el relato identitario y la toma de terrenos de la población la victoria

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    EL RELATO IDENTITARIO Y LA TOMADE TERRENOS DE LA POBLACIN LAVICTORIA

    producto de la identidad, sino que tambin la crea, en lamedida que la experiencia de compartir un lugar comn,en el caso de La Victoria, supone tambin la superposi-cin de las trayectorias de vida de sus pobladores, porlas particulares circunstancias compartidas y contextoshabituales que significaron la toma del terreno y la pos-terior organizacin del mismo (Thompson; 1999).

    Gnesis de La Victoria

    La toma de terrenos de La Victoria surge en un contextode creciente desruralizacin y de crisis del modelo pri-mario exportador, lo que segn Vicente Espinoza (1988),trajo consigo grandes flujos migratorios que instalaronel problema de la vivienda en el centro de la problem-tica social de ese entonces, en la medida que se saturabael conventillo y se reproducan las ocupaciones espon-tneas de tierras en desuso, lo que se conoci con elnombre de poblaciones callampas.

    Sin embargo, el factor contingente que desata la tomaes la consecucin de una serie de incendios en el cordnde la miseria del Zanjn de la Aguada, en donde habaninstaladas 10 precarias poblaciones callampas, damni-ficando a un gran nmero de familias (Espinoza; 1988,Garcs; 2002). De esta manera, la imperiosa necesidadde encontrar un lugar donde vivir, as como el descr-dito en las reiteradas promesas de solucin por partedel gobierno de Carlos Ibez del Campo crearon la con-viccin entre los pobladores de que la nica alternativapara resolver su situacin estaba en sus propias manos.

    As fue como 1200 familias reunieron las pocas cosasque tenan y en la madrugada del 30 de octubre de 1957hace 50 aos- se tomaron los terrenos de la Chacra LaFeria, dando origen a uno de los lugares ms significati-vos para la historia social de nuestro pas: la poblacinLa Victoria.

    Alexis Corts Morales

    Socilogo UC, Magister en Sociologa, Instituto Universitario de P esquisa do Ro de Janeiro, Brasil1

    Identidad, territorio y toma de terrenos:el Ethos Victoriano

    La poblacin La Victoria, ubicada en el centro-sur de laciudad de Santiago de Chile, es uno de los asentamien-tos populares con mayor carga histrica y simblica deLatinoamrica, debido a su origen: una toma de terre-nos; y a la particular relacin que han establecido suspobladores con el territorio que la conforma.

    Esta singularidad est dada por la existencia de una iden-tidad territorial particular, que denominaremos ethosvictoriano, es decir, un relato identitario que, en una mul-tiplicidad de voces, tendi a prevalecer y a proyectarse atravs de diversos mecanismos de circulacin.

    En trminos generales, este relato identitario victoriano

    est dado por la experiencia de poder popular, asociadaa la toma de terrenos y a la apropiacin y administra-cin autnoma del territorio bajo una lgica de auto-construccin. Lo anterior en el marco de un discurso yaccin dominantes ligados al Partido Comunista (Corts,2007). Este relato identitario tendra distintos mecanis-

    mos de circulacin: la reactualizacin del mito de origen,mediante la reconstitucin de la toma, la toponimia (elnombrar de las calles), el muralismo y la resistenciapoblacional durante la dictadura de Pinochet.

    Quizs el desconcierto de Richard Sennet ante la privacinsensorial que parece caer como una maldicin sobre lamayora de los edificios y construcciones modernas, nosd las seales para intentar comprender las consecuen-cias identitarias que poseen las lgicas de apropiacin yautoconstruccin que prevalecieron en el levantamientoy consolidacin de la toma de terrenos de La Victoria,as como sus posteriores mecanismos de circulacin. Loanterior en tanto, la funcionalidad del espacio urbano lotransforma en una variable poco estimulante, gracias alembotamiento, la monotona y la esterilidad tctil que pro-porciona el entorno urbano, as: navegar por la geografa

    de la sociedad contempornea exige muy poco esfuerzofsico y, por tanto participacin(Sennet; 1997, 20).

    En contra de esta tendencia, en la poblacin La Victoria,identidad y espacio se confunden. En tanto, este ltimono es un mero reflejo de estructuras sociales o slo un

    Los pobladores y la toma de terreno

    La toma de terrenos lleg a ser, sin lugar a duforma ms infecciosamente utilizada por el movViolencia Poltica Popular(VPP) del escenario 195(Salazar; 1990: 311), siendo una de las concias ms relevante para el movimiento social csiguiendo el argumento de Salazar, el desmantelde la poltica formal y la territorializacin de la popular.

    Es as como la toma de terrenos de La Victoriaaccin colectiva organizada, signific en la prcfractura radical con las lgicas institucionales yprincipio fundamental de las democracias liberpropiedad.De hecho, la accin directa que caracteriza a la t

    portadora de una legitimidad basada en la neceen la nocin de derecho a la vivienda, situndolla legitimidad procedimental y formal que insEstado Moderno. En una toma es el valor de uso dtorio el que prevalece por sobre el valor de cambpropiedad de la tierra.

    Asimismo, la toma de La Victoria inaugura unaesfera de contradicciones al interior de la sociedlena, ya que permiti visibilizar a un actor sochasta ese momento ni siquiera era consideradexistente en el espacio pblico, estando fuera radio de accin de los partidos polticos de izqque orientaban su praxis esencialmente al mundoCon la toma irrumpen los pobladores como sujetoles capaces de remecer y desbordar la instituciovigente, demostrando que no slo estaban prepara enfrentar directamente al Estado, sino qutodo podan tomarse las soluciones y construir spias alternativas.

    En virtud de los elementos anteriores, es posiblde una paradoja inclusin/exclusin en la accinpobladores, pues, por un lado, los pobladores afirpertenencia al contrato social y al espacio pblibilizndose mediante un acto ilegal, que los dejalos enfrenta directamente al Estado a travs de sratos de control social. Pero asimismo el sujeto-p

    Fotografa en Morales, Carlos (1987). La Victoria de C

    LLAMA S.A. 1987

    Fotografas de Morales (1987). Posiblemente tomadas en 1987.

    1 Contacto: [email protected]

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    encuentra su lugar en la sociedad como actor polticosocial mediante esta accin directa que muestra la capa-cidad de los marginados de construir un proyecto queresuelve una necesidad que la institucionalidad formalno es capaz de enfrentar.

    Biografa social de La Victoria

    La perspectiva metodolgica que hemos desarrolladopara proponer este relato identitario, la hemos deno-minado biografa social del espacio (Corts, 2006),tomando prestado y adaptando el concepto de biografa

    cultural o social de las cosas (Kopytoff; 1991), que hasido utilizado para analizar la dimensin social y culturalde las mercancas.

    Desde esta mirada lo que se po ne en el centro es la tra-yectoria vital del espacio como una forma de aproxi-macin a los sujetos que interactan con ese territorio,cobrando as relevancia preguntas tales como: culesson las condiciones sociales y polticas que posibilita-ron la conformacin de este espacio?, de qu proyectosidentitarios eran portadores los actores que levantaron yconstruyeron la poblacin?

    Para reconstruir esta biografa social del espacio hemosrecurrido a los relatos de vida de los pobladores que

    estuvieron en el inicio de la poblacin (Identidad, 2003)2.Asimismo, mediante la recopilacin de la coleccin delperidico La Voz de la Victoria (1958-1959), pasqundirigido por militantes comunistas y rgano oficial de laorganizacin de pobladores de La Victoria, hemos podido

    acceder al discurso poltico y social que tendi a preva-lecer en la poblacin. As, mediante la complementacinde la palabra escrita y la palabra viva de las historias devida de los pobladores, nos hemos aproximado a la tra-yectoria vital de la poblacin.

    La identidad victoriana

    La pregunta por lo propio del ser victoriano, sin duda,debe considerar a la toma de terrenos como el datoclave, pues este hecho representa una particular formade relacin entre carne y piedra (Sennet, 1997). En o traspalabras, entre sujeto y espacio.

    En primer lugar, el carcter de toma en s representaun forma radical de lugarizacin del espacio, es decirel paso de un espacio fsico ajeno e indeterminado a unlugar con una valoracin social especfica, que es apro-piado, tanto material como simblicamente, pasando aconstituirse como algo ms que el contexto o teln defondo en el que el poblador desarrolla su vida cotidiana,formando parte esencial de la construccin identitaria delos individuos que lo habitan o utilizan.

    Entendemos por apropiacin el fenmeno que se pro-duce cuando un objeto (en este caso el espacio) abandonael mundo de las mercancas y el sistema generalizadode equivalencia e intercambio (o de la mera materiali-dad) y un individuo o una familia toman posesin delmismo. As, mediante la apropiacin, los elementos sevuelven autnticos y alcanzan significacin, pasando aser el momento en que un objeto t raspasa los umbralesde la relacin valor uso-valor cambio (Silverstone et al;1996).

    En este sentido, la apropiacin que el poblador hace delespacio implica que el terreno deja de ser una mera mer-canca y adquiere una connotacin y significacin parti-

    cular que lo dota de autenticidad.

    En mi vida La Victoria es lo ms grande, porque yo lleguen la toma de terreno, me inici y estoy aqu todava. Hannacido mis hijos y mis nietos y estoy feliz. Peli por mipoblacin. No vendera a ningn precio mi sitio, porqueme cost sacrificio de amanecerme todas las noches, deestar entremedio de los yuyos, pero al fin tengo el fruto:mi casa (Victor Marn; en Memorias de La Victoria)

    En este mismo sentido, la autoconstruccin como carac-terstica y patrn dominante del levantamiento de lapoblacin fortalece la nocin de apropiacin, as comola interaccin de intimidad entre el poblador y el espa-cio. Cada casa autoconstruida adquiere una valoracindistintiva, en tanto, se vuelve nica y es, a la vez, un tes-timonio de las historias de vida y esfuerzos de quienesla construyen; asimismo permite la emergencia de unasemntica de lo propio y constituye al espacio comouna clave interpretativa fundamental de la pregunta por

    el nosotros.

    Para construir la casa sacamos los materiales de lamisma tierra, porque mi mami nos haca juntar tierra.Para nosotros era un juego, hacamos un cerro como una

    torta de tierra, y al hoyito del medio se le echaba agua,y despus zapatebamos arriba del barrito con paja.(Regina Cea; Memorias de La Victoria)

    Poder popular y autogobierno

    Asimismo, no se puede realizar un intento de aproxima-cin a la particularidad victoriana sin considerar la expe-riencia de autogobierno de los pobladores en la tomay consolidacin de la poblacin. Esto es lo que precisa-mente ha llevado a muchos pobladores a calificar a lapoblacin como una pequea repblica, puesto que lascondiciones y necesidades propias de una empresa queimplic una ruptura frontal con la legalidad implicabanexigencias de organizacin de una magnitud y cualidadtal, que llev a un despliegue de, lo que podramos deno-minar, poder popular sin parangn hasta ese momento.Slo mediante la fuerza que daba la organizacin y lacohesin se haca posible la mantencin de la toma, loque llev a la aplicacin y creacin de dinmicas y prc-ticas sumamente originales.

    Es as como, ya en la toma, se crea el Comit Central dePobladores que se pone al frente de una serie de blo-ques, comits y sectores. La finalidad de estos ltimosera hacerse cargo del proceso de urbanizacin - quedeberan enfrentar sin el apoyo del Estado - y adminis-trar autnomamente el territorio tomado, bajo criteriosamplios de participacin de los pobladores.

    As lo recuerda don Eliecer, unos de los pobladores fun-

    dadores de La Victoria:

    Lo primero que se hizo fue planificar los terrenos,empezamos con urbanizar la poblacin haciendo todaslas calles y dejando terreno para lo que necesitramos,para la Iglesia, los carabineros, las reas verdes y parala escuela, porque a nosotros no se nos escap nada,queramos una poblacin que reuniera todas las cualida-des (Eliecer Valenzuela; Memorias de La Victoria)

    De esta manera, fueron los mismos pobladores los quedisearon la poblacin, lotearon los terrenos, definieronlos espacios pblicos y los construyeron. Para ello, orga-nizaron planes de emulacin entre los distintos bloquesde la poblacin, premiando y estimulando a aquellospobladores que ms destacaran por su sacrificio en losprocesos de colocacin de postes elctricos y de cae-ras. Tambin se conformaron comits de vigilancia,encargados de controlar la delincuencia y dar seguri-dad a la poblacin; se premiaban a aquellos vecinos que

    tuvieran el jardn mejor cuidado, etc. Se cre un peri-dico interno, La Voz de La Victoria, con el objeto de quefuera el vocero autntico de las clases trabajadoras queviven y sufren hericamente, sin desmayar en nuestrapoblacin3.

    Quizs el ejemplo que mejor sintetiza el espentrega y organizacin de los pobladores fue truccin de la Escuela Redonda, que fue relatasiguiente manera por un poblador:

    Al principio, aqu no tenamos escuela y el CCen reunin amplia, el construir una escuela, pse necesitaba adobes, cemento, entonces se le coa la gente que aportara cada poblador con 10 para la construccin. Y cada poblador, sin rdenesolicitndoles se puso con los adobes. El cementoDon Mamerto Figueroa, que fueron doscientos sachacer los cimientos. sta era una escuela tipo co

    forma redonda con 12 salas.(Paiva; 1989: 11)

    Por lo dems, el despliegue organizativo era acomde un discurso de marcado rechazo asistencial,la consigna ms reiterada por ese entonces: Ncaridad, todo mediante nuestro propio esfuerzomuestra que haba una decisin conciente de deque los pobladores mismos, los ms humildes, postergados eran capaces de construir su propio

    Y as se expresaba en La Voz de La Victoria:aprendido que la lucha organizada, que la luchlucionaria deber ser la nica manera de obligarautoridades a dar preferencia a las ms urgentsidades de la poblacin.

    Unos de los principales portadores de este capitnizativo eran una gran cantidad de cuadros obrese haban formado en las luchas sindicales de

    minero, estando la mayora de ellos ligados al Comunista, contribuyendo significativamente a nizacin de la toma y a su posterior consolidaci

    Uno de ellos fue Juan Costa (1904-1968), apoboliviano, msico de oficio y de militancia com

    lvaro Hoppe, Septiembre 1984. Marcha de los pobladores porel entierro de Andr Jarlan.

    Fotografas de murales en La Victoria (1987)

    2 Ver: Identidad Grupo de Memoria Popular (2003). Memorias de La Victoria, relatos de vida en torno a los inicios de la poblacin,publicacin de la cual quien suscribe este artculo es co-autor. 3 La Voz de la Victoria. Ao I. N1. 16 de noviembre de 1958.

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    Fue unos de los dirigentes ms importantes de la historiade la poblacin, siendo quien encabez la primera orga-nizacin de pobladores, ocupando el cargo de SecretarioGeneral del Comit Central de Pobladores. Y de quiennos quedaron las siguientes palabras:

    Durante 12 aos vivimos en los infecundos terrenos delZanjn de la Aguada, sufriendo mltiples inundacionesy 18 incendios; sumidos en la promiscuidad y siendonuestros hijos carne de corrupcin. El Presidente Ibezofreci solucionar el problema en tres meses y pasaroncinco aos. As lleg el 30 de octubre de 1957 cuandoocupamos los terrenos del campamento de La Victoria. A

    los 120 das tenemos una organizacin ejemplar: hemoslevantado una poblacin cuyo costo es de 300 millones;dando forma a las calles, veredas; trabajando en la ins-talacin de agua potable, luz elctrica... (declaracionesde Juan Costa, segn El Siglo: Defenderemos los terre-nos con nuestras propias vidas.El Siglo, 3 de marzo de1958, p2. Citado por Mario Garcs).

    Mecanismos de circulacin del relato vic-toriano

    Este relato identitario tiene distintos mecanismos de cir-culacin, siendo una de las formas ms llamativas quereflejan este ethos, el establecimiento de la toponimia dela poblacin, es decir el nombramiento de las calles.

    En La Victoria es posible encontrar calles como Carde-nal Caro, en honor al Cardenal que en tiempos de la

    toma intercedi frente al Presidente Ibez del Campopara evitar el desalojo, as como una de sus calles prin-cipales llamada Galo Gonzlez, quien en tiempos de latoma era el Secretario General de Partido Comunista deChile. Tambin, incluso en la actualidad, es posible tran-sitar por la calle Carlos Marx o por Ramona Parra, quelleva el nombre de la joven comunista asesinada en unaprotesta, o por Mrtires de Chicago, nombrada as enhonor a los trabajadores norteamericanos ejecutados,que dieron origen a la celebracin del Da del Trabajo.

    En esta manera de nombrar el espacio (las calles) hayun intento por ligar la biografa de la poblacin con lahistoria del movimiento social chileno. Por ejemplo, lascalles que hacen referencias a trgicas matanzas de cam-pesinos y obreros, a saber, Ranquil y La Corua; o lasque hacen referencia los sucesos del 2 de abril de 1957(calle 2 de abril y calle Alicia Ramrez), en el que unaserie de protestas sociales a raz del alza en las tarifasdel transporte urbano terminaron con la intervencin yrepresin por parte de las Fuerzas Armadas y con cercade 20 muertos (Milos, 2007).

    Por otro lado, uno de los mecanismos ms poderososde circulacin de este relato es la reactualizacin del

    mito de origen. La toma de terrenos inaugura un origencomn a todos los habitantes de la poblacin, inclusopara los que arribaron con posterioridad. Es el tiemposin distincin, en el que todos son iguales y tienen lamisma categora.

    ...Todos los aos revivimos la toma. Los ms viejos lecontamos a los ms jvenes cmo fue y por q u la toma.As se mantiene una tradicin oral y una identificacinque a nosotros nos parece muy importante. Testimoniode un poblador (Morales; 1987:7)

    Cada 30 de octubre, la poblacin detiene sus activida-

    des cotidianas para rememorar la toma de terrenos: serealiza una reconstitucin de la toma en la que padrese hijos renen un carretn, unas frazadas, unas pelelasy marchan hacia el Estadio Municipal para instalarse enimprovisadas carpas tal como lo hicieron los pioneros dela toma.

    Paralelo a lo anterior, innegable es el peso de la tradicinoral en la transmisin de la epopeya victoriana, lo queha permitido que ciertos relatos persistan con el pasodel tiempo. Tambin han contribuido el surgimiento decomplementos escritos y audiovisuales de transmisin,

    como el tradicional pantallazo4en el que se proyectaun documento realizado por el Canal de la UniversidadCatlica en el ao 1958 acerca de la toma de terrenos.Asimismo el trabajo realizado por los medios de comuni-cacin locales: el canal de televisin Seal 3 de La Victoriay las distintas radios populares han apuntado permanen-temente a rescatar la memoria de la poblacin.

    Sin embargo, no slo la reactualizacin del origen haservido para reafirmar los rasgos identitarios. Casi tanimportantes como los elementos expuestos anterior-mente son los aportados por la experiencia de los hijosde los fundadores en la lucha contra la dictadura. Esparticularmente en los aos 80, con el inicio de unapoltica sistemtica de oposicin popular en contra dela dictadura, que el sujeto poblador se transforma enuna agente fundamental y principal de resistencia a ladictadura.

    En este contexto, la poblacin La Victoria cumple unpapel preponderante en la resistencia y oposicin alrgimen, generando innovadoras formas orgnicas, queconsolidaron el proyecto identitario afirmado en la edadtemprana de la poblacin.

    De esta manera podemos mencionar que entre 1980y 1986 nace y se desarrolla la experiencia de la ollacomn, asimismo la Iglesia Catlica organiza comedo-res populares, en 1981 se crea el comprando juntos,posteriormente el Padre Pierre Dubois inicia la leche porcuadras. En 1981 el SEPADE organiza el primer curso deprimeros auxilios, lo que posteriormente dar origen a

    los Grupos de Salud Poblacional, orientados a entregartratamiento contingente a los pobladores heridos en lasprotestas nacionales.

    De hecho, para muchos pobladores la resistencia pobla-cional a la dictadura es vista como una continuacin dela lucha de los fundadores de la poblacin. As por lomenos lo expresaba un poblador:

    Ahora los jvenes han seguido nuestro mismo camino.Ellos estn luchando por sus derechos. Para m fuemuy emocionante un mural que se pint en la pobla-cin que deca: Nuestros padres nos dieron el derecho

    a la vivienda, dmosle nosotros el d erecho a la libertad(Morales; 1987:7).

    Otro mecanismo de circulacin llamativo es el que encon-tramos en el tratamiento de los muros de La Poblacin.El muralismo popular es un fenmeno que se desarrollampliamente en los aos 80 y su origen se remite a lasbrigadas electorales (70) encargadas de trazar la propa-ganda en los muros de la ciudad. En la poblacin estefenmeno se desarroll fuertemente tambin, encon-trndose diversas Brigadas Muralistas que en La Victoriahan utilizado el muro como superficie meditica para latransmisin de mensajes que recogen la semntica iden-titaria, basada en la reivindicacin de una historicidadpopular.

    La Victoria: presente y futuro

    El relato identitario victoriano, si bien se muestra con-sistente ante los ojos de quienes conocen la poblacinLa Victoria, no est exento de contradicciones y desa-fos. De hecho, si hay un desafo que plantea un ejerciciocomprensivo mayor, es el que sita la propuesta identi-

    taria en el presente5.

    Por un lado, es posible afirmar que los mecanismos decirculacin del discurso identitario de La Victoria hansido eficaces para dar continuidad al proyecto generadoen la toma en la actualidad? De hecho, el que la toponi-mia de la poblacin afirme una semntica especfica yreivindique una historia determinada no quiere decir queun poblador necesariamente valore en el mismo sentidoel nombre de una calle.

    Por otro lado, cabe cuestionar: los mecanismos de cir-culacin identitaria son suficientes para dar cuenta delos incrementos de complejidad que se presentan en lasociedad y especficamente en la poblacin? Si bien, La

    Victoria no ha sido ajena a los procesos de descompo-sicin y atomizacin social que se han producido en elpas, es posible afirmar que, pese a ello, po see niveles departicipacin y organizacin significativamente mayores

    al resto de la villas y poblaciones del pas. Sesuficiente para que la poblacin sea capaz de efenmenos de una dimensin y cualidad tan dislos que en el pasado abord, como por ejemplo ldiccin, el narcotrfico y la delincuencia?

    Sin duda, que la trada de soc iabilidad negativa nada anteriormente es la oposicin ms radical atinuidad del proyecto identitario que hemos revistanto remece la raz misma de la lgica asentadhistoria de la poblacin y plantea una contradiccignica en la vida cotidiana de los pobladores. Sumamenaza a la integridad fsica y social que estos f

    nos plantean, nos atrevemos a plantear, quiz de apresurada, que la conjugacin de estos tres asdrogadiccin, narcotrfico y delincuencia; debergenerando consecuencias en la apropiacin esplos pobladores, en particular creemos que el efeccontrario al de la apropiacin; provisoriamente lminaremos alienacin del espacio, es decir el pde extraamiento del espacio, de sentirlo ajenoreflejan coincidentemente los relatos de los pobfundadores, quienes manifiestan su profunda cin, descontento e impotencia frente a la apariestos fenmenos (Identidad; 2007).

    Asimismo, las generaciones ms jvenes de victrepresentan un gran foco de inters, en tanto sodores de nuevos grados de complejidad para el identitario de La Victoria. Por lo dems, puntusignificativa encontramos la relacin de la pexclusin/inclusin en la generacin ms joven

    tetizando que esta contradiccin se puede estaviendo a favor de la exclusin, considerando el pla trada negativa puede estar teniendo, con laguiente marginalidad y estigmatizacin que estcin trae.

    Sin embargo, pese a lo pertinente que pueden cuestionamientos anteriores, resulta incuestionalas nuevas generaciones han sido persistentes catar la memoria de La Victoria. Hoy experienciala Seal 3 de La Victoria, la radio 1 de Mayo, losdeportivos, los centros culturales, los muralistasRebelde, el grupo Identidad de Memoria Populaformado por jvenes pobladores que recopilaronformato de un libro, los relatos de los fundadorevenido a inyectar nuevos bros a la historia de lacin, manteniendo viva la identidad de La Victori

    El origen de la poblacin es el orgullo de los pobactuales y sa es la victoria ms grande que p

    conseguir quienes hace 50 aos, llevando slo snecesidades a cuestas, hicieron suyo un lugar, lron de esperanza y lo llamaron: poblacin La Vic

    4 Proyeccin callejera de un video en pantalla gigante.

    5 Los elementos planteados en este apartado sern desarrollados en el proyecto de tesis del autor para optar al grado de en Sociologa.

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