el futuro chatarra

GUSTAVO CRUZ SANTIAGO es cirujanogastroenterólogo y de la obesidad del Hospital Án-geles del Pedregal. Posgraduado en nutriciónparenteral y enteral por la Universidad deChicago.

Fundador del departamento de nutrición parenteraly enteral del hospital de alta especialidad “pica-cho” de PEMEX. Egresado del Hospital Generaldel Centro Médico Nacional del IMSS.

Coautor del libro “Tentaciones que matan” y co-autor del libro “Principio de nutrición intravenosa”,y ha realizado publicaciones en “The AmericanCollege of nutrition”, “Journal of parenteral andenteral nutrition” (JPEN), “Gastroenterología deMéxico” y “Diabetes hoy”.

JUAN MANUEL OCHOA TORRES es miembrode la SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA YESTADÍSTICA, A.C. la sociedad científica y cul-tural más antigua del continente americano, dela cual es miembro del Consejo Académico Na-cional, al fungir como Presidente de la Academiade Población.

Es autor de una gran cantidad de libros (*) sobretemas sociales, económicos, ecológicos, cívicos,históricos, nutricionales y demográficos, algunosde los cuales han sido traducidos al idioma in-glés, y son distribuidos en varios países delmundo.

Participan ambos autores en el presente texto,ya que el tema tratado está impactando de ma-nera muy negativa a la sociedad actual, y ame-naza en convertirse en algo totalmenteinmanejable tanto a nivel personal como socialen muy pocos años, por lo que esta problemáti-ca es analizada desde varias perspectivas.

(*) http://juanmanuelochoat.blogspot.mx/

Y SUS EFECTOS

¿EXISTEN SOLUCIONES

PARA TODAS LAS

CONSECUENCIAS DE LA

MALA ALIMENTACIÓN?

Gustavo Cruz Santiago

Juan Manuel Ochoa Torres

SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍAY ESTADÍSTICA, A. C.

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GUSTAVO CRUZ SANTIAGO JUAN M. OCHOA T.

Título original en español: “El futuro chatarra”

PRIMERAEDICIÓN:MAYODEL2012

ISBN: 978 607 7944 02 7

Copyright © Gustavo Cruz Santiago y Juan Manuel Ochoa Torres

Correspondencia con los autores:Gustavo Cruz Santiago: [email protected]

Tels. (52) (55) 5568 8077 y 044 55 2663 2152

Juan Manuel Ochoa Torres: [email protected]://juanmanuelochoat.blogspot.mx/

SOCIEDAD MEXICANADEGEOGRAFÍAYESTADÍSTICA,A.C.Justo Sierra 19 Centro Histórico

Teléfonos (52) (55) 5542 73 41 y 5522 [email protected]

http://smge-mexico.blogspot.com

México 06020, D.F.MEXICO

Impreso y hecho en los Talleres deCactus Displays, S. A. de C. V.

Prohibida la reproducción total o parcial de este librosin autorización de los autores.

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EL FUTURO CHATARRA

ÍNDICE

PÁGINA

INTRODUCCIÓN .......................................................... 5(PRIMERA VISIÓN: LA “EMPRESARIAL”)

LECCIÓN I ............................................................... 7ATRAPE A SU CLIENTELA

USE LA LLAVE MÁGICA ........................................................... 7DULCES REFLEXIONES ............................................................. 15BREVE HISTORIA DEL AZÚCAR .................................................... 18

LECCIÓN II ............................................................... 23ORIGEN REAL DE PROBLEMAS

EL ARTE DEL DISIMULO ........................................................... 23ORIGEN DE ENFERMEDADES ...................................................... 25DESFASAMIENTO ORGÁNICO ..................................................... 32¿DESAJUSTES CELULARES? ....................................................... 39

LECCIÓN III .............................................................. 55DULCES TENTACIONES, VS. AMARGAS CONSECUENCIAS

CUANDO EL FUTURO NOS ALCANZA ............................................. 55OBESIDAD: EL PRIMER PASO ..................................................... 63DIABETES, LA DULZURA MÁS AMARGA ........................................... 65MALES RENALES ................................................................... 71CEGUERA .......................................................................... 77PROBLEMAS DIGESTIVOS ......................................................... 80OTROS INCONVENIENTES ....................................................... 84

Triglicéridos altos ................................................... 84Problemas cardiovasculares .................................. 87Irregularidades en la conducta .............................. 88

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LECCIÓN IV ............................................................. 93ESTRATEGIA A LA MEDIDA

CONSIGUIENDO LO IMPOSIBLE .................................................. 93PRIMER PASO ...................................................................... 94

HÁGALOS ADICTOS DESDE PEQUEÑOS

SEGUNDO PASO .................................................................. 96HÁGALOS “PERMISIVOS”

TERCER PASO ...................................................................... 100SUSTITUTOS DEL AZÚCAR

CUARTO PASO .................................................................... 103ESCOJA ENDULZANTES BARATOS

QUINTO PASO .................................................................... 108PROPAGANDA

SEXTO PASO ...................................................................... 116CABILDEO DE ALTURA

LECCIÓN V .............................................................. 123RECTIFICACIÓN TOTAL

RENUNCIA ANTICIPADA ........................................................... 123PROPUESTA AL CONSUMIDOR .................................................... 129

Diseñe su propia Dieta............................................. 129Haga ejercicio .......................................................... 136Orientación productiva ............................................ 138Cambiando hábitos .................................................. 139El futuro ................................................................... 142

ORÁCULOS TRAVIESOS ............................................ 145

ACLARACIÓN DE LOS AUTORES ................................. 148

APÉNDICE “A”........................................................... 149CONTENIDO DE CARBOHIDRATOS

APÉNDICE “B” .......................................................... 155IMPORTANCIA DE UNA ADECUADA INTERRELACIÓN SOCIAL

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EL FUTURO CHATARRA

INTRODUCCIÓN

(PRIMERA VISIÓN: LA “EMPRESARIAL”)

Estamos convencidos de que Usted, como empresario,se ha preguntado si no existirá alguna otra forma másfácil de hacerse de grandes recursos, sin tener que es-tar sometido a tantas presiones propias de su actividadactual; en la que se tiene que enfrentar a una duracompetencia, a limitaciones financieras y a infinidadde cosas más.

Por eso, al día de hoy, tenemos para Usted una exce-lente opción: Existe una forma de hacerse de recursosde una manera más sencilla, mediante la cual, le serámucho más fácil obtener sus metas de carácter econó-mico, y, por si fuera poco, el costo de su materia primasólo representará una mínima parte del precio final.

Y eso no es todo, también le mostraremos una especiede “llave secreta” que, de una forma muy sencilla ybarata, disparará sus ventas a niveles que nunca seimaginó.

Si está pensando que le sugeriremos algo ilegal, no esasí. Nuestra propuesta al día de hoy es todavía consi-derada como algo completamente legal, y le asegura-mos que si sigue nuestras indicaciones, hasta lavare-mos su imagen de tal manera, que, a los ojos delpúblico, quedará más limpio e inocente que una blan-ca paloma.

Seguramente, las generaciones que nos sucedan veránlas cosas de manera diferente, pero, hoy por hoy, Us-ted podrá aprovecharse de forma muy ventajosa de lacoyuntura y permisividad actual.

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Conforme avance en la lectura, se irá dando cuenta deque esta especie de manual, en sólo cinco pequeñas“lecciones”, lo podrá ingresar en el auténtico negociode su vida, sin que los demás se den cuenta de lo queen realidad sucede.

Y con el objeto de prevenirle sobre posibles responsa-bilidades futuras, no sólo le plantearemos el ladoredituable del asunto, sino también su lado siniestro,ya que la repercusión social y humana será increíble.Y ya la evaluación y decisión final será completamentesuya.

Antes de entrar en materia, le adelantamos algo, elgiro sobre el cual le propondremos incursionar, estádirigido hacia una actividad fundamental para el serhumano: LA COMIDA. Y como comprenderá, al tra-tarse de algo que debe necesariamente hacerse díatras día, si procede exactamente como le indicaremos,le anticipamos un éxito rotundo.

Prepárese, pues, a recibir nuestras recomendaciones,mismas que le darán la bienvenida al mundo de los“empresarios exitosos”.1

1 NOTA AL LECTOR:

Este libro está intencionalmente preparado para hacer su lectura lo más fácily comprensible posible a todo público, tanto al especialista en cuestiones mé-dicas, como al que no lo es. Y para ello, toda palabra o idea de la jergacientífica, en la que nos vimos obligados a respetar un cierto protocolo médi-co, y no nos fue posible expresarla de una forma coloquial, ese conceptoestará explicado en la parte inferior de cada página, (siguiendo un ordennumérico: 1, 2, 3, etc.) y en lo relativo a las “fuentes bibliográficas”, o datosrelativos a investigaciones médicas y científicas publicadas en revistas espe-cializadas, las encontrará en la parte final del libro. (En este caso, siguiendoun orden alfabético A, B, C, etcétera).

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EL FUTURO CHATARRA

LECCIÓN I

ATRAPE A SU CLIENTELA

USE LA LLAVE MÁGICA

Cuando hablamos de “comida”, no crea que por el sim-ple y sencillo hecho de referirnos a ella, ya tenemosasegurado un alto consumo. Como comprenderá, a par-tir del momento en que hay muchas otras opcionesdisponibles, nosotros como sus posibles asesores, debe-remos hacer uso de toda nuestra experiencia para quesu futura clientela prefiera sus productos, en lugar delos de la competencia.

Siendo así, nuestro primer paso será encontrar una es-pecie de “llave mágica” que haga las veces de un imán,para atraer a la clientela. ¿Cómo podríamos lograr eso?¿Sería posible conseguir que pudiéramos convertir alos consumidores en una especie de adictos, para ase-gurar altos volúmenes de venta y de ingreso?

La verdad es que existen muchas sustancias en el mer-cado que podrían lograr ese efecto; para que sus pro-ductos tengan un cierto potencial adictivo, sin embar-go, —el pero de siempre— la mayoría de esas sustanciasestán catalogadas como ilegales.

Se dice, por ejemplo, —dentro de los productos ile-gales— que muchos productores de drogas, “bonda-dosamente”, obsequian las primeras dosis a adoles-centes y posibles clientes, con el único propósito deque, al consumirlas, se generen en ellos una serie decambios bioquímicos que los convertirán en adictos,y así puedan añadirlos a su lista de compradores cau-tivos.

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No obstante, ese tipo de sustancias están prohibidaspor la ley. Sin embargo, lo maravilloso de nuestra pro-puesta es que, al día de hoy, lo que le sugeriremoscomo una especie de añadido imprescindible a sus pro-ductos comestibles, todavía es considerado como algolegal o permitido.

Y, obviamente, esa situación —mientras dure— debe-mos capitalizarla a grado extremo, y la convertiremosen esa llave o clave oculta que disparará sus ventas, yaque, por razones que le iremos exponiendo, se conver-tirá en un poderosísimo elemento que atraerá de for-ma irremisible a su clientela, de la misma forma comola luz atrae a los insectos.

¿Qué tendríamos que hacer? Añadir de forma calcula-da un producto que parece más inofensivo que unborreguito recién bañado, incluso su color también esblanco. Ese producto es comúnmente conocido comoazúcar refinado.

Estamos seguros de que, en principio, le parecerá in-creíble que ese simple producto pueda conseguir se-mejante reto. ¿Por qué la simple adición de este ele-mento logrará ese efecto? Mire Usted, hay dos factoresque, principalmente, influyen en ello.

El primero de ellos es que la mayoría de los seres vi-vos, genéticamente hablando, se inclinan hacia los sa-bores dulces, por ello verá que se encuentra de formaintrínseca en una gran variedad de frutas y productosnaturales,2 incluso está presente en pequeñas cantida-des hasta en la propia leche materna.

2 Está presente en casi todo producto natural, en forma de monosacáridos,disacáridos o polisacáridos.

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EL FUTURO CHATARRA

Para corroborar esa inclinación de los seres vivos hacialos sabores dulces, algunos investigadores han realiza-do interesantes experimentos. En uno de tantos,A colo-caron ante un grupo de ratones dos tipos de comida:En una parte le adicionaron azúcar refinada a sucomida,B y, en la otra, le dejaron su alimento tradicio-nal. Como comprenderá, estos animalitos se inclina-ron totalmente hacia el de sabor “dulce”.3

Usted mismo, sin tener que ser un gran investigador,podría realizar también una sencillísima prueba, loúnico que tendría que hacer sería lo siguiente: En elpróximo pastel de cumpleaños, asegúrese que NO sele añada azúcar ni ningún tipo de endulzante, y verácomo nadie lo consumirá, y casi en su totalidad, ten-drá que depositarlo en el bote de basura.

En contrapartida, añádale azúcar a casi cualquier cosaque tenga un sabor un tanto insípido, y verá como susabor “se transforma” como por arte de magia. Si leañade una dosis calculada de azúcar a un simple toma-te o a una yema de huevo crudo, notará que ese hecholo convertirá en el mejor de los postres.

Siendo así que, nuestro querido alumno, ahí está laclave, esa será su formulita mágica. Simplemente en-dulce cualquier cosa que fabrique, y la transformaráen algo inesperadamente atractivo.

Por fortuna para Usted, la mayoría de los consumido-res no han recapacitado lo suficiente en este “dulcetruquito”: Que cualquier producto con posibilidadesde ser comestible, sin importar que sea particularmen-

3 Aunque también observaron que, con el alimento dulce, se comenzaron aadquirir ciertos padecimientos.

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te insípido, o incluso hasta casi tóxico, en el momentode añadirle una dosis calculada de azúcar, (y mejoraún si le añade además un saborizante) su sabor setransforma como por encanto.

Por tanto, esa misma ruta debemos seguir para lograrque cualquier cosa que Usted produzca, como por artede magia se convierta en algo “delicioso”. ¿Se da cuen-ta de lo que ello representa para su negocio?

Y lo mejor de todo será que el costo de este añadido esinsignificante, comparado con el enorme beneficio fi-nanciero que representará.

El segundo factor clave que hará que este elementoañadido, el azúcar, se convierta en esa maravillosa lla-ve hacia la riqueza, lo veremos a continuación, peroesto no lo divulgue.

El consumo de mercancía artificialmente endulzadatendrá una absorción diferente del azúcar contenidoen los productos naturales, y ello hará que, en perso-nas completamente “sanas” y normales, se genere ensu interior, sin que ellos ni siquiera se den cuenta, unalza súbita (y por supuesto anormal) del contenido deglucosa en su sangre, (ver gráfica 1), y ello generará elsiguiente proceso:

A esa inusual alza en su glucosa sanguínea, si todavíano adquiere diabetes o el “síndrome de resistencia a lainsulina”, necesariamente le seguirá en su torrente san-guíneo una también anormal elevación en los nivelesde insulina (ver gráfica 2, pág. 12), lo que a su vezprovocará que, en pocas horas, la mayoría de su clien-tela sufrirá una nueva e inesperada “baja” de azúcaren su sangre, como consecuencia de esa andanada deinsulina que el páncreas vertió en su torrente sanguíneo.

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EL FUTURO CHATARRA

GRÁFICA 1

RESPUESTA GLUCÉMICA EN SANGRE DESPUÉS DE LA INGESTIÓN DECINCO ALIMENTOS EN DOSIS EQUIVALENTES A 50 GRAMOS DECARBOHIDRATOS. /1

NOTA (1): SE PROPORCIONÓ UNA CANTIDAD EQUIVALENTE DE CADA UNO DE LOS ALIMENTOS CITADOS, PARA QUE

EL CONTENIDO DE CARBOHIDRATOS (50gr) FUERA EXACTAMENTE EL MISMO.

(2): SACAROSA.

FUENTES: ALBERTO C. FRATTI-MUNARI Y COLS. THE GLYCEMIC INDEX OF SOME FOODS COMMON IN MÉXICO.

GACETA MÉDICA DE MÉXICO 1991 MZO. ABR; 26 (12): 178-83

PHYILIS A. CRAPO Y COLS. POST PRANDIAL PLASMA-GLUCOSA AND INSULIN RESPONSES TO DIFFERENT

COMPLEX CARBOHIDRATES.

DIABETES 1977; 26 (12): 1178-83

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GRÁFICA 2

RESPUESTA INSULÍNICA EN SANGRE DESPUÉS DE LA INGESTIÓN DE

CINCO ALIMENTOS EN DOSIS EQUIVALENTES A 50 GRAMOS DE

CARBOHIDRATOS. /1

NOTA (1): SE PROPORCIONÓ UNA CANTIDAD EQUIVALENTE DE CADA UNO DE LOS ALIMENTOS CITADOS, PARA QUE

EL CONTENIDO DE CARBOHIDRATOS (50gr) FUERA EXACTAMENTE EL MISMO.

(2): SACAROSA.

FUENTES: ALBERTO C. FRATTI-MUNARI Y COLS. THE GLYCEMIC INDEX OF SOME FOODS COMMON IN MÉXICO. GACETA

MÉDICA DE MÉXICO 1991 MZO. ABR; 26 (12): 178-83

PHYILIS A. CRAPO Y COLS. POST PRANDIAL PLASMA-GLUCOSA AND INSULIN RESPONSES TO DIFFERENT COMPLEX

CARBOHIDRATES. DIABETES 1977; 26 (12): 1178-83

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EL FUTURO CHATARRA

Y lo mejor, para Usted, de este interesante proceso, esque todo ello se realizará de forma completamente invi-sible, sin que sus clientes tengan la más remota idea desu truco, ya que cuando su “baja glucémica” se hagapresente en pocas horas, ellos lo interpretarán comoun irresistible “deseo” (o “preferencia”, dirán otros)hacia una nueva ingestión de productos azucarados,cuando, en el fondo, lo que hubo fue una especie de“orden cerebral” que buscaba compensar de algunaforma esa drástica disminución de la glucosa en san-gre.

Este admirable proceso, en el sistema endocrino de suclientela, se convertirá en una especie de aliado per-fecto para Usted, porque podría estarse repitiendo dia-riamente por años en el cuerpo de sus clientes, hastaque llegue el momento en que su sistema endocrinoquede fuera de combate y se hagan presentes una se-rie de problemas que le iremos exponiendo. Pero mien-tras eso ocurre, su caja registradora seguirá sonando.

Y, además, no deberá preocuparlo el hecho de quemuchas personas vayan cayendo víctimas de diversasenfermedades, ya que mientras unos se van enferman-do, o muriendo en forma prematura, nuevos segmen-tos poblacionales los irán sustituyendo. Así que habrá queirlos capturando, como parte de su gentil clientela, paralo cual habrá que hacer uso de una serie de procedimien-tos que en otras lecciones le iremos mostrando.

¿Se da cuenta de lo maravilloso que puede representareste invisible proceso? Y como le reiteramos, sus clien-tes no sólo no tendrán la más remota idea de lo queestá ocurriendo en sus organismos, sino que incluso, lamayoría de las veces, su clientela se considerará afor-tunada de volver a encontrar sus productos en los ana-queles.

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¿Podrá encontrar alguien una sustancia, todavía consi-derada “legal”, con un mayor poder adictivo? No locreemos. Difícilmente alguien podría hallar algo conmayor capacidad adictiva que éste. Y lo más extrañode todo es que, a pesar de los cambios endocrinos y laconsecuente dependencia que genera, el azúcar refi-nado no está considerado como sustancia adictiva oilegal.

Un tercer factor, aunque mucho menos importante, queconvierte a la azúcar refinada,4 en el aliado perfecto,es que existe ligera semejanza entre la estructura quí-mica del azúcar y la de la cocaína.5

Por eso verá que cuando le sugerimos que el simplehecho de añadir esta sustancia, azúcar, en cualquierade sus formas6 a sus productos, no estábamos bromean-do. Es el aditivo perfecto, que convertirá a sus clientesen una especie de adictos idóneos. Y, lo mejor de todo,tanto a los ojos de ellos como a los de las autoridades,parecerá que Usted está realizando un negocio com-pletamente limpio, “legal” y, casi hasta ético.

¿Qué le parece? Tal vez pensará que es “demasiadobello para ser cierto”, y quizá le intrigará también sa-ber cómo es posible que las autoridades sanitarias ylegislativas no hayan tomado cartas en el asunto.

4 El azúcar es de las pocas palabras que pueden ser empleadas tanto enmasculino como en femenino.5 El azúcar tiene una estructura química algo parecida a la de la cocaína. Lade la cocaína es C12 H17 NO4, y la de la sacarosa (azúcar común) es C12 H22

O11; la diferencia es que la sacarosa no contiene Nitrógeno (N).6 El azúcar puede tener la presentación comercial en forma de sacarosa,fructosa, glucosa, galactosa, maltosa, maltodextrina, sorbitol, jarabe de maízde alta fructosa y muchas otras.

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EL FUTURO CHATARRA

Mire, antes de que abran los ojos, no pierda el tiempoque le queda. Procure llenarse los bolsillos de dineroaprovechando la coyuntura actual. Y trataremos, —porel mismo precio que pagó por el presente manual— decomentarle otras cosas sobre cómo fue que aparecióeste producto como una especie de opción comestible,así como algunas reflexiones adicionales, ya que si seva a valer de esta dulce preferencia del público pararealizar lo que podría representar el negocio de su vida,le conviene saber más del asunto.

DULCES REFLEXIONES

Una de las primeras objeciones que a Usted como em-presario le harán, será en este sentido: Le dirán que“el azúcar es un producto añadido y artificial”, ante locual, le sugerimos que con tranquilidad responda queel azúcar es una sustancia natural, extraída principal-mente de la “caña de azúcar”, con lo que por supuestono estará mintiendo.

Obviamente, lo que no dirá será lo más importante. Nun-ca debe reconocer que el azúcar común, en sentido es-tricto, no solo no existe en la naturaleza, sino que es unmero extracto o refinado de otro producto natural.

Por ningún motivo debe reconocer que, por ejemplo,en el caso del azúcar, sólo representa el 12 o 13 porciento de la caña, después de haber eliminado toda lafibra, nutrientes y enzimas que la formaban, de talmodo que al extraerla y pulverizarla de esa manera,tendrá una absorción en el organismo totalmente dife-rente a lo que tendría si hubiera permanecido en suestado original, como de hecho le sucederá a cualquierotro carbohidrato que sea consumido de manera natu-ral, sin haber sido refinado.

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Somos reiterativos en este sentido, porque mire, si lle-ga a salir a la luz la verdad, o sea que los carbohidratosrefinados se absorben por todo ser humano —sano oenfermo— de forma completamente diferente y anor-mal, eso pondría en riesgo el proyecto completo deenriquecimiento que hoy le exponemos.

Es tan grande la diferencia de cómo el organismo ab-sorbe algo en su estado natural, a cuando ello se con-sume refinado, que le exponemos un ejemplo un tantoextremo.

Si alguien añade a su ensalada unas plantas de amapo-la, seguramente eso no representará mayor riesgo parasu salud. Pero, atención, si alguien comete el graveerror de aislar, refinar o sintetizar unos pequeños com-ponentes de esa planta, y los consume así, de formaseparada, el resultado será completamente diferente.

Sus clientes jamás deben descubrir que es más nutriti-vo, y hasta barato, consumir los carbohidratos y demásnutrientes en forma natural. Pero no se nos alarmeantes de tiempo nuestro dulce e incipiente empresa-rio, a lo largo de este libro lo convertiremos primero,en un verdadero maestro en aparentar como que nosabe nada del asunto y, luego, a ganarle la partida atodos lo que quieran exponer otra situación que no seafavorable a su bolsillo.

Al final del libro se dará cuenta de que lo que pagó porel presente texto será insignificante, comparado con elcamino dorado que descubrirá. Aunque le advertimosque una vez que asimile todo lo que expondremos, debeesconder o incluso destruir el presente libro.

¿Por qué? Imagínese que alguien accidentalmente lodescubre en su librero. Con ello quedará de manifies-

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EL FUTURO CHATARRA

to que Usted ya sabía del daño que estaba causandoy que, a pesar de ello, continuó con su proyecto.

Confiamos que comprenda que lo ahora expuesto espara ser manejado en forma confidencial. Y como ledecíamos, si le planteamos las desventajas de esta dul-ce y nueva actividad, lo hacemos para prevenirlo ypara que sepa, en su momento, cómo defenderse.

Notará que todo ello hace indispensable nuestra ase-soría y brillantes sugerencias; mismas que le iremosproporcionando a lo largo de las siguientes lecciones y,al final, Usted mismo se convencerá de la convenien-cia de seguirlas.

Pero antes de continuar, nos sentimos obligados a plan-tearle una condición indispensable, sin la cual no po-dremos seguir asesorándolo.

Si de verdad desea convertirse en un exitoso y dulceempresario, su objetivo no será cuidar de la salud delpúblico, sino más bien sacarle el máximo provecho ala coyuntura actual, misma que, afortunadamente paraUsted, reúne los siguientes elementos: La inclinacióncitada hacia los sabores dulces, la calculada e invisibleadicción orgánica que crearemos hacia nuestros pro-ductos y todo aunado a una omisión legislativa y sani-taria que todavía existe al respecto.

Si no puede sobrepasar este escrúpulo moral y no sesiente capaz de anteponer su interés pecuniario al in-terés de la comunidad y, por ello, se siente mal al per-judicar a sus semejantes, mejor cierre ahora mismoeste libro y úselo para atrapar insectos. Pero, si se sien-te capaz de no sentir el más pequeño remordimientopor actuar así, sigamos adelante.

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Y conste, si ha decidido seguir adelante, lo felicitamos,Usted posee la madera que deben tener todos nues-tros esforzados y ambiciosos discípulos.

Antes de continuar le expondremos, aunque sea de for-ma somera, la historia de cómo otros se le adelantaronen esta dulce trayectoria.

BREVE HISTORIA DEL AZÚCAR

Alrededor del siglo V antes de Cristo, alguien “descu-brió” en la India que si se le extraía el jugo a la caña yposteriormente se deshidrataba, se obtenía una espe-cie de polvito blanco, mismo que podría ser reutilizadode nuevo en dos formas:

Consumiéndolo sólo, o, como una especie de “añadi-do” en otros productos, que es la manera en que seutilizó en la mayoría de los casos. Esto provocó en loscompradores un nuevo e inesperado “placer gustativo”,al elevar de forma artificial la “dulzura” normal de otrosalimentos, y, paralelamente, quien lo producía y lo co-mercializaba obtenía una ganancia.

Pero sucede que la cosa no resultó tan sencilla comooriginalmente se pensó, ya que, cuando se procede deforma diferente a lo que la naturaleza nos ofrece, porlo regular, con ese actuar, se desprenden ciertas conse-cuencias, mismas que, en este caso, no se hicieron es-perar.

Si en alguna ocasión ha tenido la curiosidad de averi-guar cuál fue probablemente la referencia más anti-gua en la historia sobre la diabetes,C le diremos que,como una “coincidencia” lógica, procede justamente dela India, como consta en uno de los papiros que actual-

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EL FUTURO CHATARRA

mente se encuentran en Leipzig, Alemania, donde nosólo se mencionó con detalle dicho padecimiento, de-nominándolo “madhumeha”,7 sino que, de forma sor-prendente para la época, observaron que dicha enfer-medad parecía asociarse con aquellas personas queconsumían mucho de ese recién “descubierto” polvitoblanco.

A partir de la fecha indicada, sin medir bien sus alcan-ces, el consumo del azúcar8 se extendió después demuchos años a otros países, entre ellos a la comunidadárabe, de donde se trasladó a Europa,9 y de ahí se dise-minó, varios siglos después, a América.

Pero cabe mencionar que, a medida que este hábito sefue extendiendo, no alcanzó las desmesuradas cifrasde consumo por habitante del siglo XX, por la sencillarazón de que su precio era demasiado elevado, lo quetuvo como resultado que su consumo quedara circuns-crito principalmente a personas de muy alto poder ad-quisitivo o a la “nobleza”D, y quienes se aficionaron adicho consumo de forma reiterada, desarrollaron di-versos padecimientos crónico-degenerativos como losactuales.

Cabe mencionar también, que a pesar de que el con-sumo por habitante en los “siglos pasados” no fue tanelevado como ahora, este negocio no dejó de despertar

7 Que significa “orina dulce”.8 La palabra “azúcar” es de origen sánscrito, concretamente del término: SUKHA.El sánscrito es una lengua clásica de la India, y es una de las lenguasindoeuropeas antiguas y más documentadas, junto con la lengua hitita y elgriego micénico. El sánscrito se usa actualmente como lengua litúrgica en elVEDISMO o BRAHMANISMO, el BUDISMO y el JAINISMO.9 Principalmente con la inevitable transmisión de costumbres, en la época delas “cruzadas”.

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la codicia de otros “dulces empresarios” antes que Us-ted, y esa actitud tuvo diferentes manifestaciones so-ciales, por ejemplo, se estima que un porcentaje im-portante del comercio de esclavos africanos en elmundo, se deriva de una creciente necesidad de pro-veer de mano de obra fuerte y barata para el cultivode la caña de azúcar, para así satisfacer a esa “dulcedemanda”.

La situación cambió de forma radical en el siglo XX,cuando el proceso de industrialización creciente en todoel mundo, permitió que al elevarse sustancialmente suproducción, se hiciera mucho más barato ese polvitoblanco llamado azúcar, y se pusiera perfectamente alalcance de todo el mundo.

Y si a eso le añadimos el a veces inescrupuloso uso dela mercadotecnia, paralelo a una eficiente comer-cialización y, lo más importante, el deseo de aprove-charse de esta “dulce tentación”, tendremos los resul-tados que le mostraremos en las páginas siguientes,para que los conozca, aunque sea en forma privada.

Después le mostraremos cómo puede aprovechar estasituación antes de que las autoridades sanitarias y le-gislativas tomen cartas en el asunto. Pero hay que mo-verse rápido, para que cuando se descubra por todosel verdadero daño social y humano causado, Usted yacuente con un muy sólido patrimonio, y simplementeargumente con expresión de asombro y profunda pena,que nada sabía al respecto.

Y como ya le dijimos, le mencionamos los “inconve-nientes” del dulce negocio que le proponemos, no paradesanimarlo, sino solamente para que tenga una lige-ra idea de las consecuencias de proporcionar alimen-tos a la comunidad, de forma diferente a lo que la

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EL FUTURO CHATARRA

propia naturaleza nos provee. Así, con este propósito,lo invitamos a que analice cuidadosamente las siguien-tes lecciones, confiando en que destruirá el presentelibro, y nadie se enterará de que Usted ya sabía lo queestaba provocando.

Sólo una recomendación adicional: La mercancía azu-carada que le recomendamos elaborar y vender, dadoque provoca una serie de alteraciones en el organis-mo, ni Usted ni su familia deben consumirla, o, al me-nos, sin antes analizar lo que le expondremos en lassiguientes dos lecciones, y ya después, la decisión finalquedará en sus manos.

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EL FUTURO CHATARRA

LECCIÓN II

ORIGEN REAL

DE PROBLEMAS

EL ARTE DEL DISIMULO

Usted y nosotros sabemos bien que el mejor alimentopara el ser humano es aquel que nuestro Creador nosha proveído, y que se encuentra en toda la amplia va-riedad de alimentos naturales.

Él supo, mejor que nadie y con toda exactitud, quétipo de alimento era el apropiado para el ser humano,así como la forma como debía consumirse. Por eso, al-rededor nuestro, puso una amplísima variedad de gra-nos, leguminosas, oleaginosas, tubérculos, verduras, fru-tas, carnes, peces, mariscos, lácteos y otros, mismos que,debidamente combinados, nos proveerán de todos losnutrientes necesarios.

Siendo así que cualquier persona que, hoy en día, seacapaz de consumir sus alimentos de forma balancea-da, podrá proveerse de todas las vitaminas, minerales,enzimas, fibra, proteínas, aminoácidos, grasas,carbohidratos y diversos elementos necesarios; y a tra-vés de ellos, podrá mantener un excelente estado desalud.

Lamentablemente, esa amplísima gama de productosnaturales, no es compatible con el “plan de enriqueci-miento personal” que le hemos diseñado especialmen-te a Usted, nuestro dulce discípulo. ¿Por qué?

Primero, porque esos productos no podemos presen-tarlos como una especie de creación suya, y, luego, esa

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cadena productiva, desde su cultivo hasta la venta fi-nal, implica un mucho mayor grado de dificultad.

Y lo más grave del asunto: el margen de utilidad esmucho más reducido que el del alimento recomenda-do por nosotros, donde sólo utilizará productos indus-trializados, en su mayoría ya procesados por otros, losmezclará, les añadirá endulzantes y saborizantes para“transformar” su sabor, les adicionará conservadores,y, al hacerlo así, los convertirá en un excelente anzueloque hará que los consumidores se inclinen hacia susproductos.

Lo mejor de todo este plan es de orden monetario: Sitoma un lápiz y papel, verá que el costo directo de loscomponentes de nuestra propuesta es ínfimo, compa-rado con su precio total de venta. El resto será para elempaque, distribución, comisiones, publicidad, merca-dotecnia, y el remanente podrá considerarlo como susagrada utilidad. O sea, todo este proceso se puedellevar a cabo con menor costo, riesgo y trabajo que silo hiciera con los productos naturales.

Es cierto que bajo cualquier punto de vista, los alimen-tos naturales —con mucho margen de diferencia— sonincomparablemente superiores, pero, a menos quequiera trabajar más para ganar menos, tendrá que de-cidirse por nuestra propuesta.

Para compensar las deficiencias nutricionales, podrácontar con una larga serie de estrategias que le expon-dremos más adelante.

Obviamente, ni Usted ni nosotros somos tan tontos comopara no darnos cuenta de la absoluta superioridad dela alimentación natural, y por eso es indispensablehacer del disimulo un verdadero arte. ¿Por qué?

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EL FUTURO CHATARRA

Cualquier especialista, que profundice tan solo un pocoen la materia, se da perfecta cuenta de la larga seriede inconvenientes que causará al organismo el consu-mo reiterado de comida endulzada de forma artificial.F

Pero, afortunadamente para Usted, lo que realmentecuenta no es lo que opinen los investigadores, científi-cos o médicos, sino lo que piense la mayoría. Mientrassu gentil clientela todavía no se entere de todas las im-plicaciones que esta clase de comida ocasiona, y lasautoridades sanitarias y legislativas no tomen cartasen el asunto,10 le aseguramos que está todavía a tiem-po de hacerse de una importante cantidad de dinero.

Ahora, ¿cuál es la razón de nuestra insistencia en apa-rentar que no conocemos las consecuencias en la sa-lud? Quizá hasta Usted mismo no lo perciba así, pero,créanos, el consumo masivo de este tipo de alimentospodría ser capaz de llevar a la ruina completa a cual-quier sistema de salud del mundo.

¿Cómo puede ser posible, que una “simple” modifica-ción alimenticia pueda ocasionar semejante desastre?De forma muy discreta le pedimos que se interioriceen la siguiente información que hemos preparado paraUsted.

ORIGEN DE ENFERMEDADES

Antes de exponerle el verdadero origen de la mayoríade las enfermedades que aquejan al ser humano, le

10 Cabe mencionar que cada vez está habiendo más opiniones de parte de lacomunidad médica y científica mundial —principalmente de países euro-peos— tratando de presionar a las autoridades sanitarias y legislativas, en elsentido de que se imponga algún tipo de freno a la comercialización de ali-mentos intencionalmente alterados en cuanto a su contenido de azúcares,buscando incrementar el consumo.

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platicaremos algo sobre un elemento crucial, que es laraíz misma de los problemas que se reflejan negativa-mente en el mundo que nos rodea.

Tal vez le resulte difícil de creer, pero lo que le expon-dremos a continuación influye muy negativamente encualquier proceso de tipo biológico, social, físico, eco-nómico y casi de cualquier cosa donde interactúen va-rios elementos. ¿A qué nos referimos?

En cualquier proceso, si por cualquier causa se presentauna especie de “desfasamiento” entre los factores queahí intervienen se generarán problemas, mismos que se-rán tan agudos como haya sido la magnitud del desfase.

Para exponérselo de una forma un poco más compren-sible, nos gustaría plantearle tan solo tres sencillos ca-sos de la vida real, entre tantísimos que podríamosplantearle.

Los dos primeros ejemplos son de tipo físico, y estánde alguna forma asociados al mismo evento: El día 28de enero del año 1986, despegó aparentemente de for-ma exitosa, un transbordador espacial de nombre“Challenger” con siete tripulantes a bordo. En los pri-meros 72 segundos, todo parecía desarrollarse bien.

Sin embargo, en el segundo siguiente, —el 73— debidoa una minúscula filtración de combustible, derivadadel deficiente funcionamiento de un empaque, que es-taba diseñado para operar a temperaturas unos pocosgrados más arriba de los existentes ese día, se provocóque esa insignificante fuga, hiciera contacto con el fue-go de la base de la nave, lo que hizo que todo el poderde combustión que estaba almacenado en los depósi-tos, se consumiera casi de golpe, lo que deshizo la navee hizo fracasar la misión.

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EL FUTURO CHATARRA

¿Por qué ocurrió eso? ¿Acaso ese poder de combustiónno estaba preparado precisamente para ser utilizado?Sí, debía consumirse en su totalidad, pero no tan rápi-do y de una forma difusa, sino a una velocidad especí-fica y expulsando todo ese poder almacenado por losconductos diseñados para tal efecto, ya que de haberoperado de la manera programada, ello hubiera lleva-do sin problemas a esa nave a su destino.

Sin embargo, al ocurrir esa combustión en tan brevelapso, ello representó el fracaso total de la misión. Ycréanos, algo parecido ocurriría con cualquier desfaseque venga a su mente, y no solamente en el terreno dela física, sino también en economía, astronomía, medi-cina y absolutamente todo lo que se imagine.

Pero ya que citamos este ejemplo, analicemos tambiénla importancia del desfase de velocidad, bajo otra pers-pectiva, ahora respecto a la vida de los tripulantes deese mismo transbordador espacial.

Al principio se creyó que los tripulantes habían pereci-do en el mismísimo instante de ocurrir esa tragedia.Después se pensó de forma diferente.

La combustión abrupta de todo el poder energéticoque llevaban no se produjo en el mismo segundo, sinoen los siguientes, pero todo parece indicar que antesde que eso ocurriera, a consecuencia de la primeraexplosión, la nave se separó en varias secciones.

Si bien es cierto que el transbordador se iba despla-zando hacia el espacio a una velocidad de Match 1.9 (osea, a 1.9 la velocidad del sonido), al ocurrir ese pro-blema sobrevino en los ocupantes una desaceleraciónformidable, lo que junto con la explosión inicial des-prendió la cabina con los tripulantes en el interior yles hizo perder el conocimiento por algunos segundos.

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Se desconoce cuántos de ellos permanecieron con vidadespués de los primeros segundos, pero lo que sí fueun hecho indiscutible es que por las condiciones espe-cíficas de la nave, considerada como muy segura, yteniendo en cuenta la gran altura en que se encontra-ban, la tripulación no tenía la más mínima posibilidadde continuar con vida.

Pero, ¿por qué? ¿Qué acaso no iban a caer sobre elocéano, o sea sobre agua, lo cual amortiguaría el im-pacto? Pues sí, efectivamente, cayeron sobre agua, peroanalice también aquí, el papel que desempeñó estedesfasamiento de tipo físico.

En el momento de ese lamentable suceso, los restos dela cabina y los tripulantes, se encontraban a 16 kilóme-tros de altitud, y por el “principio de aceleración de loscuerpos”, después de 2 minutos y 45 segundos, los res-tos de la nave tocaron el océano, pero a una velocidadde alrededor de 330 kilómetros por hora, lo que deja-ba a la tripulación sin posibilidad de permanecer convida.

Vea Usted la extraordinaria importancia del desfasede la velocidad entre esos dos elementos: Sin importarque hubieran caído “sobre agua”, en el momento deestablecer contacto entre sí, —los restos de la cabina yel agua— se produjo un efecto devastador, similar a sihubieran caído sobre una superficie de cemento. Y todoesto por algo a lo que muchos no le dan importancia:El enorme desacoplamiento o diferencial entre las ve-locidades de ambos.

Ahora lo invitamos a que analice los efectos negativosde otro tipo de desfase, aunque refiriéndonos a un even-to de tipo socioeconómico. Si en el contexto de cual-quier sociedad del mundo, añadimos la dinámica del

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EL FUTURO CHATARRA

elemento poblacional, actuando a una velocidadinapropiada, o sea, creciendo demasiado rápido, vere-mos que ese aparentemente inofensivo desfase, con-ducirá a un panorama bastante conflictivo.

¡Ah caramba! ¿Acaso el hombre no es el elemento visi-ble más valioso del mundo? ¿Al haber más seres huma-nos sobre el planeta no se incrementa la posibilidad detrabajar y pensar? Es cierto, pero si ese incrementodemográfico ocasiona que la duplicación poblacional serealice en un lapso demasiado corto, las consecuenciasnegativas serán incalculables. ¿Cómo cuáles?

Con el advenimiento de la medicina,G al disminuirse—afortunadamente— la mortalidad infantil, disminu-yéndola de alrededor de 750 fallecimientos de niñospor cada mil nacimientos,H que ocurría varios siglosatrás, a menos de 50 por mil, ello provocó un creci-miento tan acelerado que acortó anormalmente el lap-so de duplicación poblacional, lo que a su vez convirtióen algo indispensable la planeación familiar. Pero alcarecer muchas personas de ella, vea lo que sucedió.

Países como México, Guatemala, Honduras, Bolivia,India y una gran cantidad de naciones subdesarrolla-das del globo,I se duplicaron en plazos que van de los32 a los 35 años. Y, ¿qué repercusiones tuvo ese hecho?

Una nación como las citadas, o cualquiera, si se dupli-ca en un lapso demasiado corto, por decir de 34 años,ello equivale a que, en ese mismo período, se debieronhaber duplicado, en igual tiempo, todos los satisfactoresnecesarios, tales como vivienda, empleos, dotación deagua potable, drenaje, educación, gasolina, reservasforestales, producción agrícola y absolutamente todo.

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Pero como nadie en nuestro planeta podría ser capazde construir el equivalente a un país nuevo en un lap-so tan corto, aparte de renovar toda la infraestructuraque al paso de los años se va haciendo obsoleta, asícomo remediar los diferentes déficits que en distintosrenglones se han venido acumulando, ¿qué tendremos?

Este brutal desfasamiento entre los diferentes factoresque interactúan tendrá manifestaciones concretas enmuchas áreas de toda sociedad.

Al no alcanzarse a doblar la capacidad de proporcio-nar empleos remunerativos, ¿qué sucederá? Se incre-mentará de forma palpable la cantidad de desem-pleados, crecerá la necesidad de emigrar, florecerá laactividad informal, aumentará la violencia y otras ma-nifestaciones diversas.

También veremos que en todo país que haya tenido uncrecimiento tan rápido, no fueron capaces de transmitirlos valores educativos y morales a los nuevos segmentossociales, lo que también tendrá consecuencias nefastas.

Al no poder duplicar las áreas verdes, las reservas fo-restales o la capacidad de producir alimentos, habrádeficiencias graves también en esos renglones, y, apar-te, se apreciará un acelerado deterioro ecológico.

Seguramente tampoco se podrá conseguir doblar lacapacidad de producir las diferentes necesidades ener-géticas que requiera la nueva comunidad, y así podríaenumerarle una larga serie de problemas.

Y si, ahora, en ese mismo país, interrelacionamos todala amplia gama de necesidades insatisfechas, veremosque la situación en conjunto será lamentable e injustapara un amplio segmento poblacional.

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Lo curioso es que la percepción ciudadana, casi comoregla, culpará al gobierno en turno de todas sus caren-cias, sin considerar las fuerzas un tanto cuanto invisi-bles, como la citada, que actuaron para el desarrollode tal situación. ¿Qué pasó en el fondo? Muy sencillo,intervino ese aparentemente inofensivo “desfase” en-tre los diferentes factores que interactuaron.

¿Por qué le exponemos esto? ¿Qué acaso no pretende-mos inducirlo a que obtenga grandes ingresos, alteran-do mañosa e intencionalmente el contenido glucémicode sus productos?

Es cierto. Pero también debemos poner los pies en latierra. Si en el futuro tratan de fincarle responsabilida-des, debe conocer, aunque sea de forma privada, lasituación real, y ya después le mostraremos la estrate-gia a seguir.

En ese orden de ideas, ¿considera Usted que una alte-ración artificial en el proceso de absorción y asimila-ción podría conducir a un desfasamiento orgánico?

Como comprenderá, si la lista de consecuencias gravesde tales desacoplamientos es tan extensa y abarca to-das las ciencias y ramas del conocimiento humano, algrado que se podría elaborar una enciclopedia conellas, un desfase en el campo alimenticio, no podríaser la excepción.

Ahora bien, ¿cómo se podría presentar un tipo dedesfasamiento en el organismo? Y de haberlo, ¿cómorepercutiría en la salud?

Lo invitamos a que analice lo siguiente con muchodetenimiento, confiando en que Usted, nuestro inci-piente discípulo, será lo suficientemente discreto como

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para no divulgar a terceros lo que a continuación lecontaremos: en la propia comida podría estar el ori-gen de la mayoría de los padecimientos crónico-dege-nerativos, que en este mismo momento afligen a mi-llones.

DESFASAMIENTO ORGÁNICO

En páginas anteriores le comentábamos que el hom-bre fue intencionalmente rodeado de una gran canti-dad de nutrientes, los cuales, no solamente son sabro-sos y variados, sino que cuando son ingeridos de formabalanceada, proporcionarán a toda persona, una am-plia gama de nutrientes vitales que le protegerán demuchas enfermedades.

Y algo digno de admiración, dichos nutrientes estándeliberadamente diseñados para ser absorbidos pornuestro organismo a una determinada velocidad, lacual es coincidente con la propia necesidad interna deellos.

Es nuestro deber advertirle que ni Usted, ni nosotros,e incluso todos los seres humanos juntos, podríamosacercarnos a la gran cantidad de ventajas que conllevael consumo de los alimentos naturales.

Pero para contrarrestar esa abrumadora superioridaddel alimento natural, Usted, nuestro sagaz y dulceempresario, adelántese, y eche mano de las ventajascon que al día de hoy cuenta: Un uso casi ilimitado dela mercadotecnia, la capacidad de engañar el paladardel consumidor, la inclinación humana hacia los sabo-res dulces, la ignorancia de muchas autoridades en lamateria, —con sus honrosas excepciones— los vacíoslegislativos, y sobre todo, la valiosa asesoría de noso-

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tros, ya que nos podríamos convertir en sus más fielesaliados, y le podríamos enseñar infinidad de triquiñue-las.

Además, no olvide algo importante: Mientras su gentilclientela no se dé cuenta a cabalidad de lo que ense-guida le expondremos, Usted podrá seguir adelante,aunque siempre aparentando que no tiene la más re-mota idea de lo que en realidad está provocando.

Siendo así que el objetivo principal de esta segundalección será hacer que Usted, nuestro bien intenciona-do empresario, se percate de los alcances de una alte-ración en el contenido glucémico de los alimentos, loque derivará en un aparentemente inofensivo desfa-samiento de tipo nutricional.

Por ello lo invitamos a analizar el asunto bajo dos pers-pectivas: Primero veremos el aspecto “macro” de todoel organismo, y enseguida veremos el aspecto “micro”,o sea, lo que sucede en el interior de una pequeñacélula.

Bajo una visión de conjunto, o “macro” de todo el orga-nismo, como le decíamos, los nutrientes naturales, es-tán en posibilidad de ser absorbidos por su organismoa una velocidad determinada, lo que sorprenden-temente, es compatible con la capacidad orgánica inter-na, y, también, con la necesidad de ir utilizando dichosnutrientes. Con ello se logra esa anhelada situación de“equilibrio”, que es vital para la salud de cualquiera.

Pero lo grave para su “proyecto de enriquecimientopersonal”, es que esa forma natural de alimentarse, sibien es infinitamente superior a la que le proponemos,a Usted lo deja fuera. O más correctamente dicho lodejaría fuera del juego, si no se pusiera lo suficiente-

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mente “listo” como para endulzar sus productos, paraasí atraer tramposamente a la clientela, a fin de queprefiera su mercancía antes que otra cosa, sin importarque lo natural sea, con mucho margen de diferencia,la mejor opción.

¿Y por qué un simple y sencillo endulzamiento inter-fiere en el proceso de digestión, absorción y asimila-ción, y podría ocasionar daños graves? ¿No podríamosargüir que solamente estamos “endulzándole la vida”al consumidor? ¿Qué acaso dentro de los productosnaturales no hay también algunos de sabor dulce?

Si bien es cierto que los carbohidratos (azúcares) vie-nen integrados en la mayoría de los nutrientes natura-les,11 a partir del momento en que un carbohidrato esaislado o refinado, —como es el caso del azúcar— yposteriormente se utiliza como una especie de “añadi-do” en otros productos, el proceso de absorción y asi-milación se lleva a cabo de otra forma completamentediferente, y, a la larga, ello puede acarrear consecuen-cias catastróficas.J

Si analiza nuevamente la gráfica 1 de la lección pasa-da, verá lo que le sucede a una persona completamen-te sana cuando consume el equivalente a tan solo 50gramos de glucosa de diferentes formas. Ahí apreciaráque, si esa fuerza calórica proviene de azúcares refina-dos, es absorbida casi de forma inmediata, y pasa altorrente sanguíneo de manera demasiado brusca.

Ello produce el siguiente efecto: Sin que una personani siquiera se de cuenta de ello, su cerebro, —de unaforma sorprendentemente eficiente y digna de admi-

11 Ver relación en el apéndice “A”.

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ración ante semejante prodigio biológico— ordena unaliberación demasiado elevada de insulina, (como estádescrito en gráfica 2 de la lección anterior) en un in-tento de compensar esa rápida y por supuesto anormalelevación en los niveles de glucosa.

Siendo así que verá Usted, que en toda persona com-pletamente “sana” y normal, una brusca elevación delnivel de glucosa en su sangre, será seguida de otratambién muy alta respuesta insulínica, lo que conduci-rá, de forma paradójica, a que —mientras esa personatodavía esté sana— en pocas horas, el nivel de glucosadescienda a niveles aún más bajos a los que pudo ha-ber tenido en el momento de iniciar este perniciosociclo.

Es cierto, lo reconocemos, que esto elevará peligro-samente las posibilidades de que, con el paso de losaños, su gentil clientela tenga problemas graves de sa-lud, sin embargo, para su bolsillo estos altibajos brus-cos serán fenomenales. ¿Por qué semejantes desequi-librios serán tan benéficos para su empresa?

Observe: Cuando el nivel de glucosa en sangre de suclientela, descienda de forma también brusca, senti-rán un incontrolable deseo de volver a consumir máscarbohidratos refinados, ya que su cerebro, confundi-do ante ese brutal descenso en el nivel de glucosa san-guínea, buscará “compensar” esa baja con la ingestiónde más azúcares.

Y las ventajas económicas para Usted no se detienenahí. Por razones que le expondremos en las siguienteslecciones, eso provocará que sus clientes consuman másalimento del necesario.12

12 Fenómeno conocido en medicina como “hiperfagia”.

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¿Podría alguien diseñar un mecanismo mejor para te-ner a la clientela cautiva? A menos que recurra a sus-tancias ilegales, lo dudamos.

Por tanto le aseguramos que de la forma descrita, po-drá Usted seguir generando ventas crecientes, hasta elmomento que vayan cayendo víctimas de enfermeda-des, cosa que, —le advertimos— hay muy altas proba-bilidades que ocurra. Pero tampoco se alarme, nuevossegmentos de población habrán de ir sustituyendo a lapoblación enferma, lo que le permitirá continuar reci-biendo una muy importante cantidad de ingresos.

Y si alguien se pregunta: ¿Por qué estas “subidas” y“bajadas” podrían ser tan dañinas?

Se lo planteamos mediante un ejemplo. Es como si al-guien adquiere el automóvil más fino del mercado, peroen vez de manejarlo suavemente, su forma de condu-cir es muy peculiar: Cada vez que se enciende la luzverde del semáforo, oprime el acelerador completa-mente a fondo, para simplemente verse obligado aoprimir también a fondo su freno en la siguiente luzroja, y así procede todos los días.

Obviamente ese carro, sin importar que haya sido laopción de más alta calidad del mercado, más tarde omás temprano tendrá problemas, y en el momento queverdaderamente lo requiera para un importante viajelargo, ese automóvil lo dejará a un costado del camino.

El organismo humano, créanos, aventaja, con muchomargen de diferencia, al más sofisticado y casi perfec-to automóvil, pero una forma de comer errónea, redu-cirá, —con los años— la calidad y expectativa de vidade esa persona. Pero Usted, nuestro nada ambicioso ydulce empresario, no se preocupe, eso ya será proble-

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ma de su clientela, o “del gobierno”, Usted a lo suyo, aganar dinero, hasta en tanto se descubra la situaciónreal.

Uno de tantos inconvenientes, será que esos bruscos ycotidianos altibajos en los niveles de glucosa e insulinade sus clientes, les podrían generar problemas gravesen su sistema endocrino, lo que haría que entre otrascosas, su páncreas deje de funcionar. Y a partir de esemomento, esa persona no podrá lograr que el nivel deglucosa descienda a niveles normales, condición queserá diagnosticada como diabetes.13

Cuando sobrevenga esa disfunción, los niveles de glu-cosa permanecerán más altos de lo normal, lo que en-tre otras cosas, alterará la viscosidad de su sangre, loque facilitará la adherencia de algunos componentessanguíneos en las paredes internas de su sistemacardiovascular,14 lo que se convertirá, con los años, enun gravísimo problema.15 K

13 Diabetes Mellitus tipo II, la más común.14 Lo cual es diagnosticado por la ciencia médica como “daño endotelial”,que no es sino el preludio de una amplísima cantidad de padecimientosposteriores.15 Dada la gran cantidad de funciones esa especie como de “recubrimientointerno arterial”, —capa endotelial— actualmente se cree que las enfermeda-des crónico degenerativas se inician ahí, a través de un proceso conocidocomo disfunción endotelial. A través de esta disfunción, se inicia la llamadamicroangiopatía que conduce a la retinopatía, nefropatía, neuropatía y otras.Existen indicadores del plasma sanguíneo que anticipan el daño endotelialmucho antes que se haga clínicamente presente, estos son: Factor de VonWillebrand (VWF), proteína C reactiva, trombomodulina, selectinas, PAI-1colágena tipo IV y I-PA, de las primeras manifestaciones clínicas de dañocomo el estrés de rozamiento, que se define como la fuerza tangencial que seaplica sobre la superficie endotelial como resultado del arreglo laminar delflujo sanguíneo. Según la ley de Pouseuille y Hagen, la fuerza de rozamientoes directamente proporcional a la viscosidad y al flujo, e inversamente pro-porcional a la tercera potencia del radio vascular. Esto quiere decir que segenera una mayor fuerza de rozamiento a mayor viscosidad sanguínea...

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Y es importante que conozca otra cosa, en este mo-mento preciso, hay millones de personas que están envías de convertirse en diabéticas, pero ellos no lo sa-ben, y la razón es la siguiente: En cada alteración bruscaen sus niveles de glucosa, se acciona de forma automá-tica una fuerte respuesta insulínica, lo que consigueque los niveles de glucosa puedan parecer “normales”,cuando lo que en realidad sucede, es que se está obli-gando al páncreas a trabajar a marchas forzadas.

Por eso, con toda razón, muchas personas son clasifica-das por los doctores como “pre-diabéticos”, y tienenrazón, ya que aunque momentáneamente sus lecturasde glucosa parezcan normales,16 en realidad ello se debea que están sometiendo a su páncreas a un esfuerzodemasiado grande, situación que no podrá permane-cer por siempre.

Por ello, cada vez un mayor número de doctores reco-mienda, —de forma atinada— que además de realizaruna prueba de tolerancia de glucosa, (misma que de-termina la respuesta del páncreas a una determinadacarga de glucosa), se realice también una prueba que

...o a mayor flujo, y que hay menor fuerza de rozamiento en los vasos másgrandes. Por tanto, el endotelio es un sitio de producción de radicales libres,inducida por la presencia de alta glucemia crónica, altos niveles de grasa yalta presión arterial, lo que conduce al estrés oxidativo y a la arteriosclerosis,lo que facilita la aparición de otros padecimientos más graves, como cita-mos en la lección anterior.16 Muy a menudo, esta sobrecarga a que se somete al páncreas, se manifiestacomo hipoglucemia, (bajo nivel de azúcar en sangre) la cual opera de laforma siguiente: Después del consumo de alimentos con azúcares refinados,al provocarse esa excesiva secreción de insulina, se produce esa posterior“baja” en los niveles de azúcar sanguínea. Incentivándose el deseo incons-ciente del consumidor, de volver a ingerir más azúcares, con lo que se com-pleta el síndrome de “alergia-dependencia”, que es muy benéfico para elproductor de alimentos endulzados, pero nefasto para el consumidor. La solu-ción obviamente no es, el consumo cotidiano y reiterado de alimentos con...

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evalúe la actividad insulínica,17 para tener una idea delos niveles de sobrecarga a que se está sometiendo alpáncreas, ya que cualquier parte del organismo quesea sometida a trabajar de forma incorrecta, puedefallar. Como en el caso del automóvil sometido ince-santemente a tremendos arrancones y frenazos.

Pero quizá la mejor forma de conocer más sobre estefenómeno, sea analizar lo que sucede a nivel “micro”,o sea a nivel celular, ya que el resultado del organis-mo suyo y nuestro, no será más que una simple resul-tante de la actividad de todas y cada una de las célu-las que nos conforman.

¿DESAJUSTES CELULARES?

De la misma forma como el resultado total de cual-quier país, no será sino la resultante de la actuación decada hombre y mujer que lo componen, si queremosevaluar el resultado de cualquier organismo, quizá lavía más rápida sea analizar las condiciones en que debetrabajar cada célula.

En toda sociedad, si cualquier gobierno del mundo eslo suficientemente hábil como para facilitar la activi-dad productiva a nivel individual, y se las ingenia pararodear a cada ciudadano de una situación apropiada,sin trabas ni situaciones conflictivas, el resultado gene-ral será sorprendente, y al contrario, si se inhibe o per-

...azúcares refinados, sino más bien evitarlos por completo, para evitar ele-vaciones bruscas en su nivel de insulina, que es lo que en realidad provoca lahipoglucemia. Si se busca beneficiar al productor de este tipo de alimentoendulzado, es preferible mandarle un cheque mensual a su oficina, y evitarel consumo de sus mercancías.17 Dicha prueba se conoce en el medio médico como prueba de insulinasérica y péptido C, la cual evalúa la capacidad funcional pancreática.

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judica la acción individual, los resultados en conjunto,serán decepcionantes.

En el organismo suyo o nuestro, sucederá algo similar.Si a nivel “global”, se toman decisiones alimentariaserróneas, escogiendo mal el tipo de comida, ello re-dundará en un trabajo de conjunto deficiente, conse-cuencia lógica de un también deficiente desempeño a ni-vel celular.

Por ello, cualquier persona que tome malas decisionesalimenticias, perjudicará de forma importante el des-empeño a nivel celular, y ese esperado vigor y desem-peño óptimo que todos queremos, simplemente no lle-gará.

Lo cual nos hace recordar aquellas sabias palabras deMarco Aurelio: “Lo que es bueno para la abeja, es buenopara la colmena”.L Y créanos, la manera más efectivade limitar su estado de salud es perjudicar la forma deabastecer a cada minúscula célula que conforma sucuerpo.

Por tanto es imprescindible analizar un poco más afondo la acción y reacción celular. ¿Cómo se abaste-cen y de qué depende el trabajo eficiente de cada unade ellas?

Como le decíamos, la misma interrelación existenteentre un individuo y su sociedad, se dará entre cadaminúscula célula y el resto del organismo. Y una for-ma correcta o incorrecta de trabajo celular, queramoso no, se reflejará en todo el conjunto.

De modo que si, en su sociedad, se encuentra con infi-nidad de bienes y servicios que fueron producidos porotras personas, sea dentro de pequeños talleres o gran-

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des fábricas, no podemos dejar de reconocer que siem-pre esa producción derivó de la acción de individuoscomo Usted, y de la misma forma, en el organismo,todo procede también del trabajo de esas microscópi-cas y a veces olvidadas células.

Y si bien las células tienen formas, tamaños y espe-cialidades diferentes, a grandes rasgos, podríamos de-cir que cada una de ellas tiene como límite externo,una membrana semiporosa que la comunica con elmedio exterior, la cual se denomina en el medio cientí-fico como membrana celular.

Otra parte clave es el núcleo, el cual constituye un ele-mento primordial, nada menos que en el proceso dereplicación celular, ya que la inmensa mayoría de las cé-lulas, tienen un determinado tiempo de vida, y, por tan-to, para prolongar la vida del organismo, cada célula debeser capaz de duplicarse de forma casi exacta.18

Pero también, así como una pequeña fábrica requierede energía, la célula consta de unas partes clave lla-madas mitocondrias, que proveerán a la célula del po-der necesario para transformar ciertos elementos bási-cos que reciben, tales como glucosa, ácidos grasos,aminoácidos, oxígeno y otros, en otras sustancias clavepara el organismo, dependiendo del tipo de célula deque se trate.

Otra muy notable característica de las células, dignade admiración, es que, además, dentro de la membra-na celular, cuentan con una red de membranas inter-nas con pequeños gránulos llamados retículos endoplas-máticos, que hacen la función de minúsculas fábricas

18 Si no se duplica de forma exacta, eso dará origen a otras patologías como elcáncer.

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de hemoglobina, insulina, albúmina, globulinas, par-tiendo de los “insumos” mencionados.

Y así como una persona, taller o fábrica es capaz detransformar lo que recibe en otros materiales más ela-borados, mismos que a su vez serán necesarios paraterceros, y con ello participa cada persona de formaactiva en la producción total de bienes y servicios, delmismo modo, cada célula —agrupadas en tejidos u ór-ganos— también debe recibir unas cosas, pero, por otrolado, aportar otras.

Por decir, algunas clases de células, una vez que han reci-bido los elementos básicos, con ellos elaboran albúmina(que se emplea para que el organismo controle la presióndel plasma sanguíneo), también globulina (es vital en elproceso inmunológico), hemoglobina (que cumple una fun-ción clave en el transporte de oxígeno) y muchas otrascosas, dependiendo de la “especialidad” de cada “fábri-ca”, o tejido específico del organismo.

Porque así como en nuestra comunidad, existen fábricasorientadas hacia la producción de cierto material, tam-bién a nivel celular, hay “especialidades”, como es el casode las células beta del páncreas, las cuales están encar-gadas de la producción de insulina, la cual es una hor-mona clave para que los nutrientes puedan ser incorpo-rados a la gran cantidad de células restantes, de esamaravilla biológica llamada cuerpo humano.

Pero que cree, ese admirable marco productivo del orga-nismo, puede ser seriamente dañado por otro tipo de co-mida, que no sea la que la naturaleza, bajo la direccióndel Creador, pulió a través de miles y miles de años deevolución.

Siendo así que si el organismo recibe otra cosa diferen-te, su cuerpo no sabrá como manejarla. Y peor aún,

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cuando se trata de comida que ni siquiera ha sido dise-ñada de acuerdo a cánones médicos o científicos, sinomás bien de acuerdo a criterios absoluta y totalmentemercantiles, persiguiendo como su objetivo principal,mayores ventas.

¿A qué nos referimos? Se lo explicaremos de la formamás sencilla posible a Usted, nuestro dulce empresa-rio, dado que sabemos que no nos estamos dirigiendoa un médico o a un científico, (ni queremos que lo sea,porque si lo fuera, jamás se atrevería a dañar ese asom-broso mecanismo que es el cuerpo humano) mismo quefunciona mejor que el más sofisticado reloj del mundo.

¡Ah caramba! ¿Cómo podría un tan dulce y nada codi-cioso empresario como Usted, dañar seriamente todoeste admirable y complejo proceso biológico?

Así como en páginas anteriores, le comentábamos quesi en cualquier proceso físico, social, económico, bioló-gico o cualquiera, donde “simplemente” se altere lavelocidad a que interactúen ciertos elementos, coneso ya echamos el asunto a perder.

Aquí sucederá algo parecido, pero juzgue por Ustedmismo: Continuando con la analogía de una fábricacomo las que tal vez conozca, imagínese por un mo-mento que la materia prima no llega a esa unidad eco-nómica de acuerdo a lo programado, o sea a una ciertavelocidad, de acuerdo a como lo van requiriendo, sinode pronto, alguien decide mandarle ese material encantidad excesiva, y en períodos demasiado cortos.

Si eso llegase a ocurrir de forma esporádica, quizá po-dría ser algo manejable, pero, si eso más bien sucedede forma cotidiana, esa forma errática de abastecimien-to, atiborrará esa fábrica de materia prima, y provoca-

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rá que no tenga la capacidad de procesarla, inclusoello acarreará —entre otros inconvenientes— que par-te del espacio disponible hasta de circulación interna,tendrá que emplearse para estibar de forma incorrec-ta y atropellada toda esa cantidad excedente de mate-rial no utilizado.

Pues en la célula sucederá algo similar, si el abasteci-miento llega de forma inadecuada,M no le dejamos otraalternativa que acumular esa cantidad excedente decalorías, en forma de micro depósitos de grasa,19 lo quedisminuirá el espacio intracelular, al tener que mante-ner en su interior esos microdepósitos de grasa, lo quea su vez diminuirá la eficiencia a nivel celular.20

19 La “caloría” es la energía almacenada en un alimento.

Para almacenar la energía en el cuerpo, el organismo opta por guardar dichaenergía excedente en forma de grasa, dado que un gramo de grasa contiene eldoble de calorías que un gramo de carbohidratos.

Hay un tipo de células “especializadas” en dicho almacenamiento: Losadipocitos, que son las células del tejido adiposo. Ellas cumplen un papelcrucial, porque amortiguan los excesos calóricos y los almacenan en forma demicro-depósitos de grasa en su interior.

Pero un exceso calórico en un lapso demasiado corto, también se manifiestade otra forma aún más perjudicial: Produce un fenómeno conocido en medi-cina como “estrés oxidativo”, ya que cuando éste se presenta, se liberan mu-chos radicales libres, los cuales son elementos que contienen electrones “des-acoplados”, como es el caso de las especies reactivas de oxígeno, (ERO) quea su vez producen peroxidación de lípidos en las membranas celulares queinducen daño endotelial y desembocan en el proceso inflamatorio.20 Y reducir la eficiencia a nivel celular, es algo mucho más grave de lo queparece. Esa menor capacidad de trabajo interna también es derivada de queal incrementarse la ocupación del espacio intracelular, se limita la capacidadde oxigenación interna, debido a un aumento en el volumen celular. Y comoel organismo en su conjunto, no es más que la suma de la productividad detodas las células que lo componen, la eficiencia total del organismo, se pro-yectará en todos los órdenes, y contribuirá de forma decisiva —junto conotros elementos negativos— al “proceso inflamatorio”.

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Ello se debe a una razón muy sencilla: La capacidadnatural de absorción y asimilación, que la naturalezahabía ido perfeccionando a través de milenios, permi-tía que se utilizasen los nutrientes más o menos a lamisma velocidad a que se iban requiriendo.

Pero entonces apareció Usted, nuestro abnegado em-presario, que persiguiendo un objetivo de tipo mer-cantil, sintiéndose el más astuto de los mortales, pro-cede a alterar el contenido de azúcares del alimentonatural, a través de alimentos y bebidas pletóricos decalorías vacías, casi sin valor nutricional, mismas que,para colmo, tienen una velocidad de absorción y asi-milación diferentes.

Y ¿qué sucede? El organismo no sabe cómo manejaresa inesperada situación, y ello, aunque parezca in-creíble, esa “simple” e inesperada situación será el dis-parador de una amplia gama de padecimientos.

Analice cuidadosamente lo que sigue: Las células, alrealizar un esfuerzo también digno de admiración, paradeshacerse de esa energía excedente, aceleran su pro-ducción interna, pero esa velocidad anormalmente ele-vada, provoca que una pequeña parte de su produc-ción —al haberse hecho de forma precipitada— llevealgunos ligeros “defectos de fabricación”,21 N lo que oca-sionará problemas posteriores en otras partes del or-ganismo. ¿Por qué?

21 Estos “defectos de fabricación” se deben a que, al llevarse a cabo la fabri-cación de diversos productos celulares, al verse obligados a realizarlos a unavelocidad anormalmente elevada, muchos átomos de oxígeno y nitrógeno,quedaron “desapareados” o “desacoplados”, lo que dará lugar a los altamentenocivos “radicales libres”.

Estas anomalías se presentan a pesar de la enorme capacidad celular paraadaptarse a situaciones cambiantes. Por ejemplo, las células beta (del páncreas,encargadas de la producción de la hormona INSULINA), que producen...

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Como todo cuerpo humano —de forma similar a lo quesucede en nuestra sociedad— está perfectamenteinterrelacionado, y es interdependiente entre todas suspartes; al haber elementos con algunos de sus componen-tes en un anormal estado de “acoplamiento” (conocidos enla ciencia médica como “radicales libres”)22 ellos genera-rán inconvenientes posteriores.

Sucediendo ello por una razón muy sencilla: Al tener losradicales libres algunos electrones “desacoplados” o “incom-pletos”, buscarán tomarlos (o robárselos) de donde pue-dan, con lo que desacoplarán otros;23 con ello, estarán“transmitiendo” el problema más adelante.

...hasta 28 millones de moléculas de proteína por minuto, al presentarse una“sobrecarga” ocasionada por una sobrealimentación, o mala selección del ali-mento, se inducen las citadas fallas en el “proceso de fabricación”, alteran lacadena de respiración mitocondrial en el proceso de cesión y captación (daro recibir) electrones y protones que producen ATP (ADENOSINTRIFOSFATOo TRIFOSFATO DE ADENOSINA), la cual es la moneda energética de lacélula.

Al bajarse su eficiencia, se altera la producción de proteínas en el “retículoendoplásmático” o red de membranas celulares, dando lugar a productosdefectuosos, incapaces de cumplir a cabalidad sus diferentes funciones.

Paralelamente, al incrementarse el “estrés oxidativo”, o sea, la producción deespecies reactivas de oxígeno y nitrógeno, (mismas que en condiciones nor-males sirven como una especie de “señalización”, para una serie de funcionescelulares), cuando la aparición de radicales libres excede un cierto límite,incrementan la oxidación de las proteínas, alterando el índice “redox” (LaOXIDORREDUCCIÓN) la cual es una función vital en la sobrevivenciacelular. Aún más, cuando ello se conjuga con un intento celular de sobrevi-vencia. Por ello, en condiciones extremas, la célula, en un intento de sobre-vivencia, echa a andar el proceso UPR (UNFOLDED PROTEIN REACTION),(“Reacción a las proteínas mal formadas”) que consiste en deshacerse de lasproteínas defectuosas, a las que cataloga como “basura orgánica”.

Como ejemplo de ello, la oxidación del DNA (encargado de la replicación deproteínas) provoca una inadecuada transmisión de información hereditaria,propiciando la aparición de defectos en el producto de la concepción.22 Los “radicales libres” son especies reactivas de oxígeno y nitrógeno, mis-mos que al no lograr ser eliminados por los antioxidantes de la célula, seconvierten en una especie de “basura” en exceso, la cual no sólo estorba, sinoque altera la fabricación de proteínas.23 Las especies reactivas de oxígeno y nitrógeno, se pueden convertir en...

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Y justamente aquí es donde dará inicio la base misma dela mayoría de las enfermedades, incluso, por si fuera poco,se ha comprobado que esta anormal forma de actuar dela célula, acelera el proceso de envejecimiento.O

Es también aquí, en este desajuste a nivel celular, dondese entra de lleno en lo que muchos médicos y científicosdenominan el proceso inflamatorio24, P Q. ¿Por qué?

Volvamos al ejemplo de la fábrica que no encuentraespacio para el almacenamiento de tanta materia pri-ma no utilizada; si esa empresa pudiera, para tratar detener “mayor espacio”, tendría que ampliarse hacia loscostados o hacia arriba.

Pero si en nuestra sociedad eso a menudo no es posi-ble; en nuestro organismo, sí se puede lograr,R dadoque algunas células tienen esa flexibilidad, fenómenocon el cual se da inicio a un proceso que médicamentese le conoce como hiperplasia25 e hipertrofia.26

...un gran problema para el organismo. El conflicto se inicia a partir delmomento en que la capacidad oxidante (de esas especies reactivas) supera lacapacidad antioxidante natural de la propia célula.24 El proceso inflamatorio puede originarse también por otras causas, comoson las infecciosas o situaciones de tipo traumático (golpes), pero la citada enla parte superior, es quizá la más dañina y es la que da origen a la mayoría delos padecimientos crónico-degenerativos.25 La hiperplasia consiste en un aumento en el número de células de un ciertotejido del organismo. A menos que se trate de una patología de otro tipo, esemayor número de células conserva las características y funciones del tejidooriginal. Cuando se refiere al tejido adiposo, por lo regular se debe a que hay“demasiada grasa que almacenar”, una vez que el número normal de célulasde ese tejido ha alcanzado su capacidad de almacenamiento y no alcanzan acumplir su propósito. Por ello, en una forma muy sabia y digna de admira-ción, el organismo induce un crecimiento del número de células (adipocitos)de este tejido, buscando incrementar la “capacidad de almacenamiento”, todoello derivado del exceso calórico citado.26 La hipertrofia no es otra cosa que un aumento excesivo del volumen celularoriginal; y ese “gigantismo” a nivel celular, —y que exteriormente, en el...

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Ello hace que al incrementarse tanto el número de lascélulas como el volumen de cada una de ellas,27 S (elvolumen celular, en ocasiones, llega a elevarse a talgrado, que de sus 120 micromicras originales llega aalcanzar las 180),28 lo que a su vez, ocasiona que lamasa total del organismo se incremente.

Y si ello sucede con muchas células y tejidos del orga-nismo, esa situación provocará que esa persona, —queno es sino una suma de todas sus células— a su vezaumente su volumen, y adquiera esa condición que esconocida como obesidad.T

Por ello, la obesidad29 se convierte, en la inmensa ma-yoría de los casos, en ese indicativo claro de que está

...organismo en conjunto se manifiesta en “obesidad”— no es sino una simpley llana consecuencia de que el proceso inflamatorio citado, se está llevandoa cabo. Este incremento de volumen se manifiesta principalmente en lascélulas del “tejido adiposo”, cuyas células son las que están “especializadas”en acumular lípidos en su citoplasma. El tejido adiposo hace las veces deamortiguador, que almacena los excesos de alimentos y los mantiene comoreservas, pero dicho tejido debe tener una dimensión mucho menor a lo quecomúnmente se cree, ya que pueden ocasionar problemas graves al orga-nismo.27 Los adipocitos, no solamente incrementan su volumen de forma indivi-dual, sino como ya mencionamos, también tienen la posibilidad de crecernuméricamente. Según un estudio, por cada 1.6 kilogramos extra de pesoadicional, los pacientes agregan 2.6 millones de nuevos adipocitos al tejidograso (fenómeno conocido como hiperplasia).28 El incremento del volumen celular aquí referido, de alrededor de un 50 porciento, es común en los adipocitos, —del tejido adiposo— dado que su fun-ción básica es precisamente el almacenamiento de grasa.29 Si desea conocer su peso ideal, oprima en cualquier buscador de Internetlas palabras “índice masa corporal”, y una vez que haya entrado al sitio,—existen muchos— solamente anote su peso y su altura, sea en metros o encentímetros, dependiendo de cómo se lo solicite, y le proporcionará su IMCen un segundo, y le indicará si se encuentra en su peso correcto.

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habiendo una nutrición inadecuada a nivel celular, ylo que vemos desde el exterior del organismo, es sólosu manifestación física tangible.

Pero esa temida manifestación orgánica, —aumento depeso— aparte de constituir para el organismo en suconjunto un mucho mayor esfuerzo para casi todos losórganos y tejidos, tiene como uno de sus inconvenien-tes más graves el siguiente:

Esa mayor “extensión” celular, rebasa la capacidad dedifusión de oxígeno natural en el tejido graso, provo-cando daños graves, derivados de oxigenación insufi-ciente en el interior de cada célula. Cabe destacar que eloxígeno es un elemento clave, no sólo para obteneruna buena funcionalidad celular, sino hasta para lamisma sobrevivencia de cada una de ellas.

Por ello no es de extrañar que, cuando se está llevandoa cabo el temido “proceso inflamatorio”, éste puedeser perfectamente detectado desde el exterior del or-ganismo, mediante un análisis de sangre, el cual reve-lará la existencia de ciertos “marcadores” o indicadoresde que algo irregular está ocurriendo.30

Siendo así que esos “marcadores” no sólo constituyenun indicativo importante de que se está llevando a cabo

30 Cuando se lleva a cabo el proceso inflamatorio, se manifiestan en el orga-nismo, una serie de “marcadores” que indican que algo anormal está ocu-rriendo.

Otros de los “indicadores” o “marcadores” en sangre que alertan al médicosobre el desarrollo de un proceso inflamatorio, es una inusual elevación dela Proteína C reactiva, la medición del factor de Necrosis tumoral, el factorinhibidor de macrófagos, la interleucina 1, la interleucina 2, la proteína-1quimiotáctico de monocitos, el óxido nítrico sintasa inducible, la matrizmetaloproteinasa 9 y la metaloproteinasa 2.

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el proceso inflamatorio citado, sino que permiten te-ner una idea de la magnitud del mismo. Y todo causa-do por algo al parecer inofensivo: Ese mayor volumena nivel celular, ocasiona una deficiente difusión de oxíge-no en el interior de cada célula.

Esa condición anormal induce hipoxia,31 que eventual-mente puede conducir a muerte celular que a su vezcontribuye al aumento del proceso inflamatorio

Y, además, a mayor número de “radicales libres”, elorganismo, en un desesperado mecanismo de defensacelular, aumenta la producción de vasos capilares, loque muchos en el exterior lo perciben como “inflama-ción”, ya que se trata de un proceso patológico querequiere de más espacio dentro del organismo.32

¿Se da cuenta Usted, nuestro aprendiz de dulce em-presario, de la complejidad de efectos negativos deri-vados del aparentemente inofensivo hecho de alterar

31 La hipoxia significa un suministro inadecuado de oxígeno, (o baja tensiónde oxígeno) y a menudo conduce a la muerte de algunas células grasas porhipoxia, lo que atrae al tejido graso a los macrófagos, los cuales son losencargados de “limpiar” el tejido de células muertas, razón por lo que en elestudio histológico, característicamente se encuentran este tipo de célulasque son comunes en todo proceso inflamatorio. (Este fenómeno se observa enbiopsias de grasa mediante un microscopio, en virtud de lo cual, no es de usoclínico rutinario).32 Proceso también denominado como Angiogénesis: El cual consiste en lageneración de nuevos vasos capilares. En condiciones normales, la hipoxiaincrementaría la producción de vasos capilares, sin embargo, al presentarseuna condición de obesidad, no ocurre así, puesto que los elevados niveles deleptina y glucosa en sangre, inhiben el proceso normal de formación de nue-vos vasos capilares, lo que explica la presencia de hipoxia sostenida, que sepuede medir desde el exterior como “tensión de oxígeno baja”, factor quecontribuye en gran medida a la muerte de células grasas.

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el contenido de azúcares de un producto, a fin de po-der vender más de sus maravillas?

Pero analice la siguiente paradoja digna de Ripley: Estalastimosa consecuencia hará que algunas empresas tra-ten de desarrollar toda una industria, atacando, no tantola causa básica que desencadena estos problemas, (quees la forma errónea de alimentarse) buscando amino-rarle el signo externo al paciente, o sea, tratando dereducirle sólo las manifestaciones externas de la in-flamación,33 y dejando casi intacta la causa básica.

Incluso en algún momento llegamos a pensar en sugerir-le que invirtiera también en esa industria, de tal modoque por un lado coadyuve con sus dulces y traicionerosproductos al desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas, —ganando dinero con ello— y por el otro,que venda al público infinidad de artículos con los quelas víctimas trataran de aminorar los signos externos.

Obviamente Usted y nosotros sabremos que sólo po-dríamos evitar esas terribles consecuencias, ingiriendode forma regular alimentos naturales, pero eso no lodeberá ni siquiera insinuar a nadie, porque se iría apique su flamante y dulce negocito.

Por ello recapacitamos, y NO le sugerimos que se in-troduzca en el negocio de los atenuantes (como diuré-ticos y otros) de los signos externos que sobrevendránsobre muchos de los integrantes de su gentil clientela,ya que consideramos que si se introduce también enese negocio, a sabiendas de lo expuesto en este libro,si ocurriese alguna filtración de parte de su personal

33 Que muy a menudo se manifiesta como aumento de volumen.

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de confianza, podría incurrir en graves responsabilida-des no sólo civiles, sino hasta penales.

Por tanto, limítese al negocio de la comida endulzada,y siga pretendiendo que no sabe nada de los problemascitados, y deje que el negocio de los atenuantes de lossíntomas, lo realicen otros.

Pero continuando con la fisiopatología del proceso in-flamatorio: la presencia anormal de radicales libres,así como la alteración en los parámetros normales deviscosidad en la sangre, provocará, con el tiempo, tam-bién daño endotelial34 U y eventualmente diabetes.

El daño a las arterias, no solamente reducirá la “luz”interna de ellas, —disminuyendo la capacidad de oxi-genar y nutrir— sino que contribuirá de manera deci-siva al endurecimiento de miles y miles de kilómetrosde arterias dentro de su organismo,35 lo que, a su vez,conducirá a otro problema denominado hipertensiónarterial, que no es otra cosa que un anormal incre-mento en la presión arterial.36

34 Daño Endotelial: Como ya le mencionamos, es el daño ocasionado en lasparedes internas del sistema cardiovascular, pero dicho daño en realidad esapenas el comienzo de una verdadera cadena de inconvenientes. El dañoendotelial y la anormal elevación en la viscosidad sanguínea incidirán nega-tivamente para que muchos componentes sanguíneos, tales como el colesteroly triglicéridos, se vayan adhiriendo en las paredes internas de la extensa redde vasos capilares.35 Una anormal elevación de glucosa sanguínea (hiperglicemia) y la elevaciónanormal de grasas (hiperlipidemia) contribuirá de forma decisiva a un mayorestrés oxidativo en las paredes internas del sistema circulatorio (endotelio),el cual se inflamará y favorecerá la acumulación de colesterol y triglicéridos,iniciándose así el desarrollo de arteriosclerosis.36 La alta presión arterial no es un problema que deba tratarse como unproblema aislado o independiente, sino como lo que es: Una mera conse-cuencia de otro problema...

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Tal vez recuerde que al comienzo de esta lección, leadvertimos que la mercancía artificialmente endulza-da que produzca, no debería consumirla ni Usted ni sufamilia. Creemos que con lo expresado en páginas an-teriores —hay mucho más— comprenderá perfectamen-te el porqué de nuestra advertencia.

Sin embargo, no queremos tampoco que se desanime.Como ya le mencionamos, solamente la comunidadmédica y científica que se encuentra al día, es la queestá enterada del pernicioso proceso descrito, y, si esobservador, notará que la inmensa mayoría de nues-tros conciudadanos, continúan muy quitados de la penaconsumiendo una gran variedad de chácharas comolas que le proponemos, sin imaginarse todo lo que ensu momento les podría causar.

Además, no olvide que ahora cuenta con nuestra ase-soría, y cuando le dijimos que le íbamos a exponer lasventajas y desventajas de este dulce negocio, sentimosque nuestra asesoría hubiera estado incompleta, si nole advertíamos del tremendo daño social y humano queocasionará.

No queremos tampoco presentarnos a nosotros mis-mos como unos asesores indispensables, pero tome encuenta que cada vez surgen más investigadores y cien-tíficos recomendando que, de manera urgente, se dis-minuya de forma drástica el consumo de azúcares refi-nados, lo que, créanos, nos hace imprescindibles parala realización de su objetivo financiero.

...Cuando el organismo siente que no puede abastecer de los nutrientes bási-cos a todas sus células, —en parte por los problemas citados— en una medidadesesperada, el organismo eleva la presión arterial, en un afán de llegar atodas las células, pero esa elevación en la presión sanguínea conlleva tam-bién un riesgo importante, el de sufrir accidentes vasculares graves, como losderrames cerebrales.

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Continuando pues con nuestro curso intensivo, permí-tanos que le expongamos algunos casos clínicos de sim-ples y vulgares mortales que no cuentan con su suerte,y en seguida, —no se alarme antes de tiempo— le ex-pondremos una estrategia maravillosa que podrá se-guir, ya que con ella, tal y como le prometimos al prin-cipio, lo dejaremos ante los ojos de la ciudadanía, másblanco e impecable que un corderito recién bañado.Ya lo verá.

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EL FUTURO CHATARRA

LECCIÓN III

DULCES TENTACIONES,VS.

AMARGAS CONSECUENCIAS…

CUANDO EL FUTURO NOS ALCANZA

Como ya le mencionamos, considerando que preten-demos mostrarle a Usted, nuestro querido aprendiz,un panorama completo de su nuevo negocio, debe-mos mostrarle, —aunque sea de forma confidencial—una perspectiva completa, tanto lo bueno como lomalo.

Precisamente por eso, en la lección anterior, le plan-teamos primero lo que ocurre dentro del organismo;tanto la visión de conjunto como a nivel celular. Aho-ra lo contemplaremos bajo otra óptica.

Por tanto, le pedimos que nos acompañe, de maneravirtual, en un recorrido a nivel clínico, para que Ustedy nosotros podamos constatar lo que está sucediendoahora mismo en el profano mundo de allá afuera.

De esa forma veremos lo que les sucede en la prácticaa los que no son tan afortunados como Usted, que sóloproduce, vende, —y cobra— por el alimento endulza-do, pero es lo suficientemente inteligente —esperamos—para no consumirlo.

Seguramente ahora mismo está planeando, desde lacomodidad de su confortable escritorio, otra campañapublicitaria para una más de sus grandes y exitosasmaravillas comestibles.

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Y le prevenimos: Si de momento lo expuesto ensegui-da le parece demasiado preocupante, no se inquiete,en la próxima lección, creemos tener la solución: Unamuy bien diseñada campaña publicitaria y comercial,la cual hará que se borre para siempre de su mente, —ysobre todo de las de sus consumidores— lo que le mos-traremos en las siguientes páginas.

Además, tal vez solamente Usted y nosotros habremosde enterarnos de lo expuesto en este libro, y, así, mien-tras que el gran público, —y sobre todo su gentil clien-tela— no se entere, no deberá preocuparse demasiado.

Le hemos pedido que nos acompañe tan solo virtual-mente, dado que seguramente no podrá hacerlo enpersona. Mire Usted:

En una ocasión, los autores de este libro realizamos unrecorrido por una clínica de salud pública de la ciudadde México, D.F., para analizar de primera mano la pro-blemática a que se tiene que enfrentar toda comuni-dad que se alimente de forma regular con esa comida“sabrosa” y artificialmente endulzada que le propone-mos, y créanos: el panorama fue desolador.

Le podemos asegurar que esto que nos tocó corroborar deprimera mano, cualquier doctor o enfermera que labore enuna institución de salud pública, lo vivirá día tras día.

El “sabor de boca” que nos quedó después de esa visitafue más o menos el que nos advirtieron desde hacedécadas muchos investigadores, acerca de lo que nospodría suceder, si continuábamos permitiendo lacomercialización indiscriminada de productos alimen-ticios, artificialmente alterados en cuanto a su conteni-do de azúcares, y qué cree, esas oportunas adverten-cias, el día de hoy, son una realidad palpable.

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Dicho de otra forma: Ese “futuro” no está adelante,sino que ya llegó. Esa amenazante “espada de Damocles”ya se nos vino encima, y lo peor de todo es que noestamos hablando del final de una pesadilla, sinoapenas del comienzo de ella.

Ha tomado forma concreta de una verdadera avalan-cha de enfermedades crónico-degenerativas, mismasque se están presentando día tras día en un númerode pacientes mucho más alto que la capacidad deatenderlos de forma apropiada. Pero le describiremosel panorama y Usted tendrá la última palabra.

Y tome muy en cuenta lo que le decíamos, lo verdade-ramente alarmante es que esa avalancha de padeci-mientos, apenas muestran la “punta del iceberg”, por-que las causas básicas que le dieron origen, no sóloestán intactas sino que van en aumento, ¿por qué?

Otros dulces empresarios como Usted, persiguiendotambién un objetivo financiero, haciendo obviamentede lado consideraciones humanitarias y de interés pú-blico, en este preciso momento están compitiendo en-tre sí por el mercado, y saben perfectamente que paraconseguirlo, sólo deben emplear la “fórmula mágica”citada páginas atrás: Hay que proporcionarle más ymás artículos “sabrosos” y dulces al consumidor.

Procedamos pues a describirle el drama humano quevimos, mismo que viven día tras día los pacientes, mé-dicos, enfermeras y demás personal de estos centrospúblicos de salud.

Para el paciente y familiares, el víacrucis comienzadesde antes de ingresar a un centro hospitalario, si-tuación conflictiva que se explica por una razón muysencilla: El número de solicitudes de ingreso por la

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puerta de “urgencias” es muy superior a la capacidadinstalada.

Y cuando consiguen ingresar, sus angustiados familia-res deben permanecer afuera, en ocasiones hasta conniños pequeños, ya que no encontraron con quien de-jarlos. El rostro de preocupación e impotencia se perci-be de forma clara en todos ellos.

Al pasar a lo largo de los corredores, pudimos ir leyen-do una por una, cada hoja clínica relativa a las causasde ingreso de los pacientes. Y al analizarlas, pudimosconstatar que más del 90 por ciento (¡!) de los pacien-tes, ingresó en ese centro hospitalario por padecimien-tos crónico-degenerativos.

¿Y cuáles son estos? Son ni más ni menos que las mani-festaciones físicas en el organismo, con distintos gra-dos de avance, de lo que le describimos en la lecciónanterior. Nada más que nosotros primero se lo expusi-mos a Usted analizando lo que sucede a “nivel célula”,y lo que ahora vemos, es el efecto orgánico visible oexterno en cada paciente.

O sea, sólo vemos ahora la manifestación en cadaorganismo de lo que primero acontece a nivel celular.

Y le añadimos algo más: Esas manifestaciones externasdel deficiente funcionamiento celular no se desarrollanen una sola dirección, sino en varias. ¿Qué queremos de-cirle? Se lo expondremos mediante un ejemplo:

Es como un árbol donde su raíz es el desajuste celularmencionado,37 pero ese árbol no tendrá una sola rama

37 A ese aparentemente sencillo desajuste, muchos especialistas médicos y cien-tíficos del mundo, le han denominado, como ya le citamos: El proceso in-...

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sino varias, mismas que crecerán en varias direccio-nes, y cada una de ellas tomará forma concreta en pa-decimientos muy específicos.

Esas “ramas” tomarán forma “física” como diabetes,complicaciones cardiovasculares, insuficiencia renal,problemas digestivos, elevada presión arterial, trigli-céridos altos, padecimientos oculares graves y muchosotros problemas médicos que pudieron —y debieron—haberse evitado, si hubiera ocurrido algo muy sencillo:si su alimentación hubiera sido otra.

Y créanos, —eso lo sabe cualquier médico— cuandoese pernicioso “árbol”, está bien sustentado desde laraíz, y el paciente, si continúa comiendo día tras día —la mayoría de las veces por ignorancia— sus dulces ma-ravillas, contribuirá de forma decisiva a que se lleve acabo el temible “proceso inflamatorio”, y no existemanera en la ciencia médica, que impida que “las ra-mas” se extiendan hacia arriba, pudiendo hacer crisisprimero en una o varias direcciones, a veces casi almismo tiempo.

Pero volvamos a la visita a la clínica de salud pública.Otro de los aspectos más lacerantes que viven cadadía los pacientes, familiares, médicos, enfermeras ydemás personal de un centro hospitalario como ése, esque al sobrepasar la demanda de servicio a la capaci-dad instalada, no se puede atender debidamente a tantoenfermo.

Ello se manifiesta en el siguiente cuadro: La mayoríade los enfermos sólo pueden ser tratados inicialmente

...flamatorio, el cual muchos ya lo están considerando nada menos que comola madre o el preludio de la mayoría de los padecimientos crónico-degenerativos.

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con suero, mientras esperan poder ser atendidos debi-damente, y poder conseguir una cama.

Sólo quienes pueden contemplar físicamente en loscorredores este patético cuadro, con infinidad de en-fermos requiriendo atención urgente, y que sólo pue-den esperar sentados en una silla con suero, puedenentender bien el problema.

Cualquier analista con los más elementales conocimien-tos médicos, llegaría a la siguiente conclusión: El siste-ma médico y hospitalario, está ampliamente rebasadoy no cuenta con la capacidad para atender a todas esaspersonas de los más bajos niveles socioeconómicos, (losmejores clientes del alimento endulzado) que son, con-secuentemente, los más afectados.

Pero esto tiene otra faceta también nefasta: Esa abru-madora y anormal cantidad de pacientes de nuevo in-greso, aquejada de padecimientos crónico-degenera-tivos, hace que los casos “normales” de cualquiercomunidad, que requieren de atención médica pormaternidad, tratamientos preventivos diversos, trau-matología (accidentes) y diversas complicaciones querequieren de atención médica y hospitalaria, muy amenudo no puedan ser atendidos como se debe.

¿Por qué? El grueso de la capacidad médica disponibleestá casi bloqueada por los padecimientos menciona-dos. Y ahí interviene de forma decisiva Usted, nuestrodulce y desinteresando empresario, quien con su sedinsaciable de dinero, se aprovecha a la perfección delos vacíos legislativos para atiborrarlos de sus “sabro-sas” aunque traicioneras chácharas.

Pero tampoco se preocupe demasiado, mientras la ma-yoría no se dé cuenta de la triste realidad, y el público

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no perciba a cabalidad su verdadero origen, (no sólodel problema actual, sino de lo que viene, que es muchopeor) no se acongoje, cuando la situación se vuelvainmanejable, Usted en lo personal ya tendrá una muysólida situación económica.

Mientras las finanzas de las instituciones de salud pú-blica no quiebren por completo, y los legisladores si-gan ocupándose de otras cosas, podrá libremente se-guir produciendo, —y cada vez con mayor fuerza— susalimentos azucarados.38 V

Así que ni se angustie, para eso cuenta con nosotros,para ayudarle. Con una serie de artimañas que le mos-traremos en la siguiente lección, verá cómo “orientare-mos” la opinión pública de forma conveniente hacia subeneficio, y pueda continuar con todos sus proyectos,como si la patética situación médica de su país, suce-diera en otro planeta lejano, ya lo verá.

Además, como le decíamos al principio, lo más proba-ble es que la mayor parte de su gentil clientela, jamásvaya a leer este libro-instructivo, por ello, confiandotanto en eso como en su discreción, le podremos expo-ner con más confianza lo que le sucederá a muchos delos que se aficionen a lo que Usted considera como susdulces maravillas.

38 O sea, alimentos que de forma deliberada, han sido “endulzados” mediantela adición de un rebuscado catálogo de azúcares refinados, bajo las más pin-torescas denominaciones, tales como: sacarosa, fructosa, galactosa, “jugodeshidratado de caña” (eufemismo para denominar el azúcar común), jarabede maíz de alta fructosa, maltosa, maltodextrina, glucosa y una muy amplialista de nombres, los cuales están contenidos en productos como bebidasgaseosas, donas, buñuelos, panqués, bizcochos, chocolates, gomitas, paletas ymiles de chácharas más. Todo con un único propósito: hacerlos “apetecibles”al paladar, para incrementar su consumo.

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Lo que describiremos enseguida, también le hará com-prender por qué le recomendábamos que ni Usted nisu familia deberán consumir regularmente sus mer-cancías.

En su momento le diremos cómo trataremos de culpara las autoridades “por no incrementar la capacidadmédica y hospitalaria”, y, créanos, una acusación deesta naturaleza, no podrá ser analizada a fondo por elpúblico.

Es cierto que un político con un poco de experienciaen administración pública, podría darse cuenta de quela capacidad financiera de cualquier país, sería com-pletamente insuficiente ante el consumo masivo de estetipo de productos.

Pero tiene Usted algo a su favor: Como el problemasocial, humano y económico se convertirá en una ver-dadera catástrofe inocultable hasta las siguientes dé-cadas,39 es altamente probable que, políticamente ha-blando, el problema se difiera por algunos años más,40

lo que les daría más tiempo a los dulces empresarios.

39 Si en países como México el consumo de azúcares refinados es de aproxi-madamente 50 kilogramos por habitante al año, en los Estados Unidos andasobre los 61 kilogramos anuales, (un poco más de un kilo por semana), o sea167 gramos al día, y créanos, con sólo 2 bebidas gaseosas, y unos pocosproductos endulzados se alcanza esa cifra.

Cada año el renglón salud, tanto en México, Estados Unidos o la ComunidadEconómica Europea, gasta miles de millones de dólares, derivados de lascomplicaciones de las enfermedades crónico-degenerativas, lo cual evita quese hagan desembolsos cruciales en regeneración de bosques, educación, in-vestigación, vivienda, infraestructura y otros renglones cruciales.40 Acuérdese lo que dijo Jean de La Bruyère (1645-1696): “He aquí un erroren política, no pensar más que en sí, y en el presente”. Ello hará quemuchos políticos, sólo traten de endosarle el problema al sucesor, sin quererafrontar el costo político derivado, lo que le dará más tiempo a los dulcesempresarios. A menos que surja un verdadero estadista que haga frente alproblema, antes que se convierta en algo completamente inmanejable.

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EL FUTURO CHATARRA

No obstante, veamos lo que sucede hoy en día ya en lapráctica. ¿Cómo se manifiesta físicamente una enfer-medad crónico-degenerativa?

OBESIDAD: EL PRIMER PASO

Volviendo al ejemplo ya mencionado del dañino “ár-bol” citado, cuyas raíces son alimentadas por el temi-ble aunque silencioso “proceso inflamatorio” a nivelcelular, ¿cómo podríamos detectar (sobre todo a tiem-po) que ese imaginario “árbol” está fortaleciendo susraíces? ¿Cómo podría Juan o Juanita Pérez darse cuen-ta, antes que sea demasiado tarde?

¿Requerirán ellos adquirir un microscopio electrónicopara observar con sus propios ojos, si este nefasto pro-ceso está afectando sus células?

La buena noticia es que no necesitarán ellos comprar esecarísimo y sofisticado instrumento para saber si este pro-blema se está llevando a cabo en sus células, además,Juan o Juanita Pérez necesitarían realizar casi toda unavida de estudios, para poder involucrarse debidamenteen lo que sucede en este campo tan especializado.

Pero entonces, ¿cómo puede —y debe— el ciudadano co-mún, conocer más sobre su propio funcionamiento celular?

Para la inmensa mayoría, la forma es increíblementesencilla y práctica: Observando su propio peso. Si hayun aumento de peso, por lo regular, —salvo algunaspocas excepciones donde intervienen otros factores—41

41 Esto aplica para la inmensa mayoría, aunque hay algunos casos donde unaforma de comer errónea se manifiesta en una primera etapa en hipoglucemia,que no es otra cosa que una disminución en sus niveles de azúcar en sangre,muy a menudo ocasionados porque el organismo, ante la recepción inade...

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eso es signo de que se está llevando a cabo el procesoinflamatorio en el interior de su organismo.

Como le decíamos, la forma de trabajar de una célula,está condicionada por miles y miles de años de evolu-ción, y la aparición de esa elevada cantidad de carbo-hidratos refinados (en un período muy corto de tiem-po) primero en el aparato digestivo, luego en su sangre,y posteriormente a nivel celular, hace que el organis-mo no sepa como manejarlo, y como explicamos en lalección pasada, —además del nocivo estrés oxidativo—42 el cuerpo comienza a “almacenar” esa energía exce-dente en forma de grasa.43

Siendo así que no le quepa duda, para la inmensa ma-yoría, la primera señal de alarma es: Aumento de peso.Si una persona quiere evitar elevar extraordinariamentelas probabilidades de padecer los problemas que men-cionaremos enseguida, deberá mantenerse dentro desu “peso ideal”.

Y algo similar sucederá a nivel nacional, una elevaciónen los índices de obesidad, es signo inequívoco de que

...cuada de azúcares refinados, genera una cantidad demasiado alta de insulina,lo que muy a menudo conduce a posteriores niveles bajos de glucosa sanguí-nea. Si esta forma de comer persiste, por lo regular conduce al paciente a ladiabetes.42 El estrés oxidativo, proceso que genera los dañinos radicales libres, sederiva del incremento anormal de sus propias funciones a nivel celular, deri-vado en parte de una cantidad anormalmente alta de calorías en un lapsodemasiado corto.43 Siendo reiterativos, recomendamos ampliamente el conocimiento de supeso ideal, conociendo su IMC (Índice de Masa Corporal), que se obtienefácilmente en cualquier buscador de Internet, simplemente poniendo trespalabras: “índice masa corporal” y verá Usted una gran cantidad de sitiosque se lo indicarán en segundos. Recomendamos como el más seguro el indi-cado por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Y le advertimos quetal vez se sorprenda, porque ahí verá que los parámetros recomendados depeso para cada persona, son mucho más bajos a lo que la mayoría considera.

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EL FUTURO CHATARRA

la forma de alimentarse está sufriendo un grave dete-rioro, lo que también es un aviso de gravísimos proble-mas posteriores.

Porque el verdadero problema de cada persona obesa,no es tanto que día tras día deba “cargar” con una cier-ta cantidad extra de peso, —ojalá fuera tan sencillocomo eso— sino más bien, el verdadero riesgo, es quela obesidad es un indicativo, signo o manifestación,que muestra que en el interior de sus células, se estállevando a cabo el proceso inflamatorio, el cual co-mienza a considerarse por muchos especialistas delmundo, como el verdadero generador de la mayoríade las enfermedades.

Pero como comprenderá, esa, la verdadera causa de laobesidad, no la podremos decir a nivel masivo, porquetambién se reflejaría en una drástica disminución enla venta de su comida endulzada, y bonitos asesoresseríamos en ese caso. Así que no se preocupe, nos que-daremos más callados que una piedra. Y Usted, nues-tro silencioso y prudente empresario, debe hacer lomismo.

DIABETES, LA DULZURA MÁS AMARGA

(EL CASO DE JOSÉ LUIS)

Antes de platicarle de éste y los siguientes casos, per-mítanos decirle a Usted, nuestro querido alumno, quelos casos que le platicaremos, son producto de la expe-riencia clínica de 35 años, y si quisiésemos exponerletodos y cada uno de ellos, requeriríamos una enciclo-pedia.

Por tal motivo, en el caso de la diabetes, solamente leplaticaremos de uno, pero es representativo del terri-

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ble problema que se está generando en toda la comu-nidad nacional y mundial.

José Luis es un profesionista muy destacado y amplia-mente preparado en el área de administración de em-presas, en este momento cuenta con 41 años, tiene suesposa y 2 niñas muy pequeñas.

Acaba de ingresar a terapia intensiva con un cuadrosimilar al que presentó hace 10 años, del cual saliómás o menos bien librado: Tenía pancreatitis aguda,44

diabetes y un importante sobrepeso.

Esa primera señal de problemas pancreáticos, que secomenzó a manifestar como decíamos, una década atrásy la cual había podido más o menos sortear, dado quela causa básica del problema —la dieta errónea— per-manecía vigente, con los años evolucionó en diabetesmelitus tipo II, lo que obviamente limitó bastante supropia capacidad natural de controlar los niveles deglucosa sanguínea, lo que lo obligó a consumir table-tas45 que le ayudaran a bajar su azúcar.

Una persona que ha adquirido diabetes, como en estecaso, debe saber que si no la controla debidamente

44 Pancreatitis aguda. La terminación “itis”, es una raíz latina que denota unainflamación de un órgano o tejido al cual se asocia, siendo así que, en estecaso, se refiere a una inflamación del páncreas, cuya inflamación representaun serio problema. La pregunta clave sería: ¿Qué la causó? Puede tener va-rios orígenes, incluso el de tipo infeccioso, pero lo más común, es que lascélulas beta, que conforman el páncreas, hayan sido sometidas a grandessobrecargas por períodos demasiado prolongados, lo que genera el temible“proceso inflamatorio”. Pero en el caso específico de José Luis, esta situaciónvino acompañada además de diabetes, y con una muy importantehipertrigliceridemia (triglicéridos altos) con cifras de 1,600 Mg. / Dl., lo queindujo por segunda ocasión a la pancreatitis.45 Llamadas hipoglucemiantes orales, las cuales ayudan a reducir el azúcarsanguíneo.

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EL FUTURO CHATARRA

mediante una dieta apropiada, su sistema cardiovas-cular, —otra de las “ramas” del árbol del ejemplo—sufrirá un grave deterioro, y la verdad, el sistemacardiovascular es factor clave de una buena o malasalud, lo que seguramente desembocará en la temibleangiopatía diabética.46 W

Todos los médicos conocen de sobra, que el costo directoe indirecto de la permanencia en un centro hospitalario,será increíblemente gravoso en lo económico y en lo hu-mano para toda la familia, pero, desde un contexto colecti-vo, algunas veces no recapacitamos que la sociedad, noes sino una simple suma de todas las individualidades.

¿Qué cree Usted que sucederá, si el ejemplificativocaso descrito ahora, se hace repetitivo por cientos demiles? ¿Podrá un país cualquiera darse el lujo de des-perdiciar a tanta gente en plena capacidad creativa?

¿Puede cuantificarse la cantidad de muertes prema-turas y el daño humano y social por esta causa?

En la lección anterior, le describimos la fisiopatologíadel proceso inflamatorio, así como las derivaciones que

46 La angiopatía diabética, es un angostamiento de los vasos sanguíneos aconsecuencia de la diabetes, que se proyecta de forma muy negativa haciatodo el organismo, ya que reduce de forma sustancial la capacidad de oxige-nación y nutrición a todas las células. Afecta a los riñones, ojos, piernas,corazón, cerebro, oídos y prácticamente todo. La angiopatía diabética se carac-teriza por un daño grave al endotelio, (recubrimiento interno de todo el sistemacardiovascular) donde acumula glicoproteínas a lo largo de todo el sistema dearterias y venas, el cual tiene en el cuerpo una extensión de alrededor de 90mil kilómetros, ya que debe alcanzar a todas las células del organismo.

Esa reducción en el “claro” del sistema cardiovascular, puede llegar a ocasio-nar gangrena en las extremidades, por lo regular de los pies, lo que puedeconducir a su amputación, es también la principal causa de ceguera en lospaíses con alto consumo de azúcares refinados.

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tendría sobre el organismo, y también le decíamos queuna elevación anormal de “macrofagos” (encargadosde la eliminación de células muertas) en el cuerpo, essigno de que algo malo está sucediendo.

Pues que cree, en el caso de nuestra sociedad, unaanormal elevación en la mortalidad por causa de ladiabetes, es también signo inequívoco de que algo anor-mal está sucediendo, y en este caso es la comidaartificialmente endulzada. (Ver Gráficas 3 y 4)

Pero Usted, nuestro dulce discípulo, no vaya a permi-tir que estos estorbosos escrúpulos morales, interfie-ran en sus objetivos monetarios. Si en realidad quierellegar lejos en el aspecto económico, y poder conseguirunas abultadas cuentas bancarias, olvídese de conside-raciones de tipo ético.

Si un cierto porcentaje de los casos como el de José Luislograsen sobrevivir, lo más probable es que tengan sucapacidad física e intelectual un tanto disminuida y esténsujetos a muchas limitaciones. Pero no se deje conmover,Usted enfóquese solamente hacia la creación ycomercialización de más de sus maravillas endulzadas.

En parte también por eso, no lo invitamos a que sepaalgo respecto a su familia, compuesta por su joven es-posa y sus dos pequeñas hijitas, porque al conocerlas,estamos seguros que sentiría compasión por todos ellos,y se daría mejor cuenta de la gran cadena de repercu-siones nefastas de un aparentemente sencillo hecho:Vender productos no apropiados para la salud.

Simplemente se lo comentamos, para que se vaya acos-tumbrando a tener su alma “galvanizada” ante el pa-decimiento ajeno, ya que esa dureza de espíritu, de-ben poseerla todos nuestros alumnos.

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EL FUTURO CHATARRA

GRÁFICA 3

CONSUMO DE AZÚCARES REFINADOS

POR HABITANTE ALAÑO EN MÉXICO

(SACAROSA Y FRUCTUOSA)

OBSERVACIONES:

NÓTESE CÓMO EL CONSUMO DE FRUCTOSA (JARABE DE MAÍZ DE ALTA

FRUCTOSA) EXTRAÍDAEN SU MAYORÍA DELMAÍZAMARILLO (USADO PARA

ENGORDAR GANADO) SE HA INCREMENTADO, EN DETRIMENTO DE LA

SACAROSA, (AZÚCAR COMÚN O “DE CAÑA”). SIENDO AMBOS

PERJUDICIALES A LA SALUD ASÍ, EN SU FORMA REFINADA, ES MUCHO

MÁS DAÑINA LA FRUCTOSA, LO QUE HA CONTRIBUIDO A LA ELEVACIÓN

EN LOS PADECIMIENTOS DESCRITOS EN ESTE LIBRO.

A PRIMERA VISTA, ESTA GRÁFICA NO REPRESENTA LA PELIGROSIDAD

QUE REALMENTE TIENE, POR DOS RAZONES: A.- LA FRUCTUOSA TIENE

UN PODER “ENDULZANTE” DE 1.7 VECES EL DE LA SACAROSA; Y B.- LA

FRUCTUOSA REFINADA ES MUCHO MAS DAÑINA A LA SALUD. ELLO

EXPLICA EL POR QUÉ LOS ÍNDICES DE OBESIDAD Y ENFERMEDADES

CRÓNICO-DEGENERATIVAS VAN A LAALZA.

FUENTE:

CÁMARA NACIONAL DE LA INDUSTRIA AZUCARERA Y ALCOHOLERA (MÉXICO)

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GRÁFICA 4

MORTALIDAD POR DIABETES EN MÉXICO

NOTAS:

A.- ESTAS CIFRAS NI REMOTAMENTE REFLEJAN LA SITUACIÓN REAL

ACTUAL, EN VIRTUD DE QUE EN EL PROCESO DE LLENADO DE MUCHAS

“ACTAS DE DEFUNCIÓN”, MUYA MENUDO SE INSERTA COMO “CAUSA DEL

FALLECIMIENTO” UNA SIMPLE CONSECUENCIA DE ESTE PADECIMIENTO,

LO QUE ESTADÍSTICAMENTE HABLANDO, NO REFLEJA EL ORIGEN REAL

DEL DECESO.

B.- UN PORCENTAJE CADA VEZ MÁS ALTO DE POBLACIÓN, NO

CUANTIFICABLE EN ESTE MOMENTO, YA SE ENCUENTRA EN LA

CONDICIÓN DE “PRE-DIABÉTICO” O INMERSO EN UNA SITUACIÓN DE

“SÍNDROME METABÓLICO”, LO QUE SE VERÁ REFLEJADO DE MANERA

MUCHO MÁS IMPACTANTE EN LAS SIGUIENTES DÉCADAS.

FUENTE:

ESTADÍSTICAS VITALES. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, GEOGRAFÍA

E INFORMÁTICA. (INEGI, MÉXICO)

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EL FUTURO CHATARRA

Acuérdese bien: Si nuestros discípulos pretenden llegarlejos en esta dulce industria, deben ser completamenteinflexibles, al tiempo que aparentan como que no sabennada del daño a la salud, deben dejar que otros —o “elgobierno”— se haga cargo de ellos.

Usted, a lo suyo. Limítese a seguir elaborando ali-mentos “sabrosos”, y a seguir las indicaciones que leharemos en su oportunidad. Pero antes conozca otrocaso.

MALES RENALES

(EL CASO DE JUAN CARLOS)

Cuando hablábamos de que una persona consume alaño el equivalente a poco más de un saco de 50 kilo-gramos de azúcares refinados, como comprenderá, siese individuo no pudiese expulsar de su cuerpo todoese endulzante y energía calórica no utilizada, ello ha-ría que estuviera casi tan petrificado o cristalizado comocualquier estatua del parque.

Por fortuna, el organismo, sabiamente ha diseñado me-dios muy eficaces para deshacerse de una gran cantidadde elementos de deshecho, o que considera dañinos.

Siendo así que toda esa cantidad de azúcares refinadosque no usa, deberá expulsarlos mediante unos pequeñosy maravillosos órganos denominados los riñones.

Y cuando analizamos estadísticas, será muy sencillover cómo se mantiene a la población cautiva de la co-mida endulzada, para después, simplemente, darlevuelta a la página, y casi olvidar el asunto.

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Pero como le decíamos, no es lo mismo analizarlotranquilamente en números, que verlo casi diaria-mente en multitud de personas como Usted y comotodos, personas que también tenían sus familias, as-piraciones y proyectos de vida, mismos que se que-daron precisamente en eso, en proyectos que nuncarealizarán.

Y ante la imposibilidad de analizar tantos de estos ca-sos, veamos lo que le aconteció a Juan Carlos.

Los riñones de este joven, en su niñez, juventud y tem-prana madurez, funcionaron de una forma tan admi-rable, que Juan Carlos nunca se acordó de ellos.

Escasamente supo que estaban situados en la partebaja de su espalda, que tienen forma de frijol, y sondel tamaño del puño de su mano. Mucho menos tuvoconocimiento de que son unas maravillosas máquinasque filtran nuestra sangre y realizan su extraordinarialabor de manera silenciosa, como ninguna otra máqui-na lo podría hacer. Incluso, muchas de sus funcionesno se conocen a cabalidad.

No sintió Juan Carlos tampoco necesidad de darse cuen-ta de que este modesto par de órganos, a pesar de supequeño tamaño, son capaces de filtrar diariamente elequivalente a un gran barril de 190 litros de su propiasangre, proceso en el cual —entre otras funciones—retienen las proteínas necesarias para las células, ex-pulsando los desechos y el líquido sobrante.

Su acción es tan sorprendente, que constantementeestán monitoreando una gran cantidad de elementosvitales y necesarios, tales como el sodio, calcio, fósforoy otros; y cuando éstos se encuentran en su sangre encantidades excesivas, los expulsan; y al contrario, si

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EL FUTURO CHATARRA

ellos disminuyen, de forma automática y maravillosa,los reintegran al torrente sanguíneo.

Ahora bien, ¿cómo podría una sofisticada y sorpren-dente máquina como ésta, ser dañada de forma lentay casi irreversible?

Al día de hoy, en la inmensa mayoría de los casos, esedaño ocurre por dos causas: Por la diabetes y por ha-ber sido víctima de presión arterial elevada por perío-dos prolongados. Y no nos lo va creer, pero esas doscondicionantes negativas, derivan de una alimentaciónerrónea, saturada de azúcares refinados. ¿Por qué?

Una de las primeras consecuencias de que una perso-na tenga una cantidad elevada de glucosa en sangre,es que se altera su viscosidad sanguínea, y ello, juntocon la presión arterial alta, al paso de los años, provo-ca un grave dañoX Y en el correcto funcionamiento deunas microscópicas “fábricas” de filtrado llamadosnefronas,47 lo que hará que poco a poco, esos “micros-cópicos centros de filtrado” reduzcan su capacidad deforma drástica, o incluso, puedan dejar de funcionarpor completo.

Si la capacidad de filtrado se reduce de forma drásti-ca, la sangre se convertirá en tóxica, pudiendo condu-cir hasta la muerte de su dueño.

47 Nefronas o glomérulos, son unos increíblemente pequeños vasos sanguí-neos o capilares, que están conectados con la sangre a través de tubos micros-cópicos, los cuales son capaces de recolectar la orina y desechos. Cada riñóncontiene alrededor de un millón de nefronas.

Como esta gran cantidad de nefronas funciona a base de microscópicos con-ductos sanguíneos, requiere, para su adecuado funcionamiento, de una visco-sidad sanguínea determinada, y de mantener en buen estado toda la complejared de microvascularización que realiza esta labor.

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Y como le decíamos, no es lo mismo analizar este pro-ceso en libros, que contemplarlo, impotentes, en casosreales de pacientes o familiares que han caído en gra-ves problemas renales.

Pero volvamos a este caso específico y ejemplificativode Juan Carlos. Como él mismo nos manifestó, por fal-ta de empleo en su propio país, se tuvo que ir a labo-rar, sin documentos, a los Estados Unidos.48

El estilo y hábitos de vida de esa nación vecina, junto concostumbres que él ya había adquirido en su país de ori-gen, lo hizo consumir cada vez más bebidas gaseosas ymuchos alimentos endulzados, siguiendo la tendencia delo que veía y oía en multitud de anuncios comerciales.

Como el tipo de vida que Juan Carlos llevaba, se pres-taba para comer de forma rápida, se empezó a aficio-nar a esa clase de alimentos y bebidas endulzadas.Después de pocos años, empezó a añorar su tierra y seregresó, aunque ya tenía molestias y dolor en la partebaja de la espalda, y consideró que tal vez se tratabade algo pasajero, que desaparecería por sí solo.

Pero una vez en su propio país, sintió que el problemade dolor aumentaba de forma inexplicable y notó queademás, tenía cierta hinchazón en las extremidades.

48 Si en su propio país el consumo de azúcares refinados era alto, en losEstados Unidos era aún peor, llegando hasta los 61 kilogramos por habitanteal año. Esta particularidad afecta particularmente a los inmigrantes latinoa-mericanos, situación adversa en la que intervienen varios factores, uno deellos, es que para fines estadísticos, se considera únicamente el consumo porhabitante, pero hay otro elemento que muchos no consideran: como es co-mún que los inmigrantes latinoamericanos posean una complexión orgánicamás reducida (antes de incurrir en obesidad) un mismo y anormalmente altoconsumo de azúcar, se tiene que dividir en una cantidad más reducida demasa corporal, lo que repercute de forma más adversa en este segmentosocial.

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EL FUTURO CHATARRA

Al acudir al médico, se le diagnosticó un problema re-nal agudo, y por muchos meses, tuvo que ser sometidoa un proceso molestísimo llamado diálisis.

A Juan Carlos le parecía increíble —y con razón— quea sus apenas 31 años, tuvieran que realizarle ese com-plicado proceso de diálisis varias veces al día. Pero alpaso de las semanas, cuando su condición física em-peoraba, comprendió que ese padecimiento le podíallevar a la misma muerte.

Después de varios meses, por razones prácticas, se leenseñó a su hermana Maricarmen a practicarle diálisisen su propia casa, procedimiento que debía llevarse acabo varias veces al día.

Por tanto, Maricarmen tuvo que dejar su trabajo —eradivorciada y carecía a su vez de recursos económicos su-ficientes para ella y sus dos hijos— pero llevando a cabouna labor verdaderamente heroica, decidió ayudar a suhermano, realizando, eventualmente, trabajos esporádi-cos para allegarse de algunos pocos recursos.

Al paso del tiempo, la diálisis se hizo impracticable,dado que Juan Carlos había adquirido peritonitis, loque lo puso al borde de la muerte, por ello, en la Clíni-ca 48 del IMSS49 —donde afirman Juan Carlos yMaricarmen que fueron bien atendidos— considera-ron que tenía pocas esperanzas de vida.

Como un último esfuerzo para salvarle la vida, opta-ron por hacerle hemodiálisis.50

49 Instituto Mexicano del Seguro Social. (IMSS) Esta Clínica se encuentra en laciudad de México, D.F.50 Hemodiálisis: Procedimiento por el cual se filtra el torrente sanguíneo,para lo cual se le instala un catéter al paciente, procedimiento que se lleva acabo varias veces por semana.

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Al momento de escribir el presente, Juan Carlos hamostrado una importante mejoría, y espera confiado,ahora que apenas cuenta con 33 años, que tanto élcomo su hermana, puedan reintegrarse a una vida nor-mal. Ellos están conscientes de que la inmensa mayo-ría no lo logra, pero confían que, en su caso particular,sí puedan conseguirlo.

Considere Usted, nuestro estimado alumno, que estecaso es repetitivo entre cientos de miles en todo elpaís, y por muchos millones en nuestro almibaradomundo. Sin embargo, ¿cómo podríamos renunciar alendulzamiento en alimentos y bebidas, si con elloincrementamos las ganancias?

Eliminar el endulzamiento, significaría reducir drásti-camente los ingresos, y de cierta forma, equivaldría a“empujarlos” hacia los alimentos naturales. Eso ni so-ñarlo.

A Usted, nosotros y todos los productores de alimentosendulzados, la sola idea de producir artículos sin sabordulce, seguramente nos producirá urticaria.

Aquí entre nos, estamos de acuerdo que lo pagado porJuan Carlos durante toda su vida en comida y bebidaendulzada, es mínimo comparado con todo el daño eco-nómico y humano que se le causó, pero como los ingra-tos ciudadanos no querrán regalarnos su dinero deforma voluntaria, —lo cual les hubiera resultado muchí-simo mejor— no nos dejan otra opción, tendremos queseguirlos deleitando con nuestras maravillas, y así, vo-luntariamente y sin pestañear nos darán su dinero.Fabuloso, ¿no?

Pero veamos ahora otro caso, igualmente representati-vo de lo que hoy le planteamos.

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EL FUTURO CHATARRA

CEGUERA

(EL CASO DE HIPÓLITO)

Cuando Hipólito estaba sano, era subgerente de áreade una de las más importantes cadenas de tiendas de-partamentales de su país. Y hasta la edad de 37 añostodo parecía ir sobre ruedas, no sólo para él, sino parasu esposa y dos hijos pequeños.

Había oído muchas historias funestas relativas a la dia-betes, así como sus terribles consecuencias, entre ellas,la eventual ceguera, —ramas del mismo árbol del ejem-plo citado— pero Hipólito, como que dio por hechoque esos problemas eran algo para los demás, quienes—pensó— no eran tan fuertes y saludables como él sesentía en ese momento.

Hipólito se veía obligado a comer en la calle, como lohacen muchos a consecuencia de su trabajo. Él veía enlos anuncios comerciales de la televisión, sobre infini-dad de alimentos y bebidas endulzadas, que pondera-ban su “gran sabor”, y sin analizarlo mucho, consideróque si las autoridades sanitarias permitían su publici-dad y venta, seguramente se trataba de artículos segu-ros, debidamente analizados.

Sin embargo, poco antes de cumplir los 38 años, co-menzó a notar que se sentía inusualmente cansado, algrado que, —se sorprendió— le costaba trabajo subirescaleras. Acudió al doctor, quien le diagnosticó diabe-tes tipo II. Él ya había escuchado mucho acerca deeste padecimiento, pero siempre se consideró a sí mis-mo como “muy sano” y vigoroso, por lo que segura-mente estaría al margen de este tipo de cosas.

Y lo peor de todo, —cosa que ni siquiera se imaginó enese momento— el problema apenas comenzaba. Por-

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que cinco años después, empezó a apreciar ciertos pro-blemas en su vista, notó que veía como nublado, princi-palmente con su ojo izquierdo.

Pocos meses después, ese problema se le pasó al ojo dere-cho, y a pesar de muchos esfuerzos de los doctores que loatendieron, Hipólito, a los 45 años de edad, había perdi-do la vista de forma irreversible en ambos ojos.

Hipólito fue víctima de retinopatía diabética,51 pade-cimiento degenerativo que fue el que desembocó ensu ceguera total.

Actualmente este padecimiento es considerado comola principal causa de ceguera en todos aquellos paísesdonde se ha permitido la modificación alimenticia enlos términos citados en la lección anterior.

No nos lo va a creer, nuestro querido y dulce alumno,pero Usted y su dulce pandilla de empresarios delramo, también en esto tienen una gran responsabili-dad, pero le reiteramos, —atención— hay que ser losuficientemente insensibles, como para no movernos niun centímetro de nuestro objetivo financiero. Recuerdepor favor lo que le advertimos al principio: Hay queanteponer sus sagradas utilidades por encima de cual-quier otra cosa.

51 La retinopatía diabética es un padecimiento derivado de la diabetes. Semanifiesta en un deterioro grave en los microscópicos vasos capilares delinterior del ojo, mismos conductos que, en condiciones normales, llegan atener un “ancho” en algunas partes alrededor de 5 o 6 micras. Y al adelgazarsela cavidad o “luz” interna de ese complejo sistema de microvascularizaciónsanguínea, entre otros inconvenientes, se priva de oxigenación y nutrientesadecuados a las células de la retina, lo que conduce en la mayoría de loscasos a la pérdida total de visión.

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EL FUTURO CHATARRA

La ventaja de toda esta lamentable situación, es que no-sotros, como sus asesores, nos haremos imprescindibles.El formidable daño social impactará a tal grado a la co-munidad, que Usted no podría presentarse ante los ojosde la sociedad, sin que nosotros, sus fieles asesores, haya-mos podido diseñarle una estrategia apropiada.

Mientras tanto, nada de sentimentalismos ni desáni-mos, no creemos que, —al menos por el momento—le vayan a imputar responsabilidades civiles o pena-les.52

Es cierto que ahora Hipólito,53 se añadió a la cifra dedecenas de miles que cada año pierden la vista en supaís a consecuencia de la diabetes, y es cierto tambiénque ello se convierte en una verdadera lástima y ex-traordinaria pérdida social, económica y humana, peroasí como todos esos miles de nuestros conciudadanosya no pueden ver nada de su entorno, y su mundo yposibilidades se han reducido a la oscuridad total, levamos a sugerir lo que nos conviene hacer:

Cerremos nuestros ojos —en sentido figurado— parahacer como que tampoco vemos lo que se está provo-cando a nivel personal, familiar, nacional y mundial.

52 En el caso específico de Hipólito, la diabetes le afectó en relativamentepoco tiempo a su vista. Se cree que cuando una persona ha padecido de dia-betes no controlada por 10 años, tiene 1 contra 10 de probabilidades de dañarirremisiblemente su vista, si tiene más de 20 años así, las probabilidades seelevan a 2 contra 5, pero si ha padecido esta enfermedad —sin cuidarse— pormás de 25 años, si sobrevive, tiene más de 4 contra 5 de probabilidades deperder su visión por completo. Sin embargo, un dato crucial y digno no sólode “preocupación”, sino de alarma, es que la diabetes está llegando a lapoblación a etapas cada vez más tempranas.53 Ahora Hipólito vive, o más bien dicho, sobrevive, con una muy modestapensión del Seguro Social.

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Pero antes de hacerlo, prosigamos conociendo las con-secuencias concretas de este tipo de alimentación. Portanto, ahora le platicaremos sobre otro caso.

PROBLEMAS DIGESTIVOS

(EL CASO DE ALFREDO)

Hace algunos años, a Alfredo le habían diagnosticadodiabetes mellitus tipo II, —la más común— y como eslógico suponer, su doctor le recomendó encarecidamen-te que modificara su dieta y que dejara de consumiralgunas cosas, especialmente los alimentos que contu-vieran azúcares refinados en sus diversas formas.

Pero la meta que Alfredo tenía ante sí, no le resultabanada sencilla. En ese momento tenía como 52 años, ydurante toda su existencia había consumido comidadulce, y como décadas atrás, estuvo muy confiado enque “a él no le daría esa enfermedad, puesto que notenía padres diabéticos”,54 erróneamente se considerólibre de ella.

54 Ciertamente el factor genético influye bastante, pero hemos visto muchoscasos de personas con padres diabéticos que acostumbran comer de formacorrecta, y no adquieren este padecimiento y, por el contrario, hay quienesno tienen ese antecedente en sus padres o abuelos, y, si comen de formainadecuada, resultarán víctimas de diabetes. Lo peor es cuando se “combi-nan” dos elementos: a.- Se tiene el antecedente hereditario, y b.-Adicionalmente, se alimenta de forma inadecuada.

El elemento genético determina una cierta respuesta metabólica ante uncondicionante externo, pero se hace necesario precisamente de ese “dispara-dor” que lo provoque, que, en este caso, es el alimento endulzado.

Incluso, una persona que ya ha adquirido diabetes, si llega a modificar sudieta y hábitos de forma sustancial, puede vivir como si no la tuviera, y tantosu expectativa de vida como la calidad de ella, no se verán afectadas. Aun-que obviamente, lo ideal es modificar el estilo de vida antes de que semejan-te problema se presente, y no “a posteriori”, o sea, después de adquirir esepadecimiento.

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EL FUTURO CHATARRA

Lo más lamentable fue que, una vez que le diagnosti-caron la diabetes, Alfredo, en su fuero interno, decidióque seguiría comiendo casi igual, ya que consideró que“de algo se tendría que morir”, o sea, su mente le fa-bricó una especie de subterfugio o pretexto, dado queestaba completamente habituado a la comida endulza-da, y los sabores naturales de los alimentos, no leatraían.

Y como comprenderá, tal y como le advirtieron los doc-tores, Alfredo, al paso del tiempo, notó que su memo-ria, capacidad de trabajo, energía vital y muchas otrascosas en su vida, se deterioraban con rapidez. Y, ade-más, ocurrió algo que nunca se imaginó.

Un día, comenzó a sentir un terrible dolor en el abdo-men, y pensó que había adquirido una infección.Alfredo estimó que este dolor desaparecería con losdías, pero en vez de ello, comenzó a sentir fiebre muyalta y el dolor se hizo insoportable.

En ese momento no lo sabía, pero Alfredo contrajo unacepa especialmente peligrosa de una bacteria llamadaescherichia coli,55 la cual ocasionó estragos en su orga-nismo, y ello se debió a varios factores combinados:

55 De hecho esta bacteria llamada Escherichia coli, se encuentra en el tractointestinal de los animales mamíferos. Esta y sus demás cepas, son común-mente conocidas como E. coli. Una de sus variantes, las descubrió el cientí-fico alemán Teodoro Von Esquerrich en el año 1885, quien la denominó sim-plemente Bacterium coli, pero más tarde, le fue asignado otro nombre, enhonor a su descubridor, quedando como: Escherichia coli.

Estas bacterias, en sus cepas no peligrosas, son necesarias para el funciona-miento correcto del proceso digestivo, y desempeñan un papel fundamentalen la producción de las vitaminas B y K. Unas de sus características es queson anaeróbicas, o sea, no requieren oxígeno, y esta bacteria es particular-mente hábil para fermentar la glucosa, pudiendo llegar a extenderse dema-siado en un ambiente más dulce de lo normal.

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A.- La bacteria se encontraba en un ambiente anor-malmente dulce, (por el alimento de Alfredo) lo que lefacilitó su desarrollo; B.- Algunas partes de su intestinogrueso, padecían isquemia,56 lo que dificultó el abas-tecimiento de oxígeno y nutrientes a esa área específi-ca; y C.- El sistema inmunológico de Alfredo se encon-traba especialmente disminuido, debido en parte a ladiabetes.

Por tanto, sufrió perforación del intestino grueso quele ocasionó peritonitis,57 y al ser ingresado a terapia in-tensiva del hospital, Alfredo presentaba el siguientecuadro: 1.- Tenía una infección descontrolada; 2.- Pa-decía taquicardia, derivada en parte a un sistemacardiovascular ya dañado por su enfermedad meta-bólica; y 3.- Los niveles de azúcar en sangre, probable-mente como una sobre-reacción orgánica ante la crisis,se elevaron estrepitosamente, llegando a superar los700 Mg. /Dl.58

Después de 60 días en el hospital, y gracias a la parti-cipación de varios grupos de médicos en distintas es-pecialidades, y de 4 complicadas intervenciones qui-rúrgicas, contra el pronóstico médico de algunos quetemían lo peor, Alfredo pudo ser dado de alta.

56 La Isquemia, es un proceso por el cual se interrumpe la circulación sanguí-nea en una parte del organismo, por daños en el tejido endotelial de los vasoscapilares de un área específica. Esta patología es más común en personas condiabetes, y es consecuencia de la angiopatía vascular asociada a este padeci-miento.57 Peritonitis, es la inflamación aguda, y normalmente repentina del perito-neo, que es la membrana que limita la pared del abdomen y recubre ciertosórganos del mismo. Una de sus causas puede ser la perforación del intestino.58 Los niveles (en ayunas) considerados como normales de azúcar en sangre,son de 70 a 100 Mg. /Dl., aunque hay otros investigadores que los sitúan enun rango un poco más amplio: entre los 60 y los 110 Mg. /Dl.

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EL FUTURO CHATARRA

Sin embargo, este caso es una pequeña muestra deuna gran cantidad de padecimientos digestivos, deri-vados también de una comida para la cual el organis-mo no está preparado.

Dentro de esa larga lista de problemas digestivos, po-dríamos encontrar diverticulitis,59 hemorroides,60 estre-ñimiento, gastritis, y muchos otros inconvenientes.

Seguramente recordará Usted, nuestro bien intencio-nado empresario, que le advertíamos que no íbamos apoder competir con los alimentos naturales, ya que,entre otras muchas cosas, los productos naturales con-tienen enzimas, fibras, vitaminas, aminoácidos e infi-nidad de elementos especialmente diseñados para lasalud humana, mismos que al ser ingeridos, —y evitan-do sus chácharas— la mayoría de los padecimientosque al día de hoy aquejan al ser humano, simplementeno existirían.

Pero una cosa es darse cuenta de este hecho indiscuti-ble, y otra cosa completamente diferente será cuidarsu bolsillo. Así que, si sus dulces productos les hacendaño a los consumidores, pues lo sentiremos mucho,pero no vamos a dejar de vendérselos por andar cui-dando el organismo de la clientela.

59 Los divertículos son una especie de pequeños sacos o bolsitas anormales enel intestino. Cuando se inflaman y almacenan materia fecal, presentan uncuadro clínico conocido como diverticulitis. Son más comunes en las perso-nas mayores de 50 años, que consumen alimentos con menor cantidad defibra, lo que dificulta el tránsito intestinal.60 La palabra hemorroides, deriva de raíces latinas y griegas, que significan“sangre”, y “opresión” o “estar en riesgo de ruptura”. Y son consecuenciaprincipalmente del daño endotelial y la circulación deficiente, que padecenfrecuentemente muchos consumidores habituales de productos procesados yendulzados. Lo que aunado a la falta de fibra y consistencia diferente de lamateria fecal, causadas por la baja ingesta de alimentos naturales, coadyuvaa esta patología.

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Pero veamos otros casos donde también se verá afecta-da la ciudadanía, en formas que en este momento qui-zá ni siquiera se imagina.

OTROS INCONVENIENTES

La gama de consecuencias sociales y humanas sobrecualquier país es tan amplia, que difícilmente se pue-de cuantificar en toda su magnitud. Pero vamos a tra-tar de darle al menos una somera idea de algunos deesos efectos colaterales. Y Usted sacará sus propiasconclusiones.61

Triglicéridos altos. Cuando Usted, nuestro dulce apren-diz, a través de una calculada estrategia comercial, haconseguido habituar a una persona a consumir alimen-tos endulzados, se generan una serie de efectos queson imperceptibles para la mayoría. Observe primerolo que sucede a nivel de “aprovisionamiento” celular:

Para su mayor comprensión, se lo plantearemos a tra-vés de una sencilla comparación entre dos escenarios.En un lado tendríamos la sociedad donde vivimos, y enel otro, sus propias células. Ahora, dentro de nuestracomunidad, analicemos la siguiente disyuntiva:

61 En las últimas décadas, la edad promedio de vida se ha elevado de formasustancial, sin embargo, para muchos de nuestros conciudadanos, eso quedebería ser el arribo a una “edad dorada” y plena, donde se capitalizaríanexperiencias de toda una vida, sólo significará el inicio de un verdaderovíacrucis con muchos problemas de salud; lo ideal hubiera sido que llegarana esas etapas superiores de vida, gozando de un mejor estado físico, lo cualhubiera sido posible, —entre otras cosas— evitando sus engañosas maravi-llas. Lo bueno para Usted, nuestro abnegado discípulo, es que tal vez lamayoría ni siquiera se enterará del papel que jugaron sus traicioneras dulzu-ras comestibles en ello.

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EL FUTURO CHATARRA

Cuando se trata de proveerse de los elementos quese consideran necesarios, ¿de dónde cree que las per-sonas se proveerán de ellos? ¿De donde les resultamás fácil, o de donde deben realizar un mayor es-fuerzo?

Veamos un hipotético ejemplo. Si el vecino de su casa,—o casi cualquiera— tiene dos opciones para obtenerrecursos: En una de ellas, no tiene que realizar esfuer-zo alguno, sólo acude a cierto lugar, y se le entregarádinero.

En cambio, si tiene que esforzarse para producir algúntipo de bien o servicio, —lo que retroalimentaría a lacomunidad con ellos— pero esta opción le representa-rá a ese mismo ciudadano un mucho mayor grado dedificultad… díganos con franqueza, ¿cuál de las dosopciones considera que será la elegida por la inmensamayoría? Acertó. Se inclinarán hacia donde el esfuerzosea menor.

Ahora vayamos al cuerpo humano. Si sus células pue-den obtener cierta dosis de energía de una forma “másfácil” y rápida, y al mismo tiempo tienen también laopción de “tomarse la molestia” de procesar ciertos ali-mentos naturales para extraer esos nutrientes de ellos,¿de dónde cree que se proveerán? Estos cruciales ymicroscópicos elementos —nuestras células— aún sintener capacidad de discernimiento como Usted y comonosotros, las tomarán de donde les resulte más fácil.

No obstante, no es difícil anticipar el resultado nefastoque sobrevendrá en ambas situaciones. En el hipotéti-co caso de la colectividad humana, si la mayoría seinclina hacia la “opción fácil”, la productividad de bie-nes y servicios se desplomará de forma estrepitosa, afec-tándolos a todos.

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Ahora, en el organismo humano, si las células obtie-nen la energía de la fuente más “sencilla”, (de los azú-cares refinados, provocando además los altibajos deglucosa e insulina ya citados) toda la amplísima gamade nutrientes que la naturaleza, sabia y deliberada-mente, colocó en los alimentos naturales, en gran me-dida se desaprovechará.62

¿Y sabe una cosa? La culpa no será de las células, sinode quien tomó esa “brillante” decisión alimentaria, omás correctamente dicho: de quien de forma taimada ymañosa, influyó para que se tomase esa decisiónnutricional.

Recuerde siempre, esto que le mencionamos ahora,tampoco lo debe conocer el gran público, sólo debequedar entre Usted, nuestro bien intencionado empre-sario, y nosotros, sus probables asesores.

Quienes debemos tener un especial cuidado tambiénen que no se enteren, serán las autoridades sanitariasy legislativas, porque se darían cuenta de inmediatodel extraordinario efecto negativo que se proyectaríaen todos los órdenes, lo que les impactará a ellos en elámbito de su responsabilidad.

Pero continuemos, ¿Por qué hay que ser tan cuidado-sos en cuanto a la forma de proveer nutrientes a nivelcelular? Porque de esa aparentemente intrascendentedecisión de las células, se van a desprender multitud deconsecuencias, y una de ellas, será una elevación enlos triglicéridos. ¿Por qué?

62 Ello explica también por qué, muchas personas obesas, tienen diferentesgrados de desnutrición.

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EL FUTURO CHATARRA

Los alimentos naturales, como citamos, están sabia ydeliberadamente diseñados así, para que al “tomarsela molestia” nuestro organismo de procesarlos, una grancantidad de elementos benéficos que van implícitos enellos, sean aprovechados por quien los recibe.

Ahora bien, si Juan Pérez consume de forma regularsus engañosas y dulces artimañas comestibles, —y portanto, muchas de sus células ya se “alimentaron” deazúcares refinados— ¿qué pasará con los demás lípidosy calorías adicionales que Juan consume, contenidosen los demás nutrientes? Muchos de ellos serán alma-cenados. En gran medida por eso, se aprecia una eleva-ción en los triglicéridos63 en personas habituadas al con-sumo de sus traicioneras chácharas.

Problemas cardiovasculares. Uno de los axiomas mé-dicos de más peso es aquel que afirma que una perso-na será tan sana, como saludable sea su sistemacardiovascular. ¿Por qué? La base de la nutrición, oxi-genación y otros procesos cruciales, dependerá del es-tado de los cerca de 90 mil kilómetros de vasos capila-res pequeños y grandes que todo organismo humanoadulto posee. Una célula o grupo de ellas que esté bienprovista de todo lo necesario, funcionará incompara-blemente mejor que la que no se encuentre así.

La parte mala del asunto es que otra de las ramas delpernicioso “árbol” del ejemplo citado en páginas ante-riores, es el deterioro del endotelio, (o sea se acelera el

63 Los triglicéridos son la principal forma de grasa almacenada en el cuerpo.Un triglicérido está formado por tres moléculas de ácidos grasos en combina-ción con una molécula de glicerol.

Altos niveles de triglicéridos, son considerados como factor de riesgo en elproceso de endurecimiento de las arterias (arteriosclerosis), y en la inflama-ción del páncreas (pancreatitis).

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daño al recubrimiento interno del sistema circulatorio)dado que se modifica la viscosidad sanguínea, y se dainicio al estrés oxidativo, deterioro que se podría per-fectamente comprobar en millones de casos.

Si Usted hubiera contemplado con gran impotencia, comonosotros y miles de doctores y enfermeras, los rostros delos pacientes (y familiares) a quienes se les ha tenido queamputar una o ambas piernas por gangrena, se sentiríaigualmente indignado. Por eso, es mejor que no vea estoscasos. Es más, ni siquiera piense en eso.

Y aunque hay quienes no lo consideran así, los prime-ros impactados con esta lamentable situación serán lospropios médicos y personal del ramo, así que para queno le pase lo mismo, mejor concéntrese en sus ganan-cias, y eso le ayudará bastante.

Irregularidades en la conducta. En páginas anterio-res, le comentábamos que así como cualquier país noserá sino una simple suma de la actuación de todas lasmujeres y hombres que lo componen, en nuestro orga-nismo, sucederá algo muy parecido, seremos tambiénla resultante de la buena o mala actuación de cadauna de nuestras propias células.

De tal modo que si en cualquier país los ciudadanosque lo conforman se enfrentan a una situación anor-malmente conflictiva, el resultado total no podrá serotro que el de un conglomerado social disminuido encuanto a su verdadero potencial.

Y también por analogía, en un cuerpo humano, una delas formas en que se manifestará en todo el organismouna inadecuada forma de trabajar a nivel celular, seráa través de una cierta sensación de “malestar” de lapropia persona que lo padece. Y ese malestar se pro-

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yectará hacia los demás en notables alteraciones o irre-gularidades en la conducta a veces inexplicables.Z

Ha habido algunos investigadores que incluso han su-gerido, con razón,AA que cuando se detecte una irregu-laridad conductual, —incluso depresiones o enojos apa-rentemente sin explicación— antes de cualquier otropaso, se analice —y se modifique— primero la formade alimentarse de ese paciente.64

Entre tantísimos casos que le podríamos mencionarrespecto a variaciones en la conducta, lo invitamos aconsiderar un caso tomado de la historia universal. Paratodos los estudiosos del tema, es ampliamente conoci-do que Adolfo Hitler tenía un carácter completamenteirascible, pero si analizamos con cierto detenimientociertos hábitos, quizá entenderemos mejor algunos desus orígenes.65

De acuerdo con Ernest Hanfstaengl, quien por muchosaños estuvo muy cerca de Hitler,BB entre otras peculia-ridades que observó, comentó que este dictador eravíctima de una gran adicción hacia los sabores “dul-ces”, al grado que sus colaboradores, siempre debíancolocar cerca de él, una amplia variedad de bocadillosazucarados, llegando al extremo de que en las ocasio-nes en que consumía vino de mesa, para “mejorarle elsabor”, le añadía azúcar.

Ello explica por qué, a la fecha de su muerte, (1945)cuando apenas acaba de cumplir los 56 años, —a pesar

64 Los investigadores de estas variaciones conductuales, no han pretendidoafirmar que de la alimentación procedan todas las alteraciones inexplicablesen el comportamiento, sino solamente que se analice primero esta opción.65 Independientemente de otros muchos errores e injusticias gravísimas endistintas áreas que este personaje cometió.

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de la imagen de vigor físico que sus allegados tratabande proyectar— su salud estaba totalmente quebrantada,comenzando desde la misma dentadura, ya que casi to-das sus piezas dentales estaban cariadas, padecía el malde parkinson, no tenía movimiento pleno en una mano yun pie, sufría debilidad generalizada, pero eso sí, siem-pre estuvo acompañado de su pésimo carácter.

En nuestra sociedad, existen posibilidades de que mu-chos “problemas” comúnmente atribuidos a desajustessicológicos, sean una mera consecuencia de un muyelevado consumo de carbohidratos refinados.

¿Sabe una cosa? La lista de daños a la salud, congravísimas implicaciones en todo el contexto social, estan amplia, que requeriríamos elaborar un texto mu-cho más amplio que el actual.

No se han concluido todas las investigaciones perti-nentes, pero en este momento hay científicos que ase-guran que hay una interconexión estrecha entre cán-ceres diversos, Alzheimer y muchos otros padecimien-tos, con la ingesta de azúcares refinados.

Pero tampoco queremos extendernos demasiado con estalista de problemas a la salud, porque correríamos el ries-go de alarmarlo demasiado, y ello acabaría con nuestroproyecto de convertirnos en sus asesores predilectos.

Sin embargo, para ejemplificar mejor la amplísimagama de efectos negativos, le diremos que las conse-cuencias no se limitan al aspecto de salud, —lo cual depor sí es nefasto— sino que se extienden a otras áreasque no imagina ahora. ¿Nos creería si le dijéramos quealcanza campos tan ajenos como la ecología? Analicepor favor lo siguiente:

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Seguramente se habrá preguntado la causa por la cualcuando realiza un vuelo cualquiera en un avión co-mercial, la tripulación de la aerolínea le pide apagarsu teléfono celular.

La razón de ello es la siguiente: Se ha prescindidode gran parte del cableado eléctrico, con el objetoprimordial de quitarle algo de peso a la aeronave, afin de economizar un poco de combustible, y, conello, contribuir a la conservación del medio am-biente.

Y para activar ciertos mecanismos clave del avión,se utilizan ondas de radio, y el uso de teléfonos celu-lares podría distorsionar su funcionamiento.

Algo similar están haciendo las más avanzadas mar-cas de autobuses del mundo, —aunque en ellas eluso de celulares casi no interfiere— y esos fabrican-tes de modernos autobuses, ponderan, como un ar-gumento de venta, la ventaja de haber disminuidogran parte del cableado para aligerar un poco el pesode la unidad, buscando un ahorro de combustible,mismo que redundará, primero, en la compañía pro-pietaria, y después, en toda la comunidad, a travésde una menor contaminación.

Pero ellos no contaban con la astucia de Usted, nues-tro dulce y muy esforzado alumno. Si por su codiciase eleva en un cierto porcentaje el peso promedio delos pasajeros de aviones, autobuses, trenes y autos,¿cuánto significará eso en dinero, y, sobre todo, encontaminación adicional? No podríamos cuantificar-lo. Pero le aseguramos que será una cantidad muyconsiderable, misma que pagará toda la sociedad enque vivimos.

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Pero acuérdese, todos estos graves inconvenientes a lasalud, familia, bolsillo, ecología66 y otros que nos faltan,no deben moverlo a Usted, nuestro brillante alumno, niun milímetro de su objetivo final y único: Ganar dinero.

Nunca olvide que si su objetivo es elevado, los costoshumanos, sociales y económicos hacia su comunidad,debe considerarlos como simples daños colateralesque deberán ser ignorados; primero está Usted.

Es cierto que una menor eficiencia a nivel personaldisminuirá la capacidad total del país en que vive, tam-bién reconocemos que los recursos desperdiciados entratar de paliar la catarata de enfermedades crónico-degenerativas, hará la situación insostenible, pero notenemos otra opción que seguir adelante.

Y le recordamos lo que le pedimos al comienzo de estalección: Al exponerle el lado malévolo de su dulce ne-gocio, no pretendemos desanimarlo, sino hacer queponga en la balanza las dos facetas del asunto: En unlado de ella coloque sus ganancias y, por el otro, elformidable daño social sobre los demás.

Ahora bien, si Usted decide seguir adelante, nosotros, susfuturos asesores, ¿cómo podríamos ayudarle a disimular sunefasta actuación social, o incluso para convertirlo en unaespecie de “empresario modelo”? Siga con nosotros, y verácomo desquitaremos cada centavo que nos pague.

66 Nada más para que mida el alcance de sus dulces aunque redituablestravesuras, otra de las desventajas de los productos procesados, —entre tan-tas— será la proliferación de basura. Los productos naturales traen implícitauna cierta envoltura que no sólo es perfectamente biodegradable, sino quepuede, bien manejada, emplearse como fertilizante. En cambio, el productoprocesado viene contenido en latas, botellas, bolsas, cajas e infinidad deenvoltorios que hacen que todas las ciudades grandes o pequeñas, tengan unextraordinario problema con el manejo de la basura. Pero Usted, nuestrodesinteresado empresario, cada vez que mire esas montañas de desecho ydesperdicios, piense en algo positivo: Sus ganancias, y ello le tranquilizará suconciencia.

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LECCIÓN IV

ESTRATEGIA A LA MEDIDA

CONSIGUIENDO LO IMPOSIBLE

Ante la abrumadora cantidad de información médicay científica que cada día surge de todas partes delmundo, misma que demuestra que tanto el daño al serhumano, como a la economía y futuro social es incal-culable, llegando al extremo de haberse convertido enel problema de salud número uno del mundo, segura-mente Usted, nuestro inocente empresario, tendrá estaduda: ¿qué se podría argumentar ante semejante evi-dencia?

La verdad, muy poco. Excepto si cuenta con asesoresefectivos como podríamos ser nosotros. Aunque nossentimos obligados a hacerle una importantísima acla-ración: Nuestra ayuda está circunscrita sólo a la apa-riencia del problema, porque, en cuanto al verdaderofondo del asunto, ahí ningún ser humano sobre el pla-neta podrá evitar el fenomenal daño hacia la comuni-dad en muy diversos sentidos.

Pero ni se inmute, porque lo importante para Usted, noes lo que digan los médicos o expertos en la materia. Loimportante para su bolsillo, es lo que piensen sus clien-tes, que son en última instancia, quienes adquirirán suschácharas. Y mientras continúe la permisiva legislaciónactual, podrá continuar tal y como lo hace ahora.

Así que circunscribiéndonos exclusivamente a este res-baloso campo, el nebuloso terreno de las apariencias,ahí sí, nos vamos a permitir indicarle los pasos a seguirpara obtener un éxito rotundo.

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PRIMER PASO

HÁGALOS ADICTOS DESDE PEQUEÑOS

Seguramente recordará los patéticos casos de la lec-ción anterior, donde, dentro de esa representativa mues-tra, pudo vislumbrar someramente las vicisitudes a quese enfrentan cientos de miles de casos por año.

Pero algo especialmente lastimoso, que es vivido cadadía por infinidad de médicos, personal de salud y fami-liares, es que la inmensa mayoría de enfermos, —salvosus honrosas excepciones— aún ya encontrándose dia-béticos, en ocasiones casi ciegos, con daños graves ensus riñones, sufriendo problemas digestivos, padeci-mientos cardiovasculares y muchísimas complicacionesmás, aún en estas condiciones, —qué cree— siguen con-sumiendo sus dulces barbaridades.

Pero mire Usted, nuestro querido y noble alumno, lo-grar una meta como ésa, donde seguirán consumiendosus pegajosas maravillas, aún encontrándose en esaslamentabilísimas condiciones, ése es un objetivo don-de hay que trabajar para conseguirlo, y uno de esosprimeros pasos es: Convertirlos en adictos desde pe-queños.

Mire, si consigue aficionarlos a la comida dulce desdemuy temprana edad, le parecerá increíble, serán susclientes por siempre, al extremo de que hasta los yaenfermos, continuarán formando parte de su gentilclientela.

La razón de ello es sumamente simple: El sentido delgusto, en su mayoría, se conforma desde los primerosaños, y durante toda su vida futura, inconscientemen-te, continuarán recordando las “vivencias nutricionales”de su niñez.

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Y la gran ventaja que tendrá Usted, es que, convertir aniños y niñas en completos adictos, no es tan difícilcomo parece. Entre varias circunstancias, ayuda a elloel enfoque incauto de muchos adultos. Note Usted elcandor de la mayoría de padres y maestros:

Ingenuamente creen que son ellos quienes los educarán,sin percatarse que a partir del momento en que Ustedlogra introducirse libremente dentro de sus casas a tra-vés de los medios masivos de comunicación, esos peque-ños emplearán muchas más horas escuchando y viendosus seductores mensajes publicitarios, que el tiempo quesus padres y maestros les dediquen en materia nutricional.

No queremos emocionarlo anticipadamente, pero, ¿seda cuenta de los alcances de esto? ¿Quién tendrá elverdadero poder sobre ellos? Porque si, a través deprogramas orientados hacia la niñez, puede estarlesrepitiendo constantemente las “bondades”, sabores ydemás deleites de sus dulces chácharas, ya casi los ten-drá en sus manos, créanos.

Ahora bien, si Usted ha seguido nuestras instruccionesy ha logrado contar con productos de sabores irresisti-bles, empacados en muy atractivas envolturas, diseña-das especialmente para menores, es obvio que los ni-ños se inclinarán hacia ellos.

Otra ventaja más que tendrá es que en esas edadestempranas, no serán capaces de evaluar apropiadamentelo que hay detrás del asunto. Por tanto, ni de lejospodrán emitir un juicio sobre ese tipo de alimento. Cosaque no sucedería si comenzásemos a aficionarlos a estealimento en una edad mayor.

Eso significa en términos prácticos, que en esas tier-nas edades, son todos suyos. Así que su primer paso

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será asignarle una prioridad absoluta a este segmen-to poblacional: La niñez, y acuérdese, lo que siembreahora lo cosechará durante toda su existencia. ¿Ma-ravilloso, no?

SEGUNDO PASO

HÁGALOS “PERMISIVOS”

Si surge un molesto investigador o funcionario guber-namental, —de esos que nunca faltan— alertando a lacomunidad sobre el riesgo de sus dulces calamidades,sobra decir que ello dañará su negocio.

No le haga frente, porque le advertimos: Difícilmentepodrá presentarle argumentos sólidos que respaldenla venta y consumo de sus supuestas maravillas. Si caeen el juego de la controversia, está equivocando suestrategia.

¿Qué procede entonces? Actuando de forma impasi-ble, y como si no escuchara crítica alguna, filtre indi-rectamente en los medios esta idea: La de mantenersiempre una especie de “flexibilidad alimentaria”, o sea,vendiendo la idea de que “las personas sabias” son,por naturaleza, tolerantes y permisivas ante ciertosalimentos inconvenientes, obviamente sin mencionarlos suyos.

La verdad, aquí entre nos, quien consiga vender esaidea, actuando con ese disfraz o careta de la “permisi-vidad”, o de “no ser tan drásticos”, podrá justificar casitodo, desde pequeños y supuestamente inofensivos ro-bos, uso de drogas, infidelidades e infinidad de cosas.¿Se da cuenta? Por eso, más que entrar en polémicas,lo único que debe hacer es convencerlos de la idea deque “no hay que ser extremistas”.

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Observe por ejemplo, un vendedor de droga no argu-menta que su producto es inofensivo, sino más bien,trata de inducir a un cliente potencial, a “consumir tansolo un poco”, para “no ser tan inflexibles”.

Así que, refiriéndonos al caso específico de la comida,no podrá Usted, nuestro querido alumno, argumentarque sus productos son buenos para la salud, pero loque sí podrá hacer, preferentemente de formasubliminal, es insinuar que “nada más no se consumanen exceso”. Incluso fíjese, podría llegar al extremo deafirmar algo como esto: “efectivamente el azúcar enexceso es malo”, aunque cuidado, nunca mencione cuálpodría ser ese “exceso”.

Porque observe, si un consumidor cae en esta trampade la “permisividad”, créanos que ya lo tiene en el bol-sillo, ya se convirtió en su cliente perfecto, y le explica-remos por qué.

Si cualquier ciudadano consume dos o tres bolsitas decelofán conteniendo donas, buñuelos, chocolates y otros,junto con una o dos bebidas gaseosas, con ese “senci-llo” hecho, mismo que parecería como “no excesivo”,ya estará consumiendo más de 140 gramos de azúcaresrefinados al día, lo que multiplicado por 365 días, re-sultará en un consumo anual de alrededor de un sacode 50 kilogramos.67

67 Le daremos un dato que, a primera vista, le parecerá increíble: En un paíscualquiera donde el consumo de azúcar anual sea similar al descrito en lagráfica 3, en un ciudadano de 50 años, (en promedio) durante su vida hanpasado por su aparato digestivo alrededor de 2,261 kilogramos de azúcaresrefinados. (45 sacos de 50 kilos, mismos que no podríamos cargar en unacamioneta, sino en un camión ligero de redilas).

Ello nos hace reflexionar en la extraordinaria capacidad de resistencia delcuerpo humano, que ante semejante error alimentario, donde a cada...

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¿Se fijó lo fácil que resultó entramparlo? Y todo ellosólo usando subliminalmente la careta de “nada conexceso”, “no hay que ser tan drásticos”, o cosas así.

Obviamente, este tipo de cálculos no hay que hacerlosante la ciudadanía, porque los haría tomar concienciade la magnitud del problema, y reflexionarían sobrecómo el paso de un gran saco de más de 50 kilogramosanuales de azúcar por cualquier organismo sano, nopodría dejar de ocasionar problemas.

Pero ni se preocupe, ya que sus clientes no realizaránesa simplísima multiplicación, y pensarán que, enefecto, sólo están siendo un poco tolerantes. Vea Ustedqué maravilloso es entrar en la “permisividad”. Conese aparentemente inofensivo slogan del “nada conexceso”, ya los convirtió en sus clientes perfectos.

Exactamente lo mismo sucede con el caso citado delvendedor de drogas, con el cuento del “sólo un poco”,ya adquirió un nuevo cliente, mismo que tal vez lo ten-ga por siempre.

Porque mire Usted, si hablamos un poco de cifras, sivemos el consumo de azúcar (ver gráfica 3 de página69) a principios del siglo XX, apenas pasaba de unadecena de kilogramos al año, —rango que podríamosconsiderar como realmente tolerable— por tanto, ¿cuán-

...“golpe” de 50 gramos de glucosa ingerida, se provocan los altibajos en glu-cosa e insulina sanguínea descritos en las gráficas 1 y 2; es digno de admira-ción cómo los índices de diabetes y otras enfermedades no se hayan dispara-do a niveles muchísimo más altos, pero las consecuencias podrían sobreveniren toda su magnitud en las siguientes décadas.

Y Usted, nuestro noble y dulce empresario, guarde un discreto silencio y sóloinsista en la necesidad de “ser permisivos y tolerantes” ante la avalancha desus pegajosas maravillas.

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to se consumía de azúcares cada día? Un poco más de 30gramos diarios, que es el equivalente a consumir un vasi-to de yogurt endulzado al día, y nada más.

Vea este otro caso: Si un diabético se esfuerza —comohemos conocido a muchos— en eliminar el azúcar ex-cedente de su sangre, ¿sabe Usted en realidad cuántorepresenta el total de azúcar “de más” de su sangre?

Si una persona diabética, en ayunas, tiene una mediciónde azúcar de 260 Mg. / Dl. (lectura considerada comomuy elevada) quiere decir eso que el azúcar “exceden-te”68 oscila sobre los 160 Mg. / Dl., lo que equivale a queesa persona diabética, en todo su torrente sanguíneo, portatan solo como SIETE GRAMOS extra de azúcar.

Permítasenos resaltarle esta cifra: Esa minúscula can-tidad de azúcar en su sangre (siete gramos) se convier-te en la gran diferencia entre la salud y la enfermedadde ese paciente.

Siendo así que, cuando mencionamos que sus conciu-dadanos consumen en promedio al año más del equi-valente de un saco de CINCUENTA KILOGRAMOS,(cincuenta mil gramos)69 lo más notable no es que haya

68 Dado que el rango recomendable de azúcar en sangre debe ser de 70 a 100Mg. / Dl. El “excedente” en este caso sería de 160 miligramos por cada decilitrode sangre, y toda persona tiene en su torrente sanguíneo alrededor de 44decilitros (4.4 litros) siendo así que ese nivel de azúcar excedente es de alre-dedor de la minúscula cantidad de SIETE GRAMOS.

Y lo deseable es que ese azúcar (vital para el organismo humano), no hayaprocedido de azúcares refinados, que se asimilan de forma anormal, sino delos azúcares contenidos en la mayoría de los alimentos naturales.69 Y como referimos, un ciudadano de 50 años pudo haber consumido más dedos toneladas de azúcares refinados en su vida, (tomando como base el consu-mo promedio de los últimos 50 años), por lo que sólo podemos sentir admira-ción por la extraordinaria capacidad de resistencia del cuerpo humano antesemejante abuso.

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tantas personas diabéticas, sino lo admirable es queno se hayan enfermado antes.

Pero como le decíamos, ni se inmute, nadie hará elcálculo; por tanto, sólo hay que enfocarse en lograr esa“permisividad” ante el público, y con esa inocentonaactitud del “nada con exceso”, o “no hay que ser tanexagerados”, ya lo hizo todo. Por más fuertes que seanlas señales de alerta, Usted podrá continuar exacta-mente igual, como si no pasara absolutamente nada.

Y para ser congruentes con esa permisividad, aplíque-lo también en Usted mismo: Siga vendiendo suschácharas endulzadas, y repítase cada instante a símismo: “Sólo consume cada ciudadano al día alrede-dor de 140 gramos de azúcares”, y con eso conseguirátranquilizar su almibarada y seguramente también pega-josa conciencia.

TERCER PASO

SUSTITUTOS DEL AZÚCAR

Lo más probable es que, al paso de los años, sea tal elvolumen de información contundente contra la adiciónde azúcar refinado en el alimento procesado, que Us-ted, nuestro sagaz empresario, tendrá que pensar se-riamente en prescindir de ese en apariencia inofensi-vo polvito blanco. Pero no se asuste, no quiere decireso que su hermoso negocito se le vendrá abajo.

La verdad es que si sus clientes actuaran de formainteligente, harían por completo de lado todos los pro-ductos procesados y adicionados de azúcares y sabo-rizantes, y de una vez por todas, optarían por los pro-ductos naturales. Lo cual entre otras cosas, disminuiríade forma notable las probabilidades de caer víctimasde enfermedades crónico-degenerativas.

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Pero eso sería desastroso para Usted; por tanto, es im-prescindible ir analizando otra alternativa, a fin depoder continuar explotando al máximo esa dulceadicción que tanto le costó inculcar, y seguir “endul-zando” el paladar de su nada afortunada clientela.

Si por Usted fuera, ojalá nunca descubrieran que el café,frutas, cereales, verduras, leguminosas, oleaginosas, tu-bérculos, lácteos, carnes y todos los demás alimentos na-turales, debidamente preparados y combinados, no sóloson una excelente opción, sino la mejor.

Por consiguiente, no sólo no les quite esa adicción a lodulce, —tanto que se esforzó para ello— sino más bienexplótela al máximo, pero váyase preparando con sus-titutos por si de pronto sus clientes o las autoridadesabren los ojos. Porque si se destapa la amenaza realdel azúcar de golpe, qué cree, las fallas cardiacas queahora les dan a muchos de sus clientes, con el desplo-me en sus ventas, se le trasladarán a Usted.

Por eso hay que ir avanzando en el terreno de lossucedáneos del azúcar, y la ventaja que tendremos conellos, es que todavía no se han descubierto a plenitudtodos sus inconvenientes, tal y como sucedía precisa-mente en los primeros tiempos del uso masivo del azú-car, —a principios del siglo XX— donde sólo una abru-madora minoría de personas, como que intuía que algono podría andar bien con ese supuestamente maravi-lloso polvito blanco.

Por tanto, a reserva de que al paso de los años vayan apare-ciendo los inconvenientes de los sucedáneos del azúcar, demanera confidencial, —no lo divulgue— le presentamos unamuy importante desventaja: Esos sustitutos alteran laimportantísima relación o “balance” entre “acidez yalcalinidad” que debe haber en el cuerpo humano.

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En química, hay una manera de medir ese delicadobalance, y es a través de un índice llamado “pH”.70 ElpH considerado como deseable para el ser humano, osci-la sobre los 7.4, y cuando el pH baja, es que se trata dealgo ácido, como el caso del café, alcohol, azúcares yharinas refinadas y otros productos procesados.

Y cuando el pH tiende a subir de 7.4, se consideracomo “alcalino”. Otra de las razones de ingerir sufi-ciente agua natural, es que su pH, como es “neutro”,de forma natural, al consumirla, tiende a equilibrarcualquier inclinación momentánea hacia lo “ácido” olo “alcalino”, porque lo deseable es, como decíamos,mantener el organismo cercano a un pH de 7.4

Es nuestro deber informarle a Usted, nuestro traviesodiscípulo, que ha habido investigadores muy destacadosque se han atrevido a señalar que una mayor acidez habi-tual podría contribuir al desarrollo del cáncer. Y citamosa una de esas voces: la del físico y químico alemán Dr.Otto Warburg,71 quien afirmó que una de las causas pri-marias del cáncer, radica en la falta de suministro apro-piado de oxígeno a nivel celular,72 señalando como unade las causas la fermentación de los azúcares.

70 Esa escala de medición entre “acidez” y “alcalinidad” se mide por el llama-do “pH”, el cual pretende medir la concentración de iones de hidrógeno (H+)en una solución acuosa. Esta abreviatura “pH” proviene del término francés“pouvoir hydrogène”, o también se podría decir: “potentiel hydrogène”,(“potencial hidrógeno”) considerándose como deseable para el organismo hu-mano el nivel del 7.4; y precisamente por eso, por ese “balance ideal” huma-no de 7.4, clínicamente hablando, cuando el pH disminuye de 7.4, se diceque es “ácido”, y si se ubica de 7.4 a 14, se considera como alcalino”.71 Dr. Otto Warburg, (1883-1970), quien fue galardonado con el premio Nobelde Fisiología y Medicina en el año de 1931, y uno de sus obras fue “THEMETABOLISM OF TUMORS” (“El metabolismo de los tumores”).72 Recordará también cómo en páginas anteriores detallábamos que, cuandouna persona toma malas decisiones alimenticias, y consume de forma...

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EL FUTURO CHATARRA

Más adelante otros investigadores, como los doctoresKeichi Morishita73 y Herman Aihara74 añadieron queesa falta de oxigenación a nivel celular, es una meraconsecuencia de una elevada acidez, derivada del con-sumo reiterado de alimentos inadecuados, entre loscuales mencionaron los azúcares y harinas refinadas.

Y sucede que, a reserva de otros inconvenientes queirán surgiendo al paso de los años, los sustitutos delazúcar, si bien “mejoran el sabor”, también aumentanla acidez y contribuyen a provocar los males citados.

En este caso, la estrategia será: Usarlos, y hacer tam-bién como que no sabemos nada. Que su clientela sigadisfrutando del endulzamiento, sea con endulzantesreales o falsos. Lo importante es que su caja registra-dora siga en plena actividad.

CUARTO PASO

ESCOJA ENDULZANTES BARATOS

Cada vez que vea en el mercado un producto que pue-da sustituir al azúcar común (denominado sacarosa),

...reiterada azúcares refinados, se lleva a cabo un nefasto mecanismo conoci-do en la ciencia médica como el “proceso inflamatorio”, el cual, entre otrosinconvenientes, dificulta bastante la difusión del oxígeno en el interior decada célula; lo cual este destacado investigador lo señaló (oxigenación celularinsuficiente) en su momento como inductor de cáncer.

Los médicos saben perfectamente, que la hipoxemia celular, (bajo nivel deoxígenación en la célula) se presenta de forma automática en el organismocuando el adiposito (célula grasa), se hipertrofia (o sea, crece o se “expande”en su tamaño) lo que a su vez provoca que el flujo sanguíneo capilar seainsuficiente para el apropiado abastecimiento de nutrientes clave y oxígenoen las células.73 Autor del libro “THE HIDDEN TRUTH OF CANCER” (“La verdad ocultadel cáncer”) de la Editorial GEORGE OHSAWA MACROBIOTICFOUNDATION, (USA)74 Autor del libro “ACID & ALKALINE” (“¿Ácido o Alcalino?”) de la EditorialGEORGE OHSAWA MACROBIOTIC FOUNDATION, (USA)

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haga primero el consiguiente cálculo aritmético y, si leconviene, esté listo para sustituirlo de inmediato. ¿Quétomaremos en cuenta?

Principalmente dos elementos: Su costo directo y lue-go, su poder endulzante, ya que si su capacidad deendulzar es mayor, podrá usar menos cantidad (gas-tando menos), ya que no olvide, lo realmente impor-tante es: Su bolsillo.

Por ejemplo en el momento actual, tenemos una pro-puesta: La fructosa.75 Ya desde su mismo nombre re-sulta comercialmente atrayente, porque cuando un con-sumidor vea esta denominación dentro de los “in-gredientes” de cualquier producto, pensará erróneamen-te —hay que dejarlo con esa idea— que se está refiriendoa un cierto endulzante “más natural” extraído de la fruta,lo cual está muy alejado de la realidad.

La fructosa, no sólo es una clase más de azúcar refina-do, sino que la diferencia básica, es que la fructosa nose extrae de la caña de azúcar, ni de la remolacha(betabel) sino principalmente del maíz. Pero adquiereuna característica especial: Sus efectos nocivos sobreel organismo, son aún peores que los del azúcar decaña, remolacha y otros.76

75 La fructosa se conoce comercialmente como: JARABE DE MAÍZ DE ALTAFRUCTOSA, (En inglés “HIGH FRUCTOSE CORN SYRUP” o HFCS) el cualse extrae principalmente del maíz amarillo, en una variedad usada mucho enlos Estados Unidos por un especialmente alto contenido de carbohidratos, envirtud de lo cual, se emplea mucho en la engorda del ganado. Y tiene unacapacidad de endulzar 1.7 veces más que la sacarosa (azúcar común) loque hace que se utilice menor cantidad de fructosa para endulzar al mis-mo nivel.76 A raíz de las recientes noticias negativas del mundo de la investigaciónmédica y científica, y del consecuente desprestigio del término fructosa,algunas corporaciones comerciales, principalmente en los Estados Unidos,...

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Y cosa curiosa, hace algunas décadas, se pensó —erró-neamente— que dado que la fructosa no generaba laelevación automática en el organismo de los niveles deinsulina, se podría estar frente a un sustituto ideal de lasacarosa, o azúcar común.

Hoy en día, se sabe que justamente el hecho de que elorganismo no genere esa brusca elevación en los nive-les de insulina en la sangre, —en un organismo todavíasano— convierte a este tipo de azúcar refinado, —fructosa— en un producto mucho más nocivo para elorganismo.

Es altamente probable que esa falta de respuestainsulínica del cuerpo humano, no se deba tanto a loque originalmente se pensó, que la fructosa era menosdañina, sino a una cierta particularidad en cuanto a suasimilación: La fructosa debe ser metabolizada princi-palmente por el hígado, a diferencia de la glucosa, quese metaboliza por casi todas las células, lo que, ade-más, modifica los mecanismos naturales de saciedaddel organismo.77

...han pretendido utilizar otro nombre para referirse a la fructosa, y hantratado de emplear el término: “Azúcar de maíz”. En nuestra opinión resultamás “inocente” el nombre de “fructosa”, porque da la falsa impresión de quese trata de algo extraído de la fruta.77 Otra particularidad que hace especialmente dañina la fructosa, es quepara el organismo, su metabolización es más complicada; por ejemplo, paraasimilarla, debe emplear fosfato, mismo elemento que el cuerpo toma delATP (Trifosfato de adenosina, se le denomina ATP del inglés: ADENOSINETRIPHOSPHATE, el cual es una especie de “moneda de cambio” en materiaenergética, y es fundamental en el organismo) lo que a su vez provoca quehaya falta de ATP en algunas células, y su deficiencia produce isquemia(reducción en la irrigación sanguínea), lo que afecta entre otras cosas, lostúbulos renales, el endotelio capilar, disfunción en la síntesis proteínica, yaumenta el estrés oxidativo que ya citamos.

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Y observe bien, nuestro dulce y nada mañoso apren-diz: El hecho de que el organismo altere los mecanis-mos de “saciedad”, misma señal natural que evitaríaque sus desafortunados clientes coman en exceso.78 Y¿qué sucederá? Al consumir cada uno más de lo desea-ble, eso beneficiará bastante su bolsillo.

Y cuando veamos que muchos miembros de su gentilclientela consumen más de lo necesario, obviamentetambién fingiremos que no sabemos por qué actúanasí,CC pero, ¿se da cuenta de cuánto representará esoen dinero para Usted?

Es cierto que el hecho de añadir fructosa también pro-vocará desequilibrios entre los niveles de ciertos lípidosde una persona, (incrementando los niveles de los áci-dos grasos de baja densidad, y disminuyendo los dealta) lo que pondrá en cierto riesgo a su sistema cardio-vascular,DD pero no podríamos convertirnos en una es-pecie de guardianes de salud pública; nunca olvide,nuestro abnegado alumno, que es lo verdaderamenteimportante: Sus ingresos; de lo demás, olvídese.

Reconocemos que cada día fluye más información per-fectamente documentada,FF en el sentido de que elexcederse en el consumo de fructosa por el ser huma-no,79 acarrea serios riesgos para la salud, tales como

78 Nunca vaya a cometer el error de mencionar que el comer en exceso es unade las más importantes fuentes de acidez en el organismo, lo que conduce aotra amplia gama de problemas, entre ellos, lo que analizamos en el puntoanterior.79 En virtud de que la sacarosa (azúcar común) está conformada por 50% deglucosa y 50% de fructosa, al encontrarse el consumo por habitante de azú-car (sacarosa) a niveles tan elevados, si además se consume la fructosa deforma más concentrada (La HFCS también contiene algo de glucosa, aunqueen una menor proporción, dado que la fructosa es su principal componente)ello sitúa el consumo de fructosa en un nivel riesgoso para la salud.

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influir poderosamente en el desarrollo del síndromemetabólico,80 el cual se considera como una de las cau-sas básicas que desemboca en problemas cardiovascu-lares graves o en diabetes mellitus tipo II.FF

También se ha podido observar que la ingesta superiora los 50 gramos diarios de fructosa, —como actualmen-te sucede en el promedio nacional— eleva los índicesde ácido úrico, incluso ello se ha comprobado a nivelexperimental tanto en animales como en humanos enlaboratorio. Esto ha llevado a muchos investigadores,a dilucidar por qué ciertos grupos podrían estar mássusceptibles a desarrollar diabetes.

Pero estos inconvenientes a la salud son nada, compa-rados con las ventajas que conlleva para Usted, nues-tro noble empresario, ya que la fructosa tiene un po-der endulzante mucho mayor, de tal modo que conmenor cantidad, endulzará lo mismo, lo que se tradu-cirá en una ganancia superior.

Por si fuera poco, la fructosa puede conservar mejorlos sabores, colores y hasta la textura de sus maravi-llas, así como permitir mejor que un producto se con-serve en los anaqueles. ¡Ah! Y regresando a los incon-venientes a la salud, acuérdese que mientras no sedifunda demasiado, Usted como si no supiera nada,porque vea lo que le sugerimos en el siguiente:

80 Síndrome metabólico: Se le conoce con el conjunto de factores de riesgoexistentes en una persona, mismos que aumentan la probabilidad de padeceruna enfermedad cardiovascular o diabetes mellitus tipo II.

El porcentaje de personas que padece del síndrome metabólico, cada díacrece en los países con una dieta alta en azúcares y harinas refinadas.

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QUINTO PASO

PROPAGANDA

A lo largo de la historia, ha habido infinidad de perso-nas que han utilizado la propaganda con mucho éxito.Casi le podríamos decir que sin ella, para bien o paramal, el curso de los acontecimientos, hubiera sido com-pletamente diferente.

Se han visto casos extremos, donde un uso malévolo de lasicología de masas, aunado a un uso monopólico de losmedios de comunicación, han tenido resultados sor-prendentes. Por tanto Usted, nuestro nada mañosoalumno, podrá también obtener resultados espectacu-lares, por dos razones muy sencillas:

Por el momento, cuenta con plena libertad para hacer-lo y, además, sus productos son de apariencia tan bo-nachona e inofensiva, que la mayoría del público, au-toridades sanitarias y legislativas, —salvo muy honrosasexcepciones— todavía no se han percatado de todoslos alcances sociales, humanos y económicos que elloacarrea.

Paralelamente, ahora estamos a tiempo de contrarres-tar, a través de una efectiva campaña, las advertenciasde médicos, investigadores y científicos que de formacreciente exponen ante el público.

Por eso, a través de una inteligente campaña en losmedios, estamos en una privilegiada posición paradesactivar a esos entrometidos, que con argumentossólidos, alertan a la comunidad nacional e internacio-nal. ¿Cómo podríamos proceder?

Antes que nada, para que asimile bien el poderoso efec-to mediático, le describiremos el conocido caso de un

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truculento personaje del siglo XX, Joseph Paul Goebbels,81

que respaldó su convicción política, con una demasiadoefectiva propaganda, exaltaba tanto las pretendidas bon-dades de su líder, que eso, fue el factor decisivo para queHitler, —más que la fuerza de las armas— recibiera elapoyo popular hasta el mismísimo final.

Pero hay un hecho que muchos no consideran: Fue talel empeño de Goebbels de lograr su propósito, queacabó creyéndose él mismo sus propias mentiras. Poreso nos permitimos exponerle este lamentable ejem-plo, para que si emplea la mercadotecnia de formacontundente, no cometa el mismo error: Creerse suspropias mentiras.

Es digno de resaltar cómo ese axioma de Goebbels derepetir algo incesantemente, hasta convertirlo en unasupuesta verdad, no sólo le funcionó hacia los demás,sino que acabó atrapándolo a él mismo. Prueba deello es que para el final de sus días, a pesar de que elpropio Hitler le ofrecía un avión para que escapara sufamilia, optaron Goebbels y su esposa, no sólo por elsuicidio de ellos mismos, sino también por el sacrificiode sus hijos,82 declarando: “El mundo sin Hitler, no tie-ne sentido”.

81 Joseph Paul Goebbels, (1897-1945) fue “Ministro de Propaganda” en el régi-men de Adolfo Hitler, y fue quien acuñó la frase “repite una mentira milveces, y acabarán por creerla”.82 Fue tal su grado de fanatismo y auto-convencimiento, derivado en sumayor parte del gran flujo de información propagandística favorable al dicta-dor que constantemente salía de su “Ministerio de Propaganda”, que los nom-bres de sus seis hijos, en su primera inicial, siempre tuvieron una “H” enhonor a Hitler. Sus nombres fueron: Helga, Hildegard, Helmut, Holdine,Hedwig, y Heidrun; y para evitar que algunos de ellos objetaran el proyecta-do “suicidio” familiar, —seguramente los más grandes— les administraronprimero un potente somnífero, y después, profundamente dormidos, les hi-cieron tragar una cápsula de cianuro, para enseguida suicidarse los padres.

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Nosotros, como aspirantes a asesores de Usted, nuestrohonesto discípulo, le queremos evitar algo parecido: queempiece a creerse las pretendidas bondades de suschácharas, y Usted o su familia comiencen a consumirlas.

Una vez hecha esta importante advertencia, procede-mos a detallarle las grandes cosas que puede lograrcon el empleo eficiente de esta fabulosa arma.

Lo primero que debe tener presente, es que a fin decuentas, no será Usted quien pague por ella, sino susconsumidores. ¿Por qué? Cuando cada uno de sus des-afortunados clientes adquiera una de sus maravillas,no solamente estará pagando esa insignificante partedel costo directo de cada una, sino observe:

Sin siquiera darse cuenta, cada consumidor pagará nosólo por el envase, distribución, administración, pagosa sus expertos asesores, —como nosotros— sino tam-bién cubrirán de forma invisible los gastos de publici-dad; ¡Ah! y además, dentro de esa erogación del clien-te irán sus sagradas utilidades. Así que, díganos, ¿quiénpagará por lo que gaste en publicidad? El propio consu-midor. Él resultará pagando por lo que le costó atra-parlo. ¡Fabuloso! ¿No?

Y lo mejor de todo es que a mayor inversión en elrubro, mayor será el segmento del mercado que consi-ga. Ahora bien, ¿cómo podríamos aprovechar mejoreso? Mire Usted, como ya le mencionamos, a base deestar repitiendo constantemente las supuestas bonda-des de sus productos, llegarán los consumidores a con-siderarlos como parte de su propia vida y tan “natura-les” como los árboles.

Podrá también Usted, como ya le comentamos, cuandoconvenga, orientarse ya sea hacia la niñez, mediante

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programas especialmente dirigidos a ellos, o hacia lasamas de casa, o a casi cualquier objetivo que elija.

Este inesperado poder tendrá una relevancia que qui-zá ahora aún no vislumbra, y la razón de ello es lasiguiente: Con esa cantidad destinada a publicidad, quepuede llegar a representar un monto muy importante,podría ejercer cierta influencia hacia algún medio es-pecífico, tratando —no siempre lo logrará— de impo-ner sus particulares puntos de vista.

Hay quien afirma que como consecuencia de ese im-portante monto erogado en publicidad, si Usted así lodeseara, se podría eventualmente hasta ejercer unaespecie de boicot publicitario contra ciertos medios opersonas que no compartan su personal ideología, ytodo ello, con el dinero que a fin de cuentas paga elconsumidor. Más favorecido, no podría estar.

Le exponemos otro caso. Si en cierto momento comienzaa incrementarse la presión del argumento científicocontra los productos azucarados, al haber adquiridoUsted tanta importancia entre algunos medios, podráinstrumentar una política como la siguiente:

Con esa privilegiada posición, podría estructurar unacampaña que diga más o menos esto: Que las decenasde miles de millones de pesos que los dulces empresa-rios perciben, “están creando empleos, ayudando a laeconomía, generando impuestos y bienestar”.

Y al tener Usted la sartén por el mango, difícilmentepodría alguien tener el poder para difundir lo que enrealidad sucede:

Si el público no gastara esa catarata de recursos encomida chatarra, ello no significa que los consumido-

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res van a hacer una gigantesca fogata con el dinero nogastado en sus chácharas, sino que lo emplearán enviajes, mejoras a su casa, ropa, educación, alimentosnaturales, equipo de cómputo e infinidad de cosas másque no sólo también generarán empleos, impuestos,mejorarán la economía y muchas otras cosas, sino lomás importante, no representarán un daño social yhumano.

Tampoco recapacitarán muchos legisladores y autorida-des, que los impuestos que no reciban por esa vía, losrecibirán por otra: Por la misma activación económicaque se haya generado en los otros renglones alternativos.

Pero insistimos, quien tenga la fuerza mediática paradecirlo de forma masiva, ganará la partida. Y comovan las cosas, Usted la tendrá, y sus contrarios no.

Otro caso donde puede influir mucho a manera de sub-terfugio: Haga filtrar el dato de que el brote de lasenfermedades crónico-degenerativas, proviene princi-palmente de la “falta de ejercicio”. Muchos lo creerán.

Obviamente el ejercicio regular ayuda de forma extraor-dinaria, no sólo para la diabetes, sino para una muy am-plia variedad de cuestiones del organismo, pero el factorclave y determinante de la fisiopatología de las enferme-dades crónico-degenerativas, es el alimento; de otra for-ma, los obreros, albañiles, campesinos y otros grupos querealizan extenuantes trabajos físicos, si fuera cierto quela causa deriva básicamente del ejercicio, casi no caeríanvíctimas de esos padecimientos, pero no es así. (Aunqueinsistimos, el ejercicio ayuda bastante).

Pero aquí también, quien tenga la capacidad de decir-lo de forma masiva, impondrá su verdad; por tantoUsted, a repetir eso del “ejercicio”, y con ello, tratará

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de lavarse las manos, cual si fuera la versión mejoradao moderna de Poncio Pilatos.

Y a propósito de “lavamientos de manos”, cuando ela-bore anuncios comerciales, inserte al pie de ellos algocomo esto: “Consuma frutas y verduras”, mismo men-saje que obviamente nadie hará caso, pero esta senci-lla frase tendrá un propósito dual: Más de alguno cree-rá que en realidad se preocupa por la salud, y, por otrolado, cuando llegue el momento en que le imputenresponsabilidades civiles o penales, podrá argumentarque “Usted lo advirtió en sus anuncios”.

Analice también este otro enfoque: Es altamente pro-bable, que al paso de los años, la opinión pública seopondrá cada vez más, al empleo de todo tipo de azú-cares (reales o falsos) en los alimentos, —pero no con-taban con su astucia— porque aprovechando su influen-cia en medios, le sugerimos difundir lo siguiente:

“Hay millones de familias que dependen de toda laindustria azucarera, y una drástica limitación al consu-mo de azúcares sería desastrosa, no sólo para esas per-sonas, sino para todo el país”. No nos negará que suenaimpactante, ¿no?

Con su hermoso poder de influencia ante los medios, po-dría impedir salir a la luz otro enfoque diferente: Quetodos esos millones de toneladas que ahora se utilizancomo un simple anzuelo para inducir el consumo de susdulces maravillas, se podrían emplear mucho mejor,—evitando el fenomenal daño a la salud actual— en laproducción de gasolinas y otras fuentes de energía.83

83 Como sucede actualmente en BRASIL, donde elaboran una gran cantidadde ALCOHOL procedente de la “Caña de azúcar”, mismo que se le añade a lagasolina, con el que no sólo logran muy importantes ahorros de combus-...

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Si se lograra realizar semejante cambio y borrar esecuentito del “daño a la industria azucarera nacional”,no sólo no se perjudicaría en absoluto a esa importan-te rama de la agroindustria, sino que se traduciría enun enorme beneficio ecológico,84 económico y social, yhasta disminuiría la dependencia hacia gasolinas im-portadas.

Pero lo más relevante de todo, es que, al evitarse elpaso de esas millones de toneladas de azúcar refinadapor el organismo de nuestros conciudadanos, ello setraduciría en extraordinarias mejoras en su salud, loque a su vez se reflejaría en menores gastos médicos,85

incrementos en la productividad personal y muchasotras cosas.

Sin embargo, para el dulce negocio alimentario, eso seríafatal, porque el consumo se orientaría mayoritariamentehacia los productos naturales, de donde se proveería elpúblico de los carbohidratos simples y complejos (azúca-res naturales), vitaminas,86 minerales, aminoácidos,enzimas y demás nutrientes clave. Pero insistimos, lo malo

...tible derivado del petróleo, sino que ese nuevo combustible es mucho me-nos contaminante. ÁLCOOL CARBURANTE, UMA ESTRATÉGIA BRASILEIRA(Alcohol como combustible, una estrategia brasileña) Léo da Rocha Lima,Aluizio de Abreu Marcondes. Editora UFPR. (BRASIL)84 La gasolina con añadido de alcohol extraído del azúcar, es significativamentemenos agresiva al medio ambiente.85 Lo que además evitaría el actual “bloqueo” que padece ahora el sistema desalud pública, ya que actualmente, por atender esa abrumadora cantidad depacientes con enfermedades crónico-degenerativas, el sistema de salud estáimposibilitado para atender bien los servicios “normales” de una comunidad,tales como maternidad, vejez, traumatología, vacunación y otros serviciosvitales. Pero si se elimina la causa básica de los padecimientos actuales, sepuede atender mucho mejor a la población asegurada.86 Y hablando de vitaminas, dado que las dulces maravillas procesadas ado-lecen de la mayoría de los nutrientes y elementos clave de los alimentosnaturales, les aconsejamos a los empresarios del ramo, añadan la...

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es que eso que sería fantástico para la sociedad, seríadesastroso para Usted.

Imagínese, tendría que dedicarse a la producción ycomercialización de productos naturales, actividad don-de tendría que trabajar mucho más, y con un mar-gen de utilidad menor. Por lo tanto, mejor hay queinducirlos, —mediante el uso de los medios de comuni-cación— a que se dirijan hacia donde le convenga aUsted, y no a donde les convenga a ellos.

Ahora díganos con franqueza, ¿Podría Usted “guiarlosen la dirección correcta” sin emplear los medios masi-vos de comunicación? Claro que no. Así como Goebbelsjamás hubiera podido llevar a su pueblo en la direc-ción que lo hizo, de no haber podido usarlos.

No alcanzaríamos a citarle la gran cantidad de casos,donde puede y debe influir poderosamente sobre laopinión pública, a fin de guiarlos en la dirección conve-niente para sus intereses.

Por eso, ahí están los medios de comunicación espe-rando por Usted, y acuérdese —para que no le duelagastar mucho en este rubro— que a fin de cuentas,quien resultará pagando por cada “orientador” mensa-je suyo, será el consumidor, así que mientras pueda,explote al máximo esta extraordinaria ventaja.

...leyenda: “contiene vitaminas”, mismas que efectivamente le puede añadiralgunas de forma artificial, las cuales no tendrán comparación con las exis-tentes en los productos naturales, pero es probable que hagan creer a algunosque esos productos pueden ayudar a su salud.

También sugerimos que cuando el contenido de azúcares de un producto seademasiado elevado, además de indicar su contenido con letra minúscula,indiquen el contenido de calorías estratégicamente dividido en “porciones” reduci-das, para que muchos consumidores estimen que esa cantidad calórica “no estan grande”.

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SEXTO PASO

CABILDEO DE ALTURA

Los individuos previsores siempre se adelantan a losacontecimientos, y Usted debe ser uno de ellos. Peroquizá no sea suficiente estar adelante, sino tambiéntener la estrategia correcta, —para eso le asesorare-mos— y una de nuestras recomendaciones es estar cer-ca de quienes tomen las decisiones clave del país.

Créanos que conjuntando buena estrategia, decisionesacertadas y buenas relaciones podrá tener resultadosextraordinarios para el crecimiento de su dulce nego-cio. Le ponemos un sencillo ejemplo:

Hace algunos años en México, —a principios de la dé-cada del año 2000— se juzgó pertinente que se aproba-ra una serie de leyes e iniciativas para que se permitie-ra (cuando así conviniese por su precio) el empleo defructosa (“Jarabe de maíz de alta fructosa”, o JMAF) enlos refrescos, sustituyendo la sacarosa (azúcar común),con el propósito de lograr mayores ganancias, aunque—siempre hay peros— ello implicaría un pequeñopecadillo: La fructosa es más dañina para la salud.

Díganos, ¿Cómo se hubiera podido lograr semejante“avance”, sin una conveniente cercanía con algunaspersonas que tomaran decisiones? Porque no crea quefueron pocos quienes se opusieron, exponiéndolo detodas las formas posibles, pero nada lograron.

Y como prueba de la “buena gestión” de los impulsoresde la fructosa, en este momento, está perfectamentepermitido el empleo de ella, sin importar que los índi-ces de obesidad, diabetes, hipertensión y otros proble-mas graves sigan a la alza.

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Y esto no sólo se aplica a asuntos ya pasados, sino en loque siga en los próximos años y décadas.

Vamos a suponer que saliera una ley que, buscando elbeneficio común, limitara de alguna forma la activi-dad de Usted y su dulce pandilla de empresarios, ¿seimagina la magnitud del “desastre”? Por eso, hay queadelantarse, y no esperar a que nos lleguen las cosas yacocinadas.

Le plantearemos una hipótesis, no sin antes explicarlelos antecedentes: En el momento actual, el fenomenalcosto financiero derivado de las enfermedades cróni-co-degenerativas, es pagado de diversas formas por todala población, pero si alguien propone que dicho costodebiera ser pagado de forma individualizada, —ojo—dependiendo del cuidado que cada quien tuviera de símismo, eso sería excelente para la comunidad, peronefasto para Usted. ¿Por qué? Mire Usted:

Si reunimos al azar a un grupo de personas entre 45 y60 años, le podemos asegurar que un cierto porcentajede ellos ya ha caído víctima de la alimentación inade-cuada, lo que se ha manifestado en una o varias de lasenfermedades citadas en la lección anterior.

Pero lo que ellos ahora NO han advertido, —y qué bue-no para Usted que así sea— es que quienes “se portanmal”, en cuanto a sus hábitos personales, tácitamentese recargan sobre los demás, ya que los costos médicosy hospitalarios derivados de haberlos atendido, aun-que en apariencia los pague cierta “institución” públi-ca o privada, la verdad, es que esos organismos losrepercutirán hacia todos. ¿Cómo está eso?

En las instituciones públicas se reflejarán a través demayores erogaciones federales, (que se pagarán vía

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impuestos o deuda pública); y en las instituciones priva-das, se repercutirán a través de un aumento en el costode las primas de seguro, pero no lo dude ni por un segun-do, actualmente, el astronómico gasto médico, de unaforma u otra, repercute en toda la comunidad.

Ello equivale —le pondremos un ejemplo— a que si enun salón de clase cualquiera, el profesor, en un acto de“bondad”, decidera “promediar” los resultados indivi-duales con los de todo el grupo, ¿sabe que sucedería?Acertó. El nivel de esfuerzo y aprendizaje disminuiríabastante. No habría incentivo a quien estudie más.

Algo parecido sucede en nuestra sociedad, ya que ac-tualmente el asegurado asume que el costo por aten-derlo por esa institución pública o privada, “él no lopaga” cuando no es así, lo que pasa es que de algunaforma “se promedia” entre todos, como en el ejemplodel salón de clase.

Pero, si existiese una prima variable, que dependieradel cuidado personal, o dicho de otro modo, del man-tenimiento adecuado de ciertos factores de riesgo, ta-les como obesidad, tabaquismo y otros elementos cla-ve, créanos que la cosa cambia por completo.

A partir de ese momento, el asegurado del sistema desalud pública o privada, no sólo tratará de cuidarse —buscando una menor cuota personal— sino que, además,ya no se considerará como un elemento pasivo, sino comolo que realmente es: Una parte importante de la solu-ción, una especie de “factor de cambio” social.87

87 Actualmente hay formas de evaluar clínicamente los factores de riesgo enque incurra cada asegurado.

Hacemos énfasis en esto, porque una de las soluciones para las institucionesde salud pública o privada está en individualizar o personalizar el costo...

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Pero aquí volvemos a lo mismo. Lo que es bueno parala comunidad, no es bueno para Usted. Porque elloharía que cada asegurado —imagínese— tomando másconciencia de los “factores de riesgo”, y buscando pa-gar una menor cuota, disminuyese la cantidad de re-frescos, donas, buñuelos, chocolates88 y muchísimas co-sas más de sus dulces maravillas. ¿Considera que esoimpactaría la prosperidad económica de su dulce em-presa? Por supuesto.

Es cierto que eso mejoraría bastante la salud personaly la de toda la comunidad, pero como a Usted lo que ledebe interesar es su cuenta bancaria, hay que sacar lasantenas desde ahora.

Siendo así que para evitar semejante desgracia contrasu negocito, hay que cabildear bien entre la gente quetome decisiones, para “convencerlos” de alguna mane-ra, que eso sería altamente dañino para la Patria, o aver que les inventa.

O incluso se la planteamos peor, imagínese, —la solaidea nos da escalofrío— que dado el daño humano yeconómico al país, si algunos legisladores impulsaranla nefasta idea de gravar de forma importante todoslos productos adicionados con azúcares, para que losingresos de ese rubro contribuyeran al menos en partea cubrir esa catarata de recursos públicos que forzosa-

...de la prima de cada asegurado, dependiendo del mantenimiento apropiadode sus propios “factores de riesgo”, ya que cada persona, al buscar un menorcosto de su seguro personal, no sólo se cuidaría a sí mismo, sino tambiéncontribuiría a un mejor estado de salud de la población en lo general.

Incentivaría un mucho mejor cuidado personal, lo que derivaría en un mu-cho mayor beneficio colectivo, que sería real y perfectamente cuantificable.88 Así como el tabaco y otras sustancias nocivas a la salud.

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mente se deben canalizar hacia el renglón salud. Esamedida elevaría sustancialmente el precio de venta desus maravillas, lo que disminuiría su consumo.

Y continuando en hipótesis desastrosas para Usted, ¿quépasaría si se implantan ambas medidas, y por un ladose aplica una prima de seguro variable, dependiendodel cuidado personal de los factores de riesgo, y para-lelamente, se gravaran los productos considerados comoinconvenientes a la salud?

Aquí entre nos, —no lo mencione ni a manera de bro-ma— lo sorprendente no sería que ambas medidas seaplicaran, sino lo extraño es que no se hayan hechodesde hace décadas, dado el fenomenal daño económi-co y humano hacia la comunidad.

Así le podríamos mencionar muchos casos más que lepueden afectar, precisamente por eso, le expusimos laextraordinaria importancia de formar un equipo espe-cial para cabildear con las personas clave, para que seadelante, e impida que se aprueben medidas contra sudulce negocito.

Si no es capaz de influir convenientemente ante lasautoridades, la fuerza de la razón y del sentido común,actuarán fuertemente contra Usted y su dulce empre-sa. En cambio, si está bien relacionado, podrá hacermaravillas, y su favorable situación actual, la podráprolongar por mucho más tiempo, aunque también leadvertimos: Va a llegar un momento en que el país seenfrentará a una situación insostenible, y tendrá queactuar de una forma u otra, pero mientras, alargue lasituación actual, para ganar más dinero.

Por tanto, recapitulando sobre lo expuesto en esta lec-ción, donde nos permitimos planearle la estrategia a

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seguir, le aseguramos que, siguiendo al pie de la letralos pasos sugeridos, logrará un efecto impactante ensus ventas y utilidades. Y al combinarse entre sí losefectos de cada sugerencia nuestra, no sólo conseguirásus metas económicas, sino que pasará ante la ciuda-danía como un emprendedor y audaz empresario, aun-que la realidad sea otra muy diferente.

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LECCIÓN V

RECTIFICACIÓN TOTAL

RENUNCIA ANTICIPADA

Al estar preparando la presente lección, ocurrió algoimprevisto: Caímos en cuenta que estábamos come-tiendo un gran error al pretender convertirnos en su-puestos “asesores” de un dulce empresario.

Nos dimos cuenta, afortunadamente a tiempo, de que,al aspirar a ese puesto, estábamos incurriendo en eldesatino más grande —sociológicamente hablando— enque los humanos hemos caído a lo largo de todos lossiglos de historia, que es:

Desligar ese indestructible aunque invisible vínculo queexiste entre la actuación individual, y las inevitables re-percusiones, primero, hacia los demás, y en última ins-tancia hacia sí mismo. Y seguramente muchos lectoresse sorprenderían si les dijéramos que de esta, al pare-cer “intrascendente” visión, —que incluso la mayoríaconsidera casi como normal— se deriva la mayor partede los problemas que hoy tenemos.

¡Ah caramba! ¿Cómo podría ser esto posible? ¿Cuál esel origen real de esto? Este al parecer inofensivo fenó-meno sociológico, deriva de una miopía y una superfi-cialidad extraordinarias, mismas que han impedido quenos percatemos, que si bien cada acción influirá sobreel entorno, —hasta ahí medio entendemos— tambiénse nos revertirá a todos de diversas formas, en unaespecie de infalible “acción de regreso”.

Y quizá no imagine ahora todos los alcances que estalimitada visión social conlleva, pero mire, esta equi-

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vocada forma de actuar, (misma que muchos consi-deran, casi como “normal”) en realidad constituyeuna de las causas básicas de la patética situaciónque nos rodea.89

¿A qué nos referimos? Se lo expondremos precisamen-te con el propio ejemplo del alimento: Si nosotros, pre-tendiendo convertirnos en “asesores”, y persiguiendoel dinero fácil, formáramos parte del entramado delalimento endulzado, siendo parte de esa “exitosa em-presa”, también contribuiríamos a realizar ese feno-menal daño a la comunidad.

Y aunque de momento y de forma superficial hubiéra-mos pensado que éramos “muy astutos”, en el fondoseríamos unos completos tontos, porque al haber con-tribuido a generar multitud de efectos nocivos sobrelos demás, dichos males nos alcanzarían también a no-sotros. ¿Qué tipo de problemas causaríamos, y por quénos alcanzarían también a nosotros?

Le mencionaremos sólo algunos: Los más graves seríanaquellos relacionados con la salud de muchos de nues-tros conciudadanos, pero también en alguna propor-ción —al perjudicar a tantos— se ocasionaría una baja,—entre otras muchas cosas— en la productividad na-cional, ya que el resultado del país no es más que unasimple suma de todas las individualidades. Y qué cree, aldañarse el conjunto, por supuesto que nos dañamostambién nosotros, porque somos parte de él.

Pero la situación no se detiene ahí; véalo ahora desdeotro ángulo: Esa catarata de recursos, que al día dehoy tramposamente se induce en la ciudadanía a gas-

89 Si desea conocer más sobre esta importante problemática sociológica, loinvitamos a que analice el apéndice “B”.

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tar en ese rubro, se deja de canalizar hacia otras cosasverdaderamente importantes, tales como reforestación,mejor educación, vivienda y multitud de cosas útilespara todos.

Y ahora, ¿cómo se manifiesta esta acción sociológica“de regreso” hacia todos? Lo viviremos en forma deuna sociedad disminuida en cuanto a su verdadero po-tencial, lo que se manifestará de varias formas:

Cuando una sociedad cualquiera cuenta con una saludmás frágil, ello se manifiesta en menor capacidad deaprendizaje, mayor gasto en salud, finanzas más dete-rioradas y menor avance social y humano. Pero sucedeque todos estaríamos inmersos en esa sociedad máslimitada.

A eso nos referimos al decirle que en toda sociedad,cada acción individual está interconectada, de la mis-ma forma como la más minúscula célula, está irremisi-blemente asociada con el resto del organismo.

Porque vea hipotéticamente el caso contrario, si comosociedad, hubiéramos inducido un mejor estado de sa-lud, eso retroalimentaría de regreso a toda la comuni-dad en multitud de formas, lo que tampoco dude, be-neficiaría a empresarios, empleados, niños, ancianos,amas de casa, políticos y todos, porque el conjunto re-cibiría directa o indirectamente las consecuencias deun buen desempeño.

¿Le parece increíble que funcione así? Pues fíjese queesta invisible aunque infalible interrelación sociológi-ca ha existido desde la aparición del “hombre social” eincluso antes, y, justamente, el drama humano consis-tió en que la miopía y superficialidad en nuestros jui-cios impidió vislumbrarla con claridad. Dicho de otra

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forma, no es que no funcione así, sino más bien lo trá-gico fue que ni siquiera nos hayamos percatado biende su funcionamiento y trascendencia.

Y veamos lo que sucedió: El no darnos cuenta conclaridad de este invisible proceso sociológico, hizoque actuáramos de otra forma muy diferente, que-riendo —salvo sus muy honrosas excepciones— “pa-sarnos de listos” (así como nosotros, cuando quería-mos convertirnos en dizque “asesores”) sin darnoscuenta de que al perjudicar a los demás, también,más tarde o más temprano, actuábamos contra noso-tros mismos, porque la infalible acción “de regreso”nos hubiera alcanzado.

Por eso, la gran duda de cualquier sociólogo no serátanto cuestionar el funcionamiento exacto de esta ley. Sududa sería más bien: ¿Cómo fue posible que no noshayamos percatado bien desde el principio, a fin deobrar de forma apropiada, para recibir todos los bene-ficios de nuestro propio actuar?

Y le añadimos algo; cada vez que los humanos actua-mos de forma tergiversada, ciertamente perjudicamosa los demás, —sintiéndonos demasiado astutos— sinsiquiera darnos cuenta de que estamos recibiendo deregreso y de forma invisible las consecuencias de nues-tras propias acciones.

Ahora bien, ¿en qué áreas opera esta interesantísimainterrelación social?

Esta regla opera en todo ámbito de la acción humana.Sin embargo, lo que ha hecho que no lo percibamosbien, es que la acción “de regreso”, en la mayoría delas veces, no sobreviene de inmediato; pero no lo dude,esta ley funciona a la perfección en política, educa-

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ción, familia, alimentación, ejercicio de las profesio-nes y oficios y todo lo que venga a su mente.

Incluso yéndonos mucho más lejos, le anticipamos queel verdadero desarrollo en todos sentidos, no será con-secuencia tanto de avances tecnológicos, económicos opolíticos, sino más bien al contrario, primero debe sur-gir la comprensión exacta de esta ley sociológica o hu-manista, y lo demás sobrevendrá exponencialmente deforma automática.

Le hemos platicado todo esto a Usted, nuestro dulceempresario, porque quizá le suceda como a muchos ennuestra comunidad: No ha asimilado bien los alcancesmédicos, económicos y sociales de su disimulado pro-ceder, y también se lo exponemos para que compren-da por qué, antes de ser contratados por su empresa,renunciamos.

También le aclaramos otra cosa: No crea que estamosen contra del sistema de mercado, en el que una per-sona, persiguiendo un objetivo primario, —ganancias—obtiene sin darse cuenta, otro objetivo secundario einvisible que es la generación de ciertos bienes y servi-cios.90 Con lo que estamos radicalmente en contra, esen el sentido de que existan vacíos legislativos o sani-

90 El sistema de libre empresa no es una especie de fabricación artificiosacomo erróneamente llegaron a considerar algunos, sino que, es algo comple-tamente natural e intrínseco al hombre, y nos ha acompañado desde siempre.

Cuando un pastor cuidaba ovejas hace 5,000 años en alguna región perdida deMesopotamia, no lo hacía porque buscara “aportar carne al mercado”, sinoque, buscando su propio interés (interés primario), generaba de forma invisi-ble y automática un incremento en la “oferta” de bienes y servicios (interéssecundario). De ese interesante mecanismo natural, proviene nuestra ropa,comida, teléfonos, comida, autos, computadoras, casas y prácticamente todolo que nos rodea.

Sin embargo, la actuación humana necesariamente debe estar circunscrita albien común por parte del Estado (como árbitro, no como parte del juego),...

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tarios que permitan la venta de productos nocivos a lasalud.

Nuestra exhortación se orienta a que se fabriquen pro-ductos que no dañen a la sociedad, y para ello, consi-deramos que lo más apegados que se encuentren acomo Dios nos los entrega, —o sea lo más naturalesposible— será mejor para nuestra gente. CiertamenteUsted ganará menos, pero estará actuando de formacongruente con los valores y principios que estamosseguros tiene.

Porque también le decimos esto: Nuestra mente, en unafán de crearnos una serie de justificaciones para ac-ciones impropias, nos fabrica “salidas” falsas o pretex-tos, para dizque “racionalizar” algo incorrecto. En sucaso, seguramente ya posee este tipo de argumentos,uno de ellos puede ser “es tan sólo un poco”, o quizáque “son ellos quienes eligen esos productos”, o podríaser que parte de sus jugosas ganancias las emplea en“donativos”.

Pero ni se moleste en fabricarse este tipo de subterfu-gios, de todos modos ninguno sirve. No se engañe a símismo, ni crea que engaña a los demás: Todo alimen-

...regulando la acción individual mediante leyes familiares, sanitarias, mer-cantiles, civiles, laborales, fiscales, etcétera, para que efectivamente la ac-ción individual se canalice bien hacia actividades lícitas y benéficas para lacomunidad.

La no comprensión de estos sencillos aunque trascendentales mecanismos,hizo que en el siglo XX se desarrollaran algunos proyectos económicos ypolíticos muy desafortunados que tuvieron resultados nefastos, pero esta si-tuación cada vez más se considera como lo que fue: Un accidente más en lahistoria del desarrollo humano.

Y en el caso de la comida chatarra, obviamente también su producción ycomercialización debe circunscribirse al beneficio común, mediante leyesapropiadas.

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to y bebida chatarra está contribuyendo a convertir anuestra gente en una sociedad chatarra en variossentidos.91

Si Usted no modifica por sí mismo la composición de loque considera como sus dulces maravillas, estamos con-vencidos de que las autoridades lo obligarán a hacerlo,así es que aún sin pretender ser sus “asesores”,—acuér-dese que acabamos de renunciar— le damos este con-sejo: Adelántese y produzca artículos verdaderamentesanos, y le aseguramos que hasta lo felicitaremos.

PROPUESTA AL CONSUMIDOR

Es altamente probable, como acabamos de mencionar,que ante el extraordinario daño a la salud por este tipode “comida”, las autoridades asuman su verdadero pa-pel, y de una vez por todas, impidan de alguna formala venta indiscriminada de estos artículos.

Pero mientras eso sucede, para no dejar al descubiertola salud de Usted y la de los suyos, nos gustaría hacerlealgunas recomendaciones.

Diseñe su propia DietaUna de las primeras cosas que podría venir a le mentede muchos, sería: “No quiero saber nada de dietas, por-que ninguna me ha funcionado.”

Pero el día de hoy le queremos invitar a verlo desdeotra perspectiva. No sin antes platicarle un poco sobreel verdadero significado del término “dieta”.

91 En las sociedades donde el consumo de comida chatarra es mayor, el dañosube de forma proporcional, como es el caso de los Estados Unidos, dondeeste tipo de alimento y bebida ha sido un factor importantísimo para limitarsu gran potencial y avance en varios sentidos, incluyendo la lamentable ele-vación de las enfermedades crónico-degenerativas.

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Si nos remontamos al significado original de esta pala-bra,92 veremos que este término, en sus orígenes, no que-ría decir lo mismo que al día de hoy, que se refiere másbien a un “régimen alimenticio preparado por un experto”.Antiguamente, esta palabra de cinco letras significabaalgo muy sencillo: Una determinada manera de vivir.Pero aún considerando las dos acepciones, tanto la origi-nal, como la actual, podemos llegar a otras conclusiones.

En cuanto al “régimen alimenticio diseñado por un ex-perto”, díganos, ¿Conoce Usted alguien más calificadoque el propio Creador, que nos rodeó deliberadamen-te de una amplia gama de alimentos naturales? ¿Havisto alguien ríos de bebida gaseosa, o árboles llenosde donas, buñuelos y toda esa amplia variedad dechácharas endulzadas?

¿No será que el verdadero experto del Universo, delibe-radamente nos entregó los alimentos así, en su formanatural, porque así es como conservan todas sus propie-dades? Y el alimento procesado, ¿No se tratará más biende una triquiñuela, diseñada para tergiversar el consu-mo, persiguiendo un objetivo de tipo mercantil?

Y en cuanto al establecimiento de una determinada“forma de vida” (significado original de “dieta”) créa-nos que la disyuntiva no consiste en si unos decidenseguir una dieta y otros no, porque a partir del mo-mento que todos escogemos nuestra comida, ya esta-mos optando por una.

92 La palabra dieta, proviene del latín “diaeta”, y ésta a su vez del griego“diaita” que originalmente se refería a una determinada “manera de vivir”,o “forma de vida”, pero como ocurre con muchas palabras, al paso de lossiglos, su significado cambió un poco, como sucedió en este caso, ya que aldía de hoy significa: “régimen alimenticio preparado por un experto”. “DIC-CIONARIO ETIMOLÓGICO DE LA LENGUA CASTELLANA” de JoanCorominas, Editorial Gredos.

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Más bien en la práctica, lo que sucede es otra cosacompletamente diferente: Unos, decidirán —casi sindarse cuenta— su comida de acuerdo a los intereses ydictados subliminales establecidos por terceros, y otros,mas conscientes, basándose en un análisis apropiado,lo harán buscando su propio beneficio.

Los consumidores que, sin darse cuenta, son guiadospor la mercadotecnia, —creyendo ingenuamente queestán “ejerciendo su libertad”— en realidad caminande forma más o menos ordenada hacia las metas finan-cieras de otras personas que ni conocen, mismos queestán muy lejos de ser expertos93 en materia nutricional,aunque lo llegaran a afirmar.

A todas esas personas que, para el establecimiento desu estilo de vida, siguen dócilmente las indicacionesde otros, les decimos dos cosas: a.- Cayeron ingenua-mente en el juego y el interés de terceros, y b.- Cadadía más que pasen consumiendo alimento procesado yendulzado, eleva las probabilidades de caer en los pa-decimientos descritos; y todo ello por una razón muysimple: Ese alimento no es el originalmente diseñadopor el único y verdadero experto.

Hacia ellos y los demás, va nuestra sincera exhorta-ción a que seamos los propios interesados quienes es-cojamos nuestra particular forma de nutrirnos, porquelo que está en juego es mucho más de lo que aparenta.

Siendo así que si todos sin excepción —salvo los queestán en cárceles o casos similares— de una forma u

93 Quien llegare a ostentarse como un auténtico experto, no tratará de inven-tar alimentos alejados de su estado original, (alimentos naturales) porquecualquier conocedor sabe con certeza que ahí se encuentran todas las enzimas,fibra, vitaminas, aminoácidos, carbohidratos, proteínas, minerales, lípidos ydemás componentes clave, muchos de ellos todavía desconocidos.

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otra, escogemos una “dieta” ¿Cuál podría ser la másapropiada? Créanos que para nada requiere pasar ham-bres, ni mucho menos.

Sólo le pedimos que como primer paso, elimine porcompleto todos los alimentos que contengan azúcaresy harinas refinadas,94 lo que será el inicio de una trans-formación que de momento no imagina.

Un segundo, aunque también importante paso, es bus-car proveer a su organismo de todos los elementos ne-cesarios. Una de las mejores formas de hacerlo es tra-tando de tener una nutrición variada, y para ello hayque incluir alimentos de todos los grupos: Cereales,

94 Uno de los indicativos más relevantes de que un ciudadano cualquiera estáperfectamente atrapado en la dieta inducida por los dulces empresarios, escuando el consumidor, con el simple hecho de contemplar la posibilidad deeliminar todo aquello que contenga azúcares y harinas refinadas, ingenua-mente se pregunta: ¿Y entonces qué como?

La verdad es que hay miles de recetas y combinaciones de todo tipo comple-tamente nutritivas y, además, más económicas.

Para que todo lector evalúe los alcances de una dieta de esta naturaleza, loinvitamos a que realice una sencilla prueba: Por un lapso de 3 semanas,elimine todo tipo de alimento endulzado (y evite añadirle azúcar a todo ali-mento y bebida) y observe con cuidado cómo reacciona su propio organismoen cuanto a su rendimiento personal, desaparición de estados de cansancio,incremento de vigor, —incluyendo la vitalidad de tipo sexual— mejora sus-tancial en la efectividad laboral, eliminación de las eventuales “alzas” o “ba-jas” en sus niveles de azúcar sanguíneo, disminución drástica de triglicéridos(se los puede medir mediante un análisis de laboratorio “antes” y “después”de ese período de prueba), eliminación de eventuales dolores de cabeza enalgunas personas y muchas otras cosas más, lo que le permitirá darse cuentade los alcances de establecer cada quien su propia “norma de vida”. Estamosconvencidos de que quien logre desligarse del azúcar, por el lapso de 3 sema-nas, probablemente se liberará de él por el resto de su vida, lo que no dude,cambiará un futuro “chatarra”, por algo muy diferente.

Y somos reiterativos en que la sintomatología negativa del azúcar, no desapa-rece en sólo dos o tres días de prescindir de forma total de este dulce polvito,sino hasta después de varios días o semanas, dependiendo de cada persona.

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frutas, vegetales, leguminosas, oleaginosas, lácteos, car-nes y huevos.95

¿Por qué es importante la variedad? Imagínese que elalimento que está allá afuera es como un supermerca-do, y que Usted cada vez que acude a esa gran tienda,sólo se limita a lo que se ofrece en una o dos “islas” deese lugar. ¿Estará bien provista su casa? Desde luegoque no. No dudamos que “sobreviva”, pero su familiaadolecerá de infinidad de cosas.

En su organismo sucederá algo similar, su cuerpo ne-cesita de toda la gama de carbohidratos, proteínas,minerales, vitaminas, aminoácidos, enzimas, grasas, fi-bras y otros, mismos que debe tomarlos de toda la granvariedad de alimentos naturales, evitando paralela-mente, como le mencionamos, todos los alimentos pro-cesados que hayan sido adicionados de azúcares y ha-rinas refinadas.

95 Entre el grupo de cereales, (con mayor contenido de carbohidratos) podría-mos mencionar al maíz, trigo y arroz, (y los productos que los contengan,aunque es deseable consumirlos en su forma integral, como las tortillas deMéxico); de las leguminosas tenemos como ejemplo el frijol, garbanzo, haba,lenteja y soya; de las oleaginosas, (con mayor contenido de grasas) citaremosla avellana, almendra, semillas de girasol, nueces; de las verduras, tendre-mos un amplísimo grupo, entre las cuales están la acelga, aguacate, apio,calabacitas, chayote, ejote, brócoli, col, tomates, zanahorias, etc.; tendremostambién raíces feculentas o tubérculos como camote, papa, raíz de chayotey otras. Existe una variedad increíble de productos naturales con diferentesnutrientes que están esperando por Usted, para proveerlo de infinidad deelementos clave que ahora mismo podría estar requiriendo.

Y una recomendación adicional: En las verduras y frutas, trate de que en lasdiferentes raciones o días, consuma de varios “colores”, ya que cada color amenudo se asocia con un determinado nutriente, y de esa forma, contribuyea proveerse de todos los elementos necesarios.

Es viable, cuando su especialista lo recomiende, el consumo de un suple-mento vitamínico apropiado. Igualmente, si un médico le sugiere evitar al-gún grupo alimenticio de los mencionados, por alguna alergia personal, hágalecaso y evítelos.

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Y otra de las razones de consumir una variedad am-plia de alimentos al día, es que elevará las probabili-dades de consumir los alimentos en una proporciónadecuada,96 y al hacerlo así, de inmediato el propiointeresado lo notará en un incremento notable en cuan-to a su propio rendimiento.

Ahora, ¿existen algunas limitaciones para algunas perso-nas? Si no hubiésemos cometido los humanos, desde lasegunda mitad del siglo XX uno de los más importanteserrores nutricionales, —añadirle azúcares refinados deforma masiva a muchísimos alimentos—97 créanos, nues-

96 Hay muchos organismos especializados, altamente calificados en el mun-do, que por mucho tiempo han recomendado ingerir alimentos más o menosen esta proporción: 55 por ciento de carbohidratos, 25 por ciento de grasas, 15por ciento de proteínas, y 5 por ciento de fibra. Pero la mayoría de los ali-mentos contienen estos elementos en proporciones diversas, (excepto algu-nos, como el caso de la carne, que no contiene carbohidratos ni fibra) pero alcombinarse con otros alimentos, por ejemplo con vegetales o pan integral,que contiene cereales, (los cuales contienen carbohidratos, fibra, grasa y pro-teínas) una persona se puede proveer de todo lo necesario.Es recomendable a todas aquellas personas que aún sin padecer diabe-tes, tengan un metabolismo desajustado, que soliciten el apoyo de unespecialista, para que les ayude a determinar su “requerimiento indi-vidual de carbohidratos”, el cual dependerá de ciertos factores de índolepersonal.97 El azúcar refinado, como citamos al comienzo del libro, proviene desdevarios siglos antes de Cristo, pero en los siglos anteriores, su precio era prohi-bitivo (su producción era casi artesanal y muy limitada) por lo que su consu-mo estaba circunscrito a nobles y reyes, que eran quienes sufrían de muchosde los padecimientos crónico-degenerativos descritos en páginas anteriores.Citamos el caso —entre tantos— de Enrique VIII de Inglaterra, quien pasó deser un joven atlético y fuerte, a una persona obesa, cansada, malhumorada,con los pies llagados, (probablemente padecía diabetes) y murió prematura-mente a la edad de 55 años.

¿Cómo podríamos conocer su talla en detalle? No sólo a través de sus biógra-fos, sino por las armaduras que usó, las cuales dejaron a la posteridad unaespecie de “molde exacto” de sus dimensiones físicas. (Así que si Usted,estimado lector, no desea que sus bisnietos conozcan sus dimensiones físicasexactas, le recomendamos no usar armadura, ya que además sería una prác-tica un tanto complicada hasta en cosas elementales, como subirse y...

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tras recomendaciones en cuanto a limitación al consumode algunos alimentos, casi no existirían.98

Pero, han sido tantas las décadas en las cuales hemossobrepasado con creces el promedio de consumo deazúcar por habitante al año, que ante el panorama de unporcentaje importante de la población, que ya tienenun metabolismo completamente desajustado, —ya seandiabéticos o en vías de serlo— la inmensa mayoría demédicos en el mundo se verán obligados a recomendaralgunas limitaciones para ellos.

A toda aquella persona que tenga niveles elevados deazúcar en sangre,99 y también aquellos que despuésde pocas horas de ingerir alimentos, padezca de anor-males accesos de “hambre”,100 es recomendable que,

...bajarse de su auto. Si a pesar de ello decide usarla, esperamos no tropezarnoscon Usted en la calle, ya que debe ser una experiencia impactante que prefe-riríamos evitar).

El consumo masivo de azúcar, —siglo XX— se modificó por la combinaciónde varios factores: El procesamiento industrial avanzado del azúcar y otrosproductos derivados, el uso indebido de la mercadotecnia, la codicia y ca-rencia de escrúpulos de algunos industriales y la permisividad sanitaria ylegislativa, hizo que los actuales niveles de este tipo de productos, se mani-festaran en los nefastos resultados en el renglón salud, económico y humano.98 Excepto el caso de una proporción muy pequeña de personas que padecealgunos problemas de tipo genético, como sucede, entre otros, con quienespadecen diabetes mellitus tipo I, que implica una anormalidad congénita,Pero este y otros casos parecidos, representan un porcentaje ínfimo, compara-do con la magnitud del problema actual.99 En “ayunas”, o sea, antes de ingerir alimentos, y normalmente por lamañana.100 Podría tratarse de hipoglucemia, (repentinas disminuciones de azúcar ensangre) la cual —previo dictamen de un especialista— podría indicar el pre-ludio de una posterior condición de diabetes mellitus tipo II. En esta etapa(eventos de hipoglucemia) todavía puede revertirse esta situación, medianteuna dieta adecuada, evitando de forma total y absoluta los azúcares y hari-nas refinadas, y limitando los alimentos con altas concentraciones decarbohidratos, especialmente los glúcidos, o sea, los de sabor “dulce”, (aun-que provengan de una fuente natural).

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aparte de evitar por completo el consumo de azúcaresy harinas refinadas, limiten también la cantidad decarbohidratos, sea limitando (no evitando en su totali-dad) la ingesta de cereales, y evitando aquellas frutascon una porcentaje de carbohidratos (azúcares natura-les) mayor a un determinado porcentaje.101

Una sugerencia más para aquellas personas que de-seen reducir su peso: Si reducen —no eliminando deltodo— la ingesta de carbohidratos, aún los naturales,podrán alcanzar su peso ideal en muy poco tiempo.Aunque siempre recomendamos la supervisión de un buenmédico, quien, conociendo su estilo de vida, estado de susistema endocrino, antecedente familiar, condición físicay otros factores, le podrá ayudar de forma más indivi-dualizada y completamente profesional.

Haga ejercicioNuestro organismo está diseñado para el movimiento,y si mediante “la ayuda” de autos, aviones, metro, au-tobuses urbanos y otros medios, a diferencia de nues-tros ancestros, tenemos menos actividad física, altera-mos el correcto funcionamiento del cuerpo.

No podemos tampoco llegar al extremo de los dulcesempresarios, cuando pretendiendo excusarse del bruscoincremento de las enfermedades crónico-degenerativas,señalan como culpable a la falta de ejercicio.

Pero sin duda, la práctica de un deporte, o la realiza-ción de actividad física moderada, realizada de forma

101 De acuerdo con la relación indicada en el apéndice “A”. La limitaciónespecífica para cada persona (con un metabolismo desajustado) en cuanto aporcentajes y cantidades, se debe evaluar por un especialista de formapersonalizada, dependiendo de las condiciones de peso, edad, estado de sa-lud, antecedentes, actividad y otros elementos.

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regular —agregando el elemento fundamental: una dietasana— producirán un cambio sorprendente en su vida.

Cada persona puede escoger un deporte dependiendode su gusto, disponibilidad de tiempo y de su propioestado de salud. En esta cordial invitación que con lamejor de las voluntades le hacemos, sólo le pedimostres cosas:

No trate de realizar las grandes hazañas deportivas,sobre todo al principio, ya que si su cuerpo no estábien acondicionado físicamente, es conveniente ir incre-mentando la actividad de forma paulatina, a medidaque vaya observando su nivel de esfuerzo.

Los beneficios del ejercicio no son los que realizan al-gunas personas de forma ocasional, como los fines desemana, sino los que se llevan a cabo de forma regu-lar, varias veces por semana.

Si alguien siente que “no tiene tiempo” para hacerlo,le recomendamos que haga un espacio en su agendapara el ejercicio, porque le aseguramos que lejos dedisminuirle su vitalidad y productividad, las incremen-tará de forma notable.

Recuerde que su corazón está trabajando siempre ynunca descansa. Los únicos períodos de “descanso” —si es que les podríamos llamar así— son los brevísimoslapsos entre un latido y otro. Y sorpréndase, a diferen-cia de lo que muchos podrían creer, cuando una perso-na está bien acondicionada físicamente a través delejercicio, su corazón descansa más.102

102 Si alguien corre (o sea, el típico ejercicio aeróbico) con una frecuencia de4 o 5 veces por semana, es muy probable que su “pulso en reposo” sea de 60latidos por minuto, —o menos— siendo así que cada 24 horas, el corazón...

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Incluso hemos conocido personas que para realizar ejer-cicio de forma cotidiana, lo combinan con su necesi-dad de transporte: caminan cada día hasta su lugar detrabajo, —si está relativamente cerca— o hasta la esta-ción de transporte público, o también se desplazan,cuando les es posible, en bicicleta, con lo que apartede lograr importantes ahorros, contribuyen al medioambiente, a la vez que realizan esa imprescindible ac-tividad: el ejercicio.

Orientación productivaSi Usted en alguna ocasión ha pensado sobre quiéndetermina la cantidad de dulces, leche, pasteles, do-nas, carne, vegetales y toda la inmensa gama de pro-

...de esa persona podría tener alrededor de 86,000 latidos; en cambio, alguienno acondicionado físicamente, su “pulso en reposo”, se podría elevar hasta los80 latidos por minuto, (dependiendo de su dieta, edad, peso y otros factores)lo que hará que su corazón realice cada día alrededor de 115,000 pulsaciones,lo que significa un esfuerzo cardiaco adicional de alrededor de un 34 porciento, adicionalmente a que, como lo citamos, el “descanso” del corazónbaja, al disminuir el período de tiempo entre un latido y otro, lo que aunadoa otros factores ya citados, se podría convertir en un problema grave.

Y ahora que mencionamos la importancia de la dieta, queremos invitar allector a que realice una sencilla prueba: Normalmente después de ingerir susalimentos, su pulso cardiaco sube alrededor de un 8 a 10 por ciento, aunquesi consumió una comida especialmente abundante, subirá un poco más, pero,—atención— si consume alimentos especialmente cargados de azúcares refi-nados, por ejemplo una bebida gaseosa y una bolsa de 4 donas azucaradas,después de media hora de haber ingerido esta “dulce tentación”, y después dehaber permanecido sentado durante al menos 8 minutos, (que es lo que sellama “pulso en reposo”), tómese el pulso, y se llevará una desagradablesorpresa, porque verá que se ha elevado mucho más arriba de lo normal.(También se eleva ante la presencia de una infección). Pero esa elevaciónderivada de las “tentaciones traicioneras” no se lo comente a los empresariosdulces, porque si llegan a contemplar la posibilidad de dedicarse a venderproductos naturales, el pulso cardiaco se les elevará a ellos.

Aunque quizá la alteración cardiaca de esos empresarios será momentánea,al final se darán cuenta de dos cosas: 1.- Lo que es mejor para la sociedad,será mejor para ellos también, y 2.- También podrán hacer negocio de esamanera, sin perjudicar a sus semejantes.

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EL FUTURO CHATARRA

ductos que se han de producir, le tenemos una noticia:Nadie en particular lo decide, sino el mercado.

Si la mayoría de consumidores deciden consumir, pordecir algo, cebolla amarilla en vez de cebolla blanca omorada, le aseguramos que los productores pensaránen producir precisamente cebolla amarilla, como ocu-rre en algunos países de Europa.

Claro que en la preferencia del “qué consumir”, ahí esdonde será relativamente fácil influir mediante la mer-cadotecnia, —y es ahí donde lo señalamos como el granengaño de nuestro tiempo en materia nutricional— sinembargo, en la medida en que más y más consumido-res adquieran plena conciencia de la importancia deno dejarse llevar por estos artilugios, el productor va-riará su estrategia, enfocándose hacia productos me-nos perjudiciales.

Créanos que si cada vez hay más consumidores queprefieran productos saludables, la balanza se inclinaráen el sentido correcto, y el productor tendrá que ac-tuar como un mero reflejo del mercado.

No obstante, como la inmensa mayoría de consumido-res no tendrá acceso a lo expuesto en el presente textoy otros similares, también habría que regular, median-te una serie de normas sanitarias, fiscales y comercia-les una larga serie de productos endulzados, cuyo úni-co objetivo es impulsar su venta, sin medir las nefastasconsecuencias que se derivarán en todos los órdenes.

Cambiando hábitosSin duda, una de las formas más efectivas de modifi-car la dirección de la vida de cualquier persona, esmodificando sus hábitos. Hay quien afirma que “el há-

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bito es la mitad de la vida”, pero quizá sea un pocomás que eso.

Dicho sea de paso, pedagógicamente hablando, consi-deramos que se podría hacer mucho más desde las es-cuelas para fortalecer ciertos valores básicos para de-sarrollar otra forma de vida. Entre esos elementospodríamos citar el fortalecimiento de la voluntad, im-portancia de la calidad en cada una de nuestras actua-ciones, puntualidad, cumplimiento de nuestros com-promisos y otras cuestiones vitales.

Porque si somos observadores y escogemos al azar cual-quier grupo humano, apreciaremos que unas personasserán fieles adictas a las maravillas endulzadas, y, den-tro de ese mismo grupo, otros prescindirán de ellas.¿Será que unos no saben el daño que puede hacer esetipo de seudo-alimento? ¿O sólo serán víctimas de lamercadotecnia?

Adicionalmente al negativo influjo publicitario, en sumayor parte, adolecen muchos de la voluntad suficientepara escoger bien su comida, o sea, un porcentaje impor-tante de nuestra comunidad, está incapacitado, —por fal-ta de fortalecimiento de su voluntad— para seguir lo querealmente les ayude en su vida, entre ello, el hecho deprescindir de cierto “alimento”.

Pero, ¿qué se requiere para ello? El fortalecimiento dela voluntad. Contrariamente a lo que algunos piensan,no se “nace” con este crucial elemento, sino se va for-mando —o deformando— a través de nuestras accio-nes diarias.103

103 La importancia del buen o mal ejercicio de la voluntad es algo conocido yexplotado a la perfección por los encargados de la mercadotecnia de los dul-ces empresarios. Por ello, sus mensajes irán cargados subliminalmente...

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EL FUTURO CHATARRA

Siendo así que cuando veamos a ese gran atleta o cien-tífico obteniendo grandes logros, no pensemos que ellosya fueron predestinados o “nacieron” así,104 sino que másbien, formaron primero su voluntad, para que medianteel aprovechamiento de su tiempo y otros elementosdisponibles, llegaran a un cierto objetivo.

Y en la conformación de ese objetivo, fortalecimientode la voluntad, intervienen de forma decisiva nuestroshábitos. De ahí la importancia de robustecer este crucialelemento, y los padres tenemos una gran responsabili-dad, incluso de actuar con nuestro mismo ejemplo.Usted o nosotros, podríamos predicar, por decir, con-tra los cigarrillos, pero si nuestros hijos nos ven fuman-do cada día, las palabras saldrán sobrando.

En el caso de la comida chatarra, será algo parecido. Siqueremos un mejor futuro y salud para nuestros hijos,el ejemplo que pongamos ante ellos de nuestra propiavoluntad y una dieta sana, será absolutamente deter-minante para su vida.

Y ese ejercicio de la voluntad comienza desde el mo-mento de ir al supermercado.105 Si Usted y nosotros

...de algo opuesto al buen ejercicio de la voluntad. Observe cómo enfatizanen el “disfruta” (ahora), “goza”, “deléitate”, “la vida es ahora”, etcétera. Talvez ellos ni siquiera lo perciban a plenitud, pero esa tergiversación de estetipo de valores, si bien para los dulces objetivos mercantiles de ellos es muyprovechoso, para el desarrollo personal, familiar y profesional de muchos denuestros conciudadanos, resulta nefasto, ya que al debilitarse su voluntad,también los hace más vulnerables ante otro tipo de amenazas sociales aúnpeores, como el uso de drogas.104 Como bien dijo Tomás A. Edison: “El genio es uno por ciento de inspiración,y noventa y nueve por ciento de esfuerzo.”105 Quien desee un futuro promisorio y lleno de vida para su familia, debecomenzar desde la creación de buenos hábitos. En una ocasión —entre tantoscasos— vimos a un joven ya con padecimientos crónico-degenerativos,...

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nos llenamos de chácharas endulzadas, —muy a menu-do en detrimento de otras cosas realmente nutritivas—le aseguramos que alguien en su casa acabaráingiriéndolas, y sin darnos cuenta, con ello estaremoscontribuyendo a crear hábitos nada buenos, y proyec-tando malos ejemplos que también influirán sobre losdemás.

El futuroPor el futuro del dulce empresario ni se preocupe, sutransformación será un mero reflejo de la paulatinamodificación en el consumo. Sucederá algo similar alo que señalamos sobre el consumo de drogas: Si bajael consumo, la producción disminuye, ya que la deci-sión productiva de cualquier artículo, gravita sobre lademanda, no sobre las conveniencias de cierto empre-sario. Siendo así que mientras un gran porcentaje dela sociedad caiga en la trampa de la comida chatarra,eso determinará la producción de ella.

Pero, a diferencia de las drogas, aquí estamos frente aalgo todavía permitido, que incluso se permite publicitary vender libremente. Es cierto que ayudaría muchísi-mo cuando las autoridades se decidan a intervenir demanera categórica, pero la solución definitiva la ten-drá el propio consumidor. Sin embargo, no podría de-cidir bien cada cliente potencial, si no cuenta con lainformación adecuada y clara de lo que pasa.

...que en esa ocasión resultaron mortales, al contemplar a sus padres angus-tiados ante ese desolador panorama, recordamos (obviamente ya no les diji-mos nada a sus padres, era demasiado tarde) que en el desarrollo de estospadecimientos, se comienza desde la formación, -o deformación- de los hábi-tos, desde el interior de la propia casa. Quien verdaderamente ama a sufamilia, cuidará de inculcar buenos hábitos, y le aseguramos, tanto lo bue-no como lo malo, lo cosechará en su momento.

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EL FUTURO CHATARRA

Si Juan o Juanita Pérez llegasen a contar con la infor-mación suficiente, se darían perfecta cuenta del enga-ño en que caen y el riesgo que corren.

Pero en las condiciones actuales, esa meta informativano es nada fácil, ya que los dulces empresarios cuen-tan con una abrumadora cantidad de recursos —quesacaron del bolsillo del propio consumidor— para ca-nalizarlos hacia la publicidad, así que quizá no sea su-ficiente tener la fuerza de la razón de su lado. ¿Porqué? Mire Usted:

Si no logramos convencer a la inmensa mayoría, deque por algo el verdadero experto del Universo, nosdio el alimento así, de forma natural, es porque esa esla mejor y más sana forma de consumirlo.106 La situa-ción ideal para la proliferación del “dulce negocio”, esque la gran masa no se percate de la verdad: Que esaotra forma de consumo no es sino un proceder trampo-so para desviar la natural forma de alimentarse, y losazúcares refinados —en todas sus formas— no son sinomeros y vulgares anzuelos en ese propósito.

Por tanto, le aseguramos que Usted como consumidor,también desempeña un papel trascendental en esto,en una especie de juego de intereses, donde por unaparte confluye el interés legítimo de la sociedad, y porotro, el de un grupo de empresarios codiciosos.

Y todos seremos testigos de una sorda pugna que defi-nirá muchas cosas: Por un lado está la ciencia médica,las autoridades sanitarias y las personas preocupadaspor el bienestar social, quienes en nuestra opinión, sonquienes tienen la razón de su parte; pero, en el otroextremo, están:

106 Salvo obviamente lo recomendado por las autoridades sanitarias en mate-ria de cocción, conservación e higiene.

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Los fuertes intereses de la comida chatarra, quienesofrecen productos que en su mayoría no son sanos, peroposeen muchos millones obtenidos de los propios con-sumidores, listos para emplearlos en publicidad bené-fica hacia ellos. ¿Quién cree que ganará la partida?

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EL FUTURO CHATARRA

ORÁCULOS TRAVIESOS

Pensamos que no podíamos terminar este libro, sinantes darles a los empresarios dulces, un pequeño ob-sequio: Un oráculo como los que se emitían en la anti-gua Grecia, con los que se pretendía conocer el futuro.

Pero nos topamos con un pequeño obstáculo. Hace mu-chísimos siglos que esas predicciones ya no se elaboran.

Por lo tanto, optamos por una solución alternativa: Acu-dimos a un lugar de Oaxaca, en México, a un pequeñopoblado llamado “ranchu gubiña”, donde una personamuy entendida en salud, nos proporcionó en lenguajeZapoteco algo parecido a un oráculo, mismo que tra-ducido al español dice lo siguiente:

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Si te gusta ganar dinero,Y no te importa causar dolor,

Te pido pensar primero,El mal que vas a causar…

Es cierto, puedes vender,Tu sarta de chucherías,

Pero antes debes cuidar,Disfrazar tus fechorías…

Y en tu mente bien grabar,Que en el mundo todo actuar,

Más tarde ha de volver,Y a ti mismo te va a golpear…

Si abres un poco el ojo,Con susto descubrirás,

Que no es posible engañar,A todos por tanto tiempo…

No olvides que en ambos mundos,Al pedirte cuentas de vidas,No te alcanzarán dineros,Para resarcir los daños…

Vas cegado tras dineros,Ofuscado por negocios,

Pero no olvides que tantas vidas,Valen más que tus tres oros…

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EL FUTURO CHATARRA

Como el precio era el mismo por uno que por dos orá-culos, —bueno, de hecho eran gratuitos— de una bue-na vez aprovechamos y solicitamos otro, pero en estecaso para EL CONSUMIDOR, y se nos entregó el si-guiente texto:

Si “el pez por la boca muere”,Ponte listo y abre el ojo,

No permitas que se aprovechen,Vendiéndote dulces cosas…

La verdadera dulzura,Es cuidar bien de tu vida,La otra dulzura es falsa,Y minutos apenas dura…

Esa dulzura engañosa,Que seduce peor que diosa,

Echa a perder tu vida,Y la cambia en amargura…

No esperes a que los jueces,Los lleven a tribunales,

Mejor escoge bien tus comeres,Y poco ocuparás doctores…

Si escoges bien tus comidas,Esa salud que tú buscas,

Y la vida de quien quieres,Se quedará con Ustedes…

Si te informas tú y los tuyos,Y el pez por la boca muere,Vendrá por tu propia boca:¡La salud que tanto quieres!

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ACLARACIÓN DE LOS AUTORES

Cualquier parecido del presente libro con la actuaciónincorrecta de algún dulce empresario de nuestro casti-gado planeta, sería meramente coincidental, ya queestos casos han sido tomados de la fértil imaginaciónde los autores, a través de un imaginario viaje por otragalaxia lejana.

Además, dado el extraordinario impacto negativo quela actuación de un dulce empresario tendría sobre todasu comunidad, no creemos que en nuestro mundo exis-tan semejantes personas, que buscando sólo su propioy mezquino interés, perjudiquen de la forma descritaa sus semejantes.

Seguramente sólo encontraremos empresarios respon-sables que producirán alimentos sanos, convencidosellos mismos, que como el bien —o mal— generadosobre la comunidad, se revertirá de forma inevitablesobre todos, su actuación será impecable.

Hace mucho tiempo que en este tercer planeta de estesistema solar, no nos introducimos a un supermercado,pero creemos que si lo hacemos, no encontraremos unsolo producto como los descritos en este imaginariolibro.

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EL FUTURO CHATARRA

APÉNDICE “A”

CONTENIDO DE CARBOHIDRATOS

Los hidratos de carbono o también denominadoscarbohidratos, como comúnmente se les conoce, sonsustancias orgánicas que bajo la acción de la luz solar,transformaron el dióxido de carbono y el agua en unaespecie de “combustible”. Estos elementos, —obviamen-te, si son consumidos de forma natural— son crucialespara el ser humano, ya que constituyen nada menosque el combustible o energía necesaria.

Sin embargo, no es conveniente ingerirlos en una can-tidad superior o inferior a la necesaria. Si se ingierenen una cantidad más elevada a lo deseable, sobre todoa través de carbohidratos de rápida asimilación prove-nientes de los azúcares refinados, aparte de todos losproblemas descritos, ello se reflejará en aumento depeso, por lo tanto, —sin pretender sustituir la asesoríamédica— se le proporciona al lector esta especie deguía rápida del contenido de carbohidratos de muchosalimentos.

Quien busque bajar de peso, limite —sin eliminarlosdel todo— los alimentos con alto contenido decarbohidratos. Sólo es deseable eliminar completa-mente los carbohidratos refinados, ya que ellos sonprocesados de forma dañina para su organismo. Otraventaja de ingerir los carbohidratos por la vía co-rrecta (los alimentos naturales) es que vienen acom-pañados de infinidad de nutrientes increíblementevaliosos para usted.

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RELACIÓN DE CONTENIDO DE CARBOHIDRATOS

CEREALES

Amaranto 65.10 % Harina de arroz 79.70 % Arroz inflado 88.60 %Arroz integral 77.40 % Arroz precocido 82.50 % Avena 67.00 %Cebada 75.40 % Centeno (pan) 53.40 % Centeno (grano) 73.40%Centeno Centeno Arroz pulido 78.80 %(harina integral) 74.80% (pan integral) 58.30%

MAÍZ Y DERIVADOS

Harina de maíz Hojuelas de maíz 86.10 % Maicena 85.60 %(nixtamalizada) 77.40 %Maíz amarillo 69.60 % Masa con cal 62.20 % Tortilla de maíz 45.30 %Tortilla de maíz y Harina de maíz 78.80 % Pinole s/azúcar 75.60%trigo 40.60 %

TRIGO Y DERIVADOS

Espagueti 75.20 % Galleta dulce 66.80 % Pan integral 54.00 %Galleta salada 69.70 % Germen de trigo 46.70 % Harina de trigo 77.80 %Hojuelas de trigo 80.50 % Pan blanco 62.10 % Pan dulce 60.80 %Pastas 72.80 % Salvado 56.70 % Trigo entero 73.40 %

LEGUMINOSAS

Garbanzo 57.10 % Frijol (promedio) 58.50 % Harina de frijol 59.10%Haba 63.10 % Lentejas 58.70 % Soya 33.50 %

OLEAGINOSAS

Ajonjolí 13.30 % Almendra 13.30 % Avellana 11.70 %Cacahuate 21.50 % Cacao 26.10 % Castaña 32.50 %Semillas de girasol 13.60 % Nuez de castilla 13.20 % Piñón 16.80 %Cacahuate Semilla de Pistache 19.00 %(crema de) 28.20 % calabaza 12.20 %

VERDURAS

Acelga 4.80 % Aguacate 7.60 % Ajo 36.20 %Alcachofa 16.50 % Apio 4.20 % Berenjena 5.90 %Berro 2.90 % Betabel 10.90 % Brócoli 5.90 %

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EL FUTURO CHATARRA

VERDURAS (continuación)

Calabacita italiana 3.70 % Calabaza amarilla 4.90 % Cebolla (blanca) 9 %Chayote 6.60 % Chícharo 25.50 % Chilacayote 2.70 %Chile serrano 7.20 % Cilantro 2.60 % Col blanca 5,40%Ejotes 3.50 % Elote amarillo 32.60 % Elote blanco 21.70 %Endivia 3.30 % Espárrago 5.00 % Espinaca 1.70 %Flor de calabaza 2.70 % Haba verde 13.10 % Champiñón 4.40 %Huitlacoche 6.24 % Lechuga orejona 4.10 % Jitomate 4.30 %Nabo 3.30 % Nopal 5.60 % Pepino 2.40 %Perejil 10.90 % Poro 14.10 % Rábano 4.30 %Romeritos 4.90 % Tomate (verde) 4.50 % Verdolaga 4.90 %Xoconostle 5.20 % Hierbabuena 7.70 % Zanahoria 9.30 %

RAÍCES FECULENTAS

Camote amarillo 28.30 % Papa (promedio) 17.50 % Yuca 28.20 %Raíz de Chayote 17.80 % Cúrcuma 9.60 % Ñame 17.50 %

FRUTAS

Caimito blanco 9.90 % Caña de azúcar 17.20 % Capulín 16.80 %Caña de azúcar Chabacano o Chirimoya 24.00 %(jugo) 20.50 % albaricoque 11.00 %Ciruela amarilla 17.90 % Ciruela roja 11.80 % Coco (agua) 4.70 %Durazno amarillo 11.70 % Fresa 7.00 % Garambullo 10.10 %Granada 23.40 % Guanábana 6.50 % Guayaba 11.90 %Higo 19.20 % Jícama 8.70 % Kiwi 14.90 %Lima 10.50 % Limón 10.70 % Mamey 16.20 %Mandarina 12.00 % Mango (Manila) 11.30 % Mango (criollo) 9.00 %Manzana 16.50 % Melón 6.30 % Membrillo 15.30 %Naranja agria 13.40 % Naranja (jugo) 10.40 % Nectarina 11.80 %Níspero 12.40 % Papaya 9.80 % Pera 15.90 %Perón 15.90 % Piña 12.40 % Pitahaya 10.40 %Plátano tabasco 22.00 % Plátano macho 23.40 % Pomarrosa 16.40 %Prisco 9.70 % Sandía 7.20 % Tamarindo 62.50 %Tejocote 22.00 % Toronja 11.10 % Tuna 8.10 %Uva 17.80 % Zapote blanco 16.10 % Zapote negro 14.50 %Zapote amarillo 20.00 % Xocóyol 6.60 % Zarzamora 12.80 %

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CARNES

En general, las carnes no contienen carbohidratos, se recomienda decidirse por ellas deacuerdo a su porcentaje de grasa, escogiendo las que la contengan en menor cantidad, porello, en términos generales, serán preferibles las de pescado, luego la de pavo, enseguida la depollo, después la de res, y como última opción, la de cerdo.

LÁCTEOS

Leche fresca de vaca 4.80 % Leche condensada 54.40 % Leche evaporada 10.00 %Leche descremada en Leche entera en Yogurt natural 4.70 %polvo 51.90 % polvo 38.40 %Leche maternizada en Leche fresca de Leche materna 6.90 %polvo 55.10 % cabra 4.40 %Queso añejo tipo Queso fresco de Queso fr. de vaca 5.00 %Cotija 0 % cabra 8.70 %Queso Chihuahua 1.90 % Queso Roquefort 2.00 % Queso Oaxaca 3.00 %Queso Camenbert 0.50 % Queso Chedar 1.30 % Requesón (descr.) 2.70 %Queso Manchego 0.50 % Queso americano 1.70 % Requesón 10.00 %

HUEVOS Y GRASAS

En general, los huevos y grasas, (tanto las de origen animal como vegetal) casi no contienencarbohidratos, se deben evaluar en cada caso particular, de acuerdo a su contenido de grasas.

AZÚCARES Y MIELES

Azúcar morena 90.60 % Azúcar refinado 99.10 % Jarabe de maple 65.00 %Melaza 60 % Miel de abeja 78.00 % Miel de caña 72.60 %Miel de maíz 75.00 % Jarabe sabor maple 72.00 % Piloncillo 90.60 %

DIVERSOS ALIMENTOS ENVASADOS

Chocolate con Chocolate en polvo 73.20 % Choc. con leche 73.90 %azúcar 75.10 %Ciruela pasa 89.10 % Ciruela pasa jugo 17.40 % Dátil seco 73.50 %Fresas en almíbar 23.60 % Helado de crema 17.20 % Higo en almíbar 22.90 %Jalea de frutas 80.30 % Tomate (jugo) 5.40 % Tomate (puré) 10.10 %Tomate (Catsup) 25.40 % Manzana Manzana (jugo) 13.80 %

(mermelada) 57.40 %Mayonesa 4.60 % Mermeladas Mostaza 6.40 %

(promedio) 60 %

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EL FUTURO CHATARRA

DIVERSOS ALIMENTOS ENVASADOS (continuación)

Naranja Néctares de fruta 24.20 % Hojuelas de papa 51.80 %(mermelada) 57.40 %Papas fritas 53.30 % Papas a la francesa 36.00 % Pasas 77.00 %Piña en almíbar 29.80 % Uchepo (tamal) 39.70 % Hojuelas de avena 66.00 %

Tome en cuenta que la cantidad de carbohidratos, no es exacta para todos los casos, ya quepor ejemplo, si hablamos de una pera, puede diferir un poco dependiendo de la variedad yzona. Incluso en ocasiones hasta dentro de las frutas de un mismo árbol, existen ligerasvariaciones entre ellas.

Fuente = TABLAS DE VALOR NUTRITIVO DE LOS ALIMENTOS DE MAYOR CONSUMOEN LATINOAMÉRICA, Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, por el grupoconducido por los especialistas: Miriam Muñoz de Chávez, (Instituto Nacional de Cancero-logía) Eduardo Mendoza Martínez (Instituto Nacional de Nutrición), Adolfo Chávez Villasanae investigadores asociados. Editorial Pax (México 1996)

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EL FUTURO CHATARRA

APÉNDICE “B”

IMPORTANCIA DE UNA ADECUADA

INTERRELACIÓN SOCIAL

A primera vista, podría parecer que el contenido deeste apéndice no está relacionado con el tema del li-bro, pero le invitamos a que nos acompañe hasta elfinal, y Usted sacará sus propias conclusiones.

Una adecuada visión social, es crucial en toda inter-relación humana. Cuando esto se comprende por todoel tejido social, el resultado no puede ser otro que de-sarrollo en todos los órdenes, y, al contrario, cuando secarece de una visión social integral, sólo se generaráun conflicto generalizado que sin duda se revertirá so-bre todos.

Nos aventuramos a decirle que una adecuada compren-sión del tema, será condición o parteaguas hacia eseverdadero desarrollo universal en todos los órdenes.¿Por qué?

La falla crucial del tema está en no habernos dadocuenta de que los alcances de cada uno de los actoshumanos, por insignificante que parezcan, tendrán nosólo una cierta repercusión sobre el conjunto, sino queen algún momento posterior, nos alcanzará a todos. Ymientras no percibamos esto como una realidad con-creta y real, el futuro continuará anclado en el sitio equi-vocado.

Si cualquier sociedad, no asimila que para poder desa-rrollarse integralmente, requiere primero de la com-prensión de este en apariencia irrelevante proceso so-ciológico, créanos, no podrá llegar lejos. Esto es másreal que la tierra que pisamos, toda comunidad no es

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sino una simple suma de la actuación de cada hombrey mujer que la compone.

Un error muy generalizado es pensar que existe unaespecie de desvinculación entre el actuar personal y elresultado colectivo, cuando lo que sucede es exactamen-te al contrario: No existe forma de desvincular estosdos elementos, aunque si bien reconocemos que estefenómeno, en la vida cotidiana, se da de forma casiimperceptible.

Quizá se lo podríamos exponer mejor a través de va-rios ejemplos. Si por decir un político cualquiera, (porinventarle un nombre, le llamaremos Dionisio) desem-peña mal su gestión política, realizando para colmoactos deshonestos, —creyéndose inmensamente “listo”—en realidad resultó demasiado tonto, porque ni siquie-ra se dio cuenta de que ese daño que ocasiona, apartede la responsabilidad civil y penal en que incurre, suproceder inadecuado se le revertirá con creces de mu-chas formas. ¿Como cuáles?

Al quedar su comunidad un poco más debilitada en uncierto porcentaje en varios sentidos, y dado queDionisio, su familia y descendientes forman parte deella, su propio desarrollo profesional se verá mengua-do, no sólo por la falta de confianza de los demás, sinoen aspectos específicos y concretos: Esa comunidad unpoco más limitada hará que Dionisio tenga un desarro-llo mucho menor.

En contraste, si Antonio —también funcionario públicomuy importante— realiza su trabajo de forma impeca-ble, no sólo obtendrá el reconocimiento de sus jefes yde los demás hacia su persona, sino que, el bien queconsiguió generar, no únicamente se proyectará sobrelos demás, sino que el propio Antonio y su familia pre-

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EL FUTURO CHATARRA

sente y futura, como miembros de esa sociedad, seránalcanzados con esa inevitable “acción de regreso”.

Veamos otros casos un poco más tangibles. Vamos adecir que Diógenes es un ingeniero encargado del trá-fico vehicular en su ciudad. Él debía contribuir a mejo-rar la nomenclatura de las calles y avenidas, colocaradecuados señalamientos y optimizar el funcionamientode los semáforos.

Sin embargo, Diógenes, indebidamente, tenía otrasprioridades personales, por lo que desatendía bastantesus labores. ¿Se podría proyectar su deficiencia tam-bién hacia él mismo?

Siempre consideró Diógenes que su deficiente laborno le afectaría a él en lo personal, dado que él, —pen-saba— “sí conocía perfectamente su camino”. Pero larealidad operó en otra dirección: La falta de señaliza-ción y vialidad adecuada provocó que todos aquellosque se desplazan en su ciudad, emplean un cierto por-centaje más en llegar a sus destinos. Pero, ¿alcanzaráeso a Diógenes?

Aunque nunca se imaginó, ese aparentemente “ajeno”daño a los demás, hizo que su comunidad empleara uncierto porcentaje “de más” en tiempo y recursos, loque hizo que en ese mismo porcentaje, lo gastaran “demenos” en actividades útiles, lo que no sólo limitó unpoco la productividad colectiva, sino que disminuyó tam-bién un poco la capacidad de generación de bienes yservicios. Hecho que, obligadamente, impactó después alpropio Diógenes, aunque de forma casi invisible.

Roberto fue un excelente maestro de enseñanza pri-maria y siempre trató de canalizar todas sus energíasen capacitar de la mejor forma a sus alumnos, ya que

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él intuía, con mucho sentido común, que un actuarbueno o malo a nivel personal, irremisiblemente sediseminaba sobre todos los demás.

Y eso que el maestro Roberto intuyó y realizó median-te su labor docente, contribuyó a crear mejores ciuda-danos. Lo que siempre lamentó es que no todos losdemás maestros hubieran tenido esa misma óptica.

Así podríamos estar durante horas exponiéndole milesy miles de ejemplos parecidos, donde le podríamosdemostrar en forma por demás palpable, que todo ac-tuar humano, no sólo se interrelaciona con el de todoslos demás, sino inevitablemente se le regresa de diver-sas formas hacia el propio emisor del acto. De la mis-ma forma como el actuar bueno o malo de una micros-cópica célula, beneficia o perjudica a todo un organismo.

Para demostrarle que esta ley social funciona siempre,le pondremos un caso extremo, mismo que ojalá nun-ca se presente. Imagínese que alguien, un poco altera-do de sus facultados, decide quitarse la vida; y para“evitar un daño social” se aleja a un lugar desierto ylleva a cabo su propósito. ¿Afectaría este hecho a losdemás y también a sí mismo?

Obviamente esa acción enfermiza no sólo lo dañó a élmismo de forma terminante y brutal, sino que esa ac-ción alcanzó, en un cierto porcentaje a su comunidadtambién, al privarla de ese potencial humano que que-dó absurdamente truncado. Ese conciudadano, además,pudo haber tenido familia y descendientes, entre loscuales pudo haber habido gente muy valiosa y desta-cada. O sea, créanos, no existe forma posible de desvin-cular una sola acción personal con la de su entorno.

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EL FUTURO CHATARRA

Pero volviendo al tema del presente libro, —el nutri-cional— cuando un grupo de dulces empresarios, sin-tiéndose los más sagaces seres del planeta, venden ali-mentos artificialmente endulzados para incentivar suventa, suceden dos cosas: Primero, no miden los alcan-ces del daño que están realizando a la comunidad y,además, tal vez ni siquiera se den cuenta de que esedaño social y humano que ocasionan, se revierte sobretodos, incluyéndolos a ellos mismos.

Por eso va la exhortación de los autores hacia ellos, losconsumidores y las autoridades: De continuar en esadirección, nos espera un futuro chatarra en todos lossentidos, plagado de infinidad de problemas. Ahora esel momento de rectificar el rumbo, pero hay que ac-tuar, con decisión y de inmediato para rectificar esto.Es cierto que los esfuerzos personales, familiares yempresariales serían importantes, y los costos políticosy legislativos también serían considerables, pero el costode no hacerlo, sería infinitamente superior, y de con-secuencias inimaginables.

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INVESTIGACIONES MÉDICAS Y NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

A Magalie Lenoir, Fuschia Serre, Lauriane Cantin, Serge H. Ahmed. “IntenseSweetness Surpasses Cocaine Reward”. (“El endulzamiento excesivo sobre-pasa la capacidad adictiva de la cocaína”) PloS ONE l www.plosone.org.August 2007 l Issue 8 l e698.

B Ifland D JR y cols. “Refined food addiction: a classic substance use disorder”(“Adicción a los alimentos refinados: un caso clásico de consumo inde-bido”) Med. Hypotheses, 2009 may; 72(5):518-26.

C “Historia de la Medicina”, Manuel Barquín Calderón, Méndez Editores,(México).

D “Sugar Blues” (“La nostalgia del azúcar”) por William Dufty, Warner Books(USA).E Ítem.

F Stephanie Nguyen y Robert Lusting. “Just a spoonful of sugar helps theblood presure go up”. (“Una sola cucharadita de más de azúcar, puede con-ducir a la elevación de la presión arterial”) Expert Rev Cardiovasc Ther 2010nov; 86 (11): 1497-9.

G “Historia de la Medicina”, Manuel Marquín Calderón, Méndez Editores,México.

H “El Libro de los Sucesos, Eventos, Hechos, Casos, Cosas”. De Isaac Asimov,Editorial Lasser Press, (México).

I Organización de las Naciones Unidas (ONU) Anuarios Estadísticos. 1960,1970, |980, 1990, 2000, 2010, México. Y Cuadros de la Población mundial dePopulation Reference Bureau, PRB. USA.

J Frati-Munari y cols. “The glicemic index of some foods common in Méxi-co” (“El índice glucémico de algunos alimentos comunes en México”) GacMed Mex 1991 mar-apr; 127(2):163-70.

K Este proceso fue ampliamente citado en otra obra de los autores del presen-te libro llamado “Tentaciones que matan” editado por la “Sociedad Mexica-na de Geografía y Estadística, A.C.” (México, 2006).

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EL FUTURO CHATARRA

L “Meditaciones”, de Marco Aurelio, escrito alrededor del año 170-180 denuestra era.

M Sameer Fatani y cols. “The effects of diet-induced obesity on hepatocyteinsulin signaling pathways and induction of non-alcoholic liver damage”(“Efecto de la obesidad inducida por dieta sobre la señalización de insulinadel hepatocito e inducción de daño hepático no alcohólico”) Int J Gen Med2011;4:211-9.

N Alba Fernández Sánchez y cols. “Inflammation, oxidative stress and obesity”(“Inflamación, estrés oxidativo y obesidad”). Int J Mol Sci 2011;12(5):3117-3132.

O Romano AD y cols. “Oxidative stress and aging” (“Interrelación entre estrésoxidativo y el proceso de envejecimiento”) J Nephrol 2010 sep-oct;23 suppl 15:529-36.

P Antonio González Chávez y cols. “Implicaciones fisiopatológicas entre in-flamación crónica y el desarrollo de diabetes y obesidad”.Cir. Cir. 2011 mar-apr;79(2):209-16 El Dr. Antonio González Chávez y colaboradores, publicaronuna interesante revisión bibliográfica donde analizan la relación del procesoinflamatorio con algunas enfermedades crónico degenerativas como la diabe-tes. El doctor González es médico internista del Hospital General de México,y encabeza un grupo para el estudio de tal padecimiento, en la Secretaría deSalud de México.

Q Rocha VZ y cols., “Inflammatory concepts of obesity” (“Conceptosinflamatorios de la obesidad”).Int J Inflam. 2011; 2011: 529061.

R Gregor MF, Hotamisligil GS. “Inflammatory mechanism in obesity” (“Me-canismo de la inflamación en obesidad”) Annu Rev Inmunol 2011 APR23;29:415-45.

S Tchoukalova YD y cols. “Regional differencies in cellular mechanism ofadipose tissue regain with overfeeding” (“Diferencias regionales en el meca-nismo celular de ganancia de tejido graso derivado de la sobrealimentación”).Proc Natl Acad Sci USA 2010 oct 19;107(42):18226-31.

T Kabir RM “Large size cells in the visceral adipose depot predict insulinresistance in the canine model” (“Los adipocitos grandes en la grasa visceralpredicen resistencia a la insulina en un modelo canino”). Obesity(SilverSpring) 2005;71(2208-10-3):208-14.

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U Yu MA, Sánchez Lozada LG y cols. “Oxidative stress with an activation ofthe renin-angiotensin system in human vascular endothelial cell as a no-vel mechanism of uric acid-induced endothelial dysfuncion” (“Estrés oxidativocon activación del sistema renina-angiotensina, en células endoteliales hu-manas: un novedoso mecanismo de la inducción de daño endotelial por ácidoúrico”) J Hypertens. 2010 JUN;28(6):1234-42.

V Segal MS y cols. “Is the fructose index more relevant with regards tocardiovascular disease then the glucemic index?” (“¿Es más relevante elíndice de fructosa en relación a la enfermedad cardiovascular que el índiceglucémico?”) Eur J Nutr 2007 oct; 46(7): 406-17.

W Maia, Clícia Adriana S. Campos, Carlos Alberto H. de. “Diabetes Mellituscomo causa de pérdida auditiva”. Rev. Bras. Otorrinolaringol. [online].2005;71(22008-10-03):208-216.

X Baskurt OK y cols. “Hemorheology and vascular control mechanisms”.(“Mecanismos de control Homorreológico y vascular”) Hemorheol Microcirc.2004;30(3-4):169-78. La viscosidad sanguínea depende de múltiples elemen-tos, siendo los principales la cantidad de eritrocitos, leucocitos, plaquetas,proteínas y glucosa. Se puede medir mediante un viscómetro capilar. Se hacomprobado que a mayor viscosidad sanguínea hay una mayor resistencia ala circulación periférica. Hay una relación indirecta entre la viscosidad san-guínea y el tono microvascular, mediada por la oxigenación tisular, ya queocurre una vasodilatación compensatoria si empeora la perfusión tisular se-cundaria a hiperviscosidad.

Y Babu N y cols. “Influence of hyperglycemia on aggregation, deformabilityand shape parameters on erythrocytes” (“Influencia de la hiperglicemiasobre la agregabilidad, deformabilidad y filtrabilidad de los eritrocitos”).Clin Hemorheol Microcirc. 2004;31(4):273-80. Un incremento anormal de glu-cosa sanguínea, aumenta la agregabilidad eritrocitaria, reduce la flexibilidadde los eritrocitos y reduce su filtrabilidad. (Capacidad de pasar a través deuna membrana de celulosa).

Z Fenómeno ampliamente expuesto en el libro “Sugar Blues” (“La nostalgiadel azúcar”) De William Dufty, Editorial Warner books, (USA).

AA Pet M. “International variations in the outcome of schyzofrenia and theprevalence of depression in relation to national dietary practices: anecological analysis” (“Variación internacional en pronóstico de esquizofreniay prevalencia de depresión en relación a las prácticas nacionales de nutri-ción”) Br J Psychiatry 2004 may; 184:404-8.

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EL FUTURO CHATARRA

BB Basado en el libro: “Unheard witness” (“Testigo silencioso”) de ErnestHanfstaengl, (Quien fue un seguidor, músico y compositor muy cercano aHitler por varios años, aunque después estuvo en desacuerdo con él, por loque tuvo que salir furtivamente de Alemania, con gran riesgo de su vida)Editorial Philadelphia lippincott, (USA 1957) y referenciado en el libro “Insidethe third reich”. (“El Tercer Reich visto desde dentro”) autor Albert Speer,(Quien fue uno de sus más cercanos colaboradores hasta el final de la guerra)Editorial SPHERE BOOKS, (USA, 1971). También se encuentran datos deeste músico en el libro “Hitler’s piano player” (“El pianista de Hitler”) delautor Peter Conrado, de la Editorial Perseus Book Group, (USA).

La relación de Hitler con este músico, (Ernest Hanfstaengl) fue tan cercana,que este dictador fue padrino de su hijo Egon, y Ernest, que era un hombrede recursos económicos, le ayudó a financiar la publicación del libro deHitler llamado “Mein Kampf” (“Mi lucha”) así como el periódico oficial delpartido Nazi, (NSDAP cuya publicación llevaba por nombre VölkischerBeobachter).

CC Teff y cols. “Dietary fructose reduces circulating insulin and leptin,attenuates postprandial suppression of ghrelin, and increases triglyceridesin women” (“El consumo de fructosa reduce el nivel sérico de insulina yleptina, disminuye la supresión postprandial de grelina e incrementa lostriglicéridos, en mujeres.”) J Clin Endocrinol Metab. June 2004; 89 (6): 2963–72.

DD Bantle JP y cols. “Effects of dietary fructose on plasma lipids in healthysubjects” (“Efectos de la fructosa de la dieta sobre los lípidos séricos ensujetos sanos”) Am. J. Clin. Nutr. 2000; 72 (5): 1128–34.

EE Richard J. Johnson, Santos E. Pérez-Pozo, Yuri Y. Sautin, Jacek Manitius,Laura Gabriela Sánchez-Lozada, Daniel I. Feig, Mohamed Shafiu, Mark Segal,Richard J. Glassock, Michiko Shimada, Carlos Roncal, and TakahikoNakagawa. “Hypothesis: Could Excessive Fructose Intake and Uric AcidCause Type 2 Diabetes?” (“Hipótesis, ¿Puede el consumo excesivo de fructosa,y el ácido úrico causar diabetes mellitus tipo 2?”) Endocr Rev. 2009 February;30(1): 96–116.

FF Reaven GM. Banting lecture: “Role of insulin resistance in human disease”(“Papel de la resistencia a la insulina en la patología humana”) Diabetes.1988;37:1595-1607.

DEDICATORIA

COMO NO PODÍAMOS DEDICARLE ESTE LIBRO ATODAS LAS MILLONES DE VÍCTIMAS QUE CADA

AÑO SE SUMAN A ESA ASTRONÓMICA CIFRA, DE FORMASIMBÓLICA, SE LO DEDICAMOS A UNA PERSONA:

A DOÑA AGRÍCOLA, QUIEN PADECIÓ DE CÁNCER ENLOS ÚLTIMOS AÑOS DE SU FRUCTÍFERA VIDA, Y SIEMPRE

SE CONSIDERÓ ORGULLOSA DE SU ASCENDENCIAINDÍGENA. ESCOGIMOS CON TODA INTENCIÓN A

ESTA DAMITA, DADO QUE LOS GRUPOS INDÍGENASSON ESPECIALMENTE VULNERABLES A

ESTE MONUMENTAL ERROR ALIMENTARIO.

AGRADECIMIENTO

La edición de este libro no hubiera sido posible,sin la valiosa ayuda de:

Antonio Muñiz Pajín, historiador,Pilar Cruz Palencia, diseño portada,

Ana Sofía Ochoa Ricoux, elaboración portada,Griselda Samaniego Barrón, analista económico,

Luis Tovar Carrillo, diseño y formación.

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Este libro se terminó de imprimiren el mes de mayo de 2012

en los talleres deCactus Displays, S. A. de C. V.

SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA, A. C.

A todo aquel que quiera conocer losalcances personales, familiares y so-ciales del alimento chatarra, le de-cimos: Es imprescindible la lectu-ra de este libro.

Le aseguramos que después de leer-lo, o más bien dicho disfrutarlo, seinteriorizará en esta problemáticacomo nunca pensó hacerlo. Además,lo podrá juzgar bajo varias perspec-tivas: Verá la visión del empresario

de estos productos, la natural respuesta biológica de su pro-pio organismo, la problemática a que se enfrenta la cienciamédica y las autoridades, y lo más importante: La de Ustedcomo consumidor.

Sin duda, una de las mejores vías de terminar con este problema,es conocerlo bien. Este libro se lo permitirá de una forma increí-blemente clara y amena a todo lector, tanto al experto en cuestio-nes nutricionales como al ciudadano común.

“Un libro que revolucionará la forma de enfren-tarnos al problema del alimento chatarra.”

Lic. Julio Zamora BátizPresidente de la Sociedad Mexicana de

Geografía y Estadística, A. C.

La SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍAY ESTADÍSTICA, A.C. fue fundada en el añode 1833, por Don Valentín Gómez Farías.

Ha contado entre sus miembros a muchos delos más distinguidos intelectuales, científicosy políticos de México, entre ellos AndrésQuintana Roo, Mariano Otero, MelchorOcampo, José María la Fragua, ManuelOrozco y Berra, Miguel Lerdo de Tejada,Leopoldo Río de la Loza, Ignacio Ramírez (ElNigromante), Gabino Barreda, SantosDegollado, Justo Sierra, Joaquín GarcíaIcazbalceta, Luis Bolland Kumackl, VicenteRiva Palacio, Félix Palavicini, Miguel Schultz,Guillermo Prieto, Antonio Caso, Emilio PortesGil, Jesús Silva Herzog, Jesús Reyes Heroles,Daniel Cosío Villegas, Jaime Torres Bodet,Julio Zamora Bátiz, Ignacio Chávez, MiguelAlemán Valdés, José Clemente Orozco,Alfonso Reyes, Adolfo Ruiz Cortines, AdolfoLópez Mateos y una gran cantidad de distin-guidos personajes, en virtud de lo cual, a estaBenemérita Institución se le considera comoprecursora de la Independencia cultural de laNación.

Su fundador, el Médico don Valentín GómezFarías, siendo Presidente Interino de laRepública Mexicana, empleaba parte de sutiempo libre a atender a las víctimas de unaepidemia de cólera que azotaba la ciudad deMéxico.

el futuro chatarra

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