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Charla/Entrevista de Eduardo Sartelli con Horacio Giberti en el marco de la materia Historia Argentina III B. Facultad de Filosofía y Letras – UBA 2º Ciclo – Materia Paralela Historia Argentina III “B” (cátedra Sartelli) Desde 1916 hasta la actualidad Charla / Entrevista con Horacio Giberti Coordina: Prof. Eduardo Sartelli (Titular de Historia Argentina III B) Sábado 9 de mayo de 2009 – 11 hs. Facultad de Filosofía y Letras – UBA Sartelli: Giberti es ingeniero. O sea que conoce el mundo agrario más allá de la investigación propiamente histórica. Es el caso extraño del especialista de un campo que además se interesa por las consecuencias sociales y políticas de su campo específico. Es, además, un protagonista de la vida histórica argentina: ha estado en la fundación del INTA y ha sido Secretario de Agricultura del gobierno de Perón y el último que propuso una reforma agraria en la Argentina. Así que tenemos delante de nosotros a un pedazo de historia agraria argentina viva. Hecha la presentación, hago la primera pregunta: ¿Cómo empezó este asunto del estudio agrario, de ser Ingeniero agrónomo y además ser historiador y analista del mundo agrario argentino? H. Giberti: Bueno, esto empezó de una manera indefinida. Yo me recibí de ingeniero agrónomo en 1941. Tenía ya inclinación por las cuestiones de economía agraria y empecé a estudiar lo que tenía a mano. Me inscribí a un instituto de la facultad porque tenía vocación docente. Siempre la tuve. Me inscribí entonces a un instituto de ingeniería rural, y ahí escribí mi primer trabajo en 1942. Era un estudio económico de la cosecha mecánica del algodón, tema poco frecuentado. A partir de ahí, seguí buceando en lo económico. En el momento en que yo me recibí, los ingenieros agrónomos

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Encuentros y entrevista de la cátedra Hist. Arg. III UBA

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Charla/Entrevista de Eduardo Sartelli con Horacio Giberti en el marco de la materia Historia Argentina III B.Facultad de Filosofa y Letras UBA

2 Ciclo Materia Paralela

Historia Argentina III B (ctedra Sartelli)Desde 1916 hasta la actualidad

Charla / Entrevista con Horacio GibertiCoordina: Prof. Eduardo Sartelli (Titular de Historia Argentina III B)Sbado 9 de mayo de 2009 11 hs. Facultad de Filosofa y Letras UBA Sartelli: Giberti es ingeniero. O sea que conoce el mundo agrario ms all de la investigacin propiamente histrica. Es el caso extrao del especialista de un campo que adems se interesa por las consecuencias sociales y polticas de su campo especfico. Es, adems, un protagonista de la vida histrica argentina: ha estado en la fundacin del INTA y ha sido Secretario de Agricultura del gobierno de Pern y el ltimo que propuso una reforma agraria en la Argentina. As que tenemos delante de nosotros a un pedazo de historia agraria argentina viva.

Hecha la presentacin, hago la primera pregunta: Cmo empez este asunto del estudio agrario, de ser Ingeniero agrnomo y adems ser historiador y analista del mundo agrario argentino?

H. Giberti: Bueno, esto empez de una manera indefinida. Yo me recib de ingeniero agrnomo en 1941. Tena ya inclinacin por las cuestiones de economa agraria y empec a estudiar lo que tena a mano. Me inscrib a un instituto de la facultad porque tena vocacin docente. Siempre la tuve. Me inscrib entonces a un instituto de ingeniera rural, y ah escrib mi primer trabajo en 1942. Era un estudio econmico de la cosecha mecnica del algodn, tema poco frecuentado. A partir de ah, segu buceando en lo econmico. En el momento en que yo me recib, los ingenieros agrnomos fuera de los empleos oficiales tenan muy poco campo de actividad. Los estancieros, por ejemplo, mandaban a sus hijos a estudiar cualquier cosa menos agronoma. En nuestro curso empezamos 110 y nos recibimos 55; y de esos 110, slo 4 o 5 eran hijos de estancieros. El resto ramos del mbito urbano. Con esto les quiero mostrar la poca importancia que le daban los estancieros a la agronoma. Incluso muchos no saban que exista una carrera de ingeniera agrnoma. La confundan con agrimensura y en realidad, honestamente les digo, que en ese momento en que yo me recib, poco podamos aportar al chacarero porque nos enseaban recetas, no nos enseaban la base terica y la aplicacin prctica de la teora. De manera que cualquier chacarero que tena unos cuantos aos de actividad saba ms que nosotros. Adems, la tcnica no evolucionaba como ahora, de manera que un chacarero trabajaba 20 o 30 aos con el mismo proceso. La situacin ha cambiado totalmente ahora. Como les deca, despus que me recib en 1942 tuve la suerte de poder ingresar al Ministerio de Agricultura. Me toc un puesto que era de poco trabajo y muy interesante. Era de poco trabajo porque formaba parte de un equipo que inspeccionaba los semilleros. Tenamos que viajar a distintos lugares del pas para ir revisando el estado del cultivo. Eso nos hacia viajar unas tres veces por ao a distintas reas. As es que pude conocer bastante el pas, los productores y la produccin. Deca que trabajbamos poco, porque cuando no viajbamos no haba mucho para hacer en la oficia. Yo aprovechaba y me llevaba libros para estudiar; y gracias a esa especie de beca pude leer unos cuantos libros que me interesaban, porque la formacin acadmica con la que sal de la facultad era bastante pobre, sobretodo en economa. Empec as a ver de cerca como era el campo. Siempre tuve curiosidad por el por qu de las cosas, tanto en la ctedra como en toda mi vida profesional. Lo que yo he buscado y he encontrado a veces, y otras veces no, es el por qu. Vino el golpe del 43, y todo el proceso poltico del 44 y 45, que lo viv plenamente porque yo empec ya en la facultad con inquietudes polticas. Volviendo ms atrs, yo era el ltimo hijo de una familia de cinco hermanos, muy catlica, y yo iba a misa religiosamente. Hasta que un da, como me gustaba tambin hacer deporte, los domingos no tena ms remedio que levantarme temprano para ir primero a misa y despus al club; y me encontr que cuando estaba terminando la misa yo pensaba Que suerte! Ya termina la misa y me puedo ir al club. Entonces, ah hice un anlisis de conciencia, y me di cuenta que no tenia una religin, sino una actitud que haba heredado de mi familia. Entonces empec un proceso de retrospeccin para ver si crea o no y para alejarme de la iglesia me ayudaron mucho los catlicos [Risas]. Por su parte, la iglesia, si bien no apoyaba abiertamente a todo lo que haba de derecha del nazismo en adelante, tampoco se opona al racismo. Al contrario, lo fomentaban. El cura que me adoctrinaba a m para tomar la primera comunin nos enseaba que los judos haban matado a Jess, etc., etc. Y yo no se por qu, desde el comienzo de mi vida, estuve en contra del racismo en medio de un ambiente racista. No se por qu despus lo fui intelectualizando, pero al principio dira que no se por qu. Como empec a preocuparme por los por qu de mi vida y de lo que me rodeaba, lo racionalice y me hice fervientemente antirracista y democrtico, porque me pareci que era la mejor forma de vivir. En el 41-42 estbamos en plena guerra. En una guerra en la cual en un momento pareca que Hitler y sus huestes ganaban la guerra, cuando sitian Stalingrado pareca que ganaban, que ya haban conquistado media Europa y todos los que tenamos fervor democrtico sabamos lo que era el nazismo. No se conoca an lo de los campos de concentracin; pero s se saba de las barbaridades que haban hecho. De manera que todos los que ramos democrticos, estbamos hondamente preocupados por este avance del fascismo y del nazismo, que hasta prenda bajo el amparo judicial. Si ustedes se fijan en las fotos de los actos del gobierno del 43, tienen la misma escenografa que los actos nazis: esas grandes banderas perpendiculares, los oradores en una especie de altar y adems los militares, todos desde el cabo hasta los jefes, eran profundamente antisemitas y antidemocrticos. De modo que eso nos alarmaba, a los que ramos democrticos, un estado infiltrado fuertemente por el nazismo y las posibilidades de que en el campo externo pudiera triunfar el nazismo. Este contexto histrico, creo, se descuida mucho cuando se estudian los primeros aos del peronismo. Porque hay que ver en qu ambiente surgi y por qu cierto antiperonismo era francamente gorila. Es decir, se oponan a Pern porque haba mejorado los sueldos, pero otros muchos nos oponamos a Pern porque lo considerbamos una avanzada del nacionalismo, que era la forma que en la Argentina adquiran los nazis.En esa especie de lucha cvica, en el Ministerio de Agricultura nos juntamos unos cuantos que pensbamos lo mismo y hacamos nuestra oposicin. Como consecuencia, cuando triunf el peronismo, nos barrieron a todos: quedaron cesantes en el Ministerio de Agricultura aproximadamente 100 personas. En la facultad tambin hubo una barrida. Esto nos produjo como reaccin una efervescencia y actuacin poltica mayor que antes; pero que estaba restringida, porque en esos momentos no haba una amplia libertad poltica. El gobierno de Pern se caracteriz porque las elecciones fueron libres. La primera eleccin libre desde 1930. Pero el proceso preelectoral no fue tan limpio, porque los opositores tuvieron siempre mucha dificultad para manifestarse. Todos los actos de la oposicin terminaban con intervencin de la polica montada. En medio de ese berenjenal poltico segu siempre estudiando y trabajando. Publiqu otro trabajo que hice en colaboracin con otras personas, que se llamaba Por qu est cara la carne?.A partir de ah qued francamente visible mi inclinacin hacia los temas econmicos.Cuando se public el censo de 1937, me dediqu a estudiarlo pgina por pgina. Miraba las estadsticas y procuraba encontrarle una explicacin. Ese anlisis del censo agropecuario me llev ms de un ao, pero me abri las puertas acerca de cmo se pueden utilizar las cifras e intentar explicar por qu se produce en un lugar si y en otro no. Fui entonces introducindome ms en la economa. Qued cesante en el Ministerio de Agricultura. Pas a la actividad privada, pero siempre ocupndome de los mismos temas, lamentando que se me haba cortado mi carrera docente por cuestiones polticas.En 1958, cuando asume Frondizi, se me abren las posibilidades de volver a la administracin pblica. La verdad es que no tena muchas ganas, haba quedado traumado con lo que me haba sucedido econmicamente. En mi vida tuvo enorme influencia la que fue mi compaera por 65 aos, que fue mi compaera de estudio y de la vida. Con ella trabajaba en el Ministerio de Agricultura y ambos quedamos cesantes, lo cual nos trajo problemas econmicos muy serios, sobretodo porque varios de los que haban quedado cesantes los ubicaron en otros puestos, pero yo segua aferrado a mi profesin. Qued durante ms de un ao sin un trabajo regular, hice lo que pude, di clases particulares a alumnos aplazados que siguieron aplazados [risas]. Empec a publicar en revistas, me daban unos pocos pesos, pero era algo y satisfaca mi inquietud de escribir. Yo siempre tuve inquietudes por escribir. Incluso en mis primeros aos haca una literatura escondida. Lleg un momento que me preocupaba tanto por lo formal como por el contenido del artculo. Mis primeros artculos seguramente estn mejores escritos que los actuales, porque los repensaba y los correga un montn de veces. Bueno, como les deca me ofrecieron volver a la administracin pblica como presidente del INTA. Me lo ofreci Rogelio Frigerio, un intelectual del gobierno de Frondizi. Frigerio, que vena del comunismo, era el cerebro del gobierno de Frondizi y era tambin el centro de la resistencia de toda la derecha de Frondizi. Frondizi no inspiraba simpata porque haba sido el fundador de la Liga de Derechos Humanos, cosa que un hombre de derecha no perdona. Adems, tena colaboradores de izquierda. Frondizi asumi con un programa francamente reformista que despus traicion.Frondizi, en su campaa electoral, prometi la creacin del INTA, el cual tuvo mucha resistencia porque se lo financiara mediante un impuesto a las exportaciones, que en cierta forma bajaba un poquito el precio de los productos agropecuarios. Como yo les deca, los productores agropecuarios no tenan ninguna simpata por la tcnica y la tecnologa; y s tenan mucha simpata por los precios. De ninguna forma admitan que se les pudiera cercenar en algo el precio, y menos para hacer estudios tcnicos. Cuando en el Ministerio de Agricultura se cre la Direccin de Sociologa Rural, en un diario ridiculizaron enormemente la creacin de esta direccin diciendo que se estaba tirando la plata. Este era el ambiente en el que haba que actuar. El INTA tuvo una gran resistencia por parte de la mayora de las organizaciones agropecuarias y lamentablemente de la Facultad de Agronoma. La facultad no acept integrar el INTA. Estaba previsto que formen parte de l integrantes de las facultades de Agronoma, pero stos rechazaron la oferta. Lo curioso es que Frondizi, para quedar bien con los productores agropecuarios en algo, haba dicho que iba a disolver el INTA. Curiosamente Frigerio, sabiendo por todos los artculos que yo haba escrito, aseguraba que la nica forma de aumentar la produccin agropecuaria era aumentando su intensidad. Porque la regin pampeana, que era la principal zona de produccin, ya estaba totalmente ocupada; la nica forma de hacerla producir ms era aumentando la produccin por hectrea. Esa era mi filosofa, la expliqu en varios trabajos. Fue la que hizo que Frigerio me ofreciera ese cargo. Cargo que yo no quera aceptar, as que estuvimos tironeando largo rato, hasta que me toc el amor propio y me dijo: Usted es de los que siempre protestan contra las cosas, y cuando se le da una oportunidad de hacer algo, no lo hace. Entonces me sent tocado y acept. Era como meterse en la boca del lobo, porque de la Sociedad Rural para abajo estaban todos en contra. La Federacin Agraria tena una posicin ms racional, apoyaba el INTA, aunque no con mucho ardor. Lo curioso es que yo asum la presidencia del INTA desmintiendo lo que haba declarado el presidente Frondizi sobre su disolucin. Esa era una ms de las incongruencias que tena el gobierno de Frondizi. Yo presid el INTA del ao 1962 a 1965. Fueron aos muy amargos y muy felices: felices porque me encontraba haciendo lo que me gustaba, y amargos porque el ambiente era muy hostil. Lo que ms me amargaba era la posicin de la facultad: yo era producto de la facultad pblica y quera a mi facultad, me haba peleado, pero la quera y la quera mejor. Me dola enormemente la actitud de la facultad. Una de mis primeras acciones en la presidencia del INTA fue invitar a todas las entidades para que me expusieran su opinin sobre el INTA. Cuando al final acept el cargo de presidente, le pregunt a Frigerio con qu destino y l me dijo: Haga usted lo que quiera. Yo lo apoyo. Esto me proporcion una libertad de accin muy grande. Lo primero que pens fue en modificar la ley, porque haba algunos puntos que no me gustaban. Pero como me pareci que deba consultar, invit a todas las entidades agropecuarias y a la facultad. Para que ustedes entiendan el nivel de la Facultad de Agronoma, el decano de esa facultad, que era un veterinario, sinceramente me dijo: No apoyamos al INTA porque es totalitario que haya investigacin dirigida. Esa era la posicin del decano de la Facultad. Si ustedes quieren ver algo histrico, les recomiendo que busquen el diario Clarn de esa poca. Este diario organizaba unas mesas redondas mensualmente de debate sobre distintos temas, y las publicaba en versin taquigrfica completa los das domingos. Organiz una mesa redonda precisamente sobre la tecnificacin en el agro, y ah yo me encontr peleando a brazo partido con los restantes integrantes, que pertenecan a distintas entidades, y que cercenaban rotundamente al proceso tcnico. Decan: primero ms precios y despus vamos a mejorar la tcnica. Como si yo fuera un loco. Y yo precisamente lo que les explicaba era que para mejorar los precios haba que mejorar la tcnica, porque el mundo estaba mostrando que se lograban mayores producciones a mejores precios por precisamente mejoramiento tcnico. Fue una enorme discusin, y ah qued clara la lucha de los integrantes de las entidades agropecuarias contra la tecnificacin.Esos tres aos me proporcionaron, como les deca, mucha satisfaccin por verme metido en esa lucha, y mucha amargura por verme en ese ambiente tan hostil y verdaderamente sin explicacin racional. Adems, pude mejorar mucho mi capacidad tcnica. El INTA estaba en pleno crecimiento, promovamos cargos con buenos sueldos y dedicacin exclusiva. Yo sola hacer giras por las distintas estaciones experimentales, charlaba con los tcnicos y me nutra de lo que me enseaban los distintos especialistas. Esto mejor muchsimo mi nivel tcnico. Para hacer una buena economa agraria, hay que tener un buen conocimiento de la tcnica. Adems, un buen tcnico en una hora lo puede poner a uno al da de los nuevos avances.Les voy a contar una ancdota: durante el gobierno de Frondizi asumi como Ministro de Economa Alsogaray. Y haba que pasar el invierno. Todas las reparticiones pblicas tenan que ahorrar. Como haba inflacin, nosotros propusimos una escala de aumento de sueldos. Interpretbamos que si exigamos dedicacin exclusiva a los profesionales, debamos garantizarles un nivel de ingresos adecuado. El Ministerio de Hacienda se neg a aceptar nuestra escala salarial porque deca que haba que rebajar los sueldos. Yo capitaneaba el consejo del INTA, acompaado por varias personas. Incluso, por un representante de la Sociedad Rural, que se pele con el presidente de la Sociedad Rural por apoyarme a mi. Actubamos en conjunto. Decidimos entonces ir a ver al Ministro de Agricultura y decirle que o nos aumentaban los sueldos o renuncibamos en pleno a la Comisin Directiva. El Secretario de Agricultura nos apoy, hizo causa comn con nosotros, y nos propuso que vayamos todos a ver al Ministro de Economa; y que si no aceptaba los aumentos l tambin renunciaba.Como ya les coment, el Ministro de Economa era Alsogaray. Fuimos a verlo, y yo era la voz cantante del grupo, porque el Ministro de Agricultura nos acompaaba, pero el que estaba en el tema era yo. El Ministro de Agricultura empez diciendo que venamos por el tema de los salarios, que l nos apoyaba, y me di la palabra para que expusiera las razones del reclamo. Antes de que yo empezara a hablar, Alsogaray me dijo: Dgame: por qu el girasol produce menos que antes?. El girasol, en ese momento, haba entrado en una cada. Casualmente, yo haba ido haca unos das a una reunin de especialistas del INTA, en la que se trat entre otras cosas el tema del girasol. El problema con el girasol era que las variedades que se haban trado de otros pases para aumentar la produccin no eran adecuadas, y adems haban aparecido nuevos parsitos. Le di una pequea ctedra con lo que haba aprendido haca unos das. Alsogaray pregunt eso porque l estaba en la industria aceitera [risas]. Se qued un poco asombrado con mi respuesta, y entonces sin que yo no le explicara nada ms me dijo: bueno, ahora le voy a dar una orden a la Secretaria de Hacienda para que le aprueben los aumentos; y los aprob. Tuve buena suerte, me toc la bolilla que saba [risas]. Si no hubiese sabido la respuesta, no se qu hubiese pasado con los aumentos. Hay que pensar un poco que gente de ese calibre era la que tena en sus manos la economa nacional.Bueno. He divagado un poco, pero lo que les quera explicar es como me fui interiorizando en la economa a travs de una vocacin, en la que siempre buscaba en parte un ingreso decente pero principalmente hacer lo que me gustaba. No eran los altos salarios los que me seducan, sino que me seducan ms las posibilidades de trabajar en lo que yo quera. Rechac muchos salarios altos, siempre busqu que los trabajos se orientaran a lo que me gustaba, porque as trabajar para mi era ms un placer que un esfuerzo. Yo confieso que he trabajado muchsimo, ocho o diez horas por da. Siempre procur trabajar en mi casa, y mi mujer y mis hijos me tenan que sacar del escritorio para que deje el trabajo. Fui seleccionando las oportunidades de trabajo tanto por su retribucin econmica como por lo que me interesaba a m. En el caso de la docencia, empec y termin como profesor de geografa econmica. Me costaba mucho ejercerla al mismo tiempo que otro trabajos que me obligaban a viajar, as que llegu casi a imponer que me unificaran las tres horas de clases semanales en un mismo da. Y como me gustaba dar clases, me entusiasmaba y no haca corte, daba tres horas seguidas y los alumnos se enloquecan tomando apuntes, pero me perdonaban esas cosas porque tenamos muy buena relacin. La verdad, fue una locura que me hayan nombrado profesor de geografa econmica. Yo pienso que si hoy tuviera que juzgar las condiciones de alguien para ese puesto, no elegira a una persona con mis calificaciones y mi formacin de entonces. Debo confesar que la docencia universitaria para mi fue mi verdadera vocacin, pero no me convena econmicamente. Una vez, como docente de geografa econmica, hice un estudio de las localizaciones de la industria siderrgica, para el cual contrat una ex alumna que saba idiomas, para que me tradujera unos apuntes, y luego llegu a la conclusin de que le pagu ms a la alumna de lo que yo ganaba como profesor. Y eso que le pagu lo que le corresponda. Por eso digo, que estoy muy satisfecho por mi paso por la docencia, pero no fue precisamente lo que hice por razones econmicas. Al contrario, me provocaba bastantes agujeros econmicos. Pero ese agujero para mi era insignificante frente al placer que me daba, y sobretodo el poder tener un buen contacto con los alumnos. Yo tuve la suerte de que dictaba geografa econmica en la carrera de Geografa. Esta carrera no era una carrera lucrativa como la de contador, por ejemplo, y en general los alumnos que elegan esa carrera tenan cierto inters por la ciencia y no por el dinero. De modo que el ambiente en que yo trabajaba no era el mismo que se encontraba en la Facultad de Ciencias Econmicas, por ejemplo, donde los alumnos aspiraban solo a ser contadores, y esa materia, geografa econmica, para ellos no tena sentido. En cambio, esta materia en la carrera de Geografa era seguida por los alumnos con mucho inters. Precisamente, en el ao 58, la carrera de Geografa cambia de orientacin y pasa de ser una geografa puramente descriptiva a ser una ciencia que explica las realidades humanas en las distintas reas del pas. Es decir que cambia totalmente el enfoque. Me toc felizmente ser parte de ese cambio y por eso fui el primer docente de geografa econmica, porque antes esa materia no exista.Con esto pretend explicarles por qu empec a interesarme y a estudiar economa y por qu despus no pude salir. Pero no por opresin, sino por pasin. Y cmo en los procesos en los que intervine me fueron atrapando; y como soy muy cabeza dura, cuando se me oponan me empeaba en seguir peleando y luchando por lo mo. De modo que me fui encantando yo mismo en asumir posiciones y defenderlas, sobretodo cuando ms las atacaban. Generalmente, confieso que he perdido, pero confieso tambin que voy a seguir peleando. Yo digo que perd una batalla pero no la guerra.

Sartelli: Un tema que yo no quera dejar pasar es esta vinculacin que usted estableci en su vida misma entre los estudios agrarios y la estructura de clases en el campo, la Sociedad Rural, las corporaciones y el problema de la democracia. En su obra hay una relacin, usted busca y encuentra una relacin entre la forma que asume el desarrollo agrario en la Argentina y la forma que asume la poltica y la sociedad argentina. Me gustara escuchar de su boca cules son sus conclusiones sobre este punto.

H.Giberti: En primer trmino, quiero sealar que mi formacin acadmica era una semi ciencia, era una especie de ciencia, puramente descriptiva. La economa a la que yo me dediqu bsicamente, no se estudiaba en la facultad. La sociologa que abord, sin saber que haca sociologa, tambin es algo que es externo. En realidad, yo no soy ni socilogo, ni historiador ni tampoco economista. Soy un hombre que se hace preguntas y procura contestrselas a si mismo, y luego proyecta hacia los dems para que vean que as como yo pude encontrar explicaciones, puedo ayudar a que los otros encuentren explicaciones para la vida diaria y para proyectar una vida mejor para todos.Alguien alguna vez me dijo que yo era el padre de la sociologa argentina. Con lo que me asust mucho. Sera una paternidad a lo Lugo [risas], porque yo no saba que haba hecho sociologa y mucho menos que era el padre. Con todo esto, quiero decir que en realidad yo hice estudios sobre los temas que me interesaban procurando llenar las lagunas de mi formacin acadmica, aunque realmente la deficiencia acadmica es muy difcil superarla. Confieso que he hecho cosas para superarlo, pero sigo teniendo lagunas acadmicas que no las tendra si mi formacin hubiese sido mejor. Intent hacer cursos de postgrado, pero no pude por razones polticas, no tena apoyo oficial para las becas. De modo que, sin ninguna falsa modestia, creo que he hecho cosas importantes, pero creo que sigo teniendo defectos acadmicos y que si hubiese tenido una mejor formacin en la facultad, probablemente mis trabajos seran mejores.Se me acusa de ser el historiador de la ganadera argentina, y es importante que les cuente como naci eso. Como les coment, me haba quedado cesante en el Ministerio de Agricultura y haca cualquier cosa, lo que me pedan. Un amigo me ofreci escribir un librito de unas 50 pginas describiendo la produccin agropecuaria argentina, y yo empec hacerlo. Pero me pareci que tena que tener una introduccin en la que resumiera la evolucin histrica de la produccin agropecuaria, ya que me pareca que era necesario explicar por qu estbamos en cierto nivel de produccin. Entonces, me puse a buscar bibliografa, y como estaba desocupado iba a la biblioteca de la Facultad de Agronoma, y me pasaba tardes y maanas enteras buscando libros sobre el tema. Me encontr que libros sobre historia agraria argentina no existan. Encontr artculos sobre cmo se haba importado el primer toro, y cualquier tontera. Haba uno o dos artculos de historia, pero eran descriptivos, no explicaban nada. Entonces, empec a buscar informacin que me sirviese para entender como se desarroll la agricultura. Me preocupa que no pudisemos saber por qu se cultivaba tal producto en una zona, por qu se dej de cultivar, por qu haba momentos en que se criaban ms ovinos que vacunos, etc. Empec a leer informes de la Sociedad Rural, y me fui haciendo un tipo de imagen de cul era el desarrollo agropecuario en la Argentina. Y as naci la Historia de la ganadera. Cuando yo tena ese material, an todo disperso, me invitaron a dar una charla en el Instituto del Colegio Libre de Estudios Superior. Entonces, hice una especie de sntesis de todo lo que tena, y digamos que empec a armar formalmente la Historia de la ganadera. Despus la fui completando, y una editorial me invit a publicar un libro. Yo eleg el de la Historia de la ganadera. En esa misma coleccin public Aldo Ferrer y algn otro de los que hoy son consagrados especialistas en economa. La Historia de la ganadera, ya les digo, empez como una introduccin de un libro, que nunca escrib, y termin como un libro. Tampoco escrib la historia de la agricultura. Todava tengo algunas cosas dispersas por ah, pero no sistematizadas. La ganadera me impact ms porque me encontr con un panorama totalmente desconocido. Yo mismo aprend que en un momento los ovinos fueron ms importantes que los vacunos. Yo haba credo que siempre los vacunos haban sido los ms importantes. La Historia de la ganadera no es una investigacin histrica propiamente dicha, sino que junt todo el material que encontr, lo sistematic y eso me sirvi para estructurar un proceso de desarrollo.Les voy a hacer una confesin: la Historia de la ganadera tiene varias ediciones. Para la ltima edicin se me plante un problema. Hay un captulo que escrib sobre Rosas, en el que entro en el anlisis de un caso muy especfico. En realidad, escrib ese captulo porque en ese momento yo estaba muy infludo por la lucha antinazi, y el revisionismo que empez a estudiar a Rosas no era un revisionismo inspirado en la verdad histrica sino un revisionismo que aspiraba a reivindicar a Rosas; porque queran reivindicar a los gobiernos totalitarios. Y como reaccin, escrib ese captulo del libro. Ese captulo creo que est de ms en el libro, porque podra ser un trabajo aparte. Yo creo que en el libro rompe el proceso de sntesis. Pero no lo saqu porque creo que uno es el autor de las cosas buenas y de las cosas malas, y yo quiero que quede ah eso. No fui capaz de ser competente con las ideas de sntesis. Los problemas que viv en ese momento me influyeron a escribir ese captulo, y me parece que si lo saco parecera que es una cosa de la que me avergenzo. Y yo creo que est mal, pero no me avergenzo. Lo que pasa es que si le sacamos ese captulo le vamos a quitar unas cuantas pginas y va a disminuir el precio del libro [risas]. Entre parntesis, hace aos que no se produce ninguna nueva edicin, as que no me genera ningn beneficio econmico. De cualquier manera, si uno tuviera que vivir de los libros que escribi se puede morir tranquilo. La universidad me llam para que escribiera algo, y yo decid escribir sobre la historia agraria. Y la escrib malamente, apurado, en una semana, lleno de errores de dactilografa. Lo hice para salir de un compromiso, y luego sin autorizacin lo publicaron. A m me molest muchsimo, porque yo me preocup siempre mucho por las formas, y ah haba cosas que no me pareca que estaban escritas correctamente. A raz de esa publicacin, alguien dijo que era el padre de la sociologa argentina. Pero yo no me siento historiador, ni socilogo, ni economista. Simplemente, soy un hombre que escribe sobre sus inquietudes, procurando que la solucin a mis inquietudes pueda servir a otros.

Alumno: Cundo comienza la tecnificacin en el campo y a raz de que?

H.Giberti: Una mejor semilla y ms cara, que adems produca ms. Haba que defenderlo, y para defenderlo haba insecticidas, herbicidas, etc. Se complejiza enormemente una tarea que era antes mucho ms sencilla, y sobretodo disminuye la importancia de la experiencia adquirida. El chacarero que sembraba el maz comn no tena ninguna experiencia sobre el maz hbrido. Se la tena que transmitir un tcnico, y ah empiezan a tener ms importancia los tcnicos. Es el INTA el vehculo que lleva al campo todos esos progresos, esa rpida inclusin de las nuevas tcnicas, hasta el proceso actual de la soja transgnica y la siembra directa. Procesos totalmente distintos de las prcticas tradicionales, que tambin le resta cada vez ms importancia a la experiencia anterior y le da cada vez ms lugar a los tcnicos. El INTA fue el organismo que pudo llevar la tecnificacin a los productores agropecuarios.

Alumno: Quera preguntarle sobre el articulo de Rosas. Usted dijo que no se consideraba un historiador; pero utiliz una prctica muy de historiador, que fue atacar al revisionismo desde el campo histrico. Mi pregunta es: A travs del captulo de Rosas quera decir algo polticamente que en ese momento no poda?

H. Giberti: Yo simplemente quera decir que el revisionismo con Rosas no apuntaba a la verdad histrica, sino que aspiraba a justificar las dictaduras. Eso era lo que me haca participar activamente en contra y a lo mejor convertirme al antirosismo, a pesar de que hubo cosas de Rosas que me parecieron bien. Este capitulo lo que expresa es todo lo malo de Rosas, porque yo en ese momento expresaba mi bronca por aquellos que lo retomaban para justificar los gobiernos totalitarios, y as apoyar al nazismo y al fascismo.

Alumno: Aprovechando su conocimiento tcnico, quera preguntarle: Cules seran los problemas que tendra que enfrentar una poltica de gobierno para mejorar la distribucin de la renta; es decir, para mejorar los salarios del trabajador rural?

H. Giberti: Bien. En poltica econmica, y en poltica en general, tenemos que partir de una idea: que no es cuestin de elaborar una poltica solamente, sino de ver qu apoyo popular tienen esas polticas. Yo puedo hacer la mejor ley y el mejor programa de desarrollo, pero si no tengo apoyo popular no lo voy a poder nunca materializar, porque seguramente ese programa va a afectar ciertos intereses econmicos. Y para combatir esos intereses, hay que tener apoyo popular, porque sino no se puede. Los intereses econmicos que hay que combatir son muy fuertes, manejan buena parte de los medios de comunicacin, crean opinin pblica. Y si no hay una base popular fuerte es imposible. Yo dira que ms que preocuparnos por cuales son los puntos importantes de una poltica agropecuaria, tenemos que pensar qu apoyo tendremos para llevarla a cabo. Porque yo puedo aspirar al mejor programa, pero tengo que saber que cualquier programa de desarrollo que intente un cambio estructural va a tener cierta resistencia de los grupos beneficiados, y si no tenemos un fuerte apoyo popular no vamos a poder concretarlo. En ms de una oportunidad, los grupos de derecha se han opuesto a los gobiernos populares manejando los precios. Si no tenemos un fuerte apoyo popular es imposible que un precio oficial pueda establecerse. Si la gente va a comprar algo, le piden ms del precio oficial y se queja pero lo paga igual, no hay posibilidad de llevar adelante el plan. Y para llevar adelante el plan se necesita gente combativa, y para encontrar gente combativa hay que encontrar gente convencida. Entonces, yo creo que lo principal de un proyecto econmico consiste en difundirlo entre la mayora de la poblacin para asegurarnos de que vamos a tener un fuerte apoyo, y entonces s intentar un cambio. Les puedo decir que yo propuse un proyecto de reforma agraria, y si bien yo luch por concretarlo, estaba convencido de que no iba a poder llevarlo a cabo, porque no tena el apoyo suficiente. Nosotros, en ese momento, ramos una especie de jamn del sndwich: la derecha nos atacaba por comunistas, la izquierda nos atacaba por reformistas tibios, entonces no tenamos apoyo. Si ustedes se fijan la cantidad de actos que organiz la Sociedad Rural en contra de la ley en toda la provincia de Buenos Aires y la falta total de actos en apoyo de la ley, se van a dar cuenta que, bien o mal, no tenamos el apoyo suficiente para llevar adelante la reforma. Esa conviccin profunda quizs fue lo que me llev a ser totalmente intransigente. Porque yo tena la idea que si aceptaba modificaciones me iban a proponer cada vez ms, y finalmente no me iban a apoyar. Entonces, prefera morir en la demanda que empezar con claudicaciones y terminar con la ley sin cambios. Eso me ense que es necesario crear proyectos, pero no intentar aplicarlos si no hay un trabajo poltico para lograr apoyo popular.

Alumno: Se podra haber planificado el cultivo de la soja?, y Qu se podra hacer ahora?

H. Giberti: Bueno. Una combinacin del avance de la soja con un retiro del estado de su funcin rectora cre una enorme concentracin de la produccin. Porque vienen todos estos procesos tcnicos nuevos; el productor nuevo puede asimilarlos contratando profesionales. El productor chico, en cambio, no tiene posibilidad de hacerlo, necesita del apoyo estatal. En ese momento, en que aparecen todas esas nuevas tcnicas, se conjuga el retiro del estado de sus funciones principales (el INTA prcticamente desmantela su servicio de atencin), entonces el chacarero corriente se encuentra con que no tiene apoyo tcnico, y tiene dificultades para entrar en las nuevas tcnicas. Adems, para entrar en las nuevas tcnicas y ganar ms, tens que invertir ms, y como el estado se retira, no hay un crdito que se combine con este progreso tcnico. Entonces, queda en manos de los grandes productores la posibilidad de invertir ms sin temor al riesgo, porque los pequeos chacareros, adems de no tener acceso fcil al crdito, no tienen con qu cubrirse si tienen una mala cosecha. En promedio, todas estas nuevas tcnicas aseguran altas ganancias. Pero en promedio, eso no quita que si bien hay aos en que dan ganancias muy grandes, no haya aos en los que den prdidas. Si al chacarero de entrada le toca una prdida, se encuentra con que ha hecho un gasto que no puede ahora compensar.El gran productor puede contratar al tcnico que necesita, tiene reservas financieras para afrontar un mal ao, no necesita ni crdito ni seguridad. El pequeo chacarero s necesita estas cosas, y como el estado se retir, no tiene quien se las proporcione. Entonces, el grueso de la produccin va quedando en manos de los grandes productores, a quienes les conviene mucho ms arrendar el campo. Ahora hemos asistido a un momento en el que hombres de siembra son los principales productores agropecuarios, son hombres que hoy se dedican a la soja y maana se dedican a otra actividad econmica que les reditu. Por eso mismo, trabajan en tierra ajena, trabajan con maquinaria arrendada. Todos estos procesos de tecnificacin, acompaados con que el estado fue delegando sus funciones fundamentales, favorecieron la concentracin de la produccin y de la propiedad. El 80% de la produccin hoy en da es de soja. Las entidades del campo, que lloran al gobierno por su situacin precaria, se dan el lujo de tener grandes toneladas de soja acumuladas en los silos. Para tener esa capacidad de acumulacin hay que tener mucho dinero. Eso nos demuestra una vez ms la fuerte concentracin de la produccin y cmo esos intereses pueden afectar fuertemente al mercado, por ejemplo provocando la escasez de vveres en algunos momentos. Han hecho mal negocio, porque si hubiesen vendido en el momento en que estaban discutiendo por la 125, hubiesen vendido la soja a un precio internacional ms alto. De cualquier manera, tienen capacidad econmica para guardar la cosecha y venderla cuando ms les convenga. Todo esto apunta siempre a lo mismo: la situacin agraria es totalmente diferente que hace 40 aos atrs, y lo que maneja el mercado es un grupo fuerte que concentra la produccin aunque no tengan la propiedad de la tierra. Y los que van quedando cada vez ms marginados son los pequeos y medianos productores. Esto provoca una desmejora en el interior, porque la pequea produccin es la que compra y vende en el lugar y produce siempre cuando sean altos o bajos los precios. En cambio, los pools de siembra no compran ni venden en el lugar, y son puramente especulativos, y aceleran los precios porque si son bajos dejan de producir y si son altos producen ms. Como dije al principio, la estructura de la produccin ha cambiado completamente, incluso en las relaciones sociales, como es esto de la gran concentracin frente a la produccin local.

Alumno: La inversin en tecnologa (silos, transporte, maquinaria) que provoca la soja, no genera una nueva industria?

H.Giberti: Si. En realidad, hay un error en la gente cuando dice que la sojizacin es la vuelta a la actividad primaria. En realidad, estn equivocados porque el grueso se vende como alcohol, como aceite, harinas y otros subproductos, que en conjunto tienen mucho ms valor que la soja en granos. El grueso de las exportaciones argentinas es de derivados de la soja, no de la soja. En el Ro Paran, en Rosario, se han instalado una serie de industrias, que incluso compran soja en el exterior porque no les alcanza la produccin nacional, que venden en el exterior productos elaborados a base de soja. Esas empresas industriales tienen puertos propios, y eso tambin provoca concentracin, porque nadie sabe cuanto venden ni a qu precio. Ac hay un proceso positivo en que la soja estimul la industrializacin, de valor agregado; pero negativo en el sentido de que ese valor agregado se obtiene de una fuerte concentracin industrial que llega a tener una independencia econmica que escapa al control del gobierno.

Alumno: La mayora de esas industrias esta en manos de capitales nacionales o extranjeros?

H. Giberti: Hay una mezcla de capitales nacionales y extranjeros, porque la situacin provoca la llegada de capitales extranjeros.

Alumno: Pregunta de alumno en relacin a los efectos del glifosato y de los transgnicos.

H.Giberti: Es un problema muy importante y complejo. Oponerse porque si al transgnico es una medida que no tiene sentido. El transgnico es un proceso extraordinario de la ciencia: consiste en que se incorpora a una especie clulas de otra especie distinta. El hombre aparece como creador de especies. Esto puede ser bueno o malo. Hay quienes dicen que son buenos. Pero no se ha estudiado en profundidad, ni con la correspondiente imparcialidad, este tema. Entonces, evidentemente no podemos confiar mucho en las investigaciones que hacen las grandes empresas productoras de transgnicos; pero tampoco podemos negar que hay intereses comerciales de gran envergadura en contra de los transgnicos, porque estos implican el desplazamiento de otros monopolios. No tenemos que creer que quienes estn en contra de los transgnicos lo estn por un inters de salud pblica, porque muchos de ellos en realidad estn defendiendo intereses econmicos. Yo, en este momento, no me animo a decir que los transgnicos no tienen efecto negativo, ni que si lo tienen. El INTA no se ha pronunciado en contra. Hay quienes dicen que est subordinado a ciertos intereses comerciales. Yo, sinceramente, no s. Debe investigarse, y en el caso de que tengan efectos negativos no debera prohibirse sino buscar la manera de evitar los efectos perjudiciales. Para mi, los transgnicos, los herbicidas locales, son enormes adelantos que no los podemos desechar, sino que debemos estudiarlos atentamente; y si tienen efectos negativos neutralizarlos, porque no podemos dejar de lado la enorme importancia econmica que tienen. En este momento, la soja es, lejos, la principal atividad agropecuaria. Si se deja de producir soja, se viene abajo la economa Argentina. No es cuestin de decir no hay que producir soja, sino que es cuestin de ponerse a estudiar y buscar la manera de contrarrestar los efectos negativos. No podemos ignorar que hay estudios, que parecen serios, que muestran los efectos negativos de los herbicidas y del glifosato. Tampoco podemos ignorar que hay varios pases importantes, cuyos organismos oficiales parecen serios, lo han aceptado. Entonces, habra que estudiar seriamente para ver cual es la verdad. No debemos ignorar que detrs de quienes se oponen a la soja tambin hay intereses comerciales.

Alumno: Por qu cree que la Federacin Agraria, que supuestamente representa a los pequeos y medianos productores, est luchando junto con los grandes?

H. Giberti: En realidad, a m me sorprende de la Federacin Agraria. Yo creo que en este momento est haciendo frente comn con intereses que son contrarios a los intereses tradicionales de la Federacin Agraria. Por qu lo hacen, no se. Yo lo he visto a Buzzi en otras oportunidades defender muy buenas posiciones, y ahora lo encuentro aliado con gente que ha apoyado cuanto golpe militar ha habido. La verdad es que no lo entiendo.

Alumno: Hay quien dice que los mtodos avanzados, cosecha directa, equipos, etc. no tienen mayor rendimiento que los mtodos tradicionales. Qu opina usted al respecto?

H. Giberti: No es verdad. Es evidente que los mtodos tradicionales producen mucho menos y generan mucho menos ganancia, sino la gente no los dejara. Tanto los productores chicos como los grandes se embarcaron en la siembra directa, no tanto por amor a la conservacin del suelo, sino porque era mucho ms econmico. Sin duda que estos nuevos mtodos han aumentado mucho la productividad.

Alumno: Si nos puede contar su experiencia en el gobierno de Pern.

H. Giberti: Bueno, yo en realidad formaba parte de un gabinete muy homogneo y asumimos un programa de accin y compromiso publico muy fuerte. Pern, supuestamente, vot ese programa, pero luego se dej convencer por la opinin pblica y no apoy nuestras medidas. Vuelvo a decir: no alcanza con tener el apoyo de una parte de la sociedad, sino que es necesario el apoyo de distintas clases. El gobierno de Pern era totalmente contradictorio: lo integraba gente de derecha y de izquierda. Nuestra orientacin pudo mantenerse en cierta forma mientras vivi Pern. Cuando muri Pern, renunciamos porque no haba posibilidad de seguir con una poltica comprometida.

Sartelli: Bueno tenemos que terminar porque ya es la una, as que agradecemos a Horacio por haber venido y ustedes chicos a los prcticos [aplausos].

Gnesis y estructura de El Capital (Rosdolsky, 1968)Roman Rosdolsky:Gnesis y estructura del Capital(Apuntes propios)(1968 en Alemania; 1978 Latinoamrica)

Tampoco est elaborada an su teora especfica de la ganancia. En cambio, hacia 1848 estaban trazadas las lneas fundamentales de su teora del plusvalor(de acuerdo a Nicolaus esta afirmacin es excesiva, ya que Marx solo conoca en 1848 la existencia del excedente, pero ste no formaba parte axial de su sistema terico socioeconmico), piedra angular de su doctrina econmica, y solo quedaba la tarea de desarrollar dicha teora en detalle, proceso que podemos estudiar minuciosamente en los Grundrisse.

En el plan de 1857, la obra estaba dividida en seis libros (o secciones, o captulos). El primero deba tratar sobre el capital, el segundo sobre la propiedad de la tierra, el tercero acerca del trabajo asalariado, el cuarto sobre el Estado, el quinto sobre el comercio exterior y el sexto acerca del mercado mundial. A todo ello quera anteponerle Marx, unaEinleitungen la que se plantearan las condiciones abstractas generales que corresponden en mayor o menor grado a todas las sociedades.

Excurso:Los manuscritos base del tercer tomo del Capital datan de 1864-1865.

En eldecenio de 1870, Marxefectu estudios especiales enteramente nuevos, justamente para la seccin dedicada a la renta de la tierra.Haba estudiado y extractado, durante aos, en su idioma original, los registros estadsticos y otras publicaciones sobre la propiedad de la tierra que se tornaron inevitables luego dela Reformapracticada en Rusia en 1861Dada la variedad de las formas tanto de la propiedad de la tierra como de la explotacin de los productores agrcolas en Rusia,en la seccin acerca de la renta de la tierra Rusia estaba destinada a desempear el mismo papel que haba desempeado Inglaterra, en el primer tomo, al tratarse el trabajo asalariado industrial.tomo III del capital, en el que Marx exclua el problema de las conexiones en el mercado mundial del mbito de investigacin de El capital. Pero tanto vale para el problema de los ciclos industriales, la alternancia de prosperidad y crisis, cuyo anlisis ulterior como destaca repetidamente Marx- cae fuera del mbito de nuestro anlisis, y seguramente destinado a la eventual prosecucin de la obra.

El mtodo de elevarse de lo abstracto a lo concreto es el nico mtodo cientfico de apropiarse lo concreto, de reproducirlo como espiritualmente concreto.Lo concreto es concreto porque es la sntesis de mltiples determinaciones, por lo tanto, la unidad de lo diverso.Por eso el pensamiento solo puede concebirlo plenamente como proceso de sntesis, es decir por la va de la reconstruccin por etapas de lo concreto a partir de sus determinaciones abstractas ms sencillas. En cambio,si el anlisis cientfico (econmico, en el caso que nos ocupa) comienza directamente con lo real y concreto, con la propia premisa verdadera es decir, por ejemplo, con la poblacin o con el mercado mundial-tendr que vselas con una imagen difusa y totalmente indefinida de la realidad: la poblacin es una abstraccin si dejo de lado, por ejemplo, las clase de que se compone. Estas clases son, a su vez, una palabra hueca si desconozco los elementos sobre los cuales reposan, por ejemplo, el trabajo asalariado, el capital etc. estos ltimos suponen el cambio, la divisin del trabajo, los precios, etcsi comenzara, pues, con la poblacin, tendra una representacin catica del conjunto y, precisando cada vez ms llegara analticamente a conceptos cada vez ms simples. Llegado a este punto habra que reemprender el viaje de retorno, hasta dar de nuevo con la poblacin, pero esta vez no tendra una representacin catica del conjunto, sino un arica totalidad con mltiples determinaciones y relaciones.

Sera impracticable y errneo considerar las categoras econmicas en el orden en que fueron histricamente determinantes. Su orden de sucesin est, en cambio, determinado por las relaciones que existen entre ellas en la moderna sociedad burguesa, y que es exactamente el inverso del que parece ser su orden natural o del que correspondera a su orden de sucesin en el curso de su desarrollo histricoNada parece ms natural, por ejemplo, que comenzar por la renta del suelo, la propiedad de la tierracomo la primera forma de produccin de todas la sociedades ms o menos estabilizadas: la agricultura. Y, sin embargo, nada sera ms errneo.Pues en todas las formas de sociedad existe una determinada produccin que asigna a todas las otras su correspondiente rango e influencia, y cuyas relaciones asignan por lo tanto a todas la otras su rango e influencia

La distribucin de los productos se halla precedida, pues, por una distribucin de los elementos de la produccin, por una escisin entre la fuerza de trabajo como mercanca del obrero y los medios de produccin como propiedad de no trabajadores.La distribucin de los productos es manifiestamente solo un resultado de esta distribucin que se halla incluida en el proceso mismo de produccin y determina la organizacin de la produccinestos modos de distribucin son las relaciones de produccin mismas, solo que consideradas sub alia specie.

Es insensato considerar las formas burguesas de la produccin como absolutas, mientras se entienden en cambio las formas burguesas de distribucin como relativamente histricas, vale decir como transitorias

Las tres grandes clases de la sociedad capitalista desarrollada terratenientes, capitalistas, asalariados- correspondientes a las tres grandes formas de rdito la renta de la tierra, la ganancia, el salario- y la lucha de clases necesariamente dada con la existencia de aqullas, en cuanto resultado real y evidente del perodo capitalista.Representoal capitalista como un funcionario necesario de la produccin capitalista, y muestro muy minuciosamente que no solo quita o despoja sino que fuerza a la produccin del plusvalor, que lo ayuda a crear primeramente para quitarle luegoEl capitalista es el explotador directo de los obreros, no solo el que se apropia directamente del plusvalor, sino el que lo provoca en forma directa.

La propia produccin capitalista ha logrado que el trabajo de direccin ande por la calle en forma totalmente separada de la propiedad del capital, sea de propiedad propio o ajeno. Ha dejado de tener toda utilidad que los capitalistas realicen ese trabajo de direccin. En realidad existe separadamente del capital, no en la separacin entre capitalistas industriales y capitalistas financieros, sino en la separacin entre directores industriales y toda clase de capitalistaEl capitalista, en cuanto funcionario de la produccin, se ha tornado tan superfluo para los trabajadores tal como a l mismo le parece tan superflua la funcin de los terratenientes para la produccin burguesaEn las sociedades por acciones, la funcin est separada de la propiedad del capital, y en consecuencia tambin el trabajo est totalmente separado de la propiedad de los medios de produccin y del plustrabajo. Este resultado del desarrollo supremo de la produccin capitalista es un punto de transicin necesario para la reconversin del capital en propiedad de los productores, pero ya no como la propiedad privada de productores aislados, sino como propiedad de ellos en cuanto asociados, como propiedad directa de la sociedad.

Pero del hecho de que el terrateniente no sea un agente necesario para la produccin capitalista no se concluye en modo en alguno que sea totalmente innecesario para la subsistencia de esa produccin, que el modo de produccin capitalista hubiera podido originarse sin la propiedad de la tierra y desarrollarse de ese modo. Por el contrario. Si la tierra estuviese elementalmente a libre disposicin de cualquiera, faltara un elemento fundamental para la formacin del capital. Ese medio esencial de produccin, y con excepcin del hombre y de su propio trabajo, nico medio original de produccin, no podra ser enajenado, apropiado, enfrentado de esa manera al trabajador, convirtindolo de esa manera en asalariadola propiedad privada del suelo la propiedad privada por parte de unos lo que implica la no propiedad de otros-, es el fundamento del modo capitalista de produccin. Por eso, el capital no puede existir en modo alguno sin la propiedad de la tierrapor eso la transformacin de las condiciones laborales en capital presupone no solo que se expropie la tierra a los productores directos, sino al mismo tiempo una determinada forma de la propiedad de la tierra.

De todos modos, lo que importa desde el punto de vista del capital, es solo que el suelo y la tierra no son propiedad comn, que enfrentan a la clase obrera como un medio de produccin que no le pertenece, y ese objetivo se logra por completo cuando se transforma en propiedad estatal, es decir, cuando el Estado recauda la renta de la tierraPor eso el burgus radicalprosigue tericamente hasta la negacin de la propiedad privada de la tierra, a la que quisiera transformar, bajo la forma de propiedad estatal, en propiedad comn de la clase burguesa, en capital.

La forma en que el incipiente modo de produccin capitalista encuentra a la propiedad de la tierra, no se corresponde con l. Solo l mismo crea la forma correspondiente a s mismo mediante la subordinacin de la agricultura al capital. Sin embargo, la influencia del capital sobre la propiedad de la tierra tiene sus barreras. Todo cuanto puede hacer el capital es someter a la agricultura a las condiciones de la produccin capitalista.

como uno de tales poderes ajenos y como una barrera semejante el terrateniente enfrenta a al capitalista y puede tener xito en arrancarle una parte del plusvalor creado por los trabajadoresla propiedad privada de los objetos naturales (renta de la tierra) no produce valor, pero puede constituir un factor preeminente para reclamar una orden de trabajo impago, gratuito..

Renta absoluta: piso mnimo que recibe cualquier propietario de una tierra dada por la mera posesin de la misma.

Renta diferencial:corresponde al importe particular de una tierra especfica que recibe el propietario de la misma de acuerdo a las particularidades de sta.

El capitalno solo como productor de s mismo, sino al mismo tiempo como creador de valores, debe poner una forma de riqueza o un valor especficamente diferente del capital. Esta forma es la renta de la tierra. Constituye el nico caso en el que el capital crea un valor diferente del propio capital, de su propia produccin,Tanto por su naturaleza como histricamente, el capital es el creador de la moderna propiedad de la tierra.La renta de la tierra es una creacin especfica del capital en tanto ste constituye a la misma dentro de sus clculos sobre los costos de produccin, asignndole as a situaciones naturales particulares (una cada de agua, por ejemplo) un valor de cambio (valor mercantil). Por lo mismo a sta deba estudirsela luego del tratamiento de la categora del capital.El trabajo asalariado no es creado en su plenitud sino porla accin del capital sobre la propiedad de la tierra, y luego, una vez que sta se ha consolidado como forma, por el propietario mismo de la tierraNo cabe duda alguna, pues, de que el trabajo asalariado en su forma clsica, como aquello que impregna a la sociedad en toda su amplitud y se convierte en base de la misma, en lugar de la tierra no es creado sino por la moderna propiedad de la tierra.

El valor del suelo no es otra cosa que el precio que se paga por la renta capitalizada del suelo. Por lo tanto, aqu deben suponerse desarrollos mucho ms trascendentes que los que podran surgir prima facie de la mera contemplacin de la mercanca y su valor; muy a la manera del capital ficticio del que trata el juego de la bolsa, y que de hecho no es otra cosa que la compra y la venta de ciertos ttulosy que no puede desarrollarse plenamente a partir del concepto sencillo de capital productivo.

Por eso la produccin capitalistasolo aparece en su amplitud total cuando tambin el productor rural directo es asalariado.

El capital existe y solo puede existir como muchos capitales; por consiguiente su autodeterminacin se presenta como accin recproca de los mismos entre scomo el valor constituye la base del capital, y ste solo existe, forzosamente gracias al intercambio por un contravalorel capital se repele necesariamente a s mismo.Por ello es una quimera un capital universal, un capital que no tenga frente a s capitales ajenos con los cuales intercambiarEn consecuencia un capitalismo de Estado solo sera posible en la medida en que se enfrentasen varios capitales estatalmente organizados.Pero en su poca de esplendor el dominio del capital solo puede concretarse en la competencia y a travs de ellasolo a travs de ella se pone como necesidad exterior para cada capital lo que corresponde al concepto del capitalla competencia es el motor esencial de la economa burguesa, aun cuando no crea sus leyes, sino que meramente las manifiesta y de forma invertida-

Tan pronto como comienza a sentirse as mismo como barrera al desarrollo, recurre a formas que, aunque parecen dar los ltimos toques al dominio del capital moderando la libre competencia, al mismo tiempo anuncia la disolucin de aqul y del modo de produccin en l fundado (aqu se predice el capitalismo monopolista, en 1857, pero al mismo se lo considera de manera bernsteiniana, es decir como factor positivo socializador de los medios de produccin).

Si se comienza el anlisis desde la esfera de la circulacin, considerando a la misma como fundamento originario, el capital aparece como determinando los precios, dando trabajo, regulando la produccin

La fase de la circulacin como una barrera de la produccin capitalista misma.La circulacin lleva tiempo; un tiempo en el cual el capital no est creando valor, sino solo realizndolo. Por esto la explotacin no depende solo del tiempo de trabajo (produccin), sino tambin del tiempo de realizacin (circulacin)Solo la ganancia total de la clase capitalista debe coincidir con el plusvalor total del cual se apropiara. En cambio, los diversos capitales pueden embolsar ms o menos de lo que les correspondera del plusvalor creado por ellos mismos en el proceso de produccin.

El capital en general, a diferencia delos capitales en particular, se presenta solo como una abstraccin; no como una abstraccin arbitraria, sino como una abstraccin que capta la diferencia especfica del capital en oposicin a todas la dems formas de la riquezapero el capital en general, diferenciado de los capitales reales en particular, es l mismo una existencia realmientras que lo universal es, por una parte, solo una diferencia especfica ideal, es a la vez una forma real particular al de la forma de lo particular y lo singular.

El capital, considerado en general, no es una mera abstraccin. Si por ejemplo considero el capital global de una nacin, por contraposicin al trabajo asalariado totalo si tomo al capital como base econmica general de una clase en oposicin a otra, lo estoy considerando en general.

El capital en general, no solo constituye una forma de movimiento comn a todos los capitales industriales individuales, sino que debe considerrselo simultneamente como la forma en que mueve la suma de los capitales individuales, es decir, la forma en que se mueve el capital global de la clase capitalista; un movimiento en el cual el de cada capital industrial individual aparece solo como movimiento parcial que se entrelaza con los otros y se encuentra condicionado por ellos.Desde este punto de vista hay que considerar a los diversos capitales solo como fracciones delcapital social, cuyo movimiento es tanto su movimiento individual como, al mismo tiempo, eslabn integrante del movimiento delcapital global, el cual a pesar de ser solo la suma de los capitales individuales- revela un carcter diferente del capital de cualquier capitalista individual.Pero donde con mayor claridad se manifiesta el carcter real del capital social global, es en el capital accionario, modalidad bajo la cual el capital se ha elaborado hasta su forma ltima, en la cual est puesto no solamente en s, segn su sustancia, sino segn su forma como fuerza y producto social.

Toda esa molestia no sera necesaria si la forma de manifestacin y la esencia de las cosas coincidiesen directamente; pero entonces toda ciencia sera superflua. Puesto que ello no es as, la investigacin cientfica debe avanzar desde las manifestaciones en la superficie hacia la naturaleza interna, hacia la estructura nuclear de los procesos econmicos, para de ese modo hallar la ley que rige al fenmeno y concebir al propio fenmeno como necesario.

El capital industrial, que es la forma fundamental de la relacin del capital, tal como domina la sociedad burguesa y del cual todas las dems formas parecen derivadas y secundarias

Sobre los errores de Rosa LuxemburgLuxemburg: pues solo Marxlogr extraer la diferencia fundamental entre las dos categoras: capital individual y capital social global en sus movimientos; la teora econmica marxiana es inseparable de la idea del capital global de la sociedad concebido como una magnitud real y efectiva, que cobra expresin tangible en la ganancia global de la clase capitalista y en su distribucin, y de cuya dinmica invisible proceden todos los movimientos visibles de los capitales individuales

Rosdolsky:los conceptos de capital individual y de capital en general no coinciden en modo alguno. El segundo es mucho ms amplio que el primero. De donde resulta que, segn Marx, tambin el capital total de la sociedad puede ms an debe- considerarse con xito dentro del marco de la categora del capital en general.Los reproches de Rosa a los esquemas de reproduccin del segundo tomo del capital, solo tienen sentido si entendemos que ella comprenda que los mismos constituan, en tanto anlisis del capital social global, a la vez una abstraccin en tanto se diferencia de los capitales individuales- y una realidad efectiva e histrica. Por esto Luxemburg se enerva al encontrar la ficcin de una sociedad compuesta solamente de capitalistas y asalariados, mas este ofuscamiento deviene ftil a nuestros ojos cuando comprendemos que Marx no intentaba, en estos pasajes del capital, representar una realidad histrica efectiva, sino slo un modelo analtico cuestin a la que, por otra parte, tambin alude Lukacs-.

Asimismo, Luxemburg deplora el hecho de que Marx haga abstraccin de todas las condiciones histricas en sus esquemas de reproduccin, cuando en realidad solo lamenta la omisin de los sectores precapitalistas el tercero excluido Porque, si se tomaran en cuenta todas las condiciones histricas todas las elaboraciones de Marx en los tomos del Capital constituiran meras ficciones. As, nos damos cuenta de cmo Rosa recae en la exageracin de un empirismo desnudo.

Por cierto queRosa Luxemburgdestaca muy enrgicamente la diferencia fundamental entre la consideracin de los procesos econmicos desde el punto de vista del capital individual y desde el capital social global.Pero al mismo tiempo confunde esa diferencia con la distincin no menos fundamental entre el capital en general y el capital en su realidad, los capitales mltiples. En su opinin solo el capital individual permite una consideracin abstracta, mientras que la categora del capital social global debe representar una categora de realidad inmediata. De ah que apele constantemente a la realidad histrica contra la ficcin terica, de ah su crtica errnea de los esquemas de reproduccin de Marx.

El capitalismo era solo un modo de produccin histrico, correspondiente a cierta poca de desarrollo limitado de las condiciones materiales de la produccin, y las categoras de la economa burguesa eran formas del pensar socialmente vlidas, y por tanto objetivas, para las relaciones de produccin que caracterizan ese modo de produccin social histricamente determinadoSin embargo, de qu manera puede llegar la teora al conocimiento de tales leyes particulares, que solo pretenden validez histrica? Y cmo pueden compatibilizarse estas leyes con las determinaciones econmicas generales, aplicables a todas las pocas de la sociedad?...pues todas las pocas de la produccin tienen rasgos en comn. Ejemplos: a) ninguna sociedad puede producir continuamente, esto es, reproducir, sin reconvertir una parte de sus productos en medios de produccin elementos de la nueva produccin; b) en toda sociedad los miembros de la misma deben producir una cierta cantidad de plustrabajo para disponer de un fondo de desarrollo, tal como lo requiere ya el aumento de la poblacin; c) ninguna sociedad puede impedir que de una manera u otra el tiempo de trabajo disponible regule la produccin; y por ello, tambin en el socialismo le corresponder una gran importancia a este sustrato material de la determinacin del valor.

Valor de usoEn la medida en que el proceso laboral solo es un mero proceso entre el hombre y la naturaleza, sus elementos simples siguen siendo comunes a todas las formas sociales de desarrollo del mismo. Pero cada forma histrica determinada de este proceso desarrolla ulteriormente las bases materiales y las formas sociales de aqul. Y precisamente esas formas sociales son a diferencia de su contenido, dado por la naturaleza- lo que importa ante todo. Solo ellas constituyen el elemento activo y de impulso hacia delantepara Marx son precisamente las formas econmicas aquellas en que se expresan las relaciones sociales de los individuos econmicos y gracias a lo cual se distinguen entre s los diversos modos de produccin.

No podemos olvidar que en lo que respecta a la relacin entre contenido y forma, Marx adopt el punto de vista de Hegel y el de Kant. Este consider la forma como algo externo en relacin al contenido y como algo que se adhiere al contenido desde fuera. Desde el punto de vista de la filosofa de Hegel, el contenido no es en s mismo algo a lo cual la forma se adhiere desde fuera. Ms bien, a travs de su desarrollo el contenido mismo da origen a la forma que ya estaba latente en el contenido. La forma surge necesariamente del contenido mismo (Isaac Illich Rubin)La economa poltica se ocupa de las formas sociales especficas de la riqueza o, ms bien, de la produccin de la riqueza. La sustancia de sta, sea subjetiva, como el trabajo, u objetiva, como los objetos para la satisfaccin de las necesidades naturales o histricas, se presenta ante todo como comn a todas las pocas de la produccin. Por consiguiente esta sustancia aparece en primer trmino como mero presupuesto, al margen de toda consideracin de la economa poltica, y solo ingresa a la esfera de esa consideracin cuando las relaciones formales la modifican o al presentarse como modificadora de stas

En su indiferencia frente a la determinacin de la forma econmica, el valor de uso se halla ms all del crculo de observacin de la economa poltica. Solo cae dentro de este crculo cuando l mismo es determinacin de la forma. En otras palabras: solo segn su relacin con las condiciones sociales de la produccin es posible juzgar si el valor de uso tiene una significacin econmica o no. En la medida en que influye sobre dichas condiciones o recibe su influencia, a su vez, es ciertamente una categora econmica.El valor de uso es subordinado y secundario cuando nos ocupamos de la economa mercantil simple, dado que en la misma se intercambian equivalentes. Por el contrario, cuando nos introducimos en el proceso de produccin, y ms todava cuando el mismo adquiere forma capitalista, el valor de uso adquiere una significacin econmica en tanto es capaz de influir o ser influido por la forma de la relacin social por sus condiciones materiales de existencia mediadas por la historia-.

El valor de uso adquiere un carcter determinante, en tanto que influye o es influido por la forma econmica de la relacin social, en variantes tpicas componentes del modo de reproduccin del capitalismo. As,en el caso del equivalente general a)el dinero-, la forma especfica de la mercanca utilizada, sus caractersticas en tanto que valor de uso, explican el porqu de su utilizacin como tal equivalente generales decir, la forma econmica de la relacin social requiere de un equivalente general pasible de fungir como dado sus caractersticas particulares; en este caso, el dinero metlico o los billetes, poseenlas especificaciones requeridas en medida creciente: durabilidad, facilidad de manipulacin, etc-. Por otra parte, lab)mercanca fuerza de trabajoposee la caracterstica esencial de quesu valor de uso determina en gran medida la forma social de la relacin econmica esto es evidente cuando observamos como las diferentes calificaciones de los trabajos modifican en cierta medida las relaciones de produccin-La durabilidad del c) capital fijo, su mayor o menor desgaste tiempo de consumo-, es decir, su valor de uso, deviene un factor determinante de la forma de la relacin econmica, no solo de su sustancia material.El tiempo necesario de reproduccin del capital fijo, al igual que la proporcin entre ste y todo el capital, modifican aqu, pues, el tiempo de rotacin del capital total y con ello su explotacin

Pero donde con mayor claridad se manifiesta el valor del papel del valor de uso es en el proceso de reproduccin del capital social global (tomo dos del capital), en cuya reproduccin se trata no slo de la sustitucin de valor, sino tambin de la sustitucin de material, y donde por ello importa de manera tan esencial la forma material, el valor de uso del valor del producto

el problema de si puedeconvertirse una parte del plusvalor directamente en capital constante, sin ser enajenado primeramente. Esto es efectivo, ya que en distritos industriales determinados hay constructores de mquinas que construyen fbricas ntegras para los fabricantesy esto solo significa como la diferente utilizacin valor de uso- de un quantum dado de plusvalor determina de manera diferente la forma de la relacin social y econmica.El valor de uso es determinante en la forma de la relacin social de produccin, es decir tiene pertinencia econmica determina o es determinado por el valor de cambio, no solo en casos indicativos o descriptivos, sino en tendencialidades estructurales de la dinmica propia del modo de produccin.As, en la constitucin de d) la renta de la tierra configura un factor fundamental. Lo mismo en torno a la e) tasa de ganancia, la cual depende en todo momento de las condiciones naturales que proporciona la tierra al proveer las materias primas necesarias para la reproduccin del sistema capitalistabuena cosecha o mala cosecha, por ejemplo-. Tambin, en el mismo sentido, la reproduccin ampliada del capital, en tanto supone a la vez aumento de la productividad mediante plusvalor relativo, no solo implica un aumento de la composicin orgnica, sino que supone un masivo acrecentamiento del contingente de valores de uso existentes aqu se ve como la forma econmica determina los valores de uso-. Asimismo, el aumento de productividad implica que con el mismo trabajo se crean ms cosas que pueden ser transformadas en capital, al margen de su valor de cambioCita: esa masa de trabajo que puede comandar el capital no depende de su valor, sino de la masa de materias primas y auxiliares de la maquinaria y de los elementos del capital fijo, de los medios de subsistencia que componen ese capital, cualquiera que sea el valor de todos esos componentes. Al aumentar de esa manera la masa de trabajo empleado, y en consecuencia tambin del plustrabajo, tambin aumenta el valor del capital reproducido y el plusvalor nuevo que le ha sido adicionado

En cambio, si la demanda es tan intensa que no se contrae cuando el precio resulta regulado por el valor de las mercancas producidas bajo las peores condiciones, stas determinan el valor del mercado aqu Rosdolsky intenta demostrar que la esfera de la circulacin, de la demanda y la oferta, puede, en ocasiones, determinar el valor de cambio de las mercancas sobreponindose a la determinacin tendencial de los precios por los precios de produccin. De una manera u otra intenta establecer que la variacin de los precios de mercado con relacin a los precios de produccin, puede deberse, en algunos momentos, no slo a correcciones que gravitan en torno al centro del precio de produccin de las mercancas, sino que a factores derivados de la oferta y la demanda, los cuales pueden modificar el valor de mercado y no solo el precio de mercado. Hay que recordar, sin embargo, que esta es solo una interpretacin, como muy bien establece Rosdolsky, ya que el mismo Marx formula hiptesis contrarias a estas tesis en otros pasajes; por tanto, no es absolutamente claro al respecto-.

La f) necesidad social, es decir el valor de uso elevado aqu a la potencia social, aparece aqu como determinante de la cuota de tiempo global de trabajo social correspondiente a las diversas esferas de la produccin en particular.

El precio se distingue por lo tanto del valor no solo como lo que es nominal se distingue de lo real;sino por este motivo: que el segundo se presenta como la ley de los movimientos recorridos por el primero. Sin embargo, ellos son constantemente distintos y nunca coinciden o solo lo hacen de modo accidental y por excepcin

Demanda y oferta determinan de modo constante los precios de las mercancas; nunca coinciden o slo lo hacen accidentalmente; perolos costos de produccin determinan por su parte las oscilaciones de la demanda y de la ofertala inconvertibilidad entre valor real y valor de mercado, entre valor de cambio y preciodado que el precio no es idntico al valor, el elemento que determina el valor el tiempo de trabajo- no puede ser el elemento en el que se expresan los precios, ya que en tal caso el tiempo de trabajo debera expresarse al mismo tiempo como lo determinante y lo no determinante, como lo igual y no lo igual a s mismo

No comprenden en absoluto quetoda circulacin de mercancas debe llevar a la formacin de dinero, y que por ello es imposible eliminar el dinero mientras el valor de cambio siga siendo la forma social de los productos.

Es posible revolucionar las relaciones de produccin existentes y las relaciones de distribucin a ellas correspondientes mediante una transformacin del elemento de circulacin, es decir, transformando la organizacin de la circulacin? En sntesis, no es posible.El hecho de que solo el dinero es la verdadera existencia del valor en cuanto tal y que por ello el trueque debi individualizar el valor de cambio mediante la creacin de un medio de cambio particular, es cosa que Marx ya establece en 1844

Siendo las mercancas como valores distintas solo cuantitativamente, la diversidad natural de las mercancas debe entrar en contradiccin con su equivalencia econmica, y por ello su valor debe adquirir una existencia cualitativamente diferenciable de s mismas

El modo de tratamiento lgico no es, de hecho, otra cosa que el histrico, solo que despojado de la forma histrica y de los accidentes molestos. All donde comienza la historia debe comenzar tambin el razonamiento, y su curso ulterior no ser otra cosa que el reflejo, en forma abstracta y tericamente consecuente, del decurso histrico; una imagen corregida, por ello segn leyes que presentan el verdadero curso histrico(Engels)

Sobre el salario y la pauperizacin(pp319) Elpreciode lafuerza de trabajoes el salario, en tanto depende solo de la relacin entre oferta y demanda en el mercado laboral; en cambioel valorde lafuerza de trabajoes la magnitud media a la cual tiende a equipararse, a travs de prolongados perodos, el salario efectivamente pagado, y que por ende es independiente de la oferta y la demanda. El valor de la fuerza de trabajo se determina por sus costos de produccin medios de vida necesarios para el obrero y su familia-, como todas las dems mercancas.

El aumento de los salarios realespuede deberse a: prolongacin de la jornada de trabajo (horas extra), intensificacin del trabajo y acrecentamiento de la productividad del trabajo. Por lo cual vemos que los salarios reales pueden crecer a la vez que aumenta el nivel de explotacin (mediante plusvalor absoluto o relativo)

La jornada laboral ms intensa toma cuerpo en ms productos que la jornada menos intensa del mismo nmero de horas. Con la fuerza productiva incrementada, sin duda, la misma jornada laboral suministra tambin ms productos. Pero en el ltimo caso baja el valor del producto singular, pues cuesta menos trabajo que antes, mientras que en el primer caso se mantiene inalterado, pues el producto cuesta tanto trabajo antes como despus.

El aumento de precio de la fuerza de trabajo, a veces puede acompaarlo, en cambio una disminucin de su valor. Esto ocurre siempre cuando el aumento de precio que experimenta la fuerza de trabajo no compensa el desgaste acelerado padecido por la misma.El valor de la fuerza de trabajo est determinado por el valor de una cantidad determinada de medios de subsistencia. Lo que vara con la fuerza productiva del trabajo es el valor de esos medios de subsistencia y no necesariamente su masa. La masa misma, si aumenta la fuerza productiva del trabajo, puede acrecentarse simultneamente y en la misma proporcin para el obrero y el capitalista, sin que se opere cambio alguno de magnitud entre el precio de la fuerza de trabajo y el plusvalor.solo ha ocurrido que cada uno se representa en una cantidad mayor de valores de uso, pero proporcionalmente abaratados.El precio de la fuerza de trabajo puede disminuir, pero si lo hace en menor medida que el alza de la productividad, esta disminucin puede significar una masa mayor de valores de uso disponibles para el obrero

Si bien los propios obreros no pueden impedir que se haga descender su salario, en cuanto a su valor (de resultas del aumento de la productividad del trabajo)la productividad creciente del trabajo va a la par del abaratamiento del obrero, y por lo tanto de una tasa creciente del plusvalor, incluso cuando el salario real aumenta. Pero el aumento de ste nunca est en proporcin al de la productividad del trabajo (si ello fuera la regla la tasa de plusvalor jams podra crecer, y sera imposible el plusvalor relativo, ergo imposibilitara el capitalismo)La ley de la acumulacin capitalistano expresa en realidad sino que la naturaleza dedicha acumulacin excluye toda mengua en el grado de explotacin a que se halla sometido el trabajo o toda alza en el precio de ste que pueda amenazar seriamente la reproduccin constante de la relacin capitalista, su reproduccin en una escala constantemente ampliada

No solo existe elsalario nominal y el salario real, sino que tambin, y ms esencial en el modo de produccin capitalista, debemos consignar la categora desalario relativo(del cual ya habl implcitamente Ricardo). El mismo supone la participacin en el producto total por parte del trabajador; as, ste puede aumentar su salario real obteniendo una masa mayor de mercancas por igual trabajo-, pero al mismo tiempo puede decrecer su salario relativo la masa mayor de mercancas que recibe es menor en relacin al total de producto, el cual ha crecido, de lo que era la masa de mercancas anteriores al alza en relacin con el producto total en ese momento-. Con respecto al salario relativo,Luxemburg colige que Marx formul implcitamente laley de la cada tendencial del salario relativo, la cual se ha verificado ampliamente en el curso histrico hasta la actualidad.La produccin capitalista no puede avanzar un solo paso adelante sin reducir la participacin de los obreros en el producto social. Con cada innovacin de la tcnicase reduce la participacin de los obreros en el producto y aumenta la de los capitalistaspero los efectos de todos estos avances sobre el salario relativo de los obreros son el resultado mecnico de la produccin mercantil y del carcter de mercanca de la fuerza de trabajoEs por ello que la lucha contra la cada del salario relativo, entraa la lucha contra el carcter de mercanca de la fuerza de trabajo, la lucha revolucionaria contra el modo de produccin la tendencia activa socialista del proletariado- propiamente tal que emerge desde los sindicatos. (Luxemburg)Latercera categora de la sobrepoblacin relativa, la estancada, constituyeuna parte del ejrcito obrero activo, pero su ocupacin es absolutamente irregularEl mximo de tiempo de trabajo y el mnimo de salario la caracterizan. Hemos entrado ya en conocimiento de su figura principal bajo el rubro de laindustria domiciliaria(traer a la actualidad)

Acaso no formul el propia Marx una teora de la pauperizacin? Rosdolsky sostiene que esto no es as. La misma solo es explcitamente enunciada enEl manifiesto,el cual, sin embargo, carece todava de una teora econmica desarrollada(ver argumento compartido con Nicolaus). En los pasajes utilizados por sus crticos en el primer y el tercer tomo del capital-Rosdolsky demuestra que Marx utiliza la nocinElend (pauperizacin) solo en un sentido de miseria relativa en funcin de la riqueza producida por el desarrollo del capitalismo. Lo ms que puede atribursele filolgicamente a Marx es la afirmacin de que los subempleados y el ejrcito industrial de reserva, tendencialmente giran hacia una miseria absoluta (cuestin que efectivamente depende de variables polticas, ya que dependiendo de la relacin de fuerzas entre las clases puede establecerse un Estado Social en mayor o menor grado que alivie las penurias de los desempleados). Asimismo,Rosdolsky presenta citas de conferencias de Marx y Engels concomitantes a los periodos de redaccin de los tomos del capital que demuestran la preeminencia del salario relativo en las teorizaciones de ambos, el cual niega la ley de bronce de los salarios y toda referencia a la pauperizacin absoluta.Incluso si Marx hubiese formulado realmente (cuestin que Nicolaus solo constata su presencia efectiva en el Manifiesto, no as en los tomos del capital) alguna vez una teora de la pauperizacin, habra que rechazarla por contraria al espritu y al contenido de su teora del salario.

Ahora bien, la teora de la pauperizacin no es un mero invento voluntarista de los revolucionarios para soliviantar a las masa; su origen tienen races sociales e histricas de cierto arraigo. Sucede que el periodo de 1840 a 1860 supuso un estancamiento espectacular de los salarios y condiciones de vida y trabajo de los obreros en el conjunto de los pases centrales. Por lo mismo, pareca como si fuera inevitable la pauperizacin absoluta de la clase proletaria en esos tiempos. En razn de esto, muchos pensadores sociales y revolucionarios de aquella poca adoptaron esta creenciade ello no estuvo absolutamente exento Marx, aunque el valor de su teorizacin se encuentre realmente en el nfasis con el cual se avino a no tomar en cuenta este sentido comn difundido.

Con esto no se dice que en la realidad capitalista no existan tendencias pauperizantes. La cuestin es que hay que saber ubicarlas en la estructura de la realidad social. Unatendencia pauperizante transitoriapero recurrente, est dada por la emergencia ineluctable delas crisis bajo el modo de produccin capitalista, en las cuales la masa depauperada crece correlativamente a la generalizacin del desempleo. Por otro lado, existen tambintendencias pauperizantes permanentes; ests se muestran en la realidad de los pases perifricos y semiperifricos.La situacin de las capas ms bajas del proletariado, se mueve segn las mismas leyes de la produccin capitalista, se ampla y se estrecha por ellas, y junto con la amplia capa de los obreros rurales, as como su ejrcito de desocupados y con todas las capas, desde las ms altas hasta las ms bajas, el proletariado constituye un todo orgnico, una clase social, en cuyas diversas gradaciones de miseria y opresin puede captarse correctamente la ley capitalista del salario en su conjunto (Luxemburg)

Aqu debemos recurrir nuevamente a la teora marxiana de la explotacin de las naciones capitalsticamente subdesarrolladas (sobre todo de los pueblos agrcolas) por parte de las naciones altamente capitalistas. Esto no se debe a la voluntad conciente de las naciones centrales (al menos en mayor medida), sino que es corolario de los mecanismos objetivos inmanentes de la produccin capitalista. Una de estos mecanismos fundamentales es la teora del valor:

Marx afirma queno solo la mayor intensidad del trabajo, sino tambin la mayor productividad del mismo entre las diferentes naciones deriva una situacin en la cual la nacin ms productiva recibe un mayor retorno de valor (mercancas, dinero). Es la ley de desarrollo desigual (tesis que tambin sostiene Otto Bauer) que se cumple en el contexto del mercado mundial (ahora bien, Rosdolsky argumenta que al nivel de las formaciones sociales la tasas de ganancia y de salario tienden a equilibrarse, por lo cual el desarrollo desigual resulta matizado, lo cual no ocurre en el contexto internacional. Por qu es que se da esta diferencia? Realmente existe esta diferencia si empricamente podemos comprobar el desarrollo desigual generalizado incluso a las naciones centrales, cuestin que incluso da por cierto la corriente marxista constituida por Poulantzas?)

En estos casos dedesarrollo desigual, se completan las analogas conla diferencia dada entre trabajo simple (no calificado) y trabajo complejo (calificado), y con la diferencia transitoria que se efectiviza cada vez que un capitalista individual innova en maquinaria (ergo, en productividad) y obtiene de esta manera ganancia adicionales transitorias. La cuestin es que en las relaciones mundiales esta divergencias son permanentes y estructurales as tambin al pas central se le abaratan los costos de las mercancas que en su pas saldra ms oneroso producir-.

Por ltimo,Henryk Grossmansostiene acertadamente que existencia una tendencia efectiva en el desarrollo mundial del capitalismo, la cual dice relacin con el hecho de quelos pases que producen mercancas por medio de un trabajo social mayor que el socialmente necesario tienden a vender las mismas a un precio menor que el correspondiente a su valor, as como los pases que producen con un trabajo social menor que el socialmente necesario tienden a vender sus mercancas a un precio mayor. Esto acenta el desarrollo desigual(ver bien las razones de esta tendencia)

De esta manera, podemos ver como los pases centrales comportan, dada la estructura mundial de la economa, suficientes caractersticas para satisfacer relativamente las demandas mayormente exigentes de su propia clase obrera: los recursos que extraen a los pases menos productivos, as como el abaratamiento de las materias primas que compran de estos ltimos, les permiten ahogar las tendencias radicales de sus proletarios.

No es menor consignar que esta tendencial estructural es doblemente determinada: tanto por la esfera de la produccin dada la pertinencia de la ley del valor-, como por la esfera de la circulacin tomando en cuenta lo establecido por Grossman- (desarrollo desigual).

Sobre la esfera de la circulacinen cuanto medio de cambio la mercanca debe ser valor de uso, pero solo llega a serlo merced a la enajenacin, puesto quela mercanca no es valor de uso para aqul en cuyas manos es mercanca, sino para aqul que la adquiere, en cuanto valor de uso por medio del intercambio. Para el poseedor de la mercanca el valor de la misma consiste solo en su intercambiabilidad, en su capacidad de ser enajenada por el monto del valor de cambio representado en ella

ladesvalorizacinconstituye un elemento del proceso de valorizacin, lo que ya est implcito en que el producto del proceso en su forma directa no es valor, sino que tiene que entrar nuevamente en la circulacin para realizarse en cuanto tal

Unabarrera a la realizacindel valor del capital, de su transformacin a la forma universal dinero, esa)la magnitud de la necesidad social a la que responden los productos que en este caso cargan el valor potencial del capitalcuantos agentes requieren ese valor de uso y cuan intensamente tambin-.

Una segunda barrera a la realizacin del valor del capital, est en la necesaria presencia de dinero, en el conjunto de la sociedad, que se le contraponga como equivalente.Pero como este dinero equivalente debe subsanar un plusvalor que el capitalista lleva al mercado, una condicin de la valorizacin del capital en el mercado es el hecho de que exista este plusvalor en el mercado, que exista en forma de dinero. Para que esto se cumpla deben existir producciones concomitantes de plusvalor llevadas al mercado, existentes en forma dinero; en sntesis, una limitacin a la realizacin del capital es la necesariab)existencia de procesos de produccin de plusvalor concomitantes o antecedentes (as como tambin futuros) con los cuales ste puedaintercambiar el plusvalor producido.

La contradiccin entre produccin y valorizacin se halla fundada en la propia naturaleza del capital, en la contradictoria relacin recproca entre trabajo necesario y plustrabajo. Cuanto mayor sea el plustrabajo, tanto menor ser (relativamente considerado) el trabajo necesario; pero tambin ser tanto menor la posibilidad de realizacin del plusproducto.

Pero, si el propio capital erige, por medio de la limitacin del consumo de sus obreros, una barrera a la realizacin del plusvalor creado en el proceso de produccin, cmo es posible entonces el desarrollo del propio capitalismo?

En el modo de produccin capitalista en todos los puntos el consumo est mediado por el intercambio y para el trabajador el trabajo nunca tiene valor de uso directo.Con excepcin de sus propios obreros, la masa total de todos los obreros se presenta frente a cada capitalista no como obreros, sino como consumidores, como poseedores de valores de cambio (salario)

El capital tiene la tendencia a aumentar en lo posible la masa de la poblacin industrial (verificar realidad de esta tendencia)

El capitalista individual desea, naturalmente, que los obreros de los dems capitalistas consuman la mayor cantidad posible de sus propias mercancas, pero en lo que respecta a sus propios obreros, intenta por todos los medios reducir sus salarios (ergo, su capacidad de consumo) de modo que su ganancia se la mayor posible (la existencia misma de una ganancia sobre una mercanca cualquiera presupone una demanda exterior a la del trabajador que la produjo)Pero la relacin entre cada capitalista y sus obreros es la relacin en general entre el capital y el trabajo, la relacin esencial.

Es la competencia entre los capitales, su indiferencia y autonoma recprocas, lo que lleva a que el capital individual no se comporte ante los obreros de todo el capital restante como ante obreros

En la medida en que un capitalista le compra a otro compra mercanca o las vende-, ambos mantienen una relacin de cambio simple; no se comportan entre s como capital.La proporcin correcta conforme a la cual tendran que intercambiar mutuamente para en definitiva poder valorizarse como capital, queda al margen de su relacin recproca (Un ejemplo de esto puede verse en los intercambios entre el subsector I, de bienes de produccin, y el subsector II de bienes finales de consumo. Aqu el intercambio es simple, la plusvala meramente se reparte, no se genera; lo ms que puede ocurrir es que las relaciones de fuerza polticas- implica una distribucin del plusvalor ms favorable a un capital que otro)

La superproduccin general tendr lugar no porque los obreros consuman relativamente dem