entrevistas - vitoria-gasteiz · 2019. 4. 4. · josé Ángel cuerda (vitoria, 1934) ... avanzar en...

58
LUIS ARAMBURU MUSIKA ESKOLA ESCUELA DE MÚSICA ENTREVISTAS

Upload: others

Post on 03-Feb-2021

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • LUIS ARAMBURUMUSIKA ESKOLAESCUELA DE MÚSICA

    ENTREVISTAS

  • JOSE ANGELCUERDA

  • “La política es el bienestar de los ciu-dadanos”

    JOSÉ ÁNGELCUERDA

    José Ángel Cuerda (Vitoria, 1934) no llegó a la alcaldía de la ciudad en 1979 bajando del cielo como Celedón sino que llevaba muchos años al servicio de la comunidad. Desde su época universitaria, cuando fundó en 1958 el Club Aquinas, para jóvenes de ambos sexos, algo revolucionario y directamente mal visto por los sectores más reaccionarios de Vitoria, ya dejó claro que lo suyo era el inconformismo social. El lema del Aqui-nas -Verdad, Servicio, Esperanza- rezaba en una placa a la entrada de la sede. En lo social, el club movilizó en seguida a la gente mediante cam-pañas solidarias en Radio Vitoria o tómbolas benéficas; disponía de un aula de estudios sociales que organizaba charlas y coloquios. Cultural-mente desarrolló una intensa actividad: concursos de cuentos, lecturas y representaciones teatrales, exposiciones fotográficas, conferencias, cine fórum. La música estuvo muy presente desde el mismo día de la inau-guración, amenizada por la soprano Mari Ángeles Olariaga. El club contó además con su propio coro mixto, que debutó en el Principal.

    Mientras tanto, José Ángel Cuerda, cuya principal seña de identidad sería siempre no conformarse ni ante la injusticia ni con la desigualdad, comenzó a dar clases en la Escuela de Trabajo Social y en la de Mandos Intermedios de Jesús Obrero, además de abrir un bufete que defendía a trabajadores en huelga, o a jóvenes sin recursos del Patronato de la Mu-jer. Allí fue donde conoció a María Jesús Aguirre, trabajadora social que se había iniciado en Cáritas de Zaramaga, futura vicealcaldesa y su mano derecha en servicios sociales.

  • “La política es el bienestar de los ciu-dadanos”

    JOSÉ ÁNGELCUERDA

    Cuerda ha confesado ser un gran amante de la poesía, y que en sus cla-ses solía citar fragmentos de poemas, y así como José Agustín Goytisolo escribió que “un hombre solo, una mujer, así tomados de uno en uno, son como polvo, no son nada”, él supo rodearse de personas afines a su talante humanista que le ayudaron en el diseño físico, social, cultural,ambiental, legal de Vitoria-Gasteiz como modelo de ciudad sostenible, siempre sobre la premisa de que el fin de toda comunidad política es el bienestar de los ciudadanos.

    La lista de conquistas del consistorio Cuerda es larga como su perma-nencia de 20 años al frente de la Alcaldía, y abarca múltiples aspectos de ese bienestar: erradicación del chabolismo, rehabilitación del casco histórico, adquisición de edificios de la iglesia y el ejército (palacio de Montehermoso, palacio de Villa Suso, pabellones militares del cuartelde Flandes); compra del Teatro Principal; apuesta por las viviendasprotegidas; creación de la primera casa para enfermos de sida; de la primera oficina municipal en pro de la objeción de conciencia; del pri-mer registro de parejas de hecho; la construcción de 11 centros cívicos, como reivindicación de un nuevo concepto de espacio público; impulso pionero en el reciclaje, tratamiento de residuos y recogida neumática de la basura; recuperación de las periferias degradadas y puesta en marcha del anillo verde.

  • “La política es el bienestar de los ciu-dadanos”

    JOSÉ ÁNGELCUERDA

    Premio Ignacio Ellacuría de cooperación para el desarrollo 2015, una de las máximas de Cuerda fue “al alcalde, lo que no le compete le incum-be”. Y convirtió a Vitoria en el primer municipio en destinar el 0,7% de su presupuesto para ayudas al desarrollo, aplicando la solidaridad desde el humilde ámbito local. Y por eso en 1992, encabezó la escolta internacional que acompañó a los refugiados guatemaltecos en Chiapas de vuelta a su país; de ahí su amistad con la activista Rigoberta Menchú en Guatemala, sus clases en la universidad Centroamericana y el víncu-lo emocional que forjó allá.

    Muchos logros hubo en los cinco mandatos consecutivos de Cuerda pero brillan con luz propia los que se refieren a la música, especial-mente el nuevo conservatorio de la plaza de la Constitución, dirigido por Carmelo Bernaola, de quien José Ángel Cuerda guarda un recuerdo imborrable, y la escuela municipal de música Luis Aramburu, sin olvidar el conservatorio municipal de Danza José Uruñuela y la Joven Orquesta de Euskadi.

  • El Club Aquinas, iniciativa juvenilJOSÉ ÁNGELCUERDA

    “Cuando yo era joven y terminé el bachiller [en los Marianistas], comen-cé a estudiar la carrera en Vitoria por libre porque entonces estudiar en Valladolid oficial era imposible, por el gasto; así que estudiaba Derecho aquí y luego me iba a examinar en junio a Valladolid. Y durante el año nos dedicábamos a una serie de actividades. Un grupo de seis o siete estudiantes de Derecho -José Mari Ibarrondo, José Luis Balaguer- em-pezamos a ir a Los Luises, la congregación mariana de los jesuitas, que estaba en la calle Dato, al lado del Santander. Había un edificio esplén-dido, con una primera planta fantástica, y allí estaba el club de jóvenes los Luises, del que me hicieron presidente. Pero nos asomábamos al mirador, y veíamos a las chicas paseando, hasta que un día dijimos qué sentido tiene que haya aquí un club de chicos, vamos a hacer uno de chicos y de chicas, y que podamos estar aquí con toda normalidad. Esto era hace 60 años largos. Lo propuse. La respuesta del padre Tabernero: echarme de los Luises”.

  • El Club Aquinas, iniciativa juvenilJOSÉ ÁNGELCUERDA

    “Y entonces nos fuimos todos y decidimos crear un club nosotros. Pedi-mos ayuda, por ejemplo, a don Luis Barandiarán, y en un piso de la calle General Álava montamos el Club Aquinas para chicos y para chicas. Y la verdad es que tuvo un éxito juvenil inimaginable. Nos dedicamos a un tipo de actividades de carácter social, hacíamos la operación botella, la operación papel, una labor de responsabilidad social. No era un sitio hacia dentro sino hacia afuera, hacia la gente. Estábamos dentro de lo que podría llamarse la ortodoxia cristiana, relacionados con Barandia-rán, también estaba por allí metido don José María Cirarda [profesor del Seminario, en aquella época], y la verdad es que hicimos muchísimas cosas. Organizábamos conciertos y teatro. Allí teníamos a un inspector de policía, de cuyo nombre no quiero acordarme, que estaba encima de nosotros permanentemente. Trajimos a mucha gente a dar charlas, conferencias. Y conciertos de piano o pequeños grupos, cuartetos. Fue una actividad cultural y social muy importante, a mí personalmente me marcó muchísimo. Seguí de presidente de ese club hasta que me casé. Ya había empezado a dar clases en la Escuela de Mandos Intermedios, de Jesús Obrero, luego lo hice en la escuela de Trabajo Social, donde he estado 40 años; más tarde en la Universidad, en la del País Vasco y en la de Deusto, y también en la Centroamericana”.

  • Carmelo Bernaola, amigo y consejeroJOSÉ ÁNGELCUERDA

    “Cuando yo llegué a la Alcaldía, en 1979, existía el conservatorio de música que estaba en el Campillo, y realmente era un centro de apren-dizaje de enseñanza musical importante pero muy constreñido al es-pacio que tenía, que era relativamente escaso. Surgió en ese momento la necesidad, el deseo de todos, por parte del Ayuntamiento y de la Diputación, de hacer un nuevo conservatorio en Vitoria, y fue cuando se empezó a trabajar en el gran edificio que hoy es el conservatorio, que se transformó en un centro de estudios superiores en el que se tuvo la gran fortuna de poder contratar como director a Carmelo Bernaola, que era un músico excepcional, además de una persona entrañable con la que daba gusto trabajar. Yo tuve la suerte y el privilegio, en mi condición de alcalde, de ser el presidente de la Junta de ese nuevo conservatorio, de esa nueva escuela de música (creo que a Carmelo le gustaba más que sellamara escuela y no conservatorio, porque él decía precisamente que la música no había que conservarla sino extenderla, abrirla). Y ahí surgió el conservatorio, dirigido por Carmelo, que fue y que sigue siendo una pieza excepcional en orden a la enseñanza musical”.

    “Carmelo siempre me trató con mucho cariño y tengo un recuerdo de él que me emociona. Yo era un gran admirador suyo. Era un hombre muy singular. El momento en que Carmelo Bernaola llegó a Vitoria y yo co-necté con él fue una delicia. Yo solía acompañarle con mucha frecuencia a los conciertos que se celebraban, y recuerdo momentos que a lo mejor tienen que ver poco con la música pero que sí tenían que ver con su for-ma de entender la vida, la ciudad, el país. Por ejemplo, cuando se esta-ba planteando la posibilidad, desde el Ayuntamiento, desde la Alcaldía, de comprar el Principal –Vitoria no tenía ningún teatro público-, y efecti-vamente se compró, y hoy es un teatro municipal, pero fue porque en su momento lo compramos –estaba en manos de VESA- con la colaboración del Gobierno vasco”.

  • Principal sí, Guridi noJOSÉ ÁNGELCUERDA

    “Pero recuerdo que por entonces Carmelo Bernaola decía que Vitoria necesitaba, además del teatro Principal, otra sala más amplia de con-ciertos; y él decía el sitio ideal es el teatro Guridi. Yo intenté por todos los medios convencer a VESA para que nos lo vendieran también pero notuve suerte. VESA decidió que no, montó entonces sus cines, que era su actividad, luego ya los cines desaparecieron de allí. Carmelo estaba muy empeñado en que el teatro Guridi era la sala de conciertos que Vito-ria necesitaba. Luego se ha intentado, en los sucesivos ayuntamientos, hacerlo en varios sitios, en Lakua, en el Paseo de la Música, pero desa-fortunadamente no ha habido acuerdo municipal suficiente como para avanzar en el tema. Y yo creo que hoy sigue siendo una carencia. Aveces me da pena pensar que hay todos los millones que se quieran para poder jugar al baloncesto, y no hay para hacer un auditorio como Dios manda”.

    “Con Carmelo Bernaola me acuerdo de un concierto que dio aquí Joa-quín Achúcarro, precisamente en el teatro Principal, que ya lo había comprado el Ayuntamiento, y les comenté a Carmelo Bernaola y a Achú-carro -que habíamos ido a saludarle porque Carmelo iba a saludar a to-dos y me llevaba siempre-, que íbamos a hacer alguna obra, y recuerdo que Achúcarro dijo cuidado con lo que hacéis, esto justo pasar la frego-na, este teatro tiene unas condiciones acústicas excepcionales. Por eso, cuando oigo a expertos que hay que hacer obras, que el Principal tiene mala acústica, pues les recuerdo lo que dijo Achúcarro”.

    “Recuerdo otro día, esta vez fue en el teatro Guridi, me acuerdo muy bien, en un concierto deCristóbal Halffter, estuvimos a saludarle en su camerino; había habido un atentado de ETA, y a mí se me ocurrió decirle ¿qué le parece, maestro, si antes del concierto guardamos un minutode silencio? Y dijo Halffter muy vehemente un minuto de silencio, no, ¡una vida de grito! Tengo muy grabada esa frase suya”.

  • La Escuela Luis AramburuJOSÉ ÁNGELCUERDA

    “Nos pareció, desde el Ayuntamiento, desde la Alcaldía, que necesitá-bamos tener mayores posibilidades de enseñar música a otros niveles distintos, y entonces decidimos crear una escuela municipal de música, complementaria del gran Conservatorio. Y el espacio para esa escuela lo encontramos en un convento de monjas en la calle Zapatería. Era un edificio que quedó vacío y llegamos a un acuerdo con la congregación, y allí se instaló una escuela municipal de música, a la que se le puso el nombre de Luis Aramburu, otro excepcional músico vitoriano, y se nom-bró director a Roberto Ugarte Alvarado”.

    “Yo supongo que Carmelo Bernaola tuvo algo que decir en el tema. Carmelo no era mi asesor musical sino mi orientador, mi director, y muy probablemente, lo mismo que me apuntaba y hablaba de Juanjo Mena, pues cuando surgió el tema de la dirección de la escuela municipal,seguro que Carmelo sería el que me habló de Roberto Ugarte, que era un alumno del Conservatorio, y la verdad es que acertamos plenamente con él; lleva ya muchos años por ahí ocupando puestos de gran rele-vancia en la gestión musical. Cuando se van a hacer estas cosas, yo de quien me tengo que dejar aconsejar es de las personas que son exper-tas en ese campo, y que sé que me van a orientar con toda lealtad y con toda garantía. Y muchas de esas cosas eran gracias a Carmelo Bernaola. Poder contar con un experto como él era un privilegio”.

    “Allí comenzó una nueva etapa, un nuevo centro musical, con lo cual entonces en Vitoria teníamos dos centros: la Escuela y el Conservatorio, para que la música como arte y como ciencia pudiera extenderse al ma-yor número posible de ciudadanos. Años más tarde, cuandoyo ya había dejado la Alcaldía, hubo la oportunidad de desplazar la Escuela de Música a otro lugar más amplio, mejor dotado, con mayores espacios, que es su ubicación actual”.

  • Juanjo Mena y la Joven OrquestaJOSÉ ÁNGELCUERDA

    “Todo esto se fue completando con otra serie de iniciativas, desde el punto de vista musical; por una parte, en el Conservatorio y junto a él, la Escuela de Danza, y luego esa profusión de coros de todo tipo. Incluso en Vitoria nació la Joven Orquesta de Euskadi; llegamos a un acuerdo para constituirla con la que entonces era consejera de cultura del Go-bierno vasco, y se nombró director a Juanjo Mena, otro de nuestros ex-cepcionales músicos que hoy nos sigue llenando de orgullo a todos los que le conocimos y disfrutamos con su forma de entender la música”.

    “Hacia Juanjo Mena tengo un afecto y una admiración extraordinarios. Le conocí en los tiempos del Conservatorio, y Carmelo Bernaola siempre me hablaba de una manera fantástica de él, con quien he tenido muy buena relación, conocí también a sus padres. Y cuando tuve la iniciativa de plantear vamos a crear la Joven Orquesta de Euskadi, y lo hablé con la consejera de Cultura, Mari Carmen Garmendia, y nos reunimos en un hotel de San Sebastián ella, Juanjo y yo, propuse que el director fuera Juanjo, ella estuvo encantada, y Juanjo comenzó así a crear la Joven Or-questa. La última vez que he estado con él ha sido en un concierto que dio en Bilbao, y mi mujer y yo nos fuimos a escucharle. Conmigo siempre ha sido un hombre cariñosísimo. Creo que es un gran músico y me sien-to orgullosísimo de poder tener amistad con gente tan importante como él, importante como persona, importante como músico”.

  • Juanjo Mena y la Joven OrquestaJOSÉ ÁNGELCUERDA

    “Desde una alcaldía hay que tocar cuarenta cosas, hay que estar en todo, en la formación profesional, los centros educativos. Y una de aquellas tareas fue la decisión de crear esa Joven Orquesta de Euskadi, procuramos que la sede estuviera en Vitoria, lo que pasa es que eracomplicado y se puso la sede en San Sebastián, pero el director fue de Vitoria. Yo pensaba y sigo pensando que cuando estamos hablando de política, política se escribe siempre con mayúsculas; desde mi punto de vista, la política es el bienestar de los ciudadanos, que abarca un mon-tón de posibilidades en todos los ámbitos de la vida, así que tenemos que incidir en todas esas cuestiones”.

    “Y con todo esto lo único que hicimos fue sencillamente cumplir con nuestra obligación desde la Alcaldía para intentar en este ámbito de la música, lo mismo que hicimos en otros ámbitos (ambiental, tecnológico, profesional), posibilitar la formación de nuestros ciudadanos, insisto,en ese doble aspecto que dicen los expertos que es la música, arte y co-nocimiento; el arte para apreciar y sentir; y el conocimiento para poder vivirla intelectualmente”.

    “Mi preocupación como alcalde iba naturalmente dirigida en todos los sentidos y en todos los ámbitos. Se ha celebrado el 25 aniversario del Centro de Estudios Ambientales; pues este centro lo creamos primero como un centro de estudios, de formación profesional, y luego dimos un paso más y se creó un centro de investigación, con todo el tema de lo que es el anillo verde de Vitoria. Hay que recordar cómo surgió ese anillo en Salburua, donde se habían desecado grandes zonas para uso agrícola pero que habían fracasado, y recuerdo que el jefe de zona rural del Ayuntamiento, Evelio Lopera, me propuso volver a recuperar todo aquel espacio, y a pesar de que hubo dentro del Ayuntamiento opinio-nes diversas, yo dije adelante, me parece una idea estupenda. Y gracias a ese técnico municipal conseguimos hacerlo”.

  • Juanjo Mena y la Joven OrquestaJOSÉ ÁNGELCUERDA

    “Yo no he tenido la suerte de poder tener una ascendencia musical sino que lo único que he podido hacer en mi vida, y lo sigo haciendo con mucho gusto, es disfrutar de la música, sentir la música, que nos da una calidad y que nos impregna de una determinada forma de ser que, sola-mente sintiendo la música como tal, es posible entenderlo. Suelo escu-char música clásica, aunque también me gusta otro tipo de música que se utiliza como instrumento de orden social: la música latinoamericana de tantos países en que yo he podido estar. Y esa música la tengo tam-bién muy en el corazón; todas mis correrías por Centroamérica, funda-mentalmente, siempre me han llenado, y su música forma parte también de mi vida. Pero la música clásica es con la que disfruto, me ayuda y con la que me siento muy a gusto. Mozart, Beethoven, Chopin. Me hubiera gustado haber sido, no tanto compositor sino intérprete, pero simple-mente como oyente la disfruto y la siento”.

  • JUANJO MENA

  • “Yo me pregunto cuántos Antton Lete tiene ahora esta ciudad”

    JUANJO MENA

    Juanjo Mena (Vitoria, 1965) fue el director de orquesta más joven del país, en su momento. Pero él no sería probablemente lo que es hoy, uno de los mejores directores del mundo, si Antton Lete no hubiera estado al frente de la escolanía del colegio Samani go. Dirigido entre 1969 y 1984 por Ángeles Álvarez Ruiz de Viñaspre, fallecida recientemente a los 97 años, el Samaniego implantó una educación integral que primaba lo ar-tístico, contando con un grupo de teatro dirigido por Enrike Ruiz de Gor-doa, y la Escolanía con proyección internacional de Lete. Y a este colegio asistieron de niños los hermanos Mena, Elena, Juanjo y Carlos.Juanjo siempre recuerda que un día Lete entró en su clase, buscando voces para la escolanía, y de esta forma se abrió de par en par para él, a los 7 años, el mágico universo de la música.

    Ingresó en la escolanía Samaniego y después en el conservatorio del Campillo. Campeón de Euskadi de txistu a los 11 años, considera que su primer instrumento importante fue el clarinete aunque después apren-dió piano, viola y contrabajo. Con 13 años entró de becario en la Banda Municipal tocando el clarinete. Salía del colegio a las 5,30, iba al conser-vatorio hasta las 7,30, marchaba a la Banda a ensayar a las 8 y después al ensayo de la Coral hasta las 11.

    A los 16 años le propusieron dirigir un coro de cien voces femeninas en el colegio Niño Jesús. Prosiguió los estudios superiores de música en el nuevo conservatorio con Carmelo Bernaola. Componente del grupo vocal de música antigua Capilla Peñaflorida, Juanjo Mena creó con 18 años el coro mixto de música contemporánea Clúster Cámara, con el que comen-zó a darse a conocer en citas como la Quincena donostiarra, que tam-bién lo vio dirigir el grupo instrumental Jesús Guridi del conservatorio, al frente de cuya orquesta nos lo encontramos a los 22 años. Se trasladó luego a Madrid para estudiar dirección de orquesta con Enrique García Asensio. Amplía estudios en Alemania con Sergiu Celibidache, mítico di-rector de orquesta rumano, con el que se cierra su ciclo de aprendizaje.

  • “Yo me pregunto cuántos Antton Lete tiene ahora esta ciudad”

    JUANJO MENA

    A partir de entonces, y poco a poco, su forma de dirigir y de comprome-terse con los colectivos musicales a su cargo, harían que el nombre de Juanjo Mena sonase cada vez más entre la élite de la dirección orques-tal. Director asistente de la Joven Orquesta de Vitoria, en 1992, fue pro-videncial su relación cada vez más estrecha, a partir del año siguiente, con la Orquesta Sinfónica de Bilbao, de la que ha sido titular entre 1999 y 2008, sin olvidar el maravilloso encargo de poner en marcha la Joven Orquesta de Euskal Herria, en 1997, y su paso por la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Casi veinte años trabajando intensamente en orquestas cer-canas culminarían con su salto a la palestra internacional, cuando co-menzó a recorrer Europa y América, dirigiendo cada semana una nueva orquesta, hasta que en 2010 se asentó con la Filarmónica de la BBC.

    Yo soy también producto de Cuerda, gente que antepone los valores a los éxitos, ha asegurado Juanjo Mena, Premio Nacional de Música 2016, año en que también recibió el Musika Bulegoa, otorgado por la agrupa-ción de asociaciones de profesionales del sector musical vasco, y el de Alavés del mes de noviembre, concedido por El Correo, donde declaró: El arte es mucho más que sensaciones puntuales y veloces. En abril de 2017, la Diputación Foral le entregó la Medalla de Álava. Todos somos iguales. Debemos hablarnos sin distancias, darnos sin límite y no olvi-darnos de lo que somos, manifestó. Galardonado con el premio Orfeón Donostiarra UPV-EHU en 2017, Mena no se cansa de repetir que hay que invertir desde abajo.

    El 2 de octubre de 2017, a las 19,30 y dentro de los actos del 25 aniver-sario de la Escuela municipal de música Luis Aramburu, Juanjo Mena ofreció una conferencia en el auditorio. Por la mañana había sido entre-vistado en Radio Vitoria: Yo soy de Zaramaga, de un barrio obrero, todos estamos capacitados para hacer música, para crear arte.

  • “Yo me pregunto cuántos Antton Lete tiene ahora esta ciudad”

    JUANJO MENA

    Ante la pregunta de la conferencia -¿Cómo surge una persona creativa en la sociedad de hoy?

    Juanjo Mena respondió haciendo un repaso a su propia biografía artís-tica, y asegurando que el Mena de los premios se forjó desde la base, curtiéndose en los pasacalles, las Dianas o transportando los timbales como becario de la Banda municipal. A pesar de que su conferenciaestuvo salpicada de continuos golpes de humor, el mensaje que el direc-tor de orquesta nos transmitió estaba teñido de amargura, a causa del consumismo, del despilfarro, la corrupción y del exceso de tecnología que, a su juicio, acechan a la sociedad y especialmente a los másjóvenes.

    Los dos hermanos Mena –Juanjo y Carlos, director y contratenor- están cortados por el mismo patrón: inmediatamente salta a la vista su cali-dad humana, la cordialidad, el sentido del humor, su cercanía personal, la sensibilidad artística que transmiten. A menudo, suele ponersede relieve la humildad de los grandes. Seguro que no es casual y que obedece al aprendizaje en compañía de los mejores maestros, al esfuer-zo diario por superar los peores defectos que a todos nos asedian.

  • “Presentación de la conferencia”JUANJO MENA

    [La conferencia se abrió con unas palabras de bienvenida del director de la Escuela, Paco Galve. A continuación

    habló brevemente el alcalde, Gorka Urtaran. La presenta-ción del invitado corrió a cargo de Josu Izaguirre, profesor

    de la Escuela y antiguo alumno de Juanjo Mena, quien habló seguidamente una hora aproximadamente. Tras un

    corto turno de preguntas, cerró el acto la concejala de Cultura Estíbaliz Canto.]

    -“Estamos celebrando el vigésimo quinto aniversario de la Escuela Luis Aramburu, 25 años en los que han pasado por aquí 18.000 gasteiztarras para aprender música y para aprender algo más porque la música también hace que seamos una sociedad más libre, más crítica, más constructiva y más independiente. Y hay que reconocérselo a todos aquellos que hace 25 años impulsaron, desde el ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, la Escue-la, y especialmente al alcalde José Ángel Cuerda. Es un orgullo para nosotros poder tener a gasteizta-rras, como Juanjo Mena, que llevan el buen nombre de Vitoria-Gasteiz por todo el mundo”.

  • “Presentación de la conferencia”JUANJO MENA

    [La conferencia se abrió con unas palabras de bienvenida del director de la Escuela, Paco Galve. A continuación

    habló brevemente el alcalde, Gorka Urtaran. La presenta-ción del invitado corrió a cargo de Josu Izaguirre, profesor

    de la Escuela y antiguo alumno de Juanjo Mena, quien habló seguidamente una hora aproximadamente. Tras un

    corto turno de preguntas, cerró el acto la concejala de Cultura Estíbaliz Canto.]

    -“Juanjo recorre el mundo solicitado por las orquestas más pres-tigiosas, y eso es como jugar en la NBA, ganar Champions, subir ocho miles, correr la Maratón de Nueva York, y para lograr eso hace falta mucho esfuerzo, mucho sacrificio, mucho amor por el trabajo; y desde luego Juanjo sabe el sacrificio que conlleva, y los que le rodean saben lo que cuesta llegar ahí. Si alguien puede ser un gran embajador de Vitoria es él, con su dedicación, con ese esfuerzo y ese amor por el trabajo. Pero él no sólo lleva el buen nombre de Vitoria por el mundo sino que influye o ha influido en su entorno desde hace muchos años, sin que quizá sea conscien-te de ello. Pero muchos de los profesores que estamos hoy aquí estuvimos en una orquesta que él dirigía en el conservatorio. En mi caso, yo llegué al conservatorio de la mano de Sabin Salaberri, aquí presente, pero Juanjo, en cuanto me vio acarrear un contra-bajo, me invitó a participar en aquella orquesta, que ensayaba los sábados a la mañana y que era de una diversidad maravillosa. Era muy bonito poder compartir atril con tanta gente de diferente edad; supongo que es algo que en el conservatorio no ha vuelto a suceder pero que es una de las características de esta Escuela. Desde luego, a mí me marcó, y estoy seguro de que a otros com-pañeros también. Juanjo nos hizo sentir queridos, útiles, valiosos, especiales, a cada uno de los que formamos esa orquesta, y a mí me hizo reflexionar sobre lo que quería hacer con mi vida, y puede que él tenga parte de culpa en que yo esté hoy aquí dando clases. Aprovecho para darte las gracias”.

  • “Presentación de la conferencia”JUANJO MENA

    [La conferencia se abrió con unas palabras de bienvenida del director de la Escuela, Paco Galve. A continuación

    habló brevemente el alcalde, Gorka Urtaran. La presenta-ción del invitado corrió a cargo de Josu Izaguirre, profesor

    de la Escuela y antiguo alumno de Juanjo Mena, quien habló seguidamente una hora aproximadamente. Tras un

    corto turno de preguntas, cerró el acto la concejala de Cultura Estíbaliz Canto.]

    -“Juanjo, hoy en día, sigue haciendo eso por todo el mundo: cada semana se pone delante de un montón de músicos, de personas con sus problemas, diferencias, egos, con su día a día, y, con pa-labras pero sobre todo con gestos y con humildad, trata de sacar lo mejor de ellos para conseguir algo bello. Tenemos mucho que aprender de eso, necesitamos más referentes como Juanjo; en una sociedad como la que vivimos, con tanto ruido y tanta pala-bra altisonante, escuchar a artistas como él creo que es necesa-rio, porque una sociedad que escucha, que mira y que mima a sus artistas es una sociedad mejor, más sana, más culta y más sabia”.

  • CONFERENCIA DE JUANJO MENAJUANJO MENA

    -“Zorionak a la Escuela, al director y a cada uno de los alumnos, a los profesores, a las familias, a los políticos, a todos los que hacen posible esta Escuela cada día. Me agrada mucho veros, aunque sea de una forma leve, a gente a la que tuve el placer de examinar en el tribunal. Eranlas segundas oposiciones que se hacían [en la Escuela], y yo recuerdo que en aquella época yo era un tipo difícil porque estaba un poco en conexión con el más allá, era la época de Celibidache; tenía una acti-tud un tanto altiva y hablaba como si yo fuera Celibidache, cuando lo que él me enseñó es que yo soy Juanjo, y nadie puede ser otra persona salvo la que tú quieres construir internamente. Lamento y disculpadme si fui muy estricto en las oposiciones porque recuerdo que yo iba allá de intentar controlar todo, no ha tocado bien aquí, intentar ser lo más exigente para que el profesorado que aquí entrara fuera el mejor posi-ble. Veo que a todos nos ha valido, creo que todos habéis hecho un gran trabajo, así que enhorabuena”.

    CONFERENCIA DE JUANJO MENA

  • CONFERENCIA DE JUANJO MENAJUANJO MENA

    -“Creo que la LOGSE fue uno de los elementos que más condicionaron esta Escuela porque había que dar salida a toda la demanda de ciuda-danos que no podían estar dentro de la norma del conservatorio como grado medio -a pesar de que luego se hizo el elemental pero no era suficiente- y en ese sentido, una vez más, y me lo habéis oído bastan-tes veces, y sabéis desde dónde viene, desde la verdad y la sinceridad, de nuevo José Ángel Cuerda tuvo la brillante idea, con otros muchos, de ir adelante con este proyecto e intentar dar esa salida, que no era posible con la LOGSE, a través de una escuela elemental municipal; si no se podía estar aquí, lo siguiente eran las escuelas privadas, en aquel momento todavía muy incipientes. Creo que hay que estar contento de lo que esta Escuela ha hecho durante todo este tiempo por tanta gen-te que ha podido acceder a la música desde abajo, sin ningún tipo de condicionante de audición, de nivel o cuestión reglada, sino que quiero hacer música, como los niños que nos acaban de dar un recital con sus palmas, midiendo perfectamente lo que estaba en la pizarra”.

    -“La LOGSE, desde mi punto de vista, supone una burocratización de la música; para mí resultó fantástica porque fue determinante para que dejara de ser profesor; era muy evidente que yo estaba totalmente en contra de lo que planteaba, quizá muy influenciado todavía por aquelque dio forma al Conservatorio, que fue Carmelo, y del que todos cono-cíais sus planteamientos musicales. Si hacemos un análisis de lo que ha ocurrido después de la LOGSE con las escuelas elementales o básicas, veremos que las han dejado en la más completa indigencia, sin ningún tipo de ayuda, buscaos la vida, y aun así en esta ciudad se mantienen unpar de ellas, la escuela Udaberria y la escuela Madre Vedruna, en con-diciones dignamente merecedoras de ir a los tribunales para denunciar, porque así no se pueden hacer las cosas”.

  • “Mil oportunidades perdidas”JUANJO MENA

    -“Creo que esta Escuela palió una imagen de todo punto deficiente de lo que la LOGSE quiso hacer. De los 350 alumnos que empezaron en aquel año 1992, a los 1050 que hay ahora mismo, o de las 1700 matrículas, que sería más correcto decir, creo que hay un cambio muy importante. De 10 especialidades, más el lenguaje musical, a 25 especialidades, creo que hay un gran cambio también. De 8 profesores a 37, también. Pero no de-bemos olvidar, y ya hemos estado hablando de ello con la concejala de Cultura y con el Alcalde, que hay mil solicitudes de personas que todavía están esperando para entrar, y que en la medida de lo posible se vaintentar atender en los próximos años. ¿Cómo se puede lograr que mil personas que quieren estudiar música tengan una salida? ¿Por qué ocu-rre esto?”

    -“Estamos perdiendo mil opciones de tener una persona creativa en Vitoria. Estamos perdiendo un nuevo Bingen Mendizabal, un nuevo Toño Lauzurika, que acaba de ganar, como todos saben, un gran premio; o un maravilloso Paco Ibáñez, al que habrá que hacer una estatua alguna vez en esta ciudad, por todo lo que ha enseñado de solfeo, de la solfa, a loschavales de esta ciudad, o un Alfonso García de la Torre, que nos ha metido en el panorama europeo de la música contemporánea desde su laboratorio, dejándose la vida prácticamente allá, y al que todos tene-mos que respetar. O solistas como Patricia Azanza o Alfonso Gómez, oyo mismo podría ser uno de esos mil, y por eso hace falta tener en cuen-ta el bello reto de poder ampliar el horario del profesorado en jornada precaria y normalizar la situación. Pero esta Escuela no puede ser res-ponsable exclusivamente de que eso no pase, aunque puede seguir pa-liando la falta de una estructura musical mucho más sólida en la ciudad, y en esto tiene que ver el conservatorio pero sobre todo la educación general del niño”.

  • “La voz, primer instrumento”JUANJO MENA

    -“Mi pregunta para la charla de hoy se entronca dentro de esta idea. Yo me voy a mirar en un espejo y observar cómo fue la sociedad que yo viví y cómo es la actual. En los 70 había un colegio, en mi caso, que se llama-ba Colegio Samaniego, que era diferente, que tenía una visión humanis-ta, mucho más social, mucho más artística, como la directora, que acaba de morir hace escasamente un año, Mari Ángeles, una personalidad tre-menda, arrolladora. Y esa es una de las razones de que yo esté hablán-doles a todos ustedes hoy. Me han oído muchas veces hablar de Antton Lete, de cómo ese señor se pasó por mi clase con una flauta cuando yo tenía 7 años, acerté las notas de casualidad y él me invitó a cantar en el Coro, y yo le dije hablaré conmis padres”.

    -“Me gustaría aplicar un espejo con respecto a lo que tenemos ahora mismo. Quizá en este momento pueda haber colegios que tengan tam-bién un gran prestigio, una gran diversidad de materias o Q de calidad, que es una cosa que a mí me vuelve loco, como ustedes saben, esas Qde calidad que se dan y que se obtienen para no sé qué historias. Pero de lo que yo hablo es de qué colegio en esta ciudad tiene ahora una vi-sión artística, humanista. Digo colegio, no estoy hablando de ningún tipo de instituto, estoy hablando de un colegio básico, donde los niños de5 a 10 años estén tratados de manera humanista, mucho más social, mu-cho más centrada en el arte, en respirar, en cantar”.

  • “La voz, primer instrumento”JUANJO MENA

    -“Porque cuando hablamos de cantar -como ha hablado el director de la Escuela sobre los grupos instrumentales y compartir, o como ha comen-tado el Alcalde acerca de la socialización y la democratización, la inde-pendencia, el criterio, el respeto-, cantar en un grupo, cantar para un niño debería ser obligado, que pueda sentir las vibraciones internas de su instrumento, del primer instrumento, que tenga ocasión de escuchar, de desarrollar, de sentir. Probablemente, muchos complejos posterio-res que tantos niños tienen de comunicación o de miedos -no quiero ni nombrar todas las enfermedades que podemos encontrar- podrían ser resueltos desde una escucha mucho más directa del niño hacia dentro”.

    -“Cantar es disfrutar de un sonido que resuena en tu cuerpo pero que además está en contacto con el sonido de otro, es un sonido que se tie-ne que complementar, no es tu sonido y su sonido sino nuestros soni-dos. Y yo creo que, sin enterarnos, aquel mago que era Antton conseguía que nosotros fuéramos socializándonos, hasta el punto de que ahora la coral Samaniego, que cumple 40 años, quiere organizar una nueva cena para volver a celebrar esto, y estamos de cenas cada cinco años, inten-tando juntarnos de tan sociales que somos, pero qué maravilla. O sea, somos un grupo que todavía sigue en contacto, y esto es realmente algoalucinante”.

  • “El coro Araba, Amets y Feliciano”JUANJO MENA

    -“¿Cómo es la actividad de una escolanía, qué hace una escolanía nor-malmente?: conciertos en teatros, en la calle, en competiciones, como cuando íbamos a Tolosa y ganábamos. Conciertos en Las Nieves con todas aquellas personas aquejadas de demencia senil; nuestros villan-cicos todas las Navidades, vestidos de vasquitos con la txapela, por las Aulas de la Tercera Edad, cantando a la gente. Yo me pregunto cuánto de eso hay ahora, cuántos Antton Lete tiene esta ciudad, cuántos de una manera desinteresada, sin cobrar un solo duro como era su caso, empleando horas y horas al margen de su horario laboral, cuántos de esos hay ahora, cuántos enseñan a cantar, cuántos hacen ese trabajo de volcarse en un grupo de niños para intentar llevarlos a esos espacios sociales, vitales, normales de la vida”.

    -“¿Cuál era el movimiento coral en aquella época? La energía era te-rrible: el coro Araba, la coral Manuel Iradier, la coral Samaniego. Había no sé cuántos coros en esta ciudad, todo el mundo cantaba. Esos coros eran cuidados por las instituciones de una manera adecuada en aquella época, adecuada sobre todo porque era incipiente, no sabíamos ni cómo había que hacerlo. Pero en aquel momento se sentía la necesidad de crear cosas para la sociedad, y los grupos corales eran fundamentales. Me pregunto ahora cómo están nuestros grupos corales, cuántos coros sobreviven como pueden, cuántos coros nuevos han surgido, cuánta gente está cantando ahora mismo en esta sociedad. Probablemente una décima parte de lo que había en aquella época”.

    -“En aquella época, la cultura popular surgió con fuerza, el folclore, las ganas de crear. Yo recuerdo ese tiempo maravilloso, y al coro Araba, que siempre será un referente en mi vida. Ensayábamos todos en el mismo sitio; la cocina aquí, aquí ensayaba el grupo Amets, donde yo toqué, tuve la suerte de estar tocando allá cuando todavía no se podía cantar en euskera, acompañando, haciendo mis pequeñas diabluras con el clarine-te, improvisando, tocando el txistu, cantando, ¿te acuerdas, Sabin?, no sé lo que pensarías tú de lo que yo hacía en aquella época.

  • “El coro Araba, Amets y Feliciano”JUANJO MENA

    Todo aquello lo viví allá. Nosotros ensayábamos a las 6, pues a las siete y media los del coro Araba empezaban a pasar desde la cocina, por su-puesto con el olor de las buenas viandas y los buenos porrones de vino que acababan de tomar, a ensayar a la siguiente sala, que era la suya, y entonces acabábamos el ensayo con Amets y pasábamos a verlos”.

    -“Cuántas de esas vivencias hay ahora, me pregunto. O de aquel Felicia-no, del que me habrán oído muchas veces hablar. Mis padres decidie-ron que también era bueno que formara parte del barrio, del barrio de Zaramaga, con todo el orgullo de serlo, cuando tocábamos el txistu con Feliciano, aquel hombre que se desvivía por nosotros; allá ensayábamos, en el cementerio de Santa Isabel, en la pequeña casita que había, tocán-doles a los muertos, todas las tardes noches, esa era nuestra mirada, el cementerio; yo creo que estaban muy contentos de todo lo que escucha-ban. Además Feliciano fue la persona que me llevó a vivir el sonido y el ritmo de la calle, los pasacalles, las biribilketas”.

    -“Todavía el ritmo ternario se respetaba, ese de bailar, el un-dos-tres, que se puede bailar en ritmo muy tranquilo de vals o se puede saltar. En aquella época los blusas saltaban, no botaban. Ustedes saben que el rit-mo ternario es muy difícil de dirigir porque el desplazamiento del brazo al punto máximo tiene que ser distribuido, subir en dos y bajar enuno. Ahora lo que hacen los blusas es que vaya más deprisa el ritmo ter-nario para que deje de serlo. Tú ríete, Roberto [Álvarez], de la Academia de Folklore, pero esto es verdad, la biribilketa se ha destrozado. ¿Cuán-tos Felicianos hay todavía en esta ciudad, de aquellos entregados, quenos cogía y nos llevaba en su coche a las fiestas de Tafalla, y nos metía en la cuadrilla de los Babazorros a tocar y a acompañar?”

  • “Aprendiendo desde abajo”JUANJO MENA

    -“Yo vengo de ahí. Ahora todo el mundo el Mena, el Mena, y los premios, y tal, pero yo vengo desde abajo, y lo que veo es que ahora desde abajo no hay estas cosas, y me preocupo, y algunos dicen qué hay que hacer. Pues, miren, pongamos un director de coro en cada ikastolay escuela de esta provincia. Podemos dar salida a tanta gente, que está en el paro, con buenos conocimientos y ganas de hacer música. Pon-gamos a un Feliciano en cada barrio de la ciudad. Lo más gordo es que toda esta gente lo hacía sin cobrar un duro, y ahora parece ser que paramover un vasito hay que pagar. Todo eso vino de los 70, del cambio po-lítico, de la construcción por fin de un país como queríamos. La energía, la ilusión, la entrega, la búsqueda, la ambición, las ganas de trabajar, estaban totalmente por encima del concepto de que yo iba a recibir algopor eso, como ha ocurrido después, y tan mal hemos hecho en esta Transición, con tanta corrupción, tanta gente que ha pensado que esta era la manera de robar del saco”.

    -“Y me voy a la sociedad de los 80 y veo algo muy parecido, con los cur-sos de dirección coral, cuando los hermanos Sagastume me cogían en la cabra aquella amarilla que tenían e íbamos a Fuenterrabía; no había autovías ni autopistas. Tenías que pasar todo el fin de semana, eranganas de aprender, de luchar. O cuando desde un colegio de esta ciudad me dijeron si quería montar una escolanía, la del Niño Jesús. ¿Qué cole-gios buscan ahora a alguien para montar una escolanía?, en mi caso sin pagar, da igual, pero aunque sea pagando, si hace falta pagar, hay que pagar. Pero nadie da ese paso. Por lo tanto, destinemos a los colegios para que tengan dinero y puedan contratar”.

  • “Aprendiendo desde abajo”JUANJO MENA

    -“Realmente lo que estoy diciendo es por qué no se enseña la música desde abajo. Yo la aprendí como pasando el sarampión, ni me enteré; ese es el momento de los ocho, nueve años, cuando uno, a la vez que aprende a leer y escribir, podría aprender a leer y escribir música, y podría tener acceso a un lenguaje y a un mundo maravillosos. Pero no, la ley de las enseñanzas nos dice que no hay que aprender de otros países que la tienen incorporada. Y aquí estamos, navegando contra un sistema que está en contra nuestra. Pero yo vengo de ahí, del mun-do coral, de las ganas de aprender, de la escolanía aquella de las cien niñas maravillosas que me volvieron loco, y con las que aprendí más que nunca en mi vida. Eran terribles, ellas tenían de 8 a 13 años y yo tenía 16, imagínense, sabían más que yo de todo”.

  • “La boñiga de Arambarri”JUANJO MENA

    -“Cuando hablo a la gente de la escolanía y de mis primeros grupos, yo quiero enseñarles lo más fundamental en la carrera de dirección de or-questa: intercambiar energía con el grupo que está delante de ti. Eso es dirigir, estar en comunicación con un grupo que te da y al que tú tienes que dar, una retroalimentación que nos da belleza y grandeza. Cuando algunos chavales me vienen a ver ahora a los ensayos, y quieren hablar conmigo para ver qué hay que hacer, tienes que tener tu grupo. Yo des-de los 16 años tenía un grupo, todo aquello me sirvió enormemente y lo estoy utilizando todavía hoy, de tal manera que está tan inmerso en mí que ni lo pienso; lo utilizo de una manera sibilina cuando puedo con las orquestas, y de repente me sale una idea, y todo el mundo comenta qué dice este tío”.

    -“Les hablo como Arambarri cuando un sonido de un acorde de esos maravillosos, grandiosos, de toda la orquesta, no suena bien. Les hablo del ejemplo de Jesús Arambarri, miren, señores, les digo a los america-nos o a los ingleses, las vacas en el campo; en una orquesta seria, enBoston, por ejemplo, si les hablas de las vacas en el campo, los tienes conectados como nunca; les puedes hablar de minuendo, crescendo, no, pero si les dices ¿ustedes saben cómo son las boñigas de las vacas?, todo esto en mi horrible inglés, os podéis imaginar, las boñigas sonenormes y caen plof, no es plo, plo, plo. Pues os puedo asegurar que cuando yo pongo este ejemplo a la orquesta, jamás volvemos a hacer mejor el acorde que después de esa imagen mental. Pero esa imagen mental que yo estoy mandando a la gente fuera de su lenguaje habitual lo que está haciendo es captar a la gente para tenerlos conmigo. Yo lo aprendí con mis chicas de la escolanía. ¿Cuántas escolanías hay ahora en esta ciudad con respecto a las que había entonces?; si quieren con-sultarlo, verán que también estamos diezmados”.

  • “La boñiga de Arambarri”JUANJO MENA

    -“Yo fui un becario de la Banda Municipal, de los que por obligación tenían que cargar -con Dani Oyarzabal, el famoso organista de esta ciu-dad- los timbales desde el kiosco de La Florida hasta San Antonio; allá íbamos Dani y yo, ¿saben lo que pesan los timbales? Hemos cargadotimbales, hemos dado conciertos, pasodobles, fiestas, las dianas. Ahí he aprendido también muchísimo. Yo recuerdo además con mucho cariño a todos los directores pero especialmente a Bernabé Sanchís, aquel señor que revitalizó la Banda, la hizo moderna. Yo soy ahora director del Cin-cinnati May Festival, que es un festival sinfónico-coral. Yo aprendí en la Banda lo que era sinfonicoquear con un coro tocando aquellas Carmina Burana y otros, eso era una energía para la ciudad, para todos los gru-pos musicales, y una seña de identidad de Vitoria”.

  • “Bernaola y el pulmón artístico”JUANJO MENA

    -“Después, la visión de futuro de la Escuela Jesús Guridi. No hay que in-sistir sobre la labor de José Ángel Cuerda y esa idea brillante de vamos a hacer una nueva escuela, el Campillo está realmente abarrotado; la idea de traer a Carmelo Bernaola, que tanta guerra nos dio, sobre todo a ti, Sabin; que nos revitalizó, nos puso a todos boca abajo, nos trajo a gente como Pepe Rada; que cambió a tantos músicos, a los que nos dio toda su vida. Una dirección artística de una escuela de música. Ahora esta-mos más liados en los análisis de cuántos entran, de los pianistas acom-pañantes, las bolsas de estudio. Y no somos capaces, como él era capaz, de llamar a un profesor a su despacho y decirle oye, esto no puede ser así, no puedes tocar así, no puedes enseñar a tus alumnos así. Todo eso se ha perdido en cierta medida quizá por todo lo que conlleva la LOGSE, insisto, de burocratización totalmente no artística”.

    -“Qué les voy a decir de la visión humanista de Carmelo, de la orquesta que creó; acabo de encontrarme con Charo Polentinos, ella tocaba el violín, yo tocaba el clarinete; no sé cuántos más estábamos en aquella orquesta, al principio, cuando empezamos en el Campillo. Después,el Cluster Cámara, con el que queríamos cambiarlo todo, darle la vuelta, ¡toda la iniciativa que me dio ese grupo de locos haciendo música!, pero que me llevó a dirigir -esa música contemporánea que Carmelo también me inculcó- en festivales y así fue cómo la gente me empezó a conocer. Y aquel Mena de la Joven Orquesta de Vitoria-Gasteiz, que ya era un avi-so de decir, eh, señores, aquí hay que hacer algo. Y allí estaba la JONDE”.

  • “Bernaola y el pulmón artístico”JUANJO MENA

    -“Era la sociedad de los 80, ganas de hacer, de trabajar, de no cobrar, o a mí no me suena que en todo ese tiempo a mí se me pagara un duro por todo lo que hacía. No sé lo que nos pagaban como becarios en la Banda Municipal pero eran unas pesetillas y me pude comprar aquella motillo en la que colocaba el fagot que tocaba mi hermana y el clarinete, y salía de la banda a toda pastilla hacia el colegio Samaniego para poder llegar a media hora de ensayo del Coro. Todas esas cosas que hacíamos, seño-res, eran sin cobrar un duro, pero no digo que haya ahora que cobrar o que no, lo que digo es que se hacían, y ¡cuántas de estas cosas handesaparecido! ¿Qué hay que hacer para revitalizar la cultura en esta ciu-dad?, hay que crear la base, los medios; aquel entramado que había de coros, aquella actividad con la Banda, con los pasacalles, con la gente, con la cultura, con el folclore. Yo creo que era sin duda un pulmónartístico en la ciudad”.

    -“En los años 90 fue cuando pasé a ser profesor de clarinete en el Con-servatorio y creo que con lo de la LOGSE ya empecé a ver que no. Apa-reció la Joven Orquesta de Euskal Herria, ustedes saben, la Orquesta de Bilbao, Madrid, mi maestro García Asensio, Celibidache, podría exten-derme mucho más, pero la sociedad, que es sobre todo de lo que quería hablar hoy, ha cambiado rapidísimamente, y yo creo que lo que tenemos ahora es sin duda producto también de la crisis, pero yo hablo de los valores, ahora parece que hace falta incluso el dinero para poder revi-talizar los valores, y yo quería hablar hoy con ustedes del cambio que está sufriendo esta sociedad, el cambio que sufren aquellos padres que yo tuve, que nos guiaron por unos sitios o por otros. Madres, qué gran-des sois. Padres. Cómo eso ha cambiado tantísimo, a pesar de que hay padres que siguen preocupándose de que sus hijos se tienen que for-mar en música, en arte, humanidades, pintura, o que pueden tener otro espacio que no sea este al que los medios de comunicación y esta vida de locos que nos hemos puesto delante nos están llevando, y que es la tecnología”.

  • “Silicon Valley: ellos no lo hacen”JUANJO MENA

    -“He pensado venir con el ipad aquí pero he creído que no, señores, que yo no soy de esos; obligatoriamente lo tenemos que hacer por el trabajo pero realmente estoy asustado, como padre, primero, de lo difícil que es controlar ahora a nuestros hijos con ese asunto. Todo lo que está pro-vocando el internet dichoso, tenemos internet, tenemos todo, sabemos todo; en los colegios, no, miras en internet, lo ves, perfecto. Pero no hay una memorización interna de lo que estás viendo; ahora tenemos las co-sas ahí, las usamos y las tiramos. Es uno de los mayores problemas que tienen los chavales, que saben las cosas de una manera muy rápida,muy funcional y que no forman parte del intelecto”.

    -“Si alguien no lo ha oído todavía, se lo digo: en Silicon Valley, el poder absoluto del cambio en la tecnología y en la dirección del mundo, todas las familias de aquel valle maravilloso no dejan coger a sus hijos losor-denadores y los ipads hasta los diez o doce años, porque consideran que el proceso creativo máximo del niño se produce en ese momento, cuando aprende a hablar y a escribir, y empieza a colocar las cosas en su cabeza, y está demostrado que si esa cabeza se está colocando con un cacharrito, la expresividad, el desarrollo emocional, la creatividad deesos niños no es igual que la de los que están totalmente libres. Ellos no lo hacen, a nosotros no nos lo han dicho, pero ellos no lo hacen. A mí me toca estar mucho tiempo solo por el mundo, es algo con lo que he te-nido que aprender a vivir, estoy cansado de comer y cenar solo, y estoy cansado de ver mesas con los niños que entran y se sientan y están cada uno con su cacharro, ya no hay comunicación. Quizá me estoy haciendo viejo”.

  • “Silicon Valley: ellos no lo hacen”JUANJO MENA

    -“Yo diría, al que quiera oír lo que tiene que hacer esta sociedad, esta ciudad, que todos los pasos tienen que ser en el entorno de intentar humanizarla más, de volver a las esencias, a lo que somos, humanos, no somos máquinas, las máquinas están cambiando la manera de ser,de hablar, de relacionarnos; tenemos miles de amigos por facebook o por no sé dónde; eso está afectando a los conocimientos, está afectando a la sociedad y creo que es algo peligrosísimo; creo que afecta también a la actitud de las personas ante los proyectos vitales, es decir, ante la voluntad de hacer algo, ante querer hacer algo; en casa, lo primero es coger el móvil, no, lo primero es saludar a tu madre, ¿has tenido un buen día?, y después si quieres mirar algo, y no tienes otra cosa que hacer, hacerlo”.

    -“Es la actitud de los jóvenes. Tú no cobrabas ni un duro, Josu, por tocar en aquella orquesta, y yo recuerdo que alquilaba la furgoneta y cogía a tres o cuatro para cargar el cémbalo y meterlo a las tres de la tarde para ir hasta Azpeitia, donde teníamos el concierto, descargar el cémbalo, co-locar las sillas, los atriles, y saber que a las cinco, cuando todo el mundo llegara, aquello iba a estar preparado. Hemos hecho esas cosas; ahora no, ahora los chavales dicen hacer un bolo y preguntan cuánto pagas. Pero cómo te atreves, yo les diría, si lo que tienes que hacer primero es aprender, y cuanta más experiencia tengas, ya cobrarás cuando seas profesional y hayas aprendido tanto que tengas el derecho y el nivel, entonces podrás exigir, y te pagarán a tenor de lo que sepas hacer, no por lo que pidas. Esta sociedad tan consumista, en la que les hemosdado demasiado a nuestros hijos, ellos ya no pelean por algo, me preo-cupa enormemente”.

  • “La auditoría del auditorio”JUANJO MENA

    -“Respecto al dinero, se han hecho tantas barbaridades en esta ciudad con el dinero, con el tema del auditorio que todos ustedes conocen; es que me hace tanto daño, se hicieron tantas tonterías. ¿Cuánto dinero se ha perdido con el auditorio, ustedes saben?; me gustaría que se hiciera una auditoría porque yo calculo, y me quedo muy corto seguramente, que habremos perdido unos seis millones de euros. ¿Ustedes saben lo que se podría haber hecho con ese dinero, cuántos profesores de coro en las ikastolas, en cada colegio, cuántos profesores de música, cuántos conciertos se podrían haber gestionado para los chavales que salen delconservatorio, o para los grupos de rock o para los combos de jazz de aquí, que sé que es una cosa maravillosa que vosotros hacéis?”

    -“Porque yo hablo de los coros y de las orquestas pero sé lo que estáis haciendo en esta Escuela. Ahí están esas profesoras, algunas muy cerca-nas, que fueron alumnas mías, que se desviven, incluso con aquel señor mayor que no toca tanto como el otro, le hago un arreglo para poder tocar este pasaje de clarinete. Esa actitud, cuántas de esas cosas se po-drían haber hecho con 6 millones en los próximos treinta años. Y no hay ningún responsable, además. Nadie ha dicho disculpe, yo lo hice mal, pongo de mi bote. Tenemos que recuperar, por lo menos, seis millones de euros. Esa es mi petición. ¿Os acordáis de aquellos técnicos acústi-cos? Yo no me lo podía creer. Técnicos acústicos que iban a Japón a ver auditorios para ver cómo había que hacer el auditorio de aquí. ¿Cuántos conciertos se podían haber hecho con lo que ganaron aquellos técnicos acústicos? Porque algunos cobraban por minutos, y estuvieron enJapón. Pero no hay auditoría de esto, señores”.

  • “La auditoría del auditorio”JUANJO MENA

    -“Cuando alguien me habla de dinero, me cabreo, háblenme de sinceri-dad, de valores, de lo¡ que tiene que ser. Podríamos hablar de más cosas -en las que no me voy a meter porque entonces igual alguno se enfada-, como de todo lo que se destina a deporte. De los mil que hemos ha-blado y que nos faltan aquí, pues imaginaos que mil no pudieran hacer atletismo allá en el Prado, fíjate la que se montaría. O si alguna vez se puede hacer una auditoría sobre lo que ha ocurrido con los equipos de fútbol y baloncesto. Pero entonces yo soy un tío muy provocador. No, soy Juanjo Mena, aquel de Zaramaga, que nació desde una base social, queme enganché con mucha gente voluntariosa que quería dar, y ahora que todos me dan a mí, lo único que puedo decir es yo aprendí contigo tocando en la Banda, y aprendí con vosotras en el tribunal haciendo que repitierais el pasaje, aprendí con cada una de mis niñas de la escolanía, y cada uno de vosotros estáis conmigo en cualquier premio o recono-cimiento que se me da, porque no somos únicos, todos estamos enri-queciéndonos continuamente. Enriquezcámonos más y seremos mucho mejores”.

  • “Preguntas a Juanjo Mena”JUANJO MENA

    [Aquí acabó la conferencia y se inició un turno de preguntas que Juanjo Mena fue respondiendo.]

    -“Yo conocí a Luis Aramburu por sus obras, que tocábamos bas-tante en la Banda municipal. Era un trabajador incansable. Re-cuerdo también la época del Campillo, cuando estaba allá. Erauna persona muy agradable, muy cariñosa, muy cercana, muy afable. Tenía su pequeño vicio, podríamos decir, tocando el ór-gano en San Miguel, con el coro aquel que tenía, y ese ambiente en que exteriorizaba todo lo que sentía por la música. Creo que como tantos compositores de este periodo, en España y en el País Vasco especialmente, lo que hacían era increíble porque en aque-lla época de dictadura esta gente se conectaba a la radio para ver qué se hacía en París; esa era la información que tenían porque no llegaban las partituras, o llegaban contadas, después de la guerra, y era la única manera de que tuvieran un contacto, por dónde vamos, qué hay que hacer. Porque claro, la Escuela de Vie-na es de 1900, como todos sabemos, y ahí se comenzó a romper la estructura armónica, comenzó la atonalidad, la serie dodecafó-nica, todo se comenzó a romper, y la gente no interiorizó aquello por todos esos tiempos de guerra y posguerra, pero es que en nuestro país todavía llegamos mucho más tarde. Y yo siempre he apreciado el enorme valor de estos músicos que componían e intentaban formarse escuchando la radio, intentando enten-der. Hay muchos casos de compositores españoles, no voy a citar nombres, que cambiaban algunas notas como si fueran erratas, sol bemol en lugar de sol natural, para parecer más modernos”.

  • “Preguntas a Juanjo Mena”JUANJO MENA

    [Aquí acabó la conferencia y se inició un turno de preguntas que Juanjo Mena fue respondiendo.]

    -“¿Qué les diría a unos padres que se encuentran con que su hijo se quiere dedicar a la música y tienen dudas? Primero, intentaría transmitir la dureza de lo que va a tener que vivir su hijo, de que a veces hay gente que ha tomado decisiones demasiado fáciles, la música como una escapada a todo lo negro que podían gene-rar las matemáticas, y eso puede causar muchísimos problemas. Realmente, yo soy un afortunado, lo he dicho siempre, porque cuando en mi generación la Orquesta de Euskadi buscaba un director asociado, y nos llamaron, estábamos tres; ahora mismo hay muchísimos directores. Muchos quieren saber cómo he lle-gado a donde he llegado pero lo que les cuento es de otra época, ahora todo se ha ido agrandando, entonces solo estaba el Cam-pillo, ahora está el Conservatorio y esta Escuela Luis Aramburu, y el problema es si se agranda la enseñanza pero no los medios de gestión. Yo tengo un sobrino que habiendo acabado Musikene y habiendo estudiado en Filadelfia, luego se encuentra con que la vida es muy dura, y vas a hacer una prueba y hay 800 candidatos para tocar tres pasajitos”.

    -“Se han creado bastantes orquestas en este país, unidas mu-chas veces a los auditorios, pero la gestión sigue siendo uno de los graves problemas; creo que el servicio que tienen que dar ala sociedad las orquestas debe ser mucho mayor. Cuando tú estás en una orquesta americana, entiendes lo que es servicio a la so-ciedad; una de tus actividades es comer con los principales

  • “Preguntas a Juanjo Mena”JUANJO MENA

    [Aquí acabó la conferencia y se inició un turno de preguntas que Juanjo Mena fue respondiendo.]

    cenar el miércoles para explicarles qué tal van los ensayos, porque tienen el derecho a cenar con el solista. O en otras or-questas, acaba el concierto y tienes a 25 personas del público, escogidas al azar, que te preguntan qué tal ha ido, cómo lo has vivido. Hay tantas cosas que se podrían hacer con las orques-tas, y que cuando uno está en América las tiene que hacer. O te dicen que en el próximo ensayo van a estar los principales donors escuchando, en el escenario, entre los músicos, y to-dos encantados de que estén allí. En Inglaterra hacemos tres programas sinfónicos por semana, ahora ustedes calculen lo que se hace en otras orquestas de este país. ¿Cómo puede ser esto? Algo falla. Les recuerdo esa frase de Picasso: la inspira-ción existe pero te tiene que pillar trabajando. Yo lo único que puedo decir, señores, es que hay que trabajar. Y yo aprendí la disciplina por narices, estando en fiestas de Vitoria, habiendo abandonado la Banda, y me llamaron de la Sinfónica de Bilbao, justo al año después de que la dirigí en el 25 aniversario del Coro Araba, llamaron porque había muerto Urbano Laorden, que era el director asistente; llamaron, ¿estás libre?, es que ha dicho [ Theo] Alcántara que el chico ese de Vitoria que vaya a ensayar con la orquesta, porque la orquesta no tenía conciertos en el mes de agosto, ¿cómo una orquesta no tiene conciertos, qué quiere decir eso? Yo había acabado la carrera prácticamente ese año; ¿y cuándo hay que empezar?, el lunes, esto era un sábado.

  • “Preguntas a Juanjo Mena”JUANJO MENA

    [Aquí acabó la conferencia y se inició un turno de preguntas que Juanjo Mena fue respondiendo.]

    Y allí llegué yo al colegio San Ignacio, cerca de la ría, con un calor terrible, unos techos bajos, todo el mundo cabreado por-que no había conciertos, viene este tío de Vitoria, y yo encima me puse a ensayar y a corregir, y hacía cosas mal. Allí aprendí yo también con aquellos, aprendí a trabajar a toda pastilla. Aprendí también del maestro Frühbeck de Burgos la disciplina; a las seis de la mañana estoy arriba estudiando la partitura; les podría contar la cantidad de excesos que he cometido en mi vida, que ahora los estoy pagando físicamente. Pero le diría a esa madre que esta es una carrera muy dura y que hace falta trabajar muchísimo, estudiar muchísimo, y que la búsqueda es fundamental, y que cuando un día ya pienses que lo sabes todo estás acabado”.

  • “Preguntas a Juanjo Mena”JUANJO MENA

    [Aquí acabó la conferencia y se inició un turno de preguntas que Juanjo Mena fue respondiendo.]

    -“Muchas gracias por haber venido a escuchar al maestro Mena. Hablar después de ti me da muchísima vergüenza. He aprendido mucho con esta charla y además creo que compartimos muchos de los planteamientos que has hecho. Yo hoy estoy hablando no solo como concejala de Cultura sino también como exalumna de esta Escuela de música. Tuve el privilegio de nacer en una fami-lia que entendía que la música ayuda a expresar los sentimien-tos, y que también ayuda a entender de otra forma el mundo. Estuve varios años aquí con una profesora que me marcó mu-chísimo, Carmen. Me acuerdo muchísimo de las clases y de la disciplina que requería el lenguaje musical. Muchas gracias por estar aquí. La cultura nos hace libres. El arte nos hace sentir, nos hace humanos. El arte requiere una sensibilidad que mu-chas veces la política no ha tenido. Creo que desde este equipo de gobierno estamos intentando poner la maquinaria en mar-cha; Paco me recuerda todos los días lo que hay que mejorar, para que esas mil matrículas que no se llegan a realizar cada año, tanto aquí como en la Escuela de Folklore, Roberto también me lo recuerda, y esa es la base que debemos poner para que luego surjan personas como tú, Juanjo, y lo intentaremos hacer mucho mejor”.

    Elena López Aguirre

  • ROBERTOUGARTE

  • “El País Vasco siempre ha tenido una masa crítica musical muy importante”

    ROBERTOUGARTE

    A Roberto Ugarte (Vitoria, 1962) le cupo el honor de coordinar la puesta en marcha de la Escuela municipal de música Luis Aramburu, en el curso 92-93, cuando comenzó su andadura en los locales de Musiketxea, y durante los diez años siguientes. Quién se lo iba a decir a él, que ingresó con nueve años en el antiguo conservatorio de la calle de las Escuelas teniendo como profesor de piano precisamente a don Luis, su primer mentor musical. Inquieto por naturaleza, amante del baloncesto y la pe-lota, dejó colgados los estudios de piano, estudió Enfermería y se puso a trabajar en un ambulatorio. Tras unos años, retomaría los estudios musicales, ya en el nuevo conservatorio de la plaza de la Constitución, sumergiéndose en ese magma creativo alentado por la llegada de Car-melo Bernaola, que le animó a cursar estudios superiores de guitarra en Madrid con el profesor José Luis Rodrigo.

    De vuelta en la ciudad, Roberto Ugarte hizo sustituciones y cubrió bajas en el conservatorio, cantó en la Capilla Peñaflorida de música antigua y en el coro Araba, del que fue también director, además de formar un dúo de guitarras con Javier Antoñana y colaborar con grupos míticos como los Aster. Hasta que un buen día Sabin Salaberri, ya director del conser-vatorio, le llamó: había que poner en funcionamiento inmediatamente una escuela de música no reglada, y habían pensado en él. Y así fue cómo el destino le llevó a tomar un camino profesional –el de la gestión musical- quizá más árido que el de la dirección orquestal, la composi-ción, la interpretación o la enseñanza, y en el que Roberto Ugarte tam-bién cumple 25 años de excelente trayectoria.

    Después de una década al frente de la escuela Luis Aramburu, se trasla-dó en 2001 a Las Palmas, donde ejercería de coordinador artístico de la Filarmónica de Gran Canaria durante ocho años. Actualmente es gerente de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid.

  • “El País Vasco siempre ha tenido una masa crítica musical muy importante”

    ROBERTOUGARTE

    Entrevistamos a Roberto Ugarte en la sala de Combos de la Escuela Luis Aramburu. Aunque él no llegó a disfrutar de esta ubicación definitiva en la calle Correría (enero de 2002), estuvo muy encima del proyecto, desde aquella mañana en que junto al alcalde José Ángel Cuerda y los arquitec-tos municipales visitó las decrépitas instalaciones del antiguo Seminario conciliar que luego había sido comisaría de policía.

    Se considera una persona inquieta pero seguro que Roberto Ugarte tiene los nervios templados, y no hay duda de que la inteligencia chis-porrotea en sus ojos. Cualquiera no está capacitado para bregar con los miles de problemas inherentes a la logística de una gran orquesta.

    Roberto Ugarte está casado con Amaya Añúa, una extraordinaria directo-ra de coros con un larguísimo currículum profesional.

  • Organista a los 13 añosROBERTOUGARTE

    “Mi padre cantaba en el Orfeón Vitoriano y, como veía que yo tenía condiciones desde muy pequeño, pues habló con Luis Aramburu, que era muy amigo suyo, y yo recuerdo que con 6 años me llevó a su casa, en Beato Tomás de Zumárraga, y don Luis me dijo toca un poco el piano. Yo no había tocado nunca pero me puse, me cantaba cosas y las tocaba. Entonces le dijo a mi padre es muy joven para entrar en el conservatorio pero yo tengo un organito -Sonitoy, me acuerdo de la marca- llévatelo, y que venga de vez en cuando. Me lo pusieron en el salón de mi casa y yo empecé a tocar, y de vez en cuando iba donde él, mientras estaba estu-diando solfeo con Tere Zabalegui, que luego estaría también de profeso-ra en la Escuela”.

    “Con 9 años, ya pude entrar en el conservatorio a estudiar con Luis Aramburu. Era el antiguo conservatorio, y ahí ya empecé con piano y armonía. Don Luis se enfadaba mucho conmigo porque, como yo jugaba entonces a baloncesto en los Corazonistas, llegaba muchas veces con los dedos hinchados de entrenar o de jugar a pelota, que me encantaba. Con trece años, empecé a tocar el órgano en la iglesia de San Juan, cerca de mi casa, en Judimendi, y se lo dije. Y entonces él me llevaba a San Miguel, donde era el organista, y, antes de la misa, me dejaba tocar con el órgano de tubos; eso para mí era una maravilla, una gozada. Me ponía una partitura, la leía, luego me la quitaba, ahora hazlo de memoria, aho-ra tócalo en otro tono. Me enseñó registración, a improvisar…”

  • Organista a los 13 añosROBERTOUGARTE

    -“Hice piano hasta 8º, no lo terminé; en ese momento yo estaba estu-diando Enfermería, interrumpí mi aprendizaje en la música pero yo tenía claro lo que quería. En esos años fue cuando se abrió el nuevo conser-vatorio, el que conocemos ahora, la escuela de música Jesús Guridi; fue cuando llegó Carmelo Bernaola, y en esos años, una vez que terminé Enfermería y ya estaba trabajando en el ambulatorio del paseo de la Ha-bana, había comenzado a estudiar Medicina además, y viendo el Conser-vatorio todos los días me dije pues voy a retomar el asunto. Empecé con guitarra clásica y entonces sí que ya me dediqué mucho más en serio aaquello, aunque todavía lo compatibilizaba con la Enfermería”.

  • Bernaola y las inyeccionesROBERTOUGARTE

    “Yo no fui alumno directo de Carmelo. Asistí alguna vez a sus clases de Composición, porque me invitaba, pero sí que tuve una relación muy estrecha con él. Recuerdo que después de una audición, yo estaría en cuarto o quinto de Guitarra, él me estaba esperando a la salida delsalón de actos y me dijo ¿tú qué haces poniendo inyecciones? Tú vas a dejar eso y te vas a ir a Madrid a estudiar con José Luis Rodrigo. Fue de-cisivo para mí. Carmelo Bernaola me ayudó mucho, me orientó, intervino en mi favor para que la Diputación me concediera una beca. También me ayudó mucho en aquellos años Sabin Salaberri, que fue después de Carmelo director del Conservatorio y es un gran amigo”.

    “Tuve que dejar la Enfermería porque ya estaba tan volcado en la mú-sica que no tenía mucho sentido. Terminé Superior, me vine a Vitoria y empecé a trabajar esporádicamente en el Conservatorio, a cubrir bajar, haciendo sustituciones. Aparte, siempre estuve dedicado a la música coral; fui cantante en el coro Araba y luego director hasta que me fui de Vitoria. Como guitarrista, toqué mucho con otro profesor de la Escuela y grandísimo amigo, Javier Antoñana. También formé parte de la Capilla Peñaflorida -que fundó nuestro llorado Pepe Rada- interpretando du-rante muchos años música antigua, coincidiendo con una generación de músicos vascos, y en particular alaveses, muy interesante: Juanjo y Car-los Mena, Amaya Añúa, Isabel Álvarez, Jon Bagüés, Gonzalo Ubani, Nico Basarrate, y tantos otros compañeros”.

  • ¡Que viene la LOGSE!ROBERTOUGARTE

    “En el año 92, cuando se implanta la LOGSE, al conservatorio se le plan-tea el problema de desligar del grado Elemental, sobre todo, a un mon-tón de alumnos de instrumento y de lenguaje musical, y se tiene que tomar una decisión, porque además la LOGSE fue de implantación obli-gatoria. Hubo Comunidades que lo retrasaron pero hubo otras que lo pusieron en práctica en seguida, con gran acierto, y Euskadi fue una de ellas. La LOGSE empezó a distinguir entre enseñanza reglada, los con-servatorios, y enseñanza no reglada, las escuelas de música, y pretendía favorecer el acceso a la enseñanza musical de mucha más gente, y de alguna forma seleccionar que las personas que estuvieran desarrollando la enseñanza reglada lo hicieran con una orientación profesional”.

    “Se restringió en los conservatorios la entrada de alumnos, median-te una prueba de acceso, pero había que dar salida a ese volumen de alumnos que de una forma natural iba al conservatorio porque era el único sitio donde se podía aprender música. Había terminado el curso 91-92 en los conservatorios y empezaba el 92-93 ya con la implantación de la LOGSE. Aquí se decidió aplicarla de forma inmediata, dar respuesta a todo ese alumnado, y sus lógicas protestas, y al que no podías decir no, no pueden entrar más de 40, cuando antes entraban 100 o 150 alum-nos. Y en ese momento Pepe Cuerda, que era el alcalde entonces, se pone encontacto con el Conservatorio. Recuerdo que a mí me llamó Sabin Sala-berri”.

  • De Musiketxea a la ZapaROBERTOUGARTE

    “Para dar salida a todos estos alumnos, se pensó como primer paso es-tablecer una rama no reglada, dentro del conservatorio, que ya se fuera orientando a lo que era una escuela de música, y a mí me propusieron que ejerciera como coordinador -con Sabin encargándose de la direc-ción- y nos alojaron en Musiketxea y en el Colegio Samaniego. En Musi-ketxea convivimos con la Academia Municipal de Folklore, recién creada, que entonces dirigía mi entrañable amigo Pedro Ignacio Elosegi; con el coro Araba y con la coral Manuel Iradier. Éramos mucha gente, no había infraestructura suficiente, pero primó el atenderlo todo. Profesores delconservatorio se incorporaron a esa sección no reglada aunque seguían dependiendo laboralmente de él”.

    “Al poco tiempo, nos dimos cuenta de que era imposible continuar en esas condiciones, y en seguida empezamos a buscar un nuevo emplaza-miento, y a desarrollar cómo tenía que ser la escuela de música, porque en ese primer curso estábamos todos inventándonos las cosas. Hubo una receptividad total por parte del Alcalde. Trabajamos en poner esa primera piedra que distinguiera de una forma coherente lo reglado de lo no reglado, y se constituyó la escuela de música para el curso 93-94. Estuvimos viendo edificios y se encontró el de la Zapa, un antiguo con-vento de monjas, las Aliadas de la Cruz por Cristo; ya quedaban pocas, cuatro o cinco, y el Ayuntamiento les propuso irse a un piso. Ellas se fueron y se realizó una adecuación exprés en el convento, con la capilla como auditorio”.

  • Luis Aramburu, músico integralROBERTOUGARTE

    “Entonces sí, ya se distinguió, se denominó Escuela Municipal de Música, se decidió llamarla Luis Aramburu, y se constituyó como organismo au-tónomo municipal, con su consejo rector, del que formaban parte todos los grupos políticos, y con una estructura orgánica en la que yacabía la figura del director; entonces entré yo como director realmente. Recuerdo que en diciembre de 1994, Luis Aramburu, ya muy mayor, vino a la Zapa, y el día 22 hicimos un concierto los profesores que estábamos entonces, y quedó nominalmente inaugurada la Escuela con su presen-cia. A la salida nevaba y ahí estaba don Luis con su bastón, un recuerdoimborrable. Con el paso del tiempo, mantuve con él una relación muy buena, muy cariñosa. Era un tipo formidable. Y la verdad es que no se tuvo ninguna duda en a quién asignar el nombre de la Escuela”.

    “Luis Aramburu es el prototipo de hombre que si hubiera nacido en otro momento, y hubiera podido tener un poquito más de empuje y de carác-ter, habría llegado seguramente lejos, pero eran años en los que el em-puje y el carácter se empleaban en sacar adelante a tu familia. Él estaba como profesor en el conservatorio, luego fue director, también como organista en la Iglesia de San Miguel, haciendo las misas, las bodas y los funerales, tocaba amenizando bailes además en el Casino Artista, pero era un músico integral: compositor, improvisador, grandísimo pianista, grandísimo organista, y una persona excelente. Componía para coro, paraorquesta, para txistu, para todo… Hoy hubiera estado en otro lugar. Y yo creo que estuvo a punto de irse a otro sitio, porque entonces casi todos los músicos de su edad –era casi contemporáneo de Guridi- iban a París, a la Schola Cantorum, pero él se quedó aquí”.

  • Oposiciones y apreturasROBERTOUGARTE

    “Empezamos con poquitos alumnos, ciento y pico. Una de las cosas más interesantes de la enseñanza no reglada es que el acceso no está limi-tado por la edad, en la reglada sí; era una experiencia nueva para todos; tuvimos que establecer dos velocidades, una enseñanza para mayores, se fue creando la pequeña orquesta de cuerda, la Big Band; esos fueron los grupos incipientes, ahora es una barbaridad todo lo que tienen de bueno; estamos en la Sala de Combos; entonces no existían los combos, eso ha sido un desarrollo posterior de todas las personas que han for-mado, y forman parte, de la Escuela”.

    “Juanjo Mena estuvo en los primeros tribunales que se hicieron, porque los profesores que venían del conservatorio siguieron perteneciendo al conservatorio, y les pagaba el conservatorio, pero a medida que fue cre-ciendo la Escuela, que se fueron sumando las necesidades, aumentando el número de alumnos, las solicitudes de nuevos instrumentos, fue au-mentando también el profesorado temporal y hubo una primera oleada en que se tuvieron que hacer oposiciones, y en ese tribunal estuvieron Juanjo Mena y también Sabin Salaberri. Pronto se vio claramente que las instalaciones se estaban quedando pequeñas, al margen de que no eran en absoluto adecuadas para lo que se necesitaba: no había ascensor, todo eran escaleras, barreras arquitectónicas. Inmediatamente, a los dos años, empezamos a buscar un sitio para que se estableciera con carácter definitivo”.

  • Los centros cívicos y el consensoROBERTOUGARTE

    “Lo primero que se pensó fue en el antiguo hospital militar, en el Paseo de la Zumaquera, dos pabellones muy grandes, pero luego por reordena-ción urbanística se vio que querían destinarlo a lo que es ahora [Escuela Universitaria de Estudios Empresariales]. En esos años, todo eran pro-yectos culturales magníficos; los centros cívicos estaban entonces cre-ciendo, y alrededor de este hospital militar creció, por ejemplo, Hegoal-de. Yo recuerdo haber ido a visitar Hegoalde, Aldabe (en construcción) y alguno más, para ver qué dotación, para ver si se les ponía un piano. Creo que en esos años hubo un inusitado consenso por parte de todos los agentes culturales, fundamentalmente municipales, por sacar esto adelante; porque podría no haberse dado, podrían haberse aburrido, les costaba un dinero, al principio poco pero luego… Tuve un excelente retorno de todos los grupos políticos sin excepción; recuerdo que enEducación estaba el PSE, en Cultura el PNV, pero nunca hubo una sensa-ción de echar el freno, todo lo contrario, si no, no estaríamos aquí. Yeso es muy importante y muy raro. Se compartía una ilusión por sacar proyectos adelante que luego nadie ha discutido, a ver quién es el va-liente que discute ahora los centros cívicos, que prácticamente se inven-taron aquí. Proyectos que se consideraban muy cercanos al ciudadano.A todo esto hay que sumar el estado de ebullición musical que habíadejado Carmelo, porque Carmelo dejó un grupo muy importante de alumnos que estaba, que estábamos, en ebullición: compositores, intér-pretes, docentes”.

  • En la calle Correría, por finROBERTOUGARTE

    “Pero el Ayuntamiento siguió pensando, hasta que un día me llamó el Alcalde y me citó para hablar con los arquitectos municipales. Habían pensado en este edificio de la Corre, que antes fue una comisaría y antes el seminario conciliar de Vitoria. Al edificio no se podía entrar pero sívisitamos lo que ahora es el auditorio, y nos pareció estupendo. Se lo tomaron con muchísimo interés. Yo me fui en septiembre de 2001, me incorporé a otro lugar, y entonces esto ya estaba en construcción. Y las ideas que tenían eran magníficas. Yo estuve muy encima del proyecto,porque me tocaba y porque me gustaba; soy hijo de delineante y estas cuestiones siempre me han interesado; se insistió mucho en el aspecto de la acústica, en la insonorización, y, por lo que he ido viendo, han he-cho un edificio que es una preciosidad. Me parece una referencia”.

    “Era lógico que se hiciera algo así porque la Escuela de Música fue cre-ciendo en cuanto a alumnado, oferta, repercusión en la sociedad. En general, las escuelas de música en el País Vasco siempre han tenido mu-cho peso; se creó rápidamente la Asociación de Escuelas de Música del País Vasco, empezaron a tener contactos unas con otras, se intentaban organizar jornadas de confraternización entre los diferentes alumnos. Y aquí nos encontramos, no puedo decir más. Formé parte de la junta directiva de la Asociación, y vi que en otros territorios tenían muchas más reticencias; a Andalucía, por ejemplo, le costó mucho ponerse en acción. Cualquier cambio en la educación tiene su dificultad en aplicarse y asimilarse, pienso en cómo estamos ahora con la LOMCE, por ejemplo. Es muy difícil de llevar a cabo, regular de nuevo un diseño curricular de las enseñanzas es una gran complicación para los reguladores, para losdocentes y para los alumnos”.

  • En la calle Correría, por finROBERTOUGARTE

    “Pero el País Vasco siempre ha tenido una masa crítica musical muy im-portante; en el aspecto folclórico, muchísimo; en cada pueblo, en cada lugar, hay un grupo de folclore, un grupo de danza; en cuanto a coros, es casi una característica de Euskadi, el tejido coral es importantísimo. Además, el carácter asociativo que ha habido en el País Vasco siempre ha sido bastante fuerte, antes más que ahora, y eso siempre favorece el poder desarrollar este tipo de proyectos. Por ejemplo, en el Levante, también se implantaron rápidamente las escuelas de música. ¿Por qué? Pues porque los valencianos, así como nosotros tenemos coros, ellos tienen bandas; en cada pueblo de cien habitantes hay una banda de diez. Y eso propicia también el interés. Ellos no quieren llegar a ser pro-fesionales, ellos lo que quieren es juntarse y tocar”.

  • En la calle Correría, por finROBERTOUGARTE

    “¿Por qué me fui? Llevaba ya diez años. La vida está hecha de ciclos. Yo estaba atento a otras posibilidades; soy inquieto por naturaleza. Había hecho coexistir la gestión con la docencia, que me gustaba muchísimo, y con la interpretación porque mantuve durante aquellos años una vida artística bastante viva, dando conciertos como guitarrista, cantando en la Capilla, en el coro Araba. Pero poco a poco te vas metiendo en la ges-tión, que te gusta o no te gusta, y a mí me gustaba, y la posibilidad de influir positivamente en el desarrollo de un proyecto pues también me ha gustado”.

    “Se me presentó la posibilidad de ir a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, y de ir con mi mujer, los dos a trabajar. Mi mujer es Amaya Añua que también es directora de coros. Era el momento, una oportunidad, un tren, hacer algo que no había hecho nunca, ejercer la gestión en un campo completamente diferente, en un campo orquestal profesional. Estuve allí ocho años como coordinador artístico. En Las Palmas fuimos muy felices. Es un paraíso”.

    “Después, me surgió la posibilidad de ir a la Orquesta y Coro de la Co-munidad de Madrid. El trabajo que haces en Madrid tiene una repercu-sión que no la hay en otros lugares, creo que ahora mismo ni en Barce-lona. Es más competitivo, hay cuatro orquestas profesionales de gran nivel, y tienes que competir con eso, con los ciclos privados, pero las satisfacciones que da merecen la pena. Te da también muchos disgustos porque los colectivos musicales profesionales son complicados, muchas personas y además artistas, lo cual lo complica de una forma exponen-cial: además de las dificultades laborales propias de cualquier colectivo, se suman las de conciliar los egos artísticos de un montón de personas que son músicos de primer nivel, y hay que saber manejar eso, y no siempre se puede o no siempre lo haces bien”.

  • Levantando el vueloROBERTOUGARTE

    “¿Por qué me fui? Llevaba ya diez años. La vida está hecha de ciclos. Yo estaba atento a otras posibilidades; soy inquieto por naturaleza. Había hecho coexistir la gestión con la docencia, que me gustaba muchísimo, y con la interpretación porque mantuve durante aquellos años una vida artística bastante viva, dando conciertos como guitarrista, cantando en la Capilla, en el coro Araba. Pero poco a poco te vas metiendo en la ges-tión, que te gusta o no te gusta, y a mí me gustaba, y la posibilidad de influir positivamente en el desarrollo de un proyecto pues también me ha gustado”.

    “Se me presentó la posibilidad de ir a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, y de ir con mi mujer, los dos a trabajar. Mi mujer es Amaya Añua que también es directora de coros. Era el momento, una oportunidad, un tren, hacer algo que no había hecho nunca, ejercer la gestión en un campo completamente diferente, en un campo orquestal profesional. Estuve allí ocho años como coordinador artístico. En Las Palmas fuimos muy felices. Es un paraíso”.

    “Después, me surgió la posibilidad de ir a la Orquesta y Coro de la Co-munidad de Madrid. El trabajo que haces en Madrid tiene una repercu-sión que no la hay en otros lugares, creo que ahora mismo ni en Barce-lona. Es más competitivo, hay cuatro orquestas profesionales de gran nivel, y tienes que competir con eso, con los ciclos privados, pero las satisfacciones que da merecen la pena. Te da también muchos disgustos porque los colectivos musicales profesionales son complicados, muchas personas y además artistas, lo cual lo complica de una forma exponen-cial: además de las dificultades laborales propias de cualquier colectivo, se suman las de conciliar los egos artísticos de un montón de personas que son músicos de primer nivel, y hay que saber manejar eso, y no siempre se puede o no siempre lo haces bien”.

  • La huella de los pasosROBERTOUGARTE

    “La gestión musical tiene una parte muy dura pero hay otra parte muy grande también de satisfacción artística. Yo en estos años he conocido a grandes artistas; accedo en Madrid a todos los conciertos a los que me interesa ir; me ha permitido ver a las mejores orquestas y directores del mundo, estar con ellos, aprender de ellos. Eso a mí me encanta. Poderprogramar, planificar. La vida es ir dando pasos, y cada uno deja huella”.

    “Una vez que te vas, y si es a un sitio tan lejano como Las Palmas de Gran Canaria, pierdes bastante el contacto, claro, te cuesta volver, pero he mantenido el contacto con la Escuela sobre todo con Javi Antoñana, y me he mantenido al corriente de los sucesivos directores que han pasa-do por aquí, aunque nunca había venido”.

    Elena López Aguirre, periodista, entrevista realizada el 30 de junio de 2017.

    Botón 1: Botón 2: Botón 3: Botón 234: Botón 235: Botón 236: Botón 237: Botón 238: Botón 239: IR INICIO 69: Botón 44: Botón 273: IR INICIO 110: Botón 8: Botón 9: Botón 310: IR INICIO 111: Botón 47: Botón 48: Botón 311: IR INICIO 112: Botón 50: Botón 51: Botón 312: IR INICIO 113: Botón 53: Botón 54: Botón 313: IR INICIO 114: Botón 56: Botón 57: Botón 314: IR INICIO 115: Botón 59: Botón 60: Botón 315: IR INICIO 116: Botón 62: Botón 63: Botón 316: IR INICIO 117: Botón 65: Botón 66: Botón 317: IR INICIO 118: Botón 68: Botón 69: Botón 318: IR INICIO 119: Botón 72: Botón 319: IR INICIO 120: IR INICIO 70: Botón 240: Botón 241: Botón 243: Botón 244: Botón 245: Botón 246: Botón 247: Botón 248: Botón 249: Botón 250: Botón 251: Botón 242: Botón 74: Botón 320: IR INICIO 121: Botón 41: Botón 42: Botón 321: IR INICIO 122: Botón 77: Botón 78: Botón 322: IR INICIO 123: Botón 92: Botón 80: Botón 81: Botón 99: Botón 323: IR INICIO 124: Botón 100: Botón 97: Botón 84: Botón 93: Botón 95: Botón 324: IR INICIO 125: Botón 101: Botón 87: Botón 94: Botón 96: Botón 98: Botón 325: IR INICIO 126: Botón 102: Botón 103: Botón 326: IR INICIO 127: Botón 105: Botón 106: Botón 327: IR INICIO 128: Botón 108: Botón 109: Botón 328: IR INICIO 129: Botón 111: Botón 112: Botón 329: IR INICIO 130: Botón 114: Botón 115: Botón 330: IR INICIO 131: Botón 117: Botón 118: Botón 331: IR INICIO 132: Botón 120: Botón 121: Botón 332: IR INICIO 133: Botón 123: Botón 124: Botón 333: IR INICIO 134: Botón 126: Botón 127: Botón 334: IR INICIO 135: Botón 129: Botón 130: Botón 335: IR INICIO 136: Botón 132: Botón 133: Botón 336: IR INICIO 137: Botón 135: Botón 136: Botón 337: IR INICIO 138: Botón 138: Botón 139: Botón 338: IR INICIO 139: Botón 141: Botón 142: Botón 339: IR INICIO 140: Botón 144: Botón 145: Botón 340: IR INICIO 141: Botón 147: Botón 148: Botón 341: IR INICIO 142: Botón 150: Botón 151: Botón 342: IR INICIO 143: Botón 153: Botón 162: Botón 164: Botón 174: Botón 343: IR INICIO 144: Botón 168: Botón 163: Botón 154: Botón 161: Botón 177: Botón 344: IR INICIO 145: Botón 169: Botón 170: Botón 155: Botón 160: Botón 165: Botón 180: Botón 345: IR INICIO 146: Botón 156: Botón 159: Botón 166: Botón 171: Botón 183: Botón 346: