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H.C.F. Mansilla Evitando los extremos sin claudicar en la intención crítica La filosofía de la historia y el sentido común La Paz 2008 www.ecdotica.com

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H.C.F.MansillaEvitandolosextremossinclaudicarenlaintencincrtica La filosofa de la historia y el sentido comn La Paz2008 www.ecdotica.com INDICE Introduccin 1.El teorema del sentido comn guiado crticamente 2.Reflexiones sobre el sentido de la historia entre el optimismo doctrinario y el pesimismo relativista 3.Las "leyes obligatorias" de la evolucin histrica y sus implicaciones prctico-polticas 4.La necesidad de una teora crtica de la modernizacin ante las realidades de la segunda mitad del siglo XX 5.El sentido comn crtico ante el debate entre universalismo y particularismo 6.Elparadigmaoccidental,ladialcticadeautonomaeimitacinylasalternativas prcticas del Tercer Mundo 7.Diferencias culturales incomparables o prcticas autoritarias indefendibles? 8. La modernizacin parcial y la posible consolidacin de tradiciones autoritarias 9.Lasambivalenciasdelademocraciacontemporneaenunmundoinsoportablemente complejo e insolidario

10. El desarrollo contemporneo y la necesidad de una teora crtica del totalitarismo. Un esbozo provisorio 11. Breves notas dispersas sobre la problemtica contempornea desde un posible sentido comn crtico www.ecdotica.com INTRODUCCION Sepuededecirqueestelibrocontienemspreguntasquerespuestas.Afirmarestoseha convertidohoyenunlugarcomnyenunadeleznablemodadelmomento,aunquetiene antecedentesenlafilosofadelaAntigedadclsicayennumerosascorrientesinspiradas por el escepticismo. Con esta obra inicio una especie de discusin de dilemas en torno a la filosofadelahistoria.Esdecir:mipropsitoespromoverunaconscienciacrticade problemas (como se dice en alemn) que no siempre aflora en el mbito acadmico y menos en la opinin pblica del llamado Tercer Mundo. No se trata, por lo tanto, de construir un sistema de certezas sobre la evolucin histrica de una buena parte de nuestro planeta, sino de cuestionar algunas certidumbres que se han sedimentado y consolidado en la mentalidad colectiva de muchas sociedades contemporneas. Theodor W. Adorno deca que si hay una definicindelafilosofa,estaseraunaactitudqueintentaromperyatravesarelcontexto general de ceguera y ofuscamiento; la filosofa podra ser pensada como la resistencia a las opinioneshabitualesycomolanoresignacinanteloexistente.Algoquemeimpresion profundamenteesunasentenciaenmarcadaquevienlacasadeMaxHorkheimeren Montagnola(Suiza),duranteunaentrevistaquehicealmaestroen1972.Eldichoestaba atribuidoaBertrandRussellyenmirecuerdodeca:"Estaeslagrandesgracia:lostontos son tan seguros y los sensatos acarician tantas dudas". En la conversacin con Horkheimer surgi la idea de tomar en serio el common sense, pero dndole un giro crtico. Laintencingeneraldellibroesproponerunateoradelsentidocomnguiado crticamente, aplicable al espacio de los asuntos histrico-sociales. Se trata, evidentemente, deunesbozoprovisorio.Entodoellibronoexisteunadefinicinminuciosadeeste teorema.SiguiendoamismaestrosdelaEscueladeFrankfurt,evitodefinicionesdelos conceptoscentrales,ymsbientratodeexplicitarlosalolargodeltexto,amenudode maneraindirecta.Paraellointerpongonumerososejemplospolticosehistricos,queson analizadosenalgndetalle.Esperoqueellectorsedcuentadelintersquesiemprehe www.ecdotica.com profesadoporlospormenoresempricosylosaspectostestimoniales(unaherenciademi padre), y del poco cario que siento por meros edificios de palabras, por ms brillantes que parezcanser.Deahprovienemiantipatapormuchosautorespostmodernistasyafines. Algunosdemisprofesoresenuniversidadesalemanasapreciabanlasdigresionesylos meandros,peronoparaesquivareltemacentral,sinoparallegaraldesderinconesy ngulos inesperados. Ante la improbabilidad de encontrar (1) una posicin conceptual coherente consigo misma einmuneaimpugnacionestericasy,simultneamente,(2)unapraxisaceptablealargo plazoqueresistalosataquesmsdurosdelacrtica,unasolucinpragmtica, razonablementemodesta,podraconsistirensituarseenlugaresintermediosentrepolos claramente diferenciados como tipos ideales en la esfera de los conceptos tericos, en el mbito de las prcticas polticas y en el campo de los recuentos histricos. La determinacin delostiposidealesyladelimitacindelespaciodediscusinpretendenunaintencin didctica, que es un esclarecimiento de una temtica muy compleja y difcil de expresar en trminos no especializados. Enestepuntolasreflexionesdelautorestninfluidasporunestmulodelafilosofa clsica: la senda ms fructfera del conocimiento sera aquella generada por la conciliacin de eros y logos, senda que fue seguida por Scrates y sus discpulos. La admiracin ante la belleza del cosmos y el asombro frente a las patologas de la vida social fueron los impulsos primigenios de la filosofa. Segn Aristteles, la admiracin por el universo se combina con el intento de explicar con rigor y disciplina lo que parece incomprensible. De esta unin de asombroyrigornaceelespritucrtico.Adorno,repitiendouna sentencia de Max Scheler, sola decir que todo conocimiento est fundado en el amor, y siguiendo a Platn, afirmaba queelmomentoconstitutivodelafilosofaeselentusiasmo,laemocinquesesientepor las ideas. La opinin contempornea, propicia ms bien a la carencia de sentimientos, tiene slo una sonrisa irnica o compasiva hacia este motivo. Si bien no podemos pretender una comprensin cabal de la realidad, debemos en cambio usar nuestros esfuerzos intelectuales para construir un camino precario y provisorio que nos permita vislumbrar algo cercano a la verdad, si es que existe algo tan inasible como la verdad.www.ecdotica.com El profundo afecto que siento por la filosofa de la historia representara la parte del eros. Desdelaprimerajuventudtuveunagransimpata,rayanaenlaadmiracin,porautores comoEdwardGibbonyEdmundBurke.Unayotravezmepreguntabaporqulas sociedadessedesarrollandeformatandiferenteunasdeotras.Unaconscienciacrticade problemasesunodelosmecanismosmstilesademsdeserporosoyflexibleque contribuyen a un mejor conocimiento del tema en cuestin. Esta es la porcin del logos. Uno de los puntos centrales del mismo, al que est dedicada gran parte de este libro, es el debate contemporneoentrelasteorasquepostulanlapreeminenciadeunmodelonormativode desarrollo(elsurgidoprimeramenteenEuropaOccidental)yaquellasqueproclamanla diversidadfundamentaldetodoslosregmenescivilizatorios,queseranentres inconmensurables, incomparables e irreductibles a un metacriterio de entendimiento comn. Esta problemtica lleva a examinar con algn detenimiento la ya dilatada discusin entre la doctrina que decreta la existencia de leyes obligatorias de la historia y aquella que niega esos decursos forzosos de la evolucin de las sociedades. La posicin aqu esbozada es una intermedia.Unsentidocomnguiadocrticamentenossugiereevitarlosextremos.No deberamos, por un lado, postular la vigencia universal e irrestricta de normas racionalistas emanadasdeldesenvolvimientodelamodernidadoccidental,yporotro,nopodemos aceptarqueexisteunavariedadtanenormedevaloresnormativosymodelosde organizacin social, que resultara imposible hacer confrontaciones y menos aun establecer jerarquasygradacionesentreellos.Loshabitantesdeesosmodeloscivilizatorios aparentementetandiversos(encomparacinconlossistemasdeEuropaOccidentaly Amrica del Norte) realizan cada da comparaciones con estos regmenes "occidentales" tan exitosos en los campos econmico, tecnolgico y militar, no preocupndose para nada de las teorasquedeclaranelcarcternicoylaoriginalidadesencialdesussociedadesy adoptando vidamente cuanto invento y procedimiento de los "otros" parezca convenir a sus interesesmaterialesycotidianos.Osea:loshabitantesmismosdeesasnacionesenAsia, AfricayAmricaLatina(tandiversas,aparentemente,delmbitooccidental)sonlosque llevanacabounplebiscitocotidianosobrelasventajasydesventajasdelosmodelos civilizatorios,yalvotarenfavordeloselementoscentralesdelmundooccidental, www.ecdotica.com establecenunaevidentegradacinentremodelos:afavordeestosltimos.Lasenormes migracionesquetienenlugarenlosltimosaosexpresanelmismosentiryresultado. Comosesabe,sepuedeadoptarstandardstcnico-econmicosdeorigenforneoy simultneamente rechazar las normativas polticas y culturales de ese mismo origen... y que probablemente son el fundamento del perdurable xito de los factores tcnico-econmicos. En resumen: despus de meditar durante dcadas aunque esto suene a exageracin en torno a estos asuntos, puedo afirmar lo siguiente. Es altamente improbable la existencia de leyesobligatoriasdelaevolucinhistrica,comolasquepropusieron,desdeperspectivas muy diferentes, Hegel, Marx y Comte, pero que tenan en comn el postular la modernidad alcanzada por algunas naciones de Europa Occidental como ejemplos de un desarrollo bien logrado y, por ende, paradigmtico. De all hay un paso en suponer que la historia moderna de Europa Occidental sea prcticamente la evolucin modlica que deberan seguir, al pie de la letra, todas las sociedades del planeta. Pero, por otra parte, no debemos aceptar las teoras hoy tan difundidas del deconstructivismo y postmodernismo, que propugnan un relativismo axiolgico muy marcado y, en la prctica, una evidente indulgencia con respecto a cualquier modelo civilizatorio del Tercer Mundo. Elpeligroqueentraaestaposicinrelativistafuedefinidoporunnotablemarxistade nuestrosdas,SirEricJ.Hobsbawm,como"eldesmantelamientodelasdefensasquela civilizacindelaIlustracinhabalevantadocontralabarbarie.[...]Hemosaprendidoa tolerarlointolerable".Unateoradelsentidocomnguiadocrticamentenopuedeestara equidistancia permanente de toda manifestacin del pensamiento; en este caso se acerca al racionalismo"clsico"yasusanlisisdelaesferasocio-polticaysealejadelrelativismo postmodernista y de sus variados productos, sin perder de vista, obviamente, los resultados catastrficos generados tambin por la racionalidad instrumental. Y digo obviamente porque durante el siglo XX algunos productos de esa racionalidad instrumental, eximida, a su vez, de una crtica eficaz de los fines, han revelado el carcter monstruoso de que es capaz el ser humano. Basta mencionar a Auschwitz y Hiroshima. www.ecdotica.com UnexamendetenidodelavidacotidianaenelTercerMundonospuedemostrarque existenjerarquascualitativasenelintentouniversaldealcanzarundesarrollorazonable paralossereshumanos.Postularquenoexisteunaperspectivarazonableparajuzgarlos mritosylosdemritosdetodoslosmodeloscivilizatorios,queseranliminarmente disparesentres,resultaunasimplificacinnomuycientficay,antetodoenlaesfera prctica, un cinismo notorio. Debemos atrevernos a juicios valorativos bien fundamentados sobrelascualidadesintrnsecasdetodoslosmodeloscivilizatoriosdelplaneta.Muchos aspectosdelavidadiariaenlamayoradelassociedadesdelTercerMundoyla configuracindesushbitospolticosnosonslomodelosdiferentesdeleuropeo occidental,sinosistemasdeordenamientosocialquedenotanunarcasmomantenido artificialmente,unaherenciaautoritariaenraizadaenprofundidadyunnivelorganizativo que ha sido superado por la evolucin planetaria. Esas identidades basadas doctrinariamente en la diferencia, como las divulgan las teorasde moda, resultan ser algo aborrecible en la vida cotidiana. Por todo ello se puede y se debe aseverar que numerosos modelos civilizatorios del Tercer Mundo estn situados en un estadio histrico inferior con respecto a lo alcanzado en Europa Occidental.Elpercibirytomarencuentaestagradacinnoimplicadeningunamanerala aceptacin ingenua de la positividad perenne del progreso material y de las pautas actuales del consumo masivo. Y menos aun conlleva la idea de que la democracia actual de masas, practicadaenelmundocapitalista,representaralaculminacinracionaldel desenvolvimientoinstitucional.Reconocerqueunastradicionesculturalessonmenos autoritarias que otras y que unas prcticas polticas son ms razonables que otras, tiene que verconunsentidocomnguiadocrticamenteyconunrechazoalacorreccinpoltica predominante en una opinin pblica mal informada. A comienzos del siglo XXI parece amainar la fuerza del paradigma cientfico basado en el llamadogirolingstico,quehadominadogranpartedelaactividadencienciassociales durantelasltimasdcadas,avecesdelamanodeteoraspostmodernistas.Laposible instauracindeungirohistricoenestasdisciplinasreavivalasreflexionesentornoal www.ecdotica.com sentidodelaevolucindelasnacionesenAsia,AfricayAmricaLatina,evolucin extremadamente compleja y llena de sorpresas. Tenemos,sobretodo,queconsiderarqueunasformasmuydifundidasdegobiernoyde controlsocialautoritariaspuedenfomentarlatransicinaregmenesfrancamente totalitarios, cuyas consecuencias son bien conocidas por la crnica del terrible siglo XX. Un sentido comn guiado crticamente nos ayuda a diferenciar autoritarismo de totalitarismo, a justipreciaraquellasrutinasyconvencionesculturalesque,bajociertascircunstancias, puedentransformarunrgimenpredemocrticoenunodespticoyareconoceresa predisposicinendeterminadasprcticasrecurrentesdenumerosassociedadesdelTercer Mundo.Elsentidocomnguiadocrticamenteseapoya,porlotanto,enunateoradel totalitarismo, que nos muestra las imbricaciones existentes entre el desarrollo tecnolgico, la decadencia del individuo, el rol de los medios masivos de comunicacin y la instauracin de unpopulismomoderno,quepuedetener,paradjicamente,unaenormeresistenciaa cambios genuinos. Hoy en da la posibilidad de totalitarismo se ha trasladado de Europa (donde este terrible modelodeorganizacinsocialdiosusfrutosmsconocidosdurantelaprimeramitaddel sigloXX)aloscontinentesdelTercerMundo,dondesehamezcladoconlaproblemtica ecolgicaydemogrfica,generandoasunaseriedeproblemasnuevosytalvez irresolubles.Estosregmenesmuestranunmarcadodesintersporlaproteccinde ecosistemasenpeligroy,engeneral,pormedidaspro-ecolgicasfavorablesalmedio ambiente en el largo plazo. La erosin de dilatadas extensiones de territorio, la destruccin delbosquetropicalylacontaminacindelasgrandesaglomeracionesurbanasesdecir: factoresquehacenpeligrarlabasemismadelavidasecombinanconuncrecimiento demogrficoquehastafinesdelsigloXXtuvondicesexponenciales.Lapromocin unilateral del crecimiento y el progreso material por los regmenes autoritarios, aunque sus resultados sean muy modestos, evita que el grueso de la poblacin tome consciencia de esta problemtica. www.ecdotica.com EnelTercerMundounodelosdilemasmsimportantesdelpresenteconsisteenla vinculacin entre formas de nacionalismo identitario con modelos de socialismo autoritario. Elresultadopuedeseruntotalitarismosuave,peroduraderoyestable.Desdeelprimer peronismoenArgentina(1943/1946-1955)hastaelllamadototalitarismoreligiosoenel mbitoislmicopasandoporformasconstantesdecaudillismocarismtico,elTercer MundoexhibeacomienzosdelsigloXXIunamplioabanicoderegmenesquepueden desembocarenuntotalitarismoabierto.Setratadesociedadesyaurbanizadasysemi-industrializadas,enlascualessepuedeconstatar,comolohicieronHannahArendty FranoisFuretconrespectoalospasestotalitariosenEuropa,unapoblacindilatadade individuos atomizados, que viven un desamparo existencial y que estn a la espera ansiosa delafigurapaternal-patriarcalquelesenseesinmuchascontemplacioneselsendero correcto.Furetafirmqueesosestratospopularesestuvieronhastaelfinaldelgobierno totalitario a la vez fascinados y aterrorizados por el aparato gubernamental. Y en todos estos ordenamientossocialesencontramosaunacontra-literevolucionariaconvertidaenla nuevaclasepoltica,celosadesusprerrogativas,rutinariaensusvaloresdeorientaciny extremadamente egosta a la hora de compartir la responsabilidad gubernamental. Podemos concluir,entonces,queeltotalitarismodelsigloXXIsealimentarprobablementede aquello que ha pervivido desde la primera mitad del XX y que fue analizado brillantemente por Hannah Arendt: la patologa de la modernidad. Este texto, cuya elaboracin fue aplazada tantas veces, representa probablemente el intento deautocomprenderse,deesclarecerparaunomismounatemticacomplejaenlateoray preocupanteenlapraxis.Unensayodeestetipo,dondelainseguridaddelautores manifiesta, se apoya habitualmente en numerosas autoridades: por ello las muchas citas. El autornopertenecealilustregrupodeescritoresquepuedeprescindirostentativamentede ideas, libros y concepciones de otros, y lo confiesa con envidia y hasta con nostalgia. Pese a este despliegue de una vana erudicin porque ni siquiera esta ltima impresiona al pblico , el resultado es algo muy personal, y como tal una muestra de diletantismo, que el lector sabr disculpar generosamente. www.ecdotica.com 1 El teorema del sentido comn guiado crticamente Unapartedelosproblemassociopolticosdelpresenteestconfiguradaporlosintentos tericosdecomprenderlos.Estaparadojaesconstitutivadelgnerohumano.Eltratarde entender nuestro desarrollo y nuestras perspectivas estuvo y est ligado a la elaboracin de mitosyleyendas,porunlado,yalamanifestacindeanhelosytemores,porotro. Exagerandoestepunto,desdelossofistasgriegoshastalospostmodernistasactualesse aseveraqueambosfenmenosimpidenlaobjetividaddetodoconocimientoy,por consiguiente,elacercamientoplenoalaverdad,siesqueseaceptalaexistenciadeesta ltima.Pesealosincontablesesfuerzosporrelativizarlaverdadyelaccesoaella,elser humano no ha podido renunciar a un conocimiento de la realidad ms o menos fehaciente y confiable. No puede, entonces, prescindir de la edificacin de teoras para lograr ese fin, y tampocopuededejaraunladolosafanesintelectualesparacuestionaresasteorasque surgen sin cesar. AcomienzosdelsigloXXIunintentoporcomprenderlarealidadsociopolticapodra consistir en situarse entre posiciones que marcan polos en el anfiteatro de los conceptos (o, como se dice ahora, en el mercado de ofertas intelectuales). Desde la filosofa clsica griega se conocen las bondades y las desventajas de colocarse en puntos intermedios que se hallan entreactitudesextremasenloconcernienteaasuntosmoralesysociales.Lasdefiniciones razonablesdemuchasideasyvaloresfueronacuadasoriginalmentetomandounpunto emplazado entre sus trminos conceptuales opuestos. En el ejemplo ms simple y conocido, lavalentafuedeterminadacomoelcomportamientosituadoentrelatemeridadyla cobarda. Pero muy pronto se percibi que las mejores definiciones de un valor no se hallan en la mitad exacta entre los confines, sino a menudo en un lugar que puede acercarse a uno u otro de los polos, dependiendo del tema, las circunstancias y la perspectiva. www.ecdotica.com En este texto se postula un ejercicio similar para esclarecer algunas cuestiones de filosofa y ciencias sociales. No se trata de un despreciable eclecticismo, pues la complejidad actual de la existencia humana nos muestra que conceptos realmente originales se han convertido enrarezasnotablesyque,porotraparte,eltomarencuentalainmensadiferenciacin adquirida por la evolucin humana slo puede enriquecer nuestros conocimientos y nuestra facultad de anlisis. Ante esta constelacin una de las respuestas plausibles es alguna forma de eclecticismo, que, adems, tendra la funcin de una sntesis fructfera. Paraedificarunaexplicacincoherentedeproblemasactualessepuedenydeben considerar puntos intermedios entre las siguientes posiciones: entre univocismo y equivocismo1; entre escepticismo doctrinario y seguridad dogmtica2; entre la concepcin que afirma el sentido pleno de la evolucin histrica y el enfoque que proclama el sinsentido primordial de ese mismo desarrollo; entre la doctrina que postula la existencia de leyes obligatorias de la historia y aquella que niega esos decursos forzosos de la evolucin; entre la concepcin clsica de la Ilustracin europea y la negacin deconstruccionista del racionalismo3; entrelasteorasquepromulganlaexistenciadeunsolomodelonormativo-positivode desarrolloyaqullasquedecretanladiversidadtotaldelosregmenescivilizatorios,que seran entre s inconmensurables e incomparables; 1DiceMauricioBeuchotenunbrillantetexto:"Unahermenuticaanalgicaintentaabrirelcampode validez de interpretaciones cerrado por el univocismo, pero tambin cerrar y poner lmites al campo de validez abiertodesmesuradamenteporelequivocismo,demodoquepuedahabernounanicainterpretacinvlida, sino un pequeo grupo de interpretaciones vlidas. [...] Creemos que puede darse un tipo de interpretacin que sea preponderantemente abierto y, sin embargo, aspire a lograr cierta unidad". Mauricio Beuchot, Tratado de hermenutica analgica. Hacia un nuevo modelo de interpretacin, Mxico: UNAM / Itaca 2000, p. 11. 2Elcontentarseconlamerabsquedadelaverdad,sinalcanzarlanuncapormiedoacaerenun dogmatismo,escomounafninexorablequealfinalnoencuentranadarazonable.Enelfondostoes equivalente a equivocarse. Karl Lwith, Wissen, Glaube und Skepsis (El saber, la creencia y el escepticismo), Gttingen: Vandenhoeck & Ruprecht 1962, p. 36 (siguiendo un argumento de San Agustn).3 Eric J. Hobsbawm, Sobre la historia, Barcelona: Crtica 2004, p. 254: "Creo que una de las pocas cosas que se interponen entre nosotros y un descenso acelerado hacia las tinieblas es la serie de valores que heredamos de la Ilustracin del siglo XVIII". www.ecdotica.com entre universalismo y particularismo; entre liberalismo y comunitarismo; y entre la poltica como el juego aleatorio delpoder (como representacin de los instintos bsicos de autoconservacin y expansin sobre el prjimo) y la poltica como la ocupacin ms noble para hacer razonable y segura la convivencia humana. Enbasealomencionadohastaaqusepuedepostularelsiguienteteorema.Unsentido comnguiadocrticamentenossugiereevitardosextremos:porunladopostularslola vigenciauniversaleirrestrictadenormasracionalistas(quehansurgidomayoritariamente de la cultura occidental moderna), y por otro, suponer que existe una variedad tan inmensa devaloresaxiolgicosymodelosdeorganizacinsocial,queresultaimposiblehacer comparacionesymenosaunestablecerjerarquasygradacionesentreellos.Enelprimer caso nos encontramos, segn sus detractores, con expresiones de "imperialismo cultural"; en elsegundoconunaindiferenciacercanaaloportunismoquetolera(porcomodidad) cualquierrgimendespticoycualquierprcticaautoritariaporqueambosserantambin manifestaciones de lo genuinamente Otro. En el Tercer Mundo numerosas corrientes afines alpostmodernismopropugnanuncuriosorespetoamodelosautoritariosyvalores ancestrales de cuo irracionalista, porque as se hara justicia a las diferencias fundamentales yseevitarareproducirunsoloparadigma"imperialista"dedesarrollo.Essuperfluo mencionarloqueestaposicingelatinosasignificaparalosderechoshumanos,el pluralismo ideolgico y la convivencia razonable de los humanos. Por lo menos desde Aristteles se conoce (y se aprecia) la significacin de la duda para el progresodelconocimiento.Sloaqulquehadudadoestencondicionesdedeterminar aproximadamenteculesladireccinyelcontextodesusesfuerzosindagatoriosyel posiblecontenidodelainvestigacin.Unconocimientomsomenosslidopuedeser consideradocomolasolucinprovisoriadeunadudaprevia4.Paraque"laculturadel debate y el cuestionamiento" pueda florecer se requiere, en general, de una atmsfera exenta de verdades obligatorias. (Se puede objetar, con toda razn, que algunas de las ms eximias 4 Aristoteles, Metaphysik (Metafsica), Reinbek: Rowohlt 1966, p. 45 (= 995 a-b), p. 72 (= 1005 b), p. 243 (= 1061 b - 1062 a). www.ecdotica.com obras del arte, la literatura y la filosofa han surgido bajo el manto de regmenes autoritarios, cuandonototalitarios.)Porloregular,losmercadoslibresenelterrenoeconmicoyla pluralidad de religiones e ideologas en el campo cultural han sido favorables al progreso del saber.Encambio,numerosospensadoresycasitodoslosmovimientosasociadosal marxismohancompartidolaconcepcindequeunacomunidadsintendencias concurrentes en los campos poltico y econmico es un orden social positivo y deseable, ya quealargoplazolasupresindelosconflictosydelosfactoresquecompitenentres coadyuva a la creacin de una sociedad pacfica, justa y emancipada. Pero ste puede ser un erroroptimistayobstinado,comoloafirmMaxHorkheimer5,sobretodoalavistadel terrible siglo XX. Algunoselementosdelsaberclsicocontribuyenaunhoyaorientarnosenelmardela confusinylamultituddevaloresquees,paramuchos,elmundoactual.Todoesfuerzo tericoest,obviamente,bajoelriesgoperennedelerror.Comodijo TheodorW.Adorno, quiennofueprecisamenteunamigodeenfoquesuniversalistas,hastalasreflexionesms simplespresuponenunmarcocategorialdecomprensin,unaconcepcindelatotalidad, por ms que sta resulte difusa. Lo que una vez ha sido pensado adecuadamente, puede ser pensado tambin por otros6. De acuerdo a Aristteles, la capacidad de hablar lo distintivo de los seres humanos nos brinda la posibilidad de discernir entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. "La comunidad de estas concepciones genera la casa y el Estado"7. Jrgen Habermasconstruysuteoradelaaccincomunicativasobrelaintuicindequeel lenguajeposeelafinalidad(telos)delentendimiento.Unaestructuradecomprensin intersubjetivay,porlotanto,algunosvaloresbsicos,nossoncomunesatodoslos humanos8. 5Max Horkheimer, Gesellschaftim bergang (Sociedaden transicin),Frankfurt: Fischer 1972, pp. 144-155. 6TheodorW.Adorno,Resignation(Resignacin),en:Adorno,Kritik.KleineSchriftenzurGesellschaft (Crtica.Escritosbrevessobrelasociedad),Frankfurt:Suhrkamp1971,p.150;Adorno,Philosophische Terminologie (Terminologa filosfica), Frankfurt: Suhrkamp 1973, vol. I, p. 114. 7 Aristoteles, Politik (Poltica), Reinbek: Rowohlt 1965, p. 10 (= 1253 a).8JrgenHabermas,NachmetaphysischesDenken.PhilosophischeAufstze(Pensamientopostmetafsico. Ensayos filosficos), Frankfurt: Suhrkamp 1992, p. 75, 245. www.ecdotica.com Esta constelacin nos obliga a considerar el siguiente argumento. El reconocimiento de la autnticapluralidadpresuponelaexistenciadeunaconcepcinsuperiordejusticia.La heterogeneidadsociopolticalacoexistenciadevaloresaxiolgicosy,sobretodo,de formasradicalmentedistintasdepraxissocialypolticasepuededarsobretodoenun contexto en el cual la tolerancia asume un rol de valor universal. Es decir: tericamente se otorgaunapreeminenciauniversaleinnegablealatoleranciasobrelaintolerancia,aun valor (el respeto a la disidencia) sobre otro (prohibicin de lo heterodoxo y heterogneo). El derecho a ser otro y, aun ms all, la estimacin muy alta de la otredad, la diversidad y la pluralidad funcionan bien solamente si se reconoce la vigencia universal de la tolerancia y, al mismo tiempo, del sistema argumentativo para llegar a esta conclusin. El derecho a ser diferenteyladiversidadculturalytnicaslopuedensersubstanciadosenlarealidad mediantelaproteccindenormasuniversalesqueprescribenlatoleranciaycondenanla intolerancia9.Enelplanodelapolticacotidianaladiversidadculturalytnicaser efectivamenterespetadaypodrflorecersitodaslasposicionesinvolucradasreconocen como norma superior el principio de la tolerancia10, es decir si admiten la compatibilidad de normas universales con la heterogeneidad de religiones, pueblos, culturas, razas y opiniones. Unaideadelatotalidadesnecesariaparaaprehenderycriticarelsurgimientodeuna ideologaensentidoclsico,cuandoalgoparticular(porejemplo:uninterssectorial)es exaltado a la categora de lo general (una conveniencia de nivel nacional, lo que a menudo serevelacomounprejuiciocolectivo).Esverdadquemuchossistemasfilosficoshan tratado de subsumir lo diferente como un simple aspecto secundario bajo la identidad nica yobligatoriadelser(comoeselcasofundadoryparadigmticodeParmnides),peroen contra de doctrinas postmodernistas muy expandidas hay que sealar y subrayar el hecho de 9Cf.elinteresantevolumencolectivo:HilmarHoffmann/DieterKramer(Hrsg.),Anderssein,ein Menschenrecht.berdieVereinbarkeituniversalerNormenmitkulturellerundethnischerVielfalt(Ser diferente,underechohumano.Sobrelacompatibilidaddenormasuniversalesconladiversidadculturaly tnica), Weinheim 1995. 10Ensucrticadelrelativismodentrodelascienciashistricas,SirEricJ.Hobsbawmcensur"el desmantelamiento de las defensas quela civilizacin delaIlustracin haba levantado contrala barbarie [...]. [...] nos hemos acostumbrado a lo inhumano. Hemos aprendido a tolerar lo intolerable". E. J. Hobsbawm, op. cit. (nota 3), p. 264. www.ecdotica.com quedesdelaAntigedadclsicayaseintenthacerjusticiaalodistinto,alonoidntico, medianteeldesplieguedeunesfuerzotericoqueenglobeladialcticadeidentidady diferencia,sinhacerdesaparecerstaltimabajolascategorasdelaprimera11.Nohay dudadequenumerosossistemasfilosficos,aligualquelosucedidoenlasciencias sociales, han considerado a lo individual y nicocomomerosaccidentesdelocolectivoy substancial; los fenmenos histricos, por ejemplo, aparecen como ilustraciones de las leyes obligatoriasdelaevolucingeneral.Latradicindealgunosgrandessistemasfilosficos, consuactitudimperialdeenglobartodo,fundamenta(yexculpa)la"granteora"conel conocidoargumentodequeslomediantelasgeneralizacionessepodraaprehenderlo slidoypermanente,yaquelosatributosindividualeseindividualizantesseranmeros accidentes de algo que se halla por encima y por detrs de las diferencias. En esta lnea se postulaquelocasualylofctico(lonoidntico)nodeberancontaminarnilimitarel principio de identidad. La gran metafsica occidental propende a derivar lo contingente de lo absolutoyloparticulardelogeneral.Peroestadeplorablecorrienteapercibirloaleatorio como mero caso de lo universal no debe llevarnos al otro extremo, a negar toda posibilidad de generalizacin y abstraccin. Porlotanto:vistalaproblemticadesdeelsentidocomnguiadocrticamente,nose puedenaceptarlasleyesobligatoriasdeldesarrollohistricoyelmenospreciodelo individual,perohayquereconocerlasventajascognitivasdelosconceptosgenerales.El cuestionamiento de sistemas sociales, por un lado, y de modelos tericos, por otro, no tiene lugar si no existe una concepcin general de justicia y verdad. La sociologa y la politologa tericasnoexistiransinohubieranlosinstrumentosdegeneralizaryabstraer.Sloasse puede,porejemplo,armarunahiptesisdetrabajoapartirdelosdatosdeloscasos empricos. El inters cognitivo emancipatorio, la concepcin de sujetos autnomos y libres, 11 Werner Beierwaltes, Identitt und Differenz (Identidad y diferencia), Frankfurt: Klostermann 1980, p. 19.- Sobre la teora en torno a la no-identidad de Theodor W. Adorno cf. el instructivo ensayo de Robert B. Pippin, Negative Dialektik. Adorno ber falsches, beschdigtes, totes, brgerliches Leben (Dialctica negativa. Adorno sobre la vida falsa, daada, muerta y burguesa), en: Axel Honneth (comp.), Dialektik der Freiheit. Frankfurter Adorno-Konferenz 2003 (Dialctica de la libertad. La conferencia de Frankfurt sobre Adorno 2003), Frankfurt: Suhrkamp2005,pp.85-114. PippinafirmaquetodalateoradeAdornoentornoalono-idntico,peseasu carcter matizado, puede ser considerada como una exhortacin relativamente sencilla en pro de no abandonar lo particular (ibid., p. 94).www.ecdotica.com la idea de libertad basada en un consenso general y hasta la racionalidad poltica de la praxis (basadaenunaintersubjetividadnocoercitiva),representanejemplosdeteorasgenerales quesobrepasanloscasosindividualesyqueestnporencimadediferenciashistricasy culturales (nicos elementos que reconocen los postmodernistas en un rapto de abstraccin). Lavigenciadelosejemplosmencionadossepareceaunaprioriracional12,perono constituyen, por otra parte, ni una imposicin "imperialista" ni el resultado de una creencia dogmtica. Representan el producto de una larga bsqueda histrica, producto que ejerce a la larga una funcin regulativa, pero que no pretende poseer el status de verdad ontolgica. Nadagarantiza,porejemplo,larealizacinprctico-polticadelinterscognitivo emancipatorioolaracionalidadintersubjetivadelapraxis,peroestosfactorespuedenser considerados como posibilidades de una praxis emancipatoria racional, praxis que puede ser aprendida por los sujetos actuantes y enriquecida por las experiencias histricas, polticas y culturales. Siempre existe un dilema y una relacin dialctica entre los principios generales decarcternormativoylasingularidadeirreductibilidaddeloscasosparticulares.Como mostr Wolfgang Bonss, el psicoanlisis (y su vigencia) se deriva de la contradiccin de no poder concebir la totalidad como un absoluto y de no poder renunciar simultneamente a un concepto de la verdad basado en la totalidad13. Todos los casos (y sus opuestos) nombrados en este breve texto tienen por objetivo sealar los polos entre los cuales se mueven los debates en filosofa y ciencias sociales y, al mismo tiempo, mostrar las posibilidades de una sntesis fructfera entre las posiciones enfrentadas, siguiendo el principio de la plausibilidad y la prudencia (phronesis) que anima a un common sense orientado crticamente. La reflexin de la razn sobre s misma nos puede ensear que 12Cf.elexcelenteensayodeRenAntonioMayorga,Ideologaycrticadelaideologa:reflexionesen torno a una alternativa terica, en: Francisco Rojas Aravena (comp.), Amrica Latina: ideologa y cultura, San Jos: FLACSO 1982, p. 144 sq.- Sobre el enfoque de Herbert Marcuse acerca de la estructura antropolgico-libidinosadelaracionalidadylaintersubjetividadylareconstruccincrticadeJrgenHabermasdela racionalidad normativa (considerando el giro lingstico de la Escuela de Frankfurt), cf. ibid., p. 146 sq. 13 Wolfgang Bonss, Psychoanalyse als Wissenschaft und Kritik. Zur Freudrezeption der Frankfurter Schule (Psicoanlisiscomocienciaycrtica.SobrelarecepcindeFreuddepartedelaEscueladeFrankfurt),en: Wolfgang Bonss / Axel Honneth (comps.), Sozialforschung als Kritik. Zum sozialwissenschaftlichen Potential derKritischenTheorie(Investigacinsocialcomocrtica.SobreelpotencialdelaTeoraCrticaenciencias sociales),Frankfurt:Suhrkamp1982,p.408.-SobrelaposicinmuydiferenciadadeAdornofrenteal psicoanlisis cf. Stefan Mller-Doohm, Die Soziologie Theodor W. Adornos. Eine Einfhrung (La sociologa de Adorno. Una introduccin), Frankfurt etc.: Campus 2001, p. 197. www.ecdotica.com existe un inters racional, universal (y algunos aaden: democrtico) de la humanidad para sobrevivirenlasmejorescondiciones,quenopuedeynodebeserrelativizado14.Esta autorreflexin de la razn tiene un antecedente indispensable en el psicoanlisis de Sigmund Freud, que tuvo el mrito de haber introducido la empata en las ciencias sociales, es decir haberrehabilitadolavalidezdelaintuicinasociativaquesabetomarellugardelotroy ponerseenlaperspectivadeloinvestigado15.Elpsicoanlisisempezcomounaterapia individualquepretendeelesclarecimientoylasuperacindelostemoresylosdeseos inconscientes.Lacrticadelaideologapostuladaenesteestudioesunaterapiadel mbitosocio-polticoqueintentaconoceryreducirlosmotivosdeunacomunicacin perturbada,motivosquepuedenserdescritoscomorelacionesnoconscientesdepodero como una gramtica profunda de nexos basados en la violencia y la coercin. La crtica de lasideologasrepresentaraeldesciframientodeestosvnculosmsomenosencubiertos, crticainspiradaporunaintuicingeneral,elintersemancipatoriodelahumanidad:la disolucin de situaciones irracionales de poder y el incremento de la autonoma individual. Lasleyendas,losprejuiciosylasilusionesdendoleregresivadebenseranalizadas crticamenteysuperadaspolticamenteparaalcanzarundilogolibreyunacomunicacin no intervenida por la fuerza. El primer paso en esa direccin es que el sujeto se d cuenta de sus motivaciones inconscientes y de las quimeras que le brindan seguridad psquica16. (Este enfoque,tanbrillanteenlaesferasublimedelateora,puedetenerunavigenciamuy limitadaenelprofanomundodelosinteresesylosconflictoscotidianos,sobretodoenel 14 Cf. el notable ensayo de Iring Fetscher, Aufklrung ber Aufklrung (Esclarecimiento sobre la Ilustracin), en:AxelHonnethetal.(comps.),Zwischenbetrachtungen.ImProzessderAufklrung(Consideraciones provisorias. En el proceso del esclarecimiento), Frankfurt: Suhrkamp 1989, pp. 657-689. 15MarioErdheim,DiegesellschaftlicheProduktionvonUnbewusstheit.EineEinfhrunginden ethnopsychoanalytischen Prozess (La produccin social de lo inconsciente. Una introduccin al proceso etno-psicoanaltico), Frankfurt: Suhrkamp 1984, p. 10. 16 Albrecht Wellmer, Kommunikation und Emanzipation (Comunicacin y emancipacin), en: Urs Jaeggi / AxelHonneth(comps.),TheoriendesHistorischenMaterialismus(Teorasdelmaterialismohistrico), Frankfurt:Suhrkamp1977,p.494;JrgenHabermas,DieUtopiedesgutenHerrschers.EineAntwortauf Robert Spaemann (La utopa del buen gobernante. Una respuesta a Robert Spaemann), en: Habermas,Kultur und Kritik. Verstreute Aufstze (Cultura y crtica. Ensayos dispersos), Frankfurt: Suhrkamp 1973, p. 387.- Las ideascentralesprovienendelaobramagistraldeHerbertMarcuse,TriebstrukturundGesellschaft.Ein philosophischerBeitragzuSigmundFreud(Erosycivilizacin.Unacontribucinfilosficaentornoa Sigmund Freud), Frankfurt: Suhrkamp 1967, passim. www.ecdotica.com campo de los choques interculturales. Pero sirve para marcar una importante posicin a ser considerada por un common sense orientado crticamente.) Enestecontextoesindispensableunaaclaracin.Elpsicoanlisiscomolasteoras deconstruccionistas y postmodernistas corre, sin embargo, el peligro de convertirse en un juego exegtico, en ejercicios hermenuticos cercanos a la literatura, donde a la postre todo vale, sobre todo en nuestro siglo, marcado por la fuerza normativa de los medios masivos de comunicacin.("Lainterpretacindelossueos",deFreud,esunbuenmodelodeesta inclinacinaejerciciosinterpretativosproclivesalaarbitrariedaddiscursiva.)Freud construy su notable edificio terico sobre la suposicin, especulativa como otras, de que el desarrollohumanoeslahistoriainexorabledelarepresin:elsufrimientoyelbienestar estaranligadosinextricableyhastacausalmente.Lacontraposicinindiferenciaday extrema entre el principio de placer y el principio de la realidad, entre la vida catica de los instintosylafelicidad,porunaparte,yladomesticacinracionalycivilizadoradelos impulsos,porotra,llevaFreud,siguiendoaFriedrichNietzsche,apostularunavisin demasiado pesimista del Hombre y de la historia. Tambin esta doctrina general de la sospecha tiene sentido, como lo adelant Theodor W. Adorno, si est de alguna manera referida a un trasfondo de verdad17. La concepcin hoy en bogadequetodoesideologa(esdecir:consciencianecesariamentefalsa)conducea relativizartodaformadeconocimiento,asuponerquetodoanlisiscientficoesuna justificacin de intereses materiales o polticos, a diluir toda diferencia entre lo verdadero y lofalso.Todopensamientoresultararelativo,particularista,vinculadoauninters determinantey,porconsiguiente,proclivealaequivocacin.Encontradeestas suposicionespuedeaducirsequetodocuestionamientonoesposiblesinunaidea,aunque sea fragmentaria, de lo que es o podra ser lo verdadero y lo objetivo. La posibilidad de un conocimientomsomenosciertosedacuandoelintelectosepercatadesuspropias limitaciones y de sus condicionamientos; la reflexin crtico-gentica (el descubrimiento del contexto y del origen, es decir de lo relativo y hasta negativo de cada paso del pensamiento) 17 Theodor W. Adorno, Negative Dialektik (La dialctica negativa), Frankfurt: Suhrkamp 1966, p. 196 www.ecdotica.com abreunapuertaparaunconocimientoaceptablementeestructuradodefragmentos confiables,siemprequeellosnoseanexaltadosalacategoradeverdadesabsolutase indubitables.Porotraparteelpostularquetodopensamientoesrelativoyladegradacin concomitante de todo esfuerzo cientfico e intento intelectual a una mera opinin entre otras constituyenfenmenosqueimpidenunautnticoentendimientoentreloshombresy facilitanlapredisposicinacombatirseyadestruirsemutuamente.Todacrticapresupone un momento de verdad, por ms vago que este resulte ser: no como un producto terminado deunsaberdogmtico,sinocomomarcaprovisoriadeunprocesohistrico-gentico.Sin unaideadeunaposibleverdadnopuedeexistirsucontrario,elconceptodealgofalso, relativo y efmero. La propia nocin de que algo es meramente relativo y posiblemente falso esimpensablesinunaintuicindequehayunadiferenciafundamentalentrelofalsoylo verdadero.Elsujetopensanteesinquietadoporlaconscienciadelarelatividady cuestionabilidaddesusproductosintelectuales,yenesainquietudsevislumbrala posibilidaddelaverdad18.Estaeslabasedelteoremadelsentidocomnguiado crticamente. Yfinalmente,contraalrelativismoaxiolgicosepuededecirconErichFromm:el pensamiento crtico slo resulta fructfero si est vinculado a la actividad ms valiosa del ser humano: el amor a la vida. "Creer significa atreverse, pensar lo impensable y, sin embargo, actuar dentro de los lmites de lo posible en sentido realista"19. Lo razonable puede residir en una posicin intermedia entre doctrinas extremas o hasta en la combinacin inteligente de ambas. En el debate medieval entre realismo y nominalismo la escolstica crtica de Santo Toms de Aquino represent una posibilidad de este tipo. Hoy en da sera recomendable, por ejemplo, reconocer el valor de lo no idntico e individual dentro del marco general de un inters emancipatorio: lo humanamente razonable estara encarnado 18 Sobre esta temtica cf. los importantes aportes: Hans Barth, Wahrheit und Ideologie (Verdad e ideologa), Zurich: Rentsch 1961, p. 287; Herbert Schndelbach, Was ist Ideologie? Versuch einer Begriffsklrung (Qu es ideologa? Intento de una aclaracin conceptual), en: DAS ARGUMENT (Belin), vol. 10 (1969), N 50, p. 77 sqq. 19ErichFromm,AnatomiedermenschlichenDestruktivitt(Anatomadeladestructividadhumana), Reinbek: Rowohlt 1981, p. 490 sq. www.ecdotica.com enlosfenmenosparticularesehistricos.Locontrarioesunaposicindogmticaque exaltaelprincipiodeidentidadalacalidaddefuerzahistricainexorabley,adems, normativa.Peroestacorriente,comoselapercibienlosregmenessocialistasdelsiglo XX, tiende a nivelizar y uniformar el mundo de los hechos individuales y a reconciliar muy tempranamentesusdivergencias;elmarxismo,comosesabe,degenerfcilmenteenuna cienciadelalegitimacin20.Elresultadoespercibircomotrivialesytransitorioslos conflictosyeldolorderivadodeellos21.Pero,porelcontrario,elacentoexcesivoenlas diferencias genera a menudo la justificacin de lo real por ser lo existente en un momento dadoylasantificacindelosregmenesautoritariosdeldaportenerstoslalegitimidad irreductible de lo fctico. Lo conveniente puede estar en aquella concepcin que parte de los grandesprincipiosdelasteorasracionalistasylosponeencuestionamientoconayudade anlisisconcretosqueprovienendelascienciassocialesehistricas.Esdudosoquetodo pensamientogeneralyabstractotenga,sinexcepcin,unaafinidadsubordinadahaciael poder o que sea un mero instrumento de este ltimo; es tambin dudoso, por otra parte, que el conocimiento cientfico pueda renunciar a abstracciones y generalizaciones22. Siguiendo un argumento de Jrgen Habermas se puede aseverar como resumen23: pese a todos los retrocesos histricos existe la posibilidad de una praxis poltica (la autorrealizacin del ser humano) basada en la reflexin crtica y, por ende, en la autodeterminacin. Para ello hay que diferenciar fundamentalmente los aspectos emancipatorios de la razn de sus lados represivos.Estoconllevaladistincinentreesclarecimientoymanipulacin,entrela 20OskarNegt,MarxismusalsLegitimationswissenschaft(Marxismocomocienciadejustificacin),en: AbramDeborin/NikolajBucharin,KontroversenberdialektischenundmechanistischenMarxismus (Controversias en torno al marxismo dialctico y mecanicista), Frankfurt: Suhrkamp 1969, p. 14. 21Cf.dosobrasmuyinteresantesconrespectoaesta"lgicadelasubsuncin":KarlHeinzHaag, PhilosophischerIdealismus(Idealismofilosfico),Frankfurt:EVA1967,p.6sqq.,15;ReinhardKager, Herrschaft und Vershnung (Poder y reconciliacin), Frankfurt: Campus 1988. 22 Para una crtica a las posiciones brillantes, pero extremas de Theodor W. Adorno cf. Werner Beierwaltes, op.cit.(nota11),pp.270-272;HerbertSchndelbach,DialektikalsVernunftkritik.ZurKonstruktiondes Rationalen bei Adorno (Dialctica como crtica de la razn. Sobre la construccin de lo racional en Adorno), en: Ludwig von Friedeburg / Jrgen Habermas (comps.), Adorno-Konferenz 1983 (Conferencia sobre Adorno 1983), Frankfurt: Suhrkamp 1983, pp. 66-93. 23 Jrgen Habermas, Der philosophische Diskurs der Moderne. Zwlf Vorlesungen (El discurso filosfico de la modernidad. Doce lecciones), Frankfurt: Suhrkamp 1985, p. 391 sq. www.ecdotica.com conscienciayloinconsciente,entreverdadeideologay,sobretodo,entreunarazn substancial y una racionalidad instrumental. Suponer que la praxis poltica es ya totalmente uniforme y aplanada, representa una cierta ceguera. Se puede sostener que la humanidad ha avanzado mediante la diferenciacin y la individuacin, y que, pese a todos los fenmenos derepresin,aunsedaunprocesoabierto,quepermite,bajociertas circunstancias, hablar de progreso. Sepuedeexplicitarlodichoanteriormentesiaplicamoselteoremadelsentidocomn orientado crticamente al complejo formado por el pensamiento utpico y la subvaloracin del individuo, ya que nos permitira considerar de manera ms sobria las ambigedades del poder poltico, lo cual ha sido uno de los principales asuntos de discusin desde los albores de la filosofa en la Grecia clsica. Frente a la persistente mala calidad de los gobernantes y lascarenciasdetodomodelodeorganizacinhumana,surgieronmuytempranamente ideales de reforma poltica radical e intentos sistemticos por concebir un orden social ms justo. La utopa propuesta por el divino Platn estaba animada por designios estrictamente racionalesyhumanistasysumodeloestatalestabadestinadoalmejoramientoticoy estticodelosmortales.LaPoliteiaplatnicatenacomometaexplcitael perfeccionamientopermanentedelosciudadanosylaarmonizacindeesfuerzos individuales y sociales. El Estado deba ganar constantemente en justicia y el ciudadano en virtud. Y el Estado, en la Repblica platnica, tena como obligacin bsica el proporcionar alosciudadanostodoslosmediosparaquestospudiesendesarrollarplenamentesus aptitudesnaturales.Escasiimposibleimaginarseunidealestatalmejorqueelplatnico, consagradosimultneamentealaconsecucindefelicidad,alaampliacindel conocimiento y a la combinacin de belleza, proporcionalidad y verdad24. Algunos de estos rasgos, sobre todo el ansia de justicia social, se repiten en la mayora de lasgrandesconcepcionesutpicas25.PeroprecisamentedesdelautopadePlatnse 24 Platon, Nomoi (Leyes) en: Platon, Smtliche Werke (Obras completas), Reinbek: Rowohlt 1967, vol. VI, p. 15(=630c),p.28(=664a-b),44sq.(=661-662e).-Sobreestatemticacf.elexcelentetextodeGeorgeH. Sabine, A History of Political Theory, Londres: Harrap 1966, p. 52. 25 Sobre el pensamiento utpico cf. las obras que no han perdido vigencia: Norman Cohen, The Pursuit of the Millennium, New York: Harper 1901; Hilaire Belloc, The Servile State, New York: Holt 1946; Ernest Lee www.ecdotica.com reproducen algunos elementos que nos obligan a repensar el problema del poder poltico y a adoptar una posicin matizada e intermedia entre el ensayo de abolir el poder y el propsito de reforzarlo para lograr ms fcilmente las metas sublimes de la revolucin. Ya en la obra platnicaemergeunfactorrepetitivodelasutopas,quenosdeberapreveniracercadela peligrosidadpolticainherentealasbuenasintenciones:lodeplorableesquePlatnyla mayoradelosutopistasprivilegianlogeneralycolectivosobreloparticulareindividual. Esteprincipiobsicocontribuyeaquelossereshumanosconcretosseanpercibidoscomo engranajes de la magna maquinaria estatal, y que sus derechos y facultades aparezcan como subordinadas bajo los imperativos de las grandes instituciones colectivas. La exaltacin de logeneralycolectivoylasubordinacinconcomitantedeloparticulareindividual pertenecenasimismoalncleodelasdoctrinasfilosficasdeHegel26yMarx27.La eliminacindelocontingenteyfortuitoconfiguralaintencinprimariaybsicadela filosofahegelianadelahistoria;loconcreto,loindividualyloparticularsonequiparados porHegelalocasual,entendidosiempreensentidopeyorativo.Lopasajero,encuantolo desprendidoydisociadodeltodo,yhastaloempricoymaterial,espercibidocomolo secundario,efmeroyaleatorio,aloqueHegelatribuyunadignidadontolgicainferior. Todoestodeberaserintegradoenunatotalidadsuperior,enlonecesariofilosficamente, enundesarrollohistricoobligatorioyenunaraznenglobante28. La reconciliacin de la Tuveson, Millennium and Utopia. A Study on the Background of the Idea of Progress, Berkeley: California U. P. 1949; J. L. Talmon, Political Messianism, New York: Praeger 1960; Thomas Molnar,La hereja perenne, BuenosAires:EUDEBA1970;ylanotablecompilacindeensayosdeArnhelnNeusss(comp.),Utopie. Begriff und Phnomen des Utopischen (Utopa.Conceptoy fenmeno de lo utpico), Neuwied: Luchterhand 1972. 26 El inmenso edificio de la filosofa hegeliana contiene invalorables elementos que no son aludidos por este examen y que representan aspectos imprescindibles del pensamiento crtico occidental, como ser su esttica, su anlisis del Estado en cuanto institucin central de la era moderna, su apreciacin de la Revolucin Francesa y su reconstruccin dialctica de los procesos de concientizacin. Cf. Iring Fetscher (Hrsg.), Hegel in der Sicht der neueren Forschung (Hegel en la perspectiva de la investigacin reciente), Darmstadt: WBG 1973. 27GerhardGhler,DieReduktionderDialektikdurchMarx(LareduccindeladialcticaporMarx), Stuttgart: Klett-Cotta 1980. 28GeorgWilhelmFriedrichHegel,DieVernunftinderGeschichte(Laraznenlahistoria),Hamburgo: Meiner 1980, p. 29, 48 sq., 106.- Para una crtica de esta posicin cf. Karl Lwith, Von Hegel zu Nietzsche. Der revolutionre Bruch im Denken des 19. Jahrhunderts (De Hegel a Nietzsche. El quiebre revolucionario en el pensamientodelsigloXIX),Stuttgartetc.:Kohlhammer1964,p.233sq.;HerbertMarcuse,Vernunftund Revolution. Hegel und die Entstehung der Gesellschaftstheorie (Razn y revolucin. Hegel y el surgimiento de la teora social), Neuwied: Luchterhand 1962,pp. 207-209. www.ecdotica.com conscienciaindividualconlaleyyelprocesoobjetivosseraunadelasgrandesmetas histricas;estodebasuceder,segnHegel,atravsdelEstado,calificadocomo"laidea divina sobre la Tierra" y "la totalidad moral". El Estado representara el objetivo histrico y losindividuosseransus"instrumentos"29.Enelplanoticolairrelevanciadelindividuo daracomoresultadoquelocorrectomoralmenteeslainsercinenlatotalidad,la identificacin con el conjunto social, el adaptarse a lo rige en el da y la resignacin ante el cursodelahistoria.Elcursodelmundosiempretriunfasobreloquelavirtudpuede contraponerle30. En la versin hegeliana (prefigurada probablemente por la Gnosis clsica31), la naturaleza misma es percibida como una alienacin del espritu, una separacin, un alejamiento de la idea; la naturaleza, su diversidad y sus aspectos materiales no poseen un derecho propio a la existencia,sinoqueconformanuntrnsitodelesprituhaciasmismo,unpasajedela conscienciahaciasuautocomprensin.Lanaturalezarepresentaentoncesunmomentode resistencia, que en el proceso cognoscitivo tiene que ser vencido y superado. Lo otro, lo no integradoylodivergenteesvistocomolodepravadoeirrelevanteo,enelmejordelos casos, como lo subordinado, pasajero y secundario32. Es innecesario volver a subrayar lo que todo esto puede significar en la esfera poltica, que vadesdeelendiosamientodelEstadocentralizadohastalaeliminacindelos 29GeorgWilhelmFriedrichHegel,VorlesungenberdiePhilosophiederGeschichte(Leccionessobrela filosofa de la historia), en: G. W. F. Hegel, Werke (Obras), compilacin de Eva Moldenhauer y Karl Markus Michel), Frankfurt: Suhrkamp 1970, vol. 12, pp. 55-57; Hegel, Die Vernunft..., op. cit. (nota 28), p. 112. 30G.W.F.Hegel,PhnomenologiedesGeistes(Fenomenologadelespritu),en:Hegel,Werke,op.cit. (nota29),vol.3,pp.287-291,352-354;Hegel,Vorlesungen...,ibid.(nota29),p.40,49,55.Cf.labrillante crtica a esta concepcin: Hans Barth, op. cit. (nota 18), p. 169. 31 Cf. Hans Jonas, The Gnostic Religion. The Message of the Alien God and the Beginning of Christianity, Boston:Beacon1963;KurtRudolph(comp.),GnosisundGnostizismus(Gnosisygnosticismo),Darmstadt: WBG 1975. 32 Sobre esta temtica cf. Theodor W. Adorno, Minima Moralia. Reflexionen aus dem beschdigten Leben (Minimamoralia.Reflexionesdesdelavidadeteriorada),Frankfurt:Suhrkamp1971,p.9;Adorno,Drei Studien zu Hegel (Tres estudios sobre Hegel), Frankfurt: Suhrkamp 1963, p. 164 sq. www.ecdotica.com particularismosprovinciales,pasandoporladenigracindelaseparacindepoderesydel federalismo. Por todo ello se puede aseverar que el pensamiento utpico no es una superacin del logos delpoder,sinosurenacimientobajocondicionescambiantes,porejemplorevolucionarias. Elodioconrespectoalasestructurasdepoderycontralasjerarquastradicionalescreael sustrato del que se nutren los designios utpicos (y la mayora de los revolucionarios), pero lassolucionespropuestasy,sobre todo, lasprcticasconcretasresultantespuedenser descritascomolarestauracindejerarquassimplesyduras,laintroduccindepautas puritanasdecomportamientoparaelpueblollano(juntoconlapreservacindeunestilo hedonistaparalaslitesrevolucionarias)ylacombinacindeelementosarcaicos, antidemocrticos e iliberales en la vida cotidiana. En los modelos utpicos esta ltima puede ser calificada de sublime, pero con seguridad resulta aburrida y montona, lo que no es poca cosa dada la brevedad de la existencia individual33. El mundo de la utopa reproduce ocultas nostalgiasporloesttico,porelfindetodaevolucinyporlaquietuddespusdefuertes crisis y revueltas; es un universo donde ya no pasa nada. La fundamentacin misma de las utopas tiene mucho que ver con motivos de evasin: sus autores las conciben en pocas de desordenydescomposicinsociales,cuandolapoblacincrecerpidamente,cuandolos vnculostradicionalesseaflojanoserompen,cuandolasdistanciasentrelosricosylos pobressehacenmsgrandesocuandosemodificanprofundamentelosmodosde produccin. Surge entonces un sentimiento colectivo de impotencia y de ansias de construir la sociedad perfecta, donde los justos gozarn eternamente de seguridad, abundancia y paz. Todoslosutopistas,incluyendoalospensadoresmarxistas,tomanporciertalainiciacin inmaculada de la historia humana, la cada posterior en un orden ms o menos pecaminoso y la redencin futura, alcanzable por el esfuerzo humano. Laaversinhacialasclasesaltasnoimpide,encasitodoslosproyectosutpicos,la constitucindeunalitedirigenteextremadamenteprivilegiada:unodelospocosrasgos 33E.L.Revol,Metamorfosisdeutopa,en:ECO.REVISTADELACULTURADEOCCIDENTE (Bogot),vol.XXXIV,N1(=205),noviembredede1978,p.7;AlfredDoren,Wunschrumeund Wunschzeiten (Espacios y tiempos del deseo), en: Arnhelm Neusss (comp.), op. cit. (nota 25), pp. 136-138. www.ecdotica.com realistasdelosmodelosutpicos.Ydigoextremadamenteprivilegiadaporquedesdelos reyes-filsofos de la Repblica platnica hasta los revolucionarios profesionales del sistema leninista,laslitesdelosproyectosdeutopapolticaconformanungrupoespecialdela poblacin,separadoporobligacionesyprerrogativasdelgruesodeella,grupoquese distingueantetodoporunasuperioridadenconocimientos,perspicaciayamoralacosa pblicaencomparacinconlosestratosinferiores34.Estegrupoconoce"cientficamente" losdecursoshistricos,lasfilosofascorrectas,lasleyesdelaeconomaylasociologay hastalossaberesprcticosparahacerpolticaenlavidadiaria,yademssusmiembros consagran su existencia a la cosa pblica con una dedicacin y una exclusividad similares a lasactitudesdelosmonjesenlasgrandesrdenesreligiosas.Estasuperioridadconfigura una legitimidad muy fuerte y consolidada en favor de los reyes-filsofos o de cualquier otra lite revolucionaria, como es el caso ms conocido y ms pernicioso a escala mundial: los revolucionariosprofesionalesquedirigieronlospartidoscomunistasylosestados gobernadosporstos.Silosintegrantesdelaliterevolucionariaenlosmodelosutpicos personifican la verdad y la necesidad histricas y poseen un saber superior en todo sentido, entonces tienen todo el derecho para gobernar sin restricciones y para exigir una obediencia total de parte de los otros "ciudadanos". ComoaseverLudwigLandgrebe,contraesaconcepcindelaslitesbienpensantesno existepoderhumanoquepuedaydebacontraponerse;noesposible,enconsecuencia, fundamentarlalibertadsocio-polticacontralosdetentadoresdelaverdadabsoluta35. Precisamente desde una cierta perspectiva racionalista y en una poca que cree ciegamente en la ciencia, podra aparecer como necio y ridculo el intento de controlar desde abajo a los 34 Platon, Politeia, en: Platon, op. cit (nota 24), vol. III, p. 193 (= 473c-e), 200 (= 484b).- Cf. la interesante investigacindeRichardSaage,UtopiaalsLeviathan.PlatonsPoliteiainihremVerhltniszuden frhneuzeitlichenUtopien(UtopacomoLeviatn.LaRepblicaplatnicaensurelacinconlasutopas tempranasdelRenacimiento),en:POLITISCHEVIERTELJAHRESSCHRIFT,vol.29,N2,juniode1988, pp. 185-209. 35LudwigLandgrebe,DasProblemderDialektik(Elproblemadeladialctica),en: MARXISMUSSTUDIEN (Tbingen), vol. 3, 1960, p. 63 sq.; Albrecht Wellmer, Kritische Gesellschaftstheorie und Positivismus (Teora crtica de la sociedad y positivismo), Frankfurt: Suhrkamp 1969, p. 60 sqq. www.ecdotica.com queencarnanlaraznhistricaycientfica:losignorantesfiscalizandolosttulosylas actuaciones de los sabios...36. Unpoderpolticodeestetipoes,porsupropianaturaleza,soberano,ilimitadoe incontrolable(unacombinacindeordenreligiosaconejrcitomundanoydogma eclesistico),ysusdetentadoressoncomodemiurgosygrandesartistasqueutilizanalos hombresdecarneyhuesocomomeromaterialparalacreacindeobras(sociedades, estados,partidos)queellosconsideranperfectas.Losdisidentes,loquepiensandeotra manera,cometenentonceselpeordelospecados,queesponerencuestionamientouna manifestacin evidente de la razn, y por ello merecen el ms duro de los castigos. Es por ellointeresantelosiguiente:lostericosdelasutopaspolticas,quededicaronsuvidaa combatir el Estado, la polica, los tribunales y los verdugos, cuando accedieron al goce del poder,decretarondeunplumazolavigenciadetodasestasinstitucionesparacastigarlos delitosdeopinin,eliminartodosrestopeligrosodesubjetividadyconsolidarsupropio dominio. Precisamente este monopolio sobre la verdad, el saber y la planificacin conduce al estrecho vnculo entre utopa y violencia, al terrible nexo entre el intento de construir un modelosocialperfectoyelestablecimientodeunsistematotalitariomoderno.Esteltimo slo ha sido posible, como escribi Hannah Arendt, si se da la combinacin de individuos despojadosdesusraces,ciudadanosmanipulablesconunegodbilyelcolectivismoque simula calor humano37. La tecnologa moderna, la soledad del individuo en la sociedad de masasyelmalestarquegeneranlassociedadesactualesfomentanelsurgimientoyla consolidacin de estos modelos totalitarios38. 36 Este aspecto de las utopas platnica y marxista fue criticado exhaustiva y brillantemente por Sir Karl R. Popper, Die offene Gesellschaft und ihre Feinde (La sociedad abierta y sus enemigos), Munich: Francke 1975, vol. I: Der Zauber Platons (El hechizo de Platn), p. 170, 199, 224. 37 Cf.estos nexos enla obrams notable sobre lateora deltotalitarismo: Hannah Arendt, The Originsof Totalitarianism, New York / Londres: Harcourt Brace 1973, p. 323-334, 474-477. Cf. tambin: Karl Dietrich Bracher,ZeitgeschichtlicheKontroversenumFaschismus,Totalitarismus,Demokratie(Controversias histricascontemporneasentornoafascismo,totalitarismo,democracia),Munich:Piper1976.-Parala fundamentacin de una teora crtica del totalitarismo, hoy ms necesaria que nunca, cf. el volumen que pas desapercibido:WolfgangKraushaar,LinkeGeisterfahrer.DenkanstssefreineantitotalitreLinke (Izquierdistas alocados. Inspiraciones para una izquierda antitotalitaria), Frankfurt: Neue Kritik 2001. 38 Cf. el resumen de Omer Bartov, Utopie und Gewalt.Neugeburt und Vernichtung des Menschen (Utopa y violencia.RenacimientoydestruccindelHombre),en:HansMaier(comp.),WegeindieGewalt.Die modernen politischen Religionen (Sendas a la violencia. Las religiones polticas modernas), Frankfurt: Fischer www.ecdotica.com EndiferentespocasAristteles,ImmanuelKantyBertrandRussell39criticaronlos peligrosinherentesalautopaplatnica,quesederivandeldesprecioalpluralismo,dela impugnacin de todo poder intermedio y del carcter homogneo e uniforme atribuido a la sociedad perfecta del futuro, peligros contenidos en todas las variantes del marxismo40. Las opinionesdeestosgrandesfilsofos,muchomsdiferenciadasquelasdoctrinasutopistas, nos ayudan a comprender la naturaleza cambiante y compleja del poder poltico y a tomar una posicin intermedia entre el propsito de abolir el poder y la corriente de fortalecerlo a todacosta.Unsentidocomnguiadocrticamentenoshacereconocer,aunqueseaa regaadientes,quelorazonablesehallaentre(a)unaconcepcindelapolticacomoel juegoaleatoriodelpoderylarepresentacindelosinstintosbsicosdeautoconservacin, por un lado, y (b) la poltica como la ocupacin, razonable, noble y honorable per se, para hacer segura la convivencia humana, por otro. SegnconcepcionesqueprovienendesdelaAntigedadclsica,elplacerenelejercicio delpoderprovienedecapasprofundasdelalmahumana,deaquellasquenosacercanala esfera animal41. La abolicin o, por lo menos, el control racional del poder se revelaran en estecasocomoesfuerzosdedudosoalcanceyxito.Elpoderconformaraunafuentede 2002, pp. 92-120. 39 Aristoteles, Politik (Poltica), op. cit. (nota 7), p. 37 (= 1261a), 52 sq. (= 1266a); Aristoteles, lteste Politik (AntiguaPoltica),en:Hauptwerke(Obrasprincipales),compilaciondeWilhelmNestle,Stuttgart:Krner 1963,p.78sqq.;Aristoteles,berdasKnigstum(Sobrelamonarqua),en:Hauptwerke,ibid.,p.76; ImmanuelKant,ZumewigenFrieden.EinphilosophischerEntwurf(Sobrelapazperpetua.Unesbozo filosfico),enKant,Werke(Obras),compilacindeWilhelmWeischedel,Darmstadt:WBG1964,vol.9,p. 228;LordBertrandRussell,HistoryofWesternPhilosophyandItsConnectionwithPoliticalandSocial Circumstances from the Earliest Times to the Present, Londres: Allen & Unwin 1975, p. 131. 40LaincomprensindeMarxconrespectoalpluralismoengeneralyaladimensindeinstituciones democrticasenparticularapareceyaensusobrastempranas,consideradascomomsfilosficasymenos dogmticasquesusescritosposteriores.Cf.KarlMarx,ZurJudenfrage(Sobrelacuestinjuda),en:Karl Marx, Die Frhschriften (Escritostempranos), compilacin de Siegfried Landshut, Stuttgart: Krner 1964, p. 197. 41Segnalgunosteoremas,elEstadonoseraposterioralanaturaleza.ElEstado,yprecisamenteelque genera represin, no necesitara justificarse, porque sera el creador (y no una creacin histrica) de la sociedad humana.Cf.GuillermoFrancovich,Elodioalpensamiento.Losnuevosfilsofosfranceses,BuenosAires: Depalma1982,pp.75-78.-Laideatieneunantecedenteen:EtiennedelaBotie,berdiefreiwillige Knechtschaft des Menschen (Sobre la servidumbre voluntaria del Hombre), Frankfurt: EVA 1980, passim. www.ecdotica.com placer, tan fuerte y agradable como el goce ertico, y por ello tan difcil de domar o regular efectivamente. Por otra parte, Erich Fromm llam la atencin sobre la posibilidad de que el postuladodelaabolicindeprivilegiosydiferenciassocialesseatambinunaexpresin social de una envidia colectiva, que se disfraza como una tendencia asctica y puritana (por ejemplo:dirigidacontralosfenmenosdelacorrupcin)ycomoeldesigniopolticode terminarconprivilegiosquenoestnjustificadosracionalmente42.DesdeTucdidesylos filsofos sofistas se sostiene que la pasin por el poder constituye una magnitud estable, por comparacinalcarcterprecarioeinestabledelareligin,lamoralylasinstituciones43. BertrandRusselldefinielamoralpodercomounacualidaddehombrescreativose importantes44;amenudoelpoderaparececomounansiadereconocimientosocial,que fundamentalaposibilidaddeconformarsociedadeshumanasy,porende,deinducirel proceso civilizatorio45. Estos factores contradictorios y estos procesos histricos sorprendentes conducen a que un common sense, orientado crticamente46, se muestre escptico ante las utopas ms bellas y los intentos aparentemente ms racionales de reformar la sociedad. Pero hay que reconocer yvalorarelanhelopersistenteporconstruirunordensocialmsrazonable,postuladoque pertenecealosmsnoblesdesigniosdelserhumano,yalcualslohayqueacercarse 42 Erich Fromm, Haben oder Sein. Die seelischen Grundlagen einer neuen Gesellschaft (Poseer o ser. Los fundamentos psquicos de una nueva sociedad), Munich: dtv 1981, p. 86 sq. 43 El instinto de autopreservacin fundamentara lo primario que sera el poder, a que estaran subordinados todoslosedificiosdelamoralylapoltica.Estatesis,nadaoriginal,fuepostuladaporEtiennedelaBotie, PascalyLaRochefoucauldyrenovadaporFriedrichNietzsche,CarlSchmittyalgunosfilsofos postmodernistas. 44LordBertrandRussell,FormenderEnergieundFormenderMacht(Formasdeenergayformasdel poder),en:PanajotisKondylis(comp.),DerPhilosophunddieMacht(Elfilsofoyelpoder),Hamburgo: Junius 1992, p. 200.45 Alexandre Kojve, Die Begierde nach Anerkennung (El ansia de reconocimiento), en: Kondylis (comp.), ibid. (nota 44), pp. 192-194. 46 Theodor W. Adorno critic speramente el sentido comn prevaleciente en la opinin pblica, manipulable y con inclinaciones irracionales, pero reconoci basado en Hegel que el gran pensamiento especulativo no es algo totalmente diferente al common sense, sino que est basado en la autorreflexin de este ltimo. Theodor W.Adorno,ThesenberTradition(Tesissobretradicin),en:Adorno,OhneLeitbild.Parvaaesthetica(Sin imagenprevaleciente),Frankfurt:Suhrkamp1967,p.38;Adorno,Minimamoralia,op.cit.(nota32),p.89; Adorno, Stichworte. Kritische Modelle 2 (Apuntes. Modelos crticos 2), Frankfurt: Suhrkamp 1969, p. 148. www.ecdotica.com cuidadosamente con un bagaje de conocimientos y una vena de prudencia. De acuerdo a este sentido comn guiado crticamente, debemos rechazar la ocurrencia postmodernista de que latica,lareligin,lasinstitucionesyteoraspolticasconstituirannicamentelas invencionesdelosresentidosylosdbiles,invencionesquetratarandemitigarlaterrible situacin fundamental: el instinto de autoconservacin, la ley del ms fuerte y la voluntad de poder.Lamoralylasinstitucionestendranslovalorrelativoynopodran pretender que todos los hombres se rijan por ellas. Pero contra este gesto tan de moda, basado en Friedrich NietzscheyCarlSchmitt,quequiereexhibirunrealismoinexorable,sepuedeargumentar quetodosistemagubernamentalduraderorequiereindispensablementedeunalegitimidad tica.Ystamitigaelpodercrudoyhumanizaalargoplazoelejerciciodelmismo.Los mecanismosmodernizadosdelpoderylaadministracinestatalnoresultanefectivossiel ordensociopolticonodispone,almismotiempo,deunamoralquerefrenelaleydela selva.NopodemosvolveralJardndelEdnquepropugnanlosutopistas,peropodemos instaurarunmodelopolticoquenopretendalaabolicindelpoder,perossucontroly amortiguacin por medio de sistemas complejos y a la vez precarios, que nos liberen de la falsa contraposicin entre el instinto puro de poder y una tica razonable, pero impotente. www.ecdotica.com 2 Reflexiones sobre el sentido de la historia entreel optimismo doctrinario y el pesimismo relativista Durantelamayorpartedelahistoriauniversal,lascreenciasreligiosasylascomplejas construccionesdelostelogosbrindaronalahumanidadunaexplicacinquepareca coherente acerca de la meta y el sentido de su propia historia, pese a las penurias cotidianas. Hasta las teoras circulares del desarrollo histrico la eterna repeticin de los ciclos vitales podanserpercibidascomoportadoresdeunsentidosiunapoca,eldestinodeuna nacinyhastalosavataresdeunapersonaencajabandentrodelastradicionesreligiosase intelectuales del momento y del lugar. A partir del siglo XVIII y de la Ilustracin enfoques racionalistas sobre la evolucin parecieron brindar, a su turno, a la historia un claro carcter teleolgico, un designio universal que tuviera la meta de un orden regido por la razn y la libertad,loqueseraelmejorargumentoparaaseverarquelaevolucinhumanatieneun sentido racional y evidente. Eldesplieguesocio-histricodelHombreatravsdelossiglossehaencargadode socavaro,porlomenos,derelativizarestaconviccin.Frentealaamenazamundialque constituye la "humanidad organizada" para los propios seres humanos, sera, segn Theodor W.Adorno,unaactitudcnicaelpresuponerqueestaramosconstruyendodeforma premeditada y sistemtica un modelo estable de convivencia razonable. La historia universal noconducedelsalvajealahumanidadplena,aseverAdorno,perosdelahondaala www.ecdotica.com bombaatmica47.ElpensamientoadornianoculminaenlatesisdequelaIlustracin(un fenmeno"burgus")confundilalibertadconelinstintodeautopreservacin,tesis postuladasinmaticesyquerepresentaprobablementeunaexageracinpremeditadade TheodorW.AdornoyMaxHorkheimerconunobjetivopedaggico-histrico:elevitarla repeticin de la barbarie organizada de acuerdo a parmetros tcnico-cientficos. Dentro de estatendenciadelatempranaEscueladeFrankfurt,elprogresoylacivilizacinson equiparadossinmsauna"huidaantelanecesidad"48.Hay,porcierto,yaenelsigloXX suficienteselementosparaavalarestaconcepcinconlosdetallesdelacrnicadelos acontecimientos histricos, pero ella es totalmente inaceptable en su desmesura, aunque se trate de una argucia literaria con un loable fin didctico. Tres conjuntos de factores ponen en cuestionamiento la conviccin de que el decurso de la historiauniversalposeeunsentidopositivoyqueavanzapositivamentehaciaunprogreso creciente signado por el racionalismo y la democracia: (1) Durante el siglo XX se abri una brecha cada vez mayor entre el ncleo optimista de esta posicin y los padecimientos de todo tipo que sufrieron innumerables pueblos y grupos encasitodoelplaneta.MaxHorkheimer,retomandounaideadeorigenteolgico,seal que el desarrollo histrico, aunque terminase en un final feliz, no puede resarcir los agravios y la injusticia que tuvo que soportar la humanidad49. Se puede, evidentemente, explicar las causas de la angustia y el desconsuelo individuales y sociales, pero sera irracional el atribuir a la evolucin histrica un sentido universal que justifique ese sufrimiento y que, ms aun, localifiquedeimprescindibleparaconstruirylegitimarunplansalvficoqueintegrelos padecimientosenunatotalidadpositiva y exculpe exitosamente todas lashuellasdeldolor humano. 47 Theodor W. Adorno, Negative Dialektik (Dialctica negativa), Frankfurt: Suhrkamp 1966, p. 312 (Adorno dice textualmente "megabomba"). 48 Max Horkheimer / Theodor W. Adorno, Dialektik der Aufklrung. Philosophische Fragmente (Dialctica del iluminismo. Fragmentos filosficos), Amsterdam: Querido 1947, p. 54 sq. 49 Max Horkheimer, Materialismus und Metaphysik (Materialismo y metafsica), en: Horkheimer, Kritische Theorie(Teoracrtica),Frankfurt:Fischer1968,vol.I,p.47;Horkheimer,Anfngederbrgerlichen Geschichtsphilosophie (Comienzos de la filosofa burguesa de la historia), Stuttgart: Kohlhammer 1930, p. 92. www.ecdotica.com (2) La expansin de la razn instrumental ha generado frutos ambivalentes, muchos de los cuales son responsables por las calamidades contemporneas. La explosin demogrfica, la destruccindelmedioambiente,lasmigracionesmasivas,laestulticiadelconsumismo,la maleabilidaddelindividuoyotraslindezaspropiasdelordencontemporneoson impensablessinlosavancestecnolgicos,sinlademocratizacinyexpansindela informacin y sin el desencantamiento del mundo (como lo llam Max Weber), es decir sin la prdida del carcter religioso y mgico atribuido antiguamente a la naturaleza y a algunas actividadeshumanas.Eldesencantamientodelmundofueindispensableparala emancipacindelHombre,perotrajoconsigoladevastacindelanaturaleza,el empobrecimientodelimaginariointelectualyartsticoylasoledaddelindividuo.Siel mundodejadesersagrado,silaTierraseconviertesloenlabaseycanteraparalos designioshumanos,entonceselHombrepuedeydebeusarlaygastarlasingrandes miramientos.Laracionalidadinstrumentalhapromovidolaconsolidacindelmundo administrado(MaxHorkheimer),lacarreraarmamentista,ladestruccindelosbosques tropicales,laproliferacindelaviolenciapolticaylasguerrascivilesylaprdidade sentidoenlasvidasindividualesdelossereshumanos.Es,entonces,arduohablardela evolucin histrica como un camino siempre ascendente en pos de un progreso ilimitado. (3)Lasreglasticasdecarcteruniversalistaylasgrandesnormativassociopolticas provenientes del racionalismo y la Ilustracin funcionan muy bien en la esfera de la teora, pero exhiben una naturaleza precaria cuando son confrontadas con las peculiaridades de la culturaylahistoriadelasnacionesextra-europeas.AfinesdelsigloXXycomienzosdel XXI,simultneamenteconeldesplieguemsnotabledelacienciaylatecnologaanivel mundial y de manera paralela a la modernizacin de casi todos los espacios geogrficos del planeta,seexpandeunaoladefundamentalismoreligioso,autoritarismopolticoy reivindicaciones nacionalistas y populistas, ola que parece proceder de etapas muy pretritas y superadas del irracionalismo y el atavismo. El mbito de lo Otro y de los particularismos ha mostrado una resistencia inesperadamente fuerte contra las mencionadas creaciones de la civilizacin occidental, que constituyen sin duda uno de los logros ms eminentes de toda la evolucin humana. Su impugnacin de parte de dilatados sectores sociales, credos religiosos www.ecdotica.com ymovimientospolticosesporelloalgoespecialmentedolorosoparatodoespritu esclarecido. Y, sin embargo, hay que hacer un inmenso esfuerzo racional buscando modelos de convivencia permanente con estos grupos. Losgrandesexperimentossocialistas,comoelquedurde1917a1991,exhibanuna pretensin altiva y vigorosa de encarnar la racionalidad histrica y de acercarse intencionada ysistemticamentealfindiscernibledelahistoriauniversal.Ladoctrinaquesubyacea todosestosenfoquesdefilosofadelahistoria,sobretodoalmarxista,presupona(y presupone) un movimiento perenne linear-ascendente de la evolucin humana, a la cual slo selepodaatribuirunsentidoracional,unvocoyprogresista.Envistadelosfracasos generadosporlosgrandesmodelossocialistashasta1989-1991ytambinarazdela mediocridad que emana de los experimentos neoliberales, a comienzos del siglo XXI surgen otravezdiferentesintentosdereavivarlatradicinsocialista,peroconunatnicadbily diluidayconayudadeteorasalamodaquecelebranlapluralidaddeparadigmas evolutivos y la conjuncin de socialismo y populismo50, teoras que niegan "el esencialismo de la concepcin mesinica del proletariado"51 y que reniegan asimismo de un sentido claro de la historia universal52. Estos socialismos "hermenuticos", "postmodernos", "pluralistas", "multiculturalistas",obviamente"populistas","participativos"y"solidarios",seadhierena lasdoctrinascontemporneasdelpostmodernismosobreeldescentramientodelsujeto, pretendentenerunanuevavisincrticadelaracionalidadtcnico-cientfica,aplaudenla "irrupcindelgnero"ydelosdifusosmovimientossocialesyhastapropugnanuna perspectivarelativistayanti-historicista53.Portodoelloesclaroqueestasdoctrinasse 50 Ernesto Laclau, La razn populista, Buenos Aires: FCE 2005. 51Cf.JessPuerta,Delsocialismocientficoalsocialismohermenutico,en:RELEA.REVISTA LATINOAMERICANADEESTUDIOSAVANZADOS(Caracas),N22,julio-diciembrede2005,pp.93-122, especialmente pp. 118-121. 52Ibid.,p.118:"Ladeconstruccindetodouniversalismo"incluyelacrticadela"nocinmodernadela Historia (nica, progresiva, sucesiva, acumulativa)".53RigobertoLanz,Debatesobrelossocialismos.Delsocialismodelamodernidadalpostsocialismo,en: RELEA,N22,julio-diciembrede2005,pp.145-170;estasconcepcionesestnbasadasen:MichaelRyan, MarxismandDeconstruction,Baltimore:JohnsHopkinsU.P.1982;ErnestoLaclau/ChantalMouffe, Hegemonayestrategiasocialista,Mxico:FCE2003;JudithButleretal.,Contingencia,hegemona, universalidad, Mxico: FCE 2004. www.ecdotica.com adaptanmuybienalasmodasdeldayadoptanexitosamentesuvocabularioysusideas centrales,peronologranformularnuevamenteunaalternativasocialista-marxistaquesea slida y creble. Es importante mencionar este aspecto porque en este campo terico saltan a la vista los problemas y las consecuencias de doctrinas que abominan de todo universalismo, querehsantodaideadeevolucincomohistoriaprogresiva,sucesivayconacumulacin cognoscitiva y que, por ende, rechazan en el fondo todo sentido discernible de la historia. Si lanuevaopcinsocialistaesslounavoluntadpolticaentremuchasotrasysiarticula nicamenteuninterscontingenteyfortuito,este"socialismoenclavepostmoderna"se convierte, en el mejor de los casos, en "una pulsin tica de dignidad"54, que carece de todo contornoespecficamentepoltico.Laactividadpolticatomaentonceslaformadeuna representacinaleatoriadeinteresesmomentneos(comolamayoradelosmovimientos sociales),queestnenunapugnaoscuraenposdeobjetivosquenopuedenserdefinidos ntidamenteyquenoaspiranatenerunafundamentacinallendelameraexistenciadel momento. La opcin socialista pierde as toda pretensin de verdad, todo derecho a encarnar una alternativa que se diferencie substancialmente de otras lneas ideolgicas. ComoanotSirKarlR.Popper,losregmenessocialistascontribuyeronaconfirmarla opinin pesimista de que la evolucin prctico-poltica representara en realidad "una cadena de crmenes y masacres de ndole internacional"55. La historia como el sinsentido universal de la crueldad y la estulticia es una creencia de larga data en la historia de las ideas (con un probablencleodegnosticismoprimigenio),perotambinfuecompartidaporalgunos ilustradosdelsigloXVIII,comoEdwardGibbon56.Estaconcepcinpesimistasobrela historia y, en realidad, sobre los asuntos humanos se muestra escptica ante un sentido transparente,positivoyprogresistadelaevolucinuniversal.Ensusversionesms desilusionadas este enfoque presupone que la depravacin humana se ha convertido en una 54 Jess Puerta, op. cit. (nota 5), p. 119, 121. 55KarlR.Popper,HatdieWeltgeschichteeinenSinn?(Tieneunsentidolahistoriauniversal?),en:Hans MichaelBaumgartner/JrnRsen(comps.),Seminar:GeschichteundTheorie.UmrisseeinerHistorik (Seminario: Historia y teora. Esbozo de historiografa), Frankfurt: Suhrkamp 1976, p. 318. 56 Edward Gibbon, The Decline and Fall of the Roman Empire, compilacin de Frank C. Bourne, New York: Dell 1963, p. 72. www.ecdotica.com prcticacotidianainescapable,queesvisualizadatoricaypopularmentecomola perennidaddelmalenelmundo.Pesealaenormecantidaddedatosempricosquela sustentan,nosepuedeaceptarqueestaposicinextremayextremistasealanica explicacin vlida de la historia universal. Por otra parte hay que mencionar que destacados pensadores han postulado la tesis que por debajodelprocesodelacivilizacinfluyeundesarrollosubterrneoqueconllevauna servidumbre del cuerpo y del espritu, la "introversin del sacrificio", que puede alcanzar un alto grado de refinamiento. La conclusin de esta doctrina termina en el teorema de que "la historiaesrenuncia"57.Aunquemuyelemental,estaconcepcinhasidopropugnadapor preclarospensadoresadscritosadistintastendenciasdelracionalismo.Siestoesas, significaraquetododesarrollopuedeservistotambincomounempobrecimiento sistemticoypermanentedeunanaturalezahumanapotencialmentemsrica.Una interpretacinactualdeestaconcepcindeHorkheimeryAdornoenelcampodela ecologa asevera que todo intento por domear la naturaleza provoca reacciones de la misma quederivanendesarregloscrecientesdelmedioambiente58.Llevadaasultima consecuencia, esta doctrina nos conducira a la pasividad total. Aunque existen muchsimos testimoniosparaapuntalarestaopinin,sepuedeasimismoconstruirunaseriede argumentosslidosparasostenerlocontrarioo,msadecuadamente,paramatizarambas posiciones. La discusin en el campo de la filosofa de la historia, que dista mucho de haber arribado a resultados unnimes, nos muestra lo arduo que es postular una direccin clara y un sentido discernibledelahistoriamundial,perotambinloirrisorioqueesnegartodoprogreso patente y toda jerarqua aceptable en la constelacin de los modelos civilizatorios. El mismo hechodequeexistaunlargoeintensodebatesobreelsentidoyelfindelahistorianos 57 Horkheimer / Adorno, op. cit. (nota 2), p. 71. 58 Jos Javier Esparza, Pensar la ecologa ms all de la modernidad, en: EL MANIFIESTO (Barcelona), vol. II, N 4, octubre-diciembre de 2005, pp. 8-16, especialmente p. 12: "Por supuesto, lo trgico es que, pese a todo, no tenemos ms remedio que combatir la coaccin natural para sobrevivir. En esta figura puede resumirse la condicin del hombre contemporneo".www.ecdotica.com sugierequehemosalcanzadounestadiomsricoenintentosdeautocomprensinqueen pocasanteriores,cuando,porejemplo,lahumanidadluchabaporlamerasupervivencia fsica.Losavancesenlacienciamdicaunidosaunainnegableprolongacindela esperanzadevida,unabuenapartedelosadelantoscientficosytcnicosyelmayor espacio alcanzado por la vigencia de los derechos humanos representan factores (escogidos enestetextoaleatoriamente)quepodransustentarlaideadeunprogresomodesto,pero manifiesto en la historia universal. Esta tesis vale sobre todo para un segmento temporal de laevolucinhumanaparticularmenteapartirdelsigloXVIII,peronoalcanzapara postular un plan predeterminado vlido para todo espacio y tiempo. En este contexto es til mencionar que a las doctrinas racionalistas les va muy bien cuando se consagran a la fundamentacin de normas abstractas, pero en la praxis cotidiana y en la comprensindeconflictosgeneradosporfactoreshistrico-culturales,estasteorasno puedenocultarsuslimitaciones.Hastalosesfuerzosmsnotablesdelracionalismo contemporneo,comolosenfoquesdeJrgenHabermasyAxelHonneth59,poseen insuficiencias evidentes. No es causal que todo el contexto del presente haya dado lugar al enormeflorecimientodelasconcepcionespostmodernistasyafines.Cuandolasnormas universalistas, fundamentadas por el discurso racionalista e ilustrado, son confrontadas con gravesdilemasmulticulturalesyconflictosinterculturalesdeviejadata,nocontribuyena encontrarsolucionesadecuadasalanaturalezacompleja,ambiguaycambiantedelos conflictos,particularmenteenelTercerMundo.Lasnormasuniversalistaspueden evidentemente ayudar a resolver problemas en sociedades democrticas, pero su aplicacin prctica es dificultosa en aquellos pases donde las normativas racional-democrticas tienen unapresenciaexigua.Estasnormativasracional-democrticasslopuedensertilesen sociedadesdondelastradicionesculturalesyaestnimpregnadasdelesprituracional- 59JrgenHabermas,ErluterungenzurDiskursethik(Explicacionessobrelaticadiscursiva),Frankfurt: Suhrkamp 1991; Habermas, Die Einbeziehung des Anderen. Studien zur politischen Theorie (La inclusin de lo Otro.Estudiosdeteorapoltica),Frankfurt:Suhrkamp1996;AxelHonneth,KampfumAnerkennung.Zur moralischenGrammatiksozialerKonflikte(Laluchaporelreconocimiento.Sobrelagramticamoraldelos conflictos sociales), Frankfurt: Suhrkamp 1996. www.ecdotica.com democrtico: la aplicabilidad de este discurso presupone la vigencia bsica de las normativas racionalistas, como asever Benjamin Schwenn60. Paraevitarunmalentendidomepermitorepetirelargumentodeesteacpiteconotras palabras.Laevolucinhistricanotieneprobablementeunalneapositivadeascenso perenne hacia periodos siempre mejores, ascenso orientado por una meta discernible como sentidodetodoeldesenvolvimientohumano.Lasfilosofasdelahistoriadeorigen hegeliano,comtianoymarxistapartandeesteconceptocentral.Sepuedendetectartanto aspectospositivoscomonegativosduranteeldesplieguehistrico,siendomuydifcil sopesar la influencia y la relevancia de ambos a largo plazo. No hay duda de la existencia de los elementos positivos y progresistas en numerosos procesos evolutivos, pero stos se dan paralelamenteamuchosaspectosnegativosyretrgrados.Porejemplo:larevolucin neoltica(paranohablardeotrasgrandescesurashistricas)significelcomienzodela agricultura y del carcter sedentario del ser humano, lo que posibilit decisivamente lo que despus se llam civilizacin. El surgimiento del neoltico, que puede ser considerado como elcortemsimportanteentodalaevolucinhumana,trajoconsigoasimismoelementos negativos o, por lo menos, ambivalentes: el incipiente dominio sobre la naturaleza condujo a sudepredacin;elsurgimientodejerarquassocialesgenerenvidiaymiedocomo sensacionesbsicasdelHombre;yelprincipiodelaterritorialidadtransformalosseres humanosencriaturasagresivas,autoritariaseintolerantes61.Eneldesenvolvimiento evolutivodelosgrandessistemasreligiososClaudeLvi-Strausspercibitambinuna regresin permanente; en una de las religiones ms jvenes, el Islam, se dara la conjuncin obligatoriaeinescapabledelordenmundanoconelmbitoreligiosoyporelloelgran retrocesohistricoqueeslatransformacinreductoraysimplificadoradepolticaen teologa62. 60 Benjamin Schwenn, Lateinamerika und der Begriff der politischen Kultur. Ein Beitrag zur Dezentrierung der Demokratietheorie (Amrica Latina y el concepto de cultura poltica. Una contribucin al descentramiento de la teora de la democracia), Frankfurt: Vervuert 2003, p. 99, 131. 61Paraestateoracf.LotharPaul,GesetzederGeschichte.GeschichtslogischeRekonstruktionzur Ortsbestimmung der Gegenwart (Leyes de la historia. Reconstruccin histrico-lgica para determinar el lugar del presente), Weinheim / Basilea: Beltz 1978, p. 260 sqq. 62ClaudeLvi-Strauss,TraurigeTropen(Tristestrpicos),Frankfurt:Suhrkamp1978,p.404sq.-Enla www.ecdotica.com Parahablarcabalmenteacercadelsentidodelahistoriaoparanegarlofehacientemente, staltimadeberahaberconcluidocomototalidad.Slosisetratasedealgocerradoy terminado,podramosponderaradecuadamentesuslogrosyaciertosyanalizartodassus consecuencias,incluyendosusirradiacionessobreperiodosposteriores.Lapreguntaporel sentidodelahistoriauniversal(osurechazobienfundamentado)presupone,entonces, conocerexhaustivamentesutotalidad.Yunahistoriaquemerezcagenuinamenteese nombre debera incluir todos los esfuerzos y los sufrimientos de los seres humanos, y no una seleccin de los mismos, siempre arbitraria, lo que resulta ser una construccin terica entre otras.Y,finalmente,quienpercibaycomprendacabalmenteesahistoriauniversaldebera estar fuera de la evolucin y poseer un saber que podramos llamar atemporal63. Basadosenesosfactoreslaexistenciadevariashistorias,laimposibilidaddeuna perspectiva extratemporal y los infortunios de la evolucin que hubo hasta ahora , Theodor Litt,KarlR.Popperyunalargalistadeilustrespensadoresafirmaronquenosepoda atribuirunsentidodiscerniblealahistoriauniversalencuantorecuentoglobaldetodolo acaecido. Y si no hay un sentido positivo y rescatable, tampoco se puede hablar de un fin o de una intencin racional de la evolucin en su totalidad64. El postulado de leyes y periodos obligatoriosytambinlaprescripcinde"tareasineludibles"deldesarrollohistrico (ocupacionescentralesdecasitodaslasvariantesdelmarxismo65)quedanentoncessin nica mencin del Islam en la obra de Theodor W. Adorno (y probablemente de toda la Escuela de Frankfurt), secriticaenelsenodeesa"religiosidadmilitante"lareconciliacininmediatade"esprituyexistencia". Horkheimer / Adorno, op. cit. (nota 2), p. 31.63TheodorLitt,DieFragenachdemSinnderGeschichte(Lapreguntaporelsentidodelahistoria), Munich:Piper1948,p.16.-Cf.laobraclsica:JohannesThyssen,GeschichtederGeschichtsphilosophie (Historia de la filosofa de la historia), Bonn: Bouvier 1970. 64Litt,ibid.,p.30sqq.;KarlR.Popper,HatdieWeltgeschichteeinenSinn?,op.cit.(nota9),p.317; Leonhard Reinisch (comp.), Der Sinn der Geschichte (El sentido de la historia), Munich: Beck 1974; Arthur C. Danto, Analytische Philosophie der Geschichte (Filosofa analtica de la historia), Frankfurt: Suhrkamp 1980, pp. 22-24; Wilhelm Schapp,Philosophie der Geschichten (Filosofa delas historias), Frankfurt: Klostermann 1981, passim. 65 Para una versin diferente cf. Jrgen Habermas, Zwischen Philosophie und Wissenschaft: Marxismus als Kritik (Entre filosofa y ciencia: marxismo como crtica), en: Habermas, Theorie und Praxis (Teora y praxis), Neuwied: Luchterhand 1963, p. 211 sqq.- Habermas afirm que segn el marxismo original la historia no sera unprocesocerrado.Elsentidodelamismaseabrirayseexhibiratericamentecuandolossereshumanos www.ecdotica.com ningunabaselgica.Ladoctrinamarxistaortodoxa66,prevalecienteenelllamado socialismoreal,considerquecualquiercuestionamientodelsentidoydelprogresodela evolucinhumanaseraunamuestradeundetestablepesimismohistricoyuna manifestacin obvia de la crisis general del capitalismo67. Peroaunsilahistoriauniversalnotiene sentido, podemos atribuirle uno a determinados espaciosyaciertosesfuerzospolticos,socialesyculturalesdelaevolucinhumana.La vocacindelHombreestalvezbrindarunsentidoprovisorioaununiversosinsentido aparente,aunqueestaopinindebeserigualmenterelativizadaysometidaaltamizdela crtica.Asimismopodemosydebemosmanifestarjuiciosvalorativosentornoaetapas histricasmsomenosdelimitadasyrealizarcomparacionesentrediferentesvasdel desarrollo. Basados en fuentes confiables y en esfuerzos tericos sometidos al escrutinio de la ciencia, podemos analizar crticamente los procesos transcurridos hasta hoy. Karl Lwith sostuvo que la renuncia estoica a admitir un sentido de la evolucin universal y, por lo tanto, el abandono de una certidumbre absoluta acerca de nuestro devenir, nos abre la posibilidad de perspectivas de sentido no dogmticas, restringidas a periodos y espacios determinados68. Esto no es un dbil consuelo para compensar la prdida de pautas de orientacin seguras y confiables,peroconstituyeuncaminomsomenosaceptablehaciaanlisisy comparaciones histricas y hacia el establecimiento de metas parciales dentro de un espritu racionalyhumanista.Losmuydistintosmodelosdeconvivenciahumanaquehansurgido hasta el presente, donde la desilusin es el factor predominante, deben ser percibidos segn unapticapragmtica,quepuedajuzgarsusresultadosconcretossegnsuxitoofracaso puedanconformarlaconvoluntadyconsciencia.Yaslafilosofadelahistoriademostraraaposteriorila legitimidaddesuspresuposiciones.-Cf.tambinHelmutFleischer,MarxismusundGeschichte(Marxismoe historia), Frankfurt: Suhrkamp 1969, passim. 66Ortodoxiaestablecidaconayudadelpoderpolticoydelasarmas.Esdecir:ortodoxiacomoprestigio enteramente convencional..., pero muy efectivo a lo largo de muchas dcadas. 67 Cf. la obra de la ortodoxia canonizada: Georg Klaus / Hans Schulze, Sinn, Gesetz und Fortschritt in der Geschichte (Sentido, ley y progreso en la historia), Berlin/RDA: Dietz 1967, p. 103. 68KarlLwith,Elhombreenelcentrodelahistoria.BalancefilosficodelsigloXX,Barcelona:Herder 1997, passim.- Sobre la vida y obra de Lwith cf. Wiebrecht Ries, Karl Lwith, Stuttgart: Metzler 1992; y la celebradabiografaintelectual:EnricoDonaggio,Unasobriainquietud.KarlLwithylafilosofa,Buenos Aires: Katz 2006. www.ecdotica.com para facilitar la vida humana cotidiana y no de acuerdo a la cercana o distancia que dichos fenmenos tengan con respecto a un objetivo de la historia preestablecido de antemano. Enestecontextohayquesealarquelacuestinmismadelsentidodelahistoriaha sufridoenormesmodificacionesenelcursodeltiempo.Losgriegos,comonosrecuerda KarlLwith,renunciaronsabiaymodestamenteaindagarsilahistoriatenaunsentido discernible,puestoqueestabanconmovidosporel"ordenvisibleylabellezadelcosmos natural". Desde tiempos inmemoriales el pensamiento teolgico judo y cristiano introdujo, segn Lwith, la cuestin "desmesurada" en torno al sentido de la historia69. Juntoconelconceptodehistoriaesinnegablequelaideagrecorromanadecosmosha sufrido tambin una notable transformacin a travs del estudio de la Biblia, especialmente detectable en los escritos de San Pablo y San Juan;