enseñar a convivir no es tan difícil

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    que pueden ser muy diferentes de los nuestros en una misma situa-cin, es una de las habilidades humanas que ms madurez y ms riqueza de personalidad confiere a quienes la poseen, incluyendo a los adolescentes. Muchas peleas, discusiones y enfrentamientos se cortaran de raz si fusemos capaces de entender lo que est sintien-do en ese momento la otra persona.

    Los principales sentimientos y sus causas

    Vamos a hacer un recorrido rpido por los sentimientos ms importantes y ms frecuentes. Si conseguimos que nuestros hijos o alumnos nos acompaen en el recorrido, llegarn a conocer con seguridad esos sentimientos y a comprender cul es la causa de cada uno de ellos y no se sentirn perdidos en el complejo bosque de las emociones y sentimientos. Para las definiciones de emociones y sen-timientos, seguiremos generalmente a Marina y Lpez Penas, con algn cambio o precisin.

    La alegra, sus afines y sus contrariosLa alegra es un sentimiento muy agradable, como de ligereza y

    ensanchamiento del nimo, causado por el cumplimiento de nuestros deseos y proyectos, como por ejemplo tener un encuentro con una persona muy querida, o aprobar un examen (sobre todo si era difcil), o curarnos de una enfermedad o de una herida, o disfrutar de una pelcula divertida o muy interesante.

    Relacionados con la alegra estn los sentimientos de satisfaccin, que es una especie de sosiego cuando algo nos ha salido bien; feli-cidad, que es un sentimiento duradero e intenso, una sensacin de plenitud en la que no se echa nada en falta; jbilo, que es una alegra intensa, comunicativa y expansiva, acompaada de demostraciones externas; xtasis, que es sentirse totalmente embargado por la admi-racin y la alegra, de modo que se llega a perder incluso la nocin de tiempo y espacio.

    Contrarios a la alegra son: la tristeza, que es un sentimiento des-

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    agradable, provocado por la prdida de algo o de alguien querido, o por una desgracia o contrariedad, y suele ir acompaado de pasivi-dad y deseo de aislamiento. Tambin la melancola, que es una tristeza suave y difusa, acompaada de languidez y ensoaciones, y que suele tener una causa desconocida. Ms suave todava es la nostalgia, provocada por la lejana de los seres y lugares queridos y que suele ir acompaada del deseo de volver a ellos.

    Una vez expuestos estos ocho sentimientos de la familia de la alegra, y entendidas sus definiciones, en un dilogo gil y cordial con hijos o alumnos podemos darles ejemplos de situaciones concre-tas en que est presente cada uno de esos sentimientos estudiados y pedirles que ellos nos den otros ejemplos, para asegurarnos de que han comprendido bien los matices y diferencias entre sentimiento y sentimiento.

    La esperanzaLa esperanza es un sentimiento agradable, que surge de ver como

    posible algo que deseamos. La ilusin (descartando el sentido peyo-rativo de dejarse engaar, de ser ilusos), es la esperanza ya ms viva, cuando se ve cercano aquello que se desea: ese sentimiento de ilusin nos moviliza. El entusiasmo es una esperanza que impulsa a la accin, es sentirse fascinado por algo que produce en el nimo verdadera fogosidad para actuar. El optimismo no consiste en ver todo de color de rosa, sino en tener nimo para sobreponerse a las dificultades: as lo define Seligman4, el mayor especialista en optimismo. La sorpresa puede ser un sentimiento agradable o desagradable, al percibir algo nuevo e inesperado.

    Los sentimientos contrarios a la esperanza son: la decepcin, sen-timiento desagradable que surge al constatar que algo que tenamos derecho a esperar no va a cumplirse o que alguien en quien confi-bamos no merece esa confianza. La desesperacin es una afliccin muy

    EL MUNDO M`GICO DE LAS EMOCIONES

    11. NERUDA, P., Sonetos, Santiago De Chile 1969. 12. Citado por Marinoff, ver nota 14 a continuacin.

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    dad y la sencillez; tambin se puede aadir la cercana. Humildad es no creerse superior a nadie, es saber reconocer lo bueno que tienen los otros y, como deca Teresa de `vila 6, est muy cerca de la verdad, de la objetividad. Sencillez es la humildad llevada al trato, directo y sin com -plicaciones, evitando el rebuscamiento y todo lo que sea darse impor-tancia a uno mismo. Cercana es un sentimiento agradable y clido: quienes tratan a una persona humilde y sencilla sienten que esa per-sona se abre a la amistad, que no pone barreras, que ofrece confianza.

    Estudiados y discutidos esos ocho sentimientos relacionados con la soberbia y la humildad, se puede entablar un dilogo para determinar bien de dnde nacen la soberbia y el orgullo y si nos hacen dao a nosotros y a quienes conviven con nosotros. Para empezar el dilogo, se puede tomar pie de estos versos de Gustavo Adolfo Bquer7:

    Asomaba a sus ojos una lgrima y a mi labio, una frase de perdn; habl el orgullo y se enjug su llanto, y la frase en mis labios expir. Yo voy por un camino, ella por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo an: por qu call aquel da? Y ella dir: por qu no llor yo?

    Amor, que mueve el sol y las estrellasPara empezar a dialogar, con cierto orden y profundidad, sobre

    el tema del amor y del enamoramiento, tan fundamental para adoles-centes y jvenes, podemos plantearles amistosamente tres preguntas: si pueden sealar con exactitud las diferencias que existen entre amor y atraccin sexual; si pueden explicar con palabras qu es el enamoramiento y en qu se distingue del cario; si creen que estar enamorado enriquece la vida o, como piensan algunos, el amor nos

    EL MUNDO M`GICO DE LAS EMOCIONES

    15. SELIGMAN, M., La autntica felicidad, Barcelona, B 2003.

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    relacionarse. La soledad puede ser positiva y fecunda cuando uno la elige libremente, para leer, meditar, or msica, serenarse. Pero sen-tirse separado de los dems, sentimiento que Fromm bautiz con el nombre de separatidad, es siempre negativo, es como estar colgado en el vaco. Dice que, por miedo a la separatidad, algunos pasan a sentir miedo a la soledad y de ah a sentir miedo a la libertad, ya que la libertad lleva consigo cierta soledad. Y ese miedo les lleva a elegir falsos caminos de salida:

    a) Algunos buscan estados orgisticos, creados por el alcohol, las drogas, la msica estruendosa y el sexo y as no se sienten solos, sino que experimentan cierta camaradera con los otros participantes en la fiesta orgistica.

    b) Otros eligen el camino de la sumisin, del conformismo, de dejarse dominar. Al someterse a otra persona, se siente uno vinculado a ella, pero destruye su propia personalidad: el extremo de esta actitud es el masoquismo.

    c) Otros deciden tomar el camino opuesto, que es dominar a otra persona, hacerse dueo de ella: as se siente una vinculacin mutua, fuerte pero falsa: su extremo es el sadismo y puede llegar a la crueldad y a la violencia fsica o sexual.

    Por fin, Erich Fromm se atreve a precisar cules son los elementos que componen el amor, o que al menos son indispensables para que haya amor. El primero de esos elementos es el inters: que la persona amada signifique algo muy especial para el que ama, que sea inte-resante para l o para ella de un modo nuevo y nico. El segundo elemento del amor es la responsabilidad: el que ama se siente respon-sable de hacer crecer a la persona amada, de ayudarle a que saque de s lo mejor de s misma, como expresa bellamente Pablo Neruda10: yo quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos; esta responsabilidad es la actitud radicalmente contraria a la de Can,

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    que preguntaba: soy yo acaso el guardin de mi hermano? El tercer elemento bsico del amor es el respeto, que consiste en saber apreciar los valores del otro y en no invadir su autonoma, ni tomarle sus decisiones; es lo contrario de la manipulacin y la explotacin. Por fin, el cuarto y ltimo componente del amor, segn Fromm, es el conocimiento, que es querer saber cmo es la otra persona, qu piensa, cules son sus objetivos en la vida, cules son sus valores: eso exige un dilogo frecuente, un deseo mutuo de contarse cosas, una comu-nicacin fcil y sincera.

    Podemos concluir, sin necesidad ya de citar a Fromm, que el amor autntico entre dos personas debe convertirse en el aspecto ms importante de sus vidas, en algo sin lo cual ya la vida no se entiende, no tendra sentido. Neruda 11 lo expres as:

    Tal vez no ser es ser sin que t seas. Sin que seas, en fin, sin que vinieras Brusca, incitante, a conocer mi vida, rfaga de rosal, trigo del viento, y desde entonces soy porque t eres, y desde entonces eres, soy y somos, y por amor ser, sers, seremos.

    Cuando los sentimientos y emociones se desbordan

    En esta tercera parte de nuestro recorrido por los sentimientos y emociones, vamos a indicar algunas tcnicas sencillas, podra-mos decir caseras, para controlar algunos sentimientos, que por su intensidad desmedida o por su peligrosidad, nos pueden dificultar y complicar la vida, en vez de facilitarla. Naturalmente, cuando algn problema emocional sea verdaderamente serio o patolgico, tendremos que acudir a un profesional; pero muchos problemas en la vida se pueden resolver con la ayuda de los amigos y con un poco

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    lo siguiente:

    1 Caer en la cuenta de que todo sentimiento va siempre prece-dido por un pensamiento. De que no nos afectan directamente los problemas, sino lo que nosotros pensamos de los problemas. Por ejemplo, una chica puede sentirse deprimida al comprobar que el chi-co que a ella le gusta no la quiere; pero es porque piensa que ella tiene mala suerte, o que no sirve para atraer a los chicos, etc. Si pensara l se lo pierde, superara con humor el disgusto y no entrara en depre -sin. Los pensamientos que preceden a los sentimientos son a veces fugacsimos y casi no los advertimos, pero siempre estn ah, antes de que nos sobrevenga el sentimiento. Los propensos a la depresin, antes de entrar en ella suelen pensar: no sirvo para nada, nadie me quiere, no tengo suerte, mejor sera morirme, todo me sale mal.

    2 Cada vez que se presenten los sentimientos desagradables (en este caso, la depresin), o al menos cada tarde al final del da, reflexio-nar despacio para detectar cules fueron los pensamientos que me causaron a m esos sentimientos. Identificarlos. Seguramente ser un pensamiento del estilo de los citados al final del prrafo anterior.

    3 Al principio, durante seis o siete das, ejercitarse sencillamente en rechazar esos pensamientos. Ojo, que no hablamos ahora de los sentimientos, que son muy difciles o imposibles de rechazar: nos referimos a los pensamientos previos. Rechazarlos sin discutirlos, sin entrar al trapo de ponernos a considerar si son verdaderos o no. Rechazarlos, como se rechaza una comida o bebida que ya sabemos que nos hace dao.

    4 Una vez que se ha dominado la tctica del rechazo, empezar la ltima etapa de esta terapia, que consiste en intentar cambiar los pen-samientos negativos por pensamientos positivos. Si el pensamiento que le viene a uno, antes de deprimirse, es no sirvo para nada, ya no se trata slo de rechazarlo, sino de cambiarlo en para muchas cosas, s sirvo, por ejemplo para dibujar, o cantar, o ayudar, o hacer una paella, o llevar una casa, o sacar una carrera. Si el pensa-miento es nadie me quiere, intentar cambiarlo en mis padres me quieren, mi novio o mi novia me quieren, tengo buenos amigos desde

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    hace aos. Y as con los dems pensamientos.

    Si se siguen fielmente esos cuatro momentos, cada vez que nos quiera invadir un pensamiento negativo, habremos aprendido a retorcerlo y cambiarlo en positivo y entonces el sentimiento que sobrevenga no ser la depresin, sino la serenidad y la paz. Claro que es ms fcil explicarlo que hacerlo. Por eso, en este proceso, en sus cua-tro momentos, nos puede ayudar mucho un buen amigo, en quien con-fiemos plenamente. Todo esto deberan saberlo bien nuestros hijos y alumnos, pues les puede ser de inmensa utilidad durante toda su vida.

    Psicologa o filosofa?Antes de terminar este captulo y este libro, queremos mencionar

    el proceso PEACE propuesto por Marinoff 14 para resolver nuestros problemas interpersonales. El autor empieza su famoso y popular libro Ms Platn y menos prozac con algunas afirmaciones muy radica-les, como que ya ha pasado la poca de los psiclogos y los psiquia-tras, porque slo se ocupan del pasado, de enderezar pasados patol-gicos, y se olvidan del futuro. Dice que ha llegado el momento de la filosofa, de buscar el sentido de la vida que nos queda por vivir, no de la que ya pas. Ms adelante, en su libro, matiza esas afirmaciones y dice que la psicologa puede ser un buen punto de partida para una terapia completa. As llega a coincidir, en gran parte, con la Psico-loga positiva propuesta por Seligman 15 y heredera de la Psicologa humanista de Rogers: no hay que mirar a los clientes como enfermos, ni a los problemas como enfermedades, sino que hay que centrarse en ayudar a todos a conseguir esa vida plena y esa felicidad a la que todos tienen derecho.

    Marinoff propone el proceso PEACE, que ya estn utilizando muchos consultores filosficos en Europa y Estados Unidos. La palabra, que como se sabe es el nombre ingls de paz, es un acrni-

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