en la soledad del escriba
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Libro de Poesía, antología poéticaTRANSCRIPT
CARLOS DE TOMÁS
Nace en Navalmoral de la Mata (Cáceres) 1960
Actualmente reside en Salamanca
Poesía publicada:
Atardecer, Salamanca 1979
Revista Atril, Salamanca 1979 – 1980
Antología Novísimos Extremeños, Badajoz 1980
Repetición de la Palabra, Ed. Europa, Salamanca 1983
Novela publicada:
El cuaderno veintiuno, Editorial Chiado, Lisboa 2010
Artículos publicados:
Revista suite101.net (cultura y libros)
ENLA SOLEDAD
DELESCRIBA
(Antología 1986 - 2006)
Carlos de Tomás
© Carlos de Tomás www.carlosdetomas.es
Edita:
pasionporloslibros
pasionporloslibros
pasionporloslibroswww.pasionporloslibros.es
ISBN: 978-84-938267-6-5
Depósito Legal:
Impreso en Valencia
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Índice
Pág.
Introducción ............................................................................ 7
EPÍTOME PARA LA SINFONÍA (1986) ..................................... 11
POEMAS DEL DESTIERRO (1986-1996) ................................. 25
EN LA SOLEDAD DEL ESCRIBA (2002 – 2005)
Poemas de la guerra ............................................................... 49
Una Sinfonía Incompleta ........................................................ 55
Del amor que vendrá .............................................................. 85
Hacia el mar……… ................................................................. 85
Encuentro ............................................................................... 87
Unión ...................................................................................... 91
El viaje .................................................................................... 93
El eterno retorno ..................................................................... 95
Poema ..................................................................................... 96
Último poema de la guerra ..................................................... 97
POEMAS DE LA HABANA (2005-2006) .................................. 99
7
Introducción
Un libro imprescindible para conocer la poesía del
autor; a través de sus páginas nos adentramos en la
evolución de la obra poética de este escritor extre-
meño. La antología abarca veinte años de creación,
desde los versos de finales de los ochenta hasta
los más comprometidos y profundos de los últimos
años, pasando por un periodo de producción difícil,
donde lo que hace es más investigar con las pala-
bras, repetir ideas en un circunloquio de búsqueda
constante.
Antes de adentrarnos en su poesía, a modo de bio-
grafía breve: nace en Navalmoral de la Mata (Cá-
ceres) en 1960. Estudia en Cáceres y Salamanca
los últimos cursos del bachillerato, ingresando en
la Facultad de Derecho en 1977. Entonces sus lec-
turas se centraban, además de en los clásicos, en
Juan Ramón Jiménez y la Generación del 27. Aque-
llos días comienza a relacionarse con jóvenes poetas
en coincidencia de inquietudes; es el bullir intelec-
tual de la transición política. Fruto de esos años, su
primer libro “Atardecer, Salamanca 1979”; un librito
primerizo, lleno de ilusión, la misma que compartía
con Vicente R. Manchado cuando fundaron la revis-
ta poética “Atril” donde publican todos sus amigos.
Casi todos editaron su primer libro entre 1978 y
1980. Sale posteriormente del aislamiento del grupo
8
“Atril” y comienza a conocer otros autores que pulu-
lan por aquel tiempo en Salamanca. Conecta con los
miembros de la revista poética “Aljaba” (ambas re-
vistas coexistieron entre 1978 y 1982 en Salaman-
ca, apartadas de las corrientes oficialistas de la ciu-
dad, que en aquel entonces era la revista “Álamo” y
los poetas adscritos al Ateneo). En 1979 comienza a
asistir con asiduidad a la tertulia “Orilla Izquierda”,
dirigida por el vicerrector de la Universidad Pontifi-
cia Alfonso Ortega (fundador de la Cátedra de Poé-
tica). En este nuevo periodo sus lecturas se centran
sobre todo en Cernuda, Cesar Vallejo, y descubre a
Guillermo Carnero y Aníbal Núñez, con éste último
mantiene una fluida relación. Esto supone un dis-
tanciamiento de su primera obra y de ahí saldrá su
segundo poemario “repetición de la palabra”, Sala-
manca 1983. Desde entonces, es un autor que no se
prodiga en la publicación. Sin embargo, sí lo hace en
revistas y periódicos; en “quince días” de Cáceres,
“seis y siete” de Badajoz, y es incluido en la “Anto-
logía Novísimos Extremeños” que publica la editorial
del diario “Hoy”. Cabe destacar también, las rese-
ñas literarias que escribe en el diario “El Adelanto”
mientras fue director Enrique de Sena. Entre 1982
y 1984 se relaciona en Madrid con varios escrito-
res adquiriendo otra perspectiva, si bien los libros
que surgen después de 1984 y hasta 2002, siguen
la misma textura de “Repetición de la Palabra”. En
1996 “Poemas del Destierro”, 2002 “Metapoemas”.
En 2006 “En la Soledad del Escriba”, su obra princi-
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pal y clave para comprender al autor en toda su ex-
tensión. Como un amanuense transcribe el entorno
y habla de la guerra, de la batalla, de todas las ba-
tallas que son una, del sufrimiento; culminando su
obra con la lírica de la esperanza, pero no cualquier
esperanza; se trata de una esperanza en la espera,
en el no hacer, en la paz interior buscada, acaso dis-
frutar del amor después del combate, y escribe dan-
do paso al verso: “antes de escribir de amor tengo
que escribir de guerra…” En este libro encontramos
distintas influencias; Pessoa, Hölderlin, el Taoísmo,
entre otras. La Antología termina con unos versos
de su obra “Poemas de la Habana”, aquí el poeta en-
cuentra la libertad que tanto ha buscado y se hace
más transparente; el libro comienza a escribirse en
La Habana en 2005 y lo termina en Salamanca en
2006. A partir de ese año su producción se centra
en la narrativa, “Relatos de la Ciudad Gris” 2009,
la novela “El cuaderno veintiuno” 2010. Lleva varios
años preparando una biografía y actualmente tra-
baja en una nueva novela.
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Epítome Para La Sinfonía
1986
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Arte Poética
Tendida la pluma en la cornisa
De las olas, un discurso el numen,
Era falso quel orfebre trajera
Caracolas.
Cegaría la liturgia de las manos
Para estamparte damasquinos
Tu soledad.
Hembra de mármol bruto
Tallada con escoplo de medusa,
Y brotan las caderas
Como ondas de verbos,
Torreones de números
Enturbiando la rima.
Precisa la cadencia, suave palabra
Y compás de estigma encendido
Con el gris discurso del no hacer.
Impotente, sin romper un verso,
Buscando la sorpresa, los arábigos
Contarán mil juegos de salón.
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Confundido el oyente, como tantas veces,
Se le explicó de forma breve
Que no llora, ni rompe vidrios la guitarra,
Vive disuelta entre el nácar,
Plumas de placer, no dagas,
Al blanco de tu garganta.
La caballería, estéril criatura,
Sobre los chorros de alquitrán
Gastando las horas que te restan
De la muerte flácida.
Yago inhiesto, tus circuitos
Adolezcan ciertos nervios,
Y te pongan velos al empecinado rostro,
Disfrute de salidas, a conquistar
Guerreros del tiempo en color
Y luces, tornasoles adorando las almenas
Que protejan a los locos.
El combate siempre, o ciertos días,
Excepto los jueves,
De truenos mensurables.
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Maldoror
Es mucha imaginación
Recordar la figura
Del desdichado Conde
Si lo era en el cuarto
De hasta color cierto
En las paredes le pongan
Cuatro metros por cuatro
Es mucha casualidad
Se pretendan tan sabios
Cotillear lo íntimo
A espaldas del noble
Si apetecía de hembra
Los días pares
Por capricho supongo.
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Contra Los Que Habitan Las Sombras
Esta sinfonía incompleta que dispone
La tarde, rizada de madreperlas
Rojizo trueno excepto las sombras,
Desmesurados huecos o recodos,
Sinfonía térmica en los ataúdes
Gris pergamino de versos adosados,
Tocados con historia de mentideros,
Poemas chismes las más veces, otras
Descripción de muros, torreones,
Arquitrabes, flores lis dos mil veces
Talladas en fina pedrería.
Aunque fuera la piedra pronombre del Ser,
Verso largo, tan tendido espíritu
Los endecasílabos mueren por la ausencia
De once ritmos, para qué continuar
Incompleta obra, más bien te robaron
La muralla de tus manos, el escoplo
Que sudara los dedos de Calíope.
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El verso algunas veces imposible
Cuenta ausencias, el camino más largo.
Los inviernos terminan escritos,
Recompuestos con piedras blandas
Y ni tus manos la extravagante muestra
Ese recuerdo de círculos andantes,
Ágil la factura del agua, las ondas.
Qué impresión segundos de historia
Interpuesta, superpuesta, bagaje escaso
Las menos veces, sinfonías incompletas.
Para qué seguir inventando tus miembros.
Cada rima que olvido, una cifra
Añadáis al desconsuelo del viaje.
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sobre un cuadro que ofrecía un gran espectáculo
El cuadro, la pintura, esa pintura miente,
Ojeriza le tengo al apuesto doncel,
Ni los colores me emocionan,
La atrevida dama pensó,
Y el artista otro día más inquieto
Sin terminar la obra, la factura del aire
O la rabia del terciopelo divisorio
No aciertan a conseguir el punto de sutura,
O era el de escape,
Ni la obra por sí misma engaña.
La luz huye a hurtadillas del salón,
La mirada neutra, el plano inferior
Coincide con la frente del más bajito,
Que ira agacharse a contemplar
La dorada mancha del cabello.
Grietas en las cadenas, los eslabones
Perdidos por los pasillos, el ruido
Esas gotas de fantasma ultrajado,
El místico conversar metálico.
Cada amanecer, desde entonces,
El día es más blanco sin detergentes.
La representación entre el marco
Perdió su carácter épico.
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Los Espejos Tenían Manchas
En otro tiempo eran otros días
Y los espejos una novedad
En todas las escaleras, los corredores,
Como túneles de ultramundo
Contrarios a la atmósfera de oscura carga
Quizá algo fúnebre. Fue posterior
La ocurrencia de diezmarlos
Introducir en sus enclaves
Los rostros coagulados de sus próceres,
Qué lástima, aunque el efecto negativo,
Y la atracción a la pintura era igual
Quel coqueteo vespertino de la dama.
Si cualquier día utilizáis el espejo
Como entreacto, os divertirá de que manera
La sonrisa, la mueca amarga, o quizá
La desconfianza del cristal, o el frío
Yerto de su tacto, no supongáis después
En el segundo acto de la comedia
Haber entretenido el espíritu.
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Poemas Primero Y Segundo Para Amadís (A Su Más Ferviente Discípulo)
1.
Ninguna gota de mixtura
De cualquier bodrio preparado
Do quiera coima de hábil mano
Las más veces desperdicios y
Sangrajos de ibérico puerco.
Otras, variadas raíces
De cualquier forma ponzoñosas.
Tener en cuenta que no hubo
Nada que le soliviantara.
2.
Tal número de volúmenes
No sirvieron para demostrar
Que, apilados sobre cabeza
Tan lúcida, resquebrajaran
El grueso y mamposteado cráneo
Y de esta forma injertada
La tinta de varios ídolos
Le enviaron al paraíso
Que Silva o Montalvo soñaran.
21
Este Concierto De Salvajes Fugas
Este concierto de salvajes fugas
Goteo rojo excepto los jueves,
Que salgan a jugar las criaturas
Ya les amputen los miembros
Cualesquiera, no sin distinguir
Lo más sabroso al paladar
De las espadas pulimento
Cualquier noche de brillos
Al claro de las lunas, varios
Timbres se descomponen
A los rayos discurso pasacalles
Pienses en docenas de módulos.
Un comienzo tan perfecto y en la hora
De las horas ir terminando la paciencia
Imperfecto placer olvidar el recurso
De los estanques, los charcos, las sangres.
Crecer, aplastar con cadenas el polvo.
Eslabones miles, excepto los jueves
Del año, tengan que habilitar
Sanatorios musicales a los sordos.