el medico: sacerdote y herbolario
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El Medico:Sacerdote y Herbolario:
Bien, ahora debes saber que Oníseègùn se refiere a un herbolario.
Teóricamente el Oníseègùn es un experto en medicina tradicional
herbaria (Renne, 1996) y también puede ser llamado Médico Nativo
(Ojo, G. J., 1966; Buckley, 1985). Se dice que los Oníseègùns
solo dependen de la historia médica y los síntomas para el
diagnóstico, ya que no se beneficiarían de la adivinación. Sin
embargo, investigadores han observado que los yerberos como tal,
son difíciles de encontrar, ya que muchos de los yerberos yoruba
poseen conocimientos de adivinación, brujería o hechicería
(Odebiyi, 1989; Simpson, 1994).
El Oloogun por su parte, es uno de los muchos nombres para un
practicante médico. Un Oloogun, además de analizar los síntomas
del paciente, busca las causas emocionales y espirituales de la
enfermedad, para aplacar a las fuerzas negativas (Ajogun) y solo
entonces propondrá el tratamiento que considere necesario. Esto
puede incluir hierbas en forma de infusión, enema, sopas, etc. En la
medicina yoruba también se utilizan danzas, baños espirituales,
sacrificios, cantos/rezos y hasta cambios en la dieta que ayudan a
curar al enfermo. También creen que la cura única y verdadera
puede ser un cambio en la “ conciencia“ donde el individuo pueda
reconocer la raíz del problema y buscar eliminarlo. La enfermedad
para los Yoruba es vista como una interrupción de nuestra conexión
con la tierra.
Los médicos a menudo son sacerdotes, o altos sacerdotes o
inclusive miembros de sociedades secretas, escondidas dentro de
las fronteras tribales, completamente hermética al mundo exterior.
En sus comunidades, para obtener una educación en medicina,
puede que se requiera formar parte de estas sociedades. La visión
del mundo de un sacerdote, involucra entrenamiento y disciplina
para interpretar eventos que son indicativos de la naturaleza del
alineamiento del paciente con su propia “ conciencia“ (Ori Inu) y
asuntos que no ha reconocido, así como también una variedad de
fuerzas externas y seres que habitan nuestro mundo y que
requieren una visión interna y sabiduría por parte del sacerdote para
interpretarla.
Los yoruba son grandes creyentes de la medicina preventiva. De
hecho, son bastante críticos cuando hablan de la medicina
moderna, algo que en el pasado era bastante aplicado en Cuba y
con el mismo patrón despectivo. De acuerdo a los practicantes de
Medicina Tradicional Yoruba más prestigiosos, si nosotros oímos
nuestro cuerpo, este nos suministrará con la preparación y el
conocimiento adecuado para ganar nuevamente nuestro balance
con todo lo que nos rodea, lo cual no deja de ser el precepto
Hipocrático, que también sostenía Avicena.
Como ya se dijo, para alcanzar una sanación integral, el médico
tradicional Oloogun, también se interesará en las causas
espirituales de la enfermedad. Para hacer esto, se debe tener la
comprensión de la constitución del ser humano. Para el médico, la
persona tiene dos partes: el cuerpo (Ara) y el conjunto del Alma
(emi, ori y ese) (Kola Abimbola, 2006). Otros establecen que solo
es Ara, Èmí y Ori-Inu (Makinde M. A., 1988). Pero en ambos
casos, la parafernalia de adivinación de Ifá es muy importante en el
proceso de sanación en la Medicina Yoruba.
El sacerdote de Ifá, luego de una serie de encantamientos, adivina
para establecer el enlace entre Ifá y el Orí del paciente. Esto se
hace mediante el Odu de Ifá, de donde selecciona el poema que
revelará la verdad acerca de la enfermedad durante la
interpretación. Esto se hace con miras a descubrir la fuente y la
naturaleza de la enfermedad y si esta es espiritual o natural. Al
sacerdote no se le explica la naturaleza de la enfermedad, sino que
es Ifá quien se lo revela. Una vez que se ha determinado la causa
de la enfermedad, se prescriben los sacrificios y tratamientos
necesarios, si esta es causada por algo espiritual.
Los sacrificios no se realizan solo para resolver el problema,
también son una forma de agradecimiento. Debemos tener presente
que para los Yoruba por ejemplo, hay dos concepciones para lo que
se llama Arun (Enfermedad). La primera, se refiere al Anti-Dios (o
uno de los Ajogun). La segunda es Arun la enfermedad física
misma. Ambas son “ causas“ de enfermedad en medicina yoruba,
pero la enfermedad física puede ser curada con medicinas y hierbas
prescritas por el Oloogun y solo los sacrificios y ruegos especiales
a Echu por el propio Orí de la persona, puede librarla de Arun el
Ajogun. Para el médico, una vez que la fuente, causa y naturaleza
de cualquier enfermedad (Arun en ambas concepciones) han sido
establecidas, se encontrará tanto la cura física, como la espiritual,
así como la reparación de la vida del paciente. Esto es a lo que
llamamos una cura holista o Integral.
Otro procedimiento, aparte de atacar a las enfermedades con lo que
les es prohibido que tomen (las enfermedades también tienen
tabúes), el Oloogun adivina para descubrir y entonces llamar a la
enfermedad por su nombre secreto. Una vez que el nombre secreto
ha sido descubierto y revelado, el poder de la enfermedad se
debilita y se destruye. Orunmila posee el conocimiento de todo lo
que rodea al ser humano: la naturaleza, plantas, animales, plantas
medicinales, encantamientos y toda la ciencia asociada con la cura
y la enfermedad. Es por ello, que las personas consultan Ifá a
través del Babalawo y este a su vez toma las acciones necesarias.
Este adivina para descubrir la causa, naturaleza y nombre (tanto
común como secreto) de la enfermedad, llama a la enfermedad por
estos nombres y le aplica a la enfermedad lo que esta tiene
prohibido. El Oloogun prescribe las hierbas para curar la
enfermedad y también reparar el cuerpo, pero además, librará a la
persona de Arun como Ajogun.
También tenemos al Onisegun o sanador tradicional que se
especializa en hierbas. De hecho, algunos Babalawos
combinan ambos. El grado de efectividad del tratamiento de
una enfermedad depende en gran parte del nivel de
competencia del Babalawo u Onisegun. Esto se debe a que en
otras circunstancias la enfermedad no responderá al
tratamiento, si esta es tratada por un médico inexperto o aun
peor, un charlatán que no tiene el conocimiento del poder
secreto de la enfermedad, la medicina y su tratamiento
adecuado. Si el tratamiento es manejado por un médico
tradicional profesional y competente, se cree que el paciente
obtendrá una curación completa y perfecta (Iwosan).
El Babalawo u Oloogun no solo debe tener conocimientos de
las ciencias de la naturaleza, también debe tener conocimiento
de los principales órganos del cuerpo humano. Esto se debe a
que su medicina debe ponerse en contacto con los órganos del
cuerpo para facilitar su curación. Este concepto también parte
de la medicina árabe, donde cada planta o medicina, debe ser
utilizada de acuerdo al órgano correspondiente. Por esto, es
importante que sepan la naturaleza del cuerpo humano. Pero
debes recordar que además debes comprender la división
tripartita del ser humano: Ara, Èmí y Ori.
Dentro de su práctica, el médico es un adivinador, un
sacerdote, al igual que un elaborador de amuletos. Él posee los
elementos para determinar las causas de las dolencias, las
desgracias y la muerte. Emplea distintos medios, incluyendo
hierbas, plantas, raíces, cortezas, animales, pájaros, pieles,
huesos, anillos, escobas, pedazos de hilo, agujas y minerales,
para hacer su trabajo. En casi todos los casos, utiliza palabras
mágicas que acompañan sus preparados. Y así,
inevitablemente, la magia encuentra un lugar en la práctica de
la medicina. De hecho, ambas pueden elaborarse de tal forma
que se hace difícil conocer dónde termina una y donde
comienza la otra. La verdad es que el curandero no ve su
preparado medicinal de forma aislada. Su medicina cae dentro
del reino de la religión, quizás con algún elemento de magia.
En muchos casos, cuando va a recolectar las hojas o cortezas
o raíces de árboles para su preparado medicinal, realiza
algunos rituales, generalmente invoca al espíritu del árbol o la
hierba, parte nueces de Kolá y se las ofrece a los espíritus.
Algunas veces, suministra un pequeño pedazo de percal
blanco que amarra alrededor de un árbol antes de tomar su
corteza o raíces. En otras ocasiones tiene que pronunciar
encantamientos mientras cava en busca de raíces, o recoge
hojas. Otras veces no habla hasta que no llega a su casa con lo
recolectado. De esta forma, a las hierbas, hojas o cortezas se
les trata como si fueran convertidas de cosas ordinarias en
«sagradas» y tienen cierta potencia, ciertos poderes
misteriosos.
El médico tradicional tiene otras herramientas que son
utilizadas en la batalla contra las fuerzas malvadas o los
maleficios. Algunas de estas otras herramientas son:
Madarikan (Protección Contra-medicinas), epe (maldición),
ase/afose (Medicina hecha polvo), Olugbohun (es un hechizo
que representa el Eco), Gbetugbetu (encantamiento usado
durante crisis), Apeta/Apepa, Aasan, Asisan/Ayajo
(encantamiento mitológico o basado en historias de Ifá). Todas
estas incluyen adivinación de Ifá y en la forma de
encantamientos orales que son efectivos y poderosos
amuletos protectores contra los Ajogun. En términos de
medicina preventiva, hay formas de “ medicamentos“ que son
utilizadas para cuidar y proteger mujeres embarazadas y
ancianos. Por ejemplo el Agbo-Aboyun, es un talismán
utilizado para cuidar a las mujeres embarazadas desde la
concepción hasta el alumbramiento. Está también el Sagba-
d’ewe/Ajidewe, un talismán que utilizan los ancianos para
protegerlos de que su salud no se deteriore y mantenerlos
fuertes hasta edad avanzada. Todas estas son poderosas y
eficaces medicinas Yoruba.
Es importante notar, que todas las hierbas medicinales y
herramientas tradicionales mencionadas, son útiles para
propósitos benéficos, pero debes recordar que en Ifá todo tiene
dualidad y la medicina no es una excepción. Todas estas
medicinas pueden ser utilizadas con propósitos negativos o
maléficos. El Ofo o encantamiento es un ejemplo. De hecho,
tanto los propósitos positivos como los negativos, muchas
veces son usados por sanadores para combatir a otros
sanadores, cuando hay disputas fatales sin resolver. A menudo
la utilizan contra gente común, cuando esa persona se
convierte en su enemigo o para alcanzar algún propósito de
este.
El uso de la Medicina como tal, no depende de si esta es buena
o mala. Su uso va de acuerdo a la ética del médico y no a la
medicina por sí misma. Nuevamente te digo que las Medicinas
pueden ser buenas o malas y que en el caso de las malas,
estas no solamente pueden ir dirigidas a deteriorar solo tu
salud física, sino que los Yoruba perciben los males
espirituales como enfermedad también y estas medicinas
malas pueden dirigirse al deterioro de la misma. La mala
suerte, el sentimiento de culpa, el darte malas rachas en tu vida
personal, etc., son considerados como una enfermedad y esto
también debe ser tratado.
Como puedes observar, todo el conjunto de cosas malas que
nos suceden, son tomadas como una enfermedad. No debes
pensar en la enfermedad, solo en su aspecto físico, porque
entonces no estarás tratando a la persona de forma adecuada.
Debes pensar en todo lo que rodea a la persona, lo cual incluye
hasta su medio ambiente, no en vano muchos de nuestros Odu
de Ifá, le dan consejos específicos en este aspecto a las
personas, cuando les dicen que no deben vivir en lugares
húmedos, o en altos, o simplemente deben mudarse de donde
viven. Recuerda, debes ver todo el conjunto. Esto obviamente,
también estaba contemplado por Avicena en su Canon
Medicinae.
“ La salud la proporciona un principio muy superior al médico,
es el principio que proporciona exclusivamente a la materia su
forma esencial. Su esencia es más notable que la materia“
Ibn Sina (Avicena)