frankenstein

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Temporada * Episodio Título en idioma original * Frankenstein; or The Modern Prometheus Título de la obra en español * Frankenstein; o el Moderno Prometeo Género o Terror - Misterio o Tragedia Sinopsis breve y coloquial de la trama principal. Robert Walton es un científico y aventurero que está intentando encontrar un pasa naval hacia Asia por el extremo norte, rodeando el polo (un punto hasta entonces desconocido por la humanidad). En su travesía recoge a un náufrago que está casi muriendo en un témpano de hielo. Cuando este se repone un poco cuenta su historia: Su nombre es Víctor Frankenstein y es de Ginebra. Allí se crío junta a su padre, su madre y Elizabeth, una joven adoptada por la familia y a la que él siempre llamó prima. Más adelante nacieron Ernest y William, los hermanos pequeños de Víctor. En su juventud, Víctor estaba muy interesado en las ciencias oscurantistas, especialmente en la alquimia. Un día, al observar cómo un rayo reducía a cenizas un árbol en un instante, se empezó a interesar en el fenómeno de la electricidad y conoció así las ciencias naturales. Así que decidió irse a Ingolstadt (Alemania), donde en la Universidad podría dedicarse a esos temas. Poco antes de marcharse, su madre murió y

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Análisis de la obra

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Temporada *

Episodio

Título en idioma original *

Frankenstein; or The Modern Prometheus

Título de la obra en español *

Frankenstein; o el Moderno Prometeo

Género

o Terror - Misterio

o Tragedia

Sinopsis breve y coloquial de la trama principal.

Robert Walton es un científico y aventurero que está intentando encontrar un pasa naval hacia Asia por el extremo norte, rodeando el polo (un punto hasta entonces desconocido por la humanidad). En su travesía recoge a un náufrago que está casi muriendo en un témpano de hielo. Cuando este se repone un poco cuenta su historia:

Su nombre es Víctor Frankenstein y es de Ginebra. Allí se crío junta a su padre, su madre y Elizabeth, una joven adoptada por la familia y a la que él siempre llamó prima. Más adelante nacieron Ernest y William, los hermanos pequeños de Víctor.

En su juventud, Víctor estaba muy interesado en las ciencias oscurantistas, especialmente en la alquimia. Un día, al observar cómo un rayo reducía a cenizas un árbol en un instante, se empezó a interesar en el fenómeno de la electricidad y conoció así las ciencias naturales. Así que decidió irse a Ingolstadt (Alemania), donde en la Universidad podría dedicarse a esos temas. Poco antes de marcharse, su madre murió y Elizabeth quedó a cargo de los niños. Para entonces, Víctor y Elízabeth quedan comprometidos a casarse cuando él termine con sus estudios.

En Ingolstadt Víctor hace muchos progresos, hasta descubrir la cauda de la generación de la vida, y lograr darle vida a la materia inerte. Entonces concibe el plan de fabricar un cuerpo humano, el cual es bastante más grande que un humano promedio para mayor comodidad de su trabajo. Construye así a una criatura a la que logra infundir vida. Recién entonces se da cuenta de lo que hizo y se espanta. A la mañana siguiente, sale a tomar aire porque se siente horrorizado, y al regresar a su casa descubre que el monstruo ya no está.

Tiene una crisis nerviosa y cae enfermo, perdiendo la conciencia por varios días. Al regresar en sí decide dejar la ciencia para siempre.

Mientras se recupera, llega carta de su padre: le cuenta que el pequeño William ha sido asesinado, aparentemente en un robo. Víctor viaja a Ginebra para el funeral y en algún momento del viaje le parece divisar al monstruo. Entonces Víctor se convence de que este es el responsable del asesinato y se siente culpable, sin poder contar a nadie la historia, ya que no le creerían.

La justicia investiga el caso y acusa a Justine Moritz, una joven criada de la casa Frankenstein, de absoluta confianza en la familia. La principal prueba es que la joya robada al niño fue encontrada entre las ropas de la cirada. Tanto Víctor como Elizabeth la creen inocente, pero no pueden evitar que la condenen a muerte. Justin muere y Víctor, sufriendo por la culpa, decide hacer un viaje solitario al Mont Blanc. El paisaje y el aire libre le hacen bien. En una caminata por un glaciar se encuentra con su criatura. Entonces, esta lo conduce a una cabaña, donde hace un fuego y le cuenta su propia historia:

Apenas recordaba los primeros instantes de vida, en los que anduvo divagando sin poder diferenciar los sentidos. De a poco se fue ubicando y aprendió a alimentarse y hacer fuego. Un dio con un pueblo, donde los aldeanos lo atacaron con proyectiles y palos, debido a su espantoso aspecto. Huyendo, se refugió en un cobertizo abandonado junto a una cabaña. Pronto descubrió que desde el cobertizo se podía ver el interior de la casa (había una vieja ventana clausurada), así que desde su escondite pudo observar la vida de los habitantes y aprender muchas cosas sobre los humanos. Fue aprendiendo el lenguaje, luego aprendió a leer, y conoció los sentimientos. Sólo salía por las noches para alimentarse y tomar aire fresco, al tiempo que traía leña y alimentos para la gente de la cabaña quienes los encontraban en la puerta de su casa y pensaban que se debían a algún espíritu benefactor o algo así. En una de esas noches, se vió reflejado en un charco y se espantó de sí mismo. Se sentía sólo, había desarrollado un auténtico amor por la gente de la cabaña, pero temía que lo vieran y se asustasen, por lo que pensó un plan. Abordaría primero al anciano que vivía en la casa, que era ciego, y conversaría con él para convencerlo de que era bueno. Luego, el propio anciano debería defenderlo cuando su hijo y su hija lo vieran. No sucedió de esta manera, sino que cuando estos vieron al monstruo dentro de la casa junto a su padre la muchacha se desmayó y el muchacho lo atacó con un garrote. Esa misma noche abandonaron la casa y el monstruo quedó otra vez solo.

El monstruo sabía quién era su creador por unos papeles que había en el bolsillo de la ropa que llevaba puesta (muy oportunamente, era el diario de Frankenstein, donde detallaba todo el proceso de creación y varios asuntos familiares). Enfurecido por la vida a la que este lo había condenado, decide ir a buscarlo para vengarse. Casi legando a Ginebra, se cruza con un niño. Cuando asustado el pequeño lo amenaza diciendo el nombre de su padre, el monstruo se da cuenta de que es William, el hermano de Víctor, y lo estrangula para empezar con su venganza. Huye del lugar del crimen y entra a un granero. Allí duerme una joven, y se le ocurre dejar el colgante que le había arrancado al chico entre las ropas de ella para incriminarla. No era otra que Justine, quien dormía ahí después de pasar la noche buscando a William.

Y así concluye su relato el Monstruo, quien le pide a Frankenstein que le cree una compañera, y sólo entonces lo dejaría en paz y se iría con ella a los “desiertos de Sudamérica”. Frankenstein accede pero se demora en cumplir con el trato. Sabe que el monstruo lo acecha, entonces decide viajar a Inglaterra con su amigo Henry Clerval, y promete a Elizabeth que al volver se casarían. Una vez de viaje, se separa de Henry y va a Escocia, a una pequeña isla solitaria, para poder hacer la pareja del monstruo. Empieza, pero el procedimiento le provoca rechazo y piensa que si los dos seres se reprodujeran podrían causar grandes estragos a la humanidad. Termina por arrepentirse y destroza el cuerpo que armaba. Se deshace de los

restos en el mar, y al volver a tierra es detenido, acusado de homicidio. Pronto descubre que el muerto es nada menos que Henry Clerval, y se da cuenta de que el monstruo lo mató como respuesta a su abandono de tareas. Víctor enferma nuevamente de los nervios y pasa varios meses hasta que se recupera. Es absuelto en el juicio, por lo que vuelve a Ginebra. Decide que a pesar del peligro, va a casarse igual, esperando atraer así al monstruo para enfrentarlo en un duelo a muerte. Se hace la boda y los recién casados se van de viaje. Víctor está alerta pero no puede evitar que el monstruo asesine a Elizabeth casi delante suyo (él se había quedado en la sala de la cabaña para vigilar, mientras ella se fue al cuarto; el monstruo entró por la ventana y la mató en el mismísimo lecho nupcial).

Al enterarse de la noticia, el padre de Víctor también muere. Entonces Víctor emprende una vida errante, cuyo único fin es perseguir y destruir a la criatura que él había creado y había arruinado su vida. Sigue su huella hacia el norte, y en el camino el monstruo le va dejando señales y hasta a veces alimento, para que no muera. Víctor pierde el rastro y está a punto de morir cuando aparece el barco de Walton y lo rescata. Y así finaliza el relato de Víctor Frankenstein.

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La expedición de Walton corre riesgos porque los hielos bloquean el barco y los marineros se amotinan, exigiéndole que si pueden zafarse de esa vuelvan a sus casas. En medio de esto, Frankenstein se debilita aún más y está por morir. En un momento Walton va a verlo a su camarote y encuentra al monstruo sentado junto a su creador, ya muerto. Horrorizado, Walton acusa al monstruo de todos los males que provocó, y este se defiende culpando de todo eso a su creador, quien nunca pensó en los sufrimientos que tuvo que padecer su horrible criatura. Esta dice que para concluir su tarea de venganza le queda matarse él mismo. Abandona el barco y se aleja en un témpano.

Trama secundaria: breve descripción

La historia que podría considerarse secundaria es la de los De Lacey, la familia a la que el monstruo espía mientras está escondido. Estos son franceses, y están exiliados porque el joven Félix (el hijo) ayudó a fugar de la cárcel a un comerciante turco que había sido injustamente encarcelado. Cuando Félix se enteró de esa condena, basada solamente en prejuicios, decidió ir a la cárcel para tratar de ayudarlo, y ahí conoció a Safie, la hija del preso, de la cual se enamoró al instante. Félix prometió al turco ayudarlo a salir de la prisión, y este le dijo que al salir, le concedería la mano de su hija. El primero cumplió pero el turco no, y una vez de vuelta en su país trató de que Safie se case con alguien de su interés. Al mismo tiempo, Félix fue identificado como cómplice de la fuga, y pasó varios meses en prisión, hasta que le concedieron el beneficio de la salida, a cambio de que se exilie. Desde entonces él, su hermana Agatha y su padre ciego vivieron en la cabaña donde el monstruo los conoció.

Un día llegó una extranjera a visitarlos: se trataba de Safie, quien nunca había olvidado a Félix y decidió escaparse de su padre y del matrimonio que le había arreglado. Como la joven no sabía francés (lengua que los De Lacey hablaban, claro), estos le enseñan, y así es como el monstruo, desde su escondite, también aprendió a hablar.

Arco del personaje

Víctor Frankenstein es una persona bastante inestable, a quién el entorno influencia mucho. Mientras está en Ginebra, junto a su familia y Elizabeth, todo va bien, pero al entrar en contacto con el conocimiento científico y estar sólo en Ingolstadt se obsesiona, y entonces llega a extremos de los que luego se arrepentirá. Esta idea lo relaciona con Prometeo*. Al igual que este, Frankenstein se condena a sí mismo por aspirar a que los hombres tengan un conocimiento que les está vedado (en este caso el principio mismo de la vida de la materia). En su manipulación de la naturaleza, Frankenstein incurre en un exceso que pagará con todo el sufrimiento que un hombre es capaz de soportar.

Ese es el caro precio que tiene que pagar para aprender que el excesivo conocimiento puede llevar a la locura. Así lo manifiesta cuando Walton le cuenta que está dispuesto a morir si es necesario eso para lograr la adquisición de los conocimientos que buscaba. Entonces Frankenstein le contesta: “-¡Infeliz! ¿Acaso quiere compartir mi locura? ¿Ha bebido también de esa bebida embriagadora? ¡Escúcheme; permítame que le revele mi historia y verá cómo arroja la copa de sus labios!”. Esta historia, entonces, advierte sobre los riesgos que el Iluminismo y su racionalidad pueden provocar a la humanidad (una crítica típicamente romántica).

(*No sólo Prometeo creó a los hombres sin consultar a Zeus al respecto, sino que desobedeció sus órdenes de que estos debían permanecer en las tinieblas robando una porción de fuego del sol para entregárselo a sus criaturas. A partir de entonces, el hombre se puede calentar cuando hace frío, cocinar sus alimentos e iluminarse en la noche. En el mito, el fuego representa al conocimiento, más específicamente al conocimiento de tipo técnico, ya que la manipulación de la naturaleza para el provecho de la especie humana comienza con ese descubrimiento elemental. Prometeo es castigado duramente por esto, ya que Zeus pretendía que ese conocimiento estuviera reservado exclusivamente a los dioses. El rebelde es encadenado a una piedra y cada día un águila le come el hígado, que por la noche se regenera para ser comido al día siguiente. Pero los hombres también tienen que pagar su precio por poseer el conocimiento: Zeus hace crear a Pandora, la primera mujer, y junto con ella envía a la tierra un jarra dentro de la cual están encerrados los males del mundo. Pandora la destapa y, desde entonces, la humanidad tiene que padecer dolores, hambre, enfermedades y la muerte.)

Aspecto físico/descripción física de los personajes

Frankesntein es casi un manual de romanticismo, por lo que sus principales protagonistas tiene todas las características típicas de su estética: palidez, languidez, cabellos largos y revueltos, ojeras. Sobre todo Víctor presenta esas características. Elizabeth es rubia y hermosa, aunque no se dan muchos detalles. El monstruo mide unos dos metros y medio y es proporcionado en su forma. Su cara es deforme, pero no se describe con precisión en qué sentido. No hay mayores descripciones sobre la criatura: se dice que su piel es apergaminada (o sea, quebradiza y reseca) y transparenta las venas y músculos. Lleva una ropa tomada de Frankenstein, aunque nunca se explica cómo le entra (por esta razón se lo suele representar con una ropa chica que le da un aspecto cómico).

Autor

En el prólogo de la novela la autora dice “no me erigí en heroína de mis cuentos. La vida me parecía un motivo demasiado vulgar en lo que a mí se refería”. Ante esto, se declara partidaria de la imaginación. No

hay motivos para relacionar a la sencilla y hogareña Elizabeth Lavenza con Mary Shelley, una chica de lo más excéntrica. Sí hay algo de Percy Shelley (el célebre poeta inglés que era, además, su marido) en Víctor Frankenstein, sobre todo en sus frecuentes ataques de locura, crisis nerviosas y alucinaciones, que en el caso de Percy eran provocadas más que nada por el consumo de láudano.

Aparte de esto, la historia transcurre en su mayor parte en Suiza, en los alrededores de Ginebra, que es el mismo lugar donde la autora la empezó a escribir.

¿Cuál es la premisa de la obra?

La ambición por el conocimiento como un fin en sí mismo puede llevar al hombre a su destrucción moral y espiritual.

¿Cuál es la fuerza que mueve al personaje principal?

A Frankenstein lo mueve la obsesión. Está obsesionado por descubrir cosas que lo llevaran a la gloria como científico y para ello hace cosas qué él mismo cree censurables. Esta degradación moral está en el inicio de sus acciones y es lo que lo condena.

Contexto Histórico

La novela fue escrita entre 1816 y 1818. El contexto macro de la obra es el Iluminismo, la Revolución francesa y las guerras napoleónicas; si bien fue escrita en Suiza, los acontecimientos de Francia marcaban la política europea de la época. En la historia de Safie y su padre hay una referencia crítica a la justicia de la Francia imperial. Pero la mayor referencia al contexto se da por lado del Iluminismo y su exaltación de la razón. Esto se observa sobre todo cuando Víctor Frankenstein va a la Universidad y se encuentra que sus maestros desprecian todas las teorías oscurantistas que él había adquirido en su juventud, en nombre de una nueva ciencia racional. De algún modo Víctor se inscribe en esa corriente y es lo que le permite llegar a su descubrimiento más importante. A partir de las consecuencias de ese descubrimiento, la obra encarna la crítica que el romanticismo hacía del desarrollo científico de la época.

Algo que aparece mucho en las descripciones son los castillos en ruinas, otro tópico típicamente romántico. Estos le dan al ambiente un cierto aire de decadencia, que a su vez se refleja en la decadencia espiritual de los personajes principales (Víctor y el monstruo), que son movidos por la obsesión, el odio, la venganza y otros sentimientos oscuros. El Romanticismo fue un movimiento de reacción frente a un mundo que cambiaba, sobre todo con el crecimiento de la burguesía y el desarrollo industrial. En esas imágenes decadentes, el arte romántico trata de rescatar (con mucho pesimismo y melancolía) los últimos vestigios de un orden basado en fundamentos espirituales que estaba desapareciendo.

Yendo al terreno literario, pero muy en relación con lo anterior, la novela surgió de la idea de escribir una “historia de fantasmas”. Tanto Mary Shelley como su entorno (su marido Percy, lord Byron, entre otros) eran aficionados a este tipo de historias, que mantenían vivo un mundo sobrenatural e irracional al que el

Iluminismo había buscado destruir. Se trata de la novela gótica, un género en auge en la Inglaterra de fines del siglo XVIII, sobre todo entre clases populares a las que la influencia del iluminismo no llegaba con mucha fuerza. Frankenstein se inscribe en esta tradición.

Intertextualidad

El paraíso perdido de John Milton. Aparece citado como epígrafe de la novela, y mencionado varias veces en el transcurso de los relatos, especialmente el del propio monstruo. Es uno de los libros que este se encuentra por casualidad y con los que aprende a leer. Las mayores referencias son al momento en el que Adán reprocha a su creador que lo haya sacado de la oscuridad de la no existencia para traerlo al mundo y hacerlo sufrir. Obviamente, se corresponde con el reproche que el monstruo hace a Frankenstein.

El mito de Prometeo. Ya lo mencioné antes, pero está claro que Prometeo se equipara en la obra a Frankenstein, como creador de una nueva especie que se condena por esto mismo. Este mito fue muy atractivo para los escritores románticos en general. El propio Percy Shelley escribió una obra de teatro que se llama Prometeo desencadenado (contracara de Prometeo encadenado, una tragedia de Esquilo). Y lord Byron, en su poema Prometeo, señala que el castigo que este recibió fue por ser un creador, rebelándose al mandato de dejar las cosas como estaban. En este sentido, los románticos veían en Prometeo un símbolo de lo que pasaba con los poetas en su época: estos debían ser los creadores que enfrentaran las reglas que la sociedad y el poder les imponían. En el caso de Mary Shelley, la lectura del mito es mucho más ortodoxa: Prometeo es castigado por ir más allá de lo permitido, igual que Víctor Frankenstein.

Los poemas de Percy Shelley. En el relato de Víctor aparece citado un poema que se titula “Sobre la mutabilidad”, en el que en tono de padecimiento el yo poético señala que lo único permanente en la vida es el hecho de que las cosas cambian. Se refiere a la imposibilidad del protagonista de permanecer en un estado de felicidad o paz.

La fábula de “El asno y el perro faldero”, de Esopo. Es mencionada por el monstruo cuando se da cuenta de su propia deformidad. En la fábula, el burro imita a su compañero el perrito, salta y mueve la cola para llamar la atención del amo, y en un momento salta sobre la falda de este, al que casi mata por su tamaño. Así se sentía el monstruo que quería formar parte de la familia a la que espiaba, pero su aspecto y tamaño se lo impedía.

Aparecen varios libros más, entre ellos las obras de alquimistas como Paracelso, Alberto Magno y Cornelius Agrippa con las que Víctor aprende en su juventud.

Modos de circulación

La novela apareció primero como anónima y tuvo mucho éxito. Muchos se la atribuyeron a Percy Shelley, quien solo había escrito el prefacio, también sin firma. Esto fue en 1818. Recién en 1831 aparecería la versión definitiva, con correcciones y añadidos de la propia autora, su firma y un prólogo escrito por ella que se agregó al de su marido.

Procedimientos narrativos

La estructura de la novela es compleja, y podría describirse como una estructura de círculos concéntricos (para no usar la consabida metáfora de las cajas chinas). Hay tres narradores:

- Walton, quien escribe cartas a su hermana mientras prepara la expedición y luego escribe una especie de diario donde consigna todo lo que Víctor Frankenstein le cuenta.

- Víctor, quien en el camarote del barco cuenta su historia en primera persona a Walton.- El monstruo, cuyo relato es introducido en el propio relato que Víctor le hace a Walton. Este relato

también es en primera persona.

Además, hay en relato algunas cartas que introducen otra voces (la de Elizabeth, la del padre de Víctor).

Se puede señalar que, a pesar del cambio de voces y puntos de vista, el estilo de los narradores es monocorde. Es decir, todos narran en un mismo estilo romántico, abundante en descripciones de paisajes y centrándose en los sentimientos propios.

Símbolos

Uno de los primeros símbolos es en realidad una ausencia: el monstruo no tiene nombre. Esto es un símbolo claro de la relación de la criatura con su creador. Al no darle un nombre, Frankenstein está marcando un destino de exclusión y rechazo para su criatura. A falta de un mejor epíteto, se lo menciona como “el monstruo”, “el demonio”, y cosas por el estilo. Pero esta crisis identitaria no es exclusiva del monstruo: el propio Víctor no sabe exactamente quién es: el hombre inteligente y amable que vive con su familia en Ginebra, o el obsesivo y solitario de Ingolstadt, de llevar a cabo una obra horrenda que lo conduce a su destrucción y la de los suyos.

Como ya se vino señalando, el propio experimento de Frankenstein puede verse como un símbolo de los peligros de que los avances científicos pueden traer a la humanidad.

Diálogos

Es un diálogo extenso como para transcribirlo, peor en el capítulo XVII, cuando el monstruo termina de contar su historia, este y su creador discuten. El monstruo le pide a Víctor que cree una compañera para él. Víctor se niega al comienzo, pero termina aceptando.

Episodio / Imagen clave

En el capítulo V, cuando Frankenstein ya armó en un trabajo obsesivo el cuerpo y le da lo que él llama “la chispa vital”, la criatura despierta a la vida y el creador se da cuenta de lo que hizo y siente horro. Es un quiebre fundamental en la historia que anticipa todo las cosas malas que pasarán después.

“Las alteraciones de la vida no son ni mucho menos tantas como las de los sentimientos humanos. Durante casi dos años había trabajado infatigablemente con el único propósito de infundir vida en un cuerpo inerte. Para ello me había privado de descanso y de salud. Lo había deseado con un fervor que sobrepasaba con

mucho la moderación; pero ahora que lo había conseguido, la hermosura del sueño se desvanecía y la repugnancia y el horror me embargaban. Incapaz de soportar la visión del ser que había creado, salí precipitadamente de la estancia. Ya en mi dormitorio, paseé por la habitación sin lograr conciliar el sueño. Finalmente, el cansancio se impuso a mi agitación, y vestido me eché sobre la cama en el intento de encontrar algunos momentos de olvido.”

Paisaje / Espacio

La novela transcurre principalmente en lugares abiertos, en medio de un paisaje montañoso, con lagos y picos nevados. El encuentro entre Frankenstein y el monstruo se produce sobre un glaciar. Toda la parte donde está Walton es en un barco que anda por el Ártico, en medio de témpanos flotantes. Acá pongo algunos cuadros que pueden dar una idea del tipo de paisaje y cómo se lo representa en la novela:

Adaptaciones

Al cine, teatro, adaptaciones infantiles, etc.

Pocas historias fueron tan adaptadas como Frankenstein. Ya en 1823 hubo una adaptación teatral exitosa a al que la misma Mary Shelley asistió.

En el cine, la primera versión es un cortometraje de 1910, dirigido por J. Searle Dawley. Pero la versión más famosa, y que prácticamente universalizó la imagen del monstruo, es la de 1931, dirigida por James Whale y protagonizada por Colin Clive. En esa película, que tuvo varias secuelas, el monstruo es interpretado por Boris Karloff. A partir de ahí hay una infinidad de versiones, entre películas de terror y parodias. Una de las mejores parodias es la de Mel Brooks, El joven Frankenstein (‘74). La versión cinematográfica que más se ajusta a la novela es la de Kenneth Branagh, de 1994, donde Roberto De Niro es la criatura y el propio Branagh hace de Víctor.

En cine para chicos, también hay muchas apariciones del monstruo, pero no tantas versiones de la historia. Una buena es Frankenweenie, originalmente un corto que filmó Tim Burton para Disney, y que hace poco transformó en un largometraje de animación. En la historia, la criatura es un perro y Víctor un niño.

Acá se puede ver la versión original https://www.youtube.com/watch?v=m115Oi4bCeg

y el tráiler de la nueva: https://www.youtube.com/watch?v=wHi7HRmxqWI

En comics, DC ha usado al monstruo como protagonista de una serie llamada Frankesntein, agent of S.H.A.D.E.S. Como se ve acá la imagen del monstruo está basada en la versión de Boris Karloff, como casi todas después de la película.

Pero Marvel, que ya había usado al personaje en muchos comics, publicó en 1983 un libro de Bernie

Wrightson basado en la novela que se puede descargar acá. Son láminas, sin texto, de distintos episodios y están muy buenas.

¿Te parece difícil adaptar esta obra a un episodio de Siesta?

No hay ningún problema en particular. Creo sí que hay que buscar una forma de mantener la polifonía del relato original, y el formato de una historia dentro de otra historia. Por un lado, porque la novela abarca una cantidad de espacios y un tiempo que de otra forma sería difícil condensar. Pero por el otro, porque es uno de los fuertes de la novela: los diversos puntos de vista la hacen menos moralista y más interesante.

Siesta y la obra

Imagino que Siesta, como casi cualquier lector actual de la novela, sentirá indignación por el modo injusto en el que tratan a la criatura, desde su propio creador al resto de los humanos que lo conocen. (Claro que eso nos lleva a justificar unos 3 homicidios y la causa indirecta de la muerte de Justine Moritz… voy a hablar de esto en ítem final). No me imagino una lectura del texto en clave de terror, porque estos siempre dan por sentado que la criatura es peligrosa y malvada, habilitando los prejuicios que la propia novela rechaza.

Links e imágenes

¿A qué otras cuestiones te remite la obra? Brainstorming de imágenes, videos de YouTube, etc...

Una galería de monstruos:

1. El primer monstruo del cine. De la película de 1910.

2. El monstruo de Boris Karloff, para la película de 1931 y siguientes.

3. El dibujo de Bernie Wrightson.

4. El de la película de Branagh de 1994.

Los contenidistas tienen sentimientos

Lo malo que tiene Frankenstein es que el estilo de escritura de Shelley es bastante chato, se repite mucho en cuanto a las descripciones románticas, todos los personajes parecen sentir y pensar igual, de modo que el relato se vuelve reiterativo... no es una prosa atractiva. Para contrarrestar esto, la novela está llena de episodios muy imaginativos y es realmente entretenida, genera suspenso y hay giros inesperados.

Creo que uno de los grandes aciertos de la autora fue darles voz a ambos antagonistas. Así, los puntos de vista enfrentados nos llenan de dudas sobre qué sería lo correcto y qué no. Incluso, en algún momento el lector puede participar del sentimiento de venganza de la criatura, aunque esta se realice mediante el asesinato de varios inocentes. En este sentido, Frankenstein es una novela que me recuerda a las películas de Hitchcock (en Psicosis o La sombra de una duda, por ejemplo). Porque Hitchcock nos hace participar de los crímenes haciendo que sintamos empatía con los criminales, que suframos cuando estos van a ser descubiertos. De este modo subrepticio, nos recordaba a todos los espectadores que hay algo perverso en cada uno de nosotros. Y en la novela se produce algo parecido, porque uno no puede ponerse del lado de nadie, porque no hay una mirada estrictamente moralista sobre los hechos. La historia pretende ser una

advertencia: todos podemos ser Frankenstein si nos obsesionamos y llevamos algo más allá de los límites. Pero también podemos ser el monstruo, en determinadas circunstancias.

Por último, quiero señalar que una de las razones por las que la novela sigue teniendo vigencia es porque la discusión que abre sigue tan vigente como en 1818. Me refiero a los riesgos de la ciencia. Cada tanto aparece un nuevo “caso Frankenstein” y volvemos al mismo debate: la bomba atómica y la manipulación genética serían dos claros ejemplos. En este sentido, la actualidad de Frankenstein es patente, porque está en la idea misma de la novela ser interpretada como una alegoría de los riesgos de la ciencia. En la historia de Víctor F. no importa el cómo generó la vida el protagonista (tal es así que en la novela misma no se da ningún detalle de esto), sino el dilema ético que desencadena el descubrimiento. La ficción ha vuelto sobre este tema una y otra vez (por ejemplo, en la película Jurassic Park de Spilberg o en 2001 de Kubrick); todas esas historias tienen como un claro antecedente en el libro de Mary Shelley.