el fenÓmeno enos: descripciÓn e impactos sobre el … de este sistema es básicamente dual. se...
TRANSCRIPT
EL FENÓMENO ENOS: DESCRIPCIÓN E
IMPACTOS SOBRE EL ISTMO
CENTROAMERICANO
CARLOS L. BRENES ANA VICTORÍA ROMÁN MANUEL JIMÉNEZ
2
PRESENTACIÓN.
El Istmo centroamericano experimenta las oscilaciones de un péndulo climático
dominado entre otros factores por la Oscilación del Sur. Los ciclos estacionales de los
principales parámetros atmosféricos y oceánicos se ven alterados por cambios en una
escala temporal cuya periodicidad entre otras cosas no ha sido posible determinar con
exactitud. En forma recurrente todos los sectores de la sociedad regional son alcanzados
por los efectos de este vaivén climático.
La idea de escribir un libro sobre El Fenómeno ENOS (El Niño/Oscilación del Sur)
surgió durante la organización del Seminario-Taller “El Fenómeno del El
Niño/Oscilación del Sur, agricultura, seguridad alimentaria y nutricional” que se realizó
en EL Salvador en mayo del 2002. Dicha actividad se llevó a cabo en el marco del
Quinquenio Centroamericano para la Reducción de Vulnerabilidades y el Impacto de los
Desastres, bajo el auspicio del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá
(INCAP) y el Proyecto VULSAC de la Secretaría del Consejo Agropecuario
Centroamericano (SCAC).
Este libro debe entenderse como una recopilación de mucha de la experiencia que se ha
acumulado a nivel regional durante los pasados “Niños” y “Niñas”. Se trata de relatar de
una manera sencilla el conocimiento actual sobre el origen, evolución y efectos que
dichos fenómenos tienen sobre algunos sectores de la sociedad centroamericana, en un
esfuerzo por poner a disposición de autoridades, empresarios y público en general un
documento de fácil acceso y sobre todo de utilidad práctica.
3
INDICE.
I. INTRODUCCIÓN. ............................................................................................................................................. 4
II. ESCENARIO METEOROLÓGICO Y OCEANOGRÁFICO. ..................................................................... 6
2.1 ESCENARIO METEOROLÓGICO. ............................................................................................................ 6
2.2 ESCENARIO OCEANOGRÁFICO ........................................................................................................... 12
2.2.1 AFLORAMIENTOS ECUATORIALES. .............................................................................................. 12
2.2.2 CORRIENTES ECUATORIALES. ...................................................................................................... 14
2.2.3 LA TERMOCLINA. ............................................................................................................................ 15
2.2.4 LA TERMOCLINA ECUATORIAL..................................................................................................... 17
2.2.5 ONDAS OCEÁNICAS ECUATORIALES. .......................................................................................... 19
III.EL FENÓMENO DE EL NIÑO Y LA OSCILACIÓN DEL SUR (ENOS) .............................................. 21
3.1. ASPECTOS HISTORICOS ....................................................................................................................... 21
3.2. OSCILACIÓN DEL SUR .......................................................................................................................... 23
3.3. EL NIÑO ....................................................................................................................................................... 25
3.3.1 EVOLUCIÓN TEMPORAL DE EL NIÑO. ............................................................................................ 31
3.3.2 REGIONES EL NIÑO ............................................................................................................................. 33
3.3.3. TELECONEXIONES ............................................................................................................................. 34
3.2 EL NIÑO 97/98. ............................................................................................................................................. 36
IV. IMPACTOS DE EL NIÑO SOBRE AMERICA CENTRAL. ................................................................... 38
4.1 VARIACIONES CLIMÁTICAS. ............................................................................................................... 38
5.2 VARIACION INTERANUAL DE LA FRECUENCIA DE HURACANES EN EL MAR CARIBE. ......... 41
5.2 PESCA. ....................................................................................................................................................... 42
5.4 AGRICULTURA........................................................................................................................................ 46
5.6 AGUAS. ..................................................................................................................................................... 47
5.7 ENERGIA................................................................................................................................................... 47
5.8 SALUD. ...................................................................................................................................................... 48
VI. MEDIDAS DE MITIGACIÓN PARA ALGUNOS SECTORES. ............................................................. 48
6.1 SUB SECTOR AGRICOLA. ...................................................................................................................... 49
GRANOS BÁSICOS .................................................................................................................................... 49
6.2 SUB SECTOR GANADERO. .................................................................................................................... 52
6.3 SUB SECTOR PESCA. .............................................................................................................................. 53
VII. FENOMENO DE LA NIÑA. ....................................................................................................................... 54
VIII. BIBLIOGRAFÍA. ....................................................................................................................................... 58
4
I. INTRODUCCIÓN.
El paso de las estaciones gobierna el ritmo y define el estilo de vida sobre la Tierra. Sobre
una gran parte del mundo, el clima oscila como un péndulo entre el verano y el invierno,
y en las zonas tropicales entre las estaciones seca y lluviosa. Sin embargo, esta oscilación
periódica del clima experimenta fuertes alteraciones, modificando el hábitat de
innumerables especies de seres vivos, incluyendo la raza humana. Una de estas
perturbaciones climáticas lo constituye el denominado Fenómeno ENOS.
Hace muy poco tiempo había alarma y preocupación por la presencia del Fenómeno de
La Niña (1998-2000). Los estragos que produjo en las economías de los países
centroamericanos fueron muy grandes, sobre todo por desastres ligados con inundaciones
y huracanes. No ha habido una recuperación completa de sus impactos, y ya se escucha
hablar de un nuevo Niño.
En reiteradas ocasiones se ha comentado que el Sistema Océano-Atmósfera en el
Pacífico Tropical, difícilmente se encuentra en estado de equilibrio. El análisis temporal
del comportamiento de variables como la temperatura superficial del mar, presión
atmosférica, viento y precipitación en esta región del planeta, muestran que la realidad
de este sistema es básicamente dual. Se hace refencia entonces al hecho de que
cíclicamente El Niño y La Niña completan el panorama climático sobre esta parte del
Océano Pacífico, y que ha sido difícil definir apropiadamente el período de transición
entre ambas fases. Los impactos ocasionados por la última fase cálida de la Oscilación
del Sur (El Niño 97-98) todavía no se han superado en nuestro Istmo Centroamericano y
se podría ver más agravada la situación con el advenimiento de un Niño nuevamente.
Mucho se ha escrito y comentado acerca del Fenómeno ENOS (El Niño-Oscilación del
Sur). Hoy más que nunca en los inicios del SXXI, este tema forma parte de ese
conocimiento general que por cultura tiene la gente común de nuestros países. Otros por
el contrario, debido a sus actividades productivas han tenido que estudiarlo de una
manera más especializada.
5
En todos estos años en los que estas “dos criaturas” (El Niño y La Niña) han hecho
estragos en los países de América Central, ha quedado al descubierto la necesidad de
contar con un documento que exponga de manera sencilla los aspectos más relevantes de
sus orígenes, desarrollo e impactos sobre nuestro Istmo. Esto permitirá tener una idea
clara y precisa de los mismos, para poder analizar con mejor criterio toda aquella
información que llega hasta nosotros cada vez que aparece en el horizonte climático
mundial estas señales, y para poder minimizar nuestra vulnerabilidad ante los desastres
asociados a ellas (sequías, inundaciones, incendios, hambrunas, etc). Solo de esta manera
se dejará de ver en cada una de esas señales un caballo apocalíptico, y se le podrá sacar
provecho a esas situaciones con las que ha convivido la raza humana desde tiempos
inmemorables.
No cabe duda que la mejor manera de enfrentar una amenaza natural, es a través del
conocimiento del mismo. Por esta razón se ha considerado pertinente escribir este
pequeño documento, donde se explican las características principales de estas “dos
criaturas” que hacen su aparición en nuestros escenarios cotidianos cuando menos se
desea.
6
II. ESCENARIO METEOROLÓGICO Y OCEANOGRÁFICO.
El océano y la atmósfera son dos fluidos inseparables, que forman los dos componentes
más importantes de una inmensa máquina de calor que determina las fluctuaciones de
nuestro clima. Muchos aspectos asociados al Fenómeno ENOS no pueden ser predichos
con la exactitud deseada, tal es el caso de la periodicidad de cada una de sus fases (cálida
y fría) y su respectiva intensidad. Sin embargo, lo que si se sabe con certeza es que el
corazón del ENOS lo conforman los diferentes mecanismos de interacción que existen
entre el océano y la atmósfera sobre el Pacífico Ecuatorial.
Cuando por alguna razón aún no determinada, el lenguaje de comunicación entre ambos
sistemas se altera, entonces se genera una perturbación en el engranaje que mantiene en
perfecta armonía el funcionamiento de ambos, dando paso a la aparición de respuestas
inesperadas en cada uno de ellos. Para poder explicar el Fenómeno ENOS se hace
imprescindible por lo tanto, entender cómo el océano se comunica con la atmósfera y
viceversa.
2.1 ESCENARIO METEOROLÓGICO.
La circulación planetaria la constituye el movimiento en gran escala de las masas de aire.
Este movimiento es producido por las diferencias horizontales en los campos de presión,
las cuales tienen su origen en las diferencias observadas en los campos de densidad del
aire. Finalmente la densidad del aire depende en gran medida de la temperatura.
La radiación instantánea proveniente del sol por unidad de área superficial terrestre,
decrece a partir del ecuador en dirección hacia los polos. La intensidad de la radiación es
mayor entre los 23°30 N (Trópico de Cáncer) y los 23°30 S (Trópico de Capricornio),
debido a que entre estas latitudes la luz solar incide sobre la superficie terrestre en ángulo
recto (Figura 1). El resto de latitudes reciben menos cantidad de radiación solar, debido a
la disminución del ángulo de incidencia de la luz solar.
7
Al aumentar la latitud, la distancia que deben recorrer los rayos solares a través de la
atmósfera aumenta también. Como la tierra gira sobre su propio eje, la intensidad de la
radiación solar a lo largo de cada línea latitudinal cambia con el tiempo.
Los patrones de viento superficial y corrientes son la respuesta de la atmósfera y los
océanos a este calentamiento global desigual por parte del sol. Ellos son los mecanismos
de respuesta para remover esa desigualdad. En el estado estacionario, la tasa de
calentamiento está balanceada por una tasa similar de transporte del exceso de calor
desde las bajas latitudes hacia las regiones polares donde existe un déficit de
calentamiento solar (Figura 2).
La Figura 2A compara la radiación media incidente anual (longitud de onda corta,
ultravioleta, visible e infrarroja), con la radiación media anual reflejada (longitud de onda
larga). Claramente, las zonas tropicales reciben un exceso de radiación comparadas con
las zonas polares. Las dos curvas de radiación se cruzan sobre los 40° de latitud en ambos
hemisferios. Esto significa que todo el exceso de calor de las bajas latitudes debe ser
transportado a través del paralelo 40 para satisfacer el déficit de las altas latitudes (Figura
2B).
Los oceanógrafos utilizan el término flujo de calor, para expresar la tasa a la cual el calor
es transportado hacia los polos. Es definido como la cantidad de calor transportado a
través de un área unitaria durante un intervalo de tiempo.
a
b
c
TIERRA
ATMOSFERA
Figura 1. Al aumentar la latitud, el ángulo entre los rayos solares y
la Tierra aumenta, y la radiación recibida sobre la superficie disminuye.
8
En el diagrama de la Figura 2C, tanto la atmósfera como el océano transportan el calor
hacia los polos en concordancia con las mejores estimaciones de viento y corrientes
actuales. La flecha en el océano indica que el flujo de calor es transportado hacia los
polos por las corrientes cálidas desde el ecuador. En la atmósfera está representando la
dirección de los vientos, los cuales transportan hacia los polos aire húmedo (vapor de
agua).
Figura 2. Variación con la latitud de la radiación solar incidente versus la
radiación saliente (A), concepto de transporte de calor por los
océanos y la atmósfera (B y C). (Adaptado de Neshyba, 1987)
OCEANO
Areas unitarias en unasección transversal
ATMOSFERA
40°N
Líneas de longitud
POLO
80°70°
60°
50°
40°
30°
20°
10°
ECUADOR
N
Incidente
Saliente
Exceso
Déficit
0° 10° 20° 30° 40° 50°60° 90°NLATITUD
0.000
0.002
0.004
0.006
CA
LO
R (
cal/
cm
2/s
)
A B
C
9
A nivel atmosférico el intercambio de calor entre los trópicos y las latitudes mayores se
establece a través de tres celdas (Figura 3).
Las celdas de Hadley ubicadas en los trópicos están conformadas por los vientos alisios en
la parte inferior de la troposfera, los cuales transportan aire hacia el ecuador, y por una
corriente de aire en sentido contrario en dirección a los polos. Las celdas de Hadley de cada
hemisferio confluyen en la llamada Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT). Esta es una
zona donde las masas de aire cálido son forzadas a ascender, originando una formación
abundante de nubes y de lluvias. La ZCIT no se sitúa exactamente sobre el ecuador, sino un
poco al norte y puede ser identificada a través de un cinturón nuboso que se extiende en
dirección zonal, es decir en la dirección este-oeste (Figura 4).
POLO
ECUADOR
CELD
A D
E
HADLE
Y
CELD
A D
E
FERREL
TIERRA
Figura 3. Esquema de la circulación meridional con masas
descendentes de aire en los subtrópicos y masas ascendentes
en los trópicos.
10
Figura 4. Localización de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT) Fuente: GOES Project Science
En las latitudes medias las interrelaciones son más complejas donde la rotación terrestre y
las ondas planetarias juegan un papel importante en la formación y traslación de zonas de
alta y baja presión.
La componente meridional de las circulaciones en los trópicos, conocida como la
Circulación de Hadley, puede ser aislada de las variaciones longitudinales. La Circulación
de Hadley como fue mencionado en párrafos anteriores, posee dos celdas meridionales con
aire húmedo ascendiendo en la ZCIT, divergiendo después hacia los polos en la alta
troposfera, y descendiendo sobre regiones al norte y sur de la ZCIT.
Superpuesta a esta circulación meridional están las circulaciones zonales. Existe
movimiento ascendente sobre el Pacífico Tropical Occidental y movimientos descendentes
en el extremo oriental. Los vientos alisios superficiales enlazan estas dos regiones. Esta
circulación es conocida como Circulación de Walker (Figura 5).
ZCIT
CIRCULACIÓN DE WALKER
CONTINENTEMARÍTIMO
AMÉRICADEL SUR
OCÉANO PACÍFICO
W E
AGUA FRÍA SUBSUPERFICIAL
AGUAS CÁLIDAS
ECUADORN
11
Figura 5. Circulación de Walker. Fuente: National Oceanographic and Atmosphere Agency (NOAA)
Una comparación de los patrones de temperatura superficial del mar con los patrones
convectivos revela que sobre los océanos el aire húmedo asciende donde la temperatura
superficial del mar es alta, mientras que el aire seco desciende donde las aguas
superficiales son frías. Las aguas cálidas están en el Océano Pacífico Occidental y en una
banda de latitudes justo al norte del ecuador donde se localiza la ZCIT.
La temperatura superficial de 27.5 °C parece ser la "entrada" para que ocurra la convección
atmosférica, pero no es una condición suficiente porque procesos de convección están
ausentes en muchas áreas donde la temperatura superficial del mar excede los 27.5 °C . La
convección en gran escala sobre aguas superficiales cálidas está asociada no con el
aumento de evaporación local desde el océano , sino con la convergencia de aire húmedo
sobre esas regiones.
12
2.2 ESCENARIO OCEANOGRÁFICO
2.2.1 AFLORAMIENTOS ECUATORIALES.
La temperatura superficial del mar es mayor cerca del ecuador y más baja cerca de los
polos. La temperatura superficial promedio del mar es del orden de los 16°C, pero puede
variar desde –2 hasta aproximadamente 30°C.La distribución de temperatura depende
parcialmente de los patrones de corrientes, por el hecho de que algunas corrientes
transportan aguas cálidas hacia altas latitudes, y otras transportan aguas frías hacia el
ecuador.
La superficie del mar es calentada a partir de varios procesos (Figura 6):
Radiación solar incidente;
Conducción de calor desde la atmósfera;
Condensación de vapor de agua.
La misma superficie es enfriada por:
Radiación desde la superficie oceánica hacia la atmósfera;
Conducción de calor hacia la atmósfera;
Evaporación
Figura 6. Transporte de calor de los océanos.
El término zona de afloramiento o zona de surgencia, es utilizado en Oceanografía para
describir aquella área en la cual la temperatura superficial del agua experimenta un
enfriamiento, producto del ascenso de agua de mar desde niveles más profundos. Sin
embargo, no solo la temperatura del agua experimenta cambios drásticos en una zona de
SOL
AIRE
AGUA
Radiación solar (99.9994%)
Calor desde el interior de la Tierra (0.0005%)
Evaporación (55%)
Condensación
Conducciónexterna (5%)
Conduccióninterna
Radiación reflejada (40%)
13
afloramiento. También se observa un aumento en los niveles de nutrientes y una
disminución en el contenido de oxígeno de las aguas de los estratos menos profundos.
Existen varios tipos de afloramientos, algunos son costeros, otros forman parte de los
denominados Domos Térmicos y existen los que ocurren en las zonas ecuatoriales. En
todos y cada uno de estos tipos, el agente responsable de su aparición los constituye el
viento.
La zona de convergencia de los alisios del noreste y del sureste en el Océano Pacífico,
denominada ecuador meteorológico, está desplazada alrededor de 5° al norte del ecuador
geográfico. Cuando los alisios del sureste en el Pacífico atraviesan el ecuador geográfico,
experimentan una deflección hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en
el hemisferio sur (Figura 7). Como resultado final, las aguas superficiales son forzadas a
divergir y agua de los niveles profundos emergen hacia la superficie.
Figura 7. Afloramiento ecuatorial.
Este fenómeno de surgencia ecuatorial es el responsable de que todo el Pacífico Ecuatorial
Oriental presente temperaturas mucho menores que el extremo Occidental. Esas diferencias
pueden alcanzar los 12°C (Figura 8).
Ecuador Meteorológico
EcuadorGeográfico
5°N
0°Latitud
Alisios delsureste
TEMPERATURA SUPERFICIAL DEL MAR (°C)
20
10
0
20
10
N
S80 W100 W120 W140 W160 W180 160 E140 E
18 20 22 24 26 28 30
14
Figura 8. Temperatura superficial del mar (°C). Octubre 1998. Fuente: Climate Prediction Center
2.2.2 CORRIENTES ECUATORIALES.
Las corrientes ecuatoriales son generalmente zonales, es decir, fluyen en la dirección este-
oeste, aunque su estructura se complica en sus límites orientales y occidentales. El sistema
básico consiste de dos corrientes ecuatoriales impulsadas hacia el oeste por los vientos
alisios. Entre ellas fluye en sentido opuesto la contracorriente ecuatorial. Las corrientes
ecuatoriales son anchas (1000 – 1500 km), mientras que la contracorriente tiene una
anchura de solamente 500 km. Esta última corriente se localiza en la zona de calmas
relativas que se ubica entre el ecuador geográfico y los 10°N de latitud.
Las contracorrientes también pueden existir por debajo de las corrientes superficiales.
Estos flujos subsuperficiales reciben el nombre de subcorrientes. La primera subcorriente
fue descubierta en 1951 en el Pacífico Central por Towsend Cromwell.
Las subcorrientes pueden influenciar las condiciones superficiales del mar, como ocurre en
los alrededores de las Islas Galápagos, donde las aguas superficiales son frías producto de
levantamiento hacia la superficie de la Subcorriente Ecuatorial del Pacífico o Corriente de
Cromwell.
15
Para el Océano Pacífico se tiene de esta manera un sistema de circulación formado por tres
corrientes superficiales y una subsuperficial (Figura 9):
Corriente Ecuatorial Norte: fluye hacia el oeste entre los 20°-8°N de latitud.
Corriente Ecuatorial Sur: Fluye hacia el oeste entre los 3°-10°S de latitud.
Contracorriente Ecuatorial Norte: Fluye hacia el este entre las dos corrientes anteriores.
Subcorriente Ecuatorial Norte o Corriente de Cromwell. Se localiza a una profundidad
entre los 100 y 200 m, y fluye por debajo de la Corriente Ecuatorial Norte.
Figura 9. Corrientes Ecuatoriales en el Océano Pacífico
2.2.3 LA TERMOCLINA.
La temperatura del agua en los océanos del mundo, presenta dos tipos de variaciones:
Variación horizontal
Variación vertical.
En el primer caso, esta variación tiene que ver con la latitud geográfica. Ya fue comentado
que las aguas superficiales del océano en las zonas ecuatoriales son mucho más cálidas que
CORRIENTE ECUATORIAL SUR
CORRIENTE ECUATORIAL NORTE
CONTRACORRIENTE ECUATORIAL NORTE Domo Térmico de Costa Rica
I. Galápagos
Corrien
te de P
erú
Corrien
te de
Califo
rnia
160° 150° 140° 130° 120° 110° 100° 90° 80° 70°20°
10°
0°
10°
20°
30°
LONGITUD
LA
TIT
UD
16
en las zonas polares o en las zonas templadas. Esto se debe a que por la curvatura de la
Tierra, la cantidad de calor que proviene del sol no se distribuye uniformemente sobre la
superficie terrestre, observándose una mayor concentración en las áreas cercanas al
ecuador.
En el caso de la variación vertical de temperatura que experimentan las aguas de los
océanos, se debe señalar que las aguas superficiales son mucho más cálidas que las aguas
profundas. Esto significa que conforme aumenta la profundidad del mar, las aguas son cada
vez más frías. Ahora bien, la disminución de la temperatura con la profundidad no ocurre
de la misma manera en todos los niveles del océano, es decir, dicha variación no es
uniforme. Hay capas en las cuales esa variación es mayor que en otras. Así por ejemplo, las
diferencias de temperatura entre los 4000m y 5000m no supera los 0.2°C, mientras que en
las capas menos profundas y en casos muy especiales, puede superar a 1°C/m. Esto quiere
decir que el océano profundo en términos de la temperatura es muy homogéneo. Los
siguientes perfiles verticales de temperatura ilustran como varía la temperatura a
diferentes profundidades en los océanos (Figura 10).
10
SS
OCEANO INDICOOCEANO PACIFICOOCEANO ATLANTICO
TEMPERATURA (°C)
300
250
200
150
100
50
0
PR
OF
UN
DID
AD
(m
)
T T
14 22 26 12 16 20 24 28 12 16 20 24 28
TCapa demezcla
Termoclinapermanente
17
Figura 10. Distribución vertical de temperatura en los océanos tropicales
(Neuman and Pierson, 1966).
Bajo la superficie oceánica, la columna de agua puede ser dividida en tres zonas:
Capa de mezcla.
Es una zona casi isotérmica expuesta a la influencia directa de la atmósfera. Su profundidad
media es de 100 m, y presenta variaciones estacionales en respuesta al intercambio de
energía con la atmósfera y a la absorción de energía solar.
Termoclina permanente.
Es la zona de la columna de agua donde ocurre la máxima variación del gradiente vertical
de temperatura, se establece entre los 200 m y los 1000 m de profundidad. Es mantenida
por un equilibrio entre el flujo vertical descendente de calor proveniente de la capa de
mezcla, y el flujo ascendente de agua fría proveniente de la capa profunda.
Capa profunda.
Es la zona de la columna de agua donde la temperatura decrece menos frente a variaciones
en la profundidad, T/Z = 0.1 °C/100 m.
Son muchos los factores físicos que intervienen en la formación de la termoclina: cantidad
de radiación solar incidente, corrientes horizontales y verticales, topografía del mar y viento
entre otros. Lo que se debe tener claro, es que dependiendo del comportamiento de los
factores apuntados anteriormente, la posición de la termoclina para una misma región
variará durante el año.
2.2.4 LA TERMOCLINA ECUATORIAL.
En el Pacífico Ecuatorial el agua es transportada hacia el oeste por las Corrientes
Ecuatoriales Norte y Sur, las cuales son impulsadas por los vientos alisios. A través de todo
18
este recorrido las aguas son calentadas paulatinamente por la radiación solar, de manera que
la temperatura superficial del mar y la profundidad de la capa de mezcla también aumentan
en la dirección antes citada (Figura 11).
Figura 11. Distribución vertical de temperatura (°C) a lo largo del ecuador. Fuente: Climate Prediction Center
Esto significa que cuando los alisios del este soplan muy fuertemente, entonces la
termoclina está más cerca de la superficie del mar en el extremo oriental del Pacífico
Ecuatorial y más profunda en su extremo occidental (Figura 12). Debe tenerse presente que
la termoclina se ubica entre las isotermas de 25°C (el tope) y de 15°C (la base).
50
150
250
350
80 W100 W120 W140 W160 W180 160 E140 E
5 10 15 20 25 30
PR
OF
UN
DID
AD
(m
)
VIENTOS ALISIOS NORMALES
TERMOCLINA
TERMOCLINA ECUATORIAL
TERMOCLINA
VIENTOS ALISIOS DÉBILES
VIENTOS ALISIOS FUERTES
19
Figura 12. Variación de la posición de la termoclina en la zona ecuatorial respecto a la
intensidad del campo de vientos. Fuente: National Oceanographic and Atmosphere Agency (NOAA)
La acumulación de aguas cálidas en el extremo occidental del Pacífico Ecuatorial, hace que
en dicha región se produzca un aumento en el nivel del mar del orden de los 40 cm respecto
al lado oriental. Esta inclinación de la superficie del mar en dirección oeste produce un
gradiente de presión que impulsa una corriente en dirección este. Esta corriente se ubica
justo por debajo de la Corriente Ecuatorial Sur y como fue mencionado previamente recibe
el nombre de Subcorriente Ecuatorial o Corriente de Cromwell.
2.2.5 ONDAS OCEÁNICAS ECUATORIALES.
20
En la franja ecuatorial del océano, la información de la inclinación de la superficie libre del
mar es transmitida a través de un tipo especial de onda denominada Onda Kelvin. Este tipo
de onda está asociada a las variaciones del nivel del mar. La velocidad de propagación de
estas ondas en la superficie del océano depende de la profundidad local y de la fuerza
gravitacional, siendo típica una magnitud del orden de los 9 km/h hacia el este. Así por
ejemplo, en el Océano Pacífico una onda Kelvin necesita alrededor de 2 meses para
transferir el cambio de nivel del mar de las islas de Indonesia hasta las costas de América
del Sur.
Existen también las ondas internas de Kelvin, las cuales producen variaciones en la
estructura de la termoclina a lo largo del ecuador. Hay que tener presente que a lo largo del
ecuador las ondas Kelvin pueden viajar solamente de oeste a este, y esto obedece
fundamentalmente al equilibrio de fuerzas que se establece entre la fuerza de Coriolis (se
debe a la rotación terrestre) y a la fuerza gradiente de presión.
Al igual que en la atmósfera, en el océano también existen las “Ondas Rossby”. Ellas se
propagan en dirección contraria a las ondas Kelvin, es decir, lo hacen de este a oeste. De
esta manera, una porción de la energía de las ondas Kelvin que llegan a las costas
occidentales de América del Sur, se refleja como ondas Rossby ecuatoriales. El resto de la
energía se propaga hacia el norte y hacia el sur como ondas atrapadas de Kelvin a lo largo
de las costas (Figura 13)
ONDA KELVINECUATORIAL
300 kmONDA ROSSBYREFLEJADA
5°
10°
15°
20°N
5°
10°
15°
20°S
COSTA
ONDAS COSTERAS DE KELVIN
ONDAS COSTERAS DE KELVIN
Figura 13. Diagrama de Ondas Kelvin y Ondas Rossby
21
III.EL FENÓMENO DE EL NIÑO Y LA OSCILACIÓN DEL SUR
(ENOS)
3.1. ASPECTOS HISTORICOS
En 1891 el Dr. Carranza Presidente de la Sociedad Geográfica de Lima escribió un
pequeño artículo en el boletín de dicha Sociedad, llamando la atención al hecho de que una
contracorriente fluía desde el norte hacia el sur entre los Puertos de Paita y Pacasmayo. A
esta contracorriente los marineros la llamaron Corriente de "El Niño" porque se observaba
inmediatamente después de la Navidad.
Las aguas cálidas de esta corriente modificaban las bajas temperaturas superficiales del mar
frente a las costas de Perú y las fuertes lluvias que la acompañaban hacían literalmente
florecer las áridas zonas costeras de dicho país.
Cada cierto número de años esta corriente era más intensa de lo normal, se extendía más
hacia el sur y sus aguas eran excepcionalmente cálidas. Estos años eran llamados entonces
de "años de abundancia". Sin embargo en estas ocasiones, la abundante vida marina
desaparecía temporalmente.
No fue sino hasta la década de los 60's que los oceanógrafos observaron que las aguas
cálidas superficiales frente a las costas de Perú durante los años de abundancia se
extendían miles de kilómetros mar afuera, y que esta era una condición anormal a través de
todo el Océano Pacífico Tropical.
22
Durante los últimos años la cantidad y calidad de información oceanográfica y
meteorológica se ha incrementado substancialmente. Sensores ambientales (boyas fijas y a
la deriva) ubicados en el Océano Pacífico miden continuamente las diferentes condiciones
físicas de la atmósfera y del océano al mismo tiempo que sensores remotos en satélites
artificiales miden las características físicas (temperatura, corrientes marinas, etc) y
biológicas de la capa superficial del océano. Simultáneamente, la mayor información
disponible ha permitido un mejor entendimiento del funcionamiento del sistema océano -
atmósfera mediante el desarrollo de mejores modelos físicos y/o estadísticos que han
permitido predicciones exitosas del Fenómeno de El Niño hasta con un año de anticipación
en algunos episodios anteriores.
En los primeros años de la década de los 80’s, el Profesor Mark Cane del Instituto
Tecnológico de Massachusetts en los Estados Unidos de América, desarrolló
conjuntamente con el entonces estudiante de Doctorado Stephen Zebiak, modelos
tendientes a simular el fenómeno de El Niño. Su objetivo inicial tenía fines puramente
educativos, es decir, estudiar los diferentes mecanismos físicos responsables de las
diferentes etapas del desarrollo del fenómeno. La simulación del fenómeno, permitía alterar
en el modelo, diversos parámetros y analizar los posibles efectos que ello podría producir.
Posteriormente, al igual que algunos otros desarrollos en las Ciencias, en forma casual se
encontró que dicho modelo poseía capacidades predictivas significativas a pesar de que su
formulación era bastante simple. Ello dio lugar a que durante la década de los 80’s, dicho
modelo fuera estudiado extensivamente. Durante los primeros años de la década de los
90’s, y usando toda la experiencia acumulada, otras instituciones desarrollaron nuevos y
más completos modelos, los cuales son los que están en operación actualmente.
Ellos resuelven ecuaciones sofisticadas de la Dinámica de Fluidos y partiendo de
condiciones iniciales permiten conocer la posible evolución de los diferentes parámetros
indicadores atmosféricos y oceánicos. Sin embargo debemos enfatizar el hecho de que
dichos modelos no son perfectos, y que a pesar de que su capacidad predictiva demostró
una habilidad significativa, ellos no son infalibles.
23
3.2. OSCILACIÓN DEL SUR
Para entender El Niño es necesario explicar como el océano se ajusta a los cambios en los
vientos superficiales. Desde el punto de vista oceanográfico El Niño es causado por
cambios en los vientos superficiales sobre el Océano Pacífico Tropical. Pero, qué causa la
fluctuación interanual de los vientos? El primero en estudiar estas fluctuaciones de la
circulación atmosférica fue Sir Gilbert Walker, motivado no por El Niño, sino por
desastres asociados a los monzones sobre el Océano Indico.
Walker probablemente no tuvo conocimiento de los años de abundancia ocurridos entre
1877 y 1899, pero sí tenía evidencia de que las fluctuaciones interanuales del campo de
presión sobre el Océano Indico y el Océano Pacífico Tropical Oriental estaban fuera de
fase. Es decir, "cuando el campo de presión es alto en el Océano Pacífico, tiende a ser
bajo en el Océano Indico desde Africa hasta Australia". Esta fluctuación irregular la llamó
de Oscilación del Sur, y reforzó la idea de Walker de que los monzones son parte de un
fenómeno global (Figura 14).
Figura 14. Variación de los campos de presión sobre el Pacífico Ecuatorial asociado
a la Oscilación del Sur.
OCEANO PACIFICO OCEANO PACIFICO
ECUADOR A BB A
VARIACIÓN DE LOS CAMPOS DE PRESIÓN: A = PRESIÓN ALTA B = PRESIÓN BAJA
24
Con el propósito de poder predecir dichos vientos, Walker trabajó con una serie de
parámetros como presión superficial, temperatura, lluvia, y radiación en varias estaciones
alrededor del mundo. Sus resultados establecieron que la Oscilación del Sur estaba
correlacionada con los principales cambios en los patrones de lluvia y campos de vientos
sobre el Pacífico Tropical y Océano Indico y con fluctuaciones en la temperatura en
algunas partes del océano. Sin embargo no llegó a predecir las fluctuaciones de los
monzones. Los datos de temperatura superficial del mar de que disponía Walker eran
insuficientes para determinar cómo el océano estaba envuelto dentro de la Oscilación del
Sur.
Las correlaciones entre varios parámetros establecen que presión superficial alta sobre el
oeste y baja sobre el Pacífico sureste coinciden con fuertes lluvias, aguas superficiales
inusualmente cálidas, y vientos alisios relajados en el Pacífico Tropical Central y Oriental.
Podría pensarse que El Niño es un estado temporal derivado de alguna condición "normal"
del Pacífico Tropical. Pero esto no es del todo correcto. Condiciones normales pueden ser
definidas estadísticamente, pero es claro a partir de la Figura 15 que el Océano Pacífico no
está usualmente en un estado "normal". O está en la fase de la Oscilación del Sur llamada
El Niño, o en la fase opuesta "La Niña". Hay períodos relativamente breves donde ninguno
de estos términos describe adecuadamente las condiciones en el Pacífico Tropical.
Figura 15. Variación anual del índice estandarizado del ENOS Este índice incluye
presión atmosférica a nivel del mar, componentes zonales y meridionales del campo de
viento, temperatura superficial del mar, temperatura superficial del aire y fracción
total de cobertura nubosa. Fuente: Climate Diagnostics Center
INDICE MUTIVARIADO DE EL FENÓMENO ENOS
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005
3
2
1
0
-2
-1
DE
SV
IAC
IÓN
ES
TA
ND
AR
IZA
DA
25
La Oscilación del Sur es bastante compleja debido a que un gran número de correlaciones
entre varios parámetros en diferentes partes del globo, presentan un cuadro no muy
halagador. El principal resultado que Bjerknes obtuvo al estudiar esta correlaciones fue que
el movimiento atmosférico en gran escala en los trópicos, sobre escalas temporales de
semanas o mayores, corresponde directamente a una circulación térmica, tal es el caso de
la Circulación Hadley y Circulación de Walker. La Oscilación del Sur es una perturbación
directa de esta circulación térmica y está asociada con fluctuaciones en la intensidad y la
posición de las regiones de ascenso de aire húmedo. Los factores que influencian los
movimientos interanuales de las zonas convectivas (variaciones en los patrones de la
temperatura superficial del mar y en el calentamiento de los continentes), también influyen
sobre los movimientos estacionales de dichas zonas.
3.3. EL NIÑO
Actualmente el término El Niño ya no describe aquella corriente cálida estacional frente a
Perú. El Niño es la fase de la Oscilación del Sur en la cual los vientos alisios son débiles y
la la presión es baja sobre el este y alta sobre el oeste del Pacífico Tropical.
No solo cambió el uso del término, sino nuestro punto de vista de El Niño se volvió
peyorativo: El Niño es ahora asociado a desastres ecológicos y económicos que coinciden
con grandes sequías sobre el Pacífico Ecuatorial Occidental y torrenciales lluvias en el
Océano Pacífico Ecuatorial Central y Oriental.
Un calentamiento del Océano Pacífico Tropical Oriental debilita la Circulación de Walker
y causa que la zona convectiva de alta precipitación se mueva hacia el este desde el oeste
dentro del Océano Pacífico Tropical Central y Oriental. En otras palabras, la Oscilación del
26
Sur es causada por la variación interanual en la temperatura superficial del mar del Océano
Pacífico Tropical. Sin embargo, desde el punto de vista Oceanográfico, los cambios en la
temperatura superficial del mar son causados por la fluctuaciones en los vientos
superficiales asociados con la Oscilación del Sur. A partir de estos argumentos circulares
se infirió que las interacciones entre el océano y la atmósfera son el corazón de la
Oscilación del Sur. Tenemos como un cambio inicial en el océano puede afectar la
atmósfera de tal manera que las condiciones meteorológicas alteradas induzcan cambios
oceánicos que refuercen el cambio inicial.
Es claro entonces que un punto de vista meteorológico no es capaz de explicar al Niño por
sí solo, para ello se necesita contar con las condiciones oceánicas iniciales. Cómo “se
entera” la atmósfera de El Niño ? Es conveniente imaginarse una cadena de procesos
atmosféricos, donde cada eslabón de la cadena transporta información de las anomalías de
la temperatura superficial del mar debidas a El Niño a través de todo el sistema climático
global. El primer eslabón es la respuesta tropical de la producción de lluvia por
cumulonimbus. Esto es crítico, porque la convección es el principal agente para
intercambiar calor desde la superficie terrestre, y de este modo comunicar la presencia de
El Niño a la atmósfera libre. Los climas tropicales húmedos tienden a coincidir con la
“piscina de aguas cálidas” en el Pacífico Occidental y los monzones continentales.
Durante El Niño, la lluvia aumenta sobre una distancia de varios miles de kilómetros a lo
largo del ecuador a partir de la parte central hasta el extremo oriental del Pacífico, en
respuesta al calentamiento de las temperaturas superficiales del océano.
El segundo eslabón en la cadena, es la comunicación horizontal de la presencia de El Niño,
que envuelve la sensibilidad de la circulación atmosférica para cambiar o mover las zonas
convectivas. La excitación de movimientos de ondas atmosféricas son necesarias para
ajustar el flujo climatológico a las nuevas fuentes tropicales de energía. Así a partir de los
patrones de las anomalías de precipitación, las principales anomalías convectivas están
confinadas a pocos grados del ecuador durante el invierno. Sin embargo, asociadas a ellas,
27
existe una circulación de masa y energía en la atmósfera que se extiende por varios miles de
kilómetros hacia los polos en los subtrópicos.
La Figura 16 muestra las características del Océano Pacífico en condiciones normales (a) y
cuando El Niño se manifiesta (b).
CONDICIONES NORMALES
CONDICIONES DE EL NIÑO
120°E 80°W
120°E 80°W
ECUADOR
ECUADOR
CELDA CONVECTIVA
AUMENTOCONVECTIVO
A
B
28
Figura 16. Condiciones oceánicas y atmosféricas sobre en Océano Pacífico
Ecuatorial durante la presencia de El Niño y en períodos normales Fuente: National Oceanographic and Atmospheric Agency (NOAA).
Se observa la presencia de aguas relativamente cálidas en el Océano Pacífico occidental y
frías en el extremo oriental en situaciones normales. Las aguas cálidas son mantenidas en
regiones alejadas a la costa de América del Sur por vientos intensos asociadas a corrientes
marinas de este a oeste a lo largo de la región cercana a la línea ecuatorial (Figura 16A).
Por otro lado, durante episodios de El Niño, dichos vientos junto con las corrientes marinas
tienden a debilitarse y/o dirigirse de oeste a este por lo que las aguas cálidas se acercan a las
costas de América del Sur (Figura 16B)
Los patrones de vientos mencionados en el párrafo anterior están asociados a la presencia
de altas presiones atmosféricas en el Océano Pacifico Occidental y a bajas presiones en el
Pacífico Oriental durante condiciones de El Niño, tal como se muestra en el esquema de la
Figura 17. Las presiones atmosféricas en las estaciones TAHITI y DARWIN (Australia)
son muy usadas para tal fin.
29
Figura 17. Variación del campo superficial de la presión atmosférica entre Tahití y
Darwin y los sistemas de vientos asociados a dicha variación. Fuente: National Oceanographic and Atmospheric Agency (NOAA).
La aparición de aguas superficiales inusualmente cálidas en el Pacífico Tropical Oriental
durante El Niño es uno de los más prominentes aspectos de este fenómeno. Esta es la
característica más importante de El Niño porque la temperatura superficial del mar es el
único parámetro oceánico que afecta significativamente la atmósfera. Las temperaturas
superficiales del mar relativamente uniformes durante el Niño están asociadas con una
integración de las zonas de convergencia atmosférica: la ZCIT se mueve hacia el ecuador,
la Zona de Convergencia del Pacífico sur se mueve hacia el norte y la Zona de
Convergencia sobre el Pacífico Occidental se mueve hacia el este. La circulación zonal de
Walker se debilita durante estos períodos pero la circulación meridional de Hadley se
intensifica.
30
Los eventos de El Niño ocurren irregularmente a intervalos entre 2 y 7 años, sin embargo el
promedio se establece entre 3 y 4 años con una duración típica es de 18 meses. ¿Ha
aumentado su frecuencia de aparición y su intensidad? Resulta interesante tratar de
responder a estas preguntas, sobre todo porque mucho se habla acerca de “la culpabilidad
humana” en todo este fenómeno. Los trabajos de Quinn et al. (1978,1987) son una
excelente fuente bibliográfica para iniciar la respuesta. En los últimos 450 años dicho autor
consiguió “aislar” 47 eventos cálidos fuertes y muy fuertes. Desde el año 1800 han
aparecido 32 Niños moderados. Entre Niños fuertes o muy fuertes ha habido siempre una
separación del orden de los 7 años, muy raramente ese lapso ha sido de 4 o 5 años.
Adicionalmente, las interrupciones más prolongadas entre eventos extremos fueron entre 14
y 20 años. En promedio después de 10 años de un Niño fuerte o muy fuerte hizo aparición
otro de igual intensidad. Para las administraciones de los diferentes sectores de la economía
esta información podría resultar útil. De todas maneras, estadísticamente hablando es poco
probable que a un Niño fuerte le siga otro de igual magnitud. Lo que si es muy probable
que suceda, es que después de 3 o 4 años de haber tenido un Niño fuerte se produzca un
Niño de poca intensidad.
Volviendo al tema de “la huella humana” en todo este proceso, hay que tener presente que
el calentamiento del planeta se viene desarrollando desde el pequeño período glacial, y
tomando en cuenta el aumento del efecto invernadero, es muy probable que vaya a persistir.
Tal vez y en esto se estaría especulando, el calentamiento tiene que alcanzar un cierto nivel
o tiene que durar un cierto tiempo para producir un cambio en el comportamiento global del
sistema océano-atmósfera. También es probable que este umbral aún no se haya alcanzado;
pero lo que si es absolutamente cierto es que se alcanzará más temprano que tarde si el
calentamiento actual perdura. Debido a que no hay datos suficientes de anteriores “épocas
calientes” de la Tierra, se tendrá que dejar esta pregunta abierta.
En muchas ocasiones el inicio de la fase cálida de la Oscilación Sur en el Pacífico Tropical
Oriental coincide con la fase cálida de su ciclo estacional, de manera que El Niño lo que
hace es amplificar esta fase. El Indice de la Oscilación del Sur (IOS) es la diferencia
normalizada de la presión atmosférica superficial entre Tahití y Darwin, y es una medida
31
del fortalecimiento de los vientos alisios. Cuando el IOS es negativo (mayor presión en
Darwin que en Tahití) significa que los alisios son más débiles de lo normal y que la
Oscilación del Sur está en su fase cálida o de El Niño (Figura 18). Cuando el IOS es
positivo, los vientos alisios se presentan muy fortalecidos y se está en presencia de la fase
fría de la Oscilación del Sur o de La Niña.
Figura 18. Anomalía de la temperatura superficial del mar en la Región Niño 3.4 e
Indice de la Oscilación del Sur. Fuente: National Oceanographic and Atmosphere Agency (NOAA)
3.3.1 EVOLUCIÓN TEMPORAL DE EL NIÑO.
Después de El Niño 82-83, los investigadores descubrieron que aquella idea que se tenía de
que todos Los Niños eran iguales no era cierta, y que se hacía preciso estudiar en forma
más minuciosa las diferencias existentes entre los eventos cálidos. Esta nueva perspectiva
de abordar al fenómeno, permite en estos momentos darse cuenta que al menos existen dos
maneras diferentes a partir de las cuales El Niño puede formarse, dependiendo si se calienta
primero el Pacífico Ecuatorial Central o el Pacífico Ecuatorial Oriental (Glantz, 1996).
ANOMALÍAS DE LA TEMPERATURA SUPERFICIAL DEL MAR EN LA REGIÓN NIÑO 3.4
IOS (TAHITI - DARWIN). PROMEDIO TRIMESTRAL
°C
DE
SV
.ES
TA
ND
AR
3210
-3-2-1
3210
-2
-1
-3
1970 1975 1980 1985 1990 1995
32
Cada fase cálida (El Niño) tiene su ciclo de vida. A pesar de que existen diferentes tipos de
eventos cálidos, si se ubican las anomalías de la temperatura de la superficie del mar dentro
de un período de inicio, con un crecimiento y un debilitamiento final, debe decirse entonces
que todos los eventos evolucionan de manera similar.
Nicholls (1987) identifica cuatro fases asociadas a El Niño:
Fase precursora. Se podría pensar que esta fase ocurre al final de una fase fría, cuando
las temperaturas superficiales del mar han vuelto a ser casi normales. Si fuera así,
durante esta fase por una razón aún desconocida los vientos alisios que soplan de este a
oeste comienzan a debilitarse, produciendo un debilitamiento también de la surgencia
ecuatorial y costera. Esto hace que las temperaturas se eleven en el Pacífico Ecuatorial
Central y Oriental. Se estaría entonces en una fase de transición.
Fase de inicio. Es bien conocido que estacionalmente (finales de cada año) los vientos
en la región oceánica frente a las costas peruanas experimentan una relajación, con el
consecuente calentamiento de las aguas superficiales, el cual se extiende hasta marzo
aproximadamente. Si dicho calentamiento se extiende hasta abril o mayo, es muy
probable que el inicio de un evento cálido ya se encuentre en desarrollo.
Fase de crecimiento y madurez. En esta fase las temperaturas superficiales en todo el
Pacífico Ecuatorial Central y Oriental se elevan considerablemente, los fenómenos de
surgencia “inyectan” aguas cálidas y pobres en nutrientes a las capas superficiales, el
campo superficial de presión atmosférica disminuye en el Pacífico Sur y aumenta en
Darwin, y el nivel del mar aumenta en el Pacífico Oriental y disminuye en el Pacífico
Occidental.
Fase de decaimiento. El inicio de esta fase se da una vez que se han alcanzado las
máximas temperaturas superficiales en el Pacífico Ecuatorial Central y Oriental, y el
campo térmico superficial comienza a responder a los cambios en el campo de vientos
33
(dirección e intensidad), de modo que la masa de aguas cálidas aumenta nuevamente de
tamaño en la parte occidental del Pacífico Ecuatorial.
3.3.2 REGIONES EL NIÑO
Para darle seguimiento a aquellas variables ambientales que tienen una relación directa con
la aparición de El Niño, se han identificado cuatro regiones en el Pacífico Ecuatorial. Son
las llamadas Niño 1 a Niño 4 (Figura 19).
Niño 1. Esta es la zona de surgencia costera frente al Perú y Ecuador. Es una región
extremadamente sensible a cambios en los procesos de interacción entre el océano y la
atmósfera a nivel estacional y por supuesto ante la presencia de El Niño.
Niño 2. Es la zona de las Islas Galápagos, y es una región de transición entre el Pacífico
Ecuatorial Central y Oriental.
Niño 3. Se ubica en el Pacífico Ecuatorial Central. Es una zona donde existe una señal
fuerte de El Niño, pero no hay una buena sensibilidad a los cambios estacionales que
ocurren en los diferentes procesos de interacción océano-atmósfera.
Niño 4. Ubicada en una buena parte del Pacífico Ecuatorial Occidental, abarca la gran
masa cálida de aguas con las mayores temperaturas superficiales del mar en el Pacífico.
34
Figura 19. Definición de las diferentes “regiones Niño”
Fuente: NOAA 3.3.3. TELECONEXIONES
Actualmente se manejan dos ideas muy diferentes acerca de cómo El Niño afecta el clima y
el océano en regiones muy alejadas del ecuador . Una de ellas tiene que ver con el océano
mismo y la identificación de “ ondas guías” que son como canales para que las señales
desde el ecuador se desplacen hasta altas latitudes, y la otra idea está asociada con las
interacciones con la atmósfera. En este último caso se habla de “teleconecciones
atmosféricas”.
Las teleconecciones son correlaciones estadísticas significativas entre eventos climáticos
que suceden en diferentes lugares del planeta y el Indice de la Oscilación del Sur (IOS). El
desplazamiento que experimenta el área de grandes precipitaciones hacia el este, ocasiona
fuertes perturbaciones sobre la presión atmosférica influenciando de esta manera la
posición de la corriente de chorro en altas latitudes (Figura 20).
35
Figura 20. Cambios en los patrones convectivos en el Pacífico Ecuatorial durante El
Niño, producen un patrón de anomalías de presión en la atmósfera (líneas sólidas)
influenciando la atmósfera extratropical. (Rasmusson & Wallace,1983).
Este aumento de calor de la atmósfera tropical sobre el Pacífico Central y Oriental durante
los episodios cálidos, afecta muchas características de la circulación atmosférica global.
Las corrientes de chorro sobre el Pacífico Oriental son más fuertes de lo normal, también
las tormentas extratropicales y los sistemas frontales siguen patrones que son
significativamente diferentes a lo normal, dando como resultado anomalías en las
precipitaciones y temperaturas en muchas regiones del globo.
Algunos ejemplos son los siguientes:
Dentro de los trópicos se tienen condiciones extremadamente secas sobre el norte de
Australia, Indonesia y Filipinas. Condiciones más secas de lo normal también se observan
en el sureste de Africa y norte de Brasil. Durante el verano del hemisferio norte, la lluvia de
los monzones en la India tiende a ser menor de lo normal, especialmente en la parte
noroccidental de la India. Mayor humedad de la normal se observa a lo largo de la costa
oeste de América del Sur, y en latitudes subtropicales de América del Norte (Costa del
Golfo) y América del Sur (sur de Brasil al centro de Argentina).
Durante el invierno el sistema de bajas presiones en latitudes medias, tiende a ser más
desarrollado que lo normal en la región del Pacífico Nororiental. Estos sistemas bombean
aire anormalmente cálido dentro de la región oeste de Canadá, Alaska y en el extremo norte
de los Estados Unidos. Las tormentas también tienden a ser más fuertes en el Golfo de
México y a lo largo de la costa sureste de los Estados Unidos, dando como resultado un
clima mucho más húmedo en esta región.
No hay plena claridad aún acerca de cuales anomalías del clima a nivel global están
asociadas a El Niño, o cuales son el resultado de procesos atmosféricos normales. Parece
ser que a nivel tropical las correlaciones entre las variaciones climáticas y la presencia de
El Niño son mucho más confiables que en regiones fuera de los trópicos. En este último
36
caso, las teleconecciones son mucho más difíciles de identificar debido a su lejanía del
centro de acción de El Niño, y porque son muchos los posibles resultados que pueden darse
entre las perturbaciones generadas por El Niño y las condiciones regionales y el clima local
en áreas muy distantes.
3.2 EL NIÑO 97/98.
Durante los primeros meses de 1997 diversos indicadores ambientales evolucionaron
mostrando algunas señales de que un episodio cálido estaba en formación. Los primeros
indicios comenzaron a observarse en los niveles intermedios de la columna de agua. En la
figura 21 se puede apreciar claramente “anomalías térmicas positivas subsuperficales” (B)
en el extremo occidental del Pacífico Ecuatorial, mientras que en las aguas superficiales
frente a las costas americanas prevalecían aún “anomalías térmicas negativas superficiales”
(A)
ANOMALÍA DE LA TSM OBSERVADA (°C). ENERO 19974
3
2
1
0
-1
-2
-3
-4
AN
OM
AL
ÍA D
E L
A T
SM
(°C)
50°N
40°N
30°N
20°N
10°N
0°
0
50
100
200
250
150
300Datos obtenidos del Proyecto TOGA-TAO de NOAA.
PR
OF
(m
)
37
Figura 21. Anomalías térmicas superficiales y subsuperficiales en el Océano Pacífico
Ecuatorial. Fuente: Scripps Institute of Oceanography.
Estas anomalías térmicas positivas se desplazarían hasta el extremo oriental del Pacífico
Ecuatorial, para integrarse de lleno al sistema de afloramiento peruano que caracteriza esta
zona del Pacífico. El mecanismo físico que permite la mayor transferencia de calor a través
de toda la cuenca del Pacífico está conformado por las llamadas ondas internas de Kelvin.
Estas ondas demoran alrededor de 4 meses en atravesar todo el océano, de tal forma que a
partir de mayo de 1997, comienzan a darse las primeras manifestaciones de un
calentamiento superficial de las aguas frente al continente americano. A partir de este mes,
la comunidad científica toma conciencia de que un nuevo Niño está haciendo su aparición
en el panorama climático mundial. Para setiembre de 1997 las alteraciones en los
indicadores climáticos (temperatura superficial del mar, vientos, precipitación, radiación y
presión atmosférica entre otros) habían alcanzado valores muy similares y hasta superiores
a los obtenidos en el evento de 1982-83, considerado este último hasta ese momento como
el más fuerte de los últimos dos siglos. El comportamiento del Océano Pacífico Ecuatorial
para ese entonces era totalmente anómalo, como puede observarse en la figura 22. El
calentamiento se extendía desde la superficie del mar hasta los 200 m de profundidad,
convirtiendo al océano en un gran reservorio de aguas cálidas, en el cual se estaba dando un
importante almacenamiento de calor.
ANOMALÍA DE LA TSM OBSERVADA (°C). SET. 1997
Datos obtenidos del Proyecto TOGA-TAO de NOAA.
4
3
2
1
0
-1
-2
-3
AN
OM
AL
ÍA D
E L
A T
SM
(°C)
-4
50°N
40°N
30°N
20°N
10°N
0°
0
50
100
200
250
150
300
PR
OF
(m
)
38
Figura 22. Anomalías térmicas superficiales y subsuperficiales en el Océano Pacífico
Ecuatorial. Fuente: Scripps Institute of Oceanography.
El Niño 97/98 alcanzó su fase madura a finales del 97 e inicios del 98. Esto quiere decir
que las mayores alteraciones climáticas y oceánicas ocurrieron en dicho período (
noviembre 97-enero 98). El debilitamiento sensible de dicho evento ocurrió a partir del
segundo semestre de 1998, momento en el cual el sistema Océano-Atmósfera en la región
tropical y ecuatorial del Pacífico entró en una etapa de “normalidad” o de “transición” hacia
la llegada de una nueva fase fría de la Oscilación del Sur, conocida como “La Niña”.
IV. IMPACTOS DE EL NIÑO SOBRE AMERICA CENTRAL.
Por su posición geográfica, el Istmo Centroamericano se encuentra inmersa en el escenario
de El Niño. Con una periodicidad que oscila entre los 3 y 7 años, la mayor parte de sus
sectores productivos experimentan las consecuencias de este fenómeno natural.
4.1 VARIACIONES CLIMÁTICAS.
América Central es una región que presenta una variabilidad climática no sólo intensa, sino
que muy compleja. Estas dos características obedecen al hecho de que nuestro Istmo se
encuentra localizado en un área de carácter tropical, en la cual la dinámica de los factores
responsables de su clima es muy cambiante. Desde accidentes topográficos en la
microescala hasta los grandes fenómenos a escala planetaria como el ENOS, se conjugan
para convertir muchas veces a nuestros patrones climáticos en verdaderos rompecabezas o
en acertijos casi indescifrables.
39
Si a esta realidad le sumamos la preocupación de los sectores productivos dependientes del
comportamiento climático por conocer cada día con mayor precisión los pronósticos
meteorológicos, podremos entender mejor entonces el gran reto al que se enfrentan día a
día todos aquellos especialistas que de alguna manera han hecho del mar y la atmósfera su
campo de estudio.
En el caso específico de América Central, algunos de los mecanismos que influencian la
variabilidad del clima en esta región son:
La relación entre los patrones de precipitación y las anomalías (desviación con respecto
a lo normal) de la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico nororiental, el Mar
Caribe y el Océano Atlántico.
Las fluctuaciones interanuales e inter-decadales en la actividad de huracanes en el
Océano Atlántico.
El ENOS con sus dos fases bien definidas y el desplazamiento latitudinal de la Zona de
Convergencia Intertropical asociada a ellas.
Mientras las zonas convectivas sobre los continentes, incluyendo el Continente Marítimo,
están siempre en el verano del Hemisferio Norte (H.N) y por lo tanto atraviesan el ecuador
dos veces al año, la ZCIT está predominantemente en el H.N, emigrando estacionalmente
desde las vecindades del ecuador en Marzo - Abril hasta los 12 °N en Agosto - Setiembre.
Adicionalmente, la ZCIT posee una extensión latitudinal muy pequeña de modo que los
gradientes norte-sur de lluvia asociados son muy pronunciados. Esto significa que pequeñas
variaciones en la posición de la ZCIT pueden afectar enormemente los patrones de
precipitación en algunas regiones.
En presencia de un episodio cálido (El Niño) la ZCIT se desplaza hacia el ecuador, de
manera que el movimiento migratorio hacia el norte que inicia cada año a partir de marzo y
abril se debilita mucho. De esta manera en Centroamérica en forma general los trastornos
40
climáticos durante el primer año asociados a dicho fenómeno se pueden resumir de la
siguiente manera:
Litoral Pacífico:
Prolongación del veranillo de mediados de año (Veranillo de San Juan o canícula).
Reducción e inadecuada distribución de las precipitaciones.
Aumento de días secos.
Adelanto de la estación seca.
Aumento en la temperatura promedio del aire durante el verano (alrededor de 2°C).
Litoral Caribe: Aumento en los niveles de precipitación.
Menor impacto de huracanes.
La Figura 23 muestra cualitativamente la distribución de precipitaciones sobre en Istmo
Centroamericano durante épocas de Niño
41
Figura 23. Mapa cualitativo de la distribución de precipitaciones en América Central
el períodos de Niño. Fuente: CEPREDENAC.
Esta alteración en los regímenes de precipitación sobre América Central, repercute
fuertemente en sectores como la agricultura, ganadería, energía y aguas. No debe olvidarse
sin embargo, que el sector pesquero es el primero en experimentar los efectos de El Niño
debido a modificaciones substanciales en los patrones migratorios de algunas especies de
valor comercial, ante el calentamiento de las aguas del océano.
5.2 VARIACION INTERANUAL DE LA FRECUENCIA DE HURACANES EN EL
MAR CARIBE.
Una de las alteraciones climáticas que más impactan nuestra región, lo constituye la
presencia de huracanes en el Mar Caribe. Nuestra “estación de huracanes caribeña” se
extiende entre el 1 de junio y el 30 de noviembre de cada año, mientras que en el Pacífico
Oriental, los huracanes comienzan a formarse a la mitad del mes de mayo, y en otras partes
del mundo, como en el Pacífico Occidental, los huracanes pueden ocurrir en cualquier
época del añoUn promedio de largo período entre 1944 y 1996, indica que cada año 9.8
tormentas tropicales, 5.8 huracanes y 2.5 huracanes de gran intensidad se desarrollan sobre
el Océano Atlántico, Mar Caribe y Golfo de México. Algunas de ellas permanecen sobre el
océano, sin embargo otras impactan las costas de los continentes o Islas del Caribe (Figura
24).
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC
2.5
5.8
9.8
HURACANES
CAT 3 O MAYOR
SISTEMASCON NOMBRE
1
2
34
5
6
7
8
9
1011
1213
14
NU
ME
RO
DE
SIS
TE
MA
S
OCEANO ATLANTICO,MAR CARIBE Y GOLFO DE MEXICO 1944-1996
42
Figura 24. Promedio anual de huracanes durante la estación del Océano Atlántico. Fuente: National Hurricane Center
El número de huracanes muestra una variación interanual, asociada fundamentalmente a
cambios que ocurren en los mecanismos de interacción entre el océano y la atmósfera
también en la misma escala temporal. El fenómeno ENOS (El Niño-Oscilación del Sur) es
uno de los factores que mayor influencia tiene sobre la frecuencia de aparición de
huracanes en el Mar Caribe. En presencia de La Niña, la actividad ciclónica se incrementa
en alrededor de un 40% respecto a períodos de El Niño. Esto significa que en fases cálidas
del ENOS la actividad ciclónica dentro del Gran Caribe muestra una disminución
considerable, e históricamente el Istmo Centroamericano no ha experimentado desastres
importantes con huracanes durante dichas fases cálidas.
5.2 PESCA.
Dentro de los impactos que el fenómeno de “El Niño” tiene en la población humana, el
impacto en las pesquerías fue uno de los primeros en llamar la atención, tanto de científicos
como de políticos; inclusive, el origen del nombre de este fenómeno oceanográfico
proviene de la comunidad pesquera del Perú.
Son varias las maneras en que “El Niño” puede afectar a un recurso pesquero. La principal
es el efecto sobre las surgencias, que normalmente son muy ricas en nutrientes. Debido a
las masas de agua caliente, esas surgencias se empobrecen y se produce una falla en la
cadena trófica. Además, con la presencia de la masa de agua más cálida, los organismos
tropicales y semitropicales, que tienen la capacidad de nadar grandes distancias, tienden a
seguir estas aguas y distribuirse de una manera más amplia extendiendo sus fronteras hacia
regiones extratropicales, donde normalmente no lo hacen. Un ejemplo de ello es la
redistribución más norteña del marlin rayado, pez espada, dorado, macarela y jurel, entre
otros. Por otro lado, existen organismos como la merluza, que tratan de evadir la presencia
43
de estas masas de agua cálida y se redistribuyen a mayores profundidades o en zonas con
mayores latitudes, donde encuentran las temperaturas adecuadas para su desarrollo. La
redistribución de estos organismos afecta de una manera positiva o negativa su
disponibilidad a las artes de pesca, lo que produce variaciones en las producciones
pesqueras donde normalmente habitan o se redistribuyen. Sin embargo, no todas las
especies tienen la capacidad de moverse a las distancias adecuadas, por lo que sufren la
influencia directa de la temperatura alta del agua, lo cual afecta su fisiología, incluso,
letalmente, tal es el caso de las comunidades de coral.
Otro efecto importante que pueden producir las temperaturas altas es debilitar a los
organismos en cultivo. En el caso de especies como el mejillón intermareal y, sobre todo, el
ostión, estar en un periodo de estrés térmico puede volverlos susceptibles a enfermedades
Todo va a depender de la intensidad y duración de dicho estrés térmico (o presencia de
aguas más cálidas de lo normal donde ellos estén distribuidos).
Por último, es importarte hacer notar que este y otros efectos que tiene el fenómeno de “El
Niño” son netamente temporales y, después de un tiempo, tienden a desaparecer. Sin
embargo, si este fenómeno natural se combina con medidas de regulación pesquera no
adecuadas, puede tener efectos altamente negativos; así sucedió en Perú con “El Niño” de
1972-73, cuando la producción de la anchoveta del sur tuvo una caída de un nivel de 12.28
millones de toneladas en 1970 a sólo 2.8 millones de toneladas producidas en 1973. No
sólo fue el efecto oceanográfico lo que produjo la desaparición de los recursos de las aguas
peruanas, sino que, durante esa temporada, la anchoveta quedó aprisionada entre las aguas
cálidas y fría (donde vive normalmente), proporcionando mayor accesibilidad al esfuerzo
pesquero. Esto produjo muy buena capturas durante poco tiempo, y más embarcaciones
fueron introducidas a la pesca. No obstante, las buenas capturas desaparecieron
rápidamente, sobre todo en las siguientes temporadas, pero el número de embarcaciones no
fue reducido, lo que causó una recuperación muy lenta de la producción.
En el caso particular del Pacífico Centroamericano, éste presenta durante la época seca
(noviembre-marzo) una serie de fenómenos de afloramiento En este período las aguas
44
centroamericanas son enriquecidas con sales nutritivas por dichos en las regiones de
Tehuantepec, Golfo de Papagayo y Golfo de Panamá, además de la presencia permanente
de la surgencia oceánica del Domo Térmico de Costa Rica. Estas zonas altamente
productivas son por lo general áreas con un gran potencial pesquero y son zonas donde la
flota pesquera regional lleva a cabo un porcentaje significativo de sus faenas de pesca. La
mayoría de las especies pelágicas de valor comercial como el tiburón, dorado, atún y
marlin entre otras, encuentran en estas aguas un hábitat apto para su desarrollo y
supervivencia (Figura 25).
NICARAGUA
PANAMA
AFLORAMIENTO
PAPAGAYO
AF
LO
RA
MIE
NT
OP
AN
AM
A
DOMO TERMICO
DE COSTA RICA
45
Figura 25. Temperatura superficial del mar (°C). Ubicación de los afloramientos de
Papagayo y Panamá (Cortesía del Laboratorio de Oceanografía, Universidad Nacional, Heredia,
Costa Rica).
En períodos de Niño, el calentamiento que experimenta el Pacífico Centroamericano tiene
un impacto directo sobre la calidad de las aguas que emergen durante los afloramientos.
Estas aguas además de ser muy cálidas contienen mucho menos cantidad de nutrientes y la
productividad primaria desciende substancialmente. Este hecho hace que los grandes
pelágicos muestren patrones migratorios anormales, generando por consiguiente una baja
sensible en sus capturas por parte de la flota regional.
De manera general a nivel oceánico los aspectos más sobresalientes de la evolución del
Fenómeno de El Niño sobre América Central son los siguientes:
Aumento de las temperaturas superficiales en el Pacífico Centroamericano del orden de
los 4°C en su fase madura.
Hundimiento de la termoclina permanente en todo el Pacífico Centroamericano, con
anomalías de hasta 30 m por debajo del valor normal.
Debilitamiento de la productividad de las zonas de surgencia que caracterizan al
Pacífico Centroamericano en las zonas de Papagayo y Golfo de Panamá.
El impacto de El Niño sobre el sector productivo que nos compete ha sido el siguiente:
Las pesquerías de especies pelágicas como tiburón, dorado, atún experimentan una
disminución significativa ante el aumento de temperatura en toda la capa superficial del
Océano Pacífico de América Central.
Las pesquerías de camarón también históricamente han mostrado un descenso en los
volúmenes de captura durante las fases cálidas del ENSO, exceptuando Panamá, donde se
reportaron aumentos en las capturas durante 1998.
Se dan alteraciones en las biomasas de larvas silvestres de camarón que se capturan en
los ambientes estuarinos a lo largo del litoral pacífico.
46
Algunas especies de escamas de carácter estuarino (como pargo, corvina) también ven
sus ciclos biológicos alterados debido a los cambios en temperatura, salinidad y nutrientes,
lo que genera nuevos patrones migratorios.
5.4 AGRICULTURA.
Las actividades agrícolas típicamente afectadas suelen ser los granos básicos y las semillas
de éstos. Sin embargo, los efectos no son exclusivos a estas actividades. También sufren las
consecuencias de las anomalías climáticas (sequías e inundaciones) otros cultivos anuales y
cultivos permanentes, entre ellos el tabaco, el café, la caña de azúcar, el banano, el plátano,
el mango, el melón y el palmito entre otros.
Una caracterización general de los impactos sobre este sector productivo, apunta hacia un
aumento de los costos por concepto de resiembras, control de plagas y enfermedades,
además de la reducción en los rendimientos de algunos cultivos.
Debido a El Niño se tiene:
Ajustes en los calendarios de siembra y programación de actividades agrícolas.
Disminución de la superficie sembrada.
Reducción en la productividad de la tierra.
Reducción en la disponibilidad de semilla para futuras siembras.
Disminución en la disponibilidad de agua para riego.
Aumento de plagas y enfermedades.
5.5 GANADERIA.
Los impactos más fuertes debido a la presencia de El Niño sobre el sector ganadero, se dan
en aquellas áreas sometidas a sequías.
Los aspectos más afectados en este sector están relacionados con:
Disminución en cantidad y calidad de la producción animal.
Aumento de la mortalidad y reducción en la fertilidad
Aumento en la incidencia de enfermedades.
Disminución de las fuentes alimenticias.
47
Disminución en los caudales y fuentes acuíferas para consumo de animales.
Proliferación de plagas en las pasturas: mosis, prosapia y langosta voladora.
Pérdida importante de peso y condición corporal.
Demora en la edad de matanza y baja en los rendimientos en canal.
Reducción de precios de los animales en pie.
Es importante destacar el hecho de que estos impactos sobre el sector agropecuario,
producen en los agricultores y sus familias un estado de inseguridad alimentaria, debido
fundamentalmente a la escasez de bienes, al desempleo y al aumento en los precios de los
alimentos.
Adicionalmente, el sector campesino se ve “obligado por las circunstancias” a trasladarse a
las ciudades, generando otro tipo de problemática asociada a las migraciones, tal es el caso
de aglomeraciones en sitio de alto riesgo.
5.6 AGUAS.
En presencia de El Niño, el agua se convierte en un recurso crítico. Muchos sectores
productivos dependen de la disponibilidad de agua para garantizar el éxito en sus labores.
Las alteraciones en los regímenes de precipitación sobre el Istmo, inciden regionalmente de
una manera muy diferente. La vertiente pacífica experimenta en general un déficit
considerable de este recurso, en tanto que la zona del Caribe presenta un exceso. Durante el
Niño suele suceder:
Una disminución del nivel de agua útil para las operaciones de los distintos sectores.
Una disminución en el abastecimiento de agua potable para la población.
Una afectación en la calidad de las aguas.
Una disminución en los usos del agua a lo largo de las cuencas hidrográficas.
5.7 ENERGIA.
Las variaciones en los índices de precipitación durante la fase cálida del ENOS, produce
una disminución significativa sobre los niveles de agua que muestran muchos embalses a lo
48
largo de todo América Central. Esto trae como consecuencia una reducción en la
generación de electricidad, alcanzando en algunos casos hasta el 30% menos como sucedió
en Panamá en las Hidroeléctricas La Estrella y Los Valles durante 1991 y 1992 (CORECA,
1997). El Cajón en Honduras es otro embalse que presenta una sensibilidad muy grande a
cambios climáticos. Por ejemplo, durante la sequía del 2001 la cota de este embalse a
finales de noviembre de ese mismo año, se encontraba a casi 18 metros por debajo de su
nivel de operación normal (CEPAL, 2002). Esta condición fue casi general en todos los
países del área, lo cual puede en un determinado momento afectar las actividades de
compra-venta de energía eléctrica entre países. Un caso excepcional ocurre con el embalse
Arenal en Costa Rica, el cual históricamente no ha sufrido serios impactos en sus niveles
debido a las sequías que han estado afectando al Istmo. Esto ase debe a que se encuentra
ubicada en la vertiente caribeña o tiene influencia de las lluvias de dicha región.
Finalmente, debido a El Niño y a la sequía asociada al mismo, la generación eléctrica a
través de pequeños sistemas privados normalmente se ve también afectada.
5.8 SALUD.
El factor que más incide en el Sector Salud durante la presencia de El Niño está asociado
con la escasez y claridad de las aguas, debido esto último a la filtración de descargas
residuales, domiciliares o industriales. Adicionalmente, como resultado del aumento de las
precipitaciones en la zona caribeña del Istmo, se observa normalmente un aumento en las
poblaciones de organismos transmisores de enfermedades (vectores) como la malaria,
chagas, dengue, leishmaniasis e infecciones intestinales. Durante el período seco se ha
observado un aumento en las enfermedades de carácter respiratorio.
VI. MEDIDAS DE MITIGACIÓN PARA ALGUNOS SECTORES.
Durante el pasado Niño 97-98, los gobiernos centrales de cada país en toda América
Central, a través de sus diferentes Oficinas y Entes ligados a los sectores afectados por el
fenómeno, realizaron una intensa labor de divulgación y capacitación con la finalidad de
disminuir al máximo los efectos negativos asociados al Niño y cómo enfrentarlos de la
mejor manera. Convergieron todas aquellas instituciones, organizaciones y laboratorios de
49
investigación nacionales, que de una u otra manera hacían en ese momento de El Niño su
objeto de estudio. Esto ha permitido recopilar de una forma general las principales medidas
y recomendaciones que se generaron en esa oportunidad. En este apartado se recogen y se
desglosan por sector dichas recomendaciones.
6.1 SUB SECTOR AGRICOLA.
Lo que se presenta en este apartado es una recopilación de las experiencias vividas durante
los últimos eventos cálidos. Se plantean como acciones que deben tenerse en cuenta en
condiciones extremas de sequía en la vertiente pacífica y de exceso de precipitación con
posibles inundaciones en la vertiente del Caribe.
Son acciones diseñadas por especialistas en los diferentes cultivos, complementadas con el
aporte de profesionales en áreas específicas como la política comercial, manejo del recurso
hídrico, financiamiento y aseguramiento, información y comunicación.
GRANOS BÁSICOS
Reforzar control sobre enfermedades tales como la piricularia y helmintosporium.
Reforzar la vigilancia sobre el desarrollo de plagas de insectos.
Dar seguimiento a la evolución de las reservas, producción, consumo y comercio, para
asegurar un abastecimiento ininterrumpido a precios razonables.
Dar seguimiento a las condiciones imperantes en los mercados internacionales
(situación, y perspectivas del abastecimiento, utilización y precios).
Ofrecer información oportuna sobre la evolución y perspectivas del clima local para
futuras siembras.
Aprovechar al máximo las facilidades de riego.
50
Usar semilla certificada para evitar la transmisión de enfermedades y de mayor
resistencia a los cambios climáticos bruscos.
Sembrar en terrenos con poca pendiente, que retengan humedad, uso de coberturas en el
suelo (rastrojos) y abonos verdes.
Aplicar abonos químicos incorporándolos al suelo mediante el uso del espeque, o en el
fondo del surco si se realiza la siembra mediante el método rayado.
Sembrar en terrenos que retengan cierta humedad, con poca pendiente y utilizar el uso
de coberturas y abonos verdes para evitar la pérdida de humedad del suelo.
No fertilizar por el método de voleo, sino incorporándola al suelo.
Impulsar la mínima labranza.
Ubicar las siembras en zonas lo más protegidas posible de los vientos, para evitar el
volcamiento de las plantas.
CAFÉ.
Ejercer un estricto control en aspectos fitosanitarios.
Eliminar la segunda fertilización con fórmula completa, y en su lugar realizar una
aplicación con fórmula nitrogenada.
Aplicar herbicida quemante, para que el terreno esté limpio durante la época de
recolección, y suspender su aplicación en lo que resta de la estación seca.
Para los almácigos, es necesario contar con fuentes de agua y sembrar en bolsas en
lugar de sembrar en el suelo.
TABACO.
Las recomendaciones para este cultivo, se hacen acorde a las diferentes etapas del mismo:
Etapa de semillero:
Incrementar entre 25% y 30% el número de metros de semillero.
51
Ubicar los semilleros en terrenos lo más planos posibles, de fácil acceso, con una fuente
cercana de agua y disponible.
La riega de la semilla debe hacerse escalonada, con una diferencia de 10 a 15 días.
Etapa de cultivo:
Transplante debe realizarse cuando exista una razonable humedad en el suelo.
Transplante debe hacerse en el menor tiempo posible.
Fraccionar la aplicación de fertilizante en dos partes: la primera 5-6 días después del
transplante, la segunda de dos a tres semanas después.
Cuando las lluvias se suspendan, realizar inmediatamente la capa, de modo que el
tabacal disponga de humedad, y pueda expander sus hojas.
Etapa de cosecha y curado:
La cosecha debe realizarse idealmente cuando aún hay agua disponible en el suelo.
Prever y advertir al agricultor que proteja del viento las instalaciones de curado, para
evitar daños mecánicos por este agente.
PLATANO Y BANANO CRIOLLO.
Recomendaciones:
Construir, recabar o dar mantenimiento a todos los drenajes internos de las fincas.
Reforzar las prácticas fitosanitarias.
Reajustar los programas de combate químico de la enfermedad Sigatoka Negra a la
situación imperante.
Incrementar el uso de plantas de cobertura para evitar la pérdida de partículas de suelo
por arrastre.
En áreas propensas a inundación, es preferible realizar prácticas mínimas de
mantenimiento, y tratar de reubicar la plantación en lugares más seguros.
52
RAICES Y TUBERCULOS.
Recomendaciones:
Construir o mejorar drenajes de la finca.
Combate preventivo de enfermedades.
Sembrar en lotes que permitan una fácil filtración de agua y no suelos arcillosos.
Realizar fraccionamiento de la fertilización nitrogenada y potásica.
Reforzar el combate de las malezas, con la aplicación de pre-emergentes.
HORTALIZAS (Chile y tomate)
Recomendaciones:
Valorar la suspensión de siembras en áreas con perspectivas de abastecimiento de agua
crítico.
Sembrar por transplante, y no en forma directa.
Si se tapan las eras con plástico, hacerlo de tal forma que el plástico se coloque al
menos a dos metros del suelo.
6.2 SUB SECTOR GANADERO.
La estrategia en ganadería se debe orientar hacia cuatro aspectos básicos:
53
1. La alimentación suplementaria o alternativa ante la escasez de pasto.
2. El suministro de agua, que podría tornarse crítica en la temporada seca.
3. La racionalización de la carga animal.
4. La comercialización ordenada para evitar movimientos depresivos por concentración de
salida de producto al mercado.
Las recomendaciones generales para este sub sector son las siguientes:
Siembra de forrajes para corte.
Siembras de forrajes para ensilaje.
Almacenamiento de pollinaza.
Manejo de potreros para heneficar.
Siembra de caña de azúcar para forraje.
Confección de bloques nutricionales.
Destete precoz racional y semi interrumpido.
Programa de mineralización y vitaminación.
Identificar, ubicar, verificar el estado y disponibilidad de los recursos locales como
tanques para melaza, maquinaria agrícola y camiones de transporte.
6.3 SUB SECTOR PESCA.
Las recomendaciones para el sector pesquero que le permitirán de alguna manera afrontar
mejor los impactos asociados al Niño, deben considerar los siguientes aspectos:
Las Oficinas de pesca deben mantener actualizadas sus estadísticas pesqueras, con los
respectivos análisis históricos para determinar al menos en primer grado la influencia
real de El Niño sobre las diferentes pesquerías en cada país.
En presencia de El Niño se deben realizar monitoreos periódicos de prospección
pesquera para tener una idea de los nuevos patrones migratorios de las especies de
54
interés comercial. Así mismo, mensualmente se deben analizar las estadísticas
pesqueras, con el propósito de evaluar las posibles políticas de subvención al sector.
Para el caso de las pesquerías de grandes pelágicos (tiburón, dorado, atún, marlin, etc)
es fundamental suministrarle al sector el acceso a tecnología de avanzada, en este caso,
la tecnología satelital. Esto le permitirá optimizar sus faenas de pesca, disminuir los
costos de operación y aumentar sus capturas, por cuanto podrá de una manera más fácil
ubicar las áreas de mayor potencial pesquero.
Finalmente, la base de cualquier programa de contingencia tienen como eje central la
comunicación. Es fundamental que las Oficinas de Pesca mantengan un canal abierto y
actualizado de comunicación con el sector pesquero, en el cual no debe faltar la
programación de talleres de trabajo periódicos con los afectados.
VII. FENOMENO DE LA NIÑA.
En cuanto al Fenómeno de El Niño ya se ha escrito bastante hasta aquí, pero ¿qué clase de
fenómeno natural es este que ahora cambió de género?. Por qué ocurren ambos fenómenos?
Muchas otras preguntas se podrían hacer en estos momentos. Pero al igual que ocurre con
El Niño, muchas de ellas no tienen aún respuestas claras.
Se puede comenzar por lo más simple, esto es, definiendo a “La Niña”. El término "La
Niña" aparece en la literatura científica en la década de los ochenta, cuando los
oceanógrafos empezaron a utilizarlo para referirse a un período frío en contraposición al
período cálido de "El Niño". Este término se utiliza para caracterizar un enfriamiento más
allá de lo normal de la superficie del mar en las partes central y oriental del Océano
Pacífico Tropical, de modo que el escenario donde se produce y desarrolla es básicamente
el mismo de El Niño.
Aunque las condiciones de La Niña pueden prolongarse durante dos años, lo más frecuente
es que dicho enfriamiento se extienda entre 9 y 12 meses. Tal vez se podría entender mejor
a este “Niña””, si se analizan las diferencias que existen entre “ella” y El Niño. Como se
55
comentó en los párrafos precedentes, El Niño y La Niña son las fases extremas del ciclo
climático que ocurre naturalmente y que se conoce como El Niño/Oscilación del Sur
(ENOS). Ambos términos se refieren a cambios que ocurren en gran escala en la
temperatura superficial a lo largo de todo el Pacífico Tropical. Usualmente la temperatura
superficial del agua frente a las costas de América del Sur es del orden de los 15°C,
mientras que en el Pacífico Central y Occidental excede los 28°C. Cuando ocurre El Niño
toda esta agua cálida se extiende hacia el este hasta cubrir una vasta zona ecuatorial. En la
siguiente figura se esquematizan ambos fenómenos.
Figura 26. Temperaturas superficiales del Océano Pacífico Tropical durante las
diferentes fases del ENOS. Fuente: National Oceanographic and Atmosphere Agency (NOAA)
Durante La Niña, los vientos alisios del este (los que fluyen desde América hacia
Australia) se fortalecen de manera que los afloramientos (agua fría que emerge hasta la
superficie del mar desde niveles más profundos) a lo largo del ecuador geográfico y frente a
las costas peruanas se intensifican. Esto hace que las temperaturas en las zonas antes
descritas desciendan hasta 4°C por debajo de sus valores normales. La termoclina se vuelve
CONDICIONES DE LA NIÑA DIC 1998
CONDICIONES NORMALES DIC 1993
CONDICIONES DE EL NIÑO DIC 1997
22
24
26
28
20
30
32
TE
MP
ER
AT
UR
A °
C
56
mucho más somera (se encuentra más cerca de la superficie del mar) en toda la parte
oriental del Pacífico Ecuatorial y se profundiza en su extremo occidental, los campos de
presión atmosférica superficial varían también entre Tahití y Darwin, de manera que
durante los episodios fríos el Indice de la Oscilación del Sur (IOS) se torna positivo,
contrario a lo que sucede durante El Niño.
Por qué ocurre La Niña? Lo único que puede decirse en este apartado es que al igual que
con El Niño, ambos fenómenos resultan de la interacción que se da entre la superficie del
océano y la atmósfera en el Pacífico Tropical. Los cambios que se producen en los campos
térmicos superficiales del océano impactan a la atmósfera y a los diferentes patrones
climáticos alrededor del mundo. Por otro lado, cambios en la atmósfera producen
alteraciones en las temperaturas y corrientes superficiales del océano. Lo que si debe
quedar muy claro, es que no siempre después de un Niño, aparece La Niña. Los años de
inicio de Las Niñas del siglo que recién terminó ocurrieron en 1904, 1908, 1910, 1916,
1924, 1928, 1938, 1950, 1955, 1964, 1970, 1973, 1975, 1988, 1995 y 1998. El Niño y La
Niña ocurren en promedio entre 3 y 5 años. No obstante, los registros históricos muestran
que el intervalo entre eventos varía entre 2 y 7 años. Las fases del último ENOS (El Niño
97-98 y La Niña 1998-2000) han sido las más intensas registradas hasta el día de hoy.
De la misma manera que durante El Niño aparecen alteraciones atmosféricas severas sobre
la región centroamericana (sequías prolongadas y aumento de huracanes en el Pacífico),
cuando La Niña hace su aparición también se observan cambios significativos en los
regímenes de precipitación y en la actividad ciclónica. Básicamente y de forma muy
general, aumentan las precipitaciones sobre el Istmo y también el número de huracanes en
el Mar Caribe es mayor. Los pronósticos climatológicos hechos por los Institutos
Meteorológicos Nacionales y Organismos Internacionales apuntan en dicha dirección. Los
estragos producidos por la intensidad de los huracanes en la pasada Niña (1998-2001) aún
están presentes en la memoria de los centroamericanos.
No existe ningún documento que cuantifique de una manera detallada los daños que puede
experimentar América Central ante la presencia de La Niña. Se sabe que hay un aumento de
57
las inundaciones asociadas no sólo a inviernos más fuertes, sino también al desarrollo de
intensos huracanes. Sin embargo, llama a la reflexión el hecho de que si bien es cierto que
el último Niño (96-97) dejó pérdidas cercanas a los US$1000 millones durante su
desarrollo (alrededor de 18 meses), el paso del huracán Mitch por cuatro naciones de
América Central asociado a la pasada Niña, dejó en poco más de 10 días pérdidas
superiores a los US$6000 millones, sin contar el número de víctimas que entre muertos y
desaparecidos superó con creces las 15.000.
Después de las pérdidas humanas, los costos económicos son uno de los aspectos más
importantes que deben considerarse, pues tienen un efecto sensible sobre diferentes
variables tales como: producción, empleo, ingresos, precios, exportaciones, importaciones,
gasto público e ingresos fiscales.
Los desastres naturales no son el resultado exclusivo de un fenómeno natural en particular,
sino que responden a una combinación de este último con un contexto social vulnerable.
Incluso en los casos de desastre más extremos y aparentemente totalmente impredecibles,
existe un componente social que ha creado el escenario para su impacto. La ubicación y
características de los asentamientos humanos y el deterioro de los recursos naturales son
dos de las fuentes de vulnerabilidad más importantes.
Al igual que ocurre con El Niño, algunos sectores productivos se ven beneficiados con los
cambios climáticos asociados con La Niña. El aumento en el nivel de los embalses por
exceso de precipitación por ejemplo, permite una mayor producción de energía
hidroeléctrica. Por otro lado el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial Oriental y el
fortalecimiento de las áreas de surgencia en el Pacífico centroamericano, son factores que
durante La Niña favorecen el aumento de las capturas para diferentes pesquerías, sobre todo
de pelágicos como tiburón, dorado, marlin y atún entre otros. Las estadísticas pesqueras de
varios países así lo confirman.
58
VIII. BIBLIOGRAFÍA.
CEPAL, 2002. El impacto socioeconómico y ambiental de la sequía 2001 en
Centroamériica.
CEPREDENAC. http://www.cepredenac.org/04_temas/sequia/sequia.htm
Climate Diagnostics Center. http://www.cdc.noaa.gov/~kew/MEI/mei.html
Climate Prediction Center. http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products
Comisión Nacional de Emergencia, 1997. Taller sobre El Niño/Oscilación del Sur, y las
perspectivas para 1997-1998. Memoria. San José, Costa Rica. Para uso interno.
CORECA, 1997. Plan para mitigar los efectos del fenómeno de El Niño en el Sector
Agropecuario. Ministerio de Agricultura y Ganadería, San José, 100 p.
GOES Project Science. http://rsd.gsfc.nasa.gov/goes/
National Hurricane Center. http://www.nhc.noaa.gov/index.html
Neshyba, S. 1987. Oceanography: perspectives on a fluid earth. Wiley & Sons, 506
pp.
Neuman, G. and W.J Pierson, Jr. 1966. Principles of Physical Oceanography.
Prince.Hall Inc. 545 pp.
NOAA. http://www.noaa.gov/
Quinn, W.H., D.O. Zopf. K.S. Short y R.T.W. Kuo Yang .1978. Historical trends and
statistics of the Southern Oscillation, El Niño, and Indonesian droughts. Fish.Bull.76, 663-
678 pp.
Quinn, W.H., V.T.Neal y S.E. Antunez de Mayolo. 1987. El Niño occurrences over the
past four and a half centuries. J.Geophys.Res. 92(C13), 14.449-14.461 pp.
Rasmusson, E.M y J.M. Wallace,1983. Variations in tropical sea surface temperatures and
surface wind fields associated with the Southern Osciallation/El Niño. Mon.Wather Rev.
110, 354-384 pp.
Scripps Institute of Oceanography. http://meteora.ucsd.edu/~pierce/elnino/elnino.html