francisco g. cosmes y la definición de la raza … · estado-naciÓny formaciÓn de una comunidad...

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PERFILES MIRADAS e Francisco G. Cosmes y la definición de la "raza mexicana" durante el porfiriato Aimer Granados García" INTRODUCCiÓN A mediados de la década de 1890 apa- reció en El Partido Liberal de la ciudad de México una serie de artículos escri- ros por Francisco G. Cosmes' que ge- neraron un fuene debate sobre los orígenes de la nacionalidad mexicana. El artículo que abrió el debate tiene por título" ¿A quién debemos tener patria?'? en el que afirmó categórica- mente que Hernán Canés "es el padre de la presente nacionalidad mexicana". Desraco que el artículo fue publicado un 15 de septiembre) aniversario de la Independencia mexicana) cuando (fa· dicionalmente, al menos durante el si· glo XIX, los ánimos hispanófobos e hispanófilos se exaltaban. El Diario tÚI Hogar replicó a Cosmes que "ensalzar a Canés en el mismo día en que roda México celebra a Hidalgo" era una provocación. El debate introducido por Cosmes estuvo asociado con la historia, la vida política, intelectual y cultural del Méxi- co de finales del siglo XIX. Así las cosas, el análisis de esta polémica se centra en identificar las diferemes posturas sobre los orígenes de la nacionalidad mexi- cana. También se refiere al estudio de la figura de Cosmes como uno de los intelectuales porfirianos que mejor ex- puso, definió y defendió los aspecros centrales del hispanoamericanismo. J Otro aspecto de análisis que se deriva de las hipótesis planteadas por Observatore tiene que ver con la inten- ción porfiriana de consoLidar un Esta- do nacional, cultural y étnicamente agranda. Desde aquella primera presen- tación del grupo en el afamado festival de world music WOMAD -<fonde Yat- Kha presentó un extraordinaria versión del clásico tema "Smoke on (he Water" de Deep Purple, con la que el público bai- ló, gritó a más no poder y se maravilló con los solos de Kuvezin- hasta la ac- tualidad del álbum Aldyn Dashka, la agrupación sigue cultivando las fusio- nes de lo antiguo con lo nuevo, las cua- les han puesto a Tuva en el mapa de la música global con sus ingredientes únicos. La mezcla que realiza del canto retum- bante gutural con el mundo sonoro de hoy de ninguna forma hace caso onruso del pasado personal de sus componen- tes (sus raíces, costumbres y formas de vida) ni de su proyecto a futuro, que tiene en su haber la utilización de los brtakbeatsy demás recursos finiseculares que aportará el siglo XXI. Yat-Kha, como pane de su concepto. ha sabido incor- porar todo eso de una manera lúdica, con la conciencia irónica de su realidad y con una visión siempre honesta del papel que le ha tocado interpretar en la escena musical. Otros ejemplos de esta música asiá- tica se pueden encOntrar en la señera grabación que Ted Levin realizó en 1987 para la colección Smithsonian Folkways. Desde entonces ha habido varias, incluyendo una magnífica gra- bación de Real World y una especie de álbum de crossover tuvano de Sainkho Namchylak en la compañía Cram- world. Otro exponente es el cantante Kaigal-ool Khovalyg del grupo Huun- Huur-Tu, entre los más sobresalientes. 84 Junio 2003. UNIVERSIDAD DE MÉXICO Doctor en historia. Profesor e investigador en la uAM-Xochimilco homogéneo' Es justamente este últi- mo aspecto) el étnico, el que qUiero abordar en estas páginas. EsTADO-NACiÓN y FORMACiÓN DE UNA COMUNIDAD Durante el paso del siglo XIX al xx, México, al igual que muchos otros paí- ses de América latina, intenraba con- solidar un Estado nacional. Uno de los principales aspecros de este proceso fue la construcción de una identidad na- cional que implicaba, entre as- pectos, la definición de una comunidad

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Page 1: Francisco G. Cosmes y la definición de la raza … · EsTADO-NACiÓNy FORMACiÓN DE UNA COMUNIDAD ~TNICA Durante el paso del siglo XIX al xx, México, al igual que muchos otros pa

PERFILESMIRADAS

e

Francisco G. Cosmes y la definición de la"raza mexicana" durante el porfiriato

Aimer Granados García"

INTRODUCCiÓN

A mediados de la década de 1890 apa­reció en El Partido Liberal de la ciudadde México una serie de artículos escri­ros por Francisco G. Cosmes' que ge­neraron un fuene debate sobre losorígenes de la nacionalidad mexicana.El artículo que abrió el debate tiene portítulo" ¿A quién debemos tenerpatria?'? en el que afirmó categórica­mente que Hernán Canés "es el padrede la presente nacionalidad mexicana".Desraco que el artículo fue publicadoun 15 de septiembre) aniversario de laIndependencia mexicana) cuando (fa·dicionalmente, al menos durante el si·glo XIX, los ánimos hispanófobos ehispanófilos se exaltaban. El Diario tÚIHogar replicó a Cosmes que "ensalzara Canés en el mismo día en que rodaMéxico celebra a Hidalgo" era unaprovocación.

El debate introducido por Cosmesestuvo asociado con la historia, la vidapolítica, intelectual ycultural del Méxi­co de finales del siglo XIX. Así las cosas,el análisis de esta polémica se centra enidentificar las diferemes posturas sobrelos orígenes de la nacionalidad mexi­cana. También se refiere al estudio dela figura de Cosmes como uno de losintelectuales porfirianos que mejor ex­puso, definió y defendió los aspecroscentrales del hispanoamericanismo.J

Otro aspecto de análisis que se derivade las hipótesis planteadas porObservatore tiene que ver con la inten­ción porfiriana de consoLidar un Esta­do nacional, cultural y étnicamente

agranda. Desde aquella primera presen­tación del grupo en el afamado festivalde world music WOMAD -<fonde Yat-Khapresentó un extraordinaria versión delclásico tema "Smoke on (he Water" deDeep Purple, con la que el público bai­ló, gritó a más no poder y se maravillócon los solos de Kuvezin- hasta la ac­tualidad del álbum Aldyn Dashka, laagrupación sigue cultivando las fusio­nes de lo antiguo con lo nuevo, las cua­les han puesto aTuva en el mapa de lamúsica global con sus ingredientesúnicos.

La mezcla que realiza del canto retum­bante gutural con el mundo sonoro dehoy de ninguna forma hace caso onrusodel pasado personal de sus componen­tes (sus raíces, costumbres y formas devida) ni de su proyecto a futuro, quetiene en su haber la utilización de losbrtakbeatsy demás recursos finisecularesque aportará el siglo XXI. Yat-Kha, comopane de su concepto. ha sabido incor­porar todo eso de una manera lúdica,con la conciencia irónica de su realidady con una visión siempre honesta delpapel que le ha tocado interpretar en laescena musical.

Otros ejemplos de esta música asiá­tica se pueden encOntrar en la señeragrabación que Ted Levin realizó en1987 para la colección SmithsonianFolkways. Desde entonces ha habidovarias, incluyendo una magnífica gra­bación de Real World y una especie deálbum de crossover tuvano de SainkhoNamchylak en la compañía Cram­world. Otro exponente es el cantanteKaigal-ool Khovalyg del grupo Huun­Huur-Tu, entre los más sobresalientes.

84 Junio 2003. UNIVERSIDAD DE MÉXICO

• Doctor en historia. Profesor einvestigador en la uAM-Xochimilco

homogéneo' Es justamente este últi­mo aspecto) el étnico, el que qUieroabordar en estas páginas.

EsTADO-NACiÓN y FORMACiÓN DE UNA

COMUNIDAD ~TNICA

Durante el paso del siglo XIX al xx,México, al igual que muchos otros paí­ses de América latina, intenraba con­solidar un Estado nacional. Uno de losprincipales aspecros de este proceso fuela construcción de una identidad na­cional que implicaba, entre O(fO~ as­pectos, la definición de una comunidad

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Imica. Sin embargo. el problema noera fácil de solucionar puesro que des­de diferentes posiciones, intereses eideologías se pensó. definió y constru­yó esa idencidad nacional y esa comu­nidadérnica. Es decir. lo que una buenaparte de la inrelecruaJidad porfiriana

ndla impulsar como un proyecrocohesión nacional eorró en conrra­'ón con Otras formas de concebir

'ón yde expresar la mexicanidad.todo me refiero a los aspectos queque ver con lo étnico yel ser iden-

'0 de los mexicanos. El primero consrituía uno de los grnndesen la definición de una idenri­

nacional que. por la época en es-o I insisda en una sociedad mexicmatiza. heredera de las rradicione

e ibérica. que no reflejaban dela la composición érnic.1 del país.

lo cual se desconoció a Orros grupos·cos. particularmenre el indlgena.'ficado como salvaje. ignoranre y

aro. El problema de la definiciónuna comunidad érnic.1 en la for­ión de! Estado nacional mexic.1nocentral durante el porfirialO. Al

pecro, Beatriz Udas Horcasirasaque en el úlrimo rercio del siglo

"los estudios de las ra7.as planrea­que la construcción de la nación

dependla de la uniformidad decaracteres fisiológicos y morales

los grupos étnicos". Según dla. tanroélires en el poder como los miem­

bros de la comunidad científica. pani­cularmenre anrropólogos, emólogos,~ólogos y jurisras, pensaban "quedichos caracteres deberían ser modi­ficados para que la educación y las~ormaciones económicas pudieran<¡ercer una influencia verdadera y per­durable en el largo plazo"' Los texrosde Cosmes analizados en esre anículoJUStamente se inscriben en estoS dis~~s racialisras que prerendlan me­Jorar la "raza mex.icana" con el fin dealcanzar e! progreso.,Para el periodo en esrudio, la defini­

CIón de una comunidad étnica mexica-

na saneó un debare ideológico en quelo hispánico. lo mesriw y lo indígenaaparecieron como expresiones múlti­ples de lo que por entonces se queríadefinir como la "'raza mexicana". Lo ét­nico indígena apareció en el debareideológico como el grupo humano queen buena proporción impedía el desa­rrollo del país. El indígena como "raza",de acuerdo con la expresión de la época.constituía una vergüenza nacional, porlo que urgía homogeneizarlo e incor­porarlo a la nación desde parrones cul­rurales occidentales, aunque inclusoasí seguiría siendo el "hermano menor".Los indigenistas no reivindicaron a lasemias indegenas como posibles inre­grantes de una "raza" mexicana. Comosabemos. su inrención era redimir el glo­rioso pasado de las culruras del Méxicoantiguo. ólo desde esta postura elindio y su culrura interesaban a la na­ción. A lo más que llegaron estos indi­genistas. como Francisco Pimenrel6 yAnronio Garda Cubas. fue a proponeruna transformación del ind(genamexicano. Quedaría por estudiar si losindígenas hicieron suyo el reclamo depertenecer a una comunidad émicamexicana (me parece que no: este as­pecro en la lucha de los pueblos indioses más recienre). Para la época en estu­dio. sus demandas renlan que ver máscon la recuperación de la tierra. Esimponame señalar (monces que en eldebare ideológico que pretendía perfi­lar una "raza mexicana", lo étnico indí­gena apareció como un aspecto que senegaba y no como un aaor que panici­para propiamente en el debare. Es decir,ninguna posición reivindicó a loindlgena como parte esencial de unacomunidad étnica mexicana. Lo indí­gena, insism, apareció como denos­ración y cuando se le reivindicó fue paradesracar la imponancia culrural delM6Uco antiguo en la consolidación deuna identidad nacional.

Dentro de la perspectiva de corrien­tes de pensamiemo como el positivis­mo y el hispanoamericanismo. todo lo

PERFILES

Cosmes nadó en Hannover, Alemania,en 1850. De profesión periodista, fuehijo de uno de 105 fotógrafos másconocidos en México a mediados delsiglo XIX: Antonio lo Cosmes de Cossío.Cosmes u Observatore, su seudónimo,fue parte del grupo fundador delimportante diario La Libertad, delcual también formaron parte EduardoGaray, Telesforo Garcia y los herma­nos Justo y Santiago Sierra. Antes deLa Libertad, Observatare escribió envarios periódicos de tendencia liberal,como El Bien Público, La Tribuna, LaÉpoca y El Mundo Científico. Despuésde la desaparición de La Libertad, en1884, nuestro periodista colaboróintensamente como redactor en ElPartido Liberal. Pero, además de sucarrera como periodista y diplomáti~

co, no escapó a las tentaciones deClio. Así, nos encontramos frente a unintelectual que, muy al estilo de laépoca, compaginaba su actividadpolitica con otras áreas del conoci­miento. Entre sus labores comoescritor destaca la de haber sido elcontinuador de la Historia de México.Los ultimas 33 años, 1867 a 1900(cinco tomos, del XIX al XXIII), iniciadapor Niceto de Zamacois, asi como lacritica que hizo a la vigencia de laConstitución de 1857 y a algunos desus aspectos más relevantes. Tambiénincursionó en la politica partidista. Almomento de su muerte en la ciudadde México, en 1907, era diputado enel Congreso federal. Para más datossobre este intelectual profiriano pococonocido, véase A. Granados García,"Los debates sobre España: elhispanoamericanismo en México afinales del siglo XIX", tesis doctoral, ElColegio de México. México, 2002,págs. 281-286.

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PERFILES

que fuera indio se consideraba bárbaroe incivilizado. El indígena pertenecía auna "raza" inferior y poco digna de for­mar parre de lo que en el imaginariocolecrivo de una buena parte de la cIa­se dirigente del país se considerabacomo la "raza mexicana". Para mostrar­se ante la comunidad internacionalcomo un país civilizado, y aun paralegitimarse como una sociedad conso~

lidada, una buena parte de la dirigenciapolítica e intelectual de la época inten­tó realizar un "blanqueamiento" étni­co de la sociedad mexicana, en el quela misma aparecía como heredera delmundo latino. Este "blanqueamienrd'se dehe entender no solamente comouna negación del indígena en la con­formación étnica de la sociedad mexi­cana, sino también como una políticaestatal que, a través de la inmigración,intentó "mejorar" la "raza mexicana".7En este proceso de "blanqueamiento"étnico el indígena histórico y real fuenegado. mientras que algunos sectoressociales e intelectuales reivindicaron elpasado prehispánico del país, mostrán­dolo por ejemplo en las exposicionesuniversales de la época celebradas enEstados Unidos y Europa. Más aún, elindígena que vivía en las comunidadesfue combatido, algunas veces extermi­nado, despojado de sus tierras yrelegado a un segundo plano de rodaproyecro político, social y cultural delEstado nacional mexicano.8

LA "RAZA MEXICANA»:

lATINA E HISPÁNICA

En uno de sus tantos artículos,9 Cos­mes expuso lo que desde su punto devista constituía la sicuación de la "raza"con ascendencia hispánica y la "ra­za" indígena que habitaba en el país.Al citar a Herbert Spencer recordó quela calidad de una sociedad disminuía"bajo el aspecto físico, por la conserva­ción artificial de sus miembros másdébiles". Cosmes afirmó también quela condición de una sociedad, "bajo elaspecto intelectual y moral, se deterio-

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ra por la conservación artificial de losindividuos menos capaces de valerse ycuidarse a sí mismos. Oburvato",opi­naba que la sociedad mexicana debíatener muy presentes estas dos "leyes so­ciológicas", aunque advertía, muy pa­ternalmeme, que, en relación con lapoblación indígena, su intención noera la de poner en prácrica estos postu­lados. Según Cosmes, su propósito era"darle la mano" al indio, como lo ha­bía hecho el régimen colonial espafiol,que lo había protegido cuando decre­ró las Leyes de Indias, pero sefialabaque no por "amor al indio busquemosnuesrra propia destrucción". Para iden­tificar los valores nacionales con aqué­llos tenidos y mantenidos por losindígenas, anotó:

No ayudemos a la degeneración ymuerte del organismo nacional l pres­cindiendo de los elementos consti­tutivos de nUestro carácterl adquiridospor una herencia gloriosa; no rene­guemos de nuestro origen latino nidel espíritu de progreso que la razaespañola nos infundió, para ofrecercomo ideal a la actual sociedadmejicana [sic] llevados por el deseo~omántico de poetizar a un tipoIncapaz de todo progreso, las tradi­ciones de servidumbre y de barbariede una raza inferior.

El discurso argumentado por Cosmespara reivindicar "nuestro origen latino"y ascendencia de la "raza española" fot­maba parte de una ideología que sesustentaba en las teorías racialistas 'o

muy en boga por la época, entte otrasel darwinismo social y el positivismo.Esras teorías le sirvieron a Cosmes paraapoyar sus hipóresis a propósito de laimportancia y necesidad de reivindicarla ascendencia étnica hispánica y des­echar al indígena como una "raza" no­civa para la "salud" de la sociedad

El Partido Liberal, núm. 2835, 15 deseptiembre de 1894. La polémica lollevó a publicar una serie de artículosen los que, en franca discusión convarias publicaciones de la ciudad,amplió y defendió sus puntos de vista.Cuando apareció el artículo deCosmes, algunos diarios de la ciudadse agruparon al menos en dos gruposantagónicos: los que, como El PartidoLiberal, El Correo Español, La Nación yLa Voz de Mé)(ico, optaron pordefender un punto de vistahispanoamericanista del debate, entanto que el Diario del Hogar, El Siglox/x, El Monitor Republicano y algunosdiarios de provincia como El Liberal,de Zacatecas, El Obrero, de Pachuca, yEl Progreso, de Chihuahua. sostuvie­ron una posición indigenista. lostextos hispanoamericanistas deCosmes fueron publicados en ElPartido Liberal entre el 15 deseptiembre y el19 de octubre de1894. Un aflo después, escribió otraserie de articulas de clara inspiraciónhispanoamericanista, a los quenombró "Vuelta a la carga". AIIlinsistió en sus hipótesis y amplió susargumentos sobre la influenciacultural hispánica en México. Sustextos publicados en El Partido Liberalen 1894 y 1895 fueron reeditados enforma de opúsculo con el título Ladominación española y la patriamexicana, México, Editorial de ElPartido liberal, 1896. La edición fueprologada por Telesforo Garcia, unode los más destacados miembros de lacolonia española de México. laversión de los articulas de Cosmes queutilicé en esta investigación ha sido laque vio la luz pública en El CorreoEspañol. Muchos de estos textosfueron transcritos por diferentesperiódicos de la ciudad de México.Estos temas son analizados en A.Granados García, op. cit, cap. VI.

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mexicana. No es seguro, pero sí proba­ble, que Cosmes, al igual que muchosde sus pares intelecruales en México,leyera a los principales teóricosracialistas europeos. ; [ás plausible esque leyera a Darwin r que de allí salta­ra al darwinismo s- cíal. RobertoMoreno ll ha establecido, más o menoscerteramente, que las primeras mani­festaciones de la COlltroversia evolu­cionista en México se produjeron en ladécada de los setenta del siglo XIX.

Moreno afirma que el problema indí­gena en México fue UII f.1ctor decisivopara que el modelo Jarwinista fuerarecogido y aplicado por los escritorespolíticos del último uarto de siglo.Entre éstos destacan los hermanos San­tiago y Justo Sierra y las personasagrupadas con ello.. a las que llama

• 12 Rspencenanos. ecordcmos que, jun-to con los hermano ierra, Cosmesformó parte del grupo Fundador delperiódico Lit Libertar! y que al hablarde las leyes sociales que debían regir elrumbo de México, cj¡,lba a Spencer,loc~al evidencia la influencia del positi­vIsmo y del darwinismo social en nues­tro personaje.

Durante los años noventa del si­glo XIX, y frente al problema del in­~ígena, Cosmes fue uno de los que másImpulsaron la aplicación del dar­winismo social en México. Así, porejemplo, hizo una semblanza del in­~ígena mexicano en la que se nota latnfluencia de las teorías racialistas, delpositivismo y del darwinismo social:

¿Acaso el indio de nuestros días sedistingue en algo del indio del tiem­po de la Conquista? ¿Por ventura hasacudido el yugo de esa rutina, omejor dicho, de esos instintos, queapenas le dan un lugar un poco máselevado que el de las bestias de la­bor? ¿Puede prestar a la patria y a lacausa del progreso otro contingenteque el de sus brazos, dirigidos por unainteligencia escasísima e incapaz degeneralización? [...] ¿Cuáles fueron,

pues, las facultades intelectuales delindio que atrofió el yugo conquista­dor? [...] ni moral, ni materialmentehablando, las repetidas facultadespudieron desarrollarse. En religión,que es la primera manifestación mo­ral de la humanidad, la Conquista nologró más que sustituir los ídolos depiedra con imágenes, a las cuales losindios rendían y siguen tributandoel mismo culto supersticioso y casiidólatra. Yen cuanto a progreso ma·terial, ¿qué adelantos ha realizado laraza indígena de nuestro suelo?13

En este perfil del indígena mexicanoalgunos elementos son dignos de resal·taro De nueva cuenta asomaba una ex­plicación y una visión estática de lassociedades prehispánicas por medio dela cual se les negaba un pasado históri­co y toda la capacidad que ellas hubie­ran tenido para el desarrollo y elprogreso. Todavía en esa época, algu­nos sectores sociales veían a los indíge­nas que poblaban el territorio nacionalcomo "bestias de carga". En otro de susescritos, Cosmes concluy6 que las co­munidades indígenas, en conjunto,carecían de las características de las "ra­zas" susceptibles de progreso,14 con locual -en una visi6n completamenteeurocentrista-sugería que s610 "razas"

En las ültim<lS dkadas. 'a catC'go/lJ"Estado naclona'", asl como 1.,realidad social a que ha(l~ refc/cl'\( ,ha sido reviS<lda por los InVC1tigadcxbde las ciencias sociales. Pme de ~te

revisionismo surge a partir de lJrealidad de las mIno/fas ~tn¡¿'s endiferentes partes del o/be, que dtsdolos or/genes y la formación dejosEstados nacionales modernos futfonexcluidas de los mismos. los ejemplosson recientes y sall4lron en mu{h.npartes de filgeogra/iJ mundIal deWclos al\os ochenta, espccJalmcnte etlEuropa oriental, Eu/opa bJlc..\nlu.Am~rica yI\1la. Par" el usolatinoamericano se pueden mt~<WWlos movimientos de /olS comunld~d~rndlgenas y negrM que. en buenaparte. sustentlln sus pttídon~ C'O Lanece.sldad de replantear I fJl4ldonacional como un" realfd..tdplurlculturlll y multi~to (l).

Beatriz Urfas HO/C.lSllJS.lndfgr~ '1crimFniJ/. InrcrprctíJCiOfl~ dt'1dff~yldJnrropolcx;/HnMb o, 101lo19Jl,UnlversrdJd Ib~rO¡\lTlCI (.I11l1. M "0.

2000, pjll. 11UM cxposicl6n de los punt01 d~ 1,\

de Pimentera P/Op6'.lIO do ( mQInte!)r"r los ind gcnall1l-, tuclOflpuedc veno cn Enrlqúe flof 00Ern/J. [stJdo y NJcJóIl. (nU)~ I

IJf idcnrJdJd~coJC(tJVn M "l"~Aguilar. Me..!eO, 1998. PI~nt(1eJpuSO sllt punlO1 de tol en \uconocld., Mrmorl~ robtr UI '.Jl/s.nque hJn orig/nJdo /.1 JittJJCJ«loK"twl

de 1" (JU nd (nJ de A/tRC:tI. 10IV'5

dat,) de 1864-Cfr. Justo Slctrot. hU (1 SIX Jypo/ltico. Apuntd~" un/rf>tO.Mex!co, 1960. pJQ.19.

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PERFILES

como la sajona o la latina tenían la ca­pacidad para alcanzar un pleno desa­rrollo socioecon6mico. cultural ypolfrico.

Apelando a lo que llamó la "ley de laherencia", que no era O[fa cosa quela impronra que la "raza hispana" habíadejado en México, Cosmes prerendlórealizar, a través de sus escritos, unaespecie de limpieza étnica para los "ver_daderos mexicanos" de la época, losherederos de Corrés. Por ejemplo, enotro de sus artículos afirmó que "tra_tándose de nosotros, los mexicanos ac·cuales", los que eran el producro de "lafusión del ibero con el indio, ¿habráquién se atreva a negar el heredismo[,ic] que nos diferencia en lo absolurode los pobladores primitivos delAnáhuac?" l' A renglón seguido dejóclaro que si bien el "espíritu nacionalpropio" era la consecuencia de la uniónde esas dos razas, había una "ley de pre­ponderancia en la transmisión de loscaracteres, como se llama en biología ala superioridad de influencia de uno delos padres en la consritución memal delhijo". Por supuesro, era la preponde­rancia latina sobre el indígena a la quese hacía alusión. El indio únicamentehabía proporcionado "materia primapara esa unión, pues sus caracteresmorales propios han desaparecido porcompleto en el criollo mexicano". Re­afirmándose y reivindicándose comodescendiente de español, Cosmes sos­tenía que "nuestro atavismo indio nose manifiesta más que por algunos ca­racteres físicos que van desapareciendocada día más: intelectual y moralmentehablando, somos españoles, un tantomodificados por el medio. El carácrerde nuestro organismo nacional esesencialmente europeo, formadoenteramente por la herencia latina quede la Conquisra recibimos".

Como ya se esrableció, los pumos devista de Cosmes en torno al indígena ya la existencia de una "raza mexicana"estuvieron influidos por el positivismoyel dalVlinismo social. No obstante, el

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pensamiento de Cosrnes en estas cues­tiones fue diferente al de otrOS perso­najes que también estaban influidospor esas corrientes de pensamIento. Elplanteamiento de Cosmes en cuantoal problema indígena fue cercano al deManuel Ramos y a la opinión de Fran­cisco Bulnes, pero se alejaba de las con­sideraciones que sobre el indio hicieronVicenre Riva Palacio y Juseo ierra.Durante el porfiriaro, en la definiciónde una comunidad érnica mexicana 0,

para emplear el término de la época,de una "raza mexicana", había más °menos acuerdo en relación con dosasuntos. t.micameme la sociedad mexi­cana era y debía ser meseiza. Segundo,existía una seria preocupación en tor­no a qué hacer con el indígena. En re­lación con el problema indígena,algunos, entre ellos Observatore, senci­llamente lo desconocieron de todo pro­yecto estatal nacional y en su discursoconstantemente rebajaban la condiciónsocial, étnica e intelectual de los indí­genas". Otros, como el Eseadoporfiriano, lo combatieron y declara­ron una guerra de exterminio (la gue­rra conera el yaqui es un ejemplo de

florescano (op. cit., pág. 333 Yss.),entre otros historiadores, reinterpretala exclusión del indígena del proyectoestatal nacional a través de lo quellama "el Estado nacional y losindfgenas" y hace una revisión de \aconstrucción estatal nacional del sigloXIX frente al problema indígena.El Correo EspafJof, núm. 1621, 20 deoctubre de 1895.

10 Urlas Horcasitas hace una slntesis delas tradiciones intelectuales en torno ala raza: la etnológica, la lamarckiana,la poligénetica, la proveniente de laantropología biológica y la de ladegeneración social. Lo interesante esque muestra cómo cada corrienteinfluyó en el pensamiento mexicano ycómo los viajeros y cientificos quellegaron a México durante la época enestudio constituyeron otra fuente através de la cual el medio cientifico sealimentó para extender las teorfasracialistas en el país. Urlas Horcasitastambién estudia las comunidadescientíficas y las instituciones decarácter oficial que en Méxicopermitieron el desarrollo de unpensamiento antropológico de lasrazas (op. cit, cap. 11: "Teorías sobrelas razas. págs. 79 y ss., 127 y ss).La pofemica del darwinismo enMéxico. Siglo XIX, Testimonios, UNAM,

México, 1984. Este texto es unaIntroducción a una serie de escritosque recogen los principales debatesen México sobre el darwinismo, asícomo Investigaciones de mexicanosque intentaban atemperar las idea,sdarwinirtas en el pars. Véase tambiénCharles Hale, La tramformación d~1liberaflsmo en México a fines del slg/ox/x. Vuelta, México. 1991, págs. 338­343.

11 R. Moreno, op cit., págs. 17-4211 El Correo Español, núm. 1600, 26 de

septiembre de 1895.l. El Correo Español, núm. 1609, 6 de

octubre de 1895,\~ El Correo Español. núm. 1621, 20 de

octubre de 1895.florescano afirma que aun durante larelativa paz porfiria.na "no c~.I.a ecampaña para rebajar la condlCl~n dlos grupos nativos". En este sentido,refiere la posición de algunos persona­jes de la época que incidieron.en estetipo de opiniones: Alfonso LUIS Velaseoasentó en sus obras que "las razasaborígenes eran un obrtácul~ para lacivilización". Un periódico aftrmaba en1895 que en el centro del país sobrabanbrazos y faltaban cabezas, sobre todoeuropeas que el articulista pensaba ~ueeran las ;ptas para las tareas industria­les. En el mismo sentido, Mateo

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UNIVERSID~D DE M~X'CO oJvQO 2003 -

~ll.lnos~ fn 1"9mlJlones de loolgtnA¡ ~ ,Igual c.amld.ld de rvn!grttlteSpeos, ~a 30~m.k~r~t4do. 8u/nts atrl 14poi/Ha ysodal d IPI q In'dellOOlgena. CArlot O Oufóo YGenaro Raygos¡, dos mIflnOtolgabinete del Oral, CAl flCIron loJindlge"as de "rm~1dI·y"nulidad Intelectual". En 1907, otroarticulista so atrevl6 I d rqut dn<omillones de argelntlnos VII "m&s q\It11 de rnexk.anos porque tqutllos .de ascendencia europea. FIof l'Oconcluye: -Para los d nt'fkosporflrlanos. como antes p;)ralosliberales, los IndIos eran ~ lN)'Of Lnuque Impe(/Ia el dewrrollo de M ycon esa convkdÓl'l no cesaron derebajarlos t inlUtlarlos en UN~

racista sín paralelo en II historia lidpalf" (op. dl, pág. 370), Por su PfI'Alan Knight afirma que wbien dur~t

el porllrlato st puede hablar de UNcorriente Indlgenlna. fm f~ rMsretórica que Ital y sólo st matcon la erec.dÓl'l de la l!SUtua aCuauhtémoc en la dudad de M~("Racism, RevoJution. and IndigtI\México, 1910.1940", en RicNrd GrAhlm(ed.l, The Idea ofRace In wrJn AmfficA.t87o-'940, Unlvelllty o, Tuas Prt'\s,Austin. 1990, pAgs. 71·113). Vfase unrecuento de las vIslones ~atlvlS defIndlgena mexicano por parte de los mA$importantes hlstorlldom MI ~Ioen B. Unas Hotcaslw. op. dt.. pig. 106Yss.. que considera" pmoN)es de 11tal/a de carlos Maria de BUSUtnInt •Marcos Arronll, J056 Maria ROl YBArcenas y Manoo P"YflO. Of e$Wreferencias bibllog/Aflcas yde~jes del siglo lQ¡( que reflexioNtOn lObtel indlgena en M ost condexistió una fuert tradid6n lotedecimonónica que vio en IInClHXNI'un obsUculo PIIra I dtsMroIk> del

17 Véaso el aN/bIs de 11 posld6o deen A. Granados Garcl.. CIPo o p;gyss.

,. Sobre la resls~r\tka de 11. comunIndlgenllS frente al aY I/<tdot tldoporfirlano,~m Rom4f\t faJ(ón,Mbko dC!SQllo. Estrtt desobrevlvend4ftent 111liberaL Pl4u Y~ , M«l{JW, ~""

des políticas y el individuo, que di­rectamente entraba en contradiccióncon la tradición política y social de lascomunidades.

Finalmente hay que señalar que fren­te a los procesos de homogeneizacióncultural y étnica del Estado porfiriano,las comunidades indígenas inventaronmúltiples formas de oposición que fue­ron desde la resistencia de baja inten­sidad y simbólica, pasando por lautilización y manipulación del apara­to legal jurldico, hasta la rebelión.u

ello). Un tercer grupo continuó con lauadición decimonónica de adelantarpolíticas que redimieran al indígena desu ignorancia y alcoholismo. Unode los más importantes abanderados deesta última corriente fue JUSto Sierral7•

El otro punto a destacar en esta par­te del trabajo es que, durante elporfiriato, uno de los m;J'Tlentos his­16ricos más importantes ;;'1 la consti­tución del Estado nacion,,! mexicano,l~s discursos en torno a b. formaciónde una comunidad étn;;.::" y políticaquisieron imponer una wdedad porun lado mestiza o de ascendente lati­no-ibérico, según Cose!es, y por elotro, excluyente e intoierante conel "otro" indio. El resulrado fue unproyecto de identidad nJcional mexi­cana opuesto a cualquier otra formade pensar étnica y culturalmente lanación.

El análisis del proceso de formacióndel Estado-nación durante el por­firiato no se agota en los referentesétnicos y culturales inrroducidos eneste estudio. FlorescawJ mencionaOtros aspectos conexos. j)or ejemplo,el despojo de las tierras Ci'~:1Unales porparte de las élites en el po,;cr, el ataquealas tradiciones y la cub~ra indígenayel discurso liberal sobre las liberta-