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El viaje por América de un contemporáneo («Continente vacío» de Salvador Novo) 1. LOS PEREGRINOS SENTADOS Y SU CAMINO INTERIOR ¿Por qué va uno a París? En 1902 Amado Nervo se hacía esta pregunta; una cuestión que, como él afirma entonces, no significa nada y, sin embargo, ca- racteriza cierta actitud exótica, errante, voluntariamente orientada a la extra- ñeza, propia de todo modernista que se precie. “¿Por qué va uno a la India. como Jules Bois; a España, como Rubén Darío; al Japón, como José Juan Tablada’?, Después de tal interrogante planteada por Nervo, si algún movimiento o crístalización literaria se siente en la obligación de aproximar su respuesta, nínguna contestación será tan conflictiva como la que se atreven a formular veínte años más tarde el llamado grupo sin grupo, la compleja generación de los Contemporáneos. Porque, en conjunto, se muestran preocupados por satisfacer esto que Gómez Carrillo llamaba la psicología del viaje, pero, en cambio, manifiestan una clara reticencia hacia lo que supondría su aplicación inmediata y prácti- ca. Resulta curioso el inmovilismo, la falta de aventura y la inercia que les pa- raliza. Desarraigados hasta levantar las injurias de los amantes de la patria, cosmopolitas y universales hasta verse calificados de extranjerizantes o foraji- dos, permanecen, no obstante, quietos, absortos y abrazados a su casa, en su lugar, al lado de sus libros. Realmente la generación fue sedentaria; o no fue tan rápida o predispuesta como sus padres, los previos ateneístas. Y en ella no podremos encontrar nun- ca la pasión extraterritorial con que actuaba el ubicuo Alfonso Reyes. 1. A. Nervo: «¿Por qué va unoa París?”, Obras Completas, Madrid, Aguilar, 1967, 4.> cd. Anales de literaturu hispanoamericana, núm. 23. Editorial Complutense, Madrid, 1994.

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El viajeporAméricade un contemporáneo(«Continentevacío»deSalvadorNovo)

1. LOSPEREGRINOSSENTADOS Y SU CAMINO INTERIOR

¿Por quéva uno a París?En 1902 AmadoNervo sehacíaestapregunta;unacuestiónque,como él afirma entonces,no significa naday, sin embargo,ca-racterizacierta actitudexótica,errante,voluntariamenteorientadaa la extra-ñeza,propiadetodomodernistaquese precie.

“¿Porqué va uno a la India. como Jules Bois; a España,como RubénDarío;al Japón,comoJoséJuanTablada’?,

Despuésde tal interroganteplanteadapor Nervo, si algún movimiento ocrístalizaciónliteraria se sienteen la obligación de aproximar su respuesta,níngunacontestaciónserátan conflictiva como la que se atrevena formularveínteañosmástardeel llamadogruposin grupo, la complejageneracióndelosContemporáneos.

Porque,en conjunto, se muestranpreocupadospor satisfaceresto queGómezCarrillo llamabala psicologíadel viaje, pero, en cambio,manifiestanunaclarareticenciahacialo quesupondríasu aplicacióninmediatay prácti-ca. Resultacuriosoel inmovilismo, la falta deaventuray la inerciaqueles pa-raliza. Desarraigadoshastalevantar las injurias de los amantesde la patria,cosmopolitasy universaleshastaversecalificadosdeextranjerizanteso foraji-dos,permanecen,no obstante,quietos,absortosy abrazadosa sucasa,en sulugar, al ladode suslibros.

Realmentela generaciónfuesedentaria;o no fue tanrápidao predispuestacomo suspadres,los previosateneístas.Y en ella no podremosencontrarnun-ca la pasiónextraterritorialcon queactuabaelubicuoAlfonsoReyes.

1. A. Nervo:«¿Porquéva unoaParís?”,ObrasCompletas,Madrid, Aguilar, 1967,4.> cd.

Analesdeliteraturuhispanoamericana,núm. 23. Editorial Complutense,Madrid, 1994.

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Aunque Torres Bodet conocea la perfecciónFranciao España,dondellega a publicar, y aunqueCarlosPellicerviaje interminablementepor Euro-pa,residiendolargastemporadasenMilán, Florenciao Roma,alcanzandoensu locura vagabundalas murallasde Tierra Santa;por mucho que GilbertoOwenconsigasobrevivirenel fondo de suneoyorquinaprisión/pensión,re-gentadapor la católica Mrs. Pritchard;por mucho que protagonicenunosyotros esporádicassalidas,en todos ellos se insinúa la negranostalgia,unanostalgiaque haceestragosparticularmenteen el sensibleVillaurrutia y lelleva acreerse“atacadode un mal cuyaúnicacuraciónconsisteenvivir, si noen México, sí cuandomenosa la alturadeMéxico» 2 Languideciendodeme-lancolíaencuantosealejanun poco,estospoetas,denostadospor absentistasy ajenos,prefierenquedarsedondeestán.

Algo les retieneen aquellascallesy barrios.Algo les obliga apermaneceren unaciudadquecadadía lospersiguecon unacríticadistinta y másferozya la queellos,pocovirilesy muyafrancesadosparala opinionconservadora,sededicanaescandalizartambiéndiariamente.

- Así pues;aunque-abiertos;-profundamenteinteresados-yenterados-de

Europa,nadales muevede supuesto,«afincadostan celosamenteenMéxico.Allí recrearonsu isla reducto—comentaLuis Maristany~—, aisladosde unmundo que,como la mouchevolante de M. Teste,aunquellegue a resultarobsesivo,no constituyasino un minúsculodetalleirrelevante>’, un datomíni-moqueapenaslesdistraede susoledady desu aislamiento.

De hecho, PaulValéry les proporcionabael modelo de intelectualpuro,del estetaseparadode las cosas,entregadoa! solo análisis de los caminosmentalesy cuyo único trasladoesaquelqueconducehastalosumbralesde lapoesía.En la extraordinariafigura de Monsicur Teste, quedabaencarnadauna verdadera«chimérede la myrhologie intellectuelle,ahora trasplantadain-tempestivamentea los laresdeMéxico” ~.

La asepsiareflexiva, el terror hacia lo realy hacialas implicacionesdelotangible,el deseoexclusivode un rigor lógico son algunosde los efectosdeltestimonioo complejode TestequeGorostizajuzgabarasgoprimeroy másas-fixiante de sugeneración,unageneraciónsin dramay un grupo estrangulado:«El tóíitacto con lo vivo lléga a con~iderarseentre nosotroscómó impó-dor» ~.

2. J. Gorostiza:«Cartaa XavierVillaurrutia”. enLos Conieníporóneospor si mistnos,Revistode la UniversidaddeMéxico, México, vol. XXI. n.” 6. febrero 1967,p. IX.

3. L. Maristany: <Introducción, Poesia.s «.?ontemporóneos),Madrid, Anaya & Muchnik,i99

2,p. 25.4. Id, p. 25.5. l..a autor.n.?icaa que,conmotivo de unareseáaal libro Cripta deTorresBodet, sesomete

JoséGorostizaresultatino de los momentosmásagudosen la clarificación dela concienciaqueel grupoContemporáneosteníadesí: «No creo queseaposibleencontrarenesegrupodesole-dadesque dijera rorres Bodet,otra característicacomúnque el solo rigor crítico con que seconsagróa la poesía.(...) esc rigor evolucionahaciaun idcal dc forma queempiezaporeliminardc la poesíasólo los elementospatéticos,peroqueacaba,cadaves,másambicioso,poreliminar

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Evidentementecon talespresupuestosdescarnadosy unavida reducidaala especulación,el viaje que cualquierade ellos sepropongacomo ideal noseraotro queel itinerario alrededorde sí, la visita a uno mismo,el recorridopor lo más interior. Y el uníco movimientoa emprenderes el que nos de-vuelveallí de dondepartimos.Comienzaa sercierta paraellos la paradoja dequeel mejor de todoslos desplazamientoses el queincita a un pronto regreso6:

el viaje, por tanto, inmóvil y devuelta, un turismo estáticocuyaslíneasbási-casquedanexpuestassobretodo a travésdesu revistaUlises.

Fundadaen 1927,con unacortahistoriay dirigida a la parpor Villaurru-tia y SalvadorNovo, el titulo obedecíaa una compulsióndebúsqueday co-nocimiento,de curiosidadinagotablehaciatodo lo exterior,venido de otrolado.Pero,además,sealudíaveladamenteal retornocomo la máspuraformadela partida,al retornoelevadoa necesidadmoral~.

Ulises no essólo un hombreen destierroy en erranciacasicontinua,noes sólo un ingenio esforzadoy enfrentadoconsigoy con susfuerzas.Es,prin-cipalmente,un marinoquevuelve;es el protagonistade uno delos nosto4loscantosde los aqueosqueregresantras Troya. Guillermo Sheridanapuntaenigual dirección—la extranjeríacontemporáneaadoptala modalidaddel arrai-go en la propia tierra y confirmaciónde esearraigo desdelejos~— y cita en sudemostraciónlas palabrassobreel héroegriego deAndré Gide que los delgrupo frecuentaban,y que conviertensu epopeyahaciaItacaen una exalta-cion del gestofísico de volver », a pesaro en medio de riesgosqueenrique-cenel espíritu.

Porque,al fin, «La Odiseano esun libro de aventurassino deproblemas>’,en la frasede EugenioD’Ors queVillaurrutia escogepor epígrafede uno delos númerosI(<; es decir, un periplo propuestoa la razón,unatravesíade lamente.

El viaje adquiereentoncesen los Contemporáneoslos caracteresde unaverdaderainquisición, entendidaen su valor etimológico. Se transformaen

todo lo vivo. Así, unaclaratendenciahacialo clásico, seconvierteporasfixiaenun horrora lavida,en un testimonio—J’ai raturéle vif— quehahechoaparecera todanuestrageneracióny nosolamentealgruposin grupocomounageneraciónsin drama.’> Vid J. Gorostiza:«La poesíaac-tual deMéxico”, en los Contemporáneosporsímismos,op. cit., p. X.

6. 1. TorresBodet:«Cartaa Xavier Villaurrutia,<, enLos Contemporáneosporsímismos,op.

7. J. Gorostiza: «Cartaa Xavier Villaurrutia”, en Los Contemporáneospor sí mismos,op.cd.,p. IX.

8. 6. Sheridan:<‘1927: Hay que perderseparaencontrarse’,Los Contemporáneosayer, Mé-xico, FondodeCultura Económica,1985,p. 283.

9. «Ulises es el único héroegriego que regresaa un hogar fiel, lleno devirtud y pacienciaporquepermanecediez añosseparadodeél y por muchosobstáculos.(...) Algo haydeSindbaden Ulises;estoyconscientedequeañoraItacaperoesbajoel signodel infortunio...”, vid. A. Gi-de: “Pcnséesde mythologieclassique’<, Pretextes,Paris, NRF, 1919,p. 232. Cit. y trad. por 6.Sheridan:Op. cd,p. 283.

10. Vid. Ulises, México, ni 1, mayo 1927.ReproducidoenRevistasliterarias mexicanas.Uli-se,’. Escala,México, ediciónfacsimilar,FondodeCulturaEconómica,1980.

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un exclusivo indagarteórico y por un paisajecerrado,cartográfico,erudito,

por un circuito interior. Se convierte en un desplazamientorestringidoa laalcobay a labiblioteca.

En uno de lostextosquemásinfluenciatuvieronespecialmentesobreVi-llaurrutia a la horade configurarestaretóricadel viajero contemporáneo,unrelatode JuanChabásaparecidoen la Revistade Occidente,el personaje,an-sioso de experienciase imposibilitado para cumplir sus proyectos, comobuenperegrinosentadoqueanteponela imaginacióndelas fasesdel viaje a surealizaciónmisma,sueñacadahoracon un nuevorasgoqueañadira su siem-preabandonadaempresa.Y seencierraentrelibros quesuplencon informa-ción la realidada la queno es capazde enfrentarse.

“Estabatodo el díaleyendoensu casa.Preleríalos libros deviaje: erauna ín-tima compensacióndesu quietud. lomabaun libro y el Vidal Lablanchey se pa-sabahorasmuy largasmirando en el mapala ruta del viajero.Teníaya del mun-do unavisión cartográfica

- - Setrataba;porConsiguiente,de afirmar la introspeccioncomo el recorri-do preferente,de visitar el mundodesdeel mapay la reflexión; se trataba,endefinitiva, del voyageautour de ma chambre>2, la frase de Paul Morand quelos del gruposingrupoeligenpor divisaa partir del pasodel novelistapor laactualidadmexicanaen 1927 3

La frasemorandianaproveníade unafuentemuy anteriory deun pasadocasi legendario.Morandseinspirabaen un mínimolibro, un libro neoclásicoeilustradoquese publicó hacia 1795 en SanPetersburgodondetranscurríaelexilio desuautor,huido dela Franciarevolucionaria.

La novela, El viaje alrededor de mi habitación, era obra de Xavier deMaistre, hermanodel estadistay filósofo Joseph,y en ella —como su títuloprecisa—operabareuniendoimágenesantitéticas.Entre ámbitosquejuzga-ríamosdisimiles —la habitación,la recámarafrentea la amplitudexigidaporlas expedicionesaventureras—se entablaunacontinuidad,unacercaníaque

II. J. Chabas:‘<Peregrinosentado”,Revistade Occidente,Madrid, V,julio-septiembre1924.p. 71. Sobrela conmocionque causóel cuento en los Contemporáneoscomo testimonioyadelantode su propio ideario —“La posibilidad dc viajar conel Baedeckerseharálugar comúnentrelos Contemporáneosy significaquesepuedeviajar por París,porejemplo,recorriendolaciudaden los mapas”—,vid G. Sheridan:«1926:La invitaciónal viaje”, o~ cd, p. 222n,

12. «La tete auPole, les piedssurlEquateur.quoi quon fasse,cesttoujours le voyageau-tour dema chambre.”P. Morand: Ulises, op. ciÉ,p. 46.

13. En la sección“El curiosoimpertinente” del númerouno de Ulisesse hacecrónicadeesavisita y se mencionacómoun poetaanónimodeslizó,a mododebienvenida,enel bolsillode la chaquetadeMorand unosversosinspiradosensu famosasentencia.-”Inmobileaulourdema chambre,/j’ai fait ayeevous le tour du monde.!Alors je fus convaincu,/malgré toute lageografie,!quela terren’était pasronde./ Lorsquej’ouvre votre nuit dosel—éditions NouvclleRevuefrangaise-/j’entre dansun hotel cosmopolite!plein dechambresdebruit el deparesse.”El texítí It> citamoscomo pisía y declaraciónde esaconcepcióninmovilista e íntima del viaje.Id,p. 42,

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consiguevolvernossinónimos.El viaje seinstalaen el interior del cuartoha-bitado y a sus límites se sometepara verse,al final, reducidoa circunvala-ción, circumambulacióndentrodel mismo.

‘<Es el gran temadel viaje sedentario,alrededorde la habitación. Nuevama-nerade viajar, que Xavier esperfectamenteconsc,eníe¡le inlrod,,cir por primeravez(.4 y en el que,finalmente,habitacióny viaje, imaginacióndel alma e itinera-rio mundano(.4 no son sino las dos carasinseparablesy parecidasdel mismoestadodel ser t4

La enunciaciónva así describiendolas etapasde esteprocesointimista.Se elogia encendidamentelas virtudesde sillón, láminasy cuadros,los mue-bIesdiferentesdel lugar; secantala blanduradela cama,el sitio deliciosoy sedetienenlos ojos como final del caminoen la contemplacióndel espejoy enel reconocimientoque brinda. Porqueel desenlacedel peregrinajedomésticono puedeconsistirsino en el propio descubrimiento,en el rostro del viajeroreflejado en su luna. Recordemosque también los Contemporáneoshacendelo especular—Villaurrutia por lecturadeCocteau,peroademásNovo consus Reflejos—el espaciodela máximalucidezy del absolutoencuentro.

Paul Morando Xavier de Maistre,JuanChabás,incluso EugenioD’Orscon su Oceanografíadel tediocontribuyena fundar la ideologíaexpediciona-ria deContemporáneos.Sobretalesnombresseconstruyesunormativao re-gulaciónde lo queel hechode viajar debaser. Las salidasefectivaso imagi-nadasquecadauno cumplatendráesehorizonteideal al queremitirse:el delviaje como experienciainterior, más literaria y teórica que real, más biblio-gráficaqueverdaderamentevivida, el recorridopor uno mismo sinpartir decasa.

II. VIAJE DE NEGOCIOSOLA MALETADEL SECRETARIODE EDUCACION

Con talespremisas,SalvadorNovo parecetenerquedarcuentadelasve-cesque,por motivosdetrabajo,seausentedeMéxico. Bien cuandomarchaaHawai pararepresentara su paísen la ConferenciaPanpacífica(sic~) sobreEdu-cación y Rehabilitaciónde 1927, bien más tarde al acudir a Montevideoa laSéptimaConferenciaInternacionalAmericanadesignadopor el Gobierno,Novo reitera susdisculpas y se excusapor cumplir con viajes carentesdeprestigiosegúnel código contemporáneaEn las dosocasiones,la partidanosólo no es hacia Europa—el único destinoqueel grupoconsiderabay estabadispuestoa admitir—, sino queteníaunaraíz y un fin burocrático,lo quepo-díaseraúnpeor.

14. 0. Durand:«El viaje y la habitaciónen la obradeXavier deMaistre”,De/a ,nhtocríticaal mnitoanólisi& Figurasmíticasyaspectosde la obra Barcelona,Ed.Anthropos,1992,p. 175.

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SalvadorNovo se presentaen amboscomo un simplefuncionarioqueacataordenesy realizaun recorridode otro modo nuncainiciado.Su resistenciaaabandonarciudady amigos,la añoranzaquele invadedesdelaprimerahora,sudesgana,el lamentocontinuo —“En realidadyo no teníaningunanecesidaddeir a Washington.Es éste, desdeluego, un viaje que no pensénuncaempren-der” ~ se repitena lo largo de las páginasen que recogela crónica de susaventuras.La autoexculpación,la inerciaqueel secretarioy enviadoespecialnoseatrevea romperfuncionana mododetópico de exordio,unacuriosacaptatiobenevolentiae,en el frontispicio de los dos librosnacidosde susdesplazamien-tos, tanto el que hablade la estanciahawaiana—su Return Ticket, publicadovanguardísticamenteen estuchesde piel y cartonéconformadevalija y coneti-quetasdellegada—,comoel quedesarrollasu periplo por América, (ontinentevacto.

“Ahora me mandanfuerade estaciudad de la que no esperésalir nunca (.4.Siento un vagodisgustoal abandonarmis pequeñascostumbres.(...) mis clases,loslibros que ya no deben tardary que necesitoabsolutamente.Ya no me tienta laaventura.Si yo hubieratenido fuerzasa tiempo...Peroahorayagordo,conanteojos,conpoco pelo... La ideaes verdaderamenteridícula. Los lazos son ya irrompibles.(...) ¿Quévoy a hacerpues?Habrábarcos,trenesdiversos,hoteles.¿Encuántasca-masextrañasdormiré?(...) No dejarédc pensartodoslos diasenMéxico y en cadaunadelascosasquedejoaquien otrasmanos

El queasíse expresaes apenasun joven de veintitrésañosamedrentadoan-te suprimeraexpediciónfuerade los laresy que se confesarápésimoviajero,viajero a disgusto,un mal viajero derrotado ~.Incómodo,discrepade cadacosaqueve ~, no consiguehallarse,no aprovechalas novedades.Incapazde pasearpor San LouisMissouri, prefiereencerrarseen su hotel 9 Y preguntade conti-nuo por el México del queno terminade salir,siéndoleimposiblesustraerseaél y a la distancia, ingredientesde la desdicha20 Con reticencia,manifiestaunainsobornablenostalgia.Satisfaceasí el ideario del grupo, su estéticacasera,suretóricadel peregrinointerior y doméstico,pronunciándoseen alabanzacom-pletadel sedentarismoy dela residenciaenel lugar denacimiento.

<‘Pertenecemos,enverdad,a unsolo y mínimopedazode la tierra.Fuimosenélsembrados;ahíechamosraícesy hemosdeflorecery morir dealgúnmodo,pormás

15. S. Novo: Continentevado. Viaje a Sudamérica,Madrid, Espasa-Calpe,1935, pp. 35 yII.

16. 5. Novo: RetarnTiclcet,México, Ed.Cultura, 1928,pp. 13-14.17. 5. Novo: (1< p. 47.18. 4...) volví al hotel a desayunarme.El pan era horrible, no habíafruta y la mantecay el

café con lecheera todo lo quese acostumbrabaa tomar a esahora. Los meserosteníanel agriogesto de las personascuyo sueñohemosinterrumpidoparaun menesterque les es desagrada-ble. Fui a sentarmeen la plazaConstitución (...), me pareciólo mejor que podía ofrecermelaciudad.”Id, pp. 135-136.

19. Vidíd.,p.29.20. Id., p. 47.

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queel viento arrastrenuestropolen.Cuantoesviajar, ir a otros países,nosdilu-ye y nosdebilita,y ya luegono servimosparanada,algunosporquesehan adap-tadoa los mediosextraños,otros porqueal volver a su tierraya los desconoceyrechaza.Yo quieroa México hoycomo no lo haquerido nadienuncaantes—deun modo total—, apasionadoy tísico que me hacedesearel abrazode su tierramisma,el azotedesuviento enmi rostro,su sol enmi carney no otro...

Una defensaparecidade la permanenciaencasahabíanpodidoleer los(ionternporáneosen aquel Viaje sentimentalpor Francia e Italia que ya en eltempranoaño dc 1919 Alfonso Reyestraducíaadmirablemente.Allí Lau-renceSternequeríaeximir al hombrede buscarlo ajenofuerade las fronte-ras propias—«yo opino que obrarámuy sabiamenteel quepuedadispensar-sede conocimientosextranjerosy extranjerosprovechos;y mássi vive enunpaísdondeni unani otra cosafaltan en absoluto22,, y aconsejabacalmarlacuriosidaddentro de la patria, sin ir a por lo que igual se logra con estarsequieto.

El bello libro, un clásicoen el géneroy de menciónineludible,seestruc-turaba en capítulos siguiendolas etapasdel itinerario: Caíais, Montreuil,Nampont,Amiens, París a cadauna le correspondíaun suceso,unaanéc-dota,un pensamientoy hastaun vehículo,paquebote,dé~obligeanteo cochedepostas.

Igual distribuciónadoptaSalvadorNovo en suscrónicas:los transportesdiversos—los treneso los transatlánticos,el Notherny el EasternPrince—ylos puntosdiferentesa los quesearribamerecendistintassecciones,comen-zándosesiemprepor la llegadaa NuevaYork. No sóloerapuertoimprescin-dible para dirigirse en barco a cualquierotro sitio, en Novo —estudiosoyprofundoconocedorde la poesíanorteamericanay el introductorde éstaenel resto de America con sus versiones,antologíasy referencias—adquiríauna fuerza y un papel especiales23~ Y como buen (iontemporáneoacabadonde se espera,comprandola poesíaque le falta —Dickinson,E. L. Mas-ters,Sandburg,Lindsay,Amy Lowell..— y escapandode la vida con su lectu-ra.

“Es ya tardecuandosalgode la librería. Me herecuperadoa mi mismo. Yano mesiento inferir a todasesasgentesrobustasquevandeprisapor la calle re-cíen mojada.Me he dejadopuestoslos anteojosy estelargo abrigo. Nadiesabequiénsoy, peroyo silo sé,y creo saberquiénesson estasgentesque no meím-p.rtannada.Me dirijo al hotel. Allá hederefugiarmea hojearmis libros” 24~

21. 5. Novo: CV, p. 56.22. L. Sterne:Viaje sentimentalpor ¡‘rancia e Italia. Trad. deA. Reyes.,México, Fondo de

Cultura Económica,1987. p. 25.23. Para José Emilio PachecosonNovo,Cardenaly Salomónde la Selvalos inauguradores

de otra vanguardia,divergentede la francesaquecirculabaen el conosur,a través desu interésy asimilaciónde los rasgosestadounidenses.Vid J. E. Pacheco:«Notassobrela otra vanguar-dia”. RevistaIberoamericana,Pittsbourgh,n.<’ 106-107,enero-junio1979, pp. 327-334.

24. 5. Novo: R’I p. 57.

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Ni en esteumbralqueparaSalvadorNovo representala ciudaddeNuevaYork podráolvidar lo queconstituyeel placerde suviaje, tan remotoaún yque consistíaen el regreso25~ En unaposturaintransigentequerecuerdala deHenri Michaux, deseandoacabarsupaseoen 1928 por la regiónandinaan-tes inclusode empezarlo26, Novo insisteen su ansiainfatigablepor regresar-se.

«(...) laidea deMéxico meobsedey mi pensamientoconstanteesvolver a él, y mimayordeseoquevueleestetiempoquefalta parael regreso”

De antiviaje podríacalificarse,por tanto,el movimiento de Novo por laAméricaque recorrehacia1935,un caminoregidopasoa pasopor las nor-mas que en cuestiónde expedicioneshabíanabrazadolos Contemporáneos:necesidadde vuelta,rechazodetoda investigaciónqueno seasedentee inte-rior, literaturizaciónde la vida. Insisto en talesmotivos porque,a mi juicio,funcionancomo mitemas,líneasobligadas,célulasnarrativascon las que lacrónica—desdeesecanono ideologíadel grupo—debíacumplir y queopera-ron desplazandorasgosanterioresdel génerodeviajes.

Y, sin embargo,SalvadorNovo quepareceacataríasclaramenteparanoser más el expedicionarioheroicodel xix o el exótico diletantemodernistasólo enalgunospuntosobedecerálas pautasy consignas.Comointentaremosver próximamente,se alejará del ideario romántico del viaje, por un ladopero,por otro, seapartaráigualmentedel quesugrupo habíapreferido. Ha-bráun momentoensu transcursoen quela ley generacionaly contemporáneano se secundey el código se rompa y se abra.Se daráun instanteen que elsedentariovislumbreunaformadistinta,peculiar,diversade viaje e inaugureunavozasimismosingularparanarrarlo.

III. EL TURISTA CANSADO

En los ratos que su nostalgiale deja libre, Novo sededicaa escribir unpoemadelargo aliento, unasagamarítimadecuyaredaccióny característicassehaceecoel diario de viaje.A modode «cuadernode bitácora»,Continentevacíosenosofrececomo unaescriturano elaborada,unaescrituraen blancodondese registrenlos otros proyectosliterarios futuroso conclusos.

“He terminadoestamañanaun poema, SeurncnRhyrnés,que me propongotmprimir en Montevideo.En su primerapartedescribetodoslos momentosdelmar que hecontempladoahoray en la segundaun marinerocuenta(en inglés,nattíralmente)su vida simpley práctica>’28

25. 5. Novo: CV, p. 47.26. Vid H.Michaux: Ecuador,Barcelona,Tusqucts,1983,Pp. 11-13.27. 5. Novo: CV,p. 57.28. 5. Novo: CV,p. 69.

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Porsi acasoel planteamientopudieserecordarla célebreRimeof tIte An-ctentMarines Novo se apresuraa desmentircualquierproximidad. Su textoestátan alejadodel de Coleridge—declara29... como el siglo xx sedistanciadel xix o como él mismo sediferenciade un aventureroa la vieja usanza.Ladistinción hechatieneespecial intensidadal elegir Novo, para apartarsedeella significativamente,una de las baladassimbólicas, una oda enarboladacomo programade los nuevostiempos,que «auspiciabaun cambiode sensi-bilidad y sentabalasbasesde larevoluciónromántica»3O~

Novo parece,así, especialmentepreocupadopor establecersudiferenciarespectoal romanticismoy al tipo de libro de viajesquelos expedicionariosfiniseculareshabíanpropiciado.Y, sin embargo,hay rastrosde estosúltimosa los queno esposiblerenunciardentrodel género.Considerarlo,por ejem-pío, como un escribirno deliberado,puramentenotarial, surgido al hilo in-mediatode los acontecimientosquerelata,no es más queunadefinícionenla queabundabaincansableel cronistaromántico.

“A menudolos viajeros asegurana sus lectoresque sus notasestántomadassobrela marcha.Alarcón en sus palabraspreliminaresseexpresaorgullosoporhabertomadoincontablesnotasejecutadasmuchasen circunstanciaspenosasdesu viaje (...). Por medio dc estasafirmaciones,los viajeros buscansatisfacerunidealdesimultaneidadentrelos acontecimientosy ladescripción” 31~

SalvadorNovo tampocoreleeni corrige 32 un materialque se le da en eltiempoprecisoenquees escrito,un tiemposiempresimultáneo,paraleloslossucesosy el hombreque los cuenta.Al no reelaborarlos datos,al retratarlostal y como se le aparecen,el cronistasedescubreenunanuevatemporalidadsiemprerecién nacida,carentede reminiscenciaso de pretérito.Novo, sor-prendido, incurre en este anacronismoque el viaje posibilita de anotarlotodo en presente;anacronismoresultadode la exigenciadecimonónicadeverdady decercaníacomprobadaa lo narrado.

De dichaexigenciaotros síntomasse respetan,como la soledady desam-paro que Novo subrayaen cuantopuedey que el expedicionariorománticovivía en términosde individualismoy singularidad;pero,sobretodo, el cien-tifismo y erudicióncon quela crónicadeviajesaparecíalastradaparaapoyarla naturalezaverídicadesusdatos33. Se trataba—segúnapuntaLitvak en sues-tudio sobreel viaje españolpor la Américadel xtx— de encarar la increduli-daddel lector antealgunasnovedadesinsostenibles,creandoun clima de au-tenticidadenquebasarsusafirmaciones?

Por lo mismo,Novo se informa, acumulanoticias,hacegalasin comple-

29. «Por másque lo recuerdesu titulo. mi real personajeestátodo lo lejos que el siglo xxdel xix dcl AncierítMariner,deColeridge.” Vid,, íd,,p. 69.

30. A. Rupérez:“Prólogo”,Lírica inglesa delsiglo xrt Madrid. Trieste,1987. p. 13.31. L. Litvak: “La Crónica”, El ajedrezdel<¿~ estrella,s, Barcelona,Laia. 1986, pp. 218-219.32. 5. Novo: CV,p. 19.33. 1.. l.itvak: Op.cit., p. 226.

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jos de su amaneradapedanteríaliteraria, citandocon profusiónsuelencoderaros,empleandoanglicismosy fusilandoen buenamedidael saberenciclopé-dico 34; todo parasubsanarsu reconocidodesconocimientode América,unaignoranciadelo americanoa la quequizáaludeel enigmáticoadjetivodel ti-tulo, aquelvacíoconquese calificaal continente.

Las vulgaresgeneralidadessobreestaspartesdel planeta~ que Novo admi-te sabersecomplementancon unabibliografíabastanteperegrina,algo snob,contagiadadel dandismode suusuario.PorqueSalvadorNovo visita el Ríode la Plata con las Meditacionesdel Conde de Keyserlingy una historia deVanLoon, De Colón a Hoover,bajo el brazo;y atraviesael océanocosechan-do unaposibleantologíade textosingleses,franceses,brasileñoso mexicanosdetodoslostiemposconel marcomo motivo y loa.

“Seríaestupendocontarahora,por ejemplo,conun volumenen queestuvie-ran reunidostodos los poemaso fragmentosde poemasquealudieranal marenla poesíainglesa, desdelas primerasbaladas,True Tboma4 The Wifr of Usl,er’sfleO, CI MJ(4JOW~ LIC ICLII~ IIILLCI ~a y..). i a oigo IICUII que a.iiIs uIvtgaUIutIc., SC

apartany desprendennotoriamentede la narraciónde mi viaje. Lo sé. Pero,siustedquiere,podemosconsiderarlas,parasu comodidad,una especiedel (?antoa Teresadel pirata sin barco,dentrodel Diablo MundodeesteNorthern Princeenquedecíamosqueyo iba a Montevideo” ~.

El muestreose recopila,en efecto,conpáginasy páginasde títulos y es-trofasepatantes.Largaslistasy enumeracionesde unaprolijidad inconteniblesustituyenla verdaderacontemplaciónde las aguas,un paseomarinero porlas letrasuniversalesen lugar del paseorealy una erudiciónque,si bien per-mitida por los cánonesdel génerode viaje,en Novo seacumuladesbordada,tramposa,adquiridano para sustentarlo vivido, para verificarlo, sino parahuir de él: erudiciónque no pretendeenriquecerla realidad,sino que mani-fiestarespectoa éstaunadesoladoradeseonexion.

He aquí dondese nos insinúa el punto de fractura y de lejanía con elhombredel xíx, esadiferenciaque el poetamexicanosubrayaba,en estama-neraen queel nuevoviajesedesvinculadela vida querecorre.

Ante la miradainconmovible del cronista,los paisajesse desplieganconlas mayoresdosisde teatralidadposible,como si de un decoradose trataseyno dela tierra misma,como si se tratasemás bien de unamascaradasin otrasustanciadetrás:uno de aquellospanoramascircularese iluminadosquelosfrancesesentrabana contemplaren el Parísde Napoleón III y en los queseimitabainclusoel cambiodel horizontecon la variacióndehorasy luces.

En particular, la ciudad de Río de Janeiroquedareducidaa unapostalpara el recuerdoy una anécdotacuriosa, un espectáculoen fin y sin más,

34. Un tríodosoperandiqueSheridandestacaya en los juvenilesEnsayo.~,vid, G.Sheridan:Op. cit,pp.215-216.

35. 5. Novo: CV, p. 12.36. 5. Novo: “Cantoa Teresa”.CV,pp. 69-108.

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montadoparaasombroy aplausodel visitante,tambiénél, público ausentedelo queessóloteatro.

“¡Qué dolor abandonarRio, no haberpresenciadosino elprimer actodeesteballet quimérico!Mientras nos alejamos,bordeandolos peligrososarrecifesquesalencon manosnegrasa decirnosun cordial hastaluego,A Noite luce su adver-tenciadesdeel únicoestiradorascacielos,y el Cristo seadelanta,entre la luz desuscandilejas,a recibir lasúltimasovaciones”~.

Sentadoen terrazascon el copetíny el caféde las dosde la mañana38, elnarradorobservaa la vida desfilarcomo unaformadisimuladade represen-tación,unapelículaproyectadainvertiday que,al acabar,le devuelveintactoal principio, a su regiónnatal,sin alteraciones,sin cambios,sin apenasconse-cuencias.

“FI film al revésse hadesenvueltomuy rápidamente.Entramosen 3934.unano quehanacidodc nuestraausencia,al paisajeperezosodenuestropaís.Nadahacambiadoen él, ni lasnubessuntuosas,ni la tierra seca,ni los cactusensimis-mados(...) másal sur,lastorres pequeñitasde las iglesiasvananunciandola pro-xímidad de México. Me aguarda, al despertar,la costumbre.¿He muerto unpoco?Mañanatodos los rostrosmeseránfamiliaresy mis manospugnaránporresucitartodoslos vínculosdel pasado.Mi casa,Celia,mislibros. Mañana!, ~.

Conservandolos restosmás externosdela tópicaexploratoriaromántica—su soledad,su erudición, su escritura—,pero ya sin su entusiasmoni suarrojo, lo que SalvadorNovo rechazadel xíx es precisamentela capacidadquele erasupuestaa todoviaje paramodificarnos,paratransformarnosesen-cialmente.Lo queseechade menosahoraeraaquelcontenidoiniciático delqueseadornabanlasviejasempresas.

Aquel tesoroúltimo y entrevistoal final dela ruta, el peligro corrido queennobleceel regreso,al modoo bajo la aparienciade las antiguaspruebasdevalor y justicia, todo aquello que acompañabaal simple internarseen otropaís,en otrasregionesy lo investíadeun halo de misterioy grandezasecon-servabapuro y presentedesdeSindbado San Brandánhastael l/oyage aucentrede la TerredeJulio Verne.La razón de esteprocesomágicono residíasino en alcanzarel centro,llegara un estadoquejustifiquelos desvelossufri-dos. ParaMarcel Brion dicharazónpermanecíaoperandoen las diversasna-rracionesde viaje tanto realescomo imaginarias4Q La crisis del paradigmase

37. .5. Novo: CV, p. 123.38. íd.. p. 143.39. íd., p. 263.40. “Quelquesgrandsinitiés dinstinel retrouvaientla route ancienne;c’est celle que Poe

fait suivre á Arthur Gordon Pym, qui débouchedansle blanc absolu (...). Le recensenientetlélucidation desgrands voyagesconcuseommeinitiatiques nous conduiraienttout au long desmillénairessuivantuneligne ininterrompuedepuisles exploitsde Gilgamesh. la Descentedis-litar flux Eniers el leternelie questedIun Graalsous demultiples appareoces,jusqu’auplus ré-cení(si nous faisonsabstractiondu Finnegan\ WakedeJamesJoyce).le Voyageau centrede la

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habíaadelantadoen la novela. Mario Prazdetectauna considerabledisminu-ción del materialheroicoen la épocavictoriana41, pero,segúnLily Litvak 42, lacrónicade viaje habíaconseguidosobrevivirhastaque—en opiniónnuestra—seve afectadaconel siglo nuevoy las nuevasvanguardias.

(iontineníevaciotestímoniaesaheridapor la que,de científicay épica,cual-quierexpedicióndesciendea proyectoadministrativoy aventuraestatal.Novoes casi un cronistadecimonónicoal quele hanrobadola partemásexcitantedesu acción.El escribede vuelta, blasé, con unafalta de entregay un hastiopre-maturo.Es un turista cansadoantesde empezar,un turista existencial,irónico yamargo43 cuyo vagabundeoparececarecerdc orientación,de significado. Suitinerario secierracircular dondecomenzósin habersetropezadocon metaal-guna,sin centrovisible ni logros; o bien su sentidoestaríacontenidoen otropunto,podríaserya otro queel caducopropuestopor la aventuraromántica.

IV. PASEOSSIN RUMBO PORLA CIUDAD

De hecho,existe un instantey unafranjaintermediaentreel manualdel via-jero romántico y el todavía no asumidoperegrinajeinterior contemporáneo,existeun segundoen queaúnésteno ha sustituidoa aquél,y enel queSalvadorNovo, abandonadopor unay otra normativa,sepierdepor las callesde BuenosAires.

“He logrado,por 6n, mi objeto; mehe extraviadoy quisierair a la calle Florida,averiguarpor dóndequedala deReconquistaparabuscara PedroFlenriquezUre-ña. teletoneara laEmbajada...:realmenteestaaventurano tienesentido ~.

La impresión de extravio pertenecepor derechoa la granmetrópolis;es eldolor connaturaly derivadode su crecimiento,de su nuevoperfil como labe-rinto. En ella se cruzanlas vías macroindustrialesde la modernidady sumergenal transeúntequepretendeconocerlaen un deslumbramientonuevoy paradóji-co, el de sudesorientación.Sin estaexperienciadela pérdidaen las callesno seconstruyeparaWalter Benjaminla literaturade vanguardia,la literaturaquesedespegadeVíctor Hugoy a travésdcBaudelaireo Poegenerael surrealismo.

“Importapoco no saberorientarseen una ciudad.Perderse,en cambio,en unaciudadcomoquien sepierdeenun bosque,requiereaprendizaje,Los rótulosdebenentonceshablaral queva errandocomoel crujir de las ramassecasy lascallejuelas

Terre, de Jules Verne.” M. Brion: «Le voyage initiatiquc”, en L,’Arc, Paris. o.” 29, 4<1 trimesíre,Duponchelte,

1990,pp. 26-31.41. M. Prat.: La c.risi dell’eroe nel romanzovittoriano. Florencia, Sansooi. 1948, pp. 150-

157.42. L. Litvak: Op. ciap.226.43. 0. Sheridan:Op. ¿:it., p. 221.44. 5. Novo: CV, pp. 76-77.

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de los barrios céntricosreflejarlelas horasdel díatanclaramentecomo las hon-donadasdel monte>’

Igual quesi de una iluminaciónprofanase tratase,igual quesi el callejeosin norteseñalaseunadirecciónmisteriosa,el extraviomarcael inicio deunsingular descubrimiento.A partir de ahí, vapuleadopor las multitudesconlas quese mezcla,el Novo quehaequivocadoel rumbo empiezaa hallarlo. Apartir de entoncessedejarállevar por el pulso raudodelasgentes,hechizadocon los letrerosluminososde los magasines,enamoradode tantasmercan-cíasy negocios,«distraídala atenciónpor los escaparatesenque seostentanlas corbatasnegrastejidas,en que se ve muy bien unaperla; las camisasdecuellos largosy rayasgruesas;las mesasde los cafésen queapoyansu indo-lencia, frenteadescomunalessandwichesy tarrosdecerveza,losseñorespei-nadosa lagomina;el grito despectivodelos limpiabotas»46~

Un asombrodistinto y la capacidadparaoír el ritmo ciudadano,parasa-borearloy gustardel vértigoal queRío o Montevideoo la mismaBuenosAi-resparecenlanzadassurgenahorainesperadosen un Novo tambiénrenaci-do. Confuso,zarandeadopor los quepasan,ensordecidopor los voceadoresdeperiódicosy de productos,el propioSalvadorse oye llamar en la vozpor-tuguesaparala palabranuevoy se reconoceperdido,se reconoceembriaga-do por el trajín delascosasy loshombres.

“La policía militar, con el másbizarro uniforme, va en grandesautobuses,como de paseo,por lascalles, llenasde Aljóiateríasque son sastrerías.Y si ustedTenhecoceirasencualquierpartehallaráel remedio,queno cuidéde anotar.Meentiendenperfectamenteen el almacénen que compro unascamisas,(...) mien-traspor todaspartesmi nombremegrita, súbitamentevulgarizado,queaquéllaesla ciudad enque debíanacer.Rasgouseu terno? Pica NOVO, Ouvidor 160 Y ahestáel túnel Novo,Novo,Novo,junto a los almacenesdeMoveis” 4~.

La experienciade la ciudadafectasobretodo al lenguajemismo.En esesegundoy tras dichaexperiencia,en el NuevoSalvadoslo que previamentesignificabaun baluarteentraahoraen crisis.La erudicióny la literaturaque-dan momentáneamenteen entredichoanteel latido del presente—“delezna-blementepequeñaes la mejor novela frente a la trágica,musicaly sublimeposibilidad de las intranseribiblesvidas humanas»~ Ebrio de realidad,Novo persigueel sonidodel mundo.

“Cuando,gradualmentedespojadode mi nostalgia,tui entregándomea la ce-rradaseduccióndeMontevideo,el tangofue la última, pero la másgloriosapuer-la que tuve queforzar. Una vez entradoensu ritmo viril, cortante,quejumbrososin debilidadcomounaclaragarganta(...),sentíque poseíael secretodeaquella

45. W. Benjamin:“Tiergarten”, fn/hacia en Berlín hacia 1990,Madrid, Alfaguara,1948, p.15.

46. 5. Novo: CV, p. 176.47. ld.,p.117.48. Id., p. 253.

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tierra —y estesecretoesque aquellatierra me poseía—.A partir deentonces,elTupi, el 18 dcjulio. la feria del ParqueRodóa la orilla dePocitos,Lanata.seríanparamí sitiosno sólo habituales,sino indispensables”~

Novo pasaa ingresarla lista de lospaseantes;se convierteintegro en unfiáneur, aquelnuevopoetade lo urbano,combinacióndedetectivey traperoen el queculminaba—paraWalter Benjamin—la experienciamodernadel ex-travio. El fláneur«buscaasiloen la multitud» 50 y a ella seabandonacomo aun narcótico.Ama las congregacionesy el gentíoy, con un pasotanteanteysinnorte,salea la calleparaperderse.

Las grandesmasasson un tema inaudito si tenemos en cuenta quetodavíaSainte-Beuvelas juzgabainsufribles, retóricamentedespreciablesy sólo en el Baudelaireenamoradode suhormigueo,del fourmillant tableauciudadano52, cobran una dignidad poética. Las vanguardiasentronizanyusancomo monedacomún la rarezabaudelairiana.Inauguranasí una litera-turadiversa,colectiva,un géneronuevo,lo queBenjamindenominabauna li-teratura panoramtca:es decir, derecorrido, anchay tensa,unaprosapoéticamusical,sin ritmo y sin rima, ágil y broncaparaadaptarsea los sobresaltosdela concienciay a los desencuentrosde las calles,derivadade la frecuentacióndeciudadesenormes,del crucedeinnumerablesrelaciones;como cuajay seper-fila en el SpleendeParisy enlos PetitsPoémesen Prose~.

<‘El yo solitario sedesplazacomoun náufragoenel marondeaíitede la multi-tud. Vivir en la ciudad modernaes una odisea comparablea la de los antiguoshéroes griegos,como Joycehará ver ensu Ulises. Y el hombreanónimo,el cabezadé¿háAií¿(HátWCáiióf~)réidIfá íáfáhdéiídóbásíáét~ár¿kiKni¿éh~uIlidiS jiólesen,onstruodevoradorque esla metrópolisberlinesa,en la gran novela de Al-fredl)óblin, BerlínAlexanderPlatz (1929)” ~.

Lasaglomeraciones,los rostrosdesconocidosy entremezcladosen la llu-via —pétalosen una húmedarama negra—quePoundadmiraen 1911 al salirdel metroen la plazade la Concordia,constituyenel deseoy el gocefortuitodel fláneur, cl quemejor comprendela bellezay el artificio de esemovimien-to, de esaplenitudanónima.El incorpora las lucesde neóny las vitrinas co-mercialesa la escritura—‘<Leer los prospectos,los catálogos,los cartelesquecantanen alta voz / He ahí la poesíaestamañana»,escribeApollinaire enZona—;y hacede los transportespúblicosun materialartísticode primer or-

49. 5. Novo: CV,pp. 144-145.50. W. Benjamin: “Baudelaireo las calles de París”, Poesía y capitalismo. Ilustraciones,SL

Madrid, Taurus.1980, p. 184.51. C. A. Sainte-Beuve:Lesconsotation&Penséesd’aoflt,París,1868,p. 125.52. Vid. U. Baudelairo: IWbleauxparixk<íí. Oeuv,n comp&rc<, 1, París. Llibiiothéquc dc la

Pléiade,1931-1932, p. 103.53. íd., p.

96.54. 1. Jiménez.:”Fxtravíosen la ciudad.Conocimientoy experienciaestéticade lo moder-

no”. EnVV.AA.: WalterBen/amin.Tiempo,lenguaje,Metrópoli, SanSebastián,Cuadernoo.” 3,I992.p. 17.

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den.Es decir, por él, por suvagabundeoentrecomercios,entray sepreci-pita la vanguardia.

Capazde hallar placery conocimientoa travésdeun vagarsolitario, esestepaseantesin rumbo, sin mctani direccionesfijas, quien se entregaallaberinto como su tributo propiciatorio, y quien lo realiza, extraviándose,caminandoconnuevosintereseso sin interésprecisoenabsoluto.

No se quieredecir con todo esto que Novo representeparaMéxico oBuenosAires, lo queBaudelairesupusoparaParís,pero sí puedeafirmar-se queél fue elprimero en recorrerla ciudadcomosuvíctimaobedientey enasimilar o digerir enpoesíael mundoobrero y comerciante(ciudaddentrodelaciudad)sinestruendomesiánico~ alguno.

El critico CarlosMonsiváisalabatambiénen SalvadorNovo su habili-dad inusualparaentenderel ir y venircitadinos, paraapreciarla velocidaddel automóvil y derrocarla imagennostálgicay desfallecidaque los colo-nialistasinsistíanen darle a una realidad fuerte, depositariadel ruido y elagitado desplazamientode muchedumbres5Ó~ Paradescribir esa nuevadi-mensióndel paisajeamericano,Novo reajustasuprosay, másqueun dia-rio de viajes al viejo modo,se apuntaa una redacciónveloz, panorámica,condicionadapor la verdadeléctricay aceleradaqueessu asunto.Su mo-dernidadradica en estamanerasin prejuicios de dejarsetraspasarpor loinaugural de todas estassensacionesy de afectarsu lenguacon el deleiteavasallantedelapublicidado el tonopolíticodeunahilera deanuncios5?~

“¿Qué permanece—continúapreguntándoseMonsiváisante estavitalidadde Novo— dela antiguapoesíadominante,lade GonzálezMartínez (Irássobrela vida delas cosasconnobleleotiíod.j o la de Nervo(Mus cerca de mi ocaso,yote bendigo VidaflLas lucesdc neónsonla nuevaescritura,el nuevocódigo” ~«.

De mal viajero romántico, graciasa esta experienciade lo moderno,Novo se ha transformadoen caminanteirregular y sin orden,un auténticofiáneurque paseapor la ciudadsin jerarquíasni prejuicios culturales.Unasveces,lo que acudea ver es el BuenosAires monumentaly clásico, con laguía e influjo de un erudito evidente,Pedro HenriquezUreña.Y otras seextasíaantela partebonaerensecanallay tangueradeLa bocay los barriosbajos,acompañadodeun jovene inculto soldadodepermisoa’>.

Por todo lo dicho, defenderáclaramenteestevagabundeo,estegestomodernode perderse,de «embonarpasoa paso nuestrosritmos internos—circulación,respiración—en los pausadosritmos universalesquenosro-

55. 0. Sheridan:Op. cit.< p.221.56. C. Monsivais:“SalvadorNovo.Los quetenemosunasmanosqueno nos pertenecen«,

Amorperdido,México, BibliotecaEra, 1985,p. 271.57. íd., p. 271.58. ld.,p. 271.59. Vid S. Novo: CV, Pp. 175 y sg.

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dean»60 Lo harásuyocomo la notamáspeculiardesu escritura,unaescritu-ra dondeconviven, como hemosvisto, los más difíciles códigos:la crónicadel xíx con sufidelidada los hechos,su erudición,aunquesinsupapeliniciá-tico; la confesióncontemporáneacon supreferenciapor el regresoy el itine-rario interior, alrededordel cuarto del alma; la literatura vanguardistademultitudesy panoramasconlosmaterialespoéticosqueañade.

Los tres seenfrentanen sus páginashastahacerde estelibro americanode Novo, de esteContinentevacíoun extrañoy peligrosocombinado,el viajede cadauno haciasi mismo,atravesandoun territorio minuciosoy bibliográ-fico, internándoseen la nuevaselva que es la ciudad, persiguiendola expe-riencia del extravío.

ESPERANZA LÓPEZ PARADA

UniversidadComplutensedeMadrid

60. 5. Novo: «Paseo,pasear”,Los paseosde la ciudaddeMéxico, México, Fondode CulturaEconómica,1974,p. 4.