enríquez Í · 2013-08-23 · mi encuentro con sor juana fue una experiencia única, tal como la...
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ÍÍndice
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
La tierra prometida (2010) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
Humberto Miguel Jiménez Romero
La culpa es de los tlaxcaltecas (1989) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Elena Garro
Tlactocatzine, del jardín de Flandes (1973) . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Carlos Fuentes
La rosa antigua (2006) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Héctor de Mauleón
Las soldaderas (2009) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Ignacio Solares
La mendiga (1969) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
Jesús Uribe Ruiz
Carta que Natalia Trotsky nunca escribió a Frida (1999) . . . . . . . . . . 61
Guadalupe Loaeza
Fridomanía (2004) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Sergio González Rodríguez
Enríquez
Viajero: has llegado a la región más transparente del aire
- Alexander von Humboldt
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Prólogo
Irónicamente, aún recuerdo con exactitud el día en que sin querer me topé con Sor
Juana en Madrid. Iba yo hacia el Palacio Real cuando la vi ahí, sentadita sola en el jardín de la
calle Ferraz que menos luce. Sólo tuve tiempo de hacerle una foto - y a prisa - ya que había
quedado dar un paseo con unas amistades y como buen mexicano iba tarde. No sé qué fue pero
quedé hechizado por su presencia a pesar de nuestro breve encuentro, se había apoderado de mi
pensamiento. Inconscientemente intentaba descifrar por qué se encontraba ella en Madrid siendo
una figura tan importante en México, fue como si ella misma me estuviera haciendo esta
pregunta una y otra vez. La escuchaba. Para agregar a mi confusión me preguntaba, ¿además de
estar en España, qué hace una estatua de Sor Juana literalmente al cruzar la calle del gran
monumento a Miguel de Cervantes y el ingenioso Don Quijote? No encajan. Se me hacía difícil
hacer estas conexiones ya que estos genios literarios no fueron contemporáneos ni vivieron en
sus respectivos mundos. Otro aspecto que me dejó perplejo fue la yuxtaposición visual de este
personaje antiguo mexicano frente un Madrid (Europa) moderno, fueron imágenes que
simplemente nunca me imaginé juntas. ¡Ya se viera a Sor Juana “cogiendo” el metro, bajándose
en la parada Sol, y yendo a El Corte Inglés por el libro Una habitación propia de Virginia Woolf!
Mi encuentro con Sor Juana fue una experiencia única, tal como la de un cuento. De
hecho, podría decirse que mi momento íntimo con ella fue un cuento en donde el pasado
histórico de México se enfrentó con el presente de un mexicano contemporáneo, dejándolo con
preguntas acerca de su cultura. Mi hambre por obtener estas respuestas, tal como el hambre que
Enríquez
tuvo ella por la educación, me acerco a una realidad en donde ahora se que la estatua de Sor
Juana Inés de la Cruz no está del todo fuera de contexto en España. Es decir, su presencia en
España es válida ya que fue influenciada por la globalización del pensamiento Europeo y al igual
porque participó en la globalización de la literatura de la Nueva España. En ambos casos, existió
un flujo de conocimiento que contribuyó al desarrollo trasatlántico de ambas culturas.
Ésta experiencia verdadera plantó en mi una duda que me dejó pensando si lo que viví
fue un ejemplo de lo que Alejo Carpentier llama lo ‘real maravilloso’ o si mi experiencia podría
considerarse tipo-ficción. Aun así, de lo que sí estoy seguro es de que la fantasía se encuentra
disfrazada en todos los aspectos de la vida, ya sea por por hechos insólitos que causan fuertes
emociones o por nuevas experiencias que le dan un giro interesante a nuestras vidas. Otra cosa
que aprendí por medio de mi encuentro con Sor Juana fue que estamos constantemente en
contacto con el pasado, la historia nos rodea por donde sea que estemos, simplemente hay que
verla. La historia de un país se ve reflejada por ejemplo en la arquitectura, un círculo social, la
gastronomía, el nombre de una calle, y sobre todo en las diversas manifestaciones culturales.
Estas impresiones nos ayudan a aprender específicamente sobre un hecho o personaje histórico, a
mantener vivo el legado histórico de nuestros países, y también a fortalecer nuestras propias
identidades culturales/nacionales que están constantemente en desarrollo. De esta manera
llegamos a un entendimiento sobre quién somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Mi
vivencia, cargada de fantasía e historia, con Sor Juana despertó en mí un interés casi obsesivo
por explorar al México histórico y cultural que siempre me ha fascinado.
A través de los años se ha escrito una gran variedad de literatura que ha captado la
realidad de México por medio de un lente histórico y cultural. Uno de los géneros literarios
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utilizados para tal exposición ha sido el cuento, usando la ficción que lo caracteriza para
aproximarnos a un México familiarmente cálido y a la vez desconocidamente asombroso. Para
mi estudio sobre México propongo esta antología de carácter histórico y cultural; deseo
manifestar cómo la historia se encuentra dentro de la ficción del cuento histórico mexicano
contemporáneo. Me interesa este tema porque quiero ver como y en donde se encuentra la
historia en la ficción ya que puedo identificar mi acercamiento con Sor Juana con el género del
cuento histórico. Además, sería revelador aprender como la lectura no oficial, en este caso el
cuento histórico mexicano contemporáneo, muestra aspectos de la cultura mexicana que libros de
historia no siempre contienen. A partir de la lectura “La tierra prometida” por Humberto Miguel
Jiménez Romero - que hace referencia al México prehispánico - leeré, analizaré, e interpretaré
ocho cuentos históricos contemporáneos que mejor representen un suceso o personaje histórico
de México a base del tiempo y espacio. Siendo así, haré un tipo de recorrido histórico con
cuentos publicados a partir de 1950, el más antiguo de 1969 y el más reciente de 2010, que nos
lleven por algunos siglos de la historia mexicana.
Algunos se preguntarán, ¿bueno pues, y qué es el mentado cuento histórico? De
acuerdo al décimo concurso de cuento histórico de la Universidad Iberoamericana de México
(2012), es “...un texto de ficción cuya ambientación, al igual que la caracterización de los
personajes, sean históricamente plausibles, es decir, que correspondan a las circunstancias
históricas a las que se refiere el cuento.” (p. 1)1 Como lector, lo que uno busca principalmente es
la integración y recreación de ambientes, personajes, o situaciones históricas dentro del cuadro
narrativo. Es importante prestar atención a estos elementos históricos para poder responder las
Enríquez
1 (2012). 10° Concurso de Cuento Histórico. http://www.uia.mx/web/files/admision/Concurso_cuento_hist.pdf
siguientes preguntas: ¿Cómo nos acerca este cuento histórico a la realidad mexicana? ¿Qué nos
dice sobre la historia y cultura mexicana? ¿Se mantiene fiel a ella? ¿Ofrece algo distinto a los
libros de historia? Los diez cuentos seleccionados girarán en torno a estas preguntas, sus
respuestas serán la base que nos ayude a entender la relación entre la ficción e historia en
México.
El título de esta antología, No me vengas con cuentos, que yo se de historias: El cuento
histórico contemporáneo en México, fue inspirado por el lenguaje vernacular mexicano con el
que crecí. De hecho, recurrí bastante a mi memoria para encontrar la voz de mi mamá (es una
hablantina y se sabe todos los dichos mexicanos). Lo que buscaba específicamente era que las
palabras ‘cuento’ e ‘historia’ se incluyeran en el título ya que tenía sentido hacerlo por el tema
que había escogido; después de darle vueltas y vueltas a la imaginación se me vino a la mente
una frase que utiliza mi mamá para desmentir alguna u otra de mis mentirillas: “No me vengas
con cuentos...”. De este regaño surgió mi título, algo vergonzoso lo debo admitir, pero por lo
menos me sirvió de algo esta vez ya que en aquellos momentos ¡simplemente me entraba por un
oído y se me salía por el otro! La parte de “...que yo se de historias” llegó enseguida y en forma
de reto ya que también la imaginé respondiendo de esta manera por su ingenio feroz e
indiscutible sabiduría que nunca falla en descubrirme. De igual forma quería desafiar al lector,
con tan sólo el título, a leer esta antología para que ellos mismos se dieran cuenta que también se
pueden encontrar aspectos verídicos dentro de la ficción. Por último, simplemente quería
producir un tipo de llamado que atrajera a la gente a leer estos cuentos históricos que a mí me
parecen muy representativos de nuestra cultura e historia mexicana. Ahora sí, ¡déjense de
cuentos y les invito a leer esta selección emblemática de México y sus épocas históricas!
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Siglo XIV
Nunca imaginé poder compartir mi fascinación por la historia mexicana de forma escrita,
ni mucho menos encontrar un circulo de lectores interesados en ella ya que ¡hasta mi propio papá
alguna u otra vez me ha dejado de prestar atención! Pero ahora, ¿qué tal? ¡Ya hasta quiere un
cierto porcentaje por ser mencionado en esta antología! Siempre pensé que me quedaría callado
en mi propio mundo, leyendo mis propios libros. Pero después de tanto leer me di cuento que eso
no tiene nada de chiste. Es decir, mi sabiduría no vale nada si no la comparto con los demás. Es
precisamente por esto que decidí emprender en la aventura de recopilar los ocho cuentos
históricos que ahora se encuentran en este “florilegio”. Quiero que ustedes, mis lectores, se
enamoren de estos textos emprendedores tanto como yo. Quiero despertar su interés por la
historia mexicana y el cuento histórico. Quiero que sea el trabajo en sí de los cuentistas que logre
esto, y no tanto el mío. Pero sobre todo, quiero ayudarlos a desarrollar su pasión por la lectura ya
que yo sé de sus encantos y quiero hacerlos accesibles a todos ustedes. Se me va el tiempo en
puro querer, pero es importante compartir mis deseos para abrir sus mentes y exponerlos a
nuevas formas de aprendizajes que en este caso es por medio de los ocho cuentos históricos
seleccionados. Existe la noción de que el cuento no es fuente válida para aprender porque gira
en torno a la ficción, pero debo desmentir esto. Leer estos cuentos históricos me enseñaron a
apreciar su genero literario y a la ves a disfrutar del arte de la lectura ya que sus narraciones me
permitieron aprender acerca de la historia desde una perspectiva creativa y original. Deben
pensar que exagero por ser mexicano, pero lean un poquito más y se darán cuenta que no les
miento...
Enríquez
¡Qué mejor manera de comenzar nuestro viaje histórico que con el cuento “La tierra
prometida” (2010), publicado el año en que se festejó el Centenario de la Revolución Mexicana y
Bicentenario de la Independencia de México! Vale la pena leerlo ya que Humberto Miguel
Jiménez Romero, el escritor, nos invita a presenciar la fundación de Tenochtitlan y consigo así
atestiguar el principio de nuestra historia mexicana. Le refiero al principio ya que mi argumento
simplemente se basa en la lógica, apoyada por la historia y el cuento, que la cultura y la historia
mexicana se forma desde el establecimiento de los mexicas como primeros de México-
Tenochtitlan. Es importante notar el epígrafe antes de leer el cuento ya que hace referencia a un
texto del siglo XVI que fue escrito para documentar la historia Nahua. El epígrafe que lee:
“Mientras exista el mundo! Perdurará la gloria y la fama de México-Tenochtitlan (Anales de
Chimalpahin)”, se relaciona increíblemente bien con el cuento ya que Jiménez Romero logra
transmitir el mismo esplendor del México prehispánico a través de su narrativa.
“La tierra prometida” comienza con una voz que anuncia: “En unos minutos
aterrizaremos en el aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México...” (Romero,
2010, p. 1)2. Interesantemente, Jiménez Romero nos sitúa en un contexto actual a pesar del uso
de su epígrafe. Tal parece que utiliza éste recurso narrativo para introducir al México
precolombino por la manera en que en seguida nos cuenta que los aztecas también se aproximan
a un territorio ajeno por canoa. De esta forma, nos enteramos que existe un cuento dentro de otro
cuento aunque la mayor parte del relato se enfoca en la fundación de Tenochtitlan en 1325. Este
tipo de narración afecta la fluidez del cuento y requiere que prestemos más atención para
encontrar las conexiones entre los distintos tiempos y espacios; sin embargo, gracias a este
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2 (2010, enero 12). La tierra prometida.- Cuento histórico. http://blogs.monografias.com/la-novela-historica/2010/01/12/la-tiera-prometida-cuento-historico/
trastoque también logramos comparar dos Méxicos sumamente distintos. Lo que es más
interesante aún es la yuxtaposición del avión que vuela 12 horas y 40 minutos desde Francia y
los aztecas que llevan 261 años en busca de su tierra prometida desde Aztlán, hecho que resalta
un tipo de peregrinación similar. Después de ésta visión de primera clase hacia el futuro, el
cuento nos transporta a la época prehispánica para presenciar las vivencias de los aztecas durante
la fundación de su tierra prometida. Jiménez Romero nos refresca la memoria al incluir el mito
azteca más popular sobre la fundación de Tenochtitlan que es cuando Huitzilopochtli le indica a
sus seguidores que construyan tal ciudad donde encontraran el águila sobre un nopal. Lo que
sobresale de este cuento histórico y me hizo compartirlo con ustedes es su capacidad narrativa de
activar nuestros sentidos y meternos dentro del cuento por medio de la lectura, algo que los
libros de historia escasamente hacen. No se ustedes, pero yo ¡en mi vida pensé ser el fundador de
la tercera ciudad más poblada del mundo!3
“La tierra prometida” solamente introduce una fracción de la historia prehispánica; de
hecho, la más pacífica ya que comienza una intensa etapa de violencia y dominio a partir de la
mítica fundación de México-Tenochtitlan. El final de esta lectura nos asegura un futuro próspero
para el Imperio Mexica; sin embargo, como conocedores de la historia sabemos que México
siempre ha estado lejos de tener un final feliz. El siguiente cuento, “La culpa es de los
tlaxcaltecas”4 de Elena Garro, nos baja de esta nube (o canoa) y nos planta firmemente frente un
Tenochtitlan en tiempos de la conquista española (1519-1521). Publicado cuatro años antes del
movimiento estudiantil del 68, este cueto relata la masacre de un pueblo mexicano frente a
Enríquez
3 (2012, abril 6). Ciudad de México, la tercera más poblada del mundo: ONU. http://www.eluniversal.com.mx/notas/840091.html
4 Garro, E. (1989). La culpa es de los tlaxcaltecas. México: Grijalbo.
fuerzas opresoras tal como sucedió en Tlatelolco. Al igual que “La tierra prometida”, este cuento
se desplaza entre un México precolombino y otro actual, pero a gran diferencia existe un
personaje que les da sentido a los dos. Laura Aldama, la protagonista, le da vida a ambos mundos
a la medida en que viaja y narra sus experiencias que la atan a ellos.
“La culpa es de los tlaxcaltecas” comienza con la llegada nocturna de Laura a su propia
casa después de varias semanas de desaparecida. Inmediatamente es atendida por Nachita, la
empleada, quién se convierte en testigo y confidente de su traición amorosa al mismo paso en
que nosotros descubrimos los antecedentes de tales revelaciones. El regreso de Laura a la Ciudad
de México del siglo XX da inicio al desplazamiento temporal y espacial del cuento; esta
fragmentación es importante ya que nos permite entender los sucesos históricos y personajes que
pertenecen a las dos vidas de Laura. Es evidente que su vida cambia cuando la inesperada
aparición de su primo-marido (indígena del siglo XVI) y un Tenochtitlan en plena destrucción,
durante un viaje actual a Guanajuato, despiertan en ella un anhelo por retomar su vida antigua a
pesar de que la capital se encuentre bajo conquista. Pronto aprendemos que esto no sucede tan
fácilmente ya que Pablo, su esposo actual, se convierte en su sombra opresora al regresar de
Guanajuato de igual forma en que los españoles se convierten en el de los mexicas. Lo que
empieza como un intento por protegerla del indio que él desconoce, se convierte en una rabiosa
obsesión por evitar que Laura se vaya con él. El momento culminante del cuento es cuando ella
se va al centro histórico de la Ciudad de México para ver a su primo-marido y de pronto se
encuentra con un Tenochtitlan ardiendo en un ambiente mortal. Lo más fascinante de este suceso
es su inaparente sentido de tiempo ya que esto ocurre en el transcurso de dos días actuales.
Después de su regreso a casa, Laura busca el momento ideal para escaparse con su primo-marido
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definitivamente. Uno entende que al igual que la Malinche, Laura llega a amar y a traicionar. La
intensidad de su amor fue capaz de atravesar dimensiones e inclusive a arriesgar su vida al volver
a Tenochtitlan; sin embargo, de lo que no fue capaz fue dejar de ser traicionero ya que abandona
a Pablo para regresar con su amor eterno. Me parece genial este cuento ya que narra la historia
de un amor prehispánico y menciona la sangrienta etapa de la conquista española, todo en un
contexto actual. Esta perspectiva, junto con la de “La tierra prometida”, nos recuerda de un
pasado glorioso que fue destruido a causa de la conquista, pero sobre todo de un presente que lo
debe todo gracias a la fundación de Tenochtitlan.
Siglo XIX
El cinco de mayo marca una fecha importante en el calendario mexicano. Más que para
usar sombrero, soltar gritos, y beber cerveza, este día es apartado para conmemorar el triunfo del
ejército mexicano de Ignacio Zaragoza contra las tropas invasoras de Napoleon III. La victoriosa
Batalla de Puebla de 1862 no sólo resalta el espíritu rebelde y patriotismo del pueblo mexicano,
sino también reafirma el esfuerzo y las enseñanzas de Miguel Hidalgo, nuestro padre de la
independencia. La borrachera y el desmadre pronto se acaban cuando México entra en otra etapa
de imposición europea con la instauración del Segundo Imperio Mexicano (1864-1867). Esta
monarquía constitucional fue gobernada por Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota de
Bélgica. A pesar de sus intentos por ser los líderes que México tan desesperadamente necesitaba,
Maximiliano fue capturado y ejecutado el año 1867 y Carlota regresa definitivamente a Europa
Enríquez
sin nunca saber cómo muere su amado Maximiliano (Bernal Gómez, 2012)5. Mi interés por el
trágico final de los Habsburgo es precisamente nos lleva a los próximos cuentos.
El cuento que seleccioné para representar esta época histórica es “Tlactocatzine, del
jardín de Flandes” de Carlos Fuentes6. Leer un cuento de Fuentes significa revivir la historia
desde una vista innovadora por su capacidad imaginativa y conocimiento histórico. El título de
este cuento en sí habla de la indudable capacidad y dedicación que le tiene a su arte. La palabra
“tlactocatzine”, que quiere decir “emperador” en Náhuatl, nos lleva al momento histórico en que
Maximiliano fue bienvenido a México por gente indígena y “...del jardin de Flandes” nos
recuerda a los jardines del castillo de Bouchout en Bélgica, donde Carlota paso los últimos años
de su vida. De acuerdo con esto, entendemos que el tiempo nos remite a los siglos XIX y XX, a
México y Bélgica, y que existe una relación entre Maximiliano y Carlota en ambos tiempos y
espacios. Pronto estarán de acuerdo que este cuento es una maravilla por la forma en que Fuentes
juega con la ficción y la realidad; en este caso, cómo incorpora la figura fantasmal de Carlota en
un contexto plausible del siglo XX. De hecho, utiliza la metaficción para aumentar la
verosimilitud del cuento. Como lectores, empezamos a leer lo que son las páginas de un diario.
A través de cinco días el personaje principal documenta una serie de vivencias sobrenaturales
que suceden en lo que aparenta ser el Castillo de Chapultepec - por su fachada y decoración del
Segundo Imperio. Uno de los varios sucesos que registra en las páginas de su diario es la
inexplicable aparición de una anciana con aspecto de cadáver en el jardín de la mansión. El
momento que creo que también los tendrá con el alma en un hilo es cuando ambos tienen
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5 (2012, noviembre 2). México y las leyes liberales de Maximiliano de Habsburgo. http://biblio.juridicas.unam.mx/revista/HechosyDerechos/cont/11/art1.htm
6 Fuentes, C. (1982). Los días enmascarados. México: Ediciones Era
contacto directo y ella, el fantasma de Carlota, le refiere a él como su “Max”. De acuerdo con
esto entendemos que Carlota es un tipo de alma perdida en busca de su eterno enamorado, y que
finalmente encuentra paz al cruzarse con este personaje que encarna a Maximiliano en la
mansión. Por medio de este relato, como también con su novela Aura, Fuentes nos allega al
trastorno de Carlota y su eterna esperanza por reconciliarse con su amado. Espero que disfruten
este tesoro literario tanto como yo lo hice y que aprecien su contenido histórico que alude a la
muerte de Maximiliano, el destino de Carlota después de tal incidente, y su supuesto reencuentro
en el país que los tuvo juntos por última ves.
El siguiente cuento de nuestro recorrido iba a ser “Tenga para que se entretenga”, de José
Emilio Pacheco, ya que se relaciona y a la vez contrapone perfectamente con el de Fuentes. Sin
embargo, al hacer mi investigación encontré otro que por lo menos a mí me parece mucho más
suspensivo y misterioso. De ninguna manera intento desprestigiar la joya que es su cuento; al
contrario, elegí “La rosa antigua” de Héctor de Mauleón7 porque hace referencias directas a
“Tenga para que se entretenga”. Mauleón utiliza la intertextualidad para desarrollar el gran
misterio de su propio cuento: ¿cómo es posible que su personaje “verdaderamente” se encuentre
la Gaceta Imperial (del 2 de octubre de 1866) y la rosa negra que aparecen en el cuento de
Pacheco? Esta asombrosa coincidencia crea una tensión entre los personajes ¡qué es para leer!
Al igual que “Tlactocatzine...”, “La rosa antigua” y “Tenga para que se entretenga” nos
dirigen a un México del siglo XIX y XX por la descripción de Maximiliano de Habsburgo en
ambos tiempos y espacios. El relato de Mauleón cuenta la historia de un periodista encargado de
crear un libro que documenta las muertes históricas en México a partir del Segundo Imperio.
Enríquez
7 Mauleó, H. (2006). Como nada en el mundo: cuentos. México: Joaquín Mortiz: Planeta Mexicana.
(Mauleón, 2006) La búsqueda de datos histórico, relativos al fusilamiento de Maximiliano, es lo
que conduce a que el periodista encuentre la Gaceta Imperial y la rosa negra que aparecen en el
cuento de Jose Emilio Pacheco. Estos hallazgos son significativos en el cuento policiaco de
Pacheco ya que son los únicos objetos de evidencia que un detective tiene del hombre,
Maximiliano, que desaparece con un niño. El ingenio de Mauleón sobresale en este cuento ya
que presta atención a los detalles específicos de “Tenga para que se entretenga” para
incorporarlos y lograr sorprendernos en el suyo. Por ejemplo, el momento pináculo del relato es
cuando el periodista le muestra a José Emilio Pacheco, que aparece como personaje, el único
ejemplar de la Gaceta Imperial y también la rosa negra que aparecen en su cuento. Esto es
realmente increíble ya que estos objetos vienen del mundo imaginativo de Pacheco. Otro suceso
del cuento que produce efectos escalofriantes es que el niño desaparecido, producto de la
imaginación de José Emilio, sea “verdaderamente” dado por muerto en la Gaceta Imperial que el
periodista le entrega. Al final, lo que quizá también les convenza de este cuento sea la
intertextualidad que en sí capta la historia de la literatura mexicana, la perspectiva del
periodismo histórico que nos revela detalles acerca de la muerte de Maximiliano de Habsburgo
entre otros, y la inclusión de sitios desconocidos en México como la Hemeroteca Nacional que
en general nos educan y entretienen.
Siglo XX
Quien iba a decir que Porfirio Díaz, un mestizo de procedencia oaxaqueña, se convertiría
en uno de los seres más amados y despreciados en México durante el siglo XX. Héroe militar
durante la Guerra de Reforma, Díaz ascendió al poder en 1876 y se sentó firmemente en la silla
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presidencial por poco más de tres décadas, constituyendo el gobierno más extenso y corrupto en
la historia de México. Como en tiempos de la Independencia, México volvió a verse en crisis por
la corrupción política, la sociedad clasista promovida, y las disparidades socioeconómicas que
hundían más y más al pueblo mexicano. Sin embargo, como dice el dicho, tanto va el cántaro al
agua hasta que se rompe; la desesperación e intolerancia ante esas condiciones injustas de vida
condujeron aquellos seres marginados a levantarse en armas contra el mal gobierno y
literalmente luchar por lo la frase que Ricardo Flores Magón acuño, “tierra y libertad”. Dirigida
en gran medida por la División del Norte de Pancho Villa que defendía la justicia de los pobres y,
el Ejército Libertador del Sur de Emiliano Zapata que peleaba sobre todo por los campesinos,
esta lucha armada fue una de las más violentas en la historia de México. Como el nombre del
documental, la tormenta que azotó México fue nada mas ni nada menos que la Revolución
Mexicana (1910-1920).8
Antes de presentarles los siguientes cuentos sobre esta época histórica, primero debo
asegurarme que entiendan por qué los escogí. Por si aún no les ha caído el veinte, cada relato de
esta antología tiene su par con el que se complementa perfectamente; cada uno refleja
perspectivas distintas a pesar de compartir los mismos tiempos, espacios, personajes, y hasta
situaciones. Por ejemplo, decidí emparejar la “La tierra prometida” y “La culpa es de los
tlaxcaltecas” porque ambos se sitúan en un México prehispánico y a la vez captan una visión
completamente distinta a cada uno, por un lado vemos el nacimiento de México-Tenochtitlan
mientras que por el otro su destrucción. De igual forma, incluí “Tlactocatzine, del jardin de
Flandes” y “La rosa antigua” porque los dos incorporan el tema de lo sobrenatural para
Enríquez
8 González y González, L. (2009). Viaje por la historia de México. México: Editorial Clío: Secretaría de Educación Pública: Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos.
adentrarnos al final trágico de los Habsburgo. Dicho esto, espero que de aquí en adelante pueda
yo mostrarles que la dicotomía entre cada relato en realidad conlleva a una mayor conexión y
sobre todo que la realidad de México cambia según su visión histórica.
Todos sabemos que los héroes de la Revolución mexicana son sobre todo Villa y Zapata
ya que también hay soldados desconocidos, pero ¿acaso no existieron mujeres durante esta
época? La historia se ha encargado perpetuamente de menospreciar e inclusive dejar fuera las
figuras femeninas; sin embargo, escogí los siguientes dos cuentos de nuestro recorrido porque
hacen exactamente lo opuesto. Aunque sus perspectivas no sean muy gloriosas, sí lo son sus
maneras de mostrarlas tal y como fueron durante la revolución, víctimas y rebeldes. Opté por los
cuentos “Las soldaderas” de Ignacio Solares y “La mendiga” de Jesús Uribe Ruiz por su
increíble forma de captar la realidad y el destino que vivieron las mujeres en esta época histórica.
En “Las soldadoras” 9, Solares nos sitúa en una cantina de Chihuahua alrededor de 1916,
un año antes de que se ratificara la segunda Constitución mexicana. En este establecimiento se
encuentra Jesús Cadenas, personaje condenado a la clandestinidad por ser fugitivo de la
revolución. Él se convierte en nuestra fuente principal sobre la Revolución por sus experiencias
como ex-villista. Por medio de sus referencias espaciales, lingüísticas, e históricas que son tan
particulares de su época logramos verdaderamente meternos dentro de la Revolución mexicana.
Por ejemplo, él utiliza un lenguaje humilde y auténticamente mexicano al describir el bandidaje
villista en las regiones del Norte a tal grado que prácticamente lo oímos hablar.
En cuanto a las soldaderas, su presencia aparece desde luego cuando el narrador del
cuento le menciona a Cadenas las intenciones que él y su mujer tienen por integrarse a las tropas
villistas. Es aquí donde el aspecto histórico del cuento vuelve a surgir ya que Cadenas los
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9 Solares, I. (2009). Ficciones de la revolución mexicana. México D.F.: Alfaguara.
disuade al presentar a ellos y a nosotros la imagen conocida de Villa como desalmado, abusivo, y
“anti-soldaderista”. Según Cadenas, el momento que lo motivó a escaparse de ese ambiente
obscuro fue cuando Villa ordenó fusilar a un grupo de soldaderas tras sufrir un atentado por una
de ellas. Solares logra presentar una perspectiva innovadora con esto, no sólo hace que uno de
sus personajes ponga en duda el propósito revolucionario de Villa, sino también expone el
aspecto traumatizante de la Revolución al compartir las fechorías del Centauro del Norte. Este
suceso, que verdaderamente tomó lugar en la estación ferrocarrilera de Santa Rosalía, muestra
varios aspectos históricos que destacan: el instinto sanguinario de Villa, su relación problemática
con las soldaderas y, sobre todo, el espíritu rebelde y solidario de ellas. Me parece importante
mostrarles este cuento precisamente por este último aspecto, quiero que ustedes mismos
comprendan que algunas mujeres también lucharon valientemente por sus propias causas y
valores. La función de las soldadoras en esta historia es digno de ser representado en la historia
de la Revolución Mexicana y en general ya que se dan a conocer como entidades rebeldes y se
ganan un nombre por sí mismas al arriesgar sus vidas por sus ideales. Mucha gente no entiende
lo fundamental que fueron las soldaderas durante esta época y que en realidad contribuyeron
bastante a pesar de ser vistas más detrás de las escenas, pero espero que con la lectura de este
cuento comprendan un poco más. Para finalizar, incluyo este relato en nuestra antología ya que
muestra la psique y los sentimientos humanos para dar una perspectiva original de la Revolución
mexicana.
“La mendiga” se distingue de “Las soldadoras” ya que Jesús Uribe Ruiz utiliza a la mujer
como figura extremadamente sumisa10. El cuento se desarrolla principalmente en la casa de una
familia humilde y narra la historia de una madre que sufre el arrebato forzado de sus únicos hijos
Enríquez
10 Uribe Ruiz, J. (1969). Cuentos del campo mexicano. México: B. Costa-Amic.
por parte del ejército federal. A base del espació entendemos que la Revolución también tomó
lugar en los espacios rurales y a la ves aprendemos de estos territorios pobres ya que en los los
cuentos posteriores simplemente tenemos la perspectiva de la capital. Uribe Ruiz
verdaderamente logra captar la desesperación y agonía de esta mujer, como la de muchas otras de
esta época, tras ser despojada de su único derecho, el de ser madre. Creo que hallarán realmente
entristecedora la escena donde la mujer solloza y le ruega a los hombres militares que no se
lleven a sus hijos ya que a mí sí me conmovió. Esta perspectiva nos muestra la impotencia de la
mujer ya que el único acto simbólico que pudo hacer para proteger lo suyo fue gritar. Su grito
desgarrador de defensa también nos revela la condición social de la mujer en tiempos de la
Revolución, aprendemos que no tenían derechos ni mucho menos agencia para enfrentarse al
gobierno patriarcal. El régimen opresor nos permite ver que el ejército federal tanto como el
rebelde se comportó igualmente de injustos con las mujeres y que similarmente necesitaron de
las clases campesinas para luchar entre sí mismos. Viéndolo de esta forma, el pueblo mexicano
prácticamente chingó a su propia madre. Me parece irónico esto ya que la gente campesina que
reclutaban era básicamente con la que peleaban, hecho histórico que nos revela cómo se
acercaban al enemigo para controlarlo y seguir en poder. El final del cuento me sorprendió por la
manera tan poética en que Uribe Ruiz presenta el tema de la muerte como forma de escape. Es
decir, muestra a la mujer años después de la Revolución como una mendiga ansiosa de recibir “la
limosna suprema”, la muerte. Aprecio este tipo de final ya que muestra de manera realista la
desintegración y desamparo familiar que muchos seres desprotegidos, como las mujeres,
sufrieron durante la Revolución. Me pareció apropiado cerrar la época de la Revolución
Mexicana con este cuento ya que también nos proporciona una perspectiva Posrevolucionaria de
como este suceso afectó la sociedad mexicana años después de la guerra. Creo que podemos
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aprender mucho de este cuento no solo como historiadores, sino también como humanos al
meternos en los zapatos de esta pobre mujer.
Los años que siguieron la Revolución fueron de tremendo impacto y transformación
social. Al concluir el caudillismo debido a la institucionalización del Partido Nacional
Revolucionario (1929), México comenzó una nueva etapa de gobierno caracterizado por las
reformas agrarias, la difusión educativa, la expropiación de recursos naturales, y sobre todo por
un fervoroso sentimiento nacionalista. Según Carlos Fuentes (2005)11, el resultado popular de la
Revolución fue el auto-reconocimiento nacional. Es decir, una esfuerzo por reconstruir el país a
base de la reivindicación de valores autóctonos. Una de las muchas formas en que se promovió
la celebración patrimonial del México antiguo e indígena fue por medio del arte. Esta explosión
creativa vio nacer una serie de artistas revolucionarios en toda la extensión de la palabra ya que
encarnaron una mexicanidad que antiguamente fue rechazada. Uno de los artistas que dejó su
indeleble marca en México fue Diego Rivera, el gran muralista que contribuyó a la
revalorización mexicana a través del uso de colores, personajes y temas nacionales. Uno no
puede tocar el tema del arte mexicano sin hablar de nuestra bigotona favorita, Frida Kahlo. Frida
y sus pinturas son la epítome de la mexicanidad y de esta regeneración mexicana. Cuando pienso
en ella, pienso en el rojo intenso de la sandía mexicana al igual que el de sus heridas que
constantemente pone en relieve en sus obras autobiográficas. Desde el huipil que vestía y las
trenzas floreadas que adornaban su cabeza hasta el tequila que bebía y su casa azul, México vivía
en Frida y a la vez ella era México. Su indiscutible mexicanidad, resurgimiento popular actual, y
sobre todo mi capricho obsesivo por enseñarles más de ella son los motivos que nos llevan a
estos últimos dos cuentos de nuestro recorrido histórico. Aunque no es la última o más reciente
Enríquez
11 (2005, marzo 23). The life and times of Frida Kahlo. http://www.youtube.com/watch?v=UaFy9d078wg
época histórica, me quedo con ésta por el simple hecho de que fue aquí cuando floreció la cultura
mexicana y quizá la última ves que vivió un ser tan auténticamente Mexicano, con M mayúscula,
como lo fue la gran Frida Kahlo. Les invito a leer los cuentos “Carta que Natalia Trotsky nunca
escribió a Frida” de Guadalupe Loaeza y “Fridomanía” de Sergio González Rodríguez, porque
como sus títulos, ambos relatos nos muestran una visión cautivadora sobre la vida y época de
Frida Kahlo.
A pesar de que “Carta que Natalia Trotsky nunca escribió a Frida” 12 expone un hecho
completamente hipotético, sigue siendo una buena lectura porque se basa en el amorío verdadero
entre Frida Kahlo y León Trotsky. Es interesante ver cómo Loaeza juega con la historia y la
ficción ya que nos hace pensar cómo habría cambiado la historia si Natalia Trotsky en realidad le
hubiera escrito y entregado esa carta a Frida. Este relato despierta el “curioso” (mejor dicho
metiche) en cada uno ya que leerlo produce un efecto de adrenalina similar a cuando uno
descubre algo desconocido. Creo que el genio de Loaeza cae en su atrevimiento por escribir lo
que todos nos imaginamos que Natalia en algún momento u otro le quiso decir a Frida, pero
nunca nadie lo ha hecho de una manera tan explícita. Es exactamente esta recreación histórica lo
que le da vida a este cuento, y nos invita a gozar la idea de una realidad alternativa. Con la
estructura formal de una carta, abiertamente aprendemos que el destinatario es Frida Kahlo y que
su fecha gira en torno a cuando los Trotsky vivieron en la Casa Azul bajo asilo político. Al igual,
esta fecha nos revela la fugacidad del escape entre Frida y León ya que fue “escrita” a sólo cinco
meses y trece días de haber ellos llegado a México (1937). La primera página de la carta sirve
para contextualizar los hechos históricos que los condujeron a México y también para explicar su
mutua y muy apreciada amistad. Sin embargo, en las que siguen Natalia no sólo le confiesa a
20
12 (1999). A través de los ojos de ella. México: Ediciones Ariadne.
Frida el dolor profundo que le ha causado su traición, sino también le confirma a ella y a
nosotros que sabía del enredo con su esposo. Me parece fascinante cómo Loaeza le da vida a una
Natalia sutil y delicada ya que no es la actitud convencional que vemos en una mujer celosa,
¡especialmente no en México! Es extraño e impresionante cómo Loaeza pone la vulnerabilidad
de Natalia en relieve al hacerla buscar una confidente en Frida para desahogar sus penas a pesar
de lo sucedido. No sé si lo hizo para aludir a la solidaridad femenina, pero lo que sí es verdad es
que retrata a una Natalia inexplicablemente comprensiva. De hecho, Loaeza llega al extremo de
hacer que Natalia se culpe a sí misma por su tristeza y no a Frida. Creo que el hecho que uno
simplemente acepte esto sin juzgarla habla bastante de la capacidad de Loaeza como escritora y
ser humano ya que logra que nosotros mismos entendamos la supuesta perspectiva de Natalia.
Sin embargo, lo mejor que hace Loaeza con Natalia es hacer que irónicamente le aconseje a
Frida que “domine sus celos” tal como si supiera el sufrimiento que le esperaría años después
con la infidelidad de Diego Rivera y su hermana Cristina. Gracias a esta sesión terapéutica de la
cual Guadalupe Loaeza nos hace parte aprendemos sobre uno de los varios arrebatos amorosos
de Frida Kahlo, la perspectiva entrañable de Natalia Trotsky como mujer herida, el contexto
histórico de México durante los años 30, e inclusive hasta lo que es el amor, pero la única cosa
que queda sin saber es ¿qué le hubiera contestado Frida? Ni modo, tendremos que esperar a que
otro cuentista re-explore este tema y escriba “La Respuesta que Sor Frida nunca escribió a Sor
Natalia”...
Como dicen por ahí, guardé lo mejor para el final. El último cuento de nuestro venturoso
paseo histórico es “Fridomanía” 13 de Sergio González Rodríguez. He esperado mucho tiempo
para compartir este relato con ustedes y estoy emocionado de finalmente poder hacerlo. Aquí
Enríquez
13 (2004). Los mejores cuentos. México, D.F.: Editorial J. Mortiz
entre nos, ¡es mi preferido! Mi tocayo me convenció de esto en cuanto vi la frase “¡qué poca
madre!” (González Rodríguez, p. 53) ya que yo también soy malhablado y me encanta el
lenguaje vernáculo mexicano. Me pareció genial que González Rodríguez haya escrito de esta
manera ya que verdaderamente logró captar el espíritu mexicano que muchas veces el lenguaje
culto falla hacer. Personalmente, creo que su transparencia, ligereza y humor serán los elementos
que les atraerá y también hará identificarse con la cultura mexicana independientemente de su
propios antecedentes culturales. Además de sus mexicanismos, me encantó el cuento de
González Rodríguez porque se compromete a la ficción al cien por ciento para presentarnos una
narrativa innovadora basada en la vida trágica de Frida Kahlo. En el cuento “Carta que Natalia
Trotsky nunca escribió a Frida” vemos una perspectiva femenina que nos acerca un poco a Frida,
pero que no se trata completamente de ella. El contraste que ofrece este relato es refrescante ya
que ahora vemos un lado completamente desconocido de Frida Kahlo. Justo cuando pensé que
no se podía decir nada más de ella, “Fridomanía” me convenció que en el mundo literario existen
posibilidades ilimitadas. Se aprecia este tipo de creatividad ya que mientras entendemos que el
supuesto vampirismo de Frida no fue verdadero, aún nos emociona la idea ya que González
Rodríguez hace un estupendo trabajo haciendo conexiones históricas para comprobar que sí lo
fue.
Antes de aprender sobre la “vampira” ceja tupida , empezamos el cuento interrumpiendo,
junto con un hombre pequeño, a una pareja teniendo relaciones sexuales en la casa que él
vigilaba. Aunque no sabemos con exactitud el tiempo en que transcurre el cuento, si podemos
asegurar que es a partir de 1954 ya que la narradora indica que fueron interrumpidos en una casa
donde “se decía que ahí vagaba el fantasma de...Frida Kahlo...” (González Rodríguez, p. 53). En
cuanto al espacio, la descripción nos conduce a Coyoacán ya que la narradora también nos aclara
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que la casa en que se encontraban estaba a poca distancia de La Casa Azul. Lo interesante de este
encuentro es que no sólo descubrimos a una pareja en la intimidad, sino también la perspectiva
“voyeurística” y pervertida del hombre pequeño ya que él les describe con detalle su escape
sexual. Aunque ambas son imágenes perturbadoras, el hecho de que González Rodríguez se
atreviera a mostrarnos esta escena verdaderamente expone su compromiso a la ficción y a
nosotros lectores ya que nos da una experiencia única. Irónicamente, aunque este personaje se
vuelve la peor pesadilla de la pareja por su inapropiado acoso sexual, el hombre pequeño de
hecho se convierte en nuestro mejor amigo por su graciosa picardía mexicana. Es interesante
cómo González Rodríguez logra que nos riamos de una situación tan incomoda simplemente a
base del juego lingüístico. Para empeorar las cosas, mientras nosotros nos reímos de sus
ocurrencias, ellos se convierten en sus rehenes simplemente por su capricho de contarles que el
espíritu de Frida fue quien “les contagió la calentura” (González Rodríguez, p. 56). El
resurgimiento de Frida en el cuento es lo que da inicio a que el hombre pequeño les revela a ellos
y a nosotros cómo se convirtió ella en vampira. De acuerdo con su aclaración, Frida se hizo
vampira tras ser mordida por un nagual y, a partir de ese momento comenzó su atracción por la
sangre humana y el amor perfecto. Lo fascinante de esto es que González Rodríguez
inmediatamente incorpora elementos históricos asociados con la vida de Frida para aumentar la
credibilidad de esta absurda idea. Por ejemplo, el hombre pequeño dice que el padre de Frida le
clavó una estaca en su vientre al descubrir su secreto y que el supuesto accidente de tranvía que
tuvo fue todo una fabricación para encubrir esto. El enano este también dice que este evento fue
el que la condujo a pintar y que se ve esto en sus cuadros que reflejan “siempre los mismos
elementos, la sangre, el contagio, el dolor, la imagen doble; o su gusto por lo popular, que evoca
al nagual que la vampirizó de niña.” (González Rodríguez, p. 59) Interesante interpretación,
Enríquez
¿verdad? Podría resumirles todo el cuento, pero solamente les di una probadita para alimentar su
sed vampiresca e invitarlos a continuar a leer este cuento lleno de sorpresas “desconocidas”. Lo
último que sí les diré para finalizar es que la pareja, todo México, y hasta tú y yo, adoptamos esa
uniceja de Frida, y entramos en un estado completo de “Fridomanía”. Como fanático mismo que
cede a este tipo de consumismo, creo que el título del relato alude a la reciente explosión
artística, cultural y mercantil que se ha producido con la vida e imagen de Frida Kahlo. A base de
esto, Sergio González Rodríguez hace un gran trabajo alterando la historia mexicana y
manteniendo nuestra obsesión por Frida viva utilizando los elementos de su vida que más nos
atraen a ella. No sé si Frida hoy en día nos hubiera mentado la ma!*@ o sacado el dedo por
manipular su imagen de tal forma, pero de lo que si estoy seguro es de que hubiera agradecido
nuestro devoto esfuerzo por mantener su inrasurable legado vivo.
Desafortunadamente, aquí termina nuestro festivo viaje por México. Espero que disfruten
los siguientes ocho cuentos históricos contemporáneos de nuestra antología. Su selección es
chiquita, pero picosa como dicen ya que le di importancia entregarles un producto más de calidad
que de cantidad. Pude haber llenado las páginas de No me vengas con cuentos, que yo se de
historias con cuentos clásicos cómo “El llano en llamas” de Juan Rulfo, pero decidí no lo hacerlo
porque quería dar a conocer otros cuentos que también son representativos de la cultura e historia
mexicana. De igual forma, me interesaba crear algo propio a base de mi trabajo personal incluso
de correr el riesgo de no elegir lo más representativo. La selección de relatos en sí me enseñó a
valorar este género literario y su contribución a la cultura e historia mexicana ya que jamás pensé
aprender tanto de México por medio de la ficción. Gracias a los ocho cuentos y de otros muchos
más que leí descubrí un mundo sin limites en el que ahora sé que siempre puedo recurrir para
perderme en una realidad entretenida no tan lejana. No estoy loco, no. Si me metí a tales mundos
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literarios fue para escaparme un poco del ruido caótico de la actualidad y transportarme a otros
tiempos exóticos y quizá hasta perdidos. Si acaso se han de llevar algo de esta antología, que sea
esto, sepan que uno pueden revivir el pasado y abordar nuevas experiencias históricas por medio
de la lectura: leer por el gusto de leer y celebrar nuestra historia. Bueno quizá si estoy un poco
loco, ¿pero quién no lo está? Gracias a nuestra literatura nacional aprendí que todos somos unos
locos, locos soñadores siempre en busca de una aventura nueva (que leer). Nos fascina revivir la
historia y estamos obsesionados con nuestro pasado porque lo tenemos tan presentes en nuestras
vidas. Desde el chocolatito que nos prepara nuestras abuelas hasta el himno nacional que
cantamos en partidos de fútbol, todo nos remite a un tiempo y espacio en donde las cosas fueron
tan diferentes y ahora nos son tan anheladas. Esa curiosidad por querer saber más de nuestro
pasado aumenta nuestro interés por asomarnos a él por lo menos por la ficción. Igualmente, me
di cuenta por medio de estos ocho relatos de que México indudablemente vive en nosotros; ese
verde esperanza de “La tierra prometida”, blanco pureza de “Carta que Natalia Trotsky nunca
escribió a Frida”, y rojo combativo de “Fridomanía” burbujean en nuestros seres, siempre
esperando ser alimentados por un cuento que encapsule nuestro legado mexicano. Para finalizar,
cómo sobrevivientes de conquista, colonización, intervenciones, reforma, revolución, y
“corrupción” sabemos que nada es color de rosa, pero sin duda siempre miramos orgullosamente
a nuestro pasado en espera de finalmente alcanzar un futuro floreciente.
Enríquez