fracaso renal agudo etiopatogenia y factores pronostico 2011

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5348 Medicine. 2011;10(79):5348-55 nal es el considerado como obstructivo, cuando se produce una dificultad en la evacuación del FG. El FRA también se clasifica según su comportamiento clí- nico y gravedad. Existe un FRA que cursa con diuresis conser- vada (no oligúrica) o con disminución importante u oliguria (inferior a 400 ml al día e incluso desaparición o anuria (in- ferior a 100 ml al día). Este FRA puede asociarse o no a un fallo de otros órganos (FRA en el contexto de fallo multior- gánico). Ese comportamiento clínico o asociación a fallo de otros órganos permite clasificar el FRA en leve, moderado o grave. Esta clasificación del FRA según su gravedad se reali- za de forma objetiva a través de dos clasificaciones (tablas 1 y 2). La clasificación RIFLE 4 (Risk, Injury, Failure, Loss and End stage) propuesta en el año 2004 por la ADQI (Acute Dya- lisis Quality Iniciative). La otra es la AKIN 5 (Acute Kidney In- jury Network) del año 2007 que se adecua mejor al amplio ACTUALIZACIÓN Concepto El término de insuficiencia renal aguda (IRA) o fracaso renal agudo (FRA) 1-3 es conocido como el deterioro brusco (horas o días) de la función renal. El daño renal agudo se caracteri- za por una disminución del filtrado glomerular (FG), acumu- lación de productos nitrogenados en la sangre (creatinina y urea) y alteración del equilibrio hidroelectrolítico y ácido base. En la mayoría de las ocasiones cursa de forma asinto- mática y se diagnostica por la analítica en sangre (urea y creatinina fundamentalmente, ionograma). Se puede acom- pañar de una disminución de la diuresis (oliguria inferior a 400 ml al día o anuria inferior a 100 ml al día) 1 . Suele ser reversible, aunque en algunas ocasiones puede desembocar en una enfermedad renal crónica (ERC). Especialmente cuando no se puede tratar o eliminar la causa o el daño his- tológico producido ya no se puede revertir. Clasificación La clasificación del FRA depende de los parámetros valo- rados. Desde el punto de vista de su evolución o cronobiolo- gía, se puede considerar la presencia de un FRA lento o rápido dependiendo de si el deterioro ocurre en cuestión de horas o días. Esta evolución puede darse también a lo largo del tiem- po en curva con un pico después del deterioro que se conti- nua con una mejoría inmediata, o bien describiendo una me- seta o período de estabilización que precede a la recuperación y que suele abarcar un período de tiempo de varios días. Una clasificación importante del FRA es la que se deriva de su etiología 1 . De esta forma se distingue el FRA prerrenal, renal o postrenal. El prerrenal es un FRA que se ha producido por factores hemodinámicos o volémicos que inciden en la presión de perfusión eficaz renal y, consecuentemente, en el FG. El re- nal se debe a una afectación propia del parénquima por proce- sos que inciden en uno o varios de los elementos que conforman el tejido renal (vasos, intersticio, glomérulo o túbulo). El postre- Fracaso renal agudo: clasificación, etiopatogenia y factores pronósticos F.J. Lavilla Royo y A. Ferrer Nadal Servicio de Nefrología. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona. España. PUNTOS CLAVE Clasificación. El fracaso renal agudo o FRA prerrenal o funcional es de causa hipovolémica o hemodinámica, con caída de la presión de filtración y una activación compensadora del sistema renina-angiotensina. Cursa con disminución de la diuresis y criterios analíticos compatibles con orina concentrada y reabsorción de sodio. Se asocia a situaciones de riesgo en las que existe un manejo incorrecto de la volemia corporal. Fracaso renal agudo renal o parenquimatoso. Incluye la necrosis tubular aguda (NTA) nefrotóxica o post-isquémica, pero también las glomerulonefritis, nefritis túbulo intersticiales y vasculitis. En la NTA se produce una necrosis- apoptosis de células tubulares con obstrucción intratubular y edema. La diuresis se puede conservar o no, con indicadores urinarios compatibles con excreción limitada de urea y creatinina, ausencia de reabsorción eficaz de sodio y concentración de la orina. Se asocia a situaciones de riesgo como la administración de nefrotóxicos sin una adecuada monitorización, intervenciones o procedimientos agresivos y urgentes. Fracaso renal agudo postrenal u obstructivo. Se produce por la afectación de la vía urinaria común o ureteral bilateral o unilateral en riñón único. La oliguria es habitual pero no está siempre presente. El incremento de la presión retrógrada bloquea la capacidad de filtración. El diagnóstico es físico y por imagen (ecografía).

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Page 1: Fracaso Renal Agudo Etiopatogenia y Factores Pronostico 2011

5348 Medicine. 2011;10(79):5348-55

nal es el considerado como obstructivo, cuando se produce una dificultad en la evacuación del FG.

El FRA también se clasifica según su comportamiento clí-nico y gravedad. Existe un FRA que cursa con diuresis conser-vada (no oligúrica) o con disminución importante u oliguria (inferior a 400 ml al día e incluso desaparición o anuria (in-ferior a 100 ml al día). Este FRA puede asociarse o no a un fallo de otros órganos (FRA en el contexto de fallo multior-gánico). Ese comportamiento clínico o asociación a fallo de otros órganos permite clasificar el FRA en leve, moderado o grave. Esta clasificación del FRA según su gravedad se reali-za de forma objetiva a través de dos clasificaciones (tablas 1 y 2). La clasificación RIFLE4 (Risk, Injury, Failure, Loss and End stage) propuesta en el año 2004 por la ADQI (Acute Dya-lisis Quality Iniciative). La otra es la AKIN5 (Acute Kidney In-jury Network) del año 2007 que se adecua mejor al amplio

ACTUALIZACIÓN

Concepto

El término de insuficiencia renal aguda (IRA) o fracaso renal agudo (FRA)1-3 es conocido como el deterioro brusco (horas o días) de la función renal. El daño renal agudo se caracteri-za por una disminución del filtrado glomerular (FG), acumu-lación de productos nitrogenados en la sangre (creatinina y urea) y alteración del equilibrio hidroelectrolítico y ácido base. En la mayoría de las ocasiones cursa de forma asinto-mática y se diagnostica por la analítica en sangre (urea y creatinina fundamentalmente, ionograma). Se puede acom-pañar de una disminución de la diuresis (oliguria inferior a 400 ml al día o anuria inferior a 100 ml al día)1. Suele ser reversible, aunque en algunas ocasiones puede desembocar en una enfermedad renal crónica (ERC). Especialmente cuando no se puede tratar o eliminar la causa o el daño his-tológico producido ya no se puede revertir.

Clasificación

La clasificación del FRA depende de los parámetros valo-rados. Desde el punto de vista de su evolución o cronobiolo-gía, se puede considerar la presencia de un FRA lento o rápido dependiendo de si el deterioro ocurre en cuestión de horas o días. Esta evolución puede darse también a lo largo del tiem-po en curva con un pico después del deterioro que se conti-nua con una mejoría inmediata, o bien describiendo una me-seta o período de estabilización que precede a la recuperación y que suele abarcar un período de tiempo de varios días.

Una clasificación importante del FRA es la que se deriva de su etiología1. De esta forma se distingue el FRA prerrenal, renal o postrenal. El prerrenal es un FRA que se ha producido por factores hemodinámicos o volémicos que inciden en la presión de perfusión eficaz renal y, consecuentemente, en el FG. El re-nal se debe a una afectación propia del parénquima por proce-sos que inciden en uno o varios de los elementos que conforman el tejido renal (vasos, intersticio, glomérulo o túbulo). El postre-

Fracaso renal agudo: clasificación,

etiopatogenia y factores pronósticos

F.J. Lavilla Royo y A. Ferrer NadalServicio de Nefrología. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona. España.

PUNTOS CLAVE

Clasificación. El fracaso renal agudo o FRA prerrenal o funcional es de causa hipovolémica o hemodinámica, con caída de la presión de filtración y una activación compensadora del sistema renina-angiotensina. Cursa con disminución de la diuresis y criterios analíticos compatibles con orina concentrada y reabsorción de sodio. Se asocia a situaciones de riesgo en las que existe un manejo incorrecto de la volemia corporal.

Fracaso renal agudo renal o parenquimatoso. Incluye la necrosis tubular aguda (NTA) nefrotóxica o post-isquémica, pero también las glomerulonefritis, nefritis túbulo intersticiales y vasculitis. En la NTA se produce una necrosis-apoptosis de células tubulares con obstrucción intratubular y edema. La diuresis se puede conservar o no, con indicadores urinarios compatibles con excreción limitada de urea y creatinina, ausencia de reabsorción eficaz de sodio y concentración de la orina. Se asocia a situaciones de riesgo como la administración de nefrotóxicos sin una adecuada monitorización, intervenciones o procedimientos agresivos y urgentes.

Fracaso renal agudo postrenal u obstructivo. Se produce por la afectación de la vía urinaria común o ureteral bilateral o unilateral en riñón único. La oliguria es habitual pero no está siempre presente. El incremento de la presión retrógrada bloquea la capacidad de filtración. El diagnóstico es físico y por imagen (ecografía).

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FRACASo RENAL AGUDo: CLASIFICACIóN, EtIoPAtoGENIA y FACtoRES PRoNóStICoS

espectro del daño renal y excluye en su clasificación a los pacientes que no han sido optimizados en la volemia y a los que presentan oliguria por obstrucción de la vía urinaria.

Epidemiología

El FRA afecta al 33% de los pa-cientes hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y al 6% de los hospitalizados fuera de ella5. El 5% de los pacientes de la UCI requirieron la técnica de sus-titución renal, entre el 20-60% diá-lisis y de estos el 25% ya no recu-peraron la función renal5. El FRA aparece en el 19% de los pacientes con sepsis moderada, el 23% con sepsis grave y en el 51% con shock séptico6. La mortalidad en la UCI de los pacientes con FRA está entre el 43-88% (con criterios AKI), es-pecialmente si aparece hipotensión grave, distrés respiratorio o postci-rugía. La mortalidad total de los pacientes que requieren hemodiáli-sis se encuentra en más del 50% (en relación con la edad y con el fallo multiorgánico).

La dificultad en “cuantificar” el FRA radica también en los concep-tos o definiciones empleados. La variabilidad en la frecuencia de aparición de la IRA a nivel mundial

depende de la capacidad de las estructuras sanitarias para de-tectar o prever esa condición7. En nuestro medio destaca el estudio epidemiológico realizado por el GEFRAM8.

Etiopatogenia

La etiopatogenia del FRA supone la incidencia de diversos factores que conlleva clasificarlos en prerrenal, renal o pos-trenal (fig. 1). Con frecuencia, pueden actuar varios ocasio-nando un FRA más complejo. La persistencia de un tipo de FRA incluso prerrenal puede conllevar su evolución a una lesión más parenquimatosa (comportamiento dinámico del FRA o transición de un FRA funcional a otro parenquimato-so). En cuanto a la incidencia de cada tipo de FRA, depende de la población estudiada, sobre todo fuera o dentro de una unidad de críticos. De todas formas, el tipo de IRA más fre-cuente suele ser la renal o parenquimatosa7,8.

Fracaso renal agudo prerrenal

En el FRA prerrenal1,9 influyen todos aquellos factores que ocasionan un descenso de la perfusión renal y de la presión de ultrafiltración. Esta disminución de la perfusión puede deberse a cambios sistémicos o locales. Se produce un FRA prerrenal cuando hay una disminución de la volemia corpo-ral o hipovolemia absoluta, como sucede en la deshidratación (por pérdidas urinarias –diabetes insípida, diuréticos–, diges-tivas –vómitos, diarreas–, cutáneas –quemaduras–) o shock hemorrágico (cirugías, traumatismos). Existe otro tipo de hi-povolemia denominada relativa debido a que no se debe a un

TABLA 1RIFLE (Risk, Injury, Failure, Loss and End stage)

Criterio de FG Criterio de diuresis

RISK Aumento de creatinina 1,5 o caída del FG < 25%

< 0,5 ml/kg/hora durante 6 horas

INJURY Aumento de creatinina 2 o caída del FG < 50%

< 0,5 ml/kg/hora durante 12 horas

FAILURE Aumento de creatinina 3 o caída del FG < 75%

< 0,3 ml/kg/hora durante 24 horas o anuria > 12 horas

LOSS Pérdida persistente de la función renal durante más de 4 semanas

END Situación de IRC terminal (3 meses)

FG: filtrado glomerular; IRC: insuficiencia renal crónica.

TABLA 2AKIN (Acute Kidney Injury Networ)

Criterio de creatinina sérica Criterio de diuresis

1 Aumento de la creatinina sérica igual o mayor de 0,3 mg/dl o incremento mayor o de 1,5 (150%) a 2 (200%) veces la basal

< 0,5 ml/kg/hora durante 6 horas

2 Aumento de la creatinina sérica mayor de 2 (200%) a 3 (300%) veces la basal

< 0,5 ml/kg/hora durante 12 horas

3 Aumento de la creatinina sérica mayor de 3 (300%) veces la basal o creatinina mayor o igual de 4 mg/dl con un incremento agudo de al menos 0,5 mg/dl

< 0,3 ml/kg/hora durante 24 horas o anuria > 12 horas

NutriciónControl de balancesEstados inflamatorios

EdadEnfermedad renal crónica

Unidadfuncional

Dism

inuc

ión

Reducciónde la presiónFiltración

Reducciónde la presiónFiltración

Patología urológica crónica

FármacosContraste

NTA

NefritisTubulointersticiales

DosisForma de administraciónAdministración con otros fármacos

Obstrucción

Reducciónde la superficiede filtración

FármacosInsuficiencia cardíacaInsuficiencia hepáticaEstados inflamatorios

GlomerulonefritisVasculitis

ProteínassangrePermeabilidadcapilar

Volemiaabsoluta

Volemiaefectiva

PresiónPerfusión

GastocardíacoResistenciasvasculares

Fig. 1. Etiología del fracaso renal agudo. NTA: necrosis tubular aguda.

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ENFERMEDADES DEL SIStEMA NEFRoURINARIo

descenso de la volemia corporal total sino a una mala distri-bución de la misma. Esta situación aparece en aquellos pro-cesos que cursan con una salida de volumen desde el espacio intravascular al extravascular. Esto puede ocurrir por un au-mento de la permeabilidad capilar (con incremento del ta-maño físico de los poros endoteliales que manejan el tránsito de solutos) o disminución de la presión oncótica (hipoalbu-minemia). Los procesos inflamatorios suelen producir hipo-volemia relativa por los dos mecanismos anteriores, a la que se añade un fallo hemodinámico por vasoplejía y caída de las resistencias vasculares periféricas con respuesta compensa-dora de la angiotensina II y noradrenalina10.también puede aparecer por una mala distribución de la volemia corporal con un secuestro de la misma en un tercer espacio, que pue-de ser de diversa índole como la retención de líquido ascítico (en esta situación puede haber además un compromiso en el retorno venoso por compresión debido al aumento de la pre-sión intraabdominal), una acumulación en el espacio intralu-minal intestinal (íleo obstructivo) o dentro de otra cavidad como un hematoma, absceso o derrame seroso (como ocurre en el derrame pleural masivo). otra causa de hipoperfusión renal es un descenso en la presión de perfusión, situación que sucede en el contexto de una insuficiencia cardíaca. Esta in-suficiencia cardíaca conlleva también un aumento de la pre-carga con congestión venosa. Dicha insuficiencia cardíaca será consecuencia de un problema valvular o coronario, aso-ciado a un descenso en la efectividad del volumen de eyec-ción por latido cardíaco, en el contexto de una arritmia com-pleja o debido a un fracaso en la contractilidad miocárdica con dilatación ventricular o restricción en su llenado (pericar-ditis constrictiva o con derrame pericárdico –taponamiento–). En estos casos se define una situación denominada como sín-drome cardio-renal del que se describen cinto tipos según el órgano primario en el fallo, y la presencia o no de cronicidad (tipo 1: insuficiencia cardíaca aguda con deterioro de la fun-ción renal; tipo 2: insuficiencia cardíaca crónica con deterio-ro de la función renal; tipo 3: FRA con deterioro de la fun-ción cardíaca; tipo 4: ERC con deterioro de la función cardíaca y tipo 5: procesos sistémicos con deterioro de la función renal y cardíaca)11. De igual forma, se produce un FRA prerrenal en el contexto de una hepatopatía, confor-mando el síndrome hepatorrenal tipo 1 (de rápida evolución, con oliguria y aumento de la creatinina y de la urea, y de peor pronóstico) y 2 (con un FRA de evolución lenta). Existe va-soplejía esplácnica y disminución de las resistencias vascula-res periféricas, con aumento del gasto cardíaco.

El FRA prerrenal aparece cuando se ocasiona un proble-ma en la perfusión renal debido a una patología vasculorre-nal. Asociada habitualmente a la enfermedad arterioscleróti-ca, una estenosis bilateral o bien unilateral en un riñón funcional único (debido a la ausencia o atrofia del contrala-teral –en relación también con ese proceso–), provoca una reducción de la presión de perfusión renal. Una disminución de la presión de perfusión a nivel sistémico activa el sistema nervioso simpático y el sistema renina-angiotensina con un incremento en la producción de angiotensina II, noradrena-lina y vasopresina. Esta activación de sistemas provoca una vasoconstricción periférica en el territorio renal y esplácnico. A nivel renal esa hipoperfusión provoca un descenso, en pri-

mer lugar, en la perfusión medular externa. Esta disminución de perfusión se acompaña de una respuesta compensadora con vasoconstricción de la arteriola eferente y vasodilatación de la aferente, manteniendo la presión de filtración. Este me-canismo de autorregulación es limitado, fracasando si persis-te la hipoperfusión, con disfunción endotelial (con activación de ICAM-1, VCAM y MCP-1) y obstrucción del vaso por células sanguíneas (leucocitos y hematíes), así como activa-ción de mecanismos inflamatorios. La hipoperfusión se ex-tiende a las zonas internas de la médula renal con obstrucción de los vasa recta, instaurándose una necrosis tubular aguda (NtA). En situaciones como las anteriormente descritas, el uso de fármacos como los inhibidores de la enzima de conver-sión de la angiotensina (IECA) que provocan una vasodilata-ción de la arteriola eferente u otros fármacos como los anti-inflamatorios no esteroideos (AINE) que ocasionan una vasoconstriccón de la arteriola eferente, se altera la hemodi-námica intraglomerular empeorando un FRA prerrenal12.

Fracaso renal agudo renal

El FRA renal13,14 está provocado por un proceso que afecta directamente a alguno o varios de los elementos que confor-man el parénquima renal. Se incluyen procesos como las glo-merulonefritis primarias o secundarias que provocan un de-terioro agudo de la función renal. Ese deterioro se produce en el contexto de un síndrome nefrítico con presencia de hipertensión arterial (HtA), hematuria y oliguria. Son glo-merulonefritis proliferativas que pueden evolucionar hacia la recuperación o derivar hacia una insuficiencia renal crónica, sobre todo las primarias. Las nefropatías tubulointersticiales se desarrollan con la aparición de un infiltrado inflamatorio difuso o granular, secundariamente a una reacción frente a la exposición de determinados antígenos (sobre todo fármacos), apareciendo también asociadas a procesos granulomatosos. La afectación vascular ocasiona también un FRA renal como sucede en procesos trombóticos (arteriales o venosos), sín-drome hemolítico urémico, HtA maligna o vasculitis.

Sin embargo, dentro del FRA renal, destaca el desarrollo de NtA15. Dicha NtA se asocia habitualmente, y sobre todo en el ámbito hospitalario, a la exposición frente a nefrotóxi-cos, o bien como consecuencia de un deterioro grave o per-sistente de la perfusión renal (asociada a procesos sépticos o quirúrgicos, sobre todo) denominada como NtA postisqué-mica. Se produce una necrosis o apoptosis de las células tu-bulares, especialmente en el segmento S3 del túbulo contor-neado proximal y en la porción gruesa ascendente del asa de Henle16. Los procesos de necrosis se producen sobre todo en la porción del túbulo contorneado proximal, mientras que los de apoptosis lo hacen en el distal. Las células del túbulo proximal presentan una mayor labilidad debido al elevado gasto metabólico y a la presencia de múltiples sistemas de co-transporte o contra-transporte que permiten la reabsor-ción de electrólitos y moléculas filtradas. La necrosis de esas células se asocia a una agresión más grave con fenómenos de destrucción celular producidos por un déficit grave de AtP, con lesión de sistemas mitocondriales y lisosomiales, libera-ción de calcio intracelular y colapso de los sistemas metabó-

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FRACASo RENAL AGUDo: CLASIFICACIóN, EtIoPAtoGENIA y FACtoRES PRoNóStICoS

licos, edema celular y finalmente lisis. En este caso, la lesión y destrucción del ADN celular es un fenómeno tardío. La apoptosis implica un disbalance entre factores que favo-recen o no la supervivencia celular, con lesión precoz del ADN (que se puede observar en el núcleo celular, con for- mación de condensaciones del material genético)15. La des-trucción de las estructuras del citoesqueleto con pérdida de vellosidades y anclajes de las células entre sí y con la mem-brana basal provoca la presencia de detritus celulares dentro de la luz tubular. Estos detritus provocan una obstrucción, con la consiguiente salida de filtrado hacia el espacio peritu-bular intersticial. La salida de filtrado provoca el desarrollo de un edema que a su vez compromete la perfusión capilar y provoca una mayor lesión celular. Alrededor de esos proce-sos, se producen también mecanismos inflamatorios desen-cadenados en células dendríticas, macrófagos y en el propio endotelio vascular y epitelio tubular que aumentan la con-gestión y el edema. Se instaura de esta forma un ciclo que acaba dando lugar a un FRA con su fase inicial y de mante-nimiento.

Esa NtA es provocada también por la existencia de is-quemia o hipoperfusión, con desarrollo de hipoxia debido al alto gasto metabólico y labilidad de la perfusión a ese nivel, bien debido a que depende de la preservación de la microcir-culación peritubular (como ocurre en la médula renal) y a la derivación de flujo renal desde la zona cortical hasta la me-dular, dependiente de la viabilidad de sistemas como las pros-traglandinas (PGI2) o el óxido nítrico. En esa situación de hipoxemia se produce una depleción progresiva de AtP que acaba generando también la destrucción celular.

tras ese proceso de NtA, se produce una recuperación de la población celular mediante la mitosis de células tubula-res supervivientes y gracias al mantenimiento de la estructu-ra tubular por la persistencia de la membrana basal. también se produce una diferenciación de células stem renales, pu-diendo estar implicadas también células stem hematopoyéti-cas17,18. Esa recuperación es progresiva, iniciándose en la fase de mantenimiento, y da lugar a una reparación completa del túbulo renal, cuando la diferenciación se ha completado. todo este proceso es favorecido por la ausencia de alteracio-nes importantes de la estructura renal, recuperación de la per-fusión renal y local, y la actuación de sistemas autocrinos o paracrinos con producción de factores de crecimiento (factor de crecimiento epidérmico, similar a la insulina tipo 1, de los hepatocitos y tGF alfa). En determinadas ocasiones, la lesión llega a ser importante, ocasionándose además fenómenos in-flamatorios con infiltrados celulares y desarrollo de un proce-so de fibrosis que llega a provocar la aparición de una lesión más duradera, con pérdida de masa tubular aumentando el intersticio, e incluso fenómenos de esclerosis glomerular.

Fármacos nefrotóxicos y sus mecanismos de acciónLa lista de medicamentos con potencial nefrotoxicidad es amplia. Por su frecuencia y uso destacan el contraste, los an-tibióticos (aminoglucósidos, vancomicina) u otros agentes antimicrobianos (aciclovir o anfotericina), AINE, anticalci-neurínicos y quimioterápicos (algunos muy conocidos como los derivados del platino, ifosfamida, metotrexate, mitomici-na y otros de desarrollo reciente como terapias anti VEGF

–bevacizumab– u otras biológicas –interferón o interleuci-nas–). Los mecanismos por los que se produce la nefrotoxi-cidad son diversos, como se ha comentado previamente. Existen aquellos que producen lesión tubular por efecto di-recto sobre la célula (afectando a la pared celular o a sistemas metabólicos o enzimáticos intracelulares –mitocondriales o lisosomiales– como sucede con los aminoglucósidos, plati-nos, ifosfamida, especialmente en el túbulo contorneado proximal), generando isquemia o hipoperfusión (AINE, anti-calcineurínicos) con lesión de reperfusión (contraste, anfote-ricina), precipitando en el túbulo (aciclovir, metotrexate), o a través de cambios en la hemodinámica y volemia corporal (terapias biológicas). Los fármacos también pueden producir nefrotoxicidad aguda por afectación glomerular como suce-de con bevacizumab. Existe además una nefrotoxicidad rela-cionada con mecanismos de sensibilización y desarrollo de nefritis tubulointersticiales (antibióticos betalactámicos qui-nolonas, rifampicina, analgésicos –incluyendo antiinflamato-rios no esteoideos– y diuréticos).

Fracaso renal agudo postrenal

El FRA obstructivo o postrenal19 se produce por una obs-trucción que impide la eliminación del filtrado. Un FRA postrenal se produce habitualmente por un problema uroló-gico en la vía común (vejiga-uretra) o en el uréter cuando sólo hay un riñón funcionante. El resultado es un aumento de la presión en la vía urinaria que se transmite retrógrada-mente. Ese incremento de presión actúa contrarrestando la presión de filtración, llegando a provocar un descenso del filtrado. Si ese aumento de la presión se mantiene en el tiem-po, se produce un edema intersticial, así como cambios mor-fológicos glomerulares. Dentro del FRA postrenal se pueden incluir también aquellos problemas que se derivan en la pre-cipitación de sustancias en el túbulo, ocasionando un efecto similar, como sucede en la cristaluria (tabla 3).

Indicadores de gravedad

La gravedad del FRA20,21 depende del daño causado, su per-sistencia y la asociación a otros fallos orgánicos (fig. 2). El pronóstico del FRA se ha intentado determinar empleando diferentes indicadores que han evaluado esos factores. Por otro lado, la gravedad del FRA puede apreciarse mediante datos clínicos y analíticos o escalas pronósticas.

El FRA oligúrico presenta mayor complejidad que aquel asociado a la persistencia de la diuresis. Se ha definido la oliguria mediante la cuantificación del ritmo de la diuresis o evaluando el volumen de orina en un determinado período de tiempo (menor de 0,5 ml/kg/hora). Se ha empleado la creatinina para valorar la función renal. La oscilación de los niveles de creatinina determinaría la presencia o no de FRA. Para ello se ha valorado desde el incremento en cifras abso-lutas hasta porcentuales. El problema radica en conseguir un consenso para poner el límite que define el FRA. En estos momentos se recurre a la clasificación AKIN y RIFLE. Esos incrementos se deben reflejar sobre la creatinina basal, con-

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ENFERMEDADES DEL SIStEMA NEFRoURINARIo

siderada aquélla determinada al menos en los 6 meses pre-vios. Si no se conoce esa cifra, se debe acudir a otros paráme-tros clínicos y diagnósticos que ayuden a diferenciar una IRA de una ERC. Si para definir un FRA se asumen cambios mí-nimos, se asumirán cuadros que posiblemente no tendrán ese significado, dado que existen oscilaciones de la creatinina que pueden deberse a factores temporales o errores del labo-ratorio. En este caso, existiría una alta sensibilidad pero una baja especificidad. Cuando se asumen cambios importantes, todos los cuadros definidos como FRA lo serán, pero tam-bién se corre el riesgo de despreciar un FRA leve que tiene su influencia en el manejo de los pacientes.

Una escala pronóstica ideal debería ser obtenida a partir de estudios validados unicéntricos y multicéntricos. Debe ser fiable y fácil de aplicar, incluso a pie de cama. Entre las esca-las pronósticas aplicadas al FRA, pueden determinar propia-mente la gravedad del FRA o bien del fallo multiorgánico

que acontece. Entre las que evalúan propiamente el FRA, destaca el índice de severidad individual o ISI generado por Liaño22 a raíz del GEFRAM (estudio multicéntrico madrile-ño sobre FRA). Dicho índice es capaz de valorar mediante la evaluación de datos clínicos (oliguria, hipotensión, coma, consciencia, respiración artificial) y analíticos (ictericia), así como la incidencia de nefrotoxicidad y variables epidemioló-gicas (edad y sexo) las posibilidades de fallecer en un FRA.

Índice de Liaño o ISI0’032 (décadas de edad) – 0,086 (sexo) – 0,109 (nefrotóxicos) + 0,109 (oliguria) + 0,116 (hipotensión) + 0,122 (ictericia) + 0,150 (coma) – 0,154 (consciencia) + 0,182

Los índices RIFLE y AKIN determinan la gravedad23 del FRA dependiendo del incremento de creatinina y el ritmo de diuresis. Ambas escalas manejan diferentes valores, sobre todo para el incremento de la creatinina. El apoyo recibido en la literatura es diverso, aunque definen un FRA plena-mente establecido. Respecto a las escalas que definen la IRA

TABLA 3Etiología del fracaso renal agudo

Prerrenal

Cambios en la volemia

Hipovolemia absoluta: hemorragias, vómitos, diarreas, uso excesivo de diuréticos

Hipovolemia relativa: redistribución anómala de la volemia corporal: presencia del tercer espacio: íleo paralítico, obstrucción intestinal, pancreatitis, peritonitis, hepatopatías. Aumento de la permeabilidad capilar: procesos inflamatorios (sepsis), fármacos antiangiogénicos

Cambios hemodinámicos extrarrenales

Fallo hemodinámico por caída de resistencias periféricas: procesos inflamatorios (sepsis, fármacos), hipoxemia, shock anafiláctivo, síndrome de hiperestimulación ovárica, inmunoterapia

Fallo hemodinámico por caída del gasto cardíaco: insuficiencia cardíaca, miocarditis, infarto agudo de miocardio, hipertensión pulmonar, tromboembolismo, taponamiento cardíaco, pericarditis constrictiva

Cambios hemodinámicos intrarrenales

Vasoconstricción: síndrome hepatorrenal, sepsis, inhibidores de las prostraglandinas, hipercalcemia, alfa adrenérgicos

Vasodilatación: IECA (arteriola eferente)

Renal

Afectación tubular

Tóxicos: antibióticos (aminoglucósidos, vancomicina), contraste, inmunosupresores (anticalcineurínicos), quimioterápicos (platinos, ifosfamida), drogas (cocaína), sustancias químicas (mercuriales, disolventes, metales pesados), manitol

Pigmentos

Hemoglobina: hemoglobinuria paroxística, hemólisis mecánica o autoinmune, reacciones transfusionales, shock hipertérmico, déficit de glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa, tóxicos (anilina, quinina, glicerol, benceno, fenol, hidralazina, veneno de insectos)

Mioglobina: traumatismos severos, infecciones, dermatopolimiosistis, coma hiperosmolar, coma cetoacidótico, hipertiroidismo, hipertermia maligna, tóxicos (etilen glicol, monóxido de carbono, mercuriales), fármacos (fibratos, estatinas, opiodes, anfetaminas), metabolopatías musculares (enfermedad de Mc Ardie, déficit de carnitina)

Afectación glomerular

Glomerulonefritis agudas: por anticuerpos anti membrana basal (síndrome de Goodspasture), asociada a ANCA (granulomatosis de Wegener, síndrome de Churg-Strauss, poliangeítis microscópica), por inmunocomplejos (lupus eritematoso sistémico, glomerulonefritis postinfecciosas, membrano proliferativa)

Afectación vascular

Obstrucción de grandes vasos: trombosis de la vena renal bilateral, embolias arteriales

Obstrucción de pequeños vasos: enfermedad tromboembólica, microangiopatía trombótica, síndrome hemolítico urémico, púrpura trombótica trombocitopénica, síndrome antifosfolípido, coagulación intravascular diseminada, esclerodermia, nefroangioesclerosis maligna, vasculitis o nefropatía por radiación)

Afectación tubulointersticial

Nefritis tubulointersticiales agudas

Postrenal

Anomalías congénitas: ureterocele, divertículos vesicales, vejiga neurógena, válvulas uretrales

Patologías urológicas adquiridas: hipertrofia benigna de próstata, litiasis, necrosis papilar, estenosis ureterales

Enfermedades neoplásicas: patologías de próstata, vejiga, uretra, cérvix, colon o metástasis de mama

Fibrosis retroperitoneal: idiopática, secundaria a aneurisma de aorta, traumatismo o drogas.

Procesos ginecológicos no neoplásicos: embarazo, endometriosis o prolapso uterino

Nefropatía aguda por ácido úrico

Drogas: ácido aminocaproico, sulfonamidas

Infecciones: esquistosomiasis, tuberculosis, candidiasis, aspergilosis, actinomicosis

ANCA: anticuerpos citoplasmáticos antineutrófilos; IECA: inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina.

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FRACASo RENAL AGUDo: CLASIFICACIóN, EtIoPAtoGENIA y FACtoRES PRoNóStICoS

en el contexto de un fallo multiorgánico, destacan las más recientes como el SoFA, SAPS, o más complejos como el APACHE en sus diferentes versiones. Estos índices se han aplicado sobre todo al FRA que evoluciona en una UCI o en determinados grupos de pacientes24 (postquirúrgicos cardio-vasculares). Su complejidad resulta su principal limitación.

Identificación de factores desencadenantes

Existen factores de riesgo para desarrollar un FRA23,25. La edad o la existencia de una nefropatía previa aumentan el riesgo de desarrollar un FRA. Entre los factores que pueden desencade-nar un FRA destacan algunos en cada tipo etiológico.

Factores que facilitan una insuficiencia renal aguda prerrenal

Entre estos factores9,13,23 destaca la hipovolemia absoluta o relativa. Una deshidratación con pérdida de volemia corporal puede precipitar un FRA. Sobre todo si la hipovolemia es grave y persistente, ocasionando una disminución significati-va de la presión de perfusión. La hipovolemia relativa produ-ce un efecto negativo. Esta acontece en situaciones de esta-dos inflamatorios en los que se produce un consumo de proteínas con descenso de la albúmina sérica, y un aumento de la permeabilidad capilar debido a la disfunción endotelial que se desarrolla. Como consecuencia se produce una hipo-volemia vascular y un edema intersticial. Los estados de des-nutrición a través de esa disminución de los niveles de pro-teínas y caída de la presión oncótica intravascular facilitan esa hipovolemia. otros fallos orgánicos predisponen a ese FRA prerrenal como la insuficiencia cardíaca o hepática. La insuficiencia cardíaca genera una disminución de la presión

de perfusión y filtración efectiva. La disfunción sistólica del ventrículo izquierdo genera esa reducción de la presión de filtración con disminución de la natriuresis. En cambio, cuando el fallo afecta al ventrículo derecho, se produce una congestión retrógrada que puede incrementar esa presión de perfusión. El efecto que predomina es el primero, salvo en situaciones de hipertensión pulmonar y cor pulmonale. La in-suficiencia hepática y la cirrosis condicionan un deterioro del metabolismo proteico, la presencia de hipertensión portal y ascitis ocasionan un tercer espacio que puede desarrollar un incremento excesivo de la presión sobre el sistema vascular renal, así como una hipovolemia.

Factores que facilitan un fracaso renal agudo renal

En primer lugar están los tóxicos endógenos o exógenos que precipitan NtA13,14,23. Entre los endógenos se encuentran pigmentos como la mioglobina, hemoglobina, porfirinas, bi-lirrubina y paraproteínas.

La presencia de hipoperfusión renal o hipoxemia aumen-ta el riesgo de desarrollar una NtA. En la zona medular re-nal, existe una oxigenación baja (presión parcial de oxígeno de 10 a 20 mm Hg). Esa hipoxemia se agrava en situaciones de mala perfusión renal como las comentadas anteriormente, o cuando se deteriora la oxigenación central (insuficiencia respiratoria aguda o crónica). La presencia de edema agudo de pulmón o neumonía oportunista facilitan la aparición de una NtA debido al efecto sobre la oxigenación renal. La anemia provoca un defecto en la oxigenación relativo. El pa-pel de la anemia26 como factor predisponente de FRA es di-fícil de cuantificar debido a que actúa junto a otros factores (anemia inflamatoria o en el contexto de una ERC).

Factores que facilitan el desarrollo de nefrotoxicidadEntre los factores que pueden facilitar la aparición de nefro-toxicidad, se encuentra la ERC. Un deterioro de la función renal crónico supone una menor capacidad de reserva para hacer frente a diversas agresiones. Supone un riesgo la ERC no detectada o no valorada adecuadamente, sobre todo debi-do a las limitaciones que presenta el empleo de la creatinina como parámetro indicador de función renal (pacientes con escasa masa muscular, enfermedad metabólica o de edad avanzada). La existencia de otros factores que precipitan un FRA actúan potenciando la nefrotoxicidad. La hipovolemia, la presencia de hipotensión o inestabilidad hemodinámica o los estados inflamatorios aumentan el riesgo de desarrollar nefrotoxicidad debido a los efectos sobre la perfusión medu-lar renal y la oxigenación. Existen factores que influyen en la farmacodinámica y que aumentan la capacidad de generar nefrotoxicidad. Un deterioro del metabolismo proteico ge-nera un aumento de la fracción libre de diversas moléculas, como los fármacos nefrotóxicos o derivados de su metabolis-mo. Un defecto en la capacidad de aclaramiento por parte de otros sistemas depurativos, como el hepático, facilita la acu-mulación de sustancias nefrotóxicas. también influirá la for-ma de administración de los nefrotóxicos y sus características químicas27. Un cálculo erróneo de la dosis, la administración

Fasesubclínica

Faseclínica

Fasecomplicada

Caída del FG Disminución de la diuresis

Aumento de la creatinina

Aparición de fallo de otros

órganos

FRAprerenal

FRArenal

NTA

PersistenciahipotensiónHipoxemia

Estado inflamatorio

HipotensiónHipovolemia

FRA no complejo

Prevención detección precoz Tratamiento de las complicaciones

FRA complejo

Nefrotóxicos Morbilidad

Fig. 2. Comportamiento dinámico del fracaso renal agudo. FG: filtrado glo-merular; FRA: fracaso renal agudo; NTA: necrosis tubular aguda.

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ENFERMEDADES DEL SIStEMA NEFRoURINARIo

en bolus o bien de alguna forma que aumente el área bajo la curva de exposición el fármaco facilitan también el desarrollo de nefrotoxicidad.

Factores que facilitan el desarrollo de un fracaso renal agudo postrenal

La enfermedad prostática crónica favorece el desarrollo de un FRA obstructivo. Cuando esa obstrucción se instaura len-tamente y a lo largo del tiempo se genera un aumento de la presión retrógrada. Este incremento puede condicionar un deterioro en la presión de filtración, así como un edema in-tersticial con la consecuente congestión y deterioro de la oxigenación medular. La obstrucción de la vía común urina-ria es habitual como causa de FRA obstructivo. En el ámbito hospitalario, las manipulaciones, los estados de debilidad, el encamamiento y los cuadros de deterioro neurológico preci-pitan el desarrollo de un proceso obstructivo. La obstrucción de la vía ureteral en pacientes monorrenos provoca una IRA obstructiva. Los pacientes oncológicos con enfermedad ab-dominal en progresión pueden desarrollar este tipo de obs-trucción incluso con dos riñones funcionantes.

Consecuencias del fracaso renal agudo

El FRA provoca una serie de trastornos importantes en el or-ganismo16. Como consecuencia de un descenso en el FG, se produce un deterioro en el manejo del balance hidroelectrolí-tico y de moléculas derivadas del metabolismo nitrogenado.

Disminución de diuresis

La pérdida de diuresis conlleva una retención hídrica. Esta retención se acompaña de una menor excreción de sodio. Como consecuencia se produce una expansión de la volemia corporal, extracelular e intracelular cuando la osmolaridad se reduce. La expansión del espacio extracelular se produce en el espacio vascular e intersticial. A nivel vascular esa hipervo-lemia conlleva un aumento de la tensión arterial y del volu-men de llenado cardíaco. En el espacio intersticial, se produ-ce un edema que es más importante cuando existe un incremento de la permeabilidad capilar o un descenso de la presión oncótica intravascular. Ese edema intersticial en la circulación sistémica genera la aparición de edema, pero en la circulación cardiopulmonar ocasiona un deterioro en la capacidad de difusión del oxígeno. El incremento de la vole-mia intracelular o edema celular surge en situaciones de re-tención hídrica con hiponatremia dilucional. Es más difícil de observar pero puede tener consecuencias cuando se pro-ducen cambios bruscos en la osmolaridad.

Hiperpotasemia

La disminución en la capacidad de excreción de potasio oca-siona un incremento en los niveles séricos. La facilidad para

desarrollar hiperpotasemia depende de la presencia o no de diuresis, pero también de la existencia de otros trastornos agudos o crónicos, como un deterioro en el metabolismo de la glucosa o una resistencia a la acción de la insulina que reduce la capacidad de control del potasio intracelular. Un trasvase del potasio hacia el espacio extracelular se asocia a la existencia de acidosis metabólica habitual en el FRA. La acidosis metabólica se produce por un deterioro en la capa-cidad de excretar aniones y por una reducción en la genera-ción de bicarbonato. Esta acidosis metabólica se agrava cuan-do existe un fallo multiorgánico debido a la generación de una acidosis láctica. Aparecen anomalías en el metabolismo del calcio-fósforo, con la aparición de hiperfosforemia e hi-pocalcemia. La hiperfosforemia se debe a una reducción en la excreción de fósforo, mientras que la hipocalcemia se ori-gina por un defecto en la síntesis de 1,25 oH vitamina D con una reducción de la absorción gástrica.

Elevación plasmática de productos nitrogenados

Se produce un incremento en los niveles de metabolitos ni-trogenados, como la urea proveniente del metabolismo pro-teico. Este incremento de urea y nitrógeno ureico genera disfunción plaquetar, presencia de gastritis y en niveles ele-vados el desarrollo de una encefalopatía metabólica. Los ni-veles relacionados con cada una de estas complicaciones va-rían, influyendo la rapidez de su incremento y las condiciones del paciente. La disfunción plaquetar provoca un incremen- to del riesgo de hemorragia, aunque también dependerá de la presencia o no de alteraciones de la coagulación. Estas al-teraciones facilitan o no la presencia de eventos hemorrági-cos, debido a que puede existir también un estado de procoa-gulación (sobre todo en presencia de estados inflamatorios o disfunción endotelial). Las alteraciones digestivas se compli-can por el desarrollo de lesiones por estrés, o como conse-cuencia de problemas relacionados con la perfusión tisular. La aparición de encefalopatía está determinada por el incre-mento de los niveles de urea, influyendo otros factores como la posible aparición de una hiperamonemia (favorecida por hipovolemia, diuréticos o sangrado digestivo). Debido a la retención hidrosalina, la afectación parenquimatosa renal o la existencia de otros factores como estado inflamatorio, pér-didas digestivas o debido a la realización de procedimientos invasivos se asocia al FRA una anemia normocítica normo-crómica.

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