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Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu ISSN: 0120-1468 [email protected] Universidad de San Buenaventura Colombia Montero Anzola, Jaime Francisco Varela y el debate sobre las metodologías en primera persona Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, núm. 144, 2006, pp. 71-93 Universidad de San Buenaventura Bogotá, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=343529895006 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Franciscanum. Revista de las ciencias del

espíritu

ISSN: 0120-1468

[email protected]

Universidad de San Buenaventura

Colombia

Montero Anzola, Jaime

Francisco Varela y el debate sobre las metodologías en primera persona

Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, núm. 144, 2006, pp. 71-93

Universidad de San Buenaventura

Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=343529895006

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FranciscoVa.rela y el debatesobre·.·····las······metodologias· en

•primera persona

Jaime MONTERO ANZOLA*

Resumen

En este ensayo se realizará una reflexión acerca de las metodologías en primera

persona desde la perspectiva de Francisco Varela'. Inicialmente se presenta el tema

de las metodologías de primera persona desde la óptica de M. Foucault y de D.

Chalmers y la recensión que hace la ciencia cognitiva y algunos filósofos sobre estas

metodologías. Al final se efectúa una relación entre la interacción de la suspensión,

el dejar ir y la redirección, aspectos básicos de tres formas de acceso a la conciencia

en primera persona: la introspección, la fenomenología y las prácticas de transfor­

mación de la tradición Madhyarnika.

Docente de la Facultad de Filosofía de la Universidad Libre

Francisco José Varela García, de nacionalidad chilena obtiene un doctorado en la Universidad deHarvard en 1970; sus primeros trabajos fueron en neurobiología, biología teórica y epistemología.Temas que lo llevan a tomar contacto con la ciencia cognitiva y con la filosofía, esta última desde losaños 60, específicamente con la fenomenología que le sirve como referencia filosófica para presentarla teoría de la 'enacción' y "la vía media'; temas relacionados con la 'intencionalidad' en Husserl y elentre-deux en Merleau-Ponty. Sin embargo, cabe anotar que Varela plantea sus discusiones de talforma que no se restringen al campo epistemológico específico de la biología, sino que va mucho másallá, al tomar parte en las discusiones y trabajos de la neurociencia y la filosofía de la mente, inclusoen la ética con sus conferencias de la Universidad de Bolonia que se editaron en su texto Ética yAcción. Ha dirigido investigaciones en distintas universidades: Colorado, Boulder, New York, laUniversidad de Chile y el Instituto Max Plank (Alemania) para la investigación cerebral. Ha sidodirector del Centro Nacional de Investigación Científica en París (CNRS). Muere en Chile en 2001.

JAIME MONTERO ANZOLA

72

..........................

de sí mismo de una manera diferente ala habitual, y al hacerlo se modifica, se

transforma el tono mental del sujeto encuestión. Para lograr este conocimiento

de sí mismo en la antigüedad griega y

helenística se recurría a técnicas de me­

ditación, de memorización del pasado,examen de conciencia, verificación de las

representaciones a medida que éstas sehacen presentes en la mente. Esta

épiméleia, implica a su vez una manerade ser, una actitud, una manera de re­flexionar3 .

Sin embargo, es evidente que la filo­

sofía occidental ha privilegiado marcada­mente el conocimiento de sí mismo so­

bre la preocupación de sí mismo. Esprácticamente una obligación del sujetoque quiere acceder a la verdad, transfor­

marse en algo distinto. Por lo tanto, la

pregunta que bien debía hacerse era:¿qué transformaciones son necesarias en

el propio ser del sujeto para tener acce­so a la verdad? En el proceso de la cul­tura occidental la preocupación por uno

1. Reflexión previa acerca de las metodologías de primera persona

Foucault. 1994, 33

Cf. Foucault, 1994, 34 ss

Esta cuestión del sujeto, y del co­

nocimiento del sujeto, ha sido

planteada, hasta la actualidad, de

otra forma, bajo la forma del Orá­

culo de Deltas: Conócete a ti mis­

mo. Pero en realidad, esta fórmu­

la de conócete a ti mismo va

acompañada siempre, por otra

parte, de otra exigencia: ocúpatede ti mismo2

El tema de la primera persona pue­de relacionarse en Occidente con el cui­dado de uno mismo o el conocimiento desí mismo.

Para Foucault la épiméleia es el princi­pio filosófico que predomina en el pen­samiento griego, helenístico, y romano.

Es un modo de verse a sí mismo, de en­frentarse al mundo y a los otros; por lo

tanto, es una forma de observación atenta

de la mirada. La preocupación por unomismo implica una forma de estar atento

sobre lo que se piensa y lo que aconteceen el pensamiento. Es un hacerse cargo

FRANCISCO VARElA y EL DEBATE SOBRE lAS METODOLOGÍAS EN PRIMERA PERSONA._---

1

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la

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lno

mismo se ha dejado en el olvido. Con la

filosofía cartesiana el acento se ha pues­

to en el conocimiento de sí mismo como

modo de acceso a la verdad.

La Edad Moderna de la historia

de la verdad comienza a partir

del momento en el que lo que

permite acceder a lo verdadero

es el conocimiento, es decir, a

partir del momento en el que el

filósofo o el científico, o simple­

mente aquel que busca la verdad,

es capaz de reconocer el conoci­

miento en sí mismo a través ex­

clusivamente de sus actos de co­

nocimiento, sin que para ello se

le pida nada más, sin que su ser

de sujeto tenga que ser modifi­

cado o alterado. (oo.) A partir del

momento en que el ser deja de

ser cuestionado en virtud de la

necesidad de tener acceso a la

verdad, se entra en otra etapa de

la historia de las relaciones exis­

tentes entre subjetividad y ver­

dad. En la época moderna la ver­

dad ya no puede salvar al sujeto.

El saber se acumula en un pro­

ceso social objetivo. El sujeto ac-

Foucauit, 1994, 40 s

ef. Foucauit, 1994, 47 s

73

túa sobre la verdad, pero la ver­

dad ha dejado de actuar sobre el

sujet04•

Pero en sí ¿qué es ocuparse de sí

mismo? Para Platón significa ocuparse

del alma, pues yo soy mi alma. El sujeto

de todas las acciones corporales, instru­

mentales, de lenguaje, es el alma, pero

no es el alma substancia, sino el alma

sujeto. Pero no existe preocupación por

uno mismo sin la presencia de un maes­

tro5• Ante la pregunta ¿quién soy? lleva

a pensar nuevamente a que uno mismo

se refiere la preocupación de sí o tam­

bién ¿en qué consiste el cuidado de uno

mismo? Y por lo tanto ¿cómo puede uno

conocerse a sí mismo?

Para conocerse a uno mismo hay

que contemplarse en un elemento

que es equivalente del uno mis­

mo; hay que contemplarse en ese

elemento que es el principio pro­

pio del saber y del conocimiento,

es decir el elemento divino. A

partir de este movimiento el alma

se verá dotada de sabiduría, po­

drá distinguir lo verdadero de lo

falso, sabrá cómo hay que com-

Foucault. 1994, 51

74

..........................

región del saber. Semejante despropósi­

to ha continuado manifestándose tanto enla filosofía como en la ciencia.

En el desarrollo de mi concep­

ción de la conciencia, he tratadode obedecer a un número de res­

tricciones. La primera y la másimportante es tomar en serio a la

conciencia. En este libro supon­go que la conciencia existe, y que

es inaceptable redefinir el pro-

En la actualidad hay muchas discu­siones sobre la relevancia de la concien­

cia y de su irreductibilidad, pero brilla porsu ausencia una propuesta metodológica

al respecto, y más temprano que tardelas especulaciones teóricas en algún

momento comienzan a volverse estéri­les. Estamos hablando aquí de un méto­

do de primera persona, pues nos pareceimprocedente y carente de resultadosconvincentes, estudiar la conciencia que

se da en primera persona con un métodode tercera persona.

Un investigador muy sensible al temade la conciencia, D. Chalmers, nos diceen su texto La mente consciente:

En la Edad Media las prácticas de trans­formación fueron influidas notablementepor el cristianismo; es de destacar sin

embargo, que aunque la 'institución reli­

giosa' ejercía permanente vigilancia, deforma aislada se llevaban a cabo diver­sas prácticas que pretendían el cuidadode sí mismo.

portarse correctamente, y de estaforma estará capacitada para go­bemar6.

JAIME MONTERO ANZOLA_..-._._----------

Con el surgimiento de la Moderni­dad, el cartesianismo implantó la formaen que se debía abordar el tema de la

conciencia. Desplazando el cuidado desí mismo por el conocimiento de sí mis­

mo, más cercano a la racionalidad de laépoca. Se intentó exorcizar el tema de lo

mental con una densa racionalidad; enotras palabras, ocultar el ser mediante el

saber. A su vez con el surgimiento, augee imposición del método de las ciencias

de la naturaleza se 'decretó' que la for­ma de acceso a todas las formas de co­

nocimiento era la tercera persona. Eltema de lo mental o de la conciencia fuedesplazado, entre otras cosas porque no

se sabía cómo abordarlo desde ninguna

FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOGIAS EN PRIMERA PERSONA._--------

ese

o

e)-

blema diciendo que sólo se trata

de explicar en qué forma se rea­

lizan ciertas funciones cognitivas

o conductuales. (... ) Algunos di­

cen que la conciencia es una 'ilu­

sión', pero yo no tengo idea de

lo que esto significa. Me parece

que estamos más seguros de la

existencia de la experiencia cons­

ciente de lo que estamos de cual­

quier cosa en el mundo. Lo que

sabemos sobre la conciencia es

más inmediato de lo que sabe­

mos de cualquier otra cosa, de

modo que una 'demostración' es

inapropiada. A mí me parece ob­

vio que hay algo más que nece­

sita una explicación; a otros, les

parece aceptable que no lo haya,

(... ). La segunda restricción que

adopté es tomar en serio a la cien­

cia. -Luego dice- no niego que

el mundo físico esté causalmente

cerrado o que la conducta pueda

explicars~ en términos físicos o

un científico cognitivo sugiere

que la conciencia puede explicar­

se en términos físicos, esto es me­

ramente una expresión de deseos

Chalmers, 1999, 16 ss

lbíd. 18 s

75

que no se basa en una teoría ac­

tual, y la cuestión sigue abierta.

La tercera restricción consiste en

aceptar que la conciencia es un

fenómeno natural sometido al do­

minio de las leyes naturales7•

Más adelante, Chalmers enfatiza lo

que hemos estado diciendo. Este texto es

importante pues este pensador se acerca

bastante a la propuesta de Varela, aunque

difiere a la hora de proponer metodologías

concretas de primera persona.

El problema de la conciencia está

instalado de un modo inestable

en la frontera entre la ciencia y

la filosofía. La metodología cien­

tífica ordinaria tiene dificultades

para captarlo, y una causa impor­

tante de esto son las dificultades

para observar el fenómeno. Fue­

ra del caso de primera persona,

es difícil encontrar datos. De esta

forma, el problema de la concien­

cia podría ser un problema cien­

tífico que requiere métodos filo­

sóficos de comprensión antes de

que podamos despegara.

JAIME MONTERO ANZOLA

Ahí mismo en la introducción nos va adescribir qué es lo que va a hacer el tex­

to. En la segunda parte se va a ocuparacerca de la irreductibilidad de la con­

ciencia y el en capítulo 3 de los métodosestándar de la explicación reductiva, di­

ciendo que no pueden dar cuenta de la

conciencia.

Cuando ingresé a la filosofía, mesorprendió descubrir que la ma­

yor parte del debate sobre la con­ciencia se centraba en la cuestión

de si había un problema o no, oen la de si era un fenómeno físi­

co o no, y que la cuestión deconstruir teorías parecía haberse

dejado de lado. Las únicas 'teo­rías' parecían haber sido formu­

ladas por aquellos que (a mi en­tender) no tomaban en serio a la

conciencia9 .

Chalmers discute con distintas con­

cepciones acerca de la conciencia, des­

tacando las leyes básicas que gobiernanla estructura de las experiencias cons­cientes abriendo una alternativa intere­

sante de estudio que tome en serio el temaen cuestión. Lo que más nos sorprendió

Chalmers, 1999, 20 s

76

es que en ningún momento le interesa

proponer un método directo en primerapersona para el estudio de la conciencia.

Es claro que discute acerca de la

inconveniencia de los métodos reductivosen boga y ofrece posibilidades para en­

carar el tema, pero no hay algo que seocupe de los métodos en primera perso­

na y se ofrezca una propuesta concreta.Lo mismo podríamos afirmar de Searle

y Dennett. Varela considera de impor­tancia capital para el estudio de la con­

ciencia proponer una metodología de pri­mera persona. Sin embargo, tampoco

llega a plasmar de una manera conclu­yente un cuerpo metodológico queexplicite cada paso y llegue a conclusio­

nes definitivas. Esto puede explicarse se­

guramente por su prematura muerte quedejó inconcluso este trabajo que estaba

desarrollando al final de su vida. Lo quesí es claro para él, cosa que explica condetalle, es la importancia de realizar es­

tos trabajos y el esbozo de una propedéu­

tica que va a permitir un estudio serio dela conciencia.

Es evidente que cuando se mencio­na la primera persona en una investiga-

FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOGfAS EN PRIMERA PERSONA

"Incluso la actividad diaria más sencilla o más agradable en la acción inmediata -caminar, comer,conversar, manejar, leer, esperar, pensar, hacer el amor, planificar, jardinear, beber, recordar, acudira terapia, escribir, dormitar, emocionar, turistear- transcurren todas rápidamente en un desdibujadocomentario abstracto mientras la mente se apresura a saltar a la siguiente ocupación mental. Lapersona que medita descubre que esa actitud abstracta que Heidegger y Merleau-Ponty atribuyen a lafilosofía y a la ciencia es la actitud propia de la vida diaria cuando uno no está atento. Esta actitudabstracta es el traje espacial, el revestimiento de los hábitos y las preconcepciones, la armadura con laque uno habitualmente se distancia de la propia experiencia". Varela, 1996, 91.

descripciones se orientan hacia 'agen­tes extra-mentales', ya sea en el labo­

ratorio u otra mecánica previamente es­tablecida. Estas descripciones 'objetivas'no pueden abandonar la dimensión sub­

jetiva-social, pero lo habitual es ocultar

este aspecto social de la ciencia. Lo quese considera objetivo es lo que puede

cotejarse con un conocimiento regula­do; sin embargo, este depende de la ob­servación y la experiencia individual.

Realmente estamos haciendo una dis­

cusión que ya Husserl había realizado acomienzos del siglo XX. Hecho que obli­

ga a tener cuidado con la distinción en­tre lo objetivo y lo subjetivo; en otraspalabras, la demarcación entre esa dia­

léctica del 'afuera' y el 'adentro'. Es

claro, que lo subjetivo puede ser abiertoo expuesto a la validación inter-subjeti­

va siempre y cuando haya un métodoque ayude efectivamente en esta labor.Este método va a permitir las bases de

una ciencia de la conciencia que inclu­ya a la primera persona, y la experien­

cia subjetiva como un componente ex­

plícito y activo.

77

10

Cuando se llevan a cabo descrip­

ciones en tercera persona, por lo gene­

ral se asocian con referencias descrip­tivas de fenómenos naturales, aunque elque las realiza es un ser humano. Estas

ción por lo general suscita pensamientos

de aversión acerca de la intromisión delo 'subjetivo' en lo 'objetivo', generandodesconfianza sobre la fiabilidad de los

resultados. Se cree habitualmente que laintrospección no es confiable, cosa con

la que estamos de acuerdo, pues esta

manera de operar la conciencia puedeconvertirse en fuente reiterada de erro­

res. En cada instante nos estamos repi­tiendo con un monólogo interiorizado,acerca de qué somos, cómo debemos

actuar y las conveniencia o inconvenien­

cia de determinada acción, pero no hayninguna transparencia acerca de lo que

pensamos y sentimos, pues habitualmentela conciencia en su estado natural no estáatenta y lo que la habita en ella son conti­

nuos ensueños y distracciones; las cosassuceden irremediablemente sin damoscuenta del flujo continuo de vivencias 10 •

e

ae[l

l-

,-

a-

dencia a abrimos paso hasta la

atmósfera pura de lo general y

de lo formal, de lo lógico y lo bien

definido, de lo representado y lo

planificador es lo que le confiere

su sello característico a nuestromundo occidentalll ,

Esta pérdida de las prácticas de

transformación en Occidente se

da a partir del Renacimiento;

pero lo más grave de esto es que

no solamente se perdió la prácti­

ca sino que no se tiene concien­cia de ello12 ;

La filosofía de Husserl y la fenome­

nología en general, es lo más cercano a

una respuesta pragmática sobre la expe­

riencia humana; pero su tentativa es teó­

rica; una cosa es desarrollar una teoría

acerca de la conciencia, y otra diferente

es generar un método pragmático que

posibilite un sistema de prácticas.

es más, se considera que no tienen cabi­

da por ningún lado. Vestigios de esas

prácticas se pueden encontrar en casos

78

.................Varela, 1996, 13

Varela, 2002, 456

JAIME MONTERO ANZOLA

I Racionalista // 'cartesiana' u

'objetivista/: estos son algunos de

los términos que se utilizan hoy

en día para caracterizar la tradi­

ción dominante en la que hemos

crecido. Sin embargo, cuando se

trata de re-formular el conoci­

miento y la cognición, considero

que el término que mejor se

adecua a nuestra tradición es

abstracta: no hay palabra que ca­

racterice mejor a las unidades de

conocimiento que han sido con­

sideradas más' naturales'. La ten-

Occidente en su devenir filosófico y

científico ha priorizado la descripción de

la 'realidad' mediante el saber teórico

sobre el práctico, ha dado gran desarro­

llo al 'saber qué' a expensas del 'saber

cómo'. Sin embargo, lo que los seres

cognitivos tenemos en común es un co­

nocimiento construido sobre la base ex­

periencias concretas; lo abstracto es el

final de un proceso de agregados que han

partido de la disposición para actuar.

Hemos mostrado que siempre operamos

en la inmediatez de la situación.

11

12

FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOGíAS EN PRIMERA PERSONA

79

re con un entrenamiento largo. Y

eso es válido respecto de las emo­

ciones. Esa es la fenomenología

de la experiencia, eso es lo que

aprendemos por ejemplo de la

tradición budista; eso es lo que

me interesa de la fenomenología

yeso es lo que podemos hacer

en el laboratorio y establecer esos

puentes porque tiene un mate­

rial empírico, datos fenomenoló­

gicos suficientemente finos; de lo

contrario, el desbalance es muy

grande entre lo refinado de los

métodos externos (de tercera per­

sona) y lo un tanto brutal, por

decir lo menos de los métodos in­

ternos14 •

Explorar los relatos en primera per­sona no es lo mismo que afirmar que se

tiene acceso privilegiado a la experien­cia. No es posible reducir esas descrip­ciones de primera persona de su estatus

epistemológico. Por otra parte, no es via­ble quedarse simplemente en echar un

Podría mencionarse a Santa Teresa, a San Juan de la Cruz, a William Blake, a Jacob Bohme, al MaestroEckhart, por citar algunos de los más destacados investigadores de la totalidad de la mente, pero estosson casos excéntricos y aislados del pensamiento de Occidente. En Oriente seguramente hay unnúmero mayor de personas destacadas en este campo que podrían mencionarse.

Varela, 2002, 461 s

13

decir que tener experiencia im­

plica ser experto en la experien­

cia es completamente falso. Te­

ner un cuerpo no implica ser

médico; si yo escucho sonidos, no

soy músico; si tomo vino, no soy

enólogo. La maestría se adquie-

14

aislados en la literatura y sobre todo dela mística13 • Esta pérdida no ha ayudado

a que las metodologías de primera per­sona tengan estatus, pues todavía son

consideradas como el hijo ilegítimo de una

prestante familia, bastardo al que hay quemantener oculto. Esto también puede

deberse a que se ha investigado sobre laexperiencia de manera abstracta (sepa­

rada), pero dejando de lado la pragmáti­ca, al considerarse esta como no proce­

dente. Por otra parte, tenemos experien­cia en cada instante y podemos decir in­

genuamente que todos somos expertosen ella y que contamos con ese acervo

de conocimiento disponible en cualquiermomento. Sin lugar a dudas, esta es unaaseveración ligera pues

1

li­

as

os

Jil/ME MONTERO ANZOLA

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

vistazo en relación con la experiencia.

Habría que realizar un examen riguroso,

más no rígido de aquello a lo que pode­

mos acceder y de lo que no podemos.

esta aproximación pragmática

bien aterrizada da el tono de

trabajo. Lo que surge de esta re­

flexión es que a pesar de todas

las ideas preconcebidas, repeti­

das de manera irreflexiva en la

literatura reciente sobre la filoso­

fía de la ciencia cognitiva, los

métodos de primera persona es­

tán a nuestro alcance y pueden

construir un aporte valioso a la

ciencia de la conciencia. Esto no

se funda en argumentos a-lonon

sino en ejemplos concretos de co­

nocimiento práctico, en estudios

de casos16.

que ninguna en forma aislada tenga

última palabra, eso gracias al establee

miento de restricciones mutuas de influ

cia recíproca. Es importante aclarar q

Varela. 2002, 297

Varela, 2002, 298

80

16

15

Sin un examen sistemático no po­

demos producir descripciones

fenomenológicas que sean lo su­

ficientemente ricas y sutilmente

interconectadas como para distin­

guirlas de aquellas hechas en

tercera persona15 •

Otro aspecto de gran importancia es

la vinculación de los estudios en primera

persona con los de tercera persona, pues

no se pueden tratar de forma aislada.

Para ello, como dice Varela, habría que

contar con metodologías integrales y

transparentes que permitan puentes en­

tre las dos perspectivas de tal manera

FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOcfAS EN PRIMERA PERSONA

2. Qué entiende Varela por dato fenomenológico

Un dato fenoménico, desde lo que

estamos describiendo, es aquel que se

obtiene mediante la experiencia directa

de la primera persona, es por lo tanto una

correlación. No se pueden obtener estos

datos sino mediante la experiencia que

un sujeto encarnado tiene en cada ins­

tante, no puede haber mediaciones, por

lo tanto una metodología de tercera per­

sona lo que entregaría serían mediacio­

nes que no pueden ser considerados da­

tos fenomenológicos. Aquí se puede

producir un vacío al tratar de llenar una

experiencia con otra diferente.

Varela explica que en la ciencia

cognitiva surge un vacío explicativo que

se da entre la mente computacional y la

mente fenomenológica, pues R. Jackendoff,

1998, distingue entre las dos, con lo que

81

Para Husserl, fenómeno no son los estados mentales que constituyen el psiquismo, tampoco se tratade fenómenos en el sentido de una cosa que está más allá del propio aparecer; tampoco es la cosa ensí kantiana. Fenómeno es lo que es manifiesto en cuanto manifiesto. El cogitatum en cuanto tal espura y simplemente fenómeno, sea que la cogitación recaiga sobre el 'mundo externo' o sobre losestados psíquicos. Todo, hasta mis propias cogitaciones reales, en cuanto reflexivamente las conozco,son por lo tanto fenómenos. Así, todo fenómeno envuelve necesariamente a quien es fenómeno; todomanifestarse es un manifestarse a alguien. Correlativamente, todo fenómeno, todo cogitatum, lo estan solo según los modos del cogitante y de su cogitación. Esta cogitación es lo que Husserl llamaconciencia. Por lo tanto conciencia y fenómeno son dos términos correlativos.

"Yo soy la fuente absoluta, mi existencia no procede de antecedentes, de mi medio físico y social, esella la que va hacia éstos y los sostiene, pues soy yo quien hace ser para mí (y por lo tanto ser en elúnico sentido que la palabra pueda tener para mí) esta tradición que decido reanudar o este horizontecuya distancia respeto de mí se hundirá -por no pertenecerle como propiedad- si yo no estuviera ahípara recorrerla con mi mirada". Merleau-Ponty, 1975, 8 s.

18

17

Esta reflexión es importante, pues sin

ella no tendremos una puesta en común

para una metodología en primera perso­

na. Ante todo cuando se habla de fenó­

meno se alude a una co-relación, pues

un fenómeno es algo para alguien; fenó­

meno l7 es lo que se muestra a la con­

ciencia. Se entiende que es equivalente

al enfoque 'enactivo' ya sea de la vida

cotidiana, de la filosofía o de la ciencia;

el fenómeno se refiere a los datos pre­

reflexivos y también reflexivos antes de

haber llegado a tomarse conciencia re­

flexiva y después de ella. En esa medida

se habla desde Husserl de 'ir a las cosas

mismas' , las cosas no son los objetos sino

su donación a la conciencia; pues todo lo

que pueda saberse acerca del mundo se

da a través de una experiencia que esté

en mí como sujeto cognoscente18 •

82

Jackendoff, 1998, 19

Sobre la naturalización de la conciencia ver Petiot, et al.. 1999

Lo que han denunciado varios filó­

sofos, J. Searle entre ellos, es que la cien­

cia cognitiva cuando presenta una teoría

de la mente omite lo fenoménico, porque

no le interesa ocuparse de eso o porque

no sabe cómo explicarlo. El tema de la

conciencia en la ciencia cognitiva es algo

que ha empezado a tener importancia

hasta hace poco tiempo. La conciencia

es un concepto que ha creado dificulta­

des en la imagen científica del mundo,

por lo tanto se la ha descartado; la cien­

cia cognitiva, hasta cierto punto herede­

ra de ese modelo mecanicista, pretendió

reducir la conciencia a otra cosa, ya sea

tiones no son meramente retóri­

cas. El problema de la concien­

cia ha resultado ser bastante dis­

tinto del de la forma de entender

y razonar19 •

Sin embargo, la línea demarcatoria

entre la noción de fenómeno no-consciente

o sub-personal y el consciente no es tan

inamovible como se cree. En otras pala­

bras, falta un puente que permita la 'natu­

ralización de la conciencia'20 que es la

vía que la ciencia cognitiva consideraría

válida en una perspectiva científica.

Las palabras 'mente' y 'mental'

se emplean hoy día con dos sen­

tidos. Uno, que podemos consi­

derar la noción fenomenológica

de la mente, tiene que ver con la

mente como el lugar de asiento

del percatamiento consciente, la

experiencia del mundo y de las

propias vidas interiores que cada

uno llevamos, inaccesible a los

demás. El otro que llamaré la

noción computacional de la men­

te, considera la mente como un

sistema de soporte y de procesa­

miento de la información. La

mente en este sentido actúa como

el lugar del entendimiento, el

conocimiento, el razonamiento y

la inteligencia. En el uso ordina­

rio estas dos nociones de la mente

parecen inseparables: intuitiva­

mente, mi mente consciente es

donde tiene lugar mi percepción

y mi pensamiento. Sin embargo,

en los últimos treinta años más o

menos se ha ido haciendo cada

vez más evidente que estas cues-

JAIME MONTERO ANZOLA

se advierte el problema de la relación

entre la conciencia y la intencionalidad.

19

20

FRANCiSCO VARELA y EL DEB,ITE SOBRE LAS METODOLOGfAS EN PRIMERA PERSONA

3. Recensiones en la ciencia cognitiva sobre los métodosen primera persona

83

se acepta que la vida y la mente incluye

de por sí la dimensión de la primera per­

sona. También que la experiencia subje­

tiva es algo que le ocurre a cualquier

persona en la práctica cotidiana, esto pre­

cisamente es lo que posibilita la

interacción entre la primera y la tercera

persona. Por otra parte, en las prácticas

humanas, mediante la experiencia es que

se logran producir cambios en la media­

ción de profesionales de cualquier espe­

cialidad. Es un tema manido al decir que

se necesita experiencia y que ella es de

gran importancia para cualquier evento

humano, claro, incluyendo el tema de la

conciencia por supuesto. Esto nos lleva

a que la experiencia puede ser estudiada

mediante prácticas adecuadas aplicadasa casos determinados2!.

cuenta a investigadores que se interesan

por estas reflexiones y caracterizarlos,

por lo que él llama, 'su grado de cegue­

ra' ante el papel y la importancia de tra-

Cf. Varela, 2002, 298 ss. "Una vez más, es necesario poner en tela de juicio la supuesta fijeza de la líneade demarcación entre lo estrictamente sub-personal y lo consciente. Las metodologías de primerapersona incluyen como una de sus dimensiones fundamentales la afirmación de que se trata de una líneamóvil y que se puede hacer mucho en la zona de intermediación. La exploración de lo pre-reflexivorepresenta una fuente muy poco explorada de información y datos, con enormes consecuencias".Varela, 2002, 301.

Varela advierte que los estudios en

primera persona que él ha planteado, es­

tán basados en el supuesto de la irreduc­

tibilidad de la experiencia. A su vez que

a sistemas de encendido y apagado o de

entrada y salida, incluso se llegó a afir­

mar que la conciencia no servía para nada

a pesar de que cotidianamente se habla

de estar consciente o no consciente de

algo. Pero llegó un momento en que no

se pudo ocultar más la conciencia y fue

necesario introducir este concepto en los

estudios de las ciencias cognitivas. Cuan­

do decimos que estamos conscientes de

algo, de una manera o de otra, nos esta­

mos refiriendo a una relación. En otras

palabras, a la correlación que es a lo que

hemos llamado fenómeno o fenoménico.

21

Varela insiste en hacer una breve

evaluación de la recensión de las metodo­

logías de primera persona en el contexto

de las ciencias cognitivas, teniendo en

aa

)-

ía

le

le

la

~o

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ia

a­la,n­

le­

lió,ea

JAIME MONTERO ANZOLA

bajar con métodos de primera persona.

Nuestra opinión es que el campo de los

estudios sobre el conocimiento y neuro­

ciencia cognitiva ha estado en demasía

bajo la influencia de un estilo particular

de filosofía de la mente, y completamen­

te ajeno a otras tradiciones que se ha es­

pecializado en la exploración metódica de

la experiencia humana22.

Como hemos dicho, Varela afirma

que tanto D. Chalmers como J. Searle,

discuten y enfatizan sobre la necesidad

de incorporar la dimensión subjetiva o

experiencia irreducible en los estudios de

la mente, pero ninguno acompaña esas

reflexiones con propuestas de un méto­

do que permita el logro de lo que se está

planteando; esto lleva a considerar que

esa vía de discusión si no da un paso ade­

lante en la concreción de una metodolo­

gía de primera persona es bastante esté­

ril y condenada a dar círculos y generar

discusiones interminables sin poder salir

de allí, por lo tanto puede hablarse de

cierto grado de ceguera a la hora de salir

con algo que permita ir más allá de las

palabras.

Varela distingue tres niveles de ce­

guera a saber: el primero y más elemen­

tal está representado por aquellos que

manifiestan cierta sensibilidad con la ex­

periencia de primera persona pero de­

sean acercarse a ella sólo mediante la

tercera persona; esta postura es compar­

tida por casi todos los neurocientistas

cognitivos; esta forma de ver las cosas

está articulada por D. Dennett y su no­

ción de heterofenomenología. Es una dis­

cusión que Dennett entabla acerca de las

metodologías de primera persona con su

concepto de heterofenomenología en La

conciencia explicada. Vamos a mirar

un poco esto. En el capítulo 4 'Un méto­

do para la fenomenología', Antes de en­

trar en el tema en cuestión y con su esti­

lo florido, coloquial y jocoso, revisa muy

someramente como él lo llama 'El jardín

fenomenológico', en donde se ocupa de

descalificar de manera rápida sin muchos

esfuerzos argumentativos, él mismo dice

que "no podrá ser más que una visita

superficial e introductoria"23, de los in­

tentos que se han hecho para acceder a

las metodologías de primera persona.

Dice específicamente que la introspec-

84

Cf. Varela, 2002, 310

Dennett,1995,57

22

23

FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE J.,IS METODOLOG(AS EN PRIMERA PERSONA

La intención de Husserl sobre la

fenomenología, que es en primera instan­

cia una ciencia de esencias, tenía un pro­

pósito puramente teórico. Creemos que

no se puede hablar de forma general e

indiferenciada de la fenomenología y de

la introspección como si fueran lo mis­

mo. El capítulo siguiente Dennett lo de­

nomina 'Un método para la fenomeno­

logía'; allí desarrolla supuestamente una

forma de acceso a la primera persona,

pero desde la tercera persona. Aclara que

no está diciendo que no se pueda tener

acceso privilegiado a la experiencia cons­

ciente, al contrario afirma que somos

bastante proclives a cometer errores res­

pecto de nuestra experiencia interna. Esto

es evidente para nosotros y más aún si

se está atento con una tecnología apro­

piada de primera persona; los budistas

sabían esto desde hace 2.600 años y no

solamente se conformaron con saberlo,

sino que crearon una pragmática muy

elaborada. El método de la heterofenome­

nología, como el mismo Dennett lo dice

"no es ni muy original ni particularmentecontrovertido"24. Es evidente que este

método (la heterofenomenología), tiene

una clara inclinación hacia los informes

verbales, con ello Dennett seguramente

quería demostrar cómo se puede conver­

tir la primera persona y sus 'argumentos

ambiguos' en tercera persona, con un

método estándar más confiable. El mé­

todo heterofenomenológico parte de elo­

cuciones verbales registradas que luego

se transcriben para idear interpretacio­

nes de los actos del discurso, se buscan

las expresiones evidentes, y se las sepa­

ra de las de simple creencia. Se comien­

za con informaciones generales sin ela­

boración y se las convierte en datos ya

interpretados de una manera 'neutral'.

En otras palabras, se separan los

mundos ficticios de los mundos heterofe-

85

Dennett,1995, 8924

ción y la fenomenología no encontraron

internamente un consenso de método

único. Estamos de acuerdo que la escue­

la estructuralista o de la introspección fue

un gran intento fallido, que merecía por

lo menos unas pocas líneas más. Sobre

la fenomenología nos parece que no va

al caso la crítica de Dennett, pues el in­

tento de Husserl no era instaurar una cien­

cia psicológica de primera persona. El

fenomenólogo parte de la primera per­

sona para llegar a un sujeto trascenden­

tal, es una manera de acceder a la co­

rrelación, es decir, la conciencia pura con

un método riguroso.

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JAIME MONTERO ANZOLA

....................................................

nomenológicos, que supuestamente sonlos reales.

------_._._-------

jetos intencionales' en mundos

heterofenomenológicos. Así

pues, la cuestión de si elemen­

tos de esta manera descritos exis­

ten en tanto que objetos reales,

eventos y estados en el cerebro ­

o, para el caso en el alma- es sus­

ceptible de ser investigado em­píricamente26 .

Creemos que es una forma muy in­teligente e ingeniosa, pero no sabemos

qué tan operativa pueda ser, posiblemente

puede ser una gran ayuda a la fenomeno­

logía. Sin embargo, consideramos que la

heterofenomenología mediante un méto­

do de tercera persona trata de purificar

los errores o las fantasías que un sujeto

pueda cometer en su descripción, pero en

sí no se ocupa de una metodología de

primera persona, es un mirar desde lejos

manteniendo una prudente distancia, ni si­

quiera se acerca a la 'segunda persona'.

El segundo grado, que es más re­

finado, representado por los que consi­

deran que los relatos de primera per­

sona deben ser tenidos en cuenta, pero

Dennett. 1995, 94

Dennelt, 1995, 111

86

Esto hace que los teóricos pue­

dan estar de acuerdo sobre qué

es el mundo heterofenomenoló­

gico de un sujeto. (...) El mundo

heterofenomenológico del sujeto

será un postulado teórico estable

e inter-subjetivamente confirma­

ble, con el mismo estatuto meta­

físico que, por caso, el Londres

de Sherlock Holmes o el mundosegún Grap25.

Organizamos nuestros datos en

relación con estos fenómenos en

forma de ,ficciones teóricas, 'ob-

La manera de lograr la heterofenomeno­

logía es extraer y purificar de los textos

(inicialmente de forma verbal) y usarlos

para generar la ficción de un teórico, el

mundo heterofenomenológico del tema.

Seguidamente este mundo ficticio se lle­

na con todas las imágenes, los aconteci­

mientos y las sensaciones que cree exis­

tir en su corriente del sentido.

25

26

FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOGfAS EN PRIMERA PERSONA

87

Varela, 2002, 311. "El hecho mismo de la subjetividad, que estábamos tratando de observar, haceimposible tal observación. ¿Por qué? Porque allí donde está presente la conciencia subjetiva, no haydistinción entre el observador y la cosa observada. Cualquier introspección que tenga de mi propioestado de conciencia es ese mismo estado de conciencia". Varela, 2002, 312.

Varela, 2002, 313

Es probable que aparezcan objecio­nes respecto de las metodologías de pri­

mera persona y surja la pregunta siguien­te: ¿cómo puede saberse si al explorar la

Hay todavía un largo camino para

llegar a incorporar plenamente las

metodologías de primera persona

en la ciencia cognitiva. Hay, no

obstante, señales de que esto len­

tamente comienza a suceder28•

Estos planteamientos que se han

hecho respecto de las metodologías deprimera persona pueden producir des­concierto. En la filosofía se ha estudiado

la experiencia, casi de manera exhausti­va, pero pos-factum, separando la ob­

servación de lo observado, aspecto queha ayudado a que las cosas no hubieran

avanzado y no permitieran una cienciade la mente. Respecto de esto, tampoco

es sorprendente que el tema de la mentesolamente hasta hace unas décadas hu­

biera entrado tímidamente dentro delámbito de la ciencia cognitiva, en la ac­

tualidad ha cobrado importancia y es untema de alguna relevancia.

27

se detienen ahí y no proponen nada

para llevar a cabo este propósito. Unrepresentante de esta mirada es J.Searle, quien no se cansa de insistirsobre la irreductibilidad ontológica de

la primera persona.

Quiere que aceptemos que la

irreductibilidad de la conciencia

es simplemente consecuencia de

la pragmática de nuestras prác­

ticas referidas a las definiciones

y, por lo tanto, aun cuando la

irreductibilidad del conocimien­

to es un argumento claro, no tie­

ne consecuencias profundas27•

En un tercer grado, caracterizado

por una mayor elaboración están D.Chalmers, O. Flanagan, B. Baars. Da­

vid Chalmers afirma que un enfoquefenomenológico debe ser absolutamente

central en una ciencia del conocimientoy que tanto las metodologías orientales

como las occidentales pueden llegar a serde utilidad, pero no ha propuesto todavía

una metodología al respecto. Varela dice

que...

28

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JAIME MONTEROANZOU

.. .. . .. .. .. . . . . .. .. .. . . . . .. .. .. . .. .. .. .. ..

experiencia con un método, no está, de

hecho, deformado o incluso creando lo que

se experimenta? ¿Cuál y desde dónde es

posible el significado del examen? Estas

objeciones son de carácter hermenéutico.

Hay que contar con todas esas

posibilidades y sesgos como le

ocurre a cualquier investigación,

pero por otro lado, no hay evi­

dencia de que los datos fenoméni­

cos reunidos no estén igualmen­

te limitados por la realidad pro­

pia de los contenidos de concien­

cia. Queremos por lo tanto situar­

nos en un campo intermedio res­

pecto de la objeción hermenéu­

tica. Por una parte queremos ex­

plorar las herramientas con las

que contamos para realizar infor­

mes en primera persona. Por otra,

no sostenemos que este esfuerzo

esté libre de limitaciones metodo­

lógicas o sea natural que en al­

gún sentido lo privilegie3o .

men, objeción o punto de vista es ya una

interpretación que oculta desde dónde se

hace. Lo anterior no implica entonces, que

una disciplina bien organizada, rigurosa­

mente articulada desde el punto de vista

metodológico, entregue necesariamente

resultados artificiales o deformados de la

experiencia, pues si esto es así, esta obje­

ción se podría aplicar a toda la ciencia.

Varela, 2002, 314

Varela, 2002, 315

88

El énfasis recae en el argumento

de que no hay algo como un pla­

no 'más profundo' de experien­

cia, dado que cualquier relato

está 'siempre ya' envuelto en el

lenguaje, por lo cual un nuevo

relato sólo puede ser una in­

flexión de prácticas lingüísticas.

Nuestra respuesta a la falacia de

excavación/deconstrucción es, en

primer lugar, admitir que hay

aquí un problema importante y

que ninguna contorsión me­

todológica o argumento a-priori

lo resolverá per seZ9 •

Varela aclara que en las metodolo­

gías de primera persona hay una posi­

ción y como cualquier postura no es neu­

tra, hay una pre-comprensión y por ello

una interpretación; por lo tanto, la dimen­

sión hermenéutica es inevitable; no po­

dría ser de otra manera, pues todo exa-

29

30

FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOGfAS EN PRIMERA PERSONA

4. la interacción de la suspensión el dejar ir y la redirección y sucarácter virtual

Con lo anterior hemos querido mos­

trar la importancia de las metodologías

de primera persona. Sabemos que faltamucho por desarrollar, pero es clara. laposibilidad y ha quedado abierta para serdesarrollada en un ambiente que integre

la filosofía, la ciencia y las metodologías

de primera persona. No podríamos pa­

sar por alto que se han realizado intentosde acercamiento a la conciencia conmetodologías de primera persona en la es-

Si realmente queremos acercamos

al entendimiento de lo que significa serun sujeto, es necesario entender el 'cons-

es la causa de ese torbellino que impide

ver el fluir, sino cómo puede ser deteni­

do. Esto va en contra de la concepción

que tiende a ver las cosas de manera

solidificada. En los procesos de trans­formación lo más importante es saber

cómo y no saber qué. En el proceso deindagación de la mente el saber qué seusa para comenzar, pero lo que cuenta

es el saber cómo.

cuela introspeccionista y la fenomenologíaen Occidente. En Oriente se puede desta­

car la tradición budista Madhyamika. Cadauna de estas orientaciones se puede ca­

racterizar por presentar tres elemen­tos a saber, redirección, suspensión y

dejar ir. Estos no se dan de manera ais­lada sino que interactúan recíproca­

mente. Nos parece importante reflexio­

nar aunque brevemente sobre estosgestos.

89

ef. Scharmer, 2000, 931

¿Cuál es la fuente de la cual pro­

viene este movimiento de interacción de

los tres elementos? No sabemos, y real­

mente no es lo más importante, peroestos elementos están disponibles para

toda clase de propósitos; pues el sujetono siendo una cosa localizable, solo pue­

de ser transitorio como todo en la vida3l•

Lo que estamos haciendo es tomar el

centro de la vida, la presencia (el estaren casa), y lo hemos hecho explícito

para poder cultivarlo y explorarlo de unamanera disciplinada: vivir la propia ex­

periencia in-factum. Lo importante no

está en la vida social y en la vida huma­

na en general; hay redes de otras causali­dades en genética, en asuntos molecu­lares; sucede en varios niveles simultá­

neamente, múltiples niveles que se articu­lan y afectan concomitantemente. Desa­

rrollar el saber cómo, que realmente seincorpora en el día a día, es un proceso

de transformación que necesita discipli­na y una metodología determinada. Hay

mucha gente que entiende esto pero esono los hace cambiar, porque sus patro­

nes habituales siguen ahr3•

Pero entonces ¿cómo se desarrolla

esta capacidad? No podemos pensar quesimplemente se pueda hacer y ya. No,hay una pragmática que debe hacerse día

a día y habría que decidirse entre seguir

en lo habitual o realizar un cambio real.No caigamos en la tentación de ver esto

de una manera tan reducida, pues Husserlhabla de la fenomenología como un cam­bio radical en la experiencia vital, com­

parable a una conversión religiosa. Esclaro que hay diferentes maneras, pero

sin duda hay que involucrarse con disci­plina. Lo que estamos haciendo es re­

construyendo cómo se han dado los dis-

90

Cf. Scharmer, 2000, lOs

Cf. Scharmer, 2000, 1133

tante generador de virtualidad', puestoque no es estable, no es una entidad sóli­

da; no está dentro de la cabeza, no estátampoco en el lenguaje, sino que las na­

rrativas son parte de éste, ésta de algúnmodo es una figura de múltiples niveles

de emergencia, pero siempre es frágil.Aclaremos que virtual para Varela signi­

fica que no tiene un ser central, no essustancial pero es real; real puesto queafecta todo lo que está haciendo, pero

ese hacer está constantemente renovan­

do el ser en todos los aspectos32• Es un

ir y venir, un dejar ir constante. Fijémo­

nos que esto de soltar no es un campotemático y exclusivo de estas tres escue­

las, sino que cotidianamente muchas ve­ces, el vivir en la facticidad, es lo que

nos obliga a soltar una y otra vez.

JAIME MONTERO ANZOLA

32

La enfermedad o el peligro de des­ilusión amorosa nos fuerzan hacia el ges­

to de dejar ir. Precisamente una vida desabiduría es estar constantemente com­

prometido con el dejar ir y dejar que lavirtualidad o fragilidad del ser se mani­

fieste en cada instante. Ese ser emer­gente no es de un solo nivel, no se lo pue­

de reducir únicamente al cerebro, pues

FRANCISCO VARELA y EL DEBATE SOBRE LAS METODOLOGÍAS EN PRIMERA PERSONA

91

con los ojos del pasado, con la vieja men­

te; el nuevo mirar tendría que ver con el

estar presente, sin dualismo, observando

el hecho sin juicios, sin movimiento men­

tal, ejerciendo la suspensión y el dejar ir,

y si es el caso, la redirección. Pero ¿quien

es la entidad, el observador que está mi­

rando el pasado? No hay tal, pues no lo

hemos encontrado por ninguna parte, úni­

camente encontramos la vacuidad

(sunya), no hay separación entre el ob­

servador y lo observado, si la hubiese sería

artificiosa. Eso no significa que lo ante­

rior sea inconsciente. Volverse conscien­

te es la cosa más frágil, pues parece mo­

verse constantemente hacia otra cosa,

pues se está en el fluir, en la imperma­

nencia, eso es lo que se está vivenciando

en cada instante.

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A- Obras de Francisco Varela en español

Por otra parte, estar presentes y dar­

nos cuenta de que estamos presencian­

do no puede hacerse si hay un pequeño

yo que está diciendo 'yo estoy presen­

ciando' , en otras palabras un yo que se­

para; la presencia debe coincidir exacta­

mente con lo que se está vivenciando,

debe haber una fusión entre el observa­

dor y lo observado; es como si ambos

desaparecieran. Habitualmente miramos

tintos viajes de diferentes tendencias que

han buscado ser conscientes, es decir, el

acceso a la experiencia de primera per­

sona. Este trabajo tiene que ser un pro­

ceso comprometido para que se pueda irmás allá del saber qué, que como ya diji­

mos, en este caso solamente informa y

nada más.

JAIME MONTERO ANZOLA

92

B- Algunas obras de Varela en coautoría, edición o coedición

Varela, E Y Hayward, J. (1997). Un puente para dos miradas. Santiago de Chile, Dolmen.

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Esta publicación llega a susmanos gracias a

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