fodor - sem y gg003

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ljts^r^cÍQnes.verdaderas  o algunas.son necesariamente verdade ras,  y de  estas  út i as  s ó o algunas  son  an a ít icam eji te^yerdadera s (ati ca s) Show ís white  ( La  nieve es blanca'') es una  o rac ver dadera, pero no es necesariamente verdadera ni  an a ítica  Every man is either ive feet tall  o r  not ive feet tall  ( Todos  los  hombres miden cinco pies o no miden cinco pies ) es verdadera y necesariamente ver dadera, puesto  que  así  lo  garantiza  una ley  l ca ma s  no es  consi derada normalmente  an alíti ca  Bachelors are unmar ried ( Los solte ro s  n o  están casados )  no  s ó o es  verdadera  y  necesariamente esto, sino que  ad em es un  ejemplo  c co de  o rac anaítica es decir,  o que  es  úncam en  f un de su significado. U na  jerarq u zación semejante  se da  tamén en la  im pi cación No todos  los  pares  de  oraciones  en los que  la  primera implica  ma terialmente  a la  segunda  son  tales  que  la  primera implique  l mente (entrañe)  a la  segunda;  y  no  ocurre  en  todos estos casos  que la primera implique a naí ti cam ente (o  s emcamne ) a la  segun da .  Snow  i s  w hite  Grass is green  ( La  nieve es blanca —JLa hier ba  es verdeces un  ejemplo  de  i pi cacón material.  Every  m a n  i s five feet tall  Noman  s not ive feet tall  ( Todo  hombre mide cin co pies —  Nngún hombre no mide cinco  pies ),  es un ejemplo deJnt pi  l Y  h is  m an s  a  bachelor this  m a n  s  unmarried (**Rrt£Tí6inTfnres~soltero   Este hombre  no e s  casado )  es  un ejem- ojíp cpd e im pica c ó  an aítica Kant (17811  cara cterzó up a  o rac anaítica como  aq uél a en  la qu e  el  significado  del pred icadores  parte  de l  significado  de l  sujeto (para  uña  am piac ón de  esta  d fi a  clases  de  oraciones  más amplias,  véase Katz, 1966,  ca pt uo 5, y  1972,  ca pt uo 4) .  Del  mis mo modo, una  relación de  iirvpicac ón an alíti ca tiene lugar entre dos cjJ2 ^ j l ía_o racón implicada forma parte  del s4gnificado  deja  o rac que la implica. Dada esta  d efi de ana- liti ctn  d efi de  significado  (o,  al  menos,  de  sinonimia,  es decir,  de la  igualdad  de  significados) resulta evidente:  dos  oraciones significan  lo  mismo  s ó o en  el  caso  de que  cada  una  implique ana ti cam ente a la  otra.  (Dos  expresiones menores  que  la  o sig nifican  lo  mismo  si  pueden sustituirse una por otra en los contextos oracionales apropiados  sin  alterar  su  analiticidad.) Ta l  y  como  a  menudo  se  ha  señalado,  en  especial  por  parte  de Quine, el problema que presenta esta  d efi de significado es que esckcjalar,  y  esto  se  percibe inmediatamente:  la  analiticidad [ je  d e - liüL£njtéjjrujio&.  de dignificados -y.el significado en  t de  ana liticidad.  De  a h í  que, a no ser que  se  d é  otra  ca racterzac ón de  ana liticidad independiente del significado, no recurrirse te  a la  analiticidad para explicar  el  significado.  El  objetivo  que he-  8 mos estado persiguiendo  es el de  reducir  el  significado  a  otra enti dad  m á s  elemental  y  m á s  comprensible. Sin embargo,  la  analiticidad está tambén demasiado  ínti am ente relacionada con  el  significado como para poder facilitarnos dicha  reducc De  hecho,  tal  y como todo  el  mundo sabe,  no  EXISTE  ninguna forma  que sea  independien te  del  significado para caracterizar tanto  la  analiticidad como  el significado. El fracaso  de  todas  las  tentativas  que han  tratado  de  reducir  el significado  a  otra cosa  nos  lleva  a la  co (al  menos, provi sional),  de que  el  significado  no  puede  se r  reducido  a  nada  m á s de que es algo  sui generis.  A  pesar de las advertencias  de  Wittgenstein, puede que  no  haya otra  o que considerar los significados como entidades, como entidades abstractas  que  poseen ciertas propieda de s  y  mantienen ciertas relaciones con otras entidades abstractas,  ta les como  la  verdad, etc.  Ds pué de  todo,  no  debe am extrañar no s  de  esto;  la  reducc de un  tipo  de  cosas  a  otro puede  que sea muy esclarecedora, pero  no  existe  gara ntía alguna  de que  dicha  re sea posible para cualquier tipo  de  cosa existente. Con todo, junto  a los  l igüs tas y  ilósofos  qu e  están dispuestos   aceptar sim plemente, que  el  significado  no  es reducible,  y  a continuar con  la ta rea de caracterizar sus manifestaciones,  están tambén los que, debi d o  a  este estado  de  cosas,  son  excé acerca  del  significado,  los que dudan  de que  EXISTA  algo como  el  significado (co mo algo  di- féfertte d e  las  condiciones  de  verdad, etc.),  o, al  menos, dudan  de que semejante cosa deba  ser  considerada  a la  hora  de  decir tod o  lo quejaierecelapena decirse acerca de  la  lengua. Quzá no  exista nada que pueda convencer  a  aql que tienen estas dudas  de que sus  dudas  son  infundadas, pero existe  un  argu- mento parcial contra este escepticismo. ába antes que  pod am conseguir el efecto  de  asignar las condiciones  de  verdad necesarias  a la  o rac O asignando  las condiciones  de  verdad a  la  o rac Necessarily O ( Necesariamen te  +  O ).  Ovába que  en el  caso delcontextqs.jopacos] como Necessarily...  ( Necesariamente... ), donde  la  su sti tuc de  expre siones co-extensivas  no  siempre preserva  la  verdad,  las  condiciones dé*verdadT  p üed corréctárfeñt e sóló  si lo  que  consi- deramos  a>m o é lor  sem de  u na  expr es  algo  más dís- cfi míiaq^rqüé pro pa  ex en Se vio  que lasintensiones eran adecuadas para predecir las condiciones de yerdad.de oraciones  con operadores  modales;  pero que eran demasiado  d ébl como para po-  der discriminar entre  TODAS 'las  expresiones  qu éd fieren en su  sig nificado. Sin  e existen otras construcciones opacas  que  apa rentemente presentan  toda v a m á s  restricciones a  la  hora de realizar sustituciones  v i y,  por tanto, exigen una  d scr toa va 9

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  • ljts^ .r^ icQnes,.verdaderas, slo algunas.son necesariamente verdade-ras, y de estas ltimas slo algunas son analticamejite^ yerdaderas (analticas).* Show s white ("La nieve es blanca'') es una oracin ver-dadera, pero no es necesariamente verdadera ni analtica. Every man is either five feet tall or not five feet tall ("Todos los hombres miden cinco pies o no miden cinco pies") es verdadera y necesariamente ver-dadera, puesto que as lo garantiza una ley lgica, mas no es consi-derada normalmente analtica. Bachelors are unmarried ("Los solte-ros no estn casados") no slo es verdadera y necesariamente esto, sino que adems es un ejemplo clsico de oracin analtica, es decir, de oracin que es verdadera nicamente en funcin de su propio significado. Una jerarquizacin semejante se da tambin en la implicacin. No todos los pares de oraciones en los que la primera implica ma-terialmente a la segunda son tales que la primera implique lgica-mente (entrae) a la segunda; y no ocurre en todos estos casos que la primera implique analticamente (o semnticamente) a la segun-da. Snow is white Grass is green ("La nieve es blanca JLa hier-ba es verdeces un ejemplo de implicacin material. Every man is five feet tall No man is not five feet tall ("Todo hombre mide cin-co pies Ningn hombre no mide cinco pies"), es un ejemplo deJnt plicacin lgica. Y this man is a bachelor this man is unmarried (**RrtT6inTfnres~soltero Este hombre no es casado") es un ejem-plojpicpde implicacin analtica. Kant (17811 caracteriz upa oracin analtica como aqulla en la que el significado del predicadores parte del significado del sujeto (para ua ampliacin de esta definicin a clases de oraciones ms amplias, vase Katz, 1966, captulo 5, y 1972, captulo 4). Del mis-mo modo, una relacin de iirvplicacin analtica tiene lugar entre dos racjJ2ne^ sij!l^ a_oracin implicada forma parte del

    s4gnificado deja oracin que la implica. Dada esta definicin de ana-liticdactn definicin de significado (o, al menos, de sinonimia, es decir, de la igualdad de significados) resulta evidente: dos oraciones significan lo mismo slo en el caso de que cada una implique ana-lticamente a la otra. (Dos expresiones menores que la oracin sig-nifican lo mismo si pueden sustituirse una por otra en los contextos oracionales apropiados sin alterar su analiticidad.) Tal y como a menudo se ha sealado, en especial por parte de Quine, el problema que presenta esta definicin de significado es que esckcjalar, y esto se percibe inmediatamente: la analiticidad[je de-liLnjtjjrujio&. de dignificados -y.el significado en trminos de ana-liticidad. De ah que, a no ser que se d otra caracterizacin de ana-liticidad independiente del significado, no podr recurrirse lcitamen-te a la analiticidad para explicar el significado. El objetivo que he-

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    mos estado persiguiendo es el de reducir el significado a otra enti-dad ms elemental y ms comprensible. Sin embargo, la analiticidad est tambin demasiado ntimamente relacionada con el significado como para poder facilitarnos dicha reduccin. De hecho, tal y como todo el mundo sabe, no E X I S T E ninguna forma que sea independien-te del significado para caracterizar tanto la analiticidad como el significado.

    El fracaso de todas las tentativas que han tratado de reducir el significado a otra cosa nos lleva a la conclusin (al menos, provi-sional), de que el significado no puede ser reducido a nada ms, de que es algo sui generis. A pesar de las advertencias de Wittgenstein, puede que no haya otra opcin que considerar los significados como entidades, como entidades abstractas que poseen ciertas propieda-des y mantienen ciertas relaciones con otras entidades abstractas, ta-les como la verdad, etc. Despus de todo, no deberamos extraar-nos de esto; la reduccin de un tipo de cosas a otro puede que sea muy esclarecedora, pero no existe garanta alguna de que dicha re-duccin sea posible para cualquier tipo de cosa existente. Con todo, junto a los lingistas y filsofos que estn dispuestos a aceptar sim-plemente, que el significado no es reducible, y a continuar con la ta-rea de caracterizar sus manifestaciones, estn tambin los que, debi-do a este estado de cosas, son excpticos acerca del significado, los que dudan de que E X I S T A algo como el significado (como algo di-ffertte de las condiciones de verdad, etc.), o, al menos, dudan de que semejante cosa deba ser considerada a la hora de decir todo lo quejaierecelapena decirse acerca de la lengua. Quiz no exista nada que pueda convencer a aqullos que tienen estas dudas de que sus dudas son infundadas, pero existe un argu-mento parcial contra este escepticismo. Apuntbamos antes que podamos conseguir el efecto de asignar las condiciones de verdad necesarias a la oracin O, asignando las condiciones de verdad a la oracin Necessarily + O ("Necesariamen-te + O"). Observbamos que en el caso delcontextqs.jopacos] como Necessarily... ("Necesariamente..."), donde la sustitucin de expre-siones co-extensivas no siempre preserva la verdad, las condiciones d*verdadT pedn^ termirifse corrctrfet"e"sl si lo que cons i -deramos a>mo'l va lo r semntico de una exprxvsin es algo ms ds-cfimiiaq^ rq"s'propia extensin. Se vio que lasintensiones eran adecuadas para predecir las condiciones de yerdad.de oraciones con operadores modales; pero que eran demasiado dbiles como para po-"der"discriminar entre T O D A S ' l a s expresiones qu.difieren en su sig-nificado. Sin embarg, existen otras construcciones opacas que apa-rentemente presentan todava ms restricciones a la hora de realizar sustituciones vlidas y, por tanto, exigen una discriminacin todava

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  • mucho ms sutil entre las. expresiones de la lengua. Y, se ha mante-nido que E S T A S discriminaciones, corresponden exactamente con di-ferencias intuitivas de significado. Las construcciones opacas, en cuestin sanias que se,presentan con verbos psicolgicos como believe.("creer"). Estos verbos se consideran a menudo como verbos de actitud proposicional, y est nomenclatura refleja la opinin de que los objetos de estos verbos son proposiciones, es decir (a grandes rasgos), significados de ora-ciones. La situacin es, pues, que respecto de cualquier lengua que contenga este tipo de verbos, el relativamente modesto objetivo de dar una definicin de verdad para las oraciones de esta lengua, exi-gira dar cuenta del significado de estas. Y, si esto es as, puede con-cluirse que el concepto de significado no solo no es irrelevante, sino que, adems, es necesario. La razn de que esto slo sea una defensa parcial contra el es-cepticismo es que, en principio, el escptico puede responder (slo en el caso de los operadores modales), que las oraciones que contie-nen verbos de actitud proporcional estn desprovistas de significado y, por tanto, J I O P O S E E N ninguna condicin de verdad definida. Sin embargo, esta postura tiene menos defensa e relacin con las acti-tudes preposicionales que en relacin con las modalidades, puesto que, incluso como Quine ha admitido, a pesar de que uno pueda qui-z negarse a s mismo el hablar acerca de la necesidad, es mucho me-nos factible y ms improbable el renunciar a hablar de creencias, de-seos, etc. En consecuencia, y a pesar de las generales preferencias por la idea contraria, el concepto de significado puede tener una base mucho ms firme que el de necesidad. La clase de los contextos opacos es muy heterognea, y algunos de los contextos opacos resultan claramente inadecuados para la ta-rea de individualizar significados. Los contextos en los que aparece necessarily ("necesariamente"), tal y como hemos visto, son dema-siado dbiles. Otros son demasiado fuertes. Por ejemplo, en un con-texto de estilo directo como John said: ... ("Juan dijo: ...") no podemos sustituir de un modo vlido, ni siquiera, unmarried man ("hombre que no est casado") por bachelor ("soltero"), puesto que del hecho de que Juan diga: yo soy un hombre que no est casado no se sigue que dijo: yo soy soltero. Para que pueda haber una sus-titucin en estos contextos es preciso preservar la identidad de F O R -MA- Y, para evitar llegar a la conclusin de que dos expresiones di-ferentes no sern nunca sinnimas, los contextos de estilo directo de-bern excluirse del tipo de contextos en los que la sustitucin se toma como criterio para caracterizar la sinonimia. Existen otros "autores que han perfilado esta clasificacin toda-va ms. Segn Chomsky (1970b), deben excluirse incluso algunos

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    tipos de verbos psicolgicos, como, por ejemplo; realize ("com-prender"):

    As, sera posible que alguien reconociera que es considerado competente por todos sin reconocer que todos consideran compe-tente a Juan, o que reconociera que Pepe vio a Juan pero no que Juan fue visto por Pepe?... O, consideremos una oracin del tipo everyone agrees that if John realizes that p, then he realizes that ("Todos estn de acuerdo en que si Juan comprende que p, en-tonces comprende que"), donde el espacio en blanco se rellenara bien con el propio p o con una expresin q, distinta pero sinni-ma de p. No hay duda de que el valor de verdad puede variar si q reemplaza a p, lo que indicar que cualquier diferencia de for-ma en una oracin incrustada puede, al menos en ciertos casos, ser significativa a la hora de establecer las condiciones de verdad, y, por tanto, es posible que tambin lo sea al determinar el significado.

    Lo que habra que determinar es si. existen realmente contextos que no sean ni demasiado permisivos (como, por ejemplo, Necessa-rily... ["Necesariamente..."]), ni demasiado restrictivos (como, por ejemplo, San realizes thal... ["Sarh reconoce que...]), o que no estn relacionados, de un modo circular, con el concepto de significado (como, por ejemplo, It is analytic that...; o,... means that... ["Es ana-ltico que...; ... significa que..."]). En Katz (1972, captulo 6) se man-tiene que los verbos como want ("querer") y believe ("creer") for-man precisamente contextos del tipo deseado. Exactamente, la teo-ra de Katz es que una expresin puede sustituirse por otra en estos contextos si el significado de la primera se contiene en el significado de la segunda. Nos encontramos as con una implicacin analtica que se define mediante la referencia a la opacidad; la sinonimia sera entonces la vinculacin analtica mutua. No resulta inmediatamente obvio el que la teora de Katz sea co-rrecta. Podra yo creer que Juan es soltero sin creer que Juan no est casado? Resulta que s podra, si no supiera lo que singifica un-married man ("soltero"), o si, efectivamente, s s lo que significa, pero, simplemente, soy demasiado tonto como para darme cuenta de que John is unmarried ("Juan no est casado") se sigue de John is a bachelor ("Juan es soltero"). La defensa frente a esta objecin, radica en sostener que el creer que Juan es soltero E S precisamente creer que no est casado (que es adulto, varn, etc.), y, que por tan-to, aunque alguien pretendiera creer la primera, pero no la segunda, su pretensin no podra ser real. Aun cuando se aceptara esta de-fensa, todava existe otro tipo de contraejemplo, ms sofisticado, con el que hay que enfrentarse (aportado por Mates, 1952; ver tam-

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  • bien la cita de Chomsky hecha anteriormente). En efecto, parece ra-zonable suponer que nadie duda de que cualquiera que crea que Juan es soltero cree tambin que Juan es soltero. Pero, con seguridad, se-ra falso suponer que nadie duda de que cualquiera que crea que Juan es soltero cree que Juan no es casado. Y, despus de todo, sta es la misma duda que expresbamos nosotros anteriormente. As, la incrustacin de contextos opacos dentro de otros contextos opacos crea aparentemente contextos en los que la sustitucin no est per-mitida ni siquiera en el caso de relaciones de inclusin-de-significa-do. Si se consideran estos contextos como criterios para establecer el significado, llegaremos a la conclusin, bastante contraria a la in-tuicin, de que no existen dos expresiones que tengan en algn mo-mento el mismo significado. Pero, por otra parte, si no se conside-ran tales contextos como criterios vlidos, cmo explicaramos por qu no lo hacemos? Es evidente que estas cuestiones no pueden resolverse en un mo-mento, a pesar de que, hasta que no se haga, la posibilidad de ex-plicar el significado a partir de la opacidad seguir incierta. Pero, debemos abandonar aqu esta cuestin y pasar de los problemas de justificacin al problema prctico de cmo pueden ser tratados, la analiticidad y el significado, dentro de un sistema semntico formal. Sabemos que el sistema debe asignar valores diferentes a expresio-nes que son slo lgicamente equivalentes y no sinnimas; pero re-sulta muy difcil ver QU valores diferentes podran asignrseles. Ha-biendo pasado ya de extensiones en el mundo real a extensiones en todos los mundos posibles, parece que no puede irse ms lejos en esa direccin (aunque haya habido algunos intentos: Creswell, 1973, extiende el modelo de los mundos posibles al de los universos posibles).

    Consideremos dos oraciones lgicamente equivalentes pero no si-nnimas, del tipo de Two plus two equals four ("Dos y dos son cua-tro") y Three plus three equals six ("Tres y tres son seis"). Intuitiva-mente, lo que hace que estas oraciones no sean sinnimas es el he-cho de que a su intensin comn se llega a travs de la combinacin de intenciones diferentes de sus constituyentes. Las funciones que constituyen sus intensiones respectivas pueden ser idnticas en cuan-to a los argumentos y valores (valores de los mundos y de verdad) a los que se asocian, pero estas funciones poseen una estructura in-terna dada y es respecto de sta en lo que se diferencian. Carnap (1947) defini una relacin de ISOMORFISMO INTENSIO-

    | NAL entre expresiones, tal que dos expresiones son intensionalmente i isomrficas slo en el caso de que ambas tengan la misma estructu-

    ra interna, y de que todos los constituyentes de ambas expresiones que se corresponden entre s tengan la misma extensin. Carnap su-72

    giri que esta relacin de isomorfismo intensional podra aportar una reconstruccin adecuada de la nocin intuitiva de sinonimia (que permitira establecer las distinciones adecuadas en contextos de creencias, etc.). La esencia de esta propuesta es que el significado no puede explicarse a partir de una mera alusin a la referencia, ni in-cluso a la referencia en todos los universos posibles, sino que ha de explicarse en trminos de las propiedades composicionales de la ex-presin a travs de la cual se determina la referencia. Se acerca as a la teora de Frege (ver anteriormente, seccin 2.4), donde el signi-ficado de una expresin es el modo en que sta designa a su refe-rente. Las oraciones Two plus two equals four ("Dos y dos son cua-tro") y Three plus three equals six ("Tres y tres son seis") designan ambas algo verdadero en todos los mundos posibles, pero, al tener una composicin interna diferente, llegan a hacerlo, por as decirlo, por diferentes caminos. Si aplicamos esto a las oraciones superficiales de una lengua na-

    tural, la identificacin de la sinonimia con el isomorfismo intensio-nal tiene algunas consecuencias curiosas. Un problema derivado de ello es que nunca podra existir sinonimia entre una palabra y un sin-tagma, por ejemplo, entre bachelor ("soltero") y unmarried man ("hombre no casado"), ya que estas expresiones no presentan una es-tructura paralela: una es simple y la otra compuesta. Adems CUAL-QUIER diferencia sintctica entre construcciones complejas imposibi-litara, aparentemente, que fueran sinnimas; por ejemplo, la dife-rencia entre my fat her's father y the father of my father ("mi abue-lo" y "el padre de mi padre"). Con todo, el propio Carnap consider que ciertas diferencias sintcticas entre las expresiones eran irrele-vantes para su teora del isomorfismo intensional. Este escribi (1947, captulo 1):

    Parece ahora aconsejable emplear el concepto de isomorfismo intensional en un sentido ms amplio para que tambin se aplique en expresiones como 2 + 5 y Sumar (II, V), dado que la utili-zacin, en la segunda expresin, de un functor precediendo a los dos signos, en lugar de aparecer entre ellos, o la utilizacin de un parntesis o una coma puede considerarse como un mecanismo sin-tctico no esencial.

    Evidentemente, las diferencias sintcticas no esenciales debe-rn distinguirse formalmente de las esenciales. Un modo de conse-guir esto sera determinando qu es una FORMA NORMAL de una ex-presin. Las expresiones de la lengua que estamos estudiando (len-guaje objeto) podran traducirse a otra lengua diferente (metalengua-je) que tenga la propiedad de especificar slo las diferencias sintc-

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  • ticas esenciales (por ejemplo, las correlacionadas con el significado) existentes en la lengua-objeto como diferencias sintcticas propias. A las expresiones matemticas 2 + 5 y sum (II, V) ("sumar [II, V]"), podra asignrseles as una misma traduccin, lo mismo que a las ex-presiones inglesas my father's father y the father of my fahter, etc. En general, todas y solamente las expresiones sinnimas se re-presentaran de modo idntico en el metalenguaje. Y por ello, si las intensiones se asignaran a las expresiones D E S P U S de haber sido tra-ducidas al metalenguaje, se conseguira, tal y como se desea, que to-das y slo las expresiones sinnimas fueran intensionalmente iso-mrficas. Ahora bien, las gramticas transformacionales de las lenguas na-turales asignan a menudo estructuras profundas idnticas a expre-siones que difieren en su forma sintctica superficial. Se ha propues-to, por ejemplo, que los sintagmas my father's father y the father of my father poseen idntica estructura profunda; e igualmente ocurre gran nmero de pares de oraciones entre los que se incluyen: that it's raining is obvius ("Que llueve es obvio") y It is obvius that it's raining ("Es obvio que llueve"); John is easy to please ("Juan es fcil de complacer") y It is easy to please John ("Es fcil complacer a Juan"); the car hit the truck ("El coche golpe al camin"); The truck was hit by the car ("El camin fue golpeado por el coche"). Esto nos sugiere que el lenguaje de las estructuras sintcticas profundas po-dra ser en realidad el que se necesita para la normalizacin de las expresiones de una lengua natural (estructura superficial) es decir, que es en el nivel de la estructura profunda donde isomorfismo in-tensional y sinonimia se correlacionan (para una propuesta similar, ver Lewis, 1972). El que esto sea o no as, depende esencialmente del nivel de es-tructura profunda que se postule, y los lingistas no se muestran en modo alguno de acuerdo respecto de esto. Las diferencias entre las diversas hiptesis propuestas se tratarn con algn detalle en cap-tulos posteriores; pero podemos aqu apuntar ya que existe una teo-ra lingstica (la semntica generativa) cuyas estructuras profundas han de mostrar la identidad de hecho, de todas, y solamente stas, las expresiones sinnimas; y que hay otras teoras (la teora estndar y la teora estndar ampliada) cuyas estructuras profundas resultan insuficientes para dar cuenta de ello por distintas razones; de acuer-do con estas a my father's father y the father of my father ("el padre de mi padre") pueden asignrseles la misma estructura profunda, pero no as a bachelor ("soltero") y a unmarried man ("hombre no casado"), como tampoco a las oraciones John opened the door with a key ("Juan, abri la puerta con una llave") y John used a key to open the door ("Juan utiliz una llave para abrir la puerta"), o a It

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    may rain ("Puede que llueva") y It is possible that it will rain ("Es posible que llueva"), etc. Sin embargo, ambas teoras admiten, como ampliacin del nivel, de estructura profunda, un nivel diferente, el de L A R E P R E S E N T A C I N S E M N T I C A , en el que las expresiones sin-nimas reciben, de hecho, representaciones idnticas. En otras pala-bras, todas las teoras lingsticas generativas actuales ofrecen algn tipo de mecanismo de representacin mediante el cual se predice la correspondencia entre identidad y diferencia de FORMAe identidad y diferencia de S I G N I F I C A D O . Debera destacarse que este intento de reconstruccin formal del significado y de las relaciones entre significados no constituye una

    J U S T I F I C A C I N del concepto de significado o de su reduccin a otros conceptos ms familiares. Se dara esa reduccin si resultara que la sinonimia se corresponde con isomorfismo intensional en algn ni-vel de la representacin sintctica, y fuera as I N D E P E N D I E N T E M E N -T E de toda consideracin semntica. Pero resulta muy dudoso que ste sea el caso. El nivel de representacin semntica propuesto por las teoras lingsticas actuales N O est, aparentemente, del todo mo-tivado por consideraciones sintcticas; en realidad, parece especial-mente diseado para codificar juicios intuitivos acerca de las rela-ciones significativas.

    El concepto de isomorfismo intensional, pues, no explica direc-tamente el significado, pero s nos depara algunas consideraciones importantes acerca de su naturaleza. Sin rechazar la relacin exis-tente entre el significado y la referencia incorporada a la nocin de intensin, da cuenta de manera apropiada de nuestra intuicin de que los significados son ms complejos y estn ms sutilmente per-filados de lo que parece dar a entender una teora basada en el con-cepto de extensin. Su inters por la estructura interna de los signi-ficados ofrece una slida base para la caracterizacin de la implica-cin analtica en trminos de inclusin de significados, puesto que, para que esto tenga sentido, los significados tendrn que ser del tipo de cosas que pueden incluirse unas dentro de otras. Adems, subra-ya tambin la importancia de las reglas semnticas recursivas que los lingistas y lgicos han intentado formular en estos ltimos aos. Por esto deben considerarse no como simples mecanismos para A S I G -N A R significados a oraciones sino, en cierto sentido, como P A R T E de esos significados. Las representaciones semnticas de las gramticas generativas, que revelan cmo se estructuran, los significados de los constituyentes dentro del significado total de la oracin, respetan la idea de que es bsico para determinar el significado el cmo llegan a ser lo que son las condiciones de verdad de una oracin.

    Finalmente, la idea de que el significado de una expresin posee una estructura a menudo diferente de la estructura sintctica super-75

  • ficial podra sugerir una explicacin de P O R QU el significado y la analiticidad (aparentemente) mantienen una relacin especial en el caso de las oraciones con verbos de creencia y de actitud proposi-cional. Si podemos suponer que existe internamente un 'lenguaje del pensamiento', podramos aventurar la hiptesis de que ste es el len-guaje normalizador del isomorfismo intensional; un lenguaje en el cual todas y solamente las expresiones sinnimas de una lengua na-tural tendran idnticas traducciones. La sinonimia de dos expresio-nes lingsticas de este tipo consistira, pues, en la indiferenciacin de sus funciones para definir los posibles objetos de los verbos de actitud proposicional. La posibilidad de sustituir una construccin por otra sinnima de sta en oraciones con verbos de actitud pro-posicional residira, entonces, en el hecho de que cualquier persona en un estado mental que correspondiera a la creencia en la propo-sicin expresada por una oracin, O1, estuviera ipso facto en el es-tado mental correspondiente a la creencia en la proposicin expre-sada por una oracin sinnima de ella, O2. La imposibilidad de sus-tituir a una oracin que no fuese sinnima de sta, O3 (incluso si sta es material o lgicamente equivalente a O1 y O2) se debera al hecho de que la proposicin expresada por O3 tiene una representa-cin mental diferente y, por tanto, a que creer esta proposicin im-plica situarse en un estado mental distinto. Incluso si estos dos di-ferentes estados mentales tendieran a darse conjuntamente, esto se-ra una cuestin de hecho y, por ello, no servira como base sobre la que establecer una inferencia lgica entre uno y otro. Puesto que algunas actitudes preposicionales (por ejemplo, las re-lacionadas con darse cuenta, comprender) no parecen sujetarse a esto, este estado de cosas aqu esbozado puede considerarse el es-quema de una teora que ha de desarrollarse mucho ms ampliamen-te. Pero parte de esta lnea de pensamiento aparece, al menos impl-citamente, en muchas de las actuales investigaciones lingsticas y psicolgicas sobre semntica (con todo, los filsofos tienden a ser ms cautelosos; ver J. A. Fodor, 1975). Al mostrar la relacin entre significado y opacidad, este anlisis depara un modo de integrar la aproximacin al significado basada en los conceptos de verdad y re-Iferencia con los aspectos vlidos de la teora conceptual que recha-zamos, sin profundizar mucho en ella, en la seccin 2.2. La opaci-dad de las lenguas naturales va ms all del hecho contingente de que el ingls, el alemn, el swahili, etc., C O N T E N G A N O R A C I O N E S

    A C E R C A de creencias y deseos; oraciones en las que expresiones que j se refieren al mismo objeto o estado de cosas no pueden ser susti-tuidas unas por otras de forma vlida. Si estas oraciones no existie-1 ran, la distincin entre significado y referencia sera mucho ms di-j fcil de representar; pero, a pesar de todo, seguira estando ah, ya I

    que la lengua se utiliza para E X P R E S A R creencias acerca de los ob-jetos y estados de las cosas, y estos tienen que representar de algn modo y de acuerdo con ciertas descripciones.

    2.7. El significado de las oraciones no-declarativas En las tres ltimas secciones hemos tratado de encontrar algn

    modo de caracterizar el contenido proposicional de aquellas oracio-nes declarativas empleadas comnmente para hacer afirmaciones. Se sugiri que lo que debe asignrsele a tales oraciones es algn tipo de especificacin (aunque, como hemos probado ampliamente, no cualquier tipo) de las condiciones bajo las cuales la oracin sera ver-dadera. Las condiciones de verdad caracterizaran qu es aquello que se afirma al utilizar esa oracin.

    Las oraciones imperativas, las oraciones interrogativas e incluso algunas oraciones que son declarativas en su forma superficial, no sViTtliznpaf"nacer firmcfonsT Se utilizan para dar rdenes, pe-dir algo," hacer preguntas,' promesas, para hacer advertencias, apues-tas,- etc. Y lamyor "de stos actos inlocutivos parecen tener poco que ver c5rre'"concepto de verdad'. As pues, no est del todo claro ~q~rc~htehid'"proposicional de estas oraciones pueda caracteri-zarse por medio de la referencia a las condiciones de verdad. En este apartado consideraremos algunos intentos de explicar las propieda-des semnticas de estas oraciones.

    Para empezar, consideremos hasta dnde nos lleva la teora de las condiciones de verdad sin introducir en ella modificacin alguna. En un nivel de anlisis inferior al sintagma, las palabras considera-das individualmente significan lo mismo, tanto en una oracin no de-clarativa como en una oracin declarativa, y lo mismo ocurre con los sintagmas y los constituyentes menores que la oracin: los cons-tituyentes boots ("botas"), wears his boots ("lleva sus botas") y that John wears his boots ("que Juan lleva sus botas") por ejemplo, no varan su significado en las oraciones Wake sure that John wears his boots ("Asegrate que Juan lleva sus botas"), Do you make sure that John wears his boots ("Ests seguro de que Juan lleva sus botas?") y / always make sure that John wears his boots ("Siempre me ase-guro de que Juan lleva sus botas"). As pues, es un modo de decirlo, es en el nivel superior del anlisis del significado, donde el significa-do de la oracin se forma a partir de los significados de sus partes, en el que se necesitarn nuevos principios semnticos caracterizado-res del significado de las oraciones no-declarativas. Sera una tentativa temeraria mantener que no se necesitan nue-vos principios en absoluto; defender que estas oraciones, a pesar de

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  • que en un primer momento pueda parecer lo contrario, s poseen va-lores de verdad, y que, por tanto, pueden asignrseles condiciones de verdad. Otra opcin podra consistir en sostener que, aunque es-tas oraciones no tengan por s mismas valores de verdad, sus signi-ficados puedan caracterizarse como una funcin de los significados de las oraciones declarativas relacionadas con ellas, que s poseen di-chos valores. Una tercera posibilidad sera la de ampliar analgica-mente la teora de las condiciones de verdad, especificando una pro-piedad P que sea para las oraciones no-declarativas lo que (la) ver-dad es para las oraciones declarativas; podramos analizar as la fuer-za ilocutiva potencial de una oracin no-declarativa, en trminos de P~, y su contenido proposicional en trminos de condiciories-de-P. Consideremos, en primer lugar, una versin elemental del segun-do tipo de teoras propuestas, es decir, de la teora de que el signi-ficado de las oraciones no-declarativas puede caracterizarse simple-mente como la suma de su fuerza inlocutiva potencial y su conteni-do proposicional. El primero se determinara de acuerdo, bien con el tipo sintctico de la oracin (por ejemplo, con el hecho de que sea imperativa o interrogativa), bien con la presencia de una clusula realizativa explcita del tipo I hereby command... ("Por esto orde-no..."), / warn you that... ("Te advierto que..."), / bet you a nickel that... ("Te apuesto un duro que..."), etc., de la cual depender sta. Su contenido proposicional se considerar idntico al de las oracio-nes declarativas que posean la misma estructura sintctica e idnti-cos elementos lexicales que esta. Esta identidad estructural tendr que determinarse en un nivel sintctico ms abstracto que la estruc-tura superficial; de lo contrario, no existira por ejemplo, oracin de-clarativa alguna que correspondiera, a una oracin imperativa sin su-jeto explcito, del tipo de Walk the dog! ("Pasea al perro!"). Pero dejemos a un lado los detalles y asumamos, simplemente, que existe algn mtodo formal para establecer las clases de oraciones de este tipo con idntico contenido proposicional; por ejemplo, la clase que incluye Walk the dog! ("Pasea al perro!"), You will walk the dog! ("Pasears al perro!"), Will you walk the dog? ("Querrs pasear al perro?"), / aderse you to walk the dog! ("Te advierto que pasees al perro"), I bet you will walk the dog! ("Apuesto a que pasears al pe-rro"), etc. Este modelo tan simple no permite explicar un buen nmero de

    las propiedades semnticas de las oraciones no-declarativas. Tal y como lo concebimos, ni siquiera puede predecir correctamente qu oraciones tienen un significado coherente y cules no. Una oracin puede tener un potencial de fuerza inlocutiva especificable y com-partir su contenido proposicional con una oracin declarativa con un significado pleno, y, sin embargo, no poseer ella misma, un sig-78

    nieado pleno. Por ejemplo,, la oracin / command that the green vase broke yesterday ("Te ordeno que el jarrn verde se rompi ayer") es anmala, a pesar de que aparentemente tiene la fuerza de una orden y comparte su contenido proposicional con el de la ora-cin declarativa aceptable the green vase broke yesterday ("El jarrn verde se rompi ayer"). Es claro, pues, que existe cierta interaccin entre el potencial de fuerza inlocutiva y el contenido proposicional.

    Esta interaccin se comprueba tambin en la definicin de sino-nimia. No es suficiente decir que dos oraciones tendrn el mismo sig-nificado slo en caso de que tengan la misma fuerza inlocutiva po-tencial e idntico contenido proposicional, puesto que las oraciones / order you not to touch the apple pie ("Te ordeno que no toques la tarta de manzana") y Iforbidyou to touch the appliepie ("Te pro-hibo que toques la tarta de manzana") significan lo mismo (o casi lo mismo), y, sin embargo, difieren aparentemente, tanto en su fuer-za inlocutiva potencial como en su contenido proposicional. La re-lacin entre ellas, resulta intuitivamente bastante clara: forbid ("pro-hibir") es, en cierto sentido, la forma negativa de order ("ordenar"), y el contraste polarizado existente entre ambos verbos performati-vos anula, de algn modo, el contraste polarizado entre las clusu-las que les siguen.

    Lo que esto parece sugerir es que existe una relacin entre las dos partes del significado de las oraciones no-declarativas ms su-til y ms profunda que la pura relacin de adicin. Y, de hecho, esta relacin parece poder ser equiparada a la relacin existente entre la clusula principal y la clusula complementaria de las oraciones de-clarativas (pinsese por ejemplo, en una oracin de este tipo que se utilizara para dar cuenta de las clases de actos verbales para los que se utilizan las oraciones no-declarativas). As, la oracin realizati-va / command that the green vase broke yesterday ("Te ordeno que el jarrn verde se rompi ayer") es anmala por la misma razn que lo es la oracin declarativa the teacher commanded that the green vase broke yesterday ("El profesor orden que el jarrn verde se rom-pi ayer"). Y la sinonimia de las oraciones realizativas / order yo not to touch the apple pie ("Te ordeno que no toques la tarta de man-zana") y Iforbide you to touch the apple pie ("Te prohibo que to-ques la tarta de manzana") es semejante a la sinonimia existente en-tre las oraciones declarativas Mother ordered Molly not to touch the apple pie ("Mam orden a Molly que no tocara la tarta de man-zana") y Mother forbade Molly to touch the apple pie ("Mam pro-hibi a Molly que tocara la tarta de manzana").

    Estos paralelismos muestran que cuando aparece un verbo como order ("ordenar") en una clusula realizativa de una oracin no-de-clarativa, este no es simplemente un indicador A R B I T R A R I O de la

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  • fuerza inlocutiva potencial, sino un representante genuino de ese ver-bo order ("ordenar") que aparece tambin en las oraciones declara-tivas. El valor que la teora semntica le asigne como significado ten-dr que ser el mismo en ambos tipos de oracin, as como los prin-cipios que combinen su significado con los significados de los dems constituyentes de su clusula y con el de su oracin complemento. La nica diferencia es que, cuando order ("ordenar") se utiliza rea-lizativamente, indica (de un modo que todava est por explicar) que la emisin de esta oracin constituye en s el acto de D A R una or-den, en lugar de una afirmacin A C E R C A del acto de dar una orden. Habiendo llegado hasta aqu, parece natural proponer, en inte-rs de la generalizacin, que a las oraciones imperativas simples, del tipo Don'i touch the apple pie! ("No toques la tarta de manzana!") se les asignen del mismo modo sus fuerzas potenciales inlocutivas. Esta oracin imperativa simple es aparentemente sinnima de la ora-cin / order you not to touch the apple pie ("Te ordeno que no to-ques la tarta de manzana"), y tiene las mismas propiedades semn-ticas (por ejemplo, ser anmala slo en el caso de que la oracin I order... ("Te ordeno...") sea anmala). Se podra, pues, considerar fruto de la elisin de la clusula realizativa de la oracin claramente prerrealizativa Iorder... ("Te ordeno..."). Esto resolvera inmediata-mente, en lo tocante a las oraciones imperativas simples, el proble-ma de la relacin entre sus fuerzas inlocutivas potenciales y sus con-tenidos preposicionales, puesto que dicha relacin sera, una vez ms, idntica a la existente entre las oraciones principales y comple-mentarias de las oraciones declarativas ordinarias.

    Lo que queda por contestar en este anlisis es la cuestin acerca de qu es lo^que.-diferencia el significado de las oraciones realizati-vasTMm / order... ("Te ordeno...") (y las imperativas correspon-vdients);iilel"de lasorciones declarativas, en particular del de las ora-clo^ es^ egrF^ yas. que son similares a estas superficialmente en la ^fffi'T^ jenJos elementos lexicales. Cul es la diferencia de signif^ cado entre I order you not to touch the apple pie ("Te ordeno que no toques la tarta de manzana"), al usarla para dar una orden, y / order you not to touch the apple pie ("Te ordeno que no toques la tarta de manzana") (o / am ordering you not to touch the apple pie ["Te estoy ordenando que no toques la tarta de manzana"]), al usar-la para afirmar que alguien est emitiendo (o suele hacerlo) dicha orden. Una posible respuesta podra ser (vase Lewis, 1972), que no existe diferencia alguna; que todas las oraciones realizativas son real-mente oraciones declarativas, aunque tengan la peculiaridad de que pueden utilizarse simultneamente para llevar a cabo el acto verbal cuya realizacin estn ellas mismas presentando, del mismo modo que la oracin In hexameter throchaic am I talking ("En hexme-80

    tros trocaicos estoy hablando") (aunque no as la oracin / am tal-king in throchaic hexameter ["Estoy hablando en hexmetros tro-caicos"]) puede utilizarse simultneamente para informar sobre, y para realizar, el acto de hablar en hexmetros trocaicos. Obsrvese que esta teora es como las que se esbozaron anterior-mente en primer lugar; ampla la teora de las condiciones de verdad a las oraciones no-declarativas directamente y sin modificaciones. Si las oraciones no-declarativas pueden considerarse como oraciones declarativas, entonces tendrn valores de verdad, y sus contenidos proposicionales podrn caracterizarse por medio de las condiciones de verdad. Desde luego, los valores de verdad de estas oraciones no sern los que estamos acostumbrados a encontrar en contextos con-versacionales normales, pero esto no demuestra que estas no posean valores de verdad. (Ntese que, segn esta teora, una oracin no-declarativa sera verdadera slo en caso de que su emisin fuera apropiada. Por ejemplo, / order you not to leave your post ["Te ordeno que no te dejes tu correspondencia"] ser verdadera slo en caso de que su emisin constituya un acto de ordenar especfico. As, es mucho ms probable que sea verdadera que falsa. Pero P U E D E ser falsa, puesto que si las condiciones de 'propiedad' de semejante acto no se dan, por ejemplo, si el hablante no est en una posicin de autoridad frente al oyente entonces, entonces, la emisin de la ora-cin N O constituir un acto de dar una orden, y la afirmacin simul-tnea de que se est dando una orden ser falsa.) Sin duda esta teora parecer a algunos lectores contraria a la in-

    tuicin; y, ciertamente plantea algunos problemas que tendran que ser resueltos. Por ejemplo, aunque podamos responder a una emi-sin inapropiada de la oracin / order you to finish your hamburger ("Te ordeno que te acabes tu hamburguesa"), diciendo No est en posicin de hacerlo, resultara curioso responder Eso es falso. Pero sera ms curioso todava responder a una emisin de la ora-cin imperativa Finish your hamburger! ("Acaba tu hamburguesa!") diciendo No ests en posicin de hacerlo, a pesar de que la teora defiende que esta oracin resulta de la elisin de la clusula princi-pal de la oracin I order... ("Te ordeno..."), para la que esta misma contestacin s sera apropiada. Desde luego, esta teora no ofrece explicacin alguna de por qu el imperativo simple (al contrario que la construccin claramente realizativa) no puede jams utilizarse para dar cuenta de la realizacin de acto de ordenar. Por estas ra-zones puede que nos sintamos inclinados a tomar en serio la intui-cin de que E X I S T E , despus de todo, una diferencia de significado entre una oracin realizativa y una oracin declarativa con una es-tructura superficial similar a sta. A qu puede deberse esta diferencia?

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  • Una opinin muy extendida es que el anlisis de las clusulas rea-lizativas debera, de hecho, ampliarse a las oraciones declarativas. Una oracin como mice eat cheese ("Los ratones comen queso") se considerara, entonces, como la cadena resultante de la elisin de la clusula principal de la oracin, ms explcitamente declarativa, I as-sert that mice eat cheese ("Afirmo que los ratones comen queso"). Ross (1970) ha presentado algunos argumentos sintcticos para jus-tificar este anlisis de las oraciones declarativas, argumentos que fue-ron pronto muy criticados (ver Anderson, 1970, y Fraser, 1971). Sin embargo, la falta de pruebas en apoyo de este en tanto que anlisis sintctico no lo descalifica necesariamente como contribucin a la teora semntica. Si lo consideramos desde esta perspectiva, habr que mantener que oraciones como It is raining ("Est lloviendo") y I asserf that it is raining ("Afirmo que est lloviendo") poseen el mis-mo significado y la misma funcin inlocutiva, y adems, que la se-gunda de estas oraciones es ms reveladora que la primera para de-. terminar por qu esa funcin es lo que es. La oracin / assert... ("Afirmo...") contiene una indicacin explcita de su potencial de fuerza inlocutiva, y es, pues, el P A R A D I G M A con arreglo al cual se realiza el acto verbal de afirmar que est lloviendo. Esta idea puede cuestionarse, pero aceptmosla por el momento y consideremos qu tipo de descripcin de los significados de las oraciones no-declara-tivas entraa. La explicacin de las oraciones declarativas en estos trminos co-mienza atribuyendo una determinada estructura semntica a ambos tipos de oraciones, y a partir de ah establece ciertas predicciones acerca de la semejanza y diferencia de los significados. Pero una des-cripcin completa del significado de las oraciones deber tambin es-pecificar cmo debe interpretarse esa estructura, puesto que puede ser asumida por varias y muy diferentes teoras. Puede incorporarse, por ejemplo, a una teora, como la de Lewis, sin que se altere la su-posicin bsica de que todas las oraciones son, realmente, declara-tivas y poseen condiciones de verdad. (En ese caso, no slo se ana-lizara it is raining ["Est lloviendo"] como I assert that it is raining ["Afirmo que est lloviendo"], sino que Eat your hamburger! ["C-mete tu hamburguesa!"] se analizara como una construccin con dos clusulas superiores a sta del tipo / assert that I order you to eat you hamburger ["Afirmo que te ordeno que te comas tu ham-burguesa"].) Por el contrario, el anlisis en trminos de clusulas per-formativas de las oraciones declarativas, podra considerarse la base de una teora en la que no se atribuyera ningn estatus especial a la asercin respecto de los otros actos inlocutivos. Entonces, el anlisis de una oracin declarativa del tipo it is raining ("Est lloviendo") sera el de / assert that it is raining ("Afirmo que est lloviendo"),

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    pero el anlisis de la oracin imperativa como Eat your hamburger ("Cmete tu hamburguesa!") seguira siendo, simplemente, el de I order you to eat your hamburger ("Te ordeno que te comas tu ham-burguesa"). En otras palabras, de acuerdo con este anlisis, las di-ferencias inlocutivas entre ambas clases de oraciones se haran ex-plcitas con la ayuda del verbo performativo que aparecer en la clu-sula superior de la estructura semntica que se asigne a cada ora-cin. Las oraciones que se utilizan para dar rdenes tendran como tal / order ("Te ordeno"); las oraciones utilizadas para hacer adver-tencias / advise ("Te advierto"); las oraciones usadas para hacer apuestas, I bet ("Te apuesto"), y, del mismo modo, las oraciones uti-lizadas para hacer aseveraciones tendran / assert ("Afirmo,,,"). Esta especial interpretacin del anlisis de las clusulas perfor-mativas nos depara, pues, una teora como las del tercer tipo ante-riormente reseadas, es decir, una teora que propone tratamientos

    P A R A L E L O S para las oraciones declarativas y no-declarativas, en lu-gar de la reduccin de un tipo de oraciones al otro. Los mismos me-canismos de composicin se utilizaran para construir todo tipo de significados oracionales, pero estos se caracterizaran en trminos de condiciones de verdad slo en las oraciones cuyo verbo realizativo sea assert ("Afirmar"). En las oraciones con verbos realizativos como order ("ordenar"), advise ("advertir"), promise ("prometer"), etc., es-tos se caracterizaran en trminos de condiciones de otros tipos, de acuerdo con su fuerza inlocutiva. Por ejemplo: puesto que en la esencia de las oraciones imperati-vas est (por regla general) el que se utilizan para dar rdenes que se pretende que sean obedecidas, cabra sugerir que para las impe-rativas, la obediencia desempeara el papel que la verdad desempe-a en la explicacin del significado de las oraciones declarativas. La fuerza inlocutiva potencial de una oracin imperativa se explicara en trminos de obediencia, y el contenido proposicional de las im-perativas determinara las condiciones de dicha obediencia. La idea fundamental de esto es que el contenido proposicional de un par for-mado por una declarativa y una imperativa gramaticalmente rela-cionadas concierne al mismo estado de hechos en el mundo, pero que la relevancia de este estado de cosas respecto del acto verbal rea-lizado es diferente en cada caso. En las oraciones declarafivas JXJ re-levante es el estado de cosas que deben exprsaf p a r a s u car acteri -zcin crrro'Vfdaderas, y en las imperativas, es el estado de cosas que debe concurrir en el oyente para que la orden sea-ohedecida., "Esta tentativa posee muchos aspectos dignos de tenerse en cuen-ta y nos facilita un modo de distinguir los usos verdaderamente rea-lizativos de las oraciones de sus usos informativos. Consideremos la oracin / order you to stop ("Te ordeno que pares") que puede uti-

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  • leza del significado de estas oraciones son, pues, los mismos. Ambas teoras difieren slo en los mecanismos mediante los cuales las con-diciones de conformidad deben ser asignadas; y la pregunta es: a qu equivale esta diferencia, si es que lo es? Si las descripciones lingsticas deben dar cuenta de cierta reali-dad psicolgica, puede resultar que cualquiera de estas diferencias

    T E N G A que ser significativa: hablantes y oyentes deben, de hecho, em-plear unos u otros de los mecanismos propuestos, o, tal vez otros que quiz todava no hayamos concebido. Desde luego, en la prc-tica, estamos an muy lejos de poder determinar por medio de la ob-servacin o la experimentacin psicolgica exactamente qu proce-sos estn implicados en la produccin y la interpretacin de oracio-nes de cualquier tipo. Ni siquiera contamos con una descripcin de-tallada y fundamentada del cmo ha de ser la relacin entre una des-cripcin lingstica formal y una teora del comportamiento lings-tico (para una mayor discusin de este problema, vase seccin 3.5). Hasta que no se resuelvan estos profundos y complejos proble-mas, no ser fcil elegir entre teoras que se asemejen tanto entre s como estas que acabamos de exponer. No obstante, podemos inten-tar evaluar sus propuestas comunes, las cuales, aunque soacept-das de forma general, presentan tambin ciertos problemas. La raz de estos es la afirmacin de que cualquier oracin claramente rea-lizativa como / order you to whist le ("Te ordeno que silbes'3 posee un uso realzativo, es decir, que puede ser sinnima de la oracin im-perativa simple Whistle! ("Silbal'yi'dsd'srtiirz^ ;""|'dife'-rencia del imperativo simple, para informar acerca del hecho de dar la orden de silbar a alguien). Esta afirmacin puede que parezca de-masiado obvia como para ser discutida, pero, al menos respecto de algunos casos, existen cierto tipo de intuiciones bsicas que no pue-den ser fcilmente caracterizadas as. Decimos, por ejemplo, que la oracin John loves Mary ('jjuan quiere a Mara") implica John loves somebody ("Juan quiere a al-guien"); si la oracin es verdadera, entonces tendr que darse el caso de que Juan quiere a alguien. Pero si la oracin I assert that John loves Mary ("Afirmo que Juan quiere a Mara") es (en una de sus interpretaciones), simplemente una parfrasis ms explcita de John loves Mary ("Juan quiere a Mara"), entonces, por qu sentimos tan-tas reservas a la hora de admitir que / assert that John loves Mary ("Afirmo que Juan quiere a Mara") implica tambin John loves so-mebody? Seguramente la mera aseveracin de que algo ocurre no nos permite concluir esto (excepto en casos muy especiales), pode-mos hacer una puntualizacin semejante basndonos en el contraste entre la argumentacin vlida de (a) y la argumentacin imposible de (b) de (2.4).

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    (2.4) (a) All men are mortal ("Todos los hombres son mortales") Scrates is a man ("Scrates es un hombre") Scrates is mortal ("Scrates es mortal") f (b) I assert that all men are mortal V ("Afirmo que todos los hombres son mortales") I assert that Scrates is a man ("Afirmo que Scrates es un hombre") ..i.. I assert that Scrates is a man ("Afirmo que Scrates es mortal")

    Por definicin, las oraciones sinnimas deben tener idnticas im-phcjiciones7Pesto que las oraciones con Afirmo... parecen no tener las mismas implicaciones que sus declarativas simples correspondien-tes, esto parece sugerir que no significan lo mismo. No es usual el hablar de las implicaciones de las imperativas, interrogativas y de-mstips-d oraciones no-declarativas (con todo, ver Katz, 1972, ca-ptulo 5), y por tanto, resulta ms difcil ofrecer un caso anlogo en contra de la supuesta relacin de sinonimia entre oraciones de este tipo y sus correspondientes construcciones realizativas, pero, al me-nos, podemos considerar que tampoco aqu se da una verdadera sinonimia.

    Al mantener estas objeciones, desde luego, no pretendemos ne-gar el hecho de que, alguna vez, una persona que pretende afirmar que Juan quiere a Mara puede emitir la oracin / assert that John loves Mary ("Afirmo que Juan quiere a Mara"), ni tampoco el que alguien que escuche su emisin pueda decir: It's truth (Eso es ver-dad), queriendo decir que es verdad que Juan quiere a Mara. Pero estos no son intercambios conversacionales tpicos, y si ocurrieran, podran explicarse con arreglo a determinadas condiciones pragm-ticas ms que estrictamente semnticas. Consideremos, como caso anlogo, la oracin Can you reach the sal? ("Puedes acercar la sal?"). Se ha destacado (ver Searle, 1975), que la emisin de esta ora-cin se lleva a cabo, especficamente, para pedir la sal, a pesar de que, estrictamente interpretada, expresa una pregunta acerca de la habilidad del oyente para acercar algo. Para dar cuenta de su uso ms corriente, podemos asumir que el oyente asigna una interpreta-cin especial a lo que se ha dicho, guiado por su percepcin de que el hablante querra probablemente la sal y de que con toda seguri-dad, no tiene ningn inters en saber si el oyente puede o no acer-

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  • caria. Hacer, pues, esa pregunta es un modo indirecto de pedir la sal; I N C L U Y E la peticin sin E X P R E S A R L A realmente. Del mismo modo, la emisin de / assert that John loves Mary ("Afirmo que Juan quiere a Mara") puede que sea nicamente una forma indirecta de afirmar que Juan quiere a Mara; de hecho, pue-de incluir esta afirmacin para el oyente, a pesar de que, estricta-mente hablando, no est expresada (lo que realmente expresa es slo la afirmacin de que est siendo afirmado que Juan quiere a Ma-ra). Mantener esto es, pues, negar que las oraciones declarativas sim-ples y las oraciones como / assert... ("Afirmo...") tengan el mismo significado; mientras que se sigue admitiendo el hecho de que pue-dan usarse a veces con la misma funcin comunicativa. Si esto es co-rrecto, tendremos obviamente que rechazar cualquier teora que con-sidere la emisin de la oracin I assert... ("Afirmo...") como el pro-totipo paradigmtico de hacer afirmaciones. En lugar de considerar que esta oracin presenta la forma 'real' de las declarativas simples, deberemos considerar que las declarativas simples poseen la forma que muestran tener y, entonces, explicar, por medio de la referencia a actos verbales secundarios, el hecho de que la emisin de la ora-cin Iassert... no difiera, a veces, en nada de la de aquellas (la asig-nacin de condiciones de verdad a las oraciones declarativas no po-dra, entonces, desencadenarse a partir del verbo assert ("afirmar"), sino que tendra que hacerse basndose en otros aspectos de su es-tructura sintctica, de acuerdo con lo sugerido por Katz).

    Este ltimo planteamiento no es muy general, pero nos muestra que en esta rea todava hay muchas ms interrogantes que respues-tas. Una descripcin del significado de las oraciones no declarativas participa de todas las incertidumbres surgidas en torno a la nocin de analiticidad, de estructura intensional y a los fenmenos relacio-nados que se han discutido anteriormente en conexin con las ora-ciones declarativas. Y, adems, incluso las cuestiones de cules son los hechos relevantes en este campo y de cmo han de ser descritos son respondidas de formas muy diversas. El estudio del.significado._ de las oraciones no-declarativas ha sido un tema relativamente r-dente lano para la filosofa como para la la lingstica. Parece cla-ro que el significado de tales construcciones habr de ser explicado e l marco de alguna descripcin coherente del significado de las oraciones en general; pero, por el momento, no hay acuerdo acerca de C U L sea el lugar "de sta explicacin en dicha descripcin. 2.8. Propuestas filosficas y lingsticas acerca del significado

    Empezamos este largo captulo preguntndonos qu es el signi-ficado, para dedicarnos luego a decir mucho acerca de lo que no es. 8 8

    Incluso la relativamente sofisticada propuesta de que el significado de una oracin puede expresarse por medio de condiciones de ver-dad (dE~condicions de obediencia, etc.) tuvo que hacer suya la ob-servacin de quejnp todo conjunto de condiciones bajo las cuales una oracin'~es~verdadera caracterizan adecuadamente su significa-dOj_y de que, aparentemente al menos no existe una forma indepen-dientede_sj]cccionar slo aquellas condiciones que lo haran. Este hecho sugiri la_conclusin de que los significados son simplemente entidades- abstractas con propiedades especficas determinables en trminos de sus relaciones mutuas.y relacionadas.con una gran va-riedad de otros fenmenos entre los que se incluye la referencia, la verdadj la necesidad, la analiticidad, la opacidad, los actos verbales, etc. La relacin que los significados contraigan con estos debe ser explicitada, evidentemente. Pero, aunque la tarea puede resultar di-fcil, no parece imposible; retornando a la analoga de Katz (ver sec-cin 2.1), creo que estamos en el buen camino para realizar con el significado lo mismo que los fsicos han hecho y siguen haciendo con fenmenos fsicos como la electricidad. ~~ Desde luego, nada de esto preserva el concepto de significado de los escepticismos mencionados, y tenemos que aceptar que puede que no exista descripcin alguna del significado que lo consiga. Siem-pre podr haber alguien que persista en su escepticismo acerca de qu es electricidad, no importa lo fundamentada y detallada que es-tuviera la teora que propusiramos. Se podra negar de plano la exis-tencia de los fenmenos elctricos, o negar que tales fenmenos sean manifestaciones de fuerzas elctricas; o, de un modo ms refinado, destacar simplemente que no podemos D E M O S T R A R que lo sean. Y el significado est sin duda en una posicin mucho peor que la elec-tricidad, puesto que sus manifestaciones ni tan siquiera son tan ac-cesibles a la experiencia como lo son las descargas elctricas, la luz, el calor, etc. Al contrario, el significado es vulnerable en muchos as-pectos; es un blanco perfecto para aquellos que recelan de cualquier o de toda entidad abstracta, entidad terica o entidad mental. Es tambin cierto que cualquier intuicin que tengamos actualmente acerca del significado ha ido forjndose en el tiempo y todava pre-senta muchos puntos oscuros. El escepticismo existente en torno al significado no ha sido una obsesin propia de los lingistas generativos. Una herencia de los pri-meros trabajos de sintaxis transformacional fue el aserto de que las intuiciones de los hablantes nativos se consideraran datos bsicos; por lo que sus intuiciones acerca del significado se asumieron sin nin-guna de las restricciones que llevaron a los filsofos a explorar la posible reduccin del significado a algo ms fcilmente manipula-ble. Reconociendo estos problemas, el estudio de la semntica den-

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  • tro del marco terico de la lingstica.generativa propone la hipte^ sis de trabajo.de;qe E X I S T E algo comer! concepto d^jligificad^ y de que una parte importante de su estudio se cimenta en la"des-cripcin y generalizacin de fenmenos semnticos particulares. Si nos presionan, podramos tal vez decir que lo que estamos haciendo en realidad es simple psicologa elemental, describiendo y generali-zando ciertas intuiciones con las que se enfrentan los propios usua-rios de una lengua. Pero resulta que la mayora de los lingistas creen estar haciendo mucho ms que esto. As, el punto al que finalmente hemos, llegado en este captulo es, en muchos aspectos, .simular a aquel a partir del cual empez la investigacin actual del significado. El significado de una expresin se conceba como algo distinto de sus otras propiedades y no redu-cible a ellas, como algo poseedor de cierta estructura interna, bsica para la determinacin de la sinonimia y de otras importantes pro-piedades y relaciones semnticas. Todava puede escucharse entre los filsofos la vieja cantinela de que las lenguas naturales son dema-siado vagas e inconsistentes como para darles un tratamiento semn-tico formal. Sin embargo, los lingistas, estimulados por los xitos en sintaxis, estaban convencidos de que podan conseguirlo, y se pu-sieron a hacerlo con la ayuda de unos mecanismos formales compa-tibles con los utilizados en sintaxis, modelados de un modo no de-masiado diferente. Sin embargo, existen otras diferencias, ms profundas, entre los intentos de explicacin del significado de unos y otros y sin enten-der stas puede que resulte difcil ver cmo los sistemas semnticos desarrollados por los lingistas se acoplan a los originarios plantea-mientos filosficos expuestos en este captulo. La lingstica y la fi-losofa del lenguaje no eran, en los primeros aos de la gramtica generativa, tan afines como lo son hoy, y ciertas observaciones fun-damentales acerca del significado de aquella slo han empezado a influir en los lingistas en pocas muy recientes. Quiz como reaccin contra las aproximaciones reduccionistas al significado, las cuales intentaron prescindir de este admitiendo ni-camente entidades extensionales, la relacin del significado con la verdad y la referencia fue originariamente ignorada por los lingis-tas. El objetivo era construir un diccionario y un conjunto de reglas combinatorias, integrados en ese sistema que es una gramtica, con los que especificar representaciones semnticas de las oraciones. Es-tas representaciones semnticas tendran que revelar la estructura in-terna del significado y permitirnos la prediccin de las propiedades y las relaciones semnticas de las oraciones de un modo muy seme-jante a como lo hacen los diagramas arbreos sintcticos en lo to-cante a sus propiedades y relaciones sintcticas. Los smbolos con

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    los que se construan las representaciones semnticas se consideraron como los elementos mnimos del significado, y stos se identificaron con conceptos. Pero no se intent establecer ningn tipo de corre-lacin entre estos conceptos y lo que ellos representaban. A_conti-nuacin liar, una .historia breve, (y muy-selectiva) de cmo.y.er.dad y referencia empezaron a ocupar el lugar que hoy tienen,en, los.estu-dios lingsticos sobre el significado.

    Ihicialmente, el inters de la semntica lingstica se centr en la determinacin de la sinonimia, la anomala (carencia de significado) y la ambigedad; a las oraciones se les asignaba una representacin semntica idntica si eran sinnimas; no se les asignaba representa-cin alguna si eran anmalas, y se les asignaban n representaciones semnticas diferentes si eran n veces ambiguas. As, las representa-ciones semnticas tenan una correspondencia biunvoca con los sig-nificados (ver Katz y Fodor, 1963). Gradualmente se fueron aadien-do a la lista otras propiedades semnticas. Una particularmente im-portante es la de la inclusin semntica. sta se estudi muy pronto para poder explicar la analiticidad (ver Katz, 1964); y ms tarde se emple tambin para dar cuenta de las relaciones de implicacin en-tre las oraciones (Katz, 1972, captulo 4). La atencin se fue cen-trando cada vez ms en la implicacin, y (entre complicados debates acerca de la relacin entre sintaxis y semntica en las lenguas natu-rales) se cay en la cuenta de que una representacin semntica es semejante, en su funcin, a la forma lgica de una oracin (ver, por ejemplo, J. D. Fodor, 1970; Harman, 1970; McCawley, 1972).

    i La forma lgica de oracin (o quiz sea mejor decir la represen-tacin de su forma lgica) es una estructura que permite determinar las implicaciones lgicas de esta. Una frmula, en un sistema lgico no es sino la representacin de tal estructura; la aplicacin de las re-glas de inferencia del sistema a ste generar la clase de oraciones que se siguen de ella9. Si las relaciones de implicacin pudieran de-finirse de acuerdo con las representaciones semnticas, entonces, s-tas podran equipararse a las frmulas lgicas; y los mecanismos gra-maticales (de hecho, escasos, pero, en principio, reconocidos) que de-terminan las relaciones de implicacin entre oraciones, a partir de sus representaciones semnticas podrn equipararse a las reglas l-gicas de inferencia. As pues, una gramtica de una lengua natural ser muy semejante a un sistema lgico, diferencindose fundamen-talmente en que aquella ha de contener ciertas reglas fonolgicas y determinadas transformaciones sintcticas para resultar emprica-mente adecuada, y no necesariamente en el tratamiento que dan al significado.

    9 Eludiremos aqu toda cuestin acerca de la completitud de dicho sistema. 9 1

  • La ya familiar identificacin de la representacin semntica con la forma lgica debe contestarse de diversas maneras. Los sistemas tradicionales, los ms conocidos, de la lgica se preocupan de la im-plicacin material ms que de la ms fuerte relacin de inclusin o de la todava ms fuerte, relacin de inclusin analtica, tomada muy en serio en la lingstica. Por esto, las formas lgicas especficas que se asignaron a las oraciones por medio de estos sistemas, fracasaron a menudo a la hora de determinar las distinciones semnticas de las que una descripcin lingstica tiene que dar cuenta. Adems, inclu-so las frmulas de la, ms potente, lgica intensional pueden resul-tar inaceptables como representaciones lingsticas, ya que no se atie-nen a las restricciones universales establecidas en los tipos de estruc-turas formales que utilizan las lenguas naturales. La lgica se ha vis-to generalmente libre de los compromisos psicolgicos que han mar-cado el desarrollo de la lingstica generativa. A pesar de todo, este inters por la implicacin puede conside-\e cmo el principio para una integracin de la referencia y la ver-\d dentro de_ las concepciones lingsticas del significado. Lalinu. pheaeinjes una relacin entre valores de verdad. Una oracin O1. implica ua oracin 2 si siempre qu O1 es verdadera, O2 es tam-bin verdadera. Es decir, las condiciones de verdad de O2 estn im-plicadas en las de OK Ha prevalecido en lingstica el intent de de-mostracin terica de la inferencia consistente en explicar la impli-cacin en trminos de reglas de inferencia que derivan la represen-tacin semntica de una oracin a partir de la de otra oracin que la incluya. Pero existe un creciente inters hacia los sistemas de mode-los en los que son asignadas a cada oracin condiciones de verdad, y donde toda relacin de inclusin entre condiciones de verdad, se deriva de acuerdo con estas asignaciones. Si sto es lo buscado, la lingstica tendr que incorporar unas reglas de interpretacin para las representaciones semnticas del tipo de las que se ilustraban anteriormente, en las secciones 2.5 y 2.6 (aun-que, desde luego, tendrn que ser mucho ms complejas). Los mo-delos actuales aplicables a las lenguas naturales son escasos (ver, sin embargo, Keenan, 1972, y la descripcin de la Gramtica de Mon-tague en Partee, 1975), pero todo parece indicar que estamos llegan-do al final del periodo en el que las representaciones semnticas se consideran un sistema abstracto de imposible interpretacin que slo puede considerarse una realidad identificando sus trminos primiti-vos con cierto tipo de entidades mentales innatas universales. La lingstica generativa ha contribuido en buena medida al acer-camiento habido entre los sutiles anlisis de la filosofa del lenguaje ordinario y el rigor de la lgica formal; y no hay duda de que tambin ella se ha visto beneficiada por el contacto con los desarrollos habi-

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    dos en lgica y filosofa. Es alentador el que dos disciplinas, ambas con sus propios objetivos iniciales, hayan llegado a desarrollar teo-ras suficientemente compatibles como para permitir una fructfera integracin. Pero esta integracin est todava en sus principios. En el caso de las teoras lingsticas que se presentan en los captulos siguientes esto es ms una promesa que una realidad. Las cuestiones que estas teoras se han planteado han sido generalmente propias de la lingstica. Se incluy un componente semntico dentro de una gramtica constituida previamente por una sintaxis y una fonologa, y desde entonces comenz un largo periodo de reajustes continuos de-bidos a las muy diferentes posiciones adoptadas sobre los lmites en-tre sintaxis y semntica, sobre sus semejanzas y diferencias formales y sobre cules son sus funciones especficas. Son a estas cuestiones a las que nos dedicamos a continuacin.

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