estrategia de educación ambiental para la sustentabilidad - semarnat 2006.pdf

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  • Primera edicin: 2006Estrategia nacional de educacin ambiental para la sustentabilidad en Mxico

    Secretara de Medio Ambiente y Recursos NaturalesBulevar Adolfo Ruiz Cortines 4209, fracc. Jardines en la MontaaCP 14210, Mxico, DFwww.semarnat.gob.mx

    Centro de Educacin y Capacitacin para el Desarrollo SustentableProgreso 3, 1er piso, col. Del Carmen CoyoacnCP 04100, Mxico, DFhttp://cecadesu.semarnat.gob.mx/

    CORDINACIN OPERATIVATiahoga Ruge / Concepcin Velasco Samperio

    CORDINACIN ACADMICAJavier Reyes Ruiz / Elba Castro / Vctor Bedoy

    REVISINSalvador Morelos Ochoa Luz Mara Nieto Caraveo Ligia Hernndez Chrraga Luis Alberto Chvez Compen Guadalupe Pardo Camarillo Martha Merino Prez Teresa Tattersfield Yarza dgar Camacho Castillo Lorena Lpez Gonzlez

    CORDINACIN EDITORIALNashieli Gonzlez Pacheco Miguel ngel Domnguez Prez Tejada

    DISEO Y FORMACINPangea Producciones, S.A. de C.V.www.pangeaproducciones.com.mx

  • Agradecimientos

    Queremos expresar nuestro ms profundo agradecimiento a todas aquellas personas e instituciones que con su participacin a lo largo de estos cinco aos han contribuido a la conformacin de los Planes estatales de educacin ambiental, capacitacin y comunicacin educativapara el desarrollo sustentable y de la Estrategia de educacin ambiental para la sustentabilidad en Mxico.

    A los secretarios de Medio Ambiente y Recursos Naturales Alberto Crdenas y Jos LuisLuege Tamargo por el apoyo institucional brindado; a la Coordinacin General deDelegaciones y a la Unidad Coordinadora de Participacin Social y Transparencia de laSemarnat; a los Delegados Federales y a los enlaces de educacin y capacitacin en cadadelegacin federal de la Semarnat de todo el pas; a los funcionarios pblicos de los distintos niveles en los gobiernos de cada estado cuya participacin ha sido decisiva; a lasuniversidades que en muchos casos acompaaron muy de cerca el proceso de conformacinde los Planes Estatales, y en otros fueron punta de lanza del mismo; a los organismos civilesy organizaciones sociales; a los educadores y educadoras ambientales y especialistas que deforma apasionada y generosa dedicaron su tiempo y experiencia en el mbito de las comisiones estatales de educacin ambiental.

    A los miembros de los Consejos Consultivos para el Desarrollo Sustentable de la Semarnat.

    Por su contribucin a la integracin del documento base para la discusin de la Estrategia a:Andrs vila, Teresa Bravo, Alicia Castillo, Agustn del Castillo, Mara del Carmen Carmona,Joaqun Esteva, dgar Gonzlez Gaudiano, Ligia Hernndez, Teresita Maldonado, SalvadorMorelos, Anna Pujadas, Tiahoga Ruge, Armando Snchez y Concepcin Velasco. A LuzMara Nieto Caraveo por el diseo y coordinacin del foro electrnico; y a ella y a SalvadorMorelos por sus aportes a la versin final.

    Por la Coordinacin de foros regionales: al personal de las delegaciones federales de laSemarnat en Aguascalientes, Chihuahua y Oaxaca, as como del Credes Ptzcuaro, al Institutode Ingeniera de Ciudad Jurez de la Universidad Autnoma de Chihuahua, a la Comisin deCooperacin Ecolgica Fronteriza (Cocef ), al Centro de Educacin Continua-Unidad Oaxacaperteneciente al Instituto Politcnico Nacional, a la Universidad Autnoma de Aguascalientes,a la Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales de la Semarnat, Secretara deEducacin Pblica, Gobierno del Estado de Aguascalientes, Academia Nacional de EducacinAmbiental A.C., y la Asosiacin Nacional de Universidades e Instituciones de EducacinSuperior.

    A todo el equipo del Cecadesu que ha trabajado comprometidamente con este proyecto:Nashieli Gonzlez, Miguel ngel Domnguez, Ligia Hernndez, Teresita Maldonado, MarthaMerino, Guadalupe Pardo, Luis Alberto Chvez, Teresa Tattersfield, dgar Camacho, LorenaLpez y Elizabeth Valencia.

    Por la interminable labor administrativa a Francisco Castro Pia, Alma Rosa Luna, MargaritoAyala y Julio Rodrguez

    En especial a Javier Reyes, Elba Castro y Vctor Bedoy porque su talento, tiempo, dedicaciny entusiasmo fueron claves para lograr este documento que ahora necesita ponerse en accin.

  • E s t r a t e g i a d e E d u c a c i n A m b i e n t a l

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    CCOONNTTEENNIIDDOO

    Presentacin

    Introduccin

    Antecedentes

    DIAGNSTICO

    1. Educacin ambiental para la sustentabilidad: consideraciones conceptuales y prcticas para su futuroEl desarrollo y la crisis ambientalLa sustentabilidad como marco para la educacin ambientalActuales tendencias de cambio en la educacin ambiental para la sustentabilidadEl trmino: educacin ambiental para la sustentabilidadDimensiones y planos a profundizar en la educacin ambiental para la sustentabilidadLa dimensin comunicativa-educativa ambientalEl contexto de la comunicacin en las reuniones de educacin ambientalRelacin entre comunicacin, educacin y organizacin

    2. Legislacin en educacin ambientalConsideraciones generales acerca del marco legislativo de la educacin ambiental en MxicoAntecedentes y avances del marco legal de la educacin ambiental en Mxico Aspectos jurdicos a considerar para el futuroAspectos constitucionales y de la legislacin federalLos principios contenidos en los compromisos internacionales asumidos por Mxico

    3. Educacin bsicaAntecedentes y avancesConveniosAcciones en educacin bsicaFormacin docenteMateriales de apoyoProblemasEnfoque y contenidosFormacin y prctica magisterialesLibros de texto

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  • T A B L A D E C O N T E N I D O S

    4. Educacin media superiorLa incorporacin de la educacin ambiental para la sustentabilidad en los planes y programas de estudiodel nivel medio superiorLa incorporacin de la educacin ambiental para la sustentabilidad en los planes y programas de estudiodel ncleo propeduticoLa incorporacin de la educacin ambiental para la sustentabilidaden los planes y programas de estudiodel ncleo bivalenteLa incorporacin de la educacin ambiental para la sustentabilidad en los planes y programas de estudiodel ncleo terminalOrientaciones actuales para la educacin ambiental en el nivel medio superior El campo de la educacin ambiental para la sustentabilidad 2005-2020 en el nivel medio superiorAvances Problemas

    5. Educacin superiorConsideraciones iniciales: papel de la educacin superior y la sustentabilidad del desarrolloDimensiones y caractersticas actuales del sectorMxico, la educacin superior y la temtica ambiental a partir de los 90Institucionalizacin de la perspectiva ambiental y del desarrollo sustentable en el conjunto de las IESFormacin ambiental profesional y educacin continua Investigacin ambientalEventos acadmicos Publicaciones y materiales de difusin y didcticos en temas ambientales Desarrollo ambiental de los jvenes estudiantes Vinculacin con grupos de la sociedad en proyectos ambientales Organizaciones acadmicas en temas ambientalesDesempeo ambiental de las IES Otras acciones para el trabajo ambiental de las IES

    6. Investigacin en educacin ambientalLos usos de la investigacin Sobre la nocin de investigacinAntecedentes de la investigacin en educacin ambiental en MxicoCaracterizacin de la investigacin en educacin ambiental en MxicoConsideraciones generales

    7. Educacin ambiental no formal urbana Educacin ambiental no formal urbanaTemas, enfoques y orientaciones prevalecientesAvances y logros

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    8. Educacin ambiental no formal ruralEl contexto rural Importancia de la EANFMR Actores de la educacin ambiental no formal en el medio rural Organismos gubernamentales Organismos no gubernamentalesOrganismos populares o de baseInstituciones de educacin superiorreas naturales protegidasSitios RamsarOrganismos empresarialesLogros y avances

    9. Divulgacin de la ciencia, comunicacin, periodismo ambientalesUna trada relevanteComunicacin del conocimiento ecolgico y educacin ambiental una revisin de su relacin y algunas propuestasContexto de la comunicacin del conocimiento ecolgico y la educacin ambientalLa produccin de la investigacin ecolgica y su utilidad en la construccin de la sustentabilidad Pocos eclogos en Mxico y escasa informacin accesible para los educadores ambientales Ejemplos de la relacin entre educacin y ciencia para la sustentabilidad Los aprendizajes de colaboracin entre investigacin y la sociedad El papel de la educacin ambiental en las instituciones de investigacin ecolgica y ambiental: algunas ideas y propuestas Periodismo ambiental mexicano y educacin ambiental Funcin y caractersticas del periodismo ambiental en Mxico Hacia dnde camina el periodismo ambiental? Avances y retos La complejidad del tema ambiental para su comunicacin Algunas conclusiones del periodismo ambientalConsideraciones sobre el periodismo y la educacin ambiental Las prcticas ms comunes de comunicacin educativa ambiental: Los vicios y los retos a superar Recomendaciones para la educacin y la comunicacin ambiental

    PLANEACIN ESTRATGICA

    10. Misin, visin y objetivos estratgicosMisin

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  • ValoresVisinObjetivos estratgicos

    11. Anlisis de las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de la educacin ambiental para la sustentabilidad Anlisis FODA sobre el campo de la educacin ambiental para la sustentabilidad en MxicoAnlisis FODA del Asunto estratgico 1: legislacin y financiamiento; lnea de accin 2: financiamiento Anlisis FODA del Asunto estratgico 1: Legislacin y financiamiento; lnea de accin 2: financiamiento Anlisis FODA del asunto estratgico 2: educacin y formacin de recursos humanos para la EAS; lneas de accin 3: profesionalizacin de los docentes y educadores ambientales, y 4: formacin de recursos humanos estratgicos y operativosAnlisis FODA del asunto estratgico 3: fortalecimiento institucional y coordinacin intersectorial e interins-titucional; lnea de accin 5: Fortalecimiento institucional, y 6: Vinculacin intersectorial e interinstitucionalAnlisis FODA del asunto estratgico 4: consolidacin del campo de conocimiento de la EAS; lneas deaccin 7: Sistematizacin y evaluacin de la prctica de la EAS, 8: generacin del conocimiento, y 9: divulgacin, comunicacin y aplicacin del conocimiento de EAS

    12. Planeacin estratgica: asuntos estratgicos, lneas de accin, metas y acciones crucialesAsunto estratgico 1. Legislacin y financiamientoAsunto estratgico 2. Educacin y formacin de recursos humanos para la EASAsunto estratgico 3. Fortalecimiento institucional y coordinacin intersectorial e interinstitucionalAsunto estratgico 4. Consolidacin del campo de conocimiento de la EAS

    13. Operacin de la Estrategia de educacin ambiental para la sustentabilidad en MxicoCondiciones necesarias para su ejecucinMecanismo interno de seguimientoPlan de responsabilidadesPlan de evaluacin y seguimientoPlan financiero

    Bibliografa

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  • Presentacin

    LLa sustentabilidad de Mxico es posiblemente el mayor desafo que enfren-ta nuestro pas hoy en da. Ante un panorama de degradacin ambientalpoco alentador y con situaciones tales como la escasez del agua, la prdida de labiodiversidad, de los bosques y las selvas, y la contaminacin, entre muchosotros problemas, se hace evidente la necesidad de lograr una ciudadana que

    tenga las competencias para enfrentar estos retos y encontrar soluciones.

    Para que Mxico pueda transitar por el camino hacia la sus-tentabilidad es necesaria una estrategia integral de

    educacin y de comunicacin que fomente los cono-cimientos, valores y actitudes de responsabilidad y

    respeto necesarios para lograr un mejor medioambiente.

    Hoy en da es notable el avance del conocimien-to cientfico y el desarrollo de las tecnologas dela informacin y de la comunicacin, mismoque permite conocer la situacin que prevalece

    en todo el planeta casi de manera instantnea.Sin embargo, estos avances no han sido suficiente-

    mente utilizados para crear una conciencia ambientalni han logrado solucionar los problemas que amena-

    zan la sobrevivencia del ser humano.

    Es por esto que se ha hecho cada vez mayor el llamado de loseducadores ambientales para que estas herramientas se conviertan en su

    principal aliado y se logre una sinergia de los distintos sectores para impulsar laeducacin para la sustentabilidad dirigida a los nios, a los jvenes, a los maes-tros, a las madres y padres de familia, a los tomadores de decisiones, a los agri-cultores, a los empresarios... a todas las mujeres y hombres que vivimos en estepas y que tenemos la responsabilidad y el compromiso de legar un Mxico sanoy habitable, sustentable para las siguientes generaciones.

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  • Especialmente, debemos centrar nuestros esfuerzos de educacin en los jvenesy en los nios, quienes hoy en da se estn formando para asumir las responsa-bilidades de liderazgo a muy corto plazo y tendrn que emprender accionesdecisivas para conducir a Mxico hacia una mejor calidad de vida para todos.

    Por lo anterior, el Centro de Educacin y Capacitacin para el DesarrolloSustentable (Cecadesu) de la Semarnat se dio a la tarea de traba-jar coordinadamente, con las distintas instancias de todoslos mbitos, para tejer el entramado necesario que per-mitiera la construccin de una poltica de estado quesustente y enmarque los programas y las acciones deeducacin para la sustentabilidad en todo el pas.

    Este trabajo ha implicado seis aos de labor(2000-2006), y los resultados son los Planes esta-tales de educacin ambiental, capacitacin parael desarrollo sustentable y comunicacin educa-tiva, el Programa Ambiental para la Juventud(PAJ), los programas ambientales en las institu-ciones de educacin superior, as como numerosassinergias con otras secretaras de Estado, tanto fede-rales como estatales, instituciones, organizaciones nogubernamentales, empresas e individuos preocupados ycomprometidos con la educacin ambiental.

    As mismo, el inicio del Decenio de las Naciones Unidas para laEducacin con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014) encargado a la UNES-CO para su ejecucin, brinda una oportunidad renovada para poner a la educa-cin para la sustentabilidad como eje de las polticas pblicas de manera trans-versal, intencin que ha sido plasmada en el Compromiso Nacional de la Dcadade la Educacin para el Desarrollo Sustentable, suscrito en Mxico el 11 de marzode 2005 por actores estratgicos de distintos sectores.

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  • Ambas iniciativas han conformado las condiciones institucionales necesariaspara abordar la construccin de la presente Estrategia de educacin ambientalpara la sustentabilidad en Mxico, la cual es un instrumento construido colecti-vamente y presenta un anlisis de los avances, pendientes y propone las lneas deaccin que habrn de establecerse para ubicarla en el papel relevante que serequiere como gestora de la sustentabilidad del pas en un horizonte de media-no plazo, y que consolide el trabajo realizado y la experiencia adquirida por

    cientos de educadores ambientales en instituciones ms slidas, con finan-ciamiento, de mayor relevancia poltica en el campo de la educa-

    cin ambiental y acciones contundentes que se reflejen enuna cultura ambiental de la poblacin.

    Es para el Cecadesu un honor presentar este docu-mento y esperamos que sea fuente de estmulo yde gua para encontrar las soluciones creativas einnovadoras que necesitamos para rescatar lagran riqueza natural y cultural de Mxico, quees la inspiracin y el sustento de nuestro futurocomo nacin.

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  • Introducin

    Desde principios de la dcada de los aos 90, se pueden ubicar, por unlado, propuestas realizadas en distintos foros nacionales y, por otro,esfuerzos colectivos, en la lnea de generar un marco estratgico en materiade educacin ambiental, con el cual se alcanzara una orientacin nacionalcomn aplicable a distintos contextos regionales y estatales. Es decir, desdeentonces se buscaba una plataforma en la que se establecieran tres factoresimprescindibles: a) los elementos centrales para definir las polticas pbli-cas en educacin ambiental para la sustentabilidad (EAS); b) el estableci-miento de un pacto social federal de apoyo a la EAS desde los tres rdenesde gobierno, y c) la garanta de trascendencia de una administracin pbli-ca a otra.

    En este mismo sentido, la presenteEstrategia de educacin ambientalpara la sustentabilidad en Mxicoapunta principios y lneas de actua-cin presentes y futuras en materiade educacin ambiental para la sus-tentabilidad en el pas. Con ello sebusca potenciar la participacin delos sectores gubernamentales vincu-lados con los campos del medioambiente y la educacin, de las ins-tituciones educativas y de investiga-cin, de los organismos civiles, de lasorganizaciones sociales y del sector

    privado, en el marco de una visin articulada de carcter nacional, con respon-sabilidad global.

    Este documento responde a los sealamientos expresados durante el EncuentroNacional de Educacin Ambiental para el Desarrollo Sustentable. Diez aos paracambiar el mundo, celebrado en mayo de 2005, en la ciudad de Aguascalientes, porms de 300 educadoras y educadores ambientales, en la lnea de que, frente al pro-ceso de deterioro ambiental del pas, deba elaborarse una estrategia que apuntaraprioridades y estableciera rumbos, con una visin nacional propia, para los esfuerzosque debern realizarse los prximos aos en el marco del Decenio de las NacionesUnidas para la Educacin con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014).

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  • En dicho encuentro se enfatiz que una estrategia de educacin ambiental parala sustentabilidad en Mxico era tambin necesaria para: a) generar una direc-cin comn y articulaciones sociales, producto del consenso, desde el ordenfederal hasta el municipal; b) brindar un referente nacional a los planes estata-les que en este campo se haban o estaban realizando; c) contar con un estadode la cuestin actualizado en EAS; d) superar las acciones inmediatistas; e) aco-piar fuerza social y poltica para sustentar y cubrir a las acciones que se realizan;f ) hacer eficiente la capacidad de gestin financiera para los proyectos de EAS;g) asumir compromisos en el marco de acuerdos y convenios, como por ejem-plo, la Agenda XXI; y, sobre todo, h) orientar el establecimiento de una polticapblica que permita posicionar a la EAS como un elemento central del desarro-llo nacional.

    Por otro lado, la presente Estrategia debe ubicarse tambin en el marco del pro-grama para el establecimiento del Decenio de las Naciones Unidas para laEducacin con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014), encabezado por laSecretara de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a travs del

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    Omar Garza

  • Centro de Educacin y Capacitacin para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu),y la Secretara de Educacin Pblica (SEP). Estas instancias del gobierno fede-ral han impulsado el Compromiso Nacional por la Dcada de la Educacin parael Desarrollo Sustentable, el cual ha sido suscrito por el Presidente de laRepblica y por mltiples representantes de diversos sectores de la vida poltica,econmica, social, educativa y cultural de Mxico.

    Pero no hubiera sido suficiente la intencin de elaborar la referida Estrategiasi paralelamente no se hubiera contado con otros factores, entre ellos, lossiguientes:

    Con base en estos tres factores, a partir de junio del 2005 se inici la elabora-cin de la Estrategia de educacin embiental para la sustentabilidad en Mxico, conla claridad de que con dicho referente no se buscaba definir un slo camino aseguir para la EAS en el pas, sino reconocer que los espacios de incertidumbrey los contextos cambiantes pueden abrir distintas vas, lo cual impide la formu-lacin de un proceso mecanizado para alcanzar la consolidacin del campo de laEAS. Tambin qued claro desde un principio que el esfuerzo a realizarse nodeba concluir en un documento de carcter acadmico con la pretensin deconstruir un parte aguas terico ni, sobre todo, plantear un giro en la EAS quedesconociera la trayectoria construida hasta ahora.

    Se reconoci, en cambio, que este proceso implicaba un esfuerzo de reflexin yconstruccin colectiva; un ejercicio de problematizacin del contexto para esta-blecer retos, no recetas; una definicin de rumbo para la EAS, reconociendo

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    a) Una trayectoria nacional acumulada en materia de educacin ambiental que ha permitido retomar y actua-lizar esfuerzos anteriores, que han buscado tambin como objetivo orientar el desarrollo terico, metodol-gico y prctico de la EAS en el pas.

    b) Una maduracin del estratega, es decir, la comunidad de educadores ambientales de Mxico, quien ahoracuenta con mayores conocimientos y capacidades para contribuir al trnsito de una EAS adaptativa (el con-texto la domina y la define) a una EAS de incidencia (donde la citada comunidad implanta al contextoalgunas de sus propuestas).

    c) La existencia de los citados planes estatales de educacin ambiental, los cuales: a) han otorgado referentes localespara el desarrollo en este campo; b) han generado procesos y redes sociales en las distintas entidades con disposicina una mayor articulacin nacional; c) han establecido prioridades y temas centrales a atender a partir de los diagns-ticos socioambientales; d) han orientado los esfuerzos hacia la obtencin de resultados concretos en la materia, y e)proporciona mayor visibilidad pblica a la educacin ambiental (EA).

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  • que ste se puede transitar de maneras distintas, con medios no estandarizados,con perspectivas plurales dada la existencia de intereses divergentes, contradic-ciones y conflictos entre la comunidad de educadoras y educadores ambientales.

    En este sentido, se defini la Estrategia como una herramienta de planificacinde carcter general, en la que se formularan orientaciones articuladas y de nivelmacro, para el rumbo de las polticas en materia de educacin ambiental para lasustentabilidad en el pas. Con base en lo anterior, se plane elaborar una estra-tegia con las siguientes caractersticas:

    Participativa e incluyente: el principio de la mxima participacin social posibleestuvo presente, lo que signific crear las condiciones propicias para que todoactor social que estuviera dispuesto a plasmar comentarios y propuestas, lo hicie-ra sin restricciones.

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  • Autnoma y plural: el proceso de elaboracin de la Estrategia noestuvo supeditado a una institucin, sino que se desenvolvi conautonoma, buscando reflejar las posiciones plurales existentes enel campo. Los autores del diagnstico, los participantes en losforos y la coordinacin tcnica del proceso contaron con espaciosde expresin no circunscritos nicamente a visiones o posicionesinstitucionales, sino que prevaleci un espritu de construccinque favoreci la intervencin de individuos, grupos, organizacio-nes e instituciones.

    Abierta y flexible: la Estrategia de educacin ambiental para la sustentabilidad enMxico no es un documento que pueda considerarse concluido ni sus propues-tas deben asumirse con rigidez; es ms bien un proceso abierto que implicarajustes y actualizaciones y cuyos planteamientos debern adecuarse a las condi-ciones cambiantes del contexto de la educacin nacional.

    Comprehensiva e integral: el campo de la educacin ambiental para la susten-tabilidad requiere un planteamiento estratgico que abarque las distintas moda-lidades educativas, los diferentes actores sociales involucrados, los distintos sub-campos de accin (investigacin, comunicacin, legislacin, entre otros). Eneste sentido, la Estrategia proyecta un enfoque comprehensivo, con clara con-viccin que ste debe favorecer la elaboracin de propuestas especficas, con unajerarquizacin, un orden y una sntesis para incluir lo ms sustancial para eldesarrollo de la EAS.

    La construccin de la presente Estrategia implic una serie de pasos y activida-des, los cuales se sintetizan a continuacin:

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    1) Realizacin del taller Hacia la construccin de una estrategia nacional de educacin ambiental parael Decenio, en la ciudad de Aguascalientes, el 18 de mayo del 2005. Este taller tuvo como objetivo:generar ideas rectoras para impulsar la construccin de una estrategia nacional de educacin ambien-tal, a partir de los planes y programas estatales de educacin ambiental. Participaron ms de 300 per-sonas distribuidas en mesas de trabajo. El taller permiti definir las bases para el proceso de elabo-racin de la citada Estrategia.

    2) Conformacin de un grupo operativo, el cual qued constituido por personal del Cecadesu, ins-titucin que brind la plataforma institucional y los recursos financieros para realizar este proceso ycoordin la organizacin de junio de 2005 a abril de 2006, y un integrante del Centro de EstudiosSociales y Ecolgicos (CESE), as como dos acadmicos de la maestra en educacin ambiental de laUniversidad de Guadalajara, quienes ofrecieron el apoyo tcnico y la coordinacin en cada una delas etapas y se responsabilizaron de la integracin del documento final.

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    TEMA

    Antecedentes

    EAS: consideraciones conceptuales y prcticas para su futuro

    Legislacin en EAS

    Educacin bsica

    Educacin media superior

    Educacin superior

    Investigacin en EAS

    Educacin no formal urbana

    Educacin no formal rural

    Divulgacin de la ciencia, comunicacin y periodismo ambientales

    EXPERTOS

    dgar Gonzlez Gaudiano (SEP)

    Tiahoga Ruge, Ligia Hernndez, TeresitaMaldonado, Concepcin Velasco (Cecadesu)

    Mara del Carmen Carmona (UNAM)

    Armando Snchez (Editorial Trillas)

    Andrs vila (Universidad de Guadalajara)

    Teresa Bravo (UNAM)

    Teresa Bravo (UNAM)

    Salvador Morelos (Gobierno de Aguascalientes)

    Joaqun Esteva (Centro de Estudios Sociales y Ecolgicos A. C.)

    Alicia Castillo y Anna Pujadas (UNAM), Agustn del Castillo (peridico Pblico)

    Elba Castro (U de G)

    3) Anlisis de documentos, que le implic al grupo operativo la revisin de los antecedentes de lapresente Estrategia, de los planes estatales, de las estrategias nacionales de otros pases, de docu-mentos de poltica pblica ambiental de Mxico, y otras publicaciones.

    4) Elaboracin de la primera versin de la Estrategia. Para ello se solicit a varios expertos del pasque elaboraran apartados temticos a partir de un panorama actual (diagnstico sobre avances, obs-tculos, pendientes) que guarda la educacin ambiental en el pas en el subcampo correspondiente,donde se destacaran de manera general los logros y avances en los ltimos 15 aos; y con sus suge-rencias en materia de polticas de educacin ambiental, y los programas e iniciativas ms relevantesque, desde su perspectiva, deberan impulsarse en los prximos diez aos. Los apartados y expertosfueron los siguientes:

    Se integr el documento con las aportaciones de dichos expertos; se le incluyuna serie de instrucciones para que se realizaran comentarios y sugerencias a laprimera versin (ya fuera de manera directa al Cecadesu o a travs del foro elec-trnico); y se realiz una amplia circulacin del mismo entre universidades, ins-tituciones de gobierno, organismos civiles, organizaciones de base e individuos.

  • Por lo anterior, se puede afirmar que el presente documen-to no representa slo la visin de los expertos, de los fun-cionarios de gobierno o de los grupos civiles, sino queencierra, en conjunto, las preocupaciones y propuestas cen-trales de la comunidad de las y los educadores ambientalesen el pas, con las fortalezas y debilidades que generalmen-te reflejan procesos como los aqu descritos.

    5) Establecimiento de un foro electrnico. Se puso en funcionamiento un foro electrnico coordinado por laUniversidad de San Luis Potos, el cual an se encuentra disponible con dos modalidades de participacin:

    I. Lista de correo electrnico: http://www.elistas.net/lista/ambientaII. Foro de discusin web: http://agenda.di.uaslp.mx/estrategia

    Se abri este espacio para dar oportunidad a los interesados que quisieran realizar sugerencias a la primera versiny posteriormente continen aportando comentarios sobre el documento final de la Estrategia y su ejecucin.

    6) Realizacin de tres foros regionales de consulta: Foro del Sur (Oaxaca), Foro del Centro(Aguascalientes) y Foro del Norte (Ciudad Jurez). El programa y la dinmica de tales espacios de con-sulta permiti enriquecer cada uno de los apartados de la primera versin, pero, sobre todo, empezar aconstruir una visin estratgica en la cual se precisarn prioridades, propuestas y elementos centralespara el desarrollo de la EAS en el prximo decenio.

    7) Publicacin en internet de los resultados de los foros regionales. Con la finalidad de que fueran revisadospor los asistentes y por los interesados de otras regiones.

    8) Redaccin de la primera versin de Estratgica y Foro de expertos. Con base en la informacin de los foros,la consulta de documentos y los planteamientos de la primera versin, se elabor un primer documento, elcual se puso a consideracin de alrededor de 30 especialistas en el campo, quienes participaron en un tallerrealizado en Ptzcuaro, Michoacn.

    9) Realizacin del documento final. A partir de todos los elementos anteriores, los autores de los apartadosque conformaron la primera versin realizaron las modificaciones pertinentes, el equipo de la coordinacintcnica reelabor la planeacin estratgica, de tal manera que se integr el documento completo para su publi-cacin, pero siempre en el contexto de que el proceso no puede darse por concluido, sino que hay cabida paramodificaciones y ajustes que surjan de la dinmica que presenta la realidad nacional.

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  • Antecedentes1

    En Mxico, la elaboracin de propuestas orientadas a organizar la actividaddel campo de la educacin ambiental se realiz en la primera mitad de ladcada de los aos 90, pero ninguno de los dos documentos resultantes se llampropiamente estrategia, a efecto de no concitar rechazos de parte de quienes nose sintieran apropiadamente incluidos.

    El primero de ellos se elabor como resultado del acercamiento por parte de laAsociacin Norteamericana de Educacin Ambiental (NAAEE, por sus siglas eningls) hacia Mxico. Esta primera versin del documento, apoyada por elFondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por siglas en ingls) se puso a con-sideracin en una reunin llamada nacional, ya que cont con la participacinde representantes de unas dos decenas de entidades de la Repblica, celebradaen Oaxtepec, Morelos, en marzo de 1992. El documento resultante recibi elnombre Elementos estratgicos para el desarrollo de la educacin ambiental enMxico. Fue impreso por la Universidad de Guadalajara en su primera edicin yposteriormente reimpresa por el Instituto Nacional de Ecologa en 1994.2

    Como resultado de la elaboracin de este documento, con apoyo del WWF, y en elmarco de la reunin de la NAAEE, se propici un acercamiento con los educadoresde los Estados Unidos y de Canad, cuyo punto culminante se alcanz en 1994, conla celebracin de la conferencia anual de la NAAEE, en Cancn, Quintana Roo. Enesta conferencia se cont con la participacin de ms de 200 educadores ambienta-les, tanto de Mxico como de diferentes pases de Amrica Latina y, entre algunosdebates relativos a la organizacin se realiz una reunin muy concurrida para discu-tir el tema de la Asociacin Latinoamericana de Educacin Ambiental, tema surgido

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    1Este apartado fue elaborado por dgar Gonzlez Gaudiano.2Un resultado ostensible de este primer esfuerzo fue la creacin de las redes regionales de educadores ambientales, entre las

    que destacaba la regin sur-sureste que contaba con el apoyo de Pronatura para su funcionamiento.

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  • en el primer Congreso Iberoamericano de Educacin Ambiental, celebrado enGuadalajara, en noviembre de 1992.

    El segundo documento surgi inmediatamente despus del primero, promovido porla UNESCO, bajo los auspicios del PNUD, en 1992, consistente en impulsar el desa-rrollo de estrategias en educacin ambiental en pases latinoamericanos y del Caribe.Igual que el anterior ejercicio, el documento se someti a una amplia y abierta discu-sin para enriquecerlo y auspiciar su apropiacin. Se titul Hacia una estrategia nacio-nal y plan de accin en educacin ambiental en Mxico, y se public, en coedicin en1993, en primera instancia por el Instituto Nacional de Ecologa, en ese entonces ads-crito a la Secretara de Desarrollo Social, y la UNESCO, y se reimprimi por laSecretara de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) y la DireccinGeneral de Educacin Tecnolgica Industrial de la SEP, en 1995.

    El proceso de consulta consisti de dos fases, una inicial durante la preparacin delcaptulo 5, con la colaboracin de numerosos educadores con amplia experienciaen su campo, y una segunda fase de consulta que consisti en presentar un primerborrador del documento en una reunin de expertos en educacin ambiental y

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  • reas afines, la cual se realiz en Tepotzotln, Estado de Mxico, y en la que parti-ciparon educadores ambientales de diversas regiones del pas.3

    En el mencionado captulo 5 se presentan consideraciones y propuestas, y se discutenalgunos problemas importantes que, segn los autores, limitaban el avance. Se sugie-ren tambin criterios y lineamientos; y, en la presentacin, se dice: Este captulo tienecomo propsito fundamental apuntar hacia un plan de accin en educacin ambien-tal; no se trata como se hace explcito de una gua programtica, puesto que seraimpensable dadas las variadas diferencias de alcances y pblicos de quienes desarro-llan proyectos de educacin ambiental en el pas. Se busca, por el contrario, propo-ner una serie de parmetros y prioridades de trabajo que nos permitan orientar nues-tro quehacer en funcin de estrategias concertadas hacia fines comunes.

    Ya desde entonces se deca: El campo de la educacin ambiental ha convocado auna enorme heterogeneidad de profesionistas y personas con diversas experienciasen variados espacios y luchas sociales. Esta composicin es una de las fortalezas delcampo, que abre grandes posibilidades de desarrollo y accin. Sin embargo, cons-tituye tambin una de sus ms grandes dificultades en el sentido de expectativasmltiples. Por ejemplo, para los educadores ambientales que provienen de una for-macin social y humanstica, los contenidos sobre ecologa no slo representan unaherramienta conceptual indispensable para su trabajo, sino una poderosa fuerzacentrfuga que los atrae y los hace frecuentemente olvidar, por centrarse en la trans-misin de dinmicas de los procesos biolgicos, que la educacin ambiental es antetodo un proceso educativo que debe proporcionar elementos para comprender ytransformar la realidad de los destinatarios.

    Ambos documentos, aparecidos casi simultneamente, fueron ampliamente difun-didos entre los educadores ambientales de Amrica Latina y Espaa, con quienes seestableci comunicacin durante los trabajos previos al primer CongresoIberoamericano de Educacin Ambiental, y durante ste. El enlace construido en

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    3Un producto muy claro de una definicin estratgica de las acciones en el campo de la educacin ambiental fue la intensifi-cacin de propuestas a la Secretara de Educacin Pblica para que reforzara sus programas de estudio y los libros de texto

    gratuito con la dimensin ambiental, as como la creacin del Centro de Educacin y Capacitacin para el DesarrolloSustentable (Semarnap, 1995).

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  • este congreso es imprescindible para explicar los vnculos creados entre personas yentre pases, principalmente entre Mxico, Brasil y Espaa.

    Un esfuerzo complementario, en esta lnea, fue la encuesta Quin es quin en edu-cacin ambiental en Amrica Latina y el Caribe? realizada durante el II CongresoIberoamericano de Educacin Ambiental (Tlaquepaque, Jal., junio de 1997), conel apoyo financiero del UNICEF. Ah se dice que este reporte de investigacin esresultado de un intento por identificar los contornos ms caractersticos del campode la educacin ambiental en Amrica Latina, el Caribe y la Pennsula Ibrica, yaque la necesidad de dicha caracterizacin ha sido evidente en los distintos forossobre educacin ambiental, sobre todo frente al gran desconocimiento que existeen cuanto a quines somos, qu hacemos y hacia dnde queremos ir. Los benefi-cios de contar con la descripcin de algunos de los rasgos del campo de educacinambiental son mltiples, aunque stos sean borrosos. Los beneficios remiten a laformulacin de estrategias pedaggicas ms apropiadas a las necesidades y contin-gencias, as como a impulsar procesos de organizacin e intercambio que fortalez-can nuestra intervencin en la gestin ambiental y del desarrollo. Los beneficios sonmayores si la formacin sobre el campo de educacin ambiental nos facilita la arti-culacin con los avances conceptuales y metodolgicos del mismo, sobre todo consu creciente integracin dentro de una amplia gama de reas vitales para nuestrospases (salud, pobreza, derechos humanos, comercio, etc.) dentro de un marcointernacional en complejas y rpidas transiciones.4

    Si bien no se han logrado muchos de los avances esperados en los procesos deplaneacin mencionados, hubo algunos acontecimientos que fueron sealadoscomo necesarios en 1992, que son realidades incontrovertibles (no sin proble-mas), en materia de organizacin, de profesionalizacin y de investigacin, ascomo en el posicionamiento nacional e internacional. Sin pretender ser auto-complacientes, son bastante numerosos los educadores ambientales mexicanosque participan o han participado en organismos internacionales y extranjeros(NAAEE; UICN; UNESCO; WWF, etc.). Igualmente, no slo contamos yacon un grupo an insuficiente de doctores salidos de universidades nacionales,espaolas y britnicas, sino que el nmero de los que se estn actualmente for-mando en las mismas es creciente. La educacin ambiental ha sido incluida enlos estados de conocimiento de la investigacin educativa en el pas a los queconvoca el Consejo Mexicano de Investigacin Educativa; contamos con unarevista especializada que tiene prestigio internacional, una academia nacional,un consorcio de universidades y varios programas acadmicos de posgrado quehan podido superar crisis institucionales con bastante xito.

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    4 Resultados de este momento fueron la aparicin de los estudios de maestra en educacin ambiental, primero en la UPNAzcapotzalco y luego en la Universidad de Guadalajara; el Foro Nacional de Educacin Ambiental (Aguascalientes, 1999),

    as como la creacin de la Academia Nacional de Educacin Ambiental (2000) y el Consorcio Mexicano de ProgramasAmbientales Universitarios para el Desarrollo Sustentable (Complexus) (2000).

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  • En el mbito de la gestin pblica, la educacin ambiental presenta avances rele-vantes. Un antecedente directo a esta estrategia lo constituye la integracin delos 32 planes estatales de educacin, capacitacin y comunicacin ambientales,y el documento elaborado por la Comisin Ambiental Metropolitana delGobierno del Distrito Federal Comunicacin educativa ambiental en la cuenca deMxico. Hacia la construccin de una poltica, as como otros esfuerzos en elmbito federal, como el Programa Nacional de Educacin y Capacitacin Forestal2004-2005 y la Plataforma del Programa Nacional Integral de Cultura Forestalrumbo al 2025, elaborados ambos por la Comisin Nacional Forestal (Conafor),con base en un proceso participativo, y el trabajo iniciado en el 2005 por la

    Comisin Nacional de reas Naturales Protegidas (Conanp),con apoyo del Centro de Educacin y Capacitacin para elDesarrollo Sustentable (Cecadesu) para la elaboracin de losElementos estratgicos de educacin ambiental para el desarro-llo sustentable en reas naturales protegidas. As mismo, laadhesin de mltiples representantes de distintos sectoressociales al Compromiso Nacional por la Dcada de la Educa-cin para el Desarrollo Sustentable (2005-2014) representauna oportunidad para socializar y consolidar el tema.

    Todos esos espacios y logros habrn de ser defendidos, como unelemento estratgico bsico viendo hacia el futuro, y la mejordefensa es la produccin de conocimientos, la formacin decuadros, la visibilidad poltica como gremio, la consolidacin

    de la estructura institucional y el mercado de trabajo, as como los resultados deltrabajo pedaggico de los centenares de educadores y educadoras ambientales quebuscan contribuir a un pas mejor.

    A lo largo de este proceso existen avances sustantivos en los procesos de aproxima-cin al campo de la educacin ambiental, que se condensan tambin en el diseode estrategias nacionales. Particular mencin merece el proceso experimentado enEspaa, el cual deriv en el Libro blanco de la educacin ambiental en Espaa, perotambin los logros en nuestra regin, de Guatemala, Cuba y Brasil.

    Finalmente, cabe sealar que en este ya largo proceso de casi 15 aos de haber ini-ciado la realizacin de una estrategia de educacin ambiental en Mxico es eviden-te que hay aciertos y errores, pero lo ms importante, lecciones aprendidas, quedebern tomarse en cuenta a fin de que este nuevo intento pueda operar como unagua para sistematizar, orientar y tener mejores resultados en las tareas que seemprendan en materia de educacin ambiental en el pas, sobre todo frente la opor-tunidad que brinda el Decenio de las Naciones Unidas para la Educacin con miras alDesarrollo Sostenible (2005-2014).

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  • Educacin ambientalpara la sustentabildad:consideracionesconceptuales y prcticaspara su futuro1

    En este apartado se incluyen algunos conceptos que enmarcan a la pre-sente Estrategia de educacin ambiental para la sustentabilidad en Mxico.Cabe sealar que aqu no se pretende reflejar ni la profundidad del debateni agotar el anlisis de los conceptos. Ms bien, el sentido de este apartadoes incorporar algunas de las ideas centrales que en el proceso de elaboracinde la estrategia se discutieron y que permiten ubicar varias de las lneas msrelevantes del debate actual y de las orientaciones tericas en las que se sus-tenta el campo de la EAS y el presente documento.

    El desarrollo y la crisis ambiental

    Los patrones actuales de produccin y consumo son insostenibles y han tenidocomo consecuencia la profundizacin y ampliacin de la pobreza y la destruccinde los ecosistemas. Tales patrones estn ligados al concepto convencional y predo-minante de desarrollo. Y, como ha sealado Wolfgang Sachs (1993), el desarrolloes, sobre todo, una manera de pensar; Viola (2000) aade que es un poderoso fil-tro intelectual de nuestra percepcin del mundo contemporneo. No puede fcil-mente identificrsele con una estrategia o programa particular. Est asociado desdela posguerra al camino universal, la superioridad de la economa, la factibilidadmecnica del cambio, la aparicin de nuevos actores (ligados a la globalizacineconmica) y ciertas transformaciones (como la tecnolgica), mientras se margi-nan a otros sujetos sociales y se degradan otras clases de cambio.

    La tendencia que ha llevado a igualar desarrollo con crecimiento cuantitativo gene-r que los gobiernos nacionales tomaran al mundo como un escenario de luchaeconmica, donde los pases compiten por una mejor posicin en el Producto

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    1La primera versin de este apartado fue realizada por Tiahoga Ruge, Ligia Hernndez, Teresita Maldonado y ConcepcinVelasco. La presente versin fue coordinada por Elba Castro y Javier Reyes,

    y contiene colaboraciones de Salvador Morelos y Teresa Bravo.

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  • Mundial Bruto (PMB), es decir, el valor total de la riqueza producida por lasociedad planetaria. De esta manera se ha dado una subordinacin gradual detodos los aspectos de la vida social a las formas dictadas por la economa delNorte (Sachs, 1993); as, frente a lo econmico se devalan todas las demsformas de existencia social (Ilich, citado por Esteva, 2000) y se subordinantodas las manifestaciones de vida que no sean humanas.

    Una conclusin que se desprende del anlisis del modelo econmico impulsa-do por el desarrollismo es su direccin equivocada. El incremento de la pro-ductividad como meta central del desarrollo industrial sigue siendo la aspira-cin, no slo del Norte, sino tambin de los gobiernos del Sur, an cuando sereconoce que el crecimiento en la produccin material no ha logrado garanti-zar una distribucin justa de la riqueza generada y que es causa directa de ladepredacin natural.

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  • En el informe Ms all de los lmites del crecimiento (Meadows, 1993), losinvestigadores reconocen que las tres conclusiones delineadas en su estudioanterior (realizado 20 aos atrs y titulado Los lmites del crecimiento[Meadows, 1975]) seguan siendo vlidas, aunque haba que reforzar lossiguientes aspectos:

    En este contexto, el empleo del trmino desarrollo empieza a concitar seriasdivergencias polticas, ideolgicas y conceptuales. Frente a ello la opcin desociedades sustentables o de la sustentabilidad parece ofrecer mejores condiciones

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    Primero, que el crecimiento de la actividad humana extractiva y contaminante ha rebasado la capacidad decarga de muchos ecosistemas. Al respecto, se advierte que sin reducciones significativas en los flujos de mate-riales y energa, habr en las dcadas venideras una incontrolada disminucin per cpita de la produccin dealimentos, el uso energtico y la produccin industrial.

    Segundo, que esa disminucin no es inevitable, siempre y cuando se den: a) una revisin global de las polti-cas y prcticas que perpetan el crecimiento del consumo material y de la poblacin; b) un incremento rpi-do y drstico de la eficiencia con la que se utilizan los materiales y las energas.

    Tercero, que una sociedad sostenible es an tcnica y econmicamente posible. La transicin hacia ella requie-re un cuidadoso equilibrio entre objetivos a corto y largo plazos, y un nfasis mayor en la suficiencia, equidady calidad de vida, que en la cantidad de la produccin. Este cambio exige ms que productividad y tecnolo-ga; requiere tambin madurez, compasin y sabidura.

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  • para el dilogo social en el terreno de lo ambiental. Es por ello, como se verms adelante, que se ha optado en esta estrategia por el nombre de educacinambiental para la sustentabilidad y no para el desarrollo sustentable.

    La sustentabilidad como marco para laeducacin ambiental

    La sustentabilidad, ms all de si se le usa como adjetivo del desarrollo o de lassociedades (lo que por s mismo genera debate), puede entenderse de muy diver-gentes maneras. La compleja polisemia que el trmino posee ha generado unaevidente confusin, la cual se incrementa con el empleo, muchas veces indiscri-minado, de otros dos adjetivos: sostenible y sostenido. Con el riesgo de simplificarexcesivamente el debate, pueden ubicarse algunos enfoques predominantes:

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    el que entiende la sustentabilidad como crecimiento econmico sostenido, es decir, no dejar de crecer, no dejarde generar desarrollo en el sentido convencional, pero con ajustes, especialmente de carcter econmico y tecnol-gico. Este enfoque tiene como principal problema que lleva implcita una contradiccin irresoluble: que el desa-rrollo crezca infinitamente en un medio finito. En su posicin ms convencional la gestin de los recursos partedel principio de salvaguardar reductos naturales. El nivel de vida es un referente importante en esta tendencia.

    el que asume que los lmites mostrados por la naturaleza en las ltimas dcadas obligan a poner en duda la via-bilidad del crecimiento econmico indefinido y, por lo tanto, exigen repensar de manera integral las formasde aprovechamiento de los recursos naturales. Desde este enfoque, ms ligado al trmino sostenible (Sosa,2001) hay una preocupacin explcita por las generaciones futuras y el cuidado a la capacidad de carga de losecosistemas. Basado en tecnologa correctora y en la internalizacin de los costos ambientales a la economa,plantea un redimensionamiento de la administracin de los recursos naturales. Acenta la relacin ambiente-demografa. La calidad de vida es un referente importante.

    finalmente, est el enfoque que asume que la sustentabilidad implica el cuestionamiento y la reconstruccinde todos los elementos (ticos, sociales, polticos, econmicos, ecolgicos) que otorgan sentido a las socieda-des humanas y a su relacin con su entorno natural. En su versin ms progresista, enmarcada en un pensa-miento crtico y asumida sobre todo en Amrica Latina (Sosa, op. cit.), implica una nueva radicalidad social,en la que la justicia social y la equidad econmica son dimensiones paralelas y de igual importancia que la eco-lgica. Las dimensiones humana, espiritual, comunitaria y cultural son consideradas como ejes relevantes.Emplea un enfoque de gestin integrada en el manejo de los ecosistemas y le otorga relevancia al concepto deggllooccaalliiddaadd, que implica el desarrollo dialctico de esfuerzos en el nivel local y en el global. Exige un reposicio-namiento de la humanidad frente a la naturaleza. Plantea un tipo de planificacin ambiental al que las ideolo-gas tericas, las estructuras institucionales y los paradigmas cientficos prevalecientes resultan inapropiados.La calidad de vida, con criterios no estandarizados, es un referente importante.

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  • Desde luego, cabe sealar que las distintas lneas de pensamiento sobre la sus-tentabilidad no se agotan en las referidas tres tendencias, pero la ubicacin destas ayudan a comprender la complejidad del debate. Por lo anterior, es precisoenfatizar que la sustentabilidad, como el concepto abierto que es, presenta dife-rentes maneras de entenderla, pero esta pluralidad debe convertirse en una invi-tacin al dilogo, a la contextualizacin (culturales y regionales) de las definicio-nes, ms que a un encasillamiento y descalificacin entre las posturas distintas.

    Independientemente de las diferen-cias en la forma de entender lo quees la sustentabilidad, los educadoresambientales deben considerar lasdimensiones siguientes (adems deotras que sern abordadas en unapartado posterior): a) ecolgica, serelaciona con la preocupacin porlos ecosistemas y la garanta de man-tener en el largo plazo la base mate-rial en la que se sustentan las socie-dades humanas; b) econmica, queimplica asegurar tanto las oportuni-dades laborales, en un contexto deequidad, para los miembros de unasociedad, como el flujo de bienes y

    servicios que satisfagan las necesidades definidas por sta; c) poltica, que se refie-re, en trminos de Guimaraes (1994), en el plano micro, a la democratizacinde la sociedad, y en el plano macro, a la democratizacin del Estado, y a la nece-sidad de construir ciudadana y buscar garantizar la incorporacin plena de laspersonas a los procesos de desarrollo.

    En este sentido, como seala Barkin (2001), la sustentabilidad es una luchapor la diversidad en todas sus dimensiones, lo que significa que en el mismogrado de preocupacin por proteger la diversidad biolgica, la educacinambiental para la sustentabilidad debe procurar intencionadamente la protec-cin de la pluralidad poltica e ideolgica en las sociedades modernas, y abrir-le cauces para que se exprese, no slo en las tribunas pblicas donde se reali-za el debate social, sino en los espacios de participacin cvica. Ello exige pol-ticas sociales que fortalezcan las oportunidades de ingerencia en la definicindel desarrollo nacional y local de todos los sectores, aun los que han sido des-plazados por considerarse poco rentables.

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  • Actuales tendencias de cambio en laeducacin ambiental para la sustentabilidad

    Hay consenso entre los actores sociales involucrados en el campo de la educa-cin ambiental para la sustentabilidad de que sta no posee an un cuerpo te-rico consolidado. Esta debilidad puede explicarse por varios factores: a) la cortatrayectoria de esta tendencia educativa, que apenas tiene alrededor de 30 aos;b) la muy reciente identidad y despunte de la investigacin en educacinambiental; c) la predominancia de esfuerzos prcticos, no slo extracurriculares,sino en muchos casos anti-intelectuales; d) la preponderante presencia en el sur-gimiento y desarrollo del campo de profesionales de las ciencias naturales que, apesar de sus muchos aportes brindados, no tenan como prioridad el fortaleci-miento terico-filsofico y pedaggico de la educacin ambiental; y e) la con-fluencia de varias disciplinas para la construccin del campo, que genera unatendencia hacia paradigmas complejos, cuyo establecimiento tampoco tiene lasuficiente madurez, dada su escasa tradicin terica y epistemolgica.

    Pero esta situacin deficitaria no ha sido impedimento u obstculo para que laeducacin ambiental siga, con ineludibles altibajos, su proceso de consolidacin.Existe, si no una amplia, por lo menos s una importante documentacin biblio-grfica en la que se hace referencia recurrente a la historia de la educacinambiental en nuestro pas, en Amrica Latina y en el mbito internacional.Repetir lo ya dicho tiene poco sentido en este espacio, sobre todo si se aborda-ra de nuevo lo planteado en distintos acontecimientos de carcter internacional(Estocolmo, Tbilisi, Ro de Janeiro, Tesalnica), en tal sentido, slo se toca acontinuacin una serie de evoluciones conceptuales (no necesariamente prcti-cas), que ha tenido en nuestro pas la educacin ambiental, aclarando que stasno han sido lineales ni mucho menos producto de absolutos consensos. Estedesenvolvimiento terico puede apreciarse en seis tendencias de cambio.

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    1) De la conservacin ecolgica a la complejidad ambiental. La educacin ambiental ha ido caminando de mane-ra paulatina desde un enfoque reduccionista, de carcter principalmente biologicista, a una visin sistmicaque reconoce que la importante lucha por conservar los ecosistemas no puede aislarse del contexto econmi-co, poltico y social. Esto ha implicado asumir una visin ms compleja, que no se reduce al sntoma del dete-rioro ecolgico, sino que es capaz de buscar las causas de fondo para contrarrestarlas. Con ello se reconoce quelos problemas relacionados con el deterioro de los ecosistemas contienen un carcter estructural que no puedeobviarse en la realizacin de los proyectos educativos.

    2) De la divulgacin de los problemas ecolgicos a la pedagoga ambiental. La educacin ambiental surge ligada a lapreocupacin por la acelerada afectacin de los ecosistemas en el pas y en el mundo; ligado a ello se empezaron adisear programas y proyectos que permitieran informar a la sociedad sobre los serios problemas ecolgicos comoconsecuencia de las sociedades humanas. Con el correr de los aos, los educadores y educadoras ambientales hanido aceptando que tales esfuerzos son insuficientes y que paralelamente resulta indispensable una pedagogaambiental que se mueva en tres planos: i) los fines teleolgicos de la educacin, no slo en trminos de los idealessociales, sino tambin en un marco ms amplio que obligue a replantearse el lugar de los humanos en la naturale-za; ii) el proceso educativo de manera integral o en su totalidad, es decir, no slo sobre las metodologas de la ense-anza-aprendizaje en el aparato escolar, sino en el contexto de una sociedad educativa; iii) las propuestas didcti-cas e instrumentales concretas que favorezcan la renovacin de las prcticas educativas.

    As, pensar la educacin ambiental en sus fines ltimos, en sus procesos pedaggicos, y en su instrumentaldidctico, ha conllevado una tendencia que va paulatinamente abandonando la idea simplista de la educacinambiental como proceso de concientizacin o sensiblilizacin sobre los problemas ecolgicos. Esta trayectoria,lenta, sufrida e inacabada, se ha visto favorecida por la incorporacin de referentes conceptuales provenientesde las teoras interpretativas crticas, especialmente el constructivismo.

    3) Desde la atencin puntual a los problemas ecolgicos hacia la construccin de actores sociales con una estrategiapoltica. Hay otra tendencia en la teora de la educacin ambiental, especialmente en la modalidad no formal,por abandonar una visin reducida en la que priva la preocupacin por la solucin puntual y especfica de losproblemas ecolgicos, e ir avanzando hacia la creacin o fortalecimiento de actores sociales que defiendan prin-cipios como la equidad, la justicia social y la democracia, con base en una propuesta distinta de sociedad. Estoplantea el reto de la formacin, no slo de un individuo que ahorre agua y energa y separe los desechos doms-ticos, sino de un ciudadano capaz de hacer valer su derecho a tener calidad de vida y un medio ambiente sano.Ello est relacionado con procesos de educacin ambiental que apuestan al empoderamiento de la ciudadanay al desarrollo de las capacidades para la autogestin.

    4) De la diversidad atomizada a la pluralidad compartida. Otra tendencia terica de la educacin ambiental vadesde las visiones aisladas, de escaso inters en el intercambio conceptual hacia el conocimiento y el reconoci-miento de las diferencias conceptuales internas existentes en el campo. Ello ha implicado incluir formas dis-tintas de conocer el mundo, que no necesariamente estn fundamentadas en los procedimientos racionales dela denominada ciencia normal, y asumir que la educacin ambiental debe ser promotora del dilogo de sabe-res como mecanismo de convivencia respetuosa entre posiciones plurales.

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    5) De la prctica divorciada de la teora, a la praxis. La educacin ambiental ha ido pasando, a fuerza de insistenciade algunos de sus pensadores ms influyentes en el pas, de un conjunto de prcticas y acciones comprometidas conla solucin de problemas, a un juego ms complejo, donde stas son analizadas y evaluadas desde perspectivas decarcter ms conceptual. Esta tendencia a aceptar que entre la teora y la prctica hay mltiples mediaciones ha per-mitido un lento enriquecimiento del cuerpo conceptual de la educacin ambiental. Los avances de la investigacinen este campo han sido tambin determinantes para que los proyectos no se vean solamente como un conjuntoarticulado de acciones, sino tambin como insumos para repensar, con referentes tericos, el quehacer de las y loseducadores, y con ello aportar a la construccin de una indispensable praxis en el campo.

    6) Del voluntarismo y el proyecto a la institucionalizacin y la poltica pblica. La educacin ambiental ha tenido tam-bin en las ltimas tres dcadas un desplazamiento desde acciones y proyectos de carcter voluntario, puntual y ato-mizado, hacia una postura que reconoce la necesidad de darle centralidad poltica y visibilidad pblica a este campo.Esto ha conllevado a que las y los educadores ambientales asuman como otro de sus papeles sociales el reforza-miento de las leyes, las instituciones, los programas nacionales, estatales y municipales de educacin ambiental, yla gestin de recursos que le den al campo un carcter de poltica pblica. Aunado a lo anterior, se ubica un esfuer-zo cada vez mayor por incrementar los niveles de profesionalizacin de quienes estn involucrados en el campo.

    Estas transiciones, que no necesariamente terminarn siendo exito-sas, estn generando una serie de caractersticas deseables en la edu-cacin ambiental para la sustentabilidad. No se trata de un ejercicioque carezca de sentido, por el contrario, con ello se va constituyen-do una propuesta prescriptiva que le da rumbo o direccin a lasacciones, proyectos, investigaciones y polticas pblicas en estecampo. Las transiciones por las que pasa todo campo de conoci-miento no conllevan necesariamente a modificaciones en el nombredel mismo, aunque s muchas veces a ajustes que se expresan en adje-tivos; por ejemplo, el desarrollo rural pas a ser desarrollo rural inte-grado, luego a desarrollo rural sustentable. A continuacin se da unaargumentacin general sobre el nombre adoptado para esta estrategia.

    El trmino: educacin ambiental para la sustentabilidad

    La educacin, como fundamento de la sustentabilidad, se reafirm en la Cumbrede Johannesburgo mediante un compromiso plasmado en el Captulo 36 de laAgenda 21 de la Cumbre de Ro, realizada en 1992. Tal reafirmacin se plasmal reconocerse que para acceder a un nuevo paradigma, la educacin desempe-a un papel importante para reorientar nuestras pautas de accin y contribuir

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  • a la transformacin progresiva de las formas de utilizacin de los recursos y de las inte-rrelaciones personales desde criterios de sustentabilidad ecolgica y equidad social.

    Consciente de la importancia del desarrollo sustentable para el futuro de lahumanidad, en diciembre de 2002, mediante la resolucin 57/254, la AsambleaGeneral de las Naciones Unidas adopt el Decenio de las Naciones Unidas parala Educacin con miras al Desarrollo Sostenible (2005-2014) y design a laUNESCO para promoverlo. El propsito de esta iniciativa es impulsar la edu-cacin como base para una sociedad ms equitativa e integrar el enfoque de lasustentabilidad a los diferentes niveles que conforman los sistemas educativos.

    En Latinoamrica y Mxico han habido posiciones divergentes en relacin con elcambio de nombre propuesto, pues dejar de lado el trmino educacin ambientalsignificara perder el activo poltico y una identidad que ha sido difcil de cons-truir, y adoptar el de educacin para el desarrollo sustentable significa heredar lopolmico, ambiguo y escurridizo que resulta el trmino desarrollo sustentable.

    No obstante, existe tambin el consenso de que el citado Decenio marca una opor-tunidad histrica para avanzar en la bsqueda de una sustentabilidad incluyente,horizontal y democrtica, en la que la educacin adopte un carcter central.

    El trmino seleccionado para emplearse en la presente Estrategia2 es el de educa-cin ambiental para la sustentabilidad, aunque con la clara consigna de que no pre-tende convertirse en un intento de imposicin para que sea el adoptado enMxico; el debate debe seguir en pie y sera un error tratar de cerrarlo ahora cuan-do distintas posiciones estn dibujndose de manera ms definida. Las razones deesta opcin fueron: i) que este nombre motiv una mayor simpata entre la comu-nidad de educadores ambientales del pas durante el proceso de construccin delpresente documento; ii) que retoma la trayectoria y el capital construido en estecampo al mantener el trmino educacin ambiental; y iii) explicita que su marcode orientacin estratgica es la sustentabilidad ms que el desarrollo sostenible.

    Pero independientemente del nombre, existe en la comunidad de educadoresambientales del pas la intencin de realizar una educacin que promueva la for-macin de individuos y grupos sociales con conocimientos, habilidades, senti-mientos, valores y conductas favorables para la construccin de un nuevo para-digma social caracterizado por pautas de convivencia social y con la naturalezaque conduzcan a la sustentabilidad poltica, econmica y ecolgica.

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    2 Como podr notarse, en el cuerpo del documento no siempre se emplea el trmino educacin ambiental para la sustentabilidad,pues no resulta en todos los casos pertinente, sobre todo cuando se habla de los esfuerzos realizados en el pasado, dado que en Mxico

    ha predominado el nombre de educacin ambiental. En todo caso, se propone que a futuro se emplee el primero; desde luego si losprocesos de discusin colectiva y el consenso de la comunidad de educadores y educadoras ambientales del pas as lo avalan.

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  • Dimensiones y planos a profundizar en laeducacin ambiental para la sustentabilidad

    De manera reiterada, la literatura sobre educacin ambiental ha venido plante-ando que el aadido de temas ecolgicos en los currcula de la educacin for-mal, no formal e informal es una de las maneras de empobrecer la perspectivade esta tendencia educativa. En este sentido, se ha sealado que la educacinambiental para la sustentabilidad interviene en distintas dimensiones y planosque se vinculan con lo especficamente educativo. Enseguida se presenta unbreve recuento de tales dimensiones y planos, los cuales deben ser consideradosen los objetivos, y reflejarse en sus resultados, de la EAS.

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    1) Dimensin polticaLa educacin ambiental para la sustentabilidad debe canalizar esfuerzos en la construccin de sujetos crticosque asuman posturas claras y en colectividad, y amplen los espacios de gestin social y garanticen, desde suspropias prcticas, las condiciones de dilogo, de respeto y de participacin como derechos que son indis-pensables para la sustentabilidad.

    En esta misma lnea, es preciso advertir que el concepto predominante de democracia, que ha estado limita-do por su estrecha vinculacin con el ejercicio individual de tomar una opcin poltica (sobre todo expresa-do en las urnas), se ha caracterizado por una intencin y una capacidad marcadamente dbiles para generaropciones alternativas al modelo impuesto por la sociedad de mercado. As, para la educacin ambiental haexistido desde dcadas atrs una preocupacin por los acentuados procesos de individualizacin y extensinde los valores de la productividad y el consumo que, aunque muy coincidentes con la democracia formal,poco alientan la ampliacin de los mrgenes para una participacin ciudadana colectiva en la transformacinde la realidad social y ecolgica.

    2) Dimensin ecolgicaCualquier concepto de sustentabilidad que no gire alrededor del principio que enfatiza la dependencia de lassociedades humanas hacia los ecosistemas, no tiene sentido. Esto puede sonar a verdad de Perogrullo, perocabe recordar que existen posiciones, ya mencionadas, que entienden la sustentabilidad como la estrategiapara garantizar el crecimiento econmico, lo que lleva, bajo tales posturas, a rechazar mecanismos de con-trol, que no sean los del propio mercado, sobre el empleo y administracin de los ecosistemas; es decir, para-djicamente existen propuestas para una sustentabilidad no ecolgica.

    El cmulo de datos que estn documentando la carrera ecocida de las sociedades humanas resulta hoy en daabrumador. Robert Goodland (1997), con base en un amplio uso de cifras sobre la intensidad en el aprove-chamiento de los recursos naturales de la Tierra y los desechos generados por los procesos econmicos, con-firma con claridad, como lo dice el ttulo de su artculo la tesis de que el mundo est en sus lmites, lo queimplica que el actual crecimiento de la economa global ya no puede mantenerse. La apropiacin excesiva dela biomasa por los seres humanos, el calentamiento global, la rotura del escudo de ozono, la degradacin del

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    De acuerdo con Jimnez Herrero (op. cit., p. 278), las actividades econmicas estn ejerciendo sobre el entor-no natural una doble presin: desde el lado del suministro de materias primas y desde el de la emisin de resi-duos, lo que provoca una relacin directa entre el agotamiento (por explotacin) de recursos y la degradacindel medio ambiente. Ya el citado informe del Club de Roma (Meadows, 1975) haba sealado que los lmitesdel crecimiento econmico estaban tambin acompaados por los lmites de la capacidad de carga del plane-ta para recibir los residuos generados por las actividades humanas.

    Esta doble presin muestra evidentesimpactos negativos sobre el planeta entero;sin embargo, la gravedad de los mismos esmotivo de abierta polmica. La causa prin-cipal de la misma se debe, no slo a lasdivergencias ideolgicas que pueden estardetrs de cada posicin o a los datos dife-rentes sobre un mismo fenmeno, sino quefundamentalmente es consecuencia delalto grado de incertidumbre que la natura-leza posee para el humano. A pesar de losenormes avances cientficos resulta imposi-ble todava predecir con precisin sobre elcomportamiento de la naturaleza en fun-cin de las intensas afectaciones humanas.

    Pero an y cuando el reconocimiento de las divergencias pudiera llevar a aceptar que las pruebas de la exis-tencia de un colapso ambiental no son todava suficientes, resulta por dems conveniente asumir que existe unalto factor de riesgo y que frente a l lo ms conveniente es actuar bajo el principio precautorio; es decir, quedeben tomarse medidas prcticas para proteger al ambiente, aunque no hubiera todas la evidencias cientficasque prueben la inminencia de grandes catstrofes ecolgicas. Los costos, por ejemplo, de rechazar la hiptesisdel invernadero, si es verdica, son mucho ms grandes que la de aceptarla si resulta falsa (Costanza, 1999).

    El drstico cambio que en alrededor de dos siglos ha provocado el acelerado progreso tecnolgico humano hallevado desde un mundo relativamente vaco de personas y artefactos a otro con altos niveles de saturacindemogrfica y de residuos, lo que ha implicado un vaciamiento del capital natural del planeta. La intensi-dad en el empleo de la naturaleza est llegando a una escala en la que capacidad de sta para sostener el ritmode crecimiento est en alto riesgo (Goodland, op, cit.).

    A no muy largo plazo se espera que el agotamiento de las materias primas provoque explosiones repentinas enlos precios de las mismas, agudizadas por la especulacin (Von Weizscker, 2001); pero mucho ms all de unproblema de mercado vinculado con los precios y a la escasez de bienes, se enfrentarn situaciones donde lasobrevivencia de importante grupos humanos est en juego.

    suelo y la prdida de biodiversidad son pruebas que presenta Goodland para demostrar su tesis. Desde luego,existe, como ya se dijo, una cada vez ms abrumadora cantidad de informacin sobre estos problemas, muchade la cual circula con frecuencia en los medios de comunicacin.

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    En tal sentido, la educacin ambiental para la sustentabilidad tiene como una de las dimensiones a trabajar, laecolgica; lo cual implica educar para: i) fomentar un uso racional de los recursos naturales (que permita a losecosistemas su renovacin); ii) establecer un compromiso social por construir controles apropiados de las emi-siones y de la generacin de residuos derivados de la produccin de bienes y servicios (que no sobrepase lacapacidad de carga de la naturaleza como sumidero de desechos); iii) generar recursos humanos capaces degenerar conocimientos cientficos y tcnicos sobre los ecosistemas, de tal forma que se sepa respetar sus din-micos equilibrios; iv) promover inversiones para la acumulacin de capital de formacin humana y dirigirlashacia la preservacin y restauracin del capital natural (Daly, 1997).

    La preocupacin por los ecosistemas, y lo sealado en el prrafo anterior, cobra sentido sobre todo cuando se liga auna nocin que vincula a la cultura, a la naturaleza y a la accin ciudadana: el territorio (Escobar, 2000). La EASimplica la intervencin de actores locales que se apropian de su entorno inmediato mediante racionalidades produc-tivas que muchas veces difieren de la abanderada por el modelo predominante de desarrollo. Defender y potenciar,por lo tanto, la diversidad cultural y la intervencin activa en los procesos polticos por parte de los ciudadanos, sonelementos indispensables para generar expresiones y soluciones concretas frente a la preocupacin por los ecosistemas.

    3) Dimensin epistemolgica y cientfica.Redclift (1997), como muchos otros, se pregunta: est capacitada la ciencia ante la tarea que enfrentamosequipar a las sociedades humanas para manejar el medio ambiente de manera sustentable? y este mismoautor reconoce que la autoridad social de la ciencia y la tecnologa est siendo, en este sentido y en otros, enjui-ciada, especialmente en los pases del Norte. Hoy se pone en duda que la labor cognoscitiva, y la prctica quede ella se deriva, est contribuyendo a acercarse al mundo o a las realidades regionales, de la manera realmen-te esperada por la gran mayora de la humanidad. Como plantea Prigogine (1989) la ciencia pas en 150 aosde ser una fuente de inspiracin a ser una amenaza de destruccin de conocimientos, de las tradiciones, delas esperanzas ms enraizadas en la memoria cultural: no es tal o cual consecuencia tecnolgica o resultadocientfico, sino el mismo [espritu cientfico] el que se ve acusado.

    Este planteamiento, y cabe sealarlo, no lleva implcita una descalificacin y rechazo absolutos a la labor cien-tfica; al contrario, se asume la enorme importancia de la ciencia para resolver los problemas de la humanidad;as, no puede dejar de reconocerse que sin los avances de la ciencia los graves deterioros ecolgicos globales,como el hoyo de ozono y el calentamiento de la Tierra, no hubieran sido siquiera identificados. Incluso, comotambin plantea Prigogine (op. cit.), la ciencia que consideraba a la naturaleza muerta y pasiva, y que se com-portaba como autmata, y funcionaba mediante leyes eternas y universales, ha sido superada, no por una deci-sin arbitraria, sino por nuevos descubrimientos. Pero tal evolucin no garantiza que la ciencia est respon-diendo a la compleja demanda que la problemtica ambiental presenta en la actualidad.

    La educacin ambiental para la sustentabilidad tiene entre sus metas, en este contexto, reformar los modos deproduccin de conocimiento, no solamente en lo que se refiere a su parcializacin, sino tambin en lo que tocaal ncleo desde el que se producen los paradigmas; y tambin lograr la internalizacin de las dimensionesambientales al objeto de conocimiento propio de cada disciplina, del conocimiento cientfico y la transforma-cin del currculum de los niveles educativos (Toledo 2000). De ah la necesidad de construir nuevas formasde analizar y conocer el mundo, en las que el sistema disciplinarista, hoy asociado con lo excluyente y con lo

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    ineficaz, sea superado, lo que exige modificaciones drsticas en la vida de la cultura acadmica (Didriksson,1999) y le marca pautas a la educacin ambiental para la sustentabilidad.

    4) Dimensin pedaggicaSe refiere a la planeacin y diseo de situaciones de aprendizaje, la relacin comunicativa entre los actores del mismo(aspecto al que se le dedicar un apartado completo por la relevancia que tiene y la escasa atencin que se le ha dado) yde sus instrumentos didcticos (como materiales y medios de difusin) para facilitar la comprensin de la realidad y sutransformacin en el plano personal y comunitario. La teora de aprendizaje que subyace a este diseo pedaggico partede privilegiar al dilogo y de entender que el conocimiento es una produccin colectiva derivada de un proceso de apren-dizaje a travs de la cual los sujetos que comparten una misma realidad, al analizarla, se convocan a transformarla.

    El desarrollo de propuestas pedaggicas innovadoras, quepermitan garantizar una educacin de calidad para todos,es terreno que conviene explorar con ms intencionalidad,de tal manera que las acciones que se realicen contribuyana atender en forma creativa las necesidades de aprendiza-je, en cuanto al desarrollo de conocimientos, habilidadesy actitudes para la vida, el trabajo y la organizacin social,as como el aprovechamiento de las nuevas tecnologas decomunicacin e informtica.

    Se requiere, como en el resto de los campos de la educacin, el impulso de procesos educativos centrados en el apren-dizaje, ms que en la enseanza, y que se trabaje desde la perspectiva de la construccin de comunidades de aprendi-zaje locales y virtuales. La calidad de los servicios de la educacin ambiental es tambin un requisito indispensable parauna mayor efectividad y trascendencia de las acciones. De tal forma que es necesario establecer sistemas de evaluaciny procesos de mejora continua de los proyectos educativos que se realizan, para lograr superar la improvisacin y paraque todas las acciones cumplan con elevados estndares de calidad.

    5) Dimensin ticaUn proyecto de transformacin ambiental, desde el punto de vista educativo, adems de replantear el proceso de gene-racin o construccin de conocimiento, debe analizar la orientacin valoral y poltica que estn detrs de tal conoci-miento. Aprender a aprender la complejidad ambiental debe pasar, en el caso de la educacin ambiental y de la pro-duccin de conocimiento, por la integralidad de la persona y por el reconocimiento de diversas formas de conocer,comprender y transformar la realidad (Idem).

    Usando una propuesta de Villoro (2000), podra afirmarse que en su dimensin poltica la EAS plantea lanecesidad de modificar los comportamientos sociales en el marco de la estructura del poder; en cambio, en sudimensin tica, plantea la necesidad de la renovacin de los valores, lo que se presenta, no solamente en elplano de lo que efectivamente desean los miembros de la sociedad, sino tambin en el de lo deseable, de losfines preferibles. Tanto la dimensin poltica como la tica requieren una complementacin mutua, pues,siguiendo a Villoro, una propuesta de tica sin referencia a las fuerzas reales perfilara un mundo armonioso,pero renunciara a cualquier intento por configurar una realidad social. A la inversa, la poltica sin una ticaque la justifique es una fuerza ciega, sin juicios y valores que inviten a la adhesin.

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    La dimensin tica en la EAS se basa en la premisa de que resulta impostergable hacer un replanteamientoprofundo sobre la posicin de los seres humanos ante el mundo. Desde esta perspectiva, la grave devastacinecolgica se presenta como consecuencia de la visin predominante, que ubica a la naturaleza como adversa-rio que debe ser conquistado y dominado.

    Porque, como seala Edward Clark (1997), an cuando los humanos, sobre todo los de las sociedades contem-porneas, mostramos un escaso nivel de aprendizaje sobre las leyes fundamentales de las comunidades ecolgicas,es decir, tenemos serias limitaciones para saber cmo vivir juntos en una relacin cooperativa sustentable; y ancuando se desconoce la cadena de consecuencias que la accin humana est provocando en los delicados equili-brios ecolgicos, el problema central no es el del conocimiento acumulado, sino los criterios ticos para usarlo.En otras palabras, el conocimiento sobre el mundo es todava limitado, pero ms pobre an es el marco tico enel que nos movemos, que no ha asumido la cooperacin y el respeto al otro como condicin de la sustentabili-dad; es precisamente la construccin de una tica en tal sentido uno de los retos fundamental para la EAS.

    Resulta perceptible que las sociedades contemporneas muestran una ceguera muchas veces interesadacuando vendemos nuestros valores y nuestra capacidad crtica a cambio de una cuota extra de consumismoy de acumulacin material mientras la realidad emprica nos demuestra que la acumulacin de riqueza, esdecir, el crecimiento econmico, no constituye y jams ha constituido un requisito o precondicin para eldesarrollo de los seres humanos (Guimaraes, 2002, p. 76).

    As, una tica centrada en el respeto a la vida y no exclusivamente en lo humano, significa ampliar los mr-genes de la responsabilidad social hasta llevarlos a incluir el compromiso intencionado y explcito por sal-vaguardar la existencia de todos los componentes involucrados en el sostenimiento de la vida en el planeta.

    En este sentido, el reto del ambientalismo en general, y de la EAS en particular, en el terreno de la tica, es crear unimpulso cultural de dimensiones planetarias que logre desarmar el andamiaje de los comportamientos individualis-tas e instrumentales y construya una propuesta tica fundamentada en la cooperacin y el respeto hacia la naturale-za, y en el dilogo y la convivencia democrtica y equitativa entre los miembros de las sociedades humanas.

    6) Dimensin econmicaDetrs del concepto de desarrollo, entendido de manera predominante, de acuerdo con lo planteado en un apar-tado anterior, como un cambio evolutivo, lineal y mecnico de las sociedades, existe un pensamiento econmicoque cree en la posibilidad del crecimiento infinito de la produccin y el consumo, y cuya perspectiva deterministase ha resistido a la modificacin de sus principios. Las ciencias naturales y las sociales han sido sistemticamenteinterpeladas por la crisis ecolgica, lo que las ha obligado, a pesar de las resistencias, a ir consolidando en sus cuer-pos analticos una perspectiva ms integral que vincule la naturaleza y la cultura. Sin embargo, existe cierto con-senso en que la disciplina cientfica con menor disposicin a este cambio es la economa, aferrada a mantener comoun principio central la bsqueda del mximo beneficio monetario y a ignorar, o menospreciar, la funcin vital quetiene el factor ambiental en el desarrollo, no slo de la actividad econmica, sino de la existencia humana misma.

    El problema est en que la inercia de considerar por sentado la abundancia y la gratuidad de la naturaleza enlos enfoques de la economa ha sido un significativo obstculo para acercar la teora y la prctica econmicasa los aspectos ambientales. Esto, obviamente, ha impedido que se reconozca de manera amplia y consensua-

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    da que el profundo y acelerado deterioro ecolgico que enfrentan las sociedades contemporneas es productode un sistema socioeconmico centrado en el papel regulador del mercado y en una racionalidad que ha igno-rado dentro de sus clculos la importancia de la base material y ecosistmica para el sustento humano.

    Si uno de los elementos centrales del cambio ambiental hacia la sus-tentabilidad son los sistemas de produccin, y la economa en su con-junto, la EAS debe poner un empeo especial en que sus contribucio-nes y servicios educativos conlleven un enfoque que permita impulsarla generacin de esquemas para lograr que los individuos y los grupossociales reflexionen crticamente sobre el impacto ecolgico del actualmodelo econmico y, en consecuencia, generen y se vinculen con ten-dencias sociales preocupadas por la construccin de la sustentabilidad(Bravo, 2005).

    7) Dimensin culturalLa cultura es una estrategia adaptativa. Es una plataforma que tiene mltiples instrumentos de adaptacin y trans-formacin del medio. Ello significa que la especie humana no se adapta, o transforma el medio, exclusivamente atravs de la tcnica, sino tambin por medio de instrumentos sociales y simblicos. La sociedad no es slo unamanifestacin de fraternidad y convivencia, o de odios y guerras, ni los smbolos una simple forma de fantasear.Representan tambin formas adaptativas (ngel, 1996). Materia necesaria de atencin de la educacin ambientalpara hacer visibles las profundas relaciones entre la cultura y sus producciones con el territorio donde habita y desus posibles riesgos para la sobrevivencia provenientes de las creaciones culturales desadaptativas.

    La educacin ambiental para la sustentabilidad debe nutrirse de las identidades colectivas locales y regionales,de su acervo cultural, de sus tradiciones y valores comunitarios, as como de sus anhelos sociales, de tal formaque se est en posibilidad de enfrentar de mejor manera el proceso de globalizacin cultural y econmicaactual. Esto implica el derecho de las poblaciones a reconocer crticamente su territorio, planificar el manejoy administracin de sus ecosistemas, definir su propio escenario de sustentabilidad y de los procesos adaptati-vos, lo que en conjunto les permita integrarse como una expresin cultural especfica y distinta frente a otras.

    El reconocimiento de la pluralidad, el respeto a las cosmovisiones distintas y la recuperacin de los sistemastradicionales de organizacin comunitaria para el aprovechamiento de los recursos naturales son