en personas con trastorno mental trabajo social sanitario

42
Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental Personas con esquizofrenia y otros trastornos psicóticos PID_00270214 Cristina Páez Cot Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 4 horas

Upload: others

Post on 01-Jul-2022

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

Trabajo social sanitarioen personas contrastorno mentalPersonas con esquizofrenia y otrostrastornos psicóticosPID_00270214

Cristina Páez Cot

Tiempo mínimo de dedicación recomendado: 4 horas

Page 2: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Cristina Páez Cot

Diplomada en Trabajo Social. Pos-grado en Salud Mental e Inmigra-ción. Actualmente es directora téc-nica de la Fundación Funamment,que gestiona el programa Respir, 5Clubs Socials y el programa Acom-pañamiento comunitario y atenciónen el hogar, dirigidos a personascon trastorno mental severo y susfamilias. Previamente había traba-jado tres años en el Departamentode Justicia del Servicio de Asesora-miento a los Juzgados (SAOS), quin-ce años en el CSMA de Poble Sec ySants de la Fundación Hospital SantPere Claver, y tres años en la Federa-ción Salud Mental Cataluña.

Segunda edición: septiembre 2019© Cristina Páez CotTodos los derechos reservados© de esta edición, FUOC, 2019Av. Tibidabo, 39-43, 08035 BarcelonaRealización editorial: FUOC

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada,reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea este eléctrico,químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escritade los titulares de los derechos.

Page 3: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Índice

Introducción............................................................................................... 5

Objetivos....................................................................................................... 7

1. De qué hablamos cuando hablamos de psicosis......................... 9

1.1. Tipos de psicosis ......................................................................... 12

1.1.1. Esquizofrenia .................................................................. 13

1.1.2. Paranoia ......................................................................... 19

2. Tratamiento de las psicosis............................................................. 22

2.1. Principios generales ..................................................................... 22

2.2. Tratamiento farmacológico ......................................................... 23

2.3. Tratamientos psicoterapéuticos ................................................... 25

2.4. Trabajo social sanitario con personas con trastorno mental,

esquizofrenia ............................................................................... 26

2.4.1. Protocolo de trabajo social sanitario para personas

con esquizofrenia ........................................................... 29

2.5. Tratamiento psicosocial sanitario o plan terapéutico ................. 31

Bibliografía................................................................................................. 35

Anexo............................................................................................................ 36

Page 4: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario
Page 5: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 5 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Introducción

El trabajo social sanitario desde cualquiera de los dispositivos del sistema de

salud mental ofrece una visión amplia de la persona, su estilo de vida, las

relaciones interpersonales, sociales, familiares, las carencias económicas, de

trabajo o de formación académica.

El trabajo social sanitario en salud mental abre y cierra puertas a otros equi-

pamientos de salud, servicios sociales, enseñanza, justicia o gobernación, etc.

Abre y cierra puertas a la coordinación con otros profesionales que conocen a

la unidad familiar como objeto de intervención y, por lo tanto, somos profe-

sionales básicos e imprescindibles para dar luz y ampliar la visión de la situa-

ción en torno a la que trabajamos.

Con esta nueva visión, más amplia y rica, también le hacemos una devolución

a la persona afectada por un trastorno mental, concretamente por esquizofre-

nia, más amplia y llena de posibilidades, capacidades y retos hacia los que le

podemos ayudar a caminar, si quiere, al tiempo que él o ella marque para me-

jorar la situación que está sufriendo.

Juntos construimos un nuevo caso, juntos construimos una nueva situación

social con más calidad de vida.

Este módulo os pretende ofrecer aspectos teóricos, técnicos y personales que

os ayuden a intervenir correctamente desde el ámbito sanitario con personas

que sufren esquizofrenia.

Unos rasgos diferenciadores y específicos son los que definen el trabajo social

sanitario con este colectivo y lo diferencian de otros con los que tendréis que

trabajar.

La falta de conciencia de enfermedad o trastorno, la falta de motivación para

hacer una demanda de atención, familias con otros miembros con patología

mental, a veces sin diagnosticar y con quienes tenemos que trabajar de una

manera u otra, etc. son aspectos propios de este colectivo que hacen que nues-

tro diagnóstico social sanitario e intervención tengan una especialización de-

terminada.

Será necesario conocer el alcance médico y farmacológico y la medicación

indicada para ser conscientes de qué tipo de funcionamiento relacional posee

aquella persona que tenemos delante y cuya calidad de vida hay que ayudarle

a mejorar.

Page 6: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 6 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Será necesario conocer el funcionamiento de los equipamientos de la red de

salud mental del territorio, concretamente, los destinados a personas afecta-

das de esquizofrenia con el fin de detectar sus puntos fuertes y débiles. Debe-

mos trabajar de manera coordinada con sus profesionales, diseñando planes

de intervención psicosocial conjuntos y consensuados por los equipos profe-

sionales que atienden a la persona con esquizofrenia para ésta y para su fami-

lia. Constituimos el pilar básico e imprescindible para asegurar una atención

integral e integrada en la comunidad.

Así pues, estas y otras características que iremos descubriendo a lo largo del

módulo, lo más explicitadas posibles, con las viñetas clínicas que intentaremos

que ilustren nuestras explicaciones, esperamos que nos sirvan para llevar a

cabo una buena tarea profesional como trabajadores sociales sanitarios, sea

cual sea el dispositivo desde el que ejerzamos.

Page 7: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 7 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Objetivos

1. Conocer la evolución histórica que ha seguido el tratamiento de la esqui-

zofrenia y el porqué de esta evolución.

2. Ofrecer unas pinceladas introductorias a los diferentes tipos más frecuen-

tes de trastornos mentales severos.

3. Dar herramientas técnicas y teóricas para efectuar un buen diagnóstico so-

cial sanitario que permita llevar a cabo una intervención social y sanitaria

con la máxima calidad asistencial.

4. Conocer el amplio abanico de recursos sociales y sanitarios propios y es-

pecializados que atienden a las personas con un trastorno mental severo

de esquizofrenia.

5. Tener conocimientos técnicos y teóricos para hacer un abordaje familiar

desde el ámbito del trabajo social sanitario.

6. Atender a mitos y estigmas que debéis derrumbar en vuestra práctica asis-

tencial.

Page 8: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario
Page 9: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 9 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

1. De qué hablamos cuando hablamos de psicosis

Vamos a estudiar los conceptos más frecuentes respecto a las personas que

sufren una enfermedad mental, concretamente de la familia de las psicosis.

Es necesario tener claro cada uno de ellos para poder escoger con cual nos

sentimos más cómodos, pero siempre sabiendo de qué hablamos y por qué

los aplicamos.

El trastorno mental se define como una categorización de la disfunción

del comportamiento de la persona, y el trastorno mental severo, como

otra clasificación del trastorno mental definida por el tipo de diagnós-

tico (trastorno psicótico y algunos trastornos de personalidad), por la

duración y evolución del trastorno (más de 2 años) y por la presencia

de discapacidad en las áreas laborales, sociales y familiares.

Actualmente, se utiliza más el término de trastorno mental que el de enferme-

dad mental, puesto que en la mayor parte de los trastornos mentales no está

claramente demostrada su etiología biológica.

Dado que su procedencia responde a una multiplicidad causal, biológica, fa-

miliar, relacional, emocional y social, hay que tener en cuenta todos estos as-

pectos para hacer un buen diagnóstico de la enfermedad y sobre él, un buen

diagnóstico social sanitario. Actualmente, el personal médico y de la psiquia-

tría utiliza dos clasificaciones universales: el DSM-V (enlace recurso aula) y la

CIE-10. Estas clasificaciones sirven para establecer una serie de criterios que

tiene que reunir la persona para ser diagnosticada con un trastorno mental

y que, por lo tanto, pueda ser correctamente diagnosticada y recibir el trata-

miento médico y social indicado.

¿Qué�son�las�psicosis?�¿cuáles�son�las�más�habituales?�y,�sobre�todo,�¿cuál

es�el�tipo�de�tratamiento�farmacológico�que�recibirán�todas�las�personas

afectadas�durante�toda�la�vida?

Como trabajadores sociales sanitarios es importante que conozcamos y apren-

damos a detectar la sintomatología�propia de estos tipos de enfermedades,

pero especialmente la importancia de los efectos�secundarios�de�las�medica-

ciones.

Page 10: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 10 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Durante todo el proceso de rehabilitación de la persona que sufre una psicosis,

desde el trabajo social sanitario estamos continuamente interviniendo hacia la

mejora de aspectos personales y relacionales de la persona que, precisamente,

están gravemente afectados por los efectos secundarios de las medicaciones.

Ante las resistencias al cambio cabe perseverar, y si el diagnóstico social sani-

tario lo indica, prestar algún “servicio de apoyo psicosocial para aceptación de

los cambios generados por la enfermedad”. Debemos saber que estamos pro-

poniendo cambios difíciles de motivar y gestionar por la persona en cuestión,

o que será un cambio lento y que necesitará sentirnos cerca, rescatando peque-

ños cambios y mejoras que ellos/ellas puede que no sean capaces de detectar.

Así pues, es bastante habitual hablar de psicosis, de trastorno mental severo o

de enfermedad mental sin saber exactamente a qué nos estamos refiriendo. Es

muy importante tenerlo claro y discernir una terminología de otra.

El DSM-III (APA, 1980) definía el término psicosis de manera explícita:

“El DSM-III no utiliza el término psicótico como base fundamental para clasificar los tras-tornos mentales no orgánicos, con objeto de evitar que los trastornos afectivos mayoresse clasifiquen como psicóticos, puesto que tales trastornos no suelen incluir sintomato-logía psicótica” (DSMIII, pág. 390).

Renunciar al diagnóstico diferencial entre lo que es psicosis y lo que no lo es

tiene consecuencias en la práctica clínica diaria, puesto que ciertos tipos de

intervenciones tienen consecuencias si se trata de personas con un diagnóstico

de psicosis, o no.

Para situarnos históricamente, vamos a hacer un breve recorrido por la evolu-

ción de estos conceptos.

El término psicosis fue creado por Enrs Von Feuchtersleben (1845). Hasta en-

tonces, se hablaba de neurosis y de psicosis. Las primeras eran una verdadera

enfermedad ubicada en el sistema nervioso, y consistía en un trastorno fun-

cional sin lesión en la estructura de sus partes (Porter, 2003). Es decir, el tér-

mino neurosis tenía unas connotaciones etiológicas, mientras que el término

psicosis se refería al conjunto de los trastornos mentales, en general. Por lo tan-

to, en aquel momento histórico todo trastorno mental implicaba enfermedad

del sistema nervioso, pero no toda enfermedad del sistema nervioso implicaba

trastorno mental.

Resumiendo, para poner de relieve la dimensión de la tragedia de aquella épo-

ca, toda psicosis sería una neurosis; en cambio, no todas las neurosis eran una

psicosis, porque la disfunción no estaba localizada en el sistema nervioso.

Page 11: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 11 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Por este motivo, inicialmente las neurosis englobaban un amplio abanico de

enfermedades como la epilepsia, la enfermedad de Parkinson, la hipocondría

o la histeria.

A principios del siglo XX, tuvo lugar un cambio muy importante. El conjunto

de neurosis se dividió en dos bloques: uno de estos pasó a ser estudiado y

atendido por la neurología y el otro, por la psiquiatría. Esto pidió a gritos otra

definición de las psicosis, que se sustentó en otros aspectos más adecuados

como por ejemplo intensidad de los síntomas, ausencia de conciencia de la

enfermedad, pérdida del sentido de la realidad, etc., pero nunca se centró en

conceptos etiológicos (Moya, 2012).

La Organización Mundial de la Salud, en la novena edición de la Clasificación

Internacional de las Enfermedades (CIE-9), define la psicosis como:

“[…] Trastorno mental en el que el deterioro de la función mental ha adquirido un gradotal que interfiere marcadamente en la introspección y la capacidad para afrontar algunasdemandas ordinarias de la vida o en el mantenimiento de un adecuado contacto con larealidad. No es un término muy definido ni exacto. Excluye el retraso mental.”

Es una definición que ayuda a confundir más que clarificar conceptos técnicos

a los profesionales, ellos y ellas. En primer lugar, hace referencia a un deterioro

de la función mental que interfiere en la introspección: ¿cómo medimos este

deterioro? En segundo lugar, dice que la persona enferma no tiene capacidad

para afrontar algunas demandas de la vida diaria. ¿Cuáles? ¿No puede por la

psicosis? ¿O antes ya no podía? Y por último, dice que la persona con psicosis

no puede mantener un adecuado contacto con la realidad, sin embargo, ¿cómo

medimos el “adecuado” contacto con la realidad? La persona con psicosis no

tiene dudas sobre la realidad externa de sus alucinaciones, voces o visiones.

No suele haber posibilidad de interpelación ni de diálogo.

La rigidez de su posición y la seguridad de su vivencia hacen que sea inmodi-

ficable.

De aquí que el colectivo de profesionales de la salud mental y del sistema

sanitario, ya sea desde la psiquiatría, psicología, enfermería o trabajo social

sanitario, no�intentemos�contrastar�nunca�su�vivencia�con�la�realidad.

Así pues, un paciente que se quería casar con la infanta Elena lo pasó muy mal

a raíz de la boda real, pues su finalidad en el mundo era casarse con ella.

Lo�que�sí�hacemos�desde�el�trabajo�social�sanitario�es�contactar�con�el�su-

frimiento�de�esta�persona. Su vivencia es tan real que el sufrimiento también

es muy intenso.

Page 12: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 12 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Esta vivencia psicótica y distorsionada de la realidad es la que suele marcar sus

relaciones personales, sociales y comunitarias. Esta posición tan rígida ante lo

que cree y piensa es también la que dificulta la intervención tanto por parte

del colectivo profesional del ámbito sanitario como del ámbito social.

En resumen, nos referiremos al término psicosis desde esta acepción:

Psicosis es todo proceso en virtud del cual la persona vive o experimenta

cierto tipo de fenómenos de la percepción o del pensamiento (alucina-

ciones, ideas delirantes) desde la más absoluta certeza.

Lo que interesa es que os quede muy claro algo indispensable para nuestra

intervención como trabajadores sociales: que no interesa el contenido ni la

extensión del delirio, sino la certeza con la que son vividos y sostenidos y el

consiguiente sufrimiento que estos pueden generar.

1.1. Tipos de psicosis

En principio, deberíamos referirnos al manual marco general que clasifica los

trastornos mentales y que es el DSM-V (véase en los materiales del aula) según

el cual parece que la esquizofrenia sea el único trastorno psicótico, puesto que

el capítulo que se le dedica se titula “Esquizofrenia y otros trastornos psicóti-

cos”.

La esquizofrenia puede cursar con un deterioro que es mucho mayor, grave e

invalidante. Y suponemos que lo titula así para dejar un poco de lado aquellas

otras psicosis con las que se puede convivir con cierta normalidad dentro del

ámbito familiar y laboral.

Se trata de personas que raramente contactan con los servicios sanitarios ni

de salud mental y que quizá han sido ingresadas una vez en su vida, o posi-

blemente solo hayan pasado por las unidades de urgencias por una descom-

pensación psicótica. Así pues, nos centraremos en la esquizofrenia ya que es

un tipo de psicosis con una clínica y un tipo de atención y de intervención

biopsicosociales muy diferenciadas del resto de las psicosis.

Esta diferenciación, y por lo tanto clasificación, se basa en la estructura de los

delirios (Colina, 2001), que pueden ser de tres tipos.

• Poco estructurados, con sintomatología negativa, ricos en fenómenos ele-

mentales, que afectan a la razón y que parecen estructurase siguiendo un

curso deficitario. Son los delirios esquizofrénicos.

Page 13: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 13 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

• Muy organizados, estructurados y sistematizados y que parecen ocupar

una parte de la mente de la persona con psicosis. Son los delirios paranoi-

cos.

• Muy organizados y a los que se les añaden unos sentimientos de culpa,

ruina y de final que están conectados con su estado de ánimo. Son los

delirios melancólicos.

Así pues, y siguiendo el tipo de estructuración de los delirios, podemos deter-

minar tres grandes grupos de psicosis: la esquizofrenia, la paranoia y la me-

lancolía. Solo os hablaremos de los dos primeros puesto que el último prácti-

camente no se diagnostica.

1.1.1. Esquizofrenia

El término esquizofrenia fue introducido por Bleuler (1911), que revisó el con-

cepto de demencia precoz (Kraepelin, 1870). Para este autor, la demencia pre-

coz consistía en una serie de síndromes clínicos que tenían la característica

común de la perturbación de la armonía de la personalidad psíquica, sobre

todo en lo que se refería a la voluntad y la afectividad.

Según él, se trataba de una enfermedad orgánica, propia de la juventud,

de sintomatología difusa y polimorfa, que provocaba la destrucción de

la personalidad, razón por la cual la denominó demencia.

En el año 1911, Eugen Bleuler, psiquiatra suizo, revisó este concepto de de-

mencia precoz y lo denominó esquizofrenia, que quiere decir “mente dividida”

puesto que para él el punto más interesante era la rotura del aparato psíquico

de la persona. Según él, la esquizofrenia se basaba en tres aspectos que la ha-

cían especialmente importante:

• El autismo o aislamiento.

• La disgregación asociativa de las ideas.

• La ambivalencia afectiva.

Fue a mediados del s. XX cuando Kurt Schneider, psiquiatra alemán, hizo una

aportación interesante sobre lo que él consideraba los síntomas fundamenta-

les del fenómeno esquizofrénico. Realizó una jerarquización de los síntomas

que él consideraba como elementos de peso para elaborar el diagnóstico. Así

pues, este psiquiatra clasificó las manifestaciones psicopatológicas de la esqui-

zofrenia en tres apartados:

• Síntomas�de�primer�orden: sonorización del pensamiento, audición de

voces en forma de diálogo, audición de voces que se acompañan con ob-

servaciones de los actos propios, las vivencias de influencias ejercidas en

Page 14: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 14 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

el propio cuerpo, la difusión del pensamiento, la percepción delirante, etc.

(Schneider, 1997).

• Síntomas�de�segundo�orden: errores sensoriales, la perplejidad, las disti-

mias alegres y depresivas y las vivencias de empobrecimiento afectivo.

• Síntomas�por�parte�de�la�expresión: son todos aquellos que se manifies-

tan con la actitud corporal y con la manera de verbalizar las más complejas

vivencias, pasando por la mímica, la escritura y el conjunto de manifesta-

ciones que enmarcan al enfermo esquizofrénico (Colodrón, 1983).

¿Qué es lo que impera a�principios�del�siglo�XXI entre la clínica de la esqui-

zofrenia? Actualmente, los�profesionales�de�la�psiquiatría�se�fijan�más�en

“comprender”�que�en�clasificar�sintomatología. Ciertamente, tenemos los

manuales de psiquiatría para consultar y siempre hacemos referencia al ma-

nual por excelencia de las clasificaciones médicas, el DSM-V (Clasificación de

la American Psychiatric Association).

La esquizofrenia se puede definir de la manera siguiente:

“Una psicosis de naturaleza orgánica base somática desconocidas, sustentadas por la he-redobiología, la neuroquímica y la psicofarmacología aplicada, con un síndrome unitarioy una variabilidad sintomática, con cursos variados hacia la remisión, la mejora parcialo cronicidad con defecto” (Puente, Chinchilla y Riaza, 2007).

Sin embargo, estos mismos autores consideran que todavía no se dispone de

una prueba diagnóstica objetiva o de un marcador biológico fácilmente medi-

ble que permita cierta fiabilidad y homogeneidad diagnósticas.

Así pues, no podemos dar una definición clara y tajante de la esquizofrenia.

No está aceptada.

Se trata de un concepto definido de manera muy borrosa, y con una clínica,

es decir, con una expresión sintomática, muy particular en cada paciente.

Hay equipos de profesionales de la psiquiatría que prefieren ser muy cuidado-

sos con emitir el diagnóstico de esquizofrenia, y prefieren detectar aquellos

aspectos psicopatológicos que pueden ser de utilidad para el manejo terapéu-

tico y para ayudar a la persona a ser sujeto activo de su proceso y de su mejora

(Moya, 2012).

1)�Prevalencia

La esquizofrenia es un tipo de psicosis que presenta una prevalencia variable

según las diferentes autorías y según los criterios diagnósticos adoptados. A

pesar de todo, hay un consenso según el cual la prevalencia de la esquizofrenia

Page 15: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 15 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

oscila entre un 0,2 y un 2% de la población. Las tasas son similares en todo el

mundo. Actualmente, la prevalencia es de un 0,5 a 1% de la población (OMS,

2013).

Tabla 1. Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos: altas y estancia media por sexo

Número de altas Estancia mediaAño

Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total

2007 10.152 5.096 15.248 21,26 22,34 21,62

2008 10.215 5.218 15.433 20,53 21,39 20,82

2009 10.066 5.115 15.181 21,05 22,87 21,66

2010 9.719 5.003 14.722 21,57 22,51 21,89

2011 10.061 5.247 15.308 19,57 20,39 19,85

2012 10.108 5.154 15.262 20,65 22,19 21,17

2013 9.735 4.979 14.714 20,07 21,3 20,49

2014 9.944 5.298 15.242 20,98 22,9 21,65

2015 9.904 5.387 15.291 21,6 21,76 21,65

2016 8.957 4.653 13.610 22,17 23,47 22,61

2017 9.624 5.350 14.974 26,93 24,92 26,21

Total 108.485 56.500 164.985 21,46 22,36 21,77

Figura 1. Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos: altas por sexo

Tanto la tabla 1 como la figura 1, desde la perspectiva de género, muestran que

los hombres con esquizofrenia, en toda la serie histórica desde 2007, realizan

prácticamente el doble de ingresos que las mujeres con el mismo diagnóstico.

Ello justifica el diseño de protocolos de intervención diferenciando la pobla-

ción femenina de la masculina.

Page 16: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 16 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Tabla 2. Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos: coste medio y tasa de actividad

Coste medio Tasa de actividad (al-tas 10.000 habitantes)

Año

Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total

2007 5.825,09 5.834,40 5.828,21 1,53 1,53 1,53

2008 5.723,78 5.718,48 5.721,99 1,38 1,37 1,38

2009 5.770,25 5.766,58 5.769,01 1,38 1,38 1,38

2010 6.597,09 6.600,41 6.598,22 1,34 1,34 1,34

2011 6.753,97 6.753,28 6.753,73 1,34 1,34 1,34

2012 6.531,91 6.524,04 6.529,25 1,34 1,34 1,34

2013 9.137,51 9.137,06 9.137,36 1,89 1,89 1,89

2014 8.586,82 8.595,28 8.589,76 1,88 1,88 1,88

2015 9.318,96 9.318,90 9.318,94 1,91 1,91 1,91

2016 10.143,91 10.297,89 10.196,55 2,08 2,11 2,09

2017 10.168,16 10.337,76 10.228,76 2,09 2,12 2,1

Total 7.642,85 7.709,80 7.665,78 1,64 1,66 1,65

Figura 2. Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos: coste medio por sexo

En la tabla 2, relativa al coste medio de la hospitalización, se observa que exis-

ten pocas diferencias significativas entre la población femenina y la masculi-

na. Sin embargo, al haber más ingresos de hombres el monto global es supe-

rior para ellos.

2)�Evolución�clínica

Como hemos explicado, la esquizofrenia es un cuadro clínico polimórfico con

diferentes formas de inicio y diferentes formas clínicas. Lo�más�frecuente�es

que�su�inicio�se�produzca�en la adolescencia o en la juventud (de los 16 a los

24 años son las edades de más frecuente inicio). Y que la aparición sea brusca

y violenta.

Page 17: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 17 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Hace unos años, el inicio del servicio militar era un momento de fuerte des-

compensación psicótica para las personas vulnerables a la enfermedad. Aho-

ra, las causas a las que cada paciente asocia el inicio de la sintomatología son

diferentes y diversas.

El curso de la enfermedad también es variable, con remisiones posibles en

tanto por ciento importante de personas, y con una evolución que tiende hacia

la cronicidad en otro volumen importante de personas.

Este grupo es el que reclamará más atención e intervención desde el trabajo

social, en general, pero de manera específica desde el trabajo social sanitario

en salud mental coordinado con otros equipos de trabajo social sanitario.

Los síntomas que dibujan el cuadro clínico, para tener una comprensión lo

más amplia y global de la persona, son los siguientes:

a)�Trastornos�sensoperceptivos

Nos estamos refiriendo a las alucinaciones, tanto auditivas como sensoriales.

La persona puede oír voces que la llaman por su nombre o que le imponen

determinadas actuaciones, puede escuchar algunos fonemas, como las vocales

de su nombre o susurros prácticamente imperceptibles.

Otros tipos de alucinaciones son las visuales, gustativas, olfativas o cinesté-

sicas, que son aquellas en las que la persona tiene sensaciones en su propio

cuerpo (que la corriente eléctrica la atraviesa, que el agua de la ducha la diluye,

que el estómago le desaparece, etc.).

Es muy importante que tengamos en cuenta que ante estas sensaciones, la

persona se muestra impotente, indefensa, se siente poseída y por este motivo

expresa el dolor físico que puede tener, que siente como real y, sobre todo, un

gran sufrimiento.

b)�Ideas�delirantes

Se dan en la mayoría de las personas con esquizofrenia. Suelen ser delirios

menos estructurados que en las psicosis paranoicas. Las temáticas delirantes

acostumbran a ser de carácter persecutorio. Nuestra experiencia es que hay

muchas referidas al vecindario, con lo complicado que puede llegar a ser dis-

cernir hasta qué punto son ideas delirantes o se refieren a situaciones reales.

Por ejemplo, al centro de salud mental venía una mujer que decía que en el

piso de abajo oía gemidos porque había un prostíbulo. Hasta que se determinó

que esto no era cierto, hubo un tiempo de dudas.

c)�Alteraciones�del�lenguaje

Page 18: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 18 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

En las personas que sufren una esquizofrenia, el lenguaje puede presentar im-

portantes afectaciones tanto en un ámbito sintáctico, semántico como prag-

mático. Estas alteraciones pueden llegar a ser tan importantes que afecten de

manera seria a la coherencia del discurso y lo lleguen a hacer ininteligible.

Es importante que como profesionales del trabajo social sanitario de-

tectemos estas dificultades y ayudemos a cada paciente a articular frases

cortas pero con significado, y siempre atentos a hacer preguntas cortas,

con pausas para que piensen y puedan razonar, metabolizar y contestar.

Con frecuencia, sientes que se pierden si haces largas explicaciones o

largos discursos informativos. No pueden entender nada.

d)�Alteraciones�de�los�afectos

Es bastante habitual la apatía, la anhedonia o la pérdida de la capacidad para

experimentar placer, ambivalencia afectiva, aplanamiento afectivo, toda una

serie de sintomatología negativa que es la más difícil de trabajar en su proce-

so de rehabilitación y en la que intervenimos con más éxito los trabajadores

sociales sanitarios.

e)�Trastornos�cognitivos

La alteración de la atención, la memoria de trabajo y la alteración de la función

ejecutiva son los aspectos más relevantes en los que se observa un importante

deterioro. Esto ayudará a entender que les cueste mucho seguir estudiando,

mantener jornadas laborales de 8 horas diarias o acordarse de todo lo que

tienen que hacer en una jornada laboral sin el apoyo de un profesional.

Según Moya (2012), se han utilizado diferentes pruebas neuropsicológicas que

han permitido identificar en un porcentaje muy elevado, el 75%, algún tipo

de deterioro cognitivo.

f)�Relaciones�interpersonales�de�las�personas�con�esquizofrenia

Diferentes psiquiatras de renombre (Castilla del Pino, 1980) señalan un grave

deterioro en las relaciones personales, sociales y comunitarias de las personas

con esquizofrenia.

Realmente, la presencia brusca y violenta de un proceso de descompensa-

ción psicótica es un fenómeno terriblemente despersonalizador. Sienten que

la mente, que es la que rige al ser humano, se rompe, se deshace, oye cosas ra-

ras, tienen alucinaciones auditivas, cinestésicas, del lenguaje, etc. Un paciente

nos decía: “¡De quiénes me puedo fiar, si no me puedo fiar de mí mismo!”.

Es terriblemente contundente escuchar una reflexión de este tipo puesto que,

Page 19: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 19 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

realmente, frente a una descompensación, el mundo cambia, los padres pue-

den ser malos, la madre puede ser una monja que lo quiere captar, los vecinos

le dicen que no salga de la habitación o la televisión habla de él.

La persona con esquizofrenia, ante tanto sufrimiento, tiene que elaborar un

proceso de duelo largo y doloroso de la realidad segura que conocía, a un fu-

turo muy incierto, lleno de temores, miedos y peligros y totalmente descono-

cido por ella y su familia. Aquí tenemos mucho que aportar, con tiempo y una

actitud esperanzadora, pero realista.

1.1.2. Paranoia

Este es un término en proceso de extinción porque actualmente, en las nuevas

clasificaciones psiquiátricas (DSM-V y CIE-10), encontramos el término tras-

torno delirante o bien trastorno delirante con ideas persistentes, que se refiere

al hecho de que las ideas delirantes están consolidadas durante mucho tiempo

y que éstas no pueden ser clasificadas como orgánicas, ni esquizofrénicas, ni

afectivas.

Fue Lacan (1984) quién señaló que cuando se buscan las causas desencade-

nantes de una paranoia, siempre se pone de manifiesto, con las dudas habi-

tualmente existentes, un desencadenante emocional en la vida de la persona,

algún tipo de crisis vital que tiene que ver con la vida de la persona, con sus

relaciones externas. Ya se trate de experiencias como la paternidad, los cam-

bios laborales, las relaciones sexuales, los fracasos profesionales, el exceso de

responsabilidades laborales, el consumo de sustancias tóxicas, etc.

¿Qué es la paranoia o trastorno delirante persistente? Es otro tipo de psicosis

con una manifestación psicopatológica única: el�delirio. Éste se manifiesta

con total consistencia y con una coherencia mucho más importante que en

la esquizofrenia. Además, no cursa con el deterioro cognitivo del que antes

hablábamos tan propio del esquizofrenia, ni tampoco con fenómenos de frag-

mentación corporal también habituales de la esquizofrenia.

Así pues, si bien durante años el término paranoia prácticamente se extinguió,

y a los pacientes se los diagnosticaba de esquizofrenia, trastorno esquizoafec-

tivo, psicosis atípica, etc., actualmente hay muchos sectores de la psiquiatría

que hablan de esquizofrenia porque suelen identificar delirio con esta enfer-

medad, a pesar de que hay diferencias importantes entre los dos, tanto en el

curso clínico como en su pronóstico (Moya, 2012).

Según Carlos Castilla del Pino, reconocido psiquiatra español, las

Page 20: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 20 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

“[…] psicosis paranoides se caracterizan por la irrupción, aguda o crónica, de un síndro-me delirante, a veces con la presencia de denotaciones anómalas (alucinaciones), deses-tructurada en los cuadros agudos, más estructurada temáticamente hasta constituir unsistema delirante en los subagudos y crónicos, y que respetan la personalidad del pacientey no provocan, de manera independiente de la duración, un deterioro. Fuera del episo-dio agudo, el contacto con el paciente es posible, y no presenta la modificación autista,de modo que su síndrome delirante trata de imponerse en la realidad externa del suje-to” (Castilla del Pino, 1980, pág. 159).

Así pues, esta definición, que no es nada clarificadora puesto que pone de

manifiesto que en la paranoia hay ideas delirantes pero no descarta elementos

alucinatorios, lo que sí deja claro es que fuera del episodio agudo, el paciente

contacta con la realidad y que la intervención de profesionales, entonces, es

posible.

1)�Prevalencia

Dada la confusión que hemos ido explicando y que muchos pacientes con

trastornos paranoides pueden hacer una vida prácticamente normal pasando

bastante desapercibidos, se cree que la prevalencia en la población general es

del 0,03%.

A pesar de todo, desde el aspecto de los ingresos hospitalarios psiquiátricos, se

considera que los trastornos paranoicos motivan entre el 1 y el 4% de éstos.

En cuanto a los contenidos delirantes, los más prevalentes son los persecuto-

rios, aunque las temáticas autorreferenciales aparecían en la base misma del

núcleo delirante. Los primeros son más frecuentes en los hombres mientras

que los erotomaníacos se presentan más en las mujeres.

Y en cuanto a la edad de inicio, se sitúa entre los 35 y 45 años.

2)�Tipos�de�delirios

Según los contenidos, los delirios pueden ser:

a)�Delirio�de�persecución

La persona afectada se siente perseguida por los demás, que pueden ser del

vecindario, las amistades, los otros miembros de la oficina u otras historias más

extravagantes, extraterrestres, complots terroristas, personas de la ETA, etc.

Su sufrimiento hace que se sienta irascible, irritable, temerosa, desconfiada.

La persona siente que la persiguen. A pesar de todo, solo un porcentaje muy

pequeño puede llegar a tener conductas violentas. La mayoría busca refugio

y ayuda o quizá lleguen a tener alguna conducta de confrontación con su

adversario, pero suelen tender hacia la inhibición.

Page 21: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 21 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Solo si, además, consumen tóxicos pueden llegar a tener conductas más vio-

lentas, pero porque se mezclan otros aspectos como la intoxicación por drogas

o alcohol.

b)�Delirio�de�celos

La persona tiene la certeza absoluta de que la pareja le es infiel. Busca pruebas,

sondea sentimientos, espía a unos y otros, vigila y persigue al supuesto amante

hasta que llega a la verdad absoluta. Desgraciadamente, es bastante frecuente

este tipo de delirios y a veces, deteriora tanto la relación de pareja que quizá

acaba siendo real: una relación extramatrimonial o la separación.

Hay que decir que la naturaleza psicótica del fenómeno reside en la posición

de certeza, no de creencia, de la persona.

c)�Delirio�erotomaníaco

En este tipo de delirio, la persona (mayoritariamente mujeres) tiene la certe-

za de que el otro la quiere. La persona que lo padece se siente intensamente

enamorada de otra y sostiene que estos sentimientos son recíprocos, en contra

de cualquier evidencia.

d)�Delirio�hipocondríaco

Este tipo de delirio consiste en la certeza de sufrir una enfermedad o una de-

formidad física, en ausencia de cualquier prueba objetiva de su evidencia. Pue-

de suceder que sufran algún tipo de enfermedad pero, ni mucho menos, con

la gravedad con la que ellos la viven. Suelen ser pacientes que frecuentan in-

cansablemente las visitas médicas buscando ayuda para sus dolores, males o

enfermedades incurables.

e)�Delirio�megalomaníaco

En estos delirios, la persona tiene la certeza de ser una persona de renombre

ya sea en el mundo de la política, el arte, la ciencia o la literatura, etc. Suelen

ser personas que funcionan de manera aceptable en el seno de la sociedad,

siempre y cuando no se toque ni se cuestione nada relacionado con el delirio.

Page 22: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 22 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

2. Tratamiento de las psicosis

2.1. Principios generales

El abordaje terapéutico de las psicosis en general, y de las esquizofrenias en

particular, debe ser tratado desde una visión integral e integrada en el medio;

es decir, integral en lo que respecta a que el tratamiento ha de tener en cuen-

ta tanto los aspectos psicopatológicos como los que están relacionados con

su entorno social, familiar, educativo y laboral. Y todo este plan terapéutico

tiene que estar hecho a medida de la comunidad en la que vive. Según las re-

comendaciones de Herz (2003), el protocolo de tratamiento de personas con

esquizofrenia ha de tener en cuenta los aspectos siguientes:

• Establecimiento y mantenimiento del vínculo terapéutico.

• Seguimiento del estado clínico de la persona.

• Educación sanitaria respecto a la psicosis y su tratamiento.

• Diseño de un plan de tratamiento global.

• Incentivar el cumplimiento del plan terapéutico.

• Conocimiento y adaptación a los efectos psicosociales del trastorno.

• Identificación de los aspectos que llevarán a una nueva crisis.

• Cuidar a quienes cuidan para rebajar el sufrimiento de la familia y del

entorno social de la persona afectada.

• Facilitar el acceso a los recursos y servicios del sistema de salud general, de

salud mental, servicios sociales, servicios educativos, etc.

• Trabajar de manera coordinada entre todos los sistemas.

Podemos ver que, con estas recomendaciones, el tratamiento farmacológico

ocupa un papel importante pero ni mucho menos el único. Los equipos inter-

disciplinares son la base asistencial. El acompañamiento psicológico, la reha-

bilitación vocacional, por poner algunos ejemplos, son igual de indispensa-

bles, o más, que el tratamiento farmacológico.

Page 23: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 23 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

2.2. Tratamiento farmacológico

El tratamiento farmacológico es el pilar básico e indispensable para empezar

a trabajar la rehabilitación psicosocial del paciente con trastornos psicóticos.

1)�Antipsicóticos�convencionales�o�de�primera�generación

Fueron introducidos en la década de los cincuenta con la acción antipsicótica

de la clorpromazina. En los años siguientes se introdujeron la thioridazina, la

flufenazina y, en 1958, el famoso haloperidol. Inicialmente estos fármacos se

denominaron neurolépticos, por sus efectos neurológicos, pero más tarde se

sustituyó el término por el de antipsicóticos, puesto que este es su principal

efecto.

Su responsabilidad clave es la capacidad de bloquear los receptores dopami-

nérgicos tipo D2.

Esta acción es la principal responsable de la eficacia antipsicótica, pero

también de la mayor parte de los efectos secundarios muy graves e im-

pactantes: distonía aguda, parkinsonismo, discinesia tardía, etc., puesto

que la acción bloqueante de los receptores dopaminérgicos afecta a otras

zonas y explica los numerosos efectos secundarios de estos fármacos.

Los antipsicóticos de primera generación también pueden producir otros efec-

tos secundarios relacionados con órganos muy importantes de la persona. Pue-

den producir alteraciones hematológicas (aumento o disminución del núme-

ro de leucocitos, con lo que esto representa respecto al debilitamiento del sis-

tema inmunológico), alteraciones hepáticas (ictericia, hepatomegalia doloro-

sa), alteraciones de la piel (urticaria, dermatitis por contacto, fotosensibiliza-

ción), alteraciones oftalmológicas (retinopatía pigmentaria) y, finalmente, el

síndrome neuroléptico maligno, un cuadro muy grave que cursa con rigidez

muscular, fiebre, inestabilidad del sistema nervioso vegetativo y alteración del

nivel de conciencia de la persona afectada, que en algunos casos puede llegar

a producirle la muerte (Moya, 2012).

Los antipsicóticos de primera generación están indicados en el tratamiento de

los trastornos psicóticos, tanto en la esquizofrenia como en la paranoia pero

también en la fase maníaca del trastorno bipolar, así como en el trastorno

psicótico inducido por el consumo de sustancias tóxicas o por una enfermedad

orgánica.

2)�Antipsicóticos�de�segunda�generación

Page 24: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 24 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Se trata de una serie de fármacos que tienen una acción antipsicótica funda-

mentalmente sobre los síntomas negativos, tienen muy pocos efectos extrapi-

ramidales, prácticamente no afectan al nivel de prolactina y tienen una gran

capacidad de mejorar el estado de ánimo y reducir el riesgo de suicidio no solo

en pacientes esquizofrénicos, sino también en pacientes con trastorno bipolar

(Sthal, 2002).

Los principales representantes de este grupo son: olanzapina, risperidona, que-

tiapina, ziprasidona, amilsuprida y aripripazol.

Dada la gran cantidad de profesionales de los servicios sanitarios generales y

de servicios sociales que atienden a pacientes que tienen que consumir estos

fármacos, vamos a explicar los efectos secundarios más habituales que hay

que tener en cuenta a la hora de hacer una intervención psicosocial con los

mismos.

Risperidona: sedación, somnolencia, reducción de la capacidad de coordina-

ción, disfunción eréctil, disminución de la libido, hipotensión.

Olanzapina: hipotensión, somnolencia, aumento de peso, diabetes.

Amisulprida: somnolencia, galactorrea, impotencia eréctil.

Quetiapina: somnolencia, astenia, hipotensión, aumento de peso.

Ziprasidona: somnolencia, hipotensión, disfunción eréctil.

3)�Eficacia�de�los�fármacos�antipsicóticos

Si bien no hay dudas de la eficacia de los fármacos antipsicóticos y de su rá-

pida actuación, muchas personas tratadas no acaban de llegar a la remisión

total de la sintomatología y por tanto, es muy complicada su rehabilitación

psicosocial.

Por ejemplo, en una entrevista con una chica con esquizofrenia y su madre,

con quien intentábamos pensar qué actividades podría hacer durante el día, la

paciente interrumpía diciendo: “Espera, espera, que me hablan las voces”. Esta

chica de 23 años tenía clara conciencia de hasta dónde llegaba la enfermedad,

hasta dónde la sintomatología negativa de astenia y anhedonia y hasta dón-

de la trabajadora social intentaba rescatar las capacidades más sanas que aún

conservaba para hacerla estar activa y vital durante el día. Sin embargo, era

complicado mantener una entrevista “con la voces presentes”.

Page 25: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 25 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Por otro lado, las remisiones parciales no siempre van acompañadas de una

mejora en el funcionamiento social. Pacientes y familiares explican las difi-

cultades que tienen las personas enfermas para combatir el aislamiento social,

para hacer amigos, para encontrar y mantener un pequeño trabajo, etc.

Un hombre de 45 años que veía que salía agua azul del grifo de la bañera había

perdido el trabajo de albañil, temporal y a bajo precio, porque hasta que no

fue a un servicio de urgencias veía que el agua salía azul en todas las casas a

las que iba a hacer reparaciones. El delirio se suavizó con la medicación, pero

perdió el trabajo y seguía viendo azul el agua que salía del grifo de su bañera.

Por lo tanto, se deterioró su higiene personal, perdió relaciones sociales y se

quedó encerrado en casa con su madre de 73 años.

La mayor parte de los pacientes, ellos y ellas, mejoran con el tratamiento

farmacológico, a pesar de que debemos tener en cuenta que en algunos

casos no lo hacen en lo mínimo o muy poco. La respuesta es lenta y hay

que esperar el tiempo necesario para ver qué resultados hay, y cuáles

son.

Con frecuencia, se establece un equilibrio entre el delirio y la vivencia que cada

paciente tiene del mismo. Si remite totalmente, perfecto, pero si no, queda

situado de manera periférica a la persona y el caso se mantiene con cierta

distancia de las alucinaciones, lo cual hace que éstas sean más soportables; se

rebaja la angustia y el sufrimiento y mejora la calidad de vida de la persona,

de su familia y de su entorno social.

2.3. Tratamientos psicoterapéuticos

La psicoterapia constituye un instrumento muy valioso en el tratamiento de

los estados psicóticos. Son varias las orientaciones y técnicas utilizadas, pero

las más usuales son la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia psicoana-

lítica y la terapia de familia.

• Terapia�cognitivo-conductual: en esta modalidad terapéutica, cada pa-

ciente y cada terapeuta tienen que identificar los síntomas que son proble-

máticos y dedicarles atención. No se trata de cuestionarlos, sino de ayudar

a la persona tratada a centrarse en sus creencias relativas a los síntomas y

en los mecanismos naturales que el paciente ha desarrollado para enfren-

tarse a los mismos. También es un tipo de terapia que ayuda mucho a re-

solver los déficits cognitivos inherentes a la enfermedad de la esquizofre-

nia (alteración de la memoria, atención y razonamiento abstracto, etc.).

• Psicoterapia�psicoanalítica: en este tipo de terapia, cada psicoanalista

acoge a la persona enferma y lo acompaña en un proceso que le permita

conocer los factores que desencadenan las crisis y el margen de maniobra

Page 26: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 26 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

que tiene para prevenirlas o una vez las sufre, qué puede ir haciendo frente

a las mismas. Este aprendizaje tiene una importancia capital ante la pre-

vención.

• Terapia�familiar: un acuerdo generalizado entre todas las orientaciones

y disciplinas es que resulta indispensable la participación de la familia en

el tratamiento de la persona con esquizofrenia. Lo que se tendrá que vigi-

lar es que esta implicación no sea excesiva ni desmesurada, ni demasiado

crítica ni sobreprotectora. De aquí la importancia de ayudar a cada fami-

liar a tener formación e información sobre la enfermedad, a tener una ac-

titud de alerta a posibles crisis, a hacer que los síntomas negativos de an-

hedonia, apatía o somnolencia no se confundan con pereza, indiferencia

o retraimiento voluntario de la persona con esquizofrenia. El objetivo de

la intervención con la familia es dotarla de herramientas que la ayuden

a prever recaídas, a mejorar su funcionamiento en casa y en su entorno

social, y reducir la carga familiar por tener a una persona que genera un

elevado índice de relación de dependencia familiar. Resumiendo, mejorar

la relación y las funciones de la dinámica familiar.

2.4. Trabajo social sanitario con personas con trastorno mental,

esquizofrenia

Actualmente, encontramos unidades de trabajo social sanitario tanto en la

atención primaria sanitaria como la atención especializada ya sea en salud

mental, drogodependencias, neurología, sociosanitaria, etc. Y tanto en un ám-

bito de atención primaria, como urgencias hospitalarias, unidades de ingreso

hospitalario o altas unidades de dependencia. No olvidemos la existencia am-

plia y extensa, por la tradición histórica de nuestro país, del amplio abanico

de asociaciones y entidades del tercer sector que se mueven de manera trans-

versal en todos estos ámbitos y dan el apoyo que la Administración pública

no llega a dar.

De toda esta compleja red en la que cada trabajador social sanitario se puede

ubicar, y desde la que puede trabajar, nosotros nos situaremos en los espacios

de trabajo social sanitario con personas con trastorno de esquizofrenia. Por lo

tanto, en aquellos espacios de intervención donde es posible detectar a perso-

nas que es preciso que se vinculen con la red de salud mental por su atención

y tratamiento, o que ya están vinculadas pero con las que podemos hacer una

intervención conjunta o complementaria.

Ya sea que la detección de la persona afectada se haga desde servicios sociales,

o desde la atención sanitaria primaria, ella y/o su familia tienen que acabar

vinculándose con la red de salud mental de su territorio.

Page 27: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 27 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

¿Por qué? Porque es esta red la que tiene el abanico de equipamientos y dis-

positivos adecuados para ofrecerle y asegurarle un proceso de rehabilitación

psicosocial de todos sus aspectos personales y relacionales.

Os explicamos esto porque el proceso de vinculación y adherencia a la red de

salud mental de una persona con esquizofrenia genera con frecuencia unas

intervenciones psicosociales de alto nivel terapéutico.

El paciente, él o ella, amb trastorn psicótico –esquizofrénico o paranoico– no

suele�acudir�de�manera�espontánea a pedir ayuda al profesional: su�inter-

pretación�de�lo�que�le�sucede�deriva�directamente�de�los�fenómenos�in-

trusivos –alucinaciones, delirios, visiones, etc.– y, por lo tanto, es poco proba-

ble que inicialmente demande ayuda. Si lo hace, con frecuencia suele ser de

manera dispersa, confusa, desubicada en relación con el servicio adecuado e,

incluso, no adecuada respecto a las formas.

La administrativa del centro de salud mental, profesional capital puesto que

recibe las demandas telefónicas, nos decía hace unos días:

“Llamó un señor muy maleducado pidiéndome que le diéramos hora para ese mismodía con el psicólogo, porque de urgencias le habían mandado al CSMA. Al pregun-tarle si llevaba medicación, me dijo: ‘¿Y a usted qué le importa? ¡Deme hora con elpsicólogo! ¡Ya mismo!’.”

A menudo, prefieren pedir hora con el psicólogo porque tienen una compren-

sión social de que este profesional entiende y ayuda y lo sienten menos peli-

groso que el psiquiatra, a quien asocian directamente con “locura”.

En estos casos, es básico contar con personal de administración experto y en-

trenado en la detección del sufrimiento de la persona y la demanda que está

haciendo de ser ayudada, dejando de lado las formas y la mala educación. Lo

importante es darle hora lo antes posible y que la persona se sienta atendida

y acogida.

Más tarde, ya hablaremos de las formas.

Espacios de coordinación entre trabajo social sanitario, servicios socia-

les y salud mental son básicos e imprescindibles para detectar a estas

personas y familias que están fuera de las redes especializadas que las

tendrían que atender, y diseñar estrategias, a medida para cada caso y

cada situación, que ayuden a la persona con trastorno mental a acercar-

se y vincularse a los profesionales adecuados, según su momento vital.

Page 28: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 28 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

No es lo mismo un joven con sintomatología prodrómica propia de los prime-

ros brotes incipientes que se acerca a servicios sociales para pedir de manera

desorganizada trabajo o formación, que una mujer de 68 años que se dirige

a la atención primaria de salud y explica al trabajador o la trabajadora social

sanitaria que su hijo de 40 años hace meses que no sale de casa porque dice

que está muy nervioso y que ya no se toma la medicación que el psiquiatra

le había dado.

El diagnóstico psicosocial sanitario que haremos será diferente en cada caso,

recuérdese que según Mary E. Richmond no hay dos diagnósticos sociales sa-

nitarios iguales, y las estrategias de intervención para que las personas afecta-

das y sus familias puedan estar bien atendidas también serán distintas. Pero si

tenemos espacios de coordinación que nos posibiliten obtener una visión glo-

bal, integral e integrada desde todos los servicios y recursos de salud primaria

y especializada, la devolución que le haremos a la persona será mucho más

sólida y mejor articulada que si trabajamos en solitario y a la deriva.

La siguiente viñeta os pretende mostrar la dificultad de expresar la demanda de

ayuda por parte de la persona afectada y cómo son los diferentes profesionales

del trabajo social sanitario, de atención primaria, salud mental y profesiona-

les del trabajo social de servicios sociales quienes muestran las carencias a la

persona, y sostienen su demanda. Esta demanda, la delicadeza en la interven-

ción desde el trabajo social sanitario, el tiempo que se necesita para que cada

paciente acepte la ayuda, y finalmente, se vincule al programa de atención a

domicilio, es lo que pretende mostrar la siguiente viñeta.

Juan Antonio es un hombre de 47 años que vive en un espacio reducido de 30 m2.

La apatía y el aplanamiento emocional, síntomas negativos de la esquizofrenia pa-ranoide que sufre, hacen que su actitud ante el cambio que le pedimos sea de totalindiferencia. La necesidad de intervención la detectan los profesionales y la demandade intervención del programa la hicieron los profesionales de la red que lo atiende.A pesar de todo, él no se opone lo más mínimo.

El piso en el que vive está lleno de trastos de su propietario. La cama es un conjunto decajas puestas como si fueran un somier y encima tiene unas mantas para abrigarse. Lacocina es un fogón eléctrico que está junto a la cama, con los peligros que esto supone.El baño dispone de taza de WC y un lavamanos. No tiene ducha. El propietario delpiso, que le cobra 390 € de alquiler al mes por este vivienda, le hizo un “invento”con un tubo conectado al grifo del lavamanos y un desagüe en el suelo que cualquierpersona con sentido crítico se negaría a utilizar, y Juan Antonio tiene sentido críticoy se niega a utilizarlo. Por lo tanto, va sucio, muy sucio.

No tiene calefacción. Para no tener frío, se despierta a las 2 o las 3 de la tarde porqueno tiene nada que hacer durante el día, y en la cama se está más caliente. Juan Antonioha conseguido ir un día a la piscina. Allí se ducha con agua caliente. Dos días a lasemana hace una actividad en el club social y las mañanas que va al profesional delprograma de acompañamiento comunitario, aprovecha para ir a la biblioteca dondeestá leyendo un libro de su interés. Juan Antonio tiene buen contacto emocional.Está vinculado al centro de salud mental desde donde el programa de seguimientoindividualizado, PSI, ha hecho visitas a domicilio y ha visto el estado deplorable deeste espacio. Este ha sido el equipo que ha hecho la solicitud de intervención denuestro programa.

La demanda del paciente psicótico suele ser frágil y discontinua en el tiempo, y son losprofesionales de atención directa los que tienen que detectar la necesidad, formularla demanda, sostenerla en el tiempo, mostrar las ganancias que obtendría si acepta

Page 29: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 29 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

la ayuda y conseguir que se inicie la intervención profesional. “Si fuera por mí, nolo habría pedido nunca”, dice Juan Antonio.

La intervención profesional en el seno del hogar de una persona es complicada y muydelicada. Juan Antonio hace 5 años que vive en este piso y ha sido amenazado dedesahucio en varias ocasiones por la suciedad que acumulaba. Este hecho es el quepermitió entrar con facilidad a colaborar con él: su interés por no perder el piso. Estaera su motivación, y a partir de aquí empezaremos a trabajar desde todos los ámbitosde salud general, especializada y social, de manera coordinada y consensuada con elusuario (Páez, 2013).

2.4.1. Protocolo de trabajo social sanitario para personas con

esquizofrenia

De acuerdo con lo estudiado de procedimientos y protocolos, en este caso

hablamos de protocolo porque se trata de una población con una característica

determinada, padecer esquizofrenia.

A continuación se presentan las fases elementales del protocolo, la fase de

exploración y estudio social sanitario, la fase de diagnóstico social sanitario y

la fase de intervención.

1)�Estudio�social�sanitario

Teniendo en cuenta todo lo que hasta ahora os hemos explicado sobre las ca-

racterísticas de este colectivo, tanto en lo que respecta al curso clínico de la

enfermedad como a los efectos secundarios de los tratamientos farmacológi-

cos que tienen que tomar durante muchos años, y al deterioro cognitivo, de

memoria, intelectual y relacional que presentan fruto de esta convergencia de

factores, para hacer el estudio psicosocial es imprescindible que nos situemos

en el “ahora y aquí” de la situación familiar que tenemos y con la que tendre-

mos que intervenir.

A continuación, mostramos una viñeta de un caso que muestra perfectamente

el despliegue de recursos y coordinaciones con otros profesionales sanitarios

que tendremos que hacer para complementar la información, para contrastar-

la y así, elaborar el diagnóstico social sanitario.

Pensemos que en la recogida de datos encontraremos errores, desconfianza e

inadecuación de la demanda, y costará reconstruir la historia psicosocial por-

que a los propios protagonistas de la misma, ellos o ellas les cuesta recons-

truirla.

Pedro es un hombre de 53 años que hace cuatro años que está cobrando una PIRMI sinhacer ningún tipo de intervención rehabilitadora a cambio para mejorar su situaciónpersonal. La trabajadora social de servicios sociales municipales me comenta que creeque sufre algún tipo de trastorno mental porque siempre dice que “ellos me molestan,me chillan por las noches y no me dejan vivir tranquilo y les quiero denunciar”.

Pedro trabajó como funcionario de prisiones en una prisión del País Vasco, en la quevio y vivió bastantes peleas. Marchó de allí y fue a Barcelona. Vive en una pensión.

Page 30: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 30 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Va al comedor social y tiene buena relación con la gente, a pesar de que es bastantearisco y solitario.

La trabajadora de servicios sociales me pide ayuda para saber qué podemos hacer paraque llegue a ser visitado por el psiquiatra y que le pueda diagnosticar. Hay otra posi-bilidad, que es la de retirarle el PIRMI y tramitarle una pensión no contributiva quetendría para toda la vida y no tendría que pasar valoraciones y estudios y arriesgarsea quedarse sin nada.

Para las trabajadoras sociales de los equipamientos sociales y sanitarios está bastanteclaro el tipo de intervención. Se sabe que será complicado, lento y difícil que Pedroacepte ir al centro de salud mental para que el psiquiatra lo visite y le pueda recetaralguna medicación que lo calme un poco. Aprovechando un espacio de coordinacióncon la trabajadora social del centro de atención primaria de salud, me explica queconoce a Pedro porque el médico también está preocupado por la desnutrición quepresenta y que ella le ha indicado que vaya al comedor social pero él no quiere “por-que ellos me molestan”.

Hasta aquí ya podéis entender que “ellos” es el delirio que está haciendo que su fun-cionamiento social se vaya deteriorando con el tiempo. Las tres profesionales acor-damos hacer una entrevista conjunta en servicios sociales, puesto que es el espacioen el que él se siendo ayudado y seguro. Y decidimos que seré yo, la especialista ensalud mental, la que estará en la entrevista con la trabajadora social de servicios so-ciales, puesto que él podrá hacerme a mí “las denuncias de ellos” y yo le ayudaré atranquilizarle.

Sería largo explicar la amplitud del estudio de todos sus aspectos psicosociales (Páez,2001), pero hay que decir que la recogida previa de los datos de esta persona entretodos los agentes profesionales del territorio que lo conocían y lo atendían fue clavepara hacer un estudio completo, un buen diagnóstico de la situación y conseguir, conla intervención adecuada, los objetivos que de manera comunitaria nos habíamospropuesto: diagnosticarlo, tranquilizarlo, interrumpir la PIRMI, gestionarle la PNCe incluso, aceptó a una trabajadora familiar que lo ayudó a mejorar el estado de lahabitación de la pensión en la que vivía.

2)�Diagnóstico�social�sanitario

En nuestro caso, el trabajo social sanitario con personas con esquizofre-

nia, es básico, imprescindible y altamente recomendable trabajar siem-

pre con la participación y la opinión de la persona afectada y de su fa-

milia, si la tiene.

Incluso en aquellos casos en los que la gravedad del trastorno hace que la per-

sona no tenga ninguna conciencia de la misma, hay que trabajar haciéndole

saber lo que está pasando y las acciones que se llevarán a cabo, aunque estas

sean dictadas por una autoridad judicial como puede ser un proceso de inca-

pacitación o un ingreso involuntario.

Siempre, en la medida de lo posible, hay que trabajar con la persona. Hacer-

lo de espaldas a su voluntad y opinión nos traerá dificultades posteriores de

vinculación al tratamiento.

Page 31: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 31 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Respecto a este tema del diagnóstico, os queremos explicar que diagnosticar

no quiere decir etiquetar y que la etiqueta tampoco significa estigma.

Es habitual para los profesionales del trabajo social u otros equipamientos ale-

jados de la salud esperar del diagnóstico médico la resolución de todos los

problemas sociales sobre los que se deben intervenir. Con frecuencia, conocer

el diagnóstico de esquizofrenia paranoide o indiferenciada ayuda muy poco a

diseñar una intervención psicosocial. Muchas veces asusta y atrapa, y se apo-

dera del arte de pensar y crear intervenciones que ayuden a la persona.

El diagnóstico psiquiátrico a una persona con un trastorno mental de esqui-

zofrenia nos ayuda a comprender el grado relacional que podremos llegar a

establecer con ella. Y a partir de aquí, a saber también qué limitaciones tiene

y tendremos al mismo tiempo que se proponen planes de intervención y tra-

tamiento.

El diagnóstico clínico nos ayuda a entender mejor a la persona y a su familia

para atenderla de la manera adecuada. No etiqueta porque no estanca, y no

estigmatiza porque el estigma y el autoestigma son algo intrínseco al trastorno

mental, a la sociedad y al proceso personal que como profesionales hayamos

hecho de aceptar lo que para nosotros es limitador, excluyente y estigmatiza-

dor.

El diagnóstico clínico nos tiene que ayudar a complementar nuestro diagnós-

tico social sanitario. Nada más. Y el diagnóstico social sanitario siempre sobre

la definición de Mary E. Richmond, debe contemplar las potencialidades y

habilidades de las personas y cómo estas se implican y participan en el trata-

miento social. Las tenemos que convertir en participantes de este diagnóstico;

y esto, en un proceso dinámico y participativo que contempla a toda la ciu-

dadanía con quien se trabaja de manera proactiva y potenciadora de capaci-

dades, evitando el estigma que acompaña con frecuencia a las personas que

sufren enfermedades mentales.

2.5. Tratamiento psicosocial sanitario o plan terapéutico

Desde el trabajo social sanitario con personas con trastorno mental severo

hablaremos de “proceso�terapéutico�o�plan�de�rehabilitación�individual”.

Es decir, de las intervenciones que iremos haciendo con la participación de

la persona y de su familia, si la tiene, a lo largo de todo el proceso vital de la

persona afectada.

Ved también

En este máster tenemos uncrédito entero de “Diagnósticosocial sanitario” que ampliará yperfeccionará vuestros conoci-mientos y habilidades para ela-borarlo.

Page 32: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 32 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Tiempo, clarificación de objetivos, reajuste de las expectativas de mejo-

ra de la persona y rescate de sus capacidades y potencialidades serán los

aspectos básicos que tienen que enmarcar el diseño del plan de rehabi-

litación psicosocial.

Autocuidado • Falta de higiene personal• Hábitos de vida poco saludables• Inadecuada utilización de la ropa

Autonomía • Gestión del dinero• Utilización del transporte público• Formación académica deficiente• Carencia de hábitos laborales• Dependencia económica familiar

Autocontrol • Dificultad para el mantenimiento del tratamiento• Dificultad para detectar posibles crisis• Falta de habilidades personales

Relaciones interpersonales • Carencia de red social• Poca habilidad en destrezas sociales• Dificultad para hacer relaciones sociales

Ocio y tiempo de ocio • Aislamiento social• Carencia de motivaciones para hacer actividades• Gran dificultad para gestión adecuada del tiempo

El proceso de rehabilitación psicosocial tiene el objetivo de mantener a la per-

sona en el seno de su comunidad con el nivel de autonomía más adecuado

posible para vivir de una manera independiente. Por este motivo, es básica la

articulación de todos los recursos de cariz sanitario, formativo, laboral, judi-

cial, etc. que puedan ser necesarios en cada uno de los momentos de la vida

de la persona con trastorno mental severo.

Esta articulación de recursos es lo que denominamos continuidad asis-

tencial, de modo que con un trabajo profesional integral e integrado

en la comunidad la persona transite por la serie de recursos por los que

tiene que ser atendida en cada una de las etapas de su vida, sin que haya

vacíos asistenciales que fomenten la falta de atención de la persona y,

por consiguiente, su progresivo deterioro.

Las dificultades que suelen presentarse a la hora de hacer posible este proce-

so de rehabilitación psicosocial es la falta de referente profesional en muchos

momentos del tratamiento. Generalmente, la autoridad sanitaria hace que sa-

lud mental lidere el proceso del tratamiento de rehabilitación de la persona

afectada. ¿Qué pasa, entonces, cuando los servicios sociales o la atención pri-

maria de salud reciben y atienden a una persona que presenta síntomas evi-

dentes de trastorno mental de esquizofrenia pero que, quizá, no está atendida

por la red de salud mental o se ha desvinculado de la misma?

Page 33: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 33 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Aunque hay programas especializados para llevar a cabo este segundo proce-

dimiento, el retorno y la adherencia en el tratamiento especializado no siem-

pre, ni en todas partes, funcionan igual y son resolutivos en su intervención.

Desde el trabajo social sanitario, tenemos mucho que hacer y mucho que de-

cir. Podemos hacer visitas domiciliarias diagnósticas que nos ayuden a ver qué

está pasando en el domicilio y traspasar esta información al médico de familia

o al dispositivo de trabajo social de la red de salud mental.

Podemos hacer visitas domiciliarias conjuntas con los dispositivos de trabajo

social de servicios sociales y/o del centro de salud mental del territorio y con-

sensuar de manera conjunta con la persona con trastorno mental el tipo de

intervención para llevar a cabo.

Trabajo social sanitario, de primaria y especializado (primaria, hospitalización

o larga estancia) y servicios sociales son los pilares básicos de cualquier inter-

vención psicosocial con la persona con esquizofrenia y su familia ya que:

• La vinculan con el tratamiento farmacológico.

• La vinculan con el tratamiento psicosocial.

• La mantienen en el seno de la comunidad con las mejores condiciones de

vida posibles.

• Aseguran la continuidad asistencial después de un ingreso psiquiátrico.

• Velan por su buen funcionamiento social a lo largo de la vida.

La viñeta siguiente os puede ayudar a entender lo que estamos explicando.

Encarna es una chica de 35 años que se dirige a servicios sociales de atención primariapara pedir que una trabajadora familiar saque a su madre de casa, puesto que hacecinco años que no sale de la cama, desde la muerte del padre.

En un espacio de coordinación, la trabajadora social me comenta el caso y le digoque en la próxima visita le diga a la chica que venga al centro de salud mental paraexplicarme qué le sucede a su madre. Previamente, yo había comprobado si era pa-ciente del centro de salud mental y hacía años que se había desvinculado del mismo.Sufría una depresión grave recurrente.

Cuando Encarna viene al centro de salud mental, hace una petición de trabajo paraella. 35 años y nunca había trabajado. Empiezo el estudio de la situación y ya veoque hay indicios de trastorno mental en la chica: no sale de casa, comen leche ymagdalenas, la habitación donde murió el padre no se ha abierto desde hace cincoaños, no tiene amigos, ni ningún tipo de relación social. ¡Y pide trabajo! Le comentosi le importaría que fuera a ver a la madre a su casa y no se opone, al contrario.

Concertamos día y hora de visita domiciliaria, pero no me abren la puerta. Es naturalque pase esto. La desconfianza hacia un profesional que entra en casa es grande yhace patente la situación que quieren esconder. Volvemos a quedar por teléfono otrodía, y este sí que me abren la puerta. Viven con las persianas bajadas, la madre estáen cama, presenta una obesidad importante y algunas llagas en las piernas, y me diceque sufre de hipertensión.

Page 34: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 34 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Terminada la valoración inicial, les digo que si me lo permiten me pondré en con-tacto con los servicios de atención primaria de salud para que algún equipo de aten-ción a domicilio pueda visitar a la madre. Dada la buena vinculación que se estable-ce inicialmente conmigo, se puede dar entrada al resto de los profesionales que, demanera paulatina, irán visitando a la madre, primero en casa y después en el centrode atención primaria. La hija sigue viniendo al centro de salud mental donde haceun buen proceso de vinculación y tratamiento y, finalmente, se consigue que la ma-dre también se dirija al centro de salud mental para valorar su estado anímico y lanecesidad de algún tipo de farmacología y de actividades que la ayuden a tener unavida más organizada y activa.

El proceso de rehabilitación psicosocial pide una visión amplia de la situación

y una articulación de acciones organizadas entre los diferentes profesionales

del trabajo social de los distintos dispositivos sociales y sanitarios, así como

del resto de los profesionales especializados que trabajan en cada uno de los

equipamientos de salud (médico de familia, pediatra, enfermería, psiquiatra,

enfermería psiquiátrica, etc.).

Page 35: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 35 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Bibliografía

Häfner, H.; Maurer, K. (2006). “Detección temprana de la esquizofrenia: datos actuales yperspectivas futuras”. World Psychiatry (edición española, págs. 130-137).

Hernández, V. (2001). El funcionament mental psicòtic. Barcelona: Revista Catalana de Psi-coanàlisi.

Herz, M.; Lieberman, J.; Marder, S.; Mcglashan, T.; Wyatt, R.; Wang, P. (2003). Guíaclínica para el tratamiento de la esquizofrenia. American Psychiatric Association. Guías clínicaspara el tratamiento de los trastornos psiquiátricos. Barcelona: Ars médica.

Lacan, J. (1984). Las psicosis. Seminario III. Barcelona: Paidós

Leal, J. y otros (2006). La continuidad de cuidados y el trabajo en red en salud mental. Madrid:AEN.

Martínez-Zambrano, F. y otros (2001). Redes Sociales y esquizofrenia. Tipología familiar,necesidades y sintomatología. Barcelona: Diputació de Barcelona.

Moya, J. (2011). Elements bàsics de salut mental per a professionals de l’àmbit social. Barcelona:Generalitat de Catalunya.

Salzberger, I. (1990). La Relación Asistencial: Aportes del Psicoanàlisis Kleiniano. Argentina:Amorrortu.

Páez. C. (2001). “Derivació d’un usuari de Serveis Socials al Centre de Salut Mental d’Adultsde Sants”.Revista Catalana de Psicoanàlisi . Publicación del Instituto de Psicoanálisis de Bar-celon (vol. 18, núms. 1-2).

Páez, C. (2013). “Vides que respiren”. Revista de Treball Social. Col·legi Oficial de TreballSocial de Catalunya (núm. 198, págs. 119-124).

Páez, C. (2014). “El Club Social: un servicio social especializado para personas con trastornomental severo, un servicio joven e innovador”. Revista Agathos, atención sociosanitaria y bie-nestar (núm. 4).

Pajuelo, M. (2012). “Treball social amb famílies en un Centre de Salut Mentald’Adults”.Revista de Treball Social (núm. 197). Colegio Oficial de Trabajo Social de Cataluña.

Ramos, J. (2003). “Pla de serveis individualitzats”. Quaderns de Salut Mental (núm. 2). Bar-celona, CatSalut, Departament de Sanitat i Seguretat Social, Generalitat de Catalunya.

San Emeterio, M.; Aymerich, M.; Faus, G. (2003). Guía de práctica clínica para la atenciónalpaciente con esquizofrenia . Versión extensa. Barcelona: Agencia de Evaluación de Tecnologíae Investigaciones Médicas.

Tizón, J. y otros (1997). Protocolos y programas elementales para la atención primaria a la saludmental (vol. 1). Barcelona: Herder.

Webs

http://ddd.uab.cat/record/117258?ln=en

http://www.epsm-lille-metropole.fr/aujourdhui

http://www.nhs.uk/NHSEngland/AboutNHSservices/mentalhealthservices/Pages/Availableservices.aspx

http://www.puenteate.com/

http://www.2avia.org/

Page 36: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 36 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Anexo

Diferentes�protocolos�de�actuación�con�personas�con�enfermedad�mental

Uno de los objetivos de la atención a las personas con enfermedad mental es

conseguir que tengan una forma de vida satisfactoria, a pesar de las limitacio-

nes que supone la enfermedad. Este es el objetivo fundamental de las estrate-

gias de rehabilitación comunitaria. No es posible la recuperación sin contar

con un sistema comunitario que favorezca la integración social que requiere

la participación de los distintos recursos de la comunidad.

Se trata de diversificar los diferentes servicios: centros asistenciales, rehabilita-

ción psicosocial, asistencia social, pisos asistidos y servicios prelaborales, entre

otros, y de optimizar su utilización.

También es necesario que el entorno familiar y social sea favorable a la acep-

tación de las limitaciones que implica la enfermedad mental y avanzar hacia

un modelo de rehabilitación comunitaria no finalista, orientado a lograr un

nivel aceptable de autonomía y calidad de vida de las personas con trastorno

mental.

En este sentido, en el proceso de rehabilitación el desarrollo de una actividad

laboral, aunque no es la única, puede ser una buena alternativa para la inte-

gración social, siempre y cuando se den las condiciones objetivas para este

hecho, es decir, una cierta estabilización de la enfermedad que permita tener

motivación e interés para trabajar.

1)�Protocolo�de�coordinación�con�la�red�de�salud�mental

Trastorno psicótico

Esquizofrenia.

Trastorno delirante.

Psicosis de origen no orgánico, inespecífica.

Población diana

Toda la población atendida a partir de los 18 años de edad con signos o síntomas de alarma o diagnóstico establecido de trastornopsicótico.

Objetivos

• Hacer detección precoz.• Evaluar los signos y síntomas de alarma.• Hay que derivar todos los casos, previa vinculación asistencial adecuada con los profesionales de atención primaria.• Asegurarnos de que el paciente recibe una atención adecuada por los servicios de salud mental de las patologías mentales, una

vez diagnosticado.

Page 37: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 37 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Trastorno psicótico

Síntomas de alarma

• Irritabilidad.• Pérdida de concentración, pensamientos muy reiterativos.• Abulia, falta de motivación.• Ansiedad.• Sentimiento de inseguridad.• Astenia permanente.• Desconfianza, suspicacia, sentimientos de persecución.• Actitud agresiva.• Aislamiento social y de los amigos.• Conductas o actitudes percibidas como “raras” por el profesional o por la familia del paciente.• Excesiva preocupación por “cosas misteriosas”.

Aspectos clave que hay que valorar (en caso de sospecha de psicosis)

• Funcionamiento social (hogar, familia, educación, trabajo, actividades de ocio, interés en la red social).• Estado cognitivo (delirios, alucinaciones).• Estado de ánimo.• Curso del pensamiento (desorden, confusión).• Consumo de drogas (tabaco, alcohol y otros).

Preguntas clave (requieren una mínima vinculación previa con el sufrimiento del paciente)

• ¿Cómo os encontráis? (hay que empezar por una pregunta abierta).• En los últimos tiempos, ¿creéis que alguien os quiere hacer daño u os vigila?• ¿Creéis que alguien sabe lo que pensáis?• ¿Alguna vez habéis oído voces que otros no oyen?

En caso de sospecha fundamentada

Es necesario:• Establecer el diagnóstico diferencial con psicosis secundarias a patología orgánica o a consumo de drogas.• Derivar al paciente a los servicios de salud mental, previa vinculación adecuada con los profesionales de atención primaria.• Registrarlo en la historia clínica.• Asegurarnos del seguimiento del paciente mediante él mismo o un familiar referente.

En el caso del paciente diagnosticado

Es necesario:• Registrarlo en la historia clínica.• Asegurarnos del seguimiento por salud mental.• Asegurarnos de una adecuada atención de las patologías agudas y crónicas a lo largo de la vida del paciente.• Tratar al paciente como un individuo de alto riesgo biopsicosocial.• Asegurarnos de un examen periódico de salud (anual).• Asegurarnos del seguimiento de las incidencias por medio del paciente o de un familiar referente.

2)�Protocolo�de�atención�desde�el�programa�de�trastorno�mental�severo

El objetivo primordial de este programa es conocer a todas las personas del

sector sanitario de responsabilidad del centro de salud mental de adultos con

diagnóstico de psicosis, o que los servicios sanitarios y sociales prevén que

pueden ser candidatas a algún tipo de trastorno mental severo.Su responsabi-

lidad es desplegar todas las herramientas y líneas de intervención necesarias

para conocer y adaptar los servicios sanitarios y sociales a las necesidades con-

cretas de cada paciente y acercarlos tanto como sea posible a su medio natural,

consolidando así la continuidad asistencial.

Page 38: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 38 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Trastorno psicótico

Esquizofrenia.

Trastorno delirante.

Psicosis de origen no orgánico, inespecífica.

Población diana

Toda la población atendida a partir de los 18 años de edad con signos o síntomas de alarma o diagnóstico establecido de trastornopsicótico.

Objetivos

• Conocer a todos los pacientes susceptibles de ser diagnosticados de trastorno mental severo del sector sanitario correspondiente alcentro de salud mental mediante reuniones de coordinación con:– Servicios de atención primaria.– Servicios sociales.– Otros, vecinos, guardia urbana, etc.

• Evaluar los signos y síntomas de alarma.• Evaluar el grado de conciencia de enfermedad que tiene la persona afectada.• Establecer objetivos de atención comunitaria para evaluar el grado de deterioro del paciente:

– Visitas domiciliarias.– Visitas conjuntas de profesionales de salud mental y de atención primaria al centro de salud.– Entrevistas conjuntas de profesionales de salud mental y servicios sociales al centro de servicios sociales, etc.

• Derivación al centro de salud mental para diagnóstico y tratamiento posterior.• Asegurarnos de que el paciente recibe una atención adecuada por los servicios de salud mental, y el seguimiento posterior que

asegure la continuidad asistencial.

Síntomas de alarma

• Irritabilidad.• Pérdida de concentración, pensamientos muy reiterativos.• Abulia, falta de motivación.• Ansiedad.• Sentimiento de inseguridad.• Astenia permanente.• Desconfianza, suspicacia, sentimientos de persecución.• Actitud agresiva.• Aislamiento social y de los amigos.• Conductas o actitudes percibidas como “raras” por el profesional o por la familia del paciente.• Excesiva preocupación por “cosas misteriosas”.

Aspectos clave que hay que valorar (en caso de sospecha de psicosis)

• Saber si se ha desvinculado o nunca ha sido tratado por la red de salud mental.• Valorar el sufrimiento por la presencia de sintomatología activa, voces, delirios, etc.• Valorar el grado de aislamiento social ya esté en el domicilio, en el hostal o en la calle.• Valorar el desorden y confusión en el curso del pensamiento.• Consumo de drogas (tabaco, alcohol y otros).

3)�Protocolo�programa�seguimiento�individualizado�(PSI)

El objetivo primordial del PSI es adaptar los servicios sanitarios y sociales a las

necesidades concretas de cada paciente y acercarlos tanto como sea posible a

su medio natural, para consolidar la continuidad asistencial.

Trastorno psicótico

Esquizofrenia.

Trastorno delirante.

Page 39: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 39 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Trastorno psicótico

Psicosis de origen no orgánico, inespecífica.

Población diana

Toda la población atendida a partir de los 18 años de edad con signos o síntomas de alarma o diagnóstico establecido de trastornopsicótico.

Objetivos

• Evaluar los signos y síntomas de alarma:– Aislamiento social.– Grado de descompensación psicótica.– Valorar salud mental del entorno familiar.

Síntomas de alarma

• Irritabilidad frente a la presencia de profesionales.• Pérdida de concentración, pensamientos muy reiterativos.• Abulia, falta de motivación.• Ansiedad, nerviosismo exagerado.• Sentimiento de inseguridad.• Astenia permanente, descenso de peso repentino y rápido.• Desconfianza, suspicacia, sentimientos de persecución.• Actitud agresiva verbal o físicamente.• Aislamiento social y de los amigos.

Aspectos clave que hay que valorar para hacer un buen vínculo terapéutico

• Capacidad para mantener una conversación o un discurso coherente.• Aceptación de la ayuda profesional.• Explorar los motivos por los cuales se ha desvinculado de la red de salud mental.• Valorar a los miembros de la familia, vecinos o amigos cercanos que nos pueden ayudar a conseguir un primer paso de acercamiento

al centro de salud mental.• Dar confianza, mostrar que estamos interesados en ayudarlo utilizando el tiempo que sea necesario.• Trabajar con cuidado, tacto y prudencia.• Si trabajamos con prisas y de manera invasiva, se abortará el proceso de vinculación.

Urgencia en la actuación

• Si valoramos que la persona está muy descompensada.• Si hay riesgo de autolisis.• Si hay riesgo de agresión física y/o verbal a la familia, vecinos u otros.• Articular las gestiones necesarias para instar un ingreso involuntario.• Mantener la coordinación con el servicio de urgencias y unidad de agudos para asegurar un buen regreso a la comunidad con un

tratamiento establecido y una pauta de medicación que deberá mantener.

Mantenimiento de la vinculación con la red de salud mental

Con el paciente:• Entrevistas diagnósticas que nos permitan explorar todos los ámbitos de su vida familiar, social, laboral, económica, etc. para detectar

qué áreas pueden mejorar.• Reuniones de coordinación mensuales con los servicios de atención primaria y servicios sociales para detectar y determinar cuáles son

los objetivos que hay que trabajar desde cada servicio, pero con absoluta coordinación entre nosotros. Este aspecto dará contencióny tranquilidad a la persona con enfermedad mental, que ya se siente bastante dispersa y desestructurada.

• Visita domiciliaria si se detecta que no ha asistido a las dos últimas visitas.• Gestión telefónica para recordar la asistencia a la visita con el médico psiquiatra o /y enfermería.• Registrarlo en la historia clínica.

Cómo trabajar la vinculación con la familia

Page 40: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 40 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

Trastorno psicótico

Con la familia:• Entrevistas exploratorias para saber en qué grado la familia puede ser un agente de detección de posibles desvinculaciones.• Asegurarnos de que la familia conoce y entiende la enfermedad del familiar afectado y colaborará en el seguimiento del paciente

en la red de salud mental.• Ayudar a la familia cuando prevé posibles recaídas a que su visión e información lleguen al médico psiquiatra para que lo tenga en

cuenta y, juntos, diseñemos programas de intervención que eviten una nueva recaída y posterior desvinculación.• Entrevistas de seguimiento con la familia para que esta se sienta ayudada, contenida y necesaria en el proceso de mejora y estabi-

lización de su familiar.• Promover la salud mental y física de la familia puesto que cuanto mejor se encuentre esta, mejor hará su papel de promotor de salud

y agente colaborador de la red de salud mental y sanitaria.• Valorar y diseñar líneas de intervención para otras enfermedades orgánicas que pueda sufrir el paciente.

En lo que respecta a los pacientes con trastornos mentales, y especialmente

a los que tienen cuidado de los mismos directamente, con frecuencia se ven

obligados a cambiar o incluso abandonar sus proyectos vitales personales, sus

actividades sociales y profesionales. La dinámica familiar se puede ver tam-

bién muy afectada y los cuidadores pueden presentar un burn-out debido a la

sobrecarga que sufren. Asimismo, es frecuente que la enfermedad mental esté

presente en más de un miembro de la familia.

En cuanto a la enfermedad mental, la familia puede ser considerada como

un factor de protección y de riesgo y, por este motivo, requiere también un

importante apoyo desde los servicios sanitarios y los servicios sociales.

4)�Protocolo�de�atención�a�la�familia

• Acogida familiar para detectar el grado de conocimiento del estado de la

persona afectada.

• Entrevistas familiares de seguimiento para acompañar el proceso del en-

fermo.

• Derivación a grupos de ayuda mutua siempre que haya capacidad de ela-

boración de aspectos emocionales en las asociaciones de familiares del te-

rritorio.

• Derivación a grupos multifamiliares del centro de salud mental de adultos

del municipio.

• Seguimiento coordinado con trabajo social de atención primaria, salud

mental y servicios sociales (si es necesario).

• Seguimiento individualizado que nos permita detectar aspectos saludables

de la familia que actúa como agente de promoción de la autonomía del

paciente.

Page 41: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario

© FUOC • PID_00270214 41 Trabajo social sanitario en personas con trastorno mental

• Detectar síntomas de cansancio y ofrecer servicios o programas de respiro

familiar.

• Promover actividades que ayuden a hacer relaciones sociales fuera del do-

micilio: actividades de ocio, deporte, etc.

Page 42: en personas con trastorno mental Trabajo social sanitario