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Page 1: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

Equipo directivo

Ana Catalina Reyes Caacutenlenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas

Remo Ramiacuterez Bacca Vicedecano

Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria Acadeacutemica

Ruth Loacutepez Oseira CoorJinaJ ora de Bienes tar

Comiteacute de Publicaciones

Juan Carlos Castro HernaacutenJez Remo Ramiacuterez Bacea

Bernardo Zapata Bonnet Jorge Maacuterquez valderrama

Alberto de ]eSliexclS Castrilloacuten A ldana Rauacutel Alberco Botero Torres

Luis Javier Qntz Mesa

Joseacute Lopera Builes Rauacutel Alberto Botero Torres

Compiladores

Grandes Pensadores de la poliacutetica

UNIVBRSIDAD e-~~~NACIONAL

DE COLOMBIA SEDE MEDILL I N FACULTA D DE C I ENCIAS HUMANAS Y ECONOacuteM ICAS COMrrt DE PUBLICACIONES

Coleccioacuten Humanista

2008 o

Equipo directivo

Ana Catalina Reyei Caacuterdenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas

Remo Ramiacuterez Bacca Vicedecano

Luz Margarita Cardona Zulera Secrelaria Acadeacutemica

Ru th Loacutepez Oseira Coordinadora de Biencsrar

Comiteacute de Publicaciones

Juan Carlos Casero Hernaacutendez Renzo Ramiacuterez Bacca

Bernardo Zapara Bonncr Jorge Maacuterquez Valderrama

Alberto de ]eslls Casrrilloacuten AIJana Rauacutel Alberto Botero Torres

Luis Javier Orti Mesa

Joseacute Lopera Builes Rauacutel Alberto Botero Torres

Compiladores

Grandes Pensadores de la poliacutetica

UNIVERSIDAD NACIONAL SEDe MEDRLLIN FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y ECONOacuteMICAS COMrrt DE PUBLICAOONES

Coleccioacuten Humanista

2008 o

Grandes pensadores de la poliacutetica I compi ladores Joseacute Lopera Builes y Rauacutel Alberto Botero Torres - Editor Ceacutesar A Hurtado Orozco shyMedelliacuten

Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas 2008 234 p cm - (Coleccioacuten humaniacutestica) Incluye bibliografias l Ciencia politica 2 Ideologias politicas 3 Poitica - Ensayos

I Joseacute Lopera Builes Botero Torres Rauacute l Alberto comp U Hurtado Orozco Ceacutesar A ed o

lli Serie 3205 cd 21 ed A l 157436

CEP-Banco de la Repuacuteblica-Biblioteca Luis AacutengelArango

ISBN 978-958-70 lmiddot990-2

copy 2008 Joseacute LopeTa Builes Rauacutel Alberto amp)cero Torres (compiladorC1) copy 2008 Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas Universidad NaCional

de Colombia Sede Medelliacuten

Coordinacioacuten editorial La Carreta Editores EU Editor Ceacutesar A Hurtado Orozco E-mrtil lacarretaunenetco Teleacutefono 2500684 MedelJin Colombia

Primera edicioacuten abril de 2008

Caraacute[Ula de AacuteJaro Veacutelez

Impreso y hecho en Colombia I Printed and madI in Colombia por Madaly Loacutepez

Queda rigurosamente prohibida sin la autorizacioacuten escrita de lo titulares del copynght bajo las sanciones estableCidas en las leyes la reproduccioacuten total o parshycial de esta obra por cualquier mtdio o procedimLento comprendidas las lecturas univer~irari~ la reprografiacutea yel rratamiento infomlaacutetico y la distnbucioacuten de ejemshyplares de ella mediante alqUiler puacuteblico

3zc - G~~

La Vicedecanatura y el Comiteacute de Publicaciones de la Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas organizoacute la Convocatoria para publishycaciones 01 raquo dirigida a estudiantes profesores y egresados de los pro shygramas de posgrado y pregrado durante el segundo semestre de 2007

El programa se inscribe en el marco del plan de accioacuten y poliacutetica de publicaciones aprobado por la actual administracioacuten dirigida por la Decana Ana Catalina Reyes Caacuterdenas

La presente obra fue escogida por el Comiteacute una vez finalizoacute la evaluacioacuten de los concepms emi tidos por los pares acadeacutemicos intershynos y externos

Queremos de este modo contribuir insciwcionalmente a la difushysioacuten y socializacioacuten de los resultados de investigacioacuten realizados por los miembros de la comunidad acadeacutemica

Felicitamos a los autores de las cuatro propuestas escogidas por conshytribuir a la creacioacuten de conocimiento en las distintas aacutereas y disciplinas

Remo Ramiacuterez Bacca PhD Vicedecano FCHyE

Medcll iacuten 15 de febrero de 2008

UrHII EHSIDAD NAc10rlIL DE CCLOMHmiddot SEDE MEoelulI

D EPTO DE BIBLIOTECAS B IBLlOTEC EFE G OMEZ

c c___ 6C 5

Grandes pensadores de la poliacutetica compi ladores Joseacute Lopera Builes y Rauacutel Alberto Botero Torres - Editor Ceacutesar A Hurtado OrozcoshyMede ll iacuten

Universidad Nacional de Colombia Facul lad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas 2008 234 p cm - (Coleccioacuten humaniacutest ica) Inc luye bibliografias l Ciencia poliacutetica 2 Ideologiacuteas poliacuteticas 3 Poliacutetica- Ensayos

1 Joseacute Lopera Buiacute les Botero Torres Rauacute l Alberto comp 11 Hurtado Orozco Ceacutesar A ed rn Serie 3205 cd 21 ed Al 157436

CEP-Banco de la Repuacuteblica-Biblioteca Luis Aacutengel Arango

ISBN 978-958-70 L-990-2

copy 2008 joseacute Lopera Builes Rauacutel Alberto BotCTO Torres (compiladore) copy 2008 Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas Universidad Nacional

de Colombia Sed~ Medelliacuten

Coordinacioacuten editorial La Carreca Edllore~ EU Editor Ceacutesar A Hurtado Orozco E-mail lacarretaunenetc Teleacutefono 250 06 84 Medellin Colombia

Primera edicioacuten abri l de 2008

Caraacutetula de Aacutelvaro Veacutelez

lmpres() y hecho en Colombia Printed and mad~ in Colombia por Madaly Loacutepez

Queda rigurosamente prohIbida sin la autorizacioacuten escrita de l o~ titu lares del copyright bajo las sanciones estableCIdas en las leycs la reproduccioacuten toral O parshycial de esta obra por cualquier medIO o proceJimLCnto comprendidas las lecturas universitari3gt la reprografiacutea yel tratamiento infomlaacutetico y la dIstribucioacuten de ejemshyplares de ella mediante alqUiler puacuteblico

3 2C G~~~

La Yicedecanatura y el Comiteacute de Publicaciones de la Facultad de Ciencias H umanas y Econoacutemicas organizoacute la Convocatoria para publishycaciones 01 raquo dirigida a estudiantes profesores y egresados de los pro shygramas de posgrado y pregrado durante el segundo semestre de 2007

El programa se inscribe en el marco del plan de accioacuten y poliacutetica de publicaciones aprobado por la actual administracioacuten dirigida por la Decana Ana Catalina Reyes Caacuterdenas

La presente obra fue escogida por el Comiteacute una vez finali zoacute la evaluacioacuten de los concepros emitidos por los pares acadeacutemicos imershynos y externos

Queremos de este modo contribuir institucionalmente a la difushysioacuten y socializacioacuten de los res ultados de investigacioacuten realizados por los miembros de la comunidad acadeacutemica

Felicitamos a los autores de las cuatro propuestas escogidas por conshytribuir a la creacioacuten de conocimiento en las distintas aacutereas y disciplinas

Remo Ramtrez Bacca PhO Vic edecano FCHyE

Medelliacuten 15 de febrero de 2008

Ur~ IV IIC)JDAO NciOiexclAL DE CC ILIlMHI SEDE MEOlitu

DEPTO DE BIBLIOTECAS BIBLlOTEC1 EFE GOME

1) c S _6CC 5

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabwn Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro BILstamnnte Fontecha

Chomsky o la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William OrtizJimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacutetica en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sani1l

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabiaacutell Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro Bustamante Fontecha

Chomskyo la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William Ortizimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacuteuumlca en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sanin

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Estado de derecho y legalidad 159 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Malina Legado imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Acevedo Canllona

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Lisandro Navia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 TraacutensitO en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iexclTeoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIchard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Cas tillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamiento poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamento de la idea

hobbesiana de Esrado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta iexcles el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de entrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportanno solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de esas praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan desde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

Estado de derecho y legalidad iexcl59 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Molina legaJo imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Aceuedo CannoTUl

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Usandro Nauia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 Traacutensito en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iTcoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIChard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Castillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamientO poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamentO de la iJea

hobbesiana de Estado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta les el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de middotentrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportan no solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de es as praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan de sde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Molina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por Fahiaacuten Sanabria-S

laquoEl mundo con sus jerarqufas sociales que no se d~jall relativizar tan faacuteciLmence no es rdnLivisw~

Pierre Bourd icu Miquestditattons pascaliennes

1

Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de et ishyquetas tendien tes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los ismos terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las fr ases centrales y aleatorias determinadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejerc icio de laquoobjetivacioacuten participante) que sin ignorar los compa~es que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes direc ta con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alcance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de estas liacuteneas mi aproximaci oacuten acadeacutemica al pensamiento del antropoacutelogo y socioacutelogo franceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enunciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de oro del disc urso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu ltTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciac ioacutenraquo

Antropoacutelogo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotaacute Doctor en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Parls Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogaraacute

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como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Malina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por FahiaacutenSanabTIacute(I-S

El mundo ccm sus jerarquiacuteas ~ociales que IU se dejan rekllivizar tan faacutecilrru1lte no es relativistabull

Pierre Bourdieu Meacutedirarions pascaliennes

1

Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de e tishyque tas tendientes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los iSIDOS terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las frases centrales y alea torias detem1inadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejercicio de laquoobjetivacioacuten participanteraquo que sin ignorar los compases que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes directa con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alc ance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de es tas liacuteneas mi a prox imacioacuten acadeacutemica al pensamien to del antropoacutelogo y socioacutelogo fra nceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enu nciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de ororaquo del discurso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu laquoTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciacioacuten raquo

Antropoacutelogo de la Uni versidad Nacional de ulombia Sede Bogotltl DoctOr en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pariacutes Profesor Asociado de la Univetsidad Nacional de Colombia sede Bogotaacute

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

UN1V EPSI)AO NCl0llAL D I COI Idi

SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

U IR LlOTECA middotEFE OOJllF

15

tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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Page 2: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

Equipo directivo

Ana Catalina Reyei Caacuterdenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas

Remo Ramiacuterez Bacca Vicedecano

Luz Margarita Cardona Zulera Secrelaria Acadeacutemica

Ru th Loacutepez Oseira Coordinadora de Biencsrar

Comiteacute de Publicaciones

Juan Carlos Casero Hernaacutendez Renzo Ramiacuterez Bacca

Bernardo Zapara Bonncr Jorge Maacuterquez Valderrama

Alberto de ]eslls Casrrilloacuten AIJana Rauacutel Alberto Botero Torres

Luis Javier Orti Mesa

Joseacute Lopera Builes Rauacutel Alberto Botero Torres

Compiladores

Grandes Pensadores de la poliacutetica

UNIVERSIDAD NACIONAL SEDe MEDRLLIN FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y ECONOacuteMICAS COMrrt DE PUBLICAOONES

Coleccioacuten Humanista

2008 o

Grandes pensadores de la poliacutetica I compi ladores Joseacute Lopera Builes y Rauacutel Alberto Botero Torres - Editor Ceacutesar A Hurtado Orozco shyMedelliacuten

Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas 2008 234 p cm - (Coleccioacuten humaniacutestica) Incluye bibliografias l Ciencia politica 2 Ideologias politicas 3 Poitica - Ensayos

I Joseacute Lopera Builes Botero Torres Rauacute l Alberto comp U Hurtado Orozco Ceacutesar A ed o

lli Serie 3205 cd 21 ed A l 157436

CEP-Banco de la Repuacuteblica-Biblioteca Luis AacutengelArango

ISBN 978-958-70 lmiddot990-2

copy 2008 Joseacute LopeTa Builes Rauacutel Alberto amp)cero Torres (compiladorC1) copy 2008 Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas Universidad NaCional

de Colombia Sede Medelliacuten

Coordinacioacuten editorial La Carreta Editores EU Editor Ceacutesar A Hurtado Orozco E-mrtil lacarretaunenetco Teleacutefono 2500684 MedelJin Colombia

Primera edicioacuten abril de 2008

Caraacute[Ula de AacuteJaro Veacutelez

Impreso y hecho en Colombia I Printed and madI in Colombia por Madaly Loacutepez

Queda rigurosamente prohibida sin la autorizacioacuten escrita de lo titulares del copynght bajo las sanciones estableCidas en las leyes la reproduccioacuten total o parshycial de esta obra por cualquier mtdio o procedimLento comprendidas las lecturas univer~irari~ la reprografiacutea yel rratamiento infomlaacutetico y la distnbucioacuten de ejemshyplares de ella mediante alqUiler puacuteblico

3zc - G~~

La Vicedecanatura y el Comiteacute de Publicaciones de la Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas organizoacute la Convocatoria para publishycaciones 01 raquo dirigida a estudiantes profesores y egresados de los pro shygramas de posgrado y pregrado durante el segundo semestre de 2007

El programa se inscribe en el marco del plan de accioacuten y poliacutetica de publicaciones aprobado por la actual administracioacuten dirigida por la Decana Ana Catalina Reyes Caacuterdenas

La presente obra fue escogida por el Comiteacute una vez finalizoacute la evaluacioacuten de los concepms emi tidos por los pares acadeacutemicos intershynos y externos

Queremos de este modo contribuir insciwcionalmente a la difushysioacuten y socializacioacuten de los resultados de investigacioacuten realizados por los miembros de la comunidad acadeacutemica

Felicitamos a los autores de las cuatro propuestas escogidas por conshytribuir a la creacioacuten de conocimiento en las distintas aacutereas y disciplinas

Remo Ramiacuterez Bacca PhD Vicedecano FCHyE

Medcll iacuten 15 de febrero de 2008

UrHII EHSIDAD NAc10rlIL DE CCLOMHmiddot SEDE MEoelulI

D EPTO DE BIBLIOTECAS B IBLlOTEC EFE G OMEZ

c c___ 6C 5

Grandes pensadores de la poliacutetica compi ladores Joseacute Lopera Builes y Rauacutel Alberto Botero Torres - Editor Ceacutesar A Hurtado OrozcoshyMede ll iacuten

Universidad Nacional de Colombia Facul lad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas 2008 234 p cm - (Coleccioacuten humaniacutest ica) Inc luye bibliografias l Ciencia poliacutetica 2 Ideologiacuteas poliacuteticas 3 Poliacutetica- Ensayos

1 Joseacute Lopera Buiacute les Botero Torres Rauacute l Alberto comp 11 Hurtado Orozco Ceacutesar A ed rn Serie 3205 cd 21 ed Al 157436

CEP-Banco de la Repuacuteblica-Biblioteca Luis Aacutengel Arango

ISBN 978-958-70 L-990-2

copy 2008 joseacute Lopera Builes Rauacutel Alberto BotCTO Torres (compiladore) copy 2008 Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas Universidad Nacional

de Colombia Sed~ Medelliacuten

Coordinacioacuten editorial La Carreca Edllore~ EU Editor Ceacutesar A Hurtado Orozco E-mail lacarretaunenetc Teleacutefono 250 06 84 Medellin Colombia

Primera edicioacuten abri l de 2008

Caraacutetula de Aacutelvaro Veacutelez

lmpres() y hecho en Colombia Printed and mad~ in Colombia por Madaly Loacutepez

Queda rigurosamente prohIbida sin la autorizacioacuten escrita de l o~ titu lares del copyright bajo las sanciones estableCIdas en las leycs la reproduccioacuten toral O parshycial de esta obra por cualquier medIO o proceJimLCnto comprendidas las lecturas universitari3gt la reprografiacutea yel tratamiento infomlaacutetico y la dIstribucioacuten de ejemshyplares de ella mediante alqUiler puacuteblico

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La Yicedecanatura y el Comiteacute de Publicaciones de la Facultad de Ciencias H umanas y Econoacutemicas organizoacute la Convocatoria para publishycaciones 01 raquo dirigida a estudiantes profesores y egresados de los pro shygramas de posgrado y pregrado durante el segundo semestre de 2007

El programa se inscribe en el marco del plan de accioacuten y poliacutetica de publicaciones aprobado por la actual administracioacuten dirigida por la Decana Ana Catalina Reyes Caacuterdenas

La presente obra fue escogida por el Comiteacute una vez finali zoacute la evaluacioacuten de los concepros emitidos por los pares acadeacutemicos imershynos y externos

Queremos de este modo contribuir institucionalmente a la difushysioacuten y socializacioacuten de los res ultados de investigacioacuten realizados por los miembros de la comunidad acadeacutemica

Felicitamos a los autores de las cuatro propuestas escogidas por conshytribuir a la creacioacuten de conocimiento en las distintas aacutereas y disciplinas

Remo Ramtrez Bacca PhO Vic edecano FCHyE

Medelliacuten 15 de febrero de 2008

Ur~ IV IIC)JDAO NciOiexclAL DE CC ILIlMHI SEDE MEOlitu

DEPTO DE BIBLIOTECAS BIBLlOTEC1 EFE GOME

1) c S _6CC 5

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabwn Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro BILstamnnte Fontecha

Chomsky o la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William OrtizJimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacutetica en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sani1l

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabiaacutell Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro Bustamante Fontecha

Chomskyo la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William Ortizimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacuteuumlca en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sanin

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Estado de derecho y legalidad 159 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Malina Legado imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Acevedo Canllona

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Lisandro Navia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 TraacutensitO en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iexclTeoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIchard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Cas tillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamiento poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamento de la idea

hobbesiana de Esrado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta iexcles el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de entrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportanno solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de esas praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan desde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

Estado de derecho y legalidad iexcl59 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Molina legaJo imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Aceuedo CannoTUl

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Usandro Nauia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 Traacutensito en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iTcoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIChard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Castillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamientO poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamentO de la iJea

hobbesiana de Estado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta les el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de middotentrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportan no solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de es as praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan de sde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Molina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por Fahiaacuten Sanabria-S

laquoEl mundo con sus jerarqufas sociales que no se d~jall relativizar tan faacuteciLmence no es rdnLivisw~

Pierre Bourd icu Miquestditattons pascaliennes

1

Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de et ishyquetas tendien tes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los ismos terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las fr ases centrales y aleatorias determinadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejerc icio de laquoobjetivacioacuten participante) que sin ignorar los compa~es que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes direc ta con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alcance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de estas liacuteneas mi aproximaci oacuten acadeacutemica al pensamiento del antropoacutelogo y socioacutelogo franceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enunciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de oro del disc urso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu ltTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciac ioacutenraquo

Antropoacutelogo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotaacute Doctor en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Parls Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogaraacute

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como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Malina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por FahiaacutenSanabTIacute(I-S

El mundo ccm sus jerarquiacuteas ~ociales que IU se dejan rekllivizar tan faacutecilrru1lte no es relativistabull

Pierre Bourdieu Meacutedirarions pascaliennes

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Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de e tishyque tas tendientes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los iSIDOS terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las frases centrales y alea torias detem1inadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejercicio de laquoobjetivacioacuten participanteraquo que sin ignorar los compases que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes directa con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alc ance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de es tas liacuteneas mi a prox imacioacuten acadeacutemica al pensamien to del antropoacutelogo y socioacutelogo fra nceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enu nciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de ororaquo del discurso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu laquoTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciacioacuten raquo

Antropoacutelogo de la Uni versidad Nacional de ulombia Sede Bogotltl DoctOr en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pariacutes Profesor Asociado de la Univetsidad Nacional de Colombia sede Bogotaacute

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

14

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

UN1V EPSI)AO NCl0llAL D I COI Idi

SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

U IR LlOTECA middotEFE OOJllF

15

tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

16 17

Page 3: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

Grandes pensadores de la poliacutetica I compi ladores Joseacute Lopera Builes y Rauacutel Alberto Botero Torres - Editor Ceacutesar A Hurtado Orozco shyMedelliacuten

Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas 2008 234 p cm - (Coleccioacuten humaniacutestica) Incluye bibliografias l Ciencia politica 2 Ideologias politicas 3 Poitica - Ensayos

I Joseacute Lopera Builes Botero Torres Rauacute l Alberto comp U Hurtado Orozco Ceacutesar A ed o

lli Serie 3205 cd 21 ed A l 157436

CEP-Banco de la Repuacuteblica-Biblioteca Luis AacutengelArango

ISBN 978-958-70 lmiddot990-2

copy 2008 Joseacute LopeTa Builes Rauacutel Alberto amp)cero Torres (compiladorC1) copy 2008 Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas Universidad NaCional

de Colombia Sede Medelliacuten

Coordinacioacuten editorial La Carreta Editores EU Editor Ceacutesar A Hurtado Orozco E-mrtil lacarretaunenetco Teleacutefono 2500684 MedelJin Colombia

Primera edicioacuten abril de 2008

Caraacute[Ula de AacuteJaro Veacutelez

Impreso y hecho en Colombia I Printed and madI in Colombia por Madaly Loacutepez

Queda rigurosamente prohibida sin la autorizacioacuten escrita de lo titulares del copynght bajo las sanciones estableCidas en las leyes la reproduccioacuten total o parshycial de esta obra por cualquier mtdio o procedimLento comprendidas las lecturas univer~irari~ la reprografiacutea yel rratamiento infomlaacutetico y la distnbucioacuten de ejemshyplares de ella mediante alqUiler puacuteblico

3zc - G~~

La Vicedecanatura y el Comiteacute de Publicaciones de la Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas organizoacute la Convocatoria para publishycaciones 01 raquo dirigida a estudiantes profesores y egresados de los pro shygramas de posgrado y pregrado durante el segundo semestre de 2007

El programa se inscribe en el marco del plan de accioacuten y poliacutetica de publicaciones aprobado por la actual administracioacuten dirigida por la Decana Ana Catalina Reyes Caacuterdenas

La presente obra fue escogida por el Comiteacute una vez finalizoacute la evaluacioacuten de los concepms emi tidos por los pares acadeacutemicos intershynos y externos

Queremos de este modo contribuir insciwcionalmente a la difushysioacuten y socializacioacuten de los resultados de investigacioacuten realizados por los miembros de la comunidad acadeacutemica

Felicitamos a los autores de las cuatro propuestas escogidas por conshytribuir a la creacioacuten de conocimiento en las distintas aacutereas y disciplinas

Remo Ramiacuterez Bacca PhD Vicedecano FCHyE

Medcll iacuten 15 de febrero de 2008

UrHII EHSIDAD NAc10rlIL DE CCLOMHmiddot SEDE MEoelulI

D EPTO DE BIBLIOTECAS B IBLlOTEC EFE G OMEZ

c c___ 6C 5

Grandes pensadores de la poliacutetica compi ladores Joseacute Lopera Builes y Rauacutel Alberto Botero Torres - Editor Ceacutesar A Hurtado OrozcoshyMede ll iacuten

Universidad Nacional de Colombia Facul lad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas 2008 234 p cm - (Coleccioacuten humaniacutest ica) Inc luye bibliografias l Ciencia poliacutetica 2 Ideologiacuteas poliacuteticas 3 Poliacutetica- Ensayos

1 Joseacute Lopera Buiacute les Botero Torres Rauacute l Alberto comp 11 Hurtado Orozco Ceacutesar A ed rn Serie 3205 cd 21 ed Al 157436

CEP-Banco de la Repuacuteblica-Biblioteca Luis Aacutengel Arango

ISBN 978-958-70 L-990-2

copy 2008 joseacute Lopera Builes Rauacutel Alberto BotCTO Torres (compiladore) copy 2008 Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas Universidad Nacional

de Colombia Sed~ Medelliacuten

Coordinacioacuten editorial La Carreca Edllore~ EU Editor Ceacutesar A Hurtado Orozco E-mail lacarretaunenetc Teleacutefono 250 06 84 Medellin Colombia

Primera edicioacuten abri l de 2008

Caraacutetula de Aacutelvaro Veacutelez

lmpres() y hecho en Colombia Printed and mad~ in Colombia por Madaly Loacutepez

Queda rigurosamente prohIbida sin la autorizacioacuten escrita de l o~ titu lares del copyright bajo las sanciones estableCIdas en las leycs la reproduccioacuten toral O parshycial de esta obra por cualquier medIO o proceJimLCnto comprendidas las lecturas universitari3gt la reprografiacutea yel tratamiento infomlaacutetico y la dIstribucioacuten de ejemshyplares de ella mediante alqUiler puacuteblico

3 2C G~~~

La Yicedecanatura y el Comiteacute de Publicaciones de la Facultad de Ciencias H umanas y Econoacutemicas organizoacute la Convocatoria para publishycaciones 01 raquo dirigida a estudiantes profesores y egresados de los pro shygramas de posgrado y pregrado durante el segundo semestre de 2007

El programa se inscribe en el marco del plan de accioacuten y poliacutetica de publicaciones aprobado por la actual administracioacuten dirigida por la Decana Ana Catalina Reyes Caacuterdenas

La presente obra fue escogida por el Comiteacute una vez finali zoacute la evaluacioacuten de los concepros emitidos por los pares acadeacutemicos imershynos y externos

Queremos de este modo contribuir institucionalmente a la difushysioacuten y socializacioacuten de los res ultados de investigacioacuten realizados por los miembros de la comunidad acadeacutemica

Felicitamos a los autores de las cuatro propuestas escogidas por conshytribuir a la creacioacuten de conocimiento en las distintas aacutereas y disciplinas

Remo Ramtrez Bacca PhO Vic edecano FCHyE

Medelliacuten 15 de febrero de 2008

Ur~ IV IIC)JDAO NciOiexclAL DE CC ILIlMHI SEDE MEOlitu

DEPTO DE BIBLIOTECAS BIBLlOTEC1 EFE GOME

1) c S _6CC 5

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabwn Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro BILstamnnte Fontecha

Chomsky o la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William OrtizJimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacutetica en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sani1l

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabiaacutell Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro Bustamante Fontecha

Chomskyo la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William Ortizimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacuteuumlca en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sanin

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Estado de derecho y legalidad 159 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Malina Legado imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Acevedo Canllona

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Lisandro Navia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 TraacutensitO en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iexclTeoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIchard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Cas tillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamiento poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamento de la idea

hobbesiana de Esrado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta iexcles el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de entrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportanno solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de esas praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan desde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

Estado de derecho y legalidad iexcl59 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Molina legaJo imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Aceuedo CannoTUl

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Usandro Nauia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 Traacutensito en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iTcoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIChard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Castillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamientO poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamentO de la iJea

hobbesiana de Estado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta les el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de middotentrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportan no solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de es as praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan de sde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Molina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por Fahiaacuten Sanabria-S

laquoEl mundo con sus jerarqufas sociales que no se d~jall relativizar tan faacuteciLmence no es rdnLivisw~

Pierre Bourd icu Miquestditattons pascaliennes

1

Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de et ishyquetas tendien tes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los ismos terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las fr ases centrales y aleatorias determinadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejerc icio de laquoobjetivacioacuten participante) que sin ignorar los compa~es que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes direc ta con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alcance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de estas liacuteneas mi aproximaci oacuten acadeacutemica al pensamiento del antropoacutelogo y socioacutelogo franceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enunciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de oro del disc urso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu ltTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciac ioacutenraquo

Antropoacutelogo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotaacute Doctor en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Parls Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogaraacute

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como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Malina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por FahiaacutenSanabTIacute(I-S

El mundo ccm sus jerarquiacuteas ~ociales que IU se dejan rekllivizar tan faacutecilrru1lte no es relativistabull

Pierre Bourdieu Meacutedirarions pascaliennes

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Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de e tishyque tas tendientes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los iSIDOS terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las frases centrales y alea torias detem1inadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejercicio de laquoobjetivacioacuten participanteraquo que sin ignorar los compases que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes directa con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alc ance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de es tas liacuteneas mi a prox imacioacuten acadeacutemica al pensamien to del antropoacutelogo y socioacutelogo fra nceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enu nciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de ororaquo del discurso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu laquoTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciacioacuten raquo

Antropoacutelogo de la Uni versidad Nacional de ulombia Sede Bogotltl DoctOr en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pariacutes Profesor Asociado de la Univetsidad Nacional de Colombia sede Bogotaacute

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

UN1V EPSI)AO NCl0llAL D I COI Idi

SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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Page 4: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

Grandes pensadores de la poliacutetica compi ladores Joseacute Lopera Builes y Rauacutel Alberto Botero Torres - Editor Ceacutesar A Hurtado OrozcoshyMede ll iacuten

Universidad Nacional de Colombia Facul lad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas 2008 234 p cm - (Coleccioacuten humaniacutest ica) Inc luye bibliografias l Ciencia poliacutetica 2 Ideologiacuteas poliacuteticas 3 Poliacutetica- Ensayos

1 Joseacute Lopera Buiacute les Botero Torres Rauacute l Alberto comp 11 Hurtado Orozco Ceacutesar A ed rn Serie 3205 cd 21 ed Al 157436

CEP-Banco de la Repuacuteblica-Biblioteca Luis Aacutengel Arango

ISBN 978-958-70 L-990-2

copy 2008 joseacute Lopera Builes Rauacutel Alberto BotCTO Torres (compiladore) copy 2008 Facultad de Ciencias Humanas y Econoacutemicas Universidad Nacional

de Colombia Sed~ Medelliacuten

Coordinacioacuten editorial La Carreca Edllore~ EU Editor Ceacutesar A Hurtado Orozco E-mail lacarretaunenetc Teleacutefono 250 06 84 Medellin Colombia

Primera edicioacuten abri l de 2008

Caraacutetula de Aacutelvaro Veacutelez

lmpres() y hecho en Colombia Printed and mad~ in Colombia por Madaly Loacutepez

Queda rigurosamente prohIbida sin la autorizacioacuten escrita de l o~ titu lares del copyright bajo las sanciones estableCIdas en las leycs la reproduccioacuten toral O parshycial de esta obra por cualquier medIO o proceJimLCnto comprendidas las lecturas universitari3gt la reprografiacutea yel tratamiento infomlaacutetico y la dIstribucioacuten de ejemshyplares de ella mediante alqUiler puacuteblico

3 2C G~~~

La Yicedecanatura y el Comiteacute de Publicaciones de la Facultad de Ciencias H umanas y Econoacutemicas organizoacute la Convocatoria para publishycaciones 01 raquo dirigida a estudiantes profesores y egresados de los pro shygramas de posgrado y pregrado durante el segundo semestre de 2007

El programa se inscribe en el marco del plan de accioacuten y poliacutetica de publicaciones aprobado por la actual administracioacuten dirigida por la Decana Ana Catalina Reyes Caacuterdenas

La presente obra fue escogida por el Comiteacute una vez finali zoacute la evaluacioacuten de los concepros emitidos por los pares acadeacutemicos imershynos y externos

Queremos de este modo contribuir institucionalmente a la difushysioacuten y socializacioacuten de los res ultados de investigacioacuten realizados por los miembros de la comunidad acadeacutemica

Felicitamos a los autores de las cuatro propuestas escogidas por conshytribuir a la creacioacuten de conocimiento en las distintas aacutereas y disciplinas

Remo Ramtrez Bacca PhO Vic edecano FCHyE

Medelliacuten 15 de febrero de 2008

Ur~ IV IIC)JDAO NciOiexclAL DE CC ILIlMHI SEDE MEOlitu

DEPTO DE BIBLIOTECAS BIBLlOTEC1 EFE GOME

1) c S _6CC 5

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabwn Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro BILstamnnte Fontecha

Chomsky o la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William OrtizJimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacutetica en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sani1l

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabiaacutell Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro Bustamante Fontecha

Chomskyo la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William Ortizimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacuteuumlca en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sanin

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Estado de derecho y legalidad 159 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Malina Legado imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Acevedo Canllona

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Lisandro Navia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 TraacutensitO en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iexclTeoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIchard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Cas tillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamiento poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamento de la idea

hobbesiana de Esrado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta iexcles el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de entrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportanno solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de esas praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan desde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

Estado de derecho y legalidad iexcl59 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Molina legaJo imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Aceuedo CannoTUl

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Usandro Nauia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 Traacutensito en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iTcoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIChard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Castillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamientO poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamentO de la iJea

hobbesiana de Estado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta les el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de middotentrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportan no solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de es as praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan de sde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Molina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por Fahiaacuten Sanabria-S

laquoEl mundo con sus jerarqufas sociales que no se d~jall relativizar tan faacuteciLmence no es rdnLivisw~

Pierre Bourd icu Miquestditattons pascaliennes

1

Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de et ishyquetas tendien tes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los ismos terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las fr ases centrales y aleatorias determinadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejerc icio de laquoobjetivacioacuten participante) que sin ignorar los compa~es que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes direc ta con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alcance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de estas liacuteneas mi aproximaci oacuten acadeacutemica al pensamiento del antropoacutelogo y socioacutelogo franceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enunciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de oro del disc urso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu ltTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciac ioacutenraquo

Antropoacutelogo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotaacute Doctor en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Parls Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogaraacute

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como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Malina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por FahiaacutenSanabTIacute(I-S

El mundo ccm sus jerarquiacuteas ~ociales que IU se dejan rekllivizar tan faacutecilrru1lte no es relativistabull

Pierre Bourdieu Meacutedirarions pascaliennes

1

Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de e tishyque tas tendientes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los iSIDOS terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las frases centrales y alea torias detem1inadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejercicio de laquoobjetivacioacuten participanteraquo que sin ignorar los compases que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes directa con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alc ance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de es tas liacuteneas mi a prox imacioacuten acadeacutemica al pensamien to del antropoacutelogo y socioacutelogo fra nceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enu nciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de ororaquo del discurso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu laquoTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciacioacuten raquo

Antropoacutelogo de la Uni versidad Nacional de ulombia Sede Bogotltl DoctOr en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pariacutes Profesor Asociado de la Univetsidad Nacional de Colombia sede Bogotaacute

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

UN1V EPSI)AO NCl0llAL D I COI Idi

SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

U IR LlOTECA middotEFE OOJllF

15

tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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Page 5: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabwn Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro BILstamnnte Fontecha

Chomsky o la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William OrtizJimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacutetica en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sani1l

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabiaacutell Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro Bustamante Fontecha

Chomskyo la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William Ortizimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacuteuumlca en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sanin

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Estado de derecho y legalidad 159 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Malina Legado imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Acevedo Canllona

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Lisandro Navia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 TraacutensitO en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iexclTeoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIchard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Cas tillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamiento poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamento de la idea

hobbesiana de Esrado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta iexcles el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de entrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportanno solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de esas praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan desde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

Estado de derecho y legalidad iexcl59 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Molina legaJo imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Aceuedo CannoTUl

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Usandro Nauia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 Traacutensito en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iTcoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIChard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Castillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamientO poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamentO de la iJea

hobbesiana de Estado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta les el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de middotentrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportan no solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de es as praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan de sde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Molina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por Fahiaacuten Sanabria-S

laquoEl mundo con sus jerarqufas sociales que no se d~jall relativizar tan faacuteciLmence no es rdnLivisw~

Pierre Bourd icu Miquestditattons pascaliennes

1

Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de et ishyquetas tendien tes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los ismos terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las fr ases centrales y aleatorias determinadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejerc icio de laquoobjetivacioacuten participante) que sin ignorar los compa~es que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes direc ta con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alcance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de estas liacuteneas mi aproximaci oacuten acadeacutemica al pensamiento del antropoacutelogo y socioacutelogo franceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enunciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de oro del disc urso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu ltTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciac ioacutenraquo

Antropoacutelogo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotaacute Doctor en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Parls Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogaraacute

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como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Malina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por FahiaacutenSanabTIacute(I-S

El mundo ccm sus jerarquiacuteas ~ociales que IU se dejan rekllivizar tan faacutecilrru1lte no es relativistabull

Pierre Bourdieu Meacutedirarions pascaliennes

1

Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de e tishyque tas tendientes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los iSIDOS terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las frases centrales y alea torias detem1inadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejercicio de laquoobjetivacioacuten participanteraquo que sin ignorar los compases que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes directa con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alc ance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de es tas liacuteneas mi a prox imacioacuten acadeacutemica al pensamien to del antropoacutelogo y socioacutelogo fra nceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enu nciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de ororaquo del discurso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu laquoTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciacioacuten raquo

Antropoacutelogo de la Uni versidad Nacional de ulombia Sede Bogotltl DoctOr en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pariacutes Profesor Asociado de la Univetsidad Nacional de Colombia sede Bogotaacute

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

UN1V EPSI)AO NCl0llAL D I COI Idi

SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

16 17

Page 6: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

Contenido

Presentacioacuten 9

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu 11 Por Fabiaacutell Sanabria-S

Norberto Bobbio la certeza de la duda 25 Por Alejandro Bustamante Fontecha

Chomskyo la utopiacutea de la libertad 53 Por Rauacutel Botero Torres

1 Un preaacutembulo necesario 53 2 La relacioacuten lenguaje-poliacutetica como contexto 56 3 Las coordenadas de la libertad 58

La poliacutetica y la violencia en el pensamiento de Nicolaacutes Maquiavelo 65

Por Francisco Corteacutes Rodas

John Rawls Las razones de la justicia 89 Por William Ortizimeacutenez

Los principios de la justicia 97 Las criacuteticas 103 Respuesta a las criacuteticas 107

La cuestioacuten poliacuteuumlca en la obra de e Durkheim 113 Por Juan Carlos Aluacutetiz

El pensamiento poliacutetico de E Durkheim 114 Balance y conclusiones 123

Marx y el problema de la poliacutetica 135 Por Gilberto Tobon Sanin

Max Weber y el Contexto Poliacutetico-Estatal colombiano 151 Por Edgar Ramiacuterez G

El Estado en Colombia entre la anomia y la violencia 153 La dominacioacuten poliacutetica 157 La legitimidad poliacutetica 157

Estado de derecho y legalidad 159 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Malina Legado imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Acevedo Canllona

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Lisandro Navia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 TraacutensitO en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iexclTeoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIchard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Cas tillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamiento poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamento de la idea

hobbesiana de Esrado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta iexcles el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de entrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportanno solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de esas praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan desde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

Estado de derecho y legalidad iexcl59 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Molina legaJo imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Aceuedo CannoTUl

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Usandro Nauia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 Traacutensito en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iTcoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIChard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Castillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamientO poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamentO de la iJea

hobbesiana de Estado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta les el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de middotentrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportan no solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de es as praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan de sde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Molina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por Fahiaacuten Sanabria-S

laquoEl mundo con sus jerarqufas sociales que no se d~jall relativizar tan faacuteciLmence no es rdnLivisw~

Pierre Bourd icu Miquestditattons pascaliennes

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Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de et ishyquetas tendien tes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los ismos terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las fr ases centrales y aleatorias determinadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejerc icio de laquoobjetivacioacuten participante) que sin ignorar los compa~es que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes direc ta con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alcance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de estas liacuteneas mi aproximaci oacuten acadeacutemica al pensamiento del antropoacutelogo y socioacutelogo franceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enunciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de oro del disc urso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu ltTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciac ioacutenraquo

Antropoacutelogo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotaacute Doctor en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Parls Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogaraacute

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como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Malina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por FahiaacutenSanabTIacute(I-S

El mundo ccm sus jerarquiacuteas ~ociales que IU se dejan rekllivizar tan faacutecilrru1lte no es relativistabull

Pierre Bourdieu Meacutedirarions pascaliennes

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Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de e tishyque tas tendientes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los iSIDOS terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las frases centrales y alea torias detem1inadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejercicio de laquoobjetivacioacuten participanteraquo que sin ignorar los compases que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes directa con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alc ance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de es tas liacuteneas mi a prox imacioacuten acadeacutemica al pensamien to del antropoacutelogo y socioacutelogo fra nceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enu nciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de ororaquo del discurso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu laquoTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciacioacuten raquo

Antropoacutelogo de la Uni versidad Nacional de ulombia Sede Bogotltl DoctOr en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pariacutes Profesor Asociado de la Univetsidad Nacional de Colombia sede Bogotaacute

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

16 17

Page 7: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

Estado de derecho y legalidad 159 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Malina Legado imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Acevedo Canllona

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Lisandro Navia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 TraacutensitO en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iexclTeoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIchard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Cas tillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamiento poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamento de la idea

hobbesiana de Esrado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta iexcles el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de entrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportanno solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de esas praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan desde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

Estado de derecho y legalidad iexcl59 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Molina legaJo imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Aceuedo CannoTUl

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Usandro Nauia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 Traacutensito en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iTcoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIChard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Castillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamientO poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamentO de la iJea

hobbesiana de Estado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta les el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de middotentrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportan no solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de es as praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan de sde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Molina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por Fahiaacuten Sanabria-S

laquoEl mundo con sus jerarqufas sociales que no se d~jall relativizar tan faacuteciLmence no es rdnLivisw~

Pierre Bourd icu Miquestditattons pascaliennes

1

Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de et ishyquetas tendien tes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los ismos terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las fr ases centrales y aleatorias determinadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejerc icio de laquoobjetivacioacuten participante) que sin ignorar los compa~es que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes direc ta con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alcance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de estas liacuteneas mi aproximaci oacuten acadeacutemica al pensamiento del antropoacutelogo y socioacutelogo franceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enunciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de oro del disc urso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu ltTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciac ioacutenraquo

Antropoacutelogo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotaacute Doctor en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Parls Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogaraacute

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como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Malina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por FahiaacutenSanabTIacute(I-S

El mundo ccm sus jerarquiacuteas ~ociales que IU se dejan rekllivizar tan faacutecilrru1lte no es relativistabull

Pierre Bourdieu Meacutedirarions pascaliennes

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Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de e tishyque tas tendientes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los iSIDOS terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las frases centrales y alea torias detem1inadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejercicio de laquoobjetivacioacuten participanteraquo que sin ignorar los compases que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes directa con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alc ance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de es tas liacuteneas mi a prox imacioacuten acadeacutemica al pensamien to del antropoacutelogo y socioacutelogo fra nceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enu nciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de ororaquo del discurso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu laquoTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciacioacuten raquo

Antropoacutelogo de la Uni versidad Nacional de ulombia Sede Bogotltl DoctOr en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pariacutes Profesor Asociado de la Univetsidad Nacional de Colombia sede Bogotaacute

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

UN1V EPSI)AO NCl0llAL D I COI Idi

SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

U IR LlOTECA middotEFE OOJllF

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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Page 8: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

Estado de derecho y legalidad iexcl59 Participacioacuten poliacutetica 159 A manera de conclusioacuten 162

Gerardo Molina legaJo imperecedero de un socialista demoacutecrata 165 Por Dariacuteo Aceuedo CannoTUl

Acerca de su legado intelectual ~ 169 Bibliografiacutea comentada 180

Poulantzas El guerrero de la espada desenvainada 185 Por Usandro Nauia Pentildearanda

El tiempo del reacutegimen poliacutetico y la praacutectica teoacuterica de Nicos Poulantzas 185 Traacutensito en el reacutegimen poliacutetico burgueacutes 187 El Guerrero y la espada 190 iTcoriacutea abierta o praacutectica teoacuterica 193 La regioacuten de la poliacutetica 196

RIChard Rorty La poliacutetica sin fundamentos metafiacutesicos 201 Por Joseacute Olimpo Suaacuterez Molano

1 Contextualizando al contextualizador 201 2 Reconocimiento de la secularizacioacuten de la poliacutetica como

punto de partida de la teoriacutea contemporaacutenea 204 3 El liberal iroacutenico y su funcioacuten en la utopiacutea liberal rortiana 206 Conclusioacuten poliacutetica sin razoacuten y sin fundamento 208

Thomas Hobbes 211 Por Lucy Carrillo Castillo

Introduccioacuten 211 1 Los presupuestos filosoacuteficos del pensamientO poliacutetico

de Thomas Hobbes 213 2 El ser humano un animal con lenguaje 215 3 De la zozobra y el terror en medio de la barbarie 220 4 Los derechos humanos como fundamentO de la iJea

hobbesiana de Estado 224 5 El gran leviataacuten o la idea de una organizacioacuten civil

razonable 226 6 Una uacuteltima pregunta les el concepto de estado

de naturaleza mera especulacioacuten 229

Presentacioacuten

A propoacutesito de la poliacutetica es posible esbozar una hipoacutetesis de middotentrashyda las praacutecticas que ocurren en el interior de las formaciones sociales tienen en todos los casos la textura de praacutecticas discursivas La tienen en tanto que comportan no solo la concurrencia de unos elementos de significacioacuten tales como signos siacutembolos sentildeales o indicios sino y sobre todo porque ostentan en su base una loacutegica relacional que pershymite establecer un principio de diferencia entre ellas y otras praacutecticas materiales

Las praacutecticas poliacuteticas intentan por distintos caminos y con variashydas razones superar el caraacutecter fragmentario e inestable de los proceshysos de interrelacioacuten subjetiva que constituyen a lo poliacutetico Frente a la precariedad de lo poliacutetico las acciones propias de la poliacutetica buscan la perdurabilidad y la trascendencia en un esfuerzo que siempre tiene una dimensioacuten vinculante

Una parte importante de es as praacutecticas poliacuteticas aluden a lo epistemoloacutegico el la medida en que convierten lo poliacutetico en objeto de una reflexioacuten que se convierte en criacutetica siempre y cuando confishygure una evaluacioacuten rigurosa y sistemaacutetica de aquel objeto sobre el cual ejerce su trabajo de elucidacioacuten Se trata en todo caso de lograr una explicacioacuten satisfactoria sobre lo que acontece efectiva y mateshyrialmente en el aacutembito muacuteltiple y complejo de las relaciones de poder

Este texto compuesto por doce ensayos que versan sobre igual nuacutemero de pensadores de la poliacutetica constituye un esfuerzo colectivo adelantado en antildeos recientes por un grupo de acadeacutemicos vinculados a universidades de la regioacuten El propoacutesito es inscribir esos pensadores en las corrientes de pensamiento que les resultan pertinentes y aproshypiadas Una parte sustancial de estos trabajos fue leiacuteda en el marco de una versioacuten del Seminario Permanente sobre Grandes Pensadores reashylizado por la Universidad Nacional en el antildeo 2004 Los demaacutes fueron escritos para hacer parte de este libro que entregamos hoya todos aquellos lectores que tienen intereacutes por entender de una manera obshyjetiva el tema poliacutetico

Los teoacutericos trabajados en cada uno de los diferentes textos abarshycan de sde claacutesicos como Thomas Hobbes Karl Marx Nicolaacutes Maquiavelo Max Weber y Eacutemile Durkheim hasta contemporaacuteneos

como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Molina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por Fahiaacuten Sanabria-S

laquoEl mundo con sus jerarqufas sociales que no se d~jall relativizar tan faacuteciLmence no es rdnLivisw~

Pierre Bourd icu Miquestditattons pascaliennes

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Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de et ishyquetas tendien tes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los ismos terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las fr ases centrales y aleatorias determinadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejerc icio de laquoobjetivacioacuten participante) que sin ignorar los compa~es que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes direc ta con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alcance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de estas liacuteneas mi aproximaci oacuten acadeacutemica al pensamiento del antropoacutelogo y socioacutelogo franceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enunciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de oro del disc urso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu ltTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciac ioacutenraquo

Antropoacutelogo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotaacute Doctor en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Parls Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogaraacute

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como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Malina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por FahiaacutenSanabTIacute(I-S

El mundo ccm sus jerarquiacuteas ~ociales que IU se dejan rekllivizar tan faacutecilrru1lte no es relativistabull

Pierre Bourdieu Meacutedirarions pascaliennes

1

Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de e tishyque tas tendientes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los iSIDOS terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las frases centrales y alea torias detem1inadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejercicio de laquoobjetivacioacuten participanteraquo que sin ignorar los compases que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes directa con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alc ance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de es tas liacuteneas mi a prox imacioacuten acadeacutemica al pensamien to del antropoacutelogo y socioacutelogo fra nceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enu nciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de ororaquo del discurso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu laquoTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciacioacuten raquo

Antropoacutelogo de la Uni versidad Nacional de ulombia Sede Bogotltl DoctOr en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pariacutes Profesor Asociado de la Univetsidad Nacional de Colombia sede Bogotaacute

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

UN1V EPSI)AO NCl0llAL D I COI Idi

SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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Page 9: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Molina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por Fahiaacuten Sanabria-S

laquoEl mundo con sus jerarqufas sociales que no se d~jall relativizar tan faacuteciLmence no es rdnLivisw~

Pierre Bourd icu Miquestditattons pascaliennes

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Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de et ishyquetas tendien tes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los ismos terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las fr ases centrales y aleatorias determinadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejerc icio de laquoobjetivacioacuten participante) que sin ignorar los compa~es que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes direc ta con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alcance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de estas liacuteneas mi aproximaci oacuten acadeacutemica al pensamiento del antropoacutelogo y socioacutelogo franceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enunciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de oro del disc urso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu ltTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciac ioacutenraquo

Antropoacutelogo de la Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotaacute Doctor en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Parls Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Colombia sede Bogaraacute

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como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Malina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por FahiaacutenSanabTIacute(I-S

El mundo ccm sus jerarquiacuteas ~ociales que IU se dejan rekllivizar tan faacutecilrru1lte no es relativistabull

Pierre Bourdieu Meacutedirarions pascaliennes

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Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de e tishyque tas tendientes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los iSIDOS terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las frases centrales y alea torias detem1inadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejercicio de laquoobjetivacioacuten participanteraquo que sin ignorar los compases que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes directa con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alc ance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de es tas liacuteneas mi a prox imacioacuten acadeacutemica al pensamien to del antropoacutelogo y socioacutelogo fra nceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enu nciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de ororaquo del discurso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu laquoTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciacioacuten raquo

Antropoacutelogo de la Uni versidad Nacional de ulombia Sede Bogotltl DoctOr en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pariacutes Profesor Asociado de la Univetsidad Nacional de Colombia sede Bogotaacute

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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Page 10: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

como Pierre Bourdieu Norberto Bobbio John Rawls Nicos Poulantzas Richard Rorty Noam Chomsky y Gerardo Malina Estos trabajos desshyiguales en sus propoacutesitos particulares presentan sin embargo unas liacuteshyneas de semejanza que terminan emparentando los diferentes ensayos Esas liacuteneas estaacuten dadas por los propoacutesitos de reconocer unas filiaciones y unas incidencias pero tambieacuten por la buacutesqueda de una explicacioacuten satisfactoria que convierta las respuestas dadas a los interrogantes preshysentados en los geacutermenes de unas preguntas maacutes complejas

Aquiacute estaacuten los textos que fueron escritos todos leiacutedos algunos en puacuteblico para que el ojo avizor de los lectores los someta a un escrutishynio del que esperamos salgan bien librados De todos modos lo que esperamos quienes hemos participado de este proyecto editorial es que estos textos sirvan para iniciar el debate nunca para concluirlo

Rauacutel Alberto Botero Torres

Una leccioacuten sobre la leccioacuten socioloacutegica de Pierre Bourdieu

Por FahiaacutenSanabTIacute(I-S

El mundo ccm sus jerarquiacuteas ~ociales que IU se dejan rekllivizar tan faacutecilrru1lte no es relativistabull

Pierre Bourdieu Meacutedirarions pascaliennes

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Deberiacutea hablarse de un autor sin mayor inquisicioacuten en su trayecshytoria personal que la laquoconfesioacutenraquo consignada a manera de laquotoma de posicioacutenraquo en sus obras En lugar de preparar todo un arsenal de e tishyque tas tendientes en el mejor de los casos a calificar laquofiliaciones acadeacutemicasraquo resaltando los iSIDOS terminales de laquoescuelas de pensashymientoraquo seriacutea mejor abordar directamen te las frases centrales y alea torias detem1inadas por las condiciones sociales de produccioacuten de una obra a fin de disponerse a realizar un ejercicio de laquoobjetivacioacuten participanteraquo que sin ignorar los compases que lo condicionan posishybilitariacutea una relacioacuten maacutes directa con un itinerario de investigacioacuten shyde mayor alc ance para q uienes se disponen con paciencia criacutetica a aproximaacutersele De tal suerte es para miacute un honor presentar a traveacutes de es tas liacuteneas mi a prox imacioacuten acadeacutemica al pensamien to del antropoacutelogo y socioacutelogo fra nceacutes Pierre Bourdieu aproximacioacuten que espero sea para quienes la lean una motivacioacuten maacutes para encontrarse con esa obra Y es quizaacutes una proposicioacuten fundamental enu nciar ante todo sea como paraacutebola o paradigma la laquoregla de ororaquo del discurso que reflexiona a siacute mismo en su propio acto de ser enunciado en calishydad de una de las propiedades maacutes importantes del laquoprograma socioshypoliacuteticoraquo concebido por el profesor Bourdieu laquoTodas las proposiciones que en este campo se enuncian pueden y deben aplicarse al sujeto que explicita dicha enunciacioacuten raquo

Antropoacutelogo de la Uni versidad Nacional de ulombia Sede Bogotltl DoctOr en Sociologiacutea de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Pariacutes Profesor Asociado de la Univetsidad Nacional de Colombia sede Bogotaacute

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

UN1V EPSI)AO NCl0llAL D I COI Idi

SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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Page 11: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer el abismo entre el decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegicaraquo y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre el opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidadraquo y laquovivir la realidadraquo se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las dasificaciones en tanto dimensiones de toda especie de lucha de clases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- pueden ser a su turno laquosujetos re-clasifica biesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten del filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasifkados especialmente los mal clasificashydos pueden socioloacutegicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir el conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten del analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda el analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu el laquoaacuterbitro imparcialraquo o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdadraquo- sino el agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes del anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerzaraquo y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

UN1V EPSI)AO NCl0llAL D I COI Idi

SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

U IR LlOTECA middotEFE OOJllF

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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Page 12: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

Porque cuando en el anaacutelisis socioloacutegico no se sabe introducir ese laquoefecto de distancia objetivanteraquo es decir esa separacioacuten criacutetica que permite reconocer e abismo entre e decir y el hacer entre las laquocosas de la loacutegica bullbull y la laquoloacutegica de las cosasraquo entre e opus operatum de la teoriacutea y el modus operandi de la praacutectica cuando no se tiene concienshycia reflexiva respecto a la diferencia existente entre laquoconstruir cuashydros de la realidad) y laquovivir la realidad bullbull se le concede laquorazoacutenraquo a quienes ven en el cientiacutefico social una suerte de laquoinquisidorraquo disshypuesto a ejercer toda suerte de laquopoliciacutea simboacutelicaraquo Por consiguiente para volverse laquosocio-analista de lo poliacuteticoraquo es necesario desprendershyse de todas las adherencias a traveacutes de las cuales un agente social se aferra a un grupo sin renegar de las creencias constitutivas de toda pertenencia o identidad pero renunciando a todo lazo de afiliacioacuten o filiacioacuten Asiacute el socio-analista consciente de sus propios condicionamientos sociales (procedente en el mejor de los casos de una laquofraccioacuten dominadaraquo de la laquoclase dominanteraquo) y llamado a conshyformar una cierta laquoeliteraquo no puede acceder a la lucidez que alcanza toda especie de laquodesarraigo socialraquo sino a condicioacuten de denunciar la representacioacuten populista del pueblo (que no engantildea maacutes que a sus creyentes) y la representacioacuten elitista de las elites (construida para engantildear a la vez a quienes a ella pertenecen y a quienes no pueden alcanzarla)

Por eso el anaacutelisis socioloacutegico del poder encuentra armas para desmontar sus propias creencias capaces de movilizar las adquisicioshynes de la ciencia contra esta misma es decir logra conquistas de su disciplina contra su propia formacioacuten pues laquosoacutelo la historia nos libera de la historiaraquo Es asiacute como la historia social de la ciencia social conshycebida como una laquociencia del inconscienteraquo en la gran tradicioacuten de epistemologiacutea histoacuterica ilustrada por Georges Canguilhem y Michel Foucault es uno de los medios maacutes poderosos para liberarse de la hisshytoria es decir del imperio de un pasado incorporado que sobrevive en el presente o de un presente que -como el de las modas intelectuashyles- es ya pasado en el momento de su aparicioacuten

Yen esa tradicioacuten la criacutetica epistemoloacutegica soacutelo es completa cuando estaacute acompantildeada de una criacutetica social Asiacute para romper con la ambishycioacuten mitoloacutegica de laquofundar en esencia las divisiones arbitrarias del orden socialraquo y ante todo la divisioacuten social del trabajo pretendiendo una solucioacuten cosmoloacutegica al problema de la clasificacioacuten entre los

hombres el anaacutelisis socioloacutegico debe tomar por objeto en lugar de ignorar la lucha por el monopolio de la representacioacuten legiacutetima del mundo social y la lucha por las clasificaciones en tanto dimensiones de toJa especie de lucha de dases clases de edad clases sexuales o clases sociales Porque las clasificaciones antropoloacutegicas se distinguen de las taxonomiacuteas botaacutenicas o zooloacutegicas en cuanto a que los objetos aquiacute clasificados -o desclasificados- ~ueden ser a su turno laquosujetos re-c1asificablesraquo O sea que a pesar de la indignacioacuten de filoacutesofo-rey que pretende asignar esencias y funciones trascendentales a los seres que clasifica los agentes clasificados especialmente los mal clasificashydos pueden sociol6gicamente rechazar los principios de clasificacioacuten que les asignan un lugar incierto en el mundo En efecto la historia lo ha demostrado y ha sido casi siempre bajo la conduccioacuten de quienes pretenden alcanzar el monopolio del poder de clasificar frecuenteshymente ellos mismos mal clasificados bajo ciertas condiciones en la clasificacioacuten dominante que los dominados han podido liberarse de la clasificacioacuten imperante para transformar su propia visioacuten dejando a un lado sus liacutemites incorporados es decir las categoriacuteas sociales de percepcioacuten del mundo

De tal suerte es una misma cosa descubrirse inevitablemente comshyprometido en la lucha por la construccioacuten y la imposicioacuten de la taxoshynomiacutea legiacutetima y el tomar por objeto la ciencia de esa lucha es decir e conocimiento y funcionamiento de las instituciones que en ese laquojueshygoraquo perpetuacutean el orden establecido Pensar como tal el espacio de la lucha por las clasificaciones -y la posicioacuten de analista en ese espacio o con respeto a eacutel- no conduce la ciencia social a un relativismo Sin duda e analista de las relaciones sociales no es siguiendo a Pierre Bourdieu e laquoaacuterbitro imparcial o el laquoespectador omnipresenteraquo -uacutenico ser apto a proclamar la laquoverdad- sino e agente social que se esfuershyza por decir la veracidad de las luchas cuyo objeto es -entre otras cosas- la verdad Por ejemplo en lugar de transar entre quienes afirshyman y quienes niegan la existencia de una clase de una nacioacuten o de un hecho social el socio-analista trabaja con el aacutenimo de establecer la loacutegica especiacutefica de una lucha determinada a traveacutes de anaacutelisis de las laquocorrelaciones de fuerza y de los laquomecanismos de transformacioacutenraquo a fin de especificar las oportunidades posibles probables o factibles de un hecho social dado El socioacutelogo debe entonces construir modelos capaces de dar cuenta de las luchas por la imposicioacuten de la represenshy

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

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Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

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Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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SEDE MEOEUl N D EPTO DE BIBLIOTECS

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de lo social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el laquoasiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerpos raquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la posibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultural- los laquoelementos modificadoresraquo que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata lo probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cua les el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especia lshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutestos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza el orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cua les los actos de conocimiento en tanto parciales y mis tificados encierran el reconocimie nto taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del estatu to cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico m ismo y maacutes ampliamente el laquocampo intelectualraquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales POt la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

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Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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tacioacuten verdadera de la realidad que en tanto productos de toda la historia de las laquoluchas simboacutelicasraquo tienen por fin la existencia y defishynicioacuten de las clasificaciones y contribuyen a generar y a registrar realshymente las clases

II

Pero basta pensar en el rol que las luchas poliacuteticas hacen jugar a la previsioacuten para comprender que el analista de 10 social maacutes rigurosashymente aferrado a describir laquoseraacute siempre sospechoso de prescribirraquo En la existencia ordinaria no se habla casi nunca de lo que se es sino para decir subrayando de paso que aquello es conforme o contrario a la laquonaturaleza de las cosasraquo normal o anormal admitido o excluido bendito o madito Los nombres suelen extraerse de adjetivos taacutecitos los verbos de adverbios silenciosos que tienden a consagrar o a condeshynar a laquoinstituirraquo como digno de existir y perseverar en su ser o al contrashyrio a laquodestituirraquo degradar o desacreditar Asiacute la descripcioacuten cientiacutefica de las relaciones que los maacutes desprovistos culturalmente tienen con la cultura cientiacutefica tiene todas las posibilidades de ser comprendida como una manera disimulada de laquocondenar al puebloraquo o a la inversa como una forma jesuiacutetica de laquorehabilitar la inculturaraquo y de devastar los laquovalores de la culturaraquo Y iquestqueacute no decir de los casos en los que el esfuerzo de laquodar razoacutenraquo en lo cual consiste generalmente el trabajo de la ciencia pareciera una manera de laquojustificarraquo de laquodisculparraquo Ante la servidumbre del trabajo subvalorado o la tragedia de los cinshyturones de miseria de nuestras ciudades sin hablar de la guerra el terrorismo los desplazamientos forzados de grupos y familias enteras la violencia o la tortura de los viejos y nuevos campos de concentrashycioacuten el lt asiacute es la vidaraquo pronunciado cual profeta iluminado ante las montantildeas reviste el valor de una complicidad criminal Por consishyguiente nada es menos neutro cuando se trata de la vida social que enunciar el ser con autoridad es decir con el poder de hacer ver y hacer creer que confiere la capacidad reconocida de prever cuando las constataciones de la ciencia ejercen inevitablemente una eficacia poliacutetica que no necesariamente suele ser la deseada por el cientiacutefico

De tal suerte quienes deploran el pensamiento desencantador o los efectos desmovilizadores del anaacutelisis socioloacutegico cuando este forshymula por ejemplo las leyes de la laquoreproduccioacuten socialraquo tienen argushymentos tan fundados como aquellos que reprocharon a Galileo el haber

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desaconsejado el suentildeo de volar tras construir la ley de la laquocaiacuteda de los cuerposraquo Enunciar una ley social como aquella del profesor Bourdieu que establece y demuestra coacutemo el capital cultural multishyplica el capital cultural es ofrecer la pOSibilidad de introducir entre las circunstancias propias que esa ley preveacutee -en el caso particular la eliminacioacuten escolar de los agentes sociales maacutes desprovistos de capital cultura[- los laquoelementos modificadores que aunque siendo deacutebiles pueden contribuir a transformar a partir del sentido de nuestras exshypectativas el funcionamiento de los mecanismos De hecho al permishytir el conocimiento de los mecanismos determinar las condiciones y los medios de una accioacuten destinada a manejarlos el rechazo del sociologismo que trata 10 probable como un laquodestinoraquo es justificado y los laquomovimientos de emancipacioacutenraquo estaacuten alliacute para probar que una cierta dosis de utopiacutea -esa negacioacuten maacutegica de lo real que pareciera laquoneuroacuteticaraquo- puede auacuten contribuir a crear las condiciones poliacuteticas para una negacioacuten praacutectica de la constatacioacuten realista Pero sobre todo el conocimiento de los laquojuegos socialesraquo ejerce en siacute un laquoefecto liberashydorraquo la mayoriacutea de los mecanismos ante los cuales el pensamiento sociopoliacutetico establece las leyes de funcionamiento se debe especialshymente a un desconocimiento maacutes especiacuteficamente a una negacioacuten del conocimiento de eacutes tos directamente relacionada con la laquoviolenshycia simboacutelicaraquo que garantiza e l orden social -Esa forma particular de violencia que no puede ejercerse sino sobre laquosujetos que conocenraquo pero en los cuales los actos de conocimiento en tanto parciales y mist ificados encierran el reconocim iento taacutecito de la dominacioacuten implicada en la negacioacuten de los verdaderos fundamentos de eacutesta Asiacute es como quienes ejercen el comercio simboacutelico dominante necesitan del desconocimiento y suelen ser los principales contestatarios del es tatuto cientiacutefico de la sociologiacutea

La necesidad de repudiar la laquotentacioacuten regalistaraquo se impone enshytonces cuando se trata de pensar el mundo cientiacutefico mismo y maacutes ampl iamente el laquocampo intelectual raquo Si ha sido necesario volver a pensar completamente la laquosociologiacutea de los intelectualesraquo es que el hecho mismo de tener intereses en ese laquojuegoraquo de hacer inversiones y multiplicar acciones en ese campo ha generado enormes dificultashydes en los intelectuales para escapar a la loacutegica de la lucha en la cual cada quien se vuelve voluntariamente laquosocioacutelogoraquo -en el sentishydo maacutes sociologista- de sus adversarios al tiempo que todos se conshyvierten en sus propios ideoacutelogos seguacuten las leyes de suficiencias cruzadas que arreglan todas las luchas sociales P~t la laquoverdadraquo Ha sido por lo

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tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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Page 15: Equipo directivoEquipo directivo Ana Catalina Reyes Cán.lenas Decana Facultad de Ciencias Humanas y Económicas Remo Ramírez Bacca Vicedecano Luz Margmita Cardona Zuleta Secretaria

tanto a condicioacuten de aprehender el juego en tanto tal con sus inteshyreses y estrategias sus reglas y regularidades propias asiacute como con las inversiones y alianzas especiacuteficas que alliacute se engendran que en el caso particular de Pierre Bourdieu respecto al mundo intelectual franceacutes el socioacutelogo se ha visto obligado a desprenderse por y contra la distanshycia constitutiva de la representacioacuten teoacuterica de descubrirse en ella laquocomprometidoraquo localizaacutendose objetivamente en un espacio especiacutefishyco con sus intereses e inversiones determinadas y determinantes Y cualesquiera que sean sus pretensiones cientiacuteficas la objetivacioacuten estaacute llamada a ser parcial es decir incompleta en la medida en que ignore o rechace ver el punto de vista a partir del cual ella se enuncia es decir el juego en su conjunto Construir el juego como tal como un espacio de posiciones objetivas que marca el principio entre otras cosas de la visioacuten que los ocupantes de cada posicioacuten pueden tener de las otras posiciones y de sus ocupantes es darse el medio de objetivar cientiacuteficamente el conjunto de las objetivaciones maacutes o menos simshyplistas a las cuales se libran los agentes sociales comprometidos en la lucha y percibir tales objetivaciones por lo que eacutestas son estrategias simboacutelicas que tienden a imponer la verdad parcial de un grupo como la verdad de las relaciones objetivas entre los grupos Es descubrir ademaacutes que dejando olvidado el juego mismo que constituye a los agentes sociales en laquocompetidores raquo los laquoadversarios coacutemplicesraquo se ponen de acuerdo para enmascarar lo esencial es decir los intereses asociados al hecho de participar en el juego y los beneficios objetivos que de alliacute resultan

Se comprende entonces que la existencia de la sociologiacutea como disciplina cientiacutefica se ha visto desde su fundacioacuten amenazada La vulnerabilidad estructural que resulta de la posibilidad de laquohacerle trampa) a los imperativos cientiacuteficos en el juego de la politizacioacuten hace que el anaacutelisis social deba temerle tanto a los poderes que de eacutel esperan demasiado como a los que quieren su desaparicioacuten Las deshymandas sociales provienen casi siempre de presiones o seducciones y el mayor servicio que puede haceacutersele a la sociologiacutea del poder es tal vez no pedirle nada Si a los laquograndes maestrosraquo se les reconoce por las paacuteginas que nunca escribieron iquestqueacute decir de los socioacutelogos que son tan frecuentemente tentados a superar los liacutemites de su ciencia Porshyque no es cosa faacutecil renunciar a las gratificaciones inmediatas del laquoprofetismo cotidianoraquo sobre todo cuando el silencio llamado por definicioacuten a pasar desapercibido deja campo abierto a la hilaridad estridente de la pseudo-ciencia

III

La ciencia social no puede entonces constituirse sino rechazando las peticiones de los instrumentos de legitimacioacuten o de manipulacioacuten y el socioacutelogo -muy a pesar de algunos- no tiene otro mandato o mishysioacuten que el asignado en virtud de la loacutegica de sus investigaciones Quienes por usurpacioacuten esencial se sienten con el derecho o se atrishybuyen el deber de laquohablar en nombre del puebloraquo auacuten para denunciar el racismo la miseria o el populismo de quienes hablan del pueblo eacutestos hablan por ellos mismos o quizaacutes hablan maacutes de ellos mismos tratando en el mejor de los casos de adormecer el sufrimiento ligado a la fragmentacioacuten social hacieacutendose pueblo en imaginacioacuten Mas cuando el analista de lo social ensentildea a relacionar los actos o los disshycursos maacutes laquopurosraquo (aquellos del cientiacutefico el artista o el militante) con las condiciones sociales de su produccioacuten y con los intereses espeshyciacuteficos de sus productores lejos de motivar la toma de partido por la demolicioacuten o la reduccioacuten de la cual se nutre la amargura el investishygador trata de liberar solamente el medio de depurar de su asepsia objetiva y subjet iva el rigorismo maacutes auacuten el terrorismo del resentishymiento comenzando por aquel que nace de la transmutacioacuten de un deseo de laquorevancha socialraquo en reivindicacioacuten de un laquoigualitarismo compensatorio)

A traveacutes del socioacutelogo agente histoacuterico histoacutericamente situado sujeto social socialmente determinado la historia es decir la socieshydad en la cual eacutesta sobrevive se vuelve un momento sobre siacute misma reflexiona y a traveacutes de ese individuo los demaacutes agentes sociales pueshyden saber mejor lo que ellos son lo que ellos hacen Pero esa tarea es precisamente la uacuteltima que confiariacutean al analista del poder quienes se encuentran comprometidos con el desconocimiento la negacioacuten el rechazo del saber y que estaacuten dispuestos a reconocer como laquocientiacutefishycasraquo o de laquobuena fe) todas las formas discursivas que no hablan del mundo social o que hablan de una manera tal que en realidad de eacutel no hablan Esa realidad negativa no tiene necesidad salvo excepcioshynalmente de declararse a traveacutes de censuras expresas en efecto teshyniendo en cuenta que la ciencia rigurosa supone rupturas decisorias con toda clase de evidencias basta con dejar actuar a las laquorutinas del pensamiento comuacutenraquo o a las inclinaciones del laquobuen sentido burgueacutesraquo para obtener las consideraciones innegables del ensayismo planetario o de los laquomedianos conocimientosraquo de la ciencia oficial Buena parte de lo que el socioacutelogo trabaja por descubrir no estaacute laquoescondido) en el

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