el invitado de drácula

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Bram Stoker Pasoborgo El invitado de Drácula y otros relatos fantasticos

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Libro Dracula

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Page 1: El invitado de Drácula

Bram Stoker

Pasoborgo

El invitado de Draacutecula

y otros relatos fantasticos

El invitado de Draacutecula

y otros relatos fantaacutesticos

Bram Stoker

El invitado de Draacutecula

y otros relatos fantaacutesticos

Pasoborgo

Tiacutetulo original Draacutecularsquos Guest and Other Weird Tales

copy 1914 herederos de Bram Stokercopy 2007 PasoBorgo (de Elalephcom SRL)

Editor de la coleccioacuten Joseacute Luis GonzaacutelezTraduccioacuten Enrique Martiacutenez Farintildeas

Correccioacuten Luciacutea GaacutelvezDisentildeo de tapa Matias Brandaacuten

Queda rigurosamente prohibida sin la autorizacioacuten escrita de los titulares del copyright bajo las sanciones establecidas por las leyes la

reproduccioacuten total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedi-miento comprendidos la fotocopia y el tratamiento informaacutetico

contactoelalephcomhttpwwwelalephcom

ISBN 84-365-1899-3

IacuteNDICE

introduccioacuten1 El autor 112 La obra 153 A propoacutesito de Draacutecula 21

capitulos4 El invitado de Draacutecula 335 La casa del juez 576 Profeciacutea gitana 817 El secreto del oro multiplicado 1038 La piel roja 1559 El entierro de las ratas 179

Agradecemos al Museo y Biblioteca Rosenbach de Filadelfia por dar a conocer y conservar las notas de trabajo originales

de Bram Stoker que nos permite conocer hoy cual fue la concepcioacuten original del autor con respecto a esta obra

Joseacute Luis Gonzaacutelez

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El invitado de Draacutecula

Cuando iniciamos nuestro paseo el sol brillaba in ten-samente sobre Munich y el aire estaba repleto de la alegriacutea propia de comienzos del verano En el mismo momento en que iacutebamos a partir Herr Delbruumlck (el maitre drsquohocirctel del Quatre Saisons donde me alojaba) bajoacute hasta el carruaje sin detenerse a ponerse el som-brero y tras desearme un placentero paseo le dijo al cochero sin apartar la mano de la manija de la puerta del coche

ndashNo olvide estar de regreso antes de la puesta del sol El cielo parece claro pero se nota un frescor en el viento del norte que me dice que puede haber una tormenta en cualquier momento Pero estoy seguro de que no se retrasaraacute ndashsonrioacutendash pues ya sabe queacute noche es

Johann le contestoacute con un enfaacutetico ndashJa mein Herr Y llevaacutendose la mano al sombrero se dio prisa en partir Cuando hubimos salido de la ciudad le dije tras indicarle que

se detuviera ndashDiacutegame Johann iquestqueacute noche es hoy

Bram Stoker

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Se persignoacute al tiempo que contestaba lacoacutenicamente ndashWalpurgis Nacht Y sacoacute su reloj un grande y viejo instrumento alemaacuten de plata

tan grande como un nabo y lo contemploacute con las cejas juntas y un pequentildeo e impaciente encogimiento de hombros Me di cuenta de que aquella era su forma de protestar respetuosamente contra el innecesario retraso y me volviacute a recostar en el asiento hacieacuten-dole sentildeas de que prosiguiese Reanudoacute una buena marcha como si quisiera recuperar el tiempo perdido De vez en cuando los ca-ballos pareciacutean alzar sus cabezas y olisquear suspicazmente el aire En tales ocasiones yo miraba alrededor alarmado El camino era totalmente anodino pues estaacutebamos atravesando una especie de alta meseta barrida por el viento Mientras viajaacutebamos vi un cami-no que pareciacutea muy poco usado y que aparentemente se hundiacutea en un pequentildeo y serpenteante valle

Pareciacutea tan invitador que aun arriesgaacutendome a ofenderle le dije a Johann que se detuviera y cuando lo hubo hecho le expliqueacute que me gustariacutea que bajase por alliacute

Me dio toda clase de excusas y se persignoacute con frecuencia mientras hablaba Esto de alguna forma excitoacute mi curiosidad asiacute que le hice varias preguntas Respondioacute evasivamente sin dejar de mirar una y otra vez su reloj como protesta Al final le dije

ndashBueno Johann quiero bajar por ese camino No le direacute que venga si no lo desea pero cueacutenteme por queacute no quiere hacerlo eso es todo lo que le pido

Como respuesta parecioacute zambullirse desde el pescante por lo raacutepidamente que llegoacute al suelo Entonces extendioacute sus manos ha-cia miacute en gesto de suacuteplica y me imploroacute que no fuera Mezclaba

El invitado de Draacutecula

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el suficiente ingleacutes con su alemaacuten como para que yo entendiese el hilo de sus palabras Pareciacutea estar siempre a punto de decirme algo cuya sola idea era evidente que le aterrorizaba pero cada vez se echaba atraacutes y deciacutea mientras se persignaba

ndashWalpurgis Nacht 2 Trateacute de argumentar con eacutel pero era difiacutecil discutir con un

hombre cuyo idioma no hablaba Ciertamente eacutel teniacutea todas las ventajas pues aunque comenzaba hablando en ingleacutes un ingleacutes muy burdo y entrecortado siempre se excitaba y acababa por re-vertir a su idioma natal y cada vez que lo haciacutea miraba su reloj Entonces los caballos se mostraron inquietos y olisquearon el aire

Ante esto palidecioacute y mirando a su alrededor de forma asus-tada saltoacute de pronto hacia adelante los aferroacute por las bridas y los hizo avanzar unos diez metros Yo le seguiacute y le pregunteacute por queacute habiacutea hecho aquello Como respuesta se persignoacute sentildealoacute al punto que habiacutea abandonado y apuntoacute con su laacutetigo hacia el otro camino indicando una cruz y diciendo primero en alemaacuten y lue-go en ingleacutes

ndashEnterrados estar enterrados los que matarse ellos mismos Recordeacute la vieja costumbre de enterrar a los suicidas en los cru-

ces de los caminos ndash iexclAh Ya veo un suicida iexclQueacute interesante Pero la fe miacutea que no podiacutea saber por queacute estaban asustados

los caballos

2 Desde hace cientos de antildeos incluso desde antes de la aparicioacuten oficial de la novela goacutetica del siglo XVIII el horror sobrenatural viene desafiando tanto a escritores como a lectores nada mejor que la literatura fantaacutestica para explorar temas a los que muy pocos se atreven

Bram Stoker

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Mientras hablaacutebamos escuchamos un sonido que era un cru-ce entre el aullido de un lobo y el ladrido de un perro Se oiacutea muy lejos pero los caballos se mostraron muy inquietos y le llevoacute bastante tiempo a Johann calmarlos Estaba muy paacutelido y dijo

ndashSuena como lobo pero no hay lobos aquiacute ahora ndash iquestNo ndashpregunteacute inquisitivamentendash iquestHace ya mucho tiem-

po desde que los lobos estuvieron tan cerca de la ciudad ndashMucho mucho ndashcontestoacutendash En primavera y verano pero

con la nieve los lobos no mucho lejos Mientras acariciaba los caballos y trataba de calmarlos os-

curas nubes comenzaron a pasar raacutepidas por el cielo El sol desaparecioacute y una bocanada de aire friacuteo soploacute sobre nosotros No obstante tan soacutelo fue un soplo y maacutes pareciacutea un aviso que una realidad pues el sol volvioacute a salir brillante Johann miroacute ha-ciendo visera con su mano hacia el horizonte y dijo

ndashLa tormenta de nieve venir dentro de mucho poco Luego miroacute de nuevo su reloj y manteniendo firmemente

las riendas pues los caballos seguiacutean manoteando inquietos y agitando sus cabezas subioacute al pescante como si hubiera llegado el momento de proseguir nuestro viaje

ndashHaacutebleme del lugar al que lleva este camino ndashle dije y sentildealeacute hacia abajo

Se persignoacute de nuevo y murmuroacute una plegaria antes de res-ponderme

ndashEs maldito ndash iquestQueacute es lo que es maldito ndashinquiriacute ndashEl pueblo ndashEntonces iquesthay un pueblo

El invitado de Draacutecula

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

El invitado de Draacutecula

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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El invitado de Draacutecula

y otros relatos fantaacutesticos

Bram Stoker

El invitado de Draacutecula

y otros relatos fantaacutesticos

Pasoborgo

Tiacutetulo original Draacutecularsquos Guest and Other Weird Tales

copy 1914 herederos de Bram Stokercopy 2007 PasoBorgo (de Elalephcom SRL)

Editor de la coleccioacuten Joseacute Luis GonzaacutelezTraduccioacuten Enrique Martiacutenez Farintildeas

Correccioacuten Luciacutea GaacutelvezDisentildeo de tapa Matias Brandaacuten

Queda rigurosamente prohibida sin la autorizacioacuten escrita de los titulares del copyright bajo las sanciones establecidas por las leyes la

reproduccioacuten total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedi-miento comprendidos la fotocopia y el tratamiento informaacutetico

contactoelalephcomhttpwwwelalephcom

ISBN 84-365-1899-3

IacuteNDICE

introduccioacuten1 El autor 112 La obra 153 A propoacutesito de Draacutecula 21

capitulos4 El invitado de Draacutecula 335 La casa del juez 576 Profeciacutea gitana 817 El secreto del oro multiplicado 1038 La piel roja 1559 El entierro de las ratas 179

Agradecemos al Museo y Biblioteca Rosenbach de Filadelfia por dar a conocer y conservar las notas de trabajo originales

de Bram Stoker que nos permite conocer hoy cual fue la concepcioacuten original del autor con respecto a esta obra

Joseacute Luis Gonzaacutelez

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El invitado de Draacutecula

Cuando iniciamos nuestro paseo el sol brillaba in ten-samente sobre Munich y el aire estaba repleto de la alegriacutea propia de comienzos del verano En el mismo momento en que iacutebamos a partir Herr Delbruumlck (el maitre drsquohocirctel del Quatre Saisons donde me alojaba) bajoacute hasta el carruaje sin detenerse a ponerse el som-brero y tras desearme un placentero paseo le dijo al cochero sin apartar la mano de la manija de la puerta del coche

ndashNo olvide estar de regreso antes de la puesta del sol El cielo parece claro pero se nota un frescor en el viento del norte que me dice que puede haber una tormenta en cualquier momento Pero estoy seguro de que no se retrasaraacute ndashsonrioacutendash pues ya sabe queacute noche es

Johann le contestoacute con un enfaacutetico ndashJa mein Herr Y llevaacutendose la mano al sombrero se dio prisa en partir Cuando hubimos salido de la ciudad le dije tras indicarle que

se detuviera ndashDiacutegame Johann iquestqueacute noche es hoy

Bram Stoker

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Se persignoacute al tiempo que contestaba lacoacutenicamente ndashWalpurgis Nacht Y sacoacute su reloj un grande y viejo instrumento alemaacuten de plata

tan grande como un nabo y lo contemploacute con las cejas juntas y un pequentildeo e impaciente encogimiento de hombros Me di cuenta de que aquella era su forma de protestar respetuosamente contra el innecesario retraso y me volviacute a recostar en el asiento hacieacuten-dole sentildeas de que prosiguiese Reanudoacute una buena marcha como si quisiera recuperar el tiempo perdido De vez en cuando los ca-ballos pareciacutean alzar sus cabezas y olisquear suspicazmente el aire En tales ocasiones yo miraba alrededor alarmado El camino era totalmente anodino pues estaacutebamos atravesando una especie de alta meseta barrida por el viento Mientras viajaacutebamos vi un cami-no que pareciacutea muy poco usado y que aparentemente se hundiacutea en un pequentildeo y serpenteante valle

Pareciacutea tan invitador que aun arriesgaacutendome a ofenderle le dije a Johann que se detuviera y cuando lo hubo hecho le expliqueacute que me gustariacutea que bajase por alliacute

Me dio toda clase de excusas y se persignoacute con frecuencia mientras hablaba Esto de alguna forma excitoacute mi curiosidad asiacute que le hice varias preguntas Respondioacute evasivamente sin dejar de mirar una y otra vez su reloj como protesta Al final le dije

ndashBueno Johann quiero bajar por ese camino No le direacute que venga si no lo desea pero cueacutenteme por queacute no quiere hacerlo eso es todo lo que le pido

Como respuesta parecioacute zambullirse desde el pescante por lo raacutepidamente que llegoacute al suelo Entonces extendioacute sus manos ha-cia miacute en gesto de suacuteplica y me imploroacute que no fuera Mezclaba

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el suficiente ingleacutes con su alemaacuten como para que yo entendiese el hilo de sus palabras Pareciacutea estar siempre a punto de decirme algo cuya sola idea era evidente que le aterrorizaba pero cada vez se echaba atraacutes y deciacutea mientras se persignaba

ndashWalpurgis Nacht 2 Trateacute de argumentar con eacutel pero era difiacutecil discutir con un

hombre cuyo idioma no hablaba Ciertamente eacutel teniacutea todas las ventajas pues aunque comenzaba hablando en ingleacutes un ingleacutes muy burdo y entrecortado siempre se excitaba y acababa por re-vertir a su idioma natal y cada vez que lo haciacutea miraba su reloj Entonces los caballos se mostraron inquietos y olisquearon el aire

Ante esto palidecioacute y mirando a su alrededor de forma asus-tada saltoacute de pronto hacia adelante los aferroacute por las bridas y los hizo avanzar unos diez metros Yo le seguiacute y le pregunteacute por queacute habiacutea hecho aquello Como respuesta se persignoacute sentildealoacute al punto que habiacutea abandonado y apuntoacute con su laacutetigo hacia el otro camino indicando una cruz y diciendo primero en alemaacuten y lue-go en ingleacutes

ndashEnterrados estar enterrados los que matarse ellos mismos Recordeacute la vieja costumbre de enterrar a los suicidas en los cru-

ces de los caminos ndash iexclAh Ya veo un suicida iexclQueacute interesante Pero la fe miacutea que no podiacutea saber por queacute estaban asustados

los caballos

2 Desde hace cientos de antildeos incluso desde antes de la aparicioacuten oficial de la novela goacutetica del siglo XVIII el horror sobrenatural viene desafiando tanto a escritores como a lectores nada mejor que la literatura fantaacutestica para explorar temas a los que muy pocos se atreven

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Mientras hablaacutebamos escuchamos un sonido que era un cru-ce entre el aullido de un lobo y el ladrido de un perro Se oiacutea muy lejos pero los caballos se mostraron muy inquietos y le llevoacute bastante tiempo a Johann calmarlos Estaba muy paacutelido y dijo

ndashSuena como lobo pero no hay lobos aquiacute ahora ndash iquestNo ndashpregunteacute inquisitivamentendash iquestHace ya mucho tiem-

po desde que los lobos estuvieron tan cerca de la ciudad ndashMucho mucho ndashcontestoacutendash En primavera y verano pero

con la nieve los lobos no mucho lejos Mientras acariciaba los caballos y trataba de calmarlos os-

curas nubes comenzaron a pasar raacutepidas por el cielo El sol desaparecioacute y una bocanada de aire friacuteo soploacute sobre nosotros No obstante tan soacutelo fue un soplo y maacutes pareciacutea un aviso que una realidad pues el sol volvioacute a salir brillante Johann miroacute ha-ciendo visera con su mano hacia el horizonte y dijo

ndashLa tormenta de nieve venir dentro de mucho poco Luego miroacute de nuevo su reloj y manteniendo firmemente

las riendas pues los caballos seguiacutean manoteando inquietos y agitando sus cabezas subioacute al pescante como si hubiera llegado el momento de proseguir nuestro viaje

ndashHaacutebleme del lugar al que lleva este camino ndashle dije y sentildealeacute hacia abajo

Se persignoacute de nuevo y murmuroacute una plegaria antes de res-ponderme

ndashEs maldito ndash iquestQueacute es lo que es maldito ndashinquiriacute ndashEl pueblo ndashEntonces iquesthay un pueblo

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

El invitado de Draacutecula

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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El invitado de Draacutecula

y otros relatos fantaacutesticos

Pasoborgo

Tiacutetulo original Draacutecularsquos Guest and Other Weird Tales

copy 1914 herederos de Bram Stokercopy 2007 PasoBorgo (de Elalephcom SRL)

Editor de la coleccioacuten Joseacute Luis GonzaacutelezTraduccioacuten Enrique Martiacutenez Farintildeas

Correccioacuten Luciacutea GaacutelvezDisentildeo de tapa Matias Brandaacuten

Queda rigurosamente prohibida sin la autorizacioacuten escrita de los titulares del copyright bajo las sanciones establecidas por las leyes la

reproduccioacuten total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedi-miento comprendidos la fotocopia y el tratamiento informaacutetico

contactoelalephcomhttpwwwelalephcom

ISBN 84-365-1899-3

IacuteNDICE

introduccioacuten1 El autor 112 La obra 153 A propoacutesito de Draacutecula 21

capitulos4 El invitado de Draacutecula 335 La casa del juez 576 Profeciacutea gitana 817 El secreto del oro multiplicado 1038 La piel roja 1559 El entierro de las ratas 179

Agradecemos al Museo y Biblioteca Rosenbach de Filadelfia por dar a conocer y conservar las notas de trabajo originales

de Bram Stoker que nos permite conocer hoy cual fue la concepcioacuten original del autor con respecto a esta obra

Joseacute Luis Gonzaacutelez

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Cuando iniciamos nuestro paseo el sol brillaba in ten-samente sobre Munich y el aire estaba repleto de la alegriacutea propia de comienzos del verano En el mismo momento en que iacutebamos a partir Herr Delbruumlck (el maitre drsquohocirctel del Quatre Saisons donde me alojaba) bajoacute hasta el carruaje sin detenerse a ponerse el som-brero y tras desearme un placentero paseo le dijo al cochero sin apartar la mano de la manija de la puerta del coche

ndashNo olvide estar de regreso antes de la puesta del sol El cielo parece claro pero se nota un frescor en el viento del norte que me dice que puede haber una tormenta en cualquier momento Pero estoy seguro de que no se retrasaraacute ndashsonrioacutendash pues ya sabe queacute noche es

Johann le contestoacute con un enfaacutetico ndashJa mein Herr Y llevaacutendose la mano al sombrero se dio prisa en partir Cuando hubimos salido de la ciudad le dije tras indicarle que

se detuviera ndashDiacutegame Johann iquestqueacute noche es hoy

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Se persignoacute al tiempo que contestaba lacoacutenicamente ndashWalpurgis Nacht Y sacoacute su reloj un grande y viejo instrumento alemaacuten de plata

tan grande como un nabo y lo contemploacute con las cejas juntas y un pequentildeo e impaciente encogimiento de hombros Me di cuenta de que aquella era su forma de protestar respetuosamente contra el innecesario retraso y me volviacute a recostar en el asiento hacieacuten-dole sentildeas de que prosiguiese Reanudoacute una buena marcha como si quisiera recuperar el tiempo perdido De vez en cuando los ca-ballos pareciacutean alzar sus cabezas y olisquear suspicazmente el aire En tales ocasiones yo miraba alrededor alarmado El camino era totalmente anodino pues estaacutebamos atravesando una especie de alta meseta barrida por el viento Mientras viajaacutebamos vi un cami-no que pareciacutea muy poco usado y que aparentemente se hundiacutea en un pequentildeo y serpenteante valle

Pareciacutea tan invitador que aun arriesgaacutendome a ofenderle le dije a Johann que se detuviera y cuando lo hubo hecho le expliqueacute que me gustariacutea que bajase por alliacute

Me dio toda clase de excusas y se persignoacute con frecuencia mientras hablaba Esto de alguna forma excitoacute mi curiosidad asiacute que le hice varias preguntas Respondioacute evasivamente sin dejar de mirar una y otra vez su reloj como protesta Al final le dije

ndashBueno Johann quiero bajar por ese camino No le direacute que venga si no lo desea pero cueacutenteme por queacute no quiere hacerlo eso es todo lo que le pido

Como respuesta parecioacute zambullirse desde el pescante por lo raacutepidamente que llegoacute al suelo Entonces extendioacute sus manos ha-cia miacute en gesto de suacuteplica y me imploroacute que no fuera Mezclaba

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el suficiente ingleacutes con su alemaacuten como para que yo entendiese el hilo de sus palabras Pareciacutea estar siempre a punto de decirme algo cuya sola idea era evidente que le aterrorizaba pero cada vez se echaba atraacutes y deciacutea mientras se persignaba

ndashWalpurgis Nacht 2 Trateacute de argumentar con eacutel pero era difiacutecil discutir con un

hombre cuyo idioma no hablaba Ciertamente eacutel teniacutea todas las ventajas pues aunque comenzaba hablando en ingleacutes un ingleacutes muy burdo y entrecortado siempre se excitaba y acababa por re-vertir a su idioma natal y cada vez que lo haciacutea miraba su reloj Entonces los caballos se mostraron inquietos y olisquearon el aire

Ante esto palidecioacute y mirando a su alrededor de forma asus-tada saltoacute de pronto hacia adelante los aferroacute por las bridas y los hizo avanzar unos diez metros Yo le seguiacute y le pregunteacute por queacute habiacutea hecho aquello Como respuesta se persignoacute sentildealoacute al punto que habiacutea abandonado y apuntoacute con su laacutetigo hacia el otro camino indicando una cruz y diciendo primero en alemaacuten y lue-go en ingleacutes

ndashEnterrados estar enterrados los que matarse ellos mismos Recordeacute la vieja costumbre de enterrar a los suicidas en los cru-

ces de los caminos ndash iexclAh Ya veo un suicida iexclQueacute interesante Pero la fe miacutea que no podiacutea saber por queacute estaban asustados

los caballos

2 Desde hace cientos de antildeos incluso desde antes de la aparicioacuten oficial de la novela goacutetica del siglo XVIII el horror sobrenatural viene desafiando tanto a escritores como a lectores nada mejor que la literatura fantaacutestica para explorar temas a los que muy pocos se atreven

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Mientras hablaacutebamos escuchamos un sonido que era un cru-ce entre el aullido de un lobo y el ladrido de un perro Se oiacutea muy lejos pero los caballos se mostraron muy inquietos y le llevoacute bastante tiempo a Johann calmarlos Estaba muy paacutelido y dijo

ndashSuena como lobo pero no hay lobos aquiacute ahora ndash iquestNo ndashpregunteacute inquisitivamentendash iquestHace ya mucho tiem-

po desde que los lobos estuvieron tan cerca de la ciudad ndashMucho mucho ndashcontestoacutendash En primavera y verano pero

con la nieve los lobos no mucho lejos Mientras acariciaba los caballos y trataba de calmarlos os-

curas nubes comenzaron a pasar raacutepidas por el cielo El sol desaparecioacute y una bocanada de aire friacuteo soploacute sobre nosotros No obstante tan soacutelo fue un soplo y maacutes pareciacutea un aviso que una realidad pues el sol volvioacute a salir brillante Johann miroacute ha-ciendo visera con su mano hacia el horizonte y dijo

ndashLa tormenta de nieve venir dentro de mucho poco Luego miroacute de nuevo su reloj y manteniendo firmemente

las riendas pues los caballos seguiacutean manoteando inquietos y agitando sus cabezas subioacute al pescante como si hubiera llegado el momento de proseguir nuestro viaje

ndashHaacutebleme del lugar al que lleva este camino ndashle dije y sentildealeacute hacia abajo

Se persignoacute de nuevo y murmuroacute una plegaria antes de res-ponderme

ndashEs maldito ndash iquestQueacute es lo que es maldito ndashinquiriacute ndashEl pueblo ndashEntonces iquesthay un pueblo

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 4: El invitado de Drácula

Tiacutetulo original Draacutecularsquos Guest and Other Weird Tales

copy 1914 herederos de Bram Stokercopy 2007 PasoBorgo (de Elalephcom SRL)

Editor de la coleccioacuten Joseacute Luis GonzaacutelezTraduccioacuten Enrique Martiacutenez Farintildeas

Correccioacuten Luciacutea GaacutelvezDisentildeo de tapa Matias Brandaacuten

Queda rigurosamente prohibida sin la autorizacioacuten escrita de los titulares del copyright bajo las sanciones establecidas por las leyes la

reproduccioacuten total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedi-miento comprendidos la fotocopia y el tratamiento informaacutetico

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ISBN 84-365-1899-3

IacuteNDICE

introduccioacuten1 El autor 112 La obra 153 A propoacutesito de Draacutecula 21

capitulos4 El invitado de Draacutecula 335 La casa del juez 576 Profeciacutea gitana 817 El secreto del oro multiplicado 1038 La piel roja 1559 El entierro de las ratas 179

Agradecemos al Museo y Biblioteca Rosenbach de Filadelfia por dar a conocer y conservar las notas de trabajo originales

de Bram Stoker que nos permite conocer hoy cual fue la concepcioacuten original del autor con respecto a esta obra

Joseacute Luis Gonzaacutelez

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El invitado de Draacutecula

Cuando iniciamos nuestro paseo el sol brillaba in ten-samente sobre Munich y el aire estaba repleto de la alegriacutea propia de comienzos del verano En el mismo momento en que iacutebamos a partir Herr Delbruumlck (el maitre drsquohocirctel del Quatre Saisons donde me alojaba) bajoacute hasta el carruaje sin detenerse a ponerse el som-brero y tras desearme un placentero paseo le dijo al cochero sin apartar la mano de la manija de la puerta del coche

ndashNo olvide estar de regreso antes de la puesta del sol El cielo parece claro pero se nota un frescor en el viento del norte que me dice que puede haber una tormenta en cualquier momento Pero estoy seguro de que no se retrasaraacute ndashsonrioacutendash pues ya sabe queacute noche es

Johann le contestoacute con un enfaacutetico ndashJa mein Herr Y llevaacutendose la mano al sombrero se dio prisa en partir Cuando hubimos salido de la ciudad le dije tras indicarle que

se detuviera ndashDiacutegame Johann iquestqueacute noche es hoy

Bram Stoker

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Se persignoacute al tiempo que contestaba lacoacutenicamente ndashWalpurgis Nacht Y sacoacute su reloj un grande y viejo instrumento alemaacuten de plata

tan grande como un nabo y lo contemploacute con las cejas juntas y un pequentildeo e impaciente encogimiento de hombros Me di cuenta de que aquella era su forma de protestar respetuosamente contra el innecesario retraso y me volviacute a recostar en el asiento hacieacuten-dole sentildeas de que prosiguiese Reanudoacute una buena marcha como si quisiera recuperar el tiempo perdido De vez en cuando los ca-ballos pareciacutean alzar sus cabezas y olisquear suspicazmente el aire En tales ocasiones yo miraba alrededor alarmado El camino era totalmente anodino pues estaacutebamos atravesando una especie de alta meseta barrida por el viento Mientras viajaacutebamos vi un cami-no que pareciacutea muy poco usado y que aparentemente se hundiacutea en un pequentildeo y serpenteante valle

Pareciacutea tan invitador que aun arriesgaacutendome a ofenderle le dije a Johann que se detuviera y cuando lo hubo hecho le expliqueacute que me gustariacutea que bajase por alliacute

Me dio toda clase de excusas y se persignoacute con frecuencia mientras hablaba Esto de alguna forma excitoacute mi curiosidad asiacute que le hice varias preguntas Respondioacute evasivamente sin dejar de mirar una y otra vez su reloj como protesta Al final le dije

ndashBueno Johann quiero bajar por ese camino No le direacute que venga si no lo desea pero cueacutenteme por queacute no quiere hacerlo eso es todo lo que le pido

Como respuesta parecioacute zambullirse desde el pescante por lo raacutepidamente que llegoacute al suelo Entonces extendioacute sus manos ha-cia miacute en gesto de suacuteplica y me imploroacute que no fuera Mezclaba

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el suficiente ingleacutes con su alemaacuten como para que yo entendiese el hilo de sus palabras Pareciacutea estar siempre a punto de decirme algo cuya sola idea era evidente que le aterrorizaba pero cada vez se echaba atraacutes y deciacutea mientras se persignaba

ndashWalpurgis Nacht 2 Trateacute de argumentar con eacutel pero era difiacutecil discutir con un

hombre cuyo idioma no hablaba Ciertamente eacutel teniacutea todas las ventajas pues aunque comenzaba hablando en ingleacutes un ingleacutes muy burdo y entrecortado siempre se excitaba y acababa por re-vertir a su idioma natal y cada vez que lo haciacutea miraba su reloj Entonces los caballos se mostraron inquietos y olisquearon el aire

Ante esto palidecioacute y mirando a su alrededor de forma asus-tada saltoacute de pronto hacia adelante los aferroacute por las bridas y los hizo avanzar unos diez metros Yo le seguiacute y le pregunteacute por queacute habiacutea hecho aquello Como respuesta se persignoacute sentildealoacute al punto que habiacutea abandonado y apuntoacute con su laacutetigo hacia el otro camino indicando una cruz y diciendo primero en alemaacuten y lue-go en ingleacutes

ndashEnterrados estar enterrados los que matarse ellos mismos Recordeacute la vieja costumbre de enterrar a los suicidas en los cru-

ces de los caminos ndash iexclAh Ya veo un suicida iexclQueacute interesante Pero la fe miacutea que no podiacutea saber por queacute estaban asustados

los caballos

2 Desde hace cientos de antildeos incluso desde antes de la aparicioacuten oficial de la novela goacutetica del siglo XVIII el horror sobrenatural viene desafiando tanto a escritores como a lectores nada mejor que la literatura fantaacutestica para explorar temas a los que muy pocos se atreven

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Mientras hablaacutebamos escuchamos un sonido que era un cru-ce entre el aullido de un lobo y el ladrido de un perro Se oiacutea muy lejos pero los caballos se mostraron muy inquietos y le llevoacute bastante tiempo a Johann calmarlos Estaba muy paacutelido y dijo

ndashSuena como lobo pero no hay lobos aquiacute ahora ndash iquestNo ndashpregunteacute inquisitivamentendash iquestHace ya mucho tiem-

po desde que los lobos estuvieron tan cerca de la ciudad ndashMucho mucho ndashcontestoacutendash En primavera y verano pero

con la nieve los lobos no mucho lejos Mientras acariciaba los caballos y trataba de calmarlos os-

curas nubes comenzaron a pasar raacutepidas por el cielo El sol desaparecioacute y una bocanada de aire friacuteo soploacute sobre nosotros No obstante tan soacutelo fue un soplo y maacutes pareciacutea un aviso que una realidad pues el sol volvioacute a salir brillante Johann miroacute ha-ciendo visera con su mano hacia el horizonte y dijo

ndashLa tormenta de nieve venir dentro de mucho poco Luego miroacute de nuevo su reloj y manteniendo firmemente

las riendas pues los caballos seguiacutean manoteando inquietos y agitando sus cabezas subioacute al pescante como si hubiera llegado el momento de proseguir nuestro viaje

ndashHaacutebleme del lugar al que lleva este camino ndashle dije y sentildealeacute hacia abajo

Se persignoacute de nuevo y murmuroacute una plegaria antes de res-ponderme

ndashEs maldito ndash iquestQueacute es lo que es maldito ndashinquiriacute ndashEl pueblo ndashEntonces iquesthay un pueblo

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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IacuteNDICE

introduccioacuten1 El autor 112 La obra 153 A propoacutesito de Draacutecula 21

capitulos4 El invitado de Draacutecula 335 La casa del juez 576 Profeciacutea gitana 817 El secreto del oro multiplicado 1038 La piel roja 1559 El entierro de las ratas 179

Agradecemos al Museo y Biblioteca Rosenbach de Filadelfia por dar a conocer y conservar las notas de trabajo originales

de Bram Stoker que nos permite conocer hoy cual fue la concepcioacuten original del autor con respecto a esta obra

Joseacute Luis Gonzaacutelez

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El invitado de Draacutecula

Cuando iniciamos nuestro paseo el sol brillaba in ten-samente sobre Munich y el aire estaba repleto de la alegriacutea propia de comienzos del verano En el mismo momento en que iacutebamos a partir Herr Delbruumlck (el maitre drsquohocirctel del Quatre Saisons donde me alojaba) bajoacute hasta el carruaje sin detenerse a ponerse el som-brero y tras desearme un placentero paseo le dijo al cochero sin apartar la mano de la manija de la puerta del coche

ndashNo olvide estar de regreso antes de la puesta del sol El cielo parece claro pero se nota un frescor en el viento del norte que me dice que puede haber una tormenta en cualquier momento Pero estoy seguro de que no se retrasaraacute ndashsonrioacutendash pues ya sabe queacute noche es

Johann le contestoacute con un enfaacutetico ndashJa mein Herr Y llevaacutendose la mano al sombrero se dio prisa en partir Cuando hubimos salido de la ciudad le dije tras indicarle que

se detuviera ndashDiacutegame Johann iquestqueacute noche es hoy

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Se persignoacute al tiempo que contestaba lacoacutenicamente ndashWalpurgis Nacht Y sacoacute su reloj un grande y viejo instrumento alemaacuten de plata

tan grande como un nabo y lo contemploacute con las cejas juntas y un pequentildeo e impaciente encogimiento de hombros Me di cuenta de que aquella era su forma de protestar respetuosamente contra el innecesario retraso y me volviacute a recostar en el asiento hacieacuten-dole sentildeas de que prosiguiese Reanudoacute una buena marcha como si quisiera recuperar el tiempo perdido De vez en cuando los ca-ballos pareciacutean alzar sus cabezas y olisquear suspicazmente el aire En tales ocasiones yo miraba alrededor alarmado El camino era totalmente anodino pues estaacutebamos atravesando una especie de alta meseta barrida por el viento Mientras viajaacutebamos vi un cami-no que pareciacutea muy poco usado y que aparentemente se hundiacutea en un pequentildeo y serpenteante valle

Pareciacutea tan invitador que aun arriesgaacutendome a ofenderle le dije a Johann que se detuviera y cuando lo hubo hecho le expliqueacute que me gustariacutea que bajase por alliacute

Me dio toda clase de excusas y se persignoacute con frecuencia mientras hablaba Esto de alguna forma excitoacute mi curiosidad asiacute que le hice varias preguntas Respondioacute evasivamente sin dejar de mirar una y otra vez su reloj como protesta Al final le dije

ndashBueno Johann quiero bajar por ese camino No le direacute que venga si no lo desea pero cueacutenteme por queacute no quiere hacerlo eso es todo lo que le pido

Como respuesta parecioacute zambullirse desde el pescante por lo raacutepidamente que llegoacute al suelo Entonces extendioacute sus manos ha-cia miacute en gesto de suacuteplica y me imploroacute que no fuera Mezclaba

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el suficiente ingleacutes con su alemaacuten como para que yo entendiese el hilo de sus palabras Pareciacutea estar siempre a punto de decirme algo cuya sola idea era evidente que le aterrorizaba pero cada vez se echaba atraacutes y deciacutea mientras se persignaba

ndashWalpurgis Nacht 2 Trateacute de argumentar con eacutel pero era difiacutecil discutir con un

hombre cuyo idioma no hablaba Ciertamente eacutel teniacutea todas las ventajas pues aunque comenzaba hablando en ingleacutes un ingleacutes muy burdo y entrecortado siempre se excitaba y acababa por re-vertir a su idioma natal y cada vez que lo haciacutea miraba su reloj Entonces los caballos se mostraron inquietos y olisquearon el aire

Ante esto palidecioacute y mirando a su alrededor de forma asus-tada saltoacute de pronto hacia adelante los aferroacute por las bridas y los hizo avanzar unos diez metros Yo le seguiacute y le pregunteacute por queacute habiacutea hecho aquello Como respuesta se persignoacute sentildealoacute al punto que habiacutea abandonado y apuntoacute con su laacutetigo hacia el otro camino indicando una cruz y diciendo primero en alemaacuten y lue-go en ingleacutes

ndashEnterrados estar enterrados los que matarse ellos mismos Recordeacute la vieja costumbre de enterrar a los suicidas en los cru-

ces de los caminos ndash iexclAh Ya veo un suicida iexclQueacute interesante Pero la fe miacutea que no podiacutea saber por queacute estaban asustados

los caballos

2 Desde hace cientos de antildeos incluso desde antes de la aparicioacuten oficial de la novela goacutetica del siglo XVIII el horror sobrenatural viene desafiando tanto a escritores como a lectores nada mejor que la literatura fantaacutestica para explorar temas a los que muy pocos se atreven

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Mientras hablaacutebamos escuchamos un sonido que era un cru-ce entre el aullido de un lobo y el ladrido de un perro Se oiacutea muy lejos pero los caballos se mostraron muy inquietos y le llevoacute bastante tiempo a Johann calmarlos Estaba muy paacutelido y dijo

ndashSuena como lobo pero no hay lobos aquiacute ahora ndash iquestNo ndashpregunteacute inquisitivamentendash iquestHace ya mucho tiem-

po desde que los lobos estuvieron tan cerca de la ciudad ndashMucho mucho ndashcontestoacutendash En primavera y verano pero

con la nieve los lobos no mucho lejos Mientras acariciaba los caballos y trataba de calmarlos os-

curas nubes comenzaron a pasar raacutepidas por el cielo El sol desaparecioacute y una bocanada de aire friacuteo soploacute sobre nosotros No obstante tan soacutelo fue un soplo y maacutes pareciacutea un aviso que una realidad pues el sol volvioacute a salir brillante Johann miroacute ha-ciendo visera con su mano hacia el horizonte y dijo

ndashLa tormenta de nieve venir dentro de mucho poco Luego miroacute de nuevo su reloj y manteniendo firmemente

las riendas pues los caballos seguiacutean manoteando inquietos y agitando sus cabezas subioacute al pescante como si hubiera llegado el momento de proseguir nuestro viaje

ndashHaacutebleme del lugar al que lleva este camino ndashle dije y sentildealeacute hacia abajo

Se persignoacute de nuevo y murmuroacute una plegaria antes de res-ponderme

ndashEs maldito ndash iquestQueacute es lo que es maldito ndashinquiriacute ndashEl pueblo ndashEntonces iquesthay un pueblo

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

Bram Stoker

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 6: El invitado de Drácula

Agradecemos al Museo y Biblioteca Rosenbach de Filadelfia por dar a conocer y conservar las notas de trabajo originales

de Bram Stoker que nos permite conocer hoy cual fue la concepcioacuten original del autor con respecto a esta obra

Joseacute Luis Gonzaacutelez

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Cuando iniciamos nuestro paseo el sol brillaba in ten-samente sobre Munich y el aire estaba repleto de la alegriacutea propia de comienzos del verano En el mismo momento en que iacutebamos a partir Herr Delbruumlck (el maitre drsquohocirctel del Quatre Saisons donde me alojaba) bajoacute hasta el carruaje sin detenerse a ponerse el som-brero y tras desearme un placentero paseo le dijo al cochero sin apartar la mano de la manija de la puerta del coche

ndashNo olvide estar de regreso antes de la puesta del sol El cielo parece claro pero se nota un frescor en el viento del norte que me dice que puede haber una tormenta en cualquier momento Pero estoy seguro de que no se retrasaraacute ndashsonrioacutendash pues ya sabe queacute noche es

Johann le contestoacute con un enfaacutetico ndashJa mein Herr Y llevaacutendose la mano al sombrero se dio prisa en partir Cuando hubimos salido de la ciudad le dije tras indicarle que

se detuviera ndashDiacutegame Johann iquestqueacute noche es hoy

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Se persignoacute al tiempo que contestaba lacoacutenicamente ndashWalpurgis Nacht Y sacoacute su reloj un grande y viejo instrumento alemaacuten de plata

tan grande como un nabo y lo contemploacute con las cejas juntas y un pequentildeo e impaciente encogimiento de hombros Me di cuenta de que aquella era su forma de protestar respetuosamente contra el innecesario retraso y me volviacute a recostar en el asiento hacieacuten-dole sentildeas de que prosiguiese Reanudoacute una buena marcha como si quisiera recuperar el tiempo perdido De vez en cuando los ca-ballos pareciacutean alzar sus cabezas y olisquear suspicazmente el aire En tales ocasiones yo miraba alrededor alarmado El camino era totalmente anodino pues estaacutebamos atravesando una especie de alta meseta barrida por el viento Mientras viajaacutebamos vi un cami-no que pareciacutea muy poco usado y que aparentemente se hundiacutea en un pequentildeo y serpenteante valle

Pareciacutea tan invitador que aun arriesgaacutendome a ofenderle le dije a Johann que se detuviera y cuando lo hubo hecho le expliqueacute que me gustariacutea que bajase por alliacute

Me dio toda clase de excusas y se persignoacute con frecuencia mientras hablaba Esto de alguna forma excitoacute mi curiosidad asiacute que le hice varias preguntas Respondioacute evasivamente sin dejar de mirar una y otra vez su reloj como protesta Al final le dije

ndashBueno Johann quiero bajar por ese camino No le direacute que venga si no lo desea pero cueacutenteme por queacute no quiere hacerlo eso es todo lo que le pido

Como respuesta parecioacute zambullirse desde el pescante por lo raacutepidamente que llegoacute al suelo Entonces extendioacute sus manos ha-cia miacute en gesto de suacuteplica y me imploroacute que no fuera Mezclaba

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el suficiente ingleacutes con su alemaacuten como para que yo entendiese el hilo de sus palabras Pareciacutea estar siempre a punto de decirme algo cuya sola idea era evidente que le aterrorizaba pero cada vez se echaba atraacutes y deciacutea mientras se persignaba

ndashWalpurgis Nacht 2 Trateacute de argumentar con eacutel pero era difiacutecil discutir con un

hombre cuyo idioma no hablaba Ciertamente eacutel teniacutea todas las ventajas pues aunque comenzaba hablando en ingleacutes un ingleacutes muy burdo y entrecortado siempre se excitaba y acababa por re-vertir a su idioma natal y cada vez que lo haciacutea miraba su reloj Entonces los caballos se mostraron inquietos y olisquearon el aire

Ante esto palidecioacute y mirando a su alrededor de forma asus-tada saltoacute de pronto hacia adelante los aferroacute por las bridas y los hizo avanzar unos diez metros Yo le seguiacute y le pregunteacute por queacute habiacutea hecho aquello Como respuesta se persignoacute sentildealoacute al punto que habiacutea abandonado y apuntoacute con su laacutetigo hacia el otro camino indicando una cruz y diciendo primero en alemaacuten y lue-go en ingleacutes

ndashEnterrados estar enterrados los que matarse ellos mismos Recordeacute la vieja costumbre de enterrar a los suicidas en los cru-

ces de los caminos ndash iexclAh Ya veo un suicida iexclQueacute interesante Pero la fe miacutea que no podiacutea saber por queacute estaban asustados

los caballos

2 Desde hace cientos de antildeos incluso desde antes de la aparicioacuten oficial de la novela goacutetica del siglo XVIII el horror sobrenatural viene desafiando tanto a escritores como a lectores nada mejor que la literatura fantaacutestica para explorar temas a los que muy pocos se atreven

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Mientras hablaacutebamos escuchamos un sonido que era un cru-ce entre el aullido de un lobo y el ladrido de un perro Se oiacutea muy lejos pero los caballos se mostraron muy inquietos y le llevoacute bastante tiempo a Johann calmarlos Estaba muy paacutelido y dijo

ndashSuena como lobo pero no hay lobos aquiacute ahora ndash iquestNo ndashpregunteacute inquisitivamentendash iquestHace ya mucho tiem-

po desde que los lobos estuvieron tan cerca de la ciudad ndashMucho mucho ndashcontestoacutendash En primavera y verano pero

con la nieve los lobos no mucho lejos Mientras acariciaba los caballos y trataba de calmarlos os-

curas nubes comenzaron a pasar raacutepidas por el cielo El sol desaparecioacute y una bocanada de aire friacuteo soploacute sobre nosotros No obstante tan soacutelo fue un soplo y maacutes pareciacutea un aviso que una realidad pues el sol volvioacute a salir brillante Johann miroacute ha-ciendo visera con su mano hacia el horizonte y dijo

ndashLa tormenta de nieve venir dentro de mucho poco Luego miroacute de nuevo su reloj y manteniendo firmemente

las riendas pues los caballos seguiacutean manoteando inquietos y agitando sus cabezas subioacute al pescante como si hubiera llegado el momento de proseguir nuestro viaje

ndashHaacutebleme del lugar al que lleva este camino ndashle dije y sentildealeacute hacia abajo

Se persignoacute de nuevo y murmuroacute una plegaria antes de res-ponderme

ndashEs maldito ndash iquestQueacute es lo que es maldito ndashinquiriacute ndashEl pueblo ndashEntonces iquesthay un pueblo

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

El invitado de Draacutecula

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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Cuando iniciamos nuestro paseo el sol brillaba in ten-samente sobre Munich y el aire estaba repleto de la alegriacutea propia de comienzos del verano En el mismo momento en que iacutebamos a partir Herr Delbruumlck (el maitre drsquohocirctel del Quatre Saisons donde me alojaba) bajoacute hasta el carruaje sin detenerse a ponerse el som-brero y tras desearme un placentero paseo le dijo al cochero sin apartar la mano de la manija de la puerta del coche

ndashNo olvide estar de regreso antes de la puesta del sol El cielo parece claro pero se nota un frescor en el viento del norte que me dice que puede haber una tormenta en cualquier momento Pero estoy seguro de que no se retrasaraacute ndashsonrioacutendash pues ya sabe queacute noche es

Johann le contestoacute con un enfaacutetico ndashJa mein Herr Y llevaacutendose la mano al sombrero se dio prisa en partir Cuando hubimos salido de la ciudad le dije tras indicarle que

se detuviera ndashDiacutegame Johann iquestqueacute noche es hoy

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Se persignoacute al tiempo que contestaba lacoacutenicamente ndashWalpurgis Nacht Y sacoacute su reloj un grande y viejo instrumento alemaacuten de plata

tan grande como un nabo y lo contemploacute con las cejas juntas y un pequentildeo e impaciente encogimiento de hombros Me di cuenta de que aquella era su forma de protestar respetuosamente contra el innecesario retraso y me volviacute a recostar en el asiento hacieacuten-dole sentildeas de que prosiguiese Reanudoacute una buena marcha como si quisiera recuperar el tiempo perdido De vez en cuando los ca-ballos pareciacutean alzar sus cabezas y olisquear suspicazmente el aire En tales ocasiones yo miraba alrededor alarmado El camino era totalmente anodino pues estaacutebamos atravesando una especie de alta meseta barrida por el viento Mientras viajaacutebamos vi un cami-no que pareciacutea muy poco usado y que aparentemente se hundiacutea en un pequentildeo y serpenteante valle

Pareciacutea tan invitador que aun arriesgaacutendome a ofenderle le dije a Johann que se detuviera y cuando lo hubo hecho le expliqueacute que me gustariacutea que bajase por alliacute

Me dio toda clase de excusas y se persignoacute con frecuencia mientras hablaba Esto de alguna forma excitoacute mi curiosidad asiacute que le hice varias preguntas Respondioacute evasivamente sin dejar de mirar una y otra vez su reloj como protesta Al final le dije

ndashBueno Johann quiero bajar por ese camino No le direacute que venga si no lo desea pero cueacutenteme por queacute no quiere hacerlo eso es todo lo que le pido

Como respuesta parecioacute zambullirse desde el pescante por lo raacutepidamente que llegoacute al suelo Entonces extendioacute sus manos ha-cia miacute en gesto de suacuteplica y me imploroacute que no fuera Mezclaba

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el suficiente ingleacutes con su alemaacuten como para que yo entendiese el hilo de sus palabras Pareciacutea estar siempre a punto de decirme algo cuya sola idea era evidente que le aterrorizaba pero cada vez se echaba atraacutes y deciacutea mientras se persignaba

ndashWalpurgis Nacht 2 Trateacute de argumentar con eacutel pero era difiacutecil discutir con un

hombre cuyo idioma no hablaba Ciertamente eacutel teniacutea todas las ventajas pues aunque comenzaba hablando en ingleacutes un ingleacutes muy burdo y entrecortado siempre se excitaba y acababa por re-vertir a su idioma natal y cada vez que lo haciacutea miraba su reloj Entonces los caballos se mostraron inquietos y olisquearon el aire

Ante esto palidecioacute y mirando a su alrededor de forma asus-tada saltoacute de pronto hacia adelante los aferroacute por las bridas y los hizo avanzar unos diez metros Yo le seguiacute y le pregunteacute por queacute habiacutea hecho aquello Como respuesta se persignoacute sentildealoacute al punto que habiacutea abandonado y apuntoacute con su laacutetigo hacia el otro camino indicando una cruz y diciendo primero en alemaacuten y lue-go en ingleacutes

ndashEnterrados estar enterrados los que matarse ellos mismos Recordeacute la vieja costumbre de enterrar a los suicidas en los cru-

ces de los caminos ndash iexclAh Ya veo un suicida iexclQueacute interesante Pero la fe miacutea que no podiacutea saber por queacute estaban asustados

los caballos

2 Desde hace cientos de antildeos incluso desde antes de la aparicioacuten oficial de la novela goacutetica del siglo XVIII el horror sobrenatural viene desafiando tanto a escritores como a lectores nada mejor que la literatura fantaacutestica para explorar temas a los que muy pocos se atreven

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Mientras hablaacutebamos escuchamos un sonido que era un cru-ce entre el aullido de un lobo y el ladrido de un perro Se oiacutea muy lejos pero los caballos se mostraron muy inquietos y le llevoacute bastante tiempo a Johann calmarlos Estaba muy paacutelido y dijo

ndashSuena como lobo pero no hay lobos aquiacute ahora ndash iquestNo ndashpregunteacute inquisitivamentendash iquestHace ya mucho tiem-

po desde que los lobos estuvieron tan cerca de la ciudad ndashMucho mucho ndashcontestoacutendash En primavera y verano pero

con la nieve los lobos no mucho lejos Mientras acariciaba los caballos y trataba de calmarlos os-

curas nubes comenzaron a pasar raacutepidas por el cielo El sol desaparecioacute y una bocanada de aire friacuteo soploacute sobre nosotros No obstante tan soacutelo fue un soplo y maacutes pareciacutea un aviso que una realidad pues el sol volvioacute a salir brillante Johann miroacute ha-ciendo visera con su mano hacia el horizonte y dijo

ndashLa tormenta de nieve venir dentro de mucho poco Luego miroacute de nuevo su reloj y manteniendo firmemente

las riendas pues los caballos seguiacutean manoteando inquietos y agitando sus cabezas subioacute al pescante como si hubiera llegado el momento de proseguir nuestro viaje

ndashHaacutebleme del lugar al que lleva este camino ndashle dije y sentildealeacute hacia abajo

Se persignoacute de nuevo y murmuroacute una plegaria antes de res-ponderme

ndashEs maldito ndash iquestQueacute es lo que es maldito ndashinquiriacute ndashEl pueblo ndashEntonces iquesthay un pueblo

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

Bram Stoker

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

El invitado de Draacutecula

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 8: El invitado de Drácula

Bram Stoker

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Se persignoacute al tiempo que contestaba lacoacutenicamente ndashWalpurgis Nacht Y sacoacute su reloj un grande y viejo instrumento alemaacuten de plata

tan grande como un nabo y lo contemploacute con las cejas juntas y un pequentildeo e impaciente encogimiento de hombros Me di cuenta de que aquella era su forma de protestar respetuosamente contra el innecesario retraso y me volviacute a recostar en el asiento hacieacuten-dole sentildeas de que prosiguiese Reanudoacute una buena marcha como si quisiera recuperar el tiempo perdido De vez en cuando los ca-ballos pareciacutean alzar sus cabezas y olisquear suspicazmente el aire En tales ocasiones yo miraba alrededor alarmado El camino era totalmente anodino pues estaacutebamos atravesando una especie de alta meseta barrida por el viento Mientras viajaacutebamos vi un cami-no que pareciacutea muy poco usado y que aparentemente se hundiacutea en un pequentildeo y serpenteante valle

Pareciacutea tan invitador que aun arriesgaacutendome a ofenderle le dije a Johann que se detuviera y cuando lo hubo hecho le expliqueacute que me gustariacutea que bajase por alliacute

Me dio toda clase de excusas y se persignoacute con frecuencia mientras hablaba Esto de alguna forma excitoacute mi curiosidad asiacute que le hice varias preguntas Respondioacute evasivamente sin dejar de mirar una y otra vez su reloj como protesta Al final le dije

ndashBueno Johann quiero bajar por ese camino No le direacute que venga si no lo desea pero cueacutenteme por queacute no quiere hacerlo eso es todo lo que le pido

Como respuesta parecioacute zambullirse desde el pescante por lo raacutepidamente que llegoacute al suelo Entonces extendioacute sus manos ha-cia miacute en gesto de suacuteplica y me imploroacute que no fuera Mezclaba

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el suficiente ingleacutes con su alemaacuten como para que yo entendiese el hilo de sus palabras Pareciacutea estar siempre a punto de decirme algo cuya sola idea era evidente que le aterrorizaba pero cada vez se echaba atraacutes y deciacutea mientras se persignaba

ndashWalpurgis Nacht 2 Trateacute de argumentar con eacutel pero era difiacutecil discutir con un

hombre cuyo idioma no hablaba Ciertamente eacutel teniacutea todas las ventajas pues aunque comenzaba hablando en ingleacutes un ingleacutes muy burdo y entrecortado siempre se excitaba y acababa por re-vertir a su idioma natal y cada vez que lo haciacutea miraba su reloj Entonces los caballos se mostraron inquietos y olisquearon el aire

Ante esto palidecioacute y mirando a su alrededor de forma asus-tada saltoacute de pronto hacia adelante los aferroacute por las bridas y los hizo avanzar unos diez metros Yo le seguiacute y le pregunteacute por queacute habiacutea hecho aquello Como respuesta se persignoacute sentildealoacute al punto que habiacutea abandonado y apuntoacute con su laacutetigo hacia el otro camino indicando una cruz y diciendo primero en alemaacuten y lue-go en ingleacutes

ndashEnterrados estar enterrados los que matarse ellos mismos Recordeacute la vieja costumbre de enterrar a los suicidas en los cru-

ces de los caminos ndash iexclAh Ya veo un suicida iexclQueacute interesante Pero la fe miacutea que no podiacutea saber por queacute estaban asustados

los caballos

2 Desde hace cientos de antildeos incluso desde antes de la aparicioacuten oficial de la novela goacutetica del siglo XVIII el horror sobrenatural viene desafiando tanto a escritores como a lectores nada mejor que la literatura fantaacutestica para explorar temas a los que muy pocos se atreven

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Mientras hablaacutebamos escuchamos un sonido que era un cru-ce entre el aullido de un lobo y el ladrido de un perro Se oiacutea muy lejos pero los caballos se mostraron muy inquietos y le llevoacute bastante tiempo a Johann calmarlos Estaba muy paacutelido y dijo

ndashSuena como lobo pero no hay lobos aquiacute ahora ndash iquestNo ndashpregunteacute inquisitivamentendash iquestHace ya mucho tiem-

po desde que los lobos estuvieron tan cerca de la ciudad ndashMucho mucho ndashcontestoacutendash En primavera y verano pero

con la nieve los lobos no mucho lejos Mientras acariciaba los caballos y trataba de calmarlos os-

curas nubes comenzaron a pasar raacutepidas por el cielo El sol desaparecioacute y una bocanada de aire friacuteo soploacute sobre nosotros No obstante tan soacutelo fue un soplo y maacutes pareciacutea un aviso que una realidad pues el sol volvioacute a salir brillante Johann miroacute ha-ciendo visera con su mano hacia el horizonte y dijo

ndashLa tormenta de nieve venir dentro de mucho poco Luego miroacute de nuevo su reloj y manteniendo firmemente

las riendas pues los caballos seguiacutean manoteando inquietos y agitando sus cabezas subioacute al pescante como si hubiera llegado el momento de proseguir nuestro viaje

ndashHaacutebleme del lugar al que lleva este camino ndashle dije y sentildealeacute hacia abajo

Se persignoacute de nuevo y murmuroacute una plegaria antes de res-ponderme

ndashEs maldito ndash iquestQueacute es lo que es maldito ndashinquiriacute ndashEl pueblo ndashEntonces iquesthay un pueblo

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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el suficiente ingleacutes con su alemaacuten como para que yo entendiese el hilo de sus palabras Pareciacutea estar siempre a punto de decirme algo cuya sola idea era evidente que le aterrorizaba pero cada vez se echaba atraacutes y deciacutea mientras se persignaba

ndashWalpurgis Nacht 2 Trateacute de argumentar con eacutel pero era difiacutecil discutir con un

hombre cuyo idioma no hablaba Ciertamente eacutel teniacutea todas las ventajas pues aunque comenzaba hablando en ingleacutes un ingleacutes muy burdo y entrecortado siempre se excitaba y acababa por re-vertir a su idioma natal y cada vez que lo haciacutea miraba su reloj Entonces los caballos se mostraron inquietos y olisquearon el aire

Ante esto palidecioacute y mirando a su alrededor de forma asus-tada saltoacute de pronto hacia adelante los aferroacute por las bridas y los hizo avanzar unos diez metros Yo le seguiacute y le pregunteacute por queacute habiacutea hecho aquello Como respuesta se persignoacute sentildealoacute al punto que habiacutea abandonado y apuntoacute con su laacutetigo hacia el otro camino indicando una cruz y diciendo primero en alemaacuten y lue-go en ingleacutes

ndashEnterrados estar enterrados los que matarse ellos mismos Recordeacute la vieja costumbre de enterrar a los suicidas en los cru-

ces de los caminos ndash iexclAh Ya veo un suicida iexclQueacute interesante Pero la fe miacutea que no podiacutea saber por queacute estaban asustados

los caballos

2 Desde hace cientos de antildeos incluso desde antes de la aparicioacuten oficial de la novela goacutetica del siglo XVIII el horror sobrenatural viene desafiando tanto a escritores como a lectores nada mejor que la literatura fantaacutestica para explorar temas a los que muy pocos se atreven

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Mientras hablaacutebamos escuchamos un sonido que era un cru-ce entre el aullido de un lobo y el ladrido de un perro Se oiacutea muy lejos pero los caballos se mostraron muy inquietos y le llevoacute bastante tiempo a Johann calmarlos Estaba muy paacutelido y dijo

ndashSuena como lobo pero no hay lobos aquiacute ahora ndash iquestNo ndashpregunteacute inquisitivamentendash iquestHace ya mucho tiem-

po desde que los lobos estuvieron tan cerca de la ciudad ndashMucho mucho ndashcontestoacutendash En primavera y verano pero

con la nieve los lobos no mucho lejos Mientras acariciaba los caballos y trataba de calmarlos os-

curas nubes comenzaron a pasar raacutepidas por el cielo El sol desaparecioacute y una bocanada de aire friacuteo soploacute sobre nosotros No obstante tan soacutelo fue un soplo y maacutes pareciacutea un aviso que una realidad pues el sol volvioacute a salir brillante Johann miroacute ha-ciendo visera con su mano hacia el horizonte y dijo

ndashLa tormenta de nieve venir dentro de mucho poco Luego miroacute de nuevo su reloj y manteniendo firmemente

las riendas pues los caballos seguiacutean manoteando inquietos y agitando sus cabezas subioacute al pescante como si hubiera llegado el momento de proseguir nuestro viaje

ndashHaacutebleme del lugar al que lleva este camino ndashle dije y sentildealeacute hacia abajo

Se persignoacute de nuevo y murmuroacute una plegaria antes de res-ponderme

ndashEs maldito ndash iquestQueacute es lo que es maldito ndashinquiriacute ndashEl pueblo ndashEntonces iquesthay un pueblo

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

Bram Stoker

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

El invitado de Draacutecula

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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Mientras hablaacutebamos escuchamos un sonido que era un cru-ce entre el aullido de un lobo y el ladrido de un perro Se oiacutea muy lejos pero los caballos se mostraron muy inquietos y le llevoacute bastante tiempo a Johann calmarlos Estaba muy paacutelido y dijo

ndashSuena como lobo pero no hay lobos aquiacute ahora ndash iquestNo ndashpregunteacute inquisitivamentendash iquestHace ya mucho tiem-

po desde que los lobos estuvieron tan cerca de la ciudad ndashMucho mucho ndashcontestoacutendash En primavera y verano pero

con la nieve los lobos no mucho lejos Mientras acariciaba los caballos y trataba de calmarlos os-

curas nubes comenzaron a pasar raacutepidas por el cielo El sol desaparecioacute y una bocanada de aire friacuteo soploacute sobre nosotros No obstante tan soacutelo fue un soplo y maacutes pareciacutea un aviso que una realidad pues el sol volvioacute a salir brillante Johann miroacute ha-ciendo visera con su mano hacia el horizonte y dijo

ndashLa tormenta de nieve venir dentro de mucho poco Luego miroacute de nuevo su reloj y manteniendo firmemente

las riendas pues los caballos seguiacutean manoteando inquietos y agitando sus cabezas subioacute al pescante como si hubiera llegado el momento de proseguir nuestro viaje

ndashHaacutebleme del lugar al que lleva este camino ndashle dije y sentildealeacute hacia abajo

Se persignoacute de nuevo y murmuroacute una plegaria antes de res-ponderme

ndashEs maldito ndash iquestQueacute es lo que es maldito ndashinquiriacute ndashEl pueblo ndashEntonces iquesthay un pueblo

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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ndashNo no Nadie vive allaacute desde cientos de antildeos Me devoraba la curiosidad ndashPero dijo que habiacutea un pueblo ndashHabiacutea ndash iquestY queacute pasa ahora Como respuesta se lanzoacute a desgranar una larga historia en ale-

maacuten y en ingleacutes tan mezclados que casi no podiacutea comprender lo que deciacutea pero a grandes rasgos logreacute entender que haciacutea muchos cientos de antildeos habiacutean muerto alliacute personas que habiacutean sido ente-rradas y se habiacutean oiacutedo ruidos bajo la tierra y cuando se abrieron las fosas se hallaron a los hombres y mujeres con el aspecto de vi-vos y las bocas rojas de sangre Y por eso buscando salvar sus vidas (iexclay y sus almas y aquiacute se persignoacute de nuevo) los que quedaron huyeron a otros lugares donde los vivos viviacutean y los muertos esta-ban muertos y no no otra cosa Evidentemente teniacutea miedo de pronunciar las uacuteltimas palabras Mientras avanzaba en su narra-cioacuten se iba excitando maacutes y maacutes pareciacutea como si su imaginacioacuten se hubiera desbocado y terminoacute en un verdadero paroxismo de terror blanco el rostro sudoroso tembloroso y mirando a su al-rededor como si esperase que alguna horrible presencia se fuera a manifestar alliacute mismo en la llanura abierta bajo la luz del sol Finalmente en una agoniacutea de desesperacioacuten gritoacute

laquoWalpurgis Nachtraquo e hizo una sentildea hacia el vehiacuteculo in-dicaacutendome que subiera Mi sangre inglesa hirvioacute ante esto y echaacutendome hacia atraacutes dije

ndashTiene usted miedo Johann tiene usted miedo Regrese yo volvereacute solo un paseo a pie me sentaraacute bien

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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ndashLa puerta del carruaje estaba abierta Tomeacute del asiento el bas-toacuten de roble que siempre llevo en mis excursiones y cerreacute la puerta Sentildealeacute el camino de regreso a Munich y repetiacutendash Regrese Johann La noche de Walpurgis no tiene nada que ver con los ingleses3

Los caballos estaban ahora maacutes inquietos que nunca y Johann intentaba retenerlos mientras me imploraba excitadamente que no cometiera tal locura Me daba pena el pobre hombre pareciacutea since-ro no obstante no pude evitar el echarme a reiacuter Ya habiacutea perdido todo rastro de ingleacutes en sus palabras En su ansiedad habiacutea olvida-do que la uacutenica forma que teniacutea de hacerme comprender era hablar en mi idioma asiacute que chapurreoacute su alemaacuten nativo Comenzaba a ser algo tedioso Tras sentildealar la direccioacuten exclameacute laquoiexclRegreseraquo y me di la vuelta para bajar por el camino lateral hacia el valle

Con un gesto de desesperacioacuten Johann volvioacute sus caballos ha-cia Munich Me apoyeacute sobre mi bastoacuten y lo contempleacute alejarse Marchoacute lentamente por un momento luego sobre la cima de una colina aparecioacute un hombre alto y delgado No podiacutea verlo muy bien a aquella distancia Cuando se acercoacute a los caballos eacutestos comenzaron a encabritarse y a patear luego relincharon aterro-rizados y echaron a correr locamente Los contempleacute perderse de vista y luego busqueacute al extrantildeo pero me di cuenta de que tambieacuten eacutel habiacutea desaparecido

3 Esta magniacutefica seleccioacuten de cuentos de autores argentinos contempo-raacuteneos preparada por la investigadora Nomi Pendzik contiene textos de los catorce escritores que integran el ciacuterculo literatio La Abadiacutea de Carfax entre otros Federico Buccino Luis Cattenazzi Daniel De Leo Marcelo di Marco Ma-tiacuteas Orta Karina Sacerdote y Mariacutea Taltavull Todos ellos deleitan y estremecen con sus historias contundentes ricas en imaginacioacuten y estilo

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

El invitado de Draacutecula

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

Bram Stoker

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 13: El invitado de Drácula

El invitado de Draacutecula

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Me volviacute con aacutenimo tranquilo hacia el camino lateral que baja-ba hacia el profundo valle que tanto habiacutea preocupado a Johann Por lo que podiacutea ver no habiacutea ni la maacutes miacutenima razoacuten para esta preocupacioacuten y diriacutea que camineacute durante un par de horas sin pen-sar en el tiempo ni en la distancia y ciertamente sin ver ni persona ni casa alguna En lo que a aquel lugar se referiacutea era una verdadera desolacioacuten Pero no me di cuenta de esta particularidad hasta que al dar la vuelta a un recodo del camino llegueacute hasta el disperso lindero de un bosque

Entonces me di cuenta de que inconscientemente habiacutea que-dado impresionado por la desolacioacuten de los lugares por los que acababa de pasar

Me senteacute para descansar y comenceacute a mirar a mi alrededor Me fijeacute en que el aire era mucho maacutes friacuteo que cuando habiacutea iniciado mi camino pareciacutea rodearme un sonido susurrante en el que se oiacutea de vez en cuando muy en lo alto algo asiacute como un rugido apagado Mireacute hacia arriba y pude ver que grandes y densas nubes corriacutean raacutepidas por el cielo de norte a sur a una gran altura

Eran los signos de una tormenta que se aproximaba por alguacuten lejano estrato de aire Noteacute un poco de friacuteo y pensando que era por haberme sentado tras la caminata reinicieacute mi paseo

El terreno que cruzaba ahora era mucho maacutes pintoresco No habiacutea ninguacuten punto especial digno de mencioacuten pero en todo eacutel se notaba cierto encanto y belleza

No penseacute maacutes en el tiempo y fue soacutelo cuando empezoacute a ha-cerse notar el oscurecimiento del sol que comenceacute a preocuparme acerca de coacutemo hallar el camino de vuelta Habiacutea desaparecido la brillantez del diacutea El aire era friacuteo y el vuelo de las nubes allaacute en

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

Bram Stoker

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

El invitado de Draacutecula

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 14: El invitado de Drácula

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lo alto mucho maacutes evidente Iban acompantildeadas por una especie de sonido ululante y lejano por entre el que pareciacutea escucharse a intervalos el misterioso grito que el cochero habiacutea dicho que era de un lobo Dudeacute un momento pero me habiacutea prometido ver el pueblo abandonado asiacute que proseguiacute y de pronto llegueacute a una amplia extensioacuten de terreno llano cerrado por las colinas que lo rodeaban Las laderas de eacutestas estaban cubiertas de aacuterboles que descendiacutean hasta la llanura formando grupos en las suaves pendientes y depresiones visibles aquiacute y allaacute Seguiacute con la vista el serpentear del camino y vi que trazaba una curva cerca de uno de los maacutes densos grupos de aacuterboles y luego se perdiacutea tras eacutel

Mientras miraba noteacute un haacutelito helado en el aire y comenzoacute a nevar Penseacute en los kiloacutemetros y kiloacutemetros de terreno desguar-necido por los que habiacutea pasado y me apresureacute a buscar cobijo en el bosque de enfrente El cielo se fue volviendo cada vez maacutes oscuro y a mi alrededor se veiacutea una brillante alfombra blanca cuyos extremos maacutes lejanos se perdiacutean en una nebulosa vague-dad Auacuten se podiacutea ver el camino pero mal y cuando corriacutea por el llano no quedaban tan marcados sus liacutemites como cuando seguiacutea las hondonadas y al poco me di cuenta de que debiacutea ha-berme apartado del mismo pues dejeacute de notar bajo mis pies la dura superficie y me hundiacute en tierra blanda Entonces el viento se hizo maacutes fuerte y soploacute con creciente fuerza hasta que casi me arrastroacute El aire se volvioacute totalmente helado y comenceacute a su-frir los efectos del friacuteo a pesar del ejercicio La nieve caiacutea ahora tan densa y giraba a mi alrededor en tales remolinos que apenas podiacutea mantener abiertos los ojos De vez en cuando el cielo era desgarrado por un centelleante relaacutempago y a su luz soacutelo podiacutea

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

Bram Stoker

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 15: El invitado de Drácula

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ver frente a miacute una gran masa de aacuterboles principalmente cipreses y tejos completamente cubiertos de nieve

Pronto me halleacute al amparo de los mismos y alliacute en un relativo silencio pude oiacuter el soplar del viento en lo alto En aquel mo-mento la oscuridad de la tormenta se habiacutea fundido con la de la noche Pero su furia pareciacutea estar abatieacutendose tan solo regresaba en tremendos resoplidos o estallidos En aquellos momentos el escalofriante aullido del lobo parecioacute despertar el eco de muchos sonidos similares a mi alrededor

En ocasiones a traveacutes de la oscura masa de las nubes se veiacutea un perdido rayo de luna que iluminaba el terreno y que me deja-ba ver que estaba al borde de una densa masa de cipreses y tejos Como habiacutea dejado de nevar saliacute de mi refugio y comenceacute a in-vestigar maacutes a fondo los alrededores Me pareciacutea que entre tantos viejos cimientos como habiacutea pasado en mi camino quizaacute hallase una casa auacuten en pie que aunque estuviese en ruinas me diese algo de cobijo Mientras rodeaba el periacutemetro del bosquecillo me di cuenta de que una pared baja lo cercaba y siguieacutendola halleacute una abertura Alliacute los cipreses formaban un camino que llevaba hasta la cuadrada masa de alguacuten tipo de edificio No obs-tante en el mismo momento en que la diviseacute las errantes nubes oscurecieron la luna y atraveseacute el sendero en tinieblas El viento debioacute de hacerse maacutes friacuteo pues noteacute que me estremeciacutea mientras caminaba pero teniacutea esperanzas de hallar un refugio asiacute que proseguiacute mi camino a ciegas

Me detuve pues se produjo un repentino silencio La tormenta habiacutea pasado y quizaacute en simpatiacutea con el silencio de la naturaleza mi corazoacuten parecioacute dejar de latir

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

El invitado de Draacutecula

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

Bram Stoker

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

El invitado de Draacutecula

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

El invitado de Draacutecula

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 16: El invitado de Drácula

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Pero eso fue tan soacutelo momentaacuteneo pues repentinamente la luz de la luna se abrioacute paso por entre las nubes mostraacutendome que me hallaba en un cementerio y que el objeto cuadrado si-tuado frente a miacute era una enorme tumba de maacutermol tan blanca como la nieve que lo cubriacutea todo Con la luz de la luna llegoacute un tremendo suspiro de la tormenta que parecioacute reanudar su carrera con un largo y grave aullido como el de muchos perros o lobos Me sentiacutea anonadado y noteacute que el friacuteo me calaba hondo hasta parecer aferrarme el corazoacuten Entonces mientras la oleada de luz lunar seguiacutea cayendo sobre la tumba de maacutermol la tor-menta dio muestras de reiniciarse como si quisiera volver atraacutes Impulsado por alguna especie de fascinacioacuten me aproximeacute a la sepultura para ver de quieacuten era y por queacute una construccioacuten asiacute se alzaba solitaria en semejante lugar La rodeeacute y leiacute sobre la puerta doacuterica en alemaacuten

Condesa Doligen De Gratz en Estiria

Buscoacute y halloacute la muerte 1801

En la parte alta del tuacutemulo y atravesando aparentemente el

maacutermol pues la estructura estaba formada por unos pocos blo-ques macizos se veiacutea una gran vigueta o estaca de hierro

Me dirigiacute hacia la parte de atraacutes y leiacute esculpida con grandes letras ciriacutelicas

Los muertos viajan deprisa

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

El invitado de Draacutecula

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

El invitado de Draacutecula

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 17: El invitado de Drácula

El invitado de Draacutecula

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Habiacutea algo tan extrantildeo y fuera de lo usual en todo aquello que me hizo sentir mal y casi desfalleciacute Por primera vez empeceacute a desear el haber seguido el consejo de Johann Y en aquel mo-mento me invadioacute un pensamiento que en medio de aquellas misteriosas circunstancias me produjo un terrible estremeci-miento iexclera la noche de Walpurgis

La noche de Walpurgis en la que seguacuten las creencias de mi-llones de personas el diablo andaba suelto en la que se abriacutean las tumbas y los muertos saliacutean a pasear en la que todas las cosas maleacuteficas de la tierra el mar y el aire celebraban su reunioacuten Y estaba en el preciso lugar que el cochero habiacutea rehuido Aqueacutel era el pueblo abandonado haciacutea siglos Alliacute era donde se encon-traba la suicida iexcly en ese lugar me encontraba yo ahora solo sin ayuda temblando de friacuteo en medio de una nevada y con una fuerte tormenta formaacutendose a miacute alrededor Fue necesaria toda mi filosofiacutea toda la religioacuten que me habiacutean ensentildeado todo mi coraje para no derrumbarme en un paroxismo de terror

Y entonces un verdadero tornado estalloacute a mi alrededor El suelo se estremecioacute como si millares de caballos galopasen sobre eacutel y esta vez la tormenta llevaba en sus geacutelidas alas no nieve sino un enorme granizo que cayoacute con tal violencia que pareciacutea haber sido lanzado por lo miacuteticos honderos baleaacutericos Piedras de gra-nizo que aplastaban hojas y ramas y que negaban la proteccioacuten de los cipreses como si en lugar de aacuterboles hubieran sido espigas de cereal Al primer momento corriacute hasta el aacuterbol maacutes cercano pero pronto me vi obligado a abandonarlo y buscar el uacutenico pun-to que pareciacutea ofrecer refugio la profunda puerta doacuterica de la tumba de maacutermol

Bram Stoker

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

El invitado de Draacutecula

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

Bram Stoker

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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Alliacute acurrucado contra la enorme puerta de bronce conseguiacute una cierta proteccioacuten contra la caiacuteda del granizo pues ahora soacutelo me golpeaba al rebotar contra el suelo y los costados de maacutermol

Al apoyarme contra la puerta eacutesta se movioacute ligeramente y se abrioacute un poco hacia adentro Incluso el refugio de una tum-ba era bienvenido en medio de aquella despiadada tempestad y estaba a punto de entrar en ella cuando se produjo el destello de un relaacutempago que iluminoacute toda la extensioacuten del cielo En aquel instante lo juro por mi vida vi pues mis ojos estaban vueltos hacia la oscuridad del interior a una bella mujer de mejillas son-rosadas y rojos labios aparentemente dormida sobre un feacuteretro Mientras el trueno estallaba en lo alto fui atrapado como por la mano de un gigante y lanzado hacia la tormenta Todo aquello fue tan repentino que antes de que me llegara el shock tanto moral como fiacutesico me encontreacute bajo la lluvia de piedras Al mismo tiempo tuve la extrantildea y absorbente sensacioacuten de que no estaba solo Mireacute hacia el tuacutemulo Y en aquel mismo momento se produjo otro cegador relaacutempago que parecioacute golpear la estaca de hierro que dominaba el monumento y llegar por ella hasta el suelo resquebrajando desmenuzando el maacutermol como en un estallido de llamas

La mujer muerta se alzoacute en un momento de agoniacutea lamida por las llamas y su amargo alarido de dolor fue ahogado por el trueno La uacuteltima cosa que oiacute fue esa horrible mezcla de sonidos pues de nuevo fui aferrado por la gigantesca mano y arrastrado mientras el granizo me golpeaba y el aire pareciacutea reverberar con el aullido de los lobos La uacuteltima cosa que recuerdo fue una vaga y blanca masa movediza como si las tumbas de mi alrededor

El invitado de Draacutecula

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

Bram Stoker

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

El invitado de Draacutecula

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

Bram Stoker

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

El invitado de Draacutecula

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

Bram Stoker

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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hubieran dejado salir los amortajados fantasmas de sus muertos y eacutestos me estuvieran rodeando en medio de1a oscuridad de la tormenta de granizo4

Gradualmente volvioacute a miacute una especie de confuso inicio de conciencia luego una sensacioacuten de cansancio aniquilador Du-rante un momento no recordeacute nada pero poco a poco volvieron mis sentidos Los pies me doliacutean espantosamente y no podiacutea mo-verlos Pareciacutean estar dormidos Notaba una sensacioacuten geacutelida en mi nuca y a todo lo largo de mi espina dorsal y mis orejas como mis pies estaban muertas y sin embargo me atormentaban pero sobre mi pecho notaba una sensacioacuten de calor que en compara-cioacuten resultaba deliciosa Era como una pesadilla una pesadilla fiacutesica si es que uno puede usar tal expresioacuten pues un enorme peso sobre mi pecho me impediacutea respirar normalmente

Ese periacuteodo de semiletargo parecioacute durar largo rato y mientras transcurriacutea debiacute de dormir o delirar Luego sentiacute una sensacioacuten de repugnancia como en los primeros momentos de un mareo y un imperioso deseo de librarme de algo aunque no sabiacutea de queacute Me rodeaba un descomunal silencio como si todo el mundo estuvie-se dormido o muerto roto tan soacutelo por el suave jadeo de alguacuten animal cercano Noteacute un caacutelido lametoacuten en mi cuello y entonces me llegoacute la conciencia de la terrible verdad que me heloacute hasta los huesos e hizo que se congelara la sangre en mis venas habiacutea al-guacuten animal recostado sobre miacute y ahora lamiacutea mi garganta No me atreviacute a agitarme pues alguacuten instinto de prudencia me obligaba a

4 Entretenida exuberante ndashy no menos perturbadorandash esta antologiacutea busca a todos aquellos que se arriesguen a entregarse en manos del terror

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

El invitado de Draacutecula

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

El invitado de Draacutecula

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

El invitado de Draacutecula

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

El invitado de Draacutecula

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 20: El invitado de Drácula

Bram Stoker

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seguir inmoacutevil pero la bestia parecioacute darse cuenta de que se habiacutea producido alguacuten cambio en miacute pues levantoacute la cabeza Por entre mis pestantildeas vi sobre miacute los dos grandes ojos llameantes de un gigantesco lobo Sus aguzados caninos brillaban en la abierta boca roja y pude notar su acre respiracioacuten sobre mi boca

Durante otro periacuteodo de tiempo lo olvideacute todo Luego escu-cheacute un gruntildeido seguido por un aullido y luego por otro y otro Despueacutes aparentemente muy a lo lejos escucheacute un laquoiexclhey heyraquo como de muchas voces gritando al uniacutesono Alceacute cautamente la cabeza y mireacute en la direccioacuten de la que llegaba el sonido pero el cementerio bloqueaba mi visioacuten El lobo seguiacutea aullando de una extrantildea manera y un resplandor rojizo comenzoacute a moverse por entre los cipreses como siguiendo el sonido Cuando las voces se acercaron el lobo aulloacute maacutes fuerte y maacutes raacutepidamente Yo temiacutea hacer cualquier sonido o movimiento El brillo rojo se acercoacute maacutes por encima de la alfombra blanca que se extendiacutea en la oscuridad que me rodeaba Y de pronto de detraacutes de los aacuterboles surgioacute al trote una patrulla de jinetes llevando antorchas El lobo se apartoacute de encima de miacute y escapoacute por el cementerio Vi como uno de los jinetes (soldados seguacuten pareciacutea por sus gorras y sus largas capas militares) alzaba su carabina y apuntaba Un compantildeero golpeoacute su brazo hacia arriba y escucheacute coacutemo la bala zumbaba sobre mi cabeza Evidentemente me habiacutea tomado por el lobo

Otro divisoacute al animal mientras se alejaba y se oyoacute un disparo Luego al galope la patrulla avanzoacute algunos hacia miacute y otros si-guiendo al lobo mientras eacuteste desapareciacutea por entre los nevados cipreses

El invitado de Draacutecula

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

Bram Stoker

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

El invitado de Draacutecula

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

Bram Stoker

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

El invitado de Draacutecula

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

El invitado de Draacutecula

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

El invitado de Draacutecula

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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Mientras se aproximaban trateacute de moverme no lo logreacute aunque podiacutea ver y oiacuter todo lo que sucediacutea a mi alrededor Dos o tres de los soldados saltaron de sus monturas y se arrodillaron a mi lado Uno de ellos alzoacute mi cabeza y colocoacute su mano sobre mi corazoacuten

ndash iexclBuenas noticias camaradas ndashgritoacutendash iexclSu corazoacuten todaviacutea late Entonces vertieron algo de brandy entre mis labios me dio

vigor y fui capaz de abrir del todo los ojos y mirar a mi alrede-dor Por entre los aacuterboles se moviacutean luces y sombras y oiacute coacutemo los hombres se llamaban los unos a los otros Se agruparon lanzando asustadas exclamaciones y las luces centellearon cuando los otros entraron amontonados en el cementerio como posesos

Cuando los primeros llegaron hasta nosotros los que me ro-deaban preguntaron ansiosos

ndash iquestLo habeacuteis hallado La respuesta fue apresuradandash iexclNo iexclNo iexclVaacutemonos pronto iexclEacuteste no es un lugar para que-

darse y menos en esta noche ndash iquestQueacute era ndashpreguntaron en varios tonos de voz La respuesta llegoacute variada e indefinida como si todos los hom-

bres sintiesen un impulso comuacuten por hablar y sin embargo se vieran refrenados por alguacuten miedo compartido que les impidiese airear sus pensamientos

ndashiexclEra era una cosa ndashtartamudeoacute uno cuyo aacutenimo obvia-mente se habiacutea derrumbado

ndashiexclEra un lobo y sin embargo no era un lobo ndashdijo otro es-tremecieacutendose

ndashNo vale la pena intentar matarlo sin tener una bala bendecida ndashindicoacute un tercero con voz maacutes tranquila

Bram Stoker

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

Bram Stoker

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

El invitado de Draacutecula

29

trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

30

La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

El invitado de Draacutecula

31

proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

32

mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

El invitado de Draacutecula

33

decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

34

atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

El invitado de Draacutecula

35

Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 22: El invitado de Drácula

Bram Stoker

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ndashiexclNos estaacute bien merecido por salir en esta noche iexclDesde luego que nos hemos ganado los mil marcos ndashespetoacute un cuarto

ndashHabiacutea sangre en el maacutermol derrumbado ndashdijo otro tras una pausandash Y desde luego no la puso ahiacute el rayo En cuanto a eacutel iquestestaacute a salvo iexclMiradle la garganta Ved camaradas el lobo estaba echa-do encima de eacutel daacutendole calor

El oficial miroacute mi garganta y replicoacute ndashEstaacute bien la piel no ha sido perforada iquestQueacute significaraacute

todo esto Nunca lo habriacuteamos hallado de no haber sido por los aullidos del lobo

ndash iquestQueacute es lo que ocurrioacute con ese lobo ndashpreguntoacute el hombre que sujetaba mi cabeza que pareciacutea ser el menos aterrorizado del grupo pues sus manos estaban firmes sin temblar

En su bocamanga se veiacutean los galones de suboficial ndashVolvioacute a su cubil ndashcontestoacute el hombre cuyo largo rostro es-

taba paacutelido y que temblaba visiblemente aterrorizado mientras miraba a su alrededorndash Aquiacute hay bastantes tumbas en las que puede haberse escondido iexclVaacutemonos camaradas vaacutemonos raacutepido Abandonemos este lugar maldito

El oficial me alzoacute hasta sentarme y lanzoacute una voz de mando luego entre varios hombres me colocaron sobre un caballo Saltoacute a la silla tras de miacute me sujetoacute con los brazos y dio la orden de avanzar y dando la espalda a los cipreses cabalgamos raacutepida-mente en formacioacuten

Mi lengua seguiacutea rehusando cumplir con su funcioacuten y me vi obligado a guardar silencio Debiacute de quedarme dormido pues lo siguiente que recuerdo es estar de pie sostenido por un soldado a cada lado Ya casi era de diacutea y hacia el norte se reflejaba una rojiza

El invitado de Draacutecula

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

Bram Stoker

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

El invitado de Draacutecula

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

El invitado de Draacutecula

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

El invitado de Draacutecula

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

El invitado de Draacutecula

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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El invitado de Draacutecula

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franja de luz solar como un sendero de sangre sobre la nieve El oficial estaba ordenando a sus hombres que no contaran nada de lo que habiacutean visto excepto que habiacutean hallado a un extranjero un ingleacutes protegido por un gran perro

ndash iexclUn gran perro Eso no era ninguacuten perro ndashndashinterrumpioacute el hombre que habiacutea mostrado tanto miedondash Seacute reconocer un lobo cuando lo veo

El joven oficial le respondioacute con calma ndashDije un perro ndash iexclPerro ndashreiteroacute iroacutenicamente el otro Resultaba evidente que

su valor estaba ascendiendo con el sol y sentildealaacutendome dijo ndashMiacute-rele la garganta iquestEs eso obra de un perro sentildeor

Instintivamente alceacute una mano al cuello y al tocaacutermelo griteacute de dolor Los hombres se arremolinaron para mirar algunos bajan-do de sus sillas y de nuevo se oyoacute la calmada voz del joven oficial

ndashUn perro he dicho Si contamos alguna otra cosa se reiraacuten de nosotros

Entonces monteacute tras uno de los soldados y entramos en los suburbios de Munich Alliacute encontramos un carruaje al que me su-bieron y que me llevoacute al Quatre Saisons el oficial me acompantildeoacute en el vehiacuteculo mientras un soldado nos seguiacutea llevando su caballo y los demaacutes regresaban al cuartel

Cuando llegamos Herr Delbruumlck bajoacute tan raacutepidamente las escaleras para salir a mi encuentro que se hizo evidente que habiacutea estado mirando desde dentro Me sujetoacute con ambas manos y me llevoacute soliacutecito al interior El oficial hizo un saludo y se dio la vuelta para alejarse pero al darme cuenta insistiacute en que me acompantildeara a mis habitaciones Mientras tomaacutebamos un vaso de vino le di

Bram Stoker

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

El invitado de Draacutecula

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

El invitado de Draacutecula

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

El invitado de Draacutecula

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

34

atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

El invitado de Draacutecula

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

Page 24: El invitado de Drácula

Bram Stoker

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las gracias efusivamente a eacutel y a sus camaradas por haberme sal-vado Eacutel se limitoacute a responder que se sentiacutea muy satisfecho y que Herr Delbruumlck ya habiacutea dado los pasos necesarios para gratificar al grupo de rescate ante esta ambigua explicacioacuten el maicirctre drsquohocirctel sonrioacute mientras el oficial se excusaba alegando tener que cumplir con sus obligaciones y se retiraba

ndashPero Herr Delbruumlck ndashinterrogueacutendash iquestcoacutemo y por queacute me bus-caron los soldados

Se encogioacute de hombros como no daacutendole importancia a lo que habiacutea hecho y replicoacute

ndashTuve la buena suerte de que el comandante del regimiento en el que serviacute me autorizara a pedir voluntarios

ndashPero iquestcoacutemo supo que estaba perdido ndashle pregunteacute ndashEl cochero regresoacute con los restos de su carruaje que resultoacute

destrozado cuando los caballos se desbocaron ndash iquestY por eso envioacute a un grupo de soldados en mi busca ndash iexclOh no ndashme respondioacutendash Pero antes de que llegase el co-

chero recibiacute este telegrama del boyardo de que es usted hueacutesped ndashy sacoacute del bolsillo un telegrama que me entregoacute y leiacute

Bistritz ndash Tenga cuidado con mi hueacutesped su seguridad me es preciosa Si algo le ocurriera o lo echasen a faltar no ahorre medios para hallarle y garantizar su seguridad Es ingleacutes y por consiguiente aventurero A menudo hay peligro con la nieve y los lobos y la noche No pierda un momento si teme que le haya ocu-rrido algo Respaldareacute su celo con mi fortuna ndash Draacutecula

Mientras sosteniacutea el telegrama en mi mano la habitacioacuten pare-cioacute girar a mi alrededor y si el atento maicirctre drsquohocirctel no me hubiera sostenido creo que me hubiera desplomado Habiacutea algo tan ex-

El invitado de Draacutecula

29

trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

El invitado de Draacutecula

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

El invitado de Draacutecula

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

El invitado de Draacutecula

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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trantildeo en todo aquello algo tan fuera de lo corriente e imposible de imaginar que me parecioacute ser en alguna manera el juguete de enormes fuerzas y esta sola idea me paralizoacute Ciertamente me hallaba bajo alguna clase de misteriosa proteccioacuten desde un lejano paiacutes habiacutea llegado justo a tiempo un mensaje que me habiacutea arran-cado del peligro de la congelacioacuten y de las mandiacutebulas del lobo

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

El invitado de Draacutecula

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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La casa del juez

Proacutexima la eacutepoca de exaacutemenes Malcolm Malcolmson decidioacute ir a alguacuten lugar solitario donde poder estudiar sin ser inte-rrumpido Temiacutea las playas por su atractivo y tambieacuten desconfiaba del aislamiento rural pues conociacutea desde haciacutea mucho tiempo sus encantos Lo que buscaba era un pueblecito sin pretensiones donde nada le distrajera del estudio Refrenoacute sus deseos de pedir consejo a alguacuten amigo pues pensoacute que cada uno le recomenda-riacutea un sitio ya conocido donde indudablemente tendriacutea amigos Malcolmson deseaba evitar las amistades y todaviacutea teniacutea menos deseos de establecer contacto con los amigos de los amigos Asiacute que decidioacute buscar por siacute mismo el lugar Hizo su equipaje tan soacutelo una maleta con un poco de ropa y todos los libros que necesi-taba y comproacute un billete para el primer nombre desconocido que vio en los itinerarios de los trenes de cercaniacuteas

Cuando al cabo de tres horas de viaje se apeoacute en Benchurch se sintioacute satisfecho de lo bien que habiacutea conseguido borrar sus pistas para poder disponer del tiempo y la tranquilidad necesarios para

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

El invitado de Draacutecula

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

El invitado de Draacutecula

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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El invitado de Draacutecula

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proseguir sus estudios Acudioacute de inmediato a la uacutenica fonda del pequentildeo y sontildeoliento lugar y tomoacute una habitacioacuten para la noche Benchurch era un pueblo donde se celebraban regularmente mer-cados y una semana de cada mes era invadido por una enorme muchedumbre pero durante los restantes veintiuacuten diacuteas no teniacutea maacutes atractivos que los que pueda tener un desierto

Al diacutea siguiente de su llegada Malcolmson buscoacute una residen-cia auacuten maacutes aislada y apacible que una fonda tan tranquila como El Buen Viajero Soacutelo encontroacute un lugar que satisfaciacutea realmente sus maacutes exageradas ideas acerca de la tranquilidad

Realmente tranquilidad no era la palabra maacutes apropiada para aquel sitio desolacioacuten era el uacutenico teacutermino que podiacutea transmitir una cierta idea de su aislamiento Era una casa vieja anticuada de construccioacuten pesada y estilo jacobino con macizos gabletes y ven-tanas maacutes pequentildeas de lo acostumbrado y situadas maacutes alto de lo habitual en esas casas estaba rodeada por un alto muro de ladrillos soacutelidamente construido En realidad daba maacutes la impresioacuten de un edificio fortificado que de una simple vivienda

Pero todo esto era lo que le gustaba a Malcolmson laquoHe aquiacute mdashpensoacutemdash el lugar que estaba buscando y soacutelo si lo consigo me sentireacute felizraquo Su alegriacutea aumentoacute cuando se dio cuenta de que estaba sin alquilar en aquel momento

En la oficina de correos averiguoacute el nombre del agente que se sorprendioacute mucho al saber que alguien deseaba ocupar parte de la vieja casona El sentildeor Carnford abogado local y agente inmo-biliario era un amable caballero de edad avanzada que confesoacute con franqueza el placer que le produciacutea el que alguien desease alquilar la casa

Bram Stoker

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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mdashA decir verdad mdashsentildealoacutemdash me alegrariacutea mucho por los duentildeos naturalmente que alguien ocupase la casa durante antildeos aunque fuera de forma gratuita si con ello el pueblo pudiera acostumbrarse a verla habitada Ha estado vaciacutea durante tanto tiempo que se ha levantado una especie de prejuicio absurdo a su alrededor y la mejor manera de acabar con eacutel es ocuparla aunque soacutelo sea mdashantildeadioacute alzando una astuta mirada hacia Mal-colmsonmdash por un estudiante como usted que desea quietud durante alguacuten tiempo

Malcolmson juzgoacute inuacutetil pedir detalles al hombre acerca del laquoabsurdo prejuicioraquo sabiacutea que sobre aquel tema podriacutea conseguir maacutes informacioacuten en cualquier otro lugar Pagoacute pues por adelantado el alquiler de tres meses se guardoacute el recibo y el nombre de una sentildeora que posiblemente se comprometeriacutea a ocuparse de eacutel y se marchoacute con las llaves en el bolsillo De ahiacute fue directamente a hablar con la duentildea de la fonda una mujer alegre y bondadosa a la que pidioacute consejo acerca de queacute clase y cantidad de viacuteveres y provisiones necesitariacutea Ella alzoacute las manos con estupefaccioacuten cuando eacutel le dijo doacutende pensaba alojarse

mdash iexclEn la Casa del Juez no mdashexclamoacute palideciendoEacutel respondioacute que ignoraba el nombre de la casa pero le ex-

plicoacute doacutende estaba situada Cuando hubo terminado la mujer contestoacute

mdash iexclSiacute no cabe duda no cabe duda de que es el mismo sitioEs la Casa del JuezEntonces eacutel le pidioacute que le hablase de la casa por queacute se lla-

maba asiacute y queacute teniacutea ella en contra La mujer le contoacute que en el pueblo la llamaban asiacute porque haciacutea muchos antildeos (no podiacutea

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

El invitado de Draacutecula

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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decir exactamente cuaacutentos puesto que ella era de otra parte de la regioacuten pero debiacutean de ser al menos unos cien o quizaacute maacutes) habiacutea sido el domicilio de cierto juez que en su tiempo inspiroacute gran es-panto a causa del rigor de sus sentencias y de la hostilidad con la que siempre se enfrentoacute a los acusados en su tribunal Acerca de lo que habiacutea en contra de la casa no podiacutea decir nada Ella misma lo habiacutea preguntado a menudo pero nadie la supo informar De todos modos el sentimiento general era de que alliacute habiacutea algo y ella por su parte no aceptariacutea ni todo el dinero del Banco de Drinkswater si a cambio se le pediacutea que permaneciera una sola hora a solas en la casa Luego se excusoacute ante Malcolmson ante la posibilidad de que sus palabras pudieran preocuparle

mdashEs que esas cosas sentildeor no me gustan nada y ademaacutes el que usted un caballero tan joven se vaya y perdone que se lo diga a vivir alliacute tan solo Si fuera hijo miacuteo y perdone que se lo diga no pasariacutea usted alliacute ni una noche aunque tuviera que ir yo misma en persona y hacer sonar la gran campana de alarma que hay en el tejado

La pobre mujer hablaba de buena fe y con tan buenas in-tenciones que Malcolmson ademaacutes de regocijado se sintioacute conmovido Le expresoacute cuaacutento apreciaba el intereacutes que se toma-ba por eacutel y luego amablemente antildeadioacute

mdashPero mi querida sentildeora Witham le aseguro que no es necesario que se preocupe por miacute Un hombre que como yo estudia matemaacuteticas superiores tiene demasiadas cosas en la cabeza para que pueda molestarle ninguno de esos misteriosos laquoalgosraquo por otra parte mi trabajo es demasiado exacto y pro-saico como para permitir que alguacuten rincoacuten de mi mente preste

Bram Stoker

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atencioacuten a misterios de cualquier tipo iexclLa progresioacuten armoacutenica las permutaciones las combinaciones y las funciones eliacutepticas son ya misterios suficientes para miacute

La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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La sentildeora Witham se encargoacute amablemente de suministrarle provisiones y fue en busca de la vieja que le habiacutean recomenda-do para laquoocuparse de eacutelraquo Cuando al cabo de unas dos horas regresoacute con ella a la Casa del Juez se encontroacute con la sentildeora Witham que le esperaba en persona junto con varios hombres y chiquillos portadores de diversos paquetes e incluso de una cama que habiacutean transportado en una carreta puesto que como dijo ella aunque era posible que las sillas y las mesas estuvieran todas muy bien conservadas y fueran utilizables no era bueno ni propio de huesos joacutevenes descansar en una cama que no habiacutea sido oreada desde haciacutea por lo menos cincuenta antildeos La buena mujer sentiacutea todas luces curiosidad por ver el interior de la casa y recorrioacute todo el lugar pese a manifestarse tan temerosa de los laquoalgosraquo que al menor ruido se aferraba a Malcolmson del cual no se separoacute ni un solo instante

Tras examinar la casa Malcolmson decidioacute ocupar el gran co-medor que era lo suficientemente espacioso como para satisfacer todas sus necesidades y la sentildeora Witham con ayuda de la sentildeo-ra Dempster la asistenta procedioacute a ordenar las cosas

Una vez desempaquetados los bultos Malcolmson vio que con mucha y bondadosa previsioacuten la mujer le habiacutea enviado de su propia cocina provisiones suficientes para varios diacuteas

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Draacutecula parte de la existencia de Vlad Tepes un personaje histoacuterico situado en la Rumania del siglo XV y conocido por su heroicidad con-tra la invasioacuten otomana pero tambieacuten por su crueldad A partir de esta historia y de no pocas leyendas acerca de eacutel Bram Stoker presentoacute al gran puacuteblico el relato que tituloacute ldquoEl invitado de Draacuteculardquo la primera incursioacuten del famoso escritor por el terreno del Vampirismo un in-tento que tras este esbozo se plasmoacute despueacutes en el maacutes famoso de todos los vampiros del mundo habidos y por haber

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