Queridas familias misioneras de Colombia los invito para que con

alegría celebremos este 15 de mayo de 2016, la VI Jornada Nacional de la Familia Misionera que tiene como lema: “Fami-lia abre tu corazón a la misericordia”, en unión a la Iglesia Universal que está viviendo un tiempo de gracia. El Año Jubi-lar Extraordinario de la Misericordia que el Papa Francisco dio apertura el pasado 8 de diciembre de 2015.

El Papa Francisco en la audiencia del miérco-les 18 de noviembre de 2015 en su reflexión sobre la Puerta Santa nos recuerda que: “la Sagrada Familia de Nazaret sabe bien qué cosa significa una puerta abierta o cerrada, para quien espera un hijo, para quien no tiene amparo, para quien huye del peligro. Las familias cristianas hagan del umbral de sus casas un pequeño gran signo de la Puerta de la Misericordia y de la acogida de Dios. Es así que la Iglesia deberá ser reconocida, en cada rincón de la tierra: como la custodia de un Dios que toca, como la acogida de un Dios que no te cierra la puerta en la cara, con la excusa que no eres de casa”.

Por eso queridas familias en el afiche que proponemos para la celebración de la VI Jornada Nacional de la Familia Misionera encontramos a Jesús “rostro de la misericor-dia del Padre” contemplando y tocando a la persona humana. Esa imagen nos recuerda que “siempre tenemos necesidad de contem-plar el misterio de la misericordia” y que a ejemplo de Jesús, estamos llamados a con-templar, tocar y levantar al hermano que sale a nuestro encuentro con mucha ternura.

Es de vital importancia recordar lo que el Instrumentum Laboris de la XIV Asamblea General Ordinaria, que tiene como tema: “La Vocación y la Misión de la Familia en la Iglesia y en el Mundo Contemporáneo”, en el numeral 70 nos recuerda: “Ternura quiere decir dar con alegría y suscitar en el otro el gozo de sentirse amado. Se expresa, en par-ticular, en dirigirse con atención exquisita a los límites del otro, especialmente cuando se presentan de manera evidente. Tratar con delicadeza y respeto significa curar las heridas y volver a dar esperanza, a fin de avivar de nuevo en el otro la confianza.

Familia Abre tu corazón

a la misericordia

VI Jornada Nacional de la Familia Misionera 15 de mayo de 2016

Testimonio familiar

“Somos la familia Rodríguez Ramírez, integrada por Marco Manuel, Adriana Patricia, Saray Mariana y Juan Pablo; esta-mos vinculados con el programa de Fami-lia Misionera desde hace 5 años a través de la Animación que recibimos en el colegio Cardenal Sancha de Bogotá y hemos par-ticipado en cuatro EFAM, las cuales nos han brindado un espacio de interioriza-ción y reflexión espiritual, al igual que nos ha permitido lograr un proceso de creci-miento en nuestra formación teológica, espiritual y metodológica para desarrollar el servicio misionero.

La orientación de la capacitación en la EFAM I, busca realizar y promover la animación y formación misionera de las familias, la cual ha sido un complemento para las actividades que venimos desarro-llando desde el año 2010 en las parroquias de San Agustín (Barrio-Rincón-Bogotá), Nuestra Señora del Rosario (Soacha-Cun-dinamarca), San Miguel Arcángel (Villeta- Cundinamarca) y en uno de los Ministe-rios de Música de la parroquia de Nuestra Señora de Aparecida (Bogotá).

La ternura en las relaciones familiares es la virtud cotidiana que ayuda a superar los conflictos interiores y de relación. Al respecto, el Papa Francisco nos invita a reflexionar: «¿Tenemos el coraje de acoger con ternura las situaciones difíciles y los problemas de quien está a nuestro lado, o bien preferimos soluciones impersonales, quizás eficaces pero sin el calor del Evan-gelio? ¡Cuánta necesidad de ternura tiene el mundo de hoy! Paciencia de Dios, cer-canía de Dios, ternura de Dios» (Homilía con ocasión de la Santa Misa de la noche en la solemnidad de la Natividad del Señor, 24 de diciembre de 2014).

En este año de gracia dejémonos seducir por Jesús, conozcámoslo por medio de las Sagradas Escrituras, la Eucaristía, visitas al Santísimo, el Santo Rosario, herramientas que favorecen nuestro encuentro personal con Él.

No perdamos la oportunidad de practi-car las obras de misericordia corporales y espirituales al interior de nuestras fami-lias, en nuestro ambiente y más allá de las fronteras.

Queridas familias abramos nuestros cora-zones a la misericordia como nos lo dice el lema de esta jornada desde una fuerte vida de oración que nos impulse a rea-lizar acciones concretas que testifiquen que es posible ser “misericordiosos como el Padre”.

Hna. Claudia Patricia Llanos Cotrino

Reflexionemos

Con mucha alegría la familia Rodríguez Ramírez nos comparte la experiencia que ha vivido desde que pertenecen al pro-grama de Familia Misionera. Que su testi-monio motive a muchas familias a ser ins-trumentos del amor y misericordia de Dios.

Flia. Rodríguez Ramírez. Zipaquirá, Cundinamarca. 23 de marzo de 2

016

Familias Misioneras de Cartagena en la EFAM I. Corregimiento San Marcos de Malagana, Bolívar. 16 de noviembre de 2015

“Sean misericordiosos com

o su Padre es misericordioso”

Lc. 6,36

En la primera EFAM I que realizamos en el año 2011, conocimos la motivación y el liderazgo del Equipo Coordinador, resaltando la presen-cia de Jesús Miguel Merlano y Elsy Argumedo, quienes con su experiencia y testimonio de vida, fueron el motor para continuar con las actividades de formación, Eucaristías men-suales y diferentes eventos organizados por el programa.

La EFAM I, ha sido para nuestra familia una gran bendición en el proceso de maduración espiritual y un espacio de integración con nuestros hijos Saray Mariana, de 12 años y Juan Pablo, de 2 años de edad, ya que no habíamos encontrado en otros grupos pastorales, unas actividades de evangelización, formación y visi-teo mensual Eucarístico por familias; además, se ha constituido en una herramienta para conocer la situación de la misión en el mundo, la Teología misionera, la Espiritualidad misio-nera y la Pastoral misionera, con la pedagogía de la Escuela de Jesús, a través de la lúdica, el manejo de audiovisuales de alto impacto, la ela-boración de manualidades y materiales didácti-cos, los testimonios de misioneros en diferentes países del mundo y el direccionamiento de las Hermanas Misioneras Teresitas, quienes con su carisma y vocación, se han constituido en un eje fundamental para el éxito de cada una de

las Escuelas, involucrando a grandes y chicos en un ambiente de armonía y motivación para el desarrollo de la misión”.

Dialoguemos

• ¿Qué sentimientos surgen al interior de su familia al leer el testimonio de la familia Rodríguez Ramírez?

• ¿Qué puede hacer mi familia por los demás en este Año Jubilar de la Misericordia?

Meditemos

Queridas familias el Papa Francisco en Mise-ricordiae Vultus 13 nos recuerda que para ser capaces de misericordia, debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios. Esto significa recuperar el valor del silen-cio para meditar la Palabra que se nos dirige. De este modo es posible contemplar la misericordia de Dios y asumirla como propio estilo de vida.

Por eso familias meditemos la Palabra de Dios cada día y hagamos vida lo que Jesús nos enseña por medio del Evangelista Lucas: “Sean miseri-cordiosos, como su Padre es misericordioso” (Lc. 6,36) gran misión que debemos ejercer con todos nuestros hermanos.

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Oremos

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos

como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. 

Muéstranos tu rostro y obtendremos la Salvación.

Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo

de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda,

con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres, 

proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, 

a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo

por los siglos de los siglos. Amén.

Extracto de la oración del Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia