de la formación humana. Tomo II. Pág. 377.(2) Agua yo, E. : Filosofla y nuevas orientaciones de la Educación . Pág. 78.

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vida, :Porque la vida misma les exige tal ·permanencia. . .Pensemos en las dos siguientes consideraciones: En ocasiones la misma sociedad precep­túa con sus leyes una enser1anza obligatoria a todos sus súbditos. En otras, ·el paso por la Escuela está indicado y aun exigido para la inmer­sión del educando en el mundo del trabaj o; hay profesiones que recla­man una. cultura sólo impartida bien en la Escuela en general, ·bien en determina.das escuelas en particular.

Pero seres que viven en tal institución dentro de los limites tempora­les fijos, antes y después de los cuales la intervención directa de la. mis­ma no es posible. Y esto que parece una gran limitación, no es sino algo que pone de relieve la importancia de la Escuela. Pues sin tal principio y fin no cabria diferenciar su realidad de la realidad vitail plena. Y es conveniente que la Escuela actúe en la vida, con la vida y como la vida (•La realidad plena, como dice Ortega) , pero al mismo tiempo sin p er­der su carácter especifico y fundamental de Escuela, es decir, institución docente y educativa, que en este sentido puede más que la vida misma, puesto que considerada ésta como factor influyente sobre la personalidad, no siempre podemos estimar su influj o ni como positivo ni como benefi­cioso. De aquí que en todo tiempo haya procurado la Escuela extender su actuación lo más posible en el tiempo, diluyendo su cometido discre­tamente, .a fin de que tal actuación sea proporcionada a la edad y con­dición de los que podemos llamar educandos extra.escolares.

b) Ontológicamente, y según parte de lo ya apuntado, la Escuela esuna institución: 1) Social. 2) Cultural. 3) Etico-religiosa, y 4) Naciond:l,derivándosen consecuentemente de aquí los correspondientes fundamentos.

ll. FUNDAMENTOS SOCIALES

Podemos considerar a la Escuela como una .Sociedad. La Sociología de­tl.ne a toda realidad social como uconJunto de ·hechos resultantes de ac­ciones e interacciones espirituales que los individuos agrupados ej ercen los unos sobre los otros• (3) . Se puede concebir a aa Sociología., empero, según un doble concepto: como conjunto de acciones reciprocas que se cumplen entre los elementos de la vida social y como conjunto de insti­tuciones establecidas por el grupo, sin que el individuo pueda hacer nada por modificar a dicho conjunto.

:ftepresentante de la primera concepción es Simmel, y de la segunda, Durkheim. A poco que reflexionemos podemos hacernos cargo de que según una y otra concepción, la Escuela puede ser considerada como grupo social dentro de la cual se dan todos los caracteres y condiciones de una Sociedad.

a) En primer lugar, la vida de la misma está organizada socialmente:

(3) Poviña, A. : Cursos de Soaologia. Pág. 220.

ORGANIZACION D� UN GRUPO ESCOLAR

una. a.utoridad, la del director, es ejercida sonre a.utorid.ades. d� gra.do

inferior -maestros- y sobre seres totalmente dirigidos, el alumnado. Las normas de conducta por las que unos y otros elementos se rela.­

cionan son de tipo social. IEn la autoridad radica un amor por los súb­ditos y un deseo de procurarles el bien común, pero no un bien común que se cifre en el disfrute colectivo de ;¡os obj.etos valiosos comunes, sino en goce individual de una felicidad que se supone puede ser alcanzada por todos. La justicia y caridad le acompañan, o deben acompañar en su ejercicio, en un ej ercicio que tiene tanto de mando como de dirección.

Atendiendo a los súbditos, las relaciones que a la dirección los unen &e. basan en la obediencia y en el respeto, respeto que, acompañado ael amor, todos los componentes de este grupo social nan de poseer en gn .

do sumo para relacionarse unos con otros. b) ·Por otra parte, la Escuela es un lugar de adaptación a grupos so­

ciales más amplios y complicados. Tal adaptación exige hacer de la Es­cuela un lugar de trabajo, en algún sentido semejante a los centros la­borales existentes en la sociedad, donde se da una instrucción adecua<la, que aumentando progresivamente en importancia, ponga al sujeto t'n condiciones de desenvolverse socialmente.

Ill. FUNDAMENTOS CULTURALES

Tanto la Escuela en general como la Graduada en particular son Ju · gares en los que se transmite la cultura. Pero themos de seflalar :ia o::s­racterfstlca especial que preside las relaciones entre cultura y Escuela. Como primera providencia, la Escuela graduada no crea la cultura; esa no es su misión. En parte hace una labor reelaboradora de la misma y en el sentido que inmediatamente vamos a explicar en otro apartado.

Añora ibien: todo centro docente ha de estar en un contacto intimo con la cultura, es decir, con el cuerpo cultural como algo que se está haci�n­do, que existe en continuo devenir. En esto podemos reconocer, precisa­mente, un nuevo motivo en virtud del cual la graduada es consideri!.d& como parte de la vida ;misma. Si desplegase sus actividades de espalda.s a la cultura seria una institución muerta, o al menos pudiera ser consi­derada en un punto muerto, de 1hermét1CO estatismo.

De lo dicho deducimos que la actividad cultural de la Escuela gradua­da consiste en cierta selección de los contenidos a transmitir respecto a.:

1) La utilidad material que el alumno va a tener. Reconocemos vs­lores superiores a los materiales, y también la ne0esidad de j erarquizar los bienes axiológicos en atención a la cooperación mayor o menor de los mismos en el destino sobrenatural de aa persona humah!t.. Pero no dejamos de recordar que ésta, por sus características especiales de sen­sibilidad, instintos y necesidades, está abocada a resolver en su vivir pro blemas de este tipo. La ·Escuela debe procurar en !a medida en que le

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sea posible disponerla conveni·entemente para que ·salga exitosa de su empef!.o.

Y uno de los medros ·con que cuenta es la adecuación entre el conte­nido 'didáctico de su enseñ.anza y las exigencias culturales de la vida. Es una realidad que nos acerca algo al pragmatismo, precisamente porque en toda doctrina filosófica podemos encont.rar algo de aprovechable, siempre y cuando no nos impregnemos de sus radicalismos extremosos. Y esta po­sición pragmatista es utiliza.ble en tanto .en cuanto la superamos del modo que .en otros puntos señ.alaremos.

2) La mejor o peor disposición del educando respecto a la misma. Esta disposición puede ser de dos tipos: disposición psicológico-subj etiva ade­cuada según la aptitud que el niño tenga por la misma, o según el interés que manifieste. La aptitud, a su vez, puede ser cuantitativa y cualitativa, esto es, disposición para recibir más o menos contenido, o disposición para aprehender unos contenidos culturales con más facilidad que otros.

Se sefiala como factor primordial en el •quantum• la edad; de aqui que la ·Escuela graduada necesita conocer todos estos problemas para situar a sus educando de modo que obtenga ·de rutos los más eficientes resultados, en la aceptación de la cultura tal y conforme previamente ha sido selec­cionada.

3) La contribución mayor o menor que va a prestar a la formación en general. Apoyándonos en la clásica definición de educación como p er­!eccionamiento intencional y armónico de las facultades especiftcam�mte humanas, hemos de subordinar cualquier contenido cultural o actividad docente al más rápido y .eficaz logro de t al perfeccionamiento . .Pero es que a su vez, tal perfeccionamiento tiene un sentido inmediato, por cuanto pre­tendemos sea capaz de gozar de la felicidad para la que ha sido creado. Por .eso en todo contenido didáctico reconocemos un valor psicológico, un valor formal, pudiéramos decir, y un valor ético-religioso.

·La selección que �a graduada debe hacer de la cultura ha de tener en cuenta los dos criterios, esto ·es, tanto el uno como el otro, pues ambos se ayudan y completan mutuamente.

El aspecto psicológico se p one de manifiesto en los planes d·e estudio llamados humanísticos, participantes de la doctrina de la disciplina for­mal. El aspecto ético lo encontramos en la posición de aquellos pedago­gos y educadores que refacionan eI cuerpo doctrinal con la adopción de actitudes incorrectas o equivocadas. Tal es el caso de Platón, censuran­do a los poetas como expositores de una concepción falsa de la vida y aun de la divinidad.

Cuando la escuela ha unido estos dos 1factores, selección y transmi­sión, se ha producido en la historia del pensamiento un fenómeno que, a no ihaber sido por ella, tal vez no se hubiese producido. Nos referi­mos a la conservación de la cultura.

ORGANIZACION DE UN GRUPO ESCOLAR 407

IV. FUNDAMENTOS PSICOLÓGICOS

La gradación de la enseñanza y del contenido didáctico tiene una

base psicológica evidente. La potencialidad deJ educando considerada tanto

cualitativa como cuantitativamente, es muy div.ersa, según las edades.

En parte debido a esa inmadurez ya apuntada, y en parte, también, por

lo que se refiere a la disposición o posibilidad de actuar en sentidos a.e­

terminados. A este r.especto, la moderna .psicología habla con frecuencia

de emergencia, esto es, aparición de determinadas aptitudes a edades

fijas, antes de las cuales resulta infructuoso el ejercicio de las mismas,

y después de las cua_les, inoportuno.

Pensando en esa disposición para aceptar los contenidos didácticos,

nos enfrenta_mos con el problema de los intereses, y .hay toda una ex­

tensa bibliografía destinada a estudiar la evolución de ls mismos, a fin

de amoldar a ellos los programas escolares y el plan todo de enseñanza.

Pudiéramos seña:lar, por tanto, los siguientes factores psicológicos influ­

yentes en la gradación:

a) Las edades del educando o período escolar, y dentro de él, oarac­teristicas diversas . .En el plano de lo educativo nos interesan especial­

mente la mayor o menor capacidad para asimilar el contenido didá:ct1co

Y la distinta facilidad, gusto e interés con que los educandos se dirigen

hacia esos contenidos o •hacia la actividad en general.

Se ha ·distribuido la edad en periodos de muy diversa manera. Es

clásica la propuesta por Claparede (3). Distingue este psicólogo, en primer

lugar, una época de adquisición y experimentación con cuatro etapas:

1) de inter-eses perceptivos; 2) superüiciales; 3) generales, y 4) intereses

especiales y objetivos. A continuación viene una etapa de organización

y evaluación con nota sentimental, de intereses éticos y sociales, inte­

reses especializados y relativos al sexo.

b) Aunque todas las edades se parecen en a;Jgo, los sujetos se dife­

rencian entre sí sensiblemente. Esto hace que la graduada asuma pre­

ocupaciones nuevas, derivadas de este problema. Pues de una parte na de graduar los progromas y actividades con arreglo a la evolución psico­

fisiológica de sus educandos, pero por otra lha de distribuir a los nifios

de· modo que los contenidos cultuxales elabürados con. tal preocupación

sean adecuados a su tipología particular. Y así nos enfrentamos con uno

(4) Claparede, E<!. : Psicología del niño .y 'Pedagogía experimental. Págs. 494-525. • Otto Willmann: Teoría de la formaci6n humana. Dos tomos. C. S. JI. C. Instituto San

José de Calasanz de Pedagogía. • Aguayo, E. : Filosofia y n11evas orientcaiones 1de la Educaci6n. La Habana, 1932. • Poviña, A. : ümos de Sociología. Ediciones Assandri. Córdoba (R. A.) , 1945. • Claparede, Ed. : Psicología del niño y Pedagogía experimental. 8. & edic. Madrid, 1927 . .

i3acklseuscr, E. : Ensayo de tipología edt1cacional. Espasa-Calpe, S. A. Buenos Ai­res, 1 950.

Bodin, P. : L'adaptation de l'enfant au milieu scolaire. París, 1945. Dewey, J. : El niño y el programa escolar. E<!. Losada. Buenos Aires, 19'45.

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de los más fundamentales problemas: el de C:lasificación y selección de escolares, al cual la. moderna peda¡o¡1a atlade la técnica <le la escuela a la medida.

V. FUNDAMENTOS BCONÓMICOI

La. economía hace referencia al rendimiento y productividad de Lll\ esfuerzo o intento, pero tam)Jién a la recta disposición de los medio•

disponibles para lograrlo. Los valores econóµlicos tienen proyeccióp. en un grupo escolar por cuanto:

1) .El material, tanto humano como pedagógico -local, libros, mue­

bles, elementos auxiliares-, cuesta dinero.

2) El tiempo disponible se circunscribe a limites fijos poco variables.

· 3) La sociedad realiza taJ dispendio a fin de obtener del misµ10 de-�erminados resultados.

·

Vamos a analizar este apartado desde los " iguientes puntos de vista:

a) Economía·

del trabaj o o ley del máximo resultado con el mlnimo

esfuerzo y .tiempo. La pérdida de energía resulta. perJudicial en toda

suerte de actividades. En la docencia es fundamental el problema de la

fatiga, hasta ahora solamente considerada como factor influyente en

el trabaj o de los alumnos. Modernas investigaciones hacen referencia

al influjo que la función docente ejerce sobre la persona del maestro,

habiendo comprobado que esta profesión es fatigante en grado sumo.

Si respecto a los alumnos los planes de trabajo prevén 1a posibilidad de la fatiga y tratan de evitarla, en lo que al maestro se refiere, la cues­

tión no varia en nada. Un educador fatigado puede rresultar aburrido.

triste, poco eficaz, y su fatiga depende no tanto del exceso de trabajo

cuanto de la µiala disposición de sus energü¡.s. . Según esto, la recta ad,lllinistración de las mismas ·ha'bria de tener

en cuenta los indices ponométricos de asignaturas, explicaciones, excur­

siones y o tros planes de trapaj o como factores actuantes sobre la perso­

nalidad del alumno y sobre la del maestro. De ello deduciriamos una

exacta distribución de las tareas con arreglo a los tiempos óptimos dmr·

nos, estacionales y evolutivos; es decir, valorando el periodo escolar com­pleto.

b) Deducimos, pues, una economia de las energias personales que noa

lleva. a colocar al maestro en el puesto debido y al alumno debido en la clase o sección tambión debida. No todos los maestros son capaces de enseñar a los mismos tipos de alumnos, debiéndose conocer este hecho

para sacar de él el máYimo partido posible.

c) Economia del material escolar. Las disponibilidades con que !a

graduada cuenta son muy limitadas y de ningún modo pueden conside­

rarse capaces de cubrir las necesidades escolares. De a.qui que el am­

pleo del dinero y el materia.! haya de ser proporcional a la iµlportanci.

OllGANlZACION DE UN GRUPO ESCOLAR

de los fines que se deseen alcanzar. Atenderemos con preferencia a 1011 medios materiales conducentes a fines más elevados. El director de una graduada debe tener en cuenta las siguientes consideraciones:

La escuela puede producir una parte del ;material necesario, bien reali:z.ado por los maestros en colaboración, o bien por los alumno& con el auxilio de los primeros.

La duración del material depende mucho de cómo se haya conservado y también de cómo se baya usado. Conservación esmerada y uso ade­cuado, son dos principios que deben regir en toda actuación económica.

La previsión y el ahorro cail:>en perfectamente en la economia de una

escuela y deben practicarse, a fin de remediar necesidades contingente11 y que en el momento de producirse ¡ean de urgente ¡¡ati•facción.

VI. FUNDAMENTOS ÉTICO-RELIGIOSOll

Considerada la graduada como institución fund:a;mentalmente docente,

y a! mismo tiempo como centro de adaptación a la vida social en general, se deduce •ipso facto• la necesidad de poseer una concepción de la vida, del mundo y del hom):>re. Por una parte, la escuela ha de mirar a. 11. verdad; por otra, al hacer, al obrar. Y en ambos sentidos ha de aceptar algo trascendental y trascendente a sus estrictas posibilidades. Respe::to a la verdad no es su ;misión inves�igarla, ni siquiera hacerla objeto de preocupación crítica. Y respecto al obrar la Escuela no .está en condioio­nes de establecer normas de conducta universales y válidas para todo• los sujetos, y si las da particulares, es decir, a cada alumno concreto, pierde por lo mismo su condición de medio de adaptación social.

Ahora bien; puede confeccionar como un código de normas de actua­ción intraescolar, pero si se atiene a los fines que debe conseguir, ta·l código marchará acorde con lo que la vida ha de exiglr a los niños en un futuro próximo. Y lo que la vida exige .es:

1) Un !hacer ordenado según normas fijas. El orden que preside �¡ universo se transfiere al hacer humano en cuanto !hacer natural de · rea­li:z.ación de la propia vida, y en cuanto esfuerzo sobrenatural de peni­vir en beatitud ;más allá de la muerte.

2) Estas normas son: Cognoscibles, porque si no lo fuesen deJar!an

de ser realizables, y sin la realización de Ias mismas el orden no seria posible. Universales, para todos los ·hoffilbres sLn distinción de clase so­cial, categoria o profesión. El particularismo de las mismas !ria comra el orden y la justicia de Dios. Necesarias, esto es, exigidas por ese orden de que venimos hablando.

3) Se reconoce en las mismas un carácter de apJicabilidad un1vers1a., de fácil realización por todos 1los sujetos.

Podemos preguntarnos si !:.1. Graduada. ha '1e hacer al&·o en eate :en-

·UO M.a C. ANDRES Y ALBE;RTO DEL POZO PARDO

tido, cómo y cuándo. Las respuestas deben de ser contestada.s en el si­guiente orden:

Es posiible la actuación ético-religiosa. y no sólo posible, sino necesa­ria, por, cuanto en este punto se centra el fin supremo que el hom):>re ha de alcanzar, y porque, como ya hemos dicho, la jerarquización que la Escuela realice. iha de seguir el orden que señalen .los fines más altos y duraderos de tia persona.

La localización temporal de tal actuación no .tiene límites. !En contE>s­tación a la pregunta, ¿cuándo Ji.a de emplearse la. Escuela en tal proble­¡na?, debe ser: siempre, en todo momento y en cualquier tipo de tareas. Respecto a los medios con que cuenta, podemos decir que s.on muchos y eficaces:

1) La instrucción. La instrucción religiosa y ética, pues ética .y reli · giosa poseen contenidos culturales cuyo conocimiento es necesario para el recto proceder; y la instrucción general, siendo el fin de ésta tla trans­misión de la verdad que, como sabemos, es una, cabe la !relación de cualquier conocimiento con el religioso. El que las ciencias nos sumi­nistran trata de darnos razón del mundo incluyendo el hombre y sus problemas, y el de la Teología no es en nada distinto. La diferencia. es­triba. en que el primero es utilizado para la. acción del hombre en él, y el segundo nos incita a poner en dicha acción la nota de devoción, ado­ración y amor a Dios, creador y sustentador de ese mismo mundo.

La ciencia nos explica con razones e !hipótesis los fenómenos y la.s limitaciones materiales; y la verdad religiosa nos aclara con la lUz de la revelación tales fenómenos y nos enseña a superar todas la.s limi­taciones.

2) El ejemplo. Tanto la. Religión como la Etica nos plantean proble­mas de conocimiento y problemas de acción, como liemos dicl10. Y qui&­nes no saben hacer -los educandos- sólo pueden 11aoer viendo cómo sus mayores nacen y obran. La enseñanza del ejemplo es tanto más e!iciu -positiva. y negativamente- cuanto más tiernas son las conciencias so­bre las que actúan.

3) La educación de los sentimientos correspondientes y la recta utili z,ación de los motivos adventicios de placer y dolor. iEstos se han de :refe­rir más a los :hábitos éticos, de carácter universal, que a los religiosos. Pues un mínimo de moralidad siempre les va a ser exigido a Jas perso· nas por la sociedad, mínimo del que responderá si llegara el caso ante Tribunales ·Ca.paces de condenarle. Pero en lo religioso no cabe sino ad­mitir una intima relación entre Dios y el hombre, y la Escuela ha de procurar que tal relación no sólo sea cordial, sino diTecta, sin la utili­zación de intermediarios.

¡Cabe gradación en la conducta ético-religiosa del ho.rnD:.>re? La moder­na psicología. íha):lla. con frecuencia de niveles, no sólo culturales y so­cia.les. rSi a. lo religioso :fuese aplicable este criterio, seria legitimo pre­guntarnos por la existencia de tales escalones o grados en el comporta-

ORGANIZACION DE UN GRUPO ESCOLAR 411 miento individual ante los valores que estamos estudiando. En .oonse­cuencia, la graduada más que ninguna otra institución debería. conocer este problema, a fin de acomodar sus clases a los ;mismos.

El problema se complica considerando al. hombre como un compues­to substancial de alma

. y cuerpo en continua evolución, pero siempre ¡,o.

metido al doble influjo de una vida sensitiva y una vida racional. Y pudiéramos decir que la inmadure� fisiológica manifestada en las pri­meras edades supone una ventaj a para el individuo por cuanto su con­ciencia se halla más cerrada a lo externo, más sumida en esa inocencia que hace de la infancia el estado perfecto, el deseado por Cristo a sus discípulos, a sus seguidores.

Respecto a lo religioso, eJ problema es muy semejante. Aunque el in· greso definitivo en la Iglesia de Cristo se v.eritlca en virtul del Sacra­mento del Bautismo, sin embargo, la participación activa en la vida relt­giosa se va haciendo de un modo progresivo, a través de una serie de etapas, destinadas a ir venciendo determinadas ceremonias, que se rene­ren en su ;mayor parte a los diversos Sacramentos que el cristiano ha de recibir. •De hecho la Escuela recoge esta problemática, cuando orienta a sus educandos en ese sentido y destina determinadas clases a alumnos que se preparan para la primera comunión, confirmación, etc.

Ahora bien; la existencia de una Etica y Religión verdadera. de:!inen la actitud de Ja Escuela ante estos problemas. En consecuencia, reunirá las siguientes notas o características:

En Etica, eudomonista, considerando a la verdad revel·ada como na.se de toda norma moral. En Religión, Escuela católica, según rez en toda nuestra Ley de Educación primaria y en los postulados de Pío XI en su

memorable encíclica t(l)ivini illius Magistri•.

M ... c. ANDRÉS y ALBERTO DEL Pozo PARDO

Profesores de la Escuela <IJ61 Magisterio de Cuenea