el psicxlogo clxnico en la atencixn a las drogodependencias

63
EL PSICÓLOGO CLÍNICO EN LA ATENCIÓN A LAS DROGODEPENDENCIAS

Upload: almendra77

Post on 06-Sep-2015

214 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

clínica

TRANSCRIPT

  • EL PSICLOGO CLNICO

    EN LA ATENCIN A LAS

    DROGODEPENDENCIAS

  • 183Margarita Laviana Cuetos. Psicloga Clnica. Decana del Colegio Oficial

    de Psicologa de Andaluca Occidental. Coordinadora de la Comunidad Teraputica de

    Salud Mental del rea Virgen del Roco. Servicio Andaluz de Salud.

    Consejera de Salud. Sevilla.

    INTRODUCCIN

    La creacin de la especialidad de Psicologa Clnica ha sido evidente laneces-idad de clarificar las funciones a desarrollar por los especialistas en psicolo-ga clnica. Estas funciones que se derivan de las competencias sealadas en el pro-pio decreto de creacin de la especialidad como de la LOPS, una cuestionada leyque, desafortunadamente, ha tenido una escasa lectura en sus aspectos regulado-res de las competencias, responsabilidades, requisitos y desarrollos de los diferen-tes integrantes del sistema sanitario.

    En el caso de los psiclogos especialistas en psicologa clnica, vivimos unmomento de especial importancia: por una parte, porque pese a las carencias (y sinrenunciar a superarlas), el marco normativo actual nos sita en una posicin deigualdad con otros especialistas, lo que favorece la estabilidad de nuestro trabajocon responsabilidad y autonoma en nuestros equipos y mbitos de trabajo.

    Por otra parte, nunca como hasta este momento es ms necesario avanzar encontenidos, analizar nuestras carencias para fortalecer nuestros diferentes roles enlos sistemas de atencin a los problemas de salud de los ciudadanos, sin olvidar

  • 184

    que dichos problemas los sufren personas que se mueven, que viven, en determi-nados contextos, de determinada manera y con otras personas.

    Ello implica la necesidad de establecer con claridad los espacios (que en mio-pinin deben ser franjas amplias) de fronteras, donde se busque el equilibrioentre profesionales de la propia disciplina y de disciplinas diferentes, para arbitrarpropuestas de solucin interdisciplinar a problemas multifactoriales.

    No es posible avanzar en este sentido, en mi opinin, sin un conocimientosuficiente de nuestra especialidad, de su cometido, de sus lmites y de sus caren-cias. Y esto es lo que propongo que trabajemos juntos es este espacio de trabajo.

    El texto que se aporta no pretende ser una publicacin exhaustiva ni estable-cer cuales deben ser las intervenciones en un campo, las adicciones, que noconozco en profundidad. Con esta aportacin, traigo ante los asistentes al semina-rio, algunos de los textos existentes que me han sugerido preguntas y reflexionesque traslado, desde la perspectiva de mi experiencia como psicloga clnica, conel objetivo de contribuir a que entre todos, avancemos en la identificacin de lne-as de trabajo futuras.

    He procurado citar las fuentes de aquellos documentos y artculos que con-sidero ms convenientes al propsito de este trabajo, pero han sido muchos los art-culos repasados, Mi reconocimiento expreso a todos los psiclogos y psiclogasque durante todos estos aos vienen investigando y publicando sus experiencias, ya los organizadores de este evento, que me han ofrecido la posibilidad de mejorarmis conocimientos sobre el tema y aumentar mi comprensin sobre el tema fde lasadicciones.

    LA PSICOLOGIA CLINICA: DEFINICION

    La Psicologa ha demostrado que es til y cientficamente factible establecerun nuevo modo de interpretar la vida humana, basado en el reconocimiento de laexistencia de una interaccin dialctica entre los factores biolgicos, psicolgicos

  • 185

    y sociales. Desde esta perspectiva, la salud se concibe como el mejor nivel posiblede equilibrio y ajuste biopsicosocial de cada individuo en su contexto.1

    Detengmonos un momento en la definicin de la psicologa clnica, sinentrar en un relato histrico que creo debe ser suficientemente conocido por todoslos asistentes, y en caso de necesitar profundizar, la documentacin est al alcan-ce de todos en los diferentes Colegios Oficiales de Psiclogos del Estado (COP), enAsociaciones cientficas y profesionales, y en algunas pginas Web de particulares,bien diseadas y actualizadas, y de las que se aporta un listado en este encuentro.

    Se utilizarn como referentes de mayor consenso en este sentido, por unaparte, el documento editado por el COP Perfiles Profesionales, en especial losreferidos a Psicologa Clnica y de la Salud, y Psicologa de lasDrogodependencias, publicado en 1998, fruto de la larga trayectoria profesionalde muchos psiclogos y psiclogas en los diferentes mbitos de intervencin pro-fesional de todo el territorio del Estado, y de la generosa participacin de los inte-grantes de los diferentes grupos de expertos que los elaboraron

    Por otra, la definicin recogida en el Programa de la Especialidad dePsicologa Clnica, en la nueva propuesta de modificacin del programa actual,aprobado por la CNEPC en noviembre de 2004, que cont asimismo con la desin-teresada colaboracin de lectores cualificados que realizaron aportaciones y suge-rencias.

    La Psicologa Clnica y de la Salud es la disciplina o el campo de espe-cializacin de la Psicologa que aplica los principios, las tcnicas y losconocimientos cientficos desarrollados por sta para evaluar, diagnosti-car, explicar, tratar, modificar y prevenir las anomalas o los trastornosmentales o cualquier otro comportamiento relevante para los procesos dela salud y enfermedad, en los distintos y variados contextos en que stospuedan tener lugar.

    1 Programa De Formacin De La Especialidad De Psicologa Clnica. Aprobado por la ComisinNacional de la Especialidad de Psicologa Clnica (CNEPC), el 21 de marzo de 2003. Disponible enWeb de la AEN. Madrid, Pg. 2

  • 186

    Consecuentemente con la definicin propuesta de Psicologa Clnicay de la Salud, definimos el Psiclogo Clnico y de la Salud como el psic-logo que aplica el conocimiento y las habilidades, las tcnicas y los ins-trumentos proporcionados por la Psicologa y ciencias afines a las anoma-las, los trastornos y a cualquier otro comportamiento humano relevantepara la salud y la enfermedad, con la finalidad de evaluar, diagnosticar,explicar, tratar, modificar o prevenir estos en los distintos contextos en quelos mismos puedan manifestarse.

    .La consideracin de disciplina especializada de la Psicologa conlle-va, por su parte, la inseparable caracterstica de que los expertos que lapractican han de ser necesariamente Psiclogos con una formacin com-plementaria especializada en el mbito de la Psicologa Clnica y de laPsicologa de la Salud, de acuerdo con el ordenamiento legal que actual-mente est vigente en nuestro pas. Respecto a los fenmenos a los que seaplica o que constituyen el centro de atencin de la Psicologa Clnica yde la Salud, stos son, en primer lugar, las denominadas anomalas o tras-tornos mentales o del comportamiento, entendidos stos en un sentidoamplio del trmino y no slo en el estrictamente psicopatolgico y msrestringido habitualmente concedido en los manuales estandarizados declasificacin de trastornos psicopatolgicos del tipo de la CIE-10 (OMS,1.992) o del DSM-IV (APA, 1.994). Adems de los comportamientos an-malos o alterados, la Psicologa Clnica y de la Salud estudia y toma enconsideracin, igualmente, cualquier otro tipo de comportamiento quesea relevante para los procesos de salud y enfermedad, sea ste normal opatolgico y referido tanto a un individuo como a un grupo.

    La Psicologa Clnica es una especialidad de la Psicologa que se ocupadel comportamiento y los fenmenos psicolgicos y relacionales implica-dos en los procesos de salud-enfermedad de los seres humanos. Su obje-tivo es el desarrollo y la aplicacin de principios tericos, mtodos, pro-cedimientos e instrumentos para observar, comprender, predecir, explicar,prevenir y tratar trastornos mentales, alteraciones y trastornos cognitivos,emocionales y comportamentales, malestar y enfermedades en todos losaspectos de la vida humana, as como la promocin de la salud y el bien-estar personales y de la sociedad.2

    2 Perfil Psicologa Clnica y de la Salud. COP. Madrid 1998.

  • 187

    El mbito propio de actuacin de la Psicologa Clnica radica en la inves-tigacin, explicacin, comprensin, prevencin, evaluacin, diagnstico,tratamiento psicolgico y rehabilitacin de los trastornos mentales, ascomo de los fenmenos y procesos psicolgicos, comportamentales yrelacionales, que inciden en la salud y la enfermedad de los seres huma-nos en su concepcin integral. Para ello se vale de la observacin clnicay la investigacin cientfica propias de la Psicologa. Desarrolla sus activi-dades en todas las etapas o fases del ciclo vital, con:

    - Individuos, parejas, familias, grupos.

    - Instituciones, organizaciones y comunidad.

    - En el entorno pblico y en el privado.

    Y contribuye a:

    - Mejorar la calidad de las prestaciones y servicios.

    - Planificar nuevas prestaciones y servicios.

    - Informar a los poderes pblicos sobre los cometidos propios de la espe-cialidad tanto en lo que se refiere a contenidos organizativos como clni-co-asistenciales, de formacin y otros.

    - Desarrollar el trabajo desde una perspectiva interdisciplinar.3

    La importancia estratgica que la consecucin de la Especialidad de laPsicologa Clnica como especialidad sanitaria ha supuesto para la consolidacinde nuestra profesin y de la psicologa en su conjunto, es un elemento cuyo alcan-ce probablemente estemos aun lejos de comprender.

    Como tal especialidad, queda adscrita al campo de las especialidades sani-tarias, y su ejercicio est regulado y protegido por las diferentes disposiciones nor-mativas dictadas por los Ministerios de Sanidad y Consumo, y de Educacin yCultura, al igual que el resto de las especialidades sanitarias.

    3 Programa De Formacin De La Especialidad De Psicologa Clnica. Aprobado por la CNEPC el 21de marzo de 2003..Madrid, Pg. 2 y 3 ( Disponible en Web de la AEN)

  • 188

    PERFIL COMPETENCIAL DEL PSICOLOGO CLINICO: EL CONTEXTO NORMATI-VO Y SUS POSIBLES REPERCUSIONES.

    La definicin normativa de esta especialidad establece que el psiclogo espe-cialista en Psicologa Clnica posee unos conocimientos, unas habilidades y destre-zas, y una capacidad profesional reconocida legalmente, que sustenta su autono-ma e independencia en cuanto a su funcin, sin que ello cuestione la importanciade la interdisciplinariedad y del convencimiento de que trabajar y compartir conotros profesionales aporta a los ciudadanos una atencin de mayor calidad, encuanto incorpora diferentes conocimientos y experiencias.

    El programa de la Especialidad de Psicologa Clnica, en la nueva redaccinpropuesta por la CNEPC en Noviembre de 2004, establece para el poseedor delttulo la capacidad para:

    EN RELACIN A LAS FUNCIONES DE PROMOCIN, PREVENCIN,EVALUACIN, DIAGNSTICO Y TRATAMIENTO:4

    a. Identificar los factores psicosociales de riesgo para la salud mental yla salud en general.

    b. Identificar los trastornos mentales y otros problemas que inciden enla salud mental.

    c. Realizar el diagnstico de los trastornos mentales, segn las clasifi-caciones internacionales, y establecer diagnsticos diferenciales, recurriendopara todo ello a los procedimientos de evaluacin y diagnstico psicolgicospertinentes.

    d. Establecer previsiones sobre la evolucin de los problemas identifi-cados y de los factores relacionados, as como de sus posibilidades de modi-ficacin.

    4 Programa De Formacin De La Especialidad De Psicologa Clnica. Aprobado por la CNEPC el 21de marzo de 2003..Madrid, Adaptacin de la redaccin del texto original contenido en Pg. 3 y 4.Disponible en Web de la AEN

  • 189

    e. Elaborar una programacin y evaluacin adecuadas de las interven-cion-es asistenciales, de prevencin y promocin necesarias.

    f. Desarrollar diferentes formas de intervencin y tratamiento, median-te las tcnicas y procedimientos psicoteraputicos disponibles y suficiente-mente contrastados.

    g. Realizar actividades de asesoramiento, interconsulta y enlace conotros profesionales y servicios.

    h. Manejar situaciones de urgencias.

    i. Disear y aplicar las intervenciones psicolgicas necesarias en lospro-cesos asistenciales de las enfermedades mdicas.

    j. Identificar e intervenir en situaciones de crisis individuales, familia-res y comunitarias.

    EN RELACIN A LAS FUNCIONES DE DIRECCIN,ADMINISTRACIN Y GESTIN

    a. Desarrollar tareas de direccin, planificacin, gestin y/o coordina-cin de servicios, equipos y programas.

    b. Organizar el trabajo teniendo en cuenta su inclusin en una plani-ficacin global. Elaborar o contribuir a dicha planificacin, con el concursoen su caso de otros profesionales.

    c. Elaborar procedimientos y sistemas de evaluacin de intervencio-nes, programas y servicios, contribuyendo con ello a la implementacin,desarrollo y mejora de la calidad asistencial.

  • 190

    d. Recoger, analizar y transmitir informacin colaborando en la cum-plimentacin de los protocolos y sistemas de informacin establecidos.

    e. Participar en todas las actividades de coordinacin necesarias parael desarrollo de las actividades y los programas del equipo

    EN RELACIN A LAS FUNCIONES DE DOCENCIA E INVESTIGACIN:

    a. Participar en, y en su caso organizar, acciones formativas para losequip-os y programas: sesiones clnicas, bibliogrficas, de supervisin yactiv-idades de formacin continuada.

    b. Supervisar y tutorizar las actividades de los psiclogos en forma-cin, y colaborar en la formacin de otros profesionales.

    c. Programar y desarrollar, en el nivel que corresponda en cada caso,estu-dios de investigacin dentro del equipo y colaborar en los que realicenotros equipos, dispositivos e instituciones.

    PARA EL ADECUADO DESARROLLO DE ESTAS FUNCIONES, EL PSICLOGOCLNICO DEBE:

    1. Conocer, relacionar y optimizar los recursos sanitarios y no sanitarios exis-tentes en el medio en el que acte, fomentando todas aquellas iniciativas que tien-dan, con criterios de eficacia y eficiencia, a la mejora del nivel de salud.

    2. Favorecer las actuaciones tendentes a promover actitudes individuales,sociales e institucionales de respeto, integracin, apoyo y cuidado de las personascon trastornos mentales o de cualquier otra ndole.

  • 191

    Esta capacidad, que forma parte de la definicin de funciones establecidasen el citado programa, permite al psiclogo clnico realizarlas con independenciade la va de obtencin del ttulo, as como establecer un perfil funcional comnpor encima de diferencias individuales.

    Por su parte, la LOPS, en el conjunto de su articulado establece la normareguladora de los profesionales sanitarios, incluyendo, en mi opinin, elementosde proteccin para los profesionales. En especial, deseo destacar algunos artculosreferidos a la regulacin profesional que afectan tanto al mbito pblico como alprivado, siendo este ltimo especialmente importante, dado su peso en la atencina drogodependencias, la presencia de una gran diversidad de organizaciones pri-vadas, prestadoras de servicios y empleadoras de psiclogos, y por su posible inte-rs para este colectivo, a menudo desprotegido por la indefinicin de su situacincontractual.

    La Ley establece en su presentacin algunos principios que han sido y sernobjeto de debate y polmica, para los que quiero hacer una presentacin extensaque nos permita una lectura reposada, dado que gran parte de los profesionalesdesconocen los articulados concretos. Ello permitir establecer, en mi opinin,estrategias de apoyo a nuestra profesin ms constructiva y eficaz:

    El concepto de profesin es un concepto elusivo que ha sido desarrolla-do desde la sociologa en funcin de una serie de atributos como forma-cin superior, autonoma y capacidad auto-organizativa, cdigo deonto-lgico y espritu de servicio, que se dan en mayor o menor medida en losdiferentes grupos ocupacionales que se reconocen como profesiones. Apesar de dichas ambigedades y considerando que nuestra organizacinpoltica slo se reconoce como profesin existente aqulla que est nor-mada desde el Estado, los criterios a utilizar para determinar cuales sonlas profesiones sanitarias, se deben basar en la normativa preexistente.Esta normativa corresponde a dos mbitos: el educativo y el que regula las

    3. Estar dispuesto a aportar sus conocimientos terico-tcnicos en los dife-rentes niveles de colaboracin establecidos con otros profesionales, as como arecibir sus aportaciones.

  • corporaciones colegiales. Por ello en esta Ley se reconocen como profe-siones sanitarias aquellas que la normativa universitaria reconoce comotitulaciones del mbito de la salud, y que en la actualidad gozan de unaorganizacin colegial reconocida por los poderes pblicos.

    Por otra parte, existe la necesidad de resolver, con pactos interprofesiona-les previos a cualquier normativa reguladora, la cuestin de los mbitoscompetenciales de las profesiones sanitarias manteniendo la voluntad dereconocer simultneamente los crecientes espacios competenciales com-partidos interprofesionalmente y los muy relevantes espacios especficosde cada profesin. Por ello en esta Ley no se ha pretendido determinar lascompetencias de unas y otras profesiones de una forma cerrada y concre-ta sino que establece las bases para que se produzcan estos pactos entreprofesiones, y que las praxis cotidianas de los profesionales en organiza-ciones crecientemente multidisciplinares evolucionen de forma no con-flictiva, sino cooperativa y transparente5

    ARTCULO 4. PRINCIPIOS GENERALES

    De acuerdo con lo establecido en los artculos 35 y 36 de laConstitucin, se reconoce el derecho al libre ejercicio de las profe-siones sanitarias, con los requisitos previstos en esta Ley y en lasdems normas legales que resulten aplicables.

    1.

    El ejercicio de una profesin sanitaria, por cuenta propia o aje-na,requerir la posesin del correspondiente ttulo oficial que habiliteexpresamente para ello o, en su caso, de la certificacin prevista enel artculo 2.4, y se atendr, en su caso, a lo previsto en sta, en lasdems leyes aplicables y en las normas reguladoras de los ColegiosProfesionales.

    2.

    Los profesionales sanitarios desarrollan, entre otras, funciones en losmbitos asistenciales, investigadoras, docentes, de gestin clnica,de prevencin y de informacin y educacin sanitarias.

    3.

    5 LEY 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenacin de las profesiones sanitarias. LOPS. BOE nm.280 Sbado 22 noviembre 2003. Pg. 41443

    192

  • 193

    Corresponde a todas las profesiones sanitarias participar activamen-te en proyectos que puedan beneficiar la salud y el bie-nestar de laspersonas en situaciones de salud y enfermedad, especialmente en elcampo de la prevencin de enfermedades, de la educacin sanita-ria, de la investigacin y del intercambio de informacin con otrosprofesionales y con las autoridades sanitarias, para mejor garantade dichas finalidades.

    4.

    Los profesionales tendrn como gua de su actuacin el ser-vicio ala sociedad, el inters y salud del ciudadano a quien se le presta elservicio, el cumplimiento riguroso de las obligaciones deontolgi-cas, determinadas por las propias profesiones conforme a la legisla-cin vigente, y de los criterios de normo-praxis o, en su caso, losusos generales propios de su profesin

    5.

    Los profesionales sanitarios realizarn a lo largo de su vida profesio-nal una formacin continuada, y acreditarn regularmente su com-petencia profesional

    6.

    El ejercicio de las profesiones sanitarias se llevar a cabo con plenaautonoma tcnica y cientfica, sin ms limitaciones que las estable-cidas en esta Ley y por los dems principios y valores contenidos enel ordenamiento jurdico y deontolgico, y de acuerdo con lossiguientes principios:

    a. Existir formalizacin escrita de su trabajo reflejada en unahistoria clnica que deber ser comn para cada Centro y ni-capara cada paciente La historia clnica tender a ser sopo-rtadaen medios electrnicos y a ser compartida entre profesio-nales,centros y niveles asistenciales.

    b. Se tender a la unificacin de los criterios de actuacin, queestarn basados en la evidencia cientfica y en los medios dispo-nibles y soportados en guas y protocolos de prctica clnica yasistencial. Los protocolos debern ser utilizados de forma orien-tativa, como gua de decisin para todos los profesionales de unequipo, y sern regularmente actualizados con la participacinde aquellos que los deben aplicar.

    7.

  • c. La eficacia organizativa de los Servicios, Secciones y Equipos, ounidades asistenciales equivalentes sea cual sea su denominacin,requerir la existencia escrita de normas de funcionamiento internoy la definicin de objetivos y funciones

    d. La continuidad asistencial de los pacientes, tanto la de aqu-ellosque sean atendidos por distintos profesionales y especialistas dentrodel mismo centro como la de quienes lo sean en diferentes niveles,requerir en cada mbito asistencial la existencia de procedimien-tos, protocolos de elaboracin conjunta e indicadores para aseguraresta finalidad.

    La progresiva consideracin de la interdisciplinariedad y multidisci-plinariedad de los equipos profesionales en la atencin sanitaria .

    ARTCULO 5.-DE LA RELACIN ENTRE LOS PROFESIONALES SANITARIOS YLAS PERSONAS ATENDIDAS

    La relacin entre los profesionales sanitarios y de las personas aten-didas por ellos, se rige por los siguientes principios generales:

    a. Los profesionales tienen el deber de prestar una atencin sa-nitaria tcnica y profesional adecuada a las necesidades de saludde las personas que atienden, de acuerdo con el est-ado de des-arrollo de los conocimientos cientficos de cada momento y conlos niveles de calidad y seguridad que se e-stablecen en esta leyy el resto de normas legales y deontol-gicas aplicables.

    b. Los profesionales tienen el deber de hacer un uso racional delos recursos diagnsticos y teraputicos a su cargo, toman-do enconsideracin, entre otros, los costes de sus decisiones, y evitan-do la sobreutilizacin, la infrautilizacin y la inadecuada utiliza-cin de los mismos.

    1.

    194

  • 195

    c. Los profesionales tienen el deber de respetar la personalid-ad,dignidad e intimidad de las personas a su cuidado y de-ben res-petar la participacin de los mismos en las tomas decisiones queles afecten. En todo caso, deben ofrecer una informacin sufi-ciente y adecuada para que aqullos puedan ejercer su derechoal consentimiento sobre dichas decisiones.

    d. Los pacientes tienen derecho a la libre eleccin del mdicoque debe atenderles. Tanto si el ejercicio profesional se desar-rolla en el sistema pblico como en el mbito privado por cuen-ta ajena, este derecho se ejercitar de acuerdo con una normati-va explcita que debe ser pblicamente conocida y accesible. Enesta situacin el profesional puede ejercer el derecho de renun-ciar

    e. Los profesionales y los responsables de los Centros Sanit-ariosfacilitarn a sus pacientes el ejercicio del derecho a c-onocer elnombre, la titulacin y la especialidad de los prof-esionales sani-tarios que les atienden, as como a conocer la categora y funcinde los mismos, si as estuvieran definidas en su Centro oInstitucin.

    Los pacientes tienen derecho a recibir informacin de acuerdo conlo establecido en la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, bsica regu-ladora de la autonoma del paciente y de los derechos y obligacio-nes en materia de informacin y documentacin clnica.

    Para garantizar de forma efectiva y facilitar el ejercicio de los de-rechos a que se refiere el nmero anterior, los ColegiosProfesionales, Consejos Autonmicos y Consejos Generales, en susrespectivos mbitos territoriales, establecern los registros pblicosde profesionales .debern permitir conocer el nombre, titulacin,especialidad, lugar de ejercicio y los otros datos que en esta ley sedeterminan como pblicos

    2.

  • 196

    ARTCULO 10.- GESTIN CLNICA EN LAS ORGANIZACIONES SANITARIAS.

    Las Administraciones Sanitarias, los Servicios de Salud o los rganosde gobierno de los centros y establecimientos sanitarios, segncorresponda, establecern los medios y sistemas de acceso a lasfunciones de gestin clnica, a travs de procedimientos en los quehabrn de tener participacin los propios profesionales.

    Tales funciones podrn ser desempeadas en funcin de criteriosque acrediten los conocimientos necesarios y la adecuada capaci-tacin.

    1.

    A los efectos de esta Ley tienen la consideracin de funciones degestin clnica las relativas a la jefatura o coordinacin de uni-dadesy equipos sanitarios y asistenciales, las de tutoras y or-ganizacinde formacin especializada, continuada y de inves-tigacin y las departicipacin en comits internos o proyectos institucionales de loscentros sanitarios dirigidos, entre otros, a asegurar la calidad, segu-ridad, eficacia, eficiencia y tica asistencial, la continuidad y coor-dinacin entre niveles o el acogimiento, cuidados y bienestar de lospacientes

    2.

    El ejercicio de funciones de gestin clnica estar sometido a la eva-luacin del desempeo y de los resultados. . 3.

    El desempeo de funciones de gestin clnica ser objeto del o-por-tuno reconocimiento 4.

    ARTCULO 10.- GESTIN CLNICA EN LAS ORGANIZACIONES SANITARIAS.

    Comisin de Formacin Continuada desarrollar las siguientes fun-ciones:

    e. Las de estudio, informe y propuesta para el establecimiento deprocedimientos, criterios y requisitos para la acreditacin y la acre-ditacin avanzada de profesionales en un rea funcional especfi-ca de una profesin o especialidad, como consecuencia del des-arrollo de actividades de formacin continuada acreditada.

    4.

  • 197

    ARTCULO 36.- DIPLOMAS DE ACREDITACIN Y DIPLOMAS DEACREDITACIN AVANZADA

    Las Administraciones Sanitarias Pblicas podrn expedir Diplo-masde Acreditacin y Diplomas de Acreditacin Avanzada, para certifi-car el nivel de formacin alcanzado por un profesional en un reafuncional especfica de una determinada profesin o especialidad,en funcin de las actividades de formacin conti-nuada acredita-da

    Los Diplomas de Acreditacin y los Diplomas de Acreditacin A-vanzada, que debern expedirse necesariamente de acuerdo con losrequisitos, procedimiento y criterios establecidos conforme a lo pre-visto en el artculo 34.4.e), tendrn efectos en todo el territorionacional, sea cual sea la Administracin Pblica que expidi elDiploma

    1.

    Las Administraciones Sanitarias Pblicas establecern los registrosnecesarios para la inscripcin de los Diplomas de Acreditacin y deAcreditacin Avanzada que expidan. Tales registros tendrn carcterpblico en lo relativo a la identidad del interesado, al Diploma oDiplomas que ostente y a la fecha de obtencin de los mismos.

    2.

    Los Diplomas de Acreditacin y los Diplomas de Acreditacin A-vanzada sern valorados como mrito en los sistemas de provisinde plazas cuando as se prevea en la normativa correspondiente

    3.

    ARTCULO 38.- DESARROLLO PROFESIONAL

    El reconocimiento se articular en cuatro grados. a)

    La obtencin del primer grado, y el acceso a los superiores, req-uerir la evaluacin favorable de los mritos del interesado, en rela-cin a sus conocimientos, competencias, formacin continuadaacreditada, actividad docente e investigacin tambin los resulta-dos de la actividad asistencial del interesado, la calidad de la mismay el cumplimiento de los indicadores que para su valoracin sehayan establecido, as como su implicacin en la gestin clnicadefinidas en el artculo 10 de esta Ley.

    b)

  • 198

    Para obtener el primer grado, ser necesario acreditar cinco a-os de ejercicio profesional. c)

    La evaluacin se llevar a cabo por un Comit especfico creadoen cada centro o institucin estar integrado, en su mayora,por profesionales de la misma profesin sanitaria del evaluadoas como de evaluadores externos designados por Agencias deCalidad o Sociedades Cientficas de su mbito de competencia

    d)

    Los profesionales tendrn derecho a hacer constar pblicamenteel grado de desarrollo profesional que tengan reconocido.e)

    Dentro de cada Servicio de Salud, estos criterios generales delsistema de desarrollo profesional, y su repercusin en la carrera,se acomodarn y adaptarn a las condiciones y caractersticasorganizativas, sanitarias y asistenciales

    f)

    TTULO IV, DEL EJERCICIO PRIVADO DE LAS PROFESIONES SANITARIAS

    ARTCULO 40: ELEMENTOS DE CONTROL QUE GARANTICEN LOS NIVELESDE CALIDAD PROFESIONAL Y DE EVALUACIN DE ACUERDO CON LOS

    SIGUIENTES PRINCIPIOS:

    Derecho a ejercer la actividad profesional adecuada a la titulaciny categora de cada profesionala)

    Respeto a la autonoma tcnica y cientfica de los profesionalessanitarios.b)

    Marco de contratacin estable, motivacin para una mayor efici-encia y estmulos para el rendimiento profesional.c)

    Participacin en la gestin y organizacin del centro o unidad a laque pertenezca.d)

    Evaluacin de la competencia profesional y de la calidad del servi-cio prestado.f)

    Garantizar la responsabilidad civil profesional bien a travs de enti-dad aseguradora, bien a travs de otras entidades financieras autori-zadas a conceder avales o garantas.

    g)

  • 199

    Libre competencia y transparencia del sistema de contratacin.h)

    Libertad de prescripcin, atendiendo a las exigencias del cono-cimiento cientfico y a la observancia de la leyj)

    ARTCULO 41 PRESTACIN DE SERVICIOS POR CUENTA AJENA.

    Los profesionalestienen derecho a ser informados de sus funcio-nes, tareas y cometidos de los objetivos asignados a su unidad ycentro sanitario y de los sistemas establecidos para la evaluacin.

    obligados a ejercer la profesin, o desarrollar el conjunto de lasfunciones que tengan asignadas con observancia de los principiostcnicos, cientficos, profesionales, ticos y deontolgicos

    evaluacin regular de competencias y los sistemas de control decalidad previstos en esta Ley sern aplicados en los centros priva-dos

    ARTCULO 43 REGISTROS DE PROFESIONALES

    Los centros sanitarios y las entidades de seguros establecern, ymantendrn actualizado, un Registro de los profesionales sanitarioscon los que mantengan contratosdicho Registro ser pblico en lo que se refiere al nombre, titula-cin, especialidad y, en su caso, categora y funcin del profesional.Los criterios generales y requisitos mnimos de dichos Registrossern establecidos por las Comunidades Autnomas.

    ARTCULO 42 PRESTACIN DE SERVICIOS POR CUENTA PROPIA.

    Con el fin de garantizar la titulacin oficial de profesionales y espe-cialistas todos los contratos de prestacin de servicios sanitarios,as como sus modificaciones, se formalizarn por escrito.

    Los profesionales sanitarios que ejerzan exclusivamente mediante laprestacin de servicios por cuenta propia podrn acceder volunta-riamente al sistema de desarrollo profesional.

  • 200

    ARTCULO 44 PUBLICIDAD DEL EJERCICIO PROFESIONAL PRIVADO

    deber respetar rigurosamente la base cientfica de las actividadesy prescripciones.

    ser objetiva, prudente y veraz.

    no levante falsas esperanzas o propague conceptos infundados.

    podrn facilitar a los medios de comunicacin informacinfacilitada sea verdica, discreta, prudente.

    No podrn ser objeto de publicidad las actividades o productossanitarios no autorizados

    sobre los que no exista evidencia de sus efectos beneficiosos

    quedando prohibida la publicidad de productos y servicios de ca-rcter creencial y de los productos-milagro.

    ARTCULO 45 SEGURIDAD Y CALIDAD EN EL EJERCICIOPROFESIONAL PRIVADO

    Las consultas profesionales debern cumplir los requisitos de auto-rizacin y acreditacinLas garantas de seguridad y calidad son aplicables a todas las acti-vidades sanitarias privadasAdministraciones Sanitarias Pblicas velar por el cumplimientode las garantas para lo cual podrn recabar la colaboracin delos Colegios Profesionales en el caso de las consultas profesionales.

    ARTCULO 46 COBERTURA DE RESPONSABILIDAD

    vienen obligados a suscribir el oportuno seguro de responsabili-dad. En el supuesto de profesiones colegiadas, los ColegiosProfesionales podrn adoptar las medidas necesarias para facilitar asus colegiados el cumplimiento de esta obligacin.

  • 201

    Es decir, tanto el perfil competencial definido en la Especialidad, como lanorm-ativa de aplicacin, establecen unas posibilidades de intervencin suficien-temente claras, definidas y abarcativas como para servir de orientacin a los dife-rentes profesionales en la autoevaluacin de las funciones y competencias que vie-nen desarrollando en su lugar de trabajo, a la vez que sirve a los empleadores paraconocer el nivel de exigencia profesional que pueden y deber requerir a sus espe-cialistas.

    Permite, adems, identificar los puntos dbiles de nuestra frgil presencia enel sistema sanitario, lo que nos debe animar a apoyarnos en los puntos fuertes quela propia norma establece para consolidar nuestra presencia en el sistema.

    Pero ello no podemos realizarlo de cualquier forma: es preciso reconocerque la intervencin de cada uno contribuye, o puede contribuir, a reforzar los ele-mentos fuertes de nuestra disciplina, o por el contrario, a ensombrecer aun ms lasposibilidades de desarrollo en el conjunto del sistema sanitario.

    DISPOSICIN ADICIONAL SEGUNDA.- RESERVA DE DENOMINACIONES

    Slo podrn utilizarse, en el ejercicio profesional pblico y privado,las denominaciones de los ttulos de Especialista, las de losDiplomas de reas de Capacitacin Especfica, las de los Diplomasde Acreditacin y de Acreditacin Avanzada, y las de los grados deldesarrollo profesional, cuando tales ttulos, diplomas o gradoshayan sido obtenidos, ho-mologados o reconocidos de acuerdo conlo dispuesto en esta Ley y en las dems normas aplicables.

    No podrn utilizarse otras denominaciones que, por su significado,puedan inducir a confusin con aqullas.6

    6 LEY 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenacin de las profesiones sanitarias. LOPS. BOE nm.280 Sbado 22 noviembre 2003. Adaptacin resumida del articulado general.

  • 202

    PSICLOGOS Y/O PSICLOGOS CLNICOS EN LA ATENCIN A LAS DROG-ODEPENDENCIAS

    A la hora de considerar la necesidad o no de psiclogos especialistas en psi-cologa clnica en un determinado dispositivo o red de atencin, caben las siguien-tes alternativas:

    1. El tipo de trabajo desempeado y el carcter sanitario del dispositivo enque se desarrolla, exigen el nivel competencial descrito, y por ello, el psi-clogo debe tener el ttulo de especialista en Psicologa Clnica.

    2. El tipo de trabajo exige el nivel competencial descrito, y por ello, el psi-clogo debe tener el ttulo de especialista en Psicologa Clnica aunque eldispositivo no sea administrativamente sanitario.

    3. Ni el tipo de trabajo ni el dispositivo en que se desarrolla exigen el nivelco-mpetencial descrito, y por ello, el psiclogo no tiene la obligacin detener el ttulo de especialista en Psicologa Clnica.

    Ello supone, adems, que con independencia de la lgica autonoma profe-sional, del contexto y mbito de desempeo, y de la adscripcin terico-tcnica,el psiclogo especialista tiene un marco comn que debe garantizar una oferta deatencin lo mas homognea posible al ciudadano y la intercambiabilidad entrediferentes dispositivos que requieran la presencia del especialista, incluso entre lasdiferentes comunidades autnomas, como as ocurre en las dems especialidadessanitarias.

    Sin embargo, el contexto desde el que se abordan los complejos procesos dela salud y la enfermedad, exigen no solo de diferentes profesionales (especialistasy no especialistas, sanitarios y sociales, pblicos y privados), sino de diferentessistemas y organizaciones, que deben hacer un esfuerzo por integrar respuestaspara que los problemas que sufren los ciudadanos se puedan abordar de una formacomprensiva y ecolgica, propiciando equilibrios no siempre fciles de conseguiren contextos a menudo descoordinados, con polticas pblicas contradictorias y amenudo, mas interesadas en evitar el conflicto social (polticamente poco rentable)que en abordar en su globalidad el problema de salud / o de enfermedad de que

  • 203

    se trate. Este hecho es tanto mas evidente cuanto mayor sea el componente psico-social del problema en cuestin. En el caso de las adicciones, las implicaciones ycontradicciones sociopolticas en el terreno de la atencin, son tanto mas eviden-tes y complejas cuanto mas desarrollada sea la sociedad.

    En nuestro contexto, las ambigedades sobre los perfiles y las funciones decada profesional, las competencias y responsabilidades en el desarrollo de los dife-rentes programas e intervenciones, casi siempre tiene una repercusin ms directacuanto menos definida (profesional y normativamente) es una profesin, cuantoms frgil es su oferta y ms personal y propia es su metodologa.

    El modelo desde el que se sustenta la atencin a los problemas de salud delos ciudadanos no es homogneo en todo el Estado: as, en Andaluca, el peso dela atencin a los problemas derivados de las adicciones, recae fuera del sistemasanitario. Y ello, por una decisin poltica que, si en su origen pudo ser acertadapara intentar evitar una respuesta reduccionista a un problema multifactorial de laenvergadura que tienen las drogadicciones, en mi opinin, no tiene sentido hoy enda. De hecho, ha dado lugar a mas complicaciones de las deseables: servicios quedependen de diferentes administraciones pblicas y privadas, ausencia de unmodelo de atencin suficientemente consensuado y bien implantado, profesiona-les con niveles retributivos diferentes y con funciones poco definidas, descoordina-cin difcil coordinacin con los servicios sanitarios, en especial con salud men-tal, falta de liderazgo

    Esta situacin, comn a algunos otros lugares del Estado, genera no pocasin-certidumbres profesionales que es preciso resolver si no se quiere aumentar laya importante problemtica existente en este campo. Esto da lugar a muchos inte-rrogantes por parte de los profesionales: Son necesarios los psiclogos especialis-tas en los servicios de atencin a las Drogadicciones? Se crea una nueva especia-lidad para los mdicos que trabajan en este mbito, que no son ni psiquiatras nimdicos de familia? Participando en la formacin de PIR y de MIR de psiquia-tra, se est cavando el camino al desempleo.?

    En mi opinin, hacen falta psiclogos clnicos especialistas, (de la misma fo-rma que los dispositivos de atencin a las personas con adicciones a sustanciastxicas deben formar parte de la red sanitaria,) y hace falta contar con una amplia,extensa y diversificada red social en la que deben estar presentes psiclogos no

  • necesariamente especialistas en Psicologa Clnica. Red social sustentada en dis-positivos especficos, que como sucede en salud mental, sirvan de apoyo a la rein-sercin y sostenimiento comunitario de aquellos usuarios que lo necesiten.

    Las administraciones y las organizaciones sociales, polticas y laborales, tar-dan en incorporar los nuevos profesionales, las nuevas tecnologas, los nuevosmodelos Sobre todo cuando detrs de esas innovaciones no hay industria farma-cutica potente, ni investigaciones sobredimensionadas sobre el valor de tal o cualfrmaco para resolver tal o cual problema; ni cuando es posible una invasiva publi-cidad de productos milagro mal controlados por la administracin cuando lainnovacin se sustenta de forma esencial en equipos humanos, profesionales biencualificados, que necesitan algo que es costoso dar: tiempo para escuchar al usua-rio, tiempo para establecer lazos de confianza, tiempo para negociar el programateraputico que les puede ayudar a resolver mejor sus problemas.

    De ah las dificultades de nuestra profesin para encontrar un espacio slidoen los diferentes mbitos de intervencin, con un permanente cuestionamiento queyo llamo con buena cara, es decir, a todos le caemos bien, somos bien recibidos,perosi trabajamos gratis mejor (lo nuestro no es ser solidarios?). Se supone quela rpida respuesta de un frmaco inductor del sueo es ms rentable que articulara medio y largo plazo hbitos de vida que permitan un sueo suficientemente repa-rador, con independencia del hbito adictivo que la medicina tradicional puedegenerar si se oferta como nica respuesta a problemas emocionales, estilos de vida,a la insatisfaccin y al sufrimiento humano, condiciones que suelen estar presen-tes en muchos de los contextos familiares, educativos y laborales como factores deriesgo para multitud de problemas y trastornos, incluidas las adicciones

    La polivalencia de nuestra formacin, que es en mi opinin un valor incues-tionable y base adems de su riqueza, puede llegar a convertirse en un elementode confusin del perfil competencial, sobre todo cuando la mayor parte de lasveces, el nmero de psiclogos en los equipos suele ser impar y menos de 2, incre-mentndose la inseguridad, la falta de espacios para compartir y supervisar, el ais-lamiento profesional como claro factor de riesgo para el estancamiento.

    En los diferentes contextos en los que el psiclogo trabaja, cuanto mas caren-te de recursos es la poblacin a la que se debe, mayor es la constatacin de laimpotencia instrumental y de los recursos hacia los que dirigir de forma efectiva alos ciudadanos:

    204

  • - Los equipos de orientacin educativa infradimensionados y sobresatura-dos, slo pueden identificar situaciones muy extremas de riesgo, o bienresponder ante madres /padres muy reclamantes a favor de sus hijos, nosiempre coincidentes con los mas necesitados. Los menores en situacinde riesgo pasan desapercibidos, o no es posible su abordaje eficaz (hijosde padres enfermos, vulnerabilidad personal importante, consumos detabaco /alcohol tempranos, nios solitarios y aislados)

    - Los diferentes equipos de intervencin social funcionan con una preca-riedad instrumental solo superada por la verborrea poltica acerca de losrecursos que se incrementan..siempre en otro lugar, segn la percep-cin de muchos de los profesionales que los integran. Las respuestas, lamayor parte de las veces, se reducen a intentar paliar carencias econmi-cas y situaciones de vida extremas, sin poder abordar con continuidadotras situaciones que a medio plazo van a ser generadoras de dependen-cia social importante

    - Los dispositivos de atencin a Drogodependientes adolecen a menudode una planificacin global coordinada, muchos de ellos funcionan satu-rados en su propio espacio que empieza y acaba en s mismo, con unacoordinacin efectiva difcil, costosa y lenta, en especial para la respues-ta necesaria para garantizar la continuidad del tratamiento una vez supe-rada la fase de deshabituacin.

    - Los servicios de salud mental, difcilmente pueden trabajar de formaintensa con las patologas graves, con escaso tiempo y recursos para abor-dar las situaciones de riesgo identificadas, los programas de prevencin,la coordinacin

    - Las organizaciones que ayudan a sostener el frgil entramado social delos ms desfavorecidos, asociaciones u organizaciones sin nimo delucro, carecen de recursos suficientes, y de la coordinacin necesaria quepermita intervenir con prioridades y evitar duplicidades en los apoyos yactuaciones.

    La sociedad ha ido organizando sus exigencias en problemas de salud, recla-mando cada vez mayores prestaciones, mejores servicios y ms garantas. Reducirlas listas de espera se ha convertido en un objetivo poltico, presente en todos losprogramas electorales, para cuya consecucin no se escatiman estrategias (inclui-das las de la ocultacin). Y es cierto que las administraciones estn preocupadas

    205

  • por ofrecer los mejores servicios sanitarios posibles, con las contradicciones inde-seables vinculadas a la percepcin de que en materia de salud las exigencias vana ir siempre en aumento, y que las dependencias sociales cada vez van a ser msdifciles de resolver.

    El llamado modelo del "estado de bienestar social" hace tiempo queentr en crisis y se est sustituyendo por una nueva concepcin queasume la transicin del estado del bienestar ideal a un "estado de vida sos-tenible de acuerdo a los recursos". Esta ponderacin de los objetivos debienestar en funcin de los recursos disponibles tiene mucho que ver conlas problemticas socioeconmicos de este fin de siglo y es a la vezimportante sealar que la evolucin de la demanda presiona fuertementeen que este tipo de objetivos se cumplan. La oferta es inestable, no estagarantizada por una poltica clara y coherente a nivel de las administra-ciones que son las responsables de estructurar este tipo de programas,pero la demanda presiona consistentemente en la peticin de servicios demas calidad que incluyan la psicoterapia como una de sus opciones estra-tgicas de calidad, y en relacin con esto est tambin la precariedad delas coberturas de los seguros privados

    De hecho, al definirse en Espaa el catalogo de prestaciones sanitarias delMinisterio de Sanidad, se incluy especficamente la psicoterapia dentrodel catlogo de prestaciones. Esta inclusin de la psicoterapia dentro delcatlogo de prestaciones de la oferta pblica no se ha visto todava corres-pondida con que se le de un peso especifico suficiente a los programas depsicoterapia dentro del esquema existencial de los centros de salud, aun-que evidentemente el que exista el reconocimiento de que debe alcanzar-se un objetivo, aunque todava no se hayan puesto los medios, nos hacepensar que si tanto los usuarios como los profesionales tienen una actitudclaramente comprometida en la defensa de la prestacin de estos servicioshabr una evolucin positiva en los prximo aos7

    Aunque es evidente el importante avance en estos aspectos, estamos anmuy lejos de poder realizar una atencin integrada e integral en los diferentes pro-gramas asistenciales desde los que trabajamos:

    206

    7 vila Espada, A. La Psicoterapia ante el siglo XXI: Perspectivas de evolucin para la prxima dca-da. I Congreso Virtual de Psiquiatra 1 - Febrero - 15 -Marzo 2000; Disponible en: http://www.psi-quiatria.com/congreso/mesas/mesa11/ conferencias-/11_ci_i.htm

  • - Los enfermos mentales que adems consumen drogas (dejando a un ladoel casi consustancial tabaquismo) se atienden a medias en dispositivos desalud mental, o de atencin a drogadiccin. O no se atienden.

    - Los consumidores de drogas que adems padecen una enfermedad men-tal, lo mismo. Los profesionales nos perdemos en disquisiciones tipo:Qu es primero, el huevo o la gallina, la drogadiccin o la psicosis? Alparecer de esta respuesta se derivan una intervenciones u otras radical-mente diferentes.

    La Administracin andaluza, que como ya he sealado mantiene el trata-miento de las adicciones en el mbito administrativo de los servicios sociales, haincorporado un circuito de derivacin entre los sistemas sanitario y social paraacabar con la descoordinacin existente, y habla de la utilizacin del ModeloPsicosocial en ambas redes (?) Esperemos que el futuro sea ms esperanzadoren este sentido que el presente. Entiendo que mientras la utilizacin del Modelopsicosocial sea una prerrogativa del profesional en cuestin, y que segn desdequ rea sanitaria y desde qu dispositivo sea posible y viable la coordinacin, noestamos mas que en unas bonitas ideas, compartidas por muchos, eso s, pero pocoexigidas desde los propios responsables sanitarios y sociales.

    Me parece importante referir este texto, ya que en l se establece una a modode definicin estructural caracterstica a los modelos de salud mental (sanitario) yde atencin a drogodependencias (administrativamente social) cuya diferenciaesencial, en mi opinin, es la voluntad poltica de que permanezcan separados. Losintentos de superacin de la fractura existente, pese a ser loables, no dejan de sertiritas, que ni siquiera parches, a la grave situacin vivida por los usuarios y a lainsatisfaccin e impotencia experimentada por los profesionales.8

    207

    8 Gua de practica clnica basada en la evidencia para el tratamiento de la adiccin a opiaceos. IIPlan Andaluz sobre drogas y adicciones. Consejera para la igualdad y bienestar social. Junta deAndaluca. Sevilla, Pg. 211

  • En el siguiente esquema se resume el protocolo establecido para la actuacincoordinada de ambas redes en los casos detectados.

    208

    9

    9 Gua de practica clnica basada en la evidencia para el tratamiento de la adiccin a opiceos. IIPlan Andaluz sobre drogas y adicciones. Consejera para la igualdad y bienestar social. Junta deAndaluca. Sevilla, 2005, Pg. 212

  • CONTENIDO COMPETENCIAL DEL ESPECIALISTA EN PSICOLOGIA CLINICA

    Parmonos ahora a estudiar un poco ms detenidamente las competenciasprofesionales requeridas al especialista en Psicologa Clnica.

    Ya no es cuestionable la inclusin de los Psiclogos Especialistas al mismonivel de derechos y deberes que el resto de Especialistas del Sistema SanitarioPblico. Pero sin embargo, no es difcil constatar que sigue habiendo en muchasocasiones una simplificacin reduccionista de la contribucin de la psicologa y desus profesionales al desarrollo, promocin y recuperacin del estado de equilibriopsicosocial necesario para una buena salud entendida en su vertiente ms integral

    Siendo la psicologa una disciplina de una rica polivalencia tanto en susfuentes como en su desarrollo profesional, no queda mermada esta riqueza cuan-do se concluye que su nica aportacin a la salud vendr de la mano de los pro-fesionales especialistas ubicados en los servicios de salud mental, y en tan escasonmero que su presencia a veces es casi testimonial?

    Desde el Colegio Oficial de Psicologa de Andaluca Occidental se hanhecho llegar a la Consejera de Salud las siguientes consideraciones:

    1. En la actualidad, el Sistema Sanitario Pblico, ha dimensionado suprogr-ama de formacin a partir de la consideracin de que los psiclo-gos especialistas se ubican de forma mayoritaria en los servicios de SaludMental.

    La presencia de psiclogos en AP es inexistente en la mayor parte de loasComunidades Autnomas, y desde luego en la nuestra, pese a que granparte del modelo de atencin se basa en la asuncin, por parte de AP deun gran peso de los problemas derivados de la enfermedad mental y deuna buena parte de la atencin a la vivencia de sufrimiento emocional,cada vez mas presente en las demandas sanitarias.

    2. Incluso desde esta consideracin, el dimensionamiento de estos profe-sionales, frente a otros como mdicos, psiquiatras, enfermera, supone

    209

  • una clara contradiccin con una definicin avanzada de la salud, por loque la presencia de los psiclogos clnicos en el sistema es mnima y enmuchos casos, inexistente.

    Las psicoterapias son, cuando menos, de difcil aplicacin, y cuando paratodos est clara la necesidad de mantener la continuidad del tratamientofarmacolgico (maana, tarde, noche, durante todos los das a lo largo demuchsimos aos), es casi imposible proponer y defender la necesidadde la terapia continuada, al menos una vez por semana, y durante, almenos, 30 minutos con cada usuario.

    Las dificultades de implementacin de terapias de formato grupal, conescasas facilidades para aplicacin y continuidad, y el nmero escaso depsiclogos clnicos, hace muy difcil abordar de forma eficaz muchos delos problemas de salud que requieren intervencin psicolgica, con loque la farmacologa se presenta como la teraputica mas accesible, y elfuncionamiento comunitario actual es mas parecido a las antiguas con-sultas de neuropsiquiatra que a un modelo de atencin moderno, basadoen la coordinacin entre niveles y el trabajo interdisciplinario por proce-sos.

    3. El desconocimiento de las aportaciones de la psicologa y de los psic-logos clnicos al conjunto de factores vinculados a procesos de enferme-dades diferentes a las mentales, adems de privar a los ciudadanos deindudables prestaciones de calidad cientficamente reconocidas y refleja-das en los mltiples estudios de psicologa y medicina basadas en la evi-dencia, contribuye a cronificar muchos de los problemas ligados a actitu-des y caractersticas de la personalidad y al modo de afrontamiento de laenfermedad y su atencin.

    Existe suficiente evidencia de la beneficiosa aportacin de la psicologa yde las tcnicas psicolgicas en la atencin a patologas cardiovasculares,obesidad, diabetes, trasplantes, clnica del dolor

    4. No se considera la participacin de los psiclogos en el rea de ges-tin, en especial de los recursos humanos, con la evidencia cientfica desu aportacin al mundo de las organizaciones (y de lo que es muy cons-ciente la empresa privada).

    En un momento en que el Sistema sanitario Pblico de las diferentesCCAA, y desde luego de la nuestra, desea la incorporacin de los aspec-

    210

  • tos de gestin de calidad en sus servicios, la aportacin de los psiclogoses necesaria en un mbito diferente al clnico- asistencial.

    5. La participacin de los psiclogos en el diseo, implementacin y eva-luacin de programas de formacin continuada contribuir a incorporaraspectos como la motivacin, las habilidades sociales, asertividad y con-trol emocional en los trabajadores de los diferentes niveles y categoras,aspectos estos vinculados a insatisfaccin laboral, bajas por razones emo-cionales, conflictividad relacional y desimplicacin en las tareas.

    6. Por otra parte, la actividad privada de la psicologa se puede ver afec-tada s-egn las lecturas reduccionistas hechas por sectores de la profesinde una ley que define con relativa certidumbre al profesional que consi-dera sanitario (y, segn el anterior reduccionismo, por exclusin, al queno lo es).

    A diferencia de otras disciplinas y de otras profesiones, la nuestra tiene co-mo objeto de su trabajo y como mtodo de intervencin en mltiplesmbitos la actividad sanitaria:

    Gran parte de la actividad del psiclogo en los diferentes mbitos de tra-bajo, se basa en la realizacin de actividades sanitarias, que ocupan un %variable, segn el campo de intervencin de que se trate, pero que cons-tituyen un quehacer legtimo y necesario para el buen desarrollo de latarea.

    A nuestro entender, es precisamente el peso continuado y definitorio de laactividad sanitaria lo que inclina la balanza del lado de uno u otro perfil,lo cual, cuando menos, debe quedar garantizado por los poderes pblicosen tanto que actividad profesional desarrollada, adecuada, necesaria ypro-pia de nuestra disciplina.

    La plasmacin prctica de estos aspectos la encontramos en la necesidad declarificacin continua de nuestras competencias, de nuestro valor profesional y dela importancia de incorporar en profundidad los aspectos psicosociales, y de asu-mir, de una vez por todas, que los psiclogos clnicos somos profesionales indis-pensables en los diferentes niveles del sistema de salud (incluida la red de de aten-cin a drogodependencias), y que es preciso dimensionar los equipos humanoscon criterios cualitativos, no solo cuantitativos, para que sea posible incorporar deforma efectiva los aspectos biolgicos, psicolgicos y sociales, base para la aten-cin integral a los ciudadanos.

    211

  • Una muestra reciente de estos problemas ha sido, y eso lo saben muy bienlos psiclogos que trabajan en atencin a drogodependencias en Andaluca, lo cos-toso que fue el proceso de convencimiento poltico para que desde las instanciassuperiores del Comisionado para la Droga se diesen indicaciones precisas que per-mitieran un Certificado de Funciones Profesionales para la obtencin del ttulo deespecialista correspondiente. Los responsables polticos y tcnicos han tenidomuchas y serias dudas a la hora de establecer en el certificado requerido, el con-tenido del trabajo que se realiza, y no por falta de reconocimiento de la labor des-arrollada, sino por el temor de dejar constancia escrita de ella, como si estuvierandestapando la caja de los truenos

    Es evidente, pues, que andamos an sobre carbones encendidos, y que hayq-ue aprovechar de forma adecuada los mensajes institucionales en los que poda-mos apoyar cuantas reivindicaciones y propuestas sean necesarias para lograr ellegtimo derecho a ejercer una profesin que va a contribuir de forma innegable asatisfacer las necesidades de atencin de los ciudadanos.

    En su comparecencia en el Congreso de los Diputados, el 17 de marzo de2005, la MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO, Da. Elena Salgado, dijo en untexto cuya lectura recomiendo a todos los interesados en este campo, entre otrascosas:

    En otro orden de cosas se van a desarrollar programas de formacin delos profesionales sanitarios, mdicos, enfermeros, psiclogos clnicos yotros acerca de los problemas ocasionados sobre la salud y sobre los abor-dajes preventivos y teraputicos ms apropiados, y para ello se cuenta yacon la colaboracin de las sociedades cientficas de atencin primaria.10

    Por otra parte, se debe continuar ofertando un tratamiento integral conun dia-gnstico completo, un abordaje psicolgico, farmacolgico ysocial y un seg-uimiento adecuado, para lo que se van a potenciar las uni-

    212

    10 Comparecencia de la Ministra de Sanidad y Consumo ante la Comisin Mixta Congreso-Senadopara el estudio del problema de las drogas para informar sobre el Plan de Accin 2005-2008 de laEstrategia Nacional sobre Drogas. Web del Ministerio de Sanidad y Consumo. Pg. 7

  • dades asistenciales a los distintos consumos: cannabis, cocana, medica-mentos psicotrpicos, xtasis, policonsumos, etctera.11

    La Especialidad de Psicologa Clnica establece un marco de objetivos cuyaco-nsecucin permite hablar de unas condiciones profesionales lo suficientemen-te homogneas y potentes, como para que nos sirvan de referente en la bsquedade un campo de intervencin comn, adaptado al propio mbito de actuacin,pero con una coincidencia bsica en conocimientos, capacidades, habilidades, ydestrezas lo suficientemente profunda como para potenciar el desarrollo an muyincipiente de nuestra disciplina.

    Los Objetivos formativos sealados en el programa de la especialidad, esta-blecen la rotacin por los diferentes dispositivos que constituyen la UnidadDocente Acreditada, como la pieza clave para la formacin del especialista, yconstituyen el perfil a obtener despus de los tres aos de Formacin. Puede serconveniente recordarlos, por si su debate puede resultar de inters a los asistentesal seminario.

    213

    11 Comparecencia de la Ministra de Sanidad y Consumo ante la Comisin Mixta Congreso-Senadopara el estudio del problema de las drogas para informar sobre el Plan de Accin 2005-2008 de laEstrategia Nacional sobre Drogas. Web del Ministerio de Sanidad y Consumo. Pg. 8

    12 Programa De Formacin De La Especialidad De Psicologa Clnica. Aprobado por la CNEPC el 21de marzo de 2003.. Madrid, Adaptacin del texto. Pg. 5. Disponible en Web de la AEN

    OBJETIVOS GENERALES12

    Capacitar a los psiclogos clnicos en formacin para el desempe-o de la especialidad, desde una perspectiva de atencin integral,cubriendo los niveles de promocin, prevencin, tratamiento yrehabilitacin, favoreciendo las actitudes adecuadas para todo ello.

    1.

    Capacitar a los psiclogos clnicos en formacin para el desempe-o de las tareas de evaluacin, diagnstico, intervencin y trata-mientos psicolgicos.

    2.

  • Capacitar a los psiclogos clnicos en formacin para el ejerciciointerdisciplinario que una concepcin multidimensional del serhumano, as como de los procesos de salud y enfermedad, requie-ren.

    3.

    Capacitar a los psiclogos clnicos para conocer y manejar las varia-bles institucionales que estn presentes e intervienen en el desem-peo de la actividad clnica.

    4.

    OBJETIVOS ESPECFICOSadquirir los conocimientos, actitudes, habilidades y competencias necesarias para

    La recepcin y anlisis de la demanda, y establecimiento de los pla-nes de intervencin clnica, y/o de tratamiento.1.

    El uso adecuado de tcnicas de entrevista psicolgica y psicopato-lgica, a fin de establecer el adecuado anlisis funcional de la pro-blemtica que presenta un paciente o grupo y proporcionar elemen-tos para el establecimiento del plan teraputico ms adecuado.

    2.

    La utilizacin de instrumentos y tcnicas de evaluacin y diagnsti-co psicolgicas para la identificacin de los trastornos mentales y delos factores de riesgo asociados a ellos.

    3.

    La evaluacin y el diagnstico psicolgico de los trastornos menta-les mediante tcnicas de evaluacin adecuadas y atenindose a sis-temas de clasificacin y diagnstico homologados.

    4.

    La elaboracin, aplicacin y evaluacin de programas de interven-cin y tratamiento psicolgico a nivel individual, familiar, de grupo,y comunita-rio.

    5.

    La elaboracin, aplicacin y evaluacin de programas de interven-cin y tratamiento psicolgico en pacientes agudos y participacinen la resol-ucin de situaciones de crisis y de urgencias.

    6.

    La elaboracin, aplicacin y evaluacin de programas de interven-cin y tratamiento psicolgico para la poblacin infantil y adoles-cente.

    7.

    La elaboracin y aplicacin de programas de rehabilitacin y aten-cin prolongados.8.

    214

  • Es evidente, pues, que podemos considerar dichos objetivos como indicado-res de la propia prctica profesional, estableciendo el propio nivel de conocimien-tos y habilidades, y permiten identificar carencias y fortalezas en las que estructu-rar futuros programas de formacin, pues entendemos que una consecucin equi-librada de estos objetivos permiten hablar de un profesional solidamente formado,que puede desarrollar su trabajo en cualquiera de los niveles del sistema. En estatarea es preciso requerir ms esfuerzos de las Administraciones, apoyando progra-mas formativos tambin fuera de la industria farmacutica, oferta casi hegemnicaen los ltimos tiempos, as como requerir el apoyo de los Colegios Profesionales,de las Asociaciones Cientficas y profesionales

    En la siguiente tabla se realiza un resumen de objetivos por niveles de aten-cin establecidos en el programa de la especialidad, y que ser objeto de uno delos trabajos prcticos propuestos en este seminario, si los asistentes lo considerande inters. Cuantos de los objetivos abajo referidos se cumplen en nuestro propiotrabajo?. Cules son mis principales lagunas formativas? Es posible identificar apartir de estos objetivos actividades formativas y de defensa de nuestro ejercicioprofesional en el marco en que trabajo?... Intentaremos contestar algunas de estaspeguntas en el trabajo colectivo del seminario.

    215

    La aplicacin de tcnicas de relacin interpersonal y de trabajo enequipo.9.

    La programacin de la coordinacin con los dispositivos de la redasist-encial y el conocimiento y utilizacin de los recursos sociales,educativos y comunitarios.

    10.

    La participacin en las actividades preventivas y de promocin dela salud, asesoramiento, interconsulta y trabajo en coordinacin conlos Equipos Bsicos de Atencin Primaria.

    11.

    El desarrollo de programas de asesoramiento a otros agentes socia-les no sanitarios.12.

    La realizacin de informes clnicos, certificados y peritajes psicol-gicos.13.

    14. El manejo de la metodologa y diseos de investigacin clnica,social, educativa y epidemiolgica en Salud Mental.14.

  • 216

    PROGRAMA DE ATENCIN COMUNITARIA, AMBULATORIA Y DE SOPORTEA LA ATENCIN PRIMARIA13

    Conocer y manejar las implicaciones prcticas de los principios ybases organizativos del Sistema Nacional de Salud Espaol y de laComunidad Autnoma que corresponda, as como su modelo deatencin a Salud Mental.

    1.

    Adquirir conocimientos y experiencia en programacin, organiza-cin y planificacin de los equipos, unidades, servicios u otros dis-positivos sanitarios y en las actividades relacionadas con la proble-mtica legal del enfermo mental.

    2.

    Conocer y manejar instrumentos de psicodiagnstico y evaluacinpsicolgica, tcnicas de entrevista clnica, anlisis y formulacin decasos. Realizar diagnsticos, incluyendo diagnstico diferencial,elaborar historias clnicas, informes clnicos e informes periciales

    3.

    Elaborar, aplicar y valorar la eficacia de programas de tratamientopsicolgico, en los niveles individual, familiar, y de grupo.4.

    Adquirir conocimientos, habilidades y experiencia en el manejo cl-nico y seguimiento de casos, en el trabajo en equipos multidiscipli-nares, en la coordinacin con otros dispositivos socio-sanitarios, yen las actividades de planificacin, prevencin y evaluacin clnicay epidemiolgica, as como en el diseo de actividades y programasde prevencin y promocin de la salud.

    5.

    Conocer y aplicar criterios de indicacin de hospitalizacin, inter-consulta, y derivacin a otros recursos y profesionales socio-sanita-rios.

    6.

    Adquirir conocimientos y experiencia en tcnicas de consejo y ase-soramiento.7.

    13 Programa De Formacin De La Especialidad De Psicologa Clnica. Aprobado por la CNEPC el 21de marzo de 2003. Disponible en Web de la AEN. Madrid, Adaptacin del texto referido de las Pgs.11 y siguientes.

  • 217

    PROGRAMA DE HOSPITALIZACIN Y URGENCIAS

    Adquirir conocimientos, habilidades y desarrollar actitudes adecua-das sobre los diversos aspectos referidos al diagnstico y valoracinde la gravedad del trastorno y la crisis, incluyendo el diagnsticodiferencial con enfermedades mdicas, evaluando los sntomas pre-coces y los incapacitantes.

    1.

    Adquirir conocimientos, habilidades y actitudes sobre la atencin apacientes ingresados y sus familiares, y la atencin a las urgenciasderivadas por los equipos comunitarios y los servicios generales deurgencias.

    2.

    Conocer y aplicar criterios de indicacin de hospitalizacin, tiem-pos estimados de ingreso, indicaciones de altas, planificacin delseguimiento ambulatorio, etc.

    3.

    Adquirir conocimientos, habilidades y actitudes para la valoracinde pautas de tratamiento intensivo, as como para la coordinacinen red con otros dispositivos asistenciales y profesionales en funcindel seguimiento y apoyo tras el alta, con el fin de reducir la tasa dereingresos futuros y mejorar la calidad de vida de los enfermos yfamiliares.

    4.

    Conocer los psicofrmacos indicados en cada caso, criterios deaplicacin, protocolos de seguimiento, y los efectos colaterales.5.

    Adquirir cocimientos sobre las principales tcnicas de exploracinneurolgica y los sndromes y enfermedades neurolgicas ms rele-vantes, los psicofrmacos indicados y los efectos colaterales.

    6.

    Adquirir conocimientos de los factores ms relevantes en la coordi-nacin con los distintos dispositivos y recursos de la red socio-sani-taria, desde una ptica de continuidad de cuidados.

    7.

    Adquirir experiencia en el manejo de tcnicas e intervenciones psi-colgicas para los procesos de agudizacin de los trastornos menta-les y las situaciones de crisis y de urgencias.

    8.

  • 218

    PROGRAMA DE INTERCONSULTA Y ENLACE. PROGRAMAS DE PSICOLOGA DE LA SALUD

    Adquisicin de las actitudes, habilidades y conocimientos para laprctica de interconsulta con las diversas especialidades mdicas,especialmente en situaciones de crisis.

    1.

    Adquisicin de las habilidades y conocimientos para el desarrollode programas de enlace.2.

    Adquirir conocimientos y desarrollar actitudes y habilidades para laevaluacin de problemas psicolgicos y de comportamiento queinterfieran o puedan interferir con la evolucin y el tratamiento delas diversas enfermedades mdicas, ya sea en los procesos agudoscomo en los de larga duracin y en las enfermedades crnicas.

    3.

    Disear y aplicar intervenciones psicolgicas especficas parapacientes atendidos en otros servicios o unidades hospitalarias.4.

    Adquirir conocimientos y desarrollar habilidades y actitudes espec-ficas para el diseo y realizacin de actividades de informacin yapoyo psicolgico a familiares de pacientes hospitalizados porenfermedades mdicas.

    5.

    Adquirir y desarrollar actitudes y habilidades especficas para elmanejo de pacientes con trastornos mentales que requieran hospi-talizacin y/o tratamiento ambulatorio por enfermedades mdicas.

    6.

    Adquirir conocimientos y habilidades en el diseo y aplicacin deprogramas de atencin a pacientes ingresados en diferentes servi-cios del hospital en coordinacin con el personal facultativo y deenfermera de los mismos.

    7.

  • 219

    PROGRAMA DE REHABILITACIN

    Capacitar en el manejo clnico y seguimiento de los pacientes contrastornos mentales crnicos.1.

    Adquirir conocimientos y desarrollar habilidades especficas paraevaluar las habilidades, potencial de desarrollo, y dficits de lospacientes con trastornos mentales crnicos.

    2.

    Identificar los factores de proteccin y de riesgo de discapacidad yde marginacin. Evaluacin de su red de apoyo social.3.

    4. Adquirir conocimientos y desarrollar habilidades sobre los pro-gramas, tcnicas y estrategias de rehabilitacin de pacientes contrastornos me-ntales crnicos en y con los diversos servicios y/o dis-positivos sanitarios y sociales.

    4.

    Capacitar para la elaboracin, desarrollo y aplicacin de planesindividu-alizados de rehabilitacin para pacientes con trastornosmentales crnicos, incluyendo tanto los dispositivos adecuados parael logro de dichos planes, as como las tcnicas y estrategias espe-cficas para actuar sobre los dficit psico-sociales, las dificultades deintegracin laboral, y las deficiencias en la adaptacin social y fami-liar.

    5.

    Capacitacin en programas psicoeducativos de rehabilitacin, diri-gidos a potenciar y recuperar las habilidades y capacidades fsicas,emocionales, sociales e intelectuales del paciente con trastornomental crnico, con el fin de que logre alcanzar un nivel de auto-noma personal ptimo, que le permita adaptarse a la comunidad ydesarrollarse como individuo.

    6.

    Adquirir conocimientos, habilidades y actitudes para el manejo cl-nico de la persona con trastorno mental crnico, en lo que se refie-re al cumplimiento adecuado de las pautas de tratamiento.

    7.

    Adquirir conocimientos, habilidades y actitudes para la coordina-cin con los diversos recursos socio-sanitarios involucrados en elsoporte, apoyo y rehabilitacin integral de los pacientes con trastor-nos mentales crnicos diseando y realizando actuaciones en fun-cin de casos.

    8.

  • Conocer los dispositivos sociales y sanitarios existentes en laUnidad Docente Acreditada o vinculados a sta y los criterios y pro-cedimientos de coordinacin y derivacin para un mejor cumpli-miento del Programa de Rehabilitacin.

    9.

    PROGRAMA DE CLNICA INFANTIL Y DE LA ADOLESCENCIA

    Adquirir los conocimientos y desarrollar las habilidades necesariaspara la atencin psicolgica a la salud mental de la infancia y laadolescencia.

    1.

    Profundizar y adquirir nuevos conocimientos desarrollando habili-dades especficas en psicodiagnstico y evaluacin de los proble-mas psicolgicos y trastornos mentales de nios y adolescentes.

    2.

    Adquirir conocimientos y desarrollar habilidades para el diseo yaplicacin de intervenciones psicoteraputicas en poblacin infan-til y adolescente.

    3.

    Adquirir conocimientos y desarrollar habilidades para realizar inter-venciones y programas de enlace y apoyo a Atencin Primaria parapoblacin infantil y juvenil.

    4.

    Adquirir conocimientos y desarrollar habilidades para realizar acti-vidades y programas de enlace y apoyo a menores hospitalizados ysus familias.

    5.

    Adquirir conocimientos y desarrollar habilidades para el trabajo confamilias de menores con alteraciones psicolgicas. Identificacin decontextos familiares y factores de especial riesgo para el nio y ado-lescente.

    6.

    Adquirir conocimientos y desarrollar habilidades para la coordina-cin con instituciones sociales, educativas y judiciales involucradasen la atencin a menores

    7.

    220

  • PARTICULARIDADES DE LA INTERVENCIN DEL PSICOLOGO CLINICO ENEL CAMPO DE LA ATENCION A LAS DROGADICCIONES

    Paralelamente, en el campo de las Drogodependencias, se han ido produ-cien-do importantes aportaciones, fruto del desarrollo de la Psicologa en generaly de la Psicologa Clnica, de la mano de muchos profesionales histricamenteimplicados en mejorar no solo las prcticas, sino los modelos, los programas y losservicios.

    En el Perfil de Psicologa de las Drogodependencias, se establece algunasconsideraciones que considero de inters destacar

    Varias conclusiones resaltan a la hora de teorizar sobre la prctica pro-fesional:

    1. Necesidad de trabajo en equipo multidisciplinar.

    2. Necesidad de trabajo por programas sobre problemas concretos.

    3. Trabajar sobre las relaciones que se establecen entre tcnicos,comunidad y polticos que a veces incapacitan la propia interven-cin.

    4. Resolver las limitaciones que imponen la inestabilidad de los pro-gramas por problemas presupuestarios y los cambios institucionalesque obligan a cambiar las directrices de los mismos.14

    En el momento actual, ejercer como psiclogo en cualquiera de losniveles de la intervencin en drogodependencias: planificacin, preven-cin, atencin, investigacin, etc., viene condicionado por las caracters-ticas que hoy presenta dicha intervencin y que tiene que ver con tres blo-ques determinantes:

    221

    14 Perfil de Psicologa de las Drogodependencias. COP. Madrid 1998. Introduccin.

  • Los referidos al Marco Institucional.

    - La naturaleza de la institucin, sea pblica o privada.

    - La fuente o fuentes de financiacin.

    - El marco ideolgico-conceptual.

    - El tipo y las caractersticas de la planificacin para la actuacin.

    - La situacin del programa concreto.

    - El marco laboral que la institucin tiene establecido.

    Los referidos a la finalidad de cada Programa concreto.

    - Los supuestos ideolgico-conceptuales en base a los cules se hadiseado el programa. Esos abarcan tanto la visin que se tiene dela realidad sobre la que se pretende intervenir como la finalidad quese plantee con la intervencin.

    - El marco programtico especfico: objetivo propuesto, metodolo-ga, estrategias, recursos humanos y materiales y sistemas de evalua-cin.

    Los referidos al Marco Multidisciplinar.

    - Los distintos referentes conceptuales que aportan los miembros delequipo.

    - Los distintos referentes tericos en los que se asientan las actuacio-nes de los miembros del equipo.

    - Los intereses corporativistas.

    - Los que implica la dinmica grupal.15

    222

    15 Perfil de Psicologa de las Drogodependencias. COP. Madrid 1998. En el captulo: Determinantesde la Prctica Profesional.

  • La intervencin de la Psicologa en Drogodependencias ha tenido un des-arrollo paralelo al de la especializacin de este mbito de trabajo. Puededecirse que el psiclogo no se ha unido a una intervencin ya conforma-da, sino que con su trabajo ha contribuido al desarrollo de la misma, vin-dose a su vez obligado a dar respuestas cada vez ms especializadas con-forme ms complejas han sido las demandas que ha tenido en su interven-cin.16

    En el siguiente cuadro, se resume de forma esquemtica la evolucin hist-rica que el abordaje de las Drogodependencias ha tenido en nuestro pas, a partirdel citado documento, evolucin que se ha ido produciendo, tambin, con la evo-lucin de la presencia y participacin de los psiclogos, desde las incipientes expe-riencias de intervencin comunitaria hasta las complejas intervenciones actuales.

    223

    16 Perfil de Psicologa de las Drogodependencias. COP. Madrid 1998. En el captulo: DesarrolloHistrico.

    60-70

    - Consumo an escaso y en personas y grupos definidos. - Crece el consumo de tabaco y alcohol. - El tratamiento desde los centros psiquitricos. - No existe formacin especfica. El psiclogo casi no existe. - El Alcoholismo es el problema.

    70-80

    - Incremento de las medidas represivas. No de tratamiento. - Tratamiento se sigue prestando de forma irregular, desde el sector psiqui-trico e instituciones privadas y benficas. - Algunos equipos se especializan. - Dficit importante de formacin y falta de coordinacin y recursos.

  • 80-85

    - Aparicin de un consumo abusivo de herona. Primeros centros especficosde tratamiento, incorporacin de los psiclogos. - Incipiente organizacin de equipos en Ayuntamientos, equipos dePromocin de la Salud. Se empieza a trabajar en Psicologa Comunitaria. - Tratamiento caracterizado por la rigidez, nfasis en el alejamiento del con-texto habitual y objetivo la abstinencia.- Bienestar como concepto (poltico) de salud. Intervenciones centradas en elcontexto que rodea a la adicin Importancia de los conceptos globalidad,multifactorialidad, e interdisciplinariedad. Se empieza a trabajar desde dosmodelos: el psicosocial y el psicodinmico.

    85-90

    - Plan Nacional Sobre Drogas: 1.- centros especializados 2.- aumento deservicios ofrecidos por las redes sanitarias y sociales. - Se define el centro ambulatorio eje principal, con cauces y canales decoordinacin / derivacin hacia otros recursos. - El psiclogo: profesional de necesaria presencia en todos los recursos yaumenta la formacin especfica. - Se incorpora a la prctica el modelo relacional, se realizan importantesaportaciones del modelo cognitivo-conductual (prevencin de recadas),contribuyen decisivamente el encuadre tcnico del psiclogo en drogode-pendencias.

    DESDE LOS 90

    - Consolidacin de recursos especficos de de progresiva especializacin. - La presencia de los psiclogos en los mismos es incuestionable, aunqueempiezan a despuntarse trabas administrativas - Convivencia de programas "libres de drogas" y de "disminucin de riesgos". - Aparecen oportunidades nuevas para la Psicologa.- La Psicologa Comunitaria abre nuevas vas para el trabajo de prevencin - Las funciones del psiclogo se diversifican y se produce una progresivaincorporacin a tareas de gestin, planificacin y evaluacin de programas.

    224

  • En este momento, el relativo fracaso de las diferentes polticas (a nivel inter-na-cional) en lo que a consumo se refiere, dejan mas en evidencia las contradic-ciones que se interrelacionan en este fenmeno, difcilmente analizable slo desdeuna perspectiva profesional, pues su dimensin y sus races exceden claramenteeste campo.

    A modo de ejemplo, algunos datos globales del consumo, para situar unpoco las repercusiones de este fenmeno en la poblacin 225

    OBSERVATORIO EUROPEO

    - Cada ao entre 6000 y 7000 muertes relacionadas directamente con dro-gas (sobredosis), estando implicado en la mayora de ellas un opiceo. - El consumo de herona se ha estabilizado o ha disminuido en todos los pa-ses.- El cnnabis est aumentando.- Entre un 50 % y un 70 % de los que solicitan tratamiento son consumido-res de herona.- 1-1,5 millones consumidores de drogas de la UE (500 000-750 000 opice-os).- Mayor prevalencia consumo de herona entre los consumidores problem-ticos. - El cnnabis como la droga ilegal ms consumida en la Unin Europea.

    OBSERVATORIO ESPAOL

    - 2001 se registraron 49.487 admisiones a tratamiento por abuso o depen-dencia de sustancias psicoactivas (excluidos alcohol y tabaco).- La mayor parte de las admisiones a tratamiento se debieron a herona(72,2%). - Importante descenso del consumo de herona y del uso de la va venosa.- Las admisiones a tratamiento por herona han descendido de forma impor-tante.- Se observa un aumento del consumo de cnnabis y cocana.- La herona contina siendo responsable de la mayora de los problemas gra-ves relacionados con las droga.

  • Y ello sin hablar de las cifras del sufrimiento que acompaa al que padecela adiccin y a los que le rodean, las consecuencias directas e indirectas del con-sumo, y las enormes repercusiones polticas del asunto, a veces motor de cambiosen la prioridad de los programas de atencin y en la defensa de diversos tratamien-tos estrella, mas sostenidos en la necesidad de dar respuesta a la presin sociopo-ltica que a su efectividad y posibilidades de generalizacin.

    Teniendo en cuenta el Perfil del Psiclogo Clnico anteriormente descrito, ylas peculiaridades del campo de intervencin de las Drogodependencias (o con-ductas adictivas, para ser mas abarcativos, sera acertado decir que el psiclogoclnico experto en adicciones, seria aquel especialista que

    226

    ANDALUCA COMISIONADO PARA LAS DROGAS

    - 51, defunciones en 2002.- 16.008 admisiones y readmisiones a tratamiento. El 86% haba recibido tra-tamiento por la misma sustancia.- Las admisiones por tabaquismo son 573 (3,5% del total, se observa una dis-minucin del consumo de herona.- 10.583 usuarios en 2002 por consumo de drogas ilegales y psicofrmacos.- En 2002 de 6.251 usuarios con consumo de herona y/o rebujao.- 1% de la poblacin andaluza de 12 aos en adelante indica haber cons-umido herona alguna vez.- Entre 6.000 y 8.000 seran consumidores habituales de herona

    Comprende los componentes antropolgicos, sociolgicos y econmi-cos necesarios para entender el consumo de drogas en su sentido his-tricocultural. Conocer la legislacin vigente y la red de atencin aDrogodependencias

    Conocer de forma suficiente los fundamentos farmacolgicos y psico-farmacolgicos de las diferentes sustancias psicoactivas.

    Mantiene una comprensin integral del problema de las conductasadictivas, con una incorporacin de las nuevas adicciones (Internet,mviles, juego, trabajo)

    1.

    2.

    3.

  • 227

    Conoce los conceptos y contenidos bsicos de los fundamentos de laprevencin primaria, el tratamiento y la rehabilitacin de las conductasadictivas

    Diagnostica los factores de riesgo y los factores de proteccin y diseaestrategias para su potenciacin y desarrollo.

    Disea, implementa, supervisa, coordina y evala programas de preve-ncin, incluyendo el trabajo en Escuelas, Empresas y Grupos socialesde mayor riesgo.

    Aplica de forma eficaz diversos modelos de intervencin teraputicacon evidencia emprica de eficacia

    Desarrolla estrategias adecuadas para conseguir y mantener la adheren-cia al tratamiento.

    Realiza las derivaciones y /o consultas con otros profesionales y /o dis-positivos cuando as lo requiera la correcta atencin del problema.

    Es riguroso y competente en el desarrollo de las tcnicas psicolgicas,sin olvidar ni descuidar la comprensin, la empata y el respeto por elusuario y su entorno.

    Incorpora en su intervencin la evaluacin especfica del contextosocial en que se mueve el usuario con problemas, y sabe relacionar losfactores individuales, familiares, grupales y sociales implicados, y des-arrolla programas de rehabilitacin adecuados a dichas circunstanciaspersonales, familiares y sociales

    Mantiene en su intervencin una actitud tica que le permita atenderlas necesidades del usuario y su familia con independencia de las exi-gencias sociales que pueden aparecer

    Trabaja con eficacia en equipos multidisciplinares, manteniendo unaactitud abierta a las reflexiones y debates necesarios que favorezcan elconsenso con otros profesionales de la propia disciplina y de otras.

    Participa en el diseo de programas y en la gestin de unidades y dispo-sitivos de atencin a Drogodependencias.

    4.

    5.

    6.

    7.

    8.

    9.

    10.

    11.

    12.

    13.

  • En el terreno del tratamiento de las adicciones, es preciso dejar constanciacon mayor claridad de la presencia especfica del psiclogo especialista. La termi-nologa administrativa tiende a ocultar bajo denominaciones comunes que pue-den dar lugar a confusin, hablando mayoritariamente de terapeutas, sin que dichotrmino signifique lo mismo en un lugar u otro, referido a un profesional o a otro(al igual que sucede en salud Mental, cuando se hable de facultativos, en lugar dePsiquiatras y Psiclogos Clnicos)

    La amplia aceptacin social y el reconocimiento cientfico del papel del psi-clogo clnico en la intervencin en el rea de las drogodependencias, debe seradministrativamente correspondido con la estabilidad de nuestra presencia profe-sional en dicho rea, estableciendo, de acuerdo con las normas y evidencias cita-das en este texto, una clara definicin del profesional de las drogodependencias, ala vez que debe potenciar el trabajo en mbitos diferentes al clnico asistencial,claramente predominante sobre otros campos.

    En esta lnea, la propia especialidad de Psicologa Clnica, debe incorporarco-ntenidos tericos y prcticos en el rea de las adicciones (hoy casi inexisten-tes), imposibles de articular adecuadamente si no se consigue incrementar el pro-grama en cuatro aos, como ha sido solicitado desde la CNEPC. En importante,adems, conseguir que la formacin y experiencia en este campo, sean incorpora-dos en la consecucin de un Diploma de Acreditacin / Diploma de AcreditacinAvanzada, segn permite el Art. 36 de la LOPS. Ello fortalecer la presencia profe-sional de los psiclogos clnicos, y de forma indiscutible, se contribuir a hacerms eficaces y eficientes los servicios.

    Desde diferentes instancias administrativas se est procediendo al lanza-miento de polticas, planes, manuales, guas y protocolos a menudo descontextua-lizados, con poca fluidez entre sistemas, incluso la misma administracin, puedeestar pronuncindose sobre medidas contradictorias, incluso cuando el objetivosea el mismo.

    Sera deseable establecer un OBSERVATORIO PROFESIONAL (es posible quelos colegios Profesionales lo puedan apoyar, desde luego, el Colegio Oficial dePsicologa de Andaluca Occidental lo hara se fuera de inters para el colectivo),con carcter transversal, que realizara una lectura crtica y constructiva de los dife-

    228

  • rentes documentos que afectan o pueden afectar a la profesin, y permitiera refor-zar una poltica activa de penetracin en las administraciones y organizacionesimplicadas que favorezcan una mayor implantacin de las terapias psicolgicasdesarrolladas por psiclogos clnicos en los diferentes niveles de intervencin sani-taria.

    A modo de ejemplo, destaco un texto reciente por poseer, a mi entender, unv-alor importante en muchos sentidos: uno de ellos, el de realizar un intento deabordaje serio del fenmeno que nos ocupa en el contexto laboral, con las reper-cusiones positivas esperadas de una poltica de estas caractersticas. Otro, el deresumir en pocas frases dos de los aspectos que de forma mas insistente se hanintentado sealar en este texto: 1.- la importancia de las aportaciones de la psi-cologa y de los psiclogos al campo de comprensin y atencin de las adicciones,y 2, el empeo en destacar la subsidiariedad de nuestra profesin a otras mas con-solidadas, estableciendo profesiones sanitarias de primera y segunda clase, ademsde utilizar inadecuadamente el concepto agentes de salud.

    Por su inters, de todas formas, recomiendo la lectura de este manual atodos los interesados y que pueden encontrar en la Web de la Consejera deIgualdad y Bienestar Social de la Junta de Andaluca. Dice entre otras cosas (elsubrayado es mo):

    Se inician toda una serie de programas y mensajes dirigidos hacia laatencin primaria, cuyas herramientas fundamentales son la promocin yla educacin para la salud. Los equipos de profesionales que empiezan aformarse en los nuevos dispositivos sanitarios se ampla, la incorporacinde nuevas profesiones dentro del escenario sanitario se constituye comouna realidad absolutamente insoslayable hoy en da. Psiclogos, trabaja-dores sociales, pedagogos, socilogos, maestrosposibilitan que los prin-cipales agentes de la salud: mdicos y diplomados en enfermera, funda-mentalmente, comiencen a asumir posiciones ms activas.

    La existencia, hasta entonces del modelo clnico, llamado con posteriori-dad tra-dicional, comienza a verse invadida por aires ms progresistas yrenovador-es que sustentan la base de su accin sanitaria en elementosfuertemente a-rraigados en el desarrollo de la propia sociedad en su con-junto, no desgajando la salud del resto de los procesos sociales, tanto en

    229

  • su vertiente econmica como de las dems reas que inciden en la socie-dad: educativa, de ocio, definindose esta opcin sanitaria como mode-lo comunitario.

    Como diferencias fundamentales entre el modelo clnico tradicional y elmodelo comunitario, podramos hablar de las siguientes:17

    230

    17 Manual para la prevencin de drogodependencias y adicciones en el mbito laboral. Plan dePrevencin de las Drogodependencias y Adicciones en las Empresas. Direccin General para lasDrogodependencias y Adicciones Consejera Para La Igualdad Y Bienestar Social. Junta de Andaluca.Sevilla, 2005. Pg. 33-35

  • Es evidente que parece mas deseable y eficaz para la poblacin la implanta-cin del modelo comunitario, como sostn del modelo de salud, con la consi-guiente promocin de estrategias multidisciplinares de prevencin y promocin,no solo de atencin. Pero lo que me ha resultado ms curioso es comentar quedesde el modelo mdico llamado tradicional en este documento, se medicaliza opsicologiza el problema en el usuario, como si ambos hechos tuvieran el mismoorigen, las mismas consecuencias, y sobretodo, las mismas dimensiones Pareceque a nuestr