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El Regalo de un Reino Inconmovible Pastor Gabriel Delgado Ministerio Apostólico Aliento de Vida Así que, recibiendo notros un reino inconmovible, tengamos gratitud y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia”. (Heb. 12:28) Nótese: ya lo hemos recibido. El versículo 27 indica la remoción de las cosas movibles con un gran temblor, para que queden las inconmovibles. El versículo 28 dice que ya hemos recibido el reino inconmovible. Hemos recibido un reino inconmovible, tan grande herencia, solo tenemos que mantener la gratitud, según expresa la Palabra de Dios. Un reino inconmovible es un reino imperturbable, que no se inmuta, no se deshace, no cambia, no se confunde, no se trastorna, es sólido, es real. No le servimos a un Dios de bromas, de pasatiempos, de religiones, no es un dios de palo o de yeso, es un Dios vivo que nos ha llamado a este reino inconmovible. Todas las cosas en el Antiguo Testamento eran como sombra de lo que habría de manifestarse; por ejemplo, los sacrificios eran verdaderamente una sombra de lo que sería el sacrificio expiatorio de Nuestro Señor Jesucristo. El pueblo de Israel debía hacer una ofrenda en el altar todos los días. Fueron muchos los animales que tuvieron que morir para tratar de cubrir el pecado del hombre. Pero aun así no les fue posible, porque todo esto era movible, era pasajero, era una sombra que anunciaba algo que sería estable y eterno. En estos momentos no estamos bajo una sombra, estamos bajo el reino inconmovible de Dios. Todo lo que hacemos aquí, no es sombra de algo que viene, es algo que ya está aquí, está en ti. Estando en este reino inconmovible sabemos que no estamos sentados reinando solos, estamos sentados en lugares celestiales con Cristo Jesús. El Rey de Reyes está con y en nosotros. Este es el gran gozo de ser creyente o discípulo de Cristo, no importa donde vivas —tienes un reino que ya se te ha dado, y tu vida en Cristo es inconmovible. Romanos 8:23 dice que “no solo la creación gime de dolor de parto, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del

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El Regalo de un Reino InconmoviblePastor Gabriel DelgadoMinisterio Apostólico Aliento de Vida

“Así que, recibiendo notros un reino inconmovible, tengamos gratitud y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia”. (Heb. 12:28)

Nótese: ya lo hemos recibido. El versículo 27 indica la remoción de las cosas movibles con un gran temblor, para que queden las inconmovibles. El versículo 28 dice que ya hemos recibido el reino inconmovible.

Hemos recibido un reino inconmovible, tan grande herencia, solo tenemos que mantener la gratitud, según expresa la Palabra de Dios. Un reino inconmovible es un reino imperturbable, que no se inmuta, no se deshace, no cambia, no se confunde, no se trastorna, es sólido, es real.

No le servimos a un Dios de bromas, de pasatiempos, de religiones, no es un dios de palo o de yeso, es un Dios vivo que nos ha llamado a este reino inconmovible. Todas las cosas en el Antiguo Testamento eran como sombra de lo que habría de manifestarse; por ejemplo, los sacrificios eran verdaderamente una sombra de lo que sería el sacrificio expiatorio de Nuestro Señor Jesucristo. El pueblo de Israel debía hacer una ofrenda en el altar todos los días. Fueron muchos los animales que tuvieron que morir para tratar de cubrir el pecado del hombre. Pero aun así no les fue posible, porque todo esto era movible, era pasajero, era una sombra que anunciaba algo que sería estable y eterno.

En estos momentos no estamos bajo una sombra, estamos bajo el reino inconmovible de Dios. Todo lo que hacemos aquí, no es sombra de algo que viene, es algo que ya está aquí, está en ti. Estando en este reino inconmovible sabemos que no estamos sentados reinando solos, estamos sentados en lugares celestiales con Cristo Jesús. El Rey de Reyes está con y en nosotros.

Este es el gran gozo de ser creyente o discípulo de Cristo, no importa donde vivas —tienes un reino que ya se te ha dado, y tu vida en Cristo es inconmovible. Romanos 8:23 dice que “no solo la creación gime de dolor de parto, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo”. Cuando las inundaciones lleguen, puede que nos ahoguemos. Cuando venga el huracán, puede que perdamos nuestras casas e iglesias. Cuando tiemble la tierra, puede que estemos debajo de la tierra.

Recibir un reino inconmovible no quiere decir que el cuerpo goce de seguridad en este mundo, sino que buscamos lo que está por venir” (Hebreos 13:14): una ciudad cuyo arquitecto y constructor es Dios (Hebreos 11:10), una ciudad inconmovible (Hebreros 12:28) —eterna.

Es necesario que todo reino que no ha sido construido por Dios sea removido para que el reino de los cielos permanezca y resplandezca. Este reino inconmovible se caracteriza porque nada de lo que hay en él se transforma y todo permanece, como el amor, la fe y la misericordia.

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“Los que confían en Jehová son como el monte de Sion: que no se mueve, sino que permanece para siempre”. Sal. 125:1

“Los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti”. Isa. 54:10

“El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará”. 1Cor. 13:8

La palabra metathesis significa remoción, cambio de posición. Debemos quitar el razonamiento, el orgullo y todo lo que impide que la Gloria de Dios resplandezca. “Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar”. Jer. 1:10

Debemos recordar que no se puede plantar si antes no removemos la tierra.

Existen dos tipos de actitudes:

1.- No querer Escuchar

2.- No querer que lo movible sea quitado

Ninguna de estas dos actitudes permite que la Gloria de Dios se manifieste.

Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. Sal. 103:1-2

Debemos entender que muchas veces cuando los principios de nuestra vida se mueven el alma se niega a adorar, pero en estos versos encontramos que el salmista ordena a su alma adorar a Dios, porque en medio de circunstancias difíciles es cuando más debemos adorar.

Aprendamos de la historia del Rey Acab, 1ra Reyes 20:23 dice, Y los siervos del rey de Siria le dijeron: Sus dioses son dioses de los montes, por eso nos han vencido; mas si peleáremos con ellos en la llanura, se verá si no los vencemos.

Los montes representan tiempos de victorias y las llanuras representan, tiempos de tribulación. Hay momentos en la vida como creyente que necesitamos reaccionar como las águilas. Cuando las águilas necesitan renovar el pico y sus garras suben a lo más alto de las montañas y se renuevan. Esto nos enseña la necesidad de subir a la presencia de Dios y dejar que la Gloria de Dios resplandezca en nosotros.

Siempre mantengamos nuestra mirada en alto, en el Dios de nuestra salvación y nunca miremos las circunstancias si no creamos a la Palabra de Dios que nunca cambia.