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Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita
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ESDE 1
Clase 17:
Libro de los Espíritus – Preguntas 55 a 58 El Evangelio Según el Espiritismo – Cap. III
Diferentes Categorías de Mundos Habitados
No se turbe vuestro corazón. -Creéis en Dios, creed también en mi.
- "En la casa de mi padre hay muchas moradas".
y os tomaré a mí mismo, para que en donde yo estoy, estéis también vosotros.
San Juan, cap. XIV, v. 1, 2, 3
Si así no fuera, yo os lo hubiera dicho: Pues voy a aparejaros el lugar.
- Y si me fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez,
55. Están habitados todos los globos que circulan en el espacio y concurren todos al objeto final de la Providencia.
56. La constitución física de los diferentes globos no se parecen en manera alguna. 57. La constitución física de los seres son diferentes en los diferentes globos.
58. Las condiciones de existencia de los seres que habitan los diferentes mundos son apropiadas al medio en que
están llamados a vivir.
.
De la enseñanza dada por los espíritus resulta que los diversos mundos están en condiciones muy diferentes los
unos de los otros, en cuanto al grado de adelanto o de inferioridad de sus habitantes […] física o moralmente;
otros están en el mismo grado y otros les son más o menos superiores en todos conceptos […]
El Evangelio Según el Espiritismo, Cap. III, ítem 3
Los espíritus encarnados en un mundo no están sujetos a él indefinidamente, ni cumplen tampoco en él todas las fases progresivas que deben recorrer para llegar a la perfección.
prolongar su permanencia en un mundo desgraciado o ser relegado a un mundo más desgraciado aun que aquel que se ven obligados a dejar cuando se obstinan en el mal.
El Evangelio Según el Espiritismo, Cap. III, ítem 5
Cuando han alcanzado en un mundo el grado de adelanto que él permite, pasan a otro más avanzado, y así sucesivamente. […] Para ellos es una recompensa el pasar a un mundo de orden más elevado, así como es un castigo el
Mundos inferiores: la existencia es enteramente material, las pasiones imperan soberanamente, y la vida moral es casi nula.
Mundos intermediarios: hay mezcla de bien y de mal; predominio del uno y del otro. Mundos más adelantados: la vida es enteramente espiritual.
El Evangelio Según el Espiritismo, Cap. III, ítem 3 y 4
A medida que la vida moral se desarrolla, la influencia de la materia disminuye.
Mundos primitivos
Aun cuando no pueda hacerse una clasificación absoluta de los mundos, sin embargo, se hace atendido a su estado y a su
destino y basándose en sus grados más marcados.
Mundos de expiación y pruebas
Mundos regeneradores
Mundos celestes o divinos
Mundos felices
El Evangelio Según el Espiritismo, Cap. III, ítem 4
Primeras encarnaciones del alma humana;
Los habitantes tienen la forma humana, pero sin ninguna hermosura;
Ausencia de sentimientos de delicadeza, benevolencia y justicia;
Fuerza brutal es la ley;
No poseen industria y invenciones;
El único objetivo es la conquista de la alimentación.
Mundos Primitivos
No son seres degradados, sino niños que crecen.
Donde el mal domina
y
las aflicciones sobrepujan a los goces.
Mundos de Expiación y Pruebas
La Tierra pertenece a esa categoría de mundo.
Mundos de transición entre los mundos de expiación y los mundos felices.
Donde las almas que aun tienen que expiar adquieren
nueva fuerza, descansando de las fatigas de la lucha. El alma que se arrepiente encuentra allí la calma y el reposo acabándose de purificar.
Mundos Regeneradores
En esos mundos el hombre está aun sujeto a las leyes que rigen la materia.
Las condiciones de la vida moral y material son muy diferentes.
Mundos Felices
Donde el bien sobrepuja al mal.
La superioridad moral e inteligente es la única que establece la diferencia de condición y de la supremacía.
Espíritus puros desmaterializados
y
resplandecientes de gloria.
Mundos Celestes o Divinos
Donde el bien reina sin mezcla alguna.
El progreso es una de las leyes de la naturaleza;
todos los seres de la creación,
animados y inanimados,
están sometidos a la
bondad de Dios,
que quiere que todo se
engrandezca y prospere. […]
Progresión de los Mundos El Evangelio Según el Espiritismo, Cap. III, ítem 19
Al mismo tiempo que los seres vivientes progresan
moralmente, los mundos que habitan progresan
materialmente.
[…] De este modo marcha paralelamente al
progreso del hombre, el de los animales, sus
auxiliares, el de los vegetales y el de la habitación,
porque no hay nada estacionario en la naturaleza.
[…] La Tierra, siguiendo esta ley, ha estado
material y moralmente en una situación inferior
a la que tiene hoy, y alcanzará, bajo esta doble relación, un
grado más avanzado. Ha llegado ya a uno de sus períodos de
transformación, en que de mundo de expiación va a pasar a
un mundo regenerador; […]
San Agustín, París, 1862.