foucault vaz ferreira -

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Arqueología, distancia y proximidad En La arqueología del saber, Michel Foucault desarrolla una nueva mirada en la forma de interpretar la historia, la ciencia y los discursos en general. Critica la forma en que la historia presenta los hechos, haciéndolos parecer una sucesión continua de causas y efectos. Plantea que el análisis histórico debe permitir pensar en la discontinuidad, en los conceptos de umbral, ruptura, corte y transformación, y en consecuencia surgen nuevas interrogantes: “¿Qué es una ciencia? ¿Qué es una obra? ¿Qué es una teoría? ¿Qué es un concepto? ¿Qué es un texto? ¿Cuáles son los niveles legítimos de formalización, interpretación, análisis y causalidades?” (Foucault, 8) Desde este lugar ninguna ciencia, ni aún las más formales, deben ser vistas como una evolución constante y acumulativa de descubrimientos, sino como una forma de hablar, un discurso sobre cosas que ni siquiera en su definición o representación, son las mismas a través del tiempo. Hablamos de una historia del pensamiento que debe tomarse siempre simultáneamente en forma sincrónica y diacrónica, donde en cada época todo colabora en distinta medida. No se trata de un análisis del discurso, ni de la historia de las ideas; la historia como disciplina ha hecho todo lo posible por borrar las huellas de lo discontinuo, para dar la ilusión de continuidad. Tampoco se trata de ver cómo las discontinuidades dieron paso a continuidades más o menos permanentes o globales. Tomando como ejemplo el tema de la “locura”, su diagnóstico y tratamiento a través de los distintos momentos históricos, aunque podemos convenir que el problema es el mismo, a nivel de lo visible, de la praxis, los abordajes han tenido distintos efectos, muchas veces contrarios. Y es que el concepto de “locurano ha sido el mismo en las diferentes épocas ni obviamente los locos (como protagonistas de esa locura) tampoco fueron los mismos.

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Arqueología Distancia y Proximidad

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  • Arqueologa, distancia y proximidad

    En La arqueologa del saber, Michel Foucault desarrolla una nueva mirada en

    la forma de interpretar la historia, la ciencia y los discursos en general. Critica la forma

    en que la historia presenta los hechos, hacindolos parecer una sucesin continua de

    causas y efectos. Plantea que el anlisis histrico debe permitir pensar en la

    discontinuidad, en los conceptos de umbral, ruptura, corte y transformacin, y en

    consecuencia surgen nuevas interrogantes: Qu es una ciencia? Qu es una obra?

    Qu es una teora? Qu es un concepto? Qu es un texto? Cules son los niveles

    legtimos de formalizacin, interpretacin, anlisis y causalidades? (Foucault, 8)

    Desde este lugar ninguna ciencia, ni an las ms formales, deben ser vistas como

    una evolucin constante y acumulativa de descubrimientos, sino como una forma de

    hablar, un discurso sobre cosas que ni siquiera en su definicin o representacin, son las

    mismas a travs del tiempo.

    Hablamos de una historia del pensamiento que debe tomarse siempre

    simultneamente en forma sincrnica y diacrnica, donde en cada poca todo colabora

    en distinta medida. No se trata de un anlisis del discurso, ni de la historia de las ideas;

    la historia como disciplina ha hecho todo lo posible por borrar las huellas de lo

    discontinuo, para dar la ilusin de continuidad. Tampoco se trata de ver cmo las

    discontinuidades dieron paso a continuidades ms o menos permanentes o globales.

    Tomando como ejemplo el tema de la locura, su diagnstico y tratamiento a

    travs de los distintos momentos histricos, aunque podemos convenir que el problema

    es el mismo, a nivel de lo visible, de la praxis, los abordajes han tenido distintos

    efectos, muchas veces contrarios. Y es que el concepto de locura no ha sido el mismo

    en las diferentes pocas ni obviamente los locos (como protagonistas de esa locura)

    tampoco fueron los mismos.

  • 1

    En su forma clsica la historia se basa en documentos, almacenes de memoria

    que son exigidos como fuente de verdad, lo cual los transforma en monumentos: un

    concepto inmutable que no permite interpretar las discontinuidades, las rupturas, los

    acontecimientos raros o repeticiones que se puede detectar solamente si consideramos

    perodos largos, y que pertenecen a otro nivel.

    Estas discontinuidades y acontecimientos raros nos permiten tomar conciencia

    de una historia ms general, un espacio disperso que sustituye a la historia global,

    ocupada en definir los aspectos que caracterizan lo que conocemos como pocas.

    Los problemas metodolgicos de esta nueva visin plantea la necesidad de

    establecer un corpus representativo, una forma de seleccionar los documentos sobre los

    que basar el anlisis. Tambin requiere un nivel de anlisis pertinente, sostenido en

    estadsticas, acontecimientos, instituciones o prcticas. Por ltimo requiere definir

    apropiadamente las palabras que se usen, los campos semnticos, las proposiciones y

    las relaciones que caracterizan las prcticas discursivas.

    El mtodo arqueolgico requiere definir el concepto discurso, para ello

    Foucault plantea cuatro conceptos:

    1) No es eficaz ni conveniente comparar la identidad de un objeto ya que los

    conceptos que la definen pueden haber variado histricamente (pudo haber

    desplazamiento).

    2) No es importante el autor de un discurso sobre el objeto, ni la temtica ni la

    forma o estilo utilizados.

    3) Los conceptos que definen los objetos pueden haber variado en el tiempo, el

    objeto puede haber cambiado de disciplina o haber sido influido por otro tipo

    de discurso.

    4) Un discurso puede haber variado de disciplina, el tema al cual fue

    relacionado puede variar de acuerdo a la poca, o incluso varias disciplinas

    pueden hablar del mismo objeto.

    Entonces las reglas de formacin de los discursos contienen: objetos, enunciados

    sobre estos objetos, conceptos que los definen y temas que los tratan.

  • 2

    Al situarnos frente a las prcticas discursivas, reconociendo nuestra postura

    ideolgica, estamos tomando distancia respecto a la forma tradicional, en que las

    disciplinas cientficas consideran el lenguaje como mediador de conocimiento.

    Foucault reconoce en Marx y Nietzsche dos precursores de su propuesta en el

    sentido en que ambos filsofos provocaron un descentramiento, lo cual deriv en una

    reaccin hacia la bsqueda de una historia global o al mantenimiento de una teleologa

    que afirmase la racionalidad.

    Pero por qu figuras como Marx o Nietzsche provocan desequilibrios? y quin

    reacciona y propone una vuelta a la normalidad? Estamos planteando quin de todos

    tienen la autoridad de hablar. Como explica Bourdieu hay una lengua estndar y una

    lengua del estado; no todos se pueden expresar, no todos estn autorizados o saben

    cmo hablar.

    John Austin en sus conferencias Cmo hacer cosas con palabras dictadas en

    Harvard en 1955 y publicadas en 1962 luego de su fallecimiento, distingue dos tipos

    de enunciados: constatativos y performativos y sostiene que con estos ltimos

    realizamos un acto, es decir hacemos cosas. Para que esto suceda, personas

    adecuadas deben utilizar palabras adecuadas en circunstancias adecuadas; no hay

    hablantes generales, el hablante necesita ser competente y desarrollar una pragmtica,

    la cual conocemos como retrica y cuyo origen se remonta a la antigua Grecia aunque

    formalmente se trata de la misma retrica que enseaba Quintiliano.

    Mientras que a nivel del lenguaje la sintaxis y la semntica se ocupan de

    aspectos formales, reglas gramaticales y relacin signo-significado, la pragmtica es el

    giro lingstico.

    Si bien en Austin no hay referencias polticas, quin puede hablar, cmo y en

    qu lengua (la oficial, la del estado) nos lleva un paso ms adelante de la pragmtica y

    estamos en un plano hermenutico, donde debemos leer no solamente el discurso sino lo

    que no se dice o el cmo se dice, e interpretarlos de forma sincrnica y diacrnica.

    La metodologa propuesta en La arqueologa del saber es hermenutica.

    Los postestructuralistas como Foucault, Derrida y Bordieu disocian el

    pensamiento del lenguaje. La lengua se impone no se elige, es arbitraria y en ese sentido

  • 3

    se puede afirmar que nadie habla mal sino que, en determinadas circunstancias, alguien

    no se expresa como debe, no sigue los protocolos.

    Si hay que hablar como, pensamos primero y despus expresamos mediante el

    lenguaje lo que conviene y en la forma que conviene. Eso significa una distancia entre

    pensamiento y oralidad.

    El volcar un discurso a un texto implica una distancia todava mayor, por lo que

    un tratado sobre cualquier tema ya es un conjunto ordenado de razonamientos, de

    enunciados que no dicen nada sobre su gestacin: cmo aparecen, cmo maduran y van

    modelando y precisando su significado. La escritura genera un distanciamiento

    temporal y lo que queda escrito ya no pertenece al autor sino a los lectores. (Foucault

    desarrolla este tema en Qu es un autor? un artculo publicado en la Bulletin de la

    Societ Francaise de Philosophie en en Julio de 1969).

    Lgica Viva

    Mencionamos que Austin se mueve en el plano de la pragmtica, recordando que

    el hablante necesita ser competente diciendo palabras adecuadas en los momentos

    adecuados. El estudio de este hablante, que no es un hablante general, es objeto de la

    proxmica: una parte de la semitica focalizada en el espacio y la comunicacin.

    Para la proxmica estamos frente a una situacin de distancia pblica donde

    importa el tono de voz y el contexto. Este modelo fue propuesto por Edward Hall quien

    identific diferencia de contexto entre las culturas, sealando por ejemplo que en las

    anglosajonas, las distancias relativas son mayores, las disputas por territorialidad son

    mayores y la personas se siente ms cmodas en situaciones de aislamiento, mientras

    que en las culturas latinas (llamadas de contexto alto) se busca estar ms cerca de los

    dems y en general hay ms policroma temporal, variando las actividades en la medida

    en que el contexto lo amerite.

    En el marco de estas culturas latinas se inscribe la obra Lgica Viva de Carlos

    Vaz Ferreira. El ttulo ya genera un extraamiento porque la lgica supone un conjunto

    fijo de reglas y la lgica viva es un oxmoron que sugiere que este conjunto de reglas

    puede transformarse, cambiar en el contexto y en el tiempo.

  • 4

    Los ejemplos que propone Vaz Ferreira nos muestran cmo las relaciones

    psicolgicas y lgicas entre los seres humanos son ms complicadas que una simple

    oposicin de tesis, y con qu facilidad y peligrosidad podemos pasar de lo verdadero a

    lo falso, en la medida en que introducimos nuevos elementos en el tema de una

    discusin, lo que l llama planos mentales.

    Vaz Ferreira advierte como Austin y en el mismo sentido (pero medio siglo

    antes) la competencia del hablante: porque el que sostiene tesis inferiores en los

    planos superiores, trata con proteccin y con superioridad a los que sostienen tesis

    vulgares, aunque verdaderas y buenas (Vaz 127).

    Formacin de los objetos

    Las condiciones de aparicin de los objetos implica un rgimen de existencia

    que involucra:

    - Lo que se denomina superficies de emergencia , un espacio temporal que

    permite ver las transformaciones que a travs de la historia ha sufrido el

    concepto que define un objeto.

    - Las instancias de delimitacin, aquellos temas en los que el objeto ha

    tenido presencia, ha sido considerado.

    - Las rejillas de especificacin que permiten contrastar, agrupar, relacionar

    los diferentes conceptos que ha tenido el objeto.

    Funcin enunciativa

    En el anlisis de las regularidades discursivas, Foucault advierte que el sujeto no

    crea el discurso sino que est inmerso en una relacin con el contexto donde juegan la

    fuerza y el poder, es decir la posicin del sujeto enunciante.

    Las verdades son impuestas por grupos de poder y eso se refleja en la

    interpretacin de los discursos, donde interviene un conjunto de prcticas no

    discursivas como la propiedad del discurso, el derecho a hablar y el acceso al corpus.

    En este sentido la verdad es entendida como un conjunto de procedimientos

    reglamentados, ligadas a sistemas de poder que la producen y la mantienen (Foucault

    189).

  • 5

    El enunciado segn Foucault, no coincide con el nivel locucionario de Saussure,

    no es un sonido con cierto sentido y ajustado a cierta gramtica. Tampoco coincide con

    el ilocucionario, no importa el sentido, no es una proposicin lgica, no es lxico, no es

    lingstico y no es un acto del habla en el sentido de Austin. Es una forma

    metalingstica que est en relacin con un dominio de objetos y que tiene una

    materialidad repetible.

    Un enunciado pertenece a una formacin discursiva que permite reinscripcin y

    transcripcin lo cual permite reinterpretarlo y reformularlo. Pero tambin tiene sus

    condiciones y lmites, impuestos por los dems enunciados entre los cuales l mismo

    figura: el dominio en el cual es utilizado.

    El texto silencioso

    El anlisis de los enunciados y de las formaciones discursivas trata de establecer

    una ley de aparicin de rarezas basado en la premisa de que jams se ha dicho todo,

    en relacin a lo que hay por decir. Foucault entiende que la formacin discursiva es un

    principio de escansin (por analoga con el trmino retrico que se refiere a la

    divisin de un verso en sus partes) y a la vez de vacuidad, en el sentido de que en cad

    poca determinada se dicen pocas palabras en relacin al conjunto de palabras de que

    se dispone en un lenguaje dado.

    Entonces los enunciados se estudian en la interseccin de aquello que dicen y

    que an no estaba dicho, lo cual es la gnesis de una rareza. No se trata de interpretar lo

    que no se dice o lo que haya impedido decir (algunos lmites institucionales, por

    ejemplo) ni tampoco se trata de buscar un doble sentido o una lectura subyacente, sino

    que define un sistema limitado de presencias.

    Esta extraa forma de los enunciados, esta sobriedad de formulaciones que deja

    grandes lagunas por sondear, es lo que le permite quedar siempre expuestos exigiendo

    una reinterpretacin, y en ese juego, dar cabida a la formulacin de nuevos enunciados.

    Todos los objetos son tales, en la medida en que son tratados por los discursos,

    en la medida en que son nombrados, analizados, clasificados y forman una red de

    interpretacin.

  • 6

    Esto no significa que el discurso cree materialmente las cosas sino el concepto

    que tenemos de esas cosas, lo que pensamos de ellas. Esto recuerda una de las

    sentencias de Epcteto (Grecia, silgo I dc) en su Inquirin: No son las cosas en s

    mismas las que al hombre perturban sino las opiniones engaosas que el hombre tiene

    sobre ellas. Epcteto fue ms un moralista que un filsofo y en un artculo sobre

    Foucault se resalta esta caracterstica del pensador de esta manera: Su filosofa se

    transform en aquello que Sartre dese producir pero no logr articular; una tica. La

    tica de Foucault naci cuando, en su reflexin, se encontr con sus maestro: los

    antiguos griegos. Y en gran medida la lnea metodolgica que seala la arqueologa

    del saber, en lo que refiere a tomar distancia y ponderar discursos, es una tica.

    El archivo

    Se define al archivo como el conjunto de sistemas que habilitan el surgimiento y

    transformacin de los enunciados.

    No es slo el acopio de registros, corpus, documentos, sino de integrar el

    conjunto de prcticas orales, tradiciones milenarias y todo lo que signifique que su

    aparicin o desaparicin no dependa de un hecho fortuito.

    El archivo no es lo que hace perdurable al objeto como enunciado sino lo que

    define esa enunciacin.

    Es la prctica por la cual se produce la aparicin de enunciados y que permite

    percibirlos ms claramente cuanto ms cronolgicamente alejado se est. Esta diacrona

    paradjicamente nos aproxima al concepto: es en el aqu y ahora que afirma su

    actualidad y su brillo. Su umbral de existencia nos separa de lo que no podemos ya

    decir y de lo que cae fuera de nuestras propias prcticas discursivas (Foucault 227).

    El archivo no puede describirse en forma exhaustiva dentro de una cultura o

    civilizacin, ni siquiera podemos describir nuestro propio archivo, pues por definicin

    es multicultural y pluritemporal.

    Es incontorneable en su actualidad dice Foucault y esa propiedad emparenta

    estos conceptos de enunciado y archivo con el Teorema de Gdel, que habla de la

    incompletitud , de la existencia de proposiciones indecidibles y en consecuencia de la

  • 7

    imposibilidad de que la matemtica (de tan dura tradicin) fuese formulada sobre bases

    slidas y lgicas.

  • 8

    Bibliografa

    Austin, J. L. Cmo hacer cosas con Palabras (1955). Edicin electrnica de

    www.philosophia.cl / Escuela de Filosofa Universidad ARCIS.

    Foucault, Michel. La arqueologa del saber. Buenos Aires: Siglo XXI, 2002.

    Tani, Ruben y Nez, Mara Gracia. El mtodo arqueolgico de Michel Foucault: las

    relaciones entre lenguaje, discurso e instituciones. Montevideo: C.I.P.-C.E.I.PA., 2008.

    (Material proporcionado en fotocopias por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la

    Educacin).

    Tani, Ruben y Nez, Mara Gracia. Lenguaje y verdad en la lgica de Vaz Ferreira.

    Montevideo: Revista Contextos (material proporcionado en fotocopias por la Facultad

    de Humanidades y Ciencias de la Educacin).

    Vaz Ferreira, Carlos. Lgica viva. Montevideo: Barreiro y Ramos, 1916.