el pentecostalismo y su influencia en la cultura en...
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UNIVERSIDAD DE LAS TUNAS
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANÍSTICAS
EL PENTECOSTALISMO Y SU INFLUENCIA EN LA
CULTURA EN LAS TUNAS EN EL PERÍODO DE
1994 A 2015
TESIS EN OPCIÓN AL TÍTULO ACADÉMICO DE MÁSTER EN DESARROLLO CULTURAL
COMUNITARIO
Mención Estudios Culturales de Comunidades
Autor: Lic. Enrique Antonio Lalana Torres
Tutora: Dra. C Rafaela Macías Reyes. Profesora Titular
Las Tunas 2015
Año 57 de la Revolución
RESUMEN
La presente investigación surge a partir de un acercamiento previo al panorama
protestante de Las Tunas que posibilitó determinar que se había producido una
recomposición del campo religioso local, con un alto porcentaje de denominaciones
pentecostales las que impactaban el sentido identitario y el reacomodo de la dinámica
social existente. Esto permitió plantear como problema las limitaciones en los estudios
realizados acerca del pentecostalismo, afectaban el reconocimiento de su influencia en
la cultura en Las Tunas en el período 1994-2015. Por ello, se estableció como objetivo
valorar las características del pentecostalismo en Las Tunas y su influencia en la cultura
en el período antes mencionado. Para su obtención, fue necesario sistematizar los
referentes teóricos sobre cultura y pentecostalismo y la utilización de métodos y
técnicas de nivel empírico y práctico para obtener la información necesaria. Desde un
enfoque transdisciplinar para lograr analizar el proceso de conformación del
pentecostalismo en el territorio estudiado y valorar su estructura organizativa y
características período antes mencionado, logrando revelar la influencia del
pentecostalismo en la cultura en Las Tunas.
ÍNDICE
Pág. INTRODUCCIÓN 1
CAPÍTULO I: FUNDAMENTOS TEÓRICOS DEL PENTECOSTALISMO EN LAS TUNAS.
8
1.1 Tratamiento teórico de la cultura en la literatura científica. 8
1.2 El pentecostalismo, fundamentos epistemológicos. 13
1.3 Relación entre la cultura y pentecostalismo. Precisiones conceptuales.
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CAPÍTULO II: EL PENTECOSTALISMO Y SU INFLUENCIA EN LA CULTURA EN LAS TUNAS EN EL PERÍODO DE 1994 A 2015
30
2.1 Proceso de conformación del pentecostalismo en Las Tunas. 30
2.2 Cambios y tendencias en la estructura organizativa,
funcional y proyección cultural del pentecostalismo en Las
Tunas en el período de 1994 a 2015.
44
2.3 La influencia del pentecostalismo en la cultura en Las Tunas. 61
CONCLUSIONES 73
RECOMENDACIONES 75
NOTAS Y REFERENCIAS 76
BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
1
INTRODUCCIÓN
Los análisis sobre religión en Cuba han logrado una apertura que permite un
acercamiento diverso y desprejuiciado a tan importante factor de la cultura nacional a
partir de la estructura interna de los sistemas que conforman el panorama religioso
cubano como fenómeno estructurado y estructurante. Los estudios cubanos enfocados
en estas temáticas, han favorecido las indagaciones sobre la estructura
denominacional, en menoscabo del factor sociocultural. Esto resulta justificado debido a
que la conformación del campo religioso cubano es predominantemente sincrético,
matizado por creencias heterodoxas que implican asistematicidad, escasa recurrencia
institucional y nomadismo religioso.
Las investigaciones realizadas por estudiosos cubanos no son abundantes. En 1990 el
Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociales (CIPS) editó el libro “La Religión en
la cultura”, cuyo objetivo estuvo encaminado a ofrecer una panorámica del campo
religioso cubano y donde se abordaba una elemental historia del protestantismo en
Cuba.
Importante en esta dirección resultan los estudios del investigador Jorge Ramírez
Calzadilla, principalmente, en el abordaje metodológico de los estudios socio-religiosos
y las perspectivas objetivas que precisan en el contexto cubano. De manera posterior
se han editado otros textos de la misma entidad, que presentan análisis superiores, en
esencia, relacionados con estudios sociológicos actuales del protestantismo. En esta
dirección los investigadores Juana Berges y Rene Cárdenas han expuesto profundas
reflexiones de obligada consulta.
En 2006 se publicó el texto “Protestantes en Cuba, desarrollo y organización (1900-
1925)”, donde se expusieron análisis de las diferentes denominaciones pentecostales
que se asentaron en el territorio nacional, pero desde la perspectiva occidental y
obviando lo acontecido en la zona oriental a partir del proceso de inversión
norteamericana en esta región y sin acentuar estos procesos desde ópticas
epistemológicas y confesionales diversas.
Sin embargo, la coyuntura de la crisis de los años 90 en Cuba redimensionó lo religioso
en la sociedad a partir de la aparición de los llamados Nuevos Movimientos Religiosos
2
(NMR) y el desempeño de las instituciones religiosas protestantes, específicamente las
pentecostales, a través de su participación e incidencia sociocultural en todas las
direcciones y como reguladoras del comportamiento de su membresía.
La presencia de las denominaciones pentecostales, como parte del panorama
protestante en Las Tunas, generaron cambios sustanciales en el universo simbólico de
los tuneros, específicamente de los feligreses de dichas denominaciones, promoviendo
nuevos valores y provocando una constante transformación en la estructura
sociocultural del territorio.
Ante el nuevo escenario que han impuesto dichas denominaciones, desde el momento
de la creación de instituciones religiosas, que en aras de lograr un acercamiento a las
comunidades en las que se gestan, y tratando de no estar ajenas a estas, los obliga a
agregar a sus procesos prosélitos la necesaria incorporación de aspectos culturales que
les permitan un mejor acercamiento a los diferentes grupos que componen dicha
comunidad.
La interpretación de la experiencia religiosa se realiza por parte de la amplia masa de
creyentes, no a través de un análisis teórico, sino mediante la asimilación mecánica y
pasiva de las normas y reglas de tradición religiosa que cada nueva generación adopta
de las anteriores. Aún más, si se tiene en cuenta, que en una región de tradición
hispánica, crecen inusitadamente sistemas religiosos protestantes que apenas cuentan
con 50 o 60 años de asentamiento. Esto plantea una contradicción respecto a las
regularidades dialécticas de las raíces sociales de la religión.
La coyuntura de la crisis finisecular en Cuba redimensionó lo religioso en la sociedad y
resulta significativo el desempeño de las instituciones religiosas como parte de su
participación e incidencia social en todas las direcciones y como reguladoras del
comportamiento de su membresía. Esto implica cierto interés por expresiones religiosas
que aún esperan más atención científica, como es el caso del cristianismo protestante y
sus estrategias actuales de proyección social y cultural. Las Iglesias evangélicas y
pentecostales, ya algunas centenarias en Cuba, juegan un papel fundamental en el
campo socio religioso cubano.
3
El otro aspecto está referido al hecho de que la gran mayoría de los estudios sobre
religión en Cuba tienen una perspectiva nacional y toman, fundamentalmente, como
unidad de análisis a la zona occidental, obviando la riqueza de las expresiones
religiosas de nuestro país como parte de la cultura nacional. Sin embargo, el grado de
representatividad de estas se encuentra marcado por factores de conformación étnica y
sociocultural.
Según documentos históricos, la presencia del protestantismo en Cuba data de la
segunda mitad del siglo XIX. Por su parte, el pentecostalismo es un fenómeno presente
en Cuba desde las primeras décadas del siglo XX, mas su crecimiento se realiza a
partir del reavivamiento religioso ocasionado por la crisis de los 90 del propio siglo.
Los estudios desde una perspectiva nacional sobre el pentecostalismo presentan varias
limitaciones a saber: no abundan los análisis que revelen la vinculación del
pentecostalismo con la evolución del proyecto revolucionario, la posición de las
denominaciones protestantes norteamericanas ante la intervención en Cuba, el proceso
de institucionalización de estas denominaciones desde iglesias misionadas a
instituciones nacionales, relación reavivamiento pentecostal crisis económica en la
Cuba finisecular, especialmente el impacto interior y reorientación doctrinal e
institucional de estas denominaciones al triunfo de la Revolución.
En el ámbito local no existen investigaciones que revelen un análisis del protestantismo
como fenómeno socio religioso. Sin embargo, algunos estudios en otras direcciones se
acercan al tema, y ofrecen un punto de partida indispensable para cualquier
investigación, en especial, las indagaciones del investigador Carlos Córdoba Martínez
(2000).
Los estudios enfocados en estos fenómenos realizados en esta región geográfica, han
demostrado la riqueza y particularidades que adquieren determinados hechos socio-
religiosos en áreas específicas, como son las indagaciones sobre el Vodú, en el sur
oriental, realizados por Joel James (1999), la investigación sobre el Espiritismo de
Cordón, en el área norte oriental, de Carlos Córdoba y Oscar Barzaga (2010), el
estudio sobre el protestantismo en el Holguín republicano de Alejandro Torres Gómez
de Cádiz Hernández (2008) y el acercamiento a las principales denominaciones
4
protestantes en la región de Victoria de las Tunas en el período de 1902 a 1925 por
José Guillermo Montero (2010).
Actualmente, Las Tunas, como provincia, tiene un panorama protestante compuesto por
27 denominaciones, de las que la ciudad cabecera cuenta con 15, además, la
membresía de estas ha crecido considerablemente en los últimos años y de las cuales
la mayoría es de confesión pentecostal. El pentecostalismo cuenta con una amplia
variedad de instituciones, presenta una propagación de asentamiento que responde
precisamente a características económicas y sociales de determinadas regiones. Esta
particularidad, aun sin estudiar, favorece, junto a otras causas, que esta región presente
una alta representatividad de la labor pentecostal.
En Las Tunas este proceso se inició a través de las campañas de sanidad
desarrolladas a nivel nacional por las denominaciones Asamblea de Dios, sin embargo,
se operó un crecimiento peculiar de un amplio espectro de denominaciones de esta
confesión en estrecha vinculación con la situación socioeconómica del país.
Un acercamiento preliminar al pentecostalismo en Las Tunas posibilitó precisar que:
� Se ha producido una recomposición del campo religioso y hay alta
representatividad de la labor pentecostal.
� Crecimiento de las denominaciones y de la feligresía.
� Reacción o reacomodo a la nueva dinámica social que impacta el sentido
identitario.
� Insuficientes estudios acerca del pentecostalismo en Las Tunas y ausencia de
análisis que revelen la vinculación del pentecostalismo con la cultura.
Teniendo en cuenta lo antes planteado se determinó el siguiente problema científico:
Limitaciones en los estudios realizados acerca del pentecostalismo, afecta el
reconocimiento de su influencia en la cultura en Las Tunas en el período 1994-2015.
El objeto de estudio: el pentecostalismo. El objetivo que persigue la investigación es:
Valorar las características del pentecostalismo en Las Tunas y su influencia en la
cultura en el período 1994-2015.
5
Se acota como campo de esta investigación: las características del pentecostalismo en
Las Tunas y su influencia en la cultura.
A partir del trabajo exploratorio se plantea la siguiente Idea a defender:
El análisis de los cambios en la estructura organizativa y las características que
presenta el pentecostalismo en Las Tunas en el período 1994-2015, posibilita revelar la
influencia del mismo en la cultura.
Como tareas científicas:
1. Sistematizar los referentes teóricos sobre cultura y pentecostalismo.
2. Analizar el proceso de conformación del pentecostalismo en Las Tunas.
3. Valorar la estructura organizativa y las características del pentecostalismo en Las
Tunas en el período 1994-2015.
4. Revelar la influencia del pentecostalismo en la cultura en Las Tunas en el
período 1994-2015.
Metodología: Se fundamenta en un enfoque transdisciplinar que aportan la
Antropología, la Sociología, la Historia, la Psicología Social, entre otras ciencias, donde
la Antropología Cultural opera como disciplina integradora.
El estudio empírico sobre la realidad comunitaria se realizó combinando técnicas
cuantitativas con la búsqueda de los significados profundos de los discursos de los
sujetos de la investigación, por lo que se privilegia la hermenéutica para descifrar los
significados de dichos discursos.
El método de estudio de caso será el marco de análisis general, considerando al
conjunto de la comunidad como caso de estudio, en la modalidad de caso único.
Los métodos que se emplearon en el desarrollo de la investigación fueron:
- Análisis y síntesis: Para estudiar los elementos teóricos sobre la interpretación de
la cultura y contextualizarlos a la problemática pentecostal.
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- Inducción y deducción: Para realizar análisis lógicos desde lo externo a lo interno
del objeto de investigación, ofreciendo criterios de esclarecimiento de la
problemática a investigar y sus posibles soluciones.
- Lógico-histórico: Este método centra en gran medida el desarrollo de la
investigación, pues su uso contribuyó a resolver los nexos que existen entre
diversos hechos históricos comunitarios y la problemática que se investiga.
- De lo abstracto a lo concreto: La abstracción en este tipo de investigación desde
las subjetividades de los individuos que aporten a una investigación de corte
comunitario requiere de un uso constante por el investigador, pues deben
representarse constantemente los viejos escenarios donde ocurrieron hechos y
vivieron los primeros habitantes de esta comunidad, lo cual debe favorecer el
poder de síntesis que se requiere para la elaboración del informe de
investigación.
- Hermenéutico: Para interpretar textos originales sobre la historia local, a partir de
su articulación con la historia nacional, cartas, álbumes fotográficos, proyectos,
vídeos modernos.
- Entrevista en profundidad: Para realizar el Diagnóstico y confirmar los
presupuestos que justifican la investigación. Para profundizar en el conocimiento
del patrimonio comunitario y cómo es percibido.
- Observación participante: Es un método presente durante toda la investigación.
La convivencia en la propia comunidad le ofrece al investigador la posibilidad de
evaluar la participación de sus miembros en cada proceso efectuado durante la
investigación y desde antes de esta.
- Etnográfico: Constituyó centro articulador del proceso investigativo desde la
entrada hasta la salida del campo de investigación. Permitió analizar y
comprender el comportamiento diario de los pentecostales, logrando un análisis
completo en cuanto a la relación de estas denominaciones con la cultura local.
Los conceptos que se abordan en la investigación son: cultura y pentecostalismo.
7
La presente investigación está estructura en introducción, dos capítulos, conclusiones,
recomendaciones, bibliografía y anexos.
Capítulo I: Fundamentos teóricos del pentecostalismo. En él se presenta un análisis del
tratamiento teórico de los conceptos cultura y pentecostalismo en las ciencias sociales,
así como los fundamentos epistemológicos de la relación entre estas categorías.
Capítulo II: El pentecostalismo y su influencia en la cultura en Las Tunas en el período
de 1994 a 2015. En éste se analizará el proceso de conformación del pentecostalismo
en Las Tunas a través de una valoración de su estructura organizativa y sus
características para revelar su influencia en la cultura en Las Tunas.
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CAPÍTULO I: FUNDAMENTOS TEÓRICOS DEL PENTECOSTALISMO EN LAS
TUNAS.
En este capítulo se realiza una valoración crítica, un acercamiento a los fundamentos
teóricos generales que sustentan el estudio del pentecostalismo y su relación con la
cultura, así como la influencia de éste en la cultura de Las Tunas desde una concepción
sociocultural, partiendo de la Antropología como ciencia integradora. De igual forma, el
estudio de la evolución de este fenómeno para determinar las tendencias históricas de
su proceso de asentamiento y conformación sociocultural.
El estudio del pentecostalismo exigió la localización de documentos, textos,
informaciones testimoniales, revisión bibliográfica, así como el establecimiento de
sólidos criterios para orientar con mayor acierto el estudio del objeto y el campo de
investigación, si tomamos en consideración que existen escasos estudios con el
enfoque que se le ha dado a esta indagación.
1.1 Tratamiento teórico de la cultura en la literatura científica.
La cultura, como producto de la creación humana, se edifica en el proceso de la vida
cotidiana de la comunidad. Asimismo, conduce a percibirla como un proceso de
interacción social, como una construcción cognitiva e histórica, de ahí que el campo que
abarca es extenso, lo que permite un amplio espectro para su investigación.
El desarrollo histórico del concepto de cultura discurre conjuntamente con el proceso de
surgimiento y desarrollo de la Antropología como ciencia social. Por años, su valor
universal le ha permitido al hombre conservar, reproducir, crear nuevos conocimientos y
valores para la transformación de su medio sociocultural con la intensión de reconocer
el valor de las formas de organización social y de las costumbres de las comunidades.
Adolfo Columbres1, en su libro La emergencia civilizatoria de Nuestra América apunta
acerca de la cultura que: “El término cultura debe convertirse en sinónimo de pluralismo,
de respeto a la identidad del otro, de un no uso de la diferencia para legitimar una
dominación. La aventura del hombre, en tanto especie, es una aventura cultural (…)
(2001: 11).
9
Pablo Guadarrama ha sostenido, al respecto, que: “En el actual creciente proceso de
internacionalización de la vida social, en que los pueblos se conocen cada vez mejor,
resulta progresivamente más fácil percatarse de las similitudes y diferencias que
subsisten en las culturas de las diferentes regiones” (2000: 20).
De lo antes expuesto, parte la idea de que la construcción del concepto de cultura
permite mostrar la evolución del pensamiento antropológico. Para ello, en esta
investigación se ha tomado como punto de partida la definición que hace el antropólogo
inglés Edward Burnett Tylor Primitive Culture: Researches in to the Development of
Mythology, Philosophy, Religion, Language, Art and Custom, publicado en el año 1871.
Taylor enuncia su conocido “aquel todo complejo”, el cual antecede e incorpora nuevos
contenidos para la categoría cultura.
En el mismo incluye la civilización, el etnos, las llamadas bellas artes, la moral, las
creencias, entre otros aspectos importantes. El concepto de cultura de Taylor se
expresa de la siguiente forma: “La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio
es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el
derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos adquiridos por el hombre en
cuanto miembro de la sociedad” (Bohannan y Glazer; 2003:169).
La concepción tayloriana sobre la cultura fue bastante amplia, luminosa y pudiera
decirse también acertada, pues se refirió tanto a los elementos intangibles que la
conforman, como a los tangibles que existen aún fuera de la conciencia humana y que
no por eso dejan de ser entes distintivos de la sociedad humana.
El hecho de que Taylor incluya en su concepto de cultura los hábitos adquiridos por la
comunidad humana, indica su conformidad con la conceptualización de cultura como
modos de vida y sistemas de valores, productos de las propias necesidades,
tradiciones y creencias humanas, pues a través de estos componentes de la cultura, se
expresa el hombre, toma conciencia de sí mismo, cuestiona sus realizaciones, busca
nuevos significados y crea obras que le trascienden, y se heredan a las siguientes
generaciones.
Pero a pesar de lo abarcador del concepto planteado por Tylor, el propio desarrollo
humano ha hecho que el concepto de cultura haya rebasado los límites disciplinarios
10
de la Antropología, los estudios culturales y de las mismas ciencias sociales. La
necesidad de nuevos planteamientos epistemológicos que sustenten teóricamente la
nueva visión que se tiene hoy del mundo.
Según Graciela Pogolotti: “El término cultura, es un término amplio y ambiguo. Se ha
dicho que la cultura es la huella que deja el hombre a su paso por la tierra. En ese
sentido la cultura es testimonio y memoria, la cultura está también en nuestras
costumbres, en nuestros hábitos, en una determinada dimensión de la cotidianidad,
pero obra del hombre, también contribuye a su formación” (Colectivo de Autores; 2009:
4).
En concordancia con lo antes dicho, llámese cultura a todo fragmento de humanidad o
conjunto etnográfico que, desde el punto de vista de la investigación, presenta por
relaciones a otros conjuntos de variaciones significativas. De hecho, el término cultura
se emplea para reagrupar un conjunto de variaciones significativas, cuyos límites,
según prueba la experiencia, coinciden aproximadamente. El que esta coincidencia no
sea nunca absoluta ni se produzca jamás en todos los niveles al mismo tiempo no debe
impedir el empleo de la noción de cultura que es fundamental en Antropología y posee
el mismo valor heurístico que el concepto de aislado en demografía que introduce la
noción de discontinuidad.
Según Clifford Geertz, es indispensable partir de esa comunidad objeto de estudio para
lograr una descripción profunda y científica del objeto de la investigación, teniendo en
cuenta que:
Las descripciones de la cultura […] deben encararse atendiendo a los valores que […] asignan a las cosas, atendiendo a las fórmulas que […] usan para definir lo que les sucede. Lo que no significa es que tales descripciones sean ellas mismas […] parte de la realidad que están describiendo; son antropológicas pues son parte de un sistema en desarrollo de análisis científico. Deben elaborarse atendiendo a las interpretaciones que hacen de su experiencia personas pertenecientes a un grupo particular, porque son descripciones, según ellas mismas declaran, de tales interpretaciones; y son antropológicas porque son en verdad antropólogos quienes las elaboran (1993: 28).
Esto permite lograr un acercamiento intencionado al objeto de estudio, con la finalidad
de lograr una aproximación a la comunidad que conforman las denominaciones
pentecostales.
11
Por lo tanto:
El universo simbólico aporta el orden para la aprehensión subjetiva de la experiencia biográfica. Las experiencias que corresponden a esferas diferentes de la realidad se integran por incorporación al mismo universo de significado que se extiende sobre ellas. Por ejemplo, el universo simbólico determina la significación de los sueños dentro de la realidad de la vida cotidiana, que reestablece a cada momento la situación prominente de esta última y mitiga el impacto que acompaña el paso de una realidad a otra (Berger; 2003:125).
Al respecto, el etnógrafo cubano, Miguel Barnet plantea:
Cultura no es todo ni casi todo, es sólo lo que nos ennoblece y nos abre el horizonte intelectual y sensitivo. Lo mejor de la creación del hombre, es lo que a diario se expresa con la experimentación y el cambio. La cultura, como la identidad, no es materia fósil, es algo que se renueva y se transforma en constante contradicción (Barnet; 2006: 1).
Esta interpretación está asida de la concepción humanista del desarrollo, pues entiende
la cultura no como simple proceso de crecimiento y transformación, sino expresada en
la cotidianidad a escala social capaz de aumentar la libertad espiritual, la capacidad de
creación necesaria para llevar adelante cualquier actividad. Lo cual condiciona el
desarrollo sociocultural en dependencia de las propias contradicciones que se generan
en la sociedad a partir de la exigencia de dar respuesta a las necesidades, tanto
materiales como espirituales, del ser humano.
Alain Basail relaciona que:
La cultura adquiere una importancia decisiva como concepción general para la transformación de la realidad y para el desarrollo humano. No se puede hablar de un desarrollo social real, efectivo y perdurable si no está dimensionado culturalmente porque la creación de la cultura produce las diversas formas en que se manifiesta el desarrollo y este a su vez genera determinados fenómenos culturales que reflejan la producción del hombre en su vida social (2004:77).
Se concuerda con Basail en lo imprescindible de la cultura como hecho transformador
de la realidad, teniendo en cuenta la presencia de esta en todas las expresiones de la
vida cotidiana. De igual forma es preciso otorgar a la cultura un carácter totalizador,
colectivo e individual al constituir premisa y resultado de interacciones en una
determinada comunidad que se distingue por caracteres específicos, tanto espirituales
como materiales, producto de la creación humana y de cuya aceptación y aprehensión
depende la continuidad histórica de dicha comunidad.
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Según Clifford Geertz en su obra The interpretation of cultures expresa que : “La cultura
denota un esquema históricamente transmitido de significaciones representadas en
símbolos, un sistema de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas
por medio con los cuales los hombres comunican, perpetúan y desarrollan su
conocimiento y sus actitudes frente a la vida” (1973: 33).
Se debe tener en cuenta que el relato científico resultante de ese proceso de
investigación sirva para ejemplificar el entramado simbólico que hay detrás de la acción
social del fenómeno objeto de estudio. Geertz en su teoría no especifica acerca del uso
social de esta en la comunidad donde ha sido recopilada, ni del empleo que hacen de
ella los individuos que la cuentan. En definitiva, para esclarecer su significado, y poder
realizar una descripción densa, se requeriría de una mayor y mejor contextualización
sociocultural.
Lo antes expresado lleva al concepto de cultura manejado por el propio Geertz que
enuncia:
El concepto de cultura al cual me adhiero (…) denota una norma de significados transmitidos históricamente, personificados en símbolos, un sistema de concepciones heredadas expresadas en formas simbólicas por medio de las cuales los hombres se comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento de la vida y sus actitudes con respecto a ésta.(1993: 89)
Este resulta quizás el concepto antropológico de cultura más usado en las últimas
décadas, afirma que el análisis de la cultura ha de ser por lo tanto, no una ciencia
experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de
significaciones. Lo que se busca es la explicación, interpretando expresiones sociales
que son enigmáticas en su superficie.
Por su parte, Iliana Camacho en su investigación expresa:
Según Malinoswki, la cultura incluye todas las manifestaciones de los hábitos sociales de una comunidad, las reacciones del individuo en la medida en que se vean afectadas por las costumbres del grupo en que viven y los productos de las actividades humanas en la medida que se vean determinadas por dichas costumbres, por lo que la cultura de una sociedad consiste en todo aquello que conoce o que cree con el fin de operar de una manera aceptable sobre sus miembros. Por su parte, para Goodenough, la cultura no es un fenómeno material que consista en cosas, gentes, sus conductas y emociones, sino es una organización de todo esto. (Camacho; 2012, 15)
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De este modo, la cultura constituye un proceso esencial a la vida social que la posibilita
a través de la transmisión y enriquecimiento entre una y otras generaciones o colectivos
humanos heterogéneos, que dan como resultado un determinado grado de cohesión
social, una estabilidad en el ciclo de los símbolos culturales y la construcción social de
ciertos esquemas de comportamientos aceptados dentro del contexto o nivel en que se
produce dicha expresión.
Por otra parte, Rafaela Macías expresa que:
Cultura en su acepción más amplia es una forma integral de vida, con una dimensión simbólica construida social, histórica y selectivamente, que se concretan en las relaciones entre personas, entre comunidades, y con la naturaleza. La dimensión concreta de la cultura está conformada por hábitos, prácticas, objetos y relaciones. Existe no como algo estático sino como un proceso de reproducción permanente de sí misma. (2014: 33)
Lo que lleva a constatar que la cultura es un proceso de reproducción y adopción de
códigos culturales establecidos y aceptados por consenso que constituyen normas,
costumbres, tradiciones y rituales que son el resultado dialéctico de la interacción del
hombre con la sociedad y el medio ambiente.
1.2 El protestantismo y el pentecostalismo, fundamentos epistemológicos.
Para lograr un análisis sobre el fenómeno pentecostal, debe enfocarse en la
diversificación de la vida religiosa en Cuba a partir de la influencia del protestantismo
norteamericano. Las misiones estadounidenses favorecieron la implantación en la
región de un protestantismo que privilegia las experiencias personales y emotivas,
sobre los aspectos doctrinales. El protestantismo constituyó, además, un factor de
cambio cultural en la medida en que promulgó valores modernos, como la autonomía
del sujeto, dígase su individualización, al mismo tiempo que incentivaba la generación
de espacios democráticos, como la búsqueda de consensos en el seno de las
comunidades religiosas y la participación y promoción del laicado.
El protestantismo constituye un sistema religioso moderno. Su génesis responde a
condicionantes propias de las transformaciones de Europa Occidental durante el siglo
XVI y, consciente o no, sus fundadores promulgaron las bases para el correlato
religioso del nuevo orden socio económico que se gestaba, el capitalismo.
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Las concepciones de Martín Lutero fueron la expresión teológica y social que inició un complejo proceso, marcado por su dinamismo y heterogeneidad. La Iglesia Católica, como soporte ideológico del feudalismo no había sido capaz, en ese momento, de rediseñar su entramado institucional y teológico acorde al cambio social que se avecinaba y fue el blanco visible de la Reforma. (Torres; 2008: 12)
Sin embargo, la Reforma fue un proceso expresivo de relaciones de poder en el
reacomodo europeo generado por el contrapunteo Reforma-Contrarreforma como una
renovación de la cristiandad, por consiguiente, el centro de la institucionalización
protestante, tuvo como eje a sistemas que respondían al espíritu capitalista, de manera
especial el calvinismo y más tarde el anglicanismo.
El protestantismo es un sistema religioso cristiano, concebido en oposición, pero desde
la tradición católica, aunque en el plano institucional otras partes integrantes del
fenómeno religioso, como el culto, la norma y la conciencia se van a constituir de forma
paralela al sistema capitalista y va a expresar la complejidad de proyectos y relaciones
de poder que este implicó.
Estamos en presencia de un sistema religioso profundamente socio-clasista. Mientras
que la Iglesia Católica, de proyección hegemónica, durante todo el Medioevo Europeo
se configuró como poder político y cultural, pero al mismo tiempo alimentado por una
base social eminentemente antagónica; su membresía la conformaban miembros de la
nobleza, comerciantes, campesinos y siervos de la gleba. Como institución, impuso un
discurso de poder que favorecía a una parte de su membresía, pero un universo
simbólico basado en la reconciliación y la salvación colectiva, espacio dicotómico
insalvable en los marcos de la presunta democracia burguesa que se gestaba en las
ciudades, al menos desde lo social.
Por su parte, el Pentecostalismo constituye un movimiento religioso que ocurre dentro
de las iglesias protestantes o evangélicas, que puede tener sus orígenes en divisiones
internas, en la labor de misioneros o como una tendencia autóctona. Para Christian
Lalive, “…el pentecostalismo se presenta como una respuesta religiosa comunitaria al
abandono de grandes capas de la población; abandono provocado por el carácter
anómico2 de una sociedad en transición” (Lalive; 2009: 47). En Cuba la presencia del
pentecostalismo tiene características diferentes a América Latina, ya que su proceso de
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asentamientos es bastante tardío y se desarrolló en dos momentos, pero como hecho
social ejerció “…una coerción exterior sobre el individuo;… que, al mismo tiempo, tuvo
una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales” (Durkheim;
1988: 68).
Como todas las denominaciones protestantes, los pentecostales asumen el dogma de
la trinidad, o sea, la naturaleza de Dios como un ser único que existe simultáneamente
como tres personas distintas o hipóstasis: Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo. También
la reencarnación de Cristo para lograr la expiación de los pecados del creyente, la
espera del regreso de Jesucristo para instaurar el “Reino de Dios”, la consideración de
la Biblia como única autoridad teológica, así como de la no existencia de intermediarios
entre Dios y los fieles para lograr la salvación como hecho individual que se alcanza
por medio de la fe.
Sus únicos sacramentos son el bautizo que, generalmente, se realiza por inmersión y la
santa cena o comunión que tiene lugar en convenciones, confraternizaciones. Otros
rituales frecuentes son la presentación de niños, los funerales y los matrimonios. De
manera particular, el Pentecostalismo hace énfasis en la evangelización destinada a la
salvación, la sanidad divina, la segunda venida de Jesucristo y el bautismo del Espíritu
Santo de manera similar a la descripción que hace Hechos, 2.1-42.
Según las investigadoras Daisy Fariñas y Ana María Díaz, los pentecostales cubanos
se basan en una interpretación literal del Nuevo Testamento, donde se proclama que el
pecador debe ir buscando la perfección de sus acciones, al igual que Cristo, durante su
vida mediante la ayuda de la fe en el Espíritu Santo. Para ellos, esto conlleva a un
nuevo nacimiento que se produce con la conversión, la profesión de fe, y conlleva una
transformación de la vida del creyente, que se inicia con el bautismo (Mena; 2004: 3).
A partir de sus concepciones apocalípticas, Cristo regresará en el fin de los tiempos,
durante épocas difíciles, cargadas de calamidades, terremotos, enfermedades, guerras,
Por ello se debe esperar ese momento en que se produciría el segundo bautizo, dando
testimonio de fe, entonces salvará a los convertidos.
El pentecostalismo se caracteriza, desde su mismo proceso de configuración, por su
variedad institucional. La ausencia de un poder jerárquico centralizado y de un universo
16
simbólico monolítico, facilitó la atomización de expresiones que respondían a los
intereses de clases de diversos grupos sociales. Lo que le impidió convertirse en un
sistema hegemónico, pero le facilitó los mecanismos necesarios para evolucionar como
expresión del capitalismo.
Es este uno de los factores que inciden que encontremos, dentro de las Ciencias
Sociales, que el uso de clasificaciones del fenómeno religioso protestante sea prolífero,
más allá de los análisis taxonómicos que el positivismo legitimó. Se trata de
concepciones estructurales que tienen un valor metodológico para un espacio concreto
y un contexto específico, pero implicadas en una dinámica social que las obliga a
modificarse constantemente.
Aun cuando las construcciones tipológicas padecen o implican cierta subjetividad como
tipos ideales weberianos, resulta importante definirla como muestra de un grado de
madurez en toda investigación, ya que delimita marcos instrumentales para iniciar el
estudio o determinar la morfología final del objeto de investigación.
El pentecostalismo, como componente de la estructura del protestantismo, es quizás,
uno de los sistemas religiosos que más sujeto a tipologizaciones está sometido, dado
por su inmensa variedad estructural; sin embargo, todo intento de construir algún nivel
de estructuración sistemático busca dar marco y engranaje al objeto de investigación.
Como sistema definicional o analítico, toda tipología construye un nuevo espacio
conceptual con cierto grado de sistematización y claridad en dependencia del contexto.
Pero es dentro del pensamiento racionalista moderno donde estos términos cobran
importancia conceptual. En la obra del pensador alemán Max Weber (1998: 35) se logra
establecer los primeros pilares. Aun cuando el enfoque weberiano parte del contexto
europeo y de la tradición judeocristiana, su construcción tipológica está basada en la
teoría de los tipos ideales. Weber, tras una argumentación socio histórica, deudora del
marxismo, define como Iglesia a una comunidad de creyentes y la Secta como una
comunidad de elegidos.
En América Latina el desarrollo del protestantismo, y en especial del movimiento
pentecostal, atrajo la atención de teólogos y científicos sociales. La recuperación del
17
contexto y sus particularidades implicaron la creación de tipologías que responden a la
dinámica estructura-discurso teológico-proceso de asentamiento.
A partir del reavivamiento religioso experimentado en Cuba durante la década de los 90
del siglo XX, se han intensificado las investigaciones relacionadas con los procesos de
asentamiento y proyección social de las diferentes denominaciones protestantes que
componen el campo religioso nacional.
Para la realización de un análisis de la composición social del pentecostalismo en la
zona de estudio, es importante tipificar el fenómeno para una mejor comprensión del
mismo. Es por ello que se toma como referente, por su trascendencia, la realizada por
el investigador Christian Lalive (2009), producto de un profundo trabajo de campo en
Chile y Brasil. Lalive tipificó el protestantismo en Latinoamérica teniendo en cuenta la
tríada: génesis, estructura y función.
La creencia evangélica pentecostal en la verdad absoluta constituye la base sobre la
cual anuncian que Cristo es “el camino, la verdad, y la vida”, o sea, la solución final de
Dios para el problema del hombre. Por lo que la disolución de la verdad absoluta
representa un desafío real para los pentecostales. Los pentecostales conservadores a
veces consideran el cambio cultural de una manera provisional y aun defensiva. Sin
embargo, pentecostales de los llamados neo pentecostales, piensan que el cambio
cultural trae desafíos y oportunidades. Estos consideran a la cultura un espacio bajo el
control de Dios.
El reavivamiento pentecostal de finales del siglo XX se generó en un momento en el
que Cuba experimentaba, además de una crisis socioeconómica3, un fuerte cambio
cultural a raíz de la influencia de las nuevas prácticas culturales de ese período, que
llevó a cabo una cierta oposición a la idea predominante de la postmodernidad dentro
de las iglesias pentecostales históricas. Sin embargo, el cristianismo reaccionó de forma
positiva a la modernidad.
El énfasis de los pentecostales en la experiencia del espíritu santo como parte de la
cultura pentecostal resulta a la vez una forma de comunicar lo que ellos consideran “la
verdad del evangelio”. En la actualidad, la justificación de lo que los pentecostales
creen en términos de la estructura plausible de lo que la gente está dispuesta a creer,
18
es una de las razones del crecimiento de la membresía de las diferentes
denominaciones pentecostales donde, bajo la influencia de los pastores y misioneros,
hay aceptación de la experiencia religiosa pentecostal en contraposición de las culturas
más racionalistas.
En contraste a este enfoque, en la década de los 90 del pasado siglo XX y principios del
siglo XXI, los pentecostales han logrado un reavivamiento de grandes proporciones
como resultado de la crisis socioeconómica y las propuestas socioculturales planteadas
por estas denominaciones para dar respuesta a necesidades, tanto espirituales como
materiales, de la sociedad cubana actual.
1.3 Relación entre la cultura y pentecostalismo. Precisiones conceptuales.
El pentecostalismo, como forma estructurada y estructurante de la realidad social,
obliga a pensarlo como movimiento para independizarse de la inercia de categorías
preexistentes. Tal proceso se encuentra confrontado permanentemente con un universo
intelectual marcado por la peculiaridad de lo contemporáneo. Esto conduce al individuo
a tomar conciencia de una “insularidad” que, habiendo sido hasta un cierto punto
convencional, justificaba, no obstante, la necesidad de un acercamiento a su análisis
por las especificidades que le da a las prácticas de estas creencias foráneas, dadas de
manera específica en las rápidas transformaciones que alcanzan en cada uno de los
escenarios regionales en los que se desarrolla.
El pentecostalismo, como componente del sistema religioso protestante, está
determinado, a escala social, por responder de manera flexible a las demandas
religiosas de distintas clases y sectores. Su asentamiento y expansión en culturas
ajenas a la que le dio su origen estructural y simbólico demuestran su capacidad de
adaptabilidad, de ahí que América Latina sea un ejemplo clásico. La influencia
norteamericana en esta región, como cultura que se impone desde un centro de poder,
ha sido decisiva en ese proceso de expansión protestante en nuestro ámbito regional.
Lo más significativo es ver cómo estructuras y complejos teológicos litúrgicos han sido
asumidos por grupos de personas portadoras de una cultura secular, ancestral,
totalmente ajena al universo simbólico que propone el protestantismo. Resultan
19
procesos complejos de aculturación o transculturación, y cómo de manera reciente se
ha señalado de hibridación cultural.
En su libro, ya clásico, sobre culturas híbridas, García Canclini plantea cómo la
hibridación no es solo la mezcolanza de cosas heterogéneas sino, sobre todo, la
superación o la caída en desuso de los viejos cánones, la hibridación implica que se
han movido las fronteras.
El crecimiento inusitado de la base social, de los distintos tipos de denominaciones que
componen el campo protestante en Las Tunas implica un profundo cuestionamiento del
rol de la cultura y la tradición en la base social del territorio objeto de estudio. Resulta
indiscutible, en el proceso de globalización las culturas más afectadas son, de forma
precisa, aquellas de herencia místico gestual, amparadas en una lógica simbólica,
propias de los modelos cotidianos locales, que están siendo desplazados forzosa o
inconscientemente por la lógica racional tecnocrática de corte global que imponen los
centros de poder (Torres; 2008: 45).
La cultura cubana no escapa a este proceso. La crisis de los noventa reactivó los
peligros que implicaba el desarraigo. De este modo la polémica en torno a la cultura, y
su implicación en la identidad nacional, ha alcanzado cierto grado de madurez
conceptual.
Al tomar la cultura como eje articulador en el análisis sobre procesos religiosos se hace
indispensable despojarse de concepciones dogmáticas, asumiéndose como un
complejo dialéctico de las profundas relaciones internas y contradictorias de una
determinada sociedad. Es válido plantearse, entonces, las implicaciones culturales en
un contexto determinado del crecimiento y auge de una organización religiosa como el
pentecostalismo, que no posee los elementos sociales de la tradición religiosa.
La provincia de Las Tunas constituye un contexto sociocultural complejo, que en la
centuria pasada impulsó el asentamiento de denominaciones protestantes, con gran
presencia de denominaciones pentecostales, las cuales, aunque no son las pioneras,
resultan las de mayor proyección social y las que más crecen en la actualidad.
En la provincia, al igual que en el resto del país, se está produciendo una
pentecostalización del protestantismo4, pero de manera particular en esta parte de
20
Cuba crecen, de igual modo, denominaciones escatológicas, las cuales no sobrepasan
los cincuenta años de presencia en una región fundada en el siglo XVIII.
Por tal motivo, se debe tener en cuenta que la base social fundamental de estas
denominaciones pentecostales, en los primeros años de su permanencia en el territorio
de Las Tunas, estaba conformada por campesinos o emigrantes de zonas rurales en la
periferia de la ciudad. Claro que esta misma composición se mantiene, aun cuando se
ha enriquecido, teniendo en cuenta la aparición de nuevas construcciones sociales que
a partir del triunfo de la Revolución redefinieron el campo social cubano.
Tomando en consideración los resultados del trabajo de campo realizado sobre estas
denominaciones se puede articular el análisis en torno a dos puntos dicotómicos.
Primero: El desarrollo de denominaciones escatológicas implica un reto a la identidad
sociocultural al ubicar al individuo en un espacio de divorcio con el contexto, lo que
genera importantes rasgos de destradicionalización. Segundo: La conformación de la
identidad sociocultural de la región implicó la construcción de tradiciones religiosas
extáticas y de creencias mágico-religiosas, que favorecen la adaptabilidad de
instituciones pentecostales portadoras de un discurso teológico y litúrgico homólogas a
dichas tradiciones.
El investigador mexicano Elio Mansferrer, en sus análisis sobre el campo religioso de
ese país, al caracterizar las denominaciones fundamentalistas planteaba que “Nosotros
pensamos que la sociedad mexicana tiene una tarea adicional, explicarse por qué, en
un país considerado históricamente el modelo de nacionalismo latinoamericano, han
desarrollado un número tan alto de personas que renuncian a esos elementos de su
identidad nacional” (2000:40).
Cuba no escapa a la preocupación del investigador mexicano. La provincia de Las
Tunas cuenta con una alta membresía pentecostal de denominaciones surgidas en la
coyuntura de la crisis económica de los 90, algunas de las cuales están caracterizadas
por su fundamentalismo, con un discurso teológico escatológico de aristas ahistóricas,
que implican renunciación al pasado y evasión de la realidad social como mecanismo
de “salvación”. Estas ubican al sujeto social en un espacio de divorcio con su contexto,
al considerar este último causante del “mal”.
21
A partir de la conversión, este sujeto se considera un “elegido", portador de una
conciencia religiosa premilenarista, es decir, en espera de la segunda venida palpable
de Cristo, como antecedente del comienzo del reino milenario. Un premilenarismo, que
al nivel de institución se asume en una concepción postribulacionista, la Iglesia será
arrebatada después de la catástrofe.
Los individuos que se convierten a estas denominaciones reconfiguran su cultura, ajena
a las articulaciones tradicionales, en un espacio de rigidez normativa:
Sin dudas, los integrismos socioculturales –con componentes religiosos o no- llevan implícitos también una visión petrificada y absolutizada de la identidad. Se procura, pues, en esas situaciones la simple y pura eliminación de lo que no encaja- real o supuestamente- en la identidad, que fetichizada, ha devenido identidad-valor absoluto (Monal; 2000: 549).
Por lo tanto, se está en presencia de un proceso dialéctico de reelaboración de la
identidad religiosa y sociocultural de un individuo o grupo, que origina una contradicción
o ruptura entre la cultura heredada y los nuevos referentes culturales.
Son grupos de personas, portadoras de una cultura heredada sólida, amparada en la
tradición y el contexto, y que por su expansión y préstamos culturales modifican su
identidad a un sistema que niega su pertenencia, pues sus parámetros referenciales
dejan de poseer sentido histórico contextual. Indiscutiblemente, no es una negación
absoluta, conservan un grupo importante de referentes del pasado, como hábitos y
costumbres que le permiten conservarse en el contexto, pero son partícipes de una
desculturalización al convertirse.
Un ejemplo de esto está en la comunidad religiosa de la denominación Bando
Evangélico Gedeón5, en la que un gran porciento de su composición social es de fuerte
tradición hispánica, ha asumido un complejo dietético (justificado por normas rituales)
totalmente diferente al tradicional, como pueden ser la prohibición de consumir carne de
cerdo, café, bebidas alcohólicas, entre otras.
El crecimiento de la base social de estas denominaciones tiene su coyuntura en una
profunda crisis económica, que generó una serie de impactos psicosociales
desfavorables para el sostenimiento de la identidad cultural. Entre ellos se encuentran
la insatisfacción y desorientación que generan un sentimiento de desprotección, la crisis
22
de sentido, el desmoronamiento de valores legitimados y el consecuente vacío
espiritual.
A men del notable proceso de recuperación económica y social del país y la política
cultural destinada a fortalecer los mecanismos de conservación de la identidad cultural
nacional, no se ha detenido el proceso de nuevas conversiones, aunque ha perdido
intensidad.
El otro aspecto polémico está dirigido hacia la existencia de elementos tradicionales en
la identidad sociocultural de la provincia que favorecen la adaptabilidad estructural de
las instituciones religiosas protestantes al contexto, de manera esencial sobre la base
de elementos como el éxtasis, la oralidad, el exorcismo y la sanidad divina.
En Las Tunas, en la configuración del campo religioso, resulta predominante la
presencia de denominaciones pentecostales (Ver Anexo IV). Las denominaciones de
mayor cantidad de feligreses son precisamente la Asamblea de Dios y la Liga
Evangélica de Cuba (Ver Anexo V).
Según Alejandro Torres Gómez de Cádiz Hernández:
El asentamiento pentecostal se produjo en un contexto de crisis en la región, donde la situación social era semejante a la que presentan muchas regiones de América Latina: una sociedad golpeada por una deprimente situación económica, donde resaltaban grandes sectores sociales empobrecidos. Sin embargo, el sustrato de la tradición que prefiere una comunicación oral y gestual (incluyendo un manifestado poco hábito de lectura) subsiste con fuerza, independientemente del desarrollo educacional y cultural que ha implicado el proceso revolucionario (2007: 35).
De modo que la forma cúltica pentecostal, arraigada en la trasmisión del mensaje
bíblico oral, con fuerte énfasis en la gestualidad, en detrimento de la lectura
hermenéutica de la Biblia, está más cercano a sectores sociales como campesinos,
marginales o individuos de bajo nivel educacional. Es evidente que resulta mucho más
atractivo para este sector la liturgia pentecostal que responde a sus capacidades de
interpretación del mensaje religioso y su conciencia masiva religiosa.
En contraposición, el incremento de intelectuales en denominaciones tradicionales
también responde a la posibilidad de alinear su cosmovisión a un discurso teológico y
23
litúrgico mucho más sistematizado y abstracto, en el que se precisa de un nivel alto de
análisis hermenéutico.
Dentro del pentecostalismo resalta su condición de ser un sistema religioso que basa su
complejo litúrgico en el éxtasis. Según W. George Braswell, el éxtasis es:
[Un] estado afectivo caracterizado por una fuerte excitación nerviosa, por la pérdida del sentir de la realidad y el debilitamiento del control consciente sobre los actos propios. Surge como resultado de la obsesión por las ideas religiosas o como consecuencia de la influencia de algunos elementos del culto religioso sobre la psiquis del hombre. El éxtasis religioso puede ir acompañado de alucinaciones visuales y sonoras, de la sensación de ligereza o ingravidez, de la desaparición de la sensibilidad al dolor y la alteración del sentido del tiempo y del espacio (2005: 42).
El éxtasis no es privativo del pentecostalismo, está presente en el desarrollo evolutivo
de los sistemas religiosos desde la antigüedad. Las danzas extáticas acompañan los
rituales de un buen número de religiones. El hinduismo y el budismo son famosos por la
profundidad y complejidad de sus danzas sagradas, igualmente inseparables de las
religiones de Grecia y Roma, en especial del orfismo.
El sincretismo entre las tradiciones locales de cada país y región y las religiones
dominantes en estas, fenómeno muy frecuente, enriquecen en alto grado el significado
y las peculiaridades de dichas prácticas. Pero además de la caracterización antes
citada, el éxtasis en determinados contextos culturales y temporales también cumple
funciones terapéuticas.
En la investigación realizada por Carlos Córdova y Oscar Barzaga se expone esta arista
en la que se considera al éxtasis como el medio terapéutico por excelencia para dar
tratamiento a los desajustes psicológicos. Este es el medio para exorcizar espíritu
obsesor que invadió al individuo, provocándole determinada enfermedad o malestar
(2000:100).
Como se plantea en la investigación de estos autores, el Espiritismo de Cordón es un
sistema religioso que tuvo su origen en la región oriental, fundamentalmente en las
actuales provincias de Granma, la zona occidental de la actual provincia de Holguín y,
Las Tunas en el siglo XIX. Su desarrollo sobre la población campesina de la región fue
convirtiéndolo en un elemento clave de la cultura religiosa local, estrechamente ligada a
los sectores más humildes, con alta presencia en las zonas suburbanas.
24
Razón por la cual existe una tradición respecto al éxtasis. El pentecostalismo se asienta
en esta región en la década del cincuenta del siglo XX, en un contexto de crisis
económica social y crece, de manera esencial, en las mismas zonas de desarrollo del
espiritismo. Consecuentemente, se está en presencia de una herencia religiosa de
tradición estática, cuyo reflejo favorece y se engarza con la demanda de sentido
mágico-religioso que oferta la liturgia del pentecostalismo.
El pentecostalismo tomó auge entre la población campesina y sigue siendo esta su
base social esencial, incluyendo las zonas suburbanas, donde es predominante la
inmigración del campo y los sectores obreros más humildes. El sistema extático del
pentecostalismo les resultó asimilable con la tradición espírita y las creencias
heterodoxas, ya que responden a las mismas funciones práctico-ilusorias, alienadoras y
terapéuticas.
Sin embargo, el pentecostalismo ha logrado una base social mucho más estable,
nutrida de sectores sociales heterogéneos, dado en la elaboración sistemática de su
discurso teológico y litúrgico. La liturgia pentecostal, con independencia de su
diversidad y de las variaciones realizadas por líderes de denominaciones autónomas,
cuenta con un complejo cultual estratificado, entre los que se encuentran los cultos de
oración, los dedicados a la palabra del Señor, dominicales, especiales por
departamentos, de alabanza y adoración, cultos de bautismo y eucaristía, de sanidad,
de acción de gracias, de reconciliación de conversos y de liberación. Pero todos giran
en torno a la concepción extática.
Uno de los canales más evidentes de adaptabilidad al contexto del pentecostalismo lo
constituye su dinámica concepción del espacio cultual. Según el teólogo Bernardo
Campos, en el culto pentecostal se da un proceso ascendente orientado a lograr un
“contacto con el cielo” por medio del éxtasis. De esa forma el culto típicamente
pentecostal es el espacio donde se genera el éxtasis místico6 y comprende los
siguientes momentos: cánticos, oración de apertura, clausura del tiempo profano,
etapas de progresión mística, oración de cierre y misión o extensión del tiempo sagrado
sobre el profano:
Hay una variedad de “cultos” pentecostales. Los más conocidos son el culto evangelístico, el culto de oración, el culto dedicado a la enseñanza de la Palabra
25
de Dios, los cultos especiales (aniversario de la iglesia, Navidad, Pascua, Pentecostés, Día de las Madres, ), y el culto dominical central (evangelístico), entre otros. Hay también cultos especiales de oración (de un día, una semana, un mes continuo, con objetivos específicos), cultos especiales de evangelización (más conocidos como campañas evangelísticas en la iglesia o al aire libre), cultos de alabanza y adoración (incluye mensaje de la Biblia), cultos de Bautismo y Santa Cena (eucaristía), cultos de acción de gracia (culto fúnebre in memoriam de alguna persona), cultos para la dedicación o presentación de niños, cultos de “sanidad divina”, cultos de restauración espiritual (reconciliación del converso) y , cultos de liberación (de endemoniados), entre otros. Cada uno de estos cultos procuran siempre ser extáticos, es decir, carismáticos, con manifestaciones de los “ministerios”, “dones” y “operaciones” del Espíritu (2002: 81-82).
Esto da medida de la diversidad cúltica dentro del fenómeno pentecostal, cuestión
importante a la hora de comprender el diapasón cultural de estas denominaciones, lo
significativa de esa coyuntura en la difusión cultural del pentecostalismo como
fenómeno sociocultural y la influencia de este espacio en la socialización dentro de la
comunidad pentecostal.
Además, Campos afirma que:
El culto extático en general puede vivir varios momentos que llamaremos de “progresión mística” y su centralidad estará en lo que hemos denominado el “momento del habla con Dios”. No siempre son los mismos pero siguen una estructura más o menos regular o constante. No está de más recordar que los cultos pentecostales son muy variados en intensidad, forma y contenido (2002: 82).
Este formato cultual corre en un orden que depende, en la mayoría de las ocasiones, de
la interpretación de la doctrina que hagan el líder o la congregación, pero que siempre
presenta en su inicio un condicionamiento psicogrupal de la experiencia mística, que se
quiere lograr a través del canto e himnos tradicionales, que conllevan a la glosolalia y al
éxtasis profético. Independiente de la interpretación teológica de la glosolalia o su
justificación bíblica, que delimita cierta elaboración teórica, el éxtasis funciona como
mecanismo que sitúa al individuo en contacto directo con la entidad sobrenatural.
En la base social esta “experiencia” es clave en su concepción, lo que al lograr sanción
institucional se hace ajustable a sectores diversos, incluyendo la presencia de
universitarios e intelectuales.
La primera reacción, al intentar relacionar cuestiones metodológicas y epistemológicas
con el pentecostalismo, puede ser de escepticismo, contradicción o rechazo. Las
palabras metodología, epistemología y pentecostalismo juntas forman un complejo
26
lingüístico y semántico donde aparecen conceptos e imágenes como palabra, tratado,
lógica, discurso, camino, meta, saber, conocimiento, verdad, fe y Dios, que desde el
punto de vista científico son completamente contradictorio.
El pentecostalismo constituye un movimiento religioso que ha padecido la influencia de
modelos y contenidos teológicos y culturales ajenos a la realidad sociocultural en la que
se desarrolla. Este, como movimiento, resulta significativo a partir de su afirmación y
autoexpresión desde la identidad y hacia un ecumenismo desde su pentecostalidad.
El pentecostalismo tiene tanto un saber como un conocimiento teológico, que se centra
en cuestiones referentes a las necesidades espirituales y en ocasiones materiales de
los feligreses de estas denominaciones. Estas cuestiones se expresan desde la
identidad pentecostal como forma de experimentar la religión en contraposición, en
ocasiones, al discurso teológico tradicional, en forma racional, argumentativa y escrita,
sino que se encuentra expresada en los cantos, predicaciones y testimonios, o sea, en
la oralidad pentecostal como una de sus características esenciales.
El pentecostalismo se considera por sus practicantes como el resultado de una opción
del Espíritu, o sea, opción de preferencia espiritual. El tema “Espíritu Santo” es un pilar
del pensamiento teológico pentecostal. De ahí que el Espíritu Santo constituye parte
medular en la ideología pentecostal. El pentecostalismo parte de la realidad concreta de
las comunidades creyentes y busca respuestas a las preguntas, necesidades,
aspiraciones, esperanzas y miedos de los creyentes.
Como parte del sistema religioso cristiano, el pentecostalismo se basa en creencias
subjetivas, de ahí que la vida en comunidad para los pentecostales se base en lo que,
según expresa Vivian Sabater es “la idea de la existencia de fuerzas o seres
trascendentales78, sobrenaturales/supranaturales”. Esto se acompaña, generalmente
con el reconocimiento de la existencia de entes sagrados y con la realización de
determinadas acciones prácticas, derivadas de esas creencias, y con la frecuente
creación de colectivos humanos de carácter religioso. (2003: 1)
Por lo cual, el Pentecostalismo se alimenta de la vida de sus comunidades, puesto que
sus creyentes lo ven como un saber de Dios, que los ponen en condiciones de
27
desenvolverse de una manera más natural que otras tradiciones religiosas. Por eso, la
mejor forma de estudiar este fenómeno es desde la subjetividad.
El aspecto más importante para los pentecostales lo representa la espiritualidad: la
Biblia, más específico el nuevo testamento, como eje central de la Fe pentecostal, la
experiencia religiosa carismática como praxis teológica y el culto pentecostal como
fundamentos de esta religiosidad. De ahí que, además, estos fundamentos sean una
herramienta que les permita desarrollar una teología fiel a su espiritualidad y
convicciones cristianas, volcándose siempre a la experiencia religiosa pentecostal.
Según datos del Consejo Latinoamericano de Iglesias, el 75 por ciento del
protestantismo latinoamericano es pentecostal. Otro aporte es el rescate de la cristiana
como cristiana. La pentecostal, es un esfuerzo de penetrar más profundamente en los
misterios cristianos, tal como son plasmados en las tradiciones bíblicas y, después,
eclesiásticas. Por último, la del Espíritu ofrece enormes posibilidades para el diálogo y
el trabajo ecuménico, con su énfasis en el Espíritu y en las experiencias espirituales,
puede ser un riquísimo aporte.
Otra cuestión interesante a tratarlo constituye la Sanidad Divina. Esta resulta uno de los
mecanismos más singulares del pentecostalismo. Independientemente de su
justificación teológica, forma parte de una tradición ontogenética de la religión que
relaciona los poderes curativos con entes sobrenaturales. Junto al éxtasis, el exorcismo
y la adivinación, la sanidad divina representa una muestra de lo que persiste en el
pentecostalismo de rituales mágico religiosos, que lo convierten en un sistema que
satisface las demandas de sectores humildes o individuos y grupos de personas, con
independencia de su estatus socio-clasistas o nivel educacional.
La cultura en Las Tunas presenta, en su imaginario popular, una muestra amplia de
manifestaciones mágico-religiosas con poderes de curación. Desde las peculiaridades
del catolicismo popular que dominó en la génesis de la cultura autóctona9, hasta la
transculturación con complejos religiosos africanos, caribeños y asiáticos.
A este cuadro se le suma, a partir de la década del 50, el pentecostalismo en su
primera etapa de asentamiento y el Bando Evangélico de Gedeón, que atrajeron la
atención de grandes masas de personas, tanto en zonas rurales como urbanas, con sus
28
campañas de sanidad. Sin embargo, es preciso aclarar, por su predominio, algunas
características de la sanidad divina en el pentecostalismo.
En la mayoría de los casos, la sanidad10 está estrechamente vinculada a la práctica del
exorcismo (o “liberación” en terminología pentecostal). A diferencia del espiritismo, los
individuos son exorcizados de demonios satánicos, representantes del “mal” y nunca de
espíritus obsesores. El mecanismo de exorcismo no difiere, en cuanto al método, de
sus homólogos en el espiritismo o complejos afrocubanos. Se realizan en estado de
trance del individuo, bajo las imposiciones verbales, conjuradas por el “capacitado” por
la institución para este tipo de culto. Solo que en el pentecostalismo se ciñe
estrictamente a una invocación cristiana11.
Dentro del tiempo cultual, se sitúa también un espacio de sanidad, dentro o fuera del
templo, en dependencia de la cantidad de personas. Precedido por oraciones y cantos,
la administración de la sanidad se realiza por varias vías. En las congregaciones
pequeñas, habitualmente se unge simbólicamente y se procede a la “imposición de
manos” para la curación, donde sí se logra “el milagro” el creyente pasa al altar, a
testimoniar su curación. Este elemento implica un acto de legitimización del ritual que
contribuye al estado de sugestión colectiva.
Como se expresó anteriormente, la sanidad divina en el pentecostalismo, al igual que
en otras denominaciones protestantes como los gedeonistas, es un mecanismo que se
engarza con el complejo entramado de tradiciones religiosas de la región, permitiendo
una mejor aceptación de estas denominaciones dentro del panorama sociocultural local.
El uso de una manifestación mágico-religiosa de este tipo tanto en zonas suburbanos,
así como en barrios periféricos e incluso en el propio centro de la ciudad, que aún
cuenta con una arraigada tradición rural, dotan al pentecostalismo de una base social
susceptible a estas manifestaciones mágico-religiosas.
Un análisis detenido de determinados aspectos dentro de las comunidades contribuye a
reafirmar la extraordinaria significación que tiene la cultura en cualquier proceso
sociocultural. Partiendo de que estos aspectos conforman códigos culturales que
configuran los modos de hacer y de pensar, ejecutados de una manera específica, en
29
base a valores, criterios y puntos de vista codificados y asumidos por dicho grupo
humano, no solo como una vía para “ser”, sino para distinguirse como grupo social.
Entre estos códigos culturales resultan importantes: el lenguaje y los modos de decir,
las normas de convivencia y comportamiento social, las costumbres, la interacción
familiar y grupal, así como el sistema de creencias, supersticiones y procederes
mágico-religiosos.
Los principales estudios realizados sobre el pentecostalismo retoman la tesis que
establece una relación entre el éxito de este como movimiento y las condiciones de
marginación del contexto social donde se desarrolla mayoritariamente. La presencia de
fenómenos como la pobreza, el desarraigo, anomia y crisis personal, le permiten al
pentecostalismo hacer acto de presencia en un contexto sociocultural, determinado
como un sistema que ofrece bienes simbólicos que permitirían solventar esta situación
gracias a la nueva identificación y nuevo compromiso ofrecidos (Vallverdú; 2009:185).
De ahí que a partir de una contextualización de los procesos de transformación de la
esfera religiosa tunera asociados a la crisis socioeconómica de los años 90 del pasado
siglo XX, propiciaron la llegada de nuevas ofertas religiosas en el territorio tunero,
siendo uno de los casos más emblemáticos el pentecostalismo como movimiento
evangélico.
Como lo ha anotado el antropólogo mexicano René de la Torre, el pentecostalismo
originalmente fomentaba una identidad ascética, fundamentalista, que se oponía a la
mundanidad de la sociedad (Torres; 2008: 55). Aunque todavía se encuentran muchos
pentecostales que enfatizan la importancia de alejarse del “mundo” y llevar un estilo de
vida austera, el pentecostalismo se ha renovado y diversificado de manera considerable
en los últimos años y sus corrientes ahora incluyen el así llamado neo-pentecostalismo,
el que se caracteriza por su teología de la prosperidad.
Un aspecto a tener en cuenta es la influencia del pentecostalismo en los crecientes
movimientos carismáticos dentro de la Iglesia Católica y de varias iglesias protestantes.
Quienes se adhieren a estas prácticas no se preocupan por llevar un estilo de vida
ascético y de distanciarse de la sociedad “mundana.” Pero sí adoptan varias doctrinas y
prácticas pentecostales como enfatizar la salvación personal y la guerra espiritual; los
30
rituales efusivos donde se experimenta el poder del Espíritu Santo (por ejemplo
hablando en lenguas); la creencia en la infalibilidad de la Biblia y en la segunda venida
de Jesús.
El proceso de globalización cultural le ha permitido al pentecostalismo lograr una
diversificación de la religiosidad a través de la variedad de formas e instituciones
pentecostales que hoy conforman el panorama protestante tunero. Esto ha permitido
que algunas características fundamentales del pentecostalismo, compartidas por los
practicantes en diferentes tipos de iglesias y comunidades (tradicionales,
neopentecostales, comunidades carismáticas dentro de otras iglesias), proporcionan
una clave de entendimiento sobre la rapidez con la cual este tipo de creencias crece y
la manera en la cual se adapta a contextos diferentes, al mismo tiempo de ser crítico en
varios aspectos de las culturas locales.
Al observar las dinámicas simbólicas y rituales desplegadas en el marco de la
estructura organizativa del pentecostalismo como movimiento carismático, los
principales hallazgos comparados muestran la presencia de un claro proceso de
conversión que manifiesta contenidos y significados de transformación cultural e
identitaria y resocialización; una experiencia religiosa caracterizada por una intensa
emocionalidad, donde se busca una relación íntima con lo sagrado; y finalmente, la
importancia del liderazgo carismático, que opera como referente para los adeptos y
articula su organización.
En su investigación, Laudy Baldemira cita a Boas cuando dice:
La cultura incluye todas las manifestaciones de los hábitos sociales de una comunidad, las reacciones del individuo en la medida en que se ven afectadas por las costumbres del grupo en que vive, y los productos de las actividades humanas en la medida en que se ven determinadas por dichas costumbres. (2012:14)
Esto nos permite analizar lo antes expresado como sistema de símbolos culturales, el
pentecostalismo combina tres formas de expresión: ética, mítica y ritual. Su ética
genera cambios de los valores personales y una nueva cosmovisión que interviene en
las relaciones sociales de sus seguidores; ellos ven en el mundo seres y fuerzas
sagradas que crean un universo dual: material y espiritual.
31
En la esfera espiritual gobiernan poderes divinos que pueden ser buenos o malos. Uno
de los objetivos de la liturgia pentecostal está en influir sobre esos seres a través de la
oración, las imposiciones de manos, los exorcismos, los ayunos, las vigilias, entre otros.
Esas creencias conllevan implicaciones sociales capaces de producir cambios en el
lenguaje, en las formas de vestir, en la alimentación, en las relaciones sexuales y en las
formas de esparcimiento de los files. Reinterpreta los sistemas tradicionales de signos,
los adapta a los nuevos contextos culturales e intercambia influencias con otros
sistemas religiosos.
La manera Pentecostal de entender los procesos culturales de cambio, representa una
antítesis de una visión modernista. En la visión Pentecostal, estos procesos están
dados por el distanciamiento del ser humano de Dios y por la influencia de Satanás por
un lado y la salvación que brinda Dios a través de Jesús. Como consecuencia de ello
que la visión pentecostal esté dada por una lectura escatológica de la historia humana
con protagonistas, tanto héroes y villanos, enfocada hacia una decadencia, denigración
moral y de distanciamiento del hombre de Dios que lleva a un fin que es la realización
de un plan divino predeterminado.
Este plan de salvación no sólo depende en cierta medida de rituales y de la
evangelización de los pentecostales para “ganar nuevas almas”, activar el poder divino
y limitar el alcance de las actividades diabólicas. Aunque los miembros de las iglesias
pentecostales ponen mucho énfasis en la necesidad de distanciarse del “mundo” para
no ser influenciados y contaminados por él, no se retiran del “mundo”. Para los
pentecostales el “mundo” también representa un proyecto o un espacio que requiere
acción, intervención y transformación. (Lindhard; 2009: 7).
Por otra parte, el propio mundo evangélico pentecostal les ofrece a los feligreses
diferentes cursos o discipulados que lo formarán en la vida “espiritual”. De igual forma le
aporta los materiales de lectura que le otorgan un punto de vista sobre su comunidad
acorde con su sistema de creencias, así como recursos de la industria cultural que
hacen a la Iglesia una institución.
32
CONCLUSIONES PARCIALES
Se asume para esta investigación el concepto de cultura de Macías (2014) que refiere:
“Cultura en su acepción más amplia es una forma integral de vida, con una dimensión
simbólica construida social, histórica y selectivamente, que se concreta en las
relaciones entre personas, entre comunidades, y con la naturaleza. La dimensión
concreta de la cultura está conformada por hábitos, prácticas, objetos y relaciones.
Existe no como algo estático sino como un proceso de reproducción permanente de sí
misma”. (33)
En tanto se precisa que, la dimensión concreta de la cultura está conformada por
hábitos, prácticas, objetos y relaciones; es el proceso sistémico que rige las relaciones
sociales como base para la superestructura sociocultural de la región estudiada, la que
no es concebible sin reglas de conducta, costumbres, tradiciones y creencias religiosas.
De igual forma, se asume al Pentecostalismo como un movimiento religioso compuesto
por un número de comunidades evangélicas y carismáticas en el seno del
protestantismo, que en el período estudiado dinamizaron el panorama religioso local en
cuanto a la conformación de la base social, la estructura y su influencia en la cultura.
El pentecostalismo en Las Tunas se caracteriza por una diversidad denominacional,
que como movimiento evangélico carismático se consideran como una experiencia
religiosa de lo divino que se explica a través de las relaciones sociales que en él se
desarrollan y las prácticas culturales que se generan en los espacios cúlticos.
33
CAPÍTULO II: EL PENTECOSTALISMO Y SU INFLUENCIA EN LA CULTURA EN LAS TUNAS EN EL PERÍODO DE 1994 A 2015.
El período 1994-2015 es fundacional el proceso de asentamiento de denominaciones
pentecostales en el territorio tunero. Como resultado de este proceso, el campo
religioso sufrió las transformaciones que se experimentan en dicha etapa. En
consecuencia, la estructura sociocultural del pentecostalismo se transformó a través de
proceso de crecimiento que le permitió convertirse en una posible solución a algunos
dilemas del contexto sociocultural tunero al convertirse las iglesias pentecostales en
espacios de socialización.
Las categorías analíticas mencionadas constituyen directrices que clarifican la relación
entre pentecostalismo y cultura al lograrse una imbricación entre el aspecto religioso y
lo tradicional.
2.1 Proceso de conformación del pentecostalismo en Las Tunas.
El proceso de reajuste de la estructura sociocultural cubana que se desarrolló en el
período 1994-2015, le permite al pentecostalismo emerger como sistema, basado en un
proceso de contracción social a partir del reacomodo socio–clasista que impuso la crisis
de este período, lo que impactó la base social del pentecostalismo, dotándola de un
incremento considerable de feligreses, los que provienen tanto de sectores sociales que
tradicionalmente profesaban creencias protestantes y de otros surgidos en el proceso
reestratificador:
“En su conjunto, estas tendencias cuantitativas nos hablan del tránsito desde una estructura sociocultural fuertemente articulada a partir de la estabilidad hacia otra que, manteniendo la centralidad integradora de la propiedad estatal, asume un diseño multisectorial que pueden desempeñar papeles de complementación. Ellos señalan también la rapidez que con estos cambios han tenido lugar y la emergencia de actores socioeconómicos que han fortalecido su perfil, como por ejemplo los cooperativistas, los trabajadores del sector privado urbano y los intelectuales” (Espina; 2001: 131).
Es a partir de lo antes expresado que uno de los factores transformativos del
pentecostalismo durante el periodo estudiado ha sido reajustar su estructura a una base
social que surge como emergente, mediado por el poder estatal, basado en la
propiedad social sobre los medios de producción y que evolucionó hacia la contracción
o desestratificación social
34
La composición del pentecostalismo en Las Tunas está dada por la presencia de 6
denominaciones que profesan esta creencia dentro del campo religioso protestante
local. Estas denominaciones generalmente en su mayoría, se declaran "evangélicos" o
"evangelistas". La mayor parte de los pentecostales, independientemente de la iglesia
en que se hubiesen convertido, se congregaban en iglesias que les son cercanas a su
comunidad y que responden a sus necesidades espirituales, con reglas y pautas que
siempre agregan algo o transforman la ortodoxia pentecostal. (Anexo IV)
El análisis del comportamiento de la base social del pentecostalismo en la ciudad de
Las Tunas durante el período antes mencionado, permite revelar precedentes de la
evolución en su composición, en contraposición a la regularidad existente en las
décadas precedentes al período en el que se centra esta investigación.
En este período se incrementó notablemente el número de denominaciones de
confesión pentecostal, así como la membresía, la que se encuentra en la actualidad con
una cifra aproximada de15500 feligreses12. No se puede olvidar la disminución en la
membresía de las iglesias asentadas en barrios suburbanos y periféricos, así como
cierto crecimiento en los barrios céntricos de la ciudad a partir de procesos migratorios
dados en los últimos años y la propia movilidad de los líderes de estas denominaciones.
Desde los primeros años del período estudiado y hasta la actualidad, la base social ha
estado compuesta, esencialmente, por mujeres, las que significan más del 70% en la
mayoría de las denominaciones.
Esto encuentra su explicación en el estatus ocupacional de dicha base social. Más del
65% de la membresía lo componen amas de casa y jubilados. La presencia de obreros
y cuentapropistas se acerca a un 25%, mientras que sectores como la intelectualidad y
profesionales alcanzan un 10%, teniendo en cuenta que durante años la fuerte
mediación del Estado hizo de estos, los portadores de una política sociocultural
secularizadora y desacralizadora, que ubicó a las instituciones religiosas en un espacio
de conflicto social.
El complejo contexto de los noventa implicó, no solo un crecimiento notable de la base
social del pentecostalismo, sino una compleja heterogeneidad, reflejo de la
reestratificación social que sufrió el país a raíz de la ya mencionada crisis
35
socioeconómica. Las denominaciones que más crecieron en este período fueron la Liga
Evangélica de Cuba que cuenta en la actualidad con una membresía superior a los
5600 feligreses, seguida por la Asamblea de Dios, que cuenta con una membresía
aproximada de 3800 miembros.
Como constituyen las denominaciones pentecostales más importantes, conforman el
universo y la muestra estudiada, principalmente el ejemplo de la Liga Evangélica, cuya
estructura actual cuenta con tres presbiterios que componen la totalidad de la provincia.
Para esta investigación se enfoca el análisis en el presbiterio Tunas I, que abarca de
manera primordial a la ciudad y algunos barrios periféricos compuesto por el templo
principal, ubicado en el centro de la ciudad, y 20 misiones o células; los otros dos
presbiterios abarcan el resto de la actual provincia de Las Tunas, que cuentan con un
número importante de células, pero que en interés de la investigación no fueron
estudiadas.
Aunque en los inicios del proceso de asentamiento de dichas denominaciones, en el
territorio su regularidad era la presencia campesina, las cifras globales actuales
denotan que la población urbana es mayoritaria en relación a la población suburbana y
rural; esto obedece a procesos complejos y no es objetivamente reflejo de la realidad
social. Además, a pesar de que a inicios del período estudiado la población campesina
era dominante, en la actualidad, el conglomerado de la capital provincial es quien
decide la oleada hacia el predominio urbano en la composición social de estas
denominaciones. Es necesario, sin embargo, hacer notar que en sus barrios periféricos
predominan los habitantes originales de áreas rurales a partir de los procesos
migratorios a los que se hacía referencia.
La crisis económica trajo consigo un fuerte éxodo del campo a la ciudad en la región
durante los años 1991-1998. La migración estuvo condicionada, en lo esencial, por la
depresión laboral que implicó la crisis económica en los campos tuneros, donde
predominaba el campesino cooperativista. La búsqueda de empleo y posibilidades de
proyectos de vida, impulsó la migración a la ciudad, lo que generó a su vez un
incremento de áreas suburbanas y marginales.
36
La fuerte presencia de familias de origen campesino y la marginalidad propia que
provocó la crisis, consiguió el crecimiento de denominaciones pentecostales y
escatológicas en las zonas urbanas durante esos años. Sin embargo, a partir de 1997,
con la palpable recuperación económica y el efecto de medidas para revitalizar la
producción agropecuaria, se operó un movimiento revitalizador de las zonas rurales al
existir alternativas viables de empleo.
En el caso de los obreros, tanto los que trabajan en instituciones estatales como los
cuentapropista, se ha operado un incremento de su presencia en las denominaciones
pentecostales. La razón de este fenómeno se debe a la influencia de la Teología o
Evangelio de la prosperidad, que enseña que la prosperidad económica y el éxito en los
negocios son una "evidencia externa" del favor de Dios.
Resulta una enseñanza común entre algunas iglesias pentecostales que a través de la
predicación evangelista establece que Dios quiere que los cristianos sean exitosos,
especialmente en cuestiones económicas. De ahí que se hagan portavoces
primordiales de versículos bíblicos como Deuteronomio 8:18: “Antes acuérdate de
Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su
pacto que juró a tus padres” o Mateo 7:20: “Así que, por sus frutos los conoceréis”
(Reina-Valera; 1960: 11).
En los primeros años de la década de los 90, evangelistas pastores de gran influencia
en las nacientes denominaciones evangélicas pentecostales eran portavoces de estas
enseñanzas. Esto generó que los críticos de dichas enseñanzas alegan que estas
doctrinas eran usadas para enriquecer de forma indebida a algunos líderes religiosos,
que explotan la ingenuidad de los creyentes sinceros que ofrendan su dinero, y que el
énfasis en “la bendición material” es una mala interpretación de la Biblia.
No es menos cierto que estas prácticas han llevado al incremento de la membresía de
algunas de estas denominaciones con personas anhelantes de una mejora económica,
cediendo el acceso a grupos sociales, que en décadas precedentes su
representatividad era mínima, pero dicho incremento se orienta principalmente hacia el
sector emergente, en especial, al sector vinculado a la propiedad privada, hecho que
resulta clave en la base social de estas denominaciones.
37
La capa social de la intelectualidad, ha desempeñado un rol esencial en el desarrollo de
la base social del pentecostalismo en Las Tunas. Esta, vinculada al sector estatal, ha
tenido una incidencia palpable y principal en denominaciones históricas de
asentamiento urbano (bautistas y metodistas), donde han contribuido a la solidificación
de su laicado. La presencia de esta en la conformación del pentecostalismo en la zona
de estudio la convierte en crucial para el reavivamiento protestante de la década de los
90 del pasado siglo XX.
Resulta significativa la existencia de intelectuales en cargos laicos, incluso como
pastores y ministros. Inciden esencialmente, médicos, técnicos, ingenieros, así como
informáticos y profesionales de la educación y las ciencias sociales. Las
denominaciones han creado mecanismos de superación alternativos, en temáticas
referentes a la teología y aspectos relacionados con la vida social de las
denominaciones, para profesionales jóvenes que, sin dudas, contribuyen a la
solidificación de este sector en su base social.
Otra capa esencial es el estudiantado, de baja presencia en décadas anteriores (no
sobrepasaba el 3% de la membresía) debido, especialmente, a las tensas regulaciones
educacionales en torno a lo religioso. En la actualidad, en el desarrollo de un
pentecostalismo cubano, la juventud funciona como enclave para la institucionalización
de este sistema.
Es positivo señalar que la juventud, en especial el sector estudiantil, es inestable en su
presencia denominacional y constituye la más tendiente al nomadismo religioso. Sin
embargo, es significativa la presencia de estudiantes universitarios, de forma
predominante de la Ciencias Pedagógicas y la medicina. Un segmento, prácticamente
nulo, en la base social del pentecostalismo en Las Tunas lo son los dirigentes, en
esencia por su fuerte vinculación a la política estatal.
Un aspecto notable en el proceso de reestratificación socio-clasista en la región de
estudio es el desarrollo y solidificación del denominado sector informal, como pequeños
empresarios privados y trabajadores independientes, los que con la nueva política
económica del país, pasan a convertirse en un sector económico formal. El auge de
38
estos sectores en las zonas urbanas, vinculados a los oficios de transportación,
gastronomía y otros, ha configurado un sujeto social emergente de la coyuntura actual.
Si bien este sector se ha nutrido de disímiles clases y segmentos sociales, predominan
en ellos personas emigradas de zonas rurales y marginales, aun cuando presentan
características típicas de una pequeña burguesía de propietarios, patrones y
empleadores que provienen de capas intelectuales y dirigentes. Estos sectores resultan
claves en la base social urbana de denominaciones pentecostales y en particular de
denominaciones escatológicas como los Testigos de Jehová y Bando Evangélico
Gedeón, cuyas membresías en las ciudades se caracterizan por sus altos índices de
desvinculados laborales al Estado.
Este sector emergente desempeña un rol protagónico en el auto sostenimiento de
muchas denominaciones, teniendo en cuenta que el protestantismo cubano padeció, en
su proceso evolutivo, de una escasa tradición de ofertorio13 como núcleo de
financiamiento de sus instituciones.
A diferencia de la Iglesia Católica, las denominaciones protestantes en general no
cobran servicios sacramentales ni litúrgicos, y su fuente esencial depende de los
recursos de la ofrenda y el diezmo, así como los donativos de iglesias y cristianos
extranjeros. Se debe tener en cuenta que el cubano no poseía una fuerte tradición
relacionada con estas prácticas, así como tampoco una solvencia económica que lo
permitiera.
Esto generó que las iglesias pentecostales extranjeras necesitaran realizar un proceso
de adaptación a la realidad sociocultural cubana. Las llamadas iglesias madres,
radicadas de manera principal en territorio norteamericano, cuentan con una
membresía en su mayor parte de clase media, la que en Cuba no existía prácticamente
en los primeros años de la década del 90 del pasado siglo XX, de ahí que la iglesia
cubana pentecostal ha sido sostenida por los donativos de estas iglesias
norteamericanas.
El protestantismo cubano sigue siendo, en buena medida, financiado desde el exterior.
Durante las décadas del 70 al 80, el estancamiento en el desarrollo de estas
instituciones tuvo uno de sus pilares en el aislamiento económico que alcanzaron de
39
sus homólogas norteamericanas o europeas y los bajos recursos que implicaba el
ofertorio, de una base social formada en su gran generalidad por amas de casa y
jubilados.
Sin embargo, la nueva coyuntura favoreció en este aspecto a muchas instituciones
religiosas. Resulta importante aclarar que la mayoría de las denominaciones en la
provincia han desarrollado obras constructivas y otros proyectos gracias a los donativos
del exterior. Pero en denominaciones que asimilan su base social de sectores
informales, se ha logrado un alza en su auto sostenimiento, principalmente por el alto
ingreso de muchos de sus miembros.
El crecimiento inusitado de la base social de las denominaciones pentecostales que se
han analizado en la ciudad de Las Tunas implica un profundo cuestionamiento del rol
de la cultura y la tradición en su base social.
Como se ha señalado, la provincia de Las Tunas constituye un contexto sociocultural de
compleja y rica conformación étnica, que en la centuria pasada impulsó el asentamiento
de denominaciones protestantes. Puede deducirse, del proceso de asentamiento en la
región las denominaciones pioneras y de mayor proyección social no son precisamente
las que más crecen en la actualidad.
En la provincia, al igual que en el resto del país, se está produciendo una
pentecostalización del protestantismo, pero de manera particular en esta parte de Cuba
crecen, de igual modo, denominaciones escatológicas y otras altamente
fundamentalistas, las cuales no sobrepasan los cincuenta años de presencia en una
región fundada en el siglo XVIII.
Resulta obvio que la tradición, como parte de la identidad cultural, no puede tener un
contenido petrificado. Varios estudiosos desde posiciones epistémicas diversas, han
coincidido en que la tradición no es solo estereotipos socialmente organizados en la
experiencia del grupo, sino también una forma de control del tiempo orientando hacia el
pasado, pero que le otorga influencia al presente, con proyección al futuro, o sea, es
una forma de organización de la memoria colectiva.
Por lo que se está en presencia de un proceso dialéctico de reelaboración de la
identidad religiosa y social de un individuo o grupo, que origina una contradicción o
40
ruptura entre la identidad heredada y sus nuevos referentes (identidad vertical y
horizontal).
Son grupos de personas donde predomina el origen campesino, portadores de una
identidad heredada sólida, amparada en la tradición y el contexto, que por su expansión
y préstamos culturales (direccionalidad horizontal), modifican su identidad a un sistema
que niega su pertenencia, pues sus parámetros referenciales dejan de poseer sentido
histórico contextual.
Por ejemplo, en una región de fuerte tradición hispánica, un gran porciento de la
población rural ha asumido un complejo dietético (justificado por normas rituales)
totalmente diferente al tradicional, como pueden ser la prohibición de consumir carne de
cerdo, café, bebidas alcohólicas, De igual modo, renuncian a tradiciones seculares
como son las fiestas campesinas, celebración de cumpleaños y otras. Algunas de las
sectas más fundamentalistas practican tendencias desarticuladoras de la convivencia
comunitaria como la endogamia.
En las técnicas empíricas e historias de vida aplicadas a personas pertenecientes a
estos grupos religiosos se refleja un alto índice de enajenación y falta de compromiso
con la realidad, provistos, además por una rígida posición apolítica.
El crecimiento de la base social de estas denominaciones tiene su coyuntura en una
profunda crisis económica, que generó una serie de impactos sicosociales
desfavorables para el sostenimiento de la identidad cultural, como son la insatisfacción
y desorientación que generan un sentimiento de desprotección, la crisis de sentido, el
desmoronamiento de valores legitimados y el consecuente vacío espiritual.
A pesar del notable proceso de recuperación económica y social del país, así como la
política cultural destinada a fortalecer los mecanismos de conservación de la identidad
desde una perspectiva nacionalista, no se ha detenido el proceso de nuevas
conversiones, aunque ha perdido intensidad. Esto muestra la necesidad de asumir
aparatos conceptuales y metodológicos más dialécticos y dinámicos de la identidad
cultural y su reproducción horizontal, así como la búsqueda de mecanismos de
intervención social eficientes, que logren rescatar tradiciones sin afectar la cosmovisión
de estos individuos. No se trata de un proceso de oposición al despliegue de estas
41
tendencias religiosas, sino de reelaboración de los mecanismos de diálogo cultural e
interpretación de las peculiaridades conceptuales.
El otro aspecto controversial está dirigido hacia la existencia de elementos tradicionales
en la identidad sociocultural de la provincia que favorecen la adaptabilidad estructural
de las instituciones religiosas al contexto, esencialmente sobre la base de elementos
como el éxtasis, la oralidad, el exorcismo y la sanidad divina.
En Las Tunas, en la configuración del campo religioso, predomina la presencia de
denominaciones pentecostales. Las de mayor cantidad de feligreses son precisamente
la Asamblea de Dios, la Liga Evangélica y la Iglesia del Camino Cuadrangular.
El siguiente análisis parte de la tesis de varios estudiosos del pentecostalismo en
América Latina, que plantean que la tradición de una comunicación preferentemente
oral favorece el desarrollo del pentecostalismo.
El asentamiento pentecostal, como se ha referido con anterioridad, se produjo en un
contexto de crisis en la región, donde la situación social era semejante a la que
presentan muchas regiones de América Latina: una sociedad golpeada por una
deprimente situación económica, donde resaltaban grandes sectores sociales
empobrecidos. Sin embargo, el sustrato de la tradición que prefiere una comunicación
oral y gestual (incluyendo un manifestado poco hábito de lectura) subsiste con fuerza,
independiente del desarrollo educacional y cultural que ha implicado el proceso
revolucionario.
El culto reside en la trasmisión del mensaje bíblico oral, con fuerte énfasis en la
gestualidad en detrimento de la lectura hermenéutica de la Biblia, es más cercano a
sectores sociales como campesinos, marginales o individuos de bajo nivel cultural y
educacional. Es evidente que resulta mucho más atractiva para este sector la liturgia
pentecostal que responde a sus capacidades de interpretación del mensaje religioso y
su conciencia masiva religiosa.
En contraposición, el incremento de intelectuales en denominaciones tradicionales
también responde a la posibilidad de alinear su cosmovisión a un discurso teológico y
litúrgico mucho más sistematizado y abstracto, en el que se precisa de un nivel alto de
análisis hermenéutico.
42
Dentro del pentecostalismo resalta su condición de ser un sistema religioso que basa su
complejo litúrgico en el éxtasis. A pesar de que este no es privativo del pentecostalismo
y está presente en el desarrollo evolutivo de los sistemas religiosos desde la
antigüedad, es un aspecto fundamental para comprender el universo simbólico del
pentecostal como parte de su cultura y de como componente cultural también cumple
funciones terapéuticas.
En el proceso de asentamiento del pentecostalismo las prácticas extáticas en la
población de la región, con una alta influencia sociocultural del espiritismo en su
variante de cordón, fue convirtiéndolo en un elemento clave de la cultura religiosa local,
entre los sectores más humildes, con alta presencia en las zonas suburbanas. De este
modo, fue estableciéndose una tradición respecto al uso del bautismo del espíritu santo
como parte de la experiencia extática. El pentecostalismo se asienta en esta región en
la década del cincuenta del siglo XX, en un contexto de crisis económica, política y
social14 y crece de manera esencial en las mismas zonas de desarrollo del espiritismo.
Por lo que se está en presencia de una herencia religiosa de tradición estática, cuyo
reflejo en la psicología religiosa (como aspecto emocional de la conciencia religiosa)
favorece y se engarza con la demanda de sentido mágico-religioso que oferta la liturgia
del pentecostalismo.
En el contenido (doctrina) y en las actividades del culto de cualquier nueva formación
religiosa, existen toda una serie de componentes que de forma directa y, en ocasiones
de manera transformadora, son réplicas de los sistemas religiosos anteriores. A estos
componentes no se les puede poner en relación directa con las condiciones sociales
que han dado origen ontológico y gnoseológico a la religión.
El pentecostalismo tomó auge entre la población campesina y sigue siendo esta su
base social esencial, incluyendo las zonas suburbanas donde es predominante la
inmigración del campo y los sectores obreros más humildes. Para esta población, el
sistema extático del pentecostalismo les resultó asimilable con la tradición espirita y
creencias heterodoxas, ya que responden a las mismas funciones práctico-ilusorias,
alienadoras y terapéuticas.
43
Sin embargo, el pentecostalismo ha logrado una base social mucho más estable,
nutrida de sectores sociales heterogéneos, dado en la elaboración sistemática de su
discurso teológico y litúrgico. La liturgia pentecostal, a pesar de su diversidad y de las
variaciones realizadas por líderes de denominaciones autónomas, cuenta con un
complejo cultual estratificado entre los que se encuentran los cultos de oración, los
dedicados a la palabra del Señor, dominicales, especiales por departamentos, de
alabanza y adoración, cultos de bautismo y eucaristía, de sanidad, de acción de
gracias, de reconciliación de conversos y de liberación. Pero todos giran en torno a la
concepción extática.
Uno de los canales más evidentes de adaptabilidad del pentecostalismo al contexto es
su dinámica concepción del espacio cultual, esto, en dependencia de la base social que
compone la congregación, es clave en su concepción de comunidad relacionada a la
“experiencia del bautismo del Espíritu Santo”. Al obtener dicha experiencia, logra cierta
sensación institucional, haciendo ajustable su doctrina a sectores diversos, incluyendo
universitarios e intelectuales.
Así lo demuestran los siguientes fragmentos testimoniales que se obtuvieron al aplicar
entrevistas:
Yo estoy bautizado en agua. Este bautizo no es más que un acto simbólico, una renuncia al pecado, pero no determina nada. El bautismo en el Espíritu Santo es mucho más importante. Ya yo lo recibí. Tú sientes como Dios te está llenando con su espíritu. Este bautizo, a diferencia de la Iglesia Católica no lo reciben los niños, porque no tienen conciencia... El creyente lo busca, y solo lo recibe con la consagración a Dios y este no está obligado a dártelo, depende de su voluntad. Yo lo supe porque la primera vez hablé en lengua y en la segunda me caí. Dios trata contigo si él quiere. (Hombre, 23 años, estudiante universitario. Asamblea de Dios).
Estoy bautizado en agua y el bautizo en el Espíritu Santo lo recibí hace dos años en una campaña que dio el hermano Julio Campo. Esa es una experiencia difícil de explicar. Es un algo que viene sobre ti de momento, que uno lo está esperando, que uno lo anhela y de momento llega y eso es algo maravilloso. Es imposible describirlo con palabras. (Hombre, 42 años, trabajador por cuenta propia. Asamblea de Dios).
Bautizarme con el Espíritu Santo significa mucho para mí y pienso que para todo cristiano verdadero sea lo mismo, bautizarme de esta forma me fortalece espiritualmente, me ayuda a ser mejor persona, a comportarme mejor con las personas que me rodean, a brindar amor a todos, sentirme más capaz de amar a Dios” (Mujer, 51 años, universitaria. Iglesia Liga Evangélica de Cuba).
44
De igual forma, la sanidad divina es uno de los mecanismos más singulares del
pentecostalismo. Independientemente de su justificación teológica, forma parte de una
tradición ontogenética de la religión que relaciona los poderes curativos con entes
sobrenaturales. Junto al éxtasis, el exorcismo y la adivinación, la sanidad divina es una
muestra de lo que persiste en el pentecostalismo de rituales mágico religiosos, que lo
convierten en un sistema que satisface las demandas de sectores humildes o individuos
y grupos de personas, independientemente de su estatus socio – clasistas o nivel
educacional.
La cultura cubana presenta, en su imaginario popular, una muestra amplia de
manifestaciones mágico-religiosas con poderes de curación. Desde las peculiaridades
del catolicismo popular que dominó en la génesis de la cultura autóctona, hasta la
transculturación con complejos religiosos africanos, caribeños y asiáticos.
En Las Tunas predominaron, por razones étnicas y raciales, complejos religiosos como
el catolicismo y el espiritismo de cordón. Este último posee una importancia medular en
torno a las curaciones milagrosas.
La deprimida situación de la salud pública durante la República Neocolonial en la región
y las grandes proporciones de campesinos y emigrantes fueron claves para la
proliferación de estas prácticas mágico-religiosas, ya a través del espiritismo cordonero
o concepciones religiosas heterodoxas y luego pequeñas muestras de sistemas afro-
caribeños.
A este cuadro se le suma, a partir de la década del 50, el pentecostalismo y el Bando
Evangélico de Gedeón, que atrajeron la atención de grandes masas de personas tanto
en zonas rurales como urbanas, con sus campañas de sanidad.
Sin embargo, es preciso aclarar, por su predominio algunas características de la
sanidad divina en el pentecostalismo.
En el contexto institucional, la sanidad se administra dentro de un espacio cultual, a
través de un ministro o persona poseedora de lo que denominan “Dones del espíritu”.
En la mayoría de los casos, la sanidad está estrechamente vinculada a la práctica del
45
exorcismo (o “liberación” en terminología pentecostal). A diferencia del espiritismo, los
individuos son exorcizados de demonios representantes del “mal”. El mecanismo de
exorcismo no difiere, en cuanto al método, de sus homólogos en el espiritismo o
complejos afrocubanos. Se realizan en estado de trance del individuo, bajo las
imposiciones verbales, conjuradas por el “capacitado” por la institución para este tipo de
culto. Solo que en el pentecostalismo se ciñe estrictamente a una invocación cristiana.
Estas invocaciones varían según las denominaciones y concepciones del Ministro o
evangelista que dirija el culto, muchas son creaciones propias transmitidas oralmente.
Por lo general tienen como centro exclamaciones en torno de la “Sangre de Cristo” o
“Te reprendo en el nombre de Jesús” así como alusiones a la derrota de Satanás. Es
importante la constante de palabras como “suéltalo”, o “libéralo” acompañado de frases
en “lenguas”, o sea, el uso de la glosolalia.
En dependencia del tipo de culto, en el mismo se sitúa también un espacio de sanidad,
dentro o fuera del templo, en dependencia de la cantidad de personas. Precedido por
oraciones y cantos, la administración de la sanidad se realiza por varias vías.
Existen diversas variantes a la hora de administrar sanidad, habitualmente se unge de
forma simbólica y se procede a la “imposición de manos” para la curación, donde sí se
logra “el milagro” el creyente pasa al altar, a testimoniar su curación. Este elemento
implica un acto de legitimización del ritual que contribuye al estado de sugestión
colectiva.
El encargado de administrar la sanidad solicita la oración personal con unauto
imposición de manos. En las grandes campañas de sanidad desarrolladas en la
localidad, por predicadores como Orson Vilas o Luis Campos, se han reunido más de
1000 personas, produciendo variadas manifestaciones de “curas milagrosas”.
A pesar de los grandes esfuerzos del Estado revolucionario y los logros palpables en el
campo de la salud y de los profundos procesos de desacralización de la vida cotidiana
que implica nuestro sistema educacional e instituciones culturales, las prácticas mágico
religiosas prevalecen en el imaginario popular de la región de estudio, las que
estimuladas por la crisis económica de los noventa, el pentecostalismo volvió a ser una
46
opción alternativa a las curaciones de enfermedades que la ciencia o el sistema de
salud no podían enfrentar.
Durante el proceso investigativo, además de las entrevistas a pastores de
denominaciones pentecostales, se tuvo en cuenta una encuesta aplicada a una muestra
de 100 feligreses en algunas misiones de estas denominaciones, donde se pudo
constatar que estos reconocen a la sanidad divina como parte de la cultura pentecostal
y la ideología pentecostal, la misma reveló que el 60% de los feligreses encuestados
consideran a esta como alternativa objetiva ante la imposibilidad de las ciencias
médicas de dar solución a ciertos casos; un 32% de los encuestados la considera una
opción secundaria, solo viable en casos extremos y el resto de los encuestados, un 8%,
asume la sanidad como única vía de curación.
Por su parte, el grupo de pastores y evangelistas entrevistados consideran que la
relación de personas que acuden a los cultos pentecostales de sanidad está en
dependencia al origen de las enfermedades. Así mismo, consideran que la causa más
recurrente entre las enfermedades tratadas es considerada producto del “pecado”, por
desobediencia normativa y castigo divino; principalmente entre los adolescente y
jóvenes, en su mayoría del sexo masculino, los cuales coinciden con ser los que más
“recaída de la gracia” presentaban.
El segundo grupo estuvo constituido por las enfermedades causadas por el mismo
hombre a través de “trabajos de brujería” o “daños” que tenían en su mayoría por
objetivo, venganzas de viejas rencillas. Estas eran predominantes en mujeres, con un
rango de edades bastante heterogéneo.
Otro factor esencial fueron las enfermedades como “mecanismos divinos de
conversión”. Individuos afectados por padecimientos extremos con grave peligro para la
vida o que salieron ilesos de accidentes laborales, de tránsito o domésticos. Y en menor
escala se encuentran las enfermedades por causas naturales como la vejez, o por
causas espirituales.
En el estudio realizado por Enrique Lalana (2007), se analiza esta problemática de la
incidencia de la sanidad divina en la proyección pentecostal dentro de la comunidad. En
su investigación se devela un alto porcentaje de miembros que afirman que
47
anteriormente a su acercamiento a estas denominaciones han acudido a otras formas
de curación milagrosa, lo que es muestra del carácter difuso de la religiosidad popular,
que canaliza sus creencias en ámbitos diversos de los sistemas religiosos existentes en
su contexto.
La sanidad divina dentro del pentecostalismo y otras denominaciones como
gedeonistas, es un mecanismo que se engarza con el complejo entramado de
tradiciones religiosas de la región. Su predominio en zonas rurales intrincadas de la
provincia y en barrios suburbanos, la dotan de una base social susceptible a estas
manifestaciones mágico-religiosas.
2.2 Cambios y tendencias en la estructura organizativa, funcional y proyección
cultural del pentecostalismo en Las Tunas en el período de 1994 a 2015.
Entre las normas organizativas funcionales que se generan dentro de la institución
religiosa se regulan las características de las relaciones entre los creyentes. Esto quiere
decir que la institución religiosa constituye un espacio dinámico de relaciones sociales,
que tienen en común la ideología religiosa. Son, en última instancia, relaciones sociales
religiosas. Se antepone el término social para no estrechar la relación religiosa a
interacciones ilusorio prácticas con lo sobrenatural, sino a las relaciones entre sujetos,
que se establecen dentro de la institución, pero fuera del espacio cultual.
Las normas religiosas no solo regulan el espacio cultual, sino que mediatizan la vida
social del individuo. La institución regula la imagen de la realidad que portan o actúan
los sujetos sociales (la institución como saber/deber). Teniendo en cuenta que la
conciencia religiosa es una manifestación de la conciencia social, y no ella en sí misma,
las instituciones religiosas socializan al sujeto de forma voluntaria y alternativa con el
resto de las organizaciones de la superestructura sociocultural.
El tema de la socialización de los individuos es tan multicondicionado que resulta
imposible abordarlo desde una rama particular del saber social. Algunas tendencias
epistémicas, de articulación sociológica o psicológica, han hecho de este término el
centro nuclear de sus indagaciones.
Sin embargo, este adquiere una connotación transdisciplinaria a partir de los diversos
abordajes que se realizan en la actualidad, cuando los fenómenos sociales generados
48
por las crisis afectan a sectores y grupos, que presentan un agudo desfase de las
relaciones sociales, dando origen a sociopatías propias como el alcoholismo, la
drogadicción, la prostitución, la violencia social y doméstica y otros.
La sociedad cubana no está ajena a dicho proceso. No se ha establecido un debate que
determine epistémica o metodológicamente los recursos conceptuales de la
socialización desde un ámbito transdisciplinario, no obstante puede considerarse que
en muchos casos, pesan herencias ideológicas dogmáticas que consideran el
tratamiento alternativo como una crítica contestataria al sistema social cubano.
La crisis económica, su impacto social y las medidas tomadas para enfrentarla
generaron conflictos y fenómenos emergentes para los cuales no estaba diseñado esta
concepción de lo social. La aparición de la drogadicción y otros males en dicho
contexto, obliga a buscar recursos de estudio e intervención social más efectivos en sus
resultados.
Las causas visibles de estos fenómenos sociopáticos se encuentran en una serie de
resultantes de la crisis económica y en el desmoronamiento de una escala de valores
legitimados en etapas precedentes. El Estado ha llevado a cabo, a partir de la gradual
recuperación, políticas encaminadas en la búsqueda de mecanismos de activación de
la vida comunitaria a través de proyectos, espacios institucionales como trabajadores
sociales o centros de atención especializada. Todo amparado en una extraordinaria
concepción de la seguridad social.
Sin embargo, es innegable que la sociedad posee estructuralmente alternativas de
socialización que se construyen en una dinámica de la vida cotidiana, al margen de las
organizaciones, como mecanismos de supervivencia. Las instituciones religiosas
funcionan también como mecanismo alternativos de socialización.
Esa parte de la base social de las denominaciones protestantes, que algunos
estudiosos llaman “sociales” está dada por un aumento del reconocimiento popular del
papel de las iglesias a nivel nacional y de las comunidades locales.
Teniendo como referente categorial los estudios sobre socialización realizados por
Peter Berger y Thomas Luckman, se analizará cómo se comporta este factor en el
objeto de estudio. El acto de socialización a través de la institución religiosa es, por lo
49
general, inconsciente, pues el motivo per se no es la funcionabilidad de ella como
institución reorientadora, sino la fe en lo sobrenatural. La religión mediatiza con fuerzas
sociales impersonales al individuo.
Dentro de la membresía de las denominaciones estudiadas se encuentran tres espacios
claves:
� Los miembros que pertenecían a alguna denominación antes de la crisis.
� Los que retornan, luego de un distanciamiento, por varios motivos.
� Lo nuevos conversos.
Estos últimos, con una composición etárea y heterogénea, con una tendencia al grupo
de edades menores de 55 años. Para estos grupos, en su mayoría, la institución
religiosa constituye un espacio alternativo de resocialización. Alternativo porque no es
absoluto, al ser seres sociales interactuantes en un complejo entramado social, y de
resocialización (por lo general se utilizan los términos de socialización primaria y
secundaria) porque al convertirse, el individuo no opera una socialización secundaria
que superpone o de continuidad a su proceso natural de relaciones sociales, sino que
reestructura, modifica en muchos aspectos su conciencia social.
El individuo se ve obligado a cuestionar su pasado, desde una reinterpretación que gira
en torno a lo sobrenatural, por tanto asume un nuevo complejo de actitudes y valores
que trastocan su identidad como sujeto social en varias magnitudes.
La interrelación individuo–institución religiosa se configura por varias direcciones:
� La institución propone una vivencia (liturgia) y un complejo normativo que
satisface y encauza el sentido gregario, sensible de ser modificado a demanda
de sus actores.
� La institución ofrece un sistema de creencias y normas que operan como
reguladoras en la vida del individuo, resultante terapéutica ante sociopatías como
el alcoholismo, la drogadicción, la prostitución y la violencia.
Como se ha señalado (ver en esta tesis los análisis sobre estructuras organizacionales
del protestantismo en Las Tunas) una de las características básicas del protestantismo
50
en la provincia es poseer instituciones de baja envergadura estructural, autónomas en
su mayoría, que implican una alta adaptabilidad en sus sistemas litúrgicos y doctrinales.
La liturgia entendida en su acepción más original como servicio, trabajo, ofrecimiento de
la comunidad religiosa a lo sobrenatural, ha sido reflejo de las concepciones y discursos
teológicos de las instituciones. Las denominaciones más conservadoras
estructuralmente presentan limitaciones en su adaptabilidad al contexto.
En el análisis profundo que se realizó sobre la herencia misionera en Cuba, ponencias
compiladas por Rafael Cepeda (1986), se reveló el dogmatismo heredado en las
concepciones litúrgicas al no ser asumidas como celebración, sino como divorcio entre
el sentir y la ceremonia. En el discurso teológico tradicional del protestantismo, se
asume la experiencia de los discípulos, el tiempo entre la cruz y la resurrección,
sobrecogidos por el temor, donde no se logra la celebración festiva de la paz, mientras
que en la tradición pentecostal y renovada se reproduce la experiencia del Pentecostés,
en el sentido de adoración festiva y alegre. De igual modo, la conservación estática del
espacio cultual., acompañada por una himnología y música descontextualizada.
Sin embargo, las denominaciones que predominan en la región presentan una profunda
renovación litúrgica. El culto es más avivador, cuyo orden está sujeto a variaciones
circunstanciales, con el acompañamiento musical de instrumentos como guitarras
(electroacústicas y tradicionales), instrumentos de percusión y la elaboración de cantos
con ritmos y letras de la música tradicional cubana o el pop internacional.
Además de las composiciones tradicionales creadas en Cuba por Louis Kroheler, José
Luis Casal, Pedro Triana y Clara Luz Ajo, José Aurelio Paz y otros, entre la juventud de
denominaciones autónomas es frecuente la reproducción de cantos e himnos que se
producen en América Latina con ritmos pop y baladas que se escuchan a través de
emisoras evangélicas de la región. Esto atrae a buena parte de la juventud, que no solo
satisface sus demandas religiosas, sino que encuentra un espacio de relaciones que va
más allá de lo propiamente religioso. Este factor resulta esencial en las zonas urbanas
dentro de la población comprendida entre los grupos de edades de 15 - 35 años.
De modo que la liturgia, carismática, pentecostal o tradicional, busca cumplir la función
original y los que diseñan y organizan institucionalmente la ceremonia, logran
51
adaptaciones a los intereses de varios sectores sociales. Esto resulta muy importante
en denominaciones pentecostales o carismáticas.
El culto pentecostal puede resultar muy atrayente, pues al individuo le es factible
encontrar en el marco de su actividad, poco rígida, un espacio de expresión, pero a la
vez experimentan una sensación de alegría y autorrealización, que a veces se dificulta
en el ámbito familiar y social, de ahí que al ser acogidos favorablemente en estas
denominaciones, se quedan porque perciben que pueden realizar catarsis y responder
a algunas de las necesidades de carácter subjetivo que tienen, dándole un nuevo
sentido a sus vidas.
El otro aspecto está más relacionado con la interacción individuo-norma religiosa dentro
de la institución. Una de las funciones de la religión está en su capacidad reguladora del
ser social, resulta significativo hacer referencia a que también una de las funciones de
la cultura que es precisamente la reguladora.
Uno de los factores claves que generó la crisis económica del noventa en Cuba, a nivel
de conciencia masiva, fue la frustración de muchos proyectos de vida y sociales que se
vieron obligados a ser reinterpretados ante un futuro incierto. En muchos sectores
sociales provocó anomalías, como sensación de baja autorrealización y bajo
reconocimiento social al transformarse la pirámide social.
La depresión de los mecanismos institucionales que funcionan como espacio de
socialización extralaboral fue y siguen siendo claves para que las instituciones
religiosas, entre otras, cubran una necesidad como esta.
En las encuestas realizadas a la la muestra de 150 miembros de estas
denominaciones, un alto por ciento de sus feligreses (78%) considera que su iglesia es
también un centro que le permite un cambio social y actividad fuera de lo cotidiano,
donde desempeñan otras funciones.
Dentro de la denominación, independientemente del espacio cultual, que delimita la
relación entre tiempo sagrado y tiempo profano, coexisten espacios de vida social que
implican una ruptura con el tiempo ordinario y las regularidades de la vida cotidiana. Se
crean vínculos festivos, relaciones fraternas, igualitarias y funcionales con grupos de
personas coincidentes en edades, intereses profesionales y de otro tipo. Ejemplo de
52
ello son las subdivisiones departamentales de las denominaciones, según grupo de
edades o funciones y actividades de recreación como Campamentos de Verano,
lugares de descanso y otros.
Son, ante todo, espacios fraternales voluntarios, donde prevalecen las relaciones
naturales (yo – tú en igualdad ante el “creador” y “superior” que es sobrenatural) y ante
las estructuras sociales cotidianas regidas por relaciones de estatus. Según testimonios
ofrecidos, a través de relatos de vidas se puede constatar lo antes planteado:
Desde el momento que decidí entregar mi vida a Dios he cambiado, pero al entrar a la iglesia cambié mucho más. En ella tú adquieres normas, patrones de conducta, relaciones con personas de bien... he cambiado mi forma de hablar, de vestir, pero eso es secundario, para mí lo mejor fue llegar a ser como Dios. (Hombre, 23 años. Universitario. Iglesia Asamblea de Dios)
Desde mi entrada a la iglesia he cambiado mucho, totalmente. Yo soy otra persona. Hay muchas cosas que antes para mí eran normal y ahora no lo son. (Hombre, 42 años. Carpintero. Iglesia Liga Evangélica de Cuba)
Otro factor esencial está en la resocialización extrema de individuos sociopáticos. En
ellos se produce una transformación radical, vale decir, aquella en la cual el individuo
“permuta los mundos”. Esto parte de la existencia de una concepción ideológica de los
cristianos que resulta interesante en la que dividen la existencia humana en una
confrontación entre dos mundos: “el reino de dios y el reino de este mundo”. Para estos,
los problemas diarios de la vida los responden a través de la vía espiritual en
contraposición a soluciones prácticas.
La institución religiosa implica un complejo normativo, que el individuo asume en
relación a su cosmovisión (de forma voluntaria, o presionado por la colectividad) y en
relación a su estatus socioclasista y cultural. Sin embargo, cuando un individuo
sociopático se convierte a un sistema religioso, se establece una interrelación
normativa, ya que la institución religiosa comienza a regular la percepción de la realidad
que posee ese sujeto, que se transforman en un referente para él y pasa a definir los
lugares y sentidos de su relación sociocultural e individual.
De ahí que las normas religiosas surjan sobre la base de los símbolos religiosos que a
la vez contribuyen a fortalecer esas ideas en la conciencia de los miembros de estas
denominaciones. Los sentimientos religiosos están íntimamente relacionados con los
símbolos y normas religiosas. Estas últimas, al influir sobre las relaciones sociales, les
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atribuyen un carácter específico, llegan a ser la base del surgimiento de las relaciones
religiosas.
Si bien resulta positiva la resocialización de individuos, que al asumir un complejo
normativo religioso regulan y compensan su conciencia ética abandonando estas
anomalías, también es válido señalar que comienzan a construirse una escala de
valores enajenados, en su mayoría, no comprometidos socialmente, al considerar al
medio como pecaminoso y eliminando, en otros, sus referentes de pertenencia.
Por las características de las estrategias proselitistas de muchas denominaciones
escatológicas, son estas las que más inciden sobre este factor, por su acción en
momentos extremos para el sujeto (visita a hospitales, centros de recuperación,
cárceles o situaciones personales). Este fenómeno plantea un desafío a las
instituciones sociales de nuestro país que deben buscar mecanismos y espacios de
interacción social más objetivos, que permitan al sujeto incorporarse a la sociedad de
forma integral.
Para poder comprender la estructura organizacional y funcional del pentecostalismo
resulta necesario adentrarse en los procesos socioculturales que se desarrollan dentro
de las instituciones religiosas de las diferentes denominaciones pentecostales. Por lo
cual se verá cómo se comporta el ceremonial cúltico para poder comprender estas
tendencias.
Para los pentecostales, el culto constituye la expresión ritual que congrega
periódicamente a los miembros de estas denominaciones evangélicas para venerar a
Dios y recibir la bendición del Espíritu Santo. Compone un espacio tanto de plegaria,
alabanza y adoctrinamiento como lugar de intercambio cultural que, además, ofrece
como contrapartida, la acción del “poder de Dios” en la vida de los hombres. Si la
unidad de sentido del texto es la adoración, la administración espiritual es su unidad de
propósito.
En los casos de estudio, su frecuencia oscila entre dos y cuatro servicios religiosos a la
semana, siendo el más importante y concurrido el del domingo, que de acuerdo a la
liturgia, es el día que se debe reservar para adorar a Dios, aun cuando existen
diferencias a la forma en que guardan el sábado otras denominaciones protestantes y el
54
judaísmo. Este culto dominical suele ser más extenso, superando las dos horas de
duración, en contraste con la hora y media del resto de las reuniones.
El modelo cúltico se presenta sin alteraciones los diversos días de la semana. Aun
cuando se dedica un día a la realización de “cultos de oración”, otro para los de
“evangelismo” y los domingos para la “escuela dominical”, mientras que el momento de
“alabanza y adoración” se desarrolla en todos sin ninguna divergencia. La diferencia
entre éstos estriba en la prioridad y relieve que adquieren distintos aspectos que son
comunes al culto: las plegarias, la prédica y las honras a Dios.
Respecto al orden litúrgico en todos los casos de estudio se encuentran los mismos
componentes: la invocación divina, plegarias y alabanzas, oración pública, lectura y
reflexión de la Biblia, la unción a los enfermos y necesitados, y el momento testimonial
por parte de los creyentes. El culto, además, es lugar de expresión de los dones
espirituales, como se denominan las capacidades sobrenaturales distribuidas por Dios
entre los fieles, y que denotan el poder divino.
En ellos se revela el “bautismo del Espíritu Santo”, como se le dice a la experiencia de
contacto directo de los feligreses con Dios, lo constituye el sello de la identidad
pentecostal. Entre sus manifestaciones frecuentes se cuentan el don de profecía, el don
de discernimiento, el don de lenguas, consistente en el hablar idiomas ignotos en los
que se cifran mensajes divinos, muy utilizado durante el proceso cúltico, el don de
música, el don de danzas, el don de evangelismo o “administrar la palabra” y el don de
sanidad a través del que se produce la obra de curación del Espíritu Santo.
La aparición de estos dones, exceptuando el de sanidad, no se encuentra predefinida
en la estructura ritual. Emergen como producto de un impulso expresivo de los
participantes y se consideran signos del avivamiento del Espíritu Santo como muestra
de la presencia de Dios en el seno de la congregación. Cabe destacar que las iglesias
pentecostales otorgan un importante margen de libertad a los fieles para la
exteriorización de la experiencia religiosa, por lo que los aspectos del proceso cúltico se
pueden presentar con diverso orden, particular énfasis y desigual recurrencia. No
obstante, sus particularidades formales se muestran como un sistema de
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transformaciones y variantes en torno a las constantes textuales de un patrón ritual
común.
En entrevista a Argibaldo Acebo15, se pudo constatar que la música como centro de la
labor cúltica ocupa un lugar primordial, teniendo en cuenta que esta engloba un número
significativo de estilosmusicales. Aún cuando esta no solo es usada durante la
ceremonia, sino que forma parte importante dentro de la vida cotidiana de los
pentecostales:
A lo largo de los años, la música cristiana ha trascendido notablemente. En las últimas décadas se ha notado un gran aumento en la cantidad de música cristiana producida en iglesias evangélicas y otras ramas protestantes o no denominacionales. Han surgido muchos cantautores que ahora tienen fama internacional, tanto en el mundo anglosajón como el latinoamericano.
A partir de la década de los 90 del pasado siglo, la aparición de denominaciones neo
pentecostales en el panorama religioso cubano permitió un auge de la música cristiana
en el contexto nacional.
A través de los años, la música cristiana ha ido evolucionando. Durante el proceso de la reforma protestante, la música cristiana en diversos círculos se caracterizó por ser simplemente instrumental. Durante el período Barroco en Europa, el preludio coral para el órgano fue ampliamente utilizado, lo que se reflejó en piezas himnos populares y composiciones de música clásica. Algunos de los exponentes más destacados de este tipo de música en la actualidad incluyen a Jesús Adrián Romero, Marcos Witt, Alex Campos, Marcela Gándara, Lilly Goodman, Jaime Murrell, Danilo Montero y Marco Barrientos. (Entrevista a Argibaldo Acebo)
En los inicios del pentecostalismo en Cuba, este sintió la influencia de los himnos
clásicos del protestantismo, específicamente de los himnarios adventista y bautista,
denominaciones que en las primeras décadas del pasado siglo XX contaban con una
fuerte presencia en el territorio de la entonces Victoria de las Tunas.
El culto pentecostal da inicio con un proceso de comunicación ritual, preparada de
antemano por la congregación en el templo o casa de culto, acción esta que asume un
sentido trascendente a la vez que sociocultural. La estructura del servicio se encuentra
diseñada en torno a una temática determinada, en tanto busca la interacción de los
creyentes con Dios a través de la intercesión del evangelista o pastor que dirige la
liturgia.
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Los cultos convocan a un auditorio heterogéneo, que incluye desde individuos
dedicados a la labor ministerial como pastores y evangelistas, hasta miembros de la
comunidad que rodea los templos y casas de culto que pueden ser invitados a los
diferentes cultos o curiosos que se sienten atraídos por la música o la algarabía que de
manera habitual emana de los espacios institucionales pentecostales, de ahí que los
usos del ritual son proporcionalmente diversos. Lo que ilustra la potencial amplitud en
las modalidades de apropiación de la acción ritual dentro de las comunidades.
El carácter público de la liturgia pentecostal hace de ésta un espacio múltiple. El grueso
de la asistencia lo conforman los integrantes de la congregación ya. La feligresía
también se compone de personas que asisten con cierta regularidad, pero aún no han
tomado la decisión de bautizarse y/o se encuentran en preparación para ello. Sin
embargo, las puertas del templo también se encuentran abiertas para recibir a
individuos “temerosos de Dios”, pero con una profesión de fe difusa e irregular, así
como “personas del mundo”, seres que habitualmente llegan afligidos por situaciones
de crisis.
El culto es un ejercicio colectivo de expresión de la fe, donde la creencia de cada cual
se ve reafirmada y estimulada por el ejemplo y testimonio de los otros. Los asistentes
despliegan en conjunto y de manera coordinada una fuerte actividad simbólica dirigida a
Dios. Esta acción se extiende en dos coordenadas. En el plano horizontal, como un
ejercicio de enunciación colectiva. En el plano vertical, como un proceso de interacción
entre los hombres y Dios a través de flujos simbólicos con un supuesto carácter
comunicacional, que muestran la correspondencia de los creyentes con Dios mediante
sus alabanzas y oraciones de parte del hombre y el mensaje de la Biblia y las
manifestaciones del Espíritu Santo de parte de Dios.
El desempeño sobrenatural se confirma en el testimonio de milagros y exhibición de
dones por parte de los miembros de la congregación, de ahí que el accionar de esta
entidad sobrenatural se encuentra ritualmente institucionalizado en la “unción del
Espíritu Santo”, que se realiza por medio de la imposición de manos.
La importancia de la dimensión sociocultural del rito se refleja de forma transversal de la
acción de alguno de los miembros del culto a través de las manifestaciones del poder
57
de Dios que se derrama sobre la congregación. Éste hace participar a terceros en las
profecías y sanidades que descienden sobre los participantes. Dos momentos claves en
el proceso cúltico son la “administración de la palabra”, cuando Dios habla a los
presentes por intermedio del mensaje bíblico y la alocución de los predicadores; y la
“administración espiritual”, en la que Dios actúa sobre la vida de los necesitados, a
través de la unción de pastores y evangelistas, provistos de dones de sanidad y
liberación.
La oración inaugural expone algunos de los actos de habla característicos del discurso
litúrgico pentecostal: la adoración, la gratitud, la petición de perdón, la solicitud de
bendiciones. Las plegarias suelen empezar con el engrandecimiento del nombre y la
obra de Dios, en señal de veneración. Los fieles exaltan los atributos divinos, ratificando
los supuestos en los que descansa la fe. Las loas son, por lo mismo, un elemento
constante en las oraciones. A través de ellas se expresan y reafirman las
representaciones de la deidad: “Altísimo Dios, rey de gloria, rey del cielo, de la tierra y
de todo lo que nuestros ojos ven.
En el proceso litúrgico otro espacio importante para la proyección cultural es el de las
alabanzas. El uso de sistemas musicales con tendencia a lo popular tradicional con
intención hacia el canto congregacional es un elemento presente en las diversas fases
del culto y ocupa un lugar destacado particularmente en la primera mitad del servicio,
que se extiende hasta el momento de la administración de la palabra.
Este momento define no solo los estilos expresivos de las congregaciones, sino la
propia acción ritual predominante durante esta parte de la ceremonia de estas
denominaciones. Los géneros empleados varios, siempre en correlación con los gustos
estéticos de las congregaciones. De igual forma se utilizan cánticos e himnos de la
liturgia tradicional norteamericana. Aunque se tiende a “cubanizar” con la utilización de
ritmos populares nacionales o cercanos al pop y al pop rock.
También se suelen cantar coros en sucesión, formando cadenas musicales que sirven
de enlace entre un himno y otro con el fin de lograr el momento extático que lleva a la
congragación a la comunión con Dios. De igual forma, las iglesias pentecostales
disponen de un amplio y variado repertorio temático, en el que se manifiestan sus
58
diferentes componentes doctrinarios en las que sus contenidos y funciones sirven con
el propósito de difundir el mensaje cristiano así como los “himnos de exhortación”, que
interpelan a los pecadores para que modifiquen su estilo de vida. También, los “himnos
de llamado”, que invitan a los no creyentes a seguir los caminos de Dios. Éstos resultan
especialmente apropiados para las campañas evangelizadoras.
Algo que se debe tener en cuenta es que el uso de música en las iglesias, la que por razones obvias y según las clasifica la musicología: música religiosa y música profana, toda debe ser religiosa. Esta debe ser escogida teniendo en cuenta el uso que se le debe dar y en dependencia del culto que se va a realizar puesto que esta debe enfatizar en su efectividad en uno de los tres aspectos que según la teología componen el hombre: el espíritu; el alma, como aspecto mental utilizando la terminología bíblica y la parte somática, o sea el cuerpo. (Entrevista a Argibaldo Acebo)
A pesar de que en el culto, los cánticos tienen como público preponderante a los
propios fieles se suele utilizar himnos de os antes mencionados en caso de la presencia
de posibles adeptos.
La prédica es para los pentecostales la manifestación de la voluntad divina, encarnada
en los conocimientos y vivencias de quien la administre, acompañada por la
manifestación del don de lenguas. La misma tiene un lugar central en el culto, tanto
desde el punto de vista organizacional de la liturgia como el sentido que se le otorga. La
entrega del mensaje marca estructuralmente al oficio religioso, definiendo un antes y un
después. Según las creencias pentecostales, a través de la prédica, Dios habla a los
hombres, haya sido expresamente preparada por la persona a quien se le ha asignado
la responsabilidad, o se realice de forma improvisada, se considera inspirada por Dios.
El mismo parte de la lectura de un versículo bíblico y una disertación en torno al tema,
siempre acompañado de una oración para lograr el discernimiento de Dios a partir del
carácter doctrinal o testimonial del mensaje.
En las denominaciones objetos de estudio, predominan las alocuciones dirigidas a la
vida de los oyentes y validadas desde la experiencia de los interlocutores, enseñanzas
sobre la necesidad de “dar testimonio” del accionar del cristiano en la vida social como
evidencia de su cambio y renuncia a la vida mundana. Se debe tener en cuenta que la
intensidad o calidad de la prédica está dado en la calidad del predicador, de sin
59
personas que han recibido o no estudios religiosos, que generalmente son informales y
el nivel de escolaridad formal.
Para los pentecostales, el mensaje divino no se encuentra, por lo tanto, sólo en la letra
impresa de la Biblia, sino en el discurso que Dios es capaz de poner en la voz del
predicador.
Otro aspecto que se tuvo en cuenta en la observación fue el uso de símbolos en la
liturgia y el proceso de socialización de los pentecostales. Los símbolos son elementos
programadores de la conducta, pero en contraste con éste, son exteriores al hombre, se
sitúan en el espacio público, son intersubjetivos y a la vez representativos del universo
simbólico de una determinada comunidad.
Para los pentecostales la Biblia es un objeto simbólico protagónico tanto en la liturgia
como en la vida cotidiana fuera del espacio socializador que es el templo o casa de
culto. Los evangélicos son considerados la encarnación de la palabra de Dios y fuente
de la verdad revelada. La califican como “pan de vida”, puesto que consideran que les
provee un “alimento espiritual”. También la llaman “la espada de Dios”, en tanto la
emplean como instrumento en lo que denominan “luchas espirituales contra las fuerzas
del mal”.
Todos los miembros de la congregación acuden al culto con la suya y en el momento
del sermón abren sus páginas en el capítulo señalado y siguen personalmente la
lectura, que el predicador enuncia en voz alta. Mientras ésta se realiza, la congregación
permanece de pie, para dar solemnidad al acto.
De igual forma, la sanidad divina como “Experiencia espiritual” es una de las prácticas
que más ha influido en el aumento de creyentes pentecostales, debido al argumento
que se trasmite desde un discurso receptivo a las demandas que se generan desde
este escenario con un regulado impacto social, lleno de símbolos religiosos que se
cristalizan en las oraciones y los cultos donde el formato está centrado en los
testimonios de sanidad como uno de los ejes articuladores centrales de la conversión,
que permite, además, construir un escenario simbólico-religioso en donde se desarrolla
la cotidianidad, logrando encontrar respuestas y soluciones a los problemas que se
generan como es el caso de las enfermedades.
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La observación nos permitió constatar que el momento dentro de la liturgia pentecostal
donde se desarrolla el proceso de sanación es una escenificación en la que se articula
a todos los actores que se vinculan en este proceso: el pastor o evangelista al frente de
ese momento litúrgico y los feligreses o personas que están buscando esa sanidad. Es
un instante creando representaciones que facilitan la comprensión de la enfermedad
como una adversidad espiritual que a la vez influye en lo sociocultural, convirtiendo el
espacio de sanación como un escenario donde existen varios actores en que cada uno
cumple un rol específico.
Hacemos esta alusión para expresar la imagen que da la teatralidad que se utiliza en
los actos de sanidad divina en las denominaciones pentecostales, acciones estas que
implican una serie de relaciones sociales mediadas por imágenes simbólicas.
Algo realmente interesante dentro del pentecostalismo en Las Tunas es la diversidad y
la libertad expresada en su liturgia. A diferencia del resto de las denominaciones que
forman el espectro religioso protestante del municipio, en esta, el culto no presenta un
orden lógico en cuanto a dirección. Por ejemplo, normalmente en la liturgia protestante
es usual que una persona, o sea el pastor, dirija cada uno de los pasos a dar durante el
culto.
Además, existe una diferenciación genérica, por así decirlo, en cuanto al tipo de culto.
Sin embargo, mantienen similitud en cuanto al uso de oraciones, cánticos, alabanzas y
sermones por parte del evangelista; lo interesante es que no cada uno de esos
momentos, incluidos los de oración, sanidad o cualquier otro, generalmente es llevado a
cabo por la totalidad de la membresía, en grupos aparte, según sea el caso.
Generalmente, todo el proceso cúltico pentecostal se puede considerar aleatorio de
estados psicológicos, que llevan a la membresía a alcanzar un estado de éxtasis,
llamado por ellos “Bautismo del Espíritu Santo”, que es donde usualmente inicia el
proceso de la Sanidad Divina a través de la imposición de manos de la persona, que
hará la sanidad acompañado por las oraciones, cánticos y alabanzas de las personas
presentes en el culto.
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Las prácticas de Sanidad Divina en el fenómeno religioso pentecostal en el municipio
de Las Tunas es un hecho incuestionable. Según el pastor Marcos Gutiérrez de la
denominación Liga Evangélica:
La sanidad es parte medular tanto del culto como de la práctica diaria de nuestro movimiento pentecostal. No se puede olvidar que, bíblicamente hablando, el pentecostalismo viene del día del Pentecostés, donde los apóstoles y un grupo de creyentes en Cristo reciben el Bautismo del Espíritu Santo y con él, todos los dones que éste brinda a los cristianos.(Entrevista )
Algo trascendental en todas las prácticas de sanidad en el mundo es la presencia de
una persona que sea, por decirlo de una forma, el ejecutor de la obra de Dios, o sea, el
que realiza la curación. En el territorio tunero de los últimos 20 años han existido
evangelistas de dentro y fuera de la comunidad que se han encargado de esta labor.
Algunos practicándola en cultos o campañas de sanidad y otros más discretamente a
través de oraciones, imposiciones de manos, No se puede decir que estas personas
tengan determinadas características, sólo que supuestamente están llenas del Espíritu
Santo de Dios y poseen el Don de Sanidad. Por otra parte el nivel cultural y educativo
este puede variar, desde un universitario hasta un iletrado.
De igual forma en el resto del mundo pentecostal existen y existieron personajes con
ese Don como por ejemplo John Alexander Dowie, conocido como el padre del
avivamiento de sanidad en América; William Seymour, Frank Sandford, entre otros, que
son imprescindibles a la hora de hablar de la sanidad en el movimiento pentecostal e
incluso a la hora de hablar del surgimiento del mismo.
También podemos hablar de aquellos que sembraron en el pueblo tunero el fruto de la
sanidad como por ejemplo Richard Jeffery, primer evangelista pentecostal que predicó
en Las Tunas y realizó a la vez actos de sanidad divina; Domingo Saavedra, pastor de
la Asamblea de Dios; Mario Jorge Travieso, fundador de la Liga Evangélica de Cuba en
Las Tunas y actual pastor de la denominación Camino de Restauración; y por último
Frank Fernandini, este evangelista era muy seguido y estaba considerado uno de los
principales evangelistas del país en los la década de los 90, pero en la actualidad está
apartado de las congregaciones.
En el plano de las enfermedades, se debe decir que las más abundantes, o mejor
dicho, las que son presentadas con más frecuencia en los cultos de sanidad, son
62
aquellas enfermedades físico-motoras como son la artritis, la artrosis, las enfermedades
oncológicas, principalmente en mujeres, y existen los casos, que, según el pastor Mario
Jorge Travieso, son más vistos por su carácter mental, las psicológicas y psiquiátricas,
que son consideradas por la mayoría de los pastores entrevistados como posesiones
demoníacas.
En entrevista con el pastor Mario Jorge Travieso, de la denominación Camino de
Restauración y fundador en Las Tunas de la Liga Evangélica, éste afirmaba que:
El 85% de las enfermedades, que se pueden ver o que son presentadas ante Dios para ser sanadas, son de índole espiritual, mientras que un 15% son de tipo físico. La cuestión o el hecho de que vivamos muy cerca de los tiempos de los días del juicio nos da a ver el nivel de degradación moral del hombre. ()
Además expresó que el ciento por ciento de los actos de Sanidad Divina se deben a lo
que la mayoría de los cristianos, en especial los pentecostales, llaman “soberanía de
Dios”, que no es sólo un acto en sí, sino que es un hecho representativo del poder de
Dios. Esto se ve de la siguiente forma; Dios tiene el poder de sanar a las personas,
pero no todas son sanadas.
Generalmente existe la creencia de que si el creyente tiene fe, que no es más que la
seguridad de ser sanados sin dilación, es sanada, pero ahí es donde aparece la
“soberanía de Dios”.
Según Yusniel Santana, pastor de la Liga Evangélica de Cuba:
Hay algo que es fundamental para que exista la sanidad y es la Fe; pero existen los casos de que una persona tenga Fe, más la persona o el evangelista o pastor que va pedir por su sanidad no tenga igual Fe, puede ser sanado, pero existe otro caso, el que prevalezca la Fe en ambas partes y no se realiza la sanidad, eso sucede por la soberanía de Dios o porque no era el momento para que esa persona recibiera la sanidad y esto ocurre debido al plan maestro de Dios con cada uno de nosotros.
He aquí un aspecto dentro del pentecostalismo que caracteriza a la región tunera: la
Sanidad. En el territorio del municipio, los pentecostales reconocen que existe un gran
espectro de enfermedades que son presentadas en las iglesias para recibir solución.
Desde principios de la década de los años 90, con el reavivamiento religioso operado
en el país, han acaecido un gran número de sanidades en las diferentes entidades
religiosas, principalmente las pentecostales.
63
Al asentarse las diferentes denominaciones pentecostales en la localidad aparecieron
también evangelistas con campañas de sanidad a las que asistían cientos e incluso
miles de personas entre las que recibían un gran por ciento soluciones a sus
problemas, no sólo físicos, sino mentales o más bien espirituales.
Respecto a esto Mario Jorge Travieso dice que: “Existen dos tipos de sanidades, una la
sanidad física, que es la que más se ve por estar relacionada con el cuerpo de la
persona que recibe la sanidad y la otra, talvez la más importante, la sanidad interior,
que es la relacionada con los problemas psíquicos y espirituales de las personas”.
En esta misma conversación, Mayín, que es como comúnmente se le conoce a este
pastor, expresaba que el crecimiento de las membresías eclesiásticas pentecostales en
el territorio tunero, y en Cuba, se debía a que las necesidades espirituales de esas
personas no son resueltas:“Entonces buscan de Dios para así lograr una paz que
solamente es encontrada después de conocer a Cristo. Dentro de esas necesidades
están el número de enfermedades que son declaradas incurables por la ciencia humana
y sólo Dios le da una respuesta”.
Por otra parte José Ángel López Vargas, pastor de la Iglesia de Dios Pentecostal M. I.
(Movimiento Internacional) opinaba que la sanidad divina es altamente necesaria para
el crecimiento de la iglesia:
La Sanidad Divina solamente acontece cuando la persona, que está a punto de recibirla, se encuentra preparada espiritualmente para ello, al igual que la persona que va a realizarla. Además deben de encontrase en ayuna y sin pecado.
Por otro lado, para que suceda la sanidad hay que tener en cuenta los siguientes aspectos, primero, que la enfermedad no viene de Dios, segundo, que la sanidad es parte del pacto de Dios con los hombres y que la misma fue parte del ministerios de Jesús y tercero, que él comisionó a sus discípulos a llevar el evangelio, incluida la sanidad en él, a toda criatura de la tierra.
Al hablar sobre la posibilidad de que existan sanidades falsas, este pastor expresa que
puede ser posible. Existen casos en que el evangelista o pastor puede empezar a sufrir
de amor propio y dejar de darle el crédito de las sanidades al verdecer sanador, Dios.
En ese momento un espíritu maligno se apodera de él y comienza a realizar sanidades,
pero falsas, porque no está la presencia de Dios. También puede existir el caso de que
64
el predicador o evangelista sea un fraude y utilice sortilegios con el objetivo de engañar
al pueblo y así llenarse de vanagloria.
Existe un gran número de enfermedades que han sido sanadas en los diferentes cultos
y campañas de sanidad que se han efectuado en el territorio en los últimos años.
Enfermedades físico-motoras, enfermedades dermatológicas, estomatológicas,
oftalmológicas, de las que existen un gran número de testimonios a los que nos
referiremos en el próximo epígrafe.
Según Mayra Cruz, Presidenta Nacional de la iglesia Camino Cuadrangular:
Desde la década de los años 90 se ha experimentado en Cuba, y Las Tunas no está exento de ello, un poderoso derramamiento del Espíritu Santo que se evidencia en la manifestación de los dones del espíritu. Como resultado cientos de personas en los últimos años han sido testigos y han experimentado las señales y milagros de la presencia de Dios en las iglesias pentecostales. Esas señales y milagros no son más que evidencias milagrosas o sobrenaturales utilizadas por el Señor para evangelizar.
No existe un culto específico para la sanidad en el movimiento pentecostal, sino que en
cada uno de los cultos hay un momento para ello, en esto radica la importancia de la
misma en la liturgia pentecostal.
2.3 La influencia del pentecostalismo en la cultura en Las Tunas.
El proceso investigativo llevó a adentrarse dentro del panorama protestante de Las
Tunas en aras de comprender la magnitud del fenómeno religioso pentecostal. De
acuerdo al análisis documental realizado en el Registro de Asociaciones de la Dirección
Provincial de Justicia, se pudo constatar que en esta ciudad existen un total de 15
denominaciones protestantes de las que 6 son de confesión pentecostal. Teniendo en
cuenta la variedad de estas denominaciones, tanto en composición social como en su
sistema dogmático, se tomó la decisión de trabajar principalmente con las
denominaciones Asamblea de Dios Pentecostal y la Liga Evangélica de Cuba.
Éstas dos denominaciones cuentan con características específicas, de ahí el por qué se
toman para la realización del estudio de campo. La Asamblea de Dios Pentecostal es la
denominación de esta confesión que inició el asentamiento del pentecostalismo en Las
Tunas en la década de los años 50 del pasado siglo XX. Por otra parte, la Liga
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Evangélica, cuyo asentamiento al igual que el resto de las denominaciones
pentecostales, se desarrolló en la pasada década de los 90, es sin embargo, junto a la
Asamblea de Dios, la más representativa de ese período en cuanto a membresía y
proyección cultural.
A pesar de que las denominaciones que componen este panorama protestante son de
subordinación nacional, y autónomas según la denominación, en la provincia cuentan
con un Consejo Provincial de Iglesias, que es el órgano representativo ante los órganos
y organismos de la Administración Central del Estado en la localidad.
La Iglesia Asamblea de Dios Pentecostal posee en la actualidad una iglesia madre,
ubicada en las cercanías de la Plaza Calé, además de 18 misiones en diferentes barrios
de la ciudad. El proceso de trabajo de campo se desarrolló de manera principal en
estas denominaciones por la importancia de ambas dentro del panorama pentecostal en
Las Tunas. Para ello se desarrollaron un total de 12 observaciones (9 en la Liga
Evangélica y 3 en la Asamblea de Dios), las que permitieron un mejor acercamiento a la
composición y proyección sociocultural de estas denominaciones.
Una de las cosas que se pudo constatar son las condiciones materiales de iglesias y
casas de culto. Estas están construidas de mampostería con techos que varían en
dependencia de las características de la denominación en cuanto a número de
feligreses y composición sociocultural. Generalmente, las condiciones materiales de
estas instituciones religiosas tienen buen estado, aunque existen diferencias notables
entre las iglesias madre y las diferentes misiones que estas tienen. Generalmente
cuentan con mobiliarios variados, tanto en la forma como en los materiales utilizados
para estos. Lo mismo se utilizan muebles de producción industrial, como
manufacturados rústicos de madera o metal, según las propias condiciones de la iglesia
o casa de culto.
La arquitectura de los templos y casas de culto pentecostales varía de forma en
dependencia de las características socioeconómicas de la membresía de la
denominación. Por lo general son de características eclécticas con fuerte tendencia al
racionalismo soviético. En la ciudad de Las Tunas, las iglesias madres de las
denominaciones tomadas como muestra para la realización del trabajo de campo
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(Asamblea de Dios Pentecostal y Liga Evangélica de Cuba) tienen estas características.
El templo de la primera, desde su construcción en la década de los 50 del pasado siglo,
se construyó con particulares eclécticas, donde se pueden ver las tipologías del Art
Nouveau junto con características típicas de la arquitectura religiosa.
La iglesia madre de la Liga Evangélica de Cuba, ubicada en las cercanías del Centro
Histórico de la ciudad es una adaptación de una vivienda de característica de la
arquitectura racionalista con influencias de la arquitectura del realismo socialista. Esta
construcción ha sido modificada de tal forma que presenta además de un conjunto de
locales para uso de oficinas y un espacio central para las reuniones de la congregación.
Este está compuesto de dos pisos y las especificaciones constructivas denotan la
utilización de materiales constructivos de bajo costo. Esto tiene como explicación no
solo las condiciones socioeconómicas de la congregación, sino que esta construcción
se ha realizado sin la debida autorización de las autoridades competentes.
Algunas de las casas culto de ambas denominaciones se encuentran en barrios
marginales, de ahí que la construcción del templo tenga otras características, incluso
existen casos (el Aeropuerto, San José, Santo Domingo) donde la construcción solo
cuenta con un techo de guano, fibrocemento, tejas infinitas o tejas de cinc. Aun así,
poseen otras condiciones que propician la celebración del hecho cúltico.
De igual forma, la posición de los bancos en el templo se ubica generalmente de forma
lineal, siempre maximizando el espacio, permitiendo una mayor presencia de la
membresía. Estos siempre enfocados hacia la zona de la plataforma donde se sitúa el
pastor o la persona que dirige el culto. En este mismo espacio, donde está el púlpito, se
coloca en una esquina el acompañamiento musical, que en dependencia de la
denominación y sus características socioeconómicas varía desde una guitarra hasta un
grupo de pequeño formato. Algo que no falta dentro de estas agrupaciones es la
presencia de la pandereta. En la mayoría de estas instituciones religiosas, se puede
presenciar la imagen de la cruz junto con mensajes alegóricos a la cristiandad tomados
de las escrituras bíblicas, ubicados en la parte posterior del púlpito.
Los cultos poseen horarios predeterminados con varias frecuencias en la semana, los
que en general se realizan martes, viernes y domingos. De manera habitual, los cultos
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duran aproximadamente entre hora y media y dos horas. El número de asistentes
resulta variable, pero oscila en dependencia del día de la semana y del culto, siendo el
culto dominical, o sea la escuela dominical, el día que mayor presencia tienen estas
denominaciones. En el caso de la iglesia matriz de la Liga Evangélica, los domingos se
reúne una congregación de 300 feligreses de los que 198, que representa el 66% de
esta, está compuesta por mujeres mientras que 102 feligreses, el 34%, son hombres.
De esta congregación la etnia blanca es la predominante.
Por su parte, el comportamiento de la iglesia matriz de la Asamblea de Dios es similar,
aun cuando en el momento de esta investigación la iglesia sufría una reparación capital.
La presencia de feligreses en los cultos dominicales de esta denominación es de 450
personas. El comportamiento de asistencia se comporta en 293 mujeres para un 65% y
157 hombres para un 35%, con preeminencia blanca en la composición de la
congregación.
Como se ha expresado con anterioridad en esta investigación, la música constituye un
aspecto importante durante la liturgia pentecostal. La utilización de grupos de pequeño
formato en los cultos, tanto de la Liga Evangélica de Cuba como de la Asamblea de
Dios Pentecostal, denotan no solo la importancia de esta en el momento cúltico, sino el
potencial de estas denominaciones. Al escuchar las interpretaciones de dichas
agrupaciones se puede constatar la influencia de la industria cristiana internacional, aún
cuando se utilice en ocasiones ritmos nacionales, los cuales son escasos aunque la
música siempre tiende a ser muy movida. Generalmente los coros que se utilizan son
congregacionales, o sea, la congregación se une a la agrupación acompañante e
interpreta tanto himnos como alabanzas, según lo demande el momento del culto.
De igual forma, las oraciones del culto son en su mayoría dirigidas por la persona que
conduce el culto, que pueden ser espontaneas o que se intencionan hacia
problemáticas determinadas, las que en su mayoría están relacionadas con la sanidad
divina o problemas sociales, familiares y comunitarios. De forma usual, los cultos
pentecostales se inician con una oración de apertura que es recitada por el pastor o
evangelista al frente del culto. Esta oración siempre es acompañada por la agrupación
68
musical y mientras el pastor dice la oración, el resto de la congragación lo acompaña
realizando sus propias oraciones en un rictus extático colectivo.
En el proceso de investigación también se lograron entrevistas a diferentes fuentes,
tanto internas como externas, que permitieron una mejor comprensión del
pentecostalismo en el período estudiado.
Aunque según los datos obtenidos sobre la membresía total de las denominaciones
pentecostales es relativo, teniendo en cuenta que la información ha sido obtenida
mediante las técnicas y métodos de la investigación, estos nos dan una media del nivel
de aceptación que tienen estas denominaciones dentro de la comunidad, notando el
alto porcentaje que representan dentro del panorama protestante de la localidad (37%).
Siendo a la vez las dos denominaciones de mayor membresía las que cuentan con una
mejor proyección cultural en la localidad (Ver anexo IV y V).
La composición actual de estas denominaciones resulta homogénea, según datos
aportados por las dos denominaciones que forman la muestra dentro del universo
pentecostal, el 33.5% de la membresía de 9400 feligreses está compuesta por
hombres, o sea 3149 y el 66.2% por mujeres lo que representa 6241 miembros entre
ambas denominaciones. Aun cuando han existido cambios en la composición de la
base social, las amas de casa y los jubilados conforman la mayoría de la membresía de
estas denominaciones.
Sobre lo anterior, Ariel Guerrero, pastor de una de las misiones de la iglesia Liga
Evangélica, expresaba:
Contamos con un alto por ciento de personas mayores de edad que generalmente son amas de casa y jubilados, creo que la razón principal de esto no es que se haga labor proselitista alguna hacia ellos, sino que estas personas buscan de la Gracia de Dios para aliviar aflicciones tanto físicas como espirituales. La iglesia les sirve a estas personas como espacio de en el que no solo adoran a Dios, sino en el que comparten con personas de su misma edad y que tienen una identidad común al estás ahí por y para los demás miembros de la congregación.
De igual forma los jóvenes conforman un grupo muy interesante en la comunidad
pentecostal. La juventud cristiana actual comparte con el resto del mundo los adelantos
de la ciencia y la técnica. Esta generación cuenta en su universo simbólico co la
69
presencia de comunicación más avanzados, lo que les permite un mejor acceso a la
información. Para José Pérez Moya, Pastor Evangelista, la generación joven de las
iglesias de hoy es:
… la generación de las pantallas. Su acercamiento al mundo cristiano es completamente virtual, partiendo de que han perdido la costumbre de leer la Biblia y se acercan más a la experiencia cristiana desde lo audiovisual, incluso lo que leen de las escrituras lo hacen a través de sus celulares o tablets, cosa esta que parece algo ilógico por estar en Cuba, pero la influencia de estos medios ya ha hecho mella en la mentalidad del joven cristiano de hoy. (Entrevista)
El consumo cultural de la membresía de las denominaciones pentecostales está dada
por la influencia de las iglesias matrices y los estándares que desde la música, la
literatura y los audiovisuales (videos musicales principalmente). Estos estándares
incluso han transgredido las fronteras de las instituciones religiosas.
A pesar de que los jóvenes no son una mayoría dentro de la congregación, estos han
logrado una impronta en cuanto al uso de la música y los audiovisuales en la
proyección cultural del pentecostalismo. Según Maikel González, presidente del
Consejo Provincial de Iglesias:
… desde la fundación de este organismo de relación, el impacto de las iglesias pentecostales y evangelistas ha ido en aumento, aun cuando la labor se ha enfocado a lo social, no solo en lo referente a la prevención, sino en el apoyo a grupos etarios y sociales con mayor vulnerabilidad, es el caso de los ancianos y los presos. Como resultado de los proyectos que se han desarrollado en conjunto con las instituciones gubernamentales de la provincia, el acercamiento de las denominaciones que conforman este Consejo Provincial ha permitido la realización de actividades de carácter religioso y cultural en importantes espacios de la ciudad cabecera. Además, hemos logrado que niños de la comunidad participen en las escuelas de verano que por dos años hemos estado desarrollando en las diferentes sedes de nuestras iglesias. (Entrevista)
Aunque la membresía joven de estas iglesias es homogénea, existen jóvenes
que son más representativos al venir de familias cristianas. Su vida la han
pasado dentro de la propia iglesia y su relación con lo cultural se mueve dentro
del propio universo simbólico de la iglesia.
Una de las estrategias para el acercamiento de las iglesias pentecostales a las
comunidades donde estas están ubicadas son las campañas evangélicas.
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Desde que empezamos la labor evangélica aquí en Las tunas, las relaciones con la comunidad han ido mejorando paulatinamente. Recuerdo que al principio hubo problemas con los vecinos, incluso de agresiones verbales y físicas hacia nosotros, pero con los años hemos alcanzado un cierto grado de tolerancia e incluso aceptación por parte de ellos. Para nosotros también ha sido importante el lograr adaptarnos. Primero porque desde lo personal nos hemos acercado más a Dios y segundo porque desde lo social, hemos logrado una mayor cantidad de conversos, e incluso aquellos que no se han bautizado por x o y, tiene la semilla del evangelio con ellos. Pienso que más tarde, si es voluntad de Dios, la obra fructificará; así es como hemos llegado a tener 20 misiones en los diferentes barrios de la ciudad. (Marcos, pastor Liga Evangélica)
Las Iglesias evangélicas pentecostales han tenido que desarrollar estrategias que con
la apertura de los últimos años y la labor del Consejo provincial de Iglesias han logrado
abrir espacios de interlocución con el gobierno local, permitiéndoseles, en unión de
otras denominaciones, la realización de actividades culturales en espacios públicos
como es el caso del Teatro Tunas y la Sala Polivalente.
Las fechas de mayor impacto para realizar este tipo de actividades son la Navidad y Semana Santa, fechas con un alto simbolismo dentro del cristianismo. De ahí que realicemos programas tanto en las iglesias como fuera de ellas e incluso en ocasiones en colaboración con otras denominaciones que pertenecen al Consejo provincial de Iglesias. Pero la idea es llevar la palabra del Señor a todos los que les interese y compartir con cristianos y no cristianos las enseñanzas de la Biblia y las alabanzas a nuestro Señor. (Maikel)
Cada Iglesia tiene una estrategia diferente para crecer y expandir sus actividades. El
punto elegido para trabajar a veces es cuidadosamente seleccionado por los dirigentes
de la iglesia, pero en ocasiones es producto de la pura casualidad. Generalmente, una
congregación evangélica se inicia con el establecimiento de una misión a la que se le
dota de un número limitado de recursos. Una vez consolidada esta misión, el paso
siguiente será su transformación en un templo, que deberá ser mantenido con la ayuda
de todos sus miembros. Algunas Iglesias pentecostales han tendido a crecer en
espacios donde han encontrado una mayor facilidad para conseguir locales
proporcionados en calidad de préstamo por algún miembro de la congregación.
En Las Tunas, prolifera dentro de las iglesias pentecostales el uso de tratados para
difundir su credo. Así, la prédica en calles y avenidas transitadas, así como la visita
71
casa por casa, constituyen las estrategias de las organizaciones evangélicas para dar a
conocer entre la población su oferta religiosa.
Uno de los factores que más pesaron para que las Iglesias pentecostales tuvieran éxito
en las comunidades rurales fueron las prácticas de curación llevadas a cabo por
pastores que decían poseer un don divino para sanar a los enfermos. Esas mismas
prácticas fueron llevadas a las localidades urbanas donde se utilizaron en campañas
propagandísticas con las que se convocaba a la población a llevar a los enfermos a
Cruzadas de Sanación donde se remediarían sus males.
La diversidad de opciones y ofertas religiosas presentes en las iglesias pentecostales
de Las Tunas ha generado una gran movilidad de personas entre una y otra Iglesia. El
paradigma de un mundo cerrado, donde lo católico y lo evangélico se veían como dos
polos distantes, ha venido cambiando. Lo fundamental es que podemos observar una
amplia corriente de personas que buscan, prueban, ingresan, o salen de las Iglesias
evangélicas, produciendo con ello un dinámico proceso de cultura religiosa.
En este ámbito de religiosidad sucede lo que en los procesos migratorios, en los que el
hecho de que un individuo tome la decisión de emigrar a alguna parte lo hace más
susceptible a elegir nuevos destinos.
La gente que cambia de denominación, tiende a entrar y salir de las congregaciones evangélicas con mayor frecuencia en busca de una mejor relación espiritual. Si las instituciones religiosas no son capaces de darle cabida o no atienden sus demandas, esas personas seguramente se irán a otro sitio. De ahí que muchas de las Iglesias evangélicas compiten a menudo por buscar como resultar más atractivas a algunos sectores de la población. (Ariel)
La implicación de las iglesias en la vida sociocultural de las misiones está muy
vinculada con la labor proselitista que desarrollan, desde los primeros años de su
asentamiento local se pudo visualizar esta estrategia:
Nosotros empezamos el proceso de asentamiento de nuestra denominación entre 1993 y 1994. La estrategia era crecer a partir de pequeños grupos o células. La idea era que se predicara en los propios hogares de los diáconos y diaconizas en su vecindario hasta lograr una iglesia como espacio para que con regularidad y en varios días de la semana se desarrollaran los cultos como lo hemos venido haciendo hasta ahora. Esta estrategia nos dio resultado y la hemos mantenido hasta cierto punto para la creación de las misiones en vista de
72
que la principal función es atraer nuevos conversos y aumentar así su tamaño. (Marcos Gutiérrez, pastor Liga Evangélica)
A través de los años, la Iglesia ha desarrollado en cada una de sus misiones cuatro
grupos homogéneos, cada uno compuestos exclusivamente por hombres, mujeres,
jóvenes o niños. Los grupos predominantes siguen siendo los de mujeres. En su
conjunto, estos grupos cumplen tres funciones cruciales para la Iglesia: dotan de un
sentido de comunidad a los miembros de la iglesia, cargan con el peso del esfuerzo
evangelizador y por último sirven como bases para el financiamiento de la
denominación. Sin embargo, no se debe perder de vista que uno de los éxitos de estas
Iglesia es la práctica de visitar hogares y establecer “relaciones afectuosas” con los
potenciales conversos. En estas visitas los lideres laicos tratan de reclutar nuevos
conversos, aunque no se trata de su único objetivo porque también consuelan a los
abatidos, animan a los que tienen problemas y brindan amistad a los solitarios, la clave
de todo esto es lograr la confianza de los futuros conversos. Lograda la confianza, la
conversión es cuestión de tiempo y perseverancia.
Entre las ceremonias rituales más significativas dentro del pentecostalismo se
encuentran los sacramentos del bautismo y la celebración de la Santa Cena y la
celebración de matrimonios y los 15 de las jóvenes que pertenecen a la congregación.
En este último caso, es interesante cómo existe una alta influencia de la cultura popular
en cuanto a la celebración de estas actividades. Existen similitudes en cuanto a la
ritualidad de la celebración. El baile del vals, la presentación de la festejada, el brindis,
son acciones que se desarrollan al igual que a las fiestas “del mundo”. La diferencia
entre estas es que el hilo conductor de esta festividad está en los pasajes de la Biblia
que hablan sobre las responsabilidades que la homenajeada adquiere en la vida
cristiana partir de ese momento en el que pasa de niña a mujer.
El proceso ritual en un culto de celebración de los quince años de una joven cristiana
pentecostal, se lleva un orden
• Recepción de los invitados (esto puede variar en dependencia del diseño que se
ha creado para el evento, de ahí que pueden ser los padres, los hermanos o los
diáconos y las diaconizas quienes reciben a los invitados).
• Entrada de la quinceañera; escoltada por escortes o acompañantes
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• Oración de agradecimiento a Dios por los frutos del espíritu en la familia y en la
quinceañera,
• Representaciones danzarías por parte de grupos de jóvenes feligresas
contemporáneas a la festejada.
• Vals con el padre, familiares y amigos;
• Despedida del culto con oración y alabanzas y agradecimiento por parte de la
cumpleañera a Dios, a sus padres, familiares y a los pastores por el desarrollo de
la festividad.
• Celebración de la cena con los invitados
Este evento tiene además entre sus particularidades el que sea un espacio de
enseñanza para la agasajada.
En estas festividades no solo tratamos de enseñarle a la joven cómo será su futuro en la vida cristiana, sino que hacemos un recorrido por la infancia de la joven y los frutos del espíritu en ella y en su familia. Además, durante todo el proceso de preparación del evento, que lo celebramos en la iglesia, nos mantenemos en oración por la quinceañera y su familia. Aunque esta esté en los caminos de Dios, está en un momento muy difícil en la formación de su identidad; a adolescencia, y eso crea un sinnúmero de interrogantes y tentaciones de la carne que deben ser respondidas. (Ariel Guerrero, pastor misión Liga Evangélica)
Los matrimonios son otras celebraciones que se desarrollan en estas instituciones
religiosas que, a pesar de no ser considerada un sacramento, tienen un alto peso en la
conciencia religiosa de los creyentes a partir del reconocimiento de algunos pasajes
bíblicos del Nuevo Testamento en los que se estipula la unión inquebrantable del
matrimonio entre el hombre y la mujer existe la resolución absoluta de esto:
Cristo estipuló en Mateo 19: 5-6 y Marcos 10: 6-9 la unión en matrimonio y la prohibición del divorcio salvo que existiese adulterio. Yo pienso que la finalidad de todo cristiano verdadero, especialmente de la mujer cristiana, es que viva bajo la ley de Dios llegar al matrimonio y tener hijos y tratar de ser feliz. (Mayra Cruz, Presidenta Nacional de la iglesia Camino Cuadrangular)
Aun así, existen matrimonios mixtos dentro de estas denominaciones por la existencia
de conversos de varios sexos que mantienen matrimonios con personas no conversas.
En este sentido, existe una mayoría de casos de mujeres conversas cuyos matrimonios
son con personas que no profesan la misma creencia o no profesan creencia alguna.
Estas relaciones suelen conducir a problemas matrimoniales hasta que sucede uno de
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dos escenarios: el devoto pentecostal logra convertir a su pareja o el no devoto logra
alejar a su pareja de la iglesia.
Existen muchos casos de parejas mixtas en nuestra congregación, aunque en los últimos tres años las conversiones que se han logrado son de familias enteras, esto es una ventaja porque se logran avances en cuanto a la proliferación de problemas matrimoniales por cuestiones espirituales, claro que ese matrimonio va a sufrir pruebas, pero serán más llevaderas al ser la pareja quien tenga que afrontarlas. (Marcos Gutiérrez, pastor Liga Evangélica)
Todo esto da medida de los aportes y préstamos culturales del pentecostalismo en Las
Tunas. Los puntos de encuentro y desencuentro en el universo simbólico del tunero y
aceptación en las comunidades del territorio. Respecto a esto, existen opiniones que
ensalzan la labor de estas denominaciones desde lo sociocultural:
[...] si hay algo que se le puede reconocer a las iglesias pentecostales que existen en la comunidad es que con su labor han logrado que algunos jóvenes, y ya no tan jóvenes, que tenían una vida dudosa desde la percepción moral, han logrado encaminarse y han logrado un cambio no solo espiritual, sino que su modo de comportarse es diferente. Claro, n todos son así, existen casos que aunque visitan asiduamente iglesias evangélicas su comportamiento en la comunidad deja mucho que desear. Existe un caso que cuando le pregunté por el cambio que había experimentado y la elogié me dijo que el valor de su cambio no era de ella, sino que por gracias Dios que le ha dado la paciencia para poder corregir sus errores. (María de los Ángeles, delegada Circ. 19, CP 15)
Para poder constatar la pertinencia o no de la influencia del pentecostalismo en la
cultural local, se llevó a cabo una encuesta (Anexo III) a un grupo de 50 personas entre
especialistas de la cultura y miembros de denominaciones pentecostales de la
localidad. Se debe tener en cuenta que para este proceso, se escogió a graduados
universitarios principalmente, entre las edades de 25 y 50 años de edad; de los
miembros de las denominaciones pentecostales se desempeñan dentro de los espacios
jerárquicos de estas. Esto se hizo intencionalmente para que la visión del fenómeno
estudiado fuera más desde adentro.
Los resultados de la encuesta arrojaron que el 38% de los 150 encuestados, o sea, 57
reconocen al pentecostalismo como un fenómeno cultural. Por otra parte, 93 no lo
consideran así, lo que representa el 62%. En lo referente a los aportes de éste a la
cultura local, 23 consideran que la música es el principal aporte a la cultura local, lo que
representa el 15% de la muestra, mientras que 8, que representa un 5%, consideran
que el principal aporte está en los valores que le aporta a la comunidad y 27, que
75
representa el 18%, en la proyección que han logrado de la palabra en la sociedad a
través de la labor proselitista que desarrollan.
En lo referente a si los procesos culturales del pentecostalismo y su labor proselitista
tenían relación, 63 que representan el 42% de los encuestados expresó que sí,
mientras 42 que representan el 28% de los encuestados dijo que no y 45 que
representan el 30%, reconoció tener conocimiento de eso. De ahí que 105
encuestados, el 70%, tengan una visión positiva del pentecostalismo y su relación con
la cultura.
De igual forma, la visibilidad social de la labor cultural del pentecostalismo es escasa,
ya que 45 encuestados, o sea, el 30% la considera así, teniendo en cuenta la
participación de unidades artísticas en celebraciones ecuménicas celebradas en la
ciudad, mientras que 105 de ellos, el 70%, considera que es una religión muy
endógena, y su relación con lo que denominan “mundo” está dado en la labor
proselitista que desarrollan. De ahí que 68, el 45% de los encuestados, ven a los cultos
de alabanza y de sanidad como los espacios pentecostales considerados culturales por
la comunidad donde se encuentran estas denominaciones asentadas, las que se
consideran accesible por parte de 68 de los encuestados, o sea un 45%, debido a la
función de estos espacios en la iglesia, sin embargo otros espacios como bodas y
celebraciones de quince son consideradas inaccesibles por 82 de los encuestados, o
sea un 55%.
CONCLUSIONES PARCIALES
La relación entre cultura y pentecostalismo se concreta en el estudio realizado, en los
vínculos entre la experiencia religiosa de la comunidad pentecostal y el consumo de los
productos culturales generados por la industria religiosa que provee dichos productos,
aun cuando estos no son creados en el territorio nacional.
La propia estructura organizativa y la proyección cultural de estas denominaciones
permiten una mejor utilización de lo cultural para la labor proselitista a través del
momento cúltico y las celebraciones sacramentales o no dentro de la liturgia
pentecostal.
76
CONCLUSIONES
La crítica realizada a las ideas de los autores posibilitó establecer la fundamentación
epistémica en relación con la cultura, considerada como un proceso esencial a la vida
social que la posibilita a través de la transmisión y enriquecimiento entre una y otras
generaciones o colectivos humanos heterogéneos, que dan como resultado un
determinado grado de cohesión social, una estabilidad en el ciclo de los símbolos
culturales y la construcción social de ciertos esquemas de comportamientos aceptados
dentro del contexto en que se produce.
El pentecostalismo, como sistema heterogéneo e integrante del hecho religioso,
desempeña un rol importante dentro del protestantismo cubano que encierra en sí una
diversidad estructural y simbólica, diseñadas en el contexto social cubano de la década
del 90 pasado siglo XX, cuyo fundamento teológico le ofrece una alta adaptabilidad
cultural en diferentes contextos socioculturales.
El proceso de asentamiento del pentecostalismo en la etapa de finales del siglo XX, a
diferencia del período de asentamiento del protestantismo histórico en el país, cuando a
través de las juntas misioneras se intentó implantar una concepción estructural y
litúrgica acultural, lo que impidió su asimilación homogénea, de ahí que la tendencia del
pentecostalismo funcionase al apropiarse de determinadas prácticas culturales de
sectores sociales heterogéneos, lo que incrementó su impacto social.
El Pentecostalismo penetró en la región tunera a finales del siglo XX, a partir de la
presencia previa de la Iglesia Asamblea de Dios, asentada en la década del 50 del
propio siglo, contando siempre con el apoyo del capital extranjero debido a las propias
características de estas denominaciones. En la región de estudio, predominan
denominaciones con estructura organizativa estable y de cierto nivel de subordinación,
que a la vez son autónomas que representan instituciones religiosas con alta capacidad
y variación de sus normas organizativo-funcionales, que le permiten adaptabilidad al
contexto sociocultural. Sus normas doctrinales y litúrgicas, que responden como oferta
de sentido, a la demanda religiosa de los sujetos sociales de la región.
De igual modo, estas denominaciones religiosas se caracterizan por poseer un tipo de
administración del poder determinado por:
77
Un liderazgo pastoral, generalmente de carácter carismático, con cierta preparación
teológica pastoral aunque informal. Así como una fuerte migración entre las diferentes
denominaciones tanto del liderazgo como de la membresía.
Las denominaciones pentecostales en Las Tunas, presentan una proyección
sociocultural, mediada por factores internos y externos, como son:
La variabilidad del discurso teológico desde el fundamentalismo, que puede ser
portador de una concepción estática de la sociedad y posiciones no participativas
respecto al desarrollo del proyecto social nacional, hasta una concepción ecuménica.
Inexistencia de canales orgánicos de participación social para estas denominaciones,
ha conllevado a una cierta contracción de su proyección sociocultural, lo que ha
provocado en algunas una concepción intracomunitaria, que se limita a la ayuda
filantrópica o al proselitismo.
El pentecostalismo en Las Tunas, se caracteriza por una tendencia predominante que
responde y se transculturaliza con tradiciones, que forman parte de la conciencia
religiosa de sus actores sociales, al interrelacionarse e impactar en sus diferentes
niveles con elementos mágico religiosos y práctico ilusorios, asistemáticos,
provenientes de creencias heterodoxas de la religiosidad popular, como son: la
oralidad, la sanidad divina, el exorcismo entre otros.
Las instituciones religiosas pentecostales en Las Tunas son espacios donde se
establecen relaciones sociales, más allá de la interacción individuo-ente sobrenatural.
Estas se enfocan en elementos práctico-ilusorios de la conciencia religiosa, pero al
mismo tiempo, como instituciones sociales ofrecen alternativas de socialización como
espacio de socialización donde se establecen y crean vínculos festivos, relaciones
fraternas, igualitarias y funcionales con grupos de personas coincidentes en edades,
intereses profesionales y de otro tipo. De igual forma se convierten en espacio de
resocialización, funcionando como centro de prevención social.
78
RECOMENDACIONES
Al Comité Académico de la Maestría en Desarrollo Cultural Comunitario:
1. Realizar un estudio análogo al efectuado con el resto de las denominaciones
protestantes que forman parte del espectro religioso del país.
2. Realizar estudios comparativos en cuanto a temas y formas en que asumen la
Sanidad Divina los diferentes tipos de religiones que existen en el territorio
estudiado.
3. Continuar el estudio del movimiento pentecostal en el territorio estudiado,
profundizando en las diferentes costumbres y dogmas que la componen.
4. Emplear los resultados de esta investigación en la carrera de Estudios
Socioculturales como material de referencia bibliográfica en la asignatura
Sociedad y Religión.
79
NOTAS Y REFERENCIAS
1 Adolfo Columbres: Escritor y antropólogo argentino, desde hace 30 años realiza una militancia cultural por la causa de Nuestra América. Lo unen fuertes vínculos con Cuba, fundamentalmente con la Casa del Caribe en Santiago de Cuba. 2Anomia: Es un término introducido por Émile Durkheim en el ámbito de la sociología que denomina la falta de normas o a la incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos lo necesario para lograr las metas de la sociedad. Se trata de un concepto que ha ejercido gran influencia en la teoría sociológica contemporánea. 3 La crisis socioeconómica que experimentó Cuba en la década de los 90 del pasado siglo XX es un proceso dentro del recrudecimiento del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos. El mismo fue más profundo debido a que estaba enfocada hacia aspectos más medulares de la cultura e identidad nacional. La misma tiene características diferentes ya que hace parte de un quiebrede carácter integral, que incluye factores medioambientales, energéticos, alimenticios y socioculturales. Con ella se quiere enfatizar que se asiste al agotamiento de un modelo de organización económica, productiva y social, con sus respectivas expresiones en el ámbito ideológico, simbólico y cultural. El propio contexto en el que se desarrolló, generaron políticas socioeconómicas que en aras de salvaguardar la Revolución, dieron entrada al país a representaciones de la globalización neoliberal que desembocaron en una crisis que afectó además el universo simbólico nacional. 4 Coincidimos con el planteamiento del desaparecido investigador Jorge Ramírez Calzadilla que la dirección esencial en el campo religioso cubano no es hacia una protestantización de la religión en Cuba sino a una pentecostalización del protestantismo cubano. 5 Esta denominación de carácter evangélico tiene ciertos acercamientos al pentecostalismo en cuanto formas de interpretación de la biblia, aunque son mayormente una iglesia apocalíptica. 6 Entiéndase por místico una categoría que señala la presencia de lo divino en la experiencia religiosa. 7 Trascendencia: es interesante señalar que fue el filósofo alemán Immanuel Kant quien estableció una diferenciación entre los términos trascendente y trascendental; el primero lo reservó para entidades como Dios y el alma, porque existen fuera de la experiencia humana (por lo que los concibió como incognoscibles); y el segundo lo utilizó para señalar las formas a priori del pensamiento (los principios innatos) que para él, configuran las percepciones del hombre. 8 Trascendencia: es interesante señalar que fue el filósofo alemán Immanuel Kant quien estableció una diferenciación entre los términos trascendente y trascendental; el primero lo reservó para entidades como Dios y el alma, porque existen fuera de la experiencia humana (por lo que los concibió como incognoscibles); y el segundo lo utilizó para señalar las formas a priori del pensamiento (los principios innatos) que para él, configuran las percepciones del hombre. 9 Jorge Ramírez Calzadilla afirma que el catolicismo español traía consigo una mezcla de leyendas y supersticiones medievales, al tiempo que portaba en sincretismo elementos islámicos y judaizantes de la población del sur ibérico en especial. Más que hacia la perfección espiritual o hacia un modelo bíblico, apuntaba a su exteriorización en lo sensible a través de objetos y devociones. (CIPS:1990,33) 10 Dentro del pentecostalismo las prácticas chamánicas o mágico-religiosas son anatemizadas por considerarlas no cristianas y productos de sistemas amorales que utilizan el mal en sus curaciones. 11 Estas invocaciones varían según las denominaciones y concepciones del Ministro, muchas son creaciones propias transmitidas oralmente. Por lo general tienen como centro exclamaciones en torno de la “Sangre de Cristo” o “Te reprendo demonio” así como alusiones a la derrota de Satanás. Es importante la constante de palabras como “suéltalo”, o “libéralo”, intercaladas con palabras en “lenguas”, haciendo alusión a la presencia del Espíritu Santo. 12 La cifra de la membresía actual de las denominaciones pentecostales es relativa. Se cuenta con datos empíricos provenientes de la observación científica, así como cifras que computan las mismas, cuyo rigor científico es cuestionable. El registro de asociaciones no cuenta con listados oficiales, que se dejaron de solicitar en la década del 90. Sin embargo, la cifra emitida es producto del consenso de informantes claves y abarca las denominaciones que en el panorama son de esta confesión. 13 El Ofertorio es el momento de la ceremonia cúltica en la que se presentan a Dios las ofrendas que se ofrecer a modo de sacrificio en la Eucaristía. 14 El asentamiento de la iglesia pentecostal Asamblea de Dios se desarrolla en pleno apogeo del proceso revolucionario. Es en ese período que se acontece el golpe de estado de Fulgencio Batista, el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y la posterior lucha revolucionaria que dio fin a la dictadura y el triunfo de la Revolución en 1959. 15 Argibaldo Acebo: Músico instrumentista, Licenciado en Musicología en el ISA. Presidente de la sección de Música de la filial provincial de la UNEAC
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de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, La Habana.
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3. Martin Lindhardt (2009): “Poder, Género y Cambio Cultural en el Pentecostalismo
Chileno”. En Revista Cultura y Religión (ISSN 0718-4727).
http://www.revistaculturayreligion.cl/index.php/culturayreligion/article/view/152/143
(revisado el 23 de febrero de 2015)
4. Stoll, David. (2002) ¿América Latina se vuelve protestante? En
http://www.nodulo.org/bib/stoll/alp.htm (visitado el 27 de noviembre de 2014)
NOTAS Y REFERENCIAS
1. Adolfo Columbres: Escritor y antropólogo argentino, desde hace 30 años realiza una militancia cultural por la causa de Nuestra América. Lo unen fuertes vínculos con Cuba, fundamentalmente con la Casa del Caribe en Santiago de Cuba.
2. Anomia: Es un término introducido por Émile Durkheim en el ámbito de la sociología que denomina la falta de normas o a la incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos lo necesario para lograr las metas de la sociedad. Se trata de un concepto que ha ejercido gran influencia en la teoría sociológica contemporánea.
3. La crisis socioeconómica que experimentó Cuba en la década de los 90 del pasado siglo XX es un proceso dentro del recrudecimiento del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos. El mismo fue más profundo debido a que estaba enfocada hacia aspectos más medulares de la cultura e identidad nacional. La misma tiene características diferentes ya que hace parte de un quiebre de carácter integral, que incluye factores medioambientales, energéticos, alimenticios y socioculturales. Con ella se quiere enfatizar que se asiste al agotamiento de un modelo de organización económica, productiva y social, con sus respectivas expresiones en el ámbito ideológico, simbólico y cultural. El propio contexto en el que se desarrolló, generaron políticas socioeconómicas que en aras de salvaguardar la Revolución, dieron entrada al país a representaciones de la globalización neoliberal que desembocaron en una crisis que afectó además el universo simbólico nacional.
4. Coincidimos con el planteamiento del desaparecido investigador Jorge Ramírez Calzadilla que la dirección esencial en el campo religioso cubano no es hacia una protestantización de la religión en Cuba sino a una pentecostalización del protestantismo cubano.
5. Esta denominación de carácter evangélico tiene ciertos acercamientos al pentecostalismo en cuanto formas de interpretación de la biblia, aunque son mayormente una iglesia apocalíptica.
6. Entiéndase por místico una categoría que señala la presencia de lo divino en la experiencia religiosa.
7. Trascendencia: es interesante señalar que fue el filósofo alemán Immanuel Kant quien estableció una diferenciación entre los términos trascendente y trascendental; el primero lo reservó para entidades como Dios y el alma, porque existen fuera de la experiencia humana (por lo que los concibió como incognoscibles); y el segundo lo utilizó para señalar las formas a priori del pensamiento (los principios innatos) que para él, configuran las percepciones del hombre.
8. Trascendencia: es interesante señalar que fue el filósofo alemán Immanuel Kant quien estableció una diferenciación entre los términos trascendente y trascendental; el primero lo reservó para entidades como Dios y el alma, porque existen fuera de la experiencia humana (por lo que los concibió como incognoscibles); y el segundo lo utilizó para señalar las formas a priori del pensamiento (los principios innatos) que para él, configuran las percepciones del hombre.
9. Jorge Ramírez Calzadilla afirmaba que el catolicismo español traía consigo una mezcla de leyendas y supersticiones medievales, al tiempo que portaba en sincretismo elementos islámicos y judaizantes de la población del sur ibérico en especial. Más que hacia la perfección espiritual o hacia un modelo bíblico, apuntaba a su exteriorización en lo sensible a través de objetos y devociones. (CIPS:1990,33)
10. Dentro del pentecostalismo las prácticas chamánicas o mágico-religiosas son anatemizadas por considerarlas no cristianas y productos de sistemas amorales que utilizan el mal en sus curaciones.
11. Estas invocaciones varían según las denominaciones y concepciones del Ministro, muchas son creaciones propias transmitidas oralmente. Por lo general tienen como centro exclamaciones en
torno de la “Sangre de Cristo” o “Te reprendo demonio” así como alusiones a la derrota de Satanás. Es importante la constante de palabras como “suéltalo”, o “libéralo”, intercaladas con palabras en “lenguas”, haciendo alusión a la presencia del Espíritu Santo.
12. La cifra de la membresía actual de las denominaciones pentecostales es relativa. Se cuenta con datos empíricos provenientes de la observación científica, así como cifras que computan las mismas, cuyo rigor científico es cuestionable. El registro de asociaciones no cuenta con listados oficiales, que se dejaron de solicitar en la década del 90. Sin embargo, la cifra emitida es producto del consenso de informantes claves y abarca las denominaciones que en el panorama son de esta confesión.
13. El Ofertorio es el momento de la ceremonia cúltica en la que se presentan a Dios las ofrendas que se ofrecer a modo de sacrificio en la Eucaristía.
14. El asentamiento de la iglesia pentecostal Asamblea de Dios se desarrolla en pleno apogeo del proceso revolucionario. Es en ese período que se acontece el golpe de estado de Fulgencio Batista, el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y la posterior lucha revolucionaria que dio fin a la dictadura y el triunfo de la Revolución en 1959.
15. Argibaldo Acebo: Músico instrumentista, Licenciado en Musicología en el ISA. Presidente de la sección de Música de la filial provincial de la UNEAC
142
ANEXO I GUIA DE OBSERVACION
- Denominación: - Fecha de fundación: - Tiempo de duración de la observación: I.- Caracterización del templo. 1.- Nombre del Templo 2.- Dirección - Barrio 3.- Zona: - Rural - Urbana - Sub urbana 4.- Estado material del Templo - Bueno - Regular - Malo 5.- Descripción de los bienes muebles 6.- Carácter funcional del templo - Principal - Autónomo - Misión 7.- Estilo Arquitectónico. - Neoclásico - Art – Decó - Monumental - Ecléctico - Otro 8.- Color del Templo - exteriores - interiores 9.- Disposición de los muebles - Lineales - Circulares 10.- Descripción del altar II.- DESCRIPCION DEL CULTO 1.- Número de asistentes 2.- Sexo predomínate 3.- Raza predominante 4.- Música: - coro - Dúo
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- Solista - Himnos - Cantos - Ritmos nacionales o extranjeros 5.- Oraciones - escritas - espontaneas - recitativas - cantadas 6.- Proclamación - sermón - dialógico 7.- Describir el ofertorio 8.- Celebración de sacramentos - cuales 9.- Actividades rituales de otro tipo - sanidad - glosolalia.
ANEXO II GUIA DE ENTREVISTA
Entrevista a pastores de las iglesias pentecostales Asamblea de Dios Pentecostal, Liga Evangélica de Cuba, Camino Cuadrangular e Iglesia Pentecostal Movimiento Internacional. Objetivo: Obtener información sobre la composición sociocultural de las congregaciones pentecostales en Las Tunas y la proyección cultural de estas denominaciones. 1.- Edad____ Sexo____ Raza: Negro___ Blanco___ Mestizo___ Asiático___ 2.- Nivel escolar: Iletrado___ Primaria___ Secundaria___ Obrero Calificado___ Técnico Medio___ Preuniver.___ Universitario___ Master___ Doctor___ Otros__________________ 3.- Preparación teológica: Licenciado______ Otros________________________ 4.- Estado Civil: Soltero___ Casado___ Divorciado___ Viudo___ 5.- Tiene ordenación pastoral: Si___ No___ No la necesito___ 6.- Ocupación anterior: Estudiante___ Profesional___ Jubilado___ Ama de Casa___ Campesino Propietario___ Campesino___ Obrero___ Cuentapropista___ Desempleado__Militar___ Dirigente___ 7.- Desde que año hace vida religiosa (bautizado):______ 8.- Ingreso personal como Pastor:______ 9.- Años de experiencia como Pastor:______ 10.- Ocupo otros cargos en la Iglesia: Si__No__Cual___ 11.- Perteneció anteriormente a otra Denominación, Iglesia o Grupo Religioso: Si___ No___ Cual__________________ 12.- Accedió al cargo de forma: ______Elegido por la Congregación ______Elegido por instancias superiores ______Autoproclamado por inspiración divina
II.- INSTITUCION. 1.- Denominación____________ 2.- Radica en: Templo___ Capilla___ Casa Culto___ Otros____________ 3.- Nombre del Templo______________________________________________ 4.- Año de fundado:_________ ¿Cuantas misiones tiene adjuntas?._______________ 5.- Que tiempo lleva como Pastor en este Templo:____________ 6.- Como considera el estado material del templo: Bueno___ Regular___ Mal___
7.- El templo está ubicado en una zona: Urbana___ Rural___ suburbana___ 8.-¿Cuáles departamentos componen su Iglesia?: 9.- En su Congregación se cobra el diezmo: Si___ No___ Otra forma de ofrenda___ 10.- El financiamiento lo logran a través de: ______El diezmo ______Presupuesto de las directivas Superiores ______Otros 11.- El reglamento y la disciplina de su congregación es: ______El estatuido para todas las congregaciones de mi Denominación ______Concebido personalmente a partir de mi experiencia. ______Realizado por acuerdos de la congregación ______Otra manera:
III.- MEMBRESIA 1.- Membresía aproximada de su congregación: Bautizados___ Comunidad___ 2.- Edad promedio de su membresía:_________ 3.- Raza predominante de su membresía:____________ 4.- Sexo predominante de su membresía:____________ 5.- De los siguientes estatus sociales que les presento, cual predomina en su membresía. (Ordénelos según predominen) ______Estudiantes ______Intelectuales ______Ama de Casas y Jubilados ______Campesinos ______Obreros ______Cuentapropistas ______Desempleados 6.- En que grupo de edades concentra su trabajo pastoral. (En orden de prioridad). a- 0- 11 años ____ b- 12-17 años ___ c- 18-45 años ___ d- 45 , mas ______
7.- La asistencia a las actividades por parte de su membresía es: Estable___ Poco estable___ Inestable___
8.- Tiene mayor concurrencia a las actividades: ______ Días de Semana ______ Sábados ______ Domingos
9.- Considera que la presencia de jóvenes en su congregación: ______ Ha crecido
______ Se mantiene ______ Ha decrecido
10.- Según su opinión la membresía ha crecido por: Grado de Acuerdo Si No a.- Las personas tenían fe pero temían ir a la Iglesia por problemas políticos b.- La Iglesia ha logrado un mejor trabajo evangelizador en el pueblo c.- La Iglesia es una posibilidad de recibir ayuda económica d.- Las personas encuentran en la Iglesia un espacio para hacer vida social e.- Ser religioso esta de moda f.- Las personas necesitan sentirse regulados por una norma sobrehumana g.- Las personas se sienten insegura social- mente y buscan refugio espiritual en la Iglesia h.- Las instituciones civiles no ofrecen alterna- tivas de asociación llamativas a las personas
IV.- PROYECCIÓN SOCIAL
1.- Considera su denominación como una: Iglesia______ Secta___ Nuevo Movimiento religioso___
2.- -¿Usted cree en la segunda venida de Cristo? Si___ No___
3.- Según sus concepciones escatológicas, Cristo retornara a la tierra: Al finalizar el reino de Dios milenario ______Acuerdo que se desarrolla en la tierra de forma ______Desacuerdo histórica. Después de una catástrofe se iniciara el ______ Acuerdo reino milenario de Dios. ______Desacuerdo La Iglesia sufrirá durante la catástrofe que ______Acuerdo predecerá al reino milenario. ______Desacuerdo La Iglesia será arrebatada a los cielos y no ______Acuerdo sufrirá durante la catástrofe que predecerá ______ Desacuerdo al reino milenario. 4.- Ustedes consideran que la Biblia es un texto sagrado que deba interpretarse: Grado de Acuerdo Si No
Teniendo en cuenta su carácter histórico
Los hechos y profecías bíblicas responden a un contexto histórico especifico Los hechos y profecías se interpretan según las circunstancias actuales 5.- Se realiza Sanidad en su Iglesia: Si___ No___ 6.- Las personas recurren a la sanidad porque: - Tienen fe suficiente el poder de Dios - No encuentran curación en la medicina - Desconfían del sistema medico - Están desesperadas por la situación de su
Salud. 7.- Que tipo de enfermedades predominan entre las personas que reclaman sanidad:
- Trastornos psíquicos _________ - Trastornos físicos congénitos _________ - Trastornos Físicos adquiridos ________ - Enfermedades transitorias _______ 8.- De los feligreses que reciben al espíritu santo y hablan en lengua predominan:
- Hombres - Mujeres - Jóvenes - Personas mayores 9.- Considera que el crecimiento de las Iglesias Pentecostales se debe a: - Por el tipo de culto carismático - Por la oportunidad de bautizarse con el Espíritu
Santo y hablar en lengua. - Por la administración de la sanidad - Por la crisis de valores en la sociedad civil - Por la ineficacia evangelizadora del resto de las Denominaciones 10.- Considera a la música como un factor esencial en la liturgia. Si___ No____ 11.- De la música utilizada en su Iglesia prefiere: Si No - Música tradicional evangélica de origen
Anglosajón
- Música evangélica con ritmos cubanos - Música evangélica con ritmo Pop - Música evangélica de cualquier ritmo 12.- La proclamación la prefiere a través de: ____ A través de un Sermón ____ De forma dialógica 13.- ¿ Considera que el culto y la liturgia de las Iglesias cubanas han logrado originalidad o sigue siendo una copia de las Iglesias norteamericanas? 15.- ¿ Considera a su Iglesia como carismática? Si_______ No ________ 16.- Considera al carismático: Si No ___ Un error teológico y litúrgico. ___ Una forma más directa de ponerse en contacto con Dios ___ Una estrategia evangelizadora ___ Una vulgarización de la tradición evangélica 17.- Considera a su Iglesia: __ Portadora de la verdad absoluta respecto a Dios __ Portadora de una parte de la verdad respecto a Dios. __ La verdadera Iglesia de Dios __ Una Iglesia que comparte junto a otras la misión evangélica. 18.- Se considera un Pastor ecuménico en su relación con otras Iglesias: Si___ No___ 19.- De las denominaciones que a continuación le presento a cuales considera Iglesias verdaderas: __ Iglesia Católica __ Adventistas __ Metodistas __ Testigos de Jehová __ Bautistas __ Pentecostales __ Cuáqueros 20.- ¿ Cuales son los principales problemas sociales que enfrenta como pastor? ( en orden de prioridad) __ Violencia Domestica __ Violencia social __ Drogas
__ Alcoholismo __ Adulterio __ Promiscuidad 21.- Considera a los homosexuales: __ Una plaga social __ Personas normales __ No deben pertenecer a la Iglesia __ Deben ser salvados por la Iglesia 24.- Considera a la Iglesia como una institución necesaria para resolver los problemas sociales: __ Si __ No
Anexo VI
Entrevista a Argibaldo Acebo (músico concertante, presidente de la filial de música
de la UNEAC).
Objetivo: Obtener información sobre el papel de la música dentro del momento
cúltico pentecostal y la vida cotidiana del feligrés de estas denominaciones.
Tema: La música cristiana contemporánea en el pentecostalismo y sus funciones
en la vida sociocultural del feligrés pentecostal.
ANEXO IV
DENOMINACIÓN Y MEMBRESÍA APROXIMADA. DENOMINACIONES PENTECOSTALES
FUENTE: elaboración propia a partir de datos aportados por el Departamento De Asociaciones de la Dirección Provincial de Justicia.
Denominación Membresía Fecha de Asentamiento
Origen de la iglesia
Liga Evangélica de Cuba
5600
1994 A partir de una fracción de la Iglesia
Evangélica Pentecostal Asamblea
de Dios Iglesia Evangélica
Pentecostal “Asamblea de Dios”
3800 1951 A partir de una
campaña de sanidad.
Iglesia Congregacional
Pentecostal en Cuba 1600
1995 Fracción de la Liga Evangélica de Cuba
Iglesia Evangélica Bethel en Cuba
250 1994 Fracción de la Liga
Evangélica de Cuba
Iglesia de Dios en Cuba
150 1996 Fracción de la Liga
Evangélica de Cuba
Iglesia del Nazareno
150
1997 A partir de una fracción de la Iglesia
Evangélica Pentecostal Asamblea
de Dios
33%
33%
22%
9%2%1%
LIGA EVANGÉLICA DE CUBA
IGLESIA EVANGÉLICA
PENTECOSTAL “ASAMBLEA DE
DIOS”
IGLESIA CONGREGACIONAL
PENTECOSTAL EN CUBA
IGLESIA EVANGÉLICA BETHEL EN
CUBA
IGLESIA DE DIOS EN CUBA
IGLESIA DEL NAZARENO
ANEXO IV
DENOMINACIÓN Y MEMBRESÍA APROXIMADA.
DENOMINACIONES PENTECOSTALES
FUENTE: elaboración propia a partir de datos aportados por el Departamento De Asociaciones de la Dirección Provincial de Justicia.
33%
33%
22%
9% 2%1%
LIGA EVANGÉLICA DE CUBA
IGLESIA EVANGÉLICA
PENTECOSTAL “ASAMBLEA DE
DIOS”
IGLESIA CONGREGACIONAL
PENTECOSTAL EN CUBA
IGLESIA EVANGÉLICA BETHEL EN
CUBA
IGLESIA DE DIOS EN CUBA
IGLESIA DEL NAZARENO
DENOMINACION MEMBRESIA
LIGA EVANGÉLICA DE
CUBA 5600
IGLESIA EVANGÉLICA
PENTECOSTAL
“ASAMBLEA DE DIOS”
3800
IGLESIA
CONGREGACIONAL
PENTECOSTAL EN
CUBA
1600
IGLESIA EVANGÉLICA
BETHEL EN CUBA 250
IGLESIA DE DIOS EN
CUBA 150
IGLESIA DEL
NAZARENO 150
ANEXO V
RELACION DE LAS DENOMINACIONES PROTESTANTES EN LA CIUDAD DE LAS TUNAS.
TIPO DE DENOMINACION
CANTIDAD POCIENTO
HISTORICAS 1 10.4 %
SALVACIONISTAS 1 10.4 %
SANTIDAD 3 18.8 %
ESCATOLÓGICAS 4 25 %
PENTECOSTALES 6 37.5 %
TOTAL 15
FUENTE: Elaboración propia a partir de datos aportados por el Departamento de Asociaciones de la Dirección Provincial de Justicia.
6%7%
20%
27%
40%Históricas
salvacionistas
santidad
escatológicas
Pentecostales
ANEXO IV RELACION ESTRATIFICADA DE LA BASE SOCIAL DEL PENTECOSTALISMO.
DENOMINACIO MIEMBROS HOM. MUJE AC/J EST. OBR. CAMP PROF. CP
Liga Evangélica
5600 34% 66% 71% 9% 7% 2% 5% 4%
Asamblea de Dios
3800 32% 68% 76% 5% 68% 1% 6% 6%
TOTAL 9400 33.5% 66.2% FUENTE: Elaboración propia a partir de datos obtenidos en el Departamento de Asociaciones de la
Dirección Provincial de Justicia y entrevistas.
13%
17%
57%
13%Miembros
Hombres
Mujeres
AC/J
Estudiantes
Obreros
Profesionales
Cuenta Propistas
Anexo No. IIII
Con la presente encuesta intentamos sondear su opinión con aspectos relacionados
con la cultura pentecostal
Edad: _____ Sexo: ____ Nivel escolar: ________________________
1. Cuáles son para Ud. las principales características de la cultura pentecostal?
a) ____________________________________
b) ____________________________________
c) ____________________________________
2. ¿en la liturgia y doctrina pentecostal es importante la Sanidad Divina?
Si: ________ No: ______ ¿Por qué?
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
3. ¿Existe relación entre la Sanidad Divina y los procesos culturales en la labor
proselitista del pentecostalismo?
Sí___ No___ No sé____
4. ¿Cómo experimentan los pentecostales la Sanidad Divina como consumo de
sentido?( ejemplifique)
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
Anexo No. III
Con la presente encuesta intentamos sondear la opinión de un grupo de personas, profesores, personas relacionadas con la cultura, miembros relevantes de la Iglesia pentecostal, referente al tratamiento de los valores culturales del pentecostalismo en la sociedad tunera
Edad: _____ Sexo: ____ Nivel escolar: ________________________
1. Considera Ud. que el pentecostalismo es un fenómeno cultural? Sí____ No____
2. (En caso de respuesta positiva)¿Cuáles serían para Ud. los principales aportes del pentecostalismo a la cultura local? ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
3. ¿Existe relación entre los procesos culturales y la labor proselitista del pentecostalismo? Sí___ No___ No sé____
4. ¿Es visible la labor cultural del pentecostalismo?(en caso de ser positiva su respuesta ejemplifique) Sí___ No___ ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
5. ¿Cuáles son las principales actividades culturales del pentecostalismo que la comunidad puede disfrutar? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
6. ¿Son accesibles las actividades culturales pentecostales a toda la población? Sí ___ No ___
7. (si su respuesta es negativa)¿Cuáles actividades son de poco acceso de la población general? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
8. Cuáles son para Ud. las principales características de la cultura pentecostal? a) ____________________________________ b) ____________________________________
c) ____________________________________ 9. ¿en la liturgia y doctrina pentecostal es importante la Sanidad Divina?
Si: ________ No: ______ ¿Por qué? ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
10. ¿Existe relación entre la Sanidad Divina y los procesos culturales en la labor proselitista del pentecostalismo? Sí___ No___ No sé____
11. ¿Cómo experimentan los pentecostales la Sanidad Divina como consumo de sentido?( ejemplifique) ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
ANEXO IV RELACION ESTRATIFICADA DE LA BASE SOCIAL DEL PENTECOSTALISMO.
DENOMINACIO MIEMBROS HOM. MUJE AC/J EST. OBR. CAMP PROF. CP
Liga Evangélica
5600 34% 66% 71% 9% 7% 2% 5% 4%
Asamblea de Dios
3800 32% 68% 76% 5% 68% 1% 6% 6%
TOTAL 9400 33.5% 66.2% FUENTE: Elaboración propia a partir de datos obtenidos en el Departamento de Asociaciones de la
Dirección Provincial de Justicia y entrevistas.
Miembros, 5600
Hombres, 34%Mujeres, 66%AC/J, 71%Estudiantes, 9%Obreros, 7%Campesinos, 2% Profesionales,
5%
Cuenta
Propistas, 4%
Liga Evangélica
Miembros Hombres Mujeres
AC/J Estudiantes Obreros
Campesinos Profesionales Cuenta Propistas