eugenesia e higiene mental talak

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Eugenesia e higiene mental: usos de la psicologa en la Argentina, 1900-1940Ana Mara Talak (UBA, Argentina)

Captulo de: Miranda, Marisa y Vallejo, Gustavo, Darwinismo social y eugenesia en el mundo latino, Siglo XXI de Argentina Editores, Buenos Aires, 2005, pp. 563-599.

1. Introduccin. Los trabajos que se han ocupado de la higiene mental en la Argentina[1], han indagado sus orgenes fundamentalmente en las dcadas de 1930 y de 1940, debido a que fue en ese momento cuando el movimiento se organiz institucionalmente, con la fundacin de la Liga Argentina de Higiene Mental en 1929. Mientras la higiene mental fue un movimiento que naci en Estados Unidos por un impulso que vena de fuera de los hospicios y ctedras de psiquiatra, y que acentuaba el papel de los factores ambientales, en la Argentina el movimiento de higiene mental fue esencialmente psiquitrico, y se desarroll sobre la base de ideas eugensicas ya presentes. Las ideas de higiene mental y eugenesia, se desarrollaron en el marco de un conjunto de saberes y prcticas ms amplio, que se conoci como medicina social. Esta disciplina intent la coordinacin de los conocimientos e intervenciones teraputicas individualizadoras con la consideracin de sus efectos en la poblacin, privilengiando la mirada global y subordinando a sta la valoracin de las intervenciones individuales. De ah que en su definicin misma se presentara como una funcin del estado y requiriera de un proyecto poltico. Esta idea de preservacin de la sociedad como un todo, ms all de la simple suma del bienestar de cada integrante individual, puso en primer plano las nociones de higiene y profilaxis, como metas inherentes del nuevo modelo mdico. Sin embargo, mientras la nocin de higiene estaba asociada al mejoramiento de las condiciones ambientales para evitar o minimizar la aparicin de enfermedades o anomalas en la sociedad presente, la nocin de profilaxis aluda a las intervenciones que buscaban a travs de medios selectivos desterrar en el presente los elementos perniciosos para la sociedad futura (eugenesia). Cmo se han articulado los discursos especficos de la higiene mental y la eugenesia, centrados respectivamente en lo social y en lo biolgico? Qu papel cumpli en estas articulaciones discursivas el nuevo saber psicolgico desarrollado en la Argentina? Para contestar estas preguntas es necesario tener en cuenta una historia de ms largo alcance, que vincule el movimiento de la higiene mental en Argentina, que insista en el valor del diagnstico precoz y en la necesidad de intervenir sobre las costumbres de la sociedad, con el pensamiento psicosocial de fines del siglo XIX y principios del siglo XX (cuyas expresiones pueden verse en las obras de Jos Mara Ramos Meja y Carlos Octavio Bunge) y con el discurso y las prcticas de un higienismo que, desde el ltimo tercio del siglo XIX, impregn las instituciones mdicas y se asoci a la organizacin del estado. En segundo lugar, la indagacin del papel de la psicologa en estas articulaciones debe tener en cuenta que la produccin de discursos acadmicos en tanto "saberes psicolgicos" se hizo desde diferentes disciplinas y profesiones ya conformadas (medicina y psiquiatra, criminologa, educacin). Estos diferentes mbitos de produccin, definidos con independencia de la psicologa como disciplina y como

profesin, actuaron orientando la seleccin y la interpretacin de las lecturas de obras extranjeras, determinando la importancia prctica y terica de ciertos abordajes frente a otros. Se indagar especialmente la articulacin entre estas condiciones locales y los desarrollos efectivos de los saberes y prcticas de intervencin psicolgica. Por ltimo, las preguntas planteadas slo pueden abordarse desde una historia que explore los temas propuestos en los cruces disciplinares mencionados. Al hablar de cruces disciplinares, utilizo la palabra "disciplina" en un doble sentido. Por un lado, como disciplina de conocimiento, como una divisin del trabajo intelectual reconocida como tal, desde dentro y desde fuera de la misma disciplina, que tiene su propio orden interno en la organizacin de los contenidos y en la jerarquizacin de los criterios que otorgan significatividad a ciertos problemas, a la vez que permiten formularlos, y de los criterios de legitimacin de los conocimientos que se producen desde la ciencia para responder a esos problemas[2]. Pero hay otro sentido que est presente tambin, y tiene que ver con las disciplinas como dispositivos, que establecen redes de relaciones especficas entre elementos heterogneos, ya no solo discursos, compuestos estos por proposiciones cientficas, filosficas y morales, sino tambin prcticas institucionales, arquitecturas, reglamentos, etc. Este segundo sentido de disciplina muestra las dimensiones discursivas y prcticas de los saberes y nos conduce a indagar cmo contribuyen a modelar las subjetividades humanas[3]. Teniendo en cuenta esta heterogeneidad, este trabajo se centra ms especficamente en los cruces disciplinares desde una historia de la psicologa, entendida como historia de la ciencia, que aporte a una historia de las ideas de eugenesia en la Argentina. 2. Los primeros desarrollos de la psicologa en la Argentina. Los primeros estudios universitarios de psicologa en la Argentina (en Buenos Aires a partir de 1896, en La Plata a partir de 1906) asumieron la orientacin de la "nueva psicologa" como ciencia positiva basada en la experiencia. Si bien en principio se consideraban vlidos todos los mtodos que permitieran el acceso a la misma, la experimentacin apareca como el camino ms seguro para legitimar como "cientfico" este estudio de la experiencia frente a otros campos ya consolidados. As, la expresin "psicologa experimental" se us muchas veces como sinnimo de "psicologa cientfica". Ms all de la identidad unificada a la que alude la expresin "psicologa experimental", se constata una diversidad de concepciones y de prcticas, tanto en relacin con cuestiones tericas y metodolgicas como en relacin con el mbito acadmico-institucional en el que se desarrollaron. Estos desarrollos seguan de cerca, pero con problemas e improntas locales, las diversas tradiciones de psicologa acadmica y sus usos profesionales que se venan desarrollando desde las ltimas dcadas del siglo XIX en Europa y en Estados Unidos. Quienes se ocuparon de las primeras ctedras universitarias de psicologa, tanto en la Universidad de Buenos Aires (Horacio G. Piero, Jos Ingenieros) como en la Universidad de La Plata (Vctor Mercante, Rodolfo Senet) se abocaron a fundar institucionalmente un desarrollo "positivo" de la psicologa, y en esa direccin se lograron resultados concretos, en la orientacin de las ctedras y en la creacin de laboratorios de psicologa experimental. En general se llamaba "experimental" a todo abordaje que permitiera el estudio controlado de la experiencia, y posibilitara conocimientos "psicolgicos". As se consideraba experimental: . las investigaciones psicofisiolgicas y de tiempos de reaccin;

. las observaciones clnicas o "mtodo patolgico" (que consista en considerar las patologas como variaciones producidas por la naturaleza, en vez de por el investigador); . las observaciones de la conducta humana y su comparacin con los comportamientos animales, estableciendo analogas onto y filogenticas; . las investigaciones psicopedaggicas, que se basaban fundamentalmente en el uso de cuestionarios y el anlisis estadstico de sus resultados. La bsqueda de un reconocimiento del carcter cientfico de la psicologa llev a destacar discursivamente el valor del mtodo experimental, y estimul la creacin de espacios acadmicos dedicados explcitamente al desarrollo de la orientacin experimental en psicologa (ctedras y laboratorios). Pero la necesidad de fundar cientficamente la psicologa no tena que ver slo con el inters "desinteresado" en la produccin de conocimiento cientfico. En estas primeras dcadas estaba presente en los hombres que se dedicaban a los nuevos saberes sociales, un inters explcito de fundar cientficamente prcticas de intervencin racional sobre las problemticas sociales e individuales que afectaban los procesos de modernizacin de la sociedad y del estado argentino en ese perodo, que contribuyeran al modelamiento y organizacin de la poblacin, que participaran en la construccin de la nacin. El conocimiento psicolgico de la evolucin individual y de las sociedades, de sus manifestaciones patolgicas, era postulado como la base cientfica a partir de la cual los educadores, los padres, los polticos, los intelectuales y los hombres de ciencia podran "deducir" las formas ms eficaces de intervencin. Es en este contexto que se pens en la psicologa como un saber fundamental, como una "ciencia primera", y fue desde este diseo que los saberes psicolgicos se insertaron y fueron requeridos por diversas prcticas profesionales en la solucin de problemas concretos, pero que desbordaban las definiciones acotadas de cada disciplina. 3. Higienismo e higiene mental en la Argentina. La higiene mental no puede desvincularse del movimiento higienista desarrollado en la Argentina desde el ltimo tercio del siglo XIX. Los lderes del higienismo se presentaban como los profesionales idneos para enfrentar los problemas asociados a la "cuestin social"[4], propios de las sociedades occidentales rpidamente urbanizadas: aumento de la delincuencia y la prostitucin, de la marginalidad y la pobreza, problemas de vivienda y hacinamiento, y ms tarde tambin, los conflictos obreros, asociados a ideas anarquistas y socialistas. El reclamo de reformas de los mdicos higienistas cobr significacin luego de la epidemia de 1871, que mostr el equipamiento precario para las emergencias sanitarias de la ciudad de Buenos Aires. El higienismo form parte entonces de un discurso sobre el progreso y la civilizacin, que intentaba implementar una poltica de construccin del Estado y la nacionalidad "desde arriba". Las medidas preventivas y disciplinadoras propuestas, se ocupaban tanto de lo tcnico como de lo moral, mostrando una continuidad entre medicina y poltica, que asociaba la salud fsica y moral a las caractersticas permanentes de la nacin[5]. La medicina ligada al estado propona sus intervenciones como una tarea nacional que fundaba a su vez la intervencin estatal sobre la marginalidad, como diferentes formas de desorden pblico. La presencia y la autoridad de la medicina legitim la representacin en trminos mdicos de temas originalmente fuera de su dominio cientfico. La sociedad vista como un organismo y los conflictos sociales entendidos en trminos de patologas, de enfermedades infecciosas y contagiosas, marcaron discursos tanto de las elites dirigentes como de

artculos periodsticos y de la literatura. Dentro de este marco de pensamiento fueron abordados ciertos temas sociales y polticos, en trminos de la degeneracin producto o causa de ciertas costumbres sociales viciosas (como el alcoholismo), de la delincuencia, de la mezcla de razas, de las ideas anarquistas, etc. En este contexto surgieron formas de estudiar y prescribir soluciones a los problemas del delito, de la educacin, de la locura, de la anormalidad infantil, que dieron una impronta caracterstica y comn a las diversas disciplinas cientficas que fueron desarrollndose, como la criminologa, la psicologa, la psicologa evolutiva, la pedagoga, la psiquiatra y la psicopatologa, y las ciencias sociales en general. En este pensamiento genricamente positivista, fue comn el entrecruzamiento de modelos biolgicos y sociolgicos para entender las relaciones organismo-medio, dentro de una concepcin evolucionista. Si bien el "medio" abarcaba tanto el ambiente fsico como el social, el programa mdico higienista privilegi las intervenciones sobre el medio entendido en trminos sociales[6]. Sin embargo, el modelo organismo-medio presente en la comprensin de las relaciones sociales, de la evolucin psicosocial y de la gnesis de la psicopatologas, vea la accin del medio como favorecedora o desencadenante de lo que ya estaba presente como predisposicin en los organismos, considerados ya constituidos individualmente. De esta manera, no haba en este pensamiento psicosocial la idea de una formacin o construccin social de lo humano mismo ni de sus capacidades psicolgicas. Lo natural, como lo dado y lo constitucional, y, en cierta forma, independiente de lo social, es modificable slo en la medida en que el medio puede permitir su evolucin esperable, obstaculizarla, o bien, corregirla o atenuarla. Estas ideas sobre las relaciones organismo-medio, permanecieron en el modelo de la higiene mental en la Argentina, favoreciendo su articulacin con ideas eugensicas y dndole una impronta local a este movimiento, diferente de los desarrollos de la higiene mental en Europa y Estados Unidos. La higiene mental naci en Estados Unidos, fundamentalmente a partir de la obra de un ex paciente, Clifford Beers, el cual, a partir de su propia experiencia de internacin en un manicomio, escribi un libro (A Mind that Found Itself) que alcanz gran difusin y promovi la creacin de un Comit Nacional para la Higiene Mental en 1909[7]. Tuvo su primer apoyo en fundaciones privadas y apunt en sus comienzos a la reforma de los manicomios y a humanizar el tratamiento de los internados. Las experiencias psiquitricas de la Primera Guerra Mundial contribuyeron a renovar la psiquiatra y a buscar herramientas psicoteraputicas y modelos preventivos. La necesidad de responder a los problemas creados por la guerra (tanto por el tipo de trastorno como por la cantidad de personas afectadas), favoreci la organizacin de la disciplina a nivel nacional: la organizacin estatal de los neuropsiquitricos sigui los lineamientos del Comit. Esto brind las bases para la declinacin de la psiquiatra organicista, asentada en las tesis de la herencia y la degeneracin, para una renovacin de la psiquiatra, tanto en sus temas como en sus mbitos de accin fuera de los manicomios, y establecieron las condiciones para una recepcin eclctica del psicoanlisis en los Estados Unidos[8]. En 1919 se cre un Comit Internacional para la Higiene Mental, en 1930 se realiz el primer congreso internacional en Washington, en 1937 el segundo en Pars y en 1948, despus de la Segunda Guerra Mundial, el tercer congreso en Londres, con el cual la higiene mental se reorient hacia lo que se denomin el movimiento de la salud mental. De todo esto emergi una visin sobre el tratamiento de los desrdenes neurticos y mentales en general que puso el nfasis en el papel de los factores ambientales y se minimiz no slo el papel de la herencia, sino incluso de lo que sola llamarse "disposicin" (en la que intervenan tambin las experiencias infantiles). Cobraron mayor significacin y visibilidad los factores emocionales y los

vnculos interpersonales en una concepcin del sntoma como reaccin a situaciones conflictivas. Esto contribuy al desarrollo y utilizacin de procedimientos psicoteraputicos alejados del mbito del hospicio, y que planteaban como meta posible la curacin. En Argentina, el movimiento de la higiene mental tuvo algunas caractersticas diferentes. La primera es que naci en el manicomio y en la ctedra de Psiquiatra, es decir, estuvo a cargo de aquellos que participaban y conducan una psiquiatra fundada en el internamiento y la custodia (por ejemplo, Arturo Ameghino y Gonzalo Bosch). Los que dirigan los hospicios estaban a cargo a su vez de la enseanza universitaria. En segundo lugar, hacia los 30, cuando el movimiento de higiene mental se organizaba en la Argentina, en el plano internacional ya predominaban las versiones ambientalistas, salvo en Alemania y los pases bajo su influencia. En la Argentina, la higiene en general y la higiene mental en particular, se articularon con las ideas de la tradicin eugensica. La profilaxis mental, en este marco, insista sobre todo en el diagnstico precoz y no dejaba de contemplar la necesidad de segregar al alienado, si se lo consideraba necesario para impedirle sus posibilidades reproductivas. Para entender esta relacin entre la intencin de modificar el medio social y el papel central que sigui ocupando la herencia y las ideas eugensicas es necesario revisar dos nociones clave: la degeneracin y la herencia de las modificaciones adquiridas. 4. Herencia, degeneracin y eugenesia. La eugenesia, desarrollada en Inglaterra por Francis Galton a fines del siglo XIX, sostena la posibilidad de perfeccionar la especie humana promoviendo los matrimonios y la descendencia de los "mejor dotados" y evitar que se reprodujeran aquellos que podan perjudicar la "raza"[9]. Galton no adhera a la idea lamarckiana de la herencia de los caracteres adquiridos, como continuaba presente, no obstante, en la teora biolgica de la evolucin de Darwin, junto con sus ideas ms innovadoras (1859)[10]. El desarrollo de la eugenesia en Argentina fue relativamente contemporneo al europeo[11], pero el contexto local le imprimi caractersticas peculiares. La eugenesia fue una disciplina profundamente prctica y unida a proyectos polticos. En Argentina, la persistencia del modelo organicista hereditario, pero articulado a la vez con la idea de la herencia de las modificaciones adquiridas, limit las posibilidades de recepcin o implementacin de medidas que limitaran o impidieran la reproduccin de los individuos considerados perjudiciales para la sociedad. No obstante, la preocupacin por identificar estos individuos perjudiciales se tradujo en la produccin y la utilizacin de conocimientos para identificar diversos tipos y grados de anormalidad. El problema de la anormalidad[12] se vincul ya desde principios del siglo XX a la herencia: una herencia filogentica y ontogentica, que abarcaba tanto los caracteres fsicos como los psicolgicos. La gran cuestin resida en determinar qu papel poda cumplir el medio ambiente sobre esta impronta. En este contexto, la intervencin pedaggica o psicoteraputica deba apoyarse en los conocimientos cientficos que marcaran sus posibilidades y a la vez dirigieran su accionar. Desde una concepcin evolucionista, que recoga los aportes de la tradicin psicopatolgica francesa, el desarrollo fsico y psicolgico "normal" supona un tipo de evolucin dirigida orgnicamente, que el medio no haca sino favorecer. El desarrollo "anormal" supona una involucin o degeneracin, cuya etiologa quedaba confusamente determinada[13], como tara hereditaria, proveniente de la sfilis, las psicopatas y el alcoholismo de los padres, o bien por haber sufrido en su primera infancia

trastornos cerebrales debidos a traumatismos, afecciones febriles, infecciosas, fuertes impresiones nerviosas, etc.[14] La herencia en el abordaje de los problemas de anormalidad ocupaba un lugar tan preponderante en los discursos tericos, que una de las razones ms importantes que justificaba el tratamiento y la asistencia de los anormales, era: ... el peligro de la reproduccin de estos degenerados. Ante el peligro social que constituyen los anormales, dotados muchos de ellos de gran poder reproductivo y capaces solamente de engendrar seres, fsica y moralmente degradados, se ha indicado especialmente por mdicos y antroplogos la convenciencia de la asexualizacin; as se impedir, dicen, que vengan al mundo seres que nunca debieron haber nacido[15]. Las ideas eugensicas se apoyaron en este otro tipo de peligrosidad, no slo la peligrosidad del delincuente y del delito legal, sino la del delito natural contra la especie, al poder ser un factor de la propagacin de la anormalidad, de la degeneracin. Infraccin en la que se mezclan dos reinos, el natural y el jurdico, ambos presentes a su vez en la constitucin de lo humano. Segn Foucault[16], la construccin de una teora general de la degeneracin como marco terico durante la segunda mitad del siglo XIX, a partir del libro de Morel (1857)[17], sirvi de justificacin social y moral de todas las tcnicas de identificacin, clasificacin e intervencin sobre los anormales, junto con el desarrollo de toda una red de instituciones que, en los lmites de la medicina y la justicia, conformaron un sistema de ayuda para los anormales y de defensa de la sociedad. Consideramos que junto a la justicia, con sus proyectos de castigo modelador, la medicina, con sus proyectos de higiene social, y la educacin, con la implementacin de un sistema de educacin pblica y de instituos para menores delincuentes, desamparados y otros anormales, conformaron las formas manifiestas en que el estado trat de controlar las diversas formas de desrdenes que podan atentar contra un desarrollo normal, contra la salud, de la nacin. Por oposicin, los problemas (individuales o sociales) eran interpretados como patologas, como expresiones de la degeneracin. Educabilidad o encierro-exclusin. La defensa de la sociedad quedaba en un primer lugar. La degeneracin como transmisin del mal en forma acumulativa, pero a la vez proyectada hacia lo social, como representacin de la peste que hay que parar[18]. Desde concepciones eugensicas se pretenda intervenir en la direccin del camino inexorable de la herencia, pero, a la vez, el intento de identificar las posibilidades de la educabilidad hasta sus ltimos confines, dentro de la anormalidad misma, muestra la clara conciencia de la potencialidad de la intervencin educadora y que la herencia no tiene la ltima palabra. La creencia en la herencia de modificaciones adquiridas, y, por lo tanto, de una degeneracin adquirida, fundamentaba las intervenciones correctoras y profilcticas. En Argentina, ms all de las diferentes posiciones y de las contradicciones en sus articulaciones tericas[19], la eugenesia fue fundamentalmente preventiva. El concepto de degeneracin usado en el diagnstico de constitucin racial de la poblacin, llevaba a plantear como objetivo principal crear una raza nueva, como requisito imprescindible para la construccin de la argentinidad. En la dcada de 1930, slo en algunos mbitos acotados, como el de la criminologa, se defendi la eugenesia negativa, que tena como objeto impedir la reproduccin de los considerados "inferiores". Los principales proyectos eugensicos durante las dcada de 1920 y 1930[20], apuntaron a la modificacin de componentes del medio (vivienda, trabajo, tiempo libre) considerados degenerativos. Ms especficamente, se buscaba luchar contra los tres "venenos raciales", la sfilis, la tuberculosis y el alcoholismo, y mejorar las condiciones de trabajo, proteger la procreacin, la

maternidad y la infancia (por ejemplo, reglamentando o prohibiendo el trabajo de menores). Para los considerados irrecuperables (algunos tipos de locos, de criminales u otros anormales) se propona el aislamiento y la segregacin sexual, para evitar el contagio y la procreacin. Los intelectuales eugenistas apelaban al estado para que creara a travs de leyes y del sostenimiento de instituciones las condiciones y la regulacin de las prcticas eugensicas mencionadas[21]. Pero lo ms importante para ellos, era lograr una "conciencia eugnica", un cambio en las formas de pensar y sentir, que hiciera prescindibles las leyes y la accin del estado, gracias al autodisciplinamiento individual[22]. Debera llevarse a cabo a travs de una educacin popular, en escuelas y hospitales, pero tambin a travs de la prensa, de conferencias, de folletos, de carteles. De ah la accin educadora dirigida fundamentalmente a las mujeres-madres, propagadoras de estas ideas en la familia, y a los nios[23]. Por lo tanto, el discurso de la higiene mental quedaba articulado al de la profilaxis mental a travs de las nociones de degeneracin, raza e inmigracin, retomando la vieja relacin entre locura e inmigracin presente ya a fines del siglo XIX[24]. La higiene mental era definida por Arturo Ameghino en 1935 como la prevencin de "la desadaptacin psquica en la sociedad actual" a travs del mejoramiento del medio ("medio" que slo puede atenuar o favorecer el desencadenamiento de lo que ya est presente en la constitucin psicofsica individual). La profilaxis mental como la anulacin de las causas individuales en la sociedad presente para evitar las consecuendias perjudiciales en la sociedad futura[25], idea que supona la idea de seleccin y segregacin, para evitar la propagacin de la anormalidad. "La buena higien mental ha de consistir entre nosotros no slo en prodigar cuidados al cado, sino tambin en propender a que su mal no repercuta hereditariamente sobre la futura raza"[26]. Los "degenerados silenciosos", aparentemente inocuos, aplanadores de la raza, eran, en su opinin, los que exigan medios tcnicos ms precisos para ser identificados. Los procedimientos de la psicologa (laboratorio experimental, tests mentales y psicopedaggicos) y de la psiquiatra (la clnica y los tests psiquitricos), junto con el servicio social, los visitadores y los "servicios abiertos" en los dispensarios, permitiran extender una vigilancia pormenorizada que actuara a la vez en los medios y en los individuos. Pero su idea de la profilaxis de las enfermedades mentales no slo no iba en contra de las prcticas manicomiales, sino que las apoyaba y propona extenderla an ms: "Cuando ms civilizado sea un pas, menor cantidad de alienados dejar en libertad"[27]. Sin embargo, el Estado era el nico el que poda llevar a cabo ciertas funciones de control de la inmigracin, que no estaba realizando. Desde los 20 Ameghino insista en los riesgos de la inmigracin "mala" y propugnaba acentuar las medidas restrictivas. "Nuestra raza est amenazada de serio peligro". Y adems declaraba: "En nuestro pas son tan estrechas las relaciones entre inmigracin y degeneracin, que cuando la curva inmigratoria cay bruscamente de 1914 a 1918, las correspondientes al delito y a la contravencin cayeron tambin en perfecto paralelismo con aqulla. Este fenmeno reviste para el asunto discurrido singular valor, porque la delincuencia, la contravencin y la locura pertenecen a la misma familia y en la mayor parte de sus casos todas son hijas de la degeneracin"[28]. 5. Raza y nacin en la psicologa social argentina. Segn Bertoni[29], si bien la formacin de la nacionalidad constituy un proceso ms largo, cuyos planteos se incrementaron con el movimiento romntico de 1830 y luego acompaaron la construccin del Estado nacional, entre 1880 y 1900 dos factores aceleraron su ritmo: la inmigracin masiva en un momento de expansin

econmica, y una nueva etapa en la formacin de nacionalidades en Europa que incluy la expansin colonialista imperialista. Los problemas se volvieron ms graves y la solucin a aquellas cuestiones pareci encontrarse para los grupos dirigentes en la afirmacin de la nacin y en la formacin de una nacionalidad propia. Los estudios histricos que han abordado el tema de la nacionalidad en las primeras dcadas del siglo XX, han sealado una relacin estrecha entre la inmigracin masiva y la nacionalidad, subrayando la aceptacin o el rechazo de los inmigrantes por parte de la sociedad local. De ah la existencia de dos tipos de actitudes diferentes en los planteos referidos a las diferencias raciales: la actitud xenfoba, que desvalorizaba y hasta rechazaba a los inmigrantes puede ser vista como una actitud extendida en la sociedad nativa, o bien, slo como la expresin de grupos reducidos de la elite, entre los cuales se ubicaran Manuel Glvez y Jos Mara Ramos Meja. En este contexto, la nocin de raza estuvo presente de diversas maneras en los modos de abordar las diferencias humanas desde discursos provenientes de campos intelectuales heterogneos. La historia, la medicina, la criminologa, la educacin, la psicologa y la psicologa social tuvieron, no obstante, problemas en comn que atravesaban las divisiones disciplinares. La nocin de raza fue usada para interpretar el momento presente de la sociedad argentina en relacin a su pasado y a sus posibilidades futuras. Se trataba de desarrollar una interpretacin histrica que permitiera encontrar la clave de la evolucin colectiva, a la vez que despejara el sentido de una identidad nacional en construccin. De mirada al futuro, se poda exaltar la formacin de una nueva nacionalidad que recogiera los aportes de las razas europeas, y que desdeaba la contaminacin racial de origen mestizo. De mirada al pasado, se poda valorizar la relacin con Espaa, y las tradiciones religiosas y campestres, y mirar entonces un futuro contaminado por la "mezcla de razas" que la inmigracin supona. La degeneracin constituy una nocin que, ms all de las diferencias entre posiciones individuales, perdur varias dcadas como representacin de una degradacin mental generalizada. La idea de una degeneracin racial slo puede verse como la contraparte de un ideal racial que variaba segn las dos actitudes antes mencionadas: en un caso se trataba de una degeneracin a causa de la raza indgena, y en el otro de una degeneracin cosmopolita, fruto de la mezcla de razas. Dado que la idea de una raza pura chocaba contra la heterogeneidad de orgenes de la poblacin argentina, el problema se planteaba tambin en trminos de cul era la mezcla ms adecuada. Por ejemplo, el mdico Lucas Ayarragaray[30] sostena que las deficiencias polticas de la Argentina se deban a la constitucin hereditaria de su poblacin, y deban ser tratadas como un problema de "psicologa biolgica". Deca que la composicin racial del pas, dadas sus propensiones degenerativas, dificultaba el desarrollo de instituciones polticas propias de los pases ms avanzados de Occidente. Para l la nica esperanza de mejora era la inmigracin europea. El Dr. Revilla[31], a su vez, sostena que haba una relacin constante entre la fisiologa cerebral de un pueblo y su civilizacin, es decir, su fisiologa social. Estas modificaciones, por lo tanto, no podan improvisarse ni apresurarse. Sin embargo, consideraba que el continente sudamericanco sera el crisol de razas que dara finalmente el tipo perfecto al que se poda asperar. J. Ingenieros consideraba superiores a las razas blancas, por la organizacin social y cultural logradas en los ltimos siglos. Y esperaba que en los prximos aos se terminara de conformar una "raza blanca argentina". "Nacionalidad argentina implica, pues, sociolgicamente raza argentina (...) Est en formacin: no

se han extinguido todava los ltimos restos de las razas indgenas y de la mestizacin colonial"[32]. Si la definicin de la nacionalidad quedaba vinculada a la formacin de una raza superior y estable, la creciente regulacin estatal de las polticas sanitarias desde las ltimas dcadas del siglo XIX, como ya se seal, asumi la tarea de intervenir en los factores que obstaculizaran ese desarrollo. El entramado discursivo, que articulaba ideas eugensicas, de defensa social y de higiene pblica, permiti sostener a la vez ideas biologicistas y deterministas, por un lado, y concepciones y prcticas interventoras, destinadas a modificar las costumbres y el medio a travs de la educacin y la profilaxis mental, por el otro. Las diferencias de clases o grupos sociales eran interpretadas como diferencias entre razas inferiores y superiores. Vinculada a la idea de defensa social, la idea de defensa racial exiga la separacin de aquellos seres racialmente inferiores de aquellos superiores destinados a la conduccin y al mejoramiento de la raza. Esta preocupacin por el mejoramiento de la raza, asociada a veces a nacionalidades, o a grupos sociales, se instal en la agenda poltica y mdica, y fue objeto de medidas preventivas (higinicas) y profilcticas (eugensicas) en el sentido descrito anteriormente. La idea de razas bien diferenciadas, asociadas en general a nacionalidades, junto con las ideas de "mezcla de razas" (con su valoracin positiva o negativa) y de "razas en formacin", y de "degeneracin racial", articularon entonces ideas sobre el papel determinante de la herencia y el problema de cunto era posible esperar de la influencia ambiental. La herencia de carcter orgnico y la herencia psicolgica, an con los factores nuevos introducidos por las "modificaciones adquiridas", exigan al menos el tiempo necesario, prolongado, de las generaciones para mostrar sus cambios. La acentuacin de los aspectos hereditarios se manifest en perspectivas ms pesimistas de interpretacin ensaystica de la historia, basadas fundamentalmente en una psicologa social no acadmica. Ejemplo de ello es la obra Nuestra Amrica de Carlos Octavio Bunge, de 1903, en la cual el anlisis de las razas es la base de la interpretacin de la sociedad y la nacin. En las razas que conformaron la sociedad argentina Bunge vea los elementos de la degeneracin de la nacin. Por su parte, Jos Mara Ramos Meja en Las multitudes argentinas, de 1899, en contra de la tesis de la degeneracin hereditaria, sugiri la posibilidad de una recuperacin gradual de los pueblos en la medida en que se modificaran las condiciones de existencia. El inmigrante, como componente de un tipo de multitud, era el ejemplo del tipo ms desvalorizado pero a la vez al que le reconoca gran potencialidad de cambio, si reciba una educacin "nacional y estable". Ingenieros poda anunciar, en 1915 el alumbramiento prximo de una "raza argentina", blanca y civilizada[33]. Pero otros mdicos, por ejemplo Arturo Rossi y Arturo Ameghino, en los Anales de Biotipologa, Eugenesia y Medicina social, que inclua a Gonzalo Bosch en el comit de direccin, radicalizaron esa ptica, difundiendo y defendiendo una visin selectiva y excluyente. Mariano Castex, en la presentacin de los Anales, retomaba el tema de la "raza del porvenir" pero su perspectiva, fundada en la eugenesia e inspirada en la obra que Nicola Pende vena desplegando en la Italia fascista, no era el de la integracin sino el de la diferencia y la segregacin. Si bien Ingenieros hablaba de "razas inferiores" (negros, indgenas) y en el pensamiento criminolgico consideraba la alternativa de la exclusin para algunos delincuentes apoyado en la teora de la defensa social, no lleg a un planteo generalizado de la seleccin y la exclusin en el mbito psiquitrico, como lo sostuvo Ameghino. Esto muestra, segn Vezzetti, que el fundamento de estas diferencias debe buscarse no tanto en las ideas "cientficas" de herencia, raza y sociedad, como en las concepciones polticas de los autores[34]. De las promesas vislumbradas en esa "raza argentina" inventada por Jos Ingenieros a la concepcin excluyente de

Arturo Ameghino se registr un cambio en el fundamento poltico del saber sobre la sociedad: un ncleo de ideas reaccionarias y el elitismo restrictivo sostena el estrechamiento de miras, esa visin alarmada sobre los desrdenes en la sociedad. Esta lnea mdica socialmente conservadora y reaccionaria, que se desprendi en la dcada del '30 de esas primeras ideas del pensamiento biopoltico social, nacido en la tradicin genricamente positivista, se mantuvo lejos de la inspiracin socialista de Ingenieros, la cual tuvo en cambio mayor continuidad en el proyecto "sociopsiquitrico" de Gregorio Bermann, quien se consider a s mismo discpulo de Ingenieros. En el mbito de la psicologa evolutiva acadmica, desde la primera dcada del siglo XX, se estudiaban ciertos fenmenos o aptitudes psquicas segn las variables de la edad, sexo y raza. En esta ltima categora, se identificaban diversas nacionalidades extranjeras de los nios, o bien, la nacionalidad de origen de los padres. No obstante la permanencia de esta clasificacin durante varias dcadas, las conclusiones de los estudios no tenan referencias especficas que se pudieran atribuir a esta variable "racial". Sin embargo, en La crisis de la pubertad (1918), Mercante sostena que uno de los mayores problemas de la educacin de los jvenes argentinos y de su orientacin vocacional, era la composicin tnica mezclada, de razas poco evolucionadas (por ejemplo, las indgenas) con otras ms evolucionadas, de origen europeo, cuyas tendencias luchaban entre s y lo alejaban de las actividades intelectuales. Estos debates que venan desde principios del siglo XX, recibieron en la dcada de 1930, el impacto de las leyes eugensicas impuestas por Hitler en Alemania, a partir de 1933, y de las leyes racistas contra la comunidad juda. Las leyes abiertamente racistas, as como la idea misma de "raza aria", fueron condenadas, pero no ocurri lo mismo con las leyes eugensicas, unnimemente elogiadas por el grupo de mdicos de los Anales de Biotipologa, Eugenesia y Medicina Social, revista que celebraba a su vez la obra de Nicola Pende. La revista inclua a los mdicos ms conocidos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. En este sentido, Hugo Vezzetti ha mostrado la singularidad de la posicin de Gregorio Bermann, quien no formaba parte del elenco de los Anales y, public en la revista Psicoterapia, por l fundada, la nica crtica ideolgica al nuevo rumbo de la psicoterapia alemana bajo el nazismo. 6. Eugenesia e higiene mental en las intervenciones sobre los problemas de la anormalidad infantil. [35] Desde principios del siglo XX en Argentina, los planteos sobre la anormalidad infantil giraban en torno a dos tipos de problemas: los problemas de aprendizaje y los problemas de indisciplina. Los problemas de aprendizaje se vincularon fundamentalmente a cuestiones de orden intelectual. A sus dficits se asociaban las figuras de los nios idiotas, retardados y dbiles, se planteaba la necesidad de disear e implementar un diagnstico adecuado para decidir las condiciones diferenciales de educabilidad. Los problemas de indisciplina, en cambio, fueron asociados a patologas afectivas y del carcter. Estas mismas patologas constituan la base de la delincuencia infantil y juvenil. El nio indisciplinado y el nio delincuente eran portadores de patologas porque sus conductas se desviaban de la norma de adaptacin, en el ambiente escolar uno, y en el mbito social y de las leyes jurdicas el otro. Estos problemas de la anormalidad infantil se plantearon ante todo como problemas de carcter prctico: requeran y promovan la produccin de conocimiento especfico para la identificacin de sus causas pero tambin, y fundamentalmente,

para intervenir adecuadamente, segn los criterios de normalizacin presentes en la sociedad. Consideramos que histricamente se desarrollaron dos grandes lneas de abordaje de estos problemas: 1) una intervencin de carcter "psicopedaggico"; 2) y una intervencin de carcter "clnico". Sus orientaciones fueron diferentes y supusieron cruces disciplinares especficos: la primera entre la psicologa y el campo educativo; la segunda entre la psicologa y otras formas de intervencin "psi", tales como la psiquiatra, la psicoterapia y el psicoanlisis. Sin embargo, a veces mantuvieron relaciones de superposicin o subordinacin. 7. Psicologa y educacin: la "intervencin psicopedaggica" sobre el anormal leve, el idiota y el dbil. A fines del siglo XIX y en los comienzos del siglo XX, en Europa y en Estados Unidos, comenzaron a implementarse diversos dispositivos para identificar nios que no podan responder a las exigencias de las escuelas pblicas, a la vez que se planteaba qu intervenciones educativas alternativas podran idearse para educar a estos nios. Dentro de estos dispositivos de examen y clasificacin, los tests psicolgicos y psiquitricos ocuparon el lugar principal. En este contexto, el trmino anormal se refera fundamentalmente a todo lo que se separa manifiestamente de la cifra media para constituir una anomala[36]. La media estadstica defina la normalidad. Y la media estadstica era determinada en la escuela. As el ambiente escolar apareca como un mbito natural, que se tomaba como parmetro del desarrollo del ser humano. ... respecto de los nios anormales, dicen Binet y Simon, aquellos cuyo rasgo comn es la incapacidad, por razones de organizacin fsica e intelectual, para aprovechar los mtodos ordinarios de instruccin y educacin usuales en las escuelas pblicas[37] ... y yo aadir que son aquellos de los que ordinariamente se dice que no son como los dems, aquellos cuya inteligencia es inferior a la de los nios de su edad...[38] A qu se llama nio anormal? Antes debiramos precisar cual es el tipo medio normal. Aun esto es difcil: no podemos tomarle aislado, debemos considerarle en relacin con los de su edad, y haremos presente desde ahora que es la escuela la piedra de toque para distinguirlos. El normal ocupar como la virtud el justo medio: no ser el lujo que ostentar un maestro poco pedagogo sin darse cuenta de la mayora, pero s ser un nio suficientemente despierto para su edad, asiduo en sus deberes, respetuoso y disciplinado. Del punto de vista fsico: bien desarrollado, sin tocar el gigantismo, nutrido y sin estigmas notables. En cambio, el anormal es un demente, idiota, imbcil, en sus grados mayores, o es simplemente un dbil, un ciego o sordomudo, un retardado[39]. En las primeras dcadas del siglo XX, la bsqueda del parmetro del nio normal en la escuela pblica era acorde con la concepcin de la misma como un laboratorio de psicologa experimental, para una psicologa evolutiva y una psicopedagoga, que vean como neutral el ambiente escolar, y por consiguiente, pasible de ser usado en el control y modificacin de variables[40]. En la escuela, una cuestin fundamental era diferenciar dentro de la categora misma de anormalidad, la anormalidad leve, pasible de educacin, de la anormalidad severa, "no mejorable". Por esta misma razn, los escritos sobre psicologa de los nios anormales se interesaron en general por la situacin de los anormales leves, ya que los anormales ms graves slo podan recibir un tratamiento mdico.

La anormalidad se diferencia a veces de la debilidad infantil propiamente dicha, la cual incluye nios que no alcanzan el mismo rendimiento escolar que otros nios de su edad por estar mal alimentados, ser portadores de infecciones tuberculosas, estar enfermos de sfilis o con trastornos endocrinolgicos[41]. Tambin se incluye dentro de esta categora de nios dbiles a nios que sufren de astenia, inapetencia, palidez, enflaquecimiento, etc., sin poder determinar sus causas. Esta debilidad infantil es caracterizada como una inestabilidad orgnica y funcional, en tanto inestabilidad del rgano que trabaja, y en tanto inestabilidad de la funcin que no est definitivamente consolidada. La etiologa poco precisa parece, sin embargo, omnipresente a travs de factores de la especie (la herencia, la predisposicin, el medio ambiente, el crecimiento, la resistencia y la adaptacin) y factores del individuo (el grado de asimilacin o trofismo, la tolerancia alimenticia, la inmunidad electiva, la capacidad nutritiva o tono y la evolucin individual). En 1924, se cre la funcin de visitadora escolar, realizada por una especie de maestra de higiene escolar, que se encargaba entre otras cosas de seleccionar a los escolares dbiles, segn sus aptitudes fsicas, fisiolgicas y psicolgicas, y de aplicar una pedagoga cientfica que tuviera en cuenta esta graduacin. Adems de su formacin pedaggica, la visitadora escolar adquira conocimientos de biologa general, biometra y antropologa del nio, en un Curso de Visitadoras de Higiene Social, de dos aos de duracin, que dependa del Instituto de Higiene y de la ctedra del mismo nombre, en la Facultad de Ciencias Mdicas de la UBA. En el segundo ao se optaba por la especializacin en Visitadora para la Tuberculosis e Higiene Infantil o en Visitadora de Higiene Escolar[42]. Esta ltima realizaba una seleccin preliminar de los escolares a travs de la construccin de fichas individuales, con los siguientes datos: raza, tipo, deformaciones, anomalas, estigmas de organizacin o signos funcionales de insuficiencia, reacciones anormales o patolgicas, etc.[43] Realizar una intervencin adecuada sobre la anormalidad infantil se vea ante todo como una cuestin de profilaxis, en doble sentido. Por un lado, se buscaba proteger a los nios "normales" de la influencia negativa que podran ejercer los nios "anormales" en una clase comn. Por el otro, se buscaba proteger a los mismos nios "anormales" y a la sociedad, ya que se sostena que los nios deficientes podan ser iniciados ms fcilmente en el delito. Como se ha mostrado ya en otros trabajos[44], el problema de la delincuencia en general era abordado como un problema de psicopatologa, y de la misma manera el problema de la delincuencia infantil. Entre las causas de la criminalidad infantil se reconocan las de carcter biolgico y las de carcter social. Entre las primeras se encontraba la degeneracin orgnica hereditaria, relacionada con la marginalidad, ya que, se afirmaba, esta herencia degenerada era transmitida por padres alcoholizados, sifilticos, neurticos u obreros extenuados. La desorganizacin de la familia, ya sea por muerte o enfermedad de uno de los padres, por movimientos migratorios asociados a viviendas miserables y promiscuas, constitua un factor de carcter social que se asociaba tambin a la consideracin del progreso urbano como uno de los males causantes de una degeneracin de carcter adquirido. A la vez que preocupaba el aumento de la delincuencia infantil y juvenil en muchos pases, se intentaba delimitar la forma ms conveniente de intervencin. Entre ellas se mencionaban tanto la despenalizacin de este tipo de delito, como la aplicacin de una "ortopedia moral" o "pedagoga correccional". Para esto se propugn la creacin de establecimientos especiales para menores, con personal idneo para la

educacin y vigilancia de los menores internados. No obstante, la realidad de las prcticas institucionales siempre estuvo muy alejada de los proyectos discutidos. Durante la dcada del '30 el tema de la delincuencia infantil y del retraso mental fueron objeto de mltiples diagnsticos y debates, y fueron objeto de un inters renovado y de diferentes intervenciones, desde la Liga Argentina de Higiene Mental, los tratamientos de Telma Reca, la clnica psiquitrica y, hacia fines de la dcada, los primeros abordajes psicoanalticos. Por otra parte, Kanner y Ajuriaguerra coinciden en que a principios del siglo XX no haba psiquiatras infantiles en sentido estricto. Ajuriaguerra seala que los precursores de los psiquiatras infantiles fueron los educadores y pedagogos que se ocuparon de la reeducacin de las deficiencias sensoriales y el atraso mental.[45]. En Argentina, el primer antecedente de intervencin psicopedaggica del retraso mental fue el Asilo Colonia Regional Mixto de Torres, inaugurado en 1915. A partir de 1916 se implement un "tratamiento mdico pedaggico" para casi el 30% de los asilados, clasificados como "idiotas", que haban sido trasladados del Hospicio de las Mercedes, en donde ya desde 1899 se haba implementado tambin una forma de intervencin pedaggica pero con un porcentaje ms pequeo de los internados (menos del 10 %)[46]. La llegada al pas del psiquiatra italiano Lanfranco Ciampi dio un fuerte impulso al desarrollo de la disciplina al crear una ctedra de Psiquiatra Infantil, en la Facultad de Ciencias Mdicas, en Rosario,[47] y espacios para la internacin y tratamiento de los anormales graves. En 1930 Ciampi fund la filial rosarina de la Liga de Higiene Mental[48]. A partir de la concepcin clsica de la categora de idiocia, Ciampi estableci un modelo de abordaje mdico-pedaggico y al mismo tiempo, un diagnstico para la psicosis infantil, la demencia precocsima, basndose en la enseanza de su maestro, Sante de Sanctis.[49] Para Ciampi las enfermedades mentales desarrolladas durante la niez, tenan una especifidad clnica diferente a la de los adultos.[50] Ciampi se propona como un reformador de la vieja psiquiatra asilar centrada en el individuo. Defina el rol del psiquiatra como un agente de intervencin social, ms preocupado por la prevencin que por la enfermedad en s misma. El elemento que defina segn l a la nueva psiquiatra dinmica en oposicin a la psiquiatra del viejo manicomio era la higiene mental porque se propona "luchar contra todos los factores exgenos de las enfermedades mentales.[51] Sin embargo, la modalidad de intervencin implementada por Ciampi para estos nios, el tratamiento mdicopedaggico, result similar a la que se vena realizando en Francia en las distintas instituciones para nios idiotas desde el siglo XIX.[52] 8. Psicologa, clnica y educacin: la "intervencin clnica", Telma Reca y la higiene mental infantil. En Estados Unidos, en la primeras dcadas del siglo XX, comenz a desarrollarse una nueva modalidad de intervencin institucional para nios con dificultades: las Child Guidance Clinics, con un importante apoyo econmico por parte de fundaciones privadas. El propsito que orientaba a estas clnicas era la conviccin de que la conducta antisocial, que muchas veces terminaba como delincuencia infantil o juvenil, poda ser abordada por medios psiquitrico-psicolgicos[53]. Los problemas cotidianos del nio comn, y no slo el nio enfermo, comenzaron a ser abordados, desde una concepcin preventiva ms amplia y desde un modelo de

tratamiento que integraba de manera novedosa a la psiquiatra, la psicologa y la asistencia social. Por esta va, entonces los nios comunes comenzaron a ser objeto de intervencin psiquitrica en el contexto de una especializacin jurdica y social que buscaba metodologas propias para intervenir sobre la criminaldiad infantil. Sus antecedentes pueden vincularse con la Primera Corte Juvenil instalada en 1899 en Chicago, y con el Instituto Psicoptico Juvenil, bajo la direccin del mdico neurlogo Willian Healy, creado en 1909 por la iniciativa de un grupo de mujeres comprometidas con el problema y preocupadas por entender el origen, la prevencin y el tratamiento de la delincuencia. De este modo, los primeros abordajes de una psiquiatra infantil se vincularon a la comunidad antes que a las facultades de medicina y sus principales impulsores fueron maestros, jueces, trabajadores sociales y cientistas sociales ms que los mdicos.[54] En Argentina, en cambio, fueron los mdicos, especialmente la Dra. Telma Reca, quienes apostaron al desarrollo de un modelo de abordaje de los trastornos infantiles de nios que pona el acento en la prevencin y en el tratamiento de los factores externos familia, escuela y medio ambiente en general. El inters original de la Dra. Telma Reca tambin fue la delincuencia infantil. Su tesis de Doctorado en Medicina en 1932 fue precisamente sobre este tema y la ayud a conseguir una beca para estudiar en el John Hopkins Hospital en Estados Unidos. Telma Reca volvi al pas con la intencin de crear un mbito de trabajo similar al observado en las Child Guidance Clinics. En 1934 comenz a trabajar en un consultorio que se llam de Higiene Mental en el Hospital de Clnicas, dependiente de la Ctedra de Pediatra del Prof. Mamerto Acua. Los primeros aos, no obstante, los pacientes que llegaban al consultorio eran casos neuropsiquitricos[55], y por consiguiente, no se realizaba psicoterapia. El tratamiento se limitaba a las indicaciones de orden mdico, cuando esto era necesario y a los consejos relativos a la educacin y a la organizacin de la vida del nio.[56] Recin a principios de la dcada del 40, el panorama se modific y con el apoyo del Dr. Garraham se llevaron a cabo mejoras en el espacio fsico y se consiguieron nuevos recursos que permitieron el trabajo de un equipo ms grande. El consultorio cambi su nombre por el de Centro de Psicologa y Psiquiatra. Este pasaje de la higiene mental infantil a la psicologa y psiquiatra se relacion tambin con un cambio de orientacin en los tratamientos que fue de los consejos a padres a la psicoterapia. En 1942 Telma Reca viaj nuevamente a Estados Unidos para volver a ponerse en contacto con las Clnicas de Orientacin Infantil e interiorizarse en las modalidades de enseanza de la psiquiatra infantil en ese pas. Las intervenciones durante los primeros aos incluan tratamiento fsico (por ejemplo, indicaciones sobre alimentacin, consulta a un especialista en garganta, odontlogo, etc), tratamiento escolar (intervenciones en la escuela, propuestas de cambio, etc), tratamientos sociales (propuestas de cambios en las condiciones de vida), consejos a los padres y en algunos casos tratamiento psiquitrico directo, es decir psicoterapia, que poda estar dirigida al nio, a su madre o a ambos. En 1944 distingui tres tipos de nio problema en funcin de tres grupos de sntomas: los trastornos y variaciones en el rendimiento escolar, los trastornos que afectan la esfera de la conducta y de las relaciones sociales, y los trastornos en el estado de salud (fsica y psquica). Cuestion la idea de normalidad basada en los estndares del grupo social en el que el nio estaba inserto, criterio que lo haca depender de las normas y de las valoraciones sociales. A partir de la idea de que las condiciones que definen la adaptacin son variables, propuso tres criterios de

normalidad: el escolstico (que depende de la apreciacin de la escuela y los maestros), el social y el psicobiolgico. Telma Reca rechaz la nocin de anormalidad de carcter porque implicaba una causalidad endgena y por lo tanto inmodificable. Utiliz, en cambio, la nocin de personalidad y de desviaciones de la personalidad con el objeto de correr el eje de anlisis de los factores internos a los factores externos que determinan la patologa infantil y entendiendo a la conducta desde una perspectiva reaccional. Al diferenciar el criterio escolar y el criterio psicobiolgico de normalidad, consider que los sntomas de carcter fsico-psquico (la tendencia al aislamiento, la falta de contacto con el grupo infantil, el humor deprimido, la indiferencia, la ensoacin y distraccin excesivas) son ms graves que los de la esfera de la conducta y el rendimiento escolar[57]. Por lo tanto, el sntoma que se revelara como ms preocupante en un nio sera la ausencia de respuesta (retraimiento, distraccin excesiva, aislamiento, etc) o la respuesta interpretada como huida frente a la realidad (sntomas del sistema nervioso vegetativo: diarreas, vmitos recurrentes, entre otros). Desde este marco, los trastornos de conducta o antisociales eran ledos como un intento de solucin positiva de los problemas del sujeto. Si bien podan ser muy molestos en el aula, daran cuenta de una actividad por parte del nio que no se encontrara en las desviaciones de la personalidad ms profundas. Por otro lado, Telma Reca fue una de las primeras introductoras del tratamiento psicoteraputico en nios basada en una lectura norteamericana del freudismo, pero al mismo tiempo, en su anlisis de las dificultades infantiles utilizaba las nociones clsicas de retardo y deficit intelectual. Desde comienzos de la dcada del 40, Telma Reca articul intervenciones psicopedaggicas e intervenciones clnicas. Por un lado, promovi el desarrollo de establecimientos educativos especiales, de clases diferenciales en la misma escuela para atender los requerimientos de los nios con particularidades anormales (por ejemplo, los nios con deficit de la inteligencia, con dficit sensoriales o del lenguaje). Sostuvo tambin la necesidad de contar con Consejeros Escolares en cada escuela, para realizar el diagnstico y seguimiento de los nios que evidenciaran problemas de conducta y/o de aprendizaje, y para asesorar a los padres y educadores acerca del mejor abordaje de estos nios. Por otro lado, desde una intervencin de carcter clnico defenda el modelo de las Clnicas de Orientacin Infantil norteamericanas, donde trabajaban en conjunto psiquiatras, psicolgos y asistentes sociales. Desde su punto de vista, la tarea de estas clnicas era psicolgica en trminos de diagnstico y tratamiento (psicoterapia), pero tambin era educativa porque se proponan formar a padres y maestros en pos de un mejoramiento de la salud mental de la poblacin. 9. La Liga Argentina de Higiene Mental.[58] En este contexto se situ la accin de la Liga Argentina de Higiene Mental (LAHM) encabezada por Gonzalo Bosch, profesor titular entre 1922 y 1930, de la recin creada Ctedra de Psiquiatra de la Facultad de Medicina de Rosario, director del Hospicio Nacional (hoy "Hospital Jos T. Borda"), de 1931 a 1947; y profesor titular de la Ctedra de Clnica Psiquitrica de la Universidad de Buenos Aires, en 1943[59]. A diferencia de los desarrollos internacionales de la higiene mental, esta Liga a cargo del director-jefe del manicomio y de la enseanza de la especialidad, no se planteaba como objetivo reformar el manicomio, sino hacerlo ms eficaz y selectivo, evitando la entrada en el hospicio de aquellos que podan recibir un tratamiento ambulatorio. Esto supona un desplazamiento del centro de inters de las formas manifiestas y plenas de la locura a las formas leves. Sin embargo, la misma tradicin psiquitrica apoyada en las tesis de la herencia y de la

degeneracin, fue el mbito de desarrollo de la higiene mental local y a la vez marc los lmites de su renovacin discursiva. La Liga Argentina de Higiene Mental fue fundada en 1931 (segn la "Memoria" de 1940), o en 1929, segn otras fuentes. Seguramente las iniciativas para su fundacin fueron anteriores al golpe de 1930, pero recibi apoyos oficiales durante su funcionamiento, por lo menos hasta mediados de los 40. Por otra parte, la accin pblica se hizo ms notable hacia finales de los 30 y principios de los 40: en 1942 comenz la publicacin de la Revista Argentina de Higiene Mental. Hacia el primer gobierno peronista la Liga pareci perder apoyo y la revista dej de aparecer en 1947.[60] La Liga Argentina de Higiene Mental se inscriba en un movimiento de creacin de entidades civiles, surgidas de la tradicin de las asociaciones de beneficencia asociadas a alguna figura mdica desde principios del siglo XX[61]. Desde su fundacin, la LAHM dispona de consultorios externos en el Hospicio de las Mercedes y en el local que constitua su sede social (Lima 430, cedida por la Municipalidad). Tena adems una Seccin de Servicio Social en la sede de Vieytes, desde 1938, en la de Lima, desde 1939 y en el Instituto Neuro-Psiquitrico, creado en 1939 para la asistencia pedaggica de nios anormales. Su accin se orientaba a la asistencia externa de la poblacin. El tema de la infancia con problemas, particularmente la "debilidad mental", ocupaba un lugar destacado en su agenda: en el Instituto Neuro-Psiquitrico se dictaban cursos especiales y se proporcionaba asistencia en consultorios externos; y se admitan alumnos que tenan dificultades por su capacidad mental.[62] Si bien no se impulsaba la eliminacin de los manicomios, sino limitar sus funciones a los casos estrictamente necesarios, la idea de un tratamiento precoz de la enfermedad mental llev a promover un cambio en las instituciones de asistencia y la creacin de dispensarios, hospitales psiquitricos abiertos, servicios en hospitales generales y consultorios externos, aunque es poco lo que se hizo en ese sentido hasta el perodo de reformas que comenzaron despus de la cada del primer peronismo. Por otra parte, el nuevo dispositivo requera no slo de una formacin diferente de los mdicos especialistas, orientada a la prevencin y la rehabilitacin, sino que promova la formacin e incorporacin de nuevos profesionales, en particular asistentes sociales y enfermeros psiquitricos. En esa direccin G. Bosch impuls la creacin de la Escuela de Visitadores Sociales de Higiene Mental[63]. Dos ncleos temticos conviven en el discurso de la higiene mental en torno de la cuestin de la "profilaxis". Por una parte, el propsito de la deteccin precoz de la patologa, que no alteraba, sin embargo, la concepcin del papel determinante de la herencia ni el predominio del manicomio como institucin teraputica de la locura. Por otra, la tesis del desencadenamiento "desadaptativo" de los trastornos psquicos. En el primer caso, el nfasis se pona sobre el diagnstico individual, y el tratamiento preventivo es un complemento que evitara o retardara la internacin. En el segundo, en cambio, se apuntaba a incluir las circunstancias familiares, laborales y aun polticas como factores destacados que, pensados como desencadenantes, delimitaban un espacio sobre el que el psiquiatra poda y deba intervenir. Pero la etiologa puramente psquica no estaba claramente reconocida. Con esos lmites, la higiene mental propugnaba una mirada psiquitrico-social, y destacaba el papel de la asistencia social y de la rehabilitacin. En la dcada de 1930, casi nadie cuestionaba la higiene ambiental pero tampoco la separaban como una dimensin autnoma de la herencia y la "constitucin", incluyendo los factores prenatales. Esto estaba, por otra parte, de acuerdo con el supuesto de un dao a la capacidad hereditaria por la accin de ciertos agentes

externos, por ejemplo el alcohol. Los temas eugensicos ocupaban un lugar destacado en la revista: Si hay miles de individuos que suelen sufrir desaguisados morales por motivos de educacin y de ambiente inadecuados, hay muchos ms psicpatas vesnicos que deben sus males a la herencia defectuosa: he aqu dos aspectos de la Higiene Mental.[64] La categora de las "fallas de adaptacin", usada frecuentemente en la Revista Argentina de Higiene Mental, cubra el espectro de la accin de la higiene mental. Se trataba de "el desacuerdo insano entre el ego y el ambiente, entre el mundo subjetivo y lo objetivo"; y el modelo propuesto, de carcter educativo insista en la importancia de la accin sobre los educadores: padres y maestros, pero tambin sobre juegos y deportes, libros, cine, etc. Las ideas eugensicas permanecan pero estaban atenuadas. Para Gonzalo Bosch hablar de "constitucin" y predisposicin era una forma de atenuar el determinismo que estaba en la base de las doctrinas de la degeneracin. Esta categora de "adaptacin" permita desplazar la atencin desde la herencia hacia las condiciones de la sociedad contempornea. Esto abra a su vez un margen para la crtica, ya que no se trataba slo de pensar en el ajuste a un marco social y cultural que no se cuestionaba, sino que se admita que la sociedad misma y sus patrones morales deban ser revisados, aunque no en una direccin democrtica y progresista. La higiene mental del nio, en particular del escolar, constitua un ejemplo significativo del modo cmo se conceban los problemas de adaptacin entendidos como una socializacin fallida. El nio era la figura privilegiada en el que confluan las acciones de la eugenesia (de mirada al futuro, siguiendo las leyes inexorables de la herencia) y la higiene ambiental (de mirada al ambiente familiar, escolar y social actual, siguiendo las posibilidades de la educacin). Movimiento estrictamente psiquitrico, controlado por los mdicos que dirigan el Hospicio -aunque no por eso estaban ausentes las crticas a las condiciones manicomiales-, pero incapaz de convocar profesionales de las ciencias sociales (como ocurri en otros pases) es poco lo que poda efectivamente cambiar en el espectro de la asistencia institucional. Los consultorios externos y la asistencia infantil en el Instituto constituyeron su aporte innovador. Y desde este mbito de atencin en consultorio, contribuy a la modernizacin del perfil del psiquiatra. Pero, como lo han mostrado otros estudios[65], el modelo de la hipnosis y la sugestin, desde la primera dcada del siglo XX, parece haber contribuido mucho ms en el surgimiento de la figura del mdico especialista en "enfermedades nerviosas", que reuna la patologa neurolgica con los malestares neurticos, un especialista que se instalaba, o bien en el hospital general, en el servicio correspondiente, o en el consultorio externo y la prctica privada, fuera del reducto cerrado del asilo mental. En esos espacios, y en el trabajo clnico general, en asociacin directa con los procedimientos sugestivos, se produjo una primera recepcin mdica del freudismo, como Vezzetti ha estudiado ya en el caso de Jos Ingenieros[66]. En cuanto a su implantacin en la sociedad, no iba ms all de la idea tradicional del higienismo que tomaba las manifestaciones de la "desadaptacin" como expresin directa de una patologa que, en todo caso, deba ser detectada precozmente para su tratamiento individual. No haba mayores diferencias respecto de los planteos de la "higiene" nacidos en la medicina positivista. Tampoco hubo propuestas comunitarias como las que se desarrollaron en el movimiento de la higiene mental (por ejemplo, la creacin de espacios pblicos, abiertos a la participacin y el encuentro de la gente, que formaban parte de las propuestas del reformismo higienista sobre la ciudad). Lo que estuvo ausente en la Liga fue la vocacin social reformista, por eso la prevencin y la asistencia precoz se centraban sobre el individuo, y permaneci as

an en la dcada de los '40, cuando los modelos de la asistencia comunitaria y las ideas sobre "salud mental" dominaban el movimiento internacional. Programticamente, la Liga aspiraba articular la accin sobre individuos con la propuesta de una regulacin de poblaciones (escolares, madres y nios, trabajadores), tomados como colectivos diferenciados pero a la vez como conjuntos de individuos (por ejemplo, prescripciones orientadas a la higiene escolar o laboral combinada con la correccin del individuo en la consulta ambulatoria.[67] Los recorridos realizados en este captulo muestran, sin ser exhaustivos, las relaciones forzadas, posibles e imposibles, que se establecieron entre la higiene mental y las ideas eugensicas en Argentina, especialmente en algunos de sus usos en la reflexin e intervencin de ciertos problemas humanos. Los saberes psicolgicos fueron articulados dentro de campos profesionales (criminologa, medicina, educacin) y tradiciones de pensamiento y prcticas que atraviesan las divisiones disciplinares, pero cuyo estudio histrico, desde los cruces y la especificidad disciplinar a la vez, permiti iluminar la complejidad y variedad de relaciones entre eugenesia e higiene mental durante las primeras dcadas del siglo XX en Argentina.

-------------------------------------------------------------------------------Notas: [1] Por ejemplo: Klappenbach, Hugo, "Higiene mental en las primeras dcadas del siglo. Principales lineamientos y fundamentos ideolgicos", Anuario de Investigaciones I, Facultad de Psicologa, UBA, Buenos Aires, 1989, pp. 189-195. [2] Este primer sentido de disciplina se relaciona de una forma ms inmediata con la conferencia que Foucault dio al ingresar al Collge de France, en 1970. Vase Foucault, Michel, El orden del discurso, Tusquets, Barcelona, 1973. [3] Este sentido de disciplina como dispositivo se relaciona con los sentidos desarrollados en Foucault, Michel, Vigilar y castigar. El nacimiento de la prisin, Siglo XXI, Buenos Aires, 1989; Foucault, Michel, Historia de la sexualidad. 1 - La voluntad de saber, Siglo XXI, Madrid, 1977. Vase tambin Castro, Edgardo, El vocabulario de Michel Foucault, Prometeo y Universidad Nacional de Quilmes, Buenos Aires, 2004, para el concepto de "Dispositivo", pp. 98-99. [4] Vase Zimmerman, Eduardo, Los liberales reformistas. La cuestin social en la Argentina , 1890-1916, Sudamericana y Universidad de San Andrs, Buenos Aires, 1995; Suriano, Juan (compilador), La cuestin social en Argentina, 1870-1943, La Colmena, Buenos Aires, 2000. [5] Vase Vezzetti, Hugo, La locura en la Argentina, Paids, Buenos Aires, 1985, especialmente Cap. 1: "Higiene social y medicina mental", pp. 23-50. [6] Hugo M. Vezzetti ha sealado que "la persistencia de las tesis neolamarckianas (sobre la herencia de rasgos adquiridos) hasta la dcada de 1940, podra ser interpretada como una consecuencia de esa "sociologizacin" del discurso biolgico. Algo que, por otra parte, no pasaba desapercibido, en el caso de la eugenesia, para algunos especialistas europeos que sealaban esa confusin entre el papel de los factores congnitos (que incluyen las consecuencias de enfermedades o impactos prenatales no transmisibles a la descendencia) y el componente estrictamente

gentico. Nancy L. Stepan aporta elementos de juicio que muestran ese deslizamiento de la eugenesia a la higiene y la medicina social como un rasgo dominante en toda Amrica Latina; Stepan, Nancy Leys, The Hour of Eugenics. Race, Gender and Nation in Latin America, Cornell University Press, Ithaca and London, 1991. En el Segundo Congreso Internacional de Eugenesia, en Nueva York, 1921, una encuesta dirigida a un conjunto de bilogos, genetistas y mdicos revel que un 60% admita la accin de factores exgenos con capacidad de alterar el capital gentico." Reunin de Ateneo del Programa de Estudios Histricos de la Psicologa en la Argentina, Instituto de Investigaciones, Facultad de Psicologa, UBA, Buenos Aires, Octubre de 2004. [7] Vase Grob, Gerald N., Mental Illness and American Society 1875-1940, Princeton University Press, New Jersey, 1983; Ridenour, Nina, Mental Health in the United States, Harvard University Press, Cambridge, 1961. [8] Vase Hale, Nathan G., The Rise and Crisis of Psychoanalysis in the United States, Oxford University Press, New York, 1995. [9] Palma, Hctor, "Gobernar es seleccionar". Apuntes sobre eugenesia, Jorge Baudino Ediciones, Buenos Aires, 2002, especialmente el Cap. 2: "La eugenesia", Punto 1, "Los orgenes", pp. 53-62. Sobre la vida y obra de Galton, vase lvarez Pelez, Raquel, Sir Francis Galton, padre de la eugenesia, CSIC, Madrid, 1985. [10] Vase Darwin, Charles, El origen de las especies, Sarpe, Madrid, 1983. [11] En 1912, un ao despus de la muerte de Galton (1911), se organiz en Inglaterra el I Congreso Internacional de Eugenesia. A partir de ah, comenzaron a formarse sociedades de eugenesia en muchos pases. En 1918, se fund la Sociedad Argentina de Eugenesia y tres aos ms tarde, se cre la Liga Argentina de Profilaxis Social. Ambas instituciones promovieron varios proyectos eugensicos a lo largo de la dcada de 1920. Luego, en los aos '30, la Sociedad Argentina de Biotipologa, Eugenesia y Medicina Social, y sus Anales, reuni a los representantes ms conocidos de la eugenesia local. [12] Haba tambin una categora especial de anormalidad que no era degenerativa: el genio, el talento. Ya desde los primeros nmeros de los Archivos de psiquiatra y criminologa, publicados desde 1902, se instal el debate en torno a esta categora especial de anormales, los hombres de genio, aunque no fue en esas primeras dcadas del siglo XX que se plante la necesidad de una educacin especial para nios con estas caractersticas. Otras eran las prioridades de ese momento, en el cual se trataba de integrar y homogeneizar a travs del sistema de educacin pblica a una poblacin inundada de inmigrantes que se perciban desde distintos sectores como un problema para el logro de una identidad nacional. [13] Vase por ejemplo, Crdoba y De Veyga, "Degeneracin psquica en los delincuentes profesionales", Archivos de criminologa, medicina legal y psiquiatra, vol. 1, Buenos Aires, 1902, p. 500. [14] Picado, Jos S., Educacin de los nios retardados, Archivos de psiquiatra, criminologa y ciencias afines, vol.. VI, Buenos Aires, 1907, p. 520. [15] Cuello Caln, Eugenio, Los procedimientos experimentales para el estudio de la psicologa de los nios anormales, Anales de la Junta para la ampliacin de estudios e investigaciones cientficas, T. III, Memoria 6ta, s.n., 1911, p. 377.

[16] Foucault, Michel, Los anormales, Resumen del Curso 1974-1975 del Collge de france, publicado en el Anuario de esa institucin, traducido y editado por Julio Varela y Fernando lvarez-Ura en Foucault, Michel, La vida de los hombres infames, Editorial Altamira, La Plata, pp. 61-66. Vase tambin Foucault, Michel, Los anormales, Fondo de Cultura Econmica, Buenos Aires, 2000. [17] Benedict Augustin Morel public en 1857 el Trait des dgnrescenses, intellectuelles et morales de l'espce humaine. [18] Vase Pick, Daniel, Faces of Degeneration. A European Disorder, c. 1848-c. 1918, Cambridge University Press, Cambridge, 1989. [19] Vase Nari, Marcela, Polticas de maternidad y maternalismo poltico, Biblos, Buenos Aires, 2004; Palma, Hctor, "Gobernar es seleccionar", op. cit.; Palma, Hctor, "La eugenesia en la Argentina", Saber y tiempo, vol. V, Nro. 17, Buenos Aires, 2004, pp. 61-95. [20] Vase, entre otros, Fernndez Verano, Alfredo, Por la salud y el vigor de la raza, Folleto N 1, Liga Argentina de Profilaxis Social (en adelante LAPS), Buenos Aires, 1924; y Cmo combatir las enfermedades venreas en su ciudad, Servicio de Sanidad de los Estados Unidos de Amrica, Buenos Aires, 1924; Gambier, Profilaxis individual de las enfermedades venreas, Folleto N 8, LAPS, Buenos Aires, 1928; Queyrat, Luis, Las enfermedades venreas y el matrimonio, Folleto N 17, LAPS, Buenos Aires, 1932; Jullien, Louis, La vida sexual y sus peligros, Folleto N 19, Buenos Aires., 1932. [21] Vase, por ejemplo, Ameghino, Arturo, "La accin del estado en el mejoramiento de la raza", Revista de Criminologa, Psiquiatra y Medicina Legal, vol. XXII, Buenos Aires, 1935. [22] Vase, por ejemplo, Zalazar, Martn, "La eugenesia desde el punto de vista sanitario", Boletn del Museo Social Argentino, Ao XVII, N 83, Buenos Aires, Mayo de 1929. [23] Vanse, por ejemplo, Pinard, A., A la juventud. Para el porvenir de la raza, Folleto N 4, LAPS, Buenos Aires, 1921; Leroy Allais, J., De cmo he instruido a mis hijas sobre las cosas de la maternidad, Folleto N N 14, LAPS, Buenos Aires, 1924; Narbel, P., Lo que todos deben saber sobre las enfermedades venreas, Folleto N 16, LAPS, Buenos Aires, 1930; Beruti, Josu, Maternidad y educacin femenina, Buenos Aires, 1934; Beruti, Josu y Zurano, Mara, "Contribucin al estudio del problema de la proteccin maternal en nuestro pas. Legislacin - Coordinacin Educacin", Anales de Biotipologa, Eugenesia y Medicina Social, N 32, Buenos Aires, 1934, pp. 4-6. [24] Vase Vezzetti, Hugo, op. cit., especialmente Cap. 5: "Locura e inmigracin", pp. 185-231. [25] Ameghino, Arturo, "La accin del estado... op. cit., p. 134. [26] Ibidem, p. 140. [27] Dado que la tasa de internamientos psiquitricos en la Argentina era inferior a la de los pases avanzados, promova una ampliacin del nmero de internados, incluyendo pacientes no peligrosos, como los oligofrnicos, que habitualmente no terminaban encerrados. El criterio determinante del encierro no era ya la

"peligrosidad", sino el potencial hereditario degenerativo. Vase Ameghino, Arturo, La accin del Estado... op. cit., pp. 131 y 146. [28] Ameghino, Arturo, "La accin del estado... op. cit., p. 147. [29] Bertoni, Lilia Ana, Patriotas, cosmopolitas y nacionalistas. La construccin de la nacionalidad argentina a fines del siglo XIX, Fondo de Cultura Econmica, Buenos Aires, 2001. [30] Vase Ayarragaray, Lucas, "La mestizacin de las razas en Amrica y sus consecuencias degenerativas", Revista de Filosofa, Cultura, Ciencias y Educacin, Ao II, vol. III, N 1, pp. 21-41. [31] Vase Revilla, E., "Salud colectiva, predisposiciones e inmunidades de origen tnico", La Semana Mdica, Ao II, N 20, Buenos Aires, 1902, pp. 342-344. [32] Ingenieros, Jos, "La formacin de la raza argentina", Revista de filosofa, cultura, ciencias y educacin, vol. II, N 6, Buenos Aires, 1915, pp. 468 y ss. [33] Vase Talak, Ana Mara, "La psicologa social del positivismo", ponencia presentada en las VI Jornadas de Investigacin en Psicologa, UBA, Diciembre de 1999. [34] Las ideas de este prrafo han sido propuestas por Hugo Vezzetti y discutidas en el marco del ya mencionado Ateneo del Programa de Estudios Histricos de la Psicologa en la Argentina, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires (octubre de 2004). [35] Las ideas contenidas en los pargrafos 6, 7 y 8 de este captulo, se basan en Borinsky, Marcela y Talak, Ana Mara, Problemas de anormalidad infantil en la psicologa y la psicoterapia, Ponencia presentada en el V Encuentro Argentino de Historia de la Psiquiatra, de la Psicologa y del Psicoanlisis, Facultad de Psicologa, UBA, Buenos Aires, Noviembre de 2004; las ideas del pargrafo 8 forman parte del trabajo de investigacin de Doctorado de Marcela Borinsky, en curso. [Referencia agregada en la versin expuesta en la pgina web: www.elseminario.com.ar] [36] Cuello Caln, Eugenio, op. cit., p. 330. [37] Binet et Simon, Les enfants anormaux, Paris, 1907, p. 6, cfr. Cuello Caln, Eugenio, op. cit., p. 330. [38] Ibidem. [39] Picado, Jos S., op. cit., pp.514-515. [40] Vase Talak, Ana Mara, "La psicologa evolutiva en los primeros desarrollos de la psicologa en la Argentina". Ponencia presentada en las VII Jornadas de Investigacin en Psicologa. Facultad de Psicologa. Universidad de Buenos Aires. 1 al 24 y 25 de agosto de 2000; y (2001), "La recepcin de corrientes de pensamiento extranjero en los primeros desarrollos de psicologa evolutiva en la Argentina (19001920)". Ponencia presentada en las VIII Jornadas de Investigacin en Psicologa, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, Argentina, Agosto de 2001.

[41] Garrahan, Juan P., "La defensa del nio dbil", La Semana Mdica, Buenos Aires, 10 de Enero de 1924, pp. 62-66. [42] Para ms datos sobre las Visitadoras de Higiene Social, vase Sturla Rodrguez, Pablo, El curso de Visitadoras de Higiene Social en la UBA, algunas transformaciones institucionales y la inclusin de conceptos psicolgicos y preventivos (1924-1957), Actas de las X Jornadas de Investigacin en Psicologa, Facultad de Psicologa, UBA, T. III, Buenos Aires, 2003, pp.75-78. [43] Vanse los artculos de Tonina, T. A., "Seleccin de los escolares dbiles, Funcin de las visitadoras escolares" (primera parte), La Semana Mdica, Buenos Aires, 16 de Abril de 1925, pp. 854-871; "Seleccin de los escolares dbiles, Funcin de las visitadoras escolares" (segunda parte), La Semana Mdica, Buenos Aires, 7 de Mayo de 1925, pp. 1009-1021; "Seleccin de los escolares dbiles, Funcin de las visitadoras escolares" (tercera parte), La Semana Mdica, Buenos Aires, 21 de Mayo de 1925, pp. 1111-1126; "Seleccin de los escolares dbiles, Funcin de las visitadoras escolares" (cuarta parte), La Semana Mdica, Buenos Aires, 11 de Junio de 1925, pp. 1271-1286. [44] Ros, Julio C. y Talak, Ana Mara, "El nio delincuente entre la psicologa, la criminologa y la pedagoga en la Argentina (1900-1910)", IX Anuario de Investigaciones, Facultad de Psicologa, Universidad de Buenos Aires, 2002, pp. 117-128. [45]Desde su perspectiva, fueron el educador Seguin y el psiquiatra Esquirol quienes conformaron el primer equipo mdico psicopedaggico y ubica recin con Bourneville la creacin del primer centro mdico-pedaggico reservado exclusivamente para retrasados mentales. En 1879 organiz un servicio para nios idiotas y epilpticos en el Hospicio de Bictre. Postel, Jacques y Qutel, Claude, Historia de la Psiquiatra, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, p. 662. [46] Ameghino, Arturo, "La educacin de anormales en la Repblica Argentina. Resea crtica", La Semana Mdica, Buenos Aires, 1924, pp. 277-288. [47] Manas Euredjian, La psiquiatra infantil en nuestro pas, Acta Neuropsiquitrica Argentina, vol. V, N 3, Instituto Nacional de Salud Mental, Buenos Aires, 1959. Bonoli Cipolletti, Hector, Antecedentes histricos de la Psiquiatra Infanto-Juvenil en la Repblica Argetnina, http://www.aapi.com.ar [48] Gentile, Antonio, La psiquiatra en Rosario, Temas de Historia de la Psiquiatra, N 5, Buenos Aires, pp. 3-11. [49] Postel, Jacques y Qutel, Claude, op. cit. [50] Ciampi, Lanfranco, La organizacin de la enseanza psiquitrica en la Facultad de Ciencias Mdicas de Rosario, Boletn del Instituto Psiquitrico, Ao 1, N 1, Rosario, Abril-Mayo-Junio, 1929. [51] Ciampi, Lanfranco, Desarrollo y Actividades del Instituto de Psiquiatra de Rosario desde Octubre de 1927 hasta 1934, Rosario, 1935. [52] La seccin para nios del Hospicio de Alienados de la ciudad de Rosario se organiz alrededor de la Escuela para Retardados y el personal que trabaj en la atencin de estos nios eran mdicos y maestras especialmente preparadas para esa funcin. Ciampi, Lanfranco, Desarrollo y Actividades... op. cit.

[53] En 1909, William Healy, fund en Chicago la primera de estas clnicas, The Juvenile Psychopathic Institute y luego en 1917 creo en Boston, conjuntamente con Augusta F. Bronner The Judge Baker Fundation que luego se transformar en Judge Baker Guidance Center En 1914 ya haba en Estados Unidos 20 Clnicas de Orientacin Infantil. Watson, Robert, A Brief History of Clinical Psychology, Psychological Bulletin, vol. L, N 5, American Psychological Association, Septiembre 1953, pp. 328-329. [54] Schowalter, John E., A History of Child and Adolescent Psychiatry in the United States, Psychiatric Times, Vol. XX, Issue 9, Irvine, September 2003. [55] Mal deslindados estaban todava en nuestro ambiente los problemas de psicopatologa de la infancia, y no ampliamente difundidos los procedimientos propios de la clnica psquiatrica infantil y los alcances e indicaciones de la psicoterapia. La mayora de los enfermos dirigidos al consultorio en su comienzo fueron casos de neuropsiquiatra: idiotas, imbciles, graves enfermos neurolgicos". Reca, Telma, Psicoterapia en la Infancia, El Ateneo, Buenos Aires, p. 11. [56] Ibidem. [57] Reca, Telma, La inadaptacin escolar, El Ateneo, Buenos Aires, Buenos Aires. [58] Las ideas contenidas en el pargrafo 9 siguen el trabajo de Hugo Vezzetti, Variaciones sobre la formacin psi: psiquiatra de izquierda, salud mental y psicoanlisis, Pargrafo: La higiene mental en la Argentina, discutido en el Ateneo del Programa de Estudios Histricos de la Psicologa en la Argentina, Instituto de Investigaciones, Facultad de Psicologa, UBA, Buenos Aires, Octubre de 2004. [Referencia agregada en la versin expuesta en la pgina web: www.elseminario.com.ar] [59] Escribi tambin tres libros y varias obras de teatro, como La extraa, La huelga, En la corriente, Agua mansa y Los venenos, en los que manifest inters por temas sociales. [60] Si bien se trataba de una entidad privada, su funcionamiento dependa casi totalmente de las contribuciones del Estado nacional y, en algunos casos, de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires. Esas subvenciones disminuyeron a partir de 1943 incrementando el quebranto de la institucin. Por ejemplo, en los aos consultados, 1940, 1941, 1943 1947, las subvenciones oficiales cubren casi totalmente los gastos del ejercicio. En 1940, sobre ingresos de $ 27.691 corresponden a subsidios oficiales $ 25.640: 92 %. En 1941, sobre $ 26.693, las subvenciones son $ 21.645: 81 %. En 1943, sobre $ 46.166 recibe subvenciones po $ 30.920: 67 % e incluye una prdida en el ejercicio de $ 9.582. 1947: sobre $ 35.644, las subvenciones son $ 20.000: 56 % slo del gobierno nacional y la prdida del ejercicio $ 9.461. Ver Memorias y Balances, 1940, 1941, 1943 y 1947. [61] Tena antecedentes muy conocidos: la Liga Argentina contra la Tuberculosis fue creada en 1901 por Samuel Gache; Domingo Cabred fund en 1903 la Liga Argentina de Lucha contra el Alcoholismo; en 1921 se cre la Liga Argentina de Lucha Contra el Cncer (LALCEC). Adems de los miembros mdicos muy conocidos contaba con una Comisin Cooperadora integrado por damas de la sociedad, siguiendo la tradicin de las sociedades de beneficencia.

[62] Segn los datos de las Memorias, la cantidad de consultas fue significativa. A modo de ejemplo: En la sede de Vieytes: 1940: sin datos; 1941: 7.053; 1943: 2.758; 1947: 4.142. En la sede de Lima: 1940: 2.793; 1941: 4.223; 1943: 8.885; 1947: 5.758. En el Instituto Neuro-Psiquitrico: 1940: sin datos; 1941: 2.087; 1943: 1.173; 1947: 1.462. [63] Klappenbach, Hugo, op. cit., pp. 189-195. La Escuela dictaba un curso que duraba dos aos. [64] Saavedra, Alfredo, Relaciones entre Eugenesia e Higiene Mental, Revista Argentina de Higiene Mental, I, 2, Buenos Aires, Octubre de 1942, p. 22. En una conferencia de divulgacin difundida por Radio del Estado, reproducida por la Revista, se afirmaba, al mismo tiempo, la durabilidad de la patologa mental, si el tratamiento se inicia precozmente, y la necesidad de impedir el potencial reproductivo de los enfermos mentales; para esto ltimo, se propona que los certificados prenupciales no se limitaran a prevenir el matrimonio de quienes posean enfermedades venreas sino tambin de los enfermos mentales. [65] Vase principalmente Vezzetti, Hugo, Aventuras de Freud en el pas de los argentinos. De Jos Ingenieros a Enrique Pichon-Rivire, Paids, Buenos Aires, 1996. [66] Ibidem. [67] Una visin diferente, orientada hacia los problemas en la sociedad, puede encontrarse en la dcada del 30 en la revista Psicoterapia, fundada por Gregorio Bermann en 1936. Algunos de sus autores sostuvieron un discurso de cambio social desde el cual se realiz una recepcin de Fred y de Marx. Ibidem.