estudio de prevalencia de mpi en am atendidos en apsal club pejerrey! gracias por las alegrías,...

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UNIVERSIDAD DE CHILE Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas Departamento de Ciencias y Tecnología Farmacéutica Farmacia Clínica ESTUDIO DE PREVALENCIA DE USO DE MEDICAMENTOS POTENCIALMENTE INAPROPIADOS EN ADULTOS MAYORES ATENDIDOS EN ATENCION PRIMARIA EN SALUD JOSE LUIS GARCIA FUENTES Q.F. MARCELA JIRÓN A. Q.F. MARCELA JIRON A. DIRECTORA PROFESORA PATROCINANTE Santiago, Chile 2009 Informe Final de Internado en Farmacia Clínica y Atención Farmacéutica para optar al Título de Químico Farmacéutico

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  • UNIVERSIDAD DE CHILE Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas

    Departamento de Ciencias y Tecnología Farmacéutica Farmacia Clínica

    ESTUDIO DE PREVALENCIA DE USO DE MEDICAMENTOS POTENCIALMENTE

    INAPROPIADOS EN ADULTOS MAYORES ATENDIDOS EN

    ATENCION PRIMARIA EN SALUD

    JOSE LUIS GARCIA FUENTES

    Q.F. MARCELA JIRÓN A. Q.F. MARCELA JIRON A. DIRECTORA PROFESORA PATROCINANTE

    Santiago, Chile 2009

    Informe Final de Internado en Farmacia Clínica y Atención Farmacéutica para optar al Título de Químico Farmacéutico

  • 2

    DEDICATORIA

    En momentos donde terminan etapas importantes de mi vida y comienzan nuevos

    desafíos, recuerdo a todas las personas que han sido parte de mi vida.

    A mi madre, la persona que más amo y quien me ha enseñado que cada día es

    oportuno para hacer de éste, un mejor mundo donde vivir. Gracias por tu incondicional

    amor, eres mi mayor orgullo y el ejemplo que cada día intento seguir. A mi hermano

    quien desde las profundidades del universo ha estado conmigo. A mi padre por sus

    enseñanzas y cariño. A toda mi familia y por supuesto a la persona con quien espero

    construir la propia (te amo mi negra).

    A mis amigos (sobretodo a ustedes Cristian y Pelao), a mis compañeros y profesores

    del liceo y de la Universidad, en especial a ti Lile y Gaba.

    A mis amigos del centro de salud, les agradezco todo el cariño, el apoyo, los retos, lo

    aprendido, las alegrías y también las penas, las risas y todo lo que me brindaron,

    gracias por haberme hecho sentir parte de ustedes. Para todas ustedes, Mariteses (la

    buena y la mala), Daniela (la jefa), Fide, Carmela (mami!), Vale, Karina, Luisis, Isa!,

    Paola (con todo mi cariño ja!), Juanita (jefa mayor), Soa Poly, Florcita, Soa Vero, Ely y

    a toda la comunidad san ramonina.

    Al club Pejerrey! Gracias por las alegrías, emociones, rabias, risas y por ser más que

    un grupo que comparte una pasión, sino por ser personas que en momentos difíciles

    estuvieron ahí para darme alegrías. A ustedes Valcita, Negro y Billy.

    Y por ultimo a mi querida y amada Arica, donde he vivido los años más maravillosos

    de mi vida.

    ….A todos ustedes, los llevaré en mi mente y corazón por siempre.

  • 3

    AGRADECIMIENTOS

    El presente trabajo no pudo haber sido posible sin la guía y el apoyo de los QF

    Marcela Jirón y QF Inés Ruiz, docentes del área de Farmacia Clínica del departamento

    de Ciencias y Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Chile, quienes dedicaron

    parte de su tiempo al desarrollo y evaluación de las herramientas y estrategias

    necesarias para cumplir con los objetivos planteados en el presente estudio.

    El apoyo del Departamento de Salud de la comuna de San Ramón, representado por

    el Sr. Marcelo Santibañez y de la Dirección del Centro de Salud La Bandera a cargo

    de la Sra. Juana Casillas fue fundamental para el desarrollo de este trabajo en este

    Centro de Salud. Ambos, tuvieron gran disposición de contribuir y gestionar lo

    necesario para facilitar el trabajo con los pacientes.

    Por último, agradezco a todos los funcionarios del Centro de Salud La Bandera de la

    comuna de San Ramón quienes, sin esperar nada a cambio, tuvieron la gentileza de

    hacer que mi estadía en este centro haya sido muy provechosa en lo académico y

    también en lo personal. En especial a la unidad de SOME, informática y Farmacia,

    quienes estuvieron relacionados directamente con el desarrollo de este estudio y

    prestaron todo el apoyo necesario para su realización.

  • 4

    TABLA DE CONTENIDOS Página

    RESUMEN 6

    INDICE DE TABLAS 8

    INTRODUCCION 9

    OBJETIVOS

    Objetivo General 14

    Objetivos Específicos 14

    METODOLOGIA

    Tipo de estudio 15

    Tamaño de muestra y tipo de pacientes 15

    Criterios de selección

    Criterios de inclusión 16

    Criterios de exclusión 16

    Comité de Ética 16

    Recolección de información 17

    Evaluación de criterios de selección 17

    Entrevista a paciente y/o cuidador 17

    Análisis retrospectivo 18

    Protocolo de reclutamiento de pacientes 18

    Análisis de datos 20

    RESULTADOS

    Reclutamiento de pacientes 21

    Caracterización de MPI pertenecientes al 22

    arsenal farmacoterapéutico

    Estudio transversal

    Caracterización de los entrevistados 22

    Caracterización sociodemográfica de los AM en estudio 22

    Caracterización de la utilización de recursos sanitarios 24

    Caracterización clínica de los pacientes en estudio 25

    Caracterización farmacoterapéutica de los AM en estudio 25

    Prevalencia de MPI 27

  • 5

    Escalas de valoración 28

    Revisión retrospectiva

    Aplicación de EFAM y EMPA en APS 30

    Caracterización clínica 30

    Atención por programa de APS 31

    Pronóstico de sobrevida. Índice de Charlson 32

    Prescripción anual de medicamentos 32

    DISCUSION 34

    CONCLUSIONES 40

    REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 41

    ANEXOS

    I Consentimiento informado para pacientes 46

    II Ficha de recolección de datos - Revisión retrospectiva 47

    III Ficha de recolección de datos - Entrevista al paciente 50

    IV Actualización de los Criterios de Beers 2003 54

    V Indice de Barthel 57

    VI EuroQol EQ5D con Escala Visual Análoga EVA 58

    VII Simplified Medication Adherence Questionnaire SMAQ 59

  • 6

    RESUMEN Introducción. Los cambios en los índices demográficos han provocado el

    envejecimiento de la población. Chile cuenta con una de las esperanzas de vida más

    altas de Latinoamerica. El envejecimiento, influenciado por factores económicos y

    sociodemográficos, provoca pérdida de funcionalidad y deterioro cognitivo, situación

    favorecida por la presencia de enfermedades degenerativas y por el consumo de

    medicamentos inapropiados, los que podrían incrementar la precariedad de la

    condición fisiopatológica del adulto mayor. Objetivo. Determinar la prevalencia del uso

    de medicamentos potencialmente inapropiados en adultos mayores atendidos en un

    centro de Atención Primaria de Salud. Metodología. Se realizó un estudio transversal

    de tipo observacional y un análisis retrospectivo de una muestra aleatorizada de

    adultos mayores atendidos en un centro de Atención Primaria en Salud para la

    obtención de información sociodemográfica, clínica y farmacoterapéutica. Resultados.

    El 63% de los adultos mayores eran mujeres y el promedio de edad fue 72 ± 6 años.

    La mayoría de los pacientes presentaba algún factor de riesgo cardiovascular. El

    consumo promedio de medicamentos fue 4,8 ± 2,1 medicamentos/paciente y el 53%

    de los pacientes consumían 5 o más medicamentos. Los medicamentos más

    prescritos fueron el ácido acetilsalicílico (76%), enalapril (58%) y la hidroclorotiazida

    (49%). El 30% recibía algún medicamento inapropiado que en la mayoría de los casos

    era de alto riesgo para el AM y entre los más prescritos estaba el nifedipino de

    liberación convencional (13%), amitriptilina (6%) y la fluoxetina (3,6%). Conclusión. Las

    características sociodemográficas, clínicas y farmacológicas dan cuenta de una

    población en estudio con un importante riesgo de fragilidad. Este estudio es un aporte

    importante para que las acciones en salud referentes al AM consideren aspectos

    clínicos, funcionales, mentales, sociales y económicos. Pareciera interesante postular

    estudios que establezcan la relación que pudiese existir entre la prescripción de

    medicamentos inapropiados y el estado de salud del AM.

  • 7

    Potentially inappropriate medications prescribing in elderly primary care patients – A

    cross-sectional study.

    Summary: Changes in demographic indices have provoked the population ageing.

    Chile has one of the most high life expectancy in Latin America. The ageing, affected

    by economic and socio-demographic factors, causes the lost of functionality and

    cognitive impairment, situation that is increased by degenerated diseases and

    inappropriate medications use, which could get even worst the physiopathologic

    condition of the elderly people.

    Objective: Determine the use of potencially inappropriate medications prevalence in

    primary care elderly.

    Methodology : a cross-sectional observation research was executed, and also a

    retrospective random analysis in elderly people who were seen in a Primary Care

    Health Center, in order to get socio-demographic, clinical and pharmacoterapeutic

    information.

    Results: 63% of elderly people were women and the age range was 72 ± 6 years. Most

    of patients had some risk factor of cardiovascular disease. The taking drugs average

    was 4.8 ± 2.1 medicaments/patient and the 53% of patients took 5 or more

    medicaments. The most given prescription were salicylic acid (76%), enalapril (58%)

    and hydrochlorothiazide (49%). 30% was given some inappropriate medicament, that

    in most cases was high risked for the elderly people, and between the most given

    prescriptions were conventional release nifedipine (13%), amitriptyline (6%) and

    fluoxetine (3.6%).

    Conclusion: socio-demographic clinic and pharmacologic characteristics reveal that

    population under study has an important risk of fragility. This research it’s an important

    contribution for that health politics may be to guide regarding to elderly consider clinic,

    functional, mental, social and economic aspects. It seems interesting to mention

    researches that establish the relation that may exist between inappropriate medicine

    prescription and elderly people heath state.

  • 8

    INDICE DE TABLAS Y GRAFICOS PáginaFIGURA N° 1 Esquema de reclutamiento de pacientes para el estudio.

    19

    FIGURA N° 2 Resultados de la aleatorización de pacientes.

    21

    GRAFICO N° 1 Nivel educacional declarado según sexo.

    23

    GRAFICO N° 2 Distribución de ingresos y beneficio estatal según sexo.

    23

    TABLA I Características sociodemográficas de los pacientes seleccionados.

    24

    TABLA II Caracterización de utilización anual de recursos sanitarios.

    25

    TABLA III

    Consumo promedio de medicamentos. 26

    GRAFICO N° 3 Comparación de polifarmacia según procedencia de medicamentos.

    27

    TABLA IV Prescripción de medicamentos en APS según sexo.

    28

    TABLA V Resultados de las escalas de valoración según sexo.

    30

    GRAFICO N° 4 Patologías diagnosticadas más prevalentes según sexo.

    31

    TABLA VI Promedio de principios activos y prescripciones anuales según sexo y edad.

    32

    TABLA VII Tasa de consumo anual de medicamentos según sexo.

    33

    TABLA VIII Medicamentos potencialmente inapropiados de uso crónico prescritos en el último año.

    33

  • 9

    INTRODUCCION Las políticas de planificación, acceso y cobertura en salud se orientan a resolver las

    problemáticas epidemiológicas de un país y a satisfacer las expectativas de la

    población, ambas consecuencia de los avances en tecnología y la medicina. Estas

    políticas también se relacionan con los esfuerzos por disminuir la brecha de

    desigualdad socioeconómica y de atención en salud en la población. Por otro lado, el

    desarrollo tecnológico, económico y social afecta en los índices demográficos de

    natalidad, mortalidad y esperanza de vida, impactando en fenómenos relevantes como

    el envejecimiento de la población [1,2 3].

    El concepto de adulto mayor (AM) si bien es controversial, se ha podido definir como

    toda persona con una edad de 65 años o más [4]. En el año 2007, los AM

    correspondían al 11% de la población mundial, estimando para el 2050 una cifra

    cercana al 22% [4]. Además, se ha observado que la tasa de crecimiento entre los AM

    es mayor en personas de más de 75 años de edad [4, 5].

    En Chile, el Censo 2002 mostró que las personas de 60 años correspondía al 11,4%

    de la población, esperando un crecimiento anual del 3,7% en los próximos 20 años [6].

    Las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) señalaron que al año

    2005, el 7,9% de la población chilena tenía 65 años o más [7]. Según datos de la

    Organización Panamericana de la Salud (OPS), Chile cuenta con una de las

    esperanzas de vida más altas de América Latina [8] y se estima que el índice de

    envejecimiento se triplicará en los próximos 30 años [5].

    El envejecimiento dista mucho de ser un proceso homogéneo debido a la influencia de

    factores tan variables como los recursos económicos y las características

    sociodemográficas como sexo, grupo etáreo y lugar de residencia [2,3,9]. Este proceso,

    junto con la transición de las causas de mortalidad desde las enfermedades

    infectocontagiosas a las producidas por enfermedades degenerativas o crónicas, son

    una señal de alerta para que las intenciones de las políticas sanitarias se orienten

    hacia un envejecimiento saludable.

  • 10

    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud del AM debe ser medida

    en términos de funcionalidad ya que, como proceso natural, es propio del

    envejecimiento la pérdida progresiva de ésta, además del deterioro cognitivo y la

    carencia de procesos reguladores del organismo que conllevan a una limitada

    capacidad de respuesta ante las demandas del ambiente [2,4,10].

    Bajo esta vulnerabilidad, se ha incorporado en el AM el concepto de fragilidad [1,9],

    entendida como la dependencia para realizar actividades de la vida diaria (AVD) tanto

    básicas como aquellas que requieran un proceso cognitivo más complejo o

    instrumentales. Este concepto incluye factores biológicos, sociales, educacionales y

    demográficos que predisponen su desarrollo [2,9].Un AM frágil tiene alto riesgo de ser

    dependiente (especialmente en AVD más complejas), utilizando una mayor cantidad

    de recursos sanitarios y/o sociales [2].

    Entre los factores que favorecen la fragilidad del AM, están las enfermedades crónicas

    y la existencia de comorbilidades, que aumentan la prevalencia de incapacidad y

    mortalidad [4,10]. Una patología crónica se define como aquella que se presenta por un

    tiempo mayor a 3 meses y cuyas características son el no ser prevenible por

    vacunación, por medicamentos y no desaparecer del paciente [11]. Entre estas

    patologías, se han señalado las enfermedades cardiovasculares (ECV), artritis,

    artrosis, obesidad, epilepsia, asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica

    (EPOC), entre otras [11,12]. Un estudio señala que el 45% de los estadounidenses y el

    88% de los AM de ese país tienen al menos una patología crónica [13]. La condición

    anterior supone un consumo mayor de medicamentos por parte del paciente AM.

    Una revisión sistemática señala que el consumo de medicamentos incrementa con la

    edad [14] y que esta condición se relaciona directamente con el aumento de eventos

    adversos a medicamentos (EAM) y la disminución del estado funcional [15,16] debido,

    entre otras cosas, a cambios farmacocinéticos y farmacodinámicos propios del

    envejecimiento [4].

    Asimismo, la polifarmacia se influencia por parámetros sociodemográficos como el

    sexo, ruralidad y educación [14], siendo su presencia un factor que aumenta la

  • 11

    probabilidad que el AM reciba algún medicamento inapropiado o potencialmente

    dañino para su salud [17].

    Un gran número de medicamentos implica más complejidad en el régimen de terapia

    farmacológica que, sumado a la edad y al deterioro de la función cognitiva, aumentan

    el riesgo de no adherencia al tratamiento en el AM, provocando más ingresos

    hospitalarios, empeoramiento de la evolución de la patología tratada, deterioro del

    estado de salud del paciente y un mayor riesgo de discapacidad [18]. Se ha establecido

    que factores modificables como las creencias del paciente, el conocimiento de la

    patología y del tratamiento, la percepción del beneficio potencial del tratamiento y

    factores no modificables como la etnia y factores ambientales, también afectan el

    grado de adherencia a la terapia farmacológica [19].

    Las patologías crónicas tienen una repercusión social y económica importante, sobre

    todo en Atención Primaria en Salud (APS), ya que implican un gran gasto en

    medicamentos, además de una mayor ocupación de camas hospitalarias, necesidad

    de cuidados continuados y gasto de recursos sociales [2,20]. Los AM utilizan el sistema

    de salud tres veces más que el promedio de la población, consumen el doble de

    medicamentos y tienen un gasto médico tres veces mayor al de los adultos no

    mayores [15,21]. En Estados Unidos por ejemplo, los AM reciben el 34% del total de

    prescripciones [4], mientras que en España el 50% de las asistencias realizadas en el

    sector primario de salud corresponde a pacientes mayores de 65 años, especialmente

    la atención médica [2].

    En Chile, con un sistema de financiamiento de atención médica con altos niveles de

    desigualdad en resultados, procesos y financiamiento, el Estado es quien subvenciona

    a las personas de menores ingresos y en mayor riesgo de no cubrir las primas de

    salud solicitadas mediante el Fondo Nacional de Salud (FONASA) [22].

    Con todos los antecedentes anteriormente expuestos, lo más importante en relación a

    la salud del AM es mantener su independencia en las actividades diarias a través de

    programas que reviertan las proyecciones del envejecimiento en la funcionalidad y

    calidad de vida, ya que es la mejor herramienta para predecir la dependencia a futuro

  • 12

    y disminuir el uso de los recursos sanitarios, económicos, y sociales que impactan

    finalmente en la mortalidad y en el presupuesto del Estado [23].

    Chile ha realizado esfuerzos en políticas públicas orientadas, entre otras cosas, a

    enfrentar los desafíos propios del envejecimiento [24] con una Reforma en Salud que

    intenta solucionar las problemáticas sanitarias relevantes en la sociedad [25] mediante

    la creación de un Régimen de Garantías Explícitas en Salud (GES, Ley Nº 19.966).

    Por otra parte, el presupuesto de salud se enfoca en la prevención de los factores de

    riesgo de patologías de alta carga de morbi-mortalidad como son las patologías

    crónicas, incentivando la promoción de estilos de vida saludables y entregándole un rol

    protagónico a las acciones realizadas en APS.

    Por otro lado, tratamiento farmacológico pareciera ser un punto importante en las

    acciones en salud relacionadas con el AM, no sólo por la diferencia en respuesta que

    pueda tener este paciente en comparación con un adulto, sino también porque las

    características sociales, mentales, económicas y biológicas hacen al AM más

    susceptible de presentar algún EAM, entre ellos, una reacción adversa a

    medicamentos (RAM). Es así como se mencionan medicamentos que pueden ser

    apropiados o no en estos pacientes.

    Un medicamento inapropiado se define como aquel que presenta una relación

    riesgo/beneficio alta, aumentando la probabilidad de presentar una EAM [20,26] y que, en

    la mayoría de los casos, puede prevenirse [4,27]. Un medicamento puede ser

    potencialmente inapropiados (MPI) en el AM ya que podría acrecentar la precariedad

    de la condición fisiopatológica del paciente o la susceptibilidad de presentar una

    RAM[28], incrementando el deterioro funcional y cognitivo que llevan al aumento de las

    hospitalizaciones y, en consecuencia, de los gastos en salud [4,20,27,28,29]. Un estudio

    señala que mientras mayor es la cantidad de medicamentos prescritos, más probable

    es encontrar un MPI entre ellos [21].

    Las herramientas que estiman la calidad de la prescripción de medicamentos mediante

    la detección de MPI, especialmente en el AM, pueden utilizarse como referencia

    clínica siempre que éstas sean actualizadas según el mercado farmacéutico y las

  • 13

    nuevas investigaciones respecto del efecto de los medicamentos en el AM [30] ya que la

    prescripción de MPI puede ser subestimada [26].

    Una de estas herramientas son los Criterios de Beers que han sido actualizados de

    acuerdo a las nuevas evidencias y experiencias que se presentan cuando los

    medicamentos son utilizados en el AM y cuyo listado clasifica los MPI en tres

    categorías [30]. Pocos estudios han aplicado esta herramienta actualizada [20]. Un

    trabajo comparó la prevalencia de MPI prescritos aplicando los Criterios de Beers de

    1997 y los actualizados del 2002, concluyendo que al aplicar este último, la

    prevalencia aumenta casi al doble [26]. Algunos estudios que consideran estos criterios

    actualizados aplicados en APS sugieren que hay una población no despreciable de

    AM que reciben al menos un MPI según estos criterios, oscilando entre el 13% y el

    40% [26,31,32].

    A la fecha, en Chile no se han encontrado estudios publicados que apliquen esta

    herramienta y que evalúen la calidad de la terapia farmacológica en pacientes AM

    atendidos en APS. Adicionalmente, el hecho que los tratamientos incorporados en

    GES no consideran la fragilidad del AM ni su susceptibilidad de presentar EAM cuando

    se seleccionan sus terapias, hace interesante estimar la prevalencia de estos MPI en

    AM atendidos en APS ya que es este nivel de salud quien tiene la mayor carga de

    atención de este rango etáreo.

    El Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente de la Región Metropolitana tiene bajo

    su jurisdicción la gestión y desarrollo de la red asistencial en salud de las comunas de

    Puente Alto, La Florida, La Pintana, Pirque, La Granja y San Ramón. Según los

    indicadores de salud del 2006, este servicio cubre a 1.458.081 habitantes, con una

    población de 65 años o más cercana al 6% estimada el año 2005 [7].

    Entre estas comunas, San Ramón ha experimentado una variación de su población

    AM similar al promedio nacional entre los años 2002 y 2008, con un aumento del 22%

    respecto al 18% a nivel nacional durante ese período [33]. Según cifras del INE, la

    población de 65 años o más de la comuna era cercana al 8% el año 2005 [7]. El 16,7%

    de la población de la comuna está en la línea de la pobreza (promedio nacional,

  • 14

    13,7%), la tasa de analfabetismo es cercana al 3% (promedio nacional, 3,9%) y los

    años de escolaridad son diez en promedio [33]. El 85,9% de la población está cubierta

    por FONASA (77% a nivel nacional) al año 2006 [33].

    Por estas razones resultó interesante realizar una revisión de los mecdicamentos

    utilizados en AM atendidos en APS y determinar la tasa de MPI que se prescriben en

    estos pacientes.

    OBJETIVOS

    General Determinar la prevalencia del uso de medicamentos potencialmente inapropiados en

    adultos mayores atendidos en un centro de Atención Primaria de Salud en la Comuna

    de San Ramón, Región Metropolitana.

    Específicos • Caracterizar sociodemográfica, clínica y farmacoterapéuticamente a la población

    de 65 años o más atendida en un centro de salud primaria (CES) de la Comuna

    de San Ramón.

    • Caracterizar los MPI prescritos y utilizados en el AM.

    • Identificar los AM con polifarmacia, prescripción de MPI y con automedicación.

    • Determinar el grado de dependencia funcional para AVD básicas, calidad de vida

    relacionada con la salud y adherencia a tratamiento farmacológico.

    • Caracterizar la utilización de los servicios asistenciales de los adultos mayores

    seleccionados en el sector primario de salud.

  • 15

    METODOLOGIA I.- Tipo de Estudio. A través de un estudio transversal de tipo observacional que consistió en la realización

    de una entrevista al paciente y/o cuidador y un posterior análisis retrospectivo de la

    información disponible en el establecimiento de APS, se caracterizó una muestra

    aleatorizada y representativa de pacientes de 65 años o más inscritos, registrados y

    atendidos en el CES La Bandera de la comuna de San Ramón.

    II.- Tamaño de muestra y tipo de pacientes. Para la estimación del tamaño muestral (n) de AM para los CES de San Ramón se

    consideró una prevalencia del 15,9% de prescripción de MPI [34], utilizando la siguiente

    fórmula:

    n = p x q x z2

    D2

    Siendo p= probabilidad de éxito; q= probabilidad de fracaso; z= valor de Z por tabla

    para 2 colas y D= error de estimación.

    De un total de 3403 AM atendidos en el CES La Bandera, se calculó una muestra

    representativa de 83 pacientes, considerando un α = 5% con dos colas, una potencia

    de 80%, un error de estimación del 5% y un 20% de posible pérdidas. La

    aleatorización de los pacientes se realizó con reemplazo y todos los que se incluyeron

    en el estudio debían cumplir los criterios de selección.

  • 16

    III.- Criterios de selección.

    a) Criterios de inclusión • Paciente, hombre o mujer, con 65 años o más (al 30/04/2008) inscrito y

    actualmente atendido en el CES La Bandera de la Comuna de San Ramón.

    • Al menos una patología crónica con medicación prescrita y dispensada en la

    Unidad de Farmacia del CES.

    • Retiro de medicamentos de uso crónico al menos en los últimos 3 meses desde la

    fecha de reclutamiento.

    • Ultimo control con profesional del CES realizado durante los últimos 12 meses

    desde la fecha de reclutamiento.

    b) Criterios de exclusión • Paciente dependiente funcionalmente y/o cognitivamente sin cuidador

    responsable.

    • Paciente en estado terminal.

    • Antecedentes de abuso de sustancias (alcohol y/o drogas).

    • Paciente o responsable sin aceptar ni firmar el consentimiento informado.

    • Condición que a juicio del investigador afecte la recopilación de los datos.

    • Persona sin residencia en la comuna de San Ramón.

    IV.- Comité de Ética. El proyecto y el consentimiento informado (Anexo I) se aprobaron por el Comité de

    Evaluación Ético-Científico del Hospital “Dr. Sótero del Río” del Servicio de Salud

    Metropolitano Sur-Oriente (SSMSO).

  • 17

    V.- Recolección de Información. Se diseñó una ficha precodificada de dos partes, la primera referente a la obtención de

    información necesaria para revisión retrospectiva (Anexo II), y la segunda relacionada

    con la información obtenida durante la entrevista (Anexo III).

    La validación de esta herramienta se realizó aplicándola a funcionarios del CES, a

    quienes se les solicitó llenar la ficha según su propia comprensión, verificando la forma

    de llenado y el entendimiento de cada una de las preguntas. Una vez hecha las

    correcciones encontradas en esta etapa, la ficha completa se aplicó en pacientes que

    no estuvieran incorporados dentro de la muestra en estudio. Una vez que hubo

    concordancia entre las respuestas y el objetivo de cada pregunta, la herramienta se

    consideró validada.

    La recopilación de la información se realizó mediante la codificación de ésta. Así, los

    medicamentos, patologías, profesionales y otra información se registró de forma

    numérica. El proceso de diseño y codificación demoró dos meses y medio

    aproximadamente.

    a) Evaluación de criterios de selección. Para el proceso de selección, se realizó una revisión retrospectiva de los antecedentes

    de cada paciente utilizando la ficha clínica, el Sistema Informático de Atención

    Primaria (SIAP) y la base de datos del Registro Civil. Los pacientes que según la

    revisión, cumplían los criterios de selección (preseleccionados) se contactaron

    telefónicamente o al momento del retiro de sus medicamentos para solicitar su

    participación, confirmar el cumplimiento de los criterios de selección y evaluar el

    estado cognitivo del paciente y/o cuidador.

    b) Entrevista a paciente y/o cuidador. Las escalas de valoración consideradas en la ficha de recolección de datos fueron la

    escala de Barthel de evaluación de dependencia funcional para AVD básicas [35,36], la

    encuesta EQ5D con escala visual análoga (EVA) para determinar la percepción de la

  • 18

    calidad de vida relacionada con salud [37] y el Simplified Medication Adherence

    Questionnaire (SMAQ) para evaluar la adherencia al tratamiento farmacológico [38].

    Se utilizó el carné del AM del Ministerio de Salud para obtener las fechas de retiro de

    medicamentos, tratamiento farmacológico y controles en APS. La información

    referente a la previsión de los pacientes se obtuvo desde FONASA y las pensiones

    asignadas por el Estado mediante la base de datos del Instituto de Normalización

    Previsional (INP).

    c) Análisis retrospectivo. Se utilizó la ficha clínica, el SIAP y el tarjetón de control por programa de APS para la

    obtención de información anual de controles, tratamiento farmacológico y utilización de

    recursos médicos. Para la determinación del pronóstico de mortalidad a 10 años se

    utilizó el índice de comorbilidad de Charlson [39,40].

    Para la clasificación de MPI en todas las etapas de este estudio se utilizaron los

    Criterios de Beers actualizados el 2002 [30] los cuales dividen el listado de estos

    medicamentos en siempre inapropiados, inapropiados según la dosis de

    administración y/o según las comorbilidades del AM.

    VI.- Protocolo de reclutamiento de pacientes. La Figura N° 1 muestra la secuencia de reclutamiento de los pacientes que ingresaron

    al estudio. Se aleatorizaron suficientes números de ficha clínica de AM incluidos dentro

    de los 3403 de la base de datos para obtener los 83 pacientes necesarios que

    cumplieran los criterios de selección para el estudio. Sólo a los pacientes activos

    (definido como aquel que ha recibido algún tipo de atención médica y/o retiro de

    medicamentos desde el CES en el último año) se les consideró para la revisión del

    cumplimiento de los criterios.

    El estado de la función cognitiva del paciente y/o del cuidador se determinó mediante

    una evaluación abreviada del Mini-Mental State Examination (MMSE) recomendada

  • 19

    por una psicóloga clínica, en la cual se solicita a la persona repetir tres palabras

    mencionadas con anterioridad una vez que transcurre un minuto.

    Los pacientes y cuidadores con un estado cognitivo normal y que tuvieron la

    disposición de participar, ingresaron al estudio aceptando y firmando el consentimiento

    (seleccionados) para luego realizarles la entrevista en una oficina ubicada en las

    dependencias del CES adaptada exclusivamente para este fin, sin interferir el normal

    funcionamiento del recinto.

    Posterior a la entrevista, se realizó el análisis retrospectivo de los antecedentes

    clínicos y farmacológicos de cada paciente.

  • 20

    En este estudio se utilizó la definición de patología crónica adoptada por la US

    National Center for Health Statistics y, por lo tanto, los medicamentos de uso crónico

    corresponderán a aquellos que han sido prescritos al menos durante tres meses

    consecutivos a la fecha de revisión para una patología determinada. En relación a la

    polifarmacia se utilizó la definición descrita por la OMS, que señala la polifarmacia

    como la prescripción de al menos 5 medicamentos en un período no superior a 24

    horas.

    Se excluyeron los medicamentos de uso tópico como cremas, colirios, ungüentos y

    también los productos naturales como hierbas e infusiones.

    VII.- Análisis de Datos. La información obtenida fue codificada e ingresada a una base de datos utilizando el

    programa Microsoft Excel. Se asignaron códigos para patologías, medicamentos y

    programas de profesionales. El análisis estadístico de tipo descriptivo se realizó

    utilizando este mismo programa, expresando los resultados en forma porcentual,

    promedio y desviación estándar.

  • 21

    RESULTADOS I.- Reclutamiento de pacientes para el estudio.

    Los resultados de la selección de pacientes para el estudio se esquematizan en la

    Figura N°2. Para obtener la muestra de 83 pacientes fue necesaria la aleatorización de

    264 números de fichas clínicas desde la base de datos ya que 93 se descartaron por

    no tener registro válido en el SIAP, por ser pasivos en el CES (no asistir a controles ni

    a retiro de medicamentos en el último año) o por haber fallecido al tiempo de la

    revisión de sus antecedentes. Otros 73 pacientes no se consideraron ya que no

    cumplían con los criterios de selección y 15 se descartaron al momento de

    confirmarlos. Por último, el 31% de la muestra aleatorizada se incluyó en el estudio. El

    proceso tardó aproximadamente 2 meses, mientras que la realización de la entrevista,

    el análisis retrospectivo y el análisis de los datos obtenidos cerca de cuatro meses.

  • 22

    II.- Caracterización de MPI pertenecientes al Arsenal Farmacoterapéutico.

    El Arsenal Farmacológico de la Comuna de San Ramón para el período 2008-2009

    consta de un total de 113 principios activos. El 30% de ellos son potencialmente

    inapropiados para el AM según los Criterios de Beers. De los MPI disponibles en este

    arsenal, el 47% (n=16) se indica como siempre inapropiados, otro 47% como

    inapropiados dependiendo de las condiciones mórbidas del paciente, siendo

    principalmente analgésicos-antiinflamatorios (AINES) y el 6% restante es inapropiado

    dependiendo de la dosis de administración diaria. Entre los medicamentos catalogados

    como siempre inapropiados se encuentran las benzodiazepinas de acción prolongada

    (diazepam, y clordiazepóxido), antidepresivos como la amitriptilina, imipramina,

    fluoxetina y antiespasmódicos a base de atropina o papaverina. Todos los MPI del

    arsenal son de alto riego para el AM, exceptuando el sulfato ferroso.

    I.- Estudio Transversal. a) Caracterización de los entrevistados. El 30% de los pacientes tenía cuidador, quien podía ser el hijo(a) (68% de los casos),

    el (la) cónyuge (25%), nieto (4%) u otra persona (3%). El 75% de las entrevistas se

    realizó a los pacientes y el 25% al cuidador. El 80% de los AM participaba del retiro de

    sus medicamentos desde la farmacia del CES (en 57 casos como único responsable).

    b) Caracterización sociodemográfica de los AM en estudio. En la Tabla I se detallan las características sociodemográficas de los pacientes

    incorporados en el estudio. El 63% de los AM eran mujeres, el promedio de edad fue

    de 72 ± 6,2 años y el 77% de los pacientes estaba entre los 65 y 74 años. En cuanto al

    estado civil, el 71% de los pacientes estaba casado o tenía pareja y el 22% de las

    mujeres eran viudas. El 82% de los pacientes tenía menos de 8 años de escolaridad y

    el 15% no ingresó al sistema educacional (Gráfico N° 1). Cerca del 81% de los

    pacientes pertenecían a los grupos A o B de FONASA (86% de las mujeres y 71% de

    los hombres).

  • 23

    El 94% de los pacientes vivía con al menos una persona, siendo los hijos y parejas los

    que comúnmente complementan el núcleo familiar. Cerca del 16% de los pacientes

    trabajaba y el 10% no realizaba actividad alguna.

    0,0

    20,0

    40,0

    60,0

    80,0

    100,0

    Porcentaje (%)

    Analfabetismo Básica Media Técnica

    Nivel educacional

    Gráfico N° 1. Nivel Educacional declarado según sexo.

    Hombres Mujeres Total

    El 78% de los AM recibía pensión asistencial. El 63% declaró recibir entre $51.000 y

    $101.000 mensuales, el 13% señaló tener ingresos mayores a $150.000 (15,4% de las

    mujeres y 9,7% de los hombres) y el 7% no tenía ingresos. (Gráfico N°2).

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    70

    80

    90Porcentaje (%)

    No tiene Hasta$50.000

    51.000-100.000

    101.000-150.000

    más de150.000

    Pensiónestatal

    Gráfico N° 2. Distribución de ingresos y beneficio estatal según sexo.

    HombresMujeresTotal

    El 40% de los pacientes participaba de alguna organización comunitaria (el 8% lo

    hacía en más de una), siendo la iglesia la que tenía mayor participación (26% de los

    pacientes). En relación a los hábitos de vida, el 83% de los pacientes no fumaba, el

    73% no consumía bebidas alcohólicas y el 94% no realizaba ejercicio (45 minutos al

    día y 3 veces a la semana).

  • 24

    Tabla I. Características sociodemográficas de los AM seleccionados (n = 83)

    Edad (años) Rango

    Total 72,0 (6,2) (65 - 92)

    Hombres 69,8 (5,0) (65 - 87) Mujeres 73,4 (6,5) (65 - 92)

    Rangos de edad n (%) Previsión en salud n (%)

    65-69 años 33 (39,8) No tiene/bloqueado 4 (4,8)

    70-74 años 31 (37,4) Fonasa A 16 (19,4)

    75-80 años 10 (12,0) Fonasa B 51 (61,4)

    más de 80 años 9 (10,8) Fonasa C 7 (8,4)

    Fonasa D 5 (6,0) Sexo Estado Civil

    Masculino 31 (37,3) Casado (a)/pareja 59 (71,1)

    Femenino 52 (62,7) Viudo (a) 19 (22,9)

    Soltero (a) 5 (6,0) Actividad Participación comunitaria

    Jubilado (a) 39 (47,0) No participa 50 (60,2)

    Dueño (a) casa 40 (48,2) Club de AM 7 (8,4)

    Trabaja 13 (15,7) Iglesia 22 (26,5)

    Junta de Vecinos 5 (6,0) Núcleo familiar Ingresos (en pesos $)

    Vive solo 6 (6,0) No tiene 6 (7,2)

    Con una persona 24 (28,9) Hasta $50.000 1 (1,2)

    Con 2 personas 14 (16,9) 51.000-100.000 53 (63,9)

    Más de 2 personas 40 (48,2) 101.000-150.000 12 (14,5) más de 150.000 11 (13,3)

    c) Caracterización de la utilización de recursos sanitarios. La caracterización de la utilización de recursos sanitarios en el último año se detalla en

    la Tabla II. El 35% de los AM tuvo una caída en el último año, tendencia mayor en

    mujeres (44%). El 52% declaró haber asistido al CES en el último año por algún

    problema de salud, siendo las mujeres las que más utilizan este recurso (60%)

    respecto de los hombres (39%) con un promedio de 4,2 ± 5,4 visitas anuales (mujeres

    3,8 ± 5,3 y hombres 4,3 ± 5,5). Por último, el 25% de los pacientes estuvo

    hospitalizado con una estadía promedio de 11,7 ± 14, 7 días y el 28% consultó a algún

    médico particular.

  • 25

    Tabla II. Caracterización de utilización anual de recursos sanitarios. Hombres (n = 31) Mujeres ( n= 52) Total ( n= 83) Cantidad de caídas (%) (%) (%)

    entre 1 y 2 16,1 28,8 24,1 entre 3 y 5 3,2 11,5 8,4

    > 5 0,0 3,8 2,4 Total 19,3 44,1 34,9

    Consultas médicas en APS entre 1 y 2 19,4 28,8 25,3 entre 3 y 5 16,1 19,2 18,1

    > 5 3,2 11,5 8,4 Total 38,7 59,5 51,8

    Días de hospitalización Entre 1 y 7 dias 22,6 9,6 14,5

    Entre 7 y 14 días 3,2 3,8 3,6 Más de 2 semanas 6,5 7,7 7,2 Consulta a médico particular

    No 83,9 65,4 72,3 Si 16,1 34,6 27,7

    d) Caracterización clínica de los pacientes en estudio. El 73% de los pacientes utilizaba lentes ópticos (77% de los hombres y 71% de las

    mujeres), el 44% prótesis dental (48% de las mujeres y 38% de los hombres), el 17%

    utilizaba bastón y el 4% silla de ruedas, mientras que audífonos y muletas los

    necesitaban sólo mujeres en el 10% y 2,5% de ellas, respectivamente. El 49%

    requería más de una órtesis (31% de los AM utilizaba lentes ópticos y prótesis dental).

    e) Caracterización farmacoterapéutica de los AM en estudio. El promedio de consumo de medicamentos fue de 4,8 ± 2,1 (rango 1-15), siendo en

    mujeres de 5,0 ± 1,9 y hombres de 4,6 ± 2,5 medicamentos. La Tabla III resume el

    consumo de medicamentos por edad, incluyendo los medicamentos que eran retirados

    en el CES, en otro nivel de atención (Ej. hospitales) y los adquiridos fuera del sistema

    de salud, ya sea comprándolos o por otro medio. Tal como lo señala esta tabla, la

    tendencia de consumo de medicamentos fue mayor en las mujeres en casi todos los

    rangos de edad, excepto en las edades mayores a 80 años, donde los hombres

    consumían más medicamentos.

  • 26

    Tabla III. Consumo promedio de medicamentos (n = 83)

    Edad Hombres Mujeres Total

    DE rango DE rango DE rango 65-69 años 3,9 1,2 2-6 5,1 2,1 1-10 4,6 2,4 1-10 70-74 años 4,7 1,9 1-8 4,9 2,0 1-6 4,8 2,1 1-8 75-80 años 4,3 0,5 4-5 4,8 1,7 2-5 5,2 2,0 2-5

    más de 80 años 7,0 7,0 2-15 4,8 1,6 2-4 5,1 1,5 2-15 Total 4,6 2,5 1-15 5,0 1,9 1-10 4,8 2,1 1-15

    Considerando sólo el CES, el consumo promedio de medicamentos por paciente fue

    de 3,8 ± 1,3 (rango 1-7), y según el sexo de 3,7 ± 1,3 en mujeres y 3,8 ± 2,5 en

    hombres.

    El 10% de los pacientes retiraba medicamentos en hospital y el 47% utilizaba algún

    medicamento fuera del sistema de salud por indicación médica (38,6%), por

    sugerencia de un familiar o iniciativa propia (12%) o por recomendación en la farmacia

    (3,6%), adquiriéndolo en la misma farmacia (87%), en almacenes de barrio o ferias

    (11%) o eran regalados (2%).

    La Gráfico N° 3 muestra la influencia de las prescripciones en APS en la presencia de

    polifarmacia. Si se consideran sólo los medicamentos prescritos en APS, los pacientes

    con polifarmacia disminuyen en un 50% aproximadamente. De los 83 pacientes de

    este estudio, el 49% retiraba sus medicamentos de uso crónico en el plazo de un mes.

  • 27

    Hombres Mujeres Total

    41,9

    59,653

    19,4

    32,7

    27,7

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60porcentaje (%)

    Gráfico N° 3. Comparación de polifarmacia según procedencia de medicamentos.

    Polifarmacia con medicamentos de APS Polifarmacia con el total de medicamentos

    El medicamento más consumido fue el ácido acetilsalicílico (76% de los pacientes lo

    utilizaban) seguido del enalapril (58%) y la hidroclorotiazida (49%). De los

    hipoglicemiantes orales, la metformina y la glibenclamida eran las más utilizadas (32%

    y 17% de los pacientes, respectivamente) y en las dislipidemias lo fue la lovastatina

    (14%). El 26% de los pacientes consumía paracetamol (32% de las mujeres y 16% de

    los hombres) y el 25% tenía nifedipino prescrito en su tratamiento farmacológico (13%

    con la formulación de liberación convencional y 12% con nifedipino de liberación

    controlada).

    f) Prevalencia de MPI. El 30% de los pacientes recibió al menos un MPI (38% de las mujeres y 16% de los

    hombres). Si sólo se considera el CES, esta cifra disminuyó al 25% (31% en mujeres y

    13% en hombres). En relación a la cantidad, el 84% recibía un MPI y el 16% dos.

    El 93% de los MPI prescritos fueron considerados siempre inapropiados y de alto

    riesgo para el AM según los criterios de Beers, mientras que el 7% restante

    correspondió a medicamentos que, según la condición del paciente, se consideraban

    de alto riesgo.

  • 28

    La Tabla IV resume la tendencia de consumo de medicamentos y MPI en APS según

    sexo. El MPI más prescrito fue el nifedipino de liberación convencional (13,3%)

    seguido de la amitriptilina (6%), la fluoxetina (3,6%) y el clordiazepóxido (2,4%). El

    23% de los pacientes recibió un MPI de forma crónica (36% de las mujeres y 13% de

    los hombres), el resto correspondieron a antiespasmódicos, antihistamínicos y

    analgésicos prescritos temporalmente.

    Tabla IV. Prescripción de medicamentos en APS según sexo.

    Hombres (n =31)

    Mujeres (n= 52)

    Total (n= 83)

    Medicamentos más prevalentes % % % Acido Acetilsalicílico 83,9 71,2 75,9

    Enalapril 80,6 44,2 57,8 Hidroclorotiazida 45,2 51,9 49,4

    Metformina 38,7 28,8 32,5

    Paracetamol 16,1 32,7 26,5

    Glibenclamida 29,0 9,6 16,9 Lovastatina 19,4 11,5 14,5

    Nifedipino liberación convencional 6,5 17,3 13,3 Nifedipino de liberación controlada 12,9 11,5 12,0

    Medicamentos potencialmente inapropiados 16,1 38,5 30,1 Medicamentos potencialmente inapropiados en APS 12,9 32,7 25,3 Sólo un MPI 12,9 32,7 84,0 Dos MPI 3,2 5,8 16,0

    Nifedipino liberación convencional 6,5 17,3 13,3 Amitriptilina 6,5 5,8 6,0 Fluoxetina 0,0 5,8 3,6

    Clordiazepóxido 0,0 3,8 2,4 Aminofilina 0,0 1,9 1,2

    Atropina 0,0 1,9 1,2 Clorfenamina 3,2 0,0 1,2

    Diazepam 0,0 1,9 1,2 Piroxicam 0,0 1,9 1,2

    Diclofenaco 0,0 1,9 1,2

    g) Escalas de valoración. La Tabla V resume los resultados de la aplicación de las escalas de valoración a los

    pacientes en estudio. Según la evaluación de la dependencia funcional de las AVD

    básicas a través de la escala de Barthel, el 92% de los pacientes era independiente

    (94% de los hombres y 90% de las mujeres), el 7,2% tenía una dependencia

  • 29

    moderada (9,6% en mujeres y 3,2% en hombres) y el 0,8% dependencia total. El

    32,5% de los pacientes tenía dificultades para subir escaleras (42% de mujeres y 16%

    de hombres), el 24% para trasladarse de la cama al sillón (28% en mujeres y 16%

    hombres), el 17% presentaba algún período de incontinencia urinaria (19% mujeres y

    13% hombres), misma cifra para pacientes con dificultad de deambular recorridos

    extensos. El 13% mencionó tener dificultades para utilizar el baño, el 12% para

    vestirse, el 9% para lavarse, el 7% para comer al igual que los pacientes con

    dificultades para hacer sus actividades cotidianas y cerca del 5% tenía algún episodio

    de incontinencia fecal.

    Al aplicar la escala SMAQ para la adherencia al tratamiento farmacológico, el 83% de

    los pacientes era adherente al tratamiento farmacológico. El análisis por pregunta

    señala que el 40% de los pacientes olvidaba tomar sus medicamentos, el 41%

    comentó que la hora de medicación no siempre era la misma, el 17% dejaba de tomar

    sus medicamentos porque éstos le habían provocado algún malestar, mismo

    porcentaje para los pacientes que olvidaban tomar sus medicamentos el fin de

    semana. El 83% tomó sus medicamentos todos los días de la última semana de

    tratamiento, mientras que el 38% de los entrevistados no recordaba cuántos días de

    los últimos 3 meses había dejado de tomarlos.

    En la valoración de la percepción de calidad de vida relacionada con salud mediante la

    escala EQ5D-EVA, el 71% de los AM no tenía problemas para realizar sus actividades

    cotidianas y el 86% no tenía problemas con su cuidado personal. El 36% tenía

    dificultades para movilizarse, el 71% tenía algún dolor físico (49% con dolor moderado

    y el 22% con dolor intenso y constante) y el 48% de los pacientes señaló sentir algún

    tipo de angustia o depresión moderada. Al aplicar la escala visual análoga (EVA) con

    rango de puntaje entre 0 y 100, el promedio fue de 62,5 ± 22,5 (mujeres 56,5 ± 22,2 y

    hombres 71,6 ± 19,4).

  • 30

    Tabla V. Resultados de las escalas de valoración según sexo. Escala de Valoración Hombres Mujeres Total

    DE DE DE Escala Barthel 92,9 18,5 89,1 16,2 90,5 17,1 Encuesta EQ5D-EVA 71,6 19,40 56,5 22,30 62,5 22,50Pacientes adherentes por SMAQ 84 % 82 % 83 %

    III.- Revisión Retrospectiva. a) Aplicación de EFAM y EMPA en APS. De las evaluaciones anuales realizadas al AM en el CES, a 54 de los 83 pacientes se

    les realizó el Examen de Funcionalidad del Adulto Mayor de APS (EFAM) en el último

    año de los cuales el 53% era autovalente, el 18,5% tenía riesgo de dependencia y el

    28,5% era dependiente. En cuanto al Examen de Medicina Preventiva del Adulto

    (EMPA), éste se realizó en el 54% de los AM.

    b) Caracterización clínica. El 41% de los pacientes en estudio tenía sobrepeso, mayoritariamente en hombres

    (42%) que en mujeres (20%) y 48% tenía obesidad (52% de las mujeres y 42% de los

    hombres) según su IMC. El Gráfico N°4 señala la prevalencia de las patologías más

    recurrentes de estos pacientes que se diagnosticaron en el último año. El 91% de los

    pacientes era hipertenso y el 36% diabético, patologías más prevalentes en hombres

    (100% y 45%, respectivamente), mientras que el 29% tenía artrosis y el 26,5%

    artralgias, problemas más recurrentes en mujeres (38,5% y 34,6%, respectivamente).

    Al 8,4% se le diagnosticó osteoporosis y el 12% tenía depresión (17% en mujeres y

    3% en hombres). Las patologías respiratorias crónicas como EPOC y asma afectaban

    al 19,2% de los pacientes y el hipotiroidismo al 7,2%. El promedio de patologías

    anuales por paciente fue 4,3 ± 2,4 con las mujeres como las pacientes con más

    patologías (5,0 ± 2,6) respecto de los hombres (3,2 ± 1,6 en hombres). Los

    participantes tenían 2,5 ± 1,2 patologías crónicas (2,7 ± 1,3 en mujeres y 2,2 ± 0,8 en

    hombres) y el 84,3% de ellos presentando más de una.

  • 31

    En cuanto a las consultas médicas, el 76% de los pacientes acudió al CES en el último

    año por padecer algún problema de salud (63% de las mujeres y 61% de los hombres)

    con un promedio anual de consultas por paciente de 3,1 ± 3,4 (mujeres 3,7 ± 3,8 y

    hombres 2,0 ± 2,3).

    0,0

    10,0

    20,0

    30,0

    40,0

    50,0

    60,0

    70,0

    80,0

    90,0

    100,0

    porcentaje (%)

    HipertensiónArterial

    Diabetes Mellitustipo 2

    Artrosis Artralgia Depresión EPOC Asma Bronquitis Osteoporosis

    Gráfico N°4. Patologías diagnosticadas más prevalentes según sexo.

    Hombres

    Mujeres

    c) Atención por programas de APS. El 98% de los pacientes estaba inscrito y se atendía en el Programa de Salud

    Cardiovascular (PSCV) de APS, el 13% en el programa de Enfermedades

    Respiratorias (Sala ERA) y el 3% pertenecía al programa de depresión. En relación a

    las consultas por paciente, el profesional médico tenía en promedio 1,8 ± 1,2

    consultas/paciente/año y las enfermeras 1,1 ± 1,3 consultas/paciente/año. Los otros

    profesionales (nutricionista, kinesiólogo, psicólogo y asistente social) tenían menos de

    una consulta por paciente al año.

    Al detallar la información según programa, en el PSCV el médico tenía un promedio de

    2,0 ± 1,1 consultas/paciente/año, seguido de la enfermera con 1,0 ± 0,8

    consultas/paciente/año. En el programa ERA, el promedio de la enfermera era de 2,9 ±

    2,9 consultas/paciente/año y del kinesiólogo 2,1 ± 1,38 consultas/paciente/año,

    mientras que en el programa de depresión la psicóloga tenía 2,7 ± 2,89

    consultas/paciente/año.

  • 32

    d) Pronóstico de sobrevida. Índice de Charlson. En cuanto al pronóstico de sobrevida a 10 años, el puntaje promedio del Índice de

    Charlson fue 3,3 ± 0,96 (rango de 2-7) con cifras similares en ambos sexos (3,4 ± 0,92

    para hombres y 3,3 ± 0,96 para mujeres).

    e) Prescripción anual de medicamentos. Tabla VI resume el consumo anual de medicamentos según sexo y edad. Los

    pacientes recibieron 7,6 ± 4,2 principios activos al año (rango 1–24) que según sexo

    correspondieron a 8,8 ± 4,4 principios activos/año para las mujeres y 7,7 ± 4,2

    principios activos/año en los hombres. En cuanto a la cantidad total de medicamentos,

    los pacientes recibieron en promedio 9,9 ± 8,0 medicamentos/año (mujeres 11,8 ± 9,0

    medicamentos y hombres 6,7 ± 4,6 medicamentos), con un promedio cercano a los 3

    medicamentos/prescripción. En relación con los medicamentos de uso crónico, estos

    pacientes recibían en promedio cuatro medicamentos aproximadamente (3,8 ± 1,5

    medicamentos, rango 1-7).

    Tabla VI. Promedio de principios activos y prescripciones anuales según sexo y edad. Hombres Mujeres Total

    Número de principios activos DE rango DE rango DE rango 65-69 años 6,4 3,11 3-11 8,5 5,10 3-24 7,8 4,6 3-24 70-74 años 5,7 3,15 1-12 9,3 3,63 3-15 7,8 3,8 1-15 75-80 años 4,3 1,26 3-6 8,8 6,11 6-21 7,0 5,2 3-21

    más de 80 años 5,3 4,16 2-10 7,8 2,23 5-11 7,0 3,0 2-11 Número de prescripciones

    65-69 años 7,7 5,33 3-20 11,6 10,38 3-45 10,3 9,1 3-45 70-74 años 6,7 4,55 1-17 12,1 6,58 3-27 9,8 6,3 1-27 75-80 años 4,5 1,73 3-7 12,5 14,07 6-41 9,3 11,3 3-41

    más de 80 años 6,0 5,29 2-12 10,8 5,31 5-20 9,2 5,5 2-20 De los medicamentos prescritos en APS, el ácido acetilsalicílico fue el fármaco más

    consumido por estos pacientes, seguido del enalapril (Tabla VII). El paracetamol fue

    consumido por el 60% de los pacientes y fue el medicamento más prescrito en el

    último año (en promedio 3 prescripciones por paciente).

  • 33

    Tabla VII. Porcentaje de consumo anual de medicamentos según sexo. Medicamento Hombres Mujeres Total Acido Acetilsalicílico (AAS) 74,2 71,2 72,3

    Enalapril 83,9 55,8 66,3 Paracetamol 32,3 76,9 60,2

    Hidroclorotiazida 41,9 53,8 49,4 Metformina 38,7 30,8 33,7 Salbutamol 12,9 42,3 31,3

    Complejo vitamínico B 16,1 40,4 31,3 Complejo Calcio más Vit D 0,0 36,5 22,9

    Clorfenamina 16,1 25,0 21,7 Metamizol sódico inyectable 9,7 25,0 19,3

    Bromhexina 6,5 26,9 19,3 Lovastatina 19,4 17,3 18,1

    Nifedipino liberación convencional 9,7 25,0 19,3

    En el último año, 56,6% de los pacientes recibió algún MPI (67% de las mujeres y 38%

    de los hombres) descrito en la tabla VIII, recibiendo en promedio uno al año (rango

    entre 1-4). Entre los MPI de uso ocasional, la clorfenamina fue la más prescrita (21,7%

    de los pacientes), seguida de la atropina y la ciclobenzaprina (8,4% de los pacientes).

    Adicionalmente, hubo registro de prescripción de clordiazepóxido, diazepam y

    amitriptilina.

    Tabla VIII. Medicamentos potencialmente inapropiados prescritos en el último año. Hombres (%) Mujeres (%) Total (%)

    Clorfenamina 16,2 28,8 24,1 Nifedipino liberación convencional 9,7 21,2 16,9

    Clordiazepóxido 3,2 13,5 9,6 Atropina 3.2 11,5 8,4

    Ciclobenzaprina 0,0 13,5 8,4 Diazepam 6,5 7,7 7,2 Fluoxetina 0,0 7,7 4,8

    Amitriptilina 6,5 1,9 3,6 Nitrofurantoína 0,0 1,9 1,2

    Piroxicam 0,0 1,9 1,2

  • 34

    DISCUSION

    Entre los factores que influyen en la capacidad funcional del AM está la presencia de

    patologías degenerativas, las características sociodemográficas como el mismo

    envejecimiento, el nivel educacional y los ingresos económicos, la polifarmacia, los

    hábitos de vida nocivos como tabaquismo, el consumo de alcohol y sedentarismo, el

    deterioro de características sensoriales como la pérdida de agudeza visual y auditiva,

    los síndromes geriátricos y medicamentos que puedan favorecer o intensifican su

    aparición[2,16]. A pesar que pareciera inevitable esta pérdida progresiva de

    funcionalidad ya que muchas de estas condiciones son frecuentes en esta población,

    hay factores que permiten mantener la capacidad funcional del AM. Se ha descrito

    que la autopercepción positiva de salud en el AM favorece un envejecimiento

    saludable y que esta condición depende del mantenimiento de las funciones cognitivas

    y físicas [41]. Por lo tanto, la salud y la funcionalidad en el AM se relacionan por factores

    que pueden favorecer o perjudicar estas condiciones, incluyendo la calidad de vida de

    la persona.

    Este es uno de los primeros estudios en Chile realizados en APS que pretende

    establecer si los pacientes AM atendidos en este nivel reciben medicamentos que

    puedan ser potencialmente riesgosos para su salud y que podrían perjudicar la

    independencia, autonomía y calidad de vida del AM.

    Los resultados obtenidos en este estudio señalan que estos pacientes tenían un bajo

    nivel educacional, con menos años de escolaridad y mayor tasa de analfabetismo que

    el promedio comunal (10 años y 3%, respectivamente) y nacional [33]. Pocos de los AM

    estaban laboralmente activos (16%), un alto porcentaje de pacientes que recibían

    ayuda económica a través de las Pensiones Asistenciales de Invalidez y Ancianidad

    (78%), lo que da cuenta que estos pacientes poseen carencias económicas que en su

    mayoría son amortiguadas por el Estado y que podrían afectar negativamente en la

    funcionalidad y calidad de vida de estos pacientes. Estos hechos podrían justificarse

    por el bajo ingreso o alta deserción del sistema educacional en décadas pasadas, lo

  • 35

    que posiblemente condicionó la situación socioeconómica de muchos de estos

    pacientes.

    El 73% de los pacientes incluidos en el estudio presentaba un deterioro de la agudeza

    visual que requería la utilización de lentes ópticos y el 44% presentaba problemas

    bucodentales que predisponían el uso de prótesis dental. La prevalencia de estos

    problemas fue similar a la observada en la Encuesta Nacional de Salud (ENS) que

    señalaba que el 37% de los AM utilizaba prótesis dentales[6].

    La mayoría de los individuos presentaba algún factor de riesgo cardiovascular como

    obesidad, HTA o DM tipo 2 con tasas más altas a las informadas en la ENS [6], siendo

    los hombres quienes presentaban un mayor porcentaje de hipertensos y diabéticos,

    mientras que en las mujeres eran más frecuentes los problemas osteoarticulares como

    artrosis, osteoporosis, artralgias y también los trastornos depresivos. Si bien todos los

    pacientes del estudio debían presentar una patología crónica, la presencia de más de

    una en la mayoría de los pacientes (84%) da cuenta de un riesgo mucho mayor de

    fragilidad, siendo esta cifra incluso mayor a las estadísticas encontradas en otro

    estudio con AM realizado en Estado Unidos (70%) [19]. Por otro lado, la presencia de

    patologías de base indudablemente aumentan la probabilidad de presentar nuevos

    problemas de salud que requieran atención médica. En este contexto, se podría

    explicar que el promedio de las consultas médicas en APS (3,1 visitas/año) sea mayor

    a la cifra señalada por el Ministerio de Salud en el año 2004 [6].

    En este estudio se encontró un consumo promedio de medicamentos similar al

    observado por otro estudio realizado en AM [19] (4,8 ± 2,1 versus 5,3 ± 4,1), con una

    importante influencia de los que eran adquiridos fuera de APS y con diferencias según

    sexo y edad. Es así que las mujeres y los pacientes de más edad consumían una

    mayor cantidad de medicamentos.

    Los medicamentos más utilizados por los pacientes de este estudio correspondieron a

    aquellos para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, por lo que no

    sorprende que entre ellos se encuentren el ácido acetilsalicílico (76%), los inhibidores

  • 36

    de la enzima convertidora de angiotensina (57,8%), los diuréticos tiazídicos (49,4%) y

    los hipoglicemiantes orales como la metformina (32,5%) y la glibenclamida (16,9%).

    Por otra parte, estas cifras concuerdan con la transición epidemiológica de la

    población que señala que las causas de morbilidad y mortalidad son producidas por

    patologías degenerativas, especialmente las cardiovasculares [25].

    La cantidad de AM con polifarmacia (53%) fue más alta que la informada en una

    revisión extranjera (40-45%) [14] a pesar que, cuando sólo se consideraron las

    prescripciones dispensadas en APS, esta cifra disminuyó al 28%. Esto indica que la

    influencia de las prescripciones realizadas y dispensadas en APS respecto de la

    cantidad total de medicamentos que consumen estos pacientes es baja. Sin embargo

    al establecer la prevalencia de MPI se encontró que era del 30%, cifra similar a la

    comunicada en otro estudio extranjero realizado en APS (32,3%) [32]. Cabe destacar

    que el 25% de los casos donde hubo prescripción de MPI correspondieron a

    medicamentos dispensados en APS, dejando clara la influencia de este nivel de salud

    en el uso de medicamentos inapropiados en estos pacientes.

    Además, otros resultados del presente trabajo señalan que el 93% de los AM recibió

    algún MPI clasificado como siempre inapropiados y de alto riesgo según los criterios

    de Beers del 2003 [30} y el 23% recibió un MPI de uso crónico. Las condiciones

    patológicas por las cuales se prescribió un MPI en estos pacientes son variadas. Entre

    ellas estaba la hipertensión, depresión y trastornos de ansiedad o insomnio lo que

    señala que cualquier paciente que presente alguna de estas condiciones seria

    susceptible de recibir una prescripción de MPI en el CES donde se realizó el estudio,

    como posiblemente en otros centros de APS.

    Los medicamentos inapropiados, motivo principal de este estudio, son factores de

    riesgo importantes de pérdida de funcionalidad y calidad de vida del AM ya que

    pueden intensificar o determinar la aparición de síndromes geriátricos como la

    inestabilidad o caídas, constipación, insomnio, alteraciones del sistema nervioso

    central y cuadros de incontinencia urinaria o fecal entre otros problemas de salud [30].

    La inclusión de MPI dentro de la terapia del AM en APS y en otros niveles dependerá

  • 37

    de factores propios del paciente como su estado de salud, del entorno como la

    existencia de alternativas terapéuticas más seguras en el CES y del conocimiento de

    la farmacoterapia adecuada en el AM por parte del equipo médico.

    La adherencia al tratamiento farmacológico se ve influenciada por el tipo de patología

    que se trata, por la complejidad del régimen y el número de medicamentos y por

    características propias del paciente como es la edad, entre otros factores [18]. Los

    resultados de este estudio señalan que la cantidad de AM adherentes según la escala

    SMAQ (83%) y aquellos pacientes que retiraron sus medicamentos al mes (49%) se

    observa que no hay concordancia en la determinación de pacientes posiblemente

    adherentes y ambas cifras difieren de los resultados obtenidos en otro estudio

    extranjero [18]. Algunas de las preguntas de la escala SMAQ pudieran ser afectadas po

    sesgos de memoria, por lo que no sería apropiada utilizarla en estos pacientes. La

    evaluación de la adherencia en AM debiera considerar esta posibilidad de sesgos de

    memoria e información debidos a las características propias de estos pacientes.

    Es importante de destacar que el 63% de los pacientes en estudio eran mujeres y que

    ellas presentaban una mayor cantidad de patologías, particularmente problemas

    osteoarticulares y depresión. En consecuencia, pueden haber consumido una mayor

    cantidad de medicamentos, lo que a su vez, pudiera explicar la mayor prescripción de

    MPI en ellas.

    Adicionalmente, si bien había una presencia importante de factores de riesgo de

    fragilidad en los AM estudiados, el 92% era independiente en las AVD básicas, cifra

    mayor a la reportada en la Encuesta de Protección Social (EPS) del año 2004 [6]. Por

    otra parte, a percepción de la calidad de vida estimada por EQ5D-EVA fue en

    promedio 62 de un máximo de 100 puntos. La presencia de dolor físico (78%) y

    estados de ánimo depresivos o de angustia (48%) pudieron haber influido en el valor

    obtenido al aplicar el EVA para valorar esta percepción. Sin embargo, la causalidad del

    estado funcional y de la calidad de vida en salud respecto de la prescripción de MPI no

    estaba dentro de los alcances de esta investigación, por lo que sería conveniente

    realizar estudios adicionales que tuvieran por objetivo buscar dicha relación.

  • 38

    Así como en el estudio se encontraron hallazgos de situaciones que pudieran afectar

    adversamente la funcionalidad de los AM, es conveniente mencionar que también

    estuvieron presentes factores protectores que podrían influir en el estado de salud de

    estos pacientes. Es así como la mayoría de los AM (80%) retiraba sus medicamentos

    desde el CES, el 94% vivía con alguna otra persona y el 40% participaba de alguna

    organización comunitaria, siendo la iglesia la que tenía más cercanía con estos

    pacientes (26%). Es sabido que estas actividades mantienen al AM físicamente activo

    y emocionalmente más apoyado, condiciones que favorecen en la mantención de la

    funcionalidad [41]. Por otro lado, la baja cantidad de pacientes que fumaba o consumía

    alcohol y el hecho que la mayoría de ellos tenía una edad no muy avanzada (entre 65

    y 74 años) también pudieran haber contribuido positivamente en su salud.

    Durante este estudio se presentaron diversas dificultades, algunas debidas a

    problemas de registro y recuperación de información respecto a los pacientes.

    Además, fue difícil completar el número de pacientes necesarios de incluir en el

    estudio, principalmente por el incumplimiento de criterios de selección como el no

    retiro de medicamentos desde el CES hace más de tres meses (7%) o la inasistencia a

    control con profesional hace más de un año (10%). Por lo tanto los resultados

    descritos caracterizarían a los AM que regularmente se atendían en el CES y no

    necesariamente podrían describir la realidad de la población AM de la comuna.

    Algunas limitaciones del presente estudio se deben a condiciones propias del diseño

    metodológico. Es así como las fuentes de información, tanto en la entrevista como en

    la revisión retrospectiva podrían haber incorporado sesgos por olvido, veracidad o

    información incompleta. Por lo mismo, los antecedentes obtenidos en la entrevista

    fueron complementados con la revisión retrospectiva intentando minimizar este tipo de

    errores. En la medición de la adherencia a la terapia farmacológica sería conveniente

    utilizar herramientas algo más objetivas como conteo de pastillas o registros de retiro

    de medicamento y complementarlas con entrevistas al paciente o el núcleo familiar.

  • 39

    Sin embargo, a pesar de las limitaciones y dificultades presentabas, este estudio

    podría ser un aporte para que las acciones en salud referentes al AM se orienten bajo

    una perspectiva que incorpore el aspecto clínico, funcional, mental, social y económico

    de estos pacientes, con planes terapéuticos que consideren aspectos de uso seguro

    de medicamentos para estos pacientes y la valoración geriátrica integral.

  • 40

    CONCLUSIONES

    1. De los 83 pacientes incluidos en este estudio, el 63% fueron mujeres y el promedio

    de edad fue de 72 años. De las características sociodemográficas más relevantes,

    el 94% de los AM vivía con alguna otra persona, el 82% de los AM tenía menos de

    ocho años de escolaridad y el 78% recibía pensión asistencial.

    2. El promedio de consumo de medicamentos fue 4,8 medicamentos/paciente. El

    47% de los AM adquiría medicamentos fuera de APS y el 12% se automedicaba.

    La tasa de polifarmacia fue del 53% y se redujo al 28% si se consideraban sólo los

    medicamentos prescritos y dispensados en APS.

    3. El 30% de los pacientes en estudio recibió algún MPI, cifra que disminuyó al 25%

    cuando se consideraron únicamente aquellos provenientes de APS. El 93% de los

    medicamentos inapropiados se clasificaban como siempre inapropiados y de alto

    riesgo para el AM.

    4. El 92% de los pacientes era independiente para realizar las AVD básicas. La

    percepción de calidad de vida relacionada con salud fue en promedio de 62 puntos

    de una escala de 100 y el 83% de los pacientes era adherente según la evaluación

    de SMAD, aunque este resultado debe ser interpretado con precaución.

    5. Los resultados obtenidos a partir de este estudio señalan que la población AM

    atendida en el CES La Bandera presenta diversos factores de riesgo de fragilidad

    que podrían favorecer la pérdida de la capacidad funcional del AM y disminuir su

    calidad de vida relacionada con su salud.

    6. Por otro lado, será necesario realizar estudios adicionales que investiguen si los

    efectos perjudiciales descritos en literatura respecto de MPI influyen en la

    funcionalidad y la calidad de vida de los AM chilenos.

  • 41

    REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

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  • 45

    ANEXOS

  • 46

    ANEXO I Consentimiento Informado - Declaración TITULO DEL ESTUDIO. Prevalencia del Uso de Medicamentos Potencialmente Inapropiados en Adultos Mayores atendidos en Atención Primaria en Salud. INVESTIGADOR RESPONSABLE. QF Marcelo Santibáñez Martínez. Jefe Departamento de Salud de la Municipalidad de San Ramón. Vicuña Mackenna # 1758, San Ramón. Teléfono 5761900 Se me ha solicitado participar, de forma voluntaria, en el proyecto de investigación que estudia la prevalencia del uso de medicamentos potencialmente inapropiados en Adultos Mayores atendidos en la Comuna de San Ramón, con el fin de determinar si la capacitación de los profesionales permite mejorar la calidad de vida de los pacientes atendidos en los Centros de Salud. Al participar en este estudio, yo estoy de acuerdo en permitir que mis antecedentes clínicos y sociodemográficos, registrados en el Centro de Salud en el cual me atiendo, sean revisados con el fin de obtener información sobre mis datos personales, enfermedades, medicamentos y otros datos útiles para el propósito del proyecto. También, acepto participar en entrevistas mensuales donde se me preguntará sobre la calidad de vida relacionada a la salud, además de otros antecedentes relevantes como atenciones médicas, medicamentos y costos a considerar en una evaluación farmacéutica durante 6 meses. A mi entendimiento:

    a) Este procedimiento contempla la revisión de los datos desde mi ficha médica y entrevistas, por lo tanto, no se me someterá a ningún procedimiento ni tratamiento adicional o alternativo

    b) En el caso que decida retirarme o no participar en el estudio recibiré la atención médica habitual y podré retirarme del estudio en cualquier momento sin ser obligado (a) a dar razones y sin que esto perjudique mi calidad de paciente del Centro de Salud.

    c) La información que sea recopilada de mis antecedentes no podrá ser utilizada con ningún otro fin que no sea el de este estudio.

    d) Los resultados de este estudio pueden ser publicados, pero mi nombre o identidad no serán revelados y mis datos permanecerán en estricta reserva.

    e) Mi consentimiento está dado voluntariamente sin que haya sido forzado u obligado. f) En caso de algún inconveniente como resultado del estudio, la atención y tratamiento médico

    será proporcionado por éste Centro de Salud, y en cualquier caso, bajo la responsabilidad médica y legal del investigador o responsable que firma este consentimiento.

    g) Cualquier consulta en relación a mi participación en este estudio deberá ser contestada por: • QF. Marcelo Santibáñez. Jefe Departamento de Salud de la Municipalidad de San Ramón.

    Teléfono 5761900. • QF. Marcela Jirón Aliste. Profesor de la Fac. de Cs. Qcas. y Farmacéuticas, U. de Chile.

    Teléfono: 9782838. h) He leído y entendido todos los puntos tratados en este documento.

    ______________________________________________ __________________

    NOMBRE, RUT Y FIRMA DEL PACIENTE O CUIDADOR FIRMA INVESTIGADOR

    FECHA: _____ de _________ de 200__

  • 47

    ANEXO II. Ficha de recolección de datos - Revisión retrospectiva La presente ficha tiene como objetivo el recolectar la información suficiente que permita caracterizar sociodemográfica, clínica y farmacológicamente al paciente que cumpla con los criterios de inclusión y exclusión de este estudio.

    NOMBRE ENCUESTADOR: ____________________________________ FECHA: ____/____/____

    CENTRO DE SALUD N° Ficha 1: La Bandera 2: Gabriela Mistral 3: San Ramón FECHA INGRESO ___/___/___ ANALISIS RETROSPECTIVO. En esta etapa se cuenta con diversas fuentes del consultorio y no requiere de la participación explícita del paciente ni de su cuidador. INSTRUCCIONES: Escriba el código de la alternativa que corresponda en el casillero en blanco. En caso de ser más de una alternativa, separar mediante un guión (-) en dicho cuadro. I.- ANTECEDENTES PERSONALES.

    Nombre paciente ____________________________ SEXO (1:M; 2:F) SECTOR

    RUT _______________ - __ 1: Número 1 3: Número 3

    Fecha Nacimiento ____/____/____

    2: Número 2 4: Número 4

    II.- CONTROLES SEGÚN PROGRAMA EN EL ÚLTIMO AÑO

    Para responder este ítem se cuenta con la sección “Controles según programa en el último año” del ANEXO ANALISIS RETROSPECTIVO que cuenta con los códigos para las diferentes alternativas de cada parte. Si hay algún programa que no aparece en el listado, escribir el nombre, especialista y la cantidad realizada/programada en OTROS.

    FECHA INGRESO

    PROG.

    ESPEC

    # Realizado/ Programado

    FECHA INGRESO

    PROG. ESPEC # Realizado/ Programado

    ____/____/____ / ___/____/____ / ____/____/____ / ___/____/____ /

    OBSERVACIONES U OTROS __________________________________________________________________________________

    III.- EVALUACION FUNCIONAL-COGNITIVA

    a) POSTRADO Fecha: ____/____/____ 0: NO

    1: SI PASAR A KATZ OBSERVACIONES

    a) EMPA Fecha: ____/____/____

    0: NO 1: SI

    OBSERVACIONES

    d) CIE -10 Fecha: ____/_____/____ 0: NO 1: Depresión leve

    1: SI 2: Depresión moderada

    3: Depresión severa OBSERVACIONES

    b) EFAM Fecha: ____/_____/____ 0: NO 1: Autovalente

    1: SI 2:Autovalente c/riesgo

    3: Dependiente OBSERVACIONES

  • 48

    IV.- TRATAMIENTO FARMACOLOGICO EN EL ÚLTIMO AÑO

    FECHA PRESCRIPCION

    COD

    POSOLOGIA (dosis e

    intervalo)

    DOSIS/DIA (mg/día)

    TIEMPO USO TIPO

    BEERS

    TIPO RIESGO

    V.- ANTECEDENTES MORBIDOS EN EL ÚLTIMO AÑO. El siguiente cuadro corresponde a las patologías diagnosticadas en los últimos 12 meses (considerando la fecha de recolección de los datos como límite). Se anota según lo declarado en la revisión de las fuentes escritas y el código corresponderá al asignado en el ANEXO 1 de problemas de salud.

    OTROS (RE-COD / NOMBRES)

    OBSERVACIONES.____________________________________________________________________

    _______

    CONSULTA POR MORBILIDAD EN EL ULTIMO AÑO _______

    COD PATOL. FECHA DIAGNOSTICO.

  • 49

    VI.- EXAMENES DE LABORATORIO ULTIMO AÑO. A continuación se anotarán los valores de los exámenes de laboratorios realizados al paciente en el último año. Para el IMC se registra según su valor: 1: Enflaquecido; 2: Normal; 3: Sobrepeso, 4: Obeso.

    EXAMENES SEGÚN PROGRAMAS FECHA

    (dd/mm/aa) IMC

    (Kg/cm2)1 PAS/PAD

    (mm de Hg) Glicemia ( mg/dL) Programa

    / / / /

    1 Normal (N): 18,5-24,9; Sobrepeso (SP): ≥ 25-29.9; Obeso (O): ≥ 30.