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Año 63 | # 967 | Octubre/Noviembre 2012 | $ 10,00.- ATENTADO A LA AMIA: 218 MESES SIN JUSTICIA Periodismo judeoargentino con compromiso Fundado en 1948 Aportes de Moshe Rozen, Erick Hamovich, Yoel Schvartz, Ariel Benasayag, Hernán Aisenberg y Guillermo Levy. Escribe Fabián Bossoer Conversaciones con Irán: ¿pragmatismo, idealismo u oportunismo? Pag. 5 Africanos ‘Go Home’. Por Arieh Dayan Pag.15 Entrevista a Raanan Rein: El peronismo y los judíos argentinos Por Darío Brenman Pag. 4 Shoá, memoria y mercado... Hurgando en los dilemas de la representación

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Año 63 | # 967 | Octubre/Noviembre 2012 | $ 10,00.- ATENTADO A LA AMIA: 218 MESES SIN JUSTICIA

Periodismo judeoargentino con compromisoFundado en 1948

Aportes de Moshe Rozen, Erick Hamovich, Yoel Schvartz,Ariel Benasayag, Hernán Aisenberg y Guillermo Levy.

Escribe Fabián Bossoer

Conversaciones con Irán: ¿pragmatismo,idealismo u oportunismo?

Pag. 5

Africanos ‘Go Home’. Por Arieh Dayan Pag.15

Entrevista a Raanan Rein: El peronismo y los judíos argentinos

Por Darío Brenman Pag. 4

Shoá, memoria ymercado... Hurgandoen los dilemas de la representación

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Homenajes2 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

HOMENAJES 2

EDITORIAL 3ARGENTINA 4 | 5COMUNITARIAS 6

ABORDAJES 7 | 14

Staff

Sumario

Director: Gustavo Efron

Mesa de RedacciónAriel Abramovich, Darío Brenman, Darío Sztajnszrajber, Enrique Grinberg, Guillermo Levy, Hernán Aisenberg, Leonardo Naidorf, Mariano Szkolnik, Ricardo Arondskin, Susana Gelber. Colaboradores:En Argentina:Adrián Krupnik, Afro Remenik, Alejandro Droznes, Alejan-dro Kaufman, Ariel Abramovich, Ariel Benasayag, Brian Fuksman, Carlos Segalis, Claudio Martyniuk, Daniel Steinberg, Dany Goldman, Damián Karo, Damian Szvalb, Darío Brenman, Darío Sztajnszrajber, Diana Sperling, Enrique Grinberg, Enrique Herszkowich, Erick Haimovich, Ezequiel Pessaj, Ezequiel Siddig, Fabián Bossoer, Guiller-mo Levy, Guillermo Lipis, Hernán Aisenberg, Horacio Lutzky, Jonathan Wheeler, José Glinsky, Julián Blejmar, Kevin Ary Levin, Laura Anapolsky, Laila Lerner, Langer, Laura Schenquer, Leonardo Naidorf, Liliana Mayer, Manuela Fingueret, Mariano Szkolnik, Mario Roitter, Mirta Goldstein, Natalio Arbiser, Natan Sonis, Naum Kliksberg, Ricardo Aronskind, Ricardo Feierstein, Roberto Bobrow, Roberto Modalvsky, Tamara Rajczyk, Verónica Constanti-no, Victoria Wigodzky, Yosef Ohman.En Israel: Abraham Beigel Bargil, Alberto Mazor, Andrés Lacko, Arieh Dayan, Efraim Zadoff, Ethel Katz de Barylka, Gabriel Bacalor, José Alberto Itzigsohn, Leonardo Cohen, Marc Levy, Marcelo Kisilevski, Moshé Rozen, Shlomo Slutzky, Yerahmiel Barylka, Yoel Schvartz En EE.UU.: Laura Glanc, Sebastián Sclofsky

Editor Responsable:Tzavta (juntos) Asociación Civil -Tte. Gral. J. D. Perón 3638 (C1198AAR), Cdad. de Bs. As.

Comercialización y Suscripciones:[email protected]

Diseño: [email protected]

Registro de la Propiedad Intelectual Nro. 1763Impreso en Argentina / Printed in Argentina. Los editores no se responsabilizan ni necesariamente comparten las opiniones de los artículos firmados.

Redacción y Administración:Tte. Gral. J. D. Perón 3638 (C1198AAR), Cdad. de Bs. As.,Argentina. Tel: [+54 11] 4865-2804 / [email protected] lectores: [email protected]

Fecha de cierre: 1 de noviembre de 2012Fecha de salida: 2 de noviembre de 2012Periodismo judeoargentino con compromiso

ISRAEL 15 | 18

CULTURA 19 | 20

A 17 años del asesinatode Itzjak Rabín

JERUSALEM 1994

TEL AVIV 1982MANIFESTACION 1 DE MAYO

ISRAEL 1975

TEL AVIV 1977MANIFESTACIONDE AVODA

4 noviembre 1995 - 4 noviembre 2012

Algunas imágenes del líder israelí, de diferentes momentos,capturadas por la lente del fotógrafo Yosef Ohman

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Editorial 3 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

EDITORIAL

Estimados lectores:

En este número decidimos desenmarañar un tema difícil, sensible, de esosque requieren sumo cuidado, pero que a la vez se hace necesario afrontar,porque remite a preguntas que aparecen y reaparecen en aquellos que nossentimos entrecruzados por las cuestiones de la Shoá. Muchos de los acerca-mientos a lo sucedido, desde diferentes ámbitos (cine, educación, museolo-gía, historia, arquitectura…) cargan sobre su mochila dilemas recurrentes:¿Cómo representar aquello que permanece en el terreno de lo sagrado?¿Cómo nombrar eso cuyo sentido más profundo parece no poder ser captura-do por las palabras? ¿Cómo dibujar el vacío? ¿Cómo hacer para no encapsularel recuerdo en las tramas del ritual y el estereotipo? ¿Cómo demarcar losborrosos límites entre el homenaje, el ejercicio de la memoria, y el uso yabuso? ¿Acaso la sola traducción de la Shoá a un ámbito cotidiano pueda sertomado como una suerte de ultraje? Pero entonces, si nada de esto se pudie-ra, y si la Shoá no pudiera ser representable ni comparable con nada, ¿cómodimensionar en términos políticos sus anclajes, sus sentidos, sus relacionescon las prácticas concretas de personas tangibles, de carne y hueso? ¿Cómodevelar intereses, buscar explicaciones, y procurar conocer lo cognosciblepara aprender algo de esta experiencia traumática?

Así, pese a todos los riesgos que ello conlleva, la Shoá ha sido representadade múltiples maneras. Pese a la pérdida de algún sentido último (algunaesencia, si algo así existiera), la opción ha sido comunicar. Y en esas repre-sentaciones, algo –o mucho- queda en el camino. Aquí presentamos una seriede notas que no son monolíticas, que no plantean lo mismo, que enfocan lostemas desde diferentes ángulos y disciplinas, y que establecen entre sí pun-tos de encuentro y desencuentro. Animados por algunas de estas preguntas,y otras, estos abordajes sólo procuran atrapar algunas esquirlas del sentidoque podemos reconstituir en nuestros debates sobre la Shoá.

Independientemente de este tema-eje, que tiene carácter atemporal, enfren-tamos un punto crucial de la coyuntura política argentina y judía: la aperturade negociaciones con Irán por el tema Amia. “¿Qué juego está jugando Iráncon la Argentina?¿Cuánto es la Argentina contrincante o contraparte y cuánto

la ficha de otra partida que se está sosteniendo entre Irán, Israel y los EstadosUnidos? ¿Qué otros intereses y actores no estatales se están moviendodetrás?”, son algunas de los interrogantes que despliega el artículo, que con-voca a tener suma cautela en este ajedrez. Además, entrevistamos al histo-riador israelí Raanan Rein sobre las relaciones entre los judíos argentinos y elperonismo – tema de su especialidad-, adentrándonos también en la etapakirchnerista.

A nivel comunitario, ofrecemos una entrevista a Julio Schlosser, candidato apresidente de la DAIA por el Nuevo Modelo Comunitario (NMC), quien destacó–a diferencia de su opositor Claudio Avruj- su origen en el modelo de volunta-riado, y su independencia de los actores de la política nacional.

Desde Israel, ponemos de relieve un tema preocupante: las medidas xenófo-bas y antidemocráticas contra los refugiados africanos que viene aplicando elGobierno, con escasa respuesta actual en la sociedad y los partidos políticos,más allá de la explosión inicial de un debate que poco a poco fue evanecién-dose.

También, mantuvimos un diálogo con el Dr. Lev Grinberg, sociólogo y director delInstituto Humphrey de Investigaciones Sociales de la Universidad Ben-Gurion delNegev, durante su visita a la Argentina -en la que presentó su libro "Política y vio-lencia en Israel/Palestina"-. Agudo y polémico, para desatar el debate.

Luego, reflejamos la visión sobre Medio Oriente de Efraim Davidi, profesor deEconomía e Historia Social de la Universidad de Tel Aviv y militante comunis-ta, que nos permite reflexionar sobre algunas miradas poco elaboradas quecirculan por aquí sobre aquella región.

Esto, y más, siempre un poco más. Procurando disparar puntas para desentra-ñar algunos emergentes de las sociedades en que nos toca vivir.

¡Que lo disfruten! Hasta el próximo número.

Gustavo Efron

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Argentina4 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

Por Darío Brenman *

Raanan: ¿Qué te motivó a trabajar el peronismo y sudimensión judía? En los últimos veinticinco años investigue distintosaspectos del primer peronismo, desde lo social y cul-tural. Y en algún momento me quedó bien en claro laausencia de la dimensión étnica en los estudios acer-ca de este movimiento, porque para mí en esta etapano solamente se logró incorporar en el proceso políti-co a los diferentes grupos sociales que estaban en losmárgenes de la sociedad, sino también a varios gru-pos étnicos que hasta los años 40 no se considerabancomo parte integral de la Nación Argentina, sobretodo me refiero a los argentinos árabes y a los argen-tinos judíos.

Leyendo algunos de tus trabajos me doy cuenta quedesmitificas muchas cuestiones de las relacionesentre Perón y los judíos. Los trabajos sobre los judíos y el peronismo intentardesafiar algunos mitos que son muy comunes: prime-ro, se suele decir que los judíos estaban en contra delperonismo. Para mí eso es falso. Y eso tiene que vercon el hecho de que prácticamente toda la historiogra-fía sobre las experiencias judías en este país, estuvodedicada a la colectividad organizada, mientras que lamayoría de los judíos en Argentina, nunca se han afi-liado a las instituciones comunitarias; entonces si unoestudia nada más que a la DAIA, o la AMIA, los movi-mientos juveniles; o Hebraica, Macabi, Hacoaj, tieneuna visión, pero si se aleja un poco de la colectividadorganizada y pone la mirada en los judíos no afiliadosa las instituciones comunitarias uno puede encontrar-se con otra realidad.

¿Cuál realidad?El peronismo dividió a la sociedad argentina, como lohizo también con los argentinos judíos; muchos esta-ban en contra del peronismo, como muchos otros afavor. Y te voy a dar algunos ejemplos: si uno mira elmovimiento obrero y su apoyo inicial al peronismo,nos encontramos que dos de los sindicatos másimportantes de aquel momento, la Unión Ferroviaria yla Confederación de Empleados de Comercio, teníanalgunas personas judías en posiciones claves: porejemplo el Secretario General de la Unión Ferroviaria,Rafael Kogan, argentino de origen judío, puso todo supeso para que este gremio apoyara a Perón. ÁngelBorlenghi líder de la Federación de Empleados deComercio, estaba casado con una judía y su cuñadotenía un papel importante en el sindicato. Los dos con-vencieron a la dirigencia de este gremio para queapoye a Perón. Te voy a dar un ejemplo más: una vezque el peronismo decidió expropiar el diario La Prensay pasarlo a manos de la CGT, te hablo de principios delos años 50, se pone en el suplemento cultural del dia-rio un equipo de profesionales donde había variosintelectuales de origen judío ,como por ejemplo LeónBenarós.

-A tu criterio este prejuicio de algunos sectores de lacomunidad judía hacia el peronismo ¿tenía que vercon la asociación de Perón y los nazis o con unacuestión de prejuicio hacia quienes Perón represen-taba socialmente en ese momento?—Este tema de Perón y de los nazis no tenía un pesoimportante antes del secuestro del criminal de guerranazi Adolf Eichmann, en los años 60. Es decir, cuandoel establishment judío decidió oponerse al peronismo,

a mediados de los 40, la gente no era consciente de laentrada de criminales de guerra nazis en este país.Para mí esta hostilidad hacia el peronismo tenía quever con el apoyo inicial de grupos nacionalistas comola Alianza Libertadora Nacionalista, el apoyo que reci-bió el peronismo de la cúpula de la Iglesia Católica, elhecho de que se trataba de un militar y luego, tam-bién, el tema de clase social. Una parte importante de la clase media porteña sepronunciaba en contra del peronismo; y como muchosjudíos pertenecían a este sector social, ellos tampocole dieron al peronismo su apoyo político, pero debodecir que tampoco todos los judíos de los ‘40 pertene-cían a la clase media, muchos pertenecían a la clasemedia-baja o a las clases populares, y como la mayo-ría de la gente de las clases populares, sí apoyaban aPerón.

—Argentina tuvo distintos gobiernos peronistas enla historia y uno que estamos transitando en estemomento. ¿Podrías hacer un balance de la relaciónde los judíos con el peronismo durante esas etapasy como fue variando? —Primero, Perón y el peronismo no son exactamentelo mismo. Es decir, una cosa es la posición del presi-dente Juan Perón a lo largo de sus tres presidencias, yotra cosa son las distintas corrientes, dentro de estemovimiento tan heterogéneo que es y ha sido el pero-nismo. Si hablamos de Perón, está bien claro que,como presidente, nunca adoptó una posición antise-mita y tampoco adoptó una posición hostil hacia elEstado judío, y esto por varios motivos, entre ellosporque Perón asignó una importancia e influencia exa-geradas de los judíos en Norteamérica. Además, elperonismo, en la segunda mitad de los años 40 mirócon simpatía a los judíos y su lucha, en contra delmandato británico para conseguir su independencia. Las relaciones con Israel fueron excelentes a lo largodel periodo 1949-1967, aún sabiendo que la Argentinase abstuvo en la votación en la ONU acerca de la parti-ción de Palestina y el establecimiento del Estado deIsrael. Por otro lado fue el primer país latinoamerica-no en abrir su embajada en este país, enviando aPablo Manguel, como el primer embajador argentino.. Ahora, después de caer Perón, el movimiento pasa pordistintas transformaciones. Hay una corriente queempieza a mirar con cierta admiración a los movimien-tos de liberación nacional en Asia y África. Cuandovuelve Perón al poder en el 73, él sigue manteniendolas mismas posiciones de antes con respecto a losjudíos y al Estado de Israel, pero el movimiento pero-nista y el gobierno peronista de los 70 son diferentesde los años 50, ya hay una corriente que es muy proárabe que mantiene una oposición muy crítica hacia

Israel, hacia la ocupación de Cisjordania y Gaza y queintenta cultivar relaciones con líderes como Kadafien Libia. Durante las presidencias de Menem, el gobierno cul-

tivó excelentes relaciones por un lado, con la comuni-dad judía organizada, y por otro, con el Estado deIsrael. Menem también promovió las relaciones de laArgentina con los países árabes; no logró jugar unpapel de importancia en el proceso de paz de MedioOriente, sin embargo, sí provocó cierta suspicacia osospecha por parte del Estado de Israel hacia su polí-tica internacional, pero en general, como él apoyó ala política estadounidense en el tema internacional,sus relaciones con Israel seguían siendo excelentes. Otra historia son los gobiernos kirchneristas de losúltimos diez años, más o menos: estos gobiernos sonmuy sensibles a los temas de Derechos Humanos;nunca van a adoptar una medida antisemita; sí, adiferencia de Menem, hicieron esfuerzos para investi-gar los atentados de los años 90. Sin embargo, supolítica hacia el Estado de Israel es algo distinta, paramantener la imagen progresista de su política exte-rior, necesitan mantener una posición algo críticahacia el Estado de Israel y sus políticas; sus relacio-nes con algunos movimientos populistas en AméricaLatina, como el caso de Venezuela, tampoco ayudan aacercarlos a Israel y sus relaciones conflictivas conEE.UU. igual provocan cierta incomodidad tambiénentre los líderes israelíes, así que las relaciones sonbuenas, pero existe cierta desconfianza que no carac-terizó las relaciones bilaterales en décadas anterio-res.

— ¿Cómo evalúas el hecho de utilizar un tercer paíspara poder juzgar a los sujetos implicados en elatentado a la AMIA?—Hay que distinguir entre dos planos: uno es el delas relaciones bilaterales Argentina-Irán, y el otro esel contexto internacional. Mientras que yo sí puedover alguna lógica detrás de este último gesto haciaIrán, en el plano de las relaciones bilaterales, me esdifícil entender el timming de esta decisión argentina,pensando en el contexto internacional porque, preci-samente, en un momento en que los países deOccidente ponen presión sobre Irán, este gesto estámal entendido por muchos en EE.UU., Europa e Israel,y da la sensación de que la Argentina, en los últimosaños, maneja su política exterior como si hubieradejado cualquier pretensión de jugar un papel deimportancia en la escena internacional, es decir, estápensando más en las relaciones bilaterales con unpaís u otro, en los beneficios que una medida u otrapuede conllevar para la Argentina, sin tener en cuen-ta también los procesos, los sucesos en la escenainternacional.

* Periodista

Entrevista a Raanan Rein, Historiador de la Universidad de Tel Aviv

Los judíos argentinosy el peronismo

Raanan Rein se doctoró en Historia en la Universidad de Tel Aviv. Desde los años 80 y a partir de su propia tesis doc-toral comenzó a investigar primero las relaciones entre la España de Franco y el peronismo para luego enfocarse en larelación entre este movimiento y los judíos argentinos. Hace algunas semanas estuvo en la Argentina presentando sunuevo libro -“Los Bohemios de Villa Crespo. Judíos y fútbol en la Argentina”(Sudamericana)- y fue en ese contexto que

Nueva Sión lo entrevistó sobre cómo fue variando la posición de los judíos argentinos respecto a los diferentesgobiernos peronistas.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Argentina 5 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

Conversaciones con Irán: ¿pragmatismo, idealismo u oportunismo?

Si bien es cierto que los Estados se mueven como jugadores unitarios en el plano de las relaciones inter-estatales,también lo es que cada una de esas movidas se inscribe en un tablero mayor o subyacente en el que quienes juegan

son las potencias mayores y otros poderes trans-nacionales y sub-nacionales. Lo que significa que la Argentina, comonación periférica de nivel intermedio juega y “es jugada” al mismo tiempo por otros actores que están disputando sus

propios juegos. Si nuestro país abre una puerta al diálogo, debe hacerlo con suma cautela.

Por Fabián Bosoer *

Hay dos tentaciones que deberían evitarse a la hora deanalizar las conversaciones que el gobierno argentinoha aceptado iniciar con su par iraní en Ginebra paraabordar la causa AMIA. Empezando por reconocer quelas actuaciones judiciales nacionales e internacionalestendientes al esclarecimiento del atentado contienenel irrenunciable reclamo de verdad y justicia que elEstado argentino tiene como mandato de cara a lasociedad y a la historia.La primera tentación que debería evitarse es la demo-nización de Irán, que conduce a la inevitable toma deposición respecto de las implicancias de negociar conla representación del mal sobre la Tierra. La segunda,que puede derivar o no de la anterior, es la propensióna separar drásticamente principismo y pragmatismo,políticas exteriores basadas en valores e ideales uni-versales o en intereses económicos y ventajas comer-ciales particulares. Son dos desvíos típicos que suelenllevar a conclusiones tajantes y encerronas sin salida.Ambos caminos nos inducen a tomar posiciones auto-sugeridas, ya sea condenatorias o justificatorias, antesde terminar de entender qué es lo que efectivamentese está jugando con estas sigilosas movidas de aje-drez diplomáticas que se producen en distintos table-ros simultáneos.Esto nos remite a un clásico principio de las relacionesinternacionales: si bien es cierto que los Estados semueven como jugadores unitarios en el plano de lasrelaciones inter-estatales, también lo es que cada unade esas movidas se inscribe en un tablero mayor o sub-yacente en el que quienes juegan son las potenciasmayores y otros poderes trans-nacionales y sub-nacio-nales. Lo que significa que la Argentina, como paísperiférico de nivel intermedio juega y “es jugada” almismo tiempo por otros actores que están disputandosus propios juegos. Lo que significa, también, que estan importante ver bien lo que tenemos delante denuestros ojos como lo que ocurre a nuestras espaldas.Kissinger nos enseña sobre esto tanto como Borges:escribimos una historia que al mismo tiempo está sien-do escrita por otros.¿Qué juego está jugando Irán con la Argentina?¿Cuánto es la Argentina contrincante o contraparte ycuánto la ficha de otra partida que se está sosteniendoentre Irán, Israel y los Estados Unidos? ¿Qué otrosintereses y actores no estatales se están moviendodetrás? Esta clase de preguntas no es nueva para lahistoria de las relaciones exteriores argentinas y ellugar que le tocó tener a nuestro país desde los tiem-pos de la Argentina agroexportadora del siglo XIXhasta los tiempos actuales. El propio contexto de losatentados sufridos por nuestro país en los ’90 remiteen forma directa a ese registro: fuimos siempre actoressecundarios de juegos entre actores principales, ycuando quisimos desmarcarnos de ese aparente desti-no ineluctable –desde la neutralidad en la Segunda

Guerra hasta Malvinas- terminamos siendo “moneda decambio”, “caso testigo” de castigo ejemplificador oescenario de las disputas que se desarrollaban en unámbito y alcance mayores. La fotoAlgunos datos llamativos: el 27 de septiembre, apenasse produjo el anuncio presidencial de la apertura de con-versaciones argentino-iraníes en la última AsambleaGeneral de la ONU, el canciller Héctor Timerman se reu-nió en Nueva York con su par israelí Avigdor Lieberman,principal referente de la intransigencia extrema frente aIrán, foto que fue generosamente difundida con el obje-to de legitimar la decisión frente a las críticas y reaccio-nes en la comunidad judía nacional. No le pareció eneste momento al gobierno israelí inconveniente brindarsemejante aval a la jugada del gobierno argentino sibien existieron pronunciamientos críticos de la embaja-da en Buenos Aires. Timerman señaló que en esa reu-nión su par Lieberman y los demás miembros de su dele-gación "manifestaron no estar al tanto” de dichas críti-cas y destacaron la oportunidad para repasar la intensarelación tanto política como económica además de loshistóricos lazos de amistad que unen a ambos países”.¿Por qué le brindó el ala más dura del gobierno israelíesta mano al canciller argentino, precisamente en esemomento?¿Cuánto se inscriben y de qué modo estos gestos de Iránhacia la Argentina en el marco de los canales alternati-vos que se esbozaron entre Washington y Teherán paratratar el programa nuclear iraní? ¿Cuánto alientan lossectores más intransigentes esta suerte de pequeña vál-vula de escape mientras miden fuerzas en otros frentesen los que continúan sus estrategias ofensivas? ¿Cuántoinfluyen en este giro las expectativas puestas sobre el

incremento de los intercambios comerciales y negociosen la relación bilateral argentino-iraní?Ante estos interrogantes, lo que parece claro es que sila Argentina abre una puerta al diálogo, debe hacerlocon suma cautela y sin exceso de pragmatismo seudorealista o principismo seudo idealista. Siguiendo a JuanGabriel Tokatlian, “entre los extremos de un realismodeformado y un idealismo militante es posible vislum-brar un espacio para una juiciosa política exterior”. Losantecedentes de estrategias que pretenden extraer ven-tajas de las relaciones triangulares, en las que le toca anuestro país ser el escenario en el que se dirimen otrascuestiones globales o regionales, no juegan a favornuestro. La aplicación abusiva del llamado “realismoperiférico” puede tener indeseables derivaciones; algu-nas de ellas tuvieron ya costos y dolores irreparables.Por eso, parece sensata la recomendación de la emba-jadora israelí Dorit Shavit: “no ser ingenuos”. Y agrega-mos: “ni pecar de originales”.

* Periodista y politólogo. Editorialista del diario Clarín.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Comunitarias6 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

“Nos apoya prácticamente un90% de las fuerzas comunitarias”

En su estudio jurídico pulcro y sin estridencias, Julio Schlosser recibe a Nueva Sión en plena actividad laboral, rodea-do de papeles y libros de Derecho. A poco de comenzar la entrevista, el principal dirigente del Nuevo Modelo

Comunitario (NMC) explicita los factores que a su criterio lo diferencian del candidato opositor. Diferencias que sepodrían sintetizar en dos planos: su origen en el modelo comunitario de voluntariado, al que reivindica con pasión, y

su independencia respecto a todos los actores de la política nacional argentina.

Entrevista con Julio Schlosser, candidato a presidente de la DAIA

Por Ariel Abramovich *

— ¿Cuáles son los aciertos y desaciertosque a su criterio tuvo la actual conducciónde la DAIA?— Yo fui vicepresidente de DAIA en la prime-ra y en la segunda gestión de Aldo Donzis,pero esta segunda presidencia no empezó dela forma que uno hubiera deseado. Al pocotiempo de comenzar, por desencuentros conel Presidente, tuvimos la renuncia de toda laTesorería; y eso no es un hecho menor. Estetipo de situaciones desgastó la gestión, másallá de aciertos o desaciertos en decisionespolíticas que, como miembro de estaComisión Directiva que hoy está en ejercicio,no voy a nombrar, porque una vez que se hantomado las decisiones, creo que todos debe-mos apoyarlas.Mi idea es que cuando hay una reunión deComisión Directiva, debatamos qué es lo quevamos a hacer el mes que viene. De esamanera, quienes vienen lo hacen porquesaben que están participando. Si en las reuniones deComisión Directiva solamente contás a los miembroslo que hiciste la semana pasada, vas por un mal cami-no. Cada vez hay menos gente que va a las reuniones,porque nos limitamos a contarles lo que se hizo lasemana anterior. Y es lo único que voy a decir de estaDAIA. A días de terminar una gestión, no es ético quedevele lo que en el argot futbolístico se llaman “lossecretos del vestuario”.

— ¿Qué cambios propone su lista en relación alaccionar institucional de la DAIA?— En Nuevo Modelo Comunitario no tenemos filiaciónpolítica con ninguna fuerza política nacional. Venimosdel modelo tradicional comunitario de voluntariado.Nunca ocupamos cargos rentados en ninguna institu-ción y, aparte, siempre fuimos directivos. Por eso esta-mos acostumbrados a tomar decisiones, y tenemoscapacidad para dar las instrucciones y marcar elrumbo político.

— ¿Quiénes respaldan su candidatura?— Prácticamente un 90% de las fuerzas comunitarias.Es mucho más fácil para mí decir quiénes no me apo-yan: la Fundación Judaica, que encabeza el rabinoBergman, y es la que postula a Claudio Avruj.También, se supone, porque no lo ha dicho pública-mente, el Bloque Unido Religioso, que todavía no salióa decir a quién apoya. No obstante, recuerdo las pala-bras del rabino Levin, cuando dijo: “El Dr. Schlosser esel candidato con más garantía de imparcialidad; porsu trayectoria y por llevarse bien con todos”. Esperoque, como yo no cambié en estos últimos tres meses,él tampoco cambie…

—Pero en el ínterin se anunció la postulación deAvruj…—Claro, pero insisto, si para el rabino Levin yo paraera el candidato más apropiado, el que se lleva biencon todos y el que tiene una conducta imparcial, al nohaber hecho nada para cambiar… Ahora, ¿hay otrocandidato mejor? Puede ser. Pero yo vengo de otromodelo: del modelo del voluntariado, del modelo queno tiene compromiso político. Tal vez mi currículum no

sea lo frondoso que es el de otros, pero, gracias aDios, no tengo prontuario.Fundación Judaica, el Bloque Unido Religioso y Avodámerecen el mismo respeto y consideración, yo nohago diferencias entre judíos con kipá y judíos sinkipá. Pero da la sensación de que no tienen en vistatanto la elección en la DAIA. Por un lado, es como quequieren llevar a la institución una lucha entre factorespolíticos de índole nacional; y por otro lado, parecie-ra como si esto fuera la primaria de la elección de laAMIA. Nos tenemos que oponer a todo eso: esta es laelección de la representación política de la comuni-dad judía, y no es chiste.

— Además de no tener compromisos políticos y elorigen en el modelo del voluntariado del NMC, ¿quéotro factores los diferencian de la lista de Avruj?— Tenemos una voluntad inclusiva. Y eso sí que no loha manifestado la otra lista. Hasta el día anterior alcierre de la presentación de las candidaturas, invita-mos a todas las fuerzas políticas comunitarias, y par-ticipan de nuestro equipo todos aquellos que se acer-caron; los que no están es porque no se acercaron yhan mostrado desinterés por formar un equipo repre-sentativo de la comunidad. En el NCM están repre-sentados todos los sectores. Waldo Wolff es presi-dente de FACCMA; Ricardo Furman es presidente deHacoaj; Jorge Knoblovits también es de Hacoaj, DavidDrukier es presidente de la FEDECC; Santiago Kaplunes secretario de Macabi; Mario Comisarenco viene delLikud. También tenemos miembros de Meretz y dePlural Jai.

— ¿Qué opina de las negociaciones que entablóArgentina con Irán por la causa del atentado a laAMIA?Somos muy escépticos. Un país que niega elHolocausto, que propende a la destrucción del Estadode Israel, y que durante 18 años se negó sistemática-mente a entregar a aquellos que la Justicia argentinareclama, que fueron reconocidos por Interpol comosospechosos de haber participado del atentado terro-rista más grande que sufriera nuestro país, y a uno deellos, inclusive, lo nombra ministro de Defensa, nonos da la menos confianza. Pero no queremos ser los

que cerremos ninguna puerta, aunque cree-mos que en última instancia esto es inútil.Después de 18 años, si vamos a perder tresmeses más para demostrarle al mundo quenos tomaron el pelo, bueno, habrá que hacer-lo.La causa AMIA es, para nosotros, una cues-tión de Estado. Yo tengo un compromiso muyespecial con el tema. Tengo una relación muyfluida con el fiscal Nisman, a quien voy a verasiduamente desde hace seis años; y, ade-más, actualmente soy el abogado de la AMIAen la causa del Atentado.

— ¿Cómo analiza el derrotero que tuvo lacausa AMIA durante la gestión de losKirchner?— En términos generales es positivo, porquede no tener nada a tener alertas rojas recono-cidas por Interpol y tener una fiscalía queestá trabajando constantemente, es un avan-ce importante. Ahora, ¿cuándo va a alcanzar?Cuando los culpables estén presos; hasta que

llegue ese momento, no alcanza.De la misma manera, es un avance muy importante lasituación de la Argentina ante la ITF del Holocausto.De haber participado en reuniones donde Argentinano pagaba la cuota anual, a tener una delegación quetiene involucrados a tres ministerios: de Educación,de Justicia y Cancillería, con una presidencia rotativade los ministerios, es algo inusual.

— ¿Qué opina en relación a la comparación quehizo Marcos Aguinis de los movimientos kirchne-ristas con las Juventudes Nazis? En la DAIA esteepisodio generó un fuerte debate interno…— Con la trayectoria de Marcos Aguinis, no nos cabeformular ningún comentario por una declaracióndesafortunada, que cualquiera puede tener. Lacomunidad judía sabe quién es Marcos Aguinis, sabeque representa una de las voces más claras de lacolectividad, de modo que es un episodio que estásuperado…

— Otro tema que despertó mucha polémica fue elacto por el 18º aniversario del atentado a la AMIA.¿Cuál es el análisis que le merece el impedimentoque tuvieron los familiares de las víctimas paraparticipar del mismo?Tal vez no se manejó bien el tema; tal vez hubo unainfluencia política; y, tal vez, no se supo explicitarpúblicamente lo que había pasado y por qué no esta-ban los familiares. Nosotros vamos a propender aque la DAIA esté presente en el acto del 18 de Julio,como estuvo en alguna oportunidad; porque en elatentado murió gente que trabajaba en la DAIA.Queremos que el reclamo de Justicia lo haga toda lacomunidad. Porque si grita media comunidad, no essuficiente: estos son los muertos de Pasteur 633;judíos y no judíos, de AMIA y de DAIA. La AMIA y laDAIA tienen incumbencias absolutamente diferentesy también algunas, entre las cuales está la causa delAtentado, que son comunes; a las cuales ni la AMIAni la DAIA nunca van a renunciar.

* Periodista. Editor de la versión digital de Nueva Sión(www.nuevasion.com.ar).

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes 7 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

La memoria como resistencia y rebelión “Memoria no es sólo un recuerdo de historias lejanas.

Memoria es la capacidad que tenemos los seres humanos para convivir con aquello que, implacablemente, tiende a olvidarse"

Daniel Rodriguez, esposo de Silvana Alguea,perecida en el atentado contra la Amia, 1994.

El relato de los sobrevivientes y el límite de lo inaprehensible

Por Moshé Rozén *

El tema de la memoria de los sobrevivientes, comotodo lo vinculado con la guerra y la destrucción, tienetal complejidad y magnitud que resulta difícil intentarun abordaje abarcativo. Trataremos de acercarnos sinpretender agotar una problemática que no resisteesquemas de reducción.Abba Kovner y Haika Grossman, combatientes en lainsurrección judía contra la opresión nazifascista, asu-mieron –en Israel- el desafiante proyecto de historiarel Holocausto y perpetuar el genocidio perpetrado porlas huestes hitlerianas contra millones de víctimas ycontra la civilización judía.Tuve oportunidad de conversar con ambos dirigentes:me encontré con Abba Kovner en Tel Aviv, en 1977,cuando él planificaba el Museo de la Diáspora.Acompañé a Haika durante su gira de conferencias enArgentina en el año 1985; la visión de Grossman yKovner, fuertemente identificada con su experienciade rebelión y con la idea sionista revolucionaria quelos movilizó, difiere del testimonio de las víctimas quevivieron la Shoá como mujeres y hombres, jóvenes yniños, que no accedieron a la posibilidad de sublevar-se, como es el caso de la mayoría de los judíos, ciuda-danos de Polonia y otros países europeos atrapadospor la tenaza alemana.Tomaremos como eje el testimonio de una sobrevien-te, Hadassa Roizen.Hadassa nació en 1931 en Ciechanowiec, zona deBialystok, Polonia. Poco antes del estallido de laSegunda Guerra Mundial su familia se mudó a unapequeña ciudad que ahora se conoce como Pabrade,cerca de Vilna, Lituania.El 22 de junio de 1941, Alemania nazi bombardea laregión; al día siguiente sus efectivos invaden y –con laestrecha colaboración de lituanos fascistas- comien-zan a perseguir a la población judía.Hadassa y su familia son deportados a Poligon, en lasproximidades de Pabrade. Los judíos perciben la gra-vedad del peligro. Nejama y Mordejai Moshé, padresde Hadassa, encuentran refugio para la familia en elaltillo de una sinagoga. El pequeño y oscuro espacio escompartido con otros judíos, entre ellos, un niño deapenas un año de edad. La criatura llora y el refugio esdescubierto por los gendarmes, que obligan a todos acavar un pozo en un acampado que destinaron previa-mente y allí los fusilan. Convencidos de haber ultimado a todos – a niños ymayores- los asesinos abandonan el lugar. Hadassasobrevive a la masacre. Descalza y ensagrentada,trepa entre los cadáveres y corre deseperadamentesin saber adónde. Es de noche y Hadassa atraviesa unbosque. Tras muchas horas, casi vencida por el miedo,el hambre y el cansancio, Hadassa divisa un farol: seacerca, es una casa de campesinos. Hadassa se animaa golpear la puerta para pedir ayuda, pese al riesgo deser devuelta a la policía de ocupación. Los dueños dela casa observan aterrorizados a la niña ensagrentaday comprenden inmediatamente la situación.Temerosos de una represalia, no le permiten ingresara la vivienda pero le entregan una pañoleta contenien-do algunos trozos de pan.Tras varios días de búsqueda, desperanzada ya,Hadassa encuentra refugio en un convento: allí se abreotro capítulo, no menos dramático, de su relato.Cuando el Ejército Rojo recupera el control, Hadassapuede volver a ser libre. Pero no tiene a quién volver nisabe el significado de esa libertad. La Brigada Judía dePalestina logra llegar a Hadassa que –finalmente- seincorpora a los refugiados que arriban -a bordo dellegendario barco de inmigrantes Exodus- al puerto deHaifa recién en vísperas de la independencia de Israel.

La narración de lo indecibleEl testimonio de Hadassa –que transcribo muy resumi-damente- traza un recorrido familiar, desde su infanciahasta el momento de su fracturación, cuando ella y susseres queridos son perseguidos por la ocupación ale-mana y sus colaboradores locales, que –muy proba-blemente- eran los vecinos de su barrio.Hadassa nos cuenta, contransparente sencillez,algo que es, a mi juicio,inenarrable, inconcebibledesde lo cotidiano y racio-nal: el niño cuyo llantodelata el lugar de refugio,el descenso al pozo infer-nal, la fuga nocturna, lasmonjas que le otorgantecho, el viaje en elExodus, que también tieneribetes de pesadilla pues -a la nave de sobrevivien-tes- el colonialismo britá-nico impidió ingresar alpuerto de Haifa.Pero al admitir la dificultaden asimilar la intensidadtrágica de los acontecimien-tos, podemos entender elsentido del Jurbán: asídenominaron las víctimasde la persecución nazi a losucedido en el transcursode aquellos años.Jurbán –jurbn en idish- esun término hebreo que sig-nifica destrucción. El Jurbánhace referencia a la civiliza-ción judía en Europa, demo-lida por la maquinaria béli-ca nazifascista, núcleo tes-timonial en el legado deHaika Grossman y AbbaKovner.Hadassa Roizen nos hablade la dimensión individual:su testimonio nos trae elhorror del microcosmos.El 4 de octubre de 1943,Himmler definió la masa-cre del judaísmo europeocomo "gloriosa página noescrita" porque los genoci-das pretendían matar a losjudíos pero –a su vez- borrar

El escritor Primo Levi, sobreviviente deAuschwitz, consideró al testimonio de

los sobrevivientes como la fuente básicapara tratar de reconstruir lo acontecido.Levi reconoció que la capacidad de las

víctimas de restituir el pasado eslimitada. El tiempo

transcurrido, la autocensura y la naturalsubjetividad del transmisor inciden enla fidelidad documental del testimonio.Pero las limitaciones testimoniales notraban la visualización de los actores

todo vestigio del crímen.Frente a la eliminación de la memoria decretada por elverdugo, se alza el relato de la víctima como arma. Elescritor Primo Levi, sobreviviente de Auschwitz, consi-deró al testimonio de los sobrevivientes como la fuen-te básica para tratar de reconstruir lo acontecido. Levireconoció que la capacidad de las víctimas de resti-tuir el pasado es limitada. El tiempo transcurrido, laautocensura y la natural subjetividad del transmi-sor inciden en la fidelidad documental del testimo-nio.Pero las limitaciones testimoniales no traban la visua-lización de los actores: Hadassa y los millones de judí-os, víctimas del genocidio; los alemanes y sus secua-ces polacos y lituanos, perpetradores del crímen; losvecinos silenciosos que observan con temor o/y sim-patía, etc.El testimonio de Hadassah Roizen es –obviamente-una parcial captura de una realidad tal vez inabarca-ble en palabras, pero incorpora un mandato ético ine-ludible: en hebreo se conoce como zejór (el imperati-vo de recordar), luchar contra el olvido, combatir lanegación del pasado, recuperar lo que el poeta-sobre-viviente Paul Celan llamó "la palabra silenciada".

* Desde Nir Itzjak, Israel

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes8 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

POR ERICK HAIMOVICH *

Nacemos circuncidados con el bisturí de la memoria.Un ritual que, en términos metafóricos, es universal yno estrictamente judío: las memorias nos atraviesannuestro cuerpo desde el momento en que somos colo-cados en el mundo: apellidos, calles, monumentos,edificios históricos, vivimos un presente con nombrede pasado. ¿Realmente estamos condenados al dictum de lamemoria? ¿El olvido es una parte constitutiva de lamemoria? ¿Recordamos lo que queremos recordar olo que nos quieren hacer recordar? Somos partícipesde una lucha de memorias. Desde ya que no es unalucha democrática, puesto que la memoria hegemóni-ca se instala en monumentos de acero y están ancla-das en mente y tierra. Pero la memoria, sobre todo apartir del siglo XX, es entramado de representacio-nes, que se corresponde con el conflicto entre para-digmas que tienen distintos sustentos políticos e ide-ológicos. El caso más representativo que encontré en estas últi-mas semanas en Argentina, para no viajar todavía aEuropa, es el intento de un grupo de militantes detirar abajo el monumento a Roca, ubicado en el centro

Acerca de la sacralización del recuerdo de la Shoá y el encorsetamiento de la memoria

Nada es sagradoLa narrativa oficial de la comunidad judía argentina nos presenta a la Shoá como la máxima expresión de lo

intocable: las voces de algunos son sacralizadas y son indiscutibles, la Shoá está monopolizada como concepto y,similar al recuerdo judío del Éxodo de Egipto, se repiten fechas y prácticas de recordación en espacios funerarios,

trajeados y sensacionalistas.

de Bariloche. Ataron unos cablesa la cabeza del monumento eintentaron, fallidamente, derri-barlo. Este hecho es paradigmá-tico: no solo hay una lucha denarrativas, también (y relaciona-do a la confrontación historio-gráfica) hay una lucha entre dis-tintas formas de representar elpasado. ¿Quién es el protagonis-ta de nuestros monumentos?¿Qué lugar ocupamos en el sitiode la memoria? ¿Cuál es el senti-do del memorial?Preguntarse sobre el cómorecordar es significativo. Cómorepresentamos nuestro pasadorevela nuestra concepción sobreel pasado y el rol que juega en elpresente. El siglo XIX y el floreci-miento de los estados naciona-les construyeron monumentos ala gloria de la Nación: montadossobre caballos, relatos épicos yde hombres míticos, ejemplosdel pasado para el futuro, monu-mentos de acero, altos e inalcan-

zables, eternos. “Mirad para arriba y admirad lasociedad a la que pertenecéis”, exhortan los SanMartín, Belgrano, algunos Arcos del Triunfo y esta-tuas de la Libertad, construidas en piedra y acero. La eternidad de los monumentos no ha calado hondoen nuestro presente. Como afirmó el escritor austria-co Robert Musil a principios del siglo XX: “La cosamás sorprendente de los monumentos es que nuncalos vemos. Nada en el mundo es tan invisible”. Elterror de los monumentos es invisibilizarse, y es loque ha sucedido con los tradicionales monumentoshacia el siglo XX.Sobre todo después de Auschwitz, se ha empezado agestar nuevas corrientes de memorialización, nuevasformas de representación del pasado. Los monumen-tos sobre el siglo XX no apelan a la gloria de la nación,interpelan a partir del genocidio. El horror, la violen-cia y el dolor son el nuevo sustento del memorial.

Gerz y el monumento invisibleJochen Gerz es un artista alemán que nació en 1940.Desarrolló distintas obras e instalaciones relaciona-das al nazismo y la Shoá, bajo un paradigma contro-versial y revolucionario. En 1986 inauguró elMonumento contra el fascismo, en la ciudad de

Hamburgo. Aprobado como proyecto en 1983 trasaños de intensos debates, su propuesta consistía enun pilar de doce metros de alto, con una base cuadra-da de un metro por un metro. Luego de recubrirla conuna lámina de plomo, invitó a todos los ciudadanosdel lugar a escribir un mensaje y a dejar su firma en elMonumento contra el fascismo.Aquí ya se puede observar una acción antimonumen-tal. Los antimonumentos son iniciativas memoriales yestéticas del siglo XX que dan vuelta la tradiciónmonumental: propone recordar a los muertos de laviolencia generalizada en el siglo XX por medio deprácticas que colocan a las víctimas en el centro y aquienes visitan el memorial en un espacio participati-vo y provocador. El visitante del Monumento contra elfascismo no es un mero visitante que mira para arribay venera una escultura, a la vieja usanza decimonóni-ca. El participante escribe, da su palabra, modificaconstantemente el monumento, este no es eternoporque su forma de interpelar es invitando a su inter-vención, a que no sea eterno.Pero Gerz no se contentó con lo anteriormente descri-to. Construyó un sistema que le permitía que dichacolumna se entierre lentamente en el suelo, de talforma que el Monumento desaparece al cabo de doceaños. Al lado del Monumento figura un cartel que sen-tencia: “Un día habrá desaparecido por completo, y elsitio del Monumento contra el fascismo estará vacío.Al final, sólo somos nosotros los que podemos levan-tarnos contra la injusticia”. Lo invisible en Jochen Gerz se potencia en otra inicia-tiva antimonumental, que esta vez lleva adelante en1993 en Sarrebruck (Alemania). Decide extraer de laplaza ubicada frente al castillo de la ciudad 2146 ado-quines, inscribe en los mismos los nombres de los2146 cementerios judíos que había en territorio ale-mán hasta 1939 y vuelve a colocar los adoquines en elsuelo. Lo interesante aquí es que se colocan los ado-quines con la inscripción hacia abajo, de tal forma queel transeúnte cotidiano no vería ningún cambio esté-tico. El lugar pasó a llamarse la Plaza del MonumentoInvisible. Si los monumentos tradicionales se volvieron invisi-bles cuando, para la geografía urbana, fueron irrele-vantes, Gerz comprendió que su forma de hacer pre-sente la ausencia es poniendo en el centro lo invisi-ble, el vacío, el hombre frente a lo que fue.

Horst Hoheisel: soportar la historiaOtro de los dueños de la provocación. Se presentó alconcurso para la construcción del Memorial por lasvíctimas judías por el nazismo con un proyecto para

Obra de Hörst Hoheisel: la imagen de la puerta de Auschwitz proyectadasobre la Puerta de Brandenburgo, a la que el artista propuso demoler para

marcar con el vacío la presencia de la ausencia

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Entrevistas 9 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

demoler la Puerta de Brandenburgo en Berlín y dejarlos escombros y las cenizas del monumento, de talforma que los alemanes tuvieran que soportar la his-toria demolida (ese es el término que utilizaHoheisel) sin un símbolo nacional. El antimonumento debe molestar, mostrar una fractu-ra. Se erige como tábano de la sociedad, y he aquí suprovocación constante. Se ubica en el lugar donde nodebería haber un monumento, donde es preferiblesilenciar lo ocurrido por el bien de la cotidianeidad. Yes esta misma idea que perdura en la Fuente deAschrott: en el año 1939, en la ciudad alemanaKassel, los nazis destruyeron la fuente que había sidodonada a la ciudad por un empresario judío añosatrás. En 1986, en el lugar donde se encontraba lafuente original, Hoheisel construyó la misma fuente,pero invertida, mirando para abajo y adentro de la tie-rra. Lo invertido es la manifestación, en primer lugar, delo ausente, de lo que ya no se puede construir nueva-mente (como pretendían algunos). Pero lo invertidotambién es aquello que está metido sobre la tierra,aquello que no se ve desde la lejanía (puesto que elmemorial solo se puede ver si uno está parado sobreél) pero que perdura bajo nuestro, como un ruidoconstante, que genera movimiento a nuestros pies ynos incomoda.

Pisar la memoriaTendencia ya diseminada por todo el mundo, las bal-dosas se han transformado en memoriales. El proyec-to Stolpersteine en Alemania, las baldosas por losdesaparecidos en Argentina y las placas que se apo-yan en el suelo en la calle Pasteur, todas iniciativasque recuerdan, con su nombre, al desaparecido, a lavíctima. Sería más digerible, dentro de lo que ladigestión nos permite, colocar sus nombres amonto-nados en una placa. Pero la baldosa no fue pensadacomo memorial, y es en este sentido que funcionacomo antimonumento: recordar a las víctimas hastacuando estás comprando telas por el Once, o biencuando salís por tu casa que está ubicada en el Estede Berlín. Mirar para abajo significa recordar, uno no

puede salir ya de su casa tranquilo porque el pasadoes trágico y las víctimas y victimarios de la violenciaestán tan cerca de nosotros.

Lo sagrado (y un llamado a los jóvenes)Parto de la base que todo lo que les presenté ante-riormente les puede disgustar. Lo que menos sepuede hacer, sería contradictorio, respecto de la

memorialización del siglo XX es colocarla detrás deuna vitrina. Pero me parece un hecho simbólico y sig-nificativo del siglo XX la renuncia al monumento:hemos renunciado al monumento como forma deresistir a la eternidad de los símbolos y las represen-taciones, como forma de democratizar la memoria,permitir las narrativas individuales, y reinterpretar elpasado constantemente a la luz del presente. El peca-do es la sacralización del memorial: el memorial debedesaparecer (o al menos transformarse), las personasdeben reconstruir y reinterpretar, las memorias debenpreguntar y no responder. Sin embargo, la narrativa oficial de la comunidad judíaargentina nos presenta a la Shoá como la máximaexpresión de lo intocable: las voces de algunos sonsacralizadas y son indiscutibles, la Shoá está mono-polizada como concepto y, similar al recuerdo judíodel Éxodo de Egipto, se repiten fechas y prácticas derecordación en espacios funerarios, trajeados y sensa-cionalistas. Recordar la Shoá mediante el ritual decada abril no nos provoca: nos saca unas lágrimas porlos familiares que perdimos en Europa, pero el ritualrepite mecánicamente el ritual pasado y éste, a su vez,el anterior: no interpela, lo tenemos tallado en nues-tro comportamiento. El esquema se reproduce: lasmismas palabras cómodas, la misma canción, la histo-ria-alambre de púa que te hace sangrar el corazón y laalusión sistemática al violín errante de La lista deSchindler. Desde ya que no es la única forma de recor-dación de la Shoá en Argentina, pero es sorprendenteque en un siglo en el que florecen prácticas memoria-les alternativas, el discurso oficial judío siga invitán-donos a ser aprendices de una historia escrita por losmaestros de siempre. Mi invitación es sobre todo a mi generación, genera-ción joven que debe construir prácticas memorialesrevolucionarias, para emprender un proceso de desa-cralización de lo que está fuertemente arraigado eintenta dar respuestas, pero que debería ser un cons-tante preguntar a la luz de lo que vivimos en el pre-sente.

* Estudiante de Historia

El esquema se reproduce: las mis-mas palabras cómodas, la misma

canción, la historia-alambre de púaque te hace sangrar el corazón y laalusión sistemática al violín errante

de La lista de Schindler.

Ilustración de Bansky

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes10 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

De peregrinaciones,banderas y melodías

A partir del encuentro de los jóvenes judíos e Israelíes con la realidad de los campos de la muerte en Polonia el autorreconstruye el lugar de la Shoá en la memoria colectiva del sionismo y propone una visión alternativa al criticado

“turismo de la muerte”.

Por Yoel Schvartz *

Banderas en BirkenauMiles de jóvenes, todos los años en las ultimas dosdécadas, venidos desde los mas remotos lugares delplaneta, atraviesan el terrible portón de Auschwitz-Birkenau envueltos en una bandera de Israel. Comoeducador, que tiene el privilegio de acompañar yguiar a cientos de esos jóvenes, no puedo dejar depreguntarme sobre el sentido de esa bandera en laantesala del Infierno. No puedo dejar de preguntarmequé victoria, qué conquista celebramos al entrar enBirkenau, en el territorio en el que con una eficienciaespeluznante el régimen nacional-socialista alemánfabricó durante años mas de dos años la muerte demás de un millón de judíos. No puedo dejar de preguntarme por el sentido de esabandera ni siquiera cuando he leído, decenas deveces, con la misma emoción a flor de piel, la “Cartaal Infierno” que el sobreviviente Tzvi Meiri le escribeal comandante del campo muchos años después y quehacia el final dice:

Pasaron 42 años, en los cuales no pude no mar-tirizarme y pensar: ¿cómo fue que no me revelé?,me avergoncé frente a mis hijos y casi no lesconté nada sobre mi experiencia allí, en ese otroplaneta, porque me sentí llevado como oveja almatadero. Y de repente mis nietos (todos unossabras, ¿sabe?) me ayudaron a comprender. Yo síme revelé, sí luche contra ustedes, porque uste-des me querían ver allí muerto y derramar miceniza junto a las cenizas de muchos más, en loscampos de Auschwitz. Pero yo no me rendí fren-te a ustedes, y ahora hay continuidad y un futu-ro. Mi nieta pasó los odiados portones deAuschwitz, erguida y orgullosa, participante deuna delegación israelí, bajo la bandera de Israel.Y allí, en el valle de la muerte cantó Hatikva, elhimno del Estado de Israel. Y así es que no fuicomo oveja al matadero, sino que luché, merevelé y seguí adelante. Así es como en una gue-rra entre nosotros, fui yo el que gané. El símbolode mi triunfo, es mi nieta.

Holocausto y memoria nacionalEn su estudio ya clásico, Yael Zerubavel analiza elproceso de construcción de la tradición nacional isra-elí y la reformulación de la memoria judía que fueparte esencial de la empresa sionista. En ese proceso,el movimiento sionista reinventó la visión tradicionaljudía del pasado, recuperando y rescatando símbolosdel antiguo Israel bíblico como base y preanuncio dela moderna cultura hebrea, recuperando el carácterheroico, político y militar de figuras como losMacabeos o Bar Cojba (carácter que había sido mini-mizado o directamente objeto de crítica por parte delas corrientes centrales de la tradición rabínica talmú-dica). Esa reformulación del pasado implicó tambiénuna actitud ambivalente con relación al larguísimoperiodo que la tradición judía denomina Exilio (Golá)que abarca desde la destrucción del Segundo Templopor los Romanos en 70 E.C. y hasta el inicio de la colo-nización moderna de la Tierra de Israel en el Siglo XIX.Para esta visión sionista clásica del pasado judíodurante este largo periodo “la religión funcionó comoun adhesivo para las comunidades dispersas. Peroeste sistema de vida diaspórico era un pobre sustitu-to (del vinculo con la propia tierra) de la antigua vidanacional, conllevando un proceso de degeneraciónespiritual y regresión política. […] la memoria colecti-va del Sionismo construye entonces el periodo delExilio como un largo, oscuro tiempo de sufrimiento ypersecución. La vida judía en el Exilio constituye unarecurrente historia de opresión, puntuada por periódi-cos pogromos y expulsiones, de una frágil existencia

signada por el miedo y la humillación.”i Era precisa-mente contra ese sistema de vida que el Sionismohabía emergido para rebelarse.

Las noticias de la destrucción de los judíos europeosque empezaron a llegar al Yshuv a principios de losaños 40 parecieron reafirmar la justicia de ese análi-sis.” La ansiedad por la suerte de los judíos de Europay el impulso para desvincularse de ellos y de lo querepresentaban impulsó a la sociedad judía enPalestina en direcciones opuestas. Junto a las expre-siones de preocupación por la suerte de los Judíoshabía una tendencia a criticar el comportamiento delas víctimas, haciendo hincapié en que los colonos

sionistas hubieran elegido un curso de acción diferen-te”.ii

En ese contexto Zerubavel sitúa la (en perspectiva,polémica) recuperación del mito de Masada, la fortale-za en la que los judíos sitiados por los romanos prefi-rieron el suicidio colectivo (de acuerdo a la narrativade Flavio Josefo) a la esclavitud. La pasividad judíadiaspórica, que parecía hacerse presente en la falta de“resistencia” ante la catástrofe, era confrontada con laresistencia heroica de los zelotes, con la resistenciaheroica que opondrían los colonos en caso de unainvasión alemana a Palestina y, a partir de 1943, con laresistencia armada del Gueto de Varsovia y los parti-sanos judíos en los bosques de Europa, cuya gesta fueincorporada a la narrativa del heroísmo israelí. Nocasualmente el día de conmemoración de la Shoah esel aniversario de la rebelión del Gueto de Varsovia.Consecuentemente, durante los años formativos deIsrael, el “resto de la experiencia del Holocausto fuerelegado al Exilio y asociado con la experiencia delOtro, el sumiso Judío diaspórico”iii.

Esta visión, sin embargo, comenzó a transformarse apartir de los años 60, e indudablemente su punto deinflexión lo constituyó el juicio a Adolf Eichman enJerusalén, cuando por primera vez los israelíes (y lamayoría de los judíos del mundo) tuvieron acceso a lostestimonios de las victimas.En ese proceso contribuyó también el trauma de laguerra de Yom Kippur de 1973, en la que por primeravez la sociedad israelí tomo conciencia de su propiavulnerabilidad. Para una parte significativa de la socie-dad judía, Yom Kippur significó también el despertarde una visión ingenua del heroísmo sabra de figurascomo Moshe Dayan. Sumado a esto, las transformacio-nes en el mapa político y demográfico israelí, con elascenso del Likud liderado por Menajem Beguin y conel apoyo de sectores tradicionalistas y enajenados dela narrativa secular del Sionismo Laborista, todo llevoa una lenta revisión de la memoria histórica de laShoah. Esa revisión, que hoy se ve plasmada por ejem-plo en la restructuración del Museo de Yad Vashem,diluyó en gran medida la dicotomía entre “héroes” y“victimas”, reformulando el concepto de “resistencia”para abarcar dimensiones morales y espirituales queescapan a la anterior rigidez del imperativo físico ymilitar.

Es en ese contexto que surge, a mediados de los años80, la “peregrinación” a Polonia. Uso el término pere-grinación a propósito, porque no se trata de un viaje defin de curso ni de turismo, aunque hay quienes lo vencomo una peregrinación perversa o invertida desde ellugar de la libertad y la independencia (Israel) hacia ellugar de la opresión y la muerte (Auschwitz, que emer-ge como símbolo y microcosmos de la experienciadiaspórica).iv Así, la peregrinación a Polonia parecetransformarse en un acto de iniciación traumático quecontribuye al fortalecimiento de la identidad judía cen-trada en la moderna experiencia israelí. En el caso delos jóvenes israelíes y de la diáspora por igual, puedecontribuir a la exaltación de un mensaje chauvinista ypersecutorio. El “turismo de los campos de la muerte”puede ser una herramienta en la instrumentación deuna sociedad judía mas cerrada, menos democrática,menos pluralista. Puede, pero no tiene que serlo…

Aun retorna la melodía…La peregrinación a Polonia, en la que participan milesde jóvenes judíos, es también una peregrinación alpropio pasado. Es enfrentarse con aquello que el fina-do Rozitchner llamaba “la inhumanidad de lo huma-no”, venciendo la dificultad de enfrentar cara a cara lacotidianeidad del mal cuando esto se despojó de todossus mascaras.

El “turismo de los campos de lamuerte” puede ser una herramientaen la instrumentación de una socie-

dad judía más cerrada, menos demo-crática, menos pluralista. Puede,

pero no tiene que serlo…

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes 11 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

Pero es también un viaje de retorno a una sociedadjudía inexorablemente perdida, que sin embargoestá en la raíz de lo que somos hoy en día. Es unviaje de reaproximación a la historia relegada de losjudíos, la historia de las comunidades perdidas, dela calle judía con sus olores y sus melodías, con suscorrientes religiosas y sus sueños mesiánicos, consus modelos de organización, con sus jóvenesrebeldes y sus viejos conservadores, con su poesíay sus amores y sus odios y sus búsquedas.v Sinrenunciar ingenuamente a enfrentar los “lugares dela muerte” cuyo mensaje universal debe reverberaren cada acto siguiendo aquel imperativo de Adornode que “toda educación después de Auschwitz debetener como meta que no haya mas Auschwitz”.

El poeta Natan Alterman escribió: aun retorna lamelodía que abandonaste en vano/ y todavía estáabierto el camino a lo ancho/ y la nube en el cielo y elárbol con sus lluvias/ esperan por ti, transeúnte. La búsqueda de esa melodía, la del legado cultural,acaso sea el nuevo paradigma de la peregrinaciónjudía al pasado. Y en esa búsqueda estamos…

* Educador, formado en Historia Judia y Antropologiaen la Universidad Hebrea de Jerusalem. Guía viajes deestudio en Polonia

i Yael Zerubavel, Recovered Roots - Collective Memory and theMaking of Israeli National Tradition, Chicago 1995. Chap. Two,pp. 17-18.

[email protected]

ii Allí, Chap. Five, p. 71. Uno de los temas más complejos y debati-dos en las últimas décadas es precisamente el papel del Yshuv enPalestina y del liderazgo sionista frente al Holocausto, tema quenaturalmente excede estas reflexiones. Recomendamos sinembargo el completo estudio de Dina Porat, recientemente edita-do en castellano: Con las manos atadas: el liderazgo sionista yel Holocausto 1939-1945, Jerusalén 2008.iii Allí, p. 76. iv Entre los críticos mas acérrimos de los viajes a Polonia comocaldo de cultivo del exclusivismo judío pueden citarse el histori-ador Tom Seguev y el filosofo Adi Ophir, asi como la ex-líder delpartido Meretz, Shulamit Aloni. Ophir también recalca el aspectoeconómico del viaje. v Véase por ejemplo: Shana Penn, Changing the Itinerary: Jewishyouth tours to Poland, New Eastern Europe, Issue 1(II) / 2012January – March

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel-Medio Oriente12 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

Dos niños, dos relatos y unapreocupación. Reflexiones en torno

a la representación de la Shoah en el cine.La pregunta sobre los usos de la Shoah en el cine conduce al debate acerca de las posiciones éticas y las decisiones

estéticas de los directores al momento de enfrentar el problema de la representación del horror. “El niño con el pijamaa rayas” y “Sin destino” actualizan la discusión, permitiendo considerar además el problema del espectador.

Por Ariel Benasayag *

Bruno, György y los campos.Bruno juega a la guerra con otros niños;corre esquivando balas invisibles hastacaer muerto en el pasillo de su casa enBerlín. Tiene ocho años y un padre al queadmira porque es un soldado que luchapor un mundo mejor. Repentinamentedebe abandonar su vida en la ciudadpara mudarse a la campiña: su padre hasido reasignado.György camina por las calles de unaBudapest ocupada por el ejército ale-mán; pasa el día con su padre, antes deque sea enviado a realizar trabajos forza-dos. Tiene catorce años y una estrellaamarilla cocida en el saco. Durante lacena de despedida escucha rumoressobre exterminios masivos y, cuando sehan ido todos, abraza a su padre: se sor-prende al descubrir sus lágrimas.Desde la ventana de su nueva habitaciónBruno divisa una granja en la que traba-jan extraños granjeros, vestidos todoscon pijamas. Su padre le explica que esaspersonas no son personas y clausura suventana. Sus sueños de explorador loconducen hasta las lindes de la granja;del otro lado del alambrado encuentra aShmuel, que tiene un nombre impronun-ciable y su misma edad. No importa loque vea o escuche, a Bruno le pareceinjusto que Shmuel se divierta en eljuego de los pijamas numerados mien-tras él es obligado a estudiar historia ale-mana. Se hacen amigos.El transporte que lleva a György a lafábrica es detenido por la policía húnga-ra; en un tiempo que oscila entre ladesesperación y resignación, espera sudeportación rodeado por un grupo dedesconocidos. Al incierto traslado en trensigue la silenciosa tensión de la selec-ción de la muerte en el andén. Tres irre-conocibles niños pelados y sucios lamen-tan que la escuela no les haya enseñadoque morirían gaseados y los quemaríanamablemente. Chimeneas, púas, barro ycenizas.Bruno descubre que su padre, el coman-dante de la granja, es un hombre malva-do; un monstruo, escucha decir a sumadre. György vive en los campos y entreellos: trabajos forzados, formaciones,barracas que van devorando su cuerpo;habita un violento traslado que no cesa,sin destino.

El debate en torno a la representación.La pregunta acerca de los usos (y abu-sos) de la Shoah en el cine conduce a lasdiscusiones sobre la imposibilidad, la ile-gitimidad o la inevitabilidad de represen-tar en imágenes el horror de los campos.El debate data de la década de 1960 y harecibido aportes de disciplinas tan dis-tantes como la crítica cinematográfica(Godard, Daney), la historia del arte(Didi-Huberman, Wajcman) y la filosofía(Nancy). Las discusiones han inclusotrasvasado los límites del texto paralibrarse dentro de la pantalla, por ejem-

plo en el invaluable documental Shoah(1985) de Claude Lanzmann, que impac-tó radicalmente sobre el modo comopensar la representación de la Shoah.Por su parte, películas masivamenteconocidas como La lista de Schindler(1993) de Steven Spielberg generaronun fuerte debate en este sentido; elmismo que hasta hoy se actualiza encada estreno.La discusión es larga y sus argumentosdifícilmente puedan sintetizarse. Sinembargo, es significativo realizar unaaproximación desde la crítica en la queJacques Rivette cuestiona la posiciónética de Gillo Pontecorvo, a partir delanálisis de las decisiones estéticas quetoma en Kapo (1960). “Hay cosas queno deben abordarse si no es con ciertotemor y estremecimiento; la muerte essin duda una de ellas”, afirma el crítico:antes de abordar un tema como laShoah deben plantearse cuestionesque en Kapo parecen haber sido descui-dadas por “incoherencia, necedad ocobardía”: las del realismo de la repre-sentación, pero también las del lugardel espectador1.Respecto de la representación, el críticoseñala que debe considerarse el puntode vista del autor y la actitud que ésteadopta respecto de lo que filma y, enconsecuencia, respecto del mundo.Explica que esto puede observarse nosólo en los aspectos formales (“los tra-vellings son una cuestión de moral”),sino también en “la elección de las situa-ciones, la construcción de la intriga, losdiálogos, la interpretación de los acto-res”. Reservaremos sus consideracionesrespecto del espectador para el final.

Dos modos de narrar el horror y unapreocupación pedagógica.El análisis de dos películas que tienenniños como protagonistas parece apro-piado para desarrollar algunas ideasacerca de decisiones estéticas y posi-ciones éticas contemporáneas respectode la representación de la Shoah. Lasaparentes semejanzas entre ambasobras habilitan la comparación: Brunoes el protagonista de El niño con el pija-ma a rayas (2008) y Sin destino (2005)cuenta la historia de György. La primeraestá dirigida por el inglés Mark Hermany basada en el bestseller infantil delirlandés John Boyne; la otra, dirigidapor el húngaro Lajos Koltai, es la adap-tación de la novela testimonial de ImreKertész, sobreviviente del campo deBuchenwald y ganador del PremioNobel de Literatura. Sin embargo, unamirada crítica permite identificar dife-rencias inconmensurables entre ambosfilms.Resulta difícil adivinar qué es lo queRivette hubiese encontrado más“abyecto” en la película de Herman: laaberrante distancia histórica, la indig-nante irrealidad del conflicto, la acarto-nada puesta en escena del campo deconcentración, la ausencia total de

intensidad dramática enlos diálogos y las actua-ciones, la recurrencia agolpes de efecto de losmás bajos. O quizá todoesto junto, acaso porqueen El niño con el pijama arayas la Shoah no es másque el escenario paracontar un cuento conmoraleja: hacia el final dela película, el padre hacomprendido que la cer-canía al campo no esapropiada para su hijo.Sin embargo, antes departir para siempre,Bruno cava para sortearel alambrado, se viste conun uniforme de prisioneroy emprende una aventuradentro del campo junto aShmuel. Mientras paseaentre las barracas, sedesata una tormenta quepresagia la tragedia justoantes de que su padre, elcomandante, descubrademasiado tarde lo queha sucedido en un gritoque atraviesa a la familia.“Si haces el mal a otros,esa maldad se volverá entu contra”, parece senten-ciar el cuento de Boyne.Este uso caricaturizadode los campos como esce-nario donde mover unoscuantos personajes comosi se tratara de un juegopredecible y moralizanterecuerda al que RobertoBenigni hizo en La vida esbella (1997). Sin embar-go, dista un abismo entreambas: porque mientras Boyne y Hermanutilizan la tragedia de la Shoah para atra-par al espectador y someterlo a su mora-leja, lo que el italiano utiliza es la come-dia como género que le permite ofreceruna lectura alternativa de la condiciónhumana -una decisión no menos contro-versial, por supuesto-.Sin destino se encuentra en las antípodasde esta narración: el film de Koltai no sólono contiene moraleja alguna, sino que sepresenta al espectador desde la incerti-dumbre. Las instantáneas del deambularfantasmagórico de György por los campospermiten reflexionar sobre el final forzadode la infancia o sobre la condición judíaen quien que no termina de comprendersu vínculo con el Dios o el pueblo, o con eldestino que el primero parece haberreservado para el segundo; y permitenpreguntarse, ante todo, sobre la serenaresignación ante la certeza de la muerte,la cruda herencia recibida en el últimoabrazo del padre. Lejos de explotar elmiserabilismo del drama propio de loscampos, Koltai narra desde la miradainfantil pero profunda de su personaje,mirada resignada y silenciosa, ojos que

sobreviven y piensan.Respecto de sus preocupaciones por ellugar del espectador, Rivette mencionatanto la naturalización de estas imáge-nes como la “atenuación” de la realidadpresentada a fin de hacerla “soporta-ble”. Así, “habituados hipócritamente alhorror”, los espectadores ya no pueden“extrañarse” o “indignarse” ante la vio-lencia de esas imágenes, o concluyenque “la situación en los campos no eraintolerable”, que “si los prisioneros seportaban bien, con un poco de astucia ode paciencia podían salir del paso”.Preocupan las preocupaciones de Rivetteporque, si de un análisis comparativo setrata, Sin destino es un film desconocidopara el gran público en Argentina; por elcontrario, una cantidad significativa dejóvenes afirma entusiasmado haber vistoEl niño con el pijama a rayas que, ade-más, aparece como la primera película -sino la única- que la mayoría de losdocentes de historia dicen proyectarcuando enseñan Shoah.* Investigador sobre cine y educación(CONICET/FLACSO)1 Rivette, Jacques (1961) “De la abyección”. EnCahiers du Cinéma, N° 120, junio.

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes 13 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

Por: Hernán Aisenberg*

Si la historia la escriben los que ganan,eso quiere decir que hay otra historia diceJuan Carlos Baglietto y con él muchos denuestros artistas populares. Sin embargo¿cuántos comprenden la profundidad deesta frase? Sin dudas, estamos hablandode que la historia es política, que nuncaes objetiva, que nunca narra hechos oacontecimientos sin adjetivarlos, sinincorporarle una valoración moral o unautilidad en el presente. En definitiva,según mi opinión sería imposible com-prender la historia sin entender la políticaasí como es imposible analizar la políticasin conocer la historia. La historiadora israelí Idith Zertal, autorade La Nación y La Muerte, tiene clarísimaesta imposibilidad de dividir la historia yla política. Por este motivo es complicadocatalogar este libro como un estudio his-tórico de la fundación del Estado de Israelo incluirlo dentro de los análisis de lapolítica israelí actual o del contexto polí-tico de Medio Oriente. En este sentido, tampoco es casualidadque la bajada del libro sea “La Shoá en eldiscurso y la política de Israel”. Con estafrase, Zertal deja todavía más claro que loque el lector encontrará en este texto seráuna visión sobre la relación que ha tenidoy tiene el Holocausto en la política delEstado de Israel y del movimiento sionis-ta. En otras palabras, la influencia de latragedia y la muerte en la construcción yconsolidación de una nación judía.Lo que encontraremos en los primeroscapítulos del libro, será entonces la expli-cación de cómo surge la nación judíamoderna y cuándo se consolida parapoder dar origen a un Estado. Para esto,son claves las citas y referencias queZertal hace de Benedict Anderson, el

autor de Comunidades Imaginadas, unclásico ensayo para entender sobre laconformación de las naciones modernas ysus diferentes tipologías.A través de los conceptos que le brindaAnderson, Zertal comprenderá las parti-cularidades del pueblo judío que, al mar-gen de la religión, no tenía muchos másargumentos para basar su unidad nacio-nal. No necesariamente vivía en la mismaregión, ni hablaba la misma lengua, nicomía la misma comida. Entonces ¿Cómose podría lograr un sentido de pertenen-cia secular, laico, moderno?Para contestar estas preguntas, la histo-riadora desarrollará la idea de las distin-tas necesidades en la creación de unacomunidad imaginada. La idea del mitofundacional, del diálogo entre verdad ymentira, entre memoria y olvido, amigo yenemigo, entre la vida y la muerte.

Todos los caminos…Teóricamente, Zertal abre demasiadaslíneas de debate, pero en la práctica,todos los caminos conducen a Roma. O eneste caso a Auschwitz, ya que será justa-mente la masacre del genocidio la queunirá todas estas discusiones. Según lahistoriadora, la idea de haber sido perse-guidos por los mismos motivos, de habersobrevivido y de compartir aquel dolorfue la que hizo posible el convencimientode que los judíos formaban parte de unamisma cosa sin que la religión estuvierapresente.

El debate entre Guershom Scholem yHanna Arendt que introduce la escritoratambién es sintomático para ejemplificaresa centralidad del Holocausto. Ambosfueron amigos, mantenían una vida inte-lectual parecida y formaban parte de unaconcepción del mundo bastante similar.Sin embargo, los dos compartieron el rolde víctimas y sobrevivientes de la Shoá yese acontecimiento los marcó y los dividiópara siempre.Hacia el final del libro, Zertal muestra quela Shoá no sólo estuvo presente en loscomienzos del Estado judío, sino que seencuentra cotidianamente en la sociedadisraelí actual, en el trato con el resto delos pueblos de la región, en la idea desupervivencia permanente que vive lacomunidad judía hasta el día de la fecha,etc.Estas son algunas de las cuestiones quese encuentran explicitadas en las páginasde La Nación y la Muerte. Sin embargo lomás significativo es el mensaje implícitoque brinda el texto, dado que rompe unpoco el molde de los trabajos que sueledifundir la política israelí, más bien liga-dos a lo que la comunidad judía conocecomo Hazbará (la traducción literal esesclarecimiento pero en la práctica nodeja de ser un defensa acrítica y propa-gandística de la política israelí).A pesar del contexto de militarización, vio-lencia y conflictividad social que viven lospueblos de Medio Oriente o quizás justa-mente por estos motivos, este planteo dela autora dista bastante de ser una posi-ción dominante dentro del Estado deIsrael. Muy por el contrario, la voz deZertal es sumamente crítica al intentarcomprender que la utilización de la muer-te y el genocidio para justificar algunasacciones actuales también es una banali-zación de aquella historia y que si en ver-dad se busca honrar a las víctimas deaquel horror tampoco deberían utilizarsepolíticamente para sostener las políticasde un Estado en la actualidad.

Un planteo “Brillante y al mismo tiempoperturbador”Por estos motivos, esta mirada es suma-mente rica, ya que invita al debate políticosobre toda la actualidad de MedioOriente, tratando de entenderla a travésde la historia reciente. A su vez, sin entrardirectamente en el conflicto palestino-israelí, toma una postura clara y convocaal lector a tomarla sin maniqueísmos nifacilismos de ningún tipo.Por último merece destacarse que el libro

es prologado por Shlomo Ben Ami, uno delos intelectuales más reconocidos deIsrael y una de las voces más autorizadaspara hablar del conflicto palestino israelíporque, además de ser un académico y dehaber escrito libros muy reconocidoscomo Cicatrices de Guerra y Heridas dePaz, participó de los procesos de paz deOslo y Camp David. Ben Ami también escrítico de la política actual del gobiernoisraelí, pero no deja de ser muy respetadopor todos los israelíes y no es un datomenor que caracterice a este libro como“brillante, y al mismo tiempo perturba-dor”, dejando en claro que aunque seadifícil el tratado de ciertos temas, vale lapena ponerlos sobre la mesa y no escon-derlos bajo la alfombra. Esto no es menor,especialmente para las colectividadesjudías de la diáspora, que muchas veceseligen evitar ciertos temas, callarlos omanipularlos por miedo a que el debateexceda la barrera comunitaria y dejeexpuestos algunos debates que paramuchos son “internos”. Debemos aprender que, a pesar demuchos errores, una de las verdaderaspotencialidades de la democracia israelíes que realmente permite una pluralidadde voces y de posiciones políticas de todotipo, en especial en los espacios más cre-ativos como la literatura, el cine o la aca-demia. Esa virtud, lejos de imitarse por las insti-tuciones comunitarias, muchas veces esdejada de lado, creyendo hacerle un biena la comunidad, pero termina siendo todolo contrario. Termina por espantar lasvoces contrahegemónicas, alejándolasdel debate comunitario, y achicando a lacomunidad sólo a quienes comparten eldiscurso dominante.Eso no es beneficioso ni representativo denuestra comunidad, que históricamentese animó al debate, la confrontación deideas, la pluralidad y la interpretación entodos los aspectos. Por eso es bueno queestos autores “perturbadores” comoZertal o Ben Ami se popularicen fuera deIsrael, se compartan y se masifiquen,para que podamos reabrir aquellas discu-siones que nuestras instituciones nos tie-nen vedadas.* Lic. En Ciencias Políticas. Docente del colegioMartín Buber

Refrescando ideas de “La Nación y la Muerte, de Idith Zertal

Quien quiera oír que oigaEn el marco de este dossier, bien vale introducir la mirada de Idith Zertal, quien plantea un debate sobre la centrali-

dad de la presencia de la Shoá en la consolidación del Estado de Israel, en la constitución de sus relatos nacionales, yen los argumentos que sostienen sus políticas.

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La voz de Zertal es suma-mente crítica al intentar

comprender que la utiliza-ción de la muerte y el

genocidio para justificaralgunas acciones actualestambién es una banaliza-ción de aquella historia yque si en verdad se buscahonrar a las víctimas de

aquel horror tampocodeberían utilizarse políti-camente para sostener laspolíticas de un Estado en

la actualidad

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Abordajes14 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

Por Guillermo Levi *

Si Norman Finkelstein no fuese judío ehijo de sobrevivientes del exterminionazi, ya hubiese sido condenado a lahoguera. Este doble carácter lo preser-van en el aislamiento académico en losEE.UU. y en las acusaciones de resenti-do o judeo fóbico, máxima condenaposible debido su doble pertenencia.Hablar de la “Industria del Holocausto”ya es una provocación. ¿Quien puedeexplotar política y económicamente elexterminio de millones de personas?¿Como puede ser que quienes se erijanen representantes del dolor de victimasenmudecidas por los hornos cremato-rios y las balas de los Eitzangruppen,expropien sus silencios sólo parareconstruirlos en relatos funcionales alas políticas del gobierno del Estado deIsrael y de los intereses imperiales deEE.UU.? ¿Y los sobrevivientes? ¿Y susvoces? ¿ y sus necesidades?Norman Finkelstein nos habla en sudurísimo libro de la soledad de suspadres en EE.UU, de la falta absoluta deinterés de escuchar su historia, su sufri-miento, durante dos décadas. Todo esocambiará en 1967 cuando ya un podero-so Israel, derrote en seis días a los ejér-citos árabes y selle definitivamente sualianza estratégica con los EE.UU.Ahí nace la preocupación por elHolocausto, ahí reaparece el dolor, ahíaparece cada vez mas en los discursospolíticos y en la impugnación de cual-quier crítica a la política del Estado deIsrael.En 1967, la memoria se convierte enmercancía, se construyen relatos cadavez mas alejados de los hechos, seescriben explicaciones del nazismo y elfascismo funcionales al capitalismoliberal en la Guerra Fria (la mimetiza-ción entre el “totalitarismo fascista y el“totalitarismo” comunista, estrategiatan bien desmenuzada por EnzoTraverso en su libro, El Totalitarismo ytan bien ironizada por Mel Brooks en elSuper Agente 86). También se continúa

La Industria del Holocausto:Norman Finkelstein y la memoria incómoda

“...antes de junio de 1967, las elites judeo-estadounidenses solo recordaban el holocausto nazi cuando les resultaba política-mente conveniente. Israel, su nueva patrona, había sacado provecho del holocausto nazi durante el juicio a Eichmann.

Demostrada su utilidad, la comunidad judeo-estadounidense organizada se lanzó a explotar el holocausto nazi después de laguerra de los Seis Días. Una vez remodelado ideológicamente, el Holocausto resultó ser el escudo defensivo perfecto paradesviar las críticas dirigidas a Israel. ... La supuesta preocupación por el recuerdo del Holocausto era tan artificial como la

supuesta preocupación por el destino de Israel. Por ello, la comunidad judía organizada de EE.UU. se apresuró a perdonar y aolvidar la desquiciada declaración que Ronald Reagan hizo en 1985 en el cementerio de Bitburg, en la que afirmó que los sol-

dados alemanes allí enterrados (algunos de ellos miembros de las SS) eran "víctimas de los nazis en la misma medida quelas víctimas de los campos de concentración". El Centro Simón Wiesenthal, una de las instituciones del Holocausto de mayor

renombre, concedió a Reagan el premio Humanitario del año 1988 por su "firme apoyo a Israel" y en 1994 la pro-israelí LAD leotorgó la Antorcha de la Libertad.

... No fueron el aislamiento y la debilidad supuestos de Israel ni tampoco el miedo a un segundo holocausto los que decidie-ron a las elites judías a poner en marcha la industria del Holocausto después de junio de 1967, sino el contrario, el poderío

demostrado por Israel y su alianza estratégica con los EE.UU....Que se diría del Holocausto si Elie Wiesel no fuera su "principal intérprete"? No es difícil dar con la respuesta: antes de la

guerra de junio de 1967, el mensaje universalista de Bruno Bettelheim, sobreviente de los campos de concentración, teníagran resonancia entre los judíos estadounidenses. Después de la guerra de junio, se arrinconó a Bettelheim para entronizar aWiesel. La preeminencia de Wiesel está en función de su utilidad ideológica. Singularidad del sufrimiento judío/singularidad

de los judíos. Gentiles siempre culpables/judíos siempre inocentes, defensa incondicional de Israel/defensa incondicional delos intereses judíos. Elie Wiesel es el Holocausto.

Norman G. Finkelstein, La Industria del Holocausto. Reflexiones sobre la explotación del sufrimiento judío. Siglo XXI, año 2000.

apagando lo poco que quedaba delidioma idish, el idioma de las víctimas,silenciándose los relatos de aquellosque no se funcionalicen con la nuevamemoria pro- norteamericana y antico-munista. Se enaltecen relatos que impi-dan la reconstrucción del horror nazidesde la reivindicación de la imposibili-dad de conocer semejante horror: “elque no estuvo en Auswichtz no puedeentrar y el que estuvo no puede salir”,dice Elie Wiesel dando un giro poéticopero decretando la imposibilidad deestablecer los puentes entre el genoci-dio nazi y nuestra modernidad capita-lista que lo produjo, recluyéndolo alcampo inaccesible de la imposibilidadde la compresión humana.

Dinero y memoria

Pero más allá de la política de produc-ción industrial, de discursos, de libros yde películas, que veinte años después

de que se apagaron los hornos descu-bren el horror y ven en su política de lamemoria su gran utilidad política,Finkelstein nos habla de dinero. Noshabla de los enormes fondos que reci-ben fundaciones internacionales ennombre de las victimas, que poca, muypoca les llega a los verdaderos sobrevi-vientes, como sus padres. Plata que vaa distintos planes de formación, a finan-ciar fundaciones de todo tipo, pero pocaa los sobrevivientes que aún quedan,que en el mismo Israel han sido perma-nentemente discriminados y subestima-dos. Algunas perlas de Finkelstein conrespecto a esto:“En una sesión informativa celebrada

por el Departamento de Estado en mayode 1999, Stuart Eizenstat, citando cifrasde los grupos que representan, dijo queel numero total de trabajadores judíos yno judíos esclavizados vivos era tal vezde 70.000 a 90.000. Eizenstat fue el jefede la representación estadounidense enlas negociaciones mantenidas conAlemania sobre los trabajadores enrégimen de esclavitud y colaboró estre-chamente con la Conferencia sobreSolicitudes Materiales. Esto situaría elnumero de judíos esclavizados en14.000 a 18.000 (20 % del total). Sinembargo, al entablar negociaciones conAlemania, la industria del Holocaustosolicitó indemnizaciones para 135.000judíos esclavizados todavía vivos. Lacifra global de trabajadores esclaviza-dos aún con vida, tanto judíos como nojudíos, se situó en 250.000. En otraspalabras, el número de antiguos traba-jadores judíos en régimen de esclavitudque seguían vivos se había multiplicadocasi por diez desde mayo de 1999, entanto que la relación porcentual entrejudíos y no judíos también se habíamodificado sustancialmente. Tanto esasí que, de creer a la industria delHolocausto, hoy día habría en vida másjudíos esclavizados por los nazis quehace medio siglo. Mientras la industria del Holocaustojuega con los números para elevar las

reclamaciones pecuniarias, los antisemi-tas se burlan alegremente de los‘embusteros judíos’ que hasta ‘regatean’con sus muertos.”

Finkelstein, paga caro su herejía, surabia no comprada ni cooptada, peromas allá de las apreciaciones que nosproduzca el conjunto del libro, nos des-pierta en que las “políticas de memo-ria” pueden ser solo una maraña detrampas que usen sensibilidad despre-venida para intereses que nada tienenque ver con entender lo que pasó, evitarque pase en el futuro, conservar lamemoria de la vida y cultura real de lasvictimas y darle a los sobrevivientes unlugar mas digno que solo escuchar lasvoces del dolor en tanto y cuanto sean“políticamente correctas”. Acá nohablamos de la discusión en torno a laimposibilidad de dar un testimoniototalmente real del horror, como hablaPrimo Levi cuando cuenta de los“musulmanes”, esas personas que seconvertían en zombis con la mirada per-dida, que morían a los pocos días -y quepara él eran el verdadero producto delcampo y su testimonio imposible, elverdadero testimonio-. Acá hablamosde la articulación como política del dis-curso de la “imposibilidad de compren-der” con una compresión particular fun-cional a intereses geopolíticos concre-tos.El libro de Norman Finkelstein tiene yadoce años pero no pierde vigencia y esuna lectura indispensable para cual-quiera que quiera entrar al tema depensar descarnadamente los lazosentre el pasado y presente. Honrar lamemoria de las victimas, si se puedehablar de eso, y construir relatos cómo-dos de memorias mercancía, son dosestrategias irreconciliables. La memo-ria del exterminio no puede ser cómodatampoco puede ser amiga de los pode-rosos de este mundo.

* Sociólogo. Docente e Investigador (UBA yUntref)

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POR ARYEH DAYAN *

El comunicado de prensa que salió de la oficina deBinyamin Netanyahu a principios de octubre parecíacontener la síntesis de toda esta triste historia. Pormedio del comunicado, redactado en un estilo festi-vo no adecuado al trágico tópico que tocaba, elPrimer Ministro de Israel se felicitaba por lo quedefinía como uno de los éxitos de su gobierno en elúltimo año. Durante el recien concluido mes de septiembre,explicaba el comunicado, menos de cien africanoscruzaron ilegalmente la frontera con Egipto y pidie-ron refugio en Israel. Este bajo número de aspiran-tes a asilo (Netanyahu los denomina "infiltrados")es un 90% menor que el de los "infiltrados" queentraron a Israel durante septiembre de 2011. Lasmedidas drásticas adoptadas por el Gobierno deIsrael durante los últimos meses, concluía el ala-bante vocero del Primer Ministro, están dando resul-tados altamente positivos.Estas "medidas drásticas" y sus "resultados positi-vos" fueron no sólo tema de discusión de ordenmoral acerca de lo positivo y lo negativo en medidasdestinadas a negar asilo a hombres, mujeres y niñosque sus vidas corren diario peligro, sino tambiénparte de un debate político y social que se desarro-lló en Israel, de repente y sin previo aviso, a princi-pios del último verano (en esta parte del mundo).Como muchos otros debates, acerca de muchosotros temas, que sacuden de vez en cuando a la cadavez más despolitazada sociedad israelí, tambiénéste se evaporo, lamentablemente, con la mismarapidez con que surgió.

Tras el cruce del desierto… ¿El Faraón nuevamente…?Todo comenzó a principios de mayo, por iniciativa degrupos de extrema derecha, relacionados con elmovimiento Kaj y liderados por Mijael Ben-Ari, unabogado miembro de la Knesset que enfoca granparte de su actividad en los barrios empobrecidos deTel Aviv y demás ciudades de Israel. La realidad en estos barrios era por entonces (ysigue siendo ahora) altamente preocupante.Durante los últimos años, varias decenas de milesde africanos encontraron refugio en Israel.Escapándose de la pobreza y de los conflictos arma-dos en Sudan, Etiopia y Eritrea, cruzaron el desiertoegipcio de Sinaí, sufrieron allí horrendas peripeciasy llegaron, exhaustados, a la por entonces totalmen-te abierta y poco patrullada frontera israelí.Cruzaban la frontera de noche y esperaban, senta-dos al borde de la carretera fronteriza, a la matutinapatrulla militar. Esta los recogía, los llevaba a uncentro de detención en el cual llenaban formulariosde las Naciones Unidas pidiendo ser reconocidosoficialmente como refugiados. Israel no les otorgaba esa condición, pero los poníaen libertad y ellos llegaban, en su mayoría, a losbarrios del sur de Tel Aviv. Como venían de paísesreconocidos por la ONU como zonas de conflicto, laley internacional le prohibía a Israel deportarlos; ydado que Israel no les otorgaba condición de refu-giados, la ley del país les prohibía trabajar. Las con-secuencias fueron terribles: miles de africanos bus-caban trabajo ilegal, o cualquier otra forma desobrevivir, en Tel Aviv. La calidad de la vida enbarrios como Hatikva, Shapira o Kfar Shalem, quenunca fue alta, se deterioro dramáticamente.Precisamente eso es lo que dijeron Ben-Ari y suscompañeros, cuando acusaban a los africanos detodos los males (nuevos y viejos) de la zona, agre-gando acusaciones xenófobas bien conocidas enotras épocas y latitudes: los extranjeros roban,expanden enfermedades, asustan a nuestros niños,

Africanos “go home”

amenazan a nuestras mujeres. A todo esto agrega-ron también un argumento original, sionista: losafricanos ponen en peligro el "carácter judío" de TelAviv y de Israel. Al gobierno lo acusaron por permi-tir la entrada al país de africanos ("de goim", decíanpor lo general). No paso mucho tiempo hasta que esta agitaciónnacionalista y racista empezó a otorgar sus envene-nados frutos: manifestaciones de vecinos israelíescontra los refugiados, ataques a africanos en lascalles, en varios casos (en Tel Aviv y en Jerusalén)les incendiaron departamentos y negocios. Cuandola presión aumento, el gobierno decidió actuar. De lapeor forma posible.

A ver quién es másracista…El que condujo reacción fue Eli Ishay, el Ministro deInterior, que es también el líder del ahora ultra-dere-chista Shas, el partido político de los sefaradíesortodoxos. A comienzos de un año electoral, Ishayidentifico muy bien el potencial político de la agita-ción anti-africana y decidió demostrar que él puedeser tan xenófobo como Ben-Ari (y que, siendo minis-tro, será también más efectivo que él). Por un lado,adopto la retorica racista de Ben-Ari; por el otroactuó a nivel parlamentario y gubernamental paraimplementar algunas de las "soluciones" que Ben-Ari sugería. Lo que paso entonces fue altamente desagradable.Inspectores de la "Policía de Inmigración" delMinisterio del Interior detuvieron, en sus casas y porlas calles, a cientos de sudaneses originales del surde ese país, que por haber su patria obtenido inde-pendencia perdieron el derecho de asilo automático.En una vergonzosa operación, frente a las cámarasde la televisión, el Ministerio de Ishay le otorgó acada familia sudanesa (algunas de ellas con años deresidencia en Israel y con chicos en sus escuelas)una pequeña suma de dinero antes de transportar-los al Aeropuerto Ben-Gurion para deportarlos a unpaís recién nacido y en ruinas, que no los puedeabsorber.

Pero Ishay no actuó como solista. Netanyahu y suMinistro de Defensa, Ehud Barak, no solo lo apoya-ron sino que contribuyeron por si mismos a su cam-paña contra los refugiados. El Likud, el partido deNetanyahu, propuso proyecto de ley (ya aprobado)que le permite al Estado detener de manera indefini-da y sin intervención judicial a inmigrantes ilegalesque pidan asilo en Israel. Los etíopes y los eritrea-nos que cruzaban la frontera y esperaban tranquilosa la patrulla, son llevados ahora de la frontera a unenorme campamento de detención, erigido especial-mente en el desierto del Negev, en el cual permane-cerán –hombres, mujeres y niños– indefinidamente.Poco después la Knesset aprobó otro proyecto deley, que permite condenar a tres años de detencióncárcel a cualquier ciudadano israelí que "otorgueayuda", de cualquier tipo, a "infiltrados y a ilega-les".Paralelamente a la aprobación de estas leyes, Baraky Netanyahu decidieron invertir decenas de millo-nes de shekels en la construcción de una cerca, atodo lo largo de la frontera con Egipto. La cerca, queellos necesitaban por la actividad islamista en Sinaí,les sirve también para impedir la entrada de refugia-dos de África a Israel. Estas son las "medidas drásticas" que contribuye-ron, según el comunicado de prensa de la Oficina delPrimer Ministro, a "los resultados altamente positi-vos". Lamentablemente, la política israelí aceptóestas medidas, casi todas anti-democráticas y xenó-fobas, sin protestar. Sheli Yejimovich, la líder dellaborismo, ni pestaño. Meretz guardo silencio y lospartidos árabes se comportaron como si el tema noles interesara. El honor de Israel lo salvaron solo lasorganizaciones de derechos humanos, que están liti-gando en la corte la legitimidad de las nuevas leyes

* Ex periodista del diario israelí Haaretz. Autor del libro "Ha-Maayan Hamitgaber" (“El Manantial que se acrecienta"), sobreel partido político israelí Shas. El título hace referencia al nombreque Shas le dio a su red educativa: Maayan Hajinuj Hatorani (ElManantial Educativo de la Tora).

El gobierno israelí viene implementando políticas xenófobas y antidemocráticas contra los refugiados africanos.“Medidas drásticas” con resultados “altamente positivos”, según el primer ministro “Bibi” Netayahu. Tras la reacción

inicial que llevó a un debate en la sociedad israelí, el tema fue diluyéndose hasta casi desaparecer de la agendapública. Pero las injusticias continúan...

Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel 15 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

En hebreo.: "Nosotros pedimos refugio hasta que caiga la dictadura en Eritrea".En inglés: "somos refugiados políticos de Eritrea que pedimos asilo en Israel"

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel16 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

Entrevista con el Dr. Lev Grinberg

“No es que Irán se venga, sino que nosotrosvamos para allá”

Polémico, y muy crítico respecto al conflicto entre israelíes y palestinos, este sociólogo que actualmente se desempe-ña como director del Instituto Humphrey de Investigaciones Sociales de la Universidad Ben-Gurion del Negev, emigró a

Israel desde la Argentina en 1971, poco antes de cumplir 18 años. Fue durante su formación que advirtió por primeravez ciertas diferencias entre el sueño sionista, al que adscribió como parte del movimiento Macabi, y la realidad.

En su último viaje a Argentina presentó "Política y violencia en Israel/Palestina" (editado por Prometeo)y Nueva Sión lo entrevistó para conocer su postura, que -por tensar los argumentos- bien puede disparar debates

y posiciones encontradas.

Por Darío Brenman *

¿Cuál fue la matriz histórica del conflicto palesti-no-israelí?La matriz del conflicto comenzó con la colonizaciónjudía antes de 1948, cuando llegan los primeros gru-pos sionistas y quieren establecerse en Palestina, yse inicia la discusión interna de cómo tratar a los ára-bes. Justamente son los obreros los que quieren des-plazarlos del mercado de trabajo, porque los miem-bros de esta comunidad eran una mano de obramucho más barata que los judíos. El otro condimentodel conflicto fue entre los empleadores judíos, quequerían abaratar sus costos laborales, y los obrerosjudíos que le demandaban trabajo.Por otro lado, dentro de los palestinos había unaclase urbana dominante, que ganó dinero por eladvenimiento de los judíos dentro de un contexto deexpansión económica. Eso trajo como consecuenciaque los campesinos perdieran tierras y trabajo.Entonces unos quieren luchar contra los judíos yotros se niegan, por eso se produce una gran internaen ese sector. En las dos comunidades las discusio-

nes pasaron por cómo relacionarse con la otra comu-nidad. Es lo que yo denomino los tres círculos: elinterno, israelí (el judío-israelí); el interno palestino;y las relaciones entre ambas comunidades.

¿Cómo se fue construyendo la democracia israelí apartir de la creación del Estado y el conflicto con lospalestinos? La democracia no es la esencia sino un proceso políti-co que tiene ciertas condiciones. El problema conIsrael es que tenés las reglas del juego democrático,pero no tenés las condiciones para la democracia. Laprimera condición de un sistema democrático es tenerfronteras reconocidas tanto por los vecinos como porlos habitantes del Estado. Esas fronteras definenquiénes pueden exigir derechos como ciudadanos: seva conformando la sociedad civil.Israel es un caso tan raro, tiene las reglas de juegodemocráticas pero no están de acuerdo en cuáles sonlas fronteras del Estado. Y tenés gente que al estarviviendo fuera de las fronteras reconocidas no tienederechos y eso no es democracia. El de Israel es unmodelo de colonialismo clásico. Es lo que hicieron losingleses en la India, los franceses en Argelia.

La diferencia es que estos países tenían sus colo-nias lejos de su territorio, en este caso el agravantees que todo ocurre en una misma zona geográfica.Sí; por eso muchos de los problemas de la no-demo-cracia que hay en los territorios ocupados penetranlas fronteras y pasan a ser un problema dentro deIsrael, esto sumado a que existen fuerzas antidemo-cráticas dentro del país que deslegitimizan la capaci-dad del pueblo de tomar decisiones. ¿Cuál era elargumento que le expresaban a Rabín en el momentode querer hacer la paz con los palestinos?: “No tenésmandato para hacer lo que estás haciendo”. Un ejem-plo clásico que doy es cuando el gobierno de Sharondijo: “Voy a salir de Gaza”, la posición del ultra nacio-nalismo religioso dijo: “Queremos democracia”, ¿yqué quiere decir eso? “Que queremos que haya unreferéndum, que le pregunten al pueblo si se quierenretirar de Gaza o no”. ¿Quién es el pueblo? “Los isra-elíes, no los palestinos de Gaza”. O sea que le estáspreguntando a los israelíes si quieren salir de la ocu-

pación de los palestinos de Gaza, no leestás preguntando a quienes estánsufriendo.En tus investigaciones relacionásmucho la confluencia entre espaciopolítico y violencia, como círculosque se abren o cierran de acuerdo alos procesos. ¿Cómo vinculás estetema al conflicto israelí-palestino?En general el espacio político es ellugar de representación de grupossociales dominados y de reconoci-miento de esos grupos por parte delos sectores dominantes, es el lugardonde se instala la posibilidad denegociar las demandas, las ideas, lasidentidades de estos grupos domina-dos. Para que eso pase, pongo doscondiciones: una, es que exista estafrontera, que contenga a los grupos enconflicto como parte de una Estado-Nación. La segunda condición es quehaya cierto balance de fuerzas. Porque

si los factores de poder tienen posibilidad de reprimir,reprimen. El primer cierre es simbólico: no reconocer.Pero cuando lo simbólico no funciona, o sea, cuandolos grupos dominados empiezan a organizarse y a exi-gir, el segundo paso es reprimir físicamente, no sim-bólicamente.

¿Y cuál es el rol que juegan tanto la política comolas fuerzas armadas israelíes en este proceso?El primero que puede abrir y cerrar los espacios es elEjército, porque es el instrumento de represión física.En todo el mundo se da esta manera. Si el Ejércitoreprime, está cumpliendo la función de cerrar espa-cios; si el Ejército dice: “No quiero reprimir”, abreespacio para la negociación. Esa es una situación uni-versal. Por ejemplo, la Unión Soviética cae cuando elPartido Comunista le dice al Ejército que reprima, yéste se resiste. Si vos querés ver cuándo cae el régi-men de Mubarak, es cuando él quiere usar más fuer-za y el Ejército dice: “No reprimimos”. Lo mismo pasóen el caso israelí-palestino con la Primera Intifada: alos pocos meses, el entonces Jefe del Ejército declaró:“No hay solución militar para la Intifada, hay que bus-car la solución política”. ¿Qué hizo? Abrió el espaciopara negociar. Pero en la Segunda Intifada dijo exac-tamente al revés: “No hay solución política, hay quereprimir, hay que usar violencia”.

Otro de los aspectos que vos analizás en tu libro escómo cambió la política y la sociedad israelí en laGuerra de lo Seis Días.La importancia de la Guerra de los Seis Días es quelas fronteras de Israel integraron a los palestinosdentro del régimen. A eso yo lo denomino régimendual: democracia para los israelíes y militar para lospalestinos en los territorios ocupados. Y en esemomento, el Ejército pasa a ser un actor político, por-que marca las fronteras de Israel y sitúa dónde está lomilitar y dónde está lo democrático. Ahora, en elmomento en que se expande la frontera se crea unnuevo mito nacional y una nueva, pero muy importan-te, identidad israelí; que es ir al Ejército. El mitonacional es que todo lo que hacemos no es porquequeremos ser colonialistas, nuestro problema es laseguridad. El mito de la seguridad pasa a ser consti-tutivo del ser nacional y entonces se hablaba de lasfronteras de seguridad, en el Jordán, el Golán, y enSinaí.

¿Qué momentos posteriores te parecen claves en ladinámica del conflicto?La primera Intifada es un momento de inflexión, en elsentido de que se abre el espacio político. Los pales-tinos quieren tener un Estado no en Tel Aviv o Haifa,sino en Cisjordania y en Gaza. En el momento en quela Intifada marca las fronteras, los israelíes se pudie-ron imaginar una solución, pero el proceso no llegó amarcarlas sino a desdibujarlas y a borrarlas. Ahora, laIntifada, lo que sí generó fue una fuerza política tre-menda que apoyó negociaciones y que se expresó enel ‘92 con la elección de Rabin, el éxito más grandeque tuvieron juntos el laborismo y Meretz. El tercerelemento es que muy poca gente se plantea los temasinternos de Israel; porque todas las discusiones estántapadas por el conflicto con los palestinos. Tanto laizquierda como la derecha usan este conflicto paratapar las cuestiones de clase, étnicas y religiosas.Todo esto pasa a relegarse y, de pronto, surgen todo

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel 17 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

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los temas, que yo llamo de agenda posconflicto. Enese contexto, el poder del Likud y el laborismo vacayendo, porque aparece el poder de los partidos quecomienzan a representar otras agendas, como identi-dad de clase, y de la religión.Lo más importantes es el conflicto entre los gruposasquenazíes seculares ubicados en los sectoresmedios -que es donde están Meretz y Shinui- , y elShas y los partidos ortodoxos. Este problema es elque hace caer al gobierno de Barak, no la negociacióncon los palestinos. Barak trajo a todos juntos parahacer un gobierno, y no tuvo la capacidad de juntarlosa colaborar en nada. Cuando va a negociar, en julio de2000, tiene solamente el apoyo de dos partidos, porlo tanto va a las negociaciones de paz sabiendo queno tiene ninguna posibilidad de tener apoyo en laKnesset para lo que está haciendo.Por esa falta de consenso, él sabe que no podrá acor-dar nada que implique que haya ningún otro Estado,por eso tiene que acusar a los palestinos por el fraca-so de las negociaciones. Cuando consiguió hacer eso,gracias a Clinton -que culpó finalmente a Arafat-, vol-vió a Israel y dijo: “Bueno, ahora tenemos que prepa-rarnos para la confrontación con los palestinos, yohice lo máximo para llegar a un acuerdo”, y ahí creaun nuevo mito que fue lo que desembocó y justificó larepresión del año 2000 en la Segunda Intifada.

¿Por qué sostenés que el Proceso de Oslo profundi-zó, en Israel, la contradicción fundamental: la crea-ción de un espacio político-democrático dentro deIsrael y la coacción militar en territorio palestino?Si no tenés enemigos (porque el imaginario era quesiempre estamos amenazados por otro, y de prontono lo estamos y podemos dialogar, pero no se hace),en realidad, lo que se crea es una desintegración de lasociedad israelí en diferentes grupos, donde cada unotiene su proyecto: los asquenazíes, los seculares, losortodoxos, los asquenazí ortodoxos, los nacionalistasreligiosos, los misrajim no religiosos, los rusos, losárabes; donde cada uno le quiere cerrar el espacio alotro, entonces lo que vemos es que en Israel no haydemocracia en el sentido de contener los conflictospor medio de representación, sino que se hace pormedio del choque. Y de pronto, apareció el enemigonuevamente que es Irán; es lo que estábamos espe-rando, alguien que nos amenace para tapar todos losproblemas del país.

¿Y cómo está repercutiendo en la sociedad israelí elposible conflicto bélico con Irán?No es que Irán se venga, sino que nosotros vamospara allá, está cada vez más claro que este asunto estoda una manipulación para tapar todo lo que estápasando internamente. Hoy en día, se está hablandoen Israel, no de si es posible, sino de cuándo va a ser.El asunto de Irán es chocante, porque la gran mayoríade la población está en contra, pero los políticoshacen como si no les importara para nada la opiniónde la sociedad. Más o menos como hizo Bush frente almundo, con Irak. Israel va atacar, la cuestión es cuán-do; la mayoría puede estar en contra pero nosotrosvamos a atacar. El Ejército manda señales en funciónde la no conveniencia de un ataque pero la políticaesta vez no los tiene en cuenta. Es decir, Barak yNetanyahiu.

¿Por qué los militares que siempre fueron funciona-les a la política israelí esta vez están en contra?Porque si atacamos y destruimos todo lo que tieneIrán, inmediatamente vuelven a construirlo, y les va adar un incentivo para hacer la bomba atómica, perono sólo incentivo, sino legitimidad internacional, que

hoy no la tiene. Y el mundo tampoco quiere esto, merefiero a EE.UU. y a Europa, porque está claro que vaa hacer saltar el precio del petróleo y una subsiguien-te crisis económica internacional.

Ahora, con la sociedad en contra de ese ataque,¿cómo se la mantiene cohesionada como en otrosmomentos históricos?Yo creo que Barak es más peligroso que Netanyahu,a quien la palabra correcta para definirlo es“cagón”, no hace nada sólo, no se anima; pero Barakya hizo desastres tremendos: la represión de laSegunda Intifada y el ataque a Gaza en 2009, y siem-pre lo hace en forma clásica: unos meses antes delas elecciones en Israel, e inmediatamente despuésde las elecciones en EE.UU., tiene una lógica, perohay otros políticos que sí se dan cuenta de que notiene lógica, pero no tienen discurso. Para ir al espa-cio político tenés que tener un discurso legítimo, unidioma en que hablar. Por eso los únicos que puedenhablar son los tipos del ejército.

Cambiando de tema, vos exponés que hay dos pro-puestas para llegar a la paz con los palestinos,pero ninguna de las dos te convence. ¿Cómo sonambas propuestas y por qué no te convencen?La teoría que se discute más es la de los DosEstados. Yo digo que no sepueden dividir muchascosas: no se puede sepa-rar, marcar la frontera,porque estamos interpenetrados; no se puededividir Jerusalén, elTemplo, el agua que va pordebajo de la tierra, ni elcielo, ni el aire. Todo esohay que administrarlo jun-tos. Todo lo que se puededividir, está bien, y ahí sepuede hacer el proceso delas políticas internas y losconflictos internos quehay dentro de cada socie-dad, pero hay que crearcondiciones para sosteneruna administración con-junta, que contenga todolo que no se puede dividir.Por eso lo llamo unión,porque el modelo esEuropa, donde tenés unaadministración económicaconjunta y tenés la inde-pendencia de cada uno delos Estados y su soberaníasobre la política interna.Yo creo que eso es lo quehay que llegar a hacer; escomplejo, no es fácil. Yoestoy desempeñando lafunción que tienen gene-ralmente los académicos eintelectuales, que es plan-tear problemas y formasde pensar que sean nue-vas para que se discutanen las sociedades y, a lalarga, los políticos se dencuenta de que tienen queempezar a pensar, ellostambién, de forma nueva.La idea de los Dos Estados

no va a funcionar; casi ningún israelí está dispuestorealmente a ello, por el mito de la inseguridad deque los palestinos tengan Ejército. Y si ellos no tie-nen Ejército, a la larga, Israel va a volver a ocuparlos territorios, porque los palestinos no van a tenercapacidad de defenderse. Por ahí pasa parte delproblema.

Por último, hace muy poco tiempo los medios decomunicación dieron cuenta del posible asesinatode Arafat. ¿Que nos podés agregar al respecto?Los palestinos están convencidos de que a Arafat lomató Israel. Yo, en un momento, antes de quemuriera, pensé que Israel estaba por matar a Arafaty lo escribí; lo dije abiertamente, más que nadacomo alerta: no lo hagan. Si vos ves las condicioneshistóricas y el contexto de cuándo se hizo, las dis-cusiones internas que hubo en el gobierno de Israelde matarlo, las proposiciones que había, etc. ¿Porqué decían que no? Porque no tiene que ser algovisto. Pero yo prefiero no tocar este tema, porque noquiero que mi venida a la Argentina sea para acusara Israel.

* Periodista

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Israel18 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

POR RICARDO ARONSKIND *

Hace aproximadamente un mes, visitóla Argentina el académico israelí EfraimDavidi.Miembro del Partido Comunista Israelí,realizó una presentación en la sede delICUF, en la que expuso su visión sobreel complejo momento de Israel y delMedio Oriente en general.

No es fácil ser de izquierdaen Medio Oriente

La visión sobre Medio Oriente de Efraim Davidi, profesor de Economía e Historia Social de la Universidad de Tel Aviv ymilitante comunista, nos invita a los latinoamericanos a reflexionar sobre algunas miradas superficiales que circulan

en nuestras tierras sobre aquella región.

Frecuentemente, la visión de este sectorpolítico de la sociedad israelí es ignora-da, a pesar de que se trata de un parti-do con una antigua raigambre en esasociedad, y de que en la declaración deIndependencia del Estado figura lafirma de su entonces secretario general.El frente de izquierda del que formaparte el PCI ha tenido representaciónparlamentaria permanente en la

Knesset, en tanto otros partidos hanpasado por momentos de auge electoralpara luego desaparecer. Se trata, por lotanto de una fuerza orgánica, que ocupaun lugar muy particular en la escenapolítica israelí.En relación a la actual problemática isra-elí, Davidi destacó el crecimiento de sec-tores de derecha y antidemocráticos, enel contexto determinante de la ocupa-ción de los territorios palestinos porparte de Israel. Señaló también un pro-ceso de radicalización creciente de colo-nos extremistas, que no sólo atacan apalestinos, sino también a pacifistasisraelíes y al propio ejército israelí.Lamentó particularmente las expresio-nes racistas que se verificaron en losúltimos meses en relación a los inmi-grantes africanos que se amontonan enlos suburbios de algunas ciudades deIsrael, que fueron objeto de discrimina-ción y agresiones tanto por parte de ciu-dadanos judíos como árabes, lo que con-sideró un contrasentido.En cuanto a la calle árabe-israelí, en lacual el PCI tiene una larga implantaciónhistórica, Davidi señaló la peculiaridadde su partido, que no comparte ni lavisión nacionalista árabe, ni menos aúnla de los fundamentalistas que han sur-gido en tiempo recientes, que hacenfuerte énfasis en una mirada a la políticadesde el Corán.La visión de Davidi sobre Medio Orientees sumamente interesante e invita a quelos latinoamericanos reflexionemossobre algunas miradas superficiales quese originan en nuestra región.El PCI se opone a cualquier tipo de gue-rra que se genere entre Irán e Israel, ytrabaja para estimular los vínculos entreambos pueblos. Davidi fustigó el espíri-tu halcón predominante en la cúpula degobierno israelí, y señaló que la ampliamayoría de los jefes militares y de inteli-gencia de Israel se oponen a un ataqueunilateral israelí.Por otra parte, mostró su solidaridad conel Tude, el partido comunista iraní, dura-mente perseguido, atacado y asesinadopor el régimen gobernante, y consideróque se trata de un gobierno reaccionariocontra el cual los comunistas iraníesmilitaban activamente.De igual forma, presentó un panoramacomplejo sobre la delicadísima realidadSiria y planteó su evolución hacia tresposibles escenarios: 1) unaLibianización (o sea, la ocupación del

país por un régimen groseramente pro-occidental), 2) la Irakización (o sea,prácticamente el desmembramientoterritorial del país sobre bases étnico-religiosas), 3) la Libanización (o sea, lacaída en un estado de guerra civil per-manente durante un largo período detiempo). Consideró por otra parte alrégimen de Al Assad como un gobiernorepresor, que ha perseguido con durezay encarcelado a miles de activistas deizquierda y progresistas. Nuevamentese asombró de que en Latinoaméricaprime, entre sectores progresistas, sóloel repudio a la intervención extranjera,y no se observe los aspectos retrógra-dos de ese régimen.Dio también señales de una madura-ción en el propio partido comunista, alseñalar que sólo los viejos camaradastenían ilusiones en que la actual Rusiamantuviera lineamientos de políticainternacional progresista. Davidi consi-deró que Rusia defiende hoy sus intere-ses nacionales, como cualquier otropaís capitalista.Davidi nos dejó la sensación de laesforzada –y minoritaria- tarea querepresenta defender los valores demo-cráticos, de igualdad y justicia social,en una región atravesada brutalmentepor poderosos intereses materiales,fundamentalismos religiosos y odiosdeshumanizantes.

* Magister en Relaciones Internacionales yPeriodista

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura 19 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

POR RICARDO FEIERSTEIN *

Martin Buber lo definió como “un no-fra-caso ejemplar”, algo más que un juegode palabras. Los kibutzim -comunascolectivistas integradas en el nuevoEstado de Israel- respondieron a razonesde orden político y de seguridad nacio-nal pero, sobre todo, al intento de cons-truir una sociedad utópica donde el serhumano pudiera vivir de acuerdo a susreales aptitudes y necesidades, escapardel egoísmo insensible y el enfrenta-miento que jalonan el devenir del hom-bre sobre el planeta.A los orígenes agrícolas se agregaronalgunas industrias, luego ramas labora-les ligadas a la computación y, finalmen-te, una feroz competencia con el contex-to llevó a crisis económicas e ideológi-cas. La naciente tecnocracia surgida enestas condiciones fue modificando elplanteo inicial, llevándolo su conforma-ción actual. El riguroso trabajo deMenajem Topel -él mismo integrante deuna de estas comunas- que acaba de sertraducido al castellano: “El kibutz delsiglo XXI: continuidad y cambios”(Acervo Cultural Editores, 304 páginas),detalla con objetividad y pasión el desa-rrollo y las consecuencias de estos pro-cesos en nuestros días.Topel despliega un panorama detallado(y en algún punto doloroso) del caminoque va de la utopía a la realización con-creta. En los años ’80 del siglo pasadose necesitó recurrir a especialistas en elmundo de la economía y la computaciónpara dar un carácter integrador a comu-nas colectivistas que no podían vivir ais-ladas del entorno. Gradualmente, esta“nueva clase” de poseedores del sabertecnocrático se fue convirtiendo en fle-cha directriz de las transformaciones, aveces proponiéndolas, otras simplemen-te encauzando reclamos y exigenciasque no admitían dilaciones. El proceso, que comienza por devolverlos niños a casa de sus padres y limitarel funcionamiento del comedor colecti-vo, prosigue -de manera variada en cadakibutz- hasta alcanzar límites poco ima-ginados por sus fundadores. Esta expe-riencia tal vez pueda servir para, mante-niendo las distancias entre una y otra,reflexionar sobre las bruscas transfor-maciones sufridas por las organizacio-nes comunitarias judías en la Argentina,desde fines del siglo pasado hasta laactualidad. Una mirada paralela queadquirirá sentido sólo si permite enten-der algunos discutibles aspectos de lasmetamorfosis locales.

* Periodista

Globalización y utopíaLIBROS

En “El kibutz del siglo XXI: continuidad y cambios”, Menajem Topel despliega un panorama detallado -y en algúnpunto doloroso- del camino que va de la utopía a la realización concreta.

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El kibutz del siglo XXI:continuidad y cambiosPor Menajem Topel

El movimiento kibutziano, en toda su gama de variantes, adoptó y desarrolló“mecanismos de defensa” sociales y humanistas hasta lograr fundar una demo-cracia directa y participativa, con una igualdad totalmente indiferente al nivel devida, al aporte del individuo a la sociedad y a las metas a gran escala, que vanmás allá del interés acotado e inmediato. Hasta la década de los 90, la sociedadkibutziana sirvió de laboratorio social, donde críticos y simpatizantes veían unarespuesta contundente frente a los peligros de la tecnocratización de la sociedad.Es por ello que nada como el kibutz para revisar el rol que ha cumplido la tecno-cracia en la bisagra entre progreso e igualdad, por ser una forma de vida comu-nitaria celosa de la igualdad democrática, a la vez que involucrada en el progre-so tecnológico moderno, que es por definición campo fértil para el desarrollo dela tecnocracia. Ciertamente, también en el kibutz se fue desarrollando progresi-vamente un segmento de directores profesionales, hasta que en la segundamitad de la década de los 80, cuando el fenómeno denominado “crisis de los

kibutzim” se hizo de público conocimiento, se aceleraron los procesos, y ya en los 90 sobrevino el cambio.¿Acaso la defensas contra la estratificación por clases y contra la tecnocracia, sobre la que el kibutz había fundadosus esperanzas, se mantuvieron firmes en lo democrático y humanista durante el período de crisis y de cambio? Dehecho, ese es el tema de la investigación . Si bien el interrogante atañe directamente al dramático destino de losmiembros de kibutzim, alude también al punto de inflexión de toda sociedad industrial y post-industrial moderna, quees el choque entre el desarrollo tecnocrático y la profundización del ideal de democracia igualitaria. El problemasurge de la eterna preocupación por encontrar el equilibrio entre progreso y solidaridad, por asegurar la coexistenciade la democracia y la tecnocracia en una sociedad que aspira a la igualdad.

* Escritor y periodista

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Periodismo judeoargentino con compromiso | Cultura20 NUEVA SION #967 Octubre/Noviembre 2012

Señales de una sociedad cambianteIN D MUSIC - El rock alternativo en Israel

Pocos días atrás, del 18 al 20 de octubre, se llevó a cabo en Israel la sexta edición del festival de música alternativa InD Negev, donde dos de los principales protagonistas, este año, fueron las bandas Habiluim y Acollective: buenos

músicos en búsqueda de otros sonidos para una Israel en plena crisis de sentido.

POR LEONARDO NAIDORF

No es casualidad el suceso que puedecausar en Israel un festival de músicaalternativa a la que ofrecen las grandescompañías discográficas. Es que dealgún modo este difuso y variado sectorque es la música alternativa ha logradoexpresar movimientos que las voces yaconocidas por todos dejaban de repre-sentar. No es que In D Negev, festivalque cobija también espacios audiovi-suales, lectura de poesía y hasta activi-dades de shabat, excluya a músicos delmainstream artístico israelí, de hecho,artistas de mayor trayectoria en la esce-na local como Yali Sobol (ex cantante deMonica Sex), Eran Tzur, NekamatHatraktor, entre otros han desfilado porlos escenarios de un festival que esmucho más que un gran recital de fin desemana. Nombres que por aquí nodicen mucho pero que en Israel ya hanobtenido su reconocimiento.Decíamos que espacios como el In DNegev –juego de palabras entre el térmi-no “indie” referido a lo alternativo y lalocalización “in the negev” por la regiónsureña en la que ocurre el festival- expo-ne en forma a voces alternativas y entreellas, este año a dos bandas más queinteresantes como Habiluim y Acollective

Habiluim, fragmentos de una sociedaddiversa y controversial Banda formada a fines de los noventa yque llevan editados tres discos. El pri-mero “Now be our slaves” (Ahora seránnuestros esclavos) un protodisco con-ceptual que aborda la cuestión de laShoá.La banda liderada por Yami Wisler yNoam Inbar que funciona como powertrío (guitarra, bajo, batería), editó luegodos discos más en un formato máscomercial con el sello NMC. Uno es undisco llamado justamente Habiluim,editado en 2002, en plena crisis de laSegunda Intifada. Por aquellos años, lavoz principal la tenían las bandas de hiphop como Ha dag najash, Muki óSubliminal que se disputaban las posi-ciones políticas por izquierda y porderecha. Pero Habiluim, proponía algomás allá del paradigma sionista. No sinhumor, este disco logró poner en primerplano algunos conflictos y miserias dela sociedad israelí, en un registro“post”: postmoderno y postsionista.Así por este segundo disco desfilabaninmigrantes rusos, trabajadores tailan-deses, el entonces Jefe del Ejército –hoy líder del par-tido Kadima- Shaul Mofaz, una ieshivá repleta deadictos a los ácidos como el LSD, historias de losghettos y, como si fuera poco Napoleón Bonaparte.Todo en un gran Camión de Basura que hacía lasveces de corte de difusión. Mezcla de baladas y rockand roll, los Habiluim integraron sonidos del períodopreestatal con el rock más actual haciendo honor a sunombre. Es que Habiluim resulta de un juego de pala-bras en hebreo entre “divertidos” y los miembros dela primera ola inmigratoria, conocida por las siglasB.I.L.U – Beit Iaakov Leju ve Nelja.Acorde a su propuesta estética, Habiluim no presentauna sociedad homogénea ni de grandes relatos comosupo ser el sueño del crisol de diásporas sionista,sino un mosaico de identidades fragmentadas y

pequeñas historias pero con claros puntos críticosque una década más tarde serían los tópicos másrelevantes de las protestas sociales.El último disco editado por Habiluim es del año 2006y su título refleja la crudeza de su material: “Duelo yfracaso”.Esta última entrega discográfica hizo especial hinca-pié en las críticas a la sociedad en su conjunto y a suinstitución emblemática: el ejército. El tema de cortede este disco fue el primero de la lista, “Bab el Wad38 A”. La original Bab el Wad del poeta Jaim Guri,recordaba a los soldados caídos en los caminos entreTel Aviv y Jerusalem en el marco de la Guerra deIndependencia y cómo esos soldados serían unamarca grabada a fuego en la memoria colectiva delprecio pagado por la autodeterminación hebrea. En la

versión de Habiluim, ya no es un jeep sinoun avión el que recorre el país y ve comotoda la región se desmorona en conflictosmientras la sociedad se esconde en elhedonismo del desarrollo tecnológico ylos bienes de confort. La última frase queenuncia la azafata de este desahuciadovuelo es reveladora: “El dilema no es Sero No ser, el dilema es Pollo o Carne”.Aún así, en escena los Habiluim transmi-ten una energía que contagia y se afianza,especialmente en escenarios no oficiales,claro está.

Acollective, y los límites difusos entrelo doméstico y lo políticoAgrupación musical surgida en la décadapasada, Acollective, es lo que su nombreindica: un colectivo de músicos unidospor su necesidad de experimentar suspropios límites musicales. En este caso, la propuesta musical repre-senta un poco más el perfil de muchas delas bandas nuevas de Israel, especial-mente en la alternancia de letras en

inglés y en hebreo, aunque en este casopredomine el primero.Del único disco editado en hebreo en 2008se rescata un espíritu similar al deHabiluim, aunque con un desarrollo musi-cal más importante, entre otras cosas pro-ducto de los siete integrantes que compo-nen la formación.También Acollective muestra un repertoriovariado, impregnado de pequeñas histo-rias, como el entretenido rock del jovenque alquiló un departamento en TelAviv…para suicidarse. O el tema “Eintikvá” (No hay esperanza) que empiezapor que se venció la manteca y no saleagua de la canilla y termina despotrican-do contra todos los males de la sociedad.O el señor Katz que tiene un cáncer y, porsupuesto, el gran tema “Cuando decísocupación, a qué te referís”, en la que elhombre sufre a su mujer que lo ahoga almismo nivel con planteos políticos y tare-as domésticas. Entretanto, también habrátiempos para hermosas canciones deamor como “El castillo de cartón corruga-do” ó la historia del joven enamorado desu prima segunda.

El futuro llegó hace ratoTanto Habiluim como Acollective, comootras tantas bandas nuevas entre las quetambién se pueden destacar Boom Pam,Marsh Dondurma, son ante todo propues-tas musicales dignas de ser escuchadas.Buenos músicos en búsqueda de nuevossonidos para una sociedad en plena crisisde sentido.

Sin embargo, los dos grupos que lideraron este mesel In D Negev, muestran algo más que una búsquedade sonidos y es encontrar nuevos lenguajes paradecir lo que muchas veces se espera de los artistas,que es la crítica social sin repetir esquemas exitososdel pasado como pudieron ser los de YonathanGuefen o su hijo Aviv. Y ante todo, nunca perder laalegría.

Para escuchar algo de Habiluim:www.myspace.com/habiluim

Para escuchar algo de Acollectiva:www.myspace.com/joinacollective

Habiluim no presenta una sociedad homogénea ni degrandes relatos como supo ser el sueño del crisol dediásporas sionista, sino un mosaico de identidades

fragmentadas y pequeñas historias pero con claros puntoscríticos que una década más tarde serían los tópicos más

relevantes de las protestas sociales.

Acollective

Habiluim