el reportero 2015 i

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EL EPORTERO EL REPORTERO DE UNINPAHU Distribución Gratuita - Bogotá Colombia 2015 - ISSN: 0121 - 3865 CRÓNICA REPORTAJE ENTREVISTA EDITORIAL Doctor Hernán Linares Ángel: Vida y obra de un hombre visionario Página 3 Varios lugares comerciales hacen parte del entorno de la Institución Página 8 y 9 Página 4 Imaginarios fotográficos Muestra Fotográfica de estudiantes de 5° semestre de Fotografía Página 6 y 7 Academia y conflicto ¿de espaldas a la realidad? Uninpahu y su bulevar comercial Foto aérea: Fred Solis La Magdalena Mirada aérea Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje Universitario Técnica profesional en Tecnologías en Comunicación Social Fotografía Comunicación Social - Periodismo Producción Digital en Medios Audiovisuales PBX: 3323500

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Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje Institución Universitaria UNINPAHU 2015 - I

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EL EPORTEROE L R E P O R T E R O D E U N I N P A H U

D i s t r i b u c i ó n G r a t u i t a - B o g o t á C o l o m b i a 2 0 1 5 - I S S N : 0 1 2 1 - 3 8 6 5

CróniCa reportaje entrevista editorial

Doctor Hernán Linares Ángel: Vida y obra de un hombre visionario

Página 3

Varios lugares comerciales hacen parte del entorno de la Institución

Página 8 y 9

Página 4

Imaginarios fotográficos

Muestra Fotográfica de estudiantes de 5° semestre de Fotografía

Página 6 y 7

Academia y conflicto ¿de espaldas a la

realidad?

Uninpahu y subulevar comercial

Foto aérea: Fred Solis

La MagdalenaMirada aérea

Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje

Universitario

Técnica profesional en

Tecnologías en

Comunicación Social

Fotografía

Comunicación Social - PeriodismoProducción Digital en Medios Audiovisuales

PBX: 3323500

E n e r o - J u n i o 2 0 1 5 2

EntrEvista RepoRtaje CróniCa editorial

Fundación Universitaria UNINPAHU

CancillerMaría Paula Linares Venegas

RectoraMyriam Velásquez Bustos

Vicerrector AcadémicoJesús Peñaranda Bautista

Decano Facultad de Comunicación, Información

y LenguajeMiguel Gómez Ospina

Coordinación EditorialConsuelo Montaño A.

Comité editorialMiguel Gómez O.

María Claudia Hernández J.Juan Pablo Barrera C.

Álvaro Sandoval R.Iván René León G.

ColaboradoresMiguel A. Gómez

Alejandro HernándezGheiner D. Reina D.

Camilo A. Arciniegas O.Jesus A. Muñoz M.Alexis Castaño V.

Álvaro Sandoval R.Diego A. Velásquez R.

Iván René León G.

FotografíaFred Solis S.John Muñoz

Diseño y DiagramaciónIván René León G.

Pre-prensaCentro de Producción de Artes

GráficasFernando Orjuela L.

D i s t r i b u c i ó n G r a t u i t a B o g o t á C o l o m b i a

E n e r o - j u n i od e 2 0 1 5

EditorialEn el siglo XXI las

universidades se han convertido en organizaciones

modernas concentradas en aspectos esenciales: la edu-cación y la formación de las nuevas generaciones en los niveles de pregrado y post-grado; la indagación y com-prensión de los diferentes hechos que caracterizan la evolución de la sociedades en sus diferentes contextos; la generación de conoci-miento nuevo que permita la mejora y el incremento de la calidad de vida de toda la humanidad y demás seres vivientes que habitan el sis-tema ecológico mundial.

Estas universidades y la nuestra, UNINPAHU, inde-pendiente del sistema socio político y económico donde se hallen, país o continente asumen grandes responsa-bilidades y compromisos. Deben generar una serie de recursos educativos, econó-micos y financieros que les permita alcanzar y mantener no solamente unas condicio-nes básicas de calidad, como se aceptaba ayer, sino ser de tal excelencia educativa que les posibilite compararse con los mejores centros edu-cativos nacionales e interna-cionales, a luz de estándares internacionales.

Responder a esta inmen-sa complejidad social, edu-cativa, científica y económi-ca, a la par que a la solidez, permanencia y trascenden-cia en el tiempo, necesaria-mente obliga a pensar y a educar la mirada al futuro. Las universidades son or-ganizaciones dinámicas e inteligentes que aprenden y preparan su camino; por lo tanto, su tarea es la cons-trucción de una visión ha-cia la cual impulsar su desti-no en las próximas décadas. La visión se alcanza a través de la misión y las metas es-tratégicas, ejes que orientan el trabajo, el esfuerzo y la inteligencia humana de to-

Por Dra. Miriam VelásquezRectora Institución Universitaria UNINPAHU

dos los comprometidos que laboran y participan en las diferentes instancias de esta organización; en nuestro caso, es la Fundación Uni-versitaria para el Desarrollo Humano - UNINPAHU.

UNIPAHU asumió esta tarea y con la participación de todo el equipo humano construyó el Plan Estratégi-co de Desarrollo 2014-2018: “Hacia el crecimiento Aca-démico sostenible y la conso-lidación de una cultura em-prendedora e innovadora”, aprobado por la Asamblea de la Fundación en sesión ordinaria del 2 de abril de 2014.

Este plan se enmarca, fundamenta y expresa en el propósito estratégico que se alcanzará en los próxi-mos cinco años; en la visión y los valores institucionales que orientarán ese futuro deseado y en los ejes estra-tégicos que permiten con-cretar los proyectos, las me-tas, los resultados a lograr durante este tiempo.

Propósito estratégico:

“Formamos profesiona-les competitivos emprende-dores e integrales, que con-tribuyen al progreso social y económico del país, con ca-pacidad para desempeñarse en el mundo globalizado.”

Nuestra visión:

Responde a qué desea-mos hacer en el futuro. Cómo esperamos que nos vean y nos perciban en una unidad de tiempo trazado.

UNINPAHU trabajará por “Ser una institución de 7000 estudiantes en el 2018, de alta calidad, incluyente y con versatilidad en la oferta de servicios de educación superior, formación conti-nua e investigación aplica-da, que contribuye al desa-rrollo sostenible del país”, orientada por los siguientes valores institucionales:

• Compromiso y trabajo en equipo: la estrategia institucional tendrá éxito a partir de la integración, comunicación y com-promiso que debe existir entre los diferentes acto-res de la institución; se desarrollará con base en el trabajo en equipo para que los procesos fluyan de manera rápida y efi-ciente.

• Excelencia en lo que ha-cemos: hacer las cosas y las tareas bien desde el principio, con calidad y oportunidad; por ello, la orientación al cliente, el liderazgo, la persistencia, la eficiencia en los proce-sos, la participación de las personas, la mejora continua e innovación, las alianzas mutuamente beneficiosas y la respon-sabilidad social son ele-mentos fundamentales orientados al resultado de la gran estrategia esta-blecida.

• Actitud innovadora y emprendedora: el em-prendimiento y la in-novación se conciben como elementos vitales, muy importantes en la propuesta de valor de la institución. Parten de la actitud e iniciativa indi-vidual, hasta la confor-mación de una cultura organizacional que se adapta continuamente a los cambios y crea nue-vas soluciones educativas para la sociedad.

• Respeto a la vida y la dig-nidad de las personas: la institución formará a sus profesionales con base en los preceptos consti-tucionales del respeto a los derechos humanos, la paz y la construcción de la democracia; en el tra-bajo y la sana recreación, para el desarrollo y mejo-ramiento cultural, cientí-fico, tecnológico y la pro-tección del ambiente.

• Responsabilidad so-cial: a partir de las fun-ciones que promulga UNINPAHU: la inves-tigación, la formación y la proyección social se adquiere un doble signi-ficado. En primer lugar, manteniendo la calidad académica; en segundo lugar, atendiendo los re-querimientos que exige la sociedad, situación que nos hace pertinentes en el contexto moderno.

Ejes estratégicos:

Son cinco y conforman las principales dimensio-nes y campos de acción de donde se desprenden los diferentes proyectos que ar-ticulados entre sí, constitu-yen la columna vertebral del trabajo global académico, administrativo y financiero de la Institución para alcan-zar las metas y con ellas la visión que nos hemos pro-puesto:

1. Fortalecimiento de la imagen corporativa

2. Fomento de la cultu-ra de innovación y de emprendimiento

3. Afianzamiento de la calidad académica e institucional

4. Ejecución eficiente, efectiva y eficaz de los recursos financieros

5. Consolidación y apli-cación de tácticas pertinentes de bien-estar institucional

Comparto con todas las personas que hacemos parte de esta comunidad Uninpahuista este futuro institucional que nos pro-ponemos alcanzar. Los in-vito, de forma muy especial y razonable, para que en un sólido equipo de trabajo logremos posicionar y con-solidar nuestra institución con cimientos académicos robustos y altos estándares de calidad.

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El Doctor Linares goza-ba de gran simpatía entre sus amigos por su don de gentes y su buen humor, el cual le permitía ver el lado bueno de las cosas. Su filo-sofía era pragmática en el mejor sentido de la palabra: luchar por sus sueños y dis-frutar la vida en la medida de lo posible, entendiendo que no siempre se podía lo-grar todo, aunque había que insistir siempre.

Debido a su formación profesional era una persona muy analítica, que identifi-caba con facilidad el carác-ter de las personas, lo que le permitía mantener empatía con mucha gente. Siempre tuvo afición por el tenis, deporte que practicó toda la vida. Para descansar se retiraba a su finca, cerca de Carmen de Apicalá, donde gozaba montando a caballo, leyendo y escuchando mú-sica clásica y colombiana, particularmente pasillos y bambucos.

Al final de su vida, a pe-sar de sus quebrantos de salud mantuvo su actividad como directivo de las ins-tituciones que fundó, brin-dando apoyo y consejo en una búsqueda constante por el mejoramiento de la educación. Hace pocos me-ses nos abandonó este ilus-tre colombiano que con su inmensa calidad humana y su gran visión nos legó una concepción del servicio a la sociedad digna permanecer en el tiempo.

RepoRtaje EditorialEntrEvista

Doctor Hernán Linares Ángel: Vida y obra de un hombre visionarioPor Miguel A. Gómez O.Decano Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje

El doctor Hernán Li-nares Ángel nació en Bogotá el 2 de octubre de 1934 y

murió en la misma ciudad el 16 de diciembre de 2014. Desde pequeño mostró in-clinación por la disciplina y el estudio, debido en gran parte a la influencia de su padre, el abogado Salvador Linares. Se graduó como sicólogo en la Pontificia Universidad javeriana, gra-cias a una beca obtenida por su excelente puntaje en el examen del ICFES y se doctoró en Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid.

Después de regresar a Colombia, inició su vida la-boral al servicio de la ban-ca, como funcionario en el Banco de Bogotá. Su pasión por la educación se conso-lidó como profesor de al-gunas universidades y de la Escuela de Guerra, cuando ejerció la docencia en el área de su dominio profe-sional: la sicología.

Luego de unos años de trabajo y, fruto de su visión de la educación, tomó la decisión que cambiaría el rumbo de su vida: fundar una institución educati-va de carreras técnicas que sirviera a la gente de me-nos recursos y le brindara las herramientas necesarias para emprender nuevas em-presas, a partir de una ense-ñanza práctica, basada en el saber hacer con profundos valores humanos.

Fruto de esta idea nació en 1974 el Instituto para el Desarrollo Humano, hoy Uninpahu, en el primer piso de una casa ubicada en la calle 63 con carrera quin-ta, donde habitaba el doctor Linares con su familia. En este proyecto lo apoyó su esposa Ruth Venegas y lo secundaron Germán Mora-les, fundador de la cadena hotelera que lleva su nom-bre y Roberto García-Peña, director de El Tiempo du-rante 42 años.

Posterior a la consoli-dación de Uninpahu como institución educativa, en su nueva sede de Teusaquillo, se fijó un nuevo reto acom-pañado por grandes educa-dores y amigos: los doctores Jaime Moreno Perdomo, Pablo Oliveros Marmolejo y Manuel Eduardo Esco-bar. En esta ocasión creó, en 1982, la Fundación Uni-versitaria Los Libertadores, institución a la que también dedicó buena parte de su vida, hasta ubicarla como una de las de mayor creci-miento en la ciudad.

El insaciable afán por co-nocer otras culturas lo llevó a viajar por el mundo des-de muy joven y a conocer diversas experiencias edu-cativas que adaptó a las ins-tituciones que impulsó con tesón y cariño a través de su

vida. Su mirada visionaria trazó el camino que han se-guido muchas instituciones educativas en el país: formar técnicos y tecnólogos para una sociedad en desarrollo.

Fruto de su dedicación permanente a la educación y divulgación de temas de

actualidad, escribió varios libros sobre hipnosis, re-solución de problemas, la nueva era y el conflicto en Colombia, los cuales ilus-tran la lucidez de un espíri-tu inquieto por la evolución permanente del ser huma-no.

CróniCa

Foto: Archivo Institucional

Foto: Archivo Institucional

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EditorialEntrEvista CróniCa

Academia y conflicto ¿de espaldas a la realidad?Por Alejandro Hernández P. Docente investigador – Comunicación Social

Toda la academia en su conjunto, independiente del campo científico

del cual se ocupe, debería estar al frente de las discu-siones y debates en torno a los Procesos de Paz, pen-diente de los giros capricho-sos que adquiere la Mesa de Negociaciones de La Haba-na, liderando y orientando diversas “mesas de traba-jo”, en un ejercicio de corte analítico y propositivo, muy propio en su condición de intérprete de la realidad que la caracteriza.

Si una de las funciones de la academia es la inves-tigación y análisis científico de los fenómenos y aconte-ceres sociales, este quehacer debe estar orientado hacia la comprensión de estos he-chos, previendo los posibles giros de la historia, orien-tando la actividad social y los recursos del Estado y de la sociedad, hacia el de-sarrollo de las condiciones necesarias para que valores como verdad, justicia, re-paración y participación, animen la era del llamado

postconflicto, el cual debe-ría estar signado por condi-ciones de convivencia social duraderas.

Nuestro presente aca-démico exige, hoy más que nunca, el análisis e interpre-tación, socialmente respon-sable, de aquellos fenóme-nos que nos aquejan, vistos desde los más dispares cam-pos del conocimiento. El hecho de analizar, conocer y comprender la existencia social le exige a la Acade-mia, su responsabilidad de interpelar directamente a la sociedad, a sus institucio-nes públicas y políticas, al sector privado, a los acto-res armados, a los medios de comunicación, para que participen activamente en un “proceso” en el cual esta-mos todos inmersos.

Puesto que el ejercicio académico implica un pro-ceso de reflexión y análisis frente a las problemáticas sociales, es muy común en-contrarse con que la acade-mia ande rezagada un paso atrás, en relación con estos procesos y, que en su mo-dorra contemplativa, este

argumento le sirva de justi-ficación.

La comunicación, el lenguaje y el periodismo, en tanto sujetos activos del quehacer humano y social, ya como actores, protago-nistas, testigos o amanuen-ses de la realidad, estamos obligados a prestar testimo-nio notarial del acontecer diario, ya como insumo in-dispensable en la narración cotidiana de los hechos pre-sentes, ya como la fuente primaria para el recuento, la reformulación y el aná-lisis de la memoria históri-ca, dándole voz, presencia e identidad a los relatos de los diversos actores del con-flicto.

Es la academia quien debe indagar acerca de las causas de los conflictos so-ciales y políticos; rastrillar las múltiples variables que los originan; estudiar de-tenidamente su desarrollo, etapas e intensidad a lo lar-go del tiempo; determinar los actores que participan en ellos y la intencionalidad que los anima; justipreciar los escenarios en los cuales

se libran dichas batallas; diseccionar las acciones, avances y contraataques de los bandos en disputa; determinar, en cantidad y calidad, las consecuencias del conflicto; proponer una multiplicidad de caminos que conduzcan hacia la so-lución de los antagonismos; contextualizar en los ám-bitos locales y globales el desarrollo y la evolución de los conflictos.

Que tanto la academia como sus profesores, alum-nos y egresados reconozcan que los grandes retos del periodismo son de carácter ético en términos de cómo investigar, producir, trans-mitir e informar acerca de los conflictos. Que tales retos se extienden a las te-máticas abordadas, a los protagonistas, a la sociedad en su conjunto y a la prác-tica misma del oficio. Que los datos se conviertan en conocimiento para resaltar la importancia de escuchar tanto a las víctimas y sus motivaciones, como a los victimarios y sus justifica-ciones, sin caer en la apolo-gía de los victimarios.

Si la historia oficial está repleta de mentiras y la me-moria de los conflictos es lugar de disputas, las res-ponsabilidades en la infor-mación y la comunicación giran en torno al sentido; debe recordarse que no hay respuestas definitivas; que estas suelen ser contradic-torias; no existe la perfecta, pero sí la mejor.

Una academia y un pe-riodismo que narre la me-moria, abre el camino a la justicia, en tanto que inves-tiga y cuenta las tramas del conflicto, para superar las memorias individuales, los silencios, los olvidos y las contradicciones hacia una memoria social, que nom-brando a las víctimas, en su reivindicación colectiva, las salva de una muerte cierta que es el olvido.

La academia y los me-dios deben fundar su ac-cionar político y social, en

brindarle a la sociedad en su conjunto las herramientas de información y análisis que permitan que los para-digmas, ya harto repetidos, de verdad, justicia y repara-ción, se conviertan en una realidad, no mitificada, no ensalzada ni utópica, sino en un constructo colectivo de TODOS los estamentos sociales, que empiecen por desarmar la palabra, para que la reconciliación y la convivencia se conviertan, paulatinamente, en una rea-lidad tangible y concreta.

En tal sentido, las uni-versidades (academia) están llamadas a construir ciuda-danía, a buscar y a encon-trar espacios en la vida ci-vil, insertos en todos y cada uno de los estamentos so-ciales, tras la construcción de mecanismos que permi-tan y fortalezcan la parti-cipación en la vida social y política, de todos aquellos que antaño estuvieron al margen de la ley o por fuera de ella, pues la reconcilia-ción política en Colombia, en el postconflicto, permi-tirá construir opciones de vida colectivas, profundas y duraderas.

Mediante la profundi-zación y mejoramiento de los procesos educativos virtuales, los programas específicos para víctimas del conflicto, la creación de observatorios de paz, la aca-demia jugará un papel muy importante en los procesos del postconflicto, pues la educación es una de las he-rramientas fundamentales hacia la reconciliación.

Ha llegado la hora de que la ciencia y la academia asu-man y cumplan con su tarea histórica de potenciar los co-nocimientos y las herramien-tas analíticas de que dispone, al servicio del desarrollo hu-mano y social, en ámbitos de convivencia, inclusión y participación democrática, en defensa de los derechos y las libertades, tanto de los individuos como de los pue-blos que conforman nuestro hábitat.

opinión

Foto: Fred Solis

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RepoRtaje EditorialEntrEvista

Teatro Arlequín: del celuloide a las tablasPor Gheiner Duwian Reina DuarteEstudiante Comunicación Social

Hace más de medio siglo, el teatro Arlequín nació como re-

ducto del cine. Su suerte, por fortuna, fue transformarse y no desaparecer como sus semejantes: el Teatro Olym-pia, Metro Centro, Paler-mo, Cid, Lido, Radio City, Coliseo y otros que fueron menguando con el tiempo. Su legado envejeció; ahora su historia está entre textos breves y archivos, puestos para que no sean consumi-dos por el olvido.

El Arlequín y el cine…

El teatro Arlequín surge a finales de los años 50 en la zona del Park Way, en el barrio la Soledad, como sala de cine de barrio. Allí, se reunían familias para departir con los vecinos del sector; se solía, no solo asistir al cine sino también participar de la vianda para acompañar las películas y organizar la tertulia, lue-go de que éstas termina-ran. Para los más peque-ños existían el algodón de azúcar, las colombinas, los chocolates y los helados, que ubicaban en la entrada de la sala de cine.

El Arlequín contaba con horarios que se acomoda-ban a todo público: el ma-tinal, matiné, vespertina y noche; además, el conteni-do de las películas dependía de estos horarios teniendo en cuenta que algunas pro-yecciones por su temática de acción, violencia o lo que en la época se consideraba erótico, no eran aptas para niños.

Los padres de familia de-jaban a sus hijos en el teatro durante el matinal; mien-tras tanto, ellos tenían la posibilidad de realizar otro tipo de actividades y al cabo de una o dos horas, vol-vían para recogerlos, según cuenta una antigua habitan-te del sector. En los años 70 el teatro Arlequín acoge la propuesta de los cinéfilos de entonces de instaurar un cine club allí, en pleno auge de esta tendencia en Bogo-tá, dándole de esta manera, un nuevo aliento.

Finalmente, su declive empieza a partir de 1978. El público que asistía al teatro con inconmensurable fervor se aparta; el Arlequín esta-ba decayendo, sus pisos y sus sillas estaban averiados, había suciedad por todos la-dos e incluso, se podían ver

roedores por algunas partes, mientras el cinematógrafo cumplía con su función.

El teatro Arlequín apaga definitivamente su proyector en 1985 debido a la crisis por la que atravesaba. Tuvo que adaptarse para eventos espe-ciales de colegios, reuniones políticas y empresariales; in-clusive se alquiló a la iglesia Universal del Reino de Dios por tres años, perdiéndose un espacio y toda una tra-dición cultural en el barrio. Aquel teatro que acogió por mucho tiempo las tertulias y el amor por el cine de los habitantes del barrio la Sole-dad, ya no era el mismo.

Un Arlequín revestido… se abre el telón

Muchos teatros donde se proyectaba buen cine co-rrieron con la mala fortuna de desaparecer como espa-cio cultural para adaptarse al crecimiento de la ciudad. Es el caso de teatros como el Gran Salón Olympia, ac-tual sede del banco Colpa-tria; el teatro Metro Riviera pasaría a funcionar como iglesia y posteriormente e irónicamente, como uno de los bares gais más conoci-dos de Bogotá, Theatron, y

el teatro Tisquesusa, ahora casino Aladdín, ubicado en el centro de la capital. Ellos y otros lugares destinados para fomentar el cine, que alguna vez fueron el res-guardo de jóvenes amantes del séptimo arte, desapare-cieron.

Por suerte el teatro Ar-lequín no desapareció, a

pesar de que hoy no está destinado a proyecciones cinematográficas, pues ¿Cómo competirle a las salas multiplex que se en-cuentran en los centro co-merciales y la facilidad con que se puede apreciar el cine hoy? Ahora es un es-pacio rescatado, dedicado y reacondicionado para las representaciones drama-túrgicas, anexo en la ac-tualidad y desde hace unos años a Casa Ensamble.

El Arlequín evoca la nostalgia de sus antiguos asistentes. Aquellas re-membranzas que suscitan una mirada a la historia y a su manera radical de cambiarnos con los años, a sus imperiosos métodos para transformarlo todo, incluso, las arraigadas tra-diciones culturales, desde donde se han gestado un sinnúmero de ideas, viven-cias y experiencias que se niegan a ser corroídas por el olvido; aunque, afortu-nadamente se encuentran entramadas en la memoria de los antiguos visitantes del teatro y recuperadas por los nóveles aprendices de periodismo.

CróniCa

Foto: Fred Solis

Foto: Juan del Valle

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EntrEvista RepoRtaje EditorialCróniCa

Imaginarios fotográficos

Ferney Arturo Hernández5° semestre

Ferney Arturo Hernandez5° semestre

Adrian Rodríguez5° semestre

Adrian Rodríguez5° semestre

Katherin Vargas5° semestre

Jimmy González Ávila5° semestre

Lina Benavides5° semestre

Jeison Blanco5° semestre

Técnico Profesional en Fotografía

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Imaginarios fotográficosRepoRtaje EditorialEntrEvista CróniCa

Lina Benavides5° semestre

Natalia Matiz5° semestre

Monica Alexandra Jimenez5° semestre

Sebastian Mendez5° semestre

Juan Campo5° semestre

Sebastian Mendez5° semestre

Nerio Alexander Vargas5° semestre

Gregorio Castro5° semestre

Técnico Profesional en Fotografía

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EntrEvista EditorialCróniCa

Uninpahu y su bulevar comercialEl confesionario de los periodistas

En la fría tarde capitali-na del 16 de marzo de 2015, a eso de las cuatro y media de la tarde, me dispuse a entrevistar al “sicólogo” y “bartender”, viejo conocido por algunos periodistas de Bogotá. A pocos metros del ingreso a la tienda se podía leer un letrero que decía: “Dónde don Chucho”. En ese momento, estuve seguro de que me encontraba en el lugar correcto.

- Buenas, Don Chucho.- Buenas tardes joven.- Don Chucho, para ver si podíamos charlar un rato.- Claro que sí, si quiere siga por acá…Entré a un lugar total-

mente diferente al que se ob-serva desde afuera. Las pa-redes están llenas de fotos de Don Chucho acompañado de periodistas, deportistas, profesores, cantantes, locu-tores, entre otros personajes conocidos. Es un lugar que invita a tomarse, aunque sea una cervecita. Me senté en una silla de madera y apoyé mis brazos sobre una mesa, adivinen, también de ma-dera; Don Chucho se sentó cerca de mí.

- Bueno, Don Chucho, cuénteme, ¿cuál es la his-toria de su negocio?

- Este es un negocio que llevo atendiendo 28 años. La historia es que en cualquier momento se nos ocurre colocar acá un negocio con mi seño-ra; lo montamos básica-mente con el elenco de Todelar de Colombia, el que hacía las radiono-velas. Especialmente, es

para compartir con las personas del medio de la comunicación, evitamos la entrada a gente que no conocemos. Por cues-tión natural, acá hay algo que ata mucho a la gente y es la manera como la atendemos; por ejemplo, el traslado de la persona cuando viene en su ve-hículo y se queda acá un rato, se le cuida su vehí-culo y se le traslada a su sitio de trabajo o residen-cia.- Es decir, ¿velar por la seguridad de la persona?- ¡Claro, claro! Es una cuestión que nos nació a nosotros. Acá la cuestión es compartir un rato, no todo el mundo sabe ha-cerlo, acá vienen perso-nas que tienen algo de libro en la cabeza.- Algún estudio.- Correcto. Después de que Don

Chucho, un tipo de baja es-tatura, cabellera larga al me-jor estilo de Los Bukis, me contara sobre la historia de su local y del estereotipo de persona a quien le permite el ingreso, le pregunté: ¿Ha-brá alguna anécdota o suce-so en particular con alguna persona que haya ingresado al local?

- Un personaje del medio de la comunicación que se tomó sus tragos acá y fi-nalmente dijo que se iba y, efectivamente se fue, des-pués vinieron a buscarlo. La familia preocupada porque no lo encontraban por ninguna parte, con la desgracia de que este personaje apareció a los dos días; quién sabe para

dónde cogió, en el sitio que estuvo lo emburun-dangaron, pero afortuna-damente fue solo eso lo que pasó. Finalmente el hombre ya no toma trago, ya superó lo que le pasó en ese momento.- Esto es algo que se sale de lo normal.- Sí, y no hay nada más hermoso que después de haber compartido acá, tenga la oportunidad de que un vehículo lo recoja acá y lo desplace a su ho-gar. -¿No ha habido quejas de vecinos?- No, nada. Es el respeto, es saber lo que se está ha-ciendo.-Es decir, respetar el es-pacio de los demás.- ¡Correcto! Eso es lo más hermoso. Mientras us-ted haga sus cosas y no le haga daño a nadie, ten-drá la posibilidad de se-guir haciendo lo que usted hace.En ese momento pensé:

“qué bueno sería venir un día y quien quita, tomarme mis tragos sin pensar des-pués cómo voy a llegar a casa”.

“Dónde Don Chucho” entran regularmente profe-sores de Uninpahu; es claro que existe una relación en-tre la institución y el tipo de aproximadamente 1.58 cm de estatura. Pero, ¿cuál es dicha relación?

- Yo conocí la primera casita de Inpahu, donde creo que ahora es la sede

principal, esto fue hace unos 38-39 años. Poste-riormente tuve acceso a la universidad porque en este sector vendía libros, tuve acceso a la univer-sidad para vender mis li-bros. De esa época todavía hay profesores que siguen trabajando en Inpahu; hay una bonita relación. Aparte de eso, tengo un hijo que hizo una parte tecnológica allá en co-mercio internacional y ya ahorita está terminando su carrera profesional como administrador de empresas de Inpahu. Él se destaca en la parte artísti-ca porque canta. Le agradecí a Don Chu-

cho por su tiempo, me des-pedí de él y de su esposa. A unos metros de haber salido sentí una molestia en mi es-tómago, pensé: “¿será ham-bre?” Me devolví y compré una gaseosa (un poco cara la verdad) y un Chocorramo, cuando terminé de comer, me despedí de nuevo y dije que en pocos días volvería.

El zar de la fritanga

De lunes a viernes, en uno de los andenes de la calle 39, se encuentra un vendedor ambulante, ya de edad, con un delantal y una gorra. En una vitrina de co-lor rojo, se pueden observar los productos que están a la venta: papa criolla, papa fri-ta, churros en forma de aro y chorizos.

Cada día de vuelta a casa,

me dirijo hacía la Avenida Caracas para tomar el ser-vicio de Transmilenio en la estación de la 39. Siempre subo por el andén en el que se encuentra Noé. Siempre que pasaba por su sitio de comidas, me generaba in-quietud saber cómo surgió este negocio. Un día me de-cidí a saberlo:

- Hola.- Buenas noches, soy Noé Alzate.- Por favor, ¿a cómo el paquete de papa? Le pre-gunté, para no ser tan directo, pero de igual for-ma tuve que serlo.- Don Noé, ¿usted podría contarme hace cuánto es vendedor ambulante?- Este puesto de comidas ha sido de mucha tradi-ción. Lleva 15 años y mi clientela han sido los es-tudiantes, los de mante-nimiento y profesores que vienen a comer aquí. Mi puesto ha sido cataloga-do por la papa criolla, la papa tajada y los churros.Mientras, Noé le daba

la vuelta a unos churros para que se fritaran del otro lado, le pregunté: ¿usted tiene alguna relación con Uninpahu?

- La relación con la uni-versidad ha sido intacha-ble, porque no tengo nada que decir de ellos ni ellos de mí, porque alrededor de 20 años he hecho el bien a las personas. Yo apenas llegué aquí empe-cé como celador, fui cam-panero en esta cuadra por más de cinco años.

Por Camilo Andrés Arciniegas O.Estudiante Tecnología en Comunicación Social - Periodismo

Don Chucho

reportaje

Foto: Fred Solis

Foto: Fred Solis

Don Noé Alzate

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CróniCa EditorialEntrEvista reportaje

En ese momento, me puse a observar los produc-tos y lo que más me causó curiosidad fue el aceite es-peso y muy caliente. Le pre-gunté: “¿Cuál es el producto que más compra la gente?”

- El producto qué más compra la gente, diría yo, es la papa criolla, porque es más novedoso y la gente queda más satisfecha con un plato de papa criolla que de papa tajada.Me despedí. Como agra-

decimiento a Noé, por su tiempo, le compré un paque-te de papa criolla. Al primer mordisco sentí los 15 años de experiencia en la fritura de papa criolla con sabor a churro.

El café de los estudiantes

¡Si quieres tomarte un café, te recomiendo el Café Trastevere! Es un lugar con aspecto italiano, ya que su jefe, Roberto, es del país de la Mona lisa.

Este sitio cuenta con dos espacios, uno externo y uno interno. En el externo se ge-nera un buen ambiente, ya que puede decirse que es un punto de encuentro de los estudiantes de Uninpahu; allí se puede comer, hablar y fumar, como afirma Shey-lla Villalobos, estudiante de comunicación de Uninpahu: “La parte externa del café es zona de fumadores, adentro es más privado”.

En la parte interior del Café se encuentran cuatro mesas con mantel a cuadros de colores verde y blanco, una vitrina en la cual es-tán todos los productos de pastelería, otra en la que se encuentran las bebidas frías y detrás de esta, se puede observar la máquina para preparar café marca Casa-dio. Hay un espacio adicio-nal, adornado con cuadros de postales de Roma y cinco mesas con manteles a cua-dros de colores rojo y blan-co.

“Me parece un sitio que está bien ubicado, pero no estoy de acuerdo en muchas cosas. Uno como estudiante tiene espacios donde llega a terminar sus trabajos, a ter-minar sus cosas de la univer-sidad y ves cierta presión de las personas que atienden, si no estás consumiendo en-tonces no puedes estar ahí; se paran a mirar qué estás haciendo, entonces por eso

no me gusta. Me parece tam-bién que eso le genera mala imagen al negocio. Con otros estudiantes hemos observado las actitudes de estas perso-nas y no nos satisfacen como dueños. La estructura me pa-rece que es un buen sitio, es centrado a la universidad, es cómodo”. Señala Angélica Torres estudiante de octavo semestre de comunicación.

El 13 de marzo decidí entrar e indagar sobre este local. En ese momento me encuentro con un afroco-lombiano, alto, delgado y bien vestido, su nombre es Jesús quien hace parte de los empleados que trabajan allí. Pensé: “Tal vez él pueda ayudarme en mi investiga-ción” y sí, así sucedió.

- Jesús, ¿hace cuánto está funcionando el Café Trastevere?- El Café Trastevere está funcionando desde hace tres o tres años y medio; se encuentra ubicado en la carrera 16, número 39ª – 95..-¿Cuál fue el objetivo de la apertura del local?- Tengo entendido que a mí jefe le gusta un am-biente así, al mejor estilo italiano, como también lo es su estructura. - ¿Existe algún tipo de re-lación con Uninpahu?- Que yo sepa no, fue una idea de mi jefe y es total-mente independiente.

Los Parasoles

Una mañana después de salir de clases de la univer-sidad, estaba en compañía de un amigo. Tenía hambre, pero decidí no comer y es-perar la una de la tarde para almorzar; al contrario, Juan David decidió ir a comprar algo, me dijo: “Espéreme, voy a comprar un sándwich allí al lado de las arepas del pai-sa, ya vengo.” Regresó a los 10 minutos, empezó a co-mer y mi estómago no daba tregua, le dije: “Venga, deme un mordisco, se ve como bueno”. Y sí, el sándwich te-nía buen sabor, pa’ que. En ese momento recordé que tenía que entrevistar a la se-ñora que trabaja allí; pensé: “la entrevisto y de paso me como un sandwichito”.

- Buenos días señora, mi nombre es Camilo y tra-bajo para el periódico El Reportero ¿cómo es su nombre?

- Buenos días Camilo, mi nombre es Amparo Galin-do. - Señora Amparo, ¿cómo empezó el negocio de Los Parasoles?- Con el negocio llevo ya seis años; es mío, yo mis-ma lo atiendo y lo admi-nistro. Llegué al barrio por una amiga que tenía el negocio, me lo vendió y se lo compré. - ¿Existe relación con la universidad?- Relación directa no hay, solo que dependo mucho de los estudiantes, casi que en un 80% porque es lo más cerca que tengo acá al negocio, que es la universidad.- ¿En qué hora del día es más frecuente la presen-cia de compradores?- En las dos jornadas, pero se vende más en la noctur-na, ya que a esa hora los muchachos son mayores, no dependen de sus padres y trabajan; entonces, viven económicamente mejor. -¿Cómo le va con el ne-gocio?- Muy bien gracias a Dios; tengo que bendecir mi ne-gocio porque me ha ido súper bien, me amaño, atiendo bien a la gente, los muchachos me quie-ren mucho, los consiento, ¡súper!.-¿Qué futuro le ve a Los Parasoles?- El futuro no es mucho, porque esta es una casa que no es mía, en cual-quier momento la pueden vender o se puede acabar la universidad, entonces, me tocaría acabar con el

local, pero me iría muy agradecida y muy conten-ta por haberlo tenido, por haber hecho muchas cosas buenas.Cuando Amparo termi-

nó de contarme sobre su local, recordé que no había venido solo para obtener in-formación, también, porque tenía hambre.

- Señora Amparo, ¿qué precio tienen los sándwi-ches?- Yo los vendo a dos mil pesos. - ¿Qué ingredientes tie-nen?- Jamón, queso, lechuga, tomate y queso crema. Son ingredientes de muy buena calidad.- Me vende uno por fa-vor.- Bueno, con gusto.Me entregó un sándwich

empacado y de camino a la sede principal me lo fui comiendo. Es un poco pe-queño para los dos mil pe-sos, pero por el sabor no me arrepentí de haberlo paga-do.

El Naranjazo de Doña Flor

Si usted es madrugador, podrá encontrar, desde las cinco de la mañana, por la calle 39, un puesto de jugos de naranja natural, que a pesar de que esta fruta está escasa, Doña Flor (adminis-tradora del negocio) vende entre 20 y 30 vasos diarios.

- Doña Flor ¿cuánto lleva con su negocio?- Yo llevo con el negocio de jugos de naranja cinco años y nunca había esta-

do tan escasa la naranja; ahora es por lo del paro.- ¿Qué precio tiene el vaso de jugo?- Normalmente el vaso de jugo es a mil pesos, pero ahora, con esa escasés, me tocó subirle a mil doscien-tos.- ¿Cuántos vasos jugo vende al día?- Yo vendo alrededor de 20 a 30 vasos de jugo de naranja, eso depende de la hora.- ¿Cuál es el horario del negocio?- Yo llegó acá a las cinco de la mañana y me estoy yendo a las 12 de la tarde.- ¿Únicamente vende ju-gos?- No, no señor. También vendo tinto y pan.- Doña Flor, me vende un jugo por favor.- Claro señor.- Gracias.De camino a Uninpahu

me tomé el jugo. Estaba un poco ácido la verdad; pensé: “Eso debe ser por el paro.”

Después de haber pasa-do por bares, restaurantes, cafés, haber caminado por las maravillosas calles del colonial barrio Teusaqui-llo, escuchar el testimonio del zar de la fritanga, al del confesionario de los pe-riodistas, haber entrado al lugar donde la academia baila, haberme tomado un café en Trastevere, puedo concluir que una vía para salir de pobre, es dejar de gastar tanto y mejor mon-tar un negocio, el que sea, pero que sea al lado de una universidad como la Uninpahu.

Trastevere

Foto: Fred Solis

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EditorialCróniCaInforme

Una experiencia periodísticaPor Miguel Gómez OspinaDecano Facultad de Comunicación, Información y Lenguaje

Con un largo cami-no en la vida pe-riodística, Mar-tha Noriega es

una comunicadora social que se dio a conocer en los medios como periodista de City Noticias, el noticiero de City TV. En dicho espa-cio ella hacía reportería so-bre el tránsito en la ciudad y denunciaba a los “bárbaros”, aquellos que cometían las infracciones más extrava-gantes. Luego, se dedicó a cubrir los eventos más rele-vantes de Bogotá desde un helicóptero conocido como “el patrullero del aire en R.C.N.

Miguel Gómez: Martha, cuéntanos ¿cómo fue el ini-cio de tu carrera?

Martha Noriega: Me ini-cié como practicante con una serie de profesionales que lo ponían a uno contra la pa-red. Al principio fue duro, el acople no fue tan fácil como se esperaba pero, como esta carrera se estudia por voca-ción, porque se tienen las ga-nas, salí adelante. Fue duro pero valió la pena.

MG: ¿Qué recuerdas de esa práctica? ¿Algún per-sonaje en especial al que le hayas aprendido, o alguna anécdota en particular de esa época?

MN: Mi primera práctica la hice con Juan Gossaín en RCN Radio. Recuerdo que alguien se me acercó y me comentó que el jefe había di-cho: “dígale a la practicante

nueva que suba”. Cuando me vio, solo me dijo: “ave-rigüe que está pasando en la cárcel Modelo y tráigame una nota, rápido”. Como era practicante no tenía fuentes, no sabía a quién recurrir. Bajé a la sala de redacción y no sabía qué hacer. Una hora después, subí de nuevo a la cabina y Don Juan me dijo más o menos: “se acabó el tiempo. Si para averiguar que hay desórdenes, que hay desmanes, que llegó el ES-MAD se demoró una hora, creo que usted no me va a funcionar”. Entonces fue difícil al principio, pero des-pués ya empecé a conseguir contactos, empecé a mover-me y después no era sino que él me dijera algo y a los 5 mi-nutos, mentira en 2 minutos, tenía la información.

MG: Entonces, eras la periodista más rápida.

MN: no, la practicante menos lenta (risas).

MG: ¿Y qué siguió en tu vida profesional?

MN: Después de que ter-miné mis prácticas en radio, me vinculé a RCN Televi-sión, pero empecé en el ám-bito organizacional, fue un salto un poco brusco, pero un amigo, un periodista amigo me dijo: “Preséntate en RCN Televisión, están necesitando a alguien” y empecé a tra-bajar con Fernando Gaitán. Allí, aprendí bastante sobre la producción de telenovelas. Fue un camino muy diver-tido, muy profesional, muy

enriquecedor. Más adelante tuve contacto con Darío Res-trepo, me vinculé a la casa editorial El Tiempo y empecé a trabajar en City TV, donde duré casi siete años con exce-lentes resultados.

MG: O sea que ahí se inició una etapa de tu vida que es bien conocida por algunos de los televidentes, reportera de las calles al lado de los “barbaros” del tránsito?

MN: Sí, esa era la sección del noticiero de City. Era una sección que le encantaba al director porque era una sec-ción donde cazábamos in-fractores. Creo que hicimos un buen equipo de trabajo. Después pasé al espacio Arri-ba Bogotá, que se emitía en la mañana. Ese era un trabajo un poco más pesado porque me tenía que levantar a las tres y media de la mañana y salíamos a las tres de la tar-de, pero nunca se dejaba de trabajar porque eran las siete de la noche y si cancelaban la rueda prensa, pues usted se-guía, porque al otro día uno tenía que responder por cua-tro directos, con invitados desde las seis de la mañana. Además, tenía un programa que se llamaba el City Pulso que se hacía todos los días en directo, antes del noticiero. En esa época tenía un ritmo de trabajo muy fuerte.

MG: ¿Pero volviste a RCN?

MN: Así es, me vinculé de nuevo a RCN Televisión

y me llamaron para que hi-ciera parte de los Patrulleros.

MG: Cuéntame, cuando te montaste en el helicópte-ro por primera vez, ¿tenías miedo o estabas curada de espantos?

MN: No, no, no, eso da mucho susto. Una cosa es montar en un avión grande con otros pasajeros donde te puedes parar, pero en un he-licóptero tan pequeño la bri-sa golpea duro. El primer día estaba muerta del susto, pero cuando prenden la cámara, cuando el productor te dice: “en dos al aire”, tú tienes que transmitirle seguridad a la gente, seguridad y buena información. Eso sí, cuando se apaga el micrófono uno dice: “Dios mío aterricemos rápido”. Volar varias horas todos los días no es fácil. Yo aprendí que al helicóptero y a la profesión no hay que cogerle confianza, hay que tenerle respeto, porque como me enseñaron los pilotos: “el día que usted le coja con-fianza al helicóptero, usted se mata” y, por supuesto, yo no me quería morir arriba.

MG: ¿Cómo es eso del helicóptero y la profesión?

MN: Eso quiere decir que usted puede salir todos los días durante tres, cua-tro años a hacer reportería, hacer entrevistas o pararse frente a la cámara, pero el día que usted piense: “esto es fácil de hacer”, ese día su entrevistado no funciona, le patina la entrevista, ese día a

usted le va mal. Yo creo que todos los días merecen respe-to. Todos los días usted tiene un entrevistado diferente, trabaja con diferentes acon-tecimientos diarios y hay que respetarlos, es como si fue-ra el primer día y se sienten nervios y esos nervios hay que saberlos manejar. Yo creo que en esta profesión cuando se deja de sentir cier-ta emoción, cierto miedo, es mejor revaluar el trabajo.

MG: Pasando a otro tema, ¿cómo ves en este momento el periodismo que hacemos en televisión?

MN: Veo una tendencia ahora. La gran mayoría de reporteros están haciendo lo mismo, porque una estra-tegia le funcionó a un canal y los demás están copiando esa estrategia. A algunos les funciona y a otros no. Unos invierten más dinero, otros no lo pueden hacer. Creo que el periodismo investigativo tiene poca cabida ahora. Ve-mos dos o tres unitarios que se hacen especialmente los fines de semana. Un domin-go se ve una buena investiga-ción, la cual requiere tiempo, requiere trabajo, pero no es algo que se ve a diario. La premura que se maneja en televisión no permite que se hagan buenas crónicas, una crónica periodística no se hace en dos horas sabiendo que usted sale de trabajar a las siete de la mañana con un equipo y tiene que estar editando a las 11 y tiene que estar al aire a las 12 y 45.

MG: Si tenemos en cuen-ta la premura del tiempo, ¿cómo hacer periodismo?

MN: Yo creo que los pe-riodistas deben hacer un ba-lance. Ellos no pueden salir a decir lo primero que les diga una fuente, sin confirmar. Me parece que eso es muy riesgoso, tanto para el me-dio como para el periodista. Considero que lo más impor-tante es que el reportero sepa que una noticia tiene varios lados. Por eso, tiene que pre-guntar al que está afectado, al que afectó, a la víctima, al victimario y tratar de man-tener siempre el mayor equi-librio posible al transmitir una información.

Egresados Uninpahu

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entrevista

Foto: Archivo Institucional

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CróniCa EditorialEntrEvista reflexiones

Los monumentos de Bogotá y su significación artísticaPor Jesús Alfonso Muñoz M., Alexis Castaño V.Estudiantes Técnica Profesional en Fotografía - 4° semestre

Bogotá es una ga-lería al aire libre. En sus espacios públicos se hallan

piezas artísticas que dan cuenta y rinden homenaje

a personajes ilustres y acon-tecimientos históricos de trascendencia para la me-trópoli y la nación. Estos monumentos testimonian la expresión y capacidad

creativa de los pobladores de este territorio y se con-vierten en una declaración de la vida diaria y del inte-rés por preservar los trazos de su historia.

MG: A propósito del equi-librio informativo ¿cómo ves el cubrimiento periodístico de las conversaciones de paz que se llevan a cabo en la Ha-bana entre el Gobierno y las FARC?

MN: (Risas) esto se puso difícil. Los sabios dicen que en público no se debe hablar de política, de fútbol o de re-ligión. Veo que solo se trans-mite la información que da la Casa de Nariño, pero en-tiendo que este es un proceso que tiene muchos vértices y es riesgoso dar demasiada información; deben ser las autoridades, en este caso los voceros del Gobierno, quienes emitan sus conceptos. Si los periodistas van a hacer una investigación a fondo, no la

podrán hacer en una o en dos semanas y los frutos se van a ver más adelante. Yo creo que en este momento lo están ma-nejando como deben hacerlo y es guardando un equilibrio y ciñéndose a lo que se puede decir, porque no todo se puede contar en un proceso de paz.

MG: Tú estás trabajan-do actualmente en la Facul-tad de Comunicación en Uninpahu. ¿Cómo te ha ido en este trabajo con los estu-diantes?

MN: Se ven las cosas des-de otro lado, desde otra ópti-ca. Hay estudiantes que real-mente sienten vocación, están dedicados, pero hay otros en los que se percibe que tan solo quieren un cartón para salir a buscar trabajo y yo les

hago una pregunta ¿El cartón le da a usted garantía de que va a encontrar trabajo al otro día, o no? Hay que buscar las prácticas con anticipación, porque se ve mucha gente que se gradúa, pero que no tiene el respaldo de la experiencia. No pueden decir: “Yo hice esto, yo tuve esta experiencia…”. Creo que a algunos estudiantes les falta como coraje, fuerza, decisión. Algunos estudian-tes solamente se quedan en: “Quiero mi título y ya”.

MG: ¿Y aquellos que has encontrado con vocación?

MN: Algunos tienen ca-pacidades, pero no les gustan los medios, quieren inclinarse por la comunicación organi-zacional y eso es importante, pero requieren mayor pre-

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Una experiencia periodísticaparación. Es clave que no se queden con el título universi-tario, hoy todas las profesio-nes requieren especialización. En esta profesión es impor-tante salir del país, conocer cómo se hace el periodismo en otros países, tener otras vi-siones para poder aplicarlas a su trabajo. Por eso, me parece que hay que ser inquietos, no hay que quedarse en la zona de confort.

MG: finalmente, ¿qué le dirías a los estudiantes que están terminando su carrera y se piensan dedicar al perio-dismo?

MN: Les diría que se de-ben preparar académicamen-te y, a la vez, adquirir expe-riencia, porque es importante que cuando un estudiante lle-

gue a un medio no solo se le vea entusiasmo sino que se le vea formación académica y se le vea que ha hecho algo. Es fácil decir: “es que no me que-da tiempo” sí, si queda tiem-po; durmamos más poquito. Yo por ejemplo, en este mo-mento tengo tres trabajos; yo trabajo en una constructora, trabajo como docente y des-pués trabajo también como mamá; entonces, hay que dormir más poco, pero hay que sacar tiempo para todo, hay que hacer más cosas, hay que estar actualizado tanto en lo conceptual como en lo técnico. Saber cómo avanzan las nuevas tecnologías y apli-carlas, no quedarse con lo que se aprendió, porque eso nun-ca va a ser suficiente.

importancia radica en ser el conducto para vincular a la gente con su historia; en-carnan el valor simbólico de identidades culturales y ha-cen parte de la esencia para entender las sociedades; a la vez, contribuyen al incesan-te coloquio entre civiliza-ciones y culturas. Decretar e instaurar vestigios sobre los acontecimientos relevantes de una sociedad, por medio de creaciones provenientes del intelecto humano, con-cede a estas piezas la posibi-lidad de obtener valoración artística. Esta se obtiene ya que las obras se aprecian mediante la vista, el tacto o el oído. En el caso específi-co de los monumentos, su relación directa es con las artes plásticas.

Las fotografías captan los monumentos con em-plazamiento geográfico en el centro histórico de la ciu-dad, realizados durante el siglo XX. Se busca valorar y reconocer estos fragmentos de arte que adornan y em-bellecen la ciudad; a la vez, desentrañan la trascenden-cia de su ubicación en el es-pacio público.

Con el transcurso del tiempo, a los monumen-tos se les ha adjudicado un valor histórico, estético, ar-queológico, científico, etno-lógico y antropológico. Su

Detalle Minerva ubicada en la Biblioteca Luis Ángel Arango.Fotografía: Jesús Alfonso Muñoz y Alexis Castaño V.

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EntrEvista RepoRtaje Editorialentretenimiento

CRUCI LETRAS

CARICATURA

Un entretenimiento para pasar el tiempo

Horizontal 1. Facultad de Comunicación, Informa-

ción y Lenguaje 3. Aquí tenemos dos y todos queremos

llegar allí 6. Institución asociada con Inpahu 10. Primera parte del nombre de la emiso-

ra Institucional 11. Segundo nombre de Carmen C. 13. Nuevo nombre institucional 15. Vecino nuestro

Vertical

2. La edad que tenemos4. Programa que se renueva en FCIL5. Apellido de la rectora y célebre pintor7. Debemos comprometernos con ella

para mejorar9. Siglas del Fundador de nuestra Institu-

ción8. Años de duración del tecnológico12. Nos convoca a estar aquí14. Exdecano de FCIL

Especialización en

Gerencia de

Proyectos

InformáticosFacultad de Ingeniería y

Tecnología de la Información

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