el metadiscurso interpersonal en artículos de investigación.pdf

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  Disponible en: http://www.redalyc.org/ articulo.oa?id=157013764001  Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Rebecca Beke El metadiscurso interpersonal en artículos de in vestigación Revista Signos, vol. 38, núm. 57, 2005, pp. 7-18, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Chile  ¿Cómo citar? Fascículo completo Más información del artículo Página de la revista Revista Signos, ISSN (Versión impresa): 0035-0451 [email protected] Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Chile www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=157013764001

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Rebecca BekeEl metadiscurso interpersonal en artculos de investigacin

    Revista Signos, vol. 38, nm. 57, 2005, pp. 7-18,Pontificia Universidad Catlica de Valparaso

    Chile

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Revista Signos,ISSN (Versin impresa): [email protected] Universidad Catlica de ValparasoChile

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

  • Beke, R. / El metadiscurso interpersonal en artculos de investigacin 7Revista Signos 2005, 38(57), 7-18

    Correspondencia: Rebecca Beke ([email protected]). Tel.: (58-212) 6050332 5503069. Maestra enIngls como Lengua Extranjera, Facultad de Humanidades y Educacin, Universidad Central de Venezuela.Calle Nover con calle Edison, centro comercial Los Chaguaramos, Los Chaguaramos, Caracas, Venezuela.

    El metadiscurso interpersonal en artculos de investigacin

    Rebecca BekeUniversidad Central de Venezuela

    Venezuela

    Resumen: En este artculo se presentan los resultados del anlisis de una muestra de quince artculos de laRevista de Pedagoga con el objetivo de determinar la manera cmo los investigadores de la educacin seinterrelacionan con sus pares y comunican su posicin y su compromiso con la disciplina. Para ello se identifica-ron las marcas metadiscursivas y su frecuencia de uso segn las categoras de metadiscurso interpersonalpropuestas por Hyland (1999a, 2000): mitigadores, enfatizadores, marcadores de actitud, marcadores relacionalesy marcadores de persona. Los resultados revelan cierta variabilidad en el uso de las marcas interpersonales, lacual podra estar vinculada al tipo de investigacin. La mitigacin constituy el rasgo ms frecuente seguido porlos marcadores relacionales y actitudinales. Se concluye que los investigadores de la educacin tienen unatendencia a no imponer sus puntos de vista, muestran preocupacin por proyectarse como persona y por per-suadir a sus lectores para que estos acepten sus argumentos.Palabras Clave: Artculos de investigacin, educacin, metadiscurso interpersonal.

    Interpersonal metadiscourse in research articles

    Abstract: This article reports on the results of the analysis of a sample of fifteen articles extracted from thejournal Revista de Pedagoga in order to determine how education researchers interact with their peers andcommunicate their integrity and their compromise with the discipline. The analysis focused on the interpersonalmetadiscourse category and its dimensions as proposed by Hyland (1999a, 2000): hedges, boosters, attitudemarkers, relational markers and person markers. The results reveal that the variability in the use of interpersonalmarkers could be linked to the type of research. Hedging constituted the most frequent trait followed by relationand attitude markers. I conclude that education researchers have a tendency not to impose their point of views.They are concerned with personal stance and with assuring that their arguments are accepted by their readers.Key Words: Research articles, education, interpersonal metadiscourse.

    Recibido: 8 de octubre de 2004 Aceptado: 10 de enero de 2005

  • Revista Signos 2005, 38(57), 7-188

    INTRODUCCINEl trabajo que expongo est enmarcado en el anlisisdel discurso acadmico, especficamente el artculode investigacin en el rea de educacin. Forma par-te de un proyecto ms amplio y representa una pri-mera aproximacin de la cual espero generar algu-nas hiptesis y conclusiones que nutran el desarrollode dicho proyecto.

    Entre las tantas actividades discursivas (orales yescritas) de los acadmicos, el artculo de investiga-cin ocupa quizs un lugar preeminente, pues consti-tuye uno de los medios por el cual los investigadoresy docentes universitarios reciben, construyen y trans-miten el conocimiento e interactan con sus pares parael avance de la ciencia.

    La investigacin es compartir con otros. Tiene uncarcter eminentemente social (Brent, 1995) y res-ponde a las convenciones y normas que resultan delas prcticas y de las estrategias utilizadas por losinvestigadores en sus respectivas comunidades dis-ciplinarias o comunidades discursivas (Swales,1990). A travs del escrito, los autores recurren a es-trategias retricas y discursivas para persuadir a suslectores, proyectarse como persona, sealar el gradode certeza del contenido proposicional de su discur-so (o discurso primario), evaluar sus proposiciones ycontrolar la situacin de comunicacin en funcin desus objetivos. Es decir, en un sentido pragmtico, losautores ejercen una interaccin interpersonal con suspares a travs del lenguaje.

    De all que no sorprende la importancia que hatenido y sigue teniendo el estudio de los significadosinterpersonales en la investigacin lingstica, dandoorigen a una variedad de conceptos que si bien sedistinguen entre s, tambin tienen algunos aspectosen comn dependiendo del nfasis que cada autor lequiera dar a dicho concepto. As, se pueden sealar,entre otros, la modalidad (Halliday, 1985; Thompson,1996; Stubbs, 1986, 1996), la mitigacin (hedging)(Lakoff, 1973; Brown & Levinson, 1987; Vande, 1985;Hyland, 1998), la evidencialidad (Chafe, 1986), la va-loracin (Martin, 2001) y la evaluacin (Thompson &Hunston, 2001).

    Si se supone que en el contexto acadmico lacomunicacin efectiva no slo implica proporcionarinformacin de una manera objetiva y clara sino tam-bin producir un efecto deseado en los interlocutores,el metadiscurso concepto relacionado con los ante-riores puede representar una fuente de informacinvaliosa que nos permite ver cmo los autores se pro-

    yectan en sus trabajos y cmo manejan sus intencio-nes comunicativas (Hyland, 1999a, 2000). SegnHyland (1998: 437)1 , el metadiscurso se refiere aaquellos aspectos de un texto que organizan explci-tamente el discurso, comprometen al pblico lector ysealan la actitud del escritor. As, en el mbito de laescritura acadmica, y especialmente en lo que res-pecta los artculos de investigacin publicados en re-vistas especializadas, el metadiscurso se revela comoun recurso pragmtico del que disponen los autorespara ejercer influencia en las respuestas de los lecto-res frente al contenido proposicional de los textos(Crismore & Farnsworth, 1989; Hyland, 1998).

    Crismore y Farnsworth (1989, 1990), Crismore,Markkanen y Steffensen (1993), Hyland (1996, 1998,1999a, 1999b), Hyland y Milton (1997), Myers (1999),Nystrand (1986, 1989), Thompson (2001), Thompsony Thetela (1995), Samson (2000) y Vande (1985), en-tre otros, han estudiado el metadiscurso en el discur-so acadmico en ingls. En el contexto de la lenguaespaola, el estudio del discurso acadmico es mu-cho ms reciente y est centrado sobre todo en elanlisis de textos especializados del mbito cientfi-co: por ejemplo, el estudio de la jerarquizacin de lainformacin en la resea crtica de la literatura cient-fica (Ferrari, 1999), la modalidad epistmica en lostextos periodsticos sobre la ciencia (Gallardo, 1999),la modalidad epistmica y los grados de certeza enlas secciones de introduccin y conclusin de los ar-tculos de medicina (Ferrari, 2003), los resmenes enrevistas de medicina (Ciapuscio, 1998), la modalidadepistmica en el contexto acadmico de ciencias(Lpez, 2001). En Venezuela, se destaca el impor-tante trabajo realizado por Bolvar (1986, 1994, 1997a,1997b, 1999) sobre la interaccin en el texto. Elmetadiscurso en los artculos cientficos de medicinaha sido estudiado por Salager-Meyer (1990a, 1990b,1993), el metadiscurso interpersonal en textos pro-ducidos por estudiantes y profesores monolinges (es-paol) y bilinges (espaol-ingls) por Arcay (2000) ypor Garca (2000), en el contexto de los resmenesde investigacin para congresos.

    De la bibliografa revisada, es interesante obser-var que los estudios, en los que se comparan los art-culos de investigacin de las ciencias (duras) con losde las ciencias sociales (blandas) para establecer ten-dencias disciplinarias tanto en ingls como en espa-ol, no incluyen en sus corpus artculos del rea deeducacin. En este sentido, se espera que esta in-vestigacin pueda contribuir al estudio de las diferen-cias entre las disciplinas y al entendimiento del dis-curso de un rea poco estudiada y a la vez

  • Beke, R. / El metadiscurso interpersonal en artculos de investigacin 9

    heterognea como lo es la educacin.En el contexto de la presente investigacin me

    planteo las siguientes interrogantes: De qu mane-ra los investigadores de la educacin utilizan los re-cursos metadiscursivos para persuadir a sus lectorese interactuar con ellos?, Cmo los autores se mani-fiestan en su discurso?, Tiene la forma de interactuarcon los lectores alguna relacin con el tipo de investi-gacin?

    Con el fin de responder a esas preguntas, analicuna muestra de quince artculos publicados en laRevista de Pedagoga2 entre los aos 1999-2002, uti-lizando como base para el anlisis la categora delmetadiscurso interpersonal propuesta por Hyland(1999a, 2000).

    El metadiscurso

    Halliday (1978, 1985), desde una perspectiva socio-comunicativa, distingue entre las funciones ideacional,interpersonal y textual del lenguaje. En el marco deesta clasificacin, el estudio del metadiscurso corres-ponde a las ltimas dos funciones, tal como se reflejaen las propuestas no muy diferentes entre s deautores como Vande (1985), Crismore et al. (1993) yHyland (1999a, 2000).

    El metadiscurso, generalmente entendido comoel discurso acerca del discurso o comunicacin acer-ca de la comunicacin (Vande, 1985: 83) es un con-cepto borroso y objeto de muchas discusiones quetrascienden los objetivos de este trabajo. SegnConnor (1996: 94), el metadiscurso le permite al es-critor mostrar al lector cmo las partes del texto serelacionan entre s y expresar su propia evaluacindel contenido y su actitud. Para Fairclough (1992:122), el metadiscurso se define como el lenguaje quese utiliza en un texto cuando el hablante/escritor estsituado por encima y fuera de su propio discurso yest en una posicin de controlarlo y manipularlo.Estas dos definiciones evidencian que el concepto demetadiscurso puede variar segn el aspecto que sequiere enfatizar, tal como se seal en la introduc-cin a este artculo. En efecto, los autores menciona-dos no se contradicen, sino que para Fairclough elmetadiscurso es un recurso de poder y control social;para Connor (1996), el escritor gua al lector y le par-ticipa su posicin.

    Desde mi perspectiva, asumo la posicin segnla cual el metadiscurso se refiere al material lingsti-co que en realidad no agrega informacin al conteni-do proposicional del texto, sino que ayuda al oyente/

    lector a organizar y evaluar la informacin (Connor,1996; Hyland, 1999a, 2000). Hyland (1999a, 2000)propone una clasificacin versin modificada deCrismore et al. (1993) en la que distingue entre elmetadiscurso textual y el metadiscurso interpersonaly para cada uno establece diferentes dimensiones.Hyland (1999a) basa su propuesta en tres conceptosclave: la evidencialidad, definida como el compromi-so que tiene el autor con la verdad de las proposicio-nes que presenta, la confiabilidad, la fuerza y la pre-cisin o la manipulacin de estos rasgos para el logrode metas interpersonales (ver Halliday, 1978); el afec-to, entendido como la expresin de las actitudes per-sonales y profesionales hacia lo que se dice o haciala persona que lo dice, incluyendo las emociones,perspectivas y creencias; y, finalmente, el conceptode relacin referido al compromiso e interaccin delautor con sus lectores, el grado de distanciamiento yel modo de representarse a s mismo en el discurso.

    El metadiscurso textual, segn Hyland (1999a),incluye aquellos recursos que utilizan los autores paraorganizar sus proposiciones y as lograr que sus lec-tores encuentren el texto coherente. Los recursos sonclasificados en (i) conectores lgicos, (ii) marcadoresde organizacin textual, (iii) marcadores endofricos,(iv) evidenciales; y (v) glosas de cdigo. Por su parte,el metadiscurso interpersonal comprende explcita-mente los aspectos interaccionales y evaluativos quemarcan la presencia del autor como persona, su pers-pectiva frente al contenido y frente a su audiencia. Enesta categora, Hyland (2000) identifica cinco dimen-siones: (i) los mitigadores o atenuadores; (ii) losenfatizadores; (iii) los marcadores de actitud; (iv) losmarcadores relacionales; y (v) los marcadores perso-nales. Ilustrar estas dimensiones con ejemplos ex-trados del corpus en la siguiente seccin.

    METODOLOGA

    El corpus

    De un corpus de aproximadamente cuatrocientos ar-tculos de la Revista de Pedagoga, utilic una mues-tra de quince artculos (ver Anexo 1: Corpus): cuatroartculos del nmero 57 (1999), cinco del 58 (1999),cuatro del 64 (2001) y dos del 66 (2002). En la selec-cin de los textos prevalecieron los siguientes crite-rios: 1) la posibilidad de contar con una versindigitalizada que facilitara el anlisis por medio de pro-gramas electrnicos; 2) los autores deban ser de ladisciplina de educacin; 3) los autores deban ser ve-

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    nezolanos. Los quince artculos suman un total de89.135 palabras.

    Categoras de anlisis

    Para efectos de esta investigacin y tal como lo sea-lo ms arriba, se analizaron los quince artculos de lamuestra sobre la base de las cinco dimensiones delmetadiscurso interpersonal de Hyland (1999a, 2000):(i) Mitigadores: indican la decisin que toma el autorde no comprometerse totalmente con la proposicinexpresada, de manera que la informacin puede serpresentada como una opinin y no como un hecho.Conviene aclarar que la mitigacin dada por would yshould en ingls corresponde al morfema verbal aasociado al tiempo condicional en espaol (RAE,1973); ambos, desde el punto de vista pragmtico,marcan distanciamiento del autor frente a su proposi-cin. Consideremos el siguiente ejemplo:(1) No sera descabellado advertir que, si a los

    dos indicadores anteriores le sumramos unafuga masiva de profesores que actualmentese desempean en las aulas por no habersemejorado las condiciones de trabajo y remu-neraciones, Venezuela podra ser testigo deun retroceso en materia educativa de por lomenos cincuenta o sesenta aos, por una con-traccin en la oferta de enseantes gradua-dos (20579903)3 .

    Al escribir no sera descabellado advertir que, y Ve-nezuela podra ser testigo de un retroceso, el autorse revela prudente y cauteloso frente a lo que estpor afirmar como una advertencia. Adems, no seradescabellado advertir es una oracin principal que tie-ne como subordinada una estructura condicional (si...sumramosVenezuela podra). El autor no est ab-solutamente seguro de su afirmacin y, por ello, dejaun espacio para que los lectores decidan compartirsu opinin o no. El lector no necesariamente debeestar de acuerdo con el punto de vista del autor, peropor lo menos debe estar dispuesto a aceptar que pue-de haber otros que s lo haran.

    Si le agregamos a la estructura condicional, a laque ya se ha hecho referencia, la variante epistmicadel verbo poder y el tiempo condicional en podra, estclaro que el autor presenta una situacin hipotticapara argumentar su opinin utilizando como recursouna mitigacin doble.

    En (2a-b) podemos observar otros casos de miti-gacin. El autor muestra una clara tendencia a no afir-mar con plena certeza y a ofrecer ms bien una posi-bilidad entre otras:

    (2) a. A travs del enfoque psicolgico tradicionalo reduccionista, la poca participacin puedeser abordada por diferentes vas (20579905).b. Utilicemos los ejemplos anteriores para ilus-trar la posible aplicacin del enfoque socio-lgico tradicional (20579905).

    (ii) Enfatizadores (boosters, emphatics): marcan laexpresin de cer teza y enfatizan la fuerzaproposicional, tal como lo ilustra (3a y b). En ambosejemplos se percibe un alto grado de compromiso delos autores con lo que estn expresando a la vez quese aprecia una voz de autoridad.

    (3) a. Por supuesto, e insistimos en ello, no se tratade descalificar a los factores extrnsecos o am-bientales, sino... (20579903).b. Lo importante es que esta lista puede se-guirse usando como apoyo a eventos del reaeducativa (20579904).

    En (3a) la fuerza de la proposicin est marcadadoblemente por por supuesto y por insistimos en ello,mientras que en (3b), adems de considerar impor-tante lo que va a expresar, el autor utiliza una estruc-tura seudohendida para resaltar su proposicin. Se-gn Sedano (1990: 14), las seudohendidas formanparte del grupo de las llamadas clusulas HENDIDAS,que se subdividen en hendidas propiamente dichas(H), seudohendidas (SH) y seudohendidas inversas(SHI). Dichas estructuras se construyen con el ver-bo SER y sirven para poner foco sobre el constituyenteque aparece a la derecha de ese verbo (Sedano,1990: 14), o la informacin en posicin de rema.

    En el ejemplo (4), el autor enfatiza su posicin conla estructura seudohendida el docente lo que tieneque hacer ... es crear actividades... dejando poco es-pacio para que el lector asuma otro punto de vista. Adiferencia de (3b), pareciera que aqu el nfasis seacenta an ms por la posicin inicial de el docente:

    (4) El docente lo que tiene que hacer para ayudaral estudiante en ese paso entre los dos polosmencionados es crear actividades didcticascon unas caractersticas determinadas ajus-tadas al estudiante y a los diferentes contex-tos existentes (22660202).

  • Beke, R. / El metadiscurso interpersonal en artculos de investigacin 11

    Los ejemplos (3) y (4) ilustran claramente las es-trategias que utilizan los autores para lograr que suslectores perciban las cosas de una manera determi-nada (Hyland, 2001).(iii) Marcadores de actitud: suelen sealar la actitudafectiva del autor: sorpresa, obligacin, acuerdo, im-portancia, frustracin. Estn tpicamente centrados enel autor y marcados por verbos de actitud, ademsde los recursos tipogrficos, como el uso del subra-yado o de la negrita, entre otros. En (5), el autor eva-la los resultados encontrados y su incidencia para elfuturo como preocupantes y poco optimista. Sin em-bargo, esta evaluacin, que puede parecer demasia-do pesimista, es atenuada por el uso de la estructuracondicional si a los resultados.....les agregamos dosindicadores De esta manera, el autor deja abiertala posibilidad de un desenlace ms feliz:

    (5) Como comentario final dir que, si a los resul-tados aqu presentados les agregamos dosindicadores hoy da preocupantes: el decreci-miento sostenido de la matrcula en las carre-ras docentes (Barrios, 1995), y el poco atrac-tivo que ellas provocan en los jvenes bachi-lleres (Ramrez et al., 1997), el panorama enun futuro cercano se nos advertira poco opti-mista (20579903).

    Los marcadores de actitud suelen sealarse pormedio de adjetivos y adverbios adems de la moda-lidad dentica representada por el verbo deber o ex-presiones equivalentes. Esta modalidad tiende a re-forzar el grado de certeza del autor en cuanto a susproposiciones, tal como se ilustra en (6a-b):(6) a. En este sentido, el anlisis de tareas y de

    contenidos debe reorientarse hacia la selec-cin de tareas significativas y susceptibles deaplicacin constructivista (22660202).b. En este punto hay que resaltar, sin embar-go, que la concordancia, en la postprueba,puede estar inflada (22640104).

    (iv) Marcadores relacionales: estn generalmentedirigidos al lector y son como una invitacin para queste participe en el discurso. Una de las maneras deincluir al lector es a travs del uso de la primera per-sona del plural inclusivo, tal como se puede observaren (7a-c):(7) a. En manos de quin quedara nuestra edu-

    cacin? (20579903)

    b. Veamos cmo se desenvolva la actividaddel Colegio de la Independencia en sus pri-meros tiempos de funcionamiento (20589904).c. Nos encontramos aqu con centros docen-tes que alcanzaron enorme importancia y pres-tigio en su momento... (20589904).

    Los autores utilizan tambin comentarios entreparntesis o entre guiones, preguntas y formas impe-rativas para interactuar con sus lectores, como en (8a-d):(8) a. (como se ve, ste no hablaba de menaje)

    (20589904).b. Por cierto y contrario a lo que se suelepensar esos preceptores desaconsejaban...(20589904).c. Qu entendemos por constructivismo?(20589903).d. Destaquemos los contrastes con los tiem-pos actuales: las vacaciones no llegaban aveinte das (20589904).

    (v) Marcadores de persona: son generalmente se-alados por pronombres personales y permiten quelos autores presenten sus ideas o perspectivas, lo cualpueden hacer de manera subjetiva como en (9a-c).En (9a-b) a travs del uso de la primera persona delsingular, no slo el autor se responsabiliza de lo queescribe sino que tambin se afirma como autoridad.Sin embargo, a diferencia de los dos casos anterio-res, el uso de la primera persona del singular en (9c)atena ms bien la imagen del autor como autoridad,ya que reconoce que no posee toda la informacin, yque por lo tanto, puede haber discrepancias con susplanteamientos.9) a. Hablo aqu de establecimientos docentes

    (20589904).b. He podido determinar (20589904).c. Hasta donde conozco (20589904).

    En (10a-c), el grado de subjetividad que significa-ra el uso del pronombre de la primera persona delplural se reduce por la presencia explcita de las evi-dencias en las que se apoyan los autores, a saber,los resultados (a), en el nmero 53 (b) y las cifras de1839 (c):(10) a. Los resultados que aqu presentamos reve-

    lan... (20579903).b. En el nmero 53... presentamos los prime-ros resultados... (20579903).

  • Revista Signos 2005, 38(57), 7-1812

    c. Las cifras de 1839 que hemos conocido...(20589904).

    La primera persona del plural tambin se utilizapara marcar la actividad de investigacin (11a-c):(11) a. Profundizaremos en el estudio de las cau-

    sas de las inequidades hoy existentes(22640101).b. En este artculo presentamos los resulta-dos (22640102).c. El anlisis anterior nos permite llegar a lassiguientes conclusiones (22640104).

    Una de las estrategias que utilizan los autores paraincluir a los lectores en el discurso es el uso del pro-nombre de la primera persona del plural inclusivo comoen el ejemplo siguiente:(12) La circunstancia histrica del inicio de un nuevo

    siglo y milenio se ha caracterizado, entre otrascosas, por la discusin acerca de la particula-ridad del momento que vivimos (22640103).

    Otro aspecto interesante sealado por Hyland(1999a) se refiere a la relacin que podra haber en-tre el uso de ciertos pronombres y el tipo de verbo.As los autores utilizan la primera persona con losverbos que sealan razonamiento (13a-b) y posibili-dad (14a- b) o con los que describen las actividadesde investigacin (15a-c):(13) a. Observamos que cuando se habla de

    interaccin social (22579905).b. Sin embargo, intentamos encontrar los as-pectos comunes (22640102).

    (14) a. no he podido saber el momento exacto de....(20589904).b. A pesar de que la prueba de autoeficaciamostr ser una medida sensible, creemos quepuede mejorarse (22640104).

    (15) a. como comentario final dir... (20579903).b. En un artculo aparecido de mi autora(20589904).c. encontramos dos formas de realizar la in-vestigacin (22579901).

    Aun cuando los resultados globales obtenidos re-velan un uso poco frecuente de marcadores de per-sona, el anlisis de estos ha permitido detectar suti-lezas que podran ser estudiadas con mayor profun-didad.

    Procedimientos

    En una primera fase preparacin de los textos seeliminaron las informaciones que pudieran alterar labsqueda como, por ejemplo, el ttulo en ingls, elresumen o resmenes, los cuadros y figuras, la bi-bliografa, notas y apndices. Cada texto fue luegograbado en formato texto (.txt) con su respectivo c-digo (ver Nota 6).

    En segundo lugar, util izando el programaWordPilot, se hizo para cada artculo una bsquedade trminos siguiendo la lista sugerida por Hyland(2000: 191-193) que evidentemente tuvo que adap-tarse al espaol. As, por ejemplo, se buscaron trmi-nos como: puede, debe, posible, nosotros, entre otras,y las inflexiones verbales os e a(n). Cada caso fuecotejado con los textos para asegurar que pertenecaal discurso del autor del artculo y no a referenciastextuales de otras fuentes. El resultado fue copiadoen formato Word, lo que permiti ubicar el tem en sucontexto ms amplio, como se aprecia en (16):(16) a cada uno de los estratos, de forma tal que

    cubran a toda la sociedad con su influencia.Como se puede apreciar, la universidad ad-quiere valor no solamente educacional, profe-sional o poltico sino tambin (20579901).

    Las transcripciones en Word fueron luego anali-zadas individualmente con el fin de clasificarlas porartculo y de acuerdo con las cinco categoras deHyland (1999a, 2000). Por ejemplo, (17) se ubic enla categora de los mitigadores por las seales posi-blemente y por los verbos en modo condicional.

    (17) De nuevo parecera que los promedios de no-tas no fueron determinantes en el proceso deseleccin, posiblemente por ser opacada suinfluencia por otros factores, no necesariamen-te acadmicos, que deberan ser determina-dos... (22640101).

    Para facilitar el clculo de la frecuencia de uso delos recursos metadiscursivos, se registraron los ca-sos en formato Excel segn las categoras estableci-das por artculo y en contextos ms cortos. A ttulo deejemplo, las siguientes ocurrencias fueron colocadasen la categora de marcadores de actitud:

    (18) a. un factor nada despreciable (20579904).b. constituye una importante fuente de refe-rencia (20589901).c. una idea de nacionalismo que rayara

  • Beke, R. / El metadiscurso interpersonal en artculos de investigacin 13

    peligrosamente con posiciones fascistas(22660201).d. la Resolucin debe tener un carcter tem-poral (20579902).

    RESULTADOS Y DISCUSIN

    El total de palabras correspondientes a los quinceartculos es de 89.135; en ellas se identificaron 1.107marcas metadiscursivas (ver Cuadro 1).

    Se puede deducir que los investigadores de laeducacin utilizan una marca metadiscursiva poraproximadamente cada ochenta (80) palabras. Hyland(1999a), sin embargo, en un corpus de cincuenta yseis (56) artculos de investigacin extrados de lasprincipales revistas de ocho disciplinas, encuentra que

    los autores utilizan una marca metadiscursiva por cadaveintiocho (28) palabras.

    El Cuadro 1 muestra la densidad de los rasgosnormalizados a una longitud de mil palabras y revelaclaramente la preferencia que tienen nuestros auto-res por los mitigadores, marcadores relacionales ymarcadores de actitud, los cuales en conjunto repre-sentan el 76,51% del total de marcas metadiscursivas.Los datos del Cuadro 1 podran sugerir que los inves-tigadores de la educacin muestran cierta necesidadno solo de distinguir entre hechos y opiniones sinotambin de evaluar sus planteamientos, ser cuidado-sos y de asegurarse que los lectores sean participan-tes activos en el discurso.

    Como complemento al Cuadro 1, se detalla en elCuadro 2 la distribucin de los rasgos metadiscursivospor artculo:

    En el Cuadro 2, se aprecia una variacin impor-

    Cuadro 1. Distribucin global de los marcadores interpersonales.

    Categora Total N tems tems por 1000 palabras Porcentaje total de temsMitigadores 337 3,78 30,44Marcadores de actitud 239 2,68 21,59Enfatizadores 135 1,51 12,20Marcadores de persona 125 1,40 11,29Marcadores relacionales 271 3,04 24,48Total 1.107 12,42 100%

    Cuadro 2. Distribucin de los marcadores del Metadiscurso Interpersonal en quince artculos de laRevista de Pedagoga.

    Artculo N Mitigadores Actitud Enfatizadores Relacionales Persona Total20579901 12 17 3 8 1 4120579902 11 20 1 3 2 3720579903 25 4 7 18 10 6420579904 16 24 5 13 0 5820579905 28 17 11 42 23 12120589901 18 15 4 4 4 4520589902 16 8 3 10 0 3720589903 6 12 7 26 4 5520589904 25 6 8 24 18 8122640101 15 19 13 2 3 5222640102 15 10 9 30 30 9422640103 40 28 25 21 8 12222640104 33 17 12 24 4 9022660201 46 15 17 33 18 12922660202 31 27 10 13 0 81Total 337 239 135 271 125 1.107

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    tante en cuanto a la frecuencia de uso de los recur-sos metadiscursivos, lo cual hace difcil que se pudie-ra establecer algn patrn. Era evidente que los re-sultados reflejados en los Cuadros 1 y 2 servirn debase para futuros estudios con muestras ms amplias.Sin embargo, antes de intentar buscar una explica-cin a la heterogeneidad encontrada, me pareci ne-cesario examinar los datos detenidamente con el finde determinar las formas lingsticas que utilizan losautores para marcar su discurso.

    En la categora de los mitigadores, se observa quepredomina la variante epistmico del verbo poder 180 casos del total de 337 y, si se le aade el uso depermitir (28 casos) y posible (18 casos), se obtienecasi el 70% del total de los mitigadores. Por otro lado,el modo indicativo fue utilizado en un total de 261 ca-sos (77,4%), de los cuales 109 (32,1%) correspon-den al tiempo condicional; el modo subjuntivo es usa-do en apenas 17 casos.

    Asimismo, para marcar su actitud, los autores re-curren con ms frecuencia al verbo deber y expresio-nes afines (hay que/de, tener que, es preciso, es ne-cesario), los cuales suman un total de 101 casos(42%). Se encontr adems una variedad de adjeti-vos (inevitable, alentador, curioso, etc.) que expresanclaramente la actitud de los autores, adverbios (afor-tunadamente, contradictoriamente, etc.), o combina-ciones de ambos, (altamente compleja, harto difcil,muy curioso, etc.).

    Entre los enfatizadores ms frecuentes se encon-traron efectivamente, obviamente, ciertamente, y dehecho. En cuanto a los marcadores de persona, pre-domin el uso de la primera persona del plural con untotal de 102 casos en contraste con 12 casos de pri-mera persona del singular. Aunque este anlisis noincluy la forma verbal impersonal se+V, como en (seseleccion la modalidad de investigacin documen-tal, 22640101), la revisin de los artculos indica quela construccin mencionada es frecuente y mereceser estudiada.

    En un intento de explicar la variabilidad y hetero-geneidad de los resultados reflejados en el Cuadro 2,decid relacionar la frecuencia de uso de las marcasmetadiscursivas por mil palabras con el tipo de art-culo, tal como lo muestra el Cuadro 3. El tipo de art-culo se determin en funcin de lo que los autoressealan especficamente como propsito de sus tra-bajos en los resmenes que los acompaan; por ejem-plo, en 22640102 el autor inicia su resumen afirman-do que Se realiz una investigacin etnogrfica encinco escuelas de Caracas.

    En el Cuadro 3, se aprecia que los artculos conmayor uso de marcas interpersonales fueron los deltipo reflexin 20579905 y 20589903 en contrastecon los artculos de tipo descriptivo. Sin embargo, eneste ltimo caso, tambin pareciera haber cierta va-riacin si se comparan los artculos 20589902 y22640103. En efecto, el artculo 22640103, del tipodescripcin, revela un uso relativamente alto de mar-cas metadiscursivas. Me atrevo a pensar que, ade-ms del tipo de investigacin, tambin estara impli-cado el tema tratado; en este caso, la situacin dedesprestigio de la profesin acadmica. Por otra par-te, el artculo 20579902, que presenta el menor usode marcas interpersonales, es una sntesis de posi-ciones de otras entidades frente a una resolucin delMinisterio de Educacin. Constituye un texto que in-forma sobre textos de otros, frente a los cuales el autorse mantiene relativamente distanciado y no compro-metido. Esto permite sugerir que el tipo de artculo yel tema podran influir en la manera como los autoresse presentan e interactan con sus pares para quesus planteamientos sean convincentes.

    CONCLUSIONES

    En trminos generales, esta primera aproximacinpermiti evidenciar que la heterogeneidad de los art-culos estudiados en cuanto al tipo de investigacin ya los temas tratados, podra explicar la variacin de lafrecuencia y preferencia de los autores con respectoa los marcadores metadiscursivos interpersonales. Sinembargo, se trata de un aspecto que necesitainvestigarse con una muestra ms amplia y en elmarco de una clasificacin de los artculos dirigida ahomogeneizar la muestra antes de emitir cualquierconclusin definitiva.

    La preferencia por los mitigadores, seguidos porlos marcadores relacionales y actitudinales, pareceindicar que los autores s se preocupan por la mane-ra como se presentan e interactan con sus lectores.Esta preferencia sugiere una tendencia de los auto-res a ser menos impositivos en cuanto a sus postu-ras, lo cual no significa necesariamente que son me-nos seguros de sus planteamientos, sino que ms bienles preocupa el grado de aceptacin que puedan te-ner en su comunidad discursiva.

    La bsqueda se bas en los tems sealados porHyland (2000: 191-193) para el caso del idioma in-gls. Estos tems constituyen un punto de partida quetuvieron que ser adaptados al espaol, lo cual implicincorporar algunos tems como, por ejemplo, la cons-

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    truccin seudohendida y el tiempo condicional, y mo-dificar otros en funcin de las caractersticas propiasde la lengua. Tal es el caso de los morfemas verbales-a, -os. Como lo seal anteriormente, los resulta-dos obtenidos sirven de antecedentes para seguirinvestigando el aspecto estudiado con un corpus ms

    amplio y ms variado que podra incluir otras revistaseducativas y otros gneros de textos acadmicos dela disciplina.

    Igualmente, de esta primera aproximacin se de-riva la necesidad de profundizar en aspectos comolos sealados en el apartado anterior: el uso de los

    Cuadro 3. Relacin entre el tipo de artculo, total de marcas y proporcin por mil palabras.

    Artculo N Tipo de investigacin N palabras Total marcas N de marcaspor 1000 palabras

    20579902 Sntesis de posicionessobre la Resolucin N 1del Ministerio de Educacin 4.513 37 8,19

    20589902 Descripcin de un modelode productividad integral parala educacin 4.234 37 8,74

    20589904 Descripcin histrica de lasprimeras escuelas del siglo XIX 8.994 81 9

    22640101 Estudio de la influencia del nivelsocioeconmico y tipo de plantelen el rendimiento estudiantil 5.774 52 9

    20579903 Diagnstico de los niveles desatisfaccin laboral en losdocentes venezolanos 6.678 64 9,58

    22640102 Investigacin etnogrfica en5 escuelas de Caracas 8.648 94 10,87

    20579901 Descripcin histrica del doctorado 3.739 41 10,9720579904 Llamado a la sindresis frente

    al uso de listas e. 4.760 58 12,1820589901 Propuesta terica a partir

    de una experiencia 3.433 45 13,1122640103 Descripcin de la situacin de

    desprestigio de la profesinacadmica. Pasado, presente y futuro. 8.872 122 13,75

    22660202 Discusin sobre la incorporacinde productos electrnicos para elaprendizaje 5.586 81 14,5

    22660201 Anlisis de textos escolares sobreel tratamiento del nacionalismo 8.160 129 15,81

    22640104 Investigacin experimental sobrela ansiedad 5.592 90 16,09

    20579905 Reflexin sobre los procesos deinteraccin social y de comunicacin 7.125 121 16,98

    20589903 Reflexiones sobre una tendencia terica 3.027 55 18,17

    Total 89.135 1.107 12,42

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    pronombres y su relacin con los verbos que los acom-paan, el uso de construcciones impersonales y susposibles implicaciones, el uso de la seudohendidacomo estrategia que pueden utilizar los autores parafocalizar la atencin de los lectores en un punto im-portante.

    No menos importantes son las implicaciones pe-daggicas que puedan resultar de estudios similares.Estas implicaciones contaran con datos confiables,de los cuales se derivaran las estrategias y recursosdiscursivos disponibles para que los investigadoreslogren mayor efectividad en sus escritos y respondana las exigencias que les son impuestas nacional einternacionalmente.

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    NOTAS1 Todas las traducciones del ingls son de la autora.2 La Revista de Pedagoga es la revista educativavenezolana de mayor estabilidad y continuidad. Fuecreada en 1971, es arbitrada e indizada y es publica-da por la Escuela de Educacin de la Universidad Cen-tral de Venezuela.3 A cada artculo se le asign un cdigo; por ejem-plo, el 20579903 corresponde al tercer artculo delao 1999, nmero 57 y volumen 20.

    ANEXO 1

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