esta vez, sí - celia terrones

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  • Los personajes de Crepsculo fueron los que me permitieron atreverme a

    echar a volar mi imaginacin como Jazzy W.

    Esto es para ustedes, las que amaron esta historia, por todo su apoyo.

    A las que han estado leyendo desde que escriba con personajes

    prestados hasta crear mi propio protagonista perfecto.

    Cel.

  • Prlogo

    Me sent en mi silln frente al escritorio, con el estomago a punto de volver, deba

    ser una broma, un mal chiste, de verdad crean que todas las personas ramos

    hipcritas y que yo poda presentarme solo as? No iba a volver, no deseaba saber nada de ellos.

    Respir profundamente tratando de tranquilizarme, no me di cuenta hasta que punto

    estaba arrugando la invitacin que tenia en mis manos, deba de calmarme, eso ya

    estaba superado, ya era pasado, no importaba. Cerr los ojos, mientras los recuerdos

    me golpeaban, intent reprimirlos pero fue demasiado tarde.

    Aun recordaba el da que le declar mi amor a Jacob Black, era una nia tonta que

    crea en las pelculas en las que el chico ms popular se enamora de ti al final de la

    historia.

    La maestra de Espaol nos explic que se representara la escena de Romeo y Julieta,

    donde los dos niegan a sus familias y se declaran su eterno amor, la maestra escogi a

    Jacob como Romeo, mientras todas en el saln desebamos poder representar el

    papel de la afortunada Julieta, Leah, su novia, porrista del equipo y chica con cuerpo

    de infarto sonro sabindose triunfadora, antes de que Edward Cullen llegara y

    arruinara mi vidacomo siempre.

    -Profesora, puedo proponer a alguien?, usted a dicho que todos debemos de

    participar-, dijo con un sonrisa bailando en su rostro, sabiendo seducir a la seorita

    Snow, una mujer de cuarenta aos frente a un gigol de diecisiete era una batalla

    perdida.

    -Claro seor Cullen, proponga-, concedi la mujer entusiasmada, el gir su cabeza y

    sus ojos se posaron en mi, casi esper que me cayera un animal muerto, o una botella

    con pintura, las clsicas bromas de Edward.

    -Quieres pasar pecas?-, pregunt mientras la maestra luchaba por reprimir una risita

    -Seor Cullen, respeto por favor-, el se enderez en su pupitre y me mir de nuevo

    solo despus de darle una mirada burlona a su amigo Black, ahora se que Jacob estaba

    aterrado de que yo fuera su compaera, pero a los 17 aos, era mi oportunidad para

    estar cerca del amor de mi vida.

    -Y que dices?-, pregunt Edward de nuevo con James murindose de la risa

    palmendole el hombro, yo asent cohibida mientras me levantaba e iba junto a

    Jacob, me sonro tenuemente casi por pura cortesa y me dio el otro libreto.

  • Comenz a leer de forma pausada mientras yo solo poda verlo y verlo, perderme en

    su voz, el se gir hacia m siguiendo las lneas y yo di un paso hacia atrs, le mi lnea

    con la voz temblorosa mientras el beso se acercaba, saba que no pasara nada, pero

    bueno, yo estaba en el cielo, Jacob dio un paso ms y sent su respiracin cuando

    volvi a hablar, segua el beso, el beso!

    -Bsala, tal vez de Romeo y Julieta pasemos a la Rana encantada-, brome Edward,

    mientras Jacob sonrea negando con la cabeza, se separ de m mientras todos se

    rean mirndome.

    -Pecas es actuacin, recuerdas?-, me mir Edward mientras todos, hasta la seorita

    Snow moran de la risa, mis ojos se llenaron de lgrimas, por que no solo me

    dejaban en paz?, deb saberlo, jams deba haberme prestado a algo que sugiriera

    Edward Cullen, pero el estar cerca de Jacob pareca haber valido la pena.

    -Pecas, estas morada o es solo tu bello sonrojo?-, se burl el chico entre risas

    mientras su amigo Black le pegaba en el hombro, sal del saln y me escond en el

    bao el resto del da, jur que la gente no se volvera a burlar de miy no lo han

    hecho mas.

    La preparatoria fue un infierno, una etapa que estaba en el pasado, olvidada.

    Todos los das fueron como esos, enamorada del chico ms popular de la escuela,

    mirando como jams podra ser la mitad de bonita que su novia, soportando las

    bromas de su mejor amigo, siempre soportando.

    Volv a mirar la invitacin impresa en un elegante papel, la mir detenidamente aun

    sin creer que ahora si me hubieran invitado a alguna fiesta.

    Generacin XXI

    La generacin XXI de la preparatoria de Forks, Washington, te invita a su Fiesta de

    ex alumnos por la conmemoracin de sus diez aos.

    Esperamos contar con tu participacin.

    Ex alumna: Isabella Marie Swan

  • La celebracin se llevara a cabo en el Hotel Prince Balley en la ciudad de Phoenix

    Este sbado 4 de Julio

    Favor de confirmar asistencia a los telfonos anexos.

    Muchas gracias

    -De nada, pero no-, murmur tirando la habitacin al cesto, la preparatoria estaba en

    el pasado y ah deba quedarse.

  • Captulo 1

    Cisne

    -Licenciada esta aqu la seorita Tanya-, escuch a mi secretaria por el

    intercomunicador.

    -Gracias Jane, dile que pase-, le ped antes de dirigirme a mi tocador, me lav las

    manos y me puse crema, haba quedado de cenar con mi amiga, Tanya Denali, ms

    bien dicho la nica amiga.

    Me retoqu un poco el maquillaje, mas para tapar las pecas que por otra cosa.

    Se me revolvi el estomago solo de pensar en ese nombre, hace aos puede haber

    matado a Edward Cullen de haber tenido la oportunidad.

    Me re de mi misma y mis traumas de preparatoria, al fin y al cabo, solo estaba algo

    sentimental por la dichosa invitacin a la fiesta de ex alumnos, cuando sal del cuarto

    de bao, Tanya iba entrando, igual de rubia y elegante como siempre.

    -Hola Bells-, salud sentndose en frente de mi escritorio

    -Hola, solo djame recoger unas cosas y nos vamos a cenar-, ella asinti y seal su

    BlackBerry, supuse que tambin necesitaba algo de tiempo, mi amiga era

    organizadora de eventos, toda una master en bodas, era genial, aunque eso la volva

    muy sentimental, era una debilidad, yo creo que el corazn es mucho mas dbil que

    la mente, ella deca que nuestras personalidades estaban mas bien reflejadas por

    nuestros trabajos, ella organizando uniones y yo, siendo la jefa de redaccin de una

    importante revista de negocios, tal vez tena razn.

    Termin el ltimo correo mandando mi opinin sobre la siguiente columna de uno

    de nuestros reporteros para disponerme a apagar la porttil.

    -Fiesta de Ex alumnos-, gir mi cabeza al escuchar a Tanya, tena la invitacin

    entre sus manos y levant su rostro con los ojos brillantes.

    -Qu?-, pregunt hacindome la desentendida

    -Como qu, qu, cundo me ibas a decidir que tenias una fiesta de ex alumnos?-,

    pregunt impaciente

  • -Djame ver nunca!, porque no voy a asistir-, le contest tajantemente, ella rode

    los ojos mientras tomaba su bolso y salamos de la oficina, aun traa la invitacin

    entre sus manos, hubiera querido arrancrsela y tirarla a la basura

    Subimos al ascensor junto a Tyler Coney, uno de los editores, nos sonri pcaramente

    pero no quise ni siquiera molestarme, estaba demasiado desesperada por aquella

    dichosa invitacin.

    -Cundo le vas a sonrer al menos?-, pregunt Tanya divertida, ya en el

    estacionamiento, subimos a mi coche pues ella haba tomado un taxi para llegar a mi

    oficina.

    -No quiero un relacin-, le espect con voz cansada

    -Nadie dijo una relacin, pero oye no esta mal para una buena noche-, la mir con

    los ojos desorbitados mientras arrancaba

    -Lo dice la seorita: Una boda para toda la vida-, Tanya se ri de mi tono y despus

    rode los ojos.

    -Bien dejemos ese tema, deberas haberte ordenado de monja-, me par en un

    semforo en rojo y la mir

    -No quiero otro divorcio como el de mis padres o que jueguen conmigo, adems

    sabes que ha habido hombres en mi vida-, Tanya haba sido mi amiga desde la

    universidad y haba conocido a mi nico novio y a unas cuantas citas, pero Erick no

    era mi amor perfecto, solo un buen amigo y los dems solo fueron citas que acabaron

    en una noche y que en realidad me dejaron sin siquiera una buena O, pattico a

    decir verdad pero estaba feliz con mi vida, era independiente, exitosa en mi trabajo,

    tenia unas buenas inversiones, un departamento a mi gusto, un auto elegante y

    verstil, una buena amiga, no necesitaba nada ms.

    -Claro, claro, volvamos a lo importante-, seal mi amiga agitando la invitacin.

    -Eso no es importante-, recalqu

    -No te da curiosidad ver a todos los que conociste despus de 10 aos-, pregunt

    confundida

    -No-, contest sin chistar.

    -No te estars escondiendo?, cre que todo eso de la pesadilla de la preparatoria

    estaba superado-, inquiri ella mientras yo la miraba midindome el labio.

  • -Si lo esta, pero no por eso me debo obligar a verlos, por favor Tanya, los odiaba,

    eran egocntricos y solo por que mi madre no me dijo: Oye Bella, puedes hacer

    algo por tu aspecto? hicieron de mi vida un infierno-, repliqu molesta

    -Pero ya pasaron 10 aos Bella, no te gustara ir y ver como abren la boca como

    bobos, como dices que se llamaba? Jacob!, ese era el chico que amabas no?,

    imagnate como te vera ahora-, Tanya puso cara soadora y yo no pude evitar

    rerme, mi amiga tenia bastante imaginacin.

    -Creme has mejorado, no solo fsicamente eres una mujer exitosa, independiente,

    sensual, con un carcter indomable-, Tanya se ri ante sus halagos

    -No saba que YO te gustara-, brome mientras ella rodeaba los ojos.

    -De verdad no te da algo de curiosidad?-, pregunt mientras yo aparcaba el auto

    fuera del restaurante, le di las llaves al empleado del lugar y me dirig a dentro junto

    a Tanya

    -No lo se, tal vez-, murmur al fin mientras nos sentbamos y el mesero nos daba la

    carta

    -Seria interesante, mrate, as con ese traje sastre, aunque la falda est un poco larga

    para mi gusto, mas de un hombre te voltea a ver, con el cabello lacio y largo y la tez

    blanca, eres perfecta para una historia donde los dejes a todos impresionados-, yo

    negu con la cabeza mientras trataba de imaginarme a todos regresndoles el favor,

    mirndolos con desprecio, a Jacob comiendo de mi mano y a Edward arrojndole un

    bote de basura encima, sonre sin poder evitarlo.

    -No es tan fcil-, le contest mientras ella pensaba.

    -Hagamos algo, por qu no vas sin decir quin eres?, si alguien lo descubre se

    quedara atnito y si no lo descubren al menos saciars tu curiosidad y podrs ver

    como no importa lo que hayan dicho, mas de uno caer a tus pies-, sugiri Tanya

    mientras el mesero traa nuestra orden

    -Suena tentador-, admit

    -Oye, tal vez hasta podran quedar prendados de ti, te imaginas, la venganza es dulce

    y se come fra-, brome mi amiga en tomo maquiavlico.

    -Alucinas-, contest mientras ambas reamos.

    Despus de terminar la cena, la dej en su departamento y fui hasta el mo, aparqu

    mi auto y sub, al entrar, me quite los tacones que me estaban torturando, puse un

    poco de msica y comenc a desvestirme para ponerme un cmodo camisn, cuando

  • estuve cambiada me quede frente al espejo algo mas tiempo del necesario, record mi

    imagen a los 17 aos, en algo Tanya tenia razn, no era la misma, por fuera o por

    dentro

    Mi cabello enmaraado, mis brackets, mis lentes gruesos, y mis pantalones con

    sudaderas se haban esfumado, ahora era una mujer de 27 aos, con el pelo sedoso,

    largo y preferentemente lacio, utilizaba lentes de contacto y adems tenia unos

    anteojos de repuesto, estticos y a la moda, el traje sastre en la cama dejaba atrs mi

    ropa poco femenil, y mis dientes por fin se podan ver sin ningn aparato, solo haba

    algo que odiaba cuando estaba sin mascaras frente al espejo, el camino de pecas que

    enmarcaban el puente de mi nariz y el inicio de mis mejillas eran tenues y tal vez

    agradables a la vista pero me recordaban ese odioso apodo.

    Negu con la cabeza mientras me sentaba en la cama, tal vez necesitaba cerrar ese

    ciclo, despedirme de ellos y de la antigua Bella, solo ira, me presentara, utilizara la

    idea de Tanya de no decir quien era, los vera y "tan, tan", se acabara la historia.

    La semana pas mas rpido de lo que yo hubiese previsto, el mircoles llam por fin

    para confirmar mi asistencia a la reunin, me contest lo que a mi gusto pareci una

    secretaria, tom mis datos y me indic la direccin exacta y la hora, el sbado lleg

    ponindome los nervios de punta, sal a correr para desestresarme pero cada minuto

    era una columna sobre la espalda, Tanya vino para ayudarme a arreglar, haba

    comprado un lindo vestido azul, que llegaba junto debajo de la rodilla, se amoldaba a

    mi cuerpo como un abrazo, y la tela era delicada, me ayud a peinarme , ondulando

    un poco mi cabello y me prest un bello collar de plata de su abuela, al final despus

    de algo de maquillaje natural, estaba perfecta, al menos eso fue lo que dijo ella y yo

    me senta bien, muerta de nervios pero mas segura que a mis 17 aos

    El saln de fiestas estaba exquisitamente iluminado, pasaban de las 6 de la tarde, el

    empleado en la entrada me recorri con la mirada, bueno, al menos alguien haba

    cado, le sonre, antes de entrar.

    En la recepcin haba una chica, por la voz me pareci ser la misma con la que haba

    confirmado mi asistencia, salud y pidi mi nombre.

    -Creo que prefiero sorprender-, dije intentando no tener que mencionar quien era.

    -Lo siento, son indicaciones, debe de decirme su nombre tanto para confirmar si esta

    en la lista de invitados como para poder entregarle su identificacin-, seal unas

    lindas placas metlicas con los nombres grabados, bueno no haba nadie a mi

    alrededor, le digo el nombre rpido y guard la placa, pens para mi misma.

    -Isabella Swan-, contest al fin, ella sonro, busc, y me entreg mi placa, sonre y

    me dirig al saln donde todo estaba perfectamente decorado en tonos blanco, negro

    y plateado, una enorme pancarta felicitaba a los ex alumnos, estaban casi lleno el

  • lugar, aunque no lograba identificarlos o tal vez no quera hacerlo, solo quera para

    ver que pasaba e irme y dejar atrs el pasado.

    Mir varios nombres discretamente, Mike Newton, Jessica Stanley, Jared Lux, as que si estaban aqu, tal vez los populares tambin, bueno solo quera verlos por ltima

    vez, imaginarme torturndolos y eso seria todo.

    Aun los recordaba, los populares: Jacob Black, el chico que todas ambamos, Edward

    Cullen, el playboy de la escuela y el nico chico que provoc un infarto a un

    profesor y casi a mi tambin, James Peterson, el secuaz en todo, Leah y Rebeca,

    ambas porristas, ambas odiosas, y despus Alice Cullen y Rosalie Hale, aunque para

    recordar, ellas no eran ni de cerca lo malditas que Leah o Rebeca, ellas estaba ah

    mas por Edward, el hermano de Alice, en realidad fueron las nicas que jams me

    dijeron nada, claro l me molestaba por ambas.

    Tal vez seria el ambiente pero pareca tan claro recordar el da que llegu a la

    preparatoria, me mud con mi padre cuando mi mam se volvi a casar, era

    demasiada felicidad para soportarla, as que me mud con Charlie, cuando llegu cre

    que tal vez podra conocer nuevas personas, alguna amiga, me aventur hasta pensar

    en algn novio, de verdad era ilusa.

    Cuando mi pap me dejo en la escuela, el bajar de la patrulla fue mi primer error,

    estaba orgullosa que mi padre fuera polica, pero las burlas no se hicieron esperar, al

    pasar el da, entre tantos cambios de edificio me perd, as que estuve vagando y me

    salt una hora de clases, hasta que un chico se me quedo viendo afuera de la oficina

    de detencin.

    Edward Cullen, estaba mirndome detenidamente, y yo cre que tal vez el me podra

    ayudar.

    -Disculpa, sabes cual es el edificio B?-, Edward se ri y yo me sent nerviosa

    -Si quieres te acompao-, contest sonriente

    -No estas castigado?-, pregunt confusa

    -No, bueno si, pero a la chica nueva se le ayuda, no?, de otra forma quedara como

    una persona descorts-, se levant y camin obligndome a seguirlo.

    El timbre son mientras bamos por el pasillo, me haba preguntado mi nombre y yo

    el suyo, casi se carcaje cuando me tropec con los escalones, me dijo que tal vez los

    lentes no servan de mucho, de cualquier forma fue la nica vez que Edward no fue

    grosero, fue amable, si, con su sentido del humor pero amable, hasta que nos

    topamos con el resto de su grupo.

  • Me qued helada al ver Jacob, su piel morena y esa sonrisa, pens que haba nacido

    para mirarlo.

    -Edward-, llam Jacob desde el final del pasillo.

    -Lo conoces?-, le pregunt entusiasmada

    -As que otra a su bolsa-, murmur algo molesto, no entend muy bien por que,

    frunc el ceo, el camin y yo lo segu

    -Quin es tu amiga?-, pregunt Rebeca mientras lo abrazaba, cuando llegu a la

    escuela Edward y ella eran algo as como amigos con libertades.

    -Pecas, pecas es nueva y esta enamorada de Black como todas-, murmur divertido al

    odo de la chica pero lo o, lo mir sin comprender, desde el principio fue falso, no

    entiendo como pude pensar que poda haber sido mi amigo.

    -Este es el edificio B-, seal Edward

    -Pero-, tartamude confundida, el chico amable y gracioso se haba ido ahora

    quedaba el engredo burln

    -Despierta nia, eres nueva as que es comprensible, pero t y nosotros no

    congeniamos-, explic Leah mientras los vea a todos alejarse, Alice me mir y luego

    a su hermano pero no dijo mas, pens que eso era todo, me ignoraran, pero no,

    "pecas" fue mi nombre y Edward el verdugo, jams entender por que.

    Senta la garganta seca, y no haba visto a nadie importante, as que fui hasta una

    mesa de bebidas y me serv algo de ponche, estaba totalmente perdida en mis

    pensamientos que me gir sin divisar quien estuviera detrs de mi, choque contra un

    cuerpo y la bebida sali disparada a una corbata negra y una camisa blanca, levant

    mi rostro y me top con unos ojos verdes, a decir verdad perd la cabeza por un

    momento, hasta que el comenz a sacudirse la ropa y record lo que haba hecho.

    -Lo siento-, me disculp apenada

    El levant la cabeza y sonro de forma torcida

    -No hay problema-, contest

    No necesit mas para que mis piernas se convirtieran en gelatina, era l,

    definitivamente tena muy mala suerte. Mir la placa, solo para confirmar que no me

    haba vuelto loca.

  • -No te vi, lo siento mucho-, dije nerviosa mientras evitaba mirarlo a los ojos, no

    quera que precisamente Edward Cullen supiera que estaba ah, no me importaba si

    pensaba que segua siendo el patito feo o un cisne

    -No te preocupes, aunque has arruinado el traje, adis toda posibilidad de encanto-,

    brome mientras yo lo miraba incapaz de no hacerlo, pareca como si mis ojos

    tuvieran vida, el estaba sonriendo y me mir, recorri mi cuerpo hacindome sentir

    desnuda, pero no fue malo, a decir verdad fue bastante placentero, pero sus ojos

    regresaron a mi rostro y supe exactamente el momento en que me reconoci, cre

    que nadie lograra hacerlo, no parecan haberme reconocido hasta ese momento, su

    cara estaba llena de contrariedad, y por un momento no dijo nada hasta que volvi a

    sonrer.

    -Hola pecas-, salud un tanto alegre, un tanto molesto?

  • Captulo 2

    Dnde quedaron las mariposas?

    Pecas!, debera ser una broma, casi reprim el instinto de llevarme las manos a la

    cara, odiaba a Edward Cullen, lo odiaba, as que hice lo que cualquier persona

    madura hara, imagin que le caa un yunque encima.

    Despus de ver como quedaba totalmente aplastado en mi imaginacin, tuve la

    fuerza para sonrer amablemente, hice el ademn de ver su nombre como si no me

    acordara de el.

    -Hola Edward-, salud mientras el rea

    -Lo siento es que como no llevas tu placa pens que preferas pecas-, brome

    mientras yo asenta

    -No haba recordado ese nombre desde hace mucho-, ment pero el entrecerr los

    ojos.

    -No?-, pregunt divertido acercndose un paso, yo levant la mirada y lo encar,

    mala idea pues otra vez mis piernas flaquearon, tal vez necesitaba vitaminas.

    -No-, contest mientras el tomaba su corbata

    -Pens que esto era venganza-, mir la mancha y sonre sin poder evitarlo, yo

    hubiera querido echarle encima un bote de basura, negu sonriendo.

    -Seria demasiado inmaduro, no crees?, adems todo eso de la preparatoria quedo en

    el pasado-, contest mientras el sonrea de lado, se inclin hasta que pude sentir su

    aliento, pero mi cuerpo no se mova, pareca querer acortar mas la distancia.

    -Si, ahora te ves tan, tan, madura-, murmur l mientras yo arqueaba una ceja.

    -Eso es un halago?-, pregunt retndolo

    -No lo se Bella, lo es?-, era extrao orlo pronunciar mi nombre, mi nombre!, casi

    le digo que lo repitiera solo para saber que lo haba dicho, trat de tranquilizarme

    mientras solo poda ver su cara y aun cuando haba recorrido mi cuerpo con la

    mirada ahora estaba centrado en mi ojos, esperando un repuesta.

  • -Edward, hermano, por fin te encuentro-, detrs de Edward haba otro hombre unos

    centmetros mas alto, moreno, con una deslumbrante sonrisa, llevaba un traje sin

    corbata, Jacob Black

    Mir a Edward un segundo antes de que se volviera hacia Jacob, cerr los ojos y neg

    antes de darme la espalda.

    -Alice esta como loca, al parecer el grupo contratado tuvo un accidente o algo as-,

    murmur Jacob antes de que sus ojos me miraran, bueno para la satisfaccin de

    Tanya podra contarle como casi se le desprenda la quijada.

    -Pens que vendras solo Edward-, me re al pensarme como pareja de, si claro.

    -Vine solo, aqu la seorita y yo solo estamos arreglando el asunto del pago de mi

    traje-, anunci Edward mirndome, yo entrecerr los ojos y Jacob solt una

    carcajada.

    -Ya me caes bien-, sonri mirndome mientras yo levantaba las cejas.

    -Bien creo que yo debera ir a revisar mi saldo en el banco, mira que tener que pagar

    un traje tan fino y caro-, anunci tratando de salir de entre los dos hombres, Edward

    sonri pero para mi sorpresa no impidi nada, Jacob dio un paso y levant la mano.

    -Al menos dinos tu nombre, ya sabes, para poder cobrarte-, mir de reojo como

    Edward rodeaba los ojos y de poder hacerlo yo tambin lo hara pero en cambio le

    extend mi mano a Jacob y lo mir coquetamente, para esto haba venido, no para

    que me dijeran que era bonita, no, haba venido para que entendieran que cada

    persona tiene un potencial y yo estaba a punto de mostrar quien era Isabella Swan.

    -Soy Bella, Jacob no me recuerdas?-, mov la cabeza y me deshice de su mano

    mientras me alejaba de ellos.

    Camin hasta llegar a las puertas del tocador de damas y respir, sintiendo los

    nervios que parecan haberse escondido hasta que los pudiera sacar a solas, haba

    sobrevivido a ese peculiar encuentro, por mi me daba por bien servida.

    -No Jazz, no me puede calmar, esto esta saliendo mal, y tu no llegas, si ya se que estas

    atorado pero siempre estas en el estudio, no, ahora mismo no te quiero hasta que

    ests aqu-, mir a una hermosa mujer, con el cabello rizado corto, se dio la vuelta y

    me sonri como disculpndose un segundo antes de que para ambas la verdad cayera

    en cuenta, Alice Cullen, tan pequea y tan simptica.

    -Isabella Swan, pens que no vendras-, sonri y aun titubeante se acerc y me bes

    la mejilla.

  • -Hola Alice-, contest con una media sonrisa, se separ y sonri mirando su celular.

    -Lo siento es que al parecer no habr msica mas que la del sonido, tenia contratado

    un grupo musical pero todo se fue a la basura-, anunci haciendo un mohn

    -Tu organizaste la reunin?-, pregunt mientras ella sonrea

    -Si, Rose y yo tuvimos la idea, pero ella apenas viene y ya no hay como arreglarlo-,

    sonre comprendiendo, me daba algo de alegra que ellas siguieran siendo amigas, en

    realidad no tenia ningn recuerdo agrio de ninguna de las dos. Algo al recordarlas

    me record a Tanya, al pasar por la calle y toprtelas eran imponentes, tan elegantes

    y tan hermosas, pero con un corazn de acero por fuera y algodn por dentro y tan

    amables a la vez

    Tanya!, casi brinqu mientras Alice me vea

    -Tanya-, volv a decir ahora en voz alta

    -Creo que puedo ayudarte, claro si no te preocupa el costo extra por lo apresurado

    del tiempo-, le dije a la hermana de Edward mientras se le iluminaba la cara.

    -Estara en deuda contigo siempre-, anunci eufrica, yo re y saqu mi celular.

    -Hola Tanya-, salud cuando mi amiga contest

    -Como estas?-, pregunt impaciente

    -Bien, de hecho mucho mejor, tenias razn pero te contar maana, mira necesito

    saber si me puedes ayudar, el grupo musical contratado tuvo un contratiempo,

    podras conseguir algo, no importa el costo-, mir a Alice y ella asinti.

    -Claro, espera, te regreso la llamada en unos minutos-, me desped y colgu mientras

    la hermana de Edward me miraba.

    -Gracias, se que me debes de odiar pero aun si no pudieras conseguirlo, el gesto vale

    mucho-, yo sonre algo confundida.

    -Odiar?-, murmur

    -Si, con todo lo que Edward te haca y bueno en realidad yo nunca dije nada aunque

    deb haberlo hecho, Rosalie unas cuantas veces so con golpear a mi hermanito o a

    Rebeca-, sonri y me negando en respuesta, tal vez hubiera sido divertido ver eso.

    -Bueno, que lo digas ahora es reconfortante-, sonre antes de sentir mi telfono

    vibrar.

  • -Te iras al cielo, almorzamos juntas maana-, me desped mirando a Alice.

    -El grupo Twilight estar aqu en a lo mucho treinta minutos-, Alice abri la boca

    -Pero me dijeron que estaban ocupados-, asegur sorprendida, yo solo sonre.

    -Tanya es organizadora de eventos y creme, a veces a ella le han dicho lo mismo-,

    cont mientras ella me abrazaba, me quede esttica

    -Ahora estoy en deuda contigo-, se separ y me tom de la mano, recorrimos el saln

    hasta llegar a una mesa, que estaba vaca, salvo por un saco y el que supuse que seria

    su bolso.

    El saln se empezaba a llenar por completo y todos rean y saludaba eufricos, mir a

    Alice mientras ella sonrea

    -Se que para ti debe ser incomodo, pero la gente cambia o tal vez solo necesitas

    comprenderla un poquito-, yo frunc el ceo mientras ella continuaba, sentndose al

    lado mo.

    -Se mejor que nadie que cuando una persona es para ti, lo es aun cuando hubieras

    jurado lo contrario-, murmur con ojos calidos, iba a preguntar por que me lo deca

    pero levant la vista y sonri.

    A unas mesas de distancia, un hombre rubio, alto y de complexin delgada caminaba

    hacia nosotras, llevaba unos lentes que lo hacan parecer muy intelectual pero no le

    quitaban ese toque algo enigmtico, lo aumentaban, Alice se levant y lo recibi con

    un beso.

    -Pens que estaba enojada seorita-, brome el mientras ella rea.

    -Tienes que agradecer a Bella por mi buen humor-, yo negu mientras el me miraba

    algo apenado.

    -Jasper Whitlock-, extendi la mano y yo la tom saludando.

    -Isabella Swan-, el sonri mientras ella volva a sonrer.

    -Qu te pasa Alice?-, pregunt una voz ronca a mis espaldas, me gir para reconocer

    Rosalie del brazo de un hombre muy grande y muy guapo, con un toque de parecido

    con Alice lo que era de verdad irnico.

    -Rose, recuerdas a Bella?-, murmur Alice mientras Rosalie me miraba y sonrea, se

    llev una mano a la boca.

  • -De verdad eres tu!-, sonri y me abraz tomndome nuevamente por sorpresa,

    sonre en respuesta, el grandulon pareca estar pensando hasta que sonri

    nuevamente.

    -Ya se de donde haba escuchado tu nombre, tu eres pecas-, yo buf bajito, -y dale

    con el apodo-, Alice pareci temer que me molestara por que vino y me agarr del

    brazo mientras Rosalie le pegaba al hombre.

    -Vuelves a decirle pecas y te aviento el anillito, entiendes?-, el sonri mirndome

    -Si, bebe, entend-, casi re al mirarlo

    -Lo siento, Emmett nos oa discutir a Edward y a mi todos los das, el es mi hermano

    mayor, se va a casar con Rosesi antes no la hace enojar demasiado-, murmur

    Alice lo ultimo mientras yo sonrea, me senta en la dimensin desconocida,

    conviviendo con ellas, quien lo dira

    -Ya conociste a mi esposo, un enfermo por el trabajo-, continu mientras el hombre

    rubio sonrea, todos nos sentamos nuevamente dejando dos asientos vacos, no era

    muy difcil adivinar quienes faltaban, aunque no se les vea por ningn lado.

    Minutos mas tarde el grupo lleg, Alice y Rose fueron a recibirlos mientras sus

    parejas las seguan para ayudar, de repente me quede sola y pude respirar de nuevo,

    iba a terminar con taquicardia.

    -Alice jams olvidara lo que hiciste por ella-, murmur una voz a mis espaldas

    -Poda ayudarla-, me encog de hombros mientras me giraba para mirar a Edward

    sentado en la silla al lado de la ma.

    -Me intriga, como pudiste conseguir al grupo que ella quera, eres una chica mala

    Bella?-, murmur mientras yo miraba hacia la pista, y estaba ah otra vez, ese

    temblor en la columna, no saba que era peor que me llamara pecas o que me llamara

    por mi nombre.

    -Un amigo me ayud-, murmur mirndolo nuevamente, el entrecerr los ojos pero

    no dijo nada.

    La mesa permaneci en silencio solo un minuto hasta que me gir.

    -Y tu, eres un chico malo Edward?-, casi me doy un golpe en la cabeza contra la

    mesa y de donde sali eso, pero no import pues el pareci divertido y me mir.

    -No, mas bien me he convertido en alguien aburrido-, murmur sin desviar su

    mirada y yo entrecerr lo ojos.

  • -Claro-, me gir hacia la pista mientras el grupo iniciaba con la primera cancin,

    pude observar como Jacob caminaba hacia nosotros arrebatador como lo recordaba y

    aun as al esperar que mi corazn se acelerara y que mis manos me sudaran, me

    quede sin nada, sigui caminando hasta que lo tuve enfrente.

    -Bailas conmigo?-, pregunt galantemente mientras yo lo miraba, s, babeando a mi

    pies

    -Apuesto a que Leah bailara contigo-, murmur con una sonrisa, Edward se ri

    entre dientes pero no lo mir, Jacob sonri

    -Me merezco eso Bells-, contest el y yo me esforc por no rodear los ojos, de

    cuando ac poda formar diminutos con mi nombre

    -Tal vez pecas no sepa bailar-, brome Edward mientras yo lo miraba tratando de no

    saltarle encima, Ese hombre tenia trastorno bipolar!, en vez de eso sonre

    mirndolo.

    -Apostamos?-, me gir y camin hacia la pista seguida por supuesto de un Jacob que

    pareca no tener vida propia o tal vez estaba pensando con otra parte de su anatoma,

    eso me hizo rer, ni en sus sueos.

    Al llegar a la pista me tom una mano y la otra la coloc en mi cintura, de nuevo

    esper algo, si haba estado tan enamorada de el, algo debera quedar, eso pens, pero

    no sent nada, las mariposas se haban ido a mejores bosques.

    -Lo siento por no reconocerte, estas hermosa-, dijo con una sonrisa mientras yo me

    encoga de hombros.

    -No es para tanto-, le dije mientras el sonrea.

    -Claro que si y disculpa a Edward, hablar con el-, me dijo casi con gesto protector.

    -Eso hubiera servido 10 aos atrs, no crees?-, le dije mientras nos movamos al

    ritmo de la msica.

    -Si, tal vez si, lo siento por eso tambin, pero ya no somos los mismos-, susurr

    mientras yo asenta con la cabeza.

    -Basta de hablar del pasado, que ha hecho Jacob Black hasta ahora?-, murmur

    sonriendo y el pareci haber ganado la lotera

    -Soy jugador del equipo de bisbol de New York-, sonri triunfante

  • -Vaya, cualquiera dira que tena que saberlo-, murmur extraada y el se encogi de

    hombros.

    -No importa, me agrada mas no ser conocido-, dijo sonriendo y yo asent

    Ahora resultaba que todos eran exitosos, me iban a salir con que Edward era rico?

    -Entonces no vives aqu?-, inquir confusa

    -Tengo mi guarida secreta aqu, me gusta visitar a Edward y a Alice-, anunci con

    una sonrisa de nio y yo sonre sin poder creer que todos estuvieran tan cerca,

    imaginaba que estaran a miles de kilmetros.

    Bailamos un poco mas mientras Jacob se desviva por preguntar cada detalle de mi

    vida, y yo luchaba por contar solo lo esencial y mantener el misterio, as no dormira

    pensando en la mujer misteriosa que cambio de patito a cisne, al fin y al cabo no

    volvera a verlos.

    Regresamos a la mesa para la cena, me sent al lado de Alice y Jacob respectivamente

    con Edward en frente, era lo nico que me pona nerviosa de una forma extraa,

    pero trat de no hacerle caso, todos eran muy divertidos, y por un momento se me

    olvid todo aquel pasado donde ni ensueos estara ah sentada.

    Claro aadindole que Leah, la chica: Soy el ombligo del mundo, estaba dos mesas

    mas lejos sentada junto a Jessica y otros que no recordaba sus nombres, al parecer ni

    a Alice ni a Rosalie les caa muy bien, segua siendo hermosa, aunque se debata en lo

    vulgar, lo que me sorprendi es que Jacob no la mir y ella tampoco, su mirada

    estaba fija en alguien mas, Edward.

    Zorra!

    Mov la cabeza reprimiendo el sentimiento, no deba importarme si esos dos se traan

    algo, despus del postre y algunos comentarios chistosos del mayor de los Cullen,

    Jacob me invit de nuevo a bailar, vi de reojo como Edward se deslizaba junto a Leah

    por la pista mientras el grupo tocaba y tocaba.

    -Y Rebeca?-, pregunt a Jacob, extrandome no ver a su hermana

    -Se caso hace dos aos con un empresario, vive fuera del pas-, al parecer no se

    llevaba mucho con su cuado, no quise saber mas

    -Bailas muy bien, parece que eres perfecta-, murmur mientras yo sonrea casi

    incrdula, los hombres podan ser tan predecibles.

  • -Nadie es perfecto y bajo el maquillaje aun siguen las pecas-, brome mientras el

    acariciaba mi mejilla, su calor corporal era reconfortante pero a la vez inspido, no

    haba nada, ni un cosquilleo.

    -Tal vez sera interesante-, susurr cerca de mi, si claro y ahora esperaba que me

    plantar a su pies, aqu estaba mi revancha.

    -Bueno, tal vez tengas que buscar alguna otra cosa interesante-, le dije sonriendo

    mientras terminaba la cancin.

    -Me dio gusto verte Jacob-, camin fuera del saln hacia los jardines, deseosa de un

    poco de aire, casi choqu con una Leah furiosa que ni siquiera se par.

    -Gusto en verte tambin-, murmur mientras sala y respiraba.

    -Cumpliste tu sueo pecas?-, pregunt Edward pegndome un susto

    -Bailaste con Jacob Black-, sonri a media llevndose un vaso con whisky a la boca.

    -Cre que el apodo quedaba en el pasado-, murmur mientras el sonrea

    -Te molesta?-, pregunt con una ceja enarqueada, quise gritarle que si pero yo era

    una mujer madura

    -Sabes que no me importa-, le contest sonriendo

    -Segura pecas?-, se acerc a mi casi sin que lo notara, mi corazn pareci enfermo

    -Pecas, pecas, pecas-, murmur una y otra vez, este juego lo pueden jugar dos.

    -No, no me importa-, murmur dando un paso, sosteniendo el vaso que el tenia entre

    su mano rozando sus dedos, estaban fros.

    -Pero como informacin general, mi nombre es Bella-, casi se me olvida por que me

    haba acercado, pero sus dedos se movieron de forma por poco imperceptible y lleg

    la cordura a mi cuerpo, tom el vaso y lo derram de nuevo en su camisa.

    -Oh-, exclam entrando de nuevo al saln aun cuando mis piernas parecan atole.

    Era hora de irse.

  • Captulo 3

    El prncipe se queda sin zapatilla

    Camin hasta la mesa en donde estaban Alice y su esposo, el susurraba algo al odo

    de ella que la hacia sonrer, casi me dio pena llegar y reventar su espacio.

    -Hola chicos-, salud mientras Alice me miraba

    -Qu crees que haces?-, pregunt vindome tomar mi bolso

    -Es tarde y no me gusta conducir de noche-, contest mientras ella me miraba de

    reojo casi buscando otro motivo.

    Bueno, de hecho lo haba, no quera tener que soportar a Jacob y sus halagos o que

    ella notara la nueva mancha en el traje de su hermanito.

    -Tienes razn, solo por que no estara tranquila si te fueras ms tarde-, me advirti

    mientras yo sonre.

    -Es un poco mandona-, murmur su esposo mientras ella lo codeaba.

    -Dame tu telfono, para reunirnos-, coment mientras yo me quedaba en blanco.

    Oh-oh!

    -Claro, me gustara-, contest sin pensar, en realidad deseaba verla de nuevo pero no

    quera volver a saber nada de Edward Cullen, ni siquiera para volver a derramarle

    cualquier cosa, sonre mientras ella me miraba, le di mi numero, pidiendo a Dios que

    no se lo diera a cualquier persona y me desped de ella, de Jasper , de Rosalie y su

    prometido, llegu a la salida mientras el valet me sonrea e iba por mi auto, me

    abrac a mi misma sintiendo el fro de la noche , el chico aparc y me abri la

    puerta.

    -Gracias-, murmur mientras me entrega un papel.

    -De nada hermosa-, contest mientras yo sonrea y negaba con la cabeza, entr y

    cerr la puerta, cuando gir hacia la siguiente avenida, mir el papelito, haba un

    nombre y un telfono, por Dios, si el chico era un adolescente, aunque claro no

    estaba mal para cerrar con broche de oro la noche, al menos haba dejado

    boquiabierto al mismsimo Jacob Black y haba arruinado el traje fino al engredo de

    Edward Cullen, muy poco comparado con todo mi ropa que el lleno de pintura

  • En realidad me alegraba haber asistido, conocer un poco mas a Alice y a Rosalie,

    jugu con la idea de llegar a ser amigas, me imagin a ellas junto a Tanya yendo de

    compras conmigo, riendo y contando secretos, criticando a otras personas,

    inocentemente claro esta, sonre, soar no costaba nada, aun cuando estaba casi

    segura que no los volvera a ver.

    Puse Claro de Luna para relajarme, haba sido demasiadas emociones por una noche,

    estaba feliz por que hubiera terminadoo no?

    Mi querido auto resping ante el pensamiento y dos movimientos mas se par por

    completo.

    -Ahora que-, exclam bajndome, tirit ante el fro mientras lo miraba, por mi

    simple observacin no deduca nada y la verdad no era una mecnica experta

    -No me puedes hacer esto-, me recargu sobre la puerta del copiloto mirando los

    autos pasar, saqu mi telfono y marqu el numero del seguro, despus de 15

    minutos de dar datos, por fin me dijeron que estaran conmigo en aproximadamente

    media hora, cuando ya fuera un cubito de hielo.

    Me sub al coche resignada a contar hasta que pasaran los treinta minutos y tratar de

    no morir de aburrimiento o hipotermia, o ambas.

    Trescientos diez, trescientos once, trescientos doce toc, toc.

    Grit sintindome en alguna pelcula de terror y esper ver al hombre loco del

    hacha, claro, haba sido mejor eso a un Edward Cullen divertido.

    Me hizo el ademn de que bajara el vidrio y quise ignorarlo, pero como quedara con

    eso, pensara que lo estaba evitando y en realidad no me arrepenta de lo que haba

    hecho, si pudiera le aventaba todo el ponche.

    -Te aseguro que la fiesta estaba mas divertida que esto-, dijo sonriente cuando baj

    un poco el cristal.

    -Entonces qu haces aqu Edward?-, pregunt mientras el me miraba.

    -No lo se-, contest mientras miraba el auto.

    -Qu paso?-, pregunt, yo me encog de hombros.

    -Reprob mecnica-, murmur mientras el rea, fue hasta el cofre y lo abri, baj del

    auto y de nuevo odi el vestido.

    -No veo nada a simple vista-, murmur mientras yo rodeaba los ojos.

  • -Bien, gracias por la ayuda-, contest, temblaba ligeramente, lo vi moverse y

    extenderme la mano sosteniendo su saco.

    -Mejor vuelvo a dentro-, negu pero l entrecerr los ojos.

    -De todos modos, tendrs que bajar cuando el seguro llegu, no es as?-, asent

    tomando la prenda a regaadientes

    Me lo puse dejando en el aire una fragancia de verdad exquisita, masculina, ligera y

    tremendamente adictiva, no quise pensar de donde provena, quiera conservar mi

    salud mental.

    Por fin despus de largos minutos en los que el no se movi recargado al lado mo

    sobre el coche, lleg la gra, revisaron el coche y me informaron que lo llevara a la

    agencia.

    Genial!

    Firm los papales y me desped enojada de mi traicionero y hermoso mercedes.

    -Te llevo a tu casa-, habl el mientras yo casi haba olvidado que segua ah.

    -Tomar un taxi-, contest casi de inmediato.

    -Es peligroso tan de madrugada-, replic mientras yo rodeaba lo ojos.

    -Tal vez llam a un amigo-, murmur repasando los nmeros de mi celular, el ri

    tenuemente con algo que destello en sus ojos.

    -Bien esperar hasta que llegue-, dijo muy pagado de si mismo, si definitivamente

    tena trastorno bipolar.

    -Se cuidarme solita Edward-, casi sonre al ver su rostro

    -Si eres razonable dejaras que te lleve a casa-, iba a replicar pero levant una mano

    en seal de reprimir cualquier protesta.

    -Adems me lo debes, por derramar lo que se te ocurriera sobre mi-, exclam

    sealando su camisa manchada.

    -No gozo de tu memoria a corto plazo, segn yo recuerdo no es nada comparado a

    tus pequeas travesuras-, murmur molesta

    -Bella, te deshars ms pronto de mi si me dejas llevarte a tu casa-, murmur

    mientras yo cerraba los ojos, definitivamente debera estar prohibido que el dijera mi

    nombre, p r o h i b i d o.

  • -Bien-, contest mientras el sonrea triunfante

    Me abri la puerta de su coche y entr mientras el olor de hace unos momentos

    ahora si me dejaba noqueada, debera ser el aromatizante, tena que serlo, tal vez

    seria bueno ponerme a contar de nuevo.

    Le indiqu la direccin de mi casa y encendi la radio mientras el camino fue

    compartido en un silencio que ninguno de los dos extraamente rompi, hasta que le

    seal cual era mi calle.

    -Sabes, pens que no asistiras-, murmur mientras yo giraba mi rostro hacia el.

    -Por qu no lo hara?-, pregunt hacindome la desentendida.

    -No lo se, cre que para ti no haba sido la mejor etapa-, contest encogindoos de

    hombros mirando hacia la calle.

    -No lo fue, no s por qu, tu si?-, le reproch mientras el rea.

    -Ya, tal vez yo hice de tu vida un infierno pero cada quien vive en su propio

    martirio, no lo olvides-, contest mientras yo lo miraba.

    -Debo entender eso?-, pregunt confundida

    -No en realidad-, dijo aparcando fuera de mi departamento.

    -Lo hiciste sabes?-, susurr nuevamente mientras yo trataba de entender.

    -El qu?-, pregunt en un hilo de voz

    -Sorprendernos, hacer que nos mordiramos la lengua, cualquier frase que se te

    ocurra-, murmur sonriendo mientras yo abra y cerraba la boca varias veces.

    -Claro, como si yo anduviera por la vida solo buscando sorprenderlos-, repliqu

    mientras el se ria.

    -Inocente o no lo hiciste-, continu sin despegar los ojos de los mos.

    -Te incluyes en el plural-, pregunt ladeando la cabeza.

    -Y si te dijera que si Bella, habra alguna diferencia?-, murmur inclinndose hacia

    mi girando su cuerpo en el asiento.

    -Si, claro-, rode los ojos, me gir para abrir la puerta, sent un hormigueo en mi

    brazo pero no puede divisar que lo provoc hasta que el agarr de su mano me hizo

    girar y quedar frente a el mientras que con su otra mano libre me sostena la nuca y

  • me mir, me mir como si quisiera decir tantas cosas y como si quisiera grabarse mi

    cara y yo, solo puede quedarme ah, sin darme tiempo de reaccionar.

    -Perdn, por el pasado, por todo lo que hice

    -Perdn por esto-, susurr para despus unir su boca a la ma, roz mis labios dos

    veces lo que provoc que mi carne se pusiera de gallina, trataba de recordar en

    pensar pero ya no haba cerebro en mi solo lo que mi cuerpo senta, deseaba.

    El gru, literal, tom mi cara entre sus manos acercndome aun mas mientras yo

    abra la boca, parte sorpresa, parte mi gusto.

    Jams haba besado, si eso era besar, su lengua hacia el amor a mi boca, haba odo a

    Tanya mencionarlo pero sinceramente solo eso me estaba llevando a sentir dolor,

    palpitante dolor, deseaba mas, mucho mas, entraba, sala, acariciaba mientras yo

    enterraba mis manos en su cabello.

    Perdn, la palabra reson en mi cabeza mientras el rozaba mis labios y bajaba a mi

    cuello.

    Edward Cullen se haba disculpado

    Haba entrado en algn mundo de fantasa?, tal vez s y era mejor despertar antes de

    que el ogro viniera, antes de que el despertador sonara.

    Me separ y el no hizo nada, m mano pareci tener vida propia pues lleg hasta su

    boca y recorri sus labios que estaban ms llamativos a causa del beso.

    -Se feliz Edward-, murmur mientras el sonrea no burlonamente y tal vez no

    sinceramente, solo un reflejo.

    -Y tu Bella-, contest mientras yo bajaba, no import el fro de la noche, camin

    hasta abrir la puerta del edificio y apret el botn del ascensor hasta el ultimo piso

    donde estaba mi departamento, escuch un sonido y me gir, se haba ido.

    Entr al ascensor mientras me recargaba en una de las paredes, llev mis dedos a los

    labios y cerr los ojos.

    Bes a Edward Cullen, la nica persona que tal vez odie en mi vida y me gust.

  • Captulo 4

    Todo se ve diferente con los aos

    Mir a Jane entrar con otro arreglo de rosas blancas, las flores eran hermosas pero me

    revolvieron el estomago, que pretenda?, que pusiera una florera?.

    -Es insistente-, suspir ella tmida, el da anterior haba llegado otro y el lunes igual,

    tres das, tres arreglos, todos glamorosos, todos para derretirse, claro si sintiera algo

    por el, me levant del escritorio y alcanc la tarjeta.

    Hola Bella Espero que tengas un buen da, estar en Phoenix el fin de semana, esper poder verte de nuevo. Pinsalo por favor. Con cario Jacob Black

    Suspir y tir la tarjeta, Jane me mir casi incrdula pero yo medio sonre, ella me

    devolvi el gesto y comenz a salir de la oficina

    -Jane-, la llam antes de irse

    -Si, Bella-, contest en la puerta

    -Si el Sr. Black llama sabes que contestar cierto?-, pregunt y mi pequea secretaria,

    sonri casi maliciosamente lo que fue terrorfico pues tena una cara tan angelical.

    -Estas en una junta-, murmur ella saliendo con una sonrisa discreta.

    Me recargu en mi silln masajeando mi cuello con una mano, no tenia tiempo para

    el que pareca un acoso por parte del conquistador Jacob Black, aun no entenda

    como poda haber dado conmigo, le cont que trabajaba en una revista de negocios,

    pero de eso a que supiera exactamente a donde mandar los arreglos, lo nico que

    agradeca es que al parecer desconoca mi direccin o mi telfono mvil, lo cual me

    permita aun permanecer e paz.

    Qu pretenda?, saba mejor que nadie que le gust el cambio en mi, pero en

    realidad no me conoca, era imposible que quisiera salir conmigo solo por que la

  • tonta adolescente que estaba enamorada de l en el pasado, ahora s le parece bonita,

    es algo tarde no?, trat de no pensar en ello, tarde o temprano se cansara y sera el

    fin de la historia.

    Despus de un largo da y de que Jane volviera a decirle un insistente Jacob que aun

    me encontraba ocupada, sal rumbo a mi departamento, haca un da me haban

    entregado mi auto, Tanya haba estado dndome un aventn mientras continuaba sin

    mi caprichoso mercedes, Tanya, haba pasado dos das de tortura repitindole con lujo de detalle cada segundo de la fiesta, claro que mi relato siempre se terminaba

    mucho antes de aquel beso con Edward

    Fui dbil, dbil, dbil, ahora resulta que no poda estar con un hombre guapo y sexy

    por que yo ni tarda ni perezosa, contestaba cualquier beso que l intentara, Alto!, y

    a mi desde cuando me parece sexy y atractivo?

    Mov la cabeza como querindome deshacer de mis pensamientos, me quite los

    zapatos y el clima calido del suelo de mi hogar me hizo suspirar, me prepar un te

    helado y me dispuse a acomodar mi habitacin, a mitad de semana siempre me

    encargada de recoger un poco mis cosas, pero me par en seco cuando en lo mas

    hondo de mi closet encontr la nica prenda entre toda aquella maraa que

    definitivamente no era ma.

    No me di cuenta que lo traa puesto hasta que llegu al departamento, deb

    devolvrselo, pero ya se haba ido, tom el saco y sin pensar me lo acerqu a la cara,

    solo para comprobar que el olor segu ah, exquisitamente adictivo.

    Era pattica, lo sabia, Odiaba a Edward Cullen!, de una forma u otra siempre

    terminaba sintindome indefensa ante el, envolv el saco y lo guard en una bolsa,

    tal vez para despus regalarlo un centro de caridad o algo as, en dado caso no

    importaba, me promet a mi misma no volver a tocarlo. Ni a el ni mucho menos a su

    dueo.

    Al da siguiente me dispona a ir a almorzar con Tanya, a mediados de mes, el tiraje

    de la revista estaba en proceso y era el tiempo mas liviano de mi trabajo, mi amiga

    entr a la oficina siempre tan despampanante mientras yo me pona brillo labial.

    -Y bien el arreglo del da de hoy?-, pregunt mientras yo sonrea, me haba estado

    molestando con que la mismsima Isabella Swan haba dejado enamorado a Jacob

    Black, al momento que se enter de las flores.

    -Hoy no hubo, supongo que ya paso la fiebre del reencuentro-, brome, mientras mis

    palabras se estampaban en mi cara.

    Jane entr seguida de un mensajero con una arreglo de rosas rojas enorme,

    demasiado para la vista, Dnde quedaba la simpleza?

  • -Qu es eso?-, murmur mientras Jane me miraba tan bien algo fastidiada.

    -Yo creo que esto ms que fiebre se volvi enfermedad crnica-, se burl Tanya

    mientras yo iba hasta el estorboso presente, saqu como pude la tarjeta y le en voz

    alta.

    -Me alegra que aun con todas tus ocupaciones te hayas dado tiempo de asistir a la

    reunin, eso me permiti ver lo inmaduro que fui, pero ahora no te dejare escapar,

    no sin una cena, este viernes, estoy en tus manos Bella, Jacob-, termin mientras

    bufaba bajito.

    -No entiende de indirectas-, mir a Jane y ella solo sonri dejndonos solas

    -T queras que fuera a la fiesta, ahora que hago?-, le dije a Tanya mientras ella se

    encoga de hombros y tomaba su bolso para salir.

    -Muy fcil, sal con l y dile que a ti tambin te dio gusto verlo pero que estas

    enamorada de otro, no ibas a estar esperando hasta que se diera cuenta de la mujer

    que tenia y dejo ir-, la mir intentando captar si estaba bromeado pero ella pareca

    muy segura de que funcionaria.

    -No, me seguir negando-, contest mientras subamos al elevador.

    -Y seguir insistiendo, mira los hombres son simples, cuando los retas, los atrapas,

    djalo saber que alguien ya te gan, que alguien mas ya cumpli el reto, aunque claro

    todo eso dejndole en claro, todo lo que perdi-, sonre al escuchar a mi amiga, pero

    de eso a salir con Jacob, aunque fuera para decirle: Yo decido cuando amar a alguien

    y ahora, ya perdiste tu oportunidad, no, no me crea capaz.

    -Me voy a inventar un hombre de la nada?-, repliqu ante la insistencia de Taya ya

    en el restaurante a una cuadra de las oficinas de la revista.

    -No, puedes hablarle de un hombre que conozcas, as si sigue insistiendo, tu

    caballero, aparecer triunfal-, suspir mientras yo rea.

    -Cmo por ejemplo?-, pregunt mientras ella pareca pensarlo.

    -Ya se, ten una cita con l y prtate toda mona como eres, as de simple, encntalo y

    luego remtalo hablando de tu perfecto novio, Marco puede ser buena opcin-,

    sigui mientras yo sonre tomando un poco de agua

    -Tanya no voy a presentar a tu prometido como mi novio-, ella sonri y asinti, se

    iba a casar el siguiente ao e irnicamente no iba a planear nada, se iban a ir a la

  • playa y casarse ntimamente, Marco era un tipo simptico, ecunime y muy

    atractivo, estaba feliz por ella.

    -Por favor Bella, o tal vez quieras seguir conviviendo con mas de 20 rosas todos los

    das-, la mir con los ojos entrecerrados y al final suspir, venganza o no al menos

    deba de ponerle a Jacob las cosas en claro.

    El jueves por la tarde habl con Jacob quien se mostr sumamente feliz por que

    hubiera aceptado, insisti en pasar por mi, as que le dije que me recogiera en mi

    oficina, Cuando un psicpata te persigue le dices el numero de tu casa?

    No, yo no.

    Mir mi vestido negro nada provocador, mostraba los hombros, un poco los cuales

    tapaba mi cabello y mostraba solo mis pantorrillas, nada como para que el pensara en

    algn otro motivo para salir, era viernes, a minutos de la esperada cita y deseaba

    que Jacob y todo lo que yo haba dejado atrs antes de la fiesta formara parte de mi

    pasado, me quede mirndome al espejo, hice lo que estos das se haba vuelto una

    costumbre al mirar mi reflejo, toqu mis labios, record la forma en que los labios de

    el se amoldaban en los mos, su sabor, sus caricias, y casi estuve segura que por mas que me deshiciera de de Jacob, de mis recuerdos de preparatoriade todo, ese beso

    me seguira siempre, dejndome nerviosa y con el estomago echo nudos.

    * * *

    -Estas perfecta-, salud Jacob besando mi mano

    -Hola Jacob-, salud mientras el me abra la puerta de su auto

    -No sabes lo feliz que me haces viniendo esta noche-, contino mientras rodeaba el

    descapotable rojo, demasiado, demasiado, demasiado.

    -A dnde vamos?-, pregunt mientras el cambiaba de velocidad.

    -A un restaurante de comida internacional, muy privado y elegante, Edward me lo

    ha recomendado mucho-, contest, la solo mencin del nombre de mi peor pesadilla,

    era un presagi de que yo no debera haber aceptado.

    El camino fue en silencio, de mi parte, pues mi ex compaero se la paso

    elogindome, cosa que para un curso de autoestima hubiera estado bien, pero yo no

    necesitaba que me echaran porras, yo era una persona normal, por ejemplo, quera

    platicar con alguien sobre la ultima pelcula de los X-Men

  • Entramos al restaurante seguidos por el Matre, salud a Jacob efusivamente y dos

    meseros le pidieron autgrafos, vaya no me haba puesto a pensar que sala con un

    jugador de bisbol, alguien importante y mas sorprendentemente, no quera estar

    ah.

    Despus de ordenar dejndome guiar por los consejos de un Jacob que presumi de

    su gran conocimiento culinario, beb un poco de vino tratando de aligerar le

    aburrimiento.

    -Me alegra que hayas aceptado cenar conmigo-, murmur el mientras yo sonre,

    amigablemente.

    -Somos dos compaeros estableciendo una amistad-, contest mientras el pareca

    pensarlo.

    -Bella, yo deseo no parecerte directo, pero quiero mas que una amistad contigo, se

    que es precipitando, Edward no deja de repetirme que se ve demasiado conveniente

    mi inters en ti despus de verte despampanante pero-, no entend la ultima parte,

    me esforc en seguir neutral, que hacia Edward en este asunto

    -Edward?-, murmur con el ceo algo fruncido.

    -Si, no te molestes, es mi mejor amigo y se que ustedes no se han llevado bien y que

    te debe mas de una disculpa, pero quiero que me permitas intentar conquistarte-,

    pidi el mientras yo trataba de manejar el hilo de mis pensamientos, definitivamente

    me tena que alejar de estos dos hombres, ahora.

    -Jacob, lo siento yo estoy enamorada de otro hombre y el me ama a mi, solo puedo

    ofrecerte mi amistad-, contest lo mas ecunime posible, el pareci pensarlo por un

    minuto.

    -No creo que pueda conformarme con tu amistad Bella-, murmur el mirndome,

    saba que no odiaba a Jacob, en realidad no senta nada por el, nada pero tampoco

    quera lastimarlo.

    -Es todo lo que puedo darte, lo siento mucho-, desvo la mirada y despus trato de

    sonre.

    -Bien creo que yo mismo arruine mi oportunidad, tu me queras no es as, en la

    escuela-, lo mir cuando el pregunto pero me di cuenta que en realidad dudaba de la

    respuesta

  • En verdad lo haba amado?

    Pens contestar que ya no importaba pero mi celular me impido seguir, me disculp

    levantndome yendo hacia el rea de servicio.

    -Hola?-, contest, extraada de que fuera un nmero privado.

    -Hola?-, volv a insistir cuando nadie respondi, suspir pero al mirar a Jacob a lo

    lejos agradec que quien quiera que fuera me hubiera sacado de esa incomoda

    situacin.

    -Gracias, me ha impedido que le diga a mi primer amor que en realidad a los 17

    aos, nadie sabe en realidad lo que siente-, me arrepent por contarle a no se que

    persona algo que no le incumba pero a cambio recib un risa aterciopelada y

    tranquila.

    -Nadie lo sabe, Bella-, contest un voz que no me atreva nombrar, no quera

    nombrar, colgu con el corazn latindome en el pecho y mire el celular, Edward

    tena mi numero.

    Termin de cenar alejndome del tema comprometedor, solo me limite a decirle a

    Jacob que aprendemos del pasado y lo que no estaba destinado a ser, no era, tal cual,

    sin embargo los nervios en mi estomago me impidieron hasta disfrutar la comida,

    casi esper como una pelcula de terror que el mvil volviera a sonar, pero no lo

    hizo, cuando Jacob me dej en la casa de Tanya ya que segn le haba dicho haba

    quedado de reunirme con ella, me sent mientras me amiga me ofreca un caf, mir

    de nuevo el numero y suspir. Cada vez me arrepenta ms de haber ido a la dichosa

    fiesta.

  • Captulo 5

    Qu diablos esta pasando?

    Termin de ponerme el maquillaje, tapndome tenuemente las pecas que aunque

    poco notorias, persistan en mi nariz y la lnea debajo de mis ojos, en realidad en

    alguna ocasin alguien mencion que eran coquetas, pero ahora mismo tena que

    alejar cualquier pensamiento que me llevara a Edward Cullen. Mov mi cabeza y

    agarr mi cabello con un lindo broche de piedritas de colores, mir mi blusa de gasa

    y mis pantalones sueltos, sonre ante el espejo despus de ponerme brillo labial,

    cenara con Tanya y con Marco, para acallar a mi amiga que repeta una y otra vez

    que el viernes por la noche era un delito quedarse en casa.

    Acept pues si no lo hacia ella empezara a indagar que me pasaba y sinceramente ni

    siquiera yo lo saba, aun cuando esta semana se haba terminado las incontables

    flores, Jacob segua hablando conmigo mediante correos o una que otra sesin de

    chat, en realidad era simptico y muy divertido pero tenia el ligero presentimiento

    que aun no se daba por vencido, aun tenia bajo la manga lo de mi supuesto novio,

    pero deseaba que mi vida volviera a la normalidad, la preparatoria estaba en el

    pasado no en mi presente.

    Despus de un viaje corto en mi auto hasta nuestro restaurante favorito de comida

    Italiana y de anunciarme, salud a mis amigos que ya se encontraban en la mesa.

    -Hola Bells-, salud Marco sonriente, al verlos eran como leche con canela, una

    mezcla extraa pero nica, Tanya rubia, y sofisticada mientras el, de tez olivcea,

    cabello azabache y aire desenfadado.

    -Hola chicos, ordenaron ya?-, pregunt mientras Tanya negaba.

    -No, te esperbamos-, contest mientras miraba el men.

    -Cre por un momento que nos cambiarias por otra cita de ensueo?-, se burl mi

    amiga mientras yo entrecerraba los ojos.

    -Te dije que le haba dicho que no pues iba a salir con mi eterno amado-, dije

    mientras Marco rea y me tomaba la mano a modo teatral.

    -Gracias cario-, contest divertido, Tanya jams le ocultaba nada y el le responda

    igual, a veces apareca en mi el gusanito de la envidia

    Que se sentira amar as?

  • -Adems no era una cita, el lo llamo cena de amigos-, contine mientras Tanya

    rodeaba los ojos, el mesero lleg para tomar nuestra orden y se fue mientras ella

    replicaba.

    -Lo que entrelineas dice: Te conquistar a toda costa, sabes Jacob esta pagando con

    sangre el haberte rechazado-, termin mientras yo rea.

    -Y he llegado al punto de alegrarme, ahora pienso que tal vez solo era un capricho de

    mi parte, lo nico que quiero es olvidarme de todas las personas que haya conocido

    cuando aun usaba frenos-, contine mientras ellos rean.

    -Se positiva Bells, hubiera sido peor si el acosador fuera Edward Cullen o algo as-,

    brome Tanya mientras senta que la sangre caa junta a mis pies, despus de la

    llamada no haba sabido nada de el, pues en realidad no haba nada que saber, aun as

    me senta extraa, el sabia muchas cosas de mi, ahora despus de tanto aos y yo

    desconoca todo de el, solo era un recuerdo que lleg una noche y me dej con el

    corazn agitado.

    -Dios no me digas que aun no olvidas todo el martirio-, se burl Tanya

    -Claro que si, esta totalmente superado-, dije tratando de sonar contundente.

    -Me intriga saber que debiste haber hecho para que ese tonto te odiara tanto-,

    murmur Marco mientras el mesero llegaba con nuestros platillos, me tom

    completamente desprevenida.

    -Yo?-, pregunt mientras miraba a Tanya, mi amiga mir a su novio curiosa.

    -No yo no le hice nada, nunca-, negu mientras lo miraba, el levant las manos.

    -Tranquila Bella, solo digo que debe haber un motivo para que fueras su nico

    objetivo-, explic mientras yo rodeaba los ojos.

    -Era un adolescente idiota es todo-, murmur mientras me llevaba el tenedor a la

    boca.

    -Por lo mismo, cuando somos jvenes vemos mas la vida negro o blanco, el tenia un

    motivo, no lo dudes-, concluy mientras yo miraba a Tanya, ahora resultaba que yo

    era la culpable de todo.

    En que mundo es justo eso?

    -Tienes que admitir que tiene sentido-, dijo Tanya ante mi pregunta silenciosa.

    -No hice nada-, conteste alterada

  • -Gracias por tu apoyo amiga-, termin entre dientes, a lo que Tanya se ri divertida.

    -Bella, eso ya no importa-, me calm mientras yo cerraba los ojos, tenia razn y sin

    embargo no dejaba de pensar en que Edward pudiera tener un motivo para hacer de

    la preparatoria mi infierno personal por mas estupida que fuera la razn, no, no

    deba mentirme, el era arrogante, insensible y crea que todo el mundo estaba a sus

    pies.

    -Bien suficiente de m y de mis horribles tormentos-, murmur con cara de fastidio

    mientras mis dos amigos rean.

    Despus de terminar de cenar, Tanya propuso ir a bailar, pero no tenia nimos, solo

    quera llegar a mi casa y recostarme en mi cama, haba sido un da ajetreado y no me

    apeteca andar de ligue.

    -Aun te pueden aceptar en el convento-, murmur Tanya mientras me suba al auto.

    -No creo, te aseguro que no-, contest sonriente, Marco mir a su novia divertido y

    se despidi con un gesto de mano.

    Puse algo de msica de camino a casa, despus de dos altos, mi cabeza estaba

    concentrada en recordar lo que pudiera haber molestado a Edward, era ilgico y lo

    saba pero no poda evitar pensarlo, entre mas recordaba mas me daba cuenta que era

    al revs, el era el que se haba ganado a pulso el odio que senta, porque hasta ahora

    me daba cuenta que no lo tenia superado, yo odiaba a Edward Cullen, mas que a

    nadie.

    Aparqu al lado de mi edificio y sal del auto rumbo a la entrada principal de este

    para dirigirme a mi apartamento, no me di cuenta que un auto esperaba en la acera

    hasta que fue demasiado tarde, recargado sobre un volvo, que vuelvo a repetir Cmo

    diablos no vi?, estaba Edward Cullen, levant la vista pero no sonri, no dijo nada,

    solo me mir, di un paso, pens en entrar casi corriendo y despus me di cuenta que

    no tenia nada de que esconderme, nada.

    -Qu haces aqu Edward?-, pregunt en tono aburrido, no quera darle importancia.

    -Hola para ti tambin Bella-, contest mostrando una tenue sonrisa.

    -Lo siento no quera ser descorts, pero me extraa que ests aqu-, admit mientras

    el se llevaba las manos a sus bolsillos del pantaln negro que llevaba, combinando

    perfectamente con un suter gris de manga larga que se ajustaba a su cuerpo Bella!

    -Yo-, pareci no saber que decir, quedarse en blanco, muy extrao

  • -Me preguntaba si podras devolverme mi saco-, termin ya con el mismo tono de

    voz, mientras me miraba, me sent nerviosa, como si el estuviera describiendo como

    yo hace un momento la ropa que vesta.

    -Cierto, el traje fino-, murmur mientras el asenta.

    -No quera molestarte, es solo que vine y no estabas-, murmur, algo en sus ojos me

    dijo que saba algo mas, record lo que le haba mentido a Jacob, si eran amigos, su

    amigo debi de contarle, aunque me preguntaba si Jacob sabra del extrao

    comportamiento de Edward.

    -Sal con mi novio-, murmur buscando en mi pequeo bolso las llaves

    -Espera aqu, ahora lo traigo-, respir tratando de calmarme y volver a sentir mis

    piernas.

    -Hace fro-, murmur mientras yo lo miraba, sonre tenuemente, ni en sueos

    entrara a mi casa, era mi lugar personal, mo.

    -Solo ser un momento-, respond mientras el me miraba algo divertido.

    -No me invitas a pasar-, murmur en tono sensual No!

    -Me ensearon a no invitar a extraos a mi departamento-, contest algo mordaz, la

    verdad estaba llegando al lmite de mi paciencia y mi cuerpo no responda.

    -Yo no soy un extrao-, contest serio

    -Claro que si, solo eres alguien que conoca hace 10 aos-, repliqu mientras el rea

    -Aunque si cenas con extraos-, inquiri mirndome, me tom unos segundos

    comprender su pregunta.

    -No es de tu importancia-, murmur.

    -Que hay de diferente?-, pregunt aun con la voz ms oscura, ms sensual.

    -Jacob solo me ignor, t me arruinaste cada da de preparatoria-, solt al fin el

    reclam de tantos aos.

    Dio un paso hacia m y luego se detuvo, cerr los ojos y luego -prueba de su trastorno

    bipolar- se ri.

    -Claro adems de que el haber tenido la oportunidad de salir con el gran Jacob lo

    cambia todo-, murmur molesto.

  • -Sabes Edward esta conversacin no tiene sentido, en menos de 5 minutos tendrs tu

    saco-, contest girndome pero el tom mi hombro y me gir, de pronto su cara

    estaba cerca, muy cerca, su respiracin me erizaba la piel.

    -Te ped perdn-, contest entre dientes

    -Una simple palabra-, repliqu mientras el me miraba, trat de dar un paso hacia

    atrs pero sus manos envolvieron mi cintura, miedo, calor, electricidad, todo mi

    cuerpo se sinti al rojo vivo.

    -Sultame-, exig contra su rostro, pero mi voz era un hilo fino.

    -No se como-, contest antes de acortar cualquier distancia, puse mis manos en sus

    hombros tratando de alejarlo, pero cuando su boca se mova contra la ma, jade ante

    la sensacin, desliz sus lengua dentro de mi boca mientras la ma le daba la

    bienvenida, mi cuerpo responda, mientras mi mente se renda, aplastada.

    Me apret mas a su cuerpo y su cadera roz la ma, su ereccin roz mi entrepierna

    mientras gema, el se separ un poco solo para caminar dos pasos hacia atrs girarnos

    y recargarme sobre su auto.

    Detente, esa palabra se repeta pero era cada vez ms y ms lejana.

    Nuestras lenguas danzaron juntas, sincrona perfecta de movimientos y sensaciones,

    una de sus manos viaj a mi cabello y quito el broche, mi cabello cubri mi cuello

    mientras su otra mano acariciaba mi blusa, desliz sus caricias por mi espalda y

    ahueco mi trasero, restregndome contra el, mojndome, haciendo que los dos

    jaderamos mirndonos por fin a los ojos, de pronto al ver sus ojos verdes todo volvi

    en un instante y por primera vez me odi con la misma intensidad que lo odiaba a el

    Edward me solt como si le quemara, casi quiso correr, dio un paso hacia atrs

    mientras yo apretaba los puos.

    -No quiero volver a saber nada de ti, nada-, ped entre dientes mientras entraba al

    edificio, una parte de mi se imagin que dira algo, que hara algo pero cuando por

    fin llegu a mi departamento el coche ya se haba ido, estaba temblando cuando

    entr a mi habitacin, fui al cuarto de bao y me moj la cara, pas la mano por mi

    cuello, topndome con mi cabello, record el broche

    Me mir de nuevo e hice lo que desde hace tiempo no haca, irnicamente desde que

    estaba en preparatoria, llor.

  • Edward

    El claxon del auto que acababa de rebasar retumbo en mis odos pero no le hice caso,

    no iba demasiado rpido, no iba lo suficientemente rpido para alejarme de todo, de

    mi infierno personal.

    Pis el acelerador mientras maldeca el haber siquiera pensado en ir a su

    departamento, pero ella no haba dejado mi mente, llevaba dos semanas

    atormentndome, pareciera una venganza justa ante lo que yo le haba hecho

    Hace 10 aos yo no saba si lo que estaba haciendo estaba bien, pero no importaba,

    haba encontrado una forma de ser nico para ella, de que ella me recordara, a mi, no

    importaba lo idiotizada que estuviera por Jacob, yo tambin estaba presente.

    Despus de aos pens que cuando la viera de nuevo, si llegaba a hacerlo algn da,

    le pedira perdn pero jams me imagina lo que hara, la bes y ella tena razn, una

    palabra no bastaba, no bastaba.

    Ya no importaba, era la ultima estupidez que hacia por Isabella Swan, aun cuando el

    tiempo pasa, la gente no cambia y ella segua siendo la misma niata enamorada de

    mi mejor amigo, aun cuando fuera una mujer hermosa y tuviera novio.

    Qu hacia saliendo con el?

    Y yo, aun era el mismo locopor ella, el mismo que nunca supo como ponerse

    delante de Jacob Black.

  • Captulo 6

    Odio a las moiras y su destino

    Alis mi vestido rosa, con holanes en las mangas y en la falda, en realidad no haba querido asistir al baile, pero Charlie me haba dado el vestido, no quera hacerlo sentir mal, le haba dicho que mi pareja me esperara en el bailetremenda mentira,

    ahora solo esperaba pasar desapercibida, me tom un vaso de refresco en un rincn del gimnasio de la escuela y mir como el rey y la reina de la graduacin bailaban, Jacob y Leah se miraban tan bien juntos, ambos guapos, ambos con cuerpos atlticos, ya no ramos unos nios, bueno al menos ellos ya no, yo segua con cuerpo de nia y aun cuando me haba quitado la ortodoncia, los lentes aun seguan, el cabello erizado que llevaba en un moo improvisado y las pecas, por supuesto.

    Me haba puesto brillo labial por primera vez, en realidad no estaba fea, solo simple, un punto que se puede borrar en un mapa.

    -Te imaginas tener una historia de amor como la de ellos-, suspir Kate mientras yo sonrea, negu con la cabeza y me disculp saliendo del gimnasio, camin dando la vuelta mientras oa unas voces a lo lejos.

    -Pens que iramos todos juntos a la Universidad-, replic Rebecca molesta

    -De verdad salimos aqu para hablar?-, contest Edward con voz cansada

    -Esto es en serio Eddie, cre que estaramos juntos-, chill ella con voz infantil.

    -No, no juntos y lo sabes Beck-, contest el con voz dura.

    -Entonces es un juego!-, contest ella enojada.

    -Eres mi amiga-, repiti el.

    -Bueno, entonces por que te alejas de tus amigos-, inici ella, escuch con el ceo fruncido

    -No me alej, seguir en contacto, con todos-, termin Edward mientras yo caminaba un poco mas.

    -Pero en la Universidad del Este estaramos a un paso de distancia, tienes una beca deportiva igual que Jacob-, insisti ella.

  • -El deporte no es lo mo-, contest el, me escond en la esquina mientras los miraba, Dnde estudiara Edward Cullen?

    -Pero eres buen corredor-, insisti ella,

    -No es lo que quiero hacer de mi vida-, termin el mirando al suelo

    -Sabes, parece que no eres tu-, murmur ella molesta

    -Tal vez ya me canse, no crees?-, contest el y Rebecca ri.

    -De que Edward?, lo tenemos todo-, contest ella con aires de suficiencia, niita tonta.

    -No, ese es el problema, no tenemos nada que en realidad valga, la popularidad no te dar nada, no lo entiendes?, no quiero seguir as-, el miraba hacia los rboles de la parte trasera de la escuela mientras ella bufaba.

    -Suenas a funeral-, replic ella

    -Entonces vete-, gru el, ella se gir mientras yo senta como una hormiga me picaba en la pierna, la espant moviendo algunos arbustos, sal a su campo de visin y Rebecca pas delante de mi aventndome y perdindose de mi vista.

    -Es de mala educacin escuchar conversaciones ajenas pecas-, rega el sin mirarme, apret las manos en puos y me gir para irme, eso se mereca Edward Cullen quedarse completamente solo.

    Me remov en la cama y abr los ojos, esperando estar en la preparatoria, entrando al

    gimnasio de nuevo, mir mi habitacin y al reloj que marcaba las cuatro de la

    maana, suspir y cerr los ojos, hace aos que no soaba con un recuerdo de esa

    poca. Al final nunca supe donde estudio Edward Cullen, Jacob se gradu de la

    Universidad del Este, lo sabia por las conversaciones de esta ultimas semanas pero de

    Edward nada, cerr los ojos y trat de olvidarlo, no tenia importancia, aun as de

    una forma o de otra el no sala de mi mente, no poda olvidarlo, por mas que luchara,

    por mas que lo intentara, me levant y fui al cuarto de bao, me lav la cara y

    regres a mi cama, sin pensarlo saqu mi mvil y llam a Tanya, contest al tercer

    timbrazo con voz dormida.

    -Dime que es importante y no te matare-, salud mientras yo sonrea.

    -Lo siento tuve una pesadilla-, contest mientas me acurrucaba en la cama.

    -Tranquila mi nia los monstruos no existen-, se burl ella mientras yo rea.

  • -Este si-, murmur mientras oa a Tanya moverse.

    -Qu pasa Bells?-, pregunt ella y yo comenc a llorar.

    -Puedes venir-, ella acept y colg, escond mi rostro en la almohada y esper, no

    saba que mas hacer, no lo entenda, hacia ya casi dos semanas que haba encontrado

    a Edward fuera de mi apartamento, haba desaparecido como lleg, sin embargo no

    poda arrancrmelo de la cabeza, lo odiaba y me odiaba a mi, por que jams haba

    sentido por alguien lo que mi cuerpo senta con el solo recuerdo de sus labios, unos

    labios que no entenda por que haban tocado los mos.

    O a Tanya abrir con la llave que tena de mi casa y se acost ami lado mientras yo

    me limpiaba algo la cara.

    -Qu pasa Bells?-, pregunt ella con voz distorsionada.

    -No se que me pasa, no puedo, no-, escond la cara en la almohada y ella apart mi

    cabello, me dejo desahogar y se sent en la cama con la espalda recargada en la

    cabecera, al poco rato yo me acomod en la misma posicin y ella esper.

    -So con Edward-, cont al fin mientras ella frunca el ceo.

    -Bella es parte de tu pasado, solo era alguien que te molest, solo alguien sin

    importancia-, yo negu mientras ella trataba de tranquilizarme.

    -Es que no es pasado, esta aqu, aqu, no se va, lme bes-, contine mientras me

    sealaba la cabeza para luego esconder la cara entre mis manos.

    -Cundo?-, la voz de Tanya pareca de sorpresa.

    -La noche del baile y hace dos semanas, estaba aqu-, le cont todo desde el

    desperfecto del coche hasta el punto en el que me di cuenta que se haba quedado

    con mi broche.

    -Bella-, me abraz y acarici mi cabello.

    -No se que decirte, tienes que olvidar todo lo que pas, lo viejo y lo nuevo, el tiene

    su vida, tu la tuya, tal vez solo se les sali de las manos, tantos sentimientos

    encontrados-, murmur mientras yo la miraba.

    Estuvimos un rato as, al final desayunamos juntas y se fue para alistarse rumbo a su

    trabajo, cuando estuve cambiada y peinada, fui al closet y saqu la bolsa con el saco,

    no quera nada de el, deba olvidar, comenzar de nuevo y cerrar esa etapa.

    Marqu el nmero y esper

  • -Hola-, contest Alice Cullen en tono cordial

    -Hola Alice, soy Isabella Swan, me recuerdas-, salud mientra se oa un pequeo

    alboroto, como si se le hubiera cado algo.

    -Claro que te recuerdo Bella, En que puedo ayudarte?-, pregunt ella

    -Me gustara comer contigo y pedirte un favor si no te molesta-, ped mirando la

    bolsa.

    -Me encantara, pon la hora y el lugar-, contest casi con una sonrisa a travs del

    telfono, nos quedamos de ver en un pequeo restaurante chino cerca del centro, fue

    a realizar unos pendientes a la oficina y a las 2:30 estaba frente a la menor de los

    Cullen, quien me miraba expectante.

    -Estoy feliz de que me llamaras, tenia ganas de volver a verte-, coment ella

    mientras yo sonrea.

    -Gracias Alice-, ordenamos y esper un poco antes de pedirle mi pequeo favor.

    -Tu esposo me odiara por robarte a la hora de comer-, brome mientras ella rea.

    -Jazz se la pasa en el estudio, es compositor, y profesor de msica, siempre leyendo,

    siempre estudiando o creando-, murmur ella tratando de sonar fastidiada pero

    sonre al mirarla, pareca muy, muy enamorada, me record a Tanya hablando sobre

    Marco.

    -Se mira muy inteligente-, me sonroj casi de manera involuntaria y ella ri.

    -Lo se, cuando lo conoc lo odiaba, necesitaba un tutor para literatura, soy realmente

    mala, as que me asignaron bajo su tutela, yo crea que era un estirado y el crea que

    era un nia hueca-, sonri y yo re

    -Al parecer ambos estaban equivocados-, ella asinti y luego se puso seria.

    -No del todo, parte si, parte no, nadie debe juzgar antes de tiempo y todos tenemos

    defectos, comentemos errores, pero siempre ah alguien que te hace ser mejor, que te

    hace cambiar-, contest mientras me miraba, sonre y ella suspir.

    -Bella yo, mira sobre todo lo de la preparatoria-, le toqu la mano y sonre ya no

    vala la pena, ped la cuenta y me gir hacia ella.

    -Ya esta olvidado Alice-, ella sonri

    Cuando estuvo pagado, me gir y cog la bolsa, se la entregu y tom mi bolso.

  • -Sabrs a quien drsela, espero verte de nuevo Alice, gracias-, me desped, ella

    frunci el ceo pero no dijo nada, me bes la mejilla y sal del lugar sin mirar atrs,

    por fin mi pasado quedaba cerrado.

    Me dediqu a ocupar mi cabeza, a seguir con la vida que yo quera, me concentr en

    remodelar el estudio de mi apartamento y en el proyecto de la revista digital, para

    ello organizamos un concurso de licitaciones con los mejores despachos de analistas

    y programadores en el estado, al final despus de casi dos semanas, tenamos el

    proyecto ganador, y todo estaba preparado para comenzar a trabajar, el proyecto

    estaba estipulado para salir a la luz en a lo mucho un mes, en el cual trabajaramos

    codo a codo con el personal de ProgFly, para poner todo en marcha y capacitar al

    nuevo departamento que se encargara de la revista por Internet.

    -Estn pendientes de firmar estos papales Bella-, coment Jane sosteniendo unos

    folder.

    -Claro, gracias-, contest mientras ella sonrea.

    -Si no me necesitas mas me retiro, solo recordarte que maana viene el gerente de la

    empresa de programacin que se contrat, para firmar el contrato.

    -Esta bien Jane, descansa-, mi secretaria asinti y se fue, me qued un rato mas,

    mientras la soledad de la oficina me llenaba de un sentimiento profundo, en realidad

    no haba nada mas, solo eso, silencio, vaco, por primera vez senta que me hacia

    falta algo.

    Al siguiente da, me despert con los ojos hinchados, no haba podido dormir bien,

    me duch dejando que el agua me relajara un poco, me puse gotas para los ojos y pas

    de lo lentes de contacto, saqu unos lentes delgados sin armazn y dej mi cabello

    lacio en una coleta alta, me maquill tenuemente y me puse un lindo traje sastre

    negro con falda en tubo que acentuaba mi figura, me coloqu los zapatos y sal

    rumbo a la oficina, un sentimiento de inquietud me acompa toda la maana, sal a

    almorzar con Tanya la cual insista en que debamos de salir este fin de semana, mi

    amiga aun segua insistiendo en que necesitaba enamorarme de alguien, para

    olvidarme de todo aquel embroll que mi cabeza se haba formado pero me aterraba,

    enamorarse era entregarse a alguien y como ibas a saber si esa persona no te hara

    dao, no te lastimara.

    La extensin de Jane son y contest mientras revisaba algunas propuestas de

    portada.

    -Bella el gerente de ProgFly esta aqu-, inform ella mientras yo asenta.

  • -Claro puedes ofrecerle un caf y llevarlo a la sala de juntas-, ella acept y colg,

    cuando sal de mi oficina con el contrato en la mano, Jane regresaba y me dio las

    copias que faltaban.

    -El Sr. Sanders viene solo?-, pregunt a Jane mientras ella negaba.

    -Bueno si viene solo pero no es el Sr. Sanders, ayer por la tarde llamaron, ProgFly es

    dirigida por dos socios el Sr. Sanders esta de viaje as que en su lugar esta aqu el Sr.

    Cullen-, contest ella mientras yo tiraba la carpeta al suelo, me disculp y la junt

    sintindome de papel, cerr los ojos y trat de concentrarme, simple coincidencia.

    -No importa Jane, Cul es su nombre?-, pregunt mientras ella miraba en su agenda.

    -Edward Cullen

    Esta deba ser otra pesadilla.

    Tena que serlo.

    Edward

    Mir la sala de juntas tratando de convencerme que aun estaba a tiempo de irme sin

    verla, me haba prometido a mi mismo que la olvidara, olvidara mi triste obsesin

    de adolescente y seguira con mi vida, pero cuando Garret me inform sobre el

    nuevo proyecto de la revista digital y cuando me enter quien nos estaba

    contratando no puedo resistirme de involcrame en el proyecto hasta que ganamos

    la licitacin, pens que podra hacer mi trabajo sin cruzarme con ella, al fin y al cabo

    Garret podra realizar todo el trabajo aqu, pero tuvimos un problema con la filial de

    Espaa y tuvo que salir de viaje, estuve tentado a cancelar la cita y pedir que

    esperaran a que Garret regresara pero me di cuenta que no deba huir de nada, ni

    siquiera de la mujer que me volva completamente loco, a la que odiaba y deseaba

    con todas mi fuerzas, llevaba un mes solo recordando sus labios, y el sonido de su

    voz, llev mi mano al puente de la nariz, y escuch la puerta abrirse, ah estaba ella.

    Me levante alisndome la corbata gris y el saco negro, no pude evitar mirarla desde

    esos lentes que la hacan parecer tan ella hasta su indumentaria de alta ejecutiva y en

    ese momento tom un decisin, me disculpara por todo lo que hice cuando

    estuvimos en el instituto, con acciones no palabras como ella haba pedido, ya no era

    el estupido adolescente que solo poda molestar, ahora tena lo que quera, mi trabajo

    y mi familia, despus cerrado ese ciclo, ella podra seguir su vida y yo la ma.

  • -Hola Edward, parece que trabajaremos juntos-, me tendi la mano y la estrech

    mientras me hormigueaba la piel, nos separamos y se sent poniendo de distancia la

    mesa.

    -Te parece si revisamos el contrato-, me tendi los documentos y yo asent, ella

    pareca imperturbable, "Eres masoquista Edward Cullen!"

  • Captulo 7

    Me confundes

    Respir varias veces antes de atreverme a cruzar la puerta de la sala de juntas, no

    quera verlo, no quera ver a mi pesadilla de la preparatoria o peor aun al hombre del

    que tenia grabado su sabor, sus labios, el que con solo recordarlo hacia que mi cuerpo

    se estremeciera, trat de tranquilizarme, tena que poder con esto, Edward Cullen no

    representaba nada en mi vida, nada.

    Abr la puerta sin verlo, y me gir ya hasta que estuve dentro, el se levant con aire

    felino, maldije la tonta idea de las pelculas en las que aos despus el chulo de la

    escuela es un hombre mediocre y con buenos centmetros mas de barriga, nada era

    mas alejado de la realidad, para ser sincera Edward siempre haba sido apuesto, muy

    diferente a Jacob pero casi al mismo grado, mientras que Jacob era capaz de

    derretirte con un sonrisa y dejarte pasmada ante su cuerpo, Edward tenia una mirada

    que pona nerviosa a cualquiera, su cabello era la cosa mas sexy que en mi vida

    hubiera visto y era alto, antes algo desgarbado, ahora el saco se ajustaba a su cuerpo,

    y la corbata gris era una invitacin a mirar mas abajo, cerr los ojos por un momento

    desviando la mirada, por Dios tena 27 aos, podra trabajar con un hombre apuesto

    sin inmutarmeo no?

    Lo salud y me sent alejndome lo mas posible, el sonri tenuemente y le pas una

    copia del contrato.

    Comenzamos a revisarlo mientras yo alzaba mis ojos y lo vea concentrado, de

    pronto apret los puos al darme cuenta lo que estaba haciendo, estaba

    completamente fuera de control frente a el y el permaneca fresco cual lechuga, me

    esforc por leer el contrato aun cuando ya lo hubiera repasado demasiadas veces.

    -Al parecer todo es correcto, si no hay ningn inconveniente podemos firmar-, habl

    con voz clara, levant la vista y asent, firmamos en silencio y recog las copias al

    terminar.

    -Cuando podemos disponer de sus servicios?-, pregunt mientras el miraba una

    carpeta, me extendi una hoja con un esquema muy parecido al que contena el

    proyecto que mandaron como propuesta.

    -Si no hay ningn problema podemos seguir los tiempos desde maana-, contest

    mientras yo asenta.

  • -Me parece bien, ahora si me disculpas, tengo algunos pendientesal parecer nos

    seguiremos viendo, as que, gusto en saludarte Edward-, le tend la mano

    levantndome de la mesa, el extendi la suya y su palma toco la ma, cada vello de mi

    nuca se eriz mientras el cortaba el contacto.

    -Gracias-, murmur mientras yo asenta, quera salir corriendo, quera que no

    volviera mas, me encamin hacia la puerta, sintiendo su presencia detrs de mi no

    pude contenerme de preguntar justo antes de abrir la puerta, me gir lentamente el

    se detuvo a centmetros de mi, el corazn me lati con fuerza, deba ser un mal

    cardiaco.

    -Sers tu o el Sr. Sanders quien se encargu de la supervisin del proyecto?-,

    pregunt mientras el desvo la mirada y contest.

    -Garret esta de viaje pero si te molesta en algn sentido que yo lo haga puede

    arreglarse-, contest neutral, no hubo burla en sus ojos o en su voz

    -No, no habra motivo-, contest de forma automtica, el me mir ahora si

    esbozando una media sonrisa como si supiera que eso era una total mentira.

    -Mira Edward somos personas adultas, profesionales, podemos trabajar juntos, como

    ya te mencion una vez, solo somos conocidos del pasado, nada mas-, contest

    mientras el asenta con la mandbula recta.

    -Claro