filosofía y poder, por rubén ríos

24
Les agradezco la respuesta al curso que propuse de seis clases que intenta hacer un recorrido muy rápido sobre los núcleos más importantes de la filosofía política occidental, circulando en torno al concepto de poder. Esto no está explícito en algunos textos, hay que extraer de ciertas posiciones o ciertas filosofías qué concepto hay allí de poder. Esto quiere decir que hay varios conceptos de poder. El concepto que tiene Platón de poder no es el que tiene Aristóteles. Vale la pena ampliar estas perspectivas de que cada filosofía trae consigo su propio concepto de poder. La clase de hoy se refiere a la fundación de la filosofía política occidental, Platón y Aristóteles. Para referirme a estos pensadores hay que hacer un pequeño análisis de la situación histórica donde estos pensadores se enfrentan al problema político. Por ejemplo, Platón en la carta séptima dice que luego del ajusticiamiento a Sócrates –les recuerdo que Sócrates es condenado a muerte por la democracia ateniense, por la democracia restaurada, había caído la democracia participativa-, esto evidentemente tiene un efecto sobre Platón que es discípulo de Sócrates, y por lo que sabemos de la Apología de Sócrates, los discípulos intentaban salvarlo a Sócrates de la cicuta y este se negó. Esto deja una marca en el pensamiento de Platón y en la carta dice que de la condena a muerte de Sócrates, él se da cuenta que ninguno de los gobiernos que conoce, ninguno de los sistemas políticos, sirve. Entonces, dice esto, que tiene que ver con la doctrina que desarrolla en la república, que no va a haber ninguna solución a los problemas de la polis, a los problemas políticos en tanto no hubiera un rey o cuando los gobernantes no acepten la verdad de la filosofía. Es decir, no habrá solución a los problemas políticos hasta que gobierne la filosofía. La democracia ateniense llega a su momento de oro durante la época de Pericles, hacia finales del siglo V AC. En ese momento la democracia ateniense tiene un poco más de un siglo, desde que Zolom establece el control popular de los criminales. Esta edad de oro conlleva una figura muy importante, que todos los estudiosos señalan, que es la del ciudadano ateniense. Ciudadano libre, porque es una 1

Upload: facultad-libre

Post on 14-Feb-2016

214 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Clases sobre Filosofía y poder.

TRANSCRIPT

Les agradezco la respuesta al curso que propuse de seis clases que intenta hacer un recorrido muy rápido sobre los núcleos más importantes de la filosofía política occidental, circulando en torno al concepto de poder. Esto no está explícito en algunos textos, hay que extraer de ciertas posiciones o ciertas filosofías qué concepto hay allí de poder. Esto quiere decir que hay varios conceptos de poder. El concepto que tiene Platón de poder no es el que tiene Aristóteles. Vale la pena ampliar estas perspectivas de que cada filosofía trae consigo su propio concepto de poder.

La clase de hoy se refiere a la fundación de la filosofía política occidental, Platón y Aristóteles. Para referirme a estos pensadores hay que hacer un pequeño análisis de la situación histórica donde estos pensadores se enfrentan al problema político. Por ejemplo, Platón en la carta séptima dice que luego del ajusticiamiento a Sócrates –les recuerdo que Sócrates es condenado a muerte por la democracia ateniense, por la democracia restaurada, había caído la democracia participativa-, esto evidentemente tiene un efecto sobre Platón que es discípulo de Sócrates, y por lo que sabemos de la Apología de Sócrates, los discípulos intentaban salvarlo a Sócrates de la cicuta y este se negó. Esto deja una marca en el pensamiento de Platón y en la carta dice que de la condena a muerte de Sócrates, él se da cuenta que ninguno de los gobiernos que conoce, ninguno de los sistemas políticos, sirve. Entonces, dice esto, que tiene que ver con la doctrina que desarrolla en la república, que no va a haber ninguna solución a los problemas de la polis, a los problemas políticos en tanto no hubiera un rey o cuando los gobernantes no acepten la verdad de la filosofía. Es decir, no habrá solución a los problemas políticos hasta que gobierne la filosofía.

La democracia ateniense llega a su momento de oro durante la época de Pericles, hacia finales del siglo V AC. En ese momento la democracia ateniense tiene un poco más de un siglo, desde que Zolom establece el control popular de los criminales. Esta edad de oro conlleva una figura muy importante, que todos los estudiosos señalan, que es la del ciudadano ateniense. Ciudadano libre, porque es una sociedad que tiene una base de esclavos, para quien la vida política y la vida pública, la vida en común y la participación en la política, lo definen. No hay manera de hacer una distinción para estos atenienses entre vida pública y vida privada. No estaba esta separación que se va a hacer en la modernidad entre vida privada de los ciudadanos y una vida pública. Para estos ciudadanos la actividad política y pública es el horizonte de sus vidas. Se sabe que en la época de Pericles por lo menos uno de cada tres ciudadanos en el año había participado de una actividad política, era una democracia altamente participativa.

Cuando vuelven de la guerra del Peloponeso1, guerra donde Atenas se enfrenta a Esparta y pierde, comienza el declive de la democracia ateniense y se agudizan los problemas que ya estaban pero que de alguna manera estaban controlados, dado que Atenas era una ciudad griega muy poderosa desde el punto de vista económico, político y militar. Cuando pierden la guerra, los problemas de la democracia, que eran

1 La guerra del Peloponeso (431–404 a. C.) fue un conflicto militar de la Antigua Grecia que enfrentó a la Liga de Delos (conducida por Atenas) con la Liga del Peloponeso (conducida por Esparta). Tradicionalmente, los historiadores han dividido la guerra en tres fases. Durante la primera, llamada la Guerra arquidámica, Esparta lanzó repetidas invasiones sobre el Ática, mientras que Atenas aprovechaba su supremacía naval para atacar las costas del Peloponeso y trataba de sofocar cualquier signo de malestar dentro de su imperio. Este período de la guerra concluyó en 421 a. C., con la firma de la Paz de Nicias. Sin embargo, al poco tiempo el tratado fue socavado por nuevos combates en el Peloponeso. En 415 a. C., Atenas envió una inmensa fuerza expedicionaria para atacar Siracusa, en Sicilia. La expedición ateniense, que se prolongó del 415 al 413 a. C., terminó en desastre, con la destrucción de gran parte del ejército y la reducción a la esclavitud de miles de soldados atenienses y aliados.

1

problemas de facciones enfrentadas irreconciliablemente, provocan su caída y en consecuencia aparece la tiranía de los treinta. En esta tiranía hay un pariente de Platón que ocupa un cargo, y Platón en la Carta Séptima dice que en algún momento tuvo expectativas con respecto a la tiranía de los treinta para tratar de corregir los problemas que se presentaban en la polis. Pero, por la posición en la que se encuentra Platón en la sociedad ateniense, que proviene de una familia aristocrática muy importante de Atenas, no hay en él una valorización de la democracia. Porque la democracia condena a muerte a Sócrates o porque la democracia para el pensamiento de Platón no asegura un gobierno adecuado a las circunstancias y a las necesidades de la sociedad ateniense. La filosofía aparece en Platón como una alternativa a los problemas de la polis, en el momento de la decadencia de la democracia ateniense. Ahora bien, los textos políticos de Platón son tres: “República”, “El político” y “Las Leyes”. La República es un texto que proviene del Platón maduro que ya ha fundado la academia, que llega hasta bien entrada la edad cristiana como institución de enseñanza filosófica, y que se constituye como una de las primeras instituciones educativas de la historia de Occidente. Cuando abre la academia Platón, es la época en la que escribe La República, que es un texto político y doctrinario. El Político es un texto que lo escribe con una edad avanzada, y con Las Leyes Platón ya era anciano e incluso se cree que no llego a terminarlo. Cada uno de estos textos representa una modificación de Platón con respecto a cómo resolver el problema político, sin renunciar a su filosofía, pero en cada uno de estos textos hay una especie de desplazamiento y de corrimiento sobre cómo efectuar sus ideas respecto al problema político.

El problema central de La República es el concepto de justicia. Allí la justicia esta definida como “dar a cada uno lo suyo”, esta es la idea de justicia esta obra. Esto está en la base de cómo Platón piensa la sociedad, en la medida de que la sociedad no es algo dado, todos los hombres no viven naturalmente en sociedad, ésta responde a una lógica determinada. A propósito de esto, Platón es el primero que esboza un estado de naturaleza que luego se va a desarrollar bastante a partir de los modernos, sobre todo a partir de Hobbes2, quien funda el pensamiento liberal. En La República, con relación a esto, una de las ausencias que hubiera tenido cualquier lector moderno es la falta de referencia que hay al derecho. No se trata en la obra de ninguna manera de una sociedad de derecho, por lo tanto no se trata de una sociedad contractual. Para Platón la sociedad es un intercambio de servicios, es decir, los hombres se reúnen entre sí para cambiar bienes y servicios. Como los hombres, dice Platón, no son iguales y cada uno tiene capacidades que otros no tienen, se trata de satisfacer ciertas necesidades de algunos en relación a la capacidad que tienen otros. Esta es la idea que tiene Platón de la sociedad, es un sistema de intercambios de servicios. Entonces aquí no hay lugar para ningún contrato y ningún derecho. De ahí el concepto que tiene de justicia, que es dar a cada uno lo suyo, y este intercambio de servicios que supone cada sociedad es lo que Platón llama armonía. En ese sentido, toda sociedad planteada así es armoniosa, hay hombres que tienen cierta capacidad que otros no tienen y hay hombres que tienen ciertas necesidades que otros no tienen. En este encuentro entre capacidad y necesidad surge la sociedad. Ahora bien, ¿quiénes estarían en condición de gobernar? ¿Quiénes de estos hombres estarían en condiciones de administrar estas capacidades y necesidades? El

2 Thomas Hobbes (5 de abril de 1588 — 4 de diciembre de 1679), fue un filósofo inglés, cuya obra Leviatán (1651) estableció la fundación de la mayor parte de la filosofía política occidental. Es el teórico por excelencia del absolutismo político.

2

punto es que como los hombres no son iguales no todos los hombres tienen capacidad para gobernar. Hay un hombre para Platón que tiene la capacidad para gobernar que es el filósofo. Platón define al arte de gobernar como un conocimiento, como una ciencia. Los únicos que pueden gobernar a los hombres son los filósofos, porque tienen el conocimiento, según menciona en La República porque esto lo va a cambiar en El Político y las Leyes. La República, aparte de ser una máquina de educación, es la primera utopía de la filosofía occidental. La utopía es un género filosófico y literario que no se desarrolla tanto en la Antigüedad como en la Edad Moderna. La Edad Moderna es donde aparecen las utopías más importantes, es una forma expresiva de la filosofía política moderna bastante usada. Es esto en lo que intenta desplazarse Marx, cuando habla del socialismo utópico en relación a su socialismo que sería el socialismo científico. En realidad los socialismos durante el siglo diecinueve y antes son utopías, y no solamente las utopías son socialistas sino también determinadas concepciones de la sociedad moderna, algunas se han olvidado por se han cumplido, por ejemplo la de Saint-Simon, la del Catecismo de los industriales donde la utopía que allí desarrolla es la de una sociedad industrial.

La utopía está fundada por Platón, y el socialismo con su rasgo utópico también está fundado de alguna manera por él, porque La República es una utopía de una sociedad comunista gobernada por un Rey Filósofo, es decir, monárquica. Este esquema tiene una prolongación después en la Edad Media, que es la utopía de Campanella, la de la Ciudad del Sol3, que es una sociedad cristiana donde quien gobierna es un sacerdote y reproduce de modo religioso las estructuras que escribió Platón en La República. La República está basada por otro lado en la concepción que tiene Platón del alma. En esta obra hay tres niveles sociales, tres instantes sociales: la de los artesanos y comerciantes, la de los guardianes y la de los gobernantes. Los artesanos y los comerciantes no gobiernan, porque no están capacitados para gobernar, los guardianes están capacitados para gobernar pero deben ser gobernados. El único que puede gobernar y ser gobernado a su vez es el Rey Filósofo. Esto coincide exactamente con las partes del alma, en la teoría de la psiquis, que tiene dos o tres momentos. Primero aparece el alma como una forma metafórica que es el auriga que tiene dos caballos, uno blanco y uno negro. El caballo negro es indócil, de las pasiones, de lo racional y el caballo blanco es el que responde al mandato del auriga. Con el caballo negro del auriga que sería la parte racional del alma está todo el tiempo intentando sostenerlo y conducirlo, es el corcel de las pasiones. Más adelante Platón corrige esto, lo reformula.

Son tres partes para Platón las del alma humana: una que es la parte de las pasiones, de los instintos, otra es la parte de la violencia, del orgullo, del honor que es el tipo de aspecto que predomina en los guerreros. Y la parte más alta, más jerárquicamente importante que es la razón, el entendimiento. Estas distintas partes del alma coinciden en el modo en que Platón organiza La República, donde el que gobierna es el entendimiento y la razón. ¿Por qué diríamos que es una utopía populista? Platón observa

3 Es una utopía en la que el autor expone su concepción de ciudad ideal. Está dispuesta en forma de diálogo entre un almirante genovés y el Gran Maestre de los Hospitalarios. El marino cuenta al caballero cómo se vio obligado a tocar tierra en la Isla de Taprobana, donde los indígenas lo conducen a la Ciudad del Sol, que está rodeada por siete murallas, dedicadas cada una a un astro. En la punta de un monte se encuentra el templo dedicado al Sol. La organización política de esta singular República es de carácter teocrático. Se mezclan los asuntos religiosos y públicos de manera inescindible.

3

que el problema de la democracia ateniense son las luchas facciosas, pero hay dos grandes facciones y dos grandes partidos en la democracia ateniense que están todo el tiempo socavando la democracia. El partido de los ricos y el de los pobres, que es el de la democracia. Los pobres son los comerciantes, los artesanos, y en la época de Platón aquellos están interesados en expandir el comercio ateniense mediante el desarrollo de la flota naval. Evidentemente, tienen como fuente de poder otra distinta a la de la aristocracia, que se basa en su poder editorial. Estos dos sectores de la sociedad ateniense están enfrentados. Para Platón el problema es la propiedad privada y la desigualdad en la riqueza. Por eso Platón, en La República, determina que aquellos que gobiernan, los guardianes y quienes están en la administración cercana al Rey Filósofo, no pueden tener propiedades. Para Platón, que los gobernantes no tengan las posesiones y las riquezas significa que no existen maniobras clandestinas dentro del Estado. Mientras el socialismo moderno intenta, por decirlo así, obtener el poder estatal para eliminar las desigualdades en las riquezas, en los bienes, el camino de Platón es a la inversa.

En La República es el Estado el que tiene que hacerse cargo de la educación y de la crianza de los hijos, porque como los hombres no son iguales y las diferencias entre riquezas son artificiales, está encargado mediante la educación de descubrir cuáles son las capacidades de los hombres, y es quien tiene que desarrollarlas y hallar su lugar adecuado dentro de la sociedad. Esta es una idea que toma Marx, porque cuando él habla de la sociedad comunista dice que de lo que se trata en el comunismo es de dar a cada uno según su necesidad, y tomar de cada uno según su capacidad. Esta es una idea que encontramos en Platón. Entonces, tenemos prohibición de la propiedad privada para los que gobiernan, abolición de la familia en general para que el Estado se haga cargo de la educación y la expulsión de los poetas, sobre todo por dos cuestiones: una tiene que ver con que mientras los poetas o las obras poéticas no tengan un propósito de moralización, no son útiles para la República. El arte y la poesía tienen que tener esta función para Platón, debe ser un agente de moralización. La otra, que tiene que ver con la doctrina de las ideas de Platón, es que los poetas desarrollan una sabiduría que tiene que ver con el mundo de los sentidos y el mundo de la sensibilidad es un mundo de las apariencias, ilusorio, por lo que los poetas, para Platón, reproducen cómo no son las cosas y esto es pernicioso para la educación que se propone la República.

¿Cuál es la virtud que tiene el Rey Filósofo para gobernar? Esto no se entiende si no hacemos una referencia a cómo piensa Platón. En la República trata de darle forma su pensamiento con una alegoría. Recurre mucho a las metáforas, a las alegorías, los mitos y al diálogo, y esto aparece mucho en Platón para su doctrina de las ideas. En la alegoría de las cavernas se ve esto. La caverna, que es una metáfora del mundo estaba habitada por un grupo de hombres, esclavos, que están encadenados uno al lado del otro, en forma horizontal y de tal manera que no pueden mirar hacia atrás, sólo pueden ver hacia el fondo de la caverna. Detrás de ellos hay un muro seguido de un pasadizo que está atravesado por hombres que llevan bultos, muy cercano a la salida de la caverna, donde está el sol. Los prisioneros que están encadenados y ven hacia el fondo lo único que ven son sombras, porque también entre ellos y la tarima en donde se atraviesan los bultos hay fuego, una hoguera. Entonces, ven la proyección que se produce de esos bultos a través del fuego, ven las siluetas de los hombres que atraviesan este muro llevando alguna cosa. Los prisioneros creen, porque no conocen otra cosa, que esa es la realidad, que ese mundo de siluetas y penumbra es la realidad. Pero la realidad es lo que está afuera, aquello que está a la luz del sol. Esta es una brillante manera de explicar la

4

doctrina de las ideas en Platón. Todo esto quiere decir que la verdadera realidad, pensar las cosas, no pertenece a la percepción o a la sensibilidad, a los sentidos, esa no es la realidad. La realidad es donde las cosas son en sí mismas y ya veremos que la metafísica, porque ésta es la primera dualidad que establece la metafísica, es que existe un mundo que es de apariencias, que está dada por la sensibilidad, y otro mundo de lo inteligible que es el mundo del ser, donde las cosas son raramente. A estas cosas que son raramente y que habitan el Topos Urano, Platón las llama ideas. Como consecuencia de esto, las cosas que percibimos en el mundo de lo sensible son copias de las ideas. La silla que vemos es una copia de la idea de la silla. Entonces Platón, ante la heterogeneidad del mundo, en la medida en que las cosas son múltiples y heterogéneas, y este sería el procedimiento que realiza la metafísica que ya está de alguna manera en los clásicos pero que en Platón se resuelve de otra manera, es esta operación que resuelve que todo lo que es múltiple y heterogéneo se convierta en uno. De lo contrario, no hay posibilidades de inteligir, de pensar. Ante la pluralidad que es el mundo, la multiplicidad de las cosas que difieren entre sí, Platón muestra la manera de referir toda esta totalidad divergente y diversa a una unidad, que es la idea. Lo uno, dicho de modo metafísico. El mundo se hace inteligible, se hace pensable, se hace mundo por lo tanto, en la medida en que pueda ser orientada toda la multiplicidad de las cosas a un principio, a un arje. Entonces, las cosas son elevadas a una instancia suprema de abstracción. Si hay cosas, lo que hay, como diría Heidegger4, para él la pregunta fundamental de la metafísica es por qué hay algo y no nada, ¿por qué hay y no no hay? La respuesta que da Platón a esta pregunta es hay cosas en el mundo porque hay ideas, que son en sí mismas. El conocimiento de estas ideas en sí es el supremo conocimiento, conocer las ideas en sí es conocer la verdad del mundo y conocer la verdad de las cosas.

¿Por qué Sócrates es enjuiciado? Obviamente por motivos políticos, es el momento en que la democracia restaurada inicia toda una serie de procesos judiciales contra determinados pensadores sospechosos de conspirar contra la democracia o de no estar de acuerdo con ella. A Sócrates se lo acusa de algo así como herejía, es decir, de introducir dioses nuevos en la polis. Él se defiende diciendo que en realidad corresponde a un oráculo que dice que Sócrates es el hombre más sabio de Atenas, entonces Sócrates intenta confirmar en el oráculo que es el más sabio y le pregunta a cada uno de los hombres cuál era su saber y todos afirmaban que sabían, o que creían saber. El zapatero sabía hacer zapatos, el comerciante sabía comerciar, todo el mundo sabía algo y el único que no sabía nada era él. Sin embargo, a partir de esta observación va establecer que la diferencia que existe entre aquellos y él, es que Sócrates sabe que no sabe nada (Yo se que no se nada). Esto tiene que ver con que es a partir de esta situación que se encuentra Sócrates que comienza a hacer ejercicios de trayecto para llegar a la verdad. En Platón, no así en Aristóteles, todo esto se resuelve con las ideas. Es el filósofo que a partir de esta certeza, de esta perplejidad de no saber y de saber que no sabe, llega a este camino que supone que la verdad no está dada de por sí y que aquello que parece verdad en realidad no lo es. Es esto lo que podemos definir como el ser mismo de las cosas. En este sentido, para Platón los políticos no saben o no han

4 Martin Heidegger (Messkirch, 26 de septiembre de 1889 – Friburgo de Brisgovia (Freiburg im Breisgau), 26 de mayo de 1976) fue un filósofo alemán. Estudió teología católica y luego filosofía en la Universidad de Friburgo de Brisgovia, donde fue discípulo de Husserl, el fundador de la fenomenología. Comenzó su actividad docente en Friburgo en 1915, para luego enseñar durante un período (1923–1928) en Marburgo. Retornó a Friburgo en ese último año, ya como profesor de filosofía.

5

obtenido la verdad en sí de la política o del arte de gobernar, o de la ciudad ideal. De ahí que Platón ofrece la República como la ciudad ideal basándose en una serie de observaciones que el hace con respecto al conflicto que existe en la polis ateniense. Ahora, este sería el Platón más conocido, el de la República en donde todo está sostenido en un idealismo, pero idealismo quiere decir esto, el filósofo reina en la medida que es el único que conoce la verdad acerca de las cosas y como es el único que conoce la verdad en el sentido de Platón, es el único que está capacitado para gobernar. El resto de los hombres no puede hacerlo porque no conoce la verdad de las cosas. Acá tenemos el poder para Platón como conocimiento, es decir, el conocimiento es una virtud que le da poder al que conoce. La fuente de poder es el conocer. De ahí que algunos pensadores llaman al sistema de la República un despotismo ilustrado, concepto que fue desarrollado más adelante en el comienzo de la Edad Moderna. Acá todo está sostenido a partir de un conocimiento sobre el ser de las cosas, y el ser de las cosas se llama idea. Cuando hablo del ser de las cosas y me refiero al idealismo de Platón, tengo que hacer referencia a que este es el procedimiento inicial de la metafísica occidental.

En el Político, Platón intenta una alternativa a la utopía que desarrolla en la República. Hay un problema que aparece en la República que es que de alguna manera ese régimen del despotismo ilustrado se impone por la fuerza. Porque está el Rey Filósofo, están los guardianes que tienen como función la de defender la polis de cualquier agresión externa y la del control interno. No está muy claro en la República cómo se impone este régimen a los ciudadanos. En cambio, en el Político Platón vuelve a la cuestión del arte de gobierno y hace una distinción entre el déspota y el político, el rey. Déspota es aquel que gobierna por la fuerza, en cambio, el político es aquel que gobierna con la voluntad de los gobernados, gobierna por persuasión. Uno obliga y el otro persuade. Esta es la diferencia fundamental que el Político desarrolla de una manera que va a tener una larga consecuencia especialmente en el modo de pensar o de concebir en el magisterio dentro de la Iglesia de lo que llama Foucault5 el poder pastoral, que se desarrolla en el Político, que es uno de los paradigmas que desarrolla Platón y que va a tener una serie de consecuencias en la Edad Moderna. En el Político, a partir de esta distinción, termina definiendo al arte de gobierno, al arte del político como una técnica, una Teckne ordenadora. En esa Teckne hay dos tipos, una que manda sobre los seres inanimados como por ejemplo la arquitectura o la geografía, y hay otras que mandan sobre los seres animados. Evidentemente, dice Platón, a este Teckne le corresponde mandar sobre los seres animados. Esta es una larga inquisición que hace un texto raro de Platón en ese sentido, cuando habla del Extranjero, que habla durante todo el diálogo y, significativamente ese diálogo que está ubicado en el mismo año de la condena de Sócrates. Lo del extranjero narra un mito que tiene que ver con una construcción cíclica del tiempo de Platón, donde como el mundo para los griegos, tanto para Platón como para Aristóteles, no ha sido creado, es eterno, el mundo está y no tiene un principio, se expresa por una temporalidad que es cíclica, es decir, hay cuatro edades del mundo, que se repiten después de una serie de miles de años, eternamente. Lo que cuenta el Extranjero es que la edad que vivimos nosotros es la edad donde los dioses se han

5 Michel Foucault (Poitiers, 15 de octubre de 1926 – París, 25 de junio de 1984), fue un filósofo, e historiador francés, profesor en varias universidades francesas y americanas y de la cátedra Historia de los sistemas de pensamiento en el Collège de France (1970-1984). Su trabajo ha influido en importantes personalidades de las ciencias sociales y las humanidades.

6

retirado y donde los hombres que antes eran reacios de los dioses, es decir, los dioses eran pastores de los hombres y no había hombres salvajes porque los dioses eran los pastores de los hombres. Entonces, en la edad que vivimos actualmente los dioses se han retirado y los hombres no tienen pastor, así como los hombres hacen de pastor con otros animales, los dioses hacen de pastores con los hombres. Esto da cuenta de la animalidad, donde los dioses alimentan al hombre, lo cuidan y le dan su orientación social. De ahí el Mito de Prometeo6 que da a los hombres el fuego porque vivían en la animalidad. Pero esto sucede cuando se han retirado los dioses, lo que pasa es que para hacer eso Prometeo viola algunas de las leyes del Olimpo. De manera que, según esto, hay un paradigma en el Político que es el del pastor. El pastor, dice Platón, es aquel que cuida animales que viven en rebaños y el hombre, en ese sentido, es un animal que vive en rebaños, es un tipo de animal. Sobre esto Platón desarrolla su primer paradigma acerca del Político. El Rey, aquel que gobierna, es el pastor cuya tarea es la de criar y cuidar a los hombres. Se habla de crianza y se habla de cuidado. Foucault, cuando estudia este texto, porque uno de los capítulos que escribe Foucault habla del poder pastoral, del tipo de poder que desarrolla el cristianismo, es un tipo de poder bastante particular ya que se trata de un poder que no es estrictamente territorial, no es un poder que se ejerce sobre un territorio determinado, sino que se ejerce sobre un grupo de individuos, lo que Platón llamaría un rebaño, pero es un poder individualizante. Dice Foucault, que un pastor reconoce a cada oveja por lo que sabe lo que cada oveja es, sabe acerca de las particularidades de cada oveja y por lo tanto sabe como atender a cada oveja. Se trata de un poder, como lo desarrolla Platón y esto es muy importante en el cristianismo, donde el Rey pastor, el Político pastor tiene como tarea fundamental la de criar hombres y cuidarlos. Este paradigma es insuficiente para Platón, porque el paradigma es el poder pastoral de los dioses, pero como se han retirado los dioses no está ese paradigma para elaborarlo conceptualmente, de modo que Platón tiene que recurrir a un paradigma de paradigma con respecto al político; y este paradigma del Político pastor es el de tejedor. Con estos dos paradigmas, el del pastor y el tejedor, Platón conforma su segunda figura de la política, es decir, si la primera es la del Rey Filósofo, ésta segunda es la del político en tanto pastor y tejedor. Como enseña el arte de tejer, debe hacerlo en su justa medida y armoniosamente, ya que esto vale tanto para el tejido de los telares como para el tejido de los vestidos.

Intervalo

Retomando el Político de Platón, yo mencionaba los paradigmas que hay ahí con respecto al político que no está demasiado separado del Rey Filósofo. En el Político se dan los paradigmas para el gobierno del Rey Filósofo según una estrategia de persuasión, es decir, lo que sabe el Rey Filósofo acá son los paradigmas del gobierno, que eran el de pastor y tejedor. El político es el que dirige el tejido de la polis, busca eso, de modo armónico. Mediante esta técnica el Político se ubica en un lugar de relacionar las distintas partes de la sociedad de acuerdo con este criterio de armonía y justa medida. No hay nadie que pueda hacerlo en lugar de él, porque si se deja a los comerciantes llevar adelante esta tarea de gobernar y de dirigir evidentemente la polis va a desarrollar una serie de hábitos y de costumbres que van a conducir a los hombres a 6 En la mitología griega, Prometeo (en griego antiguo Προμηθεύς, ‘previsión’, ‘prospección’) es el Titán amigo de los mortales, honrado principalmente por robar el fuego de los dioses en el tallo de una cañaheja, darlo a los humanos para su uso y ser castigado por este motivo

7

cierto reblandecimiento donde no van a poder enfrentar un ataque exterior. Por otro lado, si esto se deja en manos de los generales, por el contrario, la polis estaría todo el tiempo en posición de guerra. Por lo tanto es el Político quien debe tejer de la manera más armoniosamente posible las distintas urdimbres que componen la polis.

Esto coincide con la inconveniencia en el gobierno de la polis, tanto en el Rey Filósofo como en el Político, de las leyes. Ni el Rey Filósofo, ni el Político en tanto pastor y tejedor gobiernan mediante leyes. Son convenciones para Platón las leyes y para él toda ley es general y por eso mismo no pueden discutirse. Una ley se hace una vez y para siempre; mientras los hombres cambian y las cosas cambian, las leyes siguen siendo las mismas. De modo que no se puede para Platón gobernar mediante las leyes. Las leyes son siempre injustas o siempre generales y no toman contacto con las cosas como son. Esto es muy importante en Platón porque las leyes no son conocimiento, las leyes provienen o del consenso o de la costumbre, pero de ninguna manera provienen del conocimiento. Solamente puede gobernar el sabio, el filósofo, aquel que conoce y no es conveniente que lo haga mediante leyes, porque las leyes son generales y nunca hacen justicia a los casos particulares, ni a los individuos. Las leyes se refieren a todos los hombres por igual, no hay distinción, y esto es un defecto para Platón. Pero, el Platón ya anciano no está tan convencido de esto. Porque el paradigma del Rey pastor, del político tejedor, pertenece a una categoría ideal y debe ser tenida como referencia pero es evidente para el Platón anciano ya, que no puede realizarse esto. Además, Platón ha tenido la experiencia con el tirano de Siracusa, cuando intenta concretar su pensamiento y esto termina con Platón esclavizado por este tirano. Por esta razón, evidentemente tiene que ver con la idea de Platón de que el Rey Filósofo y la República ideal es divina y que funciona no como algo realizable sino como un ideal que hay que tomar como un horizonte o como una referencia, pero no como algo que es realizable en sí mismo. Pero no ha habido nunca la posibilidad de que exista un Rey Filósofo, es decir, un hombre con conocimiento y con virtudes. Mientras no surja un Rey Filósofo o no surja un Político como pastor y tejedor de las relaciones entre la polis, ¿qué se hace? Es ahí cuando Platón establece las leyes, que las leyes deben de esta manera, regir tanto para los que van a gobernar como para los que son gobernados. Esto con cierta refinación, porque tiene que admitir que algún tipo de sabiduría o algún tipo de verdad hay en las costumbres y en la convención; y sobre todo que algún tipo de veracidad o legitimidad hay en las leyes tácitas que el pueblo respeta. Para llegar hasta esto, Platón ha debido dejar la posibilidad de la República ideal, sin resignarla en última instancia porque en Las Leyes, si bien la República tiene que estar regida por leyes, hay lo que Platón llama el consejo nocturno que está compuesto por los más ancianos de los guardianes, quien tiene a su cargo la educación de la polis y un número determinado de sacerdotes. El consejo nocturno se ocupa, en este nuevo dispositivo que piensa Platón en Las Leyes, de controlar que las leyes se cumplan, que la cumplan tanto el que gobierna como quienes son gobernados. O sea, no desaparece del todo una figura que se encuentre más allá de la ley. El consejo nocturno, de un modo indirecto, viene a remplazar la figura del Rey Filósofo y del Político como pastor, la fuerza del gobierno, para Platón se encuentra completamente fuera de la ley.

El gobierno ideal para Platón es la monarquía, el Rey Filósofo, y todas las demás formas de gobierno que piensa Platón son degradaciones de las monarquías, que es la forma de gobierno ideal. De las monarquías degradadas surge lo que Platón llama timocracia, que es el gobierno de los héroes o el Estado militar. Ya no gobierna un filósofo o un rey, sino que gobierna un grupo de hombres que se han constituido en el

8

gobierno por su valentía, por su honor y coraje, que se degenera en oligarquía. De la oligarquía degradada adviene la democracia, de los excesos de la oligarquía, del gobierno de pocos y de ricos, adviene la democracia, que es el gobierno de los pobres; y está pensada en términos de la administración de la polis en la mayoría de los ciudadanos de forma activa. De la degradación de la democracia, que tiene que ver con los excesos de la democracia, los excesos de la libertad en la democracia, proviene la tiranía, o la demagogia. O sea que la democracia no es el peor de los gobiernos para Platón, pero tampoco es el mejor. Y por otro lado, la monarquía con leyes es la mejor de las formas de gobierno. Mientras que la democracia con leyes es la peor de las formas de gobierno. Esto quiere decir que una democracia donde no haya leyes, para Platón, es una democracia de alguna manera justificada. De todas maneras, tanto de una como de otra surge la tiranía. La tiranía es la instalación de un demagogo, de un tirano, que es el poder de gobierno que ejerce uno solo por la fuerza.

La distinción más importante que hay entre Platón y Aristóteles es el tema de las leyes. Mientras que en Platón se va desplazando donde realmente está localizado el poder del gobierno, mientras la polis está regida por un conjunto de leyes, existe un consejo nocturno que está por fuera de la ley. Por otro lado, le da a la religión un papel y una función absolutamente preponderante en la organización de esta polis que estaría determinada por las leyes. En realidad, Platón es el primero que piensa una religión de Estado, la religión como forma privada de creencia es condenada por Platón en la medida en que toda creencia privada presupone cierta agresión, cierto peligro para la religión del Estado. En otro aspecto, está impuesta la religión a toda la polis porque Platón ve en la religión, como antes en la República veía en la poesía, un contenido moralizante. La considera como una forma que tiene efectos moralizantes. Lo que se prohíbe en Las Leyes es el ateísmo, que es la falta de fe en una divinidad y Platón ve que es un riesgo tanto para la moral de la polis como para la integridad del Estado. Entonces, la religión en el último Platón aparece como un dispositivo que ensambla y le da fortaleza a toda la polis.

De la República a las Leyes lo que ha cambiado es quién gobierna y cómo lo hace, y se le da un lugar a las leyes, como solución final ante la falta de un Rey Filósofo, de alguien que gobierne sabiendo en qué consiste el arte de gobernar y la política. Evidentemente, Aristóteles parte de este Platón, de allí las ciento cincuenta y ocho constituciones que podrán juntar en su época Aristóteles y sus discípulos, porque la única manera de asegurar un gobierno de la polis para él es mediante las leyes. Las leyes en el sentido de que toda polis, toda ciudad, porque tanto Platón como Aristóteles piensan en una ciudad-Estado, debe descansar en una constitución. Toda constitución debe generar de las leyes, que deben ser obedecidas por todos los ciudadanos, por aquel que gobierna y por lo gobernados, y esta es una decisión voluntaria de ambas partes. En Aristóteles, si las leyes son generales, esto asegura que todos los hombres son iguales ante ellas, y sobre todo, como descansan en una constitución esto hace que reflejen de alguna manera el modo de vida de una ciudad. Para Aristóteles una constitución es un modo de vida y el gobierno es la expresión de ese modo de vida. La otra diferencia que hay con Aristóteles en relación a Platón es que, en este último, toda la vida política tiene una finalidad ética: la de perfeccionar a los hombres a partir de sus capacidades y mediante la educación lograr hacer a los hombres más perfectos. En el Político tiene que ver con esta red que teje en relación a la sociedad para que sea más armoniosa. Y en las Leyes todo va a conducir a la integridad y la fortaleza del Estado. Aristóteles no ve el propósito ético de la vida en comunidad. Para él, el fin de la vida en comunidad es la

9

vida feliz. Esta es la genialidad que tiene, es decir, ve la polis en base al ejercicio de la virtud. Por eso no todos los hombres para Aristóteles pueden gobernar la ciudad, pero no por el motivo de Platón, los que deben gobernar la ciudad para Aristóteles son aquellos hombres que tienen un grado bastante desarrollado de independencia con respecto a las necesidades económicas. Aquellos hombres que viven absorbidos por su trabajo y por el lucro no deben gobernar la polis, porque uno de los requisitos para gobernar es el tiempo de ocio, el tiempo libre. Evidentemente, quienes están en posición de dedicarse a la política son aquellos que han resuelto sus necesidades económicas y que por virtud, han decidido no continuar con la actividad económica dedicada al mero lucro o a la vida sencillamente privada. Tampoco pueden gobernar las mujeres y los esclavos.

El lugar que les da la polis griega a las mujeres es en el orden de la casa .En Platón esto no es lo mismo, como hay otra visión de la familia, las mujeres tienen el mismo lugar que un hombre en la República y como no hay esclavos en la República debemos suponer que la esclavitud está abolida también. Como está abolida la propiedad privada y los esclavos son propiedad privada, al mismo tiempo termina con la esclavitud. También termina con el lugar de la mujer en el orden doméstico que es aquella persona encargada del control y la organización de la casa y los niños, y este es el lugar que tiene la mujer en Aristóteles, y es el sitio que ocupa en la polis griega, incluso en la edad de oro de la polis que es una democracia de machos, de varones. Además de la restricción de los esclavos, las mujeres tampoco participan de la democracia directa ateniense. Por otro lado, el mismo lugar del gobierno, el mismo espacio desde donde se gobierna realmente está circunscrito a los varones adultos. Adultos, porque una de las prácticas del modo de circulación del poder y del gobierno dentro de la polis es la Paideia, que es esta relación entre un hombre adulto y un joven adolescente, una relación amorosa de un hombre adulto en situación de poder, con un adolescente más joven. De ahí, la serie de problemas que aparecen en el mundo antiguo con respecto a este uso que se hace de los adolescentes, femenino por decirlo así, cuando más adelante van a ser los mismos que van a tener que gobernar la polis. Este hacer de mujer en su adolescencia, trae una serie de problemas ético-eróticos, digamos así, en la posterior ocupación del gobierno. Para Platón por ejemplo, y esto tiene que ver con la doctrina del Eros platónico, siempre hay un amado y un amante, las figuras del amor son las de alguien que ama y alguien que es amante, es decir, hay una actitud amorosa activa y una actitud amorosa pasiva. Esto está tomado de la relación de la Paideia, donde Platón claramente dice que esto no está permitido, lo que es una severa intervención dentro de las costumbres griegas, no está permitido mientras el joven no sienta goce.

En Aristóteles, las diferencias que hay entre los esclavos, las mujeres y los niños es que hay esclavos por naturaleza, las mujeres son inferiores al hombre, son distintas. Las mujeres están capacitadas para determinados quehaceres y tareas y no para otras. En cambio, los hombres se distinguen por poder gobernar. Y por naturaleza hay hombres que son esclavos. Si bien Aristóteles dice que hay esclavos que no son por naturaleza, es decir, la mayoría de ellos lo son, pero hay esclavos que no y son precisamente aquellos que han sido esclavizados en la guerra, porque es uno de los orígenes de la esclavitud, no solamente para Aristóteles sino para los modernos también, para Hegel7 por ejemplo.

7Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) Considerado por la Historia Clásica de la Filosofía como el representante de la cumbre del movimiento decimonónico alemán del idealismo filosófico y como un revolucionario de la Dialéctica, habría de tener un impacto profundo en el materialismo histórico de Karl Marx. Hegel es célebre como un filósofo muy oscuro, pero muy original, trascendente para la historia de

10

De alguien que es vencido en una guerra, para no ser muerto para no ser muerto por el vencedor cede su propia libertad y su propia vida. Es muy difícil darse cuenta quienes son esclavos por naturaleza y quienes no lo son, de manera que están excluidos del gobierno de la polis.

Para Aristóteles, la ciudad es una alta evolución de la naturaleza, o sea que la ciudad es por naturaleza el hábitat de los hombres, donde estos pueden desarrollar su vida en familia, su vida económica, su vida política, esto era condición para que haya familia, política y economía. En Aristóteles la naturaleza misma es una finalidad, no está en él la idea de que la naturaleza es una representación de la conciencia humana, naturaleza significa para Aristóteles Phycis, física, lo que los romanos van a traducir como natura y que después se va a traducir desde el latín como naturaleza. Entre Phycis y natura hay una distancia enorme, Phycis quiere decir en realidad “algo que brota”, en Aristóteles quiere decir eso, pero además quiere decir génesis de todas las cosas, la genética de todas las cosas y además quiere decir causa de todas las cosas, y también Telos de todas las cosa, finalidad de todas las cosas. La naturaleza tiene una finalidad, obedece a un telos, a una teleología. Esta finalidad en el órgano humano es la Areté, que también se ha producido como virtud pero no tiene nada que ver con lo que entenderíamos como virtud, es decir, como una cualidad moral. Es una moral, pero es una moral griega, tiene que ver sobre todo la Areté, como está pensado, con ser mejor, pero ser mejor tiene que ver con un instinto de superación y de competencia y de practicar una serie de valores, eso sería la Areté. Esto tiene que ver con esa capacidad o esa potencia para gobernar, de ahí que no todos los hombres pueden gobernar.

Otra crítica que le hace Aristóteles a Platón es con respecto a fundir el pensamiento estrictamente político, confundir la ciencia política o el conocimiento político, con la moral. A partir de acá podemos ver cómo se va separando la filosofía política como una rama autónoma de la metafísica y que va a ser desplegada brillantemente por Maquiavelo. Entonces, aparece aquí la necesidad metodológica por parte de Aristóteles de separar el conocimiento político de la moral. Si bien el telos de la polis es ético, tiene una finalidad ética, esto no sucede en el pensamiento con respecto a la política. Para Aristóteles, cuando se piensa la política debe ser separado estrictamente de valoraciones morales. De ahí que Aristóteles pueda pensar la mejor manera de gobernar en situaciones que distan ser éticas. Tanto para Aristóteles como para Platón hay seis formas de gobierno: Monarquía, Oligarquía, Democracia. Las formas degradadas son aquellas que no obedecen a leyes, que son tiranías. Un exceso de democracia para Aristóteles y para Platón degenera en tiranía, por eso la democracia debe ser moderada. El punto medio es fundamental en el pensamiento de Aristóteles, todo exceso o todo extremo en política lleva a tiranía. De la monarquía se puede pasar a una tiranía, de la aristocracia se puede pasar a tiranía y también con la democracia.

Una vez hecha esta independencia del pensamiento político con respecto de la moral, Aristóteles evidentemente logra pensar las distintas formas de gobierno. Para él lo mejor es una mezcla de monarquía con democracia. Pero bueno, por ejemplo, Rousseau8 dice

la filosofía y que sorprende a cada nueva generación. La prueba está en que la profundidad de su pensamiento generó una serie de reacciones y revoluciones que inauguraron toda una nueva visión de hacer filosofía8 Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, actual Suiza, 28 de junio de 1712 – Ermenonville, Francia, 2 de julio de 1778) fue un escritor, filósofo, músico; usualmente es definido como un ilustrado, pero parte de sus teorías son una reforma a la Ilustración y prefiguran el posterior Romanticismo. Las ideas políticas de

11

que la monarquía democrática es una especie de oligarquía democrática. Acá la diferencia con Platón es que Aristóteles piensa que siempre se puede conducir cualquier situación política y social hacia su finalidad ética. En última instancia, hay mecanismos propios del gobierno y del poder político que se diferencian, ya sea en la tiranía, en la democracia o en la monarquía. Hay lógicas, mecanismos, estructuras del gobierno que son siempre las mismas, se trate de los regímenes de los que se trate. Esto quiere decir que para Aristóteles las leyes son indispensables para el gobierno y el orden de la polis. Pero esto no quiere decir que las leyes en sí mismas sean buenas, para Aristóteles un Estado malo va a tener leyes malas. No toda ley hace un Estado bueno, se debe corresponder la constitución de ciertas leyes con la expresión del gobierno. Existe una gran diferencia entre práctica de gobierno y constitución, por ejemplo, todas las constituciones democráticas que se expresan en gobiernos oligárquicos, o constituciones oligárquicas que se expresen en gobiernos democráticos. No hay para Aristóteles un gobierno que sea mejor que otro, en tanto responda a leyes y derechos. Esto no es garantía de un ejercicio ético o encaminado a la finalidad ética de la polis. Una constitución es el resultado de los intereses de una comunidad de ciudadanos, por eso dice que es modo de vida. Si se cambia el modo de gobierno, se cambia la constitución, y si se cambia la constitución, se cambia el modo de gobierno.

Las leyes en Aristóteles sirven para conservar de alguna manera la libertad por parte de los ciudadanos. Se es libre en la medida que todos respeten las leyes. Si todos están sujetos a leyes nadie puede imponer por la fuerza su voluntad de mando, porque todos responden a las leyes. Es una salida, desde el punto de vista de Aristóteles, para evitar la tiranía, el peor de los males para el pensamiento político griego. Desde Platón a Aristóteles, en esta recuperación de las leyes, y el lugar preponderante que adquieren, se produce una gran mutación en la polis griega. No solamente una mutación dentro de la organización y la generación del poder hacia afuera de la polis griega, de Atenas, no solamente es el derrumbe de la democracia, sino es el derrumbe de cierta manera de hacer política en el poder, que ya empieza con Platón.

El gran enemigo de Platón, que es enemigo también de Aristóteles, es el Sofista. Que es una corriente, porque podríamos llamarle pensamiento, que se desarrolla paralelamente a la democracia griega, son maestros de retórica. Tienen una concepción del lenguaje que nosotros llamaríamos hoy preformativa y que difiere absolutamente de la concepción de Platón y Aristóteles, por supuesto, que es una concepción lógica. En Platón el lenguaje es conceptual, y tiene como encadenamiento de su propio devenir significativo el revelar las ideas. En los Sofistas esto no sucede. Para ellos el lenguaje es una técnica, un instrumento, cuya finalidad siempre es persuadir, convencer. La concepción preformativa de los Sofistas, el lenguaje, la palabra, no tiene como definición la verdad o la búsqueda de la verdad. El lenguaje para ellos es una forma de lograr un efecto, no hay verdad producida por el lenguaje. Palabras como idea, acto, potencia, leyes son todos efectos sofísticos, son efectos del lenguaje. En una de las famosas piezas de un gran Sofista de la antigüedad, que es Gorgias, autor del “Tratado

Rousseau influyeron en gran medida en la Revolución Francesa, el desarrollo de las teorías Republicanas, y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada en sus dos más célebres frases, una contenida en El contrato social: «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado»; la otra, contenida en su Emilio, o De la Educación: «El hombre es bueno por naturaleza», de ahí su idea de la posibilidad de una educación.

12

sobre la naturaleza y el no ser”, se equipara naturaleza y no ser, donde la tesis principal es que nada existe (esto es en relación a Parménides), y si existe es incognoscible, y la tercera tesis es que si existe, es incomunicable. No hay manera alguna de establecer una ontología, porque ontología es el establecimiento de la verdad del ser, de la esencia de las cosas. Esto es lo que tanto Platón como Aristóteles dejan en ruinas, esta actitud de los Sofistas que suponía un alto grado de ejercicio de la democracia, y esto está muy arraigado en los ideales de Pericles, y muy arraigado en la democracia ateniense donde había una enorme voluntad de solucionar los problemas de la polis mediante la discusión. Por eso en la polis griega nace la filosofía, en la polis ateniense. Se entiende este supuesto fuerte en los griegos antiguos, sobre todo en Atenas, de que la discusión, el intercambio del pensamiento mediante la palabra y el lenguaje de una asamblea, finalmente tiene como consecuencia la mejor solución. Consecuencias que se trasladan a los orígenes de la democracia liberal, parlamentaria. En las primeras doctrinas del parlamentarismo liberal lo que le da al parlamento su razón de ser es la discusión de los problemas, con el supuesto que los argumentos más elaborados, más racionales se van a imponer. Esto proviene de los Sofistas, no en el sentido de la razón y la verdad, sino de que el lenguaje manifiesta el conflicto subyacente en la democracia ateniense, que estaba saturada de pasiones y de enfrentamientos. Los Sofistas forman parte de esta democracia activa ateniense, cuyo modelo es la asamblea, y que es una democracia directa y participativa, en la medida que todos los ciudadanos tenían una ocupación determinada dentro la administración de las cosas públicas. Estos formaban parte de la vida de la polis griega.

Ahora, entre Platón y Aristóteles hay muchas diferencias, pero algo que los une es que la polis, la ciudad-estado, tiene una finalidad ética y moral. Si bien esto no impide que Aristóteles piense las distintas técnicas de gobierno porque, en definitiva, aún hay tiranos, porque el tirano nace de los desbordes de la democracia. De modo que si hay un tirano es porque la democracia se ha devorado y por lo tanto son los pobres, porque la democracia es el gobierno de los pobres, que han legado una tiranía. Aún así, el tirano, para Aristóteles, puede reconducir la polis hacia una finalidad ética. De ahí las licencias que se da Aristóteles con respecto a pensar cuáles pueden ser las mejores acciones dentro del gobierno oligárquico o tiránico y un gobierno democrático. Es evidente que para Aristóteles la filosofía política tiene una condición totalmente aparte de la moral.

En Aristóteles, la fuente del poder del gobierno en su política es la virtud de los hombres, que hace que puedan gobernar, por naturaleza. De la misma manera que hay hombres que no pueden adquirir esta virtud, que son los esclavos, y los artesanos y comerciantes. Para Platón, y aquí hay una gran diferencia, sigue siendo siempre el conocimiento, de la verdad ontológica o conocimiento de la verdad práctica. En Platón el poder siempre es piramidal, circula desde arriba hacia abajo. El que gobierna, ya sea el Filósofo Rey, el político o el Rey Pastor y tejedor, también se ejerce de arriba hacia abajo. Aunque teje los hilos de la sociedad, evidentemente lo tiene que hacer desde una posición jerárquica y por encima de estos actores sociales. En cambio, en Aristóteles el poder de aquellos que gobiernan proviene de la virtud, pero el poder del Gobierno como máquina proviene de los ciudadanos. Como la constitución es un modo de vida, el gobierno no es más que una programación de ese modo de vida. Puede haber todo tipo de constituciones, Aristóteles intenta saber cual es la mejor, de ahí su estudio y la colección que tenía, la única de la antigüedad, de 158 constituciones. Esto demuestra que puede haber muchas constituciones, oligárquicas, aristocráticas, monárquicas,

13

constituciones democráticas. Donde no puede haber constitución es en la tiranía, por su definición.

Para Aristóteles, la configuración de las constituciones depende de las estructuras económicas, de los factores sociales, de las relaciones que existen entre los hombres. Para Aristóteles debe ser una sociedad de clase media, donde ninguno tenga demasiadas riquezas y donde ninguno sea demasiado pobre. Que haya una especie de punto medio, de equilibrio, entre la riqueza y la pobreza. En una sociedad o en una comunidad donde hay una gran acumulación de riquezas en relación a una mayoría pobre, es imposible una democracia, no hay manera de instalar una democracia. Sí se puede establecer una aristocracia constitucional o una monarquía. Tanto para Platón como Aristóteles, la riqueza es determinante y siempre es causa de conflictos políticos. En Platón esto cuestiona la integridad del Estado y en Aristóteles, para su polis ideal, que es una mezcla de monarquía con democracia, los intereses privados afectan la integridad del Estado, el funcionamiento de éste. Pero es cierto que para Aristóteles la constitución es un modo de vida de un pueblo. Las leyes que surgen o se elaboran en esa constitución, formalizan un modo de vivir. Aristóteles, a diferencia de Platón, le da cierta importancia a las costumbres, a las leyes no escritas. En los griegos esto aparece en Sófocles9, en el problema que hay entre la ley de la ciudad, la ley política, y la ley de la tierra. De todos modos, en esta cuestión de las leyes y del sentido de éstas, tanto en Platón como Aristóteles, termina en un establecimiento de las leyes como lo que permite que una polis, una ciudad-Estado logre impedir el gobierno de los tiranos. Las leyes no hacen más que colocar a la ciudad-Estado en una voluntad de libertad. Aparte de esto, como un enfrentamiento político de Aristóteles, piensa las distintas variaciones que se pueden dar según las distintas comunidades. De ahí esta visión que hace Aristóteles, que es Maquiavelista, de pensar cuál es la mejor manera de gobernar en una oligarquía o aún en una tiranía.

9 Sófocles (en griego Σοφοκλής,Sophoklés -Colono, hoy parte de Atenas, (Grecia), 496 a. C. - Atenas, 406 a. C.) fue un poeta trágico de la Antigua Grecia. Autor de obras como Antígona o Edipo Rey, se sitúa, junto con Esquilo y Eurípides, entre las figuras más destacadas de la tragedia griega. De toda su producción literaria sólo se conservan siete tragedias completas, las que son de importancia capital para el género.

14