el evangelio de marcos y la guerra judia

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El origen del Evangelio de Marcos, el cual de acuerdo a la prominente academica Elaine Pagels se origino a causa de la guerra Judia en contra del Imperio Romano en el año 65.

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El Evangelio de Marcos y la Guerra Juda

Del Libro El Origen de Satan por Elaine Pagels

Traducido al Espaol por Juan Manuel Castro

EL EVANGELIO DE MARCOS Y LA GUERRA JUDA En el ao 66 de la Era Cristiana, una rebelin en contra de Roma se desato entre los Judos de Palestina. Soldados Judos, primero reclutados del campo por los lideres de la revuelta, pelearon con cualquier arma que encontraban. Pero conforme la revolucin se propagaba a los pueblos y ciudades, la poblacin Juda se divida. Algunos se reusaban a pelear: en Jerusaln, el partido sacerdotal y sus aliados que habitaban en la ciudad trataban de mantener la paz con Roma. De entre esos que se unieron a la sublevacin, muchos estaban convencidos que Dios estaba de su lado: todos intentaban apasionadamente desaparecer de sus tierras la dominacin extranjera. A los tres aos de la guerra, el futuro emperador Vespasian y su hijo, el futuro emperador Titus, marcharon en contra de Jerusaln con no menos de sesenta mil bien entrenados, y completamente equipados soldados de infantera y caballera atacando la ciudad. Algunos veinte aos despus, el historiador Josefo ben Matthias, mejor conocido por su nombre Romanizado, Flavius Josefo, y quien haba servido como gobernador de Galilea antes de unirse a la guerra, escribi una versin de lo que el llama no solo la guerra mas grande de nuestros tiempos, sino una de las mas grandes de todas las guerras registradas. Josefo es el nico guia sobreviviente de estos eventos. Otras versiones de esa guerra no han sobrevivido. Aunque el es un historiador grfico, Josefo tambin es un partisano. Nacido de una rica familia sacerdotal de linaje real, Josefo haba viajado a Roma cuando el tenia veinte seis aos de edaddos aos antes de la guerrapara intervenir ante el emperador Nero en favor de varios sacerdotes Judos arrestados. El poder militar y la riqueza de Roma impresiono al joven hombre, quien logro conocer uno de los actores favoritos de Nerode casualidad, un Judoy atraves de el, la esposa de Nero, Poppea, estuvo de acuerdo en ayudarlo con su misin, y Josefo regreso a Palestina. Ya en Palestina, el dice en su auto biografa, Encontr un movimiento revolucionario que ya haba comenzado, y una gran agitacin por la posibilidad de una revuelta en contra de Roma. Por lo tanto, Yo trate de detener esas predicaciones de sedicin....urgiendoles a que pusieran enfrente de sus ojos a esos con los que estaban peleando; y que recordaran que eran inferiores a los Romanos, no solo en habilidades militares, sino tambin en buena fortuna. Y aunque con todo mi corazn e insistentemente busque disuadirlos de sus propsitos, anticipando que los resultados serian desastrosos para nosotros, no pude disuadirlos. La locura de esos hombres desesperados prevaleci. A donde el viajara, Josefo dice, el encontr a Judeael termino Hebreo para lo que otros llamaban Palestinaen ebullicin. Lideres guerrilleros como Juan de Gischala y sus seguidores se dedicaron a pelear por libertad en el nombre de Dios. En el otoo del 67, los que peleaban al lado de Juan, habiendo echado a los Romanos de Gischala, su ciudad provincial, atacaron Jerusaln. Ah, urgiendole a la gente que se uniera a la revolucin, atrajeron miles de gentes que se unieron a la revolucin, Josefo dice, y corrompieron a gran parte de la juventud y los sonsacaron para ir a la guerra. Otros, a quienes Josefo llama los mas viejos y sabio, amargamente se oponan a la revuelta tambin. Juan y otros revolucionarios que vinieron a Jerusaln de la provincia escalaron el conflicto al capturar al hombre mas poderoso de toda la ciudad, el lder Judo Antipasel tesorero de la ciudady tambin a otros dos hombres conectados con la dinasta real. Acusando a sus tres prisioneros de haberse reunido con el

enemigo mientras al mismo tiempo conspirando rendirle Jerusaln a los Romanos, los rebeldes los llamaban traidores a nuestra libertad comn y les cortaron el cuello. Josefo dice que el mismo sirvi a la edad de treinta como gobernador de Galilea, antes de unirse a la guerra en contra de los Romanos bajo presin de sus paisanos, pero el no explica porque violo sus propios principios, aunque el si dice que al principio pretendi estar de acuerdo con los rebeldes para as no levantar sospechas. El describe con detalle sus propias batallas contra los Romanos, y como el muy apenas escapo una masacre Romana en la derrotada ciudad de Jotapata. Primero habiendo logrado esconderse y luego sobreviviendo un pacto suicida que el hizo con otros compaeros refugiados, Josefo fue capturado por los Romanos. Trado ante Vespasian, el comandante Romano, Josefo le anuncio que Dios le haba revelado que Vespasian se convertira en emperador Romano. Sin impresionarse Vespasian asumi que solo era un truco que Josefo haba inventado para salvar su vida. Pero despus de que Nero fue asesinado, y otros tres emperadores llegaron y cayeron del poder en pocos meses, Vespasian se convirti en emperador. Una de sus primeros actos fue ordenarle a sus soldados que liberaran a Josefo de la prisin. En lo sucesivo Josefo viajo con el sequito de Vespasian como traductor y mediador. El regreso a Jerusaln con el hijo de Vespasian Tito cuando el joven general tomo el comando que su padre tenia de la guerra para marchar en contra de la ciudad santa. Para ese tiempo, Josefo dice, tres facciones dividan la ciudad:el partido de los sacerdotes trabajando por la paz; los revolucionarios provincianos; y contendiendo en contra de esos dos, un segundo partido anti Romano, encabezado por prominente gente de Jerusaln, hombres de poder, quienes de acuerdo a Josefo, queran mantener el poder en contra de los radicales de los pueblos circunvecinos . Aun antes de que los ejrcitos Romanos llegaran, Josefo dice, estas tres traicioneras facciones se peleaban entre ellas, mientras que la gente de la ciudad...era como un gran cuerpo partido en pedazos. El mismo Josefo, sirvindole al comandante Romano durante la refriega, estaba entre dos fuegos: el era amargamente odiado por mucha de su propia gente que lo consideraba traidor, y los Romanos pensaban que los traicionaba cada ves que experimentaban algn retraso. Josefo describe en fino detalle la refriega de Jerusaln, incluyendo los horrores de la hambruna inducida por el bloqueo Romano, en el cual, el dice, los nios arrancaban de la boca los trozos de comida que sus padres coman, y lo que era mas lamentable, tambin las madres se lo hacan a los infantes. Incluida gente vieja y nios eran torturados por robar comida. Finalmente, cuando los ejrcitos Judos ya no pudieron resistir, los soldados Romanos entraron en la ciudad tomando el gran Templo. Tito y su comitiva, aparentemente curiosos, entraron al Santo de los Santos, el cuarto sagrado en donde estaba el arca de la alianza. Los soldados Romanos saquearon el tesoro, llevndose los valiosos muebles de oro, las trompetas doradas, y la masiva lampara de siete ramas; despus le prendieron fuego al Templo y lo vieron arder. Despus esa misma noche el ejercito celebro la victoria de Tito y en triunfo profanaron los precintos del Templo haciendo ah sacrificios para sus propios dioses. Habiendo destruido los ejrcitos Judos, ellos violaron, robaron,y masacraron miles de habitantes de Jerusaln y dejaron la ciudad en ruinas. Josefo, escribiendo algunos diez o quince aos despus desde su villa de retiro Romana, sin duda no solamente deseando expresar su angustia sino tambin para exonerarse a si mismo por haber colaborado con esos que destruyeron Jerusaln el escribi, O ciudad mas desdichada, que grande miseria como esta sufriste de los Romanos, cuando ellos vinieron a purificarte de tus odios internos! Cualquiera que hayan sido los motivos de Josefo, sus escritos transmiten una poderosa impresin de las facciones que dividan Jerusaln, al igual con la horrible devastacin que los habitantes de la ciudad sufrieron. Lo que hace estos eventos importantes para mi propsito en este libro es que el primer evangelio Cristiano fue probablemente escrito durante los ltimos aos de la guerra, o el ao que termino. En

donde fue escrito y por quien no sabemos; el trabajo es annimo, aunque la tradicin se lo atribuye a Marcos, un joven ayudante del apstol Pedro. Lo que si sabemos es que el autor del evangelio de Marcos estaba consiente de la guerra y tomo lados en los conflictos que se presentaban, tanto entre grupos Judos como entre Judos y Romanos. Despus de todo, Marcos escribi, acerca de un carismtico maestro Judo, Jess de Nazaret, quien treinta y cinco aos antes haba sido ejecutado por Poncio Pilato, el gobernador Romano de Judea, aparentemente bajo cargos de sedicin en contra de Roma. De todo lo que sus seguidores despus aseguraron saber acerca de el, estos cargos y su crucifixin son los hechos principales los cuales tanto los seguidores de Jess como sus enemigos estn de acuerdo. Ninguno de los relatos sobrevivientes de Jess eran contemporneos con su vida, aunque mucha gente contaba y recontaba relatos acerca de el y recontando sus dichos y parbolas. Docenastal ves cientosde relatos fueron contados acerca de Jess, incluyendo los relatos por mucho tiempo escondidos y que fueron encontrados entre los tan llamados evangelios secretos en el Egipto Alto en Nag Hammadi . Pero de estos numerosos relatos, solo cuatro evangelios estn incluidos en el Nuevo Testamento. La gran mayora de esos que hablaban y escriban acerca de Jess lo hicieron como sus devotos admiradores, algunos incluso como sus adoradores. Pero otros, incluyendo el mismo Josefo, al igual que el senador Romano Tacitus, que escribiendo en el 115 de la E. C, menciona a Jess y sus seguidores con hostilidad o desprecio. Aun as, casi todos esos, los que defendan a Jess como los adversarios por igual, ponan a Jess de Nazaret y el movimiento que el comenz dentro del contexto de los recientes problemas en Judea. De acuerdo a Marcos, Jess protesto el haber sido arrestado como un ladrn (Marcos 14: 48). El autor del evangelio de Lucas, escribiendo algunos diez o veinte aos despus, dice que Jess fue acusado, como a esos crucificados a su lado, como un ladrn (Lucas 23: 40). Este termino Griego lestes, que literalmente se traduce a ladrn o bandido, era a principios del primer siglo un termino de apodo para un indeseable, un causa problemas o criminal. Sin embargo, Josefo, escribiendo despus de la guerra Juda en contra de los Romanos, seguido usa el termino para caracterizar a esos Judos que incitaron o participaron en las actividades anti Romanas o en la misma guerra. Estoy de acuerdo con muchos otros acadmicos que no es probable que el mismo Jess aya sido un revolucionario, aunque cada uno de los cuatro evangelios indican que los lideres Judos que trajeron a Jess ante Poncio Pilato lo acusaban de asegurar ser el rey de los Judos. De acuerdo a Marcos, los soldados de Pilato, consientes de los cargos, abusaban de Jess y se burlaban de el como el que quera ser el rey de los Judos; aparentemente el mismo cargo fue inscrito encima de su cruz como advertencia a otros que Roma ejecutara similarmente a quien fuera acusado de insurreccin. Las narrativas que conocemos como los evangelios del Nuevo Testamento fueron escritas por ciertos seguidores de Jess que vivieron atraves de la guerra, y que saban que muchos de los otros Judos los consideraban como una minora sospechosa. Ellos escribieron sus propios relatos de algunos de los eventos que rodearon la guerra, y la parte que Jess jugo en eventos precedentes a ella, esperando persuadir a otros de sus interpretaciones. No podremos entender completamente los Evangelios del Nuevo Testamento hasta que reconozcamos que en un sentido, ellos son, literatura de tiempos de guerra. Como e notado antes, el evangelio que llamamos Marcos (aunque no sabemos quien en realidad histricamente escribi estos evangelios, yo uso sus atribuciones tradicionales) fue escrito ya sea durante la misma guerra, tal ves durante una temporada aburrida durante la refriega de Jerusaln, o inmediatamente despus de la derrota, en el ao 70 d .C. Mateo y Lucas escribieron sus evangelios algunos diez o veinte aos despus, cada uno usando el evangelio de Marcos como base y expandiendo la narrativa de Marcos con mas dichos y relatos, la mayora de los acadmicos creen que Juan escribi su evangelio, tal ves en Alejandra, una generacin despus de la guerra, entre el 90-95 d. C. Solo uno de los seguidores de Jess y cuyos escritos fueron despus incorporados en el Nuevo TestamentoPablo de Tarsosescribi antes de la guerra y no poda, por supuesto, decir nada acerca de Jess en relacin a eso. Pablo menciona poco en lo que concierne a la biografa de Jess, repitiendo solo unos cuantos dichos del Seor (Hechos 20: 35). Lo que le fascinaba a Pablo acerca de la muerte

de Jesucristo no era la crucifixin como un evento real, sino lo que el vea en su profundo significado religiosoque, como el dice, Cristo muri por nuestros pecados (1 Corintios 15: 3) que el se convirti en sacrificio de expiacin, lo cual, Pablo crea, transformaba la relacin entre el dios de Israel y toda la raza humana. Si el sabia de los cargos hechos en contra de Jessque el era un de los muchos de Galilea a los que Josefo consideraba como problemticos al fomentar la rebelin en contra de Roma Pablo aparentemente consideraba estos cargos transparentemente falsos o tan irrelevantes que no necesitaban ser discutidos. Pablo muri entre el 64 o 65 de la e. C. En Roma, ejecutado como Jess, por ordenes de los magistrados Romanos. Los eventos catastrficos del 66-70 cambiaron permanentemente el mundo en el cual los Judos vivan, pero no solo en Jerusaln, en donde los escombros humeantes reemplazaron el esplendido Templo, sino tambin para los Judos atraves del mundo conocido. Incluso esos que nunca haban visto Jerusaln saban que el centro de su mundo haba sido hecho pedazos. Las durezas y humillacin de la derrota empeoraban las viejas divisiones dentro de las diseminadas comunidades Judas, algunas de las cuales haban persistido alrededor del mar Mediterrneo hasta por doscientos aos, desde los tiempos cuando los ejrcitos del lder Judo Judas Macabeo haba echado fuera las dinastas Sirias establecidas por Alejandro el Grande y haba restaurado el estado Judo. Entre los aos 65-70 e. C., estas divisiones eran bastante obvias entre esos que haban promovido la guerra con Roma, y el partido sacerdotal, el cual haba trabajado para mantener la frgil paz. En el periodo subsecuente a la guerra en contra de Roma, las relaciones de poder entre los varios grupos de las comunidades Judas diseminadas alrededor del mundo desde Alejandra y Antioquia a Roma dio un giro para acomodarse a las cambiantes situaciones. En la misma Jerusaln, ahora que el Templo ya no estaba y miles haban sido asesinado o escapado, la clase sacerdotal perdi mucha de su influencia mientras al mismo tiempo competan por posicin. La guerra y sus consecuencias polarizaron a seguidores de Jess, tambin, en relacin a otras comunidades Judas, los seguidores de Jess se haban reusado a pelear en la guerra contra de Roma, no porque ellos hayan estado de acuerdo con Josefo y otros de que los Romanos eran invencibles, o porque ellos esperaran alguna ventaja poltica o financiera. Los seguidores de Jess crean que no tenia sentido pelear contra los Romanos porque los eventos catastrficos que siguieron a su crucifixin fueron la seales del finalseales de que el mundo seria destruido y transformado (Marcos 13: 4-29). Algunos insistan que lo que haban vistolos horrores de la guerraen realidad vindicaba el llamado de Arrepientanse, pues el Reino de Dios esta cerca (Marcos 1: 15).Marcos comparte la conviccin, generalizada entre los seguidores de Jess, que el mismo Jess haba predecido estos terribles eventos la destruccin del templo y su profanacin: Al salir Jess del templo, uno de sus discpulos le dijo:--Maestro, mira que piedras y que edificios! Jess le contesto:-Ves estos grandes edificios? Pues no va a quedar de ellos ni una piedra sobre la otra. Todo sera destruido. Cuando ustedes vean el horrible sacrilegio en el lugar donde no debe estarel que lea entiendaentonces los que estn en Judea, que huyan a las montaas. (Marcos 13: 1 y 14) Esto es exactamente lo que ahora haba pasado. Otros creany algunos se atrevan a decir que estas catstrofes ocurrieron como el castigo de un dios enojado dado a su propio pueblo por el crimen de haber rechazado su Mesas mandado divinamente. En cualquier caso, Marcos insista que los seguidores de Jess no tenan problemas con los Romanos sino con los lideres Judosel consejo de los ancianos, el Senedrin, junto a los escribas y sacerdotesquienes haban rechazado al mesas de Dios. Marcos dice que estos lideres ahora rechazaban a Marcos y sus seguidores creyentes, llamndolos insanos o posedos por un demonio, los mismas acusaciones que ellos haban hecho en contra del mismo Jess. El relato de Marcos toma una actitud conciliatoria hacia los Romanos, aunque era sabido que el

gobernador Romano, Poncio Pilato, haba sentenciado a Jess a muerte. Sin embargo, las dos escenas del juicio incluidas en el evangelio efectivamente culpan a los lideres Judos por la muerte de Jess, mientras de alguna manera exonerando a los Romanos. Marcos virtualmente inventa a un Pilato nuevo un bien intencionado alfeique que solicitaba justicia pero, como Marcos lo pinta, intimidado por los jefes sacerdotes dentro de su propia camara de consejo y por las multitudes gritando afuera, para que el ejecutara a un hombre el sospechaba era inocente. Otros escritores del primer siglo, Judos y Romanos, describen a un hombre mas diferente. Incluido Josefo, a pesar de sus simpatas con los Romanos, dice que el gobernador mostraba indiferencia por sus sbitos Judos, ilegalmente se apropiaba de los fondos del tesoro del Templo, y brutalmente suprima multitudes revoltosas. Otro observador contemporneo, Filo, un respetado e influyente miembro de la comunidad Juda de Alejandra, describa a Pilato como un hombre de disposiciones crueles, tercas y despiadadas, famoso por, entre otras cosas, ordenando frecuentes ejecuciones sin juicio. Los motivos de Marcos en lo que respecta a Pilato no son simples. Desde que el diriga su narrativa a extraos, Marcos esta ansioso por disipar las sospechas de los Romanos al mostrar que los seguidores de Jess no son una amenaza al orden Romano, no mas de lo que el mismo Jess fue. Marcos tambin pudo haber querido convertir lectores gentiles. Aun as Marcos esta principalmente interesado en conflictos dentro de la comunidad Judaespecialmente conflictos entre su propio grupo y esos que rechazaban lo que el aseguraba de Jess. A pesar de la hostilidad y sospechas que su movimiento despertaba entre Judos y Gentiles, incluyendo, claro esta, los Romanos, Marcos escribi para proclamar las buenas nuevas de Jess de Nazaret, el Mesas de Israel (1: 1). Aun as Marcos sabe que para justificar el asegurar eso de Jess, el tiene que contestar obvias objeciones. Si Jess haba sido mandado como el rey ungido de Dios, como es que el movimiento que el inicio fallo tan miserablemente? Como es que sus seguidores lo haban abandonado yndose a esconder, mientras que los soldados lo arrestaban como a un criminal comn? Por que virtualmente toda su gente rechazaba lo que el aseguraba de elno solo la gente de los pueblos de Galilea sino tambin las multitudes que el atraa en sus viajes atraves de Judea y en Jerusaln? Y que no era Jess, despus de todo, el mismo un sedicioso, manchado en retrospectiva por estar asociado con la fallida guerra, habiendo sido arrestado y crucificado como un rebelde? Intentando contestar estas preguntas, Marcos pone los eventos que rodean a Jess dentro del contexto no solo de la lucha contra Roma sino de la lucha del bien y el mal en el universo. Los crueles eventos de la vida y muerte de Jess no pueden ser entendidos, el sugiere, aparte del choque de las fuerzas super naturales que Marcos ve actuando durante la vida de Jess. Marcos intenta contar la historia de Jess en trminos de sus dinmicas, profundas y escondidaspara contarla, por decirlo de alguna manera, desde el punto de vista de Dios. Lo que paso, Marcos dice, es esto: Despus de su bautismo, Jess de Nazaret, estaba saliendo del agua en el rio Jordn cuando el vio los cielos partirse y el espritu descendiendo como una paloma sobre el y escucho una voz hablndole desde el cielo (1: 10-11). El poder de Dios ungi a Jess para retar las fuerzas malignas que ahora dominaban el mundo, llevndolo a un conflicto directo con esas fuerzas. Marcos le pone un marco a su narrativa al principio y en su clmax con episodios en los cuales Satans y sus fuerzas demoniacas contraatacan a Dios al trabajar para destruir a Jess. Marcos comienza describiendo como el espritu de Dios descendi sobre Jess en su bautismo,inmediatamente llevndolo al desierto, y el estuvo en el desierto por cuarenta das siento tentado por Satans, y estuvo entre los animales, y los ngeles lo atendan (1: 12-13). Desde ese momento Marcos dice, incluso despus de que Jess dejo el desierto y regreso a la sociedad, los poderes del maligno lo retaron y lo atacaron a cada oportunidad, y el tambin los ataco, y gano. Mateo y Lucas escribiendo algunos diez o veinte aos despus, adoptaron y elaboraron este escenario de apertura. Cada uno lo vuelve en un drama de tres tentaciones, que es, tres confrontaciones intensas entre Satans y el espritu de Dios, actuando atraves de Jess. Lucas muestra que el maligno, derrotado en esos primeros intentos de sobre

ponerse a Jess, se retira hasta el momento oportuno (Lucas 4: 13). Lucas entonces dice que Marcos y Mateo dan a entenderque el maligno regreso en persona en la forma de Judas Iscariote para destruir a Jess, iniciando la traicin que llevo a su arresto y ejecucin (Lucas 22: 3). Todos los evangelios del Nuevo Testamento, con considerables variaciones, describen la ejecucin de Jess como la culminacin de la lucha entre el bien y el malentre Dios y Satansque comenz en su bautismo. Aunque rara la ves el aparece en el escenario en los relatos de los evangelios, Satans, sin embargo juega un papel central en el drama divino, porque los escritores de los evangelios se dan cuenta que la historia que ellos quieren contar no tuviera mucho sentido sin Satans. Despus de todo, como, alguien podra asegurar que un hombre traicionado por uno de sus propios seguidores, y brutalmente ejecutado bajo cargos de traicin en contra de Roma, no solamente fue sino que continua siendo el mesas asignado por Dios, a menos que su captura y muerte fuera, como los evangelios insisten , no una derrota final sino solo una pelea preliminar en el vasto conflicto csmico que se desarrollaba en el universo? La batalla final no a sido peleada todava, mucho menos ganada, pero es inminente. Y como Jess le advierte a sus interrogadores en su juicio, pronto el sera vindicado cuando el Hijo del Hombre regrese en las nubes del cielo (Marcos 13: 14); aqu Marcos tiene a Jess repitiendo una de las visiones del profeta Daniel, en la cual uno como el hijo del hombre (que es un ser humano), viene con las nubes del cielo y es hecho gobernante del Reino de Dios (Daniel 7: 13-14). Muchos de los contemporneos de Marcos hubieran ledo la profeca de Daniel como la prediccin de la venida de un conquistador que derrotara los enemigos extranjeros de Israel que los gobernaban. Mientras que a primera vista el evangelio de Marcos puede parecer una historia biogrfica, no es as de simple, porque Marcos no esta interesado en escribir historia, como Josefo lo haba hecho, para persuadir a la gente de lo atinado de sus relatos de los recientes eventos y hacerlos comprensibles a un nivel humano. En ves de eso Marcos quiere mostrar lo que estos eventos significan para el futuro del mundo, o, en el argot acadmico, escatologicamente. Marcos y sus colegas combinan una forma biogrfica con temas de conflicto sobrenatural tomado de la literatura apocalptica Juda para crear un nuevo tipo de narrativa. Estos evangelios llevan la poderosa conviccin del escritor de que la ejecucin de Jess, la cual haba parecido sealar la victoria final de las fuerzas del mal, en realidad anuncia su aniquilacin final y asegura la victoria final de Dios. Muchos Cristianos de mente liberal prefieren ignorar la presencia de ngeles y demonios en los evangelios. Aun as Marcos introduce su presencia para contestar la angustiosa pregunta que los eventos de las previas dcadas haban despertado: Como dios pudo haber permitido tanta muerte y destruccin? Para Marcos y sus seguidores, el tema de la justicia divina envuelve, sobre todo, el tema de la violencia humana. Los escritores de los evangelios quieren localizar e identificar los modos especficos en los cuales las fuerzas del maligno trabaja atraves de cierta gente para efectuar destruccin violenta, sobre todo, en las palabras de Mateo, la sangre del justo derramada en la tierra, de la sangre del inocente Abel a la sangre de Zacaras el hijo de Barachiah (23: 35)--violencia personificada en la ejecucin de Jess, y la cual Mateo ve como la culminacin de todas las maldades. El tema de la guerra csmica sirve principalmente para interpretar la relacin humanaespecialmente con los conflictos tan humanosen forma sobrenatural. La figura de Satans se convierte, entre otras cosas, un modo de caracterizar a los enemigos reales de uno como la personificacin de las fuerzas transcendentales. Para los lectores de los evangelios aun desde el primer siglo, la oposicin temtica entre el espritu de Dios y Satans a vindicado a los seguidores de Jess y demoniza a sus enemigos. Pero como la figura de Satans caracteriza al enemigo? Que es Satans, y como el apareci en la tierra? Los evangelios del Nuevo Testamento casi nunca identifican a Satans con los Romanos, pero ellos conscientemente los asocian con los Judos enemigos de Jess, principalmente con Judas Iscariote ,los jefes sacerdotes, y escribas. Al poner la historia de Jess en el contexto de una guerra csmica, los escritores de los evangelios expresan, en varias formas, su identificacin con la minora de Judos en desgracia que crean en Jess, y su afliccin en lo que ellos vean como la apostasa en la mayora de los otros Judos en los tiempos de Jess, al igual que la de ellos mismos. Como veremos, los seguidores

de Jess no inventaron la practica de demonizar a sus enemigos dentro de su mismo grupo, aunque los Cristianos (y los Musulmanes despus de ellos) llevaron esta practica mas lejos que sus predecesores Judos la haba llevado, y con enormes consecuencias. Aun as quienes eran en realidad los enemigos de Jess? Los que sabemos histricamente sugiere que era el gobernador Romano y sus soldados. Los cargos en contra de Jess y su ejecucin era tpico de los Romanos. Las autoridades Romanas, siempre atentos por cualquier seal de sedicin, eran despiadados al suprimirla. La historiadora Mary Smallwood a observado que atrapar y matar a los que causaban problemas, especialmente a esos que comenzaban demostraciones publicas, era una medida rutinaria para las fuerzas Romanas estacionadas en Judea. Durante el primer siglo los Romanos arrestaron y crucificaron miles de Judos acusados de sedicinseguido, Filo dice, sin juicio. Pero como los evangelios indican, Jess tambin tenia enemigos entre los otros Judos, especialmente los sacerdotes de Jerusaln y sus influyentes aliados, quienes se sentan amenazados por las actividades de Jess. El punto crucial es este: Si los seguidores de Jess a si mismos se hubieran identificado con la mayora de los Judos en ves de que con una minora en particular, ellos hubieran dicho su historia muy diferentey considerablemente con mas plausibilidad histrica. Por ejemplo, ellos la hubieran dicho, en un estilo patritico tradicional, como la historia de un inspirado hombre santo Judo martirizado por los enemigos tradicionales de Israel, opresores extranjeros de un tipo u otro. Por ejemplo, el libro bblico de Daniel, el cual cuenta la historia del profeta Daniel, quien, aunque amenazado por una horrible muerteser despedazado por los leonessin embargo desafa al rey de Babilonia en el nombre de Dios y de la gente de Israel (Daniel. 6: 1-28). el primer libro de Macabeos cuenta la historia del sacerdote Matas quien desafo a los soldados Sirios cuando le ordenaron que adorara dolos. Matas prefiri morir antes de traicionar su devocin a Dios. Pero a diferencia de los autores de Daniel y 1 Macabeos, los escritores de los evangelios escogieron por desasociarse a si mismos de la mayora Juda enfocndose mejor en un conflicto nter Judoespecficamente acerca de su propia pelea con esos que se resistan a creer su afirmacin de que Jess era el Mesas. Como veremos, dentro de los mismos evangelios, la figura de Satans tiende a expresar este cambio dramtico de culpa delas nacionesha goyim, en Hebreoa los miembros de la gente de Jess. Las variaciones en cada evangelio describen la actividad de la oposicin demoniaca que es, esos que eran percibidos como enemigosy expresa, Yo creo, una variedad de relaciones, a veces con profundos sentimientos encontrados, entre los varios grupos de seguidores de Jess y grupos especficos de Judos que cada escritor considera como sus principales oponentes. Quiero evita el sobre amplificar. Mas sin embargo es probablemente justo decir que en cada caso la decisin de poner la historia de Jess dentro del contexto de la lucha de Dios contra Satans tiende a minimizar el papel de los Romanos, y a la misma ves ponindole mas culpa a los enemigos Judos de Jess. Esto no quiere decir que los escritores de los evangelios simplemente intentaban exonerar a los Romanos. Seguramente Marcos estaba consciente que durante su tiempo, y por unos treinta aos despus de la guerra, los Romanos se mantenan atentos a renovadas sediciones. Miembros de algn grupo leal a los revoltosos condenados estaban en riesgo, y Marcos probablemente esperaba persuadir a extraos que pudieran leer su relato que Jess ni sus seguidores eran alguna amenaza para el orden Romano. Pero dentro del mismo relato de Marcos, los Romanos, incluidos algunos descritos con algo de simpata, se mantenan esencialmente extraos. Marcos dice la historia de Jess en el contexto que mas le importa a eldentro del de la comunidad Juda. Y aqu, como en la mayora de las situaciones humanas, mientras mas intimo el conflicto, mas intenso y amargo se vuelve. Marcos comienza su narrativa con el relato de Juan bautizando a Jess y relata que en el momento del bautismo el poder de Dios descendi en Jess, y una voz hablo salio de los cielos, diciendo 'Este es mi hijo amado' (1: 11). En ese momento, todos los seres humanos desaparecieron de la narrativa de Marcos y, como veremos, el espritu de Dios llevo a Jess al desierto para que se encontrara con Satans, animales salvajes, y ngeles. Recordando este episodio, James Robinson observa, Marcos no

se separa de los eventos en el humano, mundo histrico sino que seala que el quiere relacionar estos eventos a la lucha entre el bien y el mal en el universo, la versin de Marcos, entonces, se mueve directamente de la solitaria lucha de Jess con Satans en el desierto a su primera apariencia publica en la sinagoga de Capernaum, en donde inmediatamente en el Sabbath el entro en la sinagoga y enseo. Y se quedaron sorprendidos de sus enseanzas, porque el enseaba como alguien que tiene autoridad, y no como los escribas (1: 22). All Jess encuentra un hombre posedo por un espritu maligno quien, sintiendo el poder divino de Jess, lo reta: Que tienes que ver con nosotros, Jess de Nazaret? Has venido a destruirnos? (1: 24). De acuerdo a Marcos, Jess a venido a sanar el mundo y reclamarlo para Dios; para poder realizar esto, el debe sobre ponerse a los poderes malignos que han usurpado la autoridad en el mundo, y que ahora oprimen a los seres humanos. As es de que, Marcos dice, Jess lo amonesta, dicindole, Guarda silencio, y sal de el! y el espritu impuro, convulcionandose y gritando con una fuerte voz, salio de el, y todos quedaron asombrados, y todos se preguntaban entre ellos, diciendo, Que es esto? Una nueva enseanza! Con autoridad el comanda incluso espritus impuros, y ellos le obedecen, inmediatamente su fama se propago por todos lados atraves de todas las regiones que rodeaban Galilea (1: 25-28) Incluso en este primer episodio, la asombrada multitud reconoce que Jess posee una autoridad especial, un acceso directo al poder de Dios. Los poderes de Jess se manifiestan especialmente en accin, puesto que aqu Marcos no registra lo que Jess enseaba. Incluso en este primer reto publico a las fuerzas malignas, Marcos muestra como los poderes de Jess lo pone en contrastey pronto en conflicto directocon los escribas comnmente venerados como autoridades religiosas. El punto de Marcos es demostrar que, como el dice, Jess enseaba como alguien que tenia autoridad, y no como los escribas (1: 22). Atravez de este capitulo de apertura, Marcos enfatiza que Jess sano a muchos que estaban enfermos de diferentes enfermedades y echo fuera muchos demonios (1: 34). El viajo por toda Galilea predicando en las sinagogas y echando demonios, porque, como el le explica a Simn, Andrs, y Juan, quienes se juntan alrededor de el, eso es lo que vine a hacer (1: 38). Durante su siguiente apariencia publica, como Marcos lo dice, los escribas inmediatamente tomaros ofensa en lo que ellos consideraban su usurpacin de la autoridad divina. En este episodio Jess le habla a una multitud que se amontonaba apretndose tanto que cuando cuatro hombres vinieron cargando a un hombre paralizado, ellos no podan acercarse a el a causa de la multitud: as es de que ellos quitaron el techo encima de el, y cuando ellos hicieron una pequea apertura, bajaron la camilla en la cual el paralitico estaba. Y cuando Jess miro su fe, el le dijo al paralitico, Hijo mio, tus pecados son perdonados (2: 4-5) Al pronunciar perdn, Jess reclama el derecho a hablar por Diosun reclamo, Marcos dice, enoja a los escribes: Porque este hombre habla de este modo? Es blasfemia! Quien puede perdonar pecados sino Dios? (2: 7). De acuerdo a Marcos, Jess, consciente de la reaccin de los escribas, inmediatamente ejecuta una curacin para poder probarle su autoridad a sus crticos: Y Jess inmediatamente, percibiendo en su espritu que se cuestionaban entre ellos, le dijo, Porque

se cuestionan sus corazones? Que es mas fcil, decirle al paralitico: Tus pecados son perdonados o decirle: Levantate, toma tu camilla y anda? Pues voy a demostrarles que el hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados. Entonces le dijo al paralitico: A ti te digo, levantate, toma tu camilla y vete a tu casa. El enfermo se levanto en el acto y tomando su camilla salio de all, a la vista de todos. Por esto, todos se admiraron y alabaron a dios diciendo: Nunca hemos visto una cosa as! (2: 8-12). Cuando Jess primero se apareci proclamando Arrepientanse el Reino de Dios esta cerca!, el debi haber sonado para muchos de sus contemporneos como uno de los Esenios, quienes se retiraron al desierto en protesta de la ordinaria vida Juda. Desde las cuevas en el desierto que ellos vivan en reclusin monstica, los Esenios denunciaban a los lideres de la aristocracia sacerdotal que estaban a cargo del Templo en Jerusalna hombres como Josefo y esos que el admirabade ser irreparablemente corruptos al haberse adaptado a los modos gentiles, y por colaborar con los Romanos invasores. Los Esenios tomaron el predicar del arrepentimiento y de la venida del juicio de Dios como significar que los Judos deban separarse a si mismos de las influencias contaminantes y regresar a la estricta observacin de las leyes de Diosespecialmente el Sabbath y las leyes kosher que los separaba de los gentiles y como la gente santa de Dios Pero si Jess sonaba como un Esenio, sus acciones violaban los estndares de puridad que los Esenios tenan por sagradas, en ves de separarse de la gente que se contaminaban a si mismos al caminar del modo de los Gentiles (Jubiles 1: 9), Jess escogi como a uno de sus discpulos un colector de impuestosuna clase que otros Judos detestaban como gente que hacia ganancia al colaborar con los odiados Romanos. A todo esto, Marcos dice, Haba muchos recolectores de impuestos que lo seguan (2: 15). En ves de ayunar, como otros devotos Judos, Jess coma y beba libremente. Y en ves de inescrupulosamente observar la leyes del Sabbath, Jess disculpa a sus discpulos cuando ellos las rompen: Un Sabbath, Jess caminaba entre los sembrados, y sus discpulos, al pasar comenzaron a arrancar espigas de trigo. Los fariseos le preguntaron:oye, porque hacen tus discpulos algo que no esta permitido en el Sabbath? Pero el les dijo:Nunca han ledo ustedes lo que hizo David en una ocasin en que el y sus compaeros tuvieron necesidad y sintieron hambre? Pues siendo Abiatar sumo sacerdote, David entro en la casa de Dios y comi de los panes consagrados a Dios, y dio tambin a la gente que iba con el. (2: 23-26) Aqu Jess se atreve a asegurar, como precedente para la aparente casual accin de sus discpulos, la prerrogativa del mismo Rey David, quien, con sus hombres, violo las leyes sagradas de la comida durante una emergencia durante tiempos de guerra. Asegurando poder divino y real mientras que al mismo tiempo violaba la pureza de las leyes, Jess, al principio de su actividad publica, escandaliza virtualmente a todos los partidos entre sus contemporneos, desde los discpulos de Juan el Bautista a los escribas y fariseos. La siguiente ves que Jess entro en la sinagoga en un Sabbath, Marcos dice, Y haba en ella un hombre que tenia una mano tullida . Y espiaban a Jess para ver si lo sanara en sbado, y as tener de que acusarlo. Jess le dijo entonces al hombre que tenia la mano tullida: levantate y ponte all en medio. Luego le pregunto a los otros:que esta permitido hacer en sbado; el bien o el mal? Salvar una vida o destruirla? Pero ellos se quedaron callados. Jess miro entonces con enojo a los que lo rodeaban , y entristecido por la dureza de sus corazones le dijo a aquel hombre:Extiende la mano. El hombre la extendi y su mano quedo restaurada (3: 1-5). En ves de posponer por un da el sanar, Jess deliberadamente haba decidido desafiar a sus crticos

al hacerlo en el Sabbath. Mirando esto, Marcos dice: Los fariseos salieron de all, e inmediatamente conspiraron en contra de el con los Herodianos[del partido del Rey Herodes], como debieran de matarlo (3: 6). Para Marcos el significado secreto de tal conflicto es claro. Esos que estn ofendidos y escandalizados por las acciones de Jess no saben que Jess esta impulsado por el Espritu de Dios para confrontar las fuerzas malignas, ya sea que esas fuerzas se manifiesten a si mismas como presencias invisibles demoniacas que infectan y poseen a la gente, o en sus reales oponentes humanos. Cuando los Fariseos y los Herodianos conspiran para matar a Jess, ellos mismos, Marcos sugiere, estn actuando como agentes del demonio. Conforme Marcos dice la historia, Jess muy apenas haba chocado con el poder de Satans antes de que sus oponentes conspiraron....en como debieran matarlo (3: 6). Marcos sugiere que Jess reconoce que los lideres que se le oponen estn vigorizados por fuerzas no vistas. Inmediatamente despus de que esta poderosa coalicin se uni en contra de el, Jess responde comisionando un nuevo grupo con liderazgo, los doce, supuestamente asignando un lder por cada de las doce tribus originales de Israel. Jess les ordena predicar y les da poder para arrojar demonios (3: 13). Esta intensificacin en el conflicto espiritual inmediatamente evoca intensa oposicinoposicin que comienza en casa, dentro de la propia familia de Jess. Marcos dice que cuando Jess se fue a su casa...su familia salio a agarrarlo, porque ellos decan, 'esta demente [o: no esta en si]' (3: 21). Enseguida los escribas que vinieron de Jerusalnacusaban a Jess de estar posedo por Belceb; y por el prncipe de los demonios el echa demonios (3: 22). Jess objeta: Como puede Satans expulsar al propio Satans? Un pas dividido en bandos divididos no podr sostenerse: y una familia dividida, no puede mantenerse. As tambin, si Satans y se levanta en contra de si, no podr mantenerse: habr llegado a su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y robarle sus cosas, si no lo ata primero; solamente as podr robarlo. (3: 23-27). De acuerdo a Marcos, aparentemente es la casa de Israel a la que Jess ve como una casa dividida, un reino dividido. Jess abiertamente se enfrenta a Satans, quien el cree a usurpado la casa de Dios,la cual el a venido a purificar y reclamar: Jesus quiere cegar este enemigos y saquear su casa En cuanto a la acusacion de los escribas de que Jesus esta poseido por el principe de los demonios, el les regresa la misma acusacion de la posesion de demonios y les advierte que al decir esto ellos estan pecando tan profundamente que estan sellando su condenacion (3: 28-30). Porque, el dice, quien sea que atribuya el trabajo del espiritu de Dios a Satanas comete el gran pecado in perdonable: Verdaderamente, Yo te digo, todos los pecados sern perdonados al ser humano, y cualquier blasfemia que digan, pero quien sea que blasfeme en contra del espritu santo nunca sera perdonado, sino que es culpable del eterno pecadoporque ellos dicen, esta posesionado por un espiritu maligno (3: 28-30) Marcos deliberadamente pone estas escenas del conflicto de Jess con los escribas entre dos episodios describiendo el conflicto de Jess con su propia familia. Inmediatamente despus de esta, el texto Griego de Marcos dice que miembros de su familia, quienes previamente lo haba declarado demente y lo haban tratado de agarrar ( 3 :21), ahora vinieron a la casa en donde el se diriga a una larga multitud y pidieron verlo, Jess ahora los rechaza: Y su madre y sus hermanos vinieron, y parados afuera mandaron por el, y lo llamaron. Y una

multitud estaban sentados alrededor de el, y le dijeron, Tu madre y tus hermanos estn aqu, preguntan por ti. Y mirando a esos que estaban sentados alrededor de el, el dijo, Aqui esta mi madre y mis hermanos! Porque quienquiera que haga la voluntad de mi Padre es mi hermano, mi hermana, y mi madre (3: 31-35). Habiendo formado una nueva familia, y habiendo asignado a doce nuevos lideres para Israel as reemplazando los antiguos, Jess haba, Marcos sugiere, reformado la gente de Dios. De ese punto en adelante Jess marcadamente discrimina entre esos que el escogi, el circulo cercano, y esos no incluidos. El continua atrayendo enormes multitudes, pero mientras los ensea, el les ofrece parbolas para descifrar, deliberadamente escondiendo su significado completo de todos menos de sus ntimos: Otra ves el comenz a ensear al lado del mar. Y una gran multitud se junto alrededor de el...y el les enseaba muchas cosas en parbolas...Y cuando el estaba solo, esos que estaban a su alrededor con los doce le preguntaban a cerca de las parbolas. Y el les deca, A ustedes se les a dado a conocer los misterios del Reino de Dios, pero a los dems se les es dado en parbolas, para que ellos puedan ver pero no percibir; y ellos puedan escuchar pero no entender; dejen que se volteen otra ves, y puedan ser salvados (4: 1-12) Aunque el seguido criticaba a sus discpulos-en 8: 33 el incluso acusa a Pedro de jugar el papel de SatansJess comparte secretos con ellos que el esconde de los extraos, porque despus, el dice, citando a Isaas, despus de ser afligido con impenetrable ceguera espiritual. Criticado por los Fariseos y los escribas de Jerusaln por no vivir de acuerdo a la tradicin de los ancianos porque el y sus discpulos coman sin lavarse las manos, Jess, en ves de defender sus acciones, ataca a sus crticos como hipcritas y los acusa de valorar mas sus tradiciones mientras que a la misma ves violando los mandamientos de Dios. Despus el pblicamente pone en duda las leyes del kosherotra ves explicando el significado a sus discpulos ya solos: Y el llamo a la gente a que vinieran a el otra ves, Escuchenme, todos ustedes, y entiendan; no es lo que entra en el hombre lo que lo corrompe; sino lo que sale de el es lo que lo corrompe. Y cuando el entro en la casa, y la gente se fue, sus discpulos le preguntaron acerca de la parbola. Y el les dijo, Tampoco ustedes tiene entendimiento? Que no ven que cualquier cosa que entra en un hombre no lo puede corromper, puesto que no entra en su corazn sino en su estomago, y solo pasa atraves de el? Lo que sale del hombre es lo que lo corrompe; porque de dentro, del corazn humano, vienen los pensamientos malignos, la inmoralidad sexual, robo, asesinato...envidia, orgullo, tonteras....todas esas maldades vienen de adentro. (7: 14-23). Aqu Marcos quiere mostrar que aunque Jess ignora el kosher tradicional que son las leyes de (pureza), el recomienda en ves de eso purgar el corazn que es, impulsos , deseos, e imaginacin Ahora que Jess a alienado no solamente a los escribas, los Fariseos, los Herodianos, sino que tambin a su familia y a mucha gente de sus pueblo, el viaja con su pequea banda de discpulos, predicndole a las multitudes. Anticipando lo que le esperaba en Jerusaln, en donde el reta al partido sacerdotal en el propio dominio de ellos, sin embargo Jess con resolucin guia a sus seguidores all, caminando al frente de ellos, mientras unos estaban asombrados, esos que lo seguan estaban aterrados (10: 32). En el camino el le dice a los doce a quien culpar por su inminente muerte: Los jefes sacerdotes y los escribas...condenaran [al Hijo del Hombre] a muerte, y se lo entregaran a las naciones, y ellos se burlaran de el y lo escupirn , lo torturaran y lo mataran (10: 23). La oposicin en contra de Jess se intensifica despus de que el entra en Jerusaln. Habiendo

preparado una procesin formal para ir a la ciudad, Jess es aclamado abiertamente, en desafo a los Romanos, como el hombre que viene a restaurar el ancestral imperio de Israel: Bendecido el reino de nuestro padre David que viene! Entonces, junto con sus seguidores el entra en el gran Templo y hace ah una escandalizadora demostracin publica: El entra en el Templo, y comienza a echar fuera a los que venden y los que compran en el Templo, y el aventaba las mesas de los que cambiaban dinero y los asientos de esos que vendan palomas; y el no le permita a nadie cargar nada atraves del Templo (11: 15-16) Ahora Jess invoca las palabras de los profetas Isaas y Jeremas, como si le estuviera llamando al mismsimo Seor en contra de esos que permitan transacciones financieras en el patio del Templo: Y enseando, el les deca, Que no esta escrito, Mi casa debera de ser llamada una casa de oraciones para todas las naciones? Pero ustedes la han hecho un nido de ladrones. Cuando los jefes sacerdotes y los escribas escucharon esto, buscaban como destruirlo, porque todos estaban temerosos de el, a causa de que la multitud estaban asombrados de sus enseanzas (11: 17-18). Cuando los jefes sacerdotes y los escribas, y los miembros del consejo Judo que se les uni, exigieron saber bajo que autoridad el actuaba, Jess se reuso a contestar. En ves de eso el recuenta la parbola de Isaas acerca de la ira en contra de Israel (12: 1-12) de una manera tan transparente que incluso los jefes escribas, y los ancianos reconocieron que el esta diciendo eso en contra de ellos (12: 12). La siguiente escena muestra a Jess retando primero a los Fariseos y Herodianos, que no pueden ponerle una trampa para que haga declaraciones en contra de Roma (12: 13-15), y entonces en contra de los escribas (12: 35). Finalmente el le advierte a la multitud: Tengan cuidado de los escribas, a quienes les gusta andar en publico con ropas largas y que los saluden con respeto en los mercados. Buscan los asientos de honor en las sinagogas y los mejores lugares en las comidas y despojan de sus bienes a las viudas y para disimular hacen largas oraciones. Ellos recibirn la condena mas grande. (12: 38-40) Entonces, Marcos dice, cuando Jess venia saliendo del templo, el respondi a la sorprendida admiracin que sus discpulos demostraban por el sagrado precinto prediciendo la destruccin del Templo: No quedara piedra sobre piedra, que no sera derribada (13: 12). Cuando Pedro, Jaime, Juan, y Andrs le preguntan en privado que es lo que el quiere decir, Jess esta sentado con ellos en el Monte de los Olivos opuesto al templo y les explica. El predice una serie de horrorosas catstrofes (estos son eventos que los contemporneos de Marcos reconoceran en sus propios tiempos, especialmente los eventos de la guerra entre el 66 y 70): guerras y rumores de guerras, hambruna, entusiasmo publico por falsos mesas. Jess advierte en velado lenguaje que cuando ellos vean el desolador sacrilegio puesto en donde no debera estarla profanacin pagana del Templodeben escapar a las montaas (13: 7-14) Las intenciones de Marcos para los seguidores de Jess, viviendo en terribles tiempos, es que tomen consuelo sabiendo que su lder haba predecido como ellos sufriran, solo por ser leales a el (por mi causa), exclusin y represalias, odio, y traicin, inclusotal ves especialmentede los propios miembros de sus familias: Cuidense mucho; porque sern entregados a los consejos; y sern golpeados en las sinagogas, y sern puestos enfrente de gobernadores y gobernantes por mi causa...y el hermano entregara al hermano para ser puesto a muerte, y el padre a su hijo, y los hijos se revelaran a sus padres y aran que sus padres sean puestos a muerte; y ustedes sern odiados por todos a causa de mi nombre (13:

9-13) Que es lo que debe un creyente hacer, al encarar traicin, aislamiento, y peligro mortal? Marcos dice que Jess le imploro a sus seguidores a que soportaran hasta el fin. Ahora Marcos tiene que decir como el mismo Jess soporto hasta el final atraves de arrestos, juicios tanto en las cortes Judas como las Romanas, tortura, y ejecucin, y de este modo dndole a sus seguidores un ejemplo de como soportar. Dos das antes de la Pascua, Marcos dice, los jefes sacerdotes y los escribas buscaban como arrestar a Jess secretamente para matarlo, porque ellos decan, 'No durante el festival, no sea que se forme un desorden entre la gente,' desde que hasta ahora la gente se mantena en el lado de Jess. Poco tiempo despus de eso, Judas Iscariote, obviamente consiente de la hostilidad que su maestro haba despertado en gente influyente, fue a los jefes sacerdotes para poder entregarles a Jess, y cuando ellos oyeron esto, se alegraron, y le ofrecieron dinero a Judas (14: 1-11). Ya de noche, Marcos dice, Judas gui a una multitud con espadas y garrotes que venan departe de los jefes sacerdotes, escribas, y los oficiales del Templo a Gethsemane, un jardn en el Monte de los Olivos, para capturar a Jess. Uno de los hombres de Jess trato de defenderlo con una espada, hiriendo al esclavo del alto sacerdote, y Jess protestaba por ser tratado como un ladrn (el termino que Josefo y otros comnmente usan para caracterizar a un insurreccionista ). Pero el resto de sus seguidores lo abandonaron y escaparon; Jess fue arrestado. Los hombres armados lo trajeron enfrente del altos sacerdote, aparentemente a su residencia. Aunque tradicionalmente al Senedrin no se le permita reunirse de noche, Marcos nos dice que en la noche del arresto de Jess, todos los jefes sacerdotes, los ancianos, y los escribas se reunieron en la residencia del alto sacerdote para juzgar su caso en un procedimiento formal. Ahora Marcos presenta la primera de dos escenas del juicioel juicio ante el Senedrin, el cual el sigue con el juicio ante Pilato. La mayora de los acadmicos asumen que aun si estos eventos ocurrieron, los seguidores de Jess no pudieron haber sido testigos de lo que paso cuando el fue presentado ante el concilio Judo o ante los Romanos. Pero Marcos no esta preocupado en reportar historia. Al introducir estas escenas, Marcos quiere mostrar por encima de todo que los bien conocidos cargos en contra de Jesussedicinno solo eran falsos sino que fueron inventados por sus enemigos Judos; edemas, Marcos dice, el mismo gobernador Romano se dio cuenta de esto y en vano trato de salvar a Jess! De acuerdo a Marcos, el Senedrin ya haba prejuzgado el caso. El juicio solo fue una farsa para poder sentenciarlo a muerte (14: 55). Despus de haber escuchado una serie de cargos inventados y testigos mintiendo, algunos acusaban a Jess de haber amenazado destruir el templo, el jefe sacerdote interrogo a Jess, exigiendo que el contestara los cargos en contra de el. Sin embargo, Jess, se mantuvo en silencio. Finalmente el jefe sacerdote pregunto, Eres tu el Mesas, el hijo del Bendito? (14: 61). Aqu, por primera ves en el evangelio de Marcos, Jess pblicamente admite su identidad divina a la gente aparte de solo a sus discpulos, y hablando advierte a sus acusadores que pronto sern testigos de su vindicacin: Yo soy; y pronto veran al Hijo del Hombre sentado a la mano derecha del poder y viniendo entre las nubes del cielo (14: 61). Entonces, Marcos continua diciendo que, el alto sacerdote, rompiendo su tnica, dijo, 'Ustedes oyeron su blasfemia. Cual es su decisin?' Y todos ellos decidieron que mereca la muerte (14: 64). Muchos acadmicos han comentado acerca de la imposibilidad histrica de este relato. Condujo el Senedrin un juicio que viola sus propias practicas legales en lo que concierne a examinar testigos, incriminarse a si mismos, procedimientos de la corte, y sentencias? Aunque sabemos muy poco de los procedimientos del Senedrin durante los tiempos de Jess, en realidad el consejo se reuna de noche, contrario a lo que pudo haber sido un precedente? Si as fue, porque Marcos tambin adhiere una segunda versin de la reunin del consejo para discutir el casouna reunin que toma lugar la siguiente maana, como si nada hubiera pasado la noche antes? Porque despus de que Marcos termina su primer versin, un relato mas elaborado, el dice algo que ahora se vuelve una redundancia: que en cuanto llego la maana los jefes sacerdotes, con los ancianos y los escribas, y el consejo completo,

formaron un consejo, y prepararon a Jess, llevndolo, y entregndoselo a Pilato (15: 1) Claro esta, no podemos saber lo que en realidad paso, pero la segunda versin de Marcos, la que va de acuerdo con la de Lucas, suena mas plausiblede que el concilio se reuni en la maana, y decidieron que el prisionero deba ser mantenido bajo custodia y entregado a Pilato para que encarara los cargos. El Evangelio de Juan, basndose en una fuente independiente a la de Marcos, ofrece otro relato reconstruido que le da una interpretacin plausible a estos eventos. De acuerdo a Juan, los jefes sacerdotes, alarmados por las multitudes que Jess atraa, teman que su presencia en Jerusaln durante la Pascua pudiera incitar demostraciones publicas, y despus los Romanos vengan a destruir el lugar sagrado de nuestra nacin (11: 48). Los conflictos sociales que precedieron la guerra Juda, como Juan y sus contemporneos bien saban, verificaban la precisin de tales preocupaciones acerca de las posibles represalias Romanas. Muchos acadmicos del Nuevo Testamento que han analizado los relatos de las apariencias de Jess ante el Senedrin estn de acuerdo que Marcos (o sus predecesores) probablemente escribi la primera versin para enfatizar su principal punto: que Pilato meramente ratifico un previo veredicto Judo, y ejecuto una sentencia de muerte que el no ordeno ni aprobabapero una sentencia unnimemente pronunciada por el completo liderazgo de la gente Juda. Sin embargo, esto no quiere decir, que Marcos es motivado por malicia hacia el liderazgo Judo. A todo esto, Marcos no llega al punto al cual Mateo, Lucas, y Juan van para culpar a los lideres Judos por la crucifixin, aunque la tendencia a culparlos ya haba comenzado antes de los tiempos de Marcos y tubo su efecto en la narrativa. Sin embargo, Marcos y sus seguidores creyentes, como seguidores de un criminal convicto, saban que tal alianza levantara sospechas y poda traer represalias. Los magistrados Romanos ya haban arrestado y ejecutado bastantes miembros prominentes de ese movimiento, incluyendo a Pedro y a Pablo. Entonces, no debera causar sorpresa, que, como un historiador dice, Marcos quera enfatizar la culpabilidad de la nacin Juda por la muerte de Jess, particularmente a sus lideres...la tendencia de Marcos era defensiva en ves de agresiva. Su preocupacin era evitar mencionar cualquier cosa que provocara el antagonismo Romano hacia, la mas pequea sospecha de, los ideales por los que el viva...Por lo tanto el evangelista se esforz por esconder que Jess haba sido condenado y ejecutado bajo cargos de sedicin. El relato de Marcos tambin envuelve un importante motivo positivo. La intencin de Marcos en el juicio ante el Senedrin es reflejar la precaria situacin en la cual el y sus compaeros creyentes ahora estaban en relacin a los lideres de la comunidad Juda durante y despus de la guerra. En este relato de la valenta de Jess ante sus jueces, Marcos le ofrece a los seguidores de Jess un modelo de como actuar cuando ellos fueran puestos a juicio tambin. Marcos teje en su relato una historia contra puntualel relato del principal discpulo de Jess, Pedro, quien, en terror, niega a Jess, un ejemplo de como no actuar en un juicio. Porque mientras que Jess se enfrenta al Senedrin y confiesa su divina misin, audazmente arriesgandoy aceptandola sentencia de muerte, Pedro asegura no conocer a Jess. Habiendo a escondidas seguido a Jess a la escena del juicio, Marcos dice, que Pedro estaba calentndose las manos cerca a un fuego cuando una de las sirvientas de la casa le dijo, Tu, tu estabas con el Nazareno, Jesus (14: 67). Pero Pedro neg esto (no se de que hablas;...yo no conozco al hombre) tres veces, con creciente vehemencia, maldiciendo con malas palabras , finalmente retirndose. Despus de reconocer lo que haba hecho, Pedro descontroladamente se solt llorando (14: 72). Marcos sabe que esos que pblicamente confiesen su conviccin de que Jess es el Mesas, el Hijo de Dios (14: 61) se ponen en peligro de abuso, burlas, e incluso amenazas de muerte. El termino Mesas e Hijo de dios probablemente era un anacronismo en los tiempos de Jess; pero muchos de los contemporneos de Marcos lo debieron haber reconocido como el modo en que los Cristianos de sus

tiempos confesaban su fe. Entonces, en esta esta dramtica escena, Marcos otra ves confronta a su audiencia con la pregunta que domina toda su narrativa: Quien reconoce el espritu de Jess como divino, y quien no? Quien esta en el lado de Dios, y quien en el de Satans? Al contrastar la valiente confesin de Jess con la negacin de Pedro, Marcos dibuja un dramtico retrato de las deciciones que confrontaban los seguidores de Jess: ellos deben de escoger un bando en una guerra que no permite un terreno neutral. Habiendo tratado de mostrar que todo el asunto en lo que concierne a Jess era esencialmente un conflicto Judo interno que se salio de control, Marcos ahora ofrece la versin del juicio de Jess ante Pilato. Muchos acadmicos piensan que todo lo que en realidad Marcos sabia era que Jess haba sido crucificado como alguien pretendiendo ser rey de los Judos durante la administracin de Pilato como gobernador de Judea. Mientras que el toma en cuenta este indiscutible hecho, Marcos trata de minimizar su importancia. Entonces, consideremos, como Marcos dice la historia. Pilato, da parte que el prisionero estaba acusado de insurgencia poltica, intenta interrogarlo. No tienes una respuesta para dar? Ves todas la acusaciones que te hacen (15: 4). Marcos dice que cuando Jess se niega a contestar sus preguntas, Pilato, en ves de demostrar enojo o incluso impaciencia estaba sorprendido (15: 5). Marcos va mas aya. Asegurando saber el calculo privado del gobernador en el caso, Marcos dice que Pilato reconoce que era solo por envidia que ellos se lo haban entregado (15: 10). Pero en ves de tomar una decisin y dar ordenes, Pilato no toma ninguna accin. Entonces, escuchando los gritos de la multitud afuera, el salio y se dirigi a ellos, preguntndoles que queran: Quieren que libere para ustedes al rey de los Judos? Pero en ves de eso la multitud exiga la liberacin de Barrabas, a quien Marcos describe como uno de los insurreccionista encarcelado, y que haba cometido asesinatos durante la rebelin (15: 17). Pilato parece incierto, queriendo negarse pero temeroso de ir en contra de las exigencias de la multitud. Como si no hubiera remedio, el le pregunta a la multitud otra ves que hacer: Que debo hacer con el hombre a quien ustedes le llaman el rey de los Judos? (15: 12). Cuando la multitud grita por la crucifixin de Jess, Pilato en efecto ruega a sus sbitos por justicia: Porque, que maldad a hecho? (15: 14). Pero los gritos continuaban, y Pilato, deseando satisfacer a la multitud (15: 15), libero a Barrabas y, habiendo ordenado que Jess fuera azotado, accedi a sus demandas de que el fuera crucificado. Pero de acuerdo a Marcos, Pilato nunca pronuncio una sentencia, y en realidad nunca ordeno la ejecucin. Conforme Marcos dice la historia, incluso dentro de la camara privada de Pilato, los jefes sacerdotes estn en control: como si ellos son los que hacen las acusaciones y son ellos los que incitan a las multitudes, quienes vehementemente forzan la ejecucin de Jess por encima de un renuente Pilato. Como hemos notado, el Pilato que aparece en los evangelios, tiene muy poco que ver con el Pilato histricoque es, el hombre que conocemos de otras fuentes polticas e histricas del primer siglo, tanto Judas como Romanas, era un cruel gobernador. Como Raymond Brown a notado en su meticuloso estudio en la narrativa de la pasin, a excepcin de la tradicin Cristiana, retratos de Pilato van desde hostilidad amarga a negatividad. Filo, un educado, influyente miembro de la comunidad Juda en Alejandra, la capital de Egipto, fue contemporneo de Pilato. En su escrito, la Embajada a Gaius, el describe sus experiencias como miembro de una delegacin oficial mandada a Roma a representar los intereses de la comunidad Juda en Alejandra con el emperador Romano, Gaius Caligula. En el curso de su narrativa, Filo, refirindose a la comunidad Juda en Judea, describe al gobernador Pilato como un hombre inflexiblemente, terco, y de cruel disposicin, y muestra una lista de las caractersticas tpicas de su administracin avaricia, violencia, robo, golpisas, comportamiento abusivo, frecuentes ejecuciones sin juicio, y ferocidad salvaje sin final. Filo escribe para persuadir a los gobernadores Romanos de que aseguren los privilegios de la comunidad Juda, como el asegura el emperador Tiberio lo haba hecho. En sus cartas, Filo ve a Pilato como la imagen de todo lo que puede ir mal en una administracin Romana en las provincias Judas.

El testimonio de Filo es parcialmente confirmado en la historia de Josefo de la misma era. Como hemos visto, Josefo, al igual que Filo, era un hombre de considerable experiencia poltica; habiendo sido un gobernador Judo de Galilea bajo los Romanos, el escribe su historia bajo el patrocinio Romano con un tono de simpata a los intereses Romanos. Sin embargo Josefo registra bastantes episodios que muestran el desprecio por las sensibilidades religiosas Judas. Por ejemplo, los predecesores de Pilato, reconociendo que los Judos consideran las imgenes de emperadores como idolatras, haban instituido la practica de escoger para la guarnicin Romana en Jerusaln una unidad militar que sus estandartes no tuvieran tales imgenes. Pero cuando Pilato fue asignado como gobernador el deliberadamente violo este precedente. Primero el ordeno que la guarnicin existente se fuera; despus el llevo a Jerusaln una unidad para que la reemplazara y cuyos estandartes mostraban imgenes imperiales, asegurndose que su llegada coincidiera con los das mas santos para los Judos, el Yom Kippur y la Fiesta del Tabernculo. Aparentemente Pilato sabia que el estaba cometiendo un sacrilegio en los ojos de sus sbitos, porque el se aseguro de llegar a Jerusaln de noche, habiendo ordenado que los estandartes fueran cubiertos durante el viaje. Cuando la gente de Jerusaln oyeron que Pilato y sus tropas haban introducido en la santa ciudad imagines que ellos consideraban idolatras, se juntaron en las calles para protestar. Una gran multitud sigui a Pilato de regreso a Cesarea, reunindose afuera de su residencia, rogndole que las removiera. Desde que los estandartes siempre acompaaban a la unidad militar, esto pareca mas una exigencia a que Pilato se marchara de la guarnicin. Cuando Pilato se neg, la multitud continuo demostrndose. Despus de cinco das, Pilato exasperado pero firme, decidi forzar un final a las demostraciones. Aparentando ofrecerle a los demostradores una audiencia formal, el los cito a aparecer ante el en el estadio. Ah Pilato haba amasado a los soldados, ordenndoles rodear a la multitud, y amenazndolos con masacrarlos sino se rendan. Para la sorpresa de Pilato, los Judos declararon que ellos preferan morir que ver sus leyes violadas. En este punto Pilato capitulo y retiro la unidad militar. Como Mary Smallwood comenta: Los Judos haban ganado una victoria decisiva en la primera ronda en contra del nuevo gobernador, pero ahora ellos saban contra que tipo de hombre estaban, y de ah en adelante cualquier cosa que el hacia era sospechoso...Pero mas seguira. Las autoridades Romanas tambin respetaban la sensibilidad Juda al prohibir imagines consideradas idolatras en las monedas procesadas en Judea. Solamente durante la administracin de Pilato esta practica fue violada: monedas mostrando smbolos de cultos paganos que datan de los aos 29-31 han sido encontradas. Ordeno Pilato el cambio, como el acadmico Alemn E. Stauffer cree, para forzar a sus sbitos a que manejen representaciones de la cultura pagana? Raymond Brown sugiere que Pilato simplemente subestimo la sensibilidad Juda en tales asuntos. A continuacin Pilato decidi construir un acueducto en Jerusaln. Pero para financiar este proyecto, el se apropio del dinero del Templo, un acto de sacrilegio incluso desde el punto de vista Romano, puesto que los fondos del Templo eran, por ley, considerados sacrosantos. Este ataque directo al Templo y su tesoro levanto vehemente oposicin. La siguiente ves que Pilato visito Jerusaln, el fue recibido con una demostracin mas grande que antes; y ahora con multitudes enojadas que se volvan abusivas y amenazadoras. Anticipando problemas, Pilato haba ordenado a sus soldados que se vistieran de civiles, escondieran sus armas, y se revolvieran entre la gente. Cuando la multitud se neg a dispersarse, le hizo seas a sus soldados para que los dispersaran a la fuerza. Mucha gente fue asesinada, y otros fueron aplastados a muerte en la estampida que sigui. Incluso el evangelio de Lucas, el cual da una sorprendente benigna descripcin de Pilato en la narrativa del juicio, en otros lados menciona como la gente le dijo a Jess acerca de cierta gente de Galilea cuya sangre Pilato revolvi con sus sacrificios (13: 1) Al final de la tenencia de Pilato como gobernador otros incidentes provocativos empujaron a los

lideres Judos protestar con el emperador Tiberio de los ataques de Pilato en contra de su religin. En el ao 31 Pilato hizo enojar a sus sbditos al haber dedicado escudos dorados en el palacio Herodiano de Jerusaln. No sabemos ciertamente que ocasiono la protesta; el acadmico B. C. McGinny sugiere que los escudos fueron dedicados a el emperador divino, una descripcin que debi haber encolerizado a muchos Judos. Otra ves Pilato encaraba una protesta popular: una multitud se reuni, encabezada por cuatro prncipes Herodianos. Cuando Pilato se neg a remover los escudos, tal ves insistiendo que el solo lo hacia por respeto al emperador, Josefo dice, ellos contestaron, No tomes al emperador Tiberio como pretexto para insultar a la nacin; el no desea que nuestras costumbres sean reemplazadas. cuando Pilato probo ser inflexible, los prncipes Judos apelaron al emperador, quien reprendi a Pilato y le ordeno que removiera los escudos de Jerusaln. Un comentador reciente remarco que el acoso a Pilato de sus adversarios Judos en el caso de los escudos tiene semblanza con el acoso de los Judos hacia Pilato en la narrativa de la pasin del evangelio de Juan, incluyendo la amenaza de apelar ante el emperador. Aun as caracterizar estas protestas como acoso parece extrao; que recurso tiene una gente sometida para retar una decisin del gobernador, sino excepto que apelar por encima de su autoridad a una autoridad mas alta? Cinco aos despus, cuando un lder Samaritano reuni una larga multitud, algunos de ellos armados, para esperar por una seal de Dios, Pilato inmediatamente mando tropas para monitorear la situacin. Las tropas bloquearon a la multitud, matando a algunos, capturando a otros, mientras que el resto huyo. Pilato ordeno que los cabezillas fueran ejecutados. El gobierno de Pilato termino repentinamente cuando el legado de Siria finalmente respondi a las repetidas protestas despojando a Pilato de su comisin y despachando a un hombre de su propio personal para que sirviera como gobernador en su lugar. A Pilato se le ordeno que regresara a Roma inmediatamente para que contestara a los cargos en contra de el, y desapareciendo de los registros histricos. El relato de Filo coincide con el de Marcos en un punto: que Pilato, consciente de la animosidad en contra de el, lo que mas le preocupaba era que los jefes sacerdotes se quejaran de el con el emperador. Aun as Marcos, como hemos visto, presenta a Pilato no solo como un hombre dbil para soportar los gritos de la muchedumbre, sino tambin como muy solicito para asegurar justicia en el caso de un prisionero Judo a quien los lideres Judos quieren destruir. La descripcin benigna de Pilato por Marcos incrementa la culpabilidad de los lideres Judos y apoya las contenciones de Marcos que los Judos, no los Romanos, fueron la fuerza principal detrs de la crucifixin de Jess. Atravez de las siguientes dcadas, conforme la hiel entre la mayora Juda y los seguidores de Jess se incremento, los evangelios vinieron a describir a Pilato en una creciente favorable luz. Como Paul Winter observa, el severo Pilato se va suavizando de evangelio en evangelio[de Marcos a Mateo, y de Mateo y Lucas a Juan]...Lo mas removido de la historia, lo mas simptico que el personaje se convierte. Al describir a los enemigos de Jess, el mismo proceso trabaja en reversa. Mateo, escribiendo alrededor de diez aos despus, describe un antagonismo mas grande de lo que Marcos sugiere entre Jess y los Fariseos. Y mientras que Marcos dice que los lideres refrenaron su animosidad a causa de que la multitud favoreca a Jess, el relato de Mateo termina con los lideres y la muchedumbre unnimemente gritando por su ejecucin. Edemas, lo que Marcos solo trata de decires que los oponentes de Jess estn vigorizados por SatansLucas y Juan lo declaran explcitamente. Tanto Mateo como Lucas, escribiendo diez o veinte aos despus de Marcos, adaptaron el primer evangelio repasndolo en varios modos, actualizndolo para reflejar la situacin de los seguidores de Jess en sus propios tiempos. Los seguidores de Jess no inventaron la practica de demonizar a los enemigos dentro de sus propios grupos. En este aspecto, y como en muchos otros, como veremos, ellos eran atrados por

tradiciones que compartan con otras sectas Judas del siglo primero. Los Esenios, por ejemplo, haban desarrollado y elaborado imagines de un poder maligno que ellos llamaban por muchos nombres Satanas, Belial, Belceb, Mastema (odio)precisamente para caracterizar su propia lucha en contra de la mayora Juda a quienes ellos, por razones diferentes a esas de los seguidores de Jess, denunciaban como apostatas. Los Esenios nunca admitieron Gentiles en su movimiento. Los seguidores de Jess si lo hacancautelosamente y provisionalmente al principio, y en contra de la voluntad de algunos de los miembros. Pero conforme el movimiento Cristiano se fue volviendo cada ves mas Gentil durante el segundo siglo y despus, la identificacin de Satans era principalmente con los enemigos Judos de Jess, creci a la par de la tradicin Cristiana atraves de los siglos, y alimentaria los fuegos del antisemitismo. Sin embargo, la relacin entre los seguidores de Jess y el resto de la comunidad Juda, especialmente durante el primer siglo, no es nada simple. El mismo Marcos, al igual que los Esenios, ve su movimiento esencialmente como un conflicto dentro de la misma casacomo Yo lo leo, la casa de Israel. Tales reformista religiosos ven la lucha principal no en contra de los extranjeros, por mas que ominosamente el poder Romano aceche al fondo, sino con otros Judos que tratan de definir a la gente de Dios. Mientras que Marcos ve a los lideres Judos como haciendo el trabajo de Satans al tratar de destruir a Jess, de ninguna manera su relato es anti Judo, y mucho menos anti semita. Despus de todo, virtualmente todos los que aparecen en su relato son Judos, incluyendo, claro esta, el Mesas. Marcos no se ve a si mismo como separado de Israel, pero describe a los seguidores de Jess como lo que Isaas llama los restos de Dios dentro de Israel (Isaas 10: 22-23). incluso las imagines que Marcos invoca para caracterizar a la mayoriaimagenes de Satans, Belceb, y el maligno paradojicamente expresan la intimidad de Marcos con la comunidad Juda en general, porque, como veremos, la figura de Satans, conforme emergi atraves de los siglos en la tradicin Juda, no es un poder hostil atacando a Israel del exterior, sino la fuente y representacin del conflicto dentro de la comunidad. 10-18-2012 Juan Manuel Castro Denver Colorado.