estimacin de una funcin de demanda de bienes de … · datos y los niveles de renta disponibles, se...

23
Estimación de una función de demanda de bienes de consumo duradero en América Latina 1890-1913 Carolina Román Ramos Universidad de Barcelona [email protected] Versión preliminar (Agosto 2006) Abstract En este trabajo se realiza una estimación de la demanda por importación de bienes de consumo duradero en América Latina en el período 1890-1913. Por un lado, se presenta la construcción del consumo de bienes duraderos a través de las estadísticas de importaciones para seis países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Cuba, México y Uruguay. En segundo lugar, partiendo de las estimaciones de renta disponibles para estos países se analiza la relación existente entre los niveles de renta y consumo a través de la estimación de una demanda de consumo de bienes duraderos utilizando la técnica de datos de panel. Se obtienen estimaciones de la elasticidad-renta, para el consumo agregado y para cuatro grupo de bienes. This paper shows an estimation of demand of durable consumer goods in Latin America between 1890-1913. First, is made a construction of the consumption of durable goods through the statistics of imports for six countries of the region: Argentina, Brazil, Chile, Cuba, Mexico and Uruguay. Secondly, starting with the estimations of available income for these countries, is analyzed the existing relation between the levels of income and the comsumption through the demand estimation of durable goods consumption using the panel data technique. Are also made estimations of the aggregate consumption income elasticities as well as for group of goods.

Upload: buihanh

Post on 30-Sep-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Estimación de una función de demanda de bienes de consumo duradero en América Latina 1890-1913

Carolina Román Ramos Universidad de Barcelona [email protected]

Versión preliminar (Agosto 2006)

Abstract En este trabajo se realiza una estimación de la demanda por importación de bienes de consumo duradero en América Latina en el período 1890-1913. Por un lado, se presenta la construcción del consumo de bienes duraderos a través de las estadísticas de importaciones para seis países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Cuba, México y Uruguay. En segundo lugar, partiendo de las estimaciones de renta disponibles para estos países se analiza la relación existente entre los niveles de renta y consumo a través de la estimación de una demanda de consumo de bienes duraderos utilizando la técnica de datos de panel. Se obtienen estimaciones de la elasticidad-renta, para el consumo agregado y para cuatro grupo de bienes. This paper shows an estimation of demand of durable consumer goods in Latin America between 1890-1913. First, is made a construction of the consumption of durable goods through the statistics of imports for six countries of the region: Argentina, Brazil, Chile, Cuba, Mexico and Uruguay. Secondly, starting with the estimations of available income for these countries, is analyzed the existing relation between the levels of income and the comsumption through the demand estimation of durable goods consumption using the panel data technique. Are also made estimations of the aggregate consumption income elasticities as well as for group of goods.

Introducción Existe un relativo consenso en que el consumo agregado es una medida resumen del nivel de vida, ya que constituye un componente importante del bienestar de las personas Deaton y Zaidi (2002). Así mismo, la gama de bienes consumidos por una sociedad y sus variaciones a lo largo del tiempo dan indicios acerca del nivel de vida y de la distribución del ingreso en una determinada economía. Con el objetivo de analizar la relación entre el consumo y el nivel de renta en América Latina, se presenta la construcción del consumo de bienes duraderos entre 1890 y 1913 para seis países: Argentina, Brasil, Chile, Cuba, México y Uruguay. A partir de estos datos y los niveles de renta disponibles, se realiza una estimación de la demanda de bienes duraderos utilizando datos de panel, y se obtienen estimaciones de las elasticidades renta y precio. El análisis se realiza para el consumo agregado de bienes duraderos y para cuatro grupos: Transportes, Relojes, Instrumentos de Música y Máquinas de coser. El trabajo se organiza en siete partes. En primer lugar, se analiza la relación entre el consumo y los niveles de renta desde el punto de vista teórico. En segundo lugar, se discute el análisis empírico de la demanda de consumo. En la tercer sección, se describe la metodología utilizada para la construcción de las series de consumo a través de los datos de importación. También se analiza la evolución del consumo para los seis países de la región en el periodo de estudio. En cuarto lugar, se plantea la estimación por datos de panel, incluyendo la especificación del modelo y una síntesis del análisis econométrico realizado y los resultados obtenidos. En la quinta parte se presentan una serie de conclusiones preliminares. Por último se presentan las fuentes estadísticas utilizadas y las referencias bibliográficas. 1. Consumo y Niveles de Renta Según la teoría de consumo, la demanda de bienes de consumo depende del nivel de renta: por lo tanto, variaciones en los niveles de renta provocan variaciones en el consumo de los bienes1. Sin embargo, no todos los bienes responden de la misma manera ante cambios en la renta, lo que equivale a decir, que los bienes tienen elasticidades renta diferentes2. En términos generales, los bienes pueden clasificarse en normales e inferiores. Los bienes normales poseen una elasticidad positiva, es decir que un aumento de la renta provoca un aumento de la cantidad demandada. Por el contrario, los bienes inferiores son aquellos que tienen una elasticidad negativa reflejando que la demanda disminuye cuando la renta sube. A su vez, dentro de los bienes normales resulta útil distinguir si la elasticidad renta es mayor o menor a la unidad. Los bienes cuyas elasticidades son mayores a la unidad se suelen denominar bienes de lujo ó suntuarios, en el sentido que la demanda de estos aumenta más de prisa que la demanda de la renta. Si la renta aumenta un 1%, el

1 Nicholson (1997) “Capítulo 7: La demanda de mercado y la Elasticidad”. Cuando nos referimos a la demanda de bienes, estamos hablando de la demanda de mercado considerada como la suma de la demanda de ese bien por parte de cada persona u hogar. 2 La elasticidad renta indica la relación entre las variaciones porcentuales de la renta y las variaciones porcentuales de la cantidad. Esto es, como responde la variación de la cantidad ante una variación de la renta en un 1%.

2

aumento de la cantidad demandada será mayor a 1%. En cambio otro tipo de bienes, como suelen ser los alimentos, son considerados bienes de primera necesidad y poseen una elasticidad renta menor a la unidad, lo que significa que un incremento de la renta en un 1% provoca un incremento porcentual menor de la demanda de ese bien. Esta distinción responde a la aplicación de la Ley de Engel, que postula que los consumidores asignan una participación decreciente de su presupuesto a las necesidades primarias (básicamente alimentos) cuando aumenta su nivel de ingreso.3 Por otra parte, es posible distinguir los bienes en duraderos y no duraderos, dependiendo de sí estos poseen una durabilidad prolongada ó si son susceptibles de almacenamiento. Los bienes duraderos son aquellos que suministran un flujo de servicios, es decir que pueden ser utilizados más de una vez. Usualmente, se considera que los bienes duraderos pertenecen a una de las categorías más elásticas de ingresos del presupuesto, y por tanto existe una fuerte relación positiva entre las proporciones del presupuesto que se gastan en estos y los ingresos4. La demanda agregada depende además, de la distribución de las rentas de los individuos. La composición de la canasta de consumo de los hogares depende de su ingreso, lo que implica que la demanda agregada por diferentes tipos de bienes está determinada por la distribución del ingreso5. La incorporación de la Ley de Engel en la estructura de preferencias de los individuos asigna un rol a la distribución del ingreso al interior de un país en la determinación de la composición de la demanda de importaciones, y por tanto en el patrón de comercio internacional6. También la demanda de consumo se ve afectada por cambios en los precios relativos causados por shocks en la oferta y cambios en las tarifas7. Las variaciones de los precios afectan la cantidad de consumo demandada, que no estarían respondiendo a cambios en el nivel de ingreso8. Por lo tanto, al analizar la demanda de consumo es necesario controlar por los precios relativos. Las variaciones en los precios relativos pueden responder a cambios en la oferta de los bienes derivado del cambio tecnológico y de cambios técnicos que operan en la producción de los productos y que afectan la difusión del consumo. Estos aspectos son especialmente relevantes en la demanda de bienes duraderos; donde si bien los ingresos desempeñan un papel importante, es necesario tomar en cuenta otras características que expliquen el aumento de nuevos bienes duraderos, de la sustitución 3 La Ley de Engel fue formulada en 1857 por Ernest Engel (1821-1896) quien formuló esta ley empírica basado en el estudio de doscientos presupuesto de trabajadores belgas. Houthakker (1957) 4 Deaton (1981), p.138 5 Linder (1961) 6 Diversos autores han analizado las interacciones entre la distribución de la renta dentro de una economía y el patrón de demanda. Ver Linder (1961), Kugler y Zweimüller (2002), Mani (2001). 7 Brown y Deaton (1972), Mokyr (1988) 8 Con relación a los precios, también resulta útil referirnos al concepto de la elasticidad definido como la variación porcentual de la cantidad frente a la variación porcentual de los precios. Ambas variables, precios y cantidades, varían en sentido contrario por lo tanto el valor de la elasticidad será negativo (salvo en el caso de la paradoja de Giffen). A su vez, se distingue entre los valores de la elasticidad que son inferiores, superiores o iguales a –1. Siendo la demanda elástica, si una disminución (aumento) en el precio provoca un aumento (disminución) más que proporcional en la cantidad, inelástica cuando las variaciones en el precio no afectan tanto a la cantidad demandada, y se dice que tiene elasticidad unitaria cuando la subida del precio y la reducción de la cantidad son de magnitudes proporcionales idénticas. Nicholson (1997).

3

de los antiguos y de la velocidad a la que se produce dicho cambio9. Según Deaton (1981) el grado de difusión del consumo de bienes cumple un determinado ciclo. En un principio son pocos los consumidores que pueden adquirir este artículo, y que juegan el papel de “portadores” entre sus amigos o vecinos que también comienzan a comprarlo. Este comportamiento determina que el aumento de la demanda sea lento al principio y luego se acelera a medida que aumenta la cantidad de compradores hasta que la demanda se estabiliza en un nivel de saturación, cuando todos han adquirido el bien. Según plantea Deaton, “a través del tiempo el índice de propiedad aumenta a lo largo de una curva en forma de S o sigmoidea.”10

En particular, para analizar los bienes duraderos más caros, Deaton (1981) introduce una explicación alternativa enfatizando los factores económicos. Supone que para cada consumidor hay un precio relativo a sus ingresos que le permite adquirir el artículo:

“Se supone que para cada consumidor hay un precio relativo a sus ingresos que le permite comprar el artículo. En consecuencia, a medida que aumentan los ingresos o que disminuyen los precios relativos – quizás a causa de las economías de escala en la producción del artículo-, el precio del artículo disminuye en relación a los ingresos y un mayor número de consumidores pueden permitirse comprarlo. También en este caso, a medida que aumentan los ingresos, el nivel de propiedad seguirá un sendero sigmoideo; dado que el artículo es comprado en principio por unos pocos consumidores relativamente ricos y luego por el número mucho más amplio de los que tienen ingresos medios o incluso inferiores”.11

Deaton con esta explicación argumenta que se podría comprender por qué la elasticidad renta es variable entre países. Un aumento en los ingresos tendrá un gran efecto si permite que el artículo sea comprado por un gran número de consumidores, pero todavía demasiado caro para una proporción de consumidores. Por el contrario, tendrá muy poco efecto si muy pocas personas tienen el poder adquisitivo para adquirirlo o si casi todos los que lo desean ya lo han comprado. Entre diferentes países, la relación entre el consumo y los ingresos puede diferir en función de la distribución de ingreso, de los precios y las fechas de presentación del producto, lo cual ubica a cada país en un punto distinto de su curva de difusión. Existen además otros aspectos que afectan la relación entre la demanda de bienes, y los niveles de renta y los precios. Los cambios en los gustos y hábitos de consumo pueden alterar la estabilidad de la demanda de consumo12. Los cambios que se producen en la composición de la demanda, implicaría analizar las características que determinan que los individuos toman decisiones económicas que explican comportamientos y tendencias de consumo.13 Otra de las variables que afecta el comportamiento del consumidor es la urbanización; en la medida que un incremento de la urbanización puede generar una preferencia mayor por ciertos bienes, entonces una aumento del

9 Deaton (1981) 10 Deaton (1981): pp. 138-139. 11 Deaton (1981): p.139 12 Mokyr (1988) 13 Shammas (1993)

4

consumo podría estar sobreestimando un incremento del ingreso14. Así mismo, la aparición de nuevos productos sustitutos, genera cambios en las preferencias. También inciden las variables demográficas, por ejemplo si los bienes son de consumo de personas adultas, entonces los cambios en la estructura por edades de una sociedad podrían sesgar los datos de consumo15. Un elemento que puede afectar la demanda de consumo es lo que se denomina “status consumption”. Con este concepto se busca introducir un elemento más subjetivo en la demanda de bienes, especialmente los bienes nuevos y más caros. En algunos casos, se observa que el consumo de determinados bienes por algunos individuos responde a un deseo de pertenecer a un determinado “status” social, a través de la imitación en las pautas de consumo16. 2. Análisis empírico de la demanda de consumo Una alternativa para analizar la demanda de consumo es realizar una estimación utilizando una función doble logarítmica incluyendo como variables explicativas el ingreso real y los precios relativos, lo cual nos permite obtener fácilmente los coeficientes de las elasticidades. Esta formá funcional ha sido utilizada en diversos estudios empíricos, que han analizado las elasticidades de la demanda de consumo por distintos bienes17. La expresión de la función establece que la cantidad demandada de un bien en términos per cápita será función del nivel de ingreso per cápita y del precio del bien relativo a un índice de precios generales18. Por lo tanto, la ecuación de demanda que resulta en términos de doble logaritmo sería:

)log()log(logπ

γπ

βα iiiii

pYq ++= (1)

Donde, es la cantidad per cápita demandada del bien i, es el precio del bien i, iq ip Y es el ingreso per cápita, π es el índice de precios, y las constantes son βα , yγ λ . La elasticidad renta estaría representada por α y la elasticidad precio por γ . Esta ecuación constituye un enfoque pragmático para abordar el análisis de la demanda, como lo denomina Brown y Deaton (1982) en el sentido que incluye las variables fundamentales en los cuales estamos interesados. De todas maneras, siguiendo las observaciones de estos autores, esta ecuación tiene limitaciones que hay que tomar en cuenta:

14 Mokyr (1988) 15 ibid 16 Van Kempen (2005) 17 Ver, Logan (2006); Vecchi y Coppola (2006); Deaton (1975); Brown y Deaton (1972); Goldberger y Gamalestos (1970). 18 Sería posible incluir como variable el tiempo, para que capte los cambios en la distribución del ingreso, la introducción de nuevos productos y los cambios en los gustos. Brown y Deaton (1972).

5

1) Las elasticidades calculadas a partir de la ecuación planteada, son constantes a lo

largo del tiempo. Si bien metodológicamente tiene muchas ventajas, es un supuesto que se mantiene en el corto plazo, pero no sería real mantenerlo en el largo plazo, dado que las economías se enriquecen con el tiempo, y se esperaría que los bienes considerados de lujo cuando los habitantes son pobres, se conviertan en bienes más demandados a medida que el ingreso real aumente. El problema de la elasticidad constante, es más grave cuando se trabaja con toda la canasta de bienes; ya que los bienes con elasticidad mayor a la unidad, a medida que la renta aumenta, pasarán a dominar el presupuesto y pueden llevar a que la suma que se gasta en cada categoría exceda el ingreso asignado. Además, si el objetivo sea predecir consumo en el futuro, podría llevar a resultados erróneos. En estos casos, sería conveniente utilizar un modelo que permita que las elasticidades varíen.

2) Cuando se expresa la demanda en términos per cápita, esta depende de la

distribución del ingreso así como en el comportamiento de los individuos, y en muchos casos se tiende a simplificar asumiendo que el comportamiento agregado representa el comportamiento individual, pero las características del comportamiento de un individuo no tienen porque ser las misma que a nivel agregado. De todos modos, puede suponerse que se trata de un individuo representativo de la población.

Por lo tanto, al elegir un modelo para la demanda se está considerando diversas implicaciones, y cada elección tendrá sus propias restricciones. A su vez, la elección del modelo a utilizar estará sujeta también a la información disponible y al objetivo que se persiga en el análisis. En el trabajo que se presenta, el objetivo es obtener las elasticidades renta y precio de un tipo específico de bienes dentro del consumo total, que son los bienes duraderos.

6

3. Construcción de las series de Consumo En el período de 1890-1913 en América Latina los bienes duraderos provenían a través de las importaciones ya que la producción doméstica de este tipo de bienes puede considerarse irrelevante. En general se considera que la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) se desarrolla como estrategia a partir de los shocks externos derivados de crisis de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial19. Si bien algunos países comienzan con incipientes procesos industriales en el período anterior a la etapa de industrialización propiamente dicha, la producción estaba orientada hacia otro tipo de bienes, pero no los duraderos. Por lo tanto, en este trabajo se asume que las importaciones de estos bienes son una buena aproximación al consumo doméstico20. La utilización de las estadísticas de importaciones para aproximarse al consumo de bienes ha sido un procedimiento utilizado en diversos trabajos. Mokyr (1988) analiza el nivel de vida del Reino Unido durante la Revolución Industrial a partir del consumo de azúcar, té, tabaco y café. Para esto, recurre a los datos de importación entre 1790-1850, período en el cual estos bienes eran considerados “de lujo”. Su objetivo es estimar la relación entre los niveles de vida y el consumo en 1855-1900, y utilizar dicha relacion para analizar los niveles de vida en el período anterior. Otro trabajo, es el de Shammas, C. (1993) que estudia el comportamiento en el largo plazo de la demanda de consumo por dos tipos de bienes: comestibles y bienes duraderos entre 1550 y 1800 en Gran Bretaña y sus Colonias. Este autor utiliza las importaciones para aproximarse al consumo de comestibles (azúcar, café, tabaco), ya que provenían casi todas del exterior. En este período de la Primera Globalización, América Latina se integra al mercado internacional como exportadora neta de recursos naturales e importadora neta de manufacturas. La región en su conjunto, muestra un patrón de comercio altamente concentrado en cuanto al origen y destino de las importaciones y exportaciones respectivamente21. Desde el punto de vista de las importaciones, observando el cuadro 1 se aprecia que en el año 1910, en promedio un 74% del total importado por estas seis economías provenía de cuatro países: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania. En el caso de México estos cuatro países constituían el 90% del total de sus importaciones, entre 1890 y 1910.

19 Fitzgerald (2000) 20 Para ser exactos, las importaciones son iguales al consumo doméstico menos los cambios en el inventario. Dada la ausencia de información para cuantificar los cambios en el inventario, se supone que esto no afecta la relación entre importaciones y consumo. Además, es necesario tomar en cuenta que algunos de los países latinoamericanos (Argentina, Uruguay, Chile, Cuba) constituían centros de redistribución hacia la región; por lo tanto, el total importado quizás no refleje en su totalidad el consumo doméstico. 21 Bulmer-Thomas (1998), p.98 En el año 1913, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y Francia constituían los principales mercados tanto de destino de las exportaciones (un 70,8% de las exportaciones totales) como de origen de las importaciones (un 75,1% de las importaciones totales).

7

Cuadro 1

i nos centramos en el análisis de la importación específicamente de bienes duraderos,

ARGENTINA BRASIL CHILE CUBA MÉXICO URUGUAY1890 70% 84% 90% 59%1900 70% 76% 90% 58%1910 72% 67% 75% 78% 89% 66%

1890-1910 71% 67% 78% 78% 90% 61%Fuente: Elaboración propia a partir de datos de United Kingdom Statistical Abstract for the principal and other foreign countries.

Importaciones de los cuatro mercados principales: Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia (en porcentaje)

Sexiste una mayor concentración de las importaciones en estos cuatro países (ver Cuadro 2). Considerando dos cortes temporales, un cercano a 1900 (con excepción de Brasil que se toma 1910) y otro hacia fin del período, 1913, se observa que las importaciones de los bienes duraderos siguen el mismo patrón que las importaciones totales. Un 86% en promedio de las importaciones de bienes de consumo duradero provenían de la suma de Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.

Cuadro 2

Gran Bretaña Estados Unidos Alemania Francia SUMAARGENTINA 1903 9% 33% 27% 13% 82%

1913 9% 23% 28% 20% 80%BRASIL 1910 6% 35% 34% 15% 89%

1913 5% 31% 26% 18% 79%CUBA 1903 0% 66% 15% 12% 94%

1910 2% 63% 6% 24% 94%1913 4% 62% 12% 13% 90%

CHILE 1902 6% 20% 52% 18% 96%1913 17% 19% 34% 12% 81%

MEXICO 1893-1894 11% 57% 4% 11% 83%1913 3% 54% 21% 15% 92%

URUGUAY 1903 23% 23% 36% 5% 87%1911 13% 29% 21% 7% 70%

Cuba: Secretaría de Hacienda, Comercio Exterior , La Habana, Impr. Carasa y Cia., Años 1903, 1910 y 1913

Chile: Oficina Central de Estadística, Anuario Estadístico de la Reública de Chile, Comercio Exterior , Valparaíos, Impr. Y Litografía Universo, Años 1902 y 1913México:Departamento de Estadística Nacional, Anuario Estadístico: Comercio exterior y navegación , México, Departmaento de Estadística Nacional. Años 1894 y 1913Uruguay: Dirección General de Estadística, Anuario estadístico de la República Oriental del Uruguay , Montevideo, Dirección General de Estadística, Años 1903 y 1911

Importaciones de bienes de consumo duradero: partipación de Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania y Francia en el total importado (en porcentaje)

Fuentes: Argentina: Dirección General de Estadística, Anuario del comercio exterior de la República Argentina, Buenos Aires, Años

1903 y 1913.Brasil: Directoria de Estatistica Commercial, Commercio exterior do Brasil , Rio de Janeiro, Ministerio de Fazenda. Años 1910 y 1913.

omando en consideración que un alto porcentaje de los bienes duraderos provenían de stos cuatro orígenes, para la construcción del consumo de bienes se utilizan las

Teestadísticas oficiales de comercio exterior de los países exportadores22. Esta elección

22 Ver fuentes estadísticas.

8

metodológica presenta importantes ventajas en cuanto a la disponibilidad de datos, homogeneidad y su cobertura temporal y geográfica.23 Además, en una etapa posterior de la investigación, posibilita la construcción de series de consumo para el resto de los países latinoamericanos y permite el análisis comparado de la evolución del consumo. Algunas de las ventajas de utilizar los datos provenientes de las importaciones para

- Las importaciones permite considerar el total de consumo de la población, es

- ara casi todos los países y son

- mericanos son tomadores de precios dado que tienen un peso

os bienes duraderos seleccionados fueron agrupados en siete categorías: Carros,

uir en cada categoría responde a una serie de

tro criterio utilizado, es que los bienes reflejen en la medida de lo posible el consumo

aproximarse al consumo:

decir se tiene los datos globales en contraposición a los datos parciales que contemplan solo fracciones de la población. Las series están disponibles anualmente, phomogéneas para comparar el consumo de diversos bienes ya que provienen de la misma fuente. Los países latinoarelativamente pequeño en el mercado de estos bienes. Por tanto se supone que los precios son independientes de los cambios en la demanda latinoamericana.

Lvehículos y partes24; Bicicletas, velocípedos y motocicletas; Instrumentos de música; Relojería; Máquinas de Coser; Artículos de fotografía; y Plumas estilográficas. La elección de los bienes duraderos a inclcriterios. En general se buscó que las categorías tuvieran una coherencia temporal a lo largo del período intentando mantener la composición, especialmente porque estas van cambiando con el surgimiento de nuevos bienes y sustitución de unos por otros. “Carros, vehículos y partes” es la única categoría donde aparece un nuevo bien en la mitad del período, el automóvil, y que se expande rápidamente. Las importaciones de automóviles comienzan a aparecer como un rubro aislado en 1902 e incluían sus partes, aunque esto no significa su ausencia total de importaciones en el período anterior. En el análisis, se hará alguna sugerencia específica sobre el comportamiento de este rubro. Odoméstico. Sin embargo, no siempre es posible cumplir este requisito ya que muchas veces las estadísticas de comercio, en el período de estudio, no distinguen el uso final de la importación de esos bienes. Al respecto se realizaron dos supuestos. En relación con las máquinas de coser, recién en el año 1922 las estadísticas comerciales norteamericanas discriminan el uso final entre “uso doméstico” y “uso industrial o fabril”. En ese año, las exportaciones hacia América Latina y el Caribe de máquinas de coser para uso doméstico representaban en promedio un 86% del total de máquinas de coser importadas25 . Por lo tanto, suponemos que para el período anterior este porcentaje podría ser incluso mayor. El segundo supuesto se tomó en relación con los automóviles. Sabemos que las estadísticas norteamericanas de comercio exterior, recién en el año

23 Esta metodología, de utilizar las fuentes de los países exportadores ha sido discutida y utilizada en un conjunto de trabajos. (Yañez (2004), Carreras et al (2004), Badía y Carreras-Marín, A. ( )) . 24Shammas, C. (1993) en su análisis sobre la evolución de los bienes duraderos para 1550-1800 en Gran Bretaña y sus colonias considera dentro de los bienes duraderos a los vehículos de transporte, incluidos carruajes y carros tirados por caballos, si estos eran utilizados para el transporte de personas. 25 Department of Comerce. The Foreign Commerce and Navigation of the US (Washington, D.C.), Government Printing Office, Año 1913.

9

1913 comienzan a distinguir los automóviles con uso privado de los de uso comercial. En este año, los automóviles de uso privado eran un 93% del total de automóviles exportados por Estados Unidos26. Por otra parte, a partir de las cifras de vehículos en uso, registrados en Mitchell (1998), se puede calcular los porcentajes de los vehículos que era para uso privado: el 98% en Estados Unidos entre 1900-1913, el 50% en Gran Bretaña entre 1905-1913 y un 88% en Alemania en 1907-1913. Por lo tanto, asumimos que las importaciones de automóviles tenían un uso mayoritariamente privado. De esta manera, para cada uno de los seis países latinoamericanos se construyeron series

as seis series de bienes de consumo duradero entre 1890 y 1913, en términos per

Gráfico 1

de bienes de consumo duradero a partir de las estadísticas de comercio de Alemania, Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña. Con el objetivo de expresarlas en términos constantes, las series de consumo fueron deflactadas por un índice de precios exportación promedio (con base en el año 1913). Dicho índice se calculó a partir de los precios de exportación de los productos industriales de estos cuatro países, y se ponderó por la participación de cada uno de estos países en el comercio latinoamericano de bienes duraderos. A su vez, se corrigió este índice con la evolución de los valores unitarios de exportación hacia América Latina de los automóviles norteamericanos y británicos27. Los automóviles, constituyen el único bien de la canasta utilizada, que se pudo detectar una caída muy significativa del valor unitario de exportación en el período de estudio. Lcápita se representan en el gráfico 1.

Importaciones en dólares per cápita de bienes de consumo duradero (base=1913) (en Log)

10

100

1000

10000

1890 1892 1894 1896 1898 1900 1902 1904 1906 1908 1910 1912

Argentina Brasil Chile Cuba México Uruguay

Fuente: Elaboración propia. (Ver descripción de la construcción en el texto y fuentes estadísticas)

26 Department of Comerce. The Foreign Commerce and Navigation of the US (Washington, D.C.), Government Printing Office, Año 1922. 27 Las estadísticas francesas y alemanas, no permiten calcular los valores unitarios, dado que las cantidades no están expresadas en unidades, sino, en kilogramos.

10

En todos los países se observa un crecimiento del consumo. En promedio el consumo duradero creció a una tasa anual de 9%, reflejo del crecimiento experimentado por las seis economías. Se distingue Argentina como el país que muestra una tasa más alta de crecimiento, seguido por Uruguay. En el cuadro 3 se representan las tasas anuales de crecimiento para los seis países latinoamericanos, así como un promedio de estos. Si se consideran dos períodos, 1890-1900 y 1900-1913, se observa un crecimiento mucho mayor a partir de 1900. Sin embargo, si comparamos entre países, el comportamiento es heterogéneo. Por un lado, Argentina, México y Uruguay continúan con el buen desempeño en términos de crecimiento que tenían en el periodo anterior. Por el contrario, Brasil, Chile y Cuba en el primer período tuvieron tasas de crecimiento negativas. Brasil y Chile logran recuperarse e incluso mejoran muchísimo su desempeño. En cambio Cuba, muestra una tasa positiva pero bastante inferior a la caída que experimentó entre 1890 y 1900 como consecuencia de los efectos de la Guerra de Independencia entre los años 1895 y 1898.

Cuadro 3

PROMEDIO ARGENTINA BRASIL CHILE CUBA MEXICO URUGUAY1890-1913 9% 13% 6% 7% 6% 8% 11%1890-1900 3% 18% -4% -1% -11% 6% 10%1900-1913 13% 17% 19% 11% 7% 6% 16%Fuente: Elaboración propia,

Tasas de crecimiento anual en porcentaje

11

4. Estimación por datos de panel 4.1 Especificación del modelo La estimación de la ecuación de demanda (1) se realizará utilizando la técnica de datos de panel, ya que se dispone de series temporales para una muestra de unidades de corte transversal. En esta caso, tenemos observaciones en un periodo de 24 años (1890-1913) para seis países (Argentina, Brasil, Chile, Cuba, México y Uruguay). El análisis de datos de panel permite medir efectos y comportamientos que no es posible identificar si utilizamos únicamente series temporales o datos de corte transversal. El uso de esta técnica, presenta una serie de ventajas aunque también inconvenientes. Baltagi (1995) enumeran algunos de estos aspectos derivados del uso de datos de panel. Entre las ventajas se incluye la mayor información de la que, asiladamente se podría obtener a partir de los datos de series temporales o de corte transversal, permite controlar sobre la heterogeneidad individual, se obtienen estimaciones más fiables al disponer de mayor número de observaciones para el mismo vector de parámetros, dando más información de los datos, más variabilidad, menos colinealidad entre las variables, mayores grados de libertad y mayor eficiencia. No obstante, los datos de panel presentan algunas limitaciones en cuanto a la recolección de datos, distorsiones por errores de medida y la corta dimensión temporal que se tiene generalmente en el conjunto de los datos. La gran ventaja de aplicar la metodología de datos de panel es que permite capturar los efectos que permanecen fijos en el tiempo pero que son característicos de cada país, los denominados efectos fijos individuales, iα . La ecuación empírica a estimar tendrá la siguiente expresión:

( ) ( )( ) ititititiit tPRTYM µγβα ++++= 1logloglog (2) con ipaísi =con 23....1=t Donde,

tiM = Importación per cápita de bienes duraderos del país i en el período t

tiY = PIB per cápita del país i en dólares Geary Khamis en el período t

itPRT = Precios relativos del país i en el período t

itt = Tasa arancelaria de las importaciones del país i en el período t Los coeficientes de la ecuación sonα la constante, β que representaría la elasticidad renta y γ la elasticidad precio. Se asume en esta expresión, que la elasticidad renta y la elasticidad precio es la misma para todos los países. Este supuesto determina que se obtenga una estimación que resulta ser un promedio de la elasticidad renta y la elasticidad precio. Es necesario notar para el posterior análisis de los resultados, que se está utilizando a las importaciones como una proxy del consumo, por lo tanto algunos efectos como los

12

costes de transporte, la existencia del contrabando y el comercio intraregional, no estarán recogidos explícitamente en las variables explicativas. Estos efectos estarán capturados en los efectos fijos individuales, iα . De esta manera, la ecuación (2) expresa que la importación de bienes duraderos del país i en el período t, depende de los efectos fijos individuales de cada país, del nivel de PIB per cápita de cada país, y de los precios relativos de cada país corregidos por el arancel. Para el período 1890-1913, se dispone de series continuas de estimaciones robustas de PIB para cuatro países: Argentina, Brasil, Chile y Uruguay. Además se incluye a México que comienza a tener datos a partir de 1895 y Cuba cuyas series parten en 190028. Como se discutió en las primeras secciones, la demanda de consumo se ve afectada por los cambios en los precios relativos, por lo tanto se construyó para cada uno de los seis países un índice de precios relativos. Se tomó el índice de precios de exportación promedio descrito anteriormente y se lo deflactó por el índice de precios al consumo de las economías latinoamericanas (los índices de precios fueron convertidos a dólares por la evolución del tipo de cambio cada economía). Otro elemento a tomar en cuenta fueron los aranceles. En este período que estamos analizando, la principal fuente de recaudación de los estados latinoamericanos provenía del comercio exterior a través de los impuestos a las importaciones y también en algunos casos impuestos a las actividades exportadoras más dinámicas29. El crecimiento de los ingresos del sector exportador implicaba el aumento de la capacidad de importar, facilitando la recaudación de recursos por parte del Estado30. Por lo tanto, los precios de los bienes importados están afectados por la existencia de los aranceles. Para considerar este efecto, se utilizó como proxy de los aranceles, un cálculo basado en el ratio entre los ingresos de aduana y las importaciones totales31.

28 Todas las series de renta, fueron expresadas en términos per cápita en dólares Geary-Khamis de 1990 con base en el año 1913. Fuentes en el anexo. 29 Cárdenas, Ocampo, Thorp (2000), Capítulo 1, pág. 2 30 Los ingresos del Gobierno a través de impuestos al comercio constituían en el año 1900: para Argentina un 48%, para Brasil un 54%, para Chile un 72%, para Perú un 57% y para Uruguay un 49%. Cifras de Mitchel (2003), citadas en Rubio (2006) 31 Esta metodología es utilizada en el trabajo de Rubio (2006) a partir de los datos de United Kingdom: His majesty´s stationery office (varios años): Statistical Abstract fot the principal and the other foreign contries. London

13

4.2 Síntesis del Análisis Econométrico y Resultados En este apartado, se presenta una síntesis del análisis econométrico realizado para obtener las estimaciones de la ecuación de demanda. Previo a la estimación de la ecuación (2), se analizó la normalidad de los residuos para confirmar que los términos de perturbación cumplen los supuestos clásicos a través del estadístico Jarque Bera que bajo la hipótesis nula de una distribución normal de los errores, se distribuye 2χ con dos grados de libertad. A continuación surge la interrogante si hay evidencia para sugerir que los diferentes individuos tienen diferentes términos constantes o sería mejor que el modelo asumiera que todas las constantes son idénticas. Para contrastar la significatividad conjunta de las variables ficticias (que representan a los efectos individuales), se utiliza un test de Chow. La hipótesis nula en este caso es que las variables ficticias no resultan significativas. Según los resultados del test, al 99% de confianza los efectos fijos resultaron significativos. Otro elemento importante a analizar al elegir el método de estimación, es la existencia de correlación entre las variables explicativas y el término de error. Uno de los contrastes más empleados para contrastar esta hipótesis es el diseñado por Hausman. A partir del resultado del estadístico y la comparación con el valor de tablas, con un 95% de confianza se rechaza la hipótesis nula de ausencia de correlación entre las variable explicativas y el término de error, por tanto el modelo de efecto fijo produce estimaciones consistentes y eficientes. Luego de haber realizado los tests anteriores, se realiza la estimación utilizando el enfoque de efectos fijos, que supone que las diferencias entre las unidades (países en nuestro caso) pueden captarse mediante diferencias en el término constante. Es decir que los coeficientes de las pendientes son constantes pero la intersección varía respecto a los individuos. La utilización de datos de panel es una combinación del análisis de series temporales y cortes transversales, por lo tanto es posible incurrir en problemas de heteroscedasticidad y/o autocorrelación. Para controlar la existencia de heteroscedasticidad, se realizó la estimación por mínimos cuadrados factibles utilizando un estimador robusto de la matríz de varianza y covarianzas, la matríz de covarianza de White, que es consistente frente a la presencia de la heteroscedasticidad en MCO. Para analizar la autocorrelación, se realizó un contraste incluyendo términos autorregresivos de primer orden AR(1) en la estimación, y observando si los coeficientes resultan significativos. Para Argentina, Chile y Cuba los coeficientes no resultaron significativos, por lo que para estos países no tendríamos problemas de autocorrelación, aunque sí para el resto que presenta coeficientes significativos con un 95% de confianza. A continuación, se procedió a estimar el modelo incluyendo el término de perturbación de primer orden para los países que presentan autocorrelación. Finalmente, se obtuvieron las estimaciones robustas de los coeficientes que se sintetizan en el cuadro 4:

14

Cuadro 4

partir de este ejercicio econométrico, podemos decir que existe una relación entre los

a elasticidad renta positiva y mayor a la unidad, refleja que los bienes duraderos

stos resultados son coherentes con la teoría y con otras evidencias encontradas en la

l mismo ejercicio de estimación de la demanda con datos de panel se repitió

Importación de Bienes DuraderosElasticidad renta

coeficiente 1,96estadístio t 7,07

Elasticidad preciocoeficiente -2,25estadístio t -7,76

Aniveles de renta y la importación de bienes de consumo duraderos en el período analizado. Los coeficientes estimados resultaron estadísticamente significativos y presentan los signos correctos. Lconsiderados son bienes de lujo o suntuarios. La elasticidad precio negativa y mayor a la unidad en términos absolutos, refleja que la demanda de estos bienes es elástica. Eestimación sobre la demanda de bienes duraderos. Según los resultados de Clarida (1996) la elasticidad precio de largo plazo de la demanda de importación de bienes duraderos excede la unidad en valor absoluto, y la elasticidad renta es mayor a 2. Estos valores están dentro del rango de elasticidades que reportan Goldstein y Khan (1985)32. Goldberger y Gamalestos (1970) realizan una estimación de la demanda con elasticidades constantes para varios países de la OECD, obteniendo coeficientes de elasticidades renta para los bienes duraderos mayores a la unidad y en un rango que varía entre 1.16 y 3.58. Econsiderando cuatro grupos de la canasta de consumo: Transporte, Instrumentos de Música, Relojería y Máquinas de coser33. Siguiendo el mismo procedimiento de análisis descrito para las importaciones de bienes de consumo general, se obtuvieron la elasticidad renta y la elasticidad precio para cada uno de estos grupos, cuyos resultados se resumen en el cuadro 5.34

32 Goldstein y Khan (1985) Tabla 4.4, pag. 1086 33 El grupo transporte está compuesto por “Carros, vehículos y partes, velocípedos, motocicletas, bicicletas y partes” 34 Es necesario aclarar, que no se disponía de información para construir series de precios relativos de cada grupo, por lo tanto se utilizó la misma serie de precios general utilizada en la estimación del consuno a nivel agregado.

15

Cuadro 5

Importación de

Bienes Duraderos

Transporte Relojes Máquina de

coser

Instrumentos de

MusicaElasticidad renta

coeficiente 1,96 2,60 0,71 1,08 2,24estadístio t 7,07 4,55 1,95 2,74 5,86

Elasticidad preciocoeficiente -2,25 -3,82 -1,42 -1,22 -2,00estadístio t -7,76 -6,76 -4,50 -3,48 -5,39

Al observar los coeficientes estimados de las elasticidades, vemos que son todos estadísticamente significativos y presentan los valores esperados. El análisis por rubros permite identificar dos comportamientos de consumo particulares. Por un lado los transportes y los instrumentos de música son los que presentan las elasticidades renta más altas, y son mayores a uno reflejando que se trata de bienes de lujo. En relación con los automóviles, estos comienzan a ser importados en 1902, y si bien experimentan un crecimiento importante en pocos años, aún constituían bienes a los cuales solo podía acceder la clase de mayor poder adquisitivo. Por otra parte, los relojes y las máquinas de coser presentan elasticidades positivos pero menores o iguales a la unidad. Se podrían clasificar como bienes normales y suponer que estaban siendo consumidos por una gama más amplia de la población. Desde el punto de vista del ciclo de producto, podría pensarse que ya habían pasado la primera etapa de “contagio” como lo denomina Deaton (1980) y por tanto, ya eran de acceso a una proporción mayor de su población. Desde el punto de vista de la evolución del consumo, en el cuadro 6 se presentan las tasas de crecimiento anual promedio de los seis países para el total del consumo duradero y para los cuatro grupos.

Cuadro 6

Consumo Duradero Transporte Relojería Maq. De Coser Instrumento de Música1890-1913 9% 13% 5% 6% 8%1890-1900 3% 8% 6% 0% 4%1900-1913 13% 20% 6% 8% 9%Fuente: Elaboración propia,

Tasas de crecimiento anual (promedio de los seis países) en porcentaje

Las cifras muestran una tasa promedio de crecimiento anual del consumo duradero del 9% en el periodo 1890-1913. El transporte fue el grupo que más creció en el período, experimentando una tasa anual de 13%. Los otros tres grupos tuvieron tasa de crecimiento bastante menor. Dividiendo el período en dos subperíodos 1890-1913 y 1900-1913, se distingue un mayor crecimiento durante el segundo período para tres de los grupos y el consumo en su conjunto. La excepción son los relojes cuya tasa de crecimiento se mantiene prácticamente igual.

16

5. Conclusiones Preliminares El objetivo de este trabajo fue aportar evidencia sobre la evolución del consumo de bienes duraderos en seis países de América Latina entre 1890 y 1913 con el ánimo de conocer más acerca de las historias nacionales, así como de períodos sobre los cuales se dispone de escasa información cuantitativa. Con este fin, se presentó la metodología utilizada para la construcción de las series de consumo duradero, una breve descripción del comportamiento de esta variable en seis economías latinoamericanas, y por último se aportaron los resultados de la estimación de la relación entre los niveles de renta y el consumo. El crecimiento del consumo de bienes duradero en este período refleja el buen desempeño económico que experimentaron estos países durante la Primera Globalización. La etapa de 1870-1930, fue considerada para gran parte de los países latinoamericanos la “edad de oro” de las exportaciones experimentando un crecimiento económico y cierta prosperidad material, (por lo menos para los grupos dominantes y la emergente clase media urbana)35. El patrón de comportamiento de las importaciones de bienes duraderos es el mismo que las importaciones totales en cuanto a la concentración del comercio. Alemania, Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña concentran el 86% del total de importaciones de bienes duraderos. En relación con el desempeño del consumo, a nivel agregado se observa un crecimiento positivo, no obstante existe cierta heterogeneidad entre los países. Argentina y Uruguay experimentan un crecimiento bastante mayor que México, Cuba, Brasil y Chile. Cuando se consideran dos sub períodos, en promedio el crecimiento del consumo es mayor a partir de 1900, pero esto “esconde” comportamientos muy diferentes. Mientras Argentina, México y Uruguay mantienen tasas de crecimiento positivas, Chile, Cuba y Brasil presentan tasas negativas de crecimiento antes de 1900 y luego estas se revierten. Los resultados de la estimación de la función de demanda permite establecer que existe una relación entre el consumo de bienes duraderos y los niveles de renta. Las elasticidades renta y precio, resultaron significativas y coherentes, lo cual permite describir algunas de las características del consumo agregado de bienes duradero, así como analizar el comportamiento de distintos grupos de bienes. Estos constituyen resultados preliminares que forman parte de una investigación en curso en la cual se continua profundizando sobre los diversos aspectos de la relación entre consumo y crecimiento económico.

35 Halperín Donghi et al. (2002). Quedó fuera del alcance de este trabajo, la discusión del consumo de estos bienes y la distribución de la renta

17

6. Fuentes Estadísticas Series utilizadas de PIB: Argentina: 1890-1900- Cortés Conde (1994) La economía argentina en el largo plazo. Buenos Aires, Universidad de San Andrés 1900-1913- Maddison (1995): basado en estimaciones anuales no publicadas suministradas por ECLA(CONADE, Buenos Aires, que se utilizaron como antecdente para los promedios quinquenales publicados en El Desarrollo Económico de la Argentina, ECLA, México, 1959, p. 15. Brazil: 1890–1900- Maddison (1995): basado en el PBI industrial obtenido de R.W. Goldsmith Desenvolvimento financeiro sob un secolo de inflacao, Harper and Row, S, Paulo, 1986, pp. 22-23 and 82-83. 1900-1913- Maddison (1995): basado en el PIB industrial obtenido de A. Maddison and Associates, The Political Economy of Poverty, Equity and Growth: Brazil and Mexico, Oxford University Press, New York 1992. Chile: 1890-1900- Lüders,R. (1998) “The Comparative economic performance of Chile: 1810-1995”, Estudios de Economía, Vol.25, (2), diciembre. 1900-1913- Maddison (1995): basado en A.A. Hofman, “Internacional estimates of capital. A 1950-1989 comparison of Latin America and the USA”, Research Memorando N° 509, University of Groningen 1992. Cuba 1900-1913- Santamaría, A. (2000) "El crecimiento económico de Cuba republicana (1902-1959). Una revisión y nuevas estimaciones en perspectiva comparada (población, inmigración golondrina, ingreso no azucarero y Producto Nacional Bruto)", Revista de Indias, N° 219, mayo-agosto, pp. 505-545. México: 1895-1900- INEGI (1985) Estadísticas Históricas de México, México. 1900–1910- Maddison (2001) p. 191. Movimiento del PIB 1870-1910 de Coastworth, J.H. (1989) “The Decline of the Mexican Economy, 1800-1860” in Liehr La formación de las economías latinoamericanas en la época de Simón Bolivar, Colloquium Verlag, Berlín. 1910-13- Maddison (1995): basado en A. Maddison and Associates, The Political Economy of Poverty, Equity and Growth: Brazil and Mexico, Oxford University Press, New York 1992. Uruguay: 1870-1913- Maddison (2003): basado en Bértola, L.; Calicchio, G.; Camou, M. y Rivero, L. (1998) El PIB uruguayo 1870-1936 y otras estimaciones. Programa de Historia Económica y Social. Facultad de ciencias Sociales. Universidad de la República.

18

Estadísticas Oficiales de comercio. Alemania: Der Auswärtige Andel Deutschlands, Berlin, varios años. Estados Unidos: Department of Comerce. The Foreign Commerce and Navigation of the US. (Washington, D.C.), Government Printing Office, varios años. Gran Bretaña: Statistical Office of the Customs and Excise Department. Annual Statement of the United Kingdom with Foreign Countries and British Posessions, London. Varios años. Francia: Direction Générale des Douanes, Tableau générale du commerce et de la navigation, París, Varios años Precios de Exportación de productos industriales Francia: Breton, Y. (1997) "Indices de prxi de produits industriels (1847-1938) et des produits agricoles (1815-1938) en France", en "La croissance Francaise 1789-1990, Nouvelles estimations," Economies et Societes, Histoire economique quantitative, Serie HEQ, Nº1, 11, pp.189-259. Estados Unidos: Historical Statistics of the United States: Earliest times to the present. (2006) Millenial Edition, Volume Five. Cambridge Univestiy Press. Alemania: Hoffmann, W. (1965) Das Wachstum der deutschen wirtschaft seit der mitte des 19.jahrhunderts. Springer-Verlag, Berlin. Gran Bretaña: Mitchel, B.R. (1990) British Historical Satistics. Cambridge University Press. Tipos de Cambio (TC) e Índice de Precios al Consumo (IPC) Uruguay: IPC: Bértola, L.; Calicchio, L.; Camou, M. y Porcile, G.: (1999) “Southern Cone Real Wages Compared: a Purchaising Power Parity Approach to Convergence and Divergence Trends, 1870-1996”. Documento de Trabajo No.44, Unidad Multidisciplinaria, Facultad de Ciencias Sociales, UDELAR., Montevideo. TC: Anuario Estadístico de la República Oriental del Uruguay de 1913/1914. Argentina y Brasil IPC: Bértola, L.; Calicchio, L.; Camou, M. y Porcile, G.: (1999) “Southern Cone Real Wages Compared: a Purchaising Power Parity Approach to Convergence and Divergence Trends, 1870-1996”. Documento de Trabajo No.44, Unidad Multidisciplinaria, Facultad de Ciencias Sociales, UDELAR., Montevideo. TC: Flandreau, M. Y Zumer, F. (2004) The making of global finance 1880-1913. Development Centre Studies, OECD. Cuba TC 1900-1913 e IPC 1903-1913: OXLAD http://oxlad.qeh.ox.ac.uk/search.php IPC 1900-1903: Para estos tres años, se estimó el IPC de Cuba en base a la evolución del IPC de Estados Unidos. Según Santamaría, A. y García A. (2004) Economía y colonia: La economía cubana y la relación con España. 1765-2002. Colección Tierra Nueva e Cielo Nuevo. Nº49, Comisión Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Historia,

19

Departamento de Historia Económica, Madrid., pág.344, el Índice de Precios de Cuba y el de EEUU para el período 1872-1914 están altamente correlacionado. Estos autores calculan la correlación de los IP de Cuba y el de EEUU, y obtienen un coeficiente de 0,96; aunque aclaran que la correlación con los precios norteamericanos es mayor a finales del XIX que a principios del XX (con un coef de correlación de 0.89). Chile Tipo de cambio e IPC: Díaz, L., Lüders, R. Y Wagner, G. (2004) "La República en Cifras", Mimeo. Universidad Católica México IPC: Gómez-Galvarriato, A., y Musacchio, A. (2000) "Un Nuevo Índice de Precios para México, 1886-1929," El Trimestre Económico, LXVII (265): 45-91. Tipo de Cambio: INEGI (1985) Estadísticas Históricas de México, México, p.884 Paridad promedio del peso con el dólar estadounidense

20

8. Bibliografía Bértola, L. y Williamson, J. (2006) “Globalization in Latin America before 1940”, en Bulmer-Thomas, V., Coatsworth, J. y Cortés Conde, R. (ed.) The Cambridge Economic History of Latin America: the long twentieth century, volumen II. Cambridge University Press., pág. 11-57. Brown, A. y Deaton, A. (1972) “Surveys in applied economics: models of consumer behaviour”, The Economic Journal, Vol. 82, (328), Decembre, pp.1145-1236. Bulmer-Thomas, V. (1998) Historia Económica de América Latina desde la Independencia, Fondo de Cultura Económica, México.

Cárdenas, E., Ocampo, J.A. y R. Thorp (eds.). (2000) An Economic History of Twentieth-Century Latin America. Volume 1: The Export Age. The Latin American Econimies in the Late Nineteenth and Early Twentieth Century. Nueva York: Palgrave y Sant Antony College.

Carreras, A., Hofman, A., Folchi, M. y Rubio M., Tafunell X., Yañez, C., (2004) “Importaciones y modernización económica en América Latina durante la primera mitad del siglo XX. Las claves de un programa de investigación”. Trabajo presentado en el II Congreso Nacional de Historia Económica, Asociación Mexicana de Historia Económica, Mexico D.F., Octubre. Clarida, R. H. (1996) “Consumption, import prices and the demand for imported consumer durables: a structural econometric investigation”, The Review of Economics and Statistics, Vol.78, (3), August, pp.369-374 Deaton, A.S. (1975) “The measurement of income and price elasticitie”, European Economic Review, 6, pp.261-273. Deaton, A.S. (1981), “Estructura de la demanda en Europa, 1920-1970”, en C.M. Cipolla (ed.), Historia Económica de Europa Volumen 5. Siglo XX, Ariel, Barcelona, pp. 105-150. Deaton, A. y Zaidi, S. (2002) “Guidelines for constructing consumption aggregates for welfare análisis”. LSMS Worging Paper, Nº135, The World Bank, Washington D.C. Fitzgerald, (2000) “ECLA and the theory of import substituing industrialization in Latin America”, en Cárdenas, E.; Ocampo, J. A. y Thorp, R. (eds) An Economic History of Twentieth-Century Latin America, Vol.3, Oxford. Goldberger, A.S. y Gamalestos, T. (1970) “A cross country comparison of consumer expenditure patterns”, European Economic Review, Vol.I Goldstein, M y Khan, M.S. (1985) “Income and price effect in foreign trade”, in Jones, R. y Kennen, P. (eds), Handbook of International Economics, volumen II, Ámsterdam, North-Hooland, pp. 1041-1099.

21

Greene, W.H. (1999) Análisis Econométrico. Tercera Edición, Prentice Hall Gujarati, D.N. (2003) Econometría. Cuarta Edición, McGraw Hill. Halperín Donghi, T, Glade, W.; Thorp, R.; Bauer, A; Moreno Fraginals, M.; Lewis, C.M.; Bulmer-Thomas, V.; Ffrench-Davis, R.; Muñoz, O. y Palma, J.G. (2002) Historia económica de América Latina: desde la Independencia a nuestros días. Crítica, Barcelona Houthaker, H.S. (1957) “An international comparison of household expenditure patterns, commemorating the centenary of Engel´s Law”, en Econométrica, xxvi, pp.531-551. Kugler, M. y Zweimüller, J. (2002) “International Trade when Inequality determines aggregate demand” Linder, S. (1961) An essay on trade and transformation, Uppsala: Almqvist and Wiksells. Logan, T.D. (2006) “Food, nutrition, and substitution in the late nineteenth century”. Explorations in Economic History, 43, pp.527-545. Maddison, A. (1995) Monitoring the World Economy, 1820-1992, París, OECD. Maddison, A. (2001) The World Economy: A millennial perspectiva, París OECD. Maddison, A. (2003) The World Economy: Historical Statistics. OECD. Mani, A. (2001) “Income distribution and the demand constraint”, Journal of Economic Growth, 6, June, pp.107-133. Mitchel, B.R. (1990) British Historical Satistics. Cambridge University Press. Mitchell, B. R. (2003) International Historical Statistics. The Americas 1750-2000, Fifth Edition. Palgrave Macmillan Mokyr, J. (1998) “Is there still life in the pessimist case? Consumption during the industrial revolution 1790-1850”. The Journal of Economic History, Vol. 48, (1), Marzo. Nicholson, W. (1997) Teoría microeconómica. Principios básicos y aplicaciones, McGraw-Hill, Madrid. Ocampo, J.A. (2004) “América Latina y la economía mundial en el siglo XX largo”, El Trimestre Económico, Vol. LXXI, (284), pp. 725-788. Rubio, M. (2006) “Protectionist but globalized? Latin American custom duties and trade during the pre-1914 belle époque”, trabajo presentado en, Session 99, IEHC, Helsinki.

22

Shammas,C. (1993) “Changes in English and Anglo-American consumption from 1550 to 1880” en: Brewer, J. y Porter, R. Consumption and the World of Goods. Routledge, Londres-Nueva York. Van Kempen, L. (2005) “Status consumption and ethnicity in Bolivia: evidence from durables ownership”, International Journal of Consumer Studies, doi: 10.1111/j.1470-6431.2005.00487. Vecchi, G. y Coppola, M. (2006) “Nutrition and growth in Italy, 1861-1911: what macroeconomic data hide”. Explorations in Economic History, 43, pp.438.464. Yañez, C. (2004) “Importaciones de bienes de consumo duradero en América Latina durante 1925. Una aproximación desde el punto de vista de la renta y su distribución”. Congreso Mexicano de Historia Económica.

23