fenómeno el niño
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Monografía Fenómeno El NiñoTRANSCRIPT
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I. INTRODUCCIÓN
Así como las placas tectónicas son protagonistas de los procesos internos
de la Tierra, el clima lo es de las interacciones en su superficie. Aunque no
lo percibimos porque la fuerza de la gravedad nos sujeta. La rotación de la
Tierra arrastra la atmósfera y el agua de los océanos e impulsa los vientos
alisios al sur y el norte del Ecuador terrestre, formando la zona de
convergencia que se mueve entre los trópicos de Cáncer y Capricornio, que
cubre de aire caliente y húmedo y de lluvias la subregión.
El Niño, es un fenómeno meteorológico, erráticamente cíclico, irregular,
aperiódico y de grandes repercusiones socioeconómicas en el mundo que
se presenta con variada intensidad.
El Niño corresponde a la componente oceánica de un proceso de
interacción entre el océano y la atmósfera a escala global. La componente
atmosférica de esta interacción se conoce como la Oscilación del Sur. Por
este motivo, el fenómeno se denomina en la comunidad científica “El Niño-
Oscilación del Sur” (ENOS), que se manifiesta, principalmente, por un
aumento de la Temperatura Superficial del Mar (TSM) y una disminución de
los vientos alisios en el lado este del océano Pacífico.
Para el caso particular del Perú, se observan, mayormente, impactos
negativos tanto en sus recursos marinos como en la agricultura, los cuales
fueron especialmente drásticos durante los eventos fuertes de El Niño, como
los que tuvieron lugar en los periodos 1982-1983 y 1997-1998.
Hoy como ayer, es crucial para nuestro país entender y por supuesto poder
prevenir este fenómeno. Por ello esta monografía presenta una descripción
general del fenómeno El Niño, Oscilación del Sur, sus causas, efectos e
impactos en la circulación oceánica, en base a una acuciosa recopilación
bibliográfica,
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II. OBJETIVO
2.1. Objetivo General
Identificar y analizar las causas y efectos del fenómeno El Niño.
2.2. Objetivos Específicos
Definir el Fenómeno del Niño.
Identificar los tipos de fenómeno El Niño.
Describir los impactos de El Niño en el Perú y el mundo.
Conocer sobre la estrategia del Perú para la gestión de riesgos de
desastres en el Perú por el fenómeno El Niño.
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III. MARCO TEÓRICO
3.1. Definición
“El Niño” es un fenómeno meteorológico irregular que se produce por
la interacción entre el océano y la atmósfera propia de la variabilidad
climática, que se manifiesta mediante cambios en los patrones
normales de comportamiento de las corrientes oceánicas, los flujos
de viento, y la distribución de la precipitación y la temperatura, que se
presenta con intervalos de tiempo irregular pero típicamente ocurre
cada 3 a 7 años. Una vez que se desarrolla, tiende a durar un año,
aunque puede persistir por 18 meses o más. (CONICIT, 1998).
Es un fenómeno a escala planetaria que se manifiesta como un
calentamiento anómalo de la superficie del mar en el Pacífico
ecuatorial y que está asociado a una amplia fluctuación de la presión
atmosférica; también algunos cambios generales del tiempo están
ligados a esas anomalías ecuatoriales. (GEOGRAFÍA DEL MAR)
3.2. Origen del término El niñoEl término "El Niño" fue empleado por los pescadores del norte del
Perú a finales del siglo XIX (desde la época de la Colonia), para
referirse a la disminución de la pesca en la época de Navidad, ya que
asumían que el niño Jesús deseaba que tomaran un descanso para
reparar sus equipos y pasar más tiempo con sus familias (SENAMHI,
2014).
A través de los años, el término se ha usado para designar intervalos
en que las aguas se vuelven excepcionalmente cálidas, hecho que no
sólo altera la vida normal de los pescadores, sino que también trae
consigo fuertes lluvias en la región costera de Perú y Ecuador
(CONICIT, 1998).
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3.3. Evolución de la definición de El Niño
El significado del fenómeno El Niño ha ido cambiando a lo largo de
los años. En algunos países de Sudamérica como Perú y Ecuador, se
denomina “El Niño” al incremento de la Temperatura Superficial del
agua del Mar (TSM) en el litoral de la costa oeste de Sudamérica con
ocurrencia de lluvias intensas. Antes, era considerado como un
fenómeno local. Actualmente, se le reconoce como el principal
modulador de la variabilidad climática interanual en todo el mundo
(SENAMHI, 2014).
El término “El Niño” comprende los cambios observados en la TSM
en el Pacífico ecuatorial central, así como los cambios de la presión
atmosférica en el Pacífico, desde Australia (Darwin) hasta Tahití
(Pacífico tropical central – oriental).En los últimos años, los científicos
han sectorizado la franja ecuatorial del Océano Pacífico en cuatro
cuadrantes (Figura 2). La mayoría de ellos concentran su atención en
los cuadrantes Niño 3 y Niño 3.4 para tratar de comprender la
formación de este fenómeno (SENAMHI, 2014).
El término Niño – Oscilación del Sur (ENOS) se hizo conocido a partir
de los años ochenta, cuando la comunidad científica demostró que
había una interacción entre el océano y la atmósfera que lo explicaba
(SENAMHI, 2014).
Si bien los peruanos estamos más interesados en lo que ocurre en
las cercanías de nuestras costas (cuadrante Niño 1+2), el impacto de
las anomalías océano atmosféricas en la franja ecuatorial del Océano
Pacífico asociadas al ENOS no solo se limitan a los trópicos, sino que
tienen repercusiones en otras regiones del mundo a través de las
teleconexiones, esto se observa en la figura 3. (SENAMHI, 2014).
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3.4. Causas y origen del Fenómeno del Niño
El fenómeno se inicia en el Océano Pacífico Tropical, donde los
vientos alisios del sureste en el hemisferio sur y del noreste en el
hemisferio norte (Figura 4), que soplan sobre él, convergen en el
oeste del mismo (norte de Australia y sureste de Asia) cargados de
humedad en una zona donde la superficie del mar está relativamente
caliente (temperaturas por encima de 28°C), lo que provoca que se
dé en esa zona una intensa convección (zona de lluvias). (IGP,
2014).
Los vientos Alisios empujan a las corrientes oceánicas superficiales
que fluyen hacia el Oeste y provocan un afloramiento de aguas
profundas cerca de la costa este del Pacífico. Como resultado, el
nivel del mar está como promedio unos 40 cm más alto en el oeste y
la termoclina (superficie por debajo de la cual el agua del mar se
considera a una temperatura constante) está en esa zona a unos 200
m de profundidad, mientras que en el este está a unos 50 m.
Cuando comienza una situación de El Niño los vientos alisios (Figura
5) se debilitan, cesa el afloramiento de aguas profundas, las
temperaturas del agua del mar empiezan a subir en el este del
Pacífico tropical y aparecen las primeras anomalías positivas
(temperaturas por encima de la media climatológica). Por otra parte,
se da una advección de aguas cálidas desde el Oeste hacia el Este
(IGP, 2014).
Como consecuencia, la zona convectiva del oeste del Pacífico
empieza a trasladarse hacia el este y los vientos del oeste a
extenderse hacia el Pacífico tropical central. Esta es la fase cálida del
fenómeno conocido entre los científicos como ENSO, denominación
que corresponde a las iníciales de El Niño y Southern Oscillation
(Oscilación Sur) (IGP, 2014).
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3.5. Tipos de fenómeno el niño
A. El Niño “Canónico”
Rasmusson y Carpenter publicaron en 1982 un estudio que
describía la evolución temporal “típica” de un evento El Niño.
Este evento “típico” se iniciaba con la fase “pico” que correspondía
a un calentamiento anómalo en la costa del Perú entre marzo y
mayo (Figura 8, panel medio). A medida que evolucionaba, ese
calentamiento se desplazaba hacia el oeste, de manera que en el
verano siguiente (diciembre-febrero) las condiciones “maduras” se
caracterizaban por calentamiento máximo en el Pacífico central-
oriental, pero relativamente menor en la costa de Perú (Figura 9,
panel medio).
Una ventaja desde el punto de vista práctico es que las
variaciones de gran escala de El Niño (o sea, la fase “madura”) se
podían anticipar si se observaba la anomalía en temperatura
superficial asociada a la fase “pico” precursora. Mark Cane (1983)
dio el nombre de “canónico” a este evento compuesto El Niño con
propagación hacia el oeste siguiente (diciembre-febrero) las
condiciones “maduras” se caracterizaban por calentamiento
máximo en el Pacífico central-oriental, pero relativamente menor
en la costa de Perú (Figura 9, panel medio). Una ventaja desde el
punto de vista práctico es que las variaciones de gran escala de El
Niño (o sea, la fase “madura”) se podían anticipar si se observaba
la anomalía en temperatura superficial asociada a la fase “pico”
precursora. Mark Cane (1983) dio el nombre de “canónico” a este
evento compuesto El Niño con propagación hacia el oeste (IGP,
2014)
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B. El Niño “Extraordinario”
El Niño del Pacífico Este (o Cold Tongue El Niño) que se
caracteriza por presentar un máximo de anomalías de
Temperatura Superficial del Mar en el Pacífico Ecuatorial Este y la
costa de Sudamérica. El Niño 1997-1998 responde a este patrón.
(Dewitte B., 2014)
Desafortunadamente, mientras Rasmusson y Carpenter
publicaban su estudio, ese mismo año 1982 se inició el evento El
Niño más intenso observado hasta entonces, pero ¡su evolución
fue distinta a la “típica”! La falta de una fase “pico” precursora, con
calentamiento frente a la costa del Perú, combinada con limitadas
mediciones oceanográficas y problemas con los datos satelitales
asociados a la erupción del volcán Chichón, impidieron que la
comunidad científica internacional se diera cuenta de lo que
estaba ocurriendo hasta que el evento se manifestó en toda su
magnitud (Wallace et al., 1998).
La situación fue distinta quince años después cuando se
desarrolló El Niño 1997-98 (tan fuerte como el de 1982-83),
porque esta vez ya se contaba con las boyas TAO/TRITON que
monitorizaban el Pacífico ecuatorial, con los modelos de
pronóstico climático, y con un entendimiento científico bastante
más profundo (IGP, 2014).
El fenómeno fue tan intenso que los daños totales se estima que
fueron equivalentes al 4.5% del producto bruto interno del país
(CAF, 2000).Estos dos eventos fueron tan impactantes (Figura 9,
panel superior) que quedaron grabados permanentemente en la
memoria de aquellos que los experimentaron.
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C. El Niño “Modoki”
El Niño del Pacífico Central, llamado también “El Niño de la Línea
de Fecha” (Dateline El Niño), “El Niño Modoki” (palabra japonesa
que significa “parece ser, pero no es”) o “El Niño de la Piscina
Cálida” (Warm Pool El Niño), tiene un máximo de anomalías de
Temperatura Superficial del Mar en el Pacífico Central, entre las
regiones Niño 4 y 3 centrados en la región de la piscina cálida,
presentando temperaturas sobre 28°C (Dewitte B., 2014).
Entre el año 1999 y la actualidad, los eventos El Niño han
presentado una variabilidad de la temperatura superficial más
enfocada en el Pacífico central, con relativamente poca señal en
nuestra costa. A este tipo de fenómenos se les está dando una
diversidad de nombres, donde quizás el más pegajoso es el de
“Niño Modoki” (Ashok et al., 2007), donde modoki es una palabra
que aproximadamente significa “falso”.Otros nombres son “El Niño
del Pacífico central”, “El Niño de la piscina cálida” o “El Niño de la
línea de cambio de fecha” (Takahashi et al., 2011).
3.6. Las ondas Kelvin y su relación con el fenómeno El Niño
La variabilidad atmosférica de alta frecuencia es un factor clave para
que se produzca el desencadenamiento de un evento El Niño. En
particular, existen las ráfagas de viento del oeste (en inglés Westerly
Wind Bursts,WWB) que generan olas oceánicas planetarias
(llamadas ondas Kelvin) a lo largo de la línea ecuatorial. Según su
temperatura, estas ondas Kelvin profundizan o elevan la termoclina
(una capa donde la temperatura disminuye abruptamente con la
profundidad y que se encuentra a unos ~180m debajo de la
superficie del mar en la región oeste del Pacifico ecuatorial y ~40m
en su parte oriental). Las ondas Kelvin cálidas producen una
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profundización de la termoclina que se propaga hacia el este,
iniciando así un calentamiento de la Temperatura Superficial del Mar,
así como se observa en la figura 12 (Dewitte B, 2008).
Si la magnitud y la ubicación de este calentamiento inicial provocan
una respuesta atmosférica, entonces existen condiciones para que
un evento El Niño se desarrolle. Comprender cómo esas ráfagas de
viento del oeste y su expresión oceánica, es decir las llamadas
ondas Kelvin intraestacionales, están conectadas con El Niño
permitirá tener una mejor previsión del fenómeno. Este tópico ha sido
estudiado ampliamente dentro del marco de colaboración entre el
IGP (Instituto Geofísico del Perú) y el IRD (SENAMHI, 2014).
Los estudios han mostrado, en particular, que El Niño del Pacifico
Central está fuertemente conectado a la actividad de las ondas
Kelvin intraestacionales, tanto en el desarrollo del fenómeno como en
el pico máximo de la Temperatura Superficial del Mar alcanzado
durante dicho evento (SENAMHI, 2014).
Las ondas Kelvin (Figura 10-11) se forman cerca de Indonesia
(Pacífico occidental) en una zona denominada como “piscina
caliente”. Estas ondas viajan hacia el este en dirección a
Sudamérica, profundizando la termoclina. Su velocidad de
propagación es en promedio de 2 a 3 m/s, por lo que su arribo desde
el centro del Pacífico ecuatorial hasta nuestras costas demora unos
dos meses (SENAMHI, 2014).
La Red-TAO (conjunto de boyas a lo largo del Pacífico ecuatorial) es
uno de los sistemas de observación más confiables para monitorear
la temperatura del agua de mar superficial y sub-superficial, los
vientos, la temperatura atmosférica y la humedad relativa en las
regiones de monitoreo de El Niño (Figura 10-11) (SENAMHI, 2014).
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3.7. Efectos del Fenómeno El Niño
3.7.1. Efectos Globales de El Niño sobre el Clima
ENOS afecta los ciclones tropicales de diferente manera en
todo el mundo. Afecta la circulación atmosférica global
afectando las frecuencias de los ciclones tropicales. La
respuesta de las diferentes cuencas al ENSO varía, algunas
muestran cambios en la frecuencia de los eventos, mientras
otras tienen cambios en la ubicación inicial de los ciclones
tropicales. La actividad ciclónica tropical en la región del
Pacífico puede ser forzada directamente por los cambios en
temperatura superficial, las otras cuencas son afectadas
solamente indirectamente (PHI-LAC UNESCO, 2008).
En general, en el Atlántico, hay menos huracanes en los años
El Niño, mientras que en La Niña hay más huracanes que lo
normal. Sin embargo dado que hay muchos factores que
influyen sobre la génesis de los huracanes, esta relación no
es siempre válida (PHI-LAC UNESCO, 2008).
Los efectos de El Niño en Sudamérica son directos y más
fuertes que en Norteamérica. El Niño es asociado con
veranos húmedos y cálidos (diciembre-febrero) a lo largo de
la costa norte de Perú y Ecuador, causando importante
inundaciones cuando el evento es fuerte o extremo. Los
efectos durante los meses febrero, marzo y abril pueden ser
críticos. El sur de Brasil y norte de Argentina también
experimentan condiciones más húmedas que lo normal, pero
mayormente durante primavera y verano temprano. Chile
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central recibe un invierno suave, con gran precipitación, y el
altiplano peruano-boliviano se ve expuesto a veces a eventos
inusuales de nevadas en invierno. Clima más seco y caliente
ocurre en partes de la cuenca amazónica, Colombia y
América Central (PHI-LAC UNESCO, 2008).
Efectos directos de El Niño, que resultan en condiciones más
secas ocurren en partes del sudeste de Asia y norte de
Australia. Aumentando incendios en los bosques y causando
bruma y disminuyendo la calidad del aire (PHI-LAC UNESCO,
2008).
En América del Norte, típicamente, los inviernos son más
cálidos que lo normal en los estados del Centro- oeste,
Noreste de Estados Unidos y en Canadá, mientras que en
California, noroeste de México y los estados del sur de
EE.UU., son más húmedos y fríos que lo normal.
Contrariamente, las condiciones normales de invierno
húmedo en el sur del mar Caribe, Antillas menores y noreste
de Sudamérica se convierten en secas (Maul G.A., 1998)
Finalmente, África este, incluyendo Kenya, Tanzania y la
cuenca del Nilo experimentan, largas lluvias desde marzo a
mayo, condiciones más húmedas que lo normal. Además El
Niño podría alargar los días, en 1998 disminuyó el ritmo de
rotación de la Tierra, (estudio divulgado en conferencia de
Unión de Geofísica Norteamericana). David Salstein de la
Firma de Investigaciones Atmosféricas y Ambientales,
Massachussets, dijo que el Niño agitó de tal manera los
vientos del oeste que la Tierra tuvo que aminorar su rotación
para conservar la estabilidad con la atmósfera circundante.
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3.7.2. Efectos de El Niño sobre la Salud
La incidencia de enfermedades transmitidas por vectores
puede ser afectada por cambios estacionales en el clima. En
algunos países, ha sido demostrado que el tiempo de las
epidemias de enfermedades transmitidas por vectores, como
el dengue, se correlaciona con ENSO (Hales et al, 1999).
También la variabilidad climática interanual asociada a El
Niño, se asocia a grandes epidemias de malaria en India,
Colombia, Venezuela y Uganda (Patz et al 2005). El síndrome
pulmonar provocado por hantavirus en el sudoeste americano
puede ser predicho en base a los eventos ENSO (Patz et al
2005). Las enfermedades propagadas por del agua, como
enfermedades de diarrea de los niños, también son
influenciadas por el Niño, como fue observado en el evento de
1997-1998 en Perú (Patz et al 2005). La variabilidad temporal
del cólera también exhibe una componente interanual a la
frecuencia de ENOS (Pascual et al, 2000).
3.7.3. Consecuencias de El Niño en la Agricultura y Pesca
La agricultura es una de las actividades humanas más
afectadas por la variabilidad en el clima. El Niño Oscilación
del Sur es la fuente principal de variabilidad climática a escala
estacional a interanual en muchas partes del mundo (Podestá
et al, 1999). Muchos de los países más afectados por los
eventos ENOS son países en desarrollo, con economías que
son mayormente dependientes de los sectores agricultura y
pesca como fuente principal de alimentos, empleo y comercio
exterior (PHI-LAC UNESCO, 2008).
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La corriente cálida de El Niño de aguas pobres de nutrientes,
calentada por su pasaje hacia el este en la corriente
ecuatorial, reemplaza el agua fría superficial, rica en
nutrientes de la corriente de Humboldt, que mantiene grandes
poblaciones de peces. En la mayoría de los años, el
calentamiento dura solamente unas semanas o un mes, luego
de lo cual los patrones climáticos vuelven a lo normal y la
pesca mejora. Sin embargo cuando las condiciones El Niño
duran muchos meses, un calentamiento más extenso del
océano ocurre y su impacto económico para la pesca local
puede ser serio. La pesquería de anchovetas de Colombia,
Ecuador y Perú esencialmente colapsa (Maul G.A., 1998).
3.7.4. Consecuencias de El Niño en los recursos hídricos
Los fuertes eventos ENOS generan anomalías en los
patrones climatológicos en la costa sudeste de Estados
Unidos y la costa del Golfo, que incluye entre otros el
desplazamiento hacia el sur del chorro de aire de invierno, lo
que gatilla el clima inusualmente tormentoso, y aumento de la
cobertura de nubes (Childers et al, 1990). En sistemas
estuarinos, los niveles de agua en la costa y los regímenes
asociados de inundación de humedales forman juntos un
control hidrológico importante en los procesos ecosistémicos
(Odum, 1980).
Los eventos ENOS coinciden con aumento en inundaciones
de humedales costeros en Estados Unidos, causado
principalmente por altas tasas de precipitación, mientras que
la Niña genera condiciones secas coincidentes con
disminución de las inundaciones en los bañados salinos
(Childers D.L., 1990).
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3.7.5. Efectos del El Niño al Medio Ambiente
Los cambios en la temperatura producidos por El Niño
influyen en la salinidad de las aguas, lo que afecta a los
ecosistemas marinos, y en consecuencia, a la actividad
pesquera. Los cambios en la circulación atmosférica alteran el
clima global, con lo que la agricultura, los recursos hídricos y
otras actividades económicas importantes en extensas áreas
del planeta se ven igualmente afectados. En este sentido, un
reciente estudio estimaba que El Niño podría poner en grave
riesgo la alimentación de 20 millones de personas en África,
al verse afectadas las cosechas (PHI-LAC UNESCO, 2008).
Otros impactos adversos incluyen un aumento en la
frecuencia de incendios forestales, inundaciones, erosión
costera, alteraciones en el anidamiento de aves marinas y en
los arrecifes coralinos, así como la presencia de tormentas
tropicales. Por otra parte, algunos investigadores afirman que
las variaciones climatológicas que provocará en los próximos
años hacen prever una mayor incidencia de enfermedades
trasmitidas a través del agua, o a través de los mosquitos o
microbios que dependen de la humedad del entorno.
3.9. Registro del fenómeno El Niño.
Diversos investigadores han concordado en una cronología completa
de los eventos del Niño a partir de los elementos históricos.
Los eventos calificados de muy fuertes, que se podrían comparar con
los eventos de 1982-83 y de 1997-98 han sobrevenido en 1578,
1728, 1790-93, 1828, 1876-78, 1891 y 1925-26, es decir 9 eventos
muy fuertes en 475 años, es decir aproximadamente cada 50 años.
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Otros 10 eventos son calificados entre Fuerte y Muy Fuerte (F+) y
otros 21 de Fuertes. Por lo tanto, ha habido 40 eventos Fuertes y Muy
Fuertes en 475 años, es decir uno cada 9 años (IGP, 2014.
Con todas las reservas del caso se puede decir que cada 500 ó 1.000
años el Perú ha sido golpeado por una catástrofe mayor (Mega Niño),
capaz de remodelar paisajes y desorganizar o provocar la
desaparición de sociedades (IGP, 2014).
Niños Muy Fuertes como los de 1925, 1983 ó 1997 sobrevendrán
aproximadamente cada 50 años, en media.
Niños normales o canónicos sobrevendrán en promedio cada 3 ó 4
años. Estos tienen a menudo efectos benéficos sobre las culturas y la
generación de los recursos en agua, pero provocan una sobre dos o
tres veces (en promedio cada diez años) daños apreciables.
Finalmente, hay que recordar que en el Perú, las inundaciones no
siempre son provocadas por el Fenómeno El Niño. Los huaicos a
menudo catastróficos son muchas veces vinculados por
deslizamientos de terreno, (provocados por temblores, accidentes
glaciares o exceso de lluvias relacionadas con el Niño o no). Las
investigaciones del Síndrome (Dewitte B., 2014).
El Niño puede poner orden en el contexto de las posibilidades del
cambio climático. El hallazgo de un cierto ciclaje en la reaparición del
Niño puede hipotetizar acerca de no cambios climáticos globales. Hay
expertos en disidencia en pensar en la hipótesis de un no
recalentamiento global del clima del planeta, por los antiguos mega
«Niños Muy Fuertes», y que en la actualidad sean menos frecuentes.
Ahora en el 2015 se viene desarrollando este fenómeno.
18
3.10. Fenómeno El Niño en el Perú
Durante el desarrollo de un episodio El Niño, dependiendo de su
intensidad y temporalidad, el comportamiento de las condiciones
meteorológicas en el territorio nacional se alteran, provocando
anomalías en el comportamiento de las lluvias y temperaturas del
aire, principalmente en la vertiente occidental y el Altiplano, tal como
se puede apreciar mediante datos observados por el SENAMHI
durante los dos grandes episodios extraordinarios de El Niño
ocurridos en los años 1982/1983 y 1997/199813. (Tabla 1).
Las manifestaciones de El Niño en el Perú, se resumen en la Tabla 2:
3.10.1. Registro Histórico en el Perú.
En los últimos cinco siglos han habido por lo menos 120
episodios El Niño, según las investigaciones históricas
recopiladas por Quinn W., Neal V., y Antúnez de Mayolo S.
(1986, 1987; IMARPE, 1999; INDECI, 2002).
A diferencia de los países del Hemisferio Norte, en el Perú la
instrumentación adecuada para la observación del clima se
inicia recién en la segunda década del Siglo XX y de manera
puntual en algunas regiones del país. Es a partir del año
1965, cuando la mayoría de las estaciones meteorológicas e
hidrológicas son instaladas en nuestro territorio, que se inicia
la observación climática de manera sostenida. Es por eso que
el Perú no cuenta con registros observacionales que reporten
las manifestaciones de episodios El Niño anteriores a esa
fecha. Sin embargo, diversas publicaciones dan cuenta de
testimonios en relación a la ocurrencia de este fenómeno. Por
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ejemplo, los boletines de la Sociedad Geográfica de Lima
publicados en diciembre de 1897, muestran manuscritos de
Antonio Raimondi sobre la oceanografía y climatología de
nuestro litoral, que reportan de la ocurrencia de eventos
extremos asociados al calentamiento marino-costero en el
norte del país, lo que según Eguiguren (1895) correspondería
a un evento El Niño.
A continuación veamos unos fragmentos de este texto
elaborado por Antonio Raimondi en el siglo XIX:
El Niño como tal, es conocido desde que civilizaciones pre-
incas como los Moche, los Lima y los Nazca se asentaron en
las costas del Perú antiguo. La geomorfología, los estudios de
sedimentos y la paleontología señalan que el Fenómeno
El Niño ocurre por lo menos desde hace 40,000 años.
Además, estas investigaciones arqueológicas demuestran
que cambios drásticos del clima afectaron la costa central del
Perú (Cultura Lima, aproximadamente 400 d.C.)
La situación resultó ser especialmente dramática para la
nación Moche en la costa norte del Perú (200 – 700 d.C.).
Todo indica que durante las primeras décadas del siglo VII de
nuestra era, esta próspera civilización sufrió los estragos de
un prolongado e implacable episodio El Niño.
Durante el siglo XX y hasta antes de El Niño extraordinario de
1997/98, ocurrieron unos 25 episodios El Niño de diferente
intensidad; las referencias bibliográficas indican que los
eventos El Niño de 1891 y 1925, fueron eventos de intensidad
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comparable a los de 1982/83 y 1997/98. En lo que va del siglo
XXI, de acuerdo al índice ONI (Oceanic Niño Index) de la
NOAA, se han presentado cuatro episodios El Niño en el
Pacífico central; dos de intensidad débil (Años 2004/05 y
2006/07) y dos de intensidad moderada (años 2002/03 y
2009/10).
3.10.2. Impactos de El Niño de intensidad fuerte a extraordinaria
Las variaciones del clima que el Perú exhibe de un año a otro,
conocido como variabilidad interanual, están en gran medida
determinadas por la presencia de El Niño. Los eventos
extremos asociados a éste son los que causan impactos,
afectando las condiciones de vida de la población.
Al fenómeno El Niño de 1972/73 le llaman “El Niño olvidado”
(Glantz, 1996), ya que si es comparado con los eventos
extraordinarios de 1982/83 y 1997/98, pareciera ser cierta la
afirmación; sin embargo, el Perú no lo olvida. Es en el
contexto de este Niño que se produce en el país el colapso de
la industria pesquera (SENAMHI, 2014)
Además, similares efectos ocurrían en el mundo: Rusia
registró una caída severa en la producción de granos, que la
obligó a importar grandes cantidades de trigo y maíz de
Estados Unidos, lo que significó una escasez de estos
productos a escala mundial. La soya, un alimento para
consumo animal, reemplazaría al trigo en un momento de
crisis alimenticia global (SENAMHI, 2014).
Las anomalías climáticas de principios de los años 70, según
Glantz, impulsaron no sólo las investigaciones
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oceanográficas, atmosféricas y biológicas, sino que darían pie
al desarrollo de un campo de investigación multidisciplinaria
que desde ese momento ha sido conocida como Evaluación
de Impactos Relacionados con el Clima. Tales evaluaciones
interrelacionan la variabilidad climática y las actividades
humanas (SENAMHI, 2014).
Visto así, el Perú muestra una gran vulnerabilidad ante las
variaciones climáticas drásticas, como los episodios extremos
de lluvia y las altas temperaturas asociadas a El Niño. Es una
evidencia de ello las pérdidas económicas que implicaron
eventos como El Niño1982/83 (pérdidas por US$ 3283
millones) y El Niño 1997/98 (causó daños estimados en US$
3500 millones), pérdidas equivalentes al 11,6% y 6,2% del
PBI anual de 1983 y 1998, respectivamente14.
En la Tabla 3 se resumen los impactos positivos y negativos
de El Niño, asociados al incremento de las temperaturas del
aire y a las intensas lluvias que se presentan durante
episodios El Niño de intensidad fuerte a extraordinaria.
3.10.3. Estrategia interinstitucional
En el Perú, el monitoreo de las condiciones océano-
atmosféricas lo realiza el Comité Multisectorial encargado del
Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), ente
científico de carácter oficial que reúne a investigadores de
seis instituciones nacionales:
Instituto del Mar del Perú – IMARPE.
Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú -
SENAMHI.
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Instituto Geofísico del Perú – IGP.
Dirección de Hidrografía y Navegación – DHN.
Instituto Nacional de Defensa Civil – INDECI.
Autoridad Nacional del Agua - ANA.
Este Comité informa permanentemente a las autoridades y a
la población sobre las condiciones océano – atmosféricas, su
relación con la ocurrencia del fenómeno El Niño y sobre su
evolución (SENAMHI, 2014).
El SENAMHI, como parte del ENFEN, es la institución
encargada del pronóstico de las condiciones atmosféricas
conducentes a la ocurrencia de eventos extremos asociados a
El Niño, además de la evaluación y monitoreo permanente de
la circulación atmosférica en la región tropical con fines de
pronóstico de El Niño. Asimismo, difunde servicios de
información sobre El Niño/La Niña, así como avisos
meteorológicos, hidrológicos y climáticos.
23
IV. CONCLUSIONES
“El Niño” es un fenómeno meteorológico irregular que se produce por la
interacción entre el océano y la atmósfera propia de la variabilidad
climática.
El fenómeno El Niño ocurre cuando los vientos alisios se debilitan y
desde Indonesia y Australia llegan a Suramérica las aguas cálidas del
Pacífico y desplazan las aguas frías de la corriente de Humboldt.
En la actualidad existe un consenso de que el ENOS tiene varias
expresiones (al menos dos) sobre la Temperatura Superficial del Mar en
el Pacífico tropical, existiendo por lo tanto diferentes “tipos de El Niño”
(Canónico y Modoki).
Los eventos históricos del fenómeno El Niño dejaron consecuencias en
todo el mundo, especialmente en América, siendo el de 1997-1998 el
más extremo.
En el Perú, el monitoreo de las condiciones océano-atmosféricas lo
realiza el Comité Multisectorial encargado del Estudio Nacional del
Fenómeno El Niño (ENFEN), ente científico de carácter oficial que reúne
a investigadores de seis instituciones nacionales diferentes.
V. BIBLIOGRAFÍA
24
1. Bjerknes, J., 1969: Atmospheric teleconnections from the equatorial Pacific, Mon. Wea. Rev., 97 (3), 163-172.
2. Cane, M. A., 1983: Oceanographic events during El Niño, Science, 222 (4629), 1189-1195.
3. CONICIT (Comisión Nacional de Meteorología e Hidrología). (1998). EL FENOMENO DE EL NIÑO. Venezuela.
4. Corporación Andina de Fomento, 2000: El Fenómeno El Niño 1997-1998. Memoria, retos y soluciones, Volumen V: Perú.
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6. Dewitte B., G. K. (2014). Las diversas facetas de El Niño y sus efectos en la costa del Perú.
7. Dewitte B., S. Purca, S. Illig, L. Renault and B. Giese, 2008: Low frequency modulation of the intraseasonal equatorial Kelvin wave activity in the Pacific ocean from SODA: 1958-2001. J. Climate, 21, 6060-6069.
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11. Maul G.A. (January de 1998). Is there a significant El Niño effect in theintra-Americas sea? IOCARIBE NEWS (21) .
25
12. PHI-LAC UNESCO. (2008). Análisis de los impactos causados por el fenómeno meteorológico El Niño 1997-1998 a escala regional y por países.
13. Rasmusson, E. M., Carpenter, T. H., 1982: Variations in tropical sea surface temperature and surface wind fields associated with the Southern Oscillation/El Niño, Mon. Wea. Rev., 110, 354–384.
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16. Takahashi, K., Montecinos, A., Goubanova, K., Dewitte, B., 2011: ENSO regimes: Reinterpreting the canonical and Modoki El Niño, Geophys. Res. Lett., doi:10.1029/2011GL047364.
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18. Zapata Velasco, A., Sueiro, J. C., 1999: Naturaleza y política: el gobierno y el fenómeno del Niño en el Perú, 1997-1998, IEP/CooperAcción.
26
VI. ANEXOS
Figura 1: Fenómeno El Niño visto desde un satélite
Fuente: Adaptado de NOAA Climate Prediction Center.
Figura 2: Regiones de referencia para el monitoreo de El Niño.
Fuente: NOAA.
27
Figura 3: Impacto de las anomalías Océano Atmosféricas en la franja Ecuatorial
del Océano Pacífico asociadas al ENOS
Anomalías de temperatura y precipitación por Teleconexiones entre diciembre y febrero
Anomalías de temperatura y precipitación por Teleconexiones entre junio y agosto
Fuente: Adaptado de NOAA Climate Prediction Center.
28
Figura 4: Modelo esquemático de circulación de vientos sobre una Tierra
homogénea.
Fuente: Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile
Figura 5: Modelo de viento, precipitación y temperatura del mar en las fases
extremas del ciclo ENOS.
Fuente: Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera de los Estados Unidos de Norteamérica – NOAA.
29
Figura 6: Modelo esquemático a condiciones normales.
Fuente: Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú SENAMHI
Figura 7: Modelo esquemático a condiciones El Niño.
30
Fuente: Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú SENAMHI
Figura 8: “Pico” (marzo-mayo) para diferentes variedades de eventos El Niño:
“Extraordinarios” (Takahashi et al., 2011), “Canónicos” (Rasmusson y Carpenter,
1982) y “Modoki”(Kug et al., 2009). Se indica el año de los eventos promediados.
ATSM en fase “pico” (marzo-mayo)
31
Fuente: Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera de los Estados Unidos de Norteamérica – NOAA.Figura 9: “Madura” (diciembre-febrero) para diferentes variedades de eventos El Niño: “Extraordinarios” (Takahashi et al., 2011), “Canónicos” (Rasmusson y Carpenter, 1982) y “Modoki ”(Kug et al., 2009). Se indica el año de los eventos promediados.
ATSM en fase “madura” (diciembre-febrero)
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Fuente: Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera de los Estados Unidos de Norteamérica – NOAA.Figura. 10: Proceso de inicio de onda Kelvin y su desplazamiento desde el oeste
del Pacífico hacia la zona costera del Ecuador.
Fuente: Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile.
Figura 11: Modelo de ondas Kelvin en el Ecuador (ya en la costa),
33
Fuente: Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile.Figura 12: Anomalías de temperatura sub-superficial del mar.
34
Fuente: Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera de los Estados Unidos de Norteamérica – NOAA.
Tabla 1. Características de los dos episodios extraordinarios de El Niño en el
Perú.
Fuente: Compilación propia con base en bibliografía de referencia.
Tabla 2. Manifestaciones generales de El Niño
Fuente: Elaboración propia con base en bibliografía de referencia.
35
Tabla 3. Impactos de El Niño en el Perú.
36
Fuente: Compilación propia con base en bibliografía de referencia.
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