el misterio del farol - aces...

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El misterio del farol C ierta vez, un farolero que se llamaba Eleuterio quedó muy aterrorizado por causa de un misterio. Cada noche, el pobre hombre encendía el faro antiguo, mostrándoles a los marineros si había algún peligro. Pero después de un tiempo, comenzaron a suceder cosas muy extrañas que lo hacían a Eleuterio temer. Un ruido en el faro era de erizar la barbilla y surgía una sombra enorme, ¡parecía una pesadilla! ¿Qué sería aquello? Quién sabe, un fantasma; Eleuterio no lo sabía, pero el susto le daba asma. Pasó a encender la luz, mucho antes de oscurecer. ¿El sol estaba alto? ¡Él no quería ni saber! Pero eso no estaba bien, no podía quedar así. Y decidió investigar, parar el misterio, darle un fin. Entonces, una noche oscura, subió escalón por escalón. Tomando todos los cuidados, y escuchando su propio corazón. Cuando llegó allá arriba, ya en el fin de la escalera, miró para todos lados, ¡allí el problema no era! Eleuterio se escondió cerca de un viejo baúl. Para no ser encontrado Por aquel... ¿sería un cebú? Pasaron algunos minutos, y nada sucedía. Eleuterio quedaría allí, aunque rayase el día. De pronto, ¡un ruido extraño! Un sonido realmente feo. ¿De dónde habría salido? De la ventana, ¡lo veo! Con todo evaluado, Eleuterio se preparó, agarró una escoba vieja y, despacito, se acercó. Fue llegando bien despacio, estiró todo lo que pudo el torso, quería ver de cerquita, de dónde vino el alborozo. ¿Sabes lo que él vio? ¡No lo vas a imaginar! Un pelícano mojado se quería, allí, ¡secar! Hacía eso todas las noches, para poderse secar y calentar, y su sombra proyectada, a Eleuterio lo hacía asustar. ¡Imagina qué locura! ¡Este es un caso insano! ¿Dónde se vio que un hombre grande le tenga miedo a un pelícano? Eleuterio lo cuenta a las risas, ¡para él fue una lección! Ahora no tiene miedo, ¡porque no existe aparición! Texto: Sueli Ferreira de Oliveira. Ilustración: Ilustra Cartoon.

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El misterio del farol

Cierta vez, un faroleroque se llamaba Eleuterio

quedó muy aterrorizado por causa de un misterio.

Cada noche, el pobre hombreencendía el faro antiguo,mostrándoles a los marinerossi había algún peligro.

Pero después de un tiempo,comenzaron a sucedercosas muy extrañasque lo hacían a Eleuterio temer.

Un ruido en el faroera de erizar la barbillay surgía una sombra enorme,¡parecía una pesadilla!

¿Qué sería aquello?Quién sabe, un fantasma;Eleuterio no lo sabía,pero el susto le daba asma.

Pasó a encender la luz,mucho antes de oscurecer.¿El sol estaba alto?¡Él no quería ni saber!

Pero eso no estaba bien,no podía quedar así.Y decidió investigar,parar el misterio, darle un fin.

Entonces, una noche oscura,subió escalón por escalón.Tomando todos los cuidados,y escuchando su propio corazón.

Cuando llegó allá arriba,ya en el fin de la escalera,miró para todos lados,¡allí el problema no era!

Eleuterio se escondiócerca de un viejo baúl.Para no ser encontradoPor aquel... ¿sería un cebú?

Pasaron algunos minutos,y nada sucedía.Eleuterio quedaría allí,aunque rayase el día.

De pronto, ¡un ruido extraño!Un sonido realmente feo.¿De dónde habría salido?De la ventana, ¡lo veo!

Con todo evaluado,Eleuterio se preparó,agarró una escoba viejay, despacito, se acercó.

Fue llegando bien despacio,estiró todo lo que pudo el torso,quería ver de cerquita,de dónde vino el alborozo.

¿Sabes lo que él vio?¡No lo vas a imaginar!Un pelícano mojadose quería, allí, ¡secar!

Hacía eso todas las noches,para poderse secar y calentar,y su sombra proyectada,a Eleuterio lo hacía asustar.

¡Imagina qué locura!¡Este es un caso insano!¿Dónde se vio que un hombre grandele tenga miedo a un pelícano?

Eleuterio lo cuenta a las risas,¡para él fue una lección!Ahora no tiene miedo,¡porque no existe aparición!

Texto: Sueli Ferreira de Oliveira.Ilustración: Ilustra Cartoon.