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El sistema electoral y el sistema de partidos en México 19 EL SISTEMA ELECTORAL Y EL SISTEMA DE PARTIDOS EN MÉXICO JAVIER SANTIAGO CASTILLO UAM-IZTAPALAPA 1. Introducción El objetivo de este trabajo es aportar elementos que contribuyan a la reflexión sobre la evolución del sistema de partidos en el México, con el fin de perfilar su caracterización actual. Para que sea integral, este análisis tiene que realizarse tomando en cuenta el sistema electoral. Sin embargo, el estudio acerca de la relación entre sistema electoral y sistema de partidos requiere un elemento más, sin el cual esa dicotomía no tendrá una explicación integral: el sistema político, ya que es en la complejidad de las relaciones políticas que construyen el sistema político donde esa dicotomía encuentra su materialización. En consecuencia, para comprender con mayor amplitud la expresión social del fenómeno electoral debemos de partir de una tríada conceptual: sistema político, sistema electoral y sistema de partidos. La discusión de la relación entre los sistemas electo- rales y los sistemas de partidos es añeja y fructífera en conclusiones teóricas. Aquí debemos precisar los con- ceptos que son indispensables para el examen de la re- lación entre el sistema electoral y el sistema de partidos. En primer lugar, según Dieter Nohlen, “Los sistemas electorales contienen, desde el punto de vista técnico, el modo según el cual se manifiesta a través del voto el partido o candidato de su preferencia, y según el cual esos votos se convierten en escaños. Los sistemas elec- torales regulan ese proceso mediante el establecimiento de la distribución de circunscripciones, de la forma de candidatura, de los procesos de votación y de los méto- dos de conversión de votos en escaños”. 1 El autor abunda al respecto: “Básicamente, los siste- mas electorales pueden clasificarse según dos princi- pios: el principio de elección mayoritaria y el principio de la elección proporcional. Pero esa distinción no está sujeta a las reglas técnicas, sino a las funciones y a las intenciones políticas de los sistemas electorales mediante los cuales se transforma, de modo específico, la canti- dad de votos (data of votes) en escaños parlamenta- rios (parlamientary seats)”. 2 Por otro lado, los sistemas de partidos pueden clasificarse, según Maurice Duverger, en: 1) de partido único; 2) bipartidista y 3) multipartidismo. 3 Esta tipología es a todas luces insuficiente para explicar un fenómeno tan complejo como son los sistemas de partidos; porque no es suficiente analizar cómo la fórmula que convierte los votos en escaños incide en el aumento o la disminu- ción de la fuerza electoral de los partidos. Para el enor- me mosaico de complejidades que son los sistemas de partidos en el mundo, la tipología construida por Giovani Sartori es más adecuada, la comentaremos más adelan- te, pues contempla un mayor número de elementos en su construcción. Bástenos decir que el solo hecho de considerar las condiciones de competitividad entre los partidos políticos como un elemento sustantivo de la construcción de la tipología ya representa un cambio cualitativo esencial para el análisis de este fenómeno político. La primera consecuencia derivada de tomar en cuen- ta las condiciones de la competencia es la construcción de una tipología que comprende dos grandes paradigmas de sistemas de partidos: competitivos y no competitivos. El primero se clasifica de la siguiente manera: 1) plura- lismo polarizado; 2) pluralismo moderado y sociedades segmentadas; 3) bipartidismo; 4) de partido predomi- nante. El segundo, los sistemas no competitivos, está cons- tituido por: 1) sistemas de partido único; 2) sistemas de partido hegemónico. 4 Para esta reflexión sobre México es importante considerar la definición de Sartori acerca

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El sistema electoral y el sistema de partidos en México

19

EL SISTEMA ELECTORAL Y EL SISTEMA DE PARTIDOS EN MÉXICO

JAVIER SANTIAGO CASTILLO

UAM-IZTAPALAPA

1. Introducción

El objetivo de este trabajo es aportar elementos quecontribuyan a la reflexión sobre la evolución del sistemade partidos en el México, con el fin de perfilar sucaracterización actual. Para que sea integral, este análisistiene que realizarse tomando en cuenta el sistemaelectoral. Sin embargo, el estudio acerca de la relaciónentre sistema electoral y sistema de partidos requiereun elemento más, sin el cual esa dicotomía no tendráuna explicación integral: el sistema político, ya que es enla complejidad de las relaciones políticas que construyenel sistema político donde esa dicotomía encuentra sumaterialización. En consecuencia, para comprender conmayor amplitud la expresión social del fenómenoelectoral debemos de partir de una tríada conceptual:sistema político, sistema electoral y sistema de partidos.

La discusión de la relación entre los sistemas electo-rales y los sistemas de partidos es añeja y fructífera enconclusiones teóricas. Aquí debemos precisar los con-ceptos que son indispensables para el examen de la re-lación entre el sistema electoral y el sistema de partidos.En primer lugar, según Dieter Nohlen, “Los sistemaselectorales contienen, desde el punto de vista técnico, elmodo según el cual se manifiesta a través del voto elpartido o candidato de su preferencia, y según el cualesos votos se convierten en escaños. Los sistemas elec-torales regulan ese proceso mediante el establecimientode la distribución de circunscripciones, de la forma decandidatura, de los procesos de votación y de los méto-dos de conversión de votos en escaños”.1

El autor abunda al respecto: “Básicamente, los siste-mas electorales pueden clasificarse según dos princi-pios: el principio de elección mayoritaria y el principiode la elección proporcional. Pero esa distinción no está

sujeta a las reglas técnicas, sino a las funciones y a lasintenciones políticas de los sistemas electorales mediantelos cuales se transforma, de modo específico, la canti-dad de votos (data of votes) en escaños parlamenta-rios (parlamientary seats)”.2

Por otro lado, los sistemas de partidos puedenclasificarse, según Maurice Duverger, en: 1) de partidoúnico; 2) bipartidista y 3) multipartidismo.3 Esta tipologíaes a todas luces insuficiente para explicar un fenómenotan complejo como son los sistemas de partidos; porqueno es suficiente analizar cómo la fórmula que conviertelos votos en escaños incide en el aumento o la disminu-ción de la fuerza electoral de los partidos. Para el enor-me mosaico de complejidades que son los sistemas departidos en el mundo, la tipología construida por GiovaniSartori es más adecuada, la comentaremos más adelan-te, pues contempla un mayor número de elementos ensu construcción. Bástenos decir que el solo hecho deconsiderar las condiciones de competitividad entre lospartidos políticos como un elemento sustantivo de laconstrucción de la tipología ya representa un cambiocualitativo esencial para el análisis de este fenómenopolítico.

La primera consecuencia derivada de tomar en cuen-ta las condiciones de la competencia es la construcciónde una tipología que comprende dos grandes paradigmasde sistemas de partidos: competitivos y no competitivos.El primero se clasifica de la siguiente manera: 1) plura-lismo polarizado; 2) pluralismo moderado y sociedadessegmentadas; 3) bipartidismo; 4) de partido predomi-nante.

El segundo, los sistemas no competitivos, está cons-tituido por: 1) sistemas de partido único; 2) sistemas departido hegemónico.4 Para esta reflexión sobre Méxicoes importante considerar la definición de Sartori acerca

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del sistema de partidos hegemónico, elaborada en ladécada de los años ochenta del siglo pasado, porquepuede constituir un engrane más en una concepción másgeneral de un sistema político autoritario. He aquí di-cha definición: “El partido hegemónico no permite unacompetencia oficial por el poder, ni una competencia de

facto. Se permite que existan otros partidos, pero comopartidos de segunda, autorizados; pues no se les permitecompetir con el partido hegemónico en términos anta-gónicos y en pie de igualdad. No sólo no se produce dehecho la alternación; no puede ocurrir, dado que ni si-quiera contempla la posibilidad de una rotación en elpoder. Esto implica que el partido hegemónico seguiráen el poder tanto si gusta como si no”.5

Sartori señala además dos subtipos de este sistema:

1. Partido hegemónico-ideológico. “Los partidosperiféricos son verdaderamente partidos satélites y lacuestión es en qué medida participan verdaderamen-te los partidos tolerados en la toma de decisiones bási-cas. El compartir un puesto no significa necesariamenteque se comparta el poder. Aunque los partidos satéli-tes reciban puestos administrativos, parlamentarios ygubernamentales, no son participantes optimo jure,de pleno derecho, y su condición de inferioridad res-pecto del partido hegemónico tiene que afectar mu-cho, e incluso muchísimo, a sus posibilidades de adoptarun comportamiento indepen-diente,…pero se puedeproducir un pluralismo simulado”.6

2. Partido hegemónico-pragmático. Además de existirpartidos satélites existen partidos secundarios, los cua-les tiene un margen de acción política electoral. Estesistema de partidos tiene un alto grado de flexibilidady pragmatismo ya que incorpora las distintas fuerzaspolíticas al juego del sistema.

El sistema de partidos nacido en 1929 y consolidadoen las décadas de los años cuarenta y cincuenta delsiglo pasado en México es utilizado por Sartori paraconstruir el tipo de sistema de partido hegemónico

pragmático. Éste se caracteriza por estar conformadopor varios partidos de Estado, el PRI como partido he-gemónico y los partidos satélites: Popular Socialista (PPS)y Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM); ycomo partido secundario: Acción Nacional (PAN). Estofuncionó adecuadamente hasta la década de los añosochenta del siglo XX, podríamos afirmar que hasta 1987,pues a partir de 1988 se inicia un silencioso pero consis-tente cambio en la naturaleza del sistema de partidos,que transitará por un sistema de partido pluralista

moderado dependiente7 y pudiera culminar en un sis-tema de partidos pluralista moderado.

En el caso de México, la existencia de un sistemapolítico autoritario, ¯no plenamente democrático parasuavizarlo¯ es la caracterización idónea y más compar-tida entre los estudiosos en la materia. Estos sistemasse caracterizan por el hecho de “privilegian el aspectode mando y menosprecian de un modo más o menosradical el del consenso, concentrando el poder políticoen un hombre o en un solo órgano restando valor a lasinstituciones representativas: de ahí la reducción a lamínima expresión de la oposición y de la autonomía delos subsistemas políticos y la anulación o la sustancialeliminación de contenido de los procedimientos y de lasinstituciones destinadas a trasmitir la autoridad políticadesde la base hasta lo alto…”8 del poder político. En elcaso de México el autoritarismo se nutrió ideológica-mente de la tradición liberal y de la Revolución Mexica-na, lo que permitió la existencia formal de libertadespolíticas, con un régimen presidencialista9 pero con uncontrol político férreo, porque se limitaba o no se permi-tía la acción disidente fuera del sistema, aun cuando dentrotenían cabida todas las expresiones ideológicas mien-tras no se cuestionara de fondo al sistema. Incluso laorganización y el control corporativo de la sociedad cons-tituyen otro rasgo relevante del sistema político mexica-no, que tiene características autóctonas.

Bajo el contexto del sistema político autoritario, elsistema electoral y el sistema de partidos, comosubsistemas del sistema político, adquirieron rasgos par-ticulares que coadyuvaron al mantenimiento del sistemapolítico autoritario en su conjunto.

El sistema electoral de mayoría y el sistema de par-tido hegemónico fueron funcionales al sistema políticodurante varias décadas, porque la disidencia política ysocial no había puesto en riesgo su viabilidad. Al mo-mento en que esa disidencia tuvo expresiones violentaso alcanzó un alto grado en sus movilizaciones, las ame-nazas se acrecentaron y es cuando el cambio de esosdos sistemas se convirtió en una necesidad sistémica.

Ambos sistemas permitían acuerdos entre los miem-bros de la élite política, quienes dejaban abierta la puer-ta a la circulación y movilidad de todos los grupos ycorrientes ideológicas en algún espacio de poder. Enconsecuencia, estos dos sistemas tenían unafuncionalidad política que engrasaba el sistema políticoy permitía la buena marcha de este sistema de domina-ción. El desgaste del sistema político autoritario llevó ala necesidad de transformar el sistema electoral y elsistema de partidos.

El sistema electoral y el sistema de partidos en México

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2. Desgaste del sistema de partido hegemónico

(1976-198810)

A partir de fines de la década de los años sesenta fuecada vez más evidente la pluralización política de lasociedad mexicana. La manera encontrada por losreformadores para que esa pluralidad se expresara enel ámbito político electoral tenía dos vías: la primera eramodificando el sistema electoral de uno mayoritario aotro que permitiera la presencia de minoríasparlamentarias. La solución fue el sistema mixto conpredominante mayoritario, con 300 diputados electos porel principio de mayoría relativa (MR) y 100 por el derepresentación proporcional (RP); la segunda consistíaen permitir la presencia de un mayor número deexpresiones partidarias porque los cuatro partidosexistentes, el hegemónico (PRI), los dos satélites (PARMy PPS) y uno secundario (PAN), ya no teníanfuncionalidad. La salida que se encontró fue abrir elregistro condicionado de otras opciones partidarias conla obtención de un porcentaje mínimo de la votación(1.5%).11

Además, en la década de los años setenta del siglopasado la movilización política desbordó los mecanis-mos de control que mantenían el equilibrio del sistemapolítico (guerrilla, insurgencia campesina y sindical, mo-vimiento urbano popular), lo cual se sumó a la concien-cia desde el poder de los riesgos que representaba noproporcionar salidas institucionales a las tensiones so-ciales y políticas, pues la pérdida de legitimidad políticaera la antesala de una conmoción social; ejemplo clarode esto fue la candidatura presidencial solitaria de JoséLópez Portillo en 1976. La articulación de ambos he-chos políticos creó una voluntad común para transitarpor el sendero de las reformas.

Cabe señalar que en este periodo se desarrolla unaconfrontación del movimiento social, con demandas con-cretas contra el sistema, que también encuentra un cau-ce en una disputa electoral dispersa por el territorionacional pero relevante en el interior del país.12 En ladécada de los años setenta fue testigo del fortalecimiento,aunque fuera marginal, de la competencia ycompetitividad electoral local. La insurgencia electoralse manifestó con viveza en la búsqueda de ayuntamien-tos y de algunas gubernaturas; bástenos recordar Oaxaca,San Luis Potosí, Chihuahua y Guerrero.

Con la reforma electoral 1977-1978, puesta en prác-tica por primea vez en las elecciones de 1979, se modi-ficó el sistema electoral mixto para dar mayor presencia

a partidos satélites y secundarios, pero sin poner el ries-go la existencia del sistema de partido hegemónico.

El establecimiento del registro condicionado permi-tió una ampliación del espectro partidario que se con-vertiría en el germen del sistema de partidos actual. Esasí como se agregó un nuevo partido satélite ubicado ala izquierda: Partido Socialista de los Trabajadores, quecon un discurso radical logró cautivar a ciertos sectoresprogresistas, pero que en la práctica colaboraba con elgobierno. Se dio el registro de nuevos partidos secunda-rios de diferentes tendencias ideológicas: Partido De-mócrata Mexicano y Partido Comunista Mexicano. Paraparticipar en las elecciones de 1982 obtuvieron el regis-tro el Partido Revolucionario de los Trabajadores y elPartido Social Demócrata.13 El Partido Mexicano de losTrabajadores lo obtuvo para participar en las eleccionesde 1985.14

Se amplió el número de partidos, pero la lógica defuncionamiento del sistema de partidos no se modificó;continuaron existiendo el sistema de partido hegemó-

nico y las elecciones no competitivas. Por otro lado, enel campo de las prerrogativas la LOPPE, desde 1977,establecía una disposición general que permitía a lospartidos políticos “contar en forma equitativa, durantelos procesos electorales, con un mínimo de elementospara sus actividades, encaminadas a la obtención delsufragio popular”.15 Lo anterior cristalizá en el otorga-miento de carteles y volantes a los partidos.

La reforma electoral del año de 1987, asumiendo quelos partidos políticos son entidades de interés público,amplió las prerrogativas al otorgarles financiamientopúblico directo; el error fue que no se estableció unmecanismo de fiscalización del financiamiento, sólo unadisposición genérica de que los partidos estaban obliga-dos a justificar anualmente el empleo del financiamientopúblico.16 Sin embargo, lo más relevante desde la pers-pectiva electoral es que el financiamiento directo per-mitió mejorar las condiciones de competencia de lospartidos y debilitar el control ejercido por el Estado so-bre ellos.

El número de diputados de RP pasó de 100 a 200.Esto no se pensó como un mecanismo para transformarel número de votos en curules, sino como un mecanis-mo de compensación para los partidos satélites y se-cundarios, pues desde el poder se consideró que el PRIcontinuaría manteniendo la mayoría en los 300 distritosde MR.

En lo que se refiere a la participación electoral, lasestadísticas electorales oficiales mostraban que era muyelevada. Es curioso que en un país con un régimen au-

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toritario existiera mayor conciencia ciudadana que encualquier otro con un sistema democrático. Así lo de-muestra la tabla 1, en la que podemos ver la participa-ción en relación con el padrón electoral en las eleccionespresidenciales. Se llegó al extremo de publicar que en1982 se había dado la más elevada participación ciuda-dana, en casi treinta años, cuando sólo hubo un candida-to registrado a la Presidencia de la República.

TABLA 117

Si analizamos los resultados de las elecciones presi-denciales nos encontramos con que además de la ele-vada participación electoral, los triunfos de los candidatosdel PRI fueron apabullantes. En 1964, Gustavo DíazOrdaz obtuvo el 88.82% de los sufragios; en 1970, LuisEcheverría el 86.02; en 1976, José López Portillo el 92.27;en 1982, Miguel de la Madrid Hurtado el 71.63.18 Unhecho relevante es que para 1982, a pesar del elevadoporcentaje de votos obtenido por el candidato del PRI,el propio gobierno aceptó una disminución del 20.64%en relación con la elección anterior, del 14.39% con lade 1970 y del 17.9% con la de 1964.

Aun con las dudosas estadísticas oficiales de aque-llos años es posible deducir un deterioro electoral delpartido hegemónico, que, aunado al deterioro de la eco-nomías del país, a la emergencia política y social de losaños ochenta y a la disidencia al interior del partido he-gemónico, que culminó con su división al crearse la Co-rriente Democrática,19 fue creando el caldo de cultivopara el surgimiento de la insurgencia electoral de 1988,que constituyó el punto de partida para la transición a lademocracia y la consecuente transformación del siste-ma de partidos, aunque permaneció el sistema electo-ral.

3. 1988: Crisis política y del sistema de partido

hegemónico

En 1988 Carlos Salinas ascendió a la Presidencia enuna de las elecciones más polémicas de la historia

electoral mexicana. Durante la noche del día electoral,el sistema de información de resultados electoralesrepentinamente se calló y se cayó, lo que dio lugar asospechas de un fraude electoral realizado por el PartidoRevolucionario Institucional.

La crisis política al interior del régimen, que llevó a laescisión del partido hegemónico y a la candidatura pre-sidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, apoyado por unaamplia alianza electoral partidaria y no partidaria, tuvodiversas repercusiones en el sistema de partidos.

La primera fue que varios partidos satélites se sin-tieron capaces de distanciarse del partido hegemónicopara sumarse a la candidatura opositora. Esto marcaríael principio del fin de la existencia de varios de ellos. Laizquierda partidaria secundaria también se sumó a lacandidatura, lo que sería relevante para el futuro delsistema de partidos.

La segunda repercusión importante es que los parti-dos satélites obtuvieron una votación como nunca antesla habían logrado. La tercera es que estos partidos saté-lites dejaron de ser funcionales al partido hegemónico,quien no les perdonó su deslealtad, y cuando requirieronoxígeno político no les fue proporcionado, así que seextinguieron sin pena ni gloria. La cuarta es que es elgermen más próximo al sistema de partidos actual estáen los participantes en la contienda electoral de 1988,ya sea por su transformación, como el caso del PMS enPRD; por la desaparición: PFCRN, PARM, PPS, PRTy PDM; o como producto de escisiones del PRI, comoes el caso de Convergencia y el Panal, o los últimosintentos de crear partidos “opositores” por el patrocinioestatal como el PVEM y el PT; y posteriormente el cre-cimiento del PAN como alternativa de gobierno para unamplio sector del electorado.

De los datos contenidos en las tablas 2 y 3 salta a lavista la diferencia entre la votación para los candidatosa la Presidencia y a las diputaciones. Una regla no es-crita para obtener la legitimidad exigía que el candidatoganador obtuviera oficialmente más del 50% de los su-fragios. Sin embargo, en la elección de diputados el PRIobtuvo un porcentaje un poco mayor al de la elecciónpresidencial. Otro dato que salta a la vista es la mayorparticipación en la elección presidencial alrededor detres puntos porcentuales que en la de diputados. La di-visión en este partido se dio más en las bases que en lacúpula; fue escaso el número de cuadros dirigentes delPRI que se sumaron a la Corriente Democrática.

Por otro lado, de los cuatro partidos con registro queconformaron el FDN los dos más beneficiados fueronel PFCRN y el PPS. El PARM fue el primer partido

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que lanzó la candidatura presidencial de Cárdenas; elúltimo fue el Partido Mexicano Socialista depués de ladeclinación de Heberto Castillo a la candidatura presi-dencial. Lo cual otorgó mayor estatura moral a la candi-datura de Cárdenas. El PMS fue el partido menosfavorecido electoralmente, pero mantuvo su registro.

TABLA 2•

*Partidos integrantes FDN

En la tabla 3 podemos observar que ninguno de lospartidos que apoyó a Cárdenas logró ganar, por sí mis-mo, un solo distrito; la causa es que, a pesar de que suvotación sumada en muchos caso les daba la mayoríade votos, presentaron candidaturas por separado, gana-ron donde presentaron candidaturas comunes y fueronlos candidatos de la Corriente Democrática los favore-cidos. En cambio el PAN, el partido históricamente se-cundario pero de oposición, obtuvo el triunfo en 38distritos federales, fenómeno nunca antes visto. Estaelección representó para el PAN la culminación de mu-chos años de disidencia en el marco de la legalidad au-toritaria y el punto de partida para su posteriorcrecimiento electoral.

Desde la perspectiva de los resultados electoralesse daba la impresión de que el sistema de partidos seencaminaba a ser un sistema pluralista moderado, perola realidad era otra. Era evidente que para el PPS, elPFCRN y el PARM el haberse sumado a la candidatu-ra de Cuauhtémoc Cárdenas les proporcionó una vota-ción que no hubieran obtenido de otra manera, y lospartidos realmente existentes desde la perspectiva elec-

toral eran tres: PRI, PAN y PMS, al margen de su di-mensión en la preferencia ciudadana. La sacudida elec-toral de este año no significó la desaparición del sistema

de partido hegemónico. Se inició una serie de refor-mas que fueron desbrozando el camino para su trans-formación.

Los años de 1989 y 1990 significaron un cambio sus-tancial en la perspectiva del sistema político mexicano ydel sistema de partidos. Después de una elección tancuestionada el régimen tenía la urgente necesidad delegitimarse, y para lograrlo instrumentó diversas estra-tegias políticas.

Una de ellas fue realizar una importante reforma elec-toral. Se estableció en la Constitución (1989) que “laorganización de las elecciones federales es una funciónestatal que se ejerce por los poderes Legislativo y Eje-cutivo de la Unión, con la participación de los partidospolíticos y los ciudadanos según lo disponga la ley. Estafunción se realizará a través de un organismo públicodotado de personalidad jurídica y patrimonio propios. Lacerteza, legalidad, imparcialidad, objetividad yprofesionalismo serán principios rectores en el ejerciciode la función estatal”.20

Dicho organismo sería el Instituto Federal Electoral(IFE), el cual tendría un órgano superior de direcciónintegrado por magistrados electorales propuestos por elpresidente y designados por la Cámara de Diputados.Esta reforma fue el primer paso para que el Poder Eje-cutivo se retirara de la organización de las elecciones.

También se modificó la fórmula de asignación de di-putados de representación proporcional con el fin de queningún partido pudiera contar con más de 350 diputados(70%) por ambos principios. Esta disposición garantiza-ba cuando menos 150 (30%) curules a repartirse entrela oposición, aunque significaba que un solo partido nopodría modificar la Constitución, pues no tendría la ma-yoría calificada de dos tercios (334 diputados) para ha-cerlo.

Por otro lado, se estableció la clausula de gober-nabilidad: cuando un partido obtuviera el 35% de votosy mayoría de diputados de mayoría relativa, se le otor-garían diputaciones de representación proporcional hastaalcanzar la mayoría absoluta en la Cámara de Diputa-dos. Además, el partido mayoritario (60-70% votos) ten-dría derecho a acceder a diputaciones de representaciónproporcional.

Las diputaciones de RP se utilizaron como mecanis-mo de compensación. Desde el poder se tenía la visiónde que el sistema electoral ya no podría contener el avan-ce opositor. Además, los partidos otrora satélites ya no

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eran funcionales en la mecánica del sistema de partidohegemónico. Era indispensable para el Sistema caminarhacia nuevos derroteros que le permitieran mantener, sino ya su hegemonía, sí su predominio. Sin duda, la fór-mula de reparto de curules favorecía su existencia pre-dominante, aunque la realidad siempre está llena desorpresas.

Por otro lado, se modificó la conformación de loscolegios electorales: 100 diputados electos en la Cáma-ra de Diputados. En la de senadores se integraría consenadores en funciones y senadores con constancia demayoría. También se suprimieron las candidaturas co-munes, aunque el partido hegemónico mantenía el con-trol del nuevo organismo electoral a través demecanismos indirectos. De cualquier manera, el naci-miento del IFE representó el inicio de una nueva etapa

en la vida política del país que transformaría las reglasde la competencia y el sistema de partidos.

Otro aspecto importante que contribuyó al procesode transformación del sistema de partidos porque con-tribuyó a hacer menos inequitativa la competencia elec-toral fueron las modificaciones a las reglas definanciamiento público. Se definieron los tipos definanciamiento: por actividad electoral, por actividadesgenerales como entidades de interés público y por acti-vidades específicas como entidades de interés público.21

Realmente fue el inicio de la transparencia en el otorga-miento del financiamiento a los partidos políticos, por-que era práctica común que los partidos satélitesrecibieran recursos financieros de diversas entidadesgubernamentales, pero eso era secreto.

*Corriente Democrática. No participó con registro electoral, perogracias a su alianza con otros partidos logró 28 diputaciones.

4. El interregno: partido hegemónico/partido

predominante 1991-1994

Según Sartori, “Lo primero que se debe de destacar conrespecto a los sistemas de partido predominante es que,sin duda, pertenecen a la zona de pluralismo de partidos.No sólo permite la existencia de partidos distintos delprincipal, sino que existen como legales y legítimos –aunque no forzosamente eficaces- competidores delpartido predominante. Por tanto, el sistema de partido

predominante es de hecho un sistema de más de unpartido en el que la rotación no ocurre en la práctica.Simplemente da la casualidad de que el mismo partidose las arregla para ganar, a lo largo del tiempo, unamayoría absoluta de los escaños (no necesariamente delos votos) en el parlamento”.22 Lo peculiar de esta etapaen México es que el sistema de partido hegemónico notermina por desaparecer, pero adquiere algunos rasgosde partido predominante.

Otro de los cambios significativos en el desarrollodel sistema de partidos en México es la aparición del

TABLA 3

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Partido de la Revolución Democrática (PRD), el 5 demayo de 1989. El PRD nace como una alianza entredistintos partidos políticos de izquierda en una respuestaal fraude electoral orquestado en 1988.

Las elecciones de 1991 tuvieron diversas consecuen-cias para el sistema de partidos. La primera fue que lasreglas sobre distribución de curules de representaciónproporcional permitieron al PRI tener el porcentaje dediputados equivalente a su porcentaje de votos. La se-gunda es que el FDN se diluyó, aunque el naciente PRDobtuvo la mayor votación de todos los partidos que for-maron parte de esa alianza en 1988 y alcanzó el mayornúmero de curules (40) lograda por un partido de iz-quierda en la historia electoral. La tercera es que dos delos partidos satélites, al ya no contar con respaldo esta-tal, perdieron el registro (PVEM y PT), lo mismo que

los secundarios (PDM y PRT). La cuarta consiste enque el PAN fue el único partido opositor que logró ga-nar en distritos (10). La quinta es que los otrora partidossatélites (PFCRN, PPS y PARM) se vieron beneficia-dos con la imagen heredada de 1988 y lograron sobrevi-vir electoralmente.

Por primera vez los votos ciudadanos fueron los queperfilaron el sistema de partidos y determinaron la exis-tencia o no de ellos. A pesar de la intervención estatalen las elecciones por medio de políticas clientelares, sepresentó una competencia real entre los partidos políti-cos, aunque todavía no se dio una alta competitividad.Por eso me atrevo a afirmar que en ese momento sepresentó una combinación de rasgos de un sistema de

partido hegemónico con un sistema de partido pre-

dominante.

TABLA 4

Los años de 1993-1994 son cruciales para la evolu-ción de la democracia en el país y, en consecuencia,para la transformación de las reglas de la competencia.El levantamiento armado en Chiapas el primero de ene-ro de 1994 fue el hecho político que impulsó las refor-mas electorales de ese año. Las principalestransformaciones en la legislación electoral se dieron enel carácter de los miembros del Consejo General delIFE, quienes dejaron de ser magistrados para transfor-marse en consejeros ciudadanos; se abrió así la puertaa una amplia observación electoral y se modificaron lasreglas del financiamiento público.

Las principales repercusiones en el sistema de parti-dos fueron varias: primero, el PRI se mantuvo comopartido predominante, aunque con una menor votacióny representación en la Cámara de Diputados, si bienlogró las 300 curules. Segundo, el PAN casi duplicó susescaños de mayoría e incrementó de manera significati-va su votación y en consecuencia las diputaciones derepresentación proporcional que le correspondieron(23.8% del total de escaños). Tercero, el PRD ganó susprimeros distritos y duplicó su votación, lo cual le permi-tió tener una bancada de 71 legisladores (14.2 % dediputados). Cuarto, el PT recuperó el registro y se le-

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vantó con 10 curules. Quinto, cinco partidos (PPS,PARM, PFCRN, PDM y PVEM) no obtuvieron el res-paldo ciudadano y perdieron el registro definitivo. Sex-to, el sistema de partido predominante tendió a

configurarse con cuatro partidos. El nivel de competen-cia de los partidos se elevó, pero no alcanzó un nivelrelevante en la competitividad.

TABLA 5

5. ¿Sistema de partido pluralista moderado?

Después del levantamiento armado en Chiapas y losresultados de la elección de 1994, el sistema requeríauna nueva inyección de legitimidad que contribuyera agarantizar la estabilidad política y la gobernabilidad. Esainyección se dio con anticipación a la elección intermediade 1997, pero con vistas a la presidencial del año 2000.Es así como en 1996 se dio un profundo cambio de reglasde la competencia: IFE, organismo autónomo; afiliaciónindividual a los partidos políticos; financiamiento a lospartidos políticos: 30% igualitario y 70% proporcional;el umbral de registro pasó de 1.5 a 2%; definición detopes de gastos de campaña.23

El nuevo sistema de partidos en transición ya no esel partido hegemónico; tuvo un breve paso por un siste-

ma de partido hegemónico/sistema de partido pre-

dominante y culminó, como resultado de la elección de1997, como un sistema de pluralismo moderado, aunqueconservando algunos rasgos del antiguo sistema hege-mónico.

De cualquier manera, el sistema de partidos ya noera lo que fue en el pasado; el cambio fue evidente. Enconsecuencia, las elecciones de 1997 marcaron defini-tivamente el tránsito de un sistema de partidos a otro,cuyo nuevo perfil aún no se consolidaba. Sin embargo,la tendencia que se perfila es un sistema de pluralismomoderado con la presencia de tres partidoselectoralmente importantes. Empero, los partidos peque-

ños que tienen una presencia electoral secundaria con-tinúan desempeñando un papel significativo en el cam-po parlamentario, debido a que ninguno de los tresgrandes obtuvo la mayoría absoluta. Es así como estospartidos desempeñan la función de “partidos bisagra”.

El otro concepto que para esta disertación nos inte-resa es el de sistema de partidos pluralista moderado,pues “está demarcado, en una frontera, por los siste-mas bipartidistas y, en la otra, por el pluralismo extremoy polarizado. La clase abarca básicamente, pues, detres a cinco partidos importantes, y por eso digo que setrata de un pluralismo ‘limitado’ en contraposición al ex-tremo”.24

El resultado de la elección otorgó un perfil definido ala integración de la Cámara de Diputados, con dos ca-racterísticas básicas: le dio la mayoría relativa al PRI,pero a su vez otorgó la mayoría absoluta al conjunto delos otros partidos. Debido a la formación del bloque opo-sitor, las fuerzas dentro de la cámara quedaron distribui-das de la siguiente forma: el PRI con 239 diputados(47. 8%) frente a 261 (52. 2%) del resto de los partidos.Estos últimos se distribuyeron de la siguiente manera:PAN 121, PRD 125, PT 7 y PVEM 8. Con posteriori-dad a la elección, dos diputados del PRI renunciaron yse pasaron al PRD, con lo que el porcentaje de curulesde aquél disminuyó a 47. 4%.

En las elecciones de 1997 sólo se eligió a los 32 se-nadores de representación proporcional, quienes dura-rán en su cargo sólo tres años. A pesar de que el PRI

El sistema electoral y el sistema de partidos en México

27

mantuvo la mayoría con 76, perdió la mayoría calificadade la que gozaba en la pasada Legislatura, porque sóloalcanzó el 59.8 % de los escaños.

Lo anterior nos lleva a reflexionar sobre la nuevarealidad electoral y parlamentaria. A pesar de su dete-rioro electoral, el PRI se mantuvo como la primera fuer-za, pero por primera vez en la historia parlamentariaperdió la mayoría en la Cámara de Diputados; no pudoreflejar su mayoría electoral en la distribución de comi-siones, por la alianza del resto de los grupos parlamen-tarios expresado en el bloque opositor. En el Senado dela República el PRI mantuvo el predominio, aunque ne-goció la distribución de los espacios políticos con los otrosgrupos parlamentarios. Nos encontramos ante el fenó-meno de un “gobierno no unificado”25 en la medida enque ningún partido cuenta con mayoría absoluta en elCongreso. Lo considero un gobierno no unificado por lacaracterística fundamental de que la composición de lasfuerzas parlamentarias hace que el funcionamiento delentramado institucional parlamentario funcione con difi-cultades.

A pesar de que el PRI tiene la mayoría absoluta enla Cámara de Senadores, ningún partido la tiene en laCámara de Diputados, y eso evita el funcionamientoinstitucional de un gobierno unificado o dividido. En elcaso del “unificado”, la actividad legislativa marcha enfunción de un acuerdo entre el Ejecutivo y la mayoríaparlamentaria de su partido. En un “gobierno dividido”

la negociación se realiza entre el Ejecutivo y la mayoríaparlamentaria de otro partido. En el caso de un “gobier-no no unificado”, las negociaciones son muy complejaspues se tienen que llevar a cabo entre el Ejecutivo ydiversos grupos parlamentarios, y entre los mismos gru-pos.26

Otro aspecto relevante del sistema de partidos entransformación fue que dos partidos otrora satélites: elCardenista y el Popular Socialista, no refrendaron suregistro; tampoco lo hizo uno secundario: el DemócrataMexicano. Los tres se fueron para no volver, aunque elúltimo se mantiene como una corriente ideológica con-servadora que mantendrá su vigencia en el futuro. Encambio, el PT y el PVEM resucitaron de las cenizascon 2.5 y 4% de la votación para diputados respectiva-mente. Ambos partidos no sólo refrendaron el registro,sino que estuvieron en condiciones de formar grupo par-lamentario propio en la Cámara de Diputados.

La participación en las elecciones fue del 57.69%,porcentaje elevado dado que se trataba de unas elec-ciones intermedias. En este caso se dio un fenómenopeculiar, porque por primera vez se eligió jefe de Go-bierno del Distrito Federal y el candidato del PRD fue elingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, indiscutible figura po-lítica nacional que atrajo votos hacia el PRD. Otro fac-tor que favoreció la votación hacia la izquierda fue lacrisis económica de 1995.

TABLA 6

Javier Santiago Castillo

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6. El “sistema pluralista moderado dependiente”,2000-2006

En las elecciones del año 2000 es cuando se da un nuevocambio en el sistema de partidos. En el caso de Méxicose da la circunstancia de que ya no existen partidossatélites del partido hegemónico, sino partidos que suexistencia electoral depende de las coaliciones queformen con los partidos importantes electoralmente. Esasí como nos encontramos a un nuevo subtipo de sistemade partidos, al cual he denominado “sistema de partidos

pluralista moderado dependiente”.27 Todo pareceindicar que ésta es una etapa de transición hacia unsistema de partidos pluralista moderado en el cualprevalecen tres partidos importantes y de uno a trespartidos menos importantes.

Para que se diera esta conformación del sistema departidos confluyeron fundamentalmente tres factores:primero, los tres partidos importantes consideraron laposibilidad de ganar la elección presidencial por una di-ferencia reducida; segundo, el nacimiento de un nuevopartido (Convergencia) surgido de una escisión del PRI;tercero que el PVEM y el PT tuvieran votaciones quepudieran ser la diferencia entre quien ganara y quienperdiera la elección presidencial.

Derivado de esta situación, el PAN se acercó alPVEM para registrar la Alianza por el cambio. El PRDintegró una coalición (Alianza por México) con una car-ga de pragmatismo evidente con el PT, Convergencia,

PSN y PAS. El PRI fue en solitario. En la coaliciónPAN-PVEM fue evidente que este último tenía un cau-dal electoral que aportar. En el caso de la Alianza porMéxico, sólo el PT tenía la certeza de aportar votos a lacoalición; el resto de los partidos no brindaban posibili-dad alguna de contribuir a la fuerza electoral, y más quenada sirvieron para dar una imagen aparente de fuerzacomo resultado de una alianza amplia. Al PRI los parti-dos minoritarios no le eran útiles.

Los partidos que decidieron construir una fuerza pro-pia y fueron solos a la contienda electoral no refrenda-ron su registro electoral. Es el caso del Partido de CentroDemocrático (PCD), que era una escisión del PRI; delPARM, que dio cobijo a la candidatura presidencial dePorfirio Muñoz Ledo; del Partido Democracia Social,que quisó marcar la diferencia con el PRD y demostrarla viabilidad de la existencia de otra izquierda y se que-dó a cinco décimas de demostrarlo en las urnas, puesperdió el registro electoral.

El resultado de la elección demostró que al PAN lefue útil la coalición con el PVEM al ganar la Presiden-cia de la República. En cambio, para el PRD la expe-riencia fue desastrosa; los partidos aliados no aportaronmayor caudal de sufragios y sí le costaron legisladoresque les tuvo que otorgar de acuerdo con el convenio decoalición. Además, todos esos partidos refrendaron elregistro derivado de la bondad de las condiciones delconvenio de coalición.

TABLA 7

El sistema electoral y el sistema de partidos en México

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El triunfo del PAN a la Presidencia de la Repúblicamarcó el fin del sistema de partido hegemónico, pero noalcanzó a construir un sistema de partidos en donde sólofueran los votos lo que definieran sus características.La normatividad electoral en materia de coaliciones per-

*Secretaría de Servicios Parlamentarios, actualización 12-XI-02.

En las elecciones de 2003 el sistema de partidos su-fre un ajuste importante. En primer lugar se registrantres nuevos partidos: México Posible (MP), LiberalMexicano (PLM) y Fuerza Ciudadana (FC). En estaelección participan 11 partidos políticos; la diferenciarelevante con la elección anterior es que participan so-los.

La primera consecuencia de las elecciones de 2003es que las coaliciones de 2000 se disuelven, el PANmargina al PVEM en la construcción del gabinete pre-sidencial y se da la ruptura. En el caso del PRD, selevanta toda una corriente en contra de una coaliciónpor el alto costo en posiciones parlamentarias y la nulaaportación de votos.

La segunda consecuencia es que el sistema de par-tidos se ajusta y cinco partidos no refrendan su registro:

TABLA 8

mitió el surgimiento de un sistema de partidos que, enbuena medida, dependió de las características de losconvenios de coalición, pues permitió que diversos par-tidos mantuvieran el registro por ese motivo y no por laobtención de un respaldo electoral consistente.

PSN, PAS, MP, PLM y FC; tres son los de nuevo regis-tro y dos (PSN y PAS) lograron mantenerlo como con-secuencia de la coalición electoral con el PRD en 2000.Algunos de ellos volverán transformados, e integrantesde FC y MP se incorporan, más adelante, a AlternativaSocialdemócrata y Campesina. Otros partidos sólo se-rán aves de paso en la arena electoral.

La tercera consecuencia importante es que el PT,PVEM y Convergencia recuperan su capacidad de

negociación,28 derivada de la votación obtenida 2.4, 6.14y 2.26 respectivamente, y son capaces de refrendar suregistro electoral compitiendo solos. Lo anterior les per-mite consolidarse como partidos importantes29 con vis-ta a la elección presidencial de 2006, porque el porcentajede votación obtenido podría significar la diferencia en-tre el ganador y el segundo lugar.

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*Coaligados en 97 distritos.

En las elecciones de 2006 se dio un nuevo alinea-miento de las fuerzas partidarias. El PAN fue solo a laelección, mientras que el PVEM regresó al seno que ledio vida y se coaligó con el PRI para convertirse en la“Alianza por México”. El PRD repitió el esquema decoalición de 2000 con los partidos sobrevivientes perocon mayor capacidad de negociación, PT y Convergen-cia, y se constituyó la coalición “Por el Bien de Todos”.Nuevamente los partidos más importantes buscancoaligarse al percibir que la elección presidencial va sermuy competida. El PAN no lo hace porque no existe unpartido ideológicamente afín con quien hacerlo; además,paga las consecuencias del rompimiento de la alianzapragmática de las elecciones de 2000 con el PVEM. ElPRI, como ya lo mencionamos, logra la coalición con elPVEM, a un alto costo en posiciones parlamentarias.

Dos nuevos partidos se presentaron en las eleccionespresidenciales de 2006: Alternativa Socialdemócrata yCampesina, con una candidata carismática que manteníaun discurso novedoso y coherente: Patricia Mercado,quien fue un factor importante para que ese partido re-frendara el registro electoral. El otro fue el Partido Nue-va Alianza (PANAL), de nuevo una escisión del PRI

pero con una base social corporativa importante y congrandes recursos económicos. Ambos refrendaron el re-gistro, aunque no obtuvieron triunfos de mayoría. La es-trategia electoral del PANAL le rindió frutos y acrecentósu capacidad negociadora de manera relevante. En laelección presidencial apoyó la candidatura presidencialde Felipe Calderón y buscó una votación propia en laselecciones legislativas. Esta estrategia fue posible por elcontrol corporativo ejercido en el SNTE. En el caso deesta alianza, el PAN no se ha distanciado, sino al contra-rio: ha buscado consolidarla, dándole posiciones de go-bierno a los miembros del PANAL.

Una novedad del resultado de las elecciones es queningún partido de los que participaron perdió su registro;todos lo refrendaron. La normatividad sobre coalicioneselectorales contribuyó a que los partidos electoralmentemenos importantes mantuvieran su registro. Por otrolado las alianzas electorales tienden a consolidarse, comola del PAN-PANAL; a pesar de que existencuestionamientos al interior del Acción Nacional, la ne-cesidad política ha llevado a mantenerla. La alianza másconsolidada es sin duda la del PRI-PVEM. En el casode la alianza PRD-PT-Convergencia ésta ha sufrido

TABLA 9

El sistema electoral y el sistema de partidos en México

31

fisuras debido a la división al interior del PRD entre lascorrientes Nueva Izquierda e Izquierda Unida. La pri-mera es más reacia a coaligarse, pues ve pocas posibi-lidades de que se aporten dividendos electorales. La

segunda privilegia la alianza porque percibe un benefi-cio político derivado de que refleja una imagen políticade ser una gran alianza progresista, que favorece el po-sicionamiento de Andrés Manuel López Obrador.

TABLA 10

TABLA 11

7. El futuro inmediato del sistema de partidos

A manera de resumen, se puede decir que a partir de lareforma que llevó al registro de nuevos partidos en 1979se inició un proceso de cambio en el sistema de partidohegemónico al registrarse un mayor número de partidossecundarios y satélites. La aparición de un actorfundamental en la democracia: la ciudadanía, hizo entraren crisis al sistema político en general y al sistema de

partidos en particular en 1988. A partir de esa fecha elreformismo electoral previo a los comicios fue creandocondiciones para que se diera la competencia natural enel juego democrático, que desembocaría en el incrementode una competitividad indispensable para el tránsito a lademocracia. La características fundamentales delperiodo 1988-2006 son: 1) el avance paulatino de laequidad en la competencia electoral; 2) una autoridadconfiable y profesional a cargo de la organización de las

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elecciones; 3) las escisiones del PRI, que nutrieron alsistema de partidos de nuevos miembros (PRD, CentroDemocrático, PLM, Fuerza Ciudadana, PANAL); 4) lapérdida de la Presidencia de la República y las escisionesdel PRI no llevaron a este partido al colapso; 5) latransformación del sistema electoral trajo comoconsecuencia un mayor equilibrio entre los votosobtenidos por los partidos y su representaciónparlamentaria; y 6) el desarrollo de una ciudadanía máscrítica con el ejercicio del poder.

El abandono de las prácticas fraudulentas tradicio-nales y la participación de los ciudadanos dio un nuevoperfil al sistema de partidos; el PRI pudo pasar de hege-mónico a predominante de 1991 a 1994, pero a partir de1997 se inicia el proceso de construcción de un sistemade partidos pluralista moderado, aún en vías de consoli-darse. De 2000 a 2006 se da la presencia de un sistemade partidos “pluralista moderado dependiente” cuya ca-racterística fundamental es que la existencia de los par-tidos electoralmente menos importantes depende no delvoto de los ciudadanos, sino de su capacidad para reali-zar coaliciones electorales con alguno de los tres parti-dos importantes.

Al llegar la reforma electoral de 2007-2008 la ten-dencia iniciada años atrás se consolida, pues tendrá unarepercusión inmediata en el sistema de partidos. La pri-mera repercusión para desaparecer el sistema de par-

tidos pluralista moderado dependiente. La segundapara encausarlo a un sistema de partidos pluralismo mo-derado, con la presencia de 3 a 5 partidos.

La Constitución se modificó, y se agregó al artículo41 que “…quedan prohibidas la intervención de organi-zaciones gremiales o con objeto social diferente en lacreación de partidos y cualquier forma de afiliación cor-porativa”. De esta manera se cierra el paso a la crea-ción de nuevos partidos con una base corporativa quepermitió la creación del último partido dependiente.

Por otro lado, el cambio que más incide en la confor-mación del sistema de partidos es el referente a las coa-liciones. “Independientemente del tipo de elección,convenio y términos que en el mismo adopten los parti-dos coaligados, cada uno de ellos aparecerá con su pro-pio emblema en la boleta electoral, según la elección deque se trate; los votos se sumarán para el candidato dela coalición y contarán para cada uno de los partidospolíticos para todos los efectos establecidos en esteCódigo”.30 Tales efectos serán sobre todo para la asig-nación de diputados de RP, financiamiento y tiempos deradio y TV.

Ante la presión de los partidos pequeños, en el Cofipese estableció que “cuando dos o más partidos secoaliguen, el convenio de coalición podrá establecer queen caso de que uno o varios partidos no alcance el unopor ciento de la votación nacional emitida pero no ob-tenga el mínimo requerido para conservar el registro yparticipar en la asignación de diputados por el principiode representación proporcional, de la votación del o lospartidos que hayan cumplido con ese requisito se toma-rá el porcentaje necesario para que cada uno de ellospueda mantener el registro…”31

Estos partidos no quedaron conformes con la nuevanormatividad: Convergencia, del Trabajo, Nueva Alian-za, Alternativa Socialdemócrata y Campesina, y VerdeEcologista de México presentaron una acción deinconstitucionalidad en contra de las reforma al Cofipeen lo relativo a coaliciones y otros temas. La SCJN re-solvió el 1 de julio de 2008, y en lo que se refiere al temade coaliciones estableció que “El procedimiento previs-to para que los partidos que se coaliguen puedantransferirse un determinado porcentaje de votos, aun conlos requisitos y límites establecidos, viola la voluntadexpresa del elector, como se estableció, y, por ende, elprincipio constitucional de elecciones auténticasprevisto en el invocado artículo 41 constitucional, todavez que, mediante el mecanismo de transferencia de undeterminado porcentaje de votos a uno o más partidos,que si bien alcanzaron, por lo menos, un uno por cientopero no el umbral mínimo del dos por ciento, se permiti-ría que un partido coaligado que no obtuvo suficientefuerza electoral en las urnas ciudadanas para alcanzaro conservar su registro legal y acceder a la representa-ción ciudadana obtuviera un porcentaje de votación queno alcanzó realmente, con lo cual la fuerza electoral deese partido devendría artificial o ficticia.

"En consecuencia, los votos emitidos por los ciuda-danos se manipularían, lo cual impacta la calidad demo-crática de la elección y, por lo tanto, el principioconstitucional de elecciones auténticas establecido enel artículo 41 constitucional".

"Por consiguiente, debe declararse la invalidez delartículo 96, párrafo 5, del Código Federal de Institucio-nes y Procedimientos Electorales.”32

La resolución de la SCJN fue un boomerang paralos partidos que interpusieron la acción deinconstitucionalidad, porque quedó definido que no po-dían trasladarse votos de un partido a otro, como si fue-ra oxígeno a un moribundo, con el fin de que sobreviviera.

La consecuencia para el sistema de partidos en laselecciones de 2009 será que sólo sobrevivirán los parti-

El sistema electoral y el sistema de partidos en México

33

dos que alcancen el 2 % de la votación, independiente-mente que participen individualmente o en coalición. Loanterior llevará a que el voto ciudadano sea el que defi-na la existencia o no de los partidos políticos. Según elresultado de diversas encuestas,33 puede ser posibleque como resultado de las elecciones de 2009, variospartidos pequeños pudieran perder su registro. De su-ceder eso se consolidará un sistema de partidos pluralistamoderado, con la presencia de tres a cuatro partidos.Falta ver cuál es el dictamen de las urnas el próximoaño.

Siglas

PartidosPRI Partido Revolucionario InstitucionalPAN Partido Acción NacionalPPS Partido Popular SocialistaPARM Partido Auténtico de la Revolución Mexica-

naPCM Partido Comunista MexicanoPMT Partido Mexicano de los TrabajadoresPRT Partido Revolucionario de los TrabajadoresPDM Partido Demócrata MexicanoPFCRN Partido del Frente Cardenista de Reconstruc-

ción NacionalPS Partido SocialdemócrataPSN Partido de la Sociedad NacionalistaPAS Partido Alianza SocialPC Partido ConvergenciaDS Democracia SocialPCD Partido del Centro DemocráticoMP México PosibleFC Fuerza CiudadanaPanal Partido Nueva AlianzaPASC Partido Alternativa Socialdemócrata y Cam-

pesinaCD Corriente Democrática

OtrasIFE Instituto Federal ElectoralSCJN Suprema Corte de Justicia de la NaciónLOPPE Ley de Organizaciones Políticas y Procesos

ElectoralesCOFIPE Código Federal de Instituciones y

Procedimientos Electorales

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Notas

1 Dieter Nohlen, Los sistemas electorales, p. 34.2 Idem.3 Maurice Duverger, Los partidos políticos, p. 234.4 Sartori Giovanni, Partidos y sistemas de partidos, p. 158.5 Ibidem, pp. 276-278.6 Ibidem, p. 278.7 El subtipo de sistema de partidos pluralista moderado dependiente

caracteriza al sistema en el que existen partidos cuya existencialegal depende de la coalición electoral con partidos que obtienenlas mayores votaciones. Esta idea se desarrollará empíricamentemás adelante.

8 Diccionario de política, entre p. 124.9 Vale la pena hacer la distinción entre sistema presidencial, que

circunscribe su actuación a las facultades legales, y sistemapresidencialista, en el cual su acción está determinada por susatribuciones legales y metalegales.

10 Para la etapa de 1918-1988 son de lectura indispensable los librosya clásicos El tiempo de legitimidad: elecciones, autoritarismo y

democracia en México, de Juan Molinar Horcasitas. En este textose hace una periodización del sistema político, que se articula alsistema de partidos y el sistema electoral; Las elecciones en México,coordinado por Pablo González Casanova; y La reforma política y

los partidos políticos en México, de Octavio Rodríguez Araujo.11 LOPPE, Arts. 31-35, en Antonio García Orozco, 1989, p. 299.12 Como ejemplo pueden verse diversos trabajos de investigación:

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utopía viable; Jorge Alonso, Elecciones en tiempos de crisis;Tonatiuh Guillén López, Baja California 1989-1992. Alternancia

política y transición democrática; Jorge Alonso, El cambio en

Jalisco.

El sistema electoral y el sistema de partidos en México

35

13 Octavio Rodríguez Araujo, La reforma política y los partidos en

México, pp. 281-284 y 357-359.14 Javier Santiago Castillo, El PMT, la difícil historia, p.247.15 LOPPE (1977), Art. 48, en Antonio García Orozco, Legislación

Electoral Mexicana 1812-1988, p. 30016 Comisión Federal Electoral, Art. 61.17 Las tablas se elaboraron con información del Centro de Estudios

de la Democracia y Elecciones (CEDE) de la UAM-Iztapalapa.18 INEGI, Estadísticas históricas de México, p. 291.19 Para profundizar en este tema puede revisarse: Luis Javier Garrido,

La ruptura; y Porfirio Muñoz Ledo, Compromisos.

20 CEPEUM comentada, 1997, pp. 492-507.21 Secretaría de Gobernación, (1990), Cofipe, Art. 49.22 Sartori, Partidos y sistemas de partidos, pp. 248-249.23 Pueden verse Javier Santiago Castillo, Acuerdo político y reforma

constitucional, y Becerra, Salazar y Woldenberg, La reforma

electoral de 1996.24 Sartori, Partidos y sistemas de partidos, pp. 217-218.25 Sáenz, La presidencia moderna…, pp. 219-232.26 Lo aquí expresado se puede confrontar con lo planteado por

Alejandro Favela, que considera para 2003 la existencia de unsistema de partido predominante, en México: ciudadanos y partidos

políticos al inicio del siglo XXI, pp. 57-67.27 Sartori habla de capacidad de chantaje (1992, pp. 152-157). Desde

mi punto de vista, el término “chantaje” tiene una carga moralistano aplicable en la ciencia política; por eso utilizo el términocapacidad de negociación.

28 Sartori, ibidem, pp. 152-157, dice que para definir la fuerza de unpartido es necesario tomar en cuenta sus votos. “Sin embargo susvotos se traducen en escaños, y esto nos lleva a la fuerza delpartido parlamentario…que al final de cuentas es lo que importacuando han pasado las elecciones.” En consecuencia, un partidopequeño puede ser importante por su trascendencia en laconstrucción de mayorías parlamentarias.

29 Cofipe, (2008), art. 95.9.30 Cofipe, (2008), art. 96.5.31 Tema III. Nuevo régimen legal de coaliciones, en SENTENCIA

dictada en la Acción de Inconstitucionalidad 61/2008 y susacumuladas 62/2008, 63/2008, 64/2008 y 65/2008, promovidaspor los partidos políticos Convergencia, del Trabajo, Nueva Alianza,Alternativa Socialdemócrata y Campesina, y Verde Ecologista deMéxico, respectivamente, en contra de las Cámaras de Diputadosy de Senadores y del Presidente de la República, DOF 3-X-08.

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