el tintero - num 2 -
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Segunda edición de El Tintero - julio 2009 -TRANSCRIPT
Extracto de un diario de un Zoológico del siglo Extracto de un diario de un Zoológico del siglo Extracto de un diario de un Zoológico del siglo Extracto de un diario de un Zoológico del siglo XIV recientemente descubiertos (el zoológico y XIV recientemente descubiertos (el zoológico y XIV recientemente descubiertos (el zoológico y XIV recientemente descubiertos (el zoológico y el texto por igual)el texto por igual)el texto por igual)el texto por igual)
por dkccerbero
Noches (y otros)Noches (y otros)Noches (y otros)Noches (y otros)por gudboi
Viento (y otros)Viento (y otros)Viento (y otros)Viento (y otros)por deckard73
Soy (somos)Soy (somos)Soy (somos)Soy (somos)por Edouar
El Bronceado de Soles o LucianitaEl Bronceado de Soles o LucianitaEl Bronceado de Soles o LucianitaEl Bronceado de Soles o Lucianitapor julianvcp
EscapeEscapeEscapeEscapepor DJ_pipi
La MareaLa MareaLa MareaLa Mareapor Gustavo Rex
Jacques PrévertJacques PrévertJacques PrévertJacques Prévertpor julianita97
Delirio 2.0Delirio 2.0Delirio 2.0Delirio 2.0por LordSkull
Ahí van... (y otros)Ahí van... (y otros)Ahí van... (y otros)Ahí van... (y otros)por Aleviv
Grano de arenaGrano de arenaGrano de arenaGrano de arenapor ceciliopastrami
Metales en do bemolMetales en do bemolMetales en do bemolMetales en do bemolpor kingpat655
EncuentrosEncuentrosEncuentrosEncuentrospor Madera
DimeDimeDimeDimepor eki_1198
Historias del vientoHistorias del vientoHistorias del vientoHistorias del vientopor baudios
DesignioDesignioDesignioDesigniopor crankandbizarre
El tiempo es cuestión (y otros)El tiempo es cuestión (y otros)El tiempo es cuestión (y otros)El tiempo es cuestión (y otros)por e_ramone
Haikus del patioHaikus del patioHaikus del patioHaikus del patiopor leonardo2385
¿Fue el viento o la puerta? (y otros)¿Fue el viento o la puerta? (y otros)¿Fue el viento o la puerta? (y otros)¿Fue el viento o la puerta? (y otros)por ViQuiconQ
Ojos ciegosOjos ciegosOjos ciegosOjos ciegospor PosteadorViolento
Combatir el ocioCombatir el ocioCombatir el ocioCombatir el ociopor MLamique
De miedo y pasionesDe miedo y pasionesDe miedo y pasionesDe miedo y pasionespor proluna8
HipnosHipnosHipnosHipnospor Noodle
Falta de Sincronicidad DiacrónicaFalta de Sincronicidad DiacrónicaFalta de Sincronicidad DiacrónicaFalta de Sincronicidad Diacrónicapor fdfernandez
Naturaleza muertaNaturaleza muertaNaturaleza muertaNaturaleza muertapor Darío Gatti
SombrasSombrasSombrasSombraspor Nacho_LS
La virtud más grande del ser humanoLa virtud más grande del ser humanoLa virtud más grande del ser humanoLa virtud más grande del ser humanopor Ezequiel Sayago
Llegué tarde (y otros)Llegué tarde (y otros)Llegué tarde (y otros)Llegué tarde (y otros)por hanzelacayo
Mono ve, mono ríe, mono haceMono ve, mono ríe, mono haceMono ve, mono ríe, mono haceMono ve, mono ríe, mono hacepor jpd
por GamboxCopia & CopiaCopia & CopiaCopia & CopiaCopia & Copia
por anomikoA la nena que soñabaA la nena que soñabaA la nena que soñabaA la nena que soñaba
Otra gata con gatoOtra gata con gatoOtra gata con gatoOtra gata con gatopor Julián Mignola
Bello jardínBello jardínBello jardínBello jardínpor Ignacio Torrent
Tomás, el piano, la escaleraTomás, el piano, la escaleraTomás, el piano, la escaleraTomás, el piano, la escalerapor Juan Pablo Roa
Sumario
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dkccerberodkccerberodkccerberodkccerbero
Extracto del diario de un Extracto del diario de un Extracto del diario de un Extracto del diario de un Zoólogo del siglo XIV Zoólogo del siglo XIV Zoólogo del siglo XIV Zoólogo del siglo XIV recientemente descubiertos recientemente descubiertos recientemente descubiertos recientemente descubiertos (el (el (el (el zoólogo y el texto por igual)zoólogo y el texto por igual)zoólogo y el texto por igual)zoólogo y el texto por igual)
…nunca imaginarás de quiénes hablo. Los ves, pero no los
ves. Están por todas partes, desde todos los tiempos, caminando
sobre la tierra, con la apariencia de humanos comunes y
corrientes, hablando nuestra lengua, recorriendo nuestra
historia. Pero siempre secretamente, actuando y sobreviviendo.
Son una raza hermética, que se mueve en otro medio, distinto
del de la naturaleza, en un ámbito completamente extraño, con
sus propias leyes, también extrañas, antinaturales, por completo
arbitrarias, creadas bajo sus lenguas y garabatos.
Han sido cazados también, han sido cazadores en un mayor
nivel aún. Siempre están, como especie, un paso adelante, no
puedes acabar con uno, ya que estará otro luego. Contagian
con algo particular, no es nada parecido a lo que podríamos
describir como una gripe o incluso un rayo láser… se parece
más a un poema, tienen para esparcirse el dominio al que
ningún humano común y corriente (incluso aquellos que no son
comunes o los que son más que corrientes) pueda resistirse, no
es un olor o un sabor, no es nada parecido. Es un conjuro que
penetra en cada fibra y hace latir el mismo corazón, así, de la
nada y sin que sea requerido o tenga el menos sustento o
importancia. Han sido preparados toda su vida para esto, está
en su naturaleza; comen, huelen y escuchan su propia esencia,
preparan sus nidos, tienen secuaces totalmente inutilizados,
ciclos vitales definidos que les permiten reproducirse y dar paso
a siguientes generaciones y avanzar sobre su afianzamiento
como especie.
No hay nada en ellos que nos recuerde a los humanos.
Recientes investigaciones han descubierto que no comparten
algunas características fundamentales:
no tienen la misma dieta que un humano promedio, sin
embargo, su sustento está directamente relacionado a nuestra
especie. No tienen las mismas necesidades que un humano
promedio, sin embargo, puede decirse que las exceden con
alevosía, son más bien débiles en este sentido.
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dkccerberodkccerberodkccerberodkccerbero
No tienen la misma estructura mental ni discursiva que un
humano promedio, con respecto a lo propiamente neurológico
no hay especificaciones, sin embargo, lo psíquico al igual que lo
lingüístico (aquí los usaremos como sinónimos, afrontando los
peligros que esto podría acarrear), presentan malformaciones y
partes atrofiadas que se han instaurado, sin embargo como
modificaciones que la especie fue capaz de asimilar como rasgos
evolutivos, los cuales le permitieron sobrevivir de manera
simbiótica junto (más bien, por encima), de nosotros los
humanos, sin que nos diéramos cuenta de manera manifiesta.
En parte, esta filo-somnolencia respondería (se sospecha y
denuncia), a un aura que, al tiempo que se mueve en un plano
imperceptible al de los seres humanos, actúa de manera
totalmente manifiesta a nuestros sentidos y es tan patente como
lo puede ser una tuerca común y corriente.
Sobre el final de nuestro estudio, puede decirse que si bien
han emanado de madres y padres reinas y reyes (algo parecido
a lo que ocurre con hormigas o abejas), que son la raíz de
continuidad de la especie, que además cumplen la función de
asegurar el sustento de las próximas generaciones; presentan en
este sentido una fortaleza inigualable en todo el reino animal:
llegado el caso, incluso en los esporádicos movimientos de
rechazo de algunas de sus colonias humanas, puede decirse que
estamos condenados. Pueden vivir incluso de los individuos de
su propia especie, pueden comerse entre sí y pueden incluso
desaparecer sin dejar rastro, como una sombra o llegar hasta
cualquier cosa que se les antoje sólo con levantar una mano.
Por eso, es importante decir, que la especie de los políticos, en
su mayoría (de la que podríamos separar algunas excepciones
desafortunadas, que la misma especie se encarga de enmendar o
suprimir oportunamente), es una especie de la que hay que
cuidarse, se dice, tanto en verano como en invierno, de día o
de noche: siempre y nunca están.
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gudboigudboigudboigudboi
NochesNochesNochesNoches
Hay noches muy negras, salpicadas de miles de estrellas
Noches nubladas, totalmente acolchonadas
Noches en que la luna es tan grande que pareciera que la
podemos abrazar
También están esas noches que se están por terminar y como
un telón que cierra la función, la niebla tapa todo alrededor
Y hasta hay noches de color marrón, donde pareciera que el
sol todavía no se despidió
Son esas noches donde el cantante compone su canción,
donde el poeta escribe su pasión
Son esas noches donde nace o muere el amor
Un pedazo de cielo se cayó
Quien habrá de devolverlo
Yo no sé
¿Si me lo quedo estará mal?
O se lo regalo al que nada tiene
Un pedazo de cieloUn pedazo de cieloUn pedazo de cieloUn pedazo de cielo
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gudboigudboigudboigudboi
El mismo errorEl mismo errorEl mismo errorEl mismo error
Ya se escribió mucho sobre lágrimas desparramadas
sobre oscuridades interiores
sobre neurosis y paranoias
sobre sangre y pasión
sobre pasión y sangre
sobre bodas de sangre
sobre amores
sobre temores
sobre amantes
sobre los pájaros
Quiero escribir algo distinto,
pero cometí el mismo error…
7
deckard73deckard73deckard73deckard73
VientoVientoVientoViento
colgué esta canción en el viento
bajo las alas de una historia
que quizá tiene poco tiempo
para perder en mi memoria
vértigo es la palabra
que describe este instante
vértigo en mi mirada
y en un sueño distante
perdido en horas eternas
busco a paso firme vencer
esta sensación de vacío
que encuentro día a día en mi ser
habré tomado otro rumbo
sin saber que estaba errado
con mi cabeza puesta en utopías
y en el destino que me ha alcanzado.
reflejos de una rara sensación
encontrar en cada huella una señal
perder la noción del tiempo
quizá no sea tan irreal
sólo sé que puedo hablar
de recuerdos tácitamente intactos
sin reparar en esta conciencia
que no estima el valor de mis actos
es tan simple imaginar
que sería en otra vida,
es tan incierto el porvenir
como el destino de esta poesía
a pesar de mi fragilidad
no será cobarde el silencio
en el eco de mis palabras,
en la inmensidad de este cielo.
EcoEcoEcoEco
8
deckard73deckard73deckard73deckard73
ImprudenciaImprudenciaImprudenciaImprudencia
lluvia bajo mis pasos
sombras en los rincones
y un andar desvelado
de noches sin emociones.
quizá tarde en encontrar
la única respuesta plausible
a este ambiguo dilema
que me mantiene impasible
ya guardé los cuadros del olvido
bajo las cortinas del ocaso
cayendo lentamente están los días
sin noción de victoria o fracaso
si bien no encuentro razones
para delinear un nuevo poema
papel y tinta de por medio
me veo esbozando otro esquema
quizá tarde en descubrir
en estas letras la imprudencia
o el solo hecho de buscar
el polo opuesto de la incoherencia.
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deckard73deckard73deckard73deckard73
FiccionalFiccionalFiccionalFiccional
algunas veces suelo sentir
un deja-vú tan presente
que se repite cada noche
de una manera incoherente
extraviado cobardemente
en un mar abierto por la duda
me encontré frente a frente
con mi faceta mas oscura
sin vestigios de cursilería
me arrimé a su lado cual juego
y bajo un trivial pretexto
me sumergí en un oscuro fuego
la reacción fue vanal
o tristemente ficcional
llevándome hacia la hondura
de la locura y el mal
un deseo tan austero
sólo se llamó a silencio
un anhelo casi inconsciente
enmudeció el grito supremo
al querer sin descifrar
al correr sin esperar
al buscar a cada paso,
lo intangible del amor.
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EdouarEdouarEdouarEdouar
Soy (Somos)Soy (Somos)Soy (Somos)Soy (Somos)A mis compañeros ex combatientes
Soy la voz que siempre dice en la nada.
Soy susurro que recuerda tus errores.
Soy la sombra que tropieza con tu espalda.
Soy tu júbilo creador de desazones.
Soy los muertos que quedaron en las islas.
Soy los jóvenes perdidos en la mar.
Soy la muerte que camina el continente.
Soy conciencia que intentas no escuchar.
Soy el dos de abril, según el calendario.
Soy aquello que no cabe en ningún himno.
Soy la estrofa pasional en cada escuela.
Soy, el resto de los días, sólo olvido.
Soy el que peleó tu guerra victoriosa.
Soy el que murió, aunque me veas vivo.
Soy tu nada, pues volví con la derrota.
Soy tu ego que cayó por un abismo.
Soy la madre que me llora en cualquier tumba.
Soy el joven que jamás tendrá un hoy.
Soy el hombre que se ahoga en las botellas.
Soy suicidio, sólo por no ser quien soy.
Soy lo sueños por la guerra mutilados.
Soy la historia que mirás indiferente.
Soy el loco al que tratás con desconfianza.
Somos la ceguera de un pueblo, hoy, ausente.
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julianvcpjulianvcpjulianvcpjulianvcp
El Bronceado de Soles El Bronceado de Soles El Bronceado de Soles El Bronceado de Soles o Lucianitao Lucianitao Lucianitao Lucianita
Faltaba más... y sería la duda
un trago de vidrio soplado.
También las almas etílicas
que sobran para los quemados,
(como pobres fósforos que buscan las yemas)
completaban una medida sobre la entrepierna.
No faltaban las lenguas ásperas
sobre las orejas lechosas de fango aquietado,
en donde corazones satisfechos sólo piden Soles,
mientras las monedas vuelan como las risas asustadizas
o mis ojos revueltos como pluma de almohada.
Tampoco faltaba que mi libido retorciéndose sobre aquella piel,
y que mis dedos juntasen cada tecla de ese instrumento desafinado
como deseándoselo llevar al teatro donde se sentían alaridos,
aullidos y gemidos
de bocas blasfemas, curiosas o asquerosas...
Fangosos de amor que les falta orgullo o decencia
Recorrían el antro sostenidos de un whisky mojado
(como mi líbido)
riéndose por detrás de la puerta del sanitario
y deseando a la piba que chupa un hielito sobre aquella banqueta.
(“Mirala como nos falta el respeto”…)
Son verdaderos demonios en su infierno chiquito,
las billeteras que rugen verdades,
como leones de domadores escuálidos
o sierras de carnicería barata.
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julianvcpjulianvcpjulianvcpjulianvcp
Nada falta ni su miedo.
Su rimel se corría delicado
sobre pupilas que vibrantes se mean,
y entre futuros de lunas corrompidas
percatarse de su belleza era un cuento.
Podría ser mi musa después de besarla
(tiempo pasado),
pero lloraba mejor por los minutos que derrocharon
mis Soles gritones en una cama,
o el fósforos que roza sus uñas sonriendo, contando.
Sólo me faltaban las náuseas,
las juezas que me condenarían al infierno placentero,
después de los besos austeros de una boca blasfema
y demasiado pendeja.
http://lejaniascenizografas.blogspot.com/
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DJ_pipiDJ_pipiDJ_pipiDJ_pipi
EscapeEscapeEscapeEscape
Estaba yo sentado, sin el más mínimo sentimiento de culpa y
con mi frente mojada por el sudor. En mi mano derecha
sostenía un pañuelo empapado y en la izquierda aún tenía el
cuchillo de mango negro. No quise ensuciar el pañuelo
limpiando aquél con éste, pues en ese caso no hubiera tenido
con que enjugarme el agua salada de mi rostro, aunque repito,
sin ánimo de ser redundante, que de todas formas, el pañuelo,
lejos ya de ser aquél perfectamente planchado, era un trapo
mojado y oloroso. No podía ponerme de pie, mi pierna aún
estaba con la herida abierta; las horas transcurridas no habían
cicatrizado en absoluto el tajo de mi muslo derecho. No sabía
cuándo estaría repuesto de mi lesión sanguinolenta pero,
definitivamente, debía partir pronto o me encontrarían, débil e
imposibilitado para resistirme.
¿Cuánto tiempo tardarían en llegar? Seguramente estaban
utilizando los perros que olfatean; encima en un acto de
torpeza dejé caer en el camino, sin pensar en las consecuencias,
el otro pañuelo que tenía en mi bolsillo, recuerdo bien que
tenía uno, de color blanco. Los perros ya estarían cerca, mi
rastro sería para ellos como un sendero inconfundible hasta
donde me encontraba sentado, dolorido e inmóvil.
Seguramente, eran más de veinte los que vendrían tras de mí...
Sí, más de veinte seguro. Me arrepentí de no haber planeado
mejor mi huída, tal vez, si lo hubiera hecho ni siquiera me
hubiera lastimado la pierna, pero en ese momento, el placer fue
tal que ninguna regla de ningún plan, por perfecto que fuera,
podría haber sido acatada... no, definitivamente, el instinto me
hubiera guiado de igual manera, habría sido inútil planear algo.
La pierna me dolía demasiado, y el sudor de mi cuerpo ya
había traspasado la ropa, empapándola, y mi cabeza era un
torbellino de pensamientos confusos. Trémulo y pensante,
intentaba dilucidar la idea que me sacara de allí sin mucho
esfuerzo y siendo inadvertido por el gentío ignorante de mí,
pero que me delatase si viera la sangre en mi pantalón. Intenté
aclarar mi cabeza dándome un fuerte golpe en la sien con mi
mano derecha, sin soltar el pañuelo; tenía la vista nublada, el
efecto de haber perdido tanta sangre me estaba venciendo, y
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DJ_pipiDJ_pipiDJ_pipiDJ_pipi
mis pensamientos eran cada vez menos coherentes.
La impotencia de sentirme estúpido, pero conciente de ello,
se mezclaba con la desesperación de no hallar la forma de
escapar. No sabía cuánto tiempo me quedaba, y peor aún, ya
no sabía cuánto tiempo hacía que estaba allí sentado. En un
impulso rabioso atiné a ponerme de pié, con la esperanza de
que mi herida no fuera tan grave, pero ni bien lo intenté caí
redondo en el suelo.
Me encontraba caído, junto a la silla en la que me había
reposado durante vaya a saber cuanto tiempo, y sin las fuerzas
para sentarme; pero sin soltar ni el cuchillo ni el pañuelo –no
quería dejar otra pista más para esos malditos perros, que no
descansarían hasta vencerme. Mis ojos ya no me servían para
nada, todo era negro, y los sonidos que antes escuchaba que
provenían desde la calle, ahora los sentía como alfileres
cayendo a kilómetros de distancia.
Sordo y ciego, me resistía a quedarme quieto en el duro piso de
cerámica azul.
Retorciéndome, tratando de imitar el indescifrable
movimiento de las serpientes, traté de avanzar.
Me sentí libre, casi reí a carcajadas cuando dominé ese
zigzagueo que me llevaría a la calle, luego al aeropuerto y luego
a mi hogar en las lejanías del viejo continente. Durante un
tiempo realicé los movimientos mágicos de mi nuevo arte, pero
cuando hube agotado mis energías por completo (no sé si
fueron horas, minutos o segundos), rendido al cansancio,
abandoné mi idea de zigzaguear hasta las afueras de ese lugar,
que quién sabe qué era, o dónde estaba. Mi mente me estaba
encerrando en un mundo que no era real, me hundía en
ficciones crueles de escapes geniales que se fraguaban en la
práctica.
Luego de haber estado tirado en el suelo varios meses, o
semanas, o días, u horas, o minutos, acepté que me habían
vencido. Temí estar tan bien escondido que no pudieran
encontrarme, pero luego recordé que, seguramente, traían
consigo a esos perros, verdaderamente heroicos, que me
sacarían de ese suplicio, de ese sufrimiento por el fracaso, y que
me quitarían el miedo a ese encuentro con mis enemigos al
verlos, convirtiéndolo en furia, bronca, deseo de venganza
eterna por haberme atrapado mientras yo trataba de escapar.
http://cuentoscortosparaleer.blogspot.co
m
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Gustavo Enrique RexGustavo Enrique RexGustavo Enrique RexGustavo Enrique Rex
La MareaLa MareaLa MareaLa MareaA mi abuela Ana, protagonista real
de esta historia...
Hacia fines de agosto de 1939, el Capitán Langsdorff zarpaba
de un puerto alemán con un millar de hombres a sus órdenes.
El objetivo era hostigar a la marina mercante inglesa en el
Atlántico Sur en las primerías de una guerra todavía no
declarada. Luego de unos meses de campaña, el Admiral Graff
Spee cae en la trampa de Montevideo y ante la certeza de no
poder seguir combatiendo, Langsdorff ordena a sus hombres
hundir el barco y luego de poner a salvo la tripulación y
negociar su radicación en los países de sudamérica, enarbola su
honor de marino descerrajándose un tiro en la cabeza. Ya
corría diciembre del treinta y nueve.
Ana vivía en la casa familiar de la calle Saavedra, hija de un
curandero muy consultado que no podía negar sus ascendentes
islámicos y de una criolla que había parido y educado cinco
mujeres. Por ese entonces, y aún hoy, a pesar de ser una capital
de provincia; Santa Fe mantenía sus costumbres de pueblo
grande. Casas abiertas a las visitas, siestas que intentaban
conjurar el calor y la humedad del verano litoraleño y una
estricta vigilancia sobre las niñas ya casaderas.
Ya corría 1943, cuando uno de los sobrevivientes de la
“Batalla del Río de la Plata” no se animaba a golpear la puerta
de la casa de la calle Saavedra, este magnífico marinero que
había combatido y sobrevivido el principio de lo que ya era una
guerra declarada, que había respirado las emanaciones sulfúricas
de la pólvora y que ahora era un refugiado moría de vergüenza
mientras miraba un ramo de flores que quería llevar a su
pretendida Irma, la menor de las hermanas. Por suerte, esa
tarde, Kurt volvió de su paseo diario un poco antes y pudo
rogarle que fuera él quien le llevara las flores a la señorita con
una pequeña esquela.
Kurt no tuvo problemas y con el ramo en la mano desandó
las cuadras que separaban la pensión de la casa familiar y
totalmente resuelto golpeó la puerta cancel.
Ana no estaba haciendo nada, o tal vez anduviera ocupada
en tareas nimias, ese detalle se me escapa. El asunto es que una
tarde de 1943 golpearon la puerta de su casa y fue a abrir.
Detrás del vitreaux de la puerta cancel se podía adivinar la
figura de un hombre con flores en la mano y presumió que
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Gustavo Enrique RexGustavo Enrique RexGustavo Enrique RexGustavo Enrique Rex
era el prometido de su hermana que venía de visita.
Cuando abrió la puerta se encontró con un hombre alto, de
prolijo y fino bigote que en un castellano endurecido por el
fuerte acento germánico daba cuenta que el no era más que el
mandadero de un amigo y que traía un encargue para la niña
Irma.
Unos meses después, Kurt y Ana se casaban en la Iglesia
Catedral Y a principios del cuarenta y cuatro nacía el único hijo
que tendría el matrimonio.
Un par de años después, ante la inminencia de la finalización
de la gran tragedia, las presiones internacionales hicieron que el
presidente argentino le declarara la guerra a los países que ya la
habían perdido. Los marinos refugiados en el país fueron
embarcados hacia su patria ahora destruida. Con lágrimas en los
ojos y su pequeño hijo en los brazos Ana despidió esperanzada
a su amor.
Muchos volvieron, Kurt nunca regresó.
Ana estaba desesperada, escribía, esperaba y volvía a
escribir. A través de la Cruz roja enviaba pertrechos, sabía por
su cuñado que ya estaba de vuelta que Alemania estaba
desvastada y dividida en pedazos repartidos como trofeo entre
los vencedores.
Inútiles intentos hizo ante embajadas que excusaban en la
división política la esterilidad de la búsqueda.
Ana crió sola a su hijo y jugó con sus nietos a los que les
contó mil veces su historia con la esperanza de que ellos
siguieran con la búsqueda.
Murió cuando terminaba el siglo y hoy sus huesos
enamorados descansan en algún cementerio de provincia.
Nunca más nadie supo nada de Kurt ni de su suerte.
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Jacques PrévertJacques PrévertJacques PrévertJacques Prévert
¿De quién estamos hablando?
Prévert fue un poeta y guionista francés del siglo XX.
Abandonó la escuela en plena adolescencia y después de
permanecer por corto tiempo en la Marina, se ocupó en
diversos oficios mientras desarrollaba el gusto por la poesía.
Ingresó al grupo surrealista en 1926 y se separó a raíz de la
crisis señalada por el Segundo Manifiesto de Breton en 1929.
A partir de 1935, después de una experiencia teatral, compuso
canciones famosas, se apasionó por el cine y redactó varios
guiones de películas. Fue después de la guerra cuando
encontró el éxito más grande con la aparición de la colección
"Palabras" en 1945. En los momentos culminantes de su
existencia el humor fue una constante en sus textos. Este
poeta, guionista y dramatusgo falleció en 1977.
En las páginas contínuas podrás deleitarte con algunas de sus
poesías.
Para reír en sociedadPara reír en sociedadPara reír en sociedadPara reír en sociedad
El domador puso su cabeza
en la boca del león
yo
yo puse solamente dos dedos
en la garganta del Bello Mundo
No tuvo tiempo
de morderme
Muy sencillamente
vomitó rugiendo
un poco de esa bilis de oro
a la que es tan afecto
Para que esa jugarreta resulte
útil y divertida
lavarse los dedos
cuidadosamente
en una pinta de buena sangre
A cada uno con su circo
De "Spectacle"
Versión de Aldo Pellegrini
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julianita97julianita97julianita97julianita97
DesayunoDesayunoDesayunoDesayuno
Echó café
en la taza.
Echó leche
en la taza de café.
Echó azúcar
en el café con leche.
Con la cucharilla
lo revolvió.
Bebió el café con leche.
Dejó la taza
sin hablarme.
Encendió un cigarrillo.
Hizo anillos
de humo.
Volcó la ceniza
en el cenicero
sin hablarme.
Sin mirarme
se puso de pie.
Se puso
el sombrero.
Se puso
el impermeable
porque llovía.
se marchó
bajo la lluvia.
Sin decir palabra.
Sin mirarme.
Y me cubrí
la cara con las manos.
Y lloré.
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julianita97julianita97julianita97julianita97
El fusiladoEl fusiladoEl fusiladoEl fusilado
Las flores los jardines las fuentes las sonrisas
Y la alegría de vivir
Un hombre está caído y bañado en su sangre
Los recuerdos las flores las fuentes los jardines
Los sueños infantiles
Un hombre está caído como un bulto sangriento
Las flores las fuentes los jardines los recuerdos
Y la alegría de vivir
Un hombre está caído como un niño dormido.
De "Histoires"
Versión de Aldo Pellegrini
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LordSkull LordSkull LordSkull LordSkull
Delirio 2.0Delirio 2.0Delirio 2.0Delirio 2.0
Otra vez me encuentro cara a cara con la soledad. Los días
extraños ya han pasado y con ellos las tormentas de los
deseos. Parece como si esas callecitas tibias de este enero
enmudeciesen ante mi mirada. Ellas no pueden responder ante
la gran duda. Sumergido en los sonidos que antaño solían
inspirar aventuras, veo esta vida como si otra vez me estuviese
jugando una fea broma. Sin lugares a donde ir, sin palabras
que cambiar, y sin poder despegar de esta rutina que me
consume.
Las cosas que antes solían ser normales hoy son sólo
efímeros recuerdos, apenas garabatos en mi alma. Hasta creo
que he perdido el valor de desafiar a mi yo como antes solía
hacer. Muchos miedos asolan esta noche, hasta el del simple
ring de un breve llamado de madrugada. Las musas se han ido
y ya no quedan fuerzas para seguir ahondando en los
laberintos del espíritu. Y ese cielo azul que descubrí, tan
brillante y tan placentero, parece que la bruma del día me lo
oculta y no deja que navegue en él. Sé que es inútil convertir
el día en noche, todos saben de los intentos en vano de mis
alter egos y de sus musas, pero no quiero perder nuevamente la
esperanza.
Hoy traté de tan sólo hallar una aventura, un buen desafío
por enfrentar, pero sólo hay vacío, quietud, demasiada calma
en este mar de vida. Las ansias de esas tormentas me vuelven
melancólico, y lo peor de todo que mañana es "otro día más", y
como dice esa canción "en el mismo lugar, en la misma ciudad,
y con la misma gente"... Sysyphus, viejo amigo, ¿dónde
quedaron esos momentos?
¿Tendrá sentido todo esto? No lo sé, pero es una buena
terapia. Tampoco sé si tiene sentido que alguien lo lea, pero
también puede ser una buena terapia. Hasta el sueño me
abandona y ya no es como antes. Siento el peso de este ciclo
negro que, a pesar de los pequeños resplandores, no parece
cesar. Conformáte con la nada, decía un viejo loco, o con poco;
escaparse, ¿para qué? Si después volvés a lo mismo. Entonces
vos te arruinás más y cada día dejás de creer en las cosas que
eran axiomáticas.
Y en esto el diablo no metió la cola. Es diablo pero no
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jodido, ya que conoce muy bien las reglas del devenir.Es parte
del juego, ¿no?
Ya ni las melodías ayudan. Es que parece que dejaron de
tener razón de ser, y eso me jode terriblemente. Es luchar una y
otra vez en vano, para que algo o alguien te borre de un
plumerazo todo lo que construís.
Nuevas puertas se han abierto, pero existe el miedo de que
no sean las correctas. Y lo peor de todo es que uno sabe de qué
labios beber y de cuáles no. Pero uno es débil y sucumbe muy
fácilmente en esas miradas tiernas llenas de complicidad. ¿Y qué
demonios hacer? ¿Seguir el juego y lanzar el póker de ases, o irse
al mazo sin apostar?
¡Hay cielo de mis amores!.. Si tan sólo pudieses estar aquí,
por lo menos algo haríamos por nuestra causa. Y estás tan lejos
y a la vez cerca. Y estás tan sola y a la vez acompañada. Y
estamos aburridos y parecemos divertidos.
Tal vez estés durmiendo entre tus sábanas de seda gris, o
bailando al ritmo cruel que suena por esos lugares. Tal vez estés
soñando con un nuevo día al sol o no, pensando en qué debes
hacer mañana. Tal vez no puedas dormir, como suele suceder, y
estés frente a la tv, buceando 60 canales de nada, fumando
un cigarrillo, cansada de un mal día.
Y cuando estamos frente a frente el silencio nos cobija, y ninguno
de los dos se atreve a dar la puntada inicial.
Luna de enero que brilla y brilla mal. Deberías usar tus poderes
para callar los llantos de los pobres corazones y esas almas
solitarias, como siempre has hecho y hoy has abandonado tu
viejo rol. Esas nubes de colores te opacan y sabes cuáles son los
mortales que las fabrican. Si contás con mi ayuda, ¿por qué no
vuelves a brillar entre las sombras de las noches de estío? ¿Tanto
temor te han influído en tu seno para que des la espalda a los
gritos y a los llantos en tu nombre?
Bueno, ya es hora de entregarme al único mundo en donde
todavía uno inventa las reglas: el sueño. Algo no nos han
prohibido (todavía), y algo no nos condicionan, pero disculpame
mi vieja amiga, es que con tantas cosas macabras que suceden,
uno ya no sabe que pensar.
Será hasta la próxima en donde nos volveremos a ver. Espero
que vuelvan las tormentas y esas sombras que nos cobijan tan
dulcemente.
Hasta otra noche.
LordSkull LordSkull LordSkull LordSkull
22
AlevivAlevivAlevivAleviv
Ahí van...Ahí van...Ahí van...Ahí van...
Ahí van mis ganas aniquiladas
por un sendero embarrado
que transito con lúgubres pasos
y deja huellas demacradas.
Tiento al destino, anticipando deseos
jugando a dominar perversos sueños
que arrinconan al alma
y lo dejan en las penumbras.
Penumbras que visito tanteando mi ánimo
ciego de la verdad que me apresa.
Seré parte de lo quieras hacer de mí.
Haré mío lo tuyo y viceversa
como un juego perverso de encontronazos y promesas.
Dejaré de estar pendiente de tus acciones
en cuanto me asegures tu presencia
junto a mi lado, en estos días de soledad ininterrumpida.
Volverás a mi cuando lo creas oportuno y te abriré mis puertas
con la llave que una vez me regalaste,
dejándome ese sabor agridulce que tienen los reencuentros.
Las despedidas no son mi fuerte, aunque no creo tener alguno.
Me retiro apenado de no verte mas por aquí, sin siquiera con el
beso final que anuncia traición.
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AlevivAlevivAlevivAleviv
Ya no te veo dudarYa no te veo dudarYa no te veo dudarYa no te veo dudar
Ya no te veo dudar como antes
ahora más bien te veo seguro.
Convertido en eso que tantas veces repudiaste,
cuando todavía tenías vértigo en el alma.
Sin problemas de bolsillo
logrado por dudosas maniobras
y con los números como único rey.
Enfrentado a los sueños de aquel joven
que supo reprocharse por oscuras victorias
sin el mínimo temor a perder lo ganado
como si creyeras en lo eterno de las cosas.
Dejaste a un lado la incertidumbre que te hacía tan rico,
la sorpresa con la que enfrentabas la vida
y las utopías que regaron tu mente.
Para convertirte en uno más, en ese número par al que nadie
recordará.
Alguien te vio
queriendo esconderte.
un tanto apesadumbrado
como no queriendo luchar más.
Y en esa locura
supiste dar lo mejor,
desenfundaste tus armas
y nos hiciste volar.
Perdiste tu condición
de ser aquel que añoraste
y entre tanto fuego
nos regalaste tu nido.
Desnudaste penumbras
e incendiaste mentes podridas
por los números y la lógica.
Donde quiera que estés
te recuerdo con gratitud
sabiendo que nunca nos dejaste
aunque muchos quieran ocultarte.
Alguien te vioAlguien te vioAlguien te vioAlguien te vio
http://domingosconlluvia.blogspot.com
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ceciliopastramiceciliopastramiceciliopastramiceciliopastrami
Grano de arenaGrano de arenaGrano de arenaGrano de arena
En esta arena maté muchas veces. La estocada certera. La estocada mortal. Y los aplausos. Y los vivas. Y una oreja (y a veces dos). Y ahora humillado. Nada más que rojo y arena. Y la multitud expectante por mi última vez (aunque nadie lo sepa). Yo sé que no es mi última. Quedan unas cuantas más… Él todavía me está preparando. Disfruta su momento. Se pasea altivo como tantas veces lo hice yo. Brillante. Glorioso bajo las flores de estas majas, flores perfumadas con lo que ellas creen que es amor.
El Gran Francisco de Navarro y Toledo soy. Periquito me decían, por mi padre, el torvo Perico, también torero en cuyo honor ofrendé no pocas orejas de los miuras más robustos y peleaores. Mi padre, quién murió en una arena por cornada de toro, como siempre creí que yo moriría.Pero la suerte ladina siempre estuvo de mi lado para no morir en una arena como mi padre, la suerte ladina, bizca y agorera que estuvo de mi lado hasta hoy. Por lo menos hasta hoy.
Y la multitud… La multitud hoy no está de mi lado. Hoy me quiere ver sangrar. Hoy me verán sangrar y se irán satisfechos. Hoy me quieren ver sufrir y no están siendo defraudados. El dolor no me importa. La sangre tampoco, pero en cada cruce se me va el alma, no puedo soportar que Él se salga con la suya. Rojo y allí vamos; al cruce una vez más. Rojo y no lo puedo evitar. Instinto. En cada lance con el bastardo me hundo más y más en la desesperación. Y quiero controlarme, aclarar la mente y no puedo. Otro rojo y otra vez. Él se sale con la suya. Mi consuelo es saber que algún día llegará su redentor.
¿Sabés lo que te digo? Muchas veces estuve en su lugar, hasta que las cosas se dieron vuelta y otro cruce más y no sé cuanto más pueda aguantar. ¿Será una maldición de la raza, a todos nos tocará ocupar este lugar una última vez? Las vueltas en la arena como en la vida. Hasta creo ver en sus ojos que lo sabe. Que estoy aquí dentro…
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ceciliopastramiceciliopastramiceciliopastramiceciliopastrami
¿Habrá sufrido mi padre esta afrenta? Por favor, Dios, no permitas que mi padre haya ocupado este lugar, no quisiera imaginarlo atrapado de esta manera. Humillado dos veces. En la peor cárcel que nos podría tocar. Moviéndose por instinto, sin pensar, sólo buscando sobrevivir y para sobrevivir hay que matar. Comprendiendo de manera postrera que éste es el castigo del torero. Nuestro castigo final. Pero quiero sosegarme aunque sea tan difícil, ya termina, ya casi termina ¡Dios! Quiero creer que mi padre no. Él no, porque murió en una arena por cornada de toro y eso nivela las cuentas… Yo morí en mi hogar, en mi cama, acompañado por mi esposa e hijos. Yo morí feliz porque viví bien, con fama y dinero otorgados por la sangre. Y la suerte de mi lado. Yo morí de viejo, creyéndome bendecido por la naturaleza y por ti, Dios. Y entonces desperté aquí. Adentro de este ser bestial. Cuando comprendí ya era tarde. Tampoco había nada que hacer.
Y ahí viene otro rojo y no me puedo contener. Otro rojo y quizás es final. Ya sacó su estoque y lo presenta orgulloso al público. Y yo quisiera embestirlo pero no puedo, lo veo deslizarse felino por mi costado mientras ciego sólo veo el rojo. Y me llama el rojo como me llamó siempre la sangre y ataco, no lo puedo evitar, agacho mi cabeza que pesa un mundo y veo rojo y arena y me viene no sé de dónde un olor a pasto fresco y a mierda de campo y creo sentirme feliz, pero aquí no hay verde, sólo arena amarilla y sangre negra, y ahora el dolor blanco porque el acero se hace sentir en la nuca. Y aún así… duele más mi humillación y su gloria, que es mi gloria robada y el mareo… Se respira mal con tanta arena metiéndose por todos lados, con tanta sangre escapando hacia todos lados y con esos aplausos, bellísimos, gracias, gracias por esta despedida, de aplausos, de arena y de un frío pequeñito que sé que irá creciendo y ahora sí, los banderilleros corren a cubrirme y mueven los capotes rojos flameantes en zigzag , en rojo y rojo. En rojo y arena. En rojo y negro. En negro y negro.
http://bosqueho.blogspot.com/
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kingpat655 kingpat655 kingpat655 kingpat655
Metales en do bemolMetales en do bemolMetales en do bemolMetales en do bemol
IIII
Manzanas de pastoManzanas de pastoManzanas de pastoManzanas de pasto
Hoy me levanté
de madera
hoy soy de
roble
de poste de luz
de cables telefónicos
que ahorcan
a radioescuchas sobrios
con sombreros
de copa
hoy me levanté un fósforo
esta noche
seré
de campos verdes
y prados enmanzanados
sorpresas
y
caramelos
o tal vez aves,
atrapadas por días
en guirnaldas aburridas
de tiras en fibra
óptica
y digo yo.
metálico, fosfórico
eufórico
y mis estúpidos campos verdes!
cuando deje
de llover.
Tal vez
27
kingpat655 kingpat655 kingpat655 kingpat655
cuántos trapos cruzarán un puente
en un jueves verde
por la tarde. Lluvioso
de acróbatas y vendedores
de pulpa vegetal
inmusitada
pero no!
hoy me levanté de madera.
de algarrobo seco y araucaria
con pulmones
de celofán
y nariz de garabato
azulado.
hoy me desperté de madera.
Y estas astillas
me están empezando a picar.
IIIIIIII
SoñadorSoñadorSoñadorSoñador
Cuando las dudas me asaltan no vienen armadas
hay veces que en la cola del banco
o subiendo a un barco por estribor
que
no puedo evitarlo
y me pregunto.
Qué piensa la Nube cuando
pierde sus gotas.
o mejor!
si los gatos comerán limones
para saber
a qué
saben
o si, tal
vez
28
kingpat655 kingpat655 kingpat655 kingpat655
será una paloma la que me lleve algún
día
a la muerte
en las alas prematuras de un
ave roja y dócil
metalizada en
barniz
de mármol
girando en cuadrados perfectos
azulados
Y si los techos no se cansan de que los carguen
de un lado al otro como princesas
o mariscos
hasta que paredes y puntales se caen
y los clavos libres pueden
silbar en alegría
ya que
los fósforos no cantan
(y dios no
permita) saber
Si estas preguntas serán respondidas
acaso en la práctica
tal vez
incluso
en el ocaso de mi mente
cuando me deje de preguntar
Y la banquera o el capitán
o el ave de patas rojas
o incluso el taxista
harto ya de estafarme por soñador
me digan con sus tonos dulzones
y uñas pintadas escarlata
y risueños bucles
como chicles
eh amigo! despierte!.
en fin, la vida es un burdel.
29
MaderaMaderaMaderaMadera
EncuentrosEncuentrosEncuentrosEncuentros
Para Cami
Lo vieron cruzando el puente que unía la ciudad con su destino,
un día de verano; sin ideales. Llevaba una mochila descosida
con algunos libros, un paraguas y una campera. No sabía a
dónde iba, pero no veía más allá del cruce en el que transitaba.
Era un cielo muy amplio para él. Caminando a veces con los
ojos cerrados, y paso tambaleante; mirando cada tanto el
contraste entre verde y celeste del paisaje hacia sus costados. El
asfalto bajo sus pies calentaba sus suelas, las de él como las de
cualquiera que transitara por la banquina, si es que no lo hacía
por el pasto.
Caminaba siempre en la misma dirección, con rumbo fijo, como
decidido por llegar a su destino; antes de que éste llegue a él, o
no.
Soportó las vertiginosas tempestades de furiosas tormentas
veraniegas, el calor extremo, el cansancio y dolor; sed.
Supo conseguir agua, techo y comida, valiéndose de su ingenio
y chanceando donde podía. Le habían enseñado a no mirar más
allá de lo que podía rotar su cabeza; continuó en su afán de
acumular kilómetros en sus zapatillas, que era lo que mejor
sabía hacer.
¿Habrá olvidado algo?, desearía…
http://varone.pablo.net.ar [email protected]
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eki_1198eki_1198eki_1198eki_1198
DimeDimeDimeDime
Huyen los demonios de las estancias crueles por el odio
Se pierde la inocencia de los primeros besos
Los amigos no quieren, no saben, no escuchan
Recuerdos que no vuelven, únicamente se interrumpen
Alguien dice adiós y tiene tantas ganas de quedarse
Quiero robarte de noche, pero ya ni nos soñamos
Tu voz, mi voz, las voces se largaron
Y mi necia memoria sigue matándome
Cómo puedo hacerlo, cómo volver a encontrarte, dime
Que raro brilla la luna esta noche
Los perros no han dejado de ladrar
Mis piernas se mecen
El viento golpea las ramas y mi rostro
No me inquieta nada
Las luces de la ciudad me son indiferentes
Este árbol ha llorado toda la noche a mi lado
Le sangran las flores
Las voces de mi cabeza han desaparecido
Alguien las apagó
Cae muy lento el tiempo sobre mis hombros
Los muros del hospital desaparecen
Ya no tengo nombre y la gente no sabe como llamarme
Murmuran cosas que no entiendo
Su reflejo es luz en mis ojos cristalizados
Todos miran este cielo, yo miro este cielo
Y tengo ganas de preguntar a pesar de la soga en el cuello
Si saben lo raro que brilla la luna esta noche.
31
baudiosbaudiosbaudiosbaudios
Historias del viento Historias del viento Historias del viento Historias del viento
IIII
Cuando nos conocimos éramos apenas unos niños, poco
podíamos llegar a saber de la vida… Aunque creíamos, como
todos los niños, que ya sabíamos todo. Ella tenía apenas unos
meses menos que yo. Bueno, en realidad tiene, pero en ese
momento tener unos meses más de edad era algo que a uno le
daba una sensación de autoridad.
Cuando el profesor la presentó al curso yo noté que ella tenía
algo especial, no sé bien qué era, pero cuando la vi por primera
vez, algo se apoderó de mi corazón y sentí algo que nunca
antes había sentido. Su perfume y su presencia lograban que
nada más de lo que había alrededor importara, sólo quería
escuchar su nombre, pero los latidos de mi corazón no me
dejaban hacerlo… Finalmente respiré profundo para
tranquilizarme y ahí fue que la escuché.
Su voz rápidamente se transformó en el sonido más dulce
que jamás había escuchado, no tenía nada de especial, pero
para mí lo era todo.
Y su nombre, como no podía ser de otra manera, reflejaba
perfectamente la imagen de su portadora.
Solíamos pasar gran parte del día juntos, y rápidamente nos
hicimos amigos inseparables. Y esto no era algo muy extraño,
los dos éramos nuevos en el barrio. Llegamos en circunstancias
distintas y sin embargo, muy parecidas y, entramos a la escuela
con apenas unos días de diferencia.
Con los años nuestra amistad fue creciendo, al igual que
nosotros y se fue haciendo cada vez más firme, algunas cosas
habían cambiado dentro nuestro. Sabíamos que sentíamos otras
cosas, distintas de la amistad, pero no teníamos el valor
suficiente como para aceptarlo. Es que ya es bastante difícil
animarse a declarar nuestro amor por alguien sin saber si no es
correspondido, más aún cuando se es joven, inexperto y
32
baudiosbaudiosbaudiosbaudios
estar enamorado no es algo hermoso, sino que es algo terrible y
objeto de burla constante. De hecho, solían molestarnos muy
seguido con eso, tanto que teníamos vergüenza de admitir que
siquiera éramos amigos, por eso hasta intentábamos estar
separados mientras los demás nos veían, nosotros sabíamos que
con estar juntos después y lejos de todo era más que suficiente…
(continuará...)
[email protected] http://baudios.blogspot.com
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crankandbizarrecrankandbizarrecrankandbizarrecrankandbizarre
DesignioDesignioDesignioDesignio
En ocasiones siento estímulos
en ocasiones mantengo la calma
en ocasiones veo soberbia
en ocasiones accedo a la farsa
Mi mente recorre caminos
mis ideas me juegan bromas
carezco del sentido de la cordura
y ya logro apreciar el destino
No me siento a gusto conmigo
siento que soy un desconocido
mi personalidad ha cambiado
pero mi cabeza aún no logra asimilarlo
No podré vivir en esta instancia
siento que el momento ha llegado
deberé aceptar el cambio
lo inevitable me ha golpeado
Recorro mis últimos sentidos
rememoro viejas situaciones
debo liberarme de todas mis frustaciones
Tal vez este sendero no sea el adecuado
tal vez el error sea grande
tal vez sea la inconsciencia
inconsciencia que me ha llevado a este instante...
http://deliterato.blogspot.com/
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e_ramonee_ramonee_ramonee_ramone
VacíaVacíaVacíaVacía
Hipócrita y cretina, vuela sola en las nubes rosadas de su
inmensa irrealidad. La acompaña su perro sin collar, el que
jamás aprendió a volar, nunca lo hará. Ella desafía los rayos
del sol, y le toca la cola a la luna, es pervertida en grado
menor.
Sus perfumes no son caros, pero no huele mal, también usa
sahumerios al son de la música, esa que la hace volar. Suele
vestir andrajos, zaparrastrosa moda, en la buena percha hasta
la bolsa de papa luce bien. Ella es todo lo que un bohemio
necesita para amar, ella es todo eso, pero no más. Se queda en
la estampa del "puedo ser mejor", pero con lo que es, le basta
para robar un corazón. Ella lo maltrata y se divierte con
pasión, es el poder que se le otorga al que juega mejor. Es
dueña de la pelota, ella decide cuando sí, y cuando no, te da
vuelta el partido con solo proponérselo. Ella es eso, y le aterra
su sombra, jamás dio un adiós, tampoco dijo "bienvenido". Le
pertenece todo cuanto quiere, pero se siente sola. Ella está
vacía, ya perdió su corazón.
La cuestión es que no hay tiempo, las cosas no deben ser así.
Tiempo es lo que le falta a la gente atareada, y lo que le sobra a
otros. Nadie reclama la redistribución del tiempo. Yo quiero
que me den 3 horas más como mínimo, así tengo 27 horas para
pensar en ella, y cada tanto hacer alguna que otra cosa. ¿Vos
querés pedir tiempo? Pero ojo, no tiempo para que se espere,
sino tiempo para hacer. No sé si soy claro, no me interesa.
La cuestión es que no hay tiempo, las cosas pueden ser de
otra manera. Intentar cambiar algo lleva tiempo, entonces
¿perdemos o ganamos tiempo al intentar cambiar el tiempo?
¡Qué quilombo!
La cuestión, repito por tercera vez, es que no hay tiempo, y
repito por tercera vez también, que las cosas se pueden
cambiar. La repetición se conjura con el tiempo, y el tiempo
hace a la repetición. Es una relación de siombiosis, como ella y
yo, como tu mamá y tu papá, como tu hermana con su novio.
En fin, quisiera pasar mas tiempo con ella, aunque sea unos
pocos segundos, para intentar cambiar lo que no se hizo o
no se cambió.
El tiempo es cuestiónEl tiempo es cuestiónEl tiempo es cuestiónEl tiempo es cuestión
http://teparaleer.blogspot.com
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leonardo2385leonardo2385leonardo2385leonardo2385
Haikus del patioHaikus del patioHaikus del patioHaikus del patio
los árboles que cantan
soy yo todavía
y en sus ojos.
mis pasos son paisajes
mientras me anime
a descubrirte
hoy es montaña
que me recuerda
que no estás lejos.
El infinitoEl infinitoEl infinitoEl infinito
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ViQuiconQ
¿Fue el viento o la puerta?¿Fue el viento o la puerta?¿Fue el viento o la puerta?¿Fue el viento o la puerta?
¿Fue el viento o la puerta? Ese susurro en la alfombra… ¿sería
eso? Al abrir la puerta se oía ese susurro, ¿o no? Alejandra no se
movió. Algo pasaría. Si era la puerta, alguien entraría.
No se movió.
Apretaba los dientes y su muñeca de vestido azul. Tenía que
mirar. Estaba acostada y la alfombra olía a polvo. Si había sido
el viento, podría salir.
Decidió mirar.
Suavemente movió a un lado, despacio, despacio, la caja de
zapatos. ¡Zapatos! Frente a ella. Habían entrado. Giraban en la
alfombra los zapatos, buscando. No la habían visto. Shh. Si no
se movía… Si no se movía no la iban a ver.
Esta vez libraba a todos.
La tierra, embarazada de casas,
paré por puertas al mundo.
Ha olvidado los cultivos
de su vientre y está
vieja y cansada.
Encuadernado en canteros
quedó el placer que era
tan común y tan salvaje,
sabio y antiguo.
Y los ciegos matricidas
son libres e ignorantes,
buscando la altura cavando,
acomodando en estantes.
En el bondiEn el bondiEn el bondiEn el bondi
http://unostrazos.blogspot.com
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PosteadorViolento PosteadorViolento PosteadorViolento PosteadorViolento
Ojos CiegosOjos CiegosOjos CiegosOjos Ciegos
Yo te dije, vos no escuchaste lo que de alguna manera te dije.
Yo tenía el collar enredado en las piernas. Había volcado
perfume sobre la pila de revistas y diarios. Guardé los corchos
de las botellas que te tomaste en los dos últimos años, así que
no puede decirse que no te dije, cuando marqué mi rostro con
las señales de la guerra.
Si mirabas, veías que los lápices se acumulaban en el escritorio
sobre las hojas apenas esbozadas. Que tenía un cofre con pelusa
de mi ombligo y lo miraba compungida.
Es brava la indiferencia, si hasta arranqué la página tres de todos
tus libros, lo que provocó una alteración en la hoja noventa y
nueve.
Qué doloroso. Hice, entonces, un cerco con frasquitos de
remedios y latas de galletitas, y desde allí te miraba como un
hámster asustado.
Tejí una trenza tan larga que cuando caminaba se iban subiendo
los animalitos, mariposas, ratones, lémures y babosas. No
fueron gran compañía, pero era un peso suave sobre mi cabeza
tal vez demasiado liviana.
“Buen día”, te decía, en la mano una lámpara encendida, en un
pié una sandalia dorada, en el pecho el emblema de las Hijas de
Vaya a Saber Quién.
Era visible que tenía guantes de anémona y cuello de cisne en
polvo. Te mostré esa rodilla machucada por golpearme con los
marcos de las sillas (¿las sillas tienen marco?) con las patas de las
puertas (¿las puertas, tienen patas?) con las cosas que había
puesto ahí un momento antes. No era la Venus de Milo, sino el
Veneno de Malo lo que puse sobre el freezer.
Ojos ciegos, te di a ver, esa escena en aquella película en la que
decía el año que viene a la misma hora. Yo, en silla de ruedas y
el tonto que no veía. Todo para que vieras.
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PosteadorViolento PosteadorViolento PosteadorViolento PosteadorViolento
Ojos vendados, rasquetee el piso, hice un surco y cultivé
cebollas de llorar eternas en el piso del living. ¿Qué querías? ¿El
camino abierto, la puerta de entrada, el sueño despierto ?
No viste que guardaba el talco en la azucarera y el té flotaba en
un plato sobre el sillón. La almohada, desubicada, colgaba de
las cortinas. ¡Qué día el que te acostaste parado creyendo que
esa era la cama! Como yo creía que vos eras vos, y vos creías
que yo era esa.
En fin, yo di señales, dejé rastros, puse las pistas, lamento que
vos quisieras que además hablara.
Mi boca estaba aún llena de los restos de bombones licorosos o
de labiales insípidos con que dejé mi firma, un beso, estampada
en el espejo de los siete años de desgracia.
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MLamique MLamique MLamique MLamique
Combatir el ocioCombatir el ocioCombatir el ocioCombatir el ocio
Escribo en la semipenumbra de mi sótano, ya no por la
necesidad de la oscuridad sino por el acostumbramiento, que
intenta ser un alivio al espanto, sólo es eso, un intento.
Esta diminuta luz me fue acompañando y arruinando la vista
durante años, estos años, en los que escribir algo fuera del
ámbito laboral era castigado pero no por el poder central con
su pantalla, sino por otro poder mas cercano y cotidiano.
Hace muchos años que la pantalla recorre calles vigilando
nuestro andar, aunque no solamente ella, no solamente los
monitores, no solamente los robots de seguridad.
Recuerdo cuando se detuvo mi deslizante en las coordenadas
que en algún momento se llamara avenida 18 de Julio y calle
Yaguarón, yo era una de las pocas personas que las llamaba por
su nombre antiguo.
En el visor comercial pude ver la revista, mis amigas la
coleccionaban esto me dio curiosidad, pero igual resistí y no
compré el disco. Lo que más me llamó la atención fue el título
Cómo combatir el ocio, traía consejos para no quedarse ni un segundo sin hacer algo productivo, consejos prácticos, simples,
peligrosos.
Sentí un primer impulso para comprarla, pero cosa rara en mí,
no obré impulsivamente, no llené el cupón de suscripción, pero
fui una de las pocas sin duda, porque las suscripciones crecieron
a un ritmo exagerado, esa exageración que ocupa el lugar que
el asombro deja libre a la intolerancia.
De ese grupo salió el primer comando de lucha anti-ocio que se
dedicó a atacar de forma violenta a todo aquel que a su muy
particular juicio, o estaba haciendo nada , como si se pudiera, o
no estaba pensando en nada, como si se pudiera.
A mí personalmente me tocó presenciar una masacre en el
Parque ELECTRO 1 que antes se llamara Parque Rodó , ahí
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MLamique MLamique MLamique MLamique
el comando irrumpió brutalmente y comenzaron a golpear a
todo aquel que estuviera sentado, lastimaron a un anciano que
en la desesperación sin darse cuenta que se auto-incriminaba
cuando gritaba: déjenme, no estaba haciendo nada.
Una señora pudo salvar de casualidad a su bebé y salir
corriendo, cosa que le permitieron porque la corrida tenía una
razón de ser, la de escapar.
Los termos y mates eran estrellados contra el piso, luego del
desastre, el comando se retiró y cómo no había registro en
audio de antiguas marchas de guerra, entonaban la que uno de
sus componentes recordaba, es así que, se despedían
vociferando su distintivo feroz: E, oé, salchicha con puré.
Luego de esta situación tan absurda como desagradable
comencé mis primeros contactos con la RESISTENCIA, que no
era más que un grupo de personas escondidas en sótanos
juntándose para hacer lo que afuera se denominaba como nada;
escuchaban música, se quedaban sentados, escribían,
leían un libro -cosa que también es repudiada por este grupo-
mirá para los costados y si no ves personas desencajadas
gritando E oé, salchicha con puré, seguí leyendo. Vi como
simplemente charlaban entre amigos, o alguien se quedaba
durante horas mirando un rostro amado.
De uno de esos sótanos salió el lema que nos acompañó, era
parte de un poema de alguien que curiosamente en algún
momento se dedicó a escribirlos, el poema decía NI A IRSE NI A
QUEDARSE; RESISTIR... así es que frente a una redada violenta,
las personas decidían entre irse, quedarse o resistir; qué es
mejor.
En la semioscuridad de mi sótano puedo apreciar la foto de mi
madre a la que raptaron hace cinco años cuando estaba jugando
al solitario, mi esposo en cambio se fue para formar parte del
comando al que el gobierno de la pantalla de control, no logró
desactivar, pero se animó a denominarlo como clandestino.
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MLamique MLamique MLamique MLamique
Con estas dos maneras de no estar traté de convivir todo ese
tiempo, pero si se hubiese tratado solamente de ausencias,
quizás me habría acostumbrado, pero a la pérdida no pude
acostumbrarme jamás.
El único entretenimiento que era respetado por este montón de
personas enojadas con el no-hacer, era el fútbol, que es
transmitido por los monitores emplazados en cada esquina,
nunca faltan quienes comentan que antes se tenían que trasladar
a lugares llamados estadios para poder ver un gol, si es que
goles se convertían en ese partido, claro está.
En estos momentos es tanto el miedo que se tiene al encontrarse
sin tener nada para hacer, que cada uno tiene su actividad
programada, cuestión de ocupar cada instante, cada momento,
sin resquicio para la sorpresa, como si se pudiera.
El comando se dividió, algunos, al haber casi exterminado el
ocio, se dedicaron a sentirse indignados por otras razones ,
pero están quienes siguen adelante con la empresa de combatir
a los que se encuentren ociosos, por eso, de vez en cuando se
escucha un resonar de voz en cuello entonando “E oe,
salchicha con puré”, mientras las personas comienzan a irse,
algunos se quedan y están también los que resisten, que es
mejor.
http://lamique.blogspot.com
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proluna8 proluna8 proluna8 proluna8
De miedo y pasionesDe miedo y pasionesDe miedo y pasionesDe miedo y pasiones
La garra fuerte que aprieta
un guiñapo de corazón deshilado,
la idea prohibiendo el impulso
sofocado, penoso rastro.
Tiempo atrás saltar al vacío
Era fruto de las entrañas
Hoy aquello ya es olvido
los años traen sabiduría y miedo,
pacato gesto con que te miro.
El aliento compartido,
el calor robado
y la piel jugando la carta irónica
que el verbo no expresa, aterrado.
Piel, dijiste.
Esperanza, te digo.
No me conocés, no te conozco…
Ansiedades que invaden los espacios,
usurpan inocencia y desparpajo.
Cuando podría ser tan fácil
soltar amarras y darle permiso
a las ganas…
En el remolino del miedo naufragan
La voluntad y la fuerza,
espejos del alma que lloran y sueñan.
En las aguas claras del instinto
voces añejas reclaman
necesidades poderosas
de paz y de olvido,
de ternura y de mimo.
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Noodle Noodle Noodle Noodle
HipnosHipnosHipnosHipnos
Mientras mi frente golpeaba esa húmeda y fría pared de la
cocina, testigo involuntario la que si pudiera hablar conmigo
despejaría y aliviaría está mente tan perturbada y estropeada,
pensaba que no podía existir lugar màs injusto y cruel que mi
propia casa.
-Por qué!?- gritaba desde mi soledad en esta helada y oscura
noche, con una voz ahogada en la impotencia y desesperación.
-Vos?.. ella?- balbuceaba entre dientes mientras me repetía la
misma pregunta una y otra vez, como si alguien fuese a
brindarme una respuesta que me consolara.
Rápidamente me dirigí donde mi madre guardaba los
cuchillos, que alguna vez fueron elementos para prepararle
alguna cena apresurada, producto de visitas improvistas donde
lo único que buscaba era llenarse, llenarse con comida y así
aumentar y desbordar sus extremidades, ahorrándose con
facilidad la simple tarea de preparar por su propia cuenta la
cena.
Con la sangre en la frente y lágrimas en los ojos salí de mi
casa apresuradamente, invadido por una furia arrolladora que
podría derribar hasta el más tenaz y frío protector de arpías. Me
dirigí a "su casa”, si se pudiera decir así ya que no es suya, sino
que es una simple inquilina con derechos que ella misma impuso
desde su descaro sin límites. Toco la puerta con una fuerza
desmedida y a los pocos segundos uno de mis primos mira
asustado a través de la ventana y me abre el paso. Sé dónde
está su habitación, su cama, sé qué celular usa, cuántos años
tiene, qué ropa viste habitualmente, sé muchas cosas sobre su
vida y eso es lo que llena y alimenta mi repulsión, mi bronca mi
odio hacia ella. Mientras subía las escaleras que me llevaban a su
habitación, me puse a recordar como había llegado a nuestras
vidas, con esa actitud altanera que solo una mosquita muerta
con aspiraciones a tenerlo todo podría manejar sin escrúpulos ni
culpa la vida que llevaba. Introdujo a mi vida cuatro hermosos
primos, pero el último fue el de la discordia... pobre de ellos.
Abro la puerta con fuerza, nervioso y con un nudo en la
garganta, que mezclado con todo lo demás que me invadía
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Noodle Noodle Noodle Noodle
me sentía capaz de cualquier acto que me propusiera.
Y allí me encontraba, frente a la persona que se burló de mí,
y de toda mi familia. Mirándome fijamente, como si hubiera
esperado ese momento, ella sabía que no venía por una
explicación, sabía que venía en busca de algo más. Fue en ese
momento que en su rostro se dibujó una pequeña sonrisa, una
sonrisa burlona, como de victoria o satisfacción. Apreté los
dientes con una fuerza descomunal y me lancé encima de ella
clavando en su garganta ese cuchillo desgastado de mi madre,
quise gritarle en su cara cuánto disfrutaba haciendo esto, pero al
abrir la boca no podía emitir ningún tipo de sonido, había
perdido la voz. Intenté otra vez gritar con todas mis fuerzas
pero era inútil, realmente estaba tratando de hablar pero
ningún sonido salía de mi boca. La desesperación me invadió
completamente, la vista comenzó a nublarse... elevé la mirada
hacia el techo y...
-Perdón hijo mío- dijo mi padre, mientras me abrazaba en mi
cama y acariciaba mi cabeza empapada en sudor, con su rostro
desgarrado en dolor y lágrimas.
http://sayhelloeveryone.blogspot.com/
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fdfernandezfdfernandezfdfernandezfdfernandez
Falta de Sincronicidad Falta de Sincronicidad Falta de Sincronicidad Falta de Sincronicidad
DiacrónicaDiacrónicaDiacrónicaDiacrónica
El silencio de lo oscuro,
la oscuridad del silencio;
la ambigüedad del tiempo,
el sin fin de los desaciertos.
El Frenesí de estar quieto
como la estabilidad de lo incierto,
la sonrisa de algún muerto
como el agua del desierto.
La poesía sin rima
como el verso sin palabras,
la sabiduría de una niña
como el mar estando en calma.
Muriéndome por verte
como aquel mitológico jinete,
extrañándote por no tenerte
llorándole a tu ficticia muerte.
Alocados estupefacientes
como vicios incoherentes,
vivir la vida en tu ausencia
como padecer el hambre en la pobreza.
Ilusiones del más allá,
visiones de la emotividad,
padecer vivo por la verdad
de encontrarme en tu necesidad.
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Danilo GattiDanilo GattiDanilo GattiDanilo Gatti
Neturaleza muertaNeturaleza muertaNeturaleza muertaNeturaleza muerta
No era la primera vez que estaba en su casa, pero estaba
seguro que sería la última.
Lo recuerdo hoy y puedo verlo con claridad, aquella claridad
que nunca tuve estando a su lado.
No se por qué, pero siempre que la recuerdo, recuerdo
humo... recuerdo su figura transparente desvaneciéndose en él.
Todo su hogar parecía estar cubierto de una espesa niebla, todo
era gris. Al estar allí estaba siempre a punto de ahogarme, mi
garganta se cerraba al extremo de no poder hablar y mis ojos
comenzaban a llorar... vaya metáfora para nuestra relación.
Ese día la distancia ya era insalvable, entre nosotros había un
océano que ninguno podía, ni estaba dispuesto a cruzar.
Ella nunca levantó la mirada de la sucia evidencia del
mediodía... y mientras fregaba esos platos con frenética
virulencia, lo noté...
Su pequeña cocina da a un patio, más pequeño aún... Ella
adentro y yo afuera, en ese patio donde una hilera de plantas
sin vida se preguntaban conmigo "¿Por qué?".
“Ni siquiera les da el sol” pensé y seguí mirando ese patio,
pequeño, techado y lleno de plantas artificiales…. "Ya basta de
metáforas" me dije a mí mismo...
Fue allí cuando me di cuenta... Tenía que dejarla.
Todavía estaba afuera cuando se lo dije, mejor dicho,
cuando se lo notifiqué, porque fue frío y seco, como un policía
leyendo los derechos a un criminal, como un verdugo
anunciando tu final.
Su mirada, claro, permaneció en el mismo lugar, el cigarrillo
que colgaba de su boca pareció caer pero se mantuvo. Sólo se
dignó a correrse el pelo de su cara, colocó su brillante mechón
rubio detrás de la oreja y le dio la pitada mas larga del mundo
a ese cigarro que encontró su final en la boca que alguna vez
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Danilo GattiDanilo GattiDanilo GattiDanilo Gatti
tanto deseé.
“Wow -pensé,- es tan hermosa”
Descalza, con el maquillaje corrido por toda su cara, mal
dormida, con los ojos como a punto de llorar y enfundada en
una vieja remera mía que rezaba “Choose Life”, y aún así...
“Dios, es tan hermosa”.
Tan sólo dos palabras bastaban para definirla: salvaje,
arruinada…
Quizás, al fin y al cabo, sólo eso nos mantenía unidos… Y
hoy no éramos nada mas que una postal, algo que alguna vez
fue.
Su cuerpo, fotografía de un pasado mejor; su estado,
consecuencia de una vida anterior...
Y de aquello ya no quedaba más nada, tan sólo una
naturaleza que una vez fue salvaje y hoy está encerrada… hoy
es artificial como ese patio… "Naturaleza muerta"...
“Debo dejarla… debemos dejarnos” volví a repetirme.
Agarré mi campera y antes de irme, me beso en la mejilla…
“Frío nuevamente”…
Ya ni sabía hace cuánto no nos besábamos, ya ni sabía hace
cuánto no me miraba directo a los ojos... Por un momento
titubeé, quise volver sobre mis pasos y abrazarla... pero tomé
una inusual bocanada de coraje... y salí de ella para siempre.y salí de ella para siempre.y salí de ella para siempre.y salí de ella para siempre.
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Nacho_LS Nacho_LS Nacho_LS Nacho_LS
SombrasSombrasSombrasSombras
Llega. Se da cuenta de que, por primera vez en su vida, tiene
todo lo que quisiera. Cae en la realidad de que no necesita, por
lo pronto, nada más. Novedad ésta. El ser humano está
condenado a estar eternamente insatisfecho con lo que le tocó
en suerte. Que al fin y al cabo llegar al final del camino
propuesto es la mejor excusa para seguir buscando algo, aunque
no se sepa qué, ni con qué fin. Siempre, toda persona, busca
algo más, que por más chico que sea, tiñe todo lo adquirido de
un color gris.
Suerte entonces la suya. Hoy no necesita nada.
todo no es más que lo que escribe; que no es más que lo que
quiere leer cuando vuelva a corregir las repeticiones en las que
cayó.
De todas maneras, se sigue sintiendo bien. Hoy entiende que
lo que piensa que necesita, por más que no lo tenga, está bien
así como está. Se siente bien al no tener lo que quiere.
(No es difícil dilucidar que no es más que otra persona la
que lo afecta tanto. De ninguna otra manera se explicarían
tantos versos tan poco fluídos, tan poco explícitos realmente.
Que los objetos llenan espacios imaginarios y las personas, los
reales. Que sólo es otro quien logra vencer las barreras del
tiempo y lugar para volver a inventarse.)
Entonces, ahora podemos entrar más en detalles: él no te
tiene, y se alegra de ello. No por el no tenerte, sino por el
necesitarte. Se alegra de que, incluso con tantos años encima,
todo siga ordenado como la última vez. Se pregunta y hoy sí
sabe responderse: no está mal que otra persona lo lastime tan
dulcemente; que si ella no existiera, todo se reduciría a nada.
Que si el piso no temblara una vez más todo habría perdido
significado. Que nadie más va a cambiar eso y que está bien
aceptarlo: nadie tiene que ocupar emociones que ya fueron
gastadas, ya que siempre hay lugar para nuevas sensaciones y
que ellas nunca tienen que hacer sombra a todas las que
quedaron atrás. Que nunca se sabe cuándo uno tiene que abrir
de nuevo la puerta y encontrar dónde dejó esos sentimientos a
medio guardar, a medio esconder. Esos sentimientos que en
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Nacho_LS Nacho_LS Nacho_LS Nacho_LS
su momento se murieron de vergüenza y fueron silenciados.
Ya no sabe qué escribir y tiene miedo de no haberse leído
congruente. Vuelve a caer en el temor de no haber podido
encontrar lo que quería en esta hoja que tantas otras veces supo
escuchar. Supo hablar. No quiere releerse. Que las palabras al
escribirse tengan el mismo efecto que al decirse. El no poder ser
borradas les da un poder que abruma: nos permiten
arrepentirnos sólo una vez dichas.
Es hoy que vuelve a agradecer que hayas existido, que
existas. Que le hagas tener que escribirte algunas líneas (se había
prometido varias veces, sin éxito aparente, no hacerlo más).
Que en cierta forma le das sentido a todo esto que intentó
ser verso e intentarán ser días por venir.
http://versosaladeriva.blogspot.co
m
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Ezequiel SayagoEzequiel SayagoEzequiel SayagoEzequiel Sayago
La virtud más grande La virtud más grande La virtud más grande La virtud más grande del ser humano del ser humano del ser humano del ser humano
- ¡Qué injusta y desgraciada que es la vida! Todo el día trabajando para tener tan poco.
- ¿Qué es poco?
- $1500 al mes que el patrón me los paga a “cuenta gotas”, y no me alcanzan ni para…
- Te pregunté ¿qué es poco? Y no ¿cuánto?
- Poco es… eemmm… bueno, sabés de lo que te hablo
- Si lo supiera no te estaría preguntando. Pero bueno, dejando de lado eso ¿qué es lo que querés?
- Tener mucho más.
- ¿Más dinero?
- ¡¡¡Sí!!!
- ¿Para qué?
- Para poder salir de este pozo y vivir la buena vida.
- ¿Qué es la buena vida?
- Es poder comprar todo lo que quieras, poder tener todos los autos que quieras…
- Entonces la “buena vida” es el poder y no el dinero, como pensabas.
- Bueno… poder, dinero, es casi lo mismo, van de la mano, los poderosos y los políticos tienen mucha plata.
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Ezequiel SayagoEzequiel SayagoEzequiel SayagoEzequiel Sayago
- ¿Y vos no tenés mucha plata?
- Jejeje, ¿me estás cargando?...
- Ah claro, y como poder, política y dinero “van de la mano”
como dijiste, seguramente tampoco sos poderoso, ni político.
- No, por supuesto que no.
- ¿Y tú patrón tiene mucho dinero?
- Pufff…
- ¿Y es político?
- Creo que se va a postular, pero no se a qué.
- ¿Y lo vas a votar?
- ¡No! ¡Ni loco! ¡Es un corrupto!
- ¿Y si te ofrece un millón de pesos?
- Lo voto y si quiere, le lustro los zapatos.
- ¿Y el querrá que lo votes?
- Claro.
- Al depositar tu voto en la urna, estás ejerciendo tu derecho
político. Si no vas a votar estás dando tu opinión apática sobre
la política y, en general, hagas lo que hagas (o no hagas) será
una actitud política la que tomes. Por lo tanto política y poder
no son sinónimos, como vos lo planteaste.
- Puede ser.
- Volvamos al tema. Tu patrón tiene dinero, es político, pero
necesita de tu apoyo.
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Ezequiel SayagoEzequiel SayagoEzequiel SayagoEzequiel Sayago
- Así es.
- Entonces sos poderoso, ya que él buscará tu PODER,
mediante el voto.
- Sí, pero… no es para tanto, che!!
- ¿No? suponiendo que te da el millón de pesos para que lo
votes y entrás al “cuarto oscuro” podés votar a otro candidato.
- Sí, puedo.
- Entonces sos mucho más que poderoso ya que tenés tiempo
de tomar tu decisión hasta el último instante.
- Me hacés pensar mucho, eso nunca va a pasar… tenés razón,
política y poder no son lo mismo ¿estás conforme ahora?
- Bueno, ya que eso nunca va a pasar, supongamos ahora que
no pasa nada de esto. ¿Serías poderoso?
- No, sería lo que soy ahora, un pobre infeliz.
- No entiendo, ¿sos pobre, infeliz o ambas?
- Soy pobre, lo de infeliz es una forma de decir. Tengo mi
familia, mi tiempo libre, mis amigos…
- Entonces sos pobre y poderoso.
- No vuelvas con lo de poderoso, ¿qué tengo yo de poderoso,
más que votar a quién se me cante?
- Supongamos que soy político y prometo “Un peso = un
dólar” “Apoyo a los patrones y no a los empleados” “Haremos
un Proceso de Reorganización Nacional” ¿me votarías?
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Ezequiel SayagoEzequiel SayagoEzequiel SayagoEzequiel Sayago
- No.
- ¿Por qué?
- Porque no es lo que quiero ni para mí, ni para mi familia.
- O sea que tenés en claro que lo que querés es el bienestar de
tu familia y el tuyo.
- Por supuesto.
- ¿No querías dinero en realidad?
- Bueno, sí, para mantener ese bienestar.
- O sea que “estar bien” significa para vos, estar bien
económicamente, aunque afuera asuma tu patrón.
- ¡Yo no dije eso!
- No lo dijiste, pero tu primera respuesta fue votar a tu patrón,
si éste te ofrecía un millón de pesos. ¿Sabés lo que eso significa?
- Emmmm… más o menos…
- Significa que sos más corrupto que el mismo patrón al que
criticás.
- ¿Qué decís?
- Digo que, primeramente, lo querías votar por plata, y ¿qué te
pasó después, qué te hizo cambiar de opinión?
- Lo que vos me dijiste me hizo pensarlo mejor.
- Y bueno, entonces, con más énfasis te digo que fuiste peor
corrupto que tú patrón porque te dejaste corromper el
pensamiento por dinero.
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Ezequiel SayagoEzequiel SayagoEzequiel SayagoEzequiel Sayago
- Pará un poco… yo no soy peor que él…
- Él piensa que ser poderoso es tener dinero y/o ser político, igual que lo que pensaste vos, es válida mi comparación y ambos tienen el mismo defecto… ¡el peor defecto de la humanidad!
- ¿Cuál?
- El defecto de pensar que el poder es dinero o política, “sólo el rico es poderoso”, “solo el político es poderoso” y de esa manera están denigrando al poder personal, el que se encuentra en todos y en cada uno de nosotros y que constituye la mayor (y única) virtud que tiene el ser humano.
- ¿A qué te referís?
- Me refiero al PENSAMIENTO, al verdadero pensamiento que nos permite reflexionar y valorar actitudes y decisiones tan hipócritas como la que ibas a tomar votando a tu patrón
a cambio de dinero… Es sólo el librepensamiento el que te condiciona, te impone y te orienta en la búsqueda de ese bienestar del que hablabas. Y solamente por eso eres poderoso, aunque no tengas un cargo político formal y a pesar de que no seas millonario.
ezequielsayago@hotmail com
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hanzelacayohanzelacayohanzelacayohanzelacayo
Llegué tardeLlegué tardeLlegué tardeLlegué tarde
Llegué tarde, cuando mis dedos
lastraron la espuma como en su dolor
lo hubieran hecho anclas levadas.
Sembré con gusto las semillas en la espuma,
pero ésta era la espuma de otro océano.
Estaba ahí, violenta, como una piedra
que flotara para nadie en la inmensidad
y la que sin amorosa intención
se me hubiera acercado para decirme:
Llegaste tarde; no era cierto.
Te recogí con un pudor que se escurre,
y a pesar de la ficción, tu sal cayó del cielo,
envenenó lo yerto en mi cuerpo,
y si bien son vetas de hielo
las que ahora emergerán de mi deseo,
nada lograré con ello.
Llegué tarde.
Mi mente cuajó en el mejor papel para eso
como en el cuadro idealizado
tu cama estaba llena hace tiempo
por una viscosa presencia a que se asen
flores ya cortadas que no se secan.
Podría hacer de esto un poema;
llave precisa para abrir la nueva puerta,
más soy un barco de papel no escrito
y nada me atreveré a hacer contra esa marea.
Casi siempre, no basta un poema.
Llegué tarde, y aún espero,
y sé que el futuro es más que el terrón
que lame la solidaridad de tu agua en la taza.
Te bebo a pesar de eso.
Aunque no se encienda en agua fría el tilo
y tampoco lo hagan las adormideras;
todo lo que depuse sobre las ilusiones de guerra.
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hanzelacayohanzelacayohanzelacayohanzelacayo
Este poema es el primer y último
mensaje de botella.
Así soy en mi masa: sumerjo mis armas,
me guardo en las velas,
ato mi suerte en el mástil
esperando que endurezca.
Y siempre me quedo solo con mis poemas...
IIII
Finjo que caigo y padezco:
un disimulado allanamiento sentimental,
un abrazo a fuerza de prematura pendiente.
Si ferviente, mis pasos estallan en cogollos dorados,
si lozano, mi sangre se tiñe de negro,
soy muy distinto entonces de quien
se lanzó desde la cima aguda y férrica,
soy muy distinto incluso de quien
me espera cien metros bajo la tierra.
IIIIIIII
Me extrañaré sobremanera durante la caída.
Me invocaré cuando el dolor
coaccione sus dientecillos de arroz:
Hombre CayendoHombre CayendoHombre CayendoHombre Cayendo
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hanzelacayohanzelacayohanzelacayohanzelacayo
todo lo viviré como un huracán
embalado con los dedos de Dios,
ese compasivo sepulturero de erratas,
aquelarres y derrotas que en un mañana atroz
traerán un afán vulgar de antigravitación.
IIIIIIIIIIII
Quiero ascender mientras caigo,
mientras el cráneo sangra vindicación,
mientras la idea de morir
se deteriore cada vez más ominada
por las piedras que en mayor cantidad
se irán enterrando en mi cuerpo como sombras
y no haya muerte más irascible
que tener que recordar
que repasaré cayendo, lo que subiendo,
sólo retendrá mi memoria como vértigo.
http://hanzelacayo.blogspot.co
m
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jpdjpdjpdjpd
Mono ve, mono ríe, mono haceMono ve, mono ríe, mono haceMono ve, mono ríe, mono haceMono ve, mono ríe, mono hace
Mono haceLa caja lo dice. Tan tonta, tan sabia. Atrayente
Mono veLos huecos , enormes, sonrientes, oscuros e inevitables
Mono ríe.Tambaleante, golpeándose, avanza. Brillante metálico en su mano.
Mono haceLos huecos llamando. Él, imitador, recuerda los colores y sonidos
Mono veY quién lo culpa? Quién no hace? Si apenas se sostenía. Los descuidos o la ignorancia
Mono ríeRojo, azul fusionados. Instante y corte
Mono calla
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GamboxGamboxGamboxGambox
Copia & CopiaCopia & CopiaCopia & CopiaCopia & Copia
No como mucho, no ocupo mucho espacio y no van a notar
dónde estoy, a menos que diga algo. Así fue toda mi vida
parado en un lugar que no debo, pero que a la vez nadie ve,
voy a la escuela, aunque más años de lo debido y por lo menos
dos días de las semana no duermo, no por insomnio. Las
personas suelen dormir durante el día, caminan
automáticamente a donde sea que vayan, realizan las tareas por
reflejo, casi como un ejército de hormigas, yo por lo menos
prefiero que sea por decisión mía. Desviarse del protocolo no es
fácil, y no es gratificante que se note en tu personalidad, las
ojeras en tu cara, la fatiga constante y la necesidad de hablar
para mantenerte despierto. Claro que en realidad uno nunca
habla con nadie. Con el tiempo se desarrolla lo que me gusta
llamar “doble personalidad pasiva” la obsesión de conectarte a
otra persona, de hacerle entender lo sensible que sos y lo que
sabés para él te vuelve frágil, como la cerámica. Luego la otra
cara, la tuya, la que ves cuando estás solo. Un hombre no
puede usar una cara para sí mismo y otra para la multitud
demasiado tiempo sin olvidar cuál es la real.
La luz blanca me hace ver como un oficinista, trabajando
arduamente en una planilla para mañana, Excel seguro,
patético. Pero no, soy un estudiante leyendo el manual sica para
instalaciones eléctricas, junto a mí una taza hasta la mitad de
coffee frío, sobre papeles que tienen sentido sólo para mí.
Encerrado con mi otra cara aprendiendo cómo calcular la
potencia del circuito seccional para una vivienda unifamiliar y
con indigeribles dosis de café en el estómago, por lo menos
tomo conciencia de mis responsabilidades. Mierda, pura mierda.
Me llega un telegrama; hoy comienza mi autodestrucción. Ron
y coca, coca y ron. El orden de los factores no afecta el
producto. Yo, sobrio y eufórico.
Repentinamente, dediqué una semana a drogas y alcohol
como en una canción clicheásica de rock. Y volví a mi posición
original: encorvado en frente de la pantalla, nostálgico,
deprimido y asustado. Asustado de no dar la talla, de tener que
sumar otro año a un grillete pesado, que me obstruye para todo
lo que quiero hacer.
Llega el día, llego yo. Miro la pantalla, no quiero ver nada,
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así que no lo veo, café en la sangre. Despego así, lento y
vertiginoso a pocos centímetros del suelo con dirección a la
institución de educación de nivel medio. Llego. Así de rápido y
así de repentino. Soy el único en varios continentes a la
redonda. La situación ocurre aceleradísima; entro, me siento,
escribo, desapruebo, me levanto y me voy. Cuando el sol me
pega en la cara, y el sonido de los autos me ensordece caigo en
cuenta de que acaban de acortar mi vida, mi libertad incluso.
Las situaciones más desesperantes son las que nos hunden en la
realidad. Me queda servirme más. Ahora en la calle, ya no floto,
incluso creo que arrastro los pies, hundidos en el asfalto caliente
varios centímetros y no sé a dónde voy.
En estas circunstancias no saber a dónde voy parece ser lejos.
Pero no lo es. Yo cada vez más hundido, más derretido
empiezo a enfurecer, porque no soy lo suficiente para ellos, no
estoy a la altura. Aprieto los dientes, sangran mis encías, se
humedecen mis ojos. Debo extraerlo de mí. Y lo hago. Cae en
pedazos. El dolor hace que despierte y lo abandone sabiendo lo
que hice.
Comienza la escuela, pero eso no es mi problema, ya no soy
Aunque no estoy trabajando. Porque en realidad no sé hacer
nada. Así se lo dije a mis padres, imaginen las caras, como dos
gorilas madrugando.
Tengo un mes aproximado hasta encontrar un trabajo, lo sé
porque ya lo hice. El mes más corto que recuerdo, seguro
porque dormí mucho. Estar con mi familia es como si cada vez
que abro la boca desaprueban lo que digo. Así que duermo de
día, duermo más. Tampoco estoy con mis amigos. De vez en
cuando mi cabeza pega un salto, como cuando alguien corre
bruscamente la aguja de un vinilo, un orgasmo de intolerancia y
violencia. Y así transcurre mi mes pre-trabajo. Acelerado y
turbulento.
Llega el mes de trabajo. Y yo vestido así. Miro los
clasificados, busco algo que vaya conmigo. No hay nada, claro,
no sé hacer nada. Pero igual voy por acá y por allá a ver si
aprendo algo o me enlisto en algún lado. Termino en una
fotocopiadora. Le digo al tipo lo que quiere escuchar, “sí,
aprendo rápido”, “no, no me drogo”, “sí, trabajo mucho”. Me
acepta, seguro no le quedaba otra. Y yo vestido así.
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GamboxGamboxGamboxGambox
El trabajo es fácil, dentro de todo, viene la gente con hojas y
el número de copias que quieren, yo las copio y se las llevan. Es
como el sexo, meter y sacar. Y meter y sacar de nuevo. Servirse
más.
Los días pasan torpes. Contar las copias es lo más frustrante y
monótono que hay porque no sabés a cuántas copias tenés que
llegar. Ansias, se me hace agua la boca. A medida que avanzo
en el trabajo empiezo a notar cosas, detalles, uno se vuelve
perceptivo cuando lo único que hace es repetir, busco en
cualquier detalle algo para distraer mis ansias. Síntoma uno; la
ropa. Te das cuenta qué hace la persona, de dónde viene o a
dónde va sólo con ver su ropa. Cumpleaños, casamiento,
funeral, Júpiter. Claro, no se puede verificar. Claro, de vez en
cuando viene alguien con ropa tan corriente, tan antipersonal
que ni lo noto. Claro, como si no estuviera. Y yo vestido así.
After that you see the faces. Triste. Feliz. Sexualmente activo. Es
un poco más difícil que con la ropa, pero se aprende. Igual que
con la ropa, a veces se ven antipersonas. El último síntoma de
complementación sería la mini-lectura. Cuando alguien
lleva algo para fotocopiar espera la mayor velocidad, más allá
de eso, uno puede leer fragmentos de la hoja que tiene en ese
momento. Al ser fragmentos tan cortos, se te esculpen en el
cerebro. Una vez ahí no salen, cuando duermo suele pasar que
bailan en los sueños. Este fenómeno es particularmente molesto
debido a que esas frases no dicen nada.
Agregás un poco de pimienta y presto, lo único que queda es
unir los tres factores para tener a un personaje. La señora que
viene de caminar, ama de casa con el titulo “Me dirijo a usted”
en la frente. Bailando en tu cabeza toda la noche, o día. Y yo
vestido así.
A estas alturas cualquier canción nostálgica es un golpe en el
dedo contra una mesa de noche, no sé como llegué acá
pudiendo haber hecho tanto, no puedo mirar a nadie a la cara
sin dejar de sentir que no soy nada. Ellos no son nada tampoco,
al parecer soy al único que le molesta. Todas las cosas que uno
cree saber no sirven si no hay un papel con una firma encima. El
jefe llama. Telegrama. Una amiga. Cumpleañera. No la veo
hace 5 años. Me encuentro en un
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salón rodeado de gente en mi misma situación, alcoholizando,
la diferencia es que a ellos no les importa estar igual que yo,
sólo a mí parece importarme. Saludo, saludo, saludo. Termino
parado junto a mis conocidos, pero sin estar con ellos. Cuba
libre en mis manos, prácticamente no estoy ahí. Horas después
estoy de la misma manera que al principio, pero con otro vaso
y fuera de lugar, como si hubieran tomado un sticker de mí para
pegarlo en otra situación. Cada vez que releo lo que escribo me
doy cuenta de que así me acuerdo las cosas, una imagen que
salta a otra. Debe ser por todas las sustancias. Me veo desde
arriba sentado afuera, en el cordón jugando con las piedras. No
hay viento, no hay mejor situación. Llega mi amiga, me
pregunta como la estoy pasando. No le voy a mentir, mi
cualidad denota monotonismo adquirido. Mala actitud. Aunque
siempre fui amable con ella; esta vez es diferente. Este tiempo
encerrado me ha deshumanizado. Sólo queda servirme más.
Hablamos un buen rato, ella lleva la vida de alguien que vive.
Yo la de alguien que no quiere morir. Aparentemente, terminó
de estudiar y quiere volver, de algún
modo me alegra. Pero de otro más bizarro hace que la odie,
porque el haberme contactado pretendiendo no volver a verme
me aborrece. Borren eso del archivo. Ser tan maleable. Claro
que no le digo nada, solo separo los comienzos de mis labios y
agito la cabeza, eso quiere la gente, supongo. No entiendo que
puede esperar que le responda, no me interesa la frivolidad que
la mantiene ocupada, ni las experiencias vacías que ha vivido,
no puedo reaccionar naturalmente, como en las películas.
Anticipo cada reacción. Dos pasos adelante, siempre.
Otra vez en el trabajo, meto y saco. Y meto y saco. El que
manda me da un libro que mataría a un elefante si se le cae
encima, para copiar y encuadernar, mientras atiendo a los que
van llegando y con los dedos de los pies hago café. No se cómo
se le ocurre pensar que puedo copiar su mierda si tengo encima
a todos los giles que necesitan sexo. ‘Tardo una hora en notar
quién esta entre la gente’. Como la más inesperada de las cosas
aparece frente a mí. “Bien” “Vos’?” conversación de cangrejos.
Me pregunta que hago hoy, insoportable pregunta, me recuerda
que no hago nada. Termino con ella caminando
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en la costa, después de una noche entre copas, vasijas y
salmones, riéndonos de cosas que recuerda, situaciones,
nombres, lugares, personas. Hay algo en ella que siempre me
levanto el ánimo, como una cuerda que te saca de aguas
movedizas, más extremo aún; cuando estás soñando, se te caen
los dientes y al otro día te levantas y los tenés. Eso es ella para
mí. Una decepcionante entrada a la fantasía de lo que sea, y yo
vestido así. Con decepcionante quiero decir que cada vez que la
veo me eleva más alto, pero cuando la pierdo caigo desde más
arriba. Decepcionante. De vuelta en la costa mientras yo escribía
todo eso, ella habló un buen rato y no escuché nada de lo que
dijo. Afortunadamente con sonreír basta. Sonrío, obviamente.
Llegando el final de la noche es hora de caer. Pero
sorpresivamente como solo ella sabe hacerlo, un beso. Beso.
Beso. Beso. Ignición. Sangran mis oídos por el cambio de
presión en la atmósfera.
Los días con ella pasan. Conozco a sus conocidos, ellos me
conocen. Me caen bien, mal. No importa en realidad, no estoy
ahí por ellos. Ellos no están ahí por mí. Todo funciona. El
reciproco estado de indiferencia que las personas sienten unas
por otras hacen que las situaciones sean auténticas.
Los días tienen más sol, acompañados por entusiasmo
genérico. Aunque pensar en eso hace que se me venga a la
mente pintar sobre los sesos de una persona en la pared. Mi
perfil promueve a denotar más amabilidad, ya no cuento con
los dedos las cosas que me dan gracia. Dejo de buscar
significados. Más y más me vuelvo conformista a mis paralelos
contextos jornales. Dócil.
-¿En qué pensás?- me pregunta mientras caminamos por
encima de la noche
-Nada- Casi automático. Seguro esperaba que le dijera algo
concreto. La verdad era que me preguntaba cómo puede ser tan
pálida como para que las luces de la calle la hicieran ver
naranja.
-¿Qué hacemos hoy’? Vuelve a insistir.
-¿Qué podríamos hacer?- Evasión. -¿Salir? ¿Dormir? ¿Pelear’?-
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Entre idas y vueltas se resume a eso. Ella pregunta. Yo
respondo. Pero no digo nada.
-Uh, que densa- La interrumpo después de devolver un par
más de sus preguntas, que no preguntan nada en realidad
-¿Por?- Me responde
Quebré. Balbucea algo que no entiendo, la vuelvo a
interrumpir.
-No necesariamente tenemos que hablar. Si no hay qué decir
no digas nada, menospreciás la predisposición que puede tener
alguien para soportar conversaciones que no van a ningún lado.
De onda.
Le da una seca a su cigarro. Se puede notar que no le cayó
para nada bien lo que le dije.
-¿Te enojaste?- “¡Sí! mas vale que me enoje” “¿No ves que
quiero que me digan lo que quiero escuchar?” y otras posibles
respuestas que debería darme con esa cara.
-No-
Un rato después se puede ver todavía que le afectó, a ella y
al sello de fábrica que lleva como persona de sentirse atacada
cuando alguien cuestiona su buena intención. Se lo digo.
-Chabona, estas re caliente-
-No… ¿por?
“Porque sos cualquiera” ¿Debería?
-Y, hace un rato que no decís nada- Le digo. -Desde que te
dije que no digas nada-
¿Si alguien te preguntara cuál es el momento más feliz que
recuerdas? ¿Podrías responderle? Claro que responderle podrías
siempre. ¿Pero sabrías cuál es? Vos.
Me fui de vacaciones por una semana con amigos, la pasé
bien. Nada ultraviolento, pero bien. Claro que la extrañaba,
recordarla libera dosis de endorfina. Tenerla en frente es como
una inyección de morfina directo en la espina. Ahí estaba.
Pasándola bien, pero necesitándola. Afecto. Al pasar esa semana
con los pies rojos, me duermo, solo unas horas. Al despertar
voy a verla, y a ellos. Respectivamente. El camino hasta su casa
es largo, al menos en ese tiempo. Al llegar veo
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que hay un tole-tole importante adentro. Me queda servirme
más. Noc-noc. Ese sería el sonido de mis nudillos contra la
puerta. La puerta se abre de la misma manera que en las
películas, en mi cabeza. Apenas logro verla. Apenas logra
verme. Es un instante, me rodea con sus brazos. Me aprieta
fuerte, con convicción y euforia.
Su pelo huele como debería oler, su voz que ya no escucho,
es combustible. Su respiración reconfortable. Su cuerpo emana
un calor perfecto.
Dependiendo mucho como para soltarme. Casi caigo al suelo
por el envión. Pero la abrazo, la rodeo con fuerza, encapullado
en ella. Sorprendido. Como nunca antes, como nunca más.
Cinco segundos permanecemos ahí, absueltos del sonido. Del
entorno, del contexto. Mi cerebro está empolvado de opiáceos.
Nos tambaleamos al ver que estamos vivos. Volvemos.
Son cinco segundos irrepetibles desde cualquier ángulo,
irreparables del daño que hicieron en mí. Incontrovertible
prueba de un momento feliz. También asqueroso, empalagoso.
Detestable incluso.
-¿No querías eso?- Continúa la conversación.
-Yes. Pero si no tenés nada que decir, ahora se ve que querés
decir algo, pero por arrogante no lo querés decir-
Hagamos una pausa para pensar ¿Como puede ser que diga
algo tan volátil?
-Uh, bue, anda cagar- Me contesta. Si antes pensaba que la
estaba atacando, ahora lo sabe.
La acompaño, la dejo. Me deja.
Me quemo la cabeza de sobremanera tratando de decodificar
si tuve que haberme callado, dura una semana. No me
responde, parece que no quiere verme. Pero sabe que soy lo
mejor que tiene.
Ahora, o en ese momento, me ves en el deposito de una
fotocopiadora, a las 4 am, junto a un bidón de unos cuantos
litros de permanganato de potasio y otro con nafta.
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Revolviendo las cajas y cajones, buscando los frasquitos vacíos
que suelen guardar tinta para impresiones.
Cansado de no verla, esta vez caí de muy alto. De contar
copias y de soportar a dios (mi jefe, pero es lo mismo). Como a
cualquier cucaracha o termita, hay que removerlas. De eso me
encargo, no dejo lo que puedo hacer hoy para mañana. Hago
ahora lo que quiero. Quiero que termine, el cielo está naranja
por el resplandor de las luces de la calle y la espesa capa de
niebla en el ambiente. Hundiéndome atrás de un mostrador,
debajo un arrogante que siempre lo va a ser y una persona que
no puedo dejar de querer. A 215 Kiga bytes por segundo la
cabeza procesa demasiados pensamientos a la vez, maquina
muchas copias. La línea de ensamblaje esta sobreproduciendo. Y
yo vestido así. Mis ojos con las pupilas dilatadas hacen que la
luz blanca del sótano me ciegue. Una vez encontrados los
receptáculos entro en marcha. Unas gotas de nafta humedecen
el interior del frasco, el aire evapora su exceso. Las gotas del
permanganato completan la mezcla. Repetir, meter y sacar.
Copiar. Y copio, copio unas 20 veces.
Generic bomb.
Ahora bien. La parte mas difícil en la receta es el servido.
Cinco de las veces van al interior de la fotocopiadora, donde la
lámpara se calienta y recorre a lo largo la longitud del aparato.
Cuando abran en la mañana temprano, y enciendan la
máquina, la lámpara se desplazará a la derecha, contra las
copias en su interior, liberando el contenido de éstas a presión
junto a la rápida expansión de energía que acompaña. Colapso
y detonación. Ese mecanismo dejará de funcionar junto a todas
las demás figuras que se encuentren en su cercanía, siento
lástima por el primero que la use [sarcasmo].
Diez van alrededor y debajo de la silla de escritorio de mi
jefe, el asiento ya no posee el tornillo que evita que el peso de
una persona lo deje caer, lo sé ya que yo fui el causante de eso,
consolidando el efecto de que quien se siente no vuelva a estar
constipado. Finalmente queda ella, tengo que remover mi
afecto por su persona, dejar de lado las necesidades hace que
seamos libres para decidir, no recuerdo la última vez que lo fui.
Ahora es lo único que me queda y no voy a dejar que me
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destruya.
Todo pasó como debía. La máquina ya no funciona, dios
tampoco. Pero ella sí. Significa más para mí que los otros dos.
Sospecha que tuve algo que ver, desde que me conoce sabe que
soy inestable. Además, se lo dije cuando me pregunto.
Durante un tiempo duda de qué hacer, supongo ¿Cómo
podría saberlo? Sabe lo que tiene que hacer, que no estoy bien.
Que no puede aspirar a que mejore, progresivo. Que ya no la
veo como antes. Que lo volvería a hacer. Supongo.
Cuando por fin nos vemos después de un tiempo me dice
que se va a ir.
-Me voy-
También me dice que ya no puede conmigo.
-Ya no puedo con vos-
Pero que se va a quedar lo que paso para ella.
-Me voy a quedar lo que paso para mí-
No le creo, sé que no debería. Ahora sentado solo. Ella me
pregunta, por fin me pregunta, porque actúe así, me mira con
suplicia, pero sin una sola chispa de lástima en su rostro. Yo que
desde que entró no evité su mirada, miro alrededor, divagando,
tomando toda la frialdad e indiferencia que me queda y le
respondo.
-Yo que sé-
http://g-a-m-b-o-x.blogspot.com
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anomikoanomikoanomikoanomiko
A la nena que soñabaA la nena que soñabaA la nena que soñabaA la nena que soñaba
A la nena que soñaba
con muñecas de pelo rubio
ya no se le ríe su boca
de lápiz labial berreta
y sus mejillas con rush
siempre tienen el color
del otoño mas cruel.
La nena no es más nena.
Es mujer, es problemas,
es ausencia y sangre.
Me mostró sus fotos de niña vieja
y yo la soñé mil noches
y la imaginé mil días.
Pero nunca volvió.
Ni la que conocí
ni la que vi en fotos
ni tampoco la que nunca existió
y que yo hubiera
querido para siempre.
Pájaros secosPájaros secosPájaros secosPájaros secos
Mis lágrimas no hacen ruido,
mis pasos no alejan
y mi vaso tiene, en esta noche,
las dos mitades vacías.
Y aunque no quiera te veo
en el silencio de mi habitación
y te escucho en la oscuridad
de mis días.
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anomikoanomikoanomikoanomiko
Pero mi boca no se ríe,
mis ojos no miran
y mis luces son pájaros secos
volando siempre a media altura.
Las despedidas resuenan
como campanas envenenadas
en esta noche
en que mis manos no me cubren
y mis palabras
se cansan de buscarte
en hojas vacias.
y de preguntas sin respuestas.
Los días se hacen largos
y los años cortos
y la gente aparece y desaparece
como fantasmas en mi existencia.
Mi sombra hace fuerza
tratando de escapar de las garras
de mi escasa luz.
El sol de mi tristeza
sigue quemándome la cabeza
desde lo mas alto de mi mente.
Y en este barco ya no queda marinero
que no sospeche que
todo esto que transporta
no sea algo pesado y vano
En este barcoEn este barcoEn este barcoEn este barco
El agua se hizo arena
y el barco que transporta mi vida
está estancado.
En un mar de arena y de [email protected]
http://anomikomatias.blogspot.co
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Julián G. MignolaJulián G. MignolaJulián G. MignolaJulián G. Mignola
Otra gata con gatoOtra gata con gatoOtra gata con gatoOtra gata con gato
Anoche entre ángeles y demonios, placeres y anhelos tuve la
vana esperanza de que lo que oía no sea la historia de tu vida.
Derrotado en aquél bar de disfraces y caretas, donde lo banal
era intelecto, un amigo me confió una parte de tu vida que
nunca imaginé que existía.
Ese tipo de partes donde uno anda rodeado de montañas de
rencor como un niño sin sol, un candombe sin tambor,
deseando que sea lo más efímero posible.
Pero a vos te pido mujer, no dejes que este tipo de cosas
opaquen el brillo que en vos yo puedo ver.
Capaz que éstas son las cosas que generan esa humildad, tu
sencillez, esa particular forma de caminar y una sonrisa que a
cualquiera lo detiene a pensar.
Hoy me siento un egoísta, egocéntrico por haber pensado
que la vida solo era cruel conmigo, yo no sé si lo tuyo es tan
duro, pero si acaso un dios existiera, cómo puede ser que a una
mujer como vos estas piedras en el camino le pusiera.
Yo la conozco hermano, y en su sombra no arrastra ninguna
maldad y ayuda al que puede ayudar.
Ella es mi escondite literario donde puedo desnudarme por
completo y finalmente me gusta lo que veo frente a ese espejo.
Al dolor de aquellos pasajes de tu vida yo lo puedo aliviar, solo
déjame entrar. No dejar salir todo ese dolor no va a ser
mejor…
Te podrá sonar raro que alguien sin un poquito de fe siquiera,
en la vida, te diga esto, el mismo que te contó un millón de
cuentos sin final feliz, el que alguna vez se prometió no pisar sus
propias huellas en el camino del anhelo de princesas ajenas o en
tu caso de príncipes que no se visten de azul.
Yo sólo te pido que atesores tu inocencia, te pido a vos y a mí
mismo que no midamos los pasos en un nuevo camino sin
huellas ni carteles hacia una nueva luz que nos ayudará a creer
en un futuro mejor después de haber vivido estas partes.
Yo sólo te pido que me mires un poco más.
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Ignacio TorrentIgnacio TorrentIgnacio TorrentIgnacio Torrent
Bello jardínBello jardínBello jardínBello jardín
¿Qué son esas voces que escuchás,
tristes ojos?
¿Son los ecos de tu ser,
ya vanos, desgastados?
Noche oscura; sigues parado allí.
Invisible a la luna, silente tu alma,
ante los alaridos sordos y crudos:
"No es valiosa tu esencia, y de serlo,
desgarras nuestros ojos, despreciable alimaña.
Es el descargo del Sol y los astros
esta hiriente voz, que a tu alma engaña".
¿Qué son esas voces que escuchás,
niño ingenuo?
De aquel jardín espléndido que creías tu alma,
aquellos ecos que creías escuchar en calma,
día a día, incansables vientos,
no han dejado más que desiertos.
Desierto atroz; ¿sigues todavía allí?
¿Podrá de la tierra cansada y el sol calcinante
nacer la simiente que devuelva la calma?
¡Qué el jugo de tus lágrimas sean el elixir,
el vigor de un nuevo jardín que hoy nace!
Y aquellos vientos que antaño,
enfurecidos, destrozaron tu lugar,
sean los que hoy labren,
sensatos, el monumento a tu cantar.
¡Piedra viviente! ¡Ojos de ángel!
Pequeña águila de trueno.
Bello jardín; sigue parado allí.
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Ignacio TorrentIgnacio TorrentIgnacio TorrentIgnacio Torrent
El artista, el intérprete El artista, el intérprete El artista, el intérprete El artista, el intérprete y el escribientey el escribientey el escribientey el escribiente
Todas las mañanas el intérprete golpeaba débilmente la
puerta descolorida, sólo una vez. Junto a él, el escribiente
fumaba mientras dialogaba casualmente con las pocas personas
que se reunían desordenadamente sobre la vereda, esperando la
apertura de la puerta.
La débil intensidad del golpe despertaba ruidosamente al
artista, aunque no por ésto se disponía inmediatamente a abrir
la puerta. Al contrario, la mayoría de las veces los visitantes
tenían que esperar un buen rato afuera, e incluso había días en
que ni siquiera abría y los espectadores abandonaban la calle
progresivamente; sin más remedio también lo hacían el
intérprete y su colaborador.
Pero esto sucedía la minoría de las veces, y en general aquel
ser sucio, corroído, hasta despreciable, giraba el cerrojo de la
puerta con las pocas fuerzas que le proveían sus imperceptibles
fibras musculares. Y así pasaban por el angosto marco de la
puerta, uno a uno, primero el intérprete, seguido por el
escribiente y los espectadores.
Bajaban la escalera que llevaba directamente desde la entrada
hacia el pequeño corazón de aquella residencia oscura, que
constaba esencialmente de un gran sótano, al que penetraban
algunos vestigios de luz por un ventanal ancho y de poca altura
que ocupaba los escasos centímetros de contacto que la
habitación tenía con la calle. En el centro, ya se encontraba el
artista, sentado en el piso, dispuesto a empezar con la nueva
obra, esperando impacientemente que todos tomaran su lugar.
A su derecha se paraba el intérprete, de frente a los
espectadores y al escribiente, que se sentaba en un pequeño
banco con la máquina de escribir apoyada en sus piernas.
Entonces empezaba aquél singular espactáculo. El artista
tomaba con su mano izquierda, tembloroso, el instrumento, a
simple vista una brocha totalmente constituída de madera, que
culminaba en una punta fina con forma de V; lo introducía en
un recipiente esférico de cristal que contenía un líquido
transparente, y comenzaba con su arte. Sobre la superficie del
suelo comenzaba a dibujar la primer plataforma de su obra
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Ignacio TorrentIgnacio TorrentIgnacio TorrentIgnacio Torrent
que se mostraba en colores intermitentes a medida que el artista
la creaba, hasta estabilizarse en un color definitivo luego de
unos instantes. Así iba creando formas tridimensionales,
avanzando en altura, perdiéndose por debajo aquellas formas
de colores más débiles, para crear una representación más
grande, ante la mirada maravillada de los espectadores. El
intérprete, a la par, construía su interpretación de la obra, la
cual esgrimía en voz alta de manera que ambas, obra e
interpretación, constituían la percepción de los espectadores. De
fondo acompañaba al espectáculo el sonido de las teclas de la
máquina de escribir, cuyo mecanismo imprimía en la hoja una
réplica del discurso del intérprete, con el agregado de ciertos
detalles que el intérprete daba a saber al escribiente mediante
ademanes y gestos; era notable el entendimiento entre estos dos
actores, lo que evitaba aclaraciones excesivas para no
interrumpir el trabajo del irascible creador.
La experiencia del intérprete lo había llevado a la conclusión
de que aquellos momentos de creación eran los únicos en que el
artista permanecía despierto; el resto del tiempo lo pasaba
durmiendo en el suelo, sumergido en su inconsciente. Eran los
sueños la inspiración fundamental del artista, los cuales
conducían su pincel hacia formas ininteligibles las cuales
desaparecían bajo estratos superiores que culminaban, en la
mayoría de los casos, en estructuras bastantes simples pero muy
hermosas.
Concluída la obra, el artista se dirigía impaciente hacia el
escribiente, el cual le entregaba el preciado papel, para luego
correr a refugiarse en un rincón. La gente abandonaba
estrepitosamente el recinto, escoltadas por el intérprete y el
escribiente, que a su paso cerraba la puerta la cual permanecería
cerrada hasta el próximo golpe de puño.
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Juan Pablo RoaJuan Pablo RoaJuan Pablo RoaJuan Pablo Roa
Tomás, el piano, la escaleraTomás, el piano, la escaleraTomás, el piano, la escaleraTomás, el piano, la escalera
Como el piano se encontraba en ese rincón oscuro del teatro,
allí se encontraba Tomás. Ese piano desafinado y polvoriento
del estilo de los que se encontraban en las viejas cantinas,
cuadrado, hacia arriba y con teclas de mármol del más
desafortunado elefante, que no habían sido tocadas desde la
primer y única obra con música allá por el principio de los años
40, hasta la trágica muerte del pianista cayendo esos largos 10
metros en espiral por la escalera que llevan al teatro. Tomás
preparado para tocar prelude in C minor BWV 999 -además de
pronunciarlo en un torpe francés no tenia idea del significado
de BWV y tiempo atrás lo confundía con una marca de motos-
de Johan Sebastián Bach, con sus dedos fríos, flacos, torcidos y
largos.
Sentado ya empieza… Todo marchaba bien, la música se
escuchaba armoniosa, con ese gusto diferente del piano era
perfecta, sublime, maravillosa, prodigiosa, fluida, parecía escrita
por el mismísimo demonio (que allí se encontraba), ¡hermosa!...
Hasta que un torpe movimiento del dedo anular
derecho termina bruscamente con esa armonía y hace que el
demonio huya avergonzado.
No quedaba otra… empezar nuevamente, pero antes debía
hacer crujir su espalda, de los nervios.
Ahora si volvió a acariciar las teclas a la manera de Bach y su
prelude. Todo volvió a ser armonioso, en un arrepentimiento
repentino el demonio vuelve para escucharlo maravillado, ya
iban mas de un minuto de esa gran composición y en ese
momento el piano, testarudo tal vez por la demencia senil
común a esa edad, decidió soltar la madera maciza y apaisada
encargada de cubrir la conexión entre el pedal y las cuerdas
dándole un fuerte golpe en las rodillas a Tomás que se limito a
soltar un gran “¡larreput!” que el eco con gusto repitió en la
inmensidad del teatro.
Y todo en silencio de nuevo, pero esta vez furioso, acomodó
las maderas y se decidió a terminar el prelude,
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Juan Pablo RoaJuan Pablo RoaJuan Pablo RoaJuan Pablo Roa
el maldito prelude, con la columna vertebral estallando en
bronca. Puso los dedos mas arriba de los hombros, los hizo
sonar y volvió a empezar, no importaba si se equivocaba, no
importaba si el piano se caía a pedazos, no importaba si el
demonio si iba o se quedaba, aunque estaba ahí… escuchando
ya no tan deleitado. Tomás, seguía tocando esta vez pese a
todo… hasta que… ¡hasta que nada! Cuando se quiso dar
cuenta ya estaba cerca de los movimientos finales, no había
escuchado nada de lo que tocó, no había tocado nada de lo
que escuchó (aparentemente) pero sí y ahora haría ese par de
movimientos finales, vino el primero… y volvió a sentirse
maravillado, inmerso en la música -tratando de no ahogarse- y
tras unos segundos de resonancia soberbios toco la ultima
nota… y allí estaba él… de vuelta en ese rincón oscuro donde
estaba el piano del cual se ausentó unos minutos, la última nota
dejo de resonar y el demonio con un corto aplauso, solo por
formalidad, prosiguió a retirarse después de esa interpretación
nerviosa de Bach.
Tomas se levanta pensando en volver más seguido y así
practicar más y más a Baj, a ese Baj que tanto lo complica y ese
piano que perece no quererlo. Camina hacia la salida con la
mirada perdida y el pensamiento profundo, y no tuvo tiempo
de reaccionar cuando al fin debía bajar esos 10 metros de
escalera.