el esquema imryd

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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Escuela de Estudios Políticos y Administrativos Cátedra de Metodología El esquema IMRYD Al escribir informes de investigación puramente documentales, como se sabe, el esquema más general posible es: Introducción-Desarrollo-Conclusión. Dicho de otro modo, en el trabajo debe reconocerse un comienzo, un cuerpo o centro, y un final (incluso si no se usan encabezados o números para destacar y separar esas secciones). De un modo parecido, al escribir informes de investigación empírica, el esquema mínimo o más comúnmente utilizado es: Introducción-Método- Resultados-Discusión (de allí las siglas que le dan nombre; pero ojo: hay que añadir las Referencias, aunque las siglas no las incluyan, pues se dan por sobreentendidas). Es decir, de nuevo tenemos un comienzo y un final, mientras que el centro del escrito ya no es tan libre como al redactar monografías o ensayos, sino que viene dado por el Método empleado para tomar contacto con los hechos y por los Resultados de ese contacto. Esa forma de organizar los informes de investigación empírica es bastante antigua (se remonta a los tiempos de Pasteur), y se emplea sobre todo en las ciencias biomédicas 1 , desde donde hace décadas se ha venido extendiendo a los “journals” o revistas especializadas de las ciencias humanas 2 En ese sentido, para efectos de nuestra asignatura “Metodología de la investigación empírica”, su gran ventaja es que nos ofrece una guía inicial razonablemente flexible, y sobre todo realista, en cuanto al trabajo o producto final de la materia. Porque una dificultad que se nos presenta en ella, es que la mayoría de los manuales o libros de texto sobre metodología están dirigidos a estudiantes que deben presentar tesis de grado: escritos sumamente detallados, que suelen tener uno o más cientos de páginas; y que requieren uno o más años para completarse (por lo cual se les tiende a establecer como requisito final, cuando ya se han aprobado casi todas las materias o créditos). Plantearnos el mismo nivel de exigencia, aún sin haber superado la mitad de la carrera, y contando tan sólo con un semestre, en el cual hay que cursar varias materias adicionales, sin duda sería muy injusto —por no decir una crueldad. . En ese sentido, su principal ventaja es la sencillez. Una sencillez que ayuda a los autores a ser concisos (los artículos o “papers” de investigación suelen tener entre 15 y 30 páginas), que le facilita a los lectores o demás investigadores ubicar la información que más les interese, y que les proporciona a los editores o árbitros de las revistas especializadas un patrón o estándar general. Aunque por supuesto, el uso de tal esquema no es ningún mandamiento inviolable, sino una guía bastante lógica que se puede adaptar en cierta medida a las peculiaridades de distintos temas o a las preferencias de distintos autores y editores, o en nuestro caso, modificarse o no con el asesoramiento de la profesora o profesor de cada sección. Además, hay que admitirlo, en muchos casos las normas o criterios para la evaluación de tesis de grado incluyen exigencias esencial o exageradamente burocráticas, que poco o nada tienen que ver con un genuino rigor académico o científico, y que en lugar de facilitar su lectura o publicación terminan perjudicándolas. Cosa especialmente incomprensible en la época actual, marcada por la 1 Véase p.ej. Day, R. A. (1990). Cómo escribir y publicar trabajos científicos. Washington: Organización Panamericana de la Salud (hay versiones en línea). 2 Véase p.ej. APA, (2002). Manual de estilo de publicaciones de la American Psychological Association. 2da. ed., (trad. de la 5ta. ed. en inglés). México: Manual Moderno.

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Page 1: El Esquema IMRYD

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Escuela de Estudios Políticos y Administrativos Cátedra de Metodología

El esquema IMRYD

Al escribir informes de investigación puramente documentales, como se sabe, el esquema más general posible es: Introducción-Desarrollo-Conclusión. Dicho de otro modo, en el trabajo debe reconocerse un comienzo, un cuerpo o centro, y un final (incluso si no se usan encabezados o números para destacar y separar esas secciones). De un modo parecido, al escribir informes de investigación empírica, el esquema mínimo o más comúnmente utilizado es: Introducción-Método-Resultados-Discusión (de allí las siglas que le dan nombre; pero ojo: hay que añadir las Referencias, aunque las siglas no las incluyan, pues se dan por sobreentendidas). Es decir, de nuevo tenemos un comienzo y un final, mientras que el centro del escrito ya no es tan libre como al redactar monografías o ensayos, sino que viene dado por el Método empleado para tomar contacto con los hechos y por los Resultados de ese contacto.

Esa forma de organizar los informes de investigación empírica es bastante antigua (se remonta a los tiempos de Pasteur), y se emplea sobre todo en las ciencias biomédicas1, desde donde hace décadas se ha venido extendiendo a los “journals” o revistas especializadas de las ciencias humanas2

En ese sentido, para efectos de nuestra asignatura “Metodología de la investigación empírica”, su gran ventaja es que nos ofrece una guía inicial razonablemente flexible, y sobre todo realista, en cuanto al trabajo o producto final de la materia. Porque una dificultad que se nos presenta en ella, es que la mayoría de los manuales o libros de texto sobre metodología están dirigidos a estudiantes que deben presentar tesis de grado: escritos sumamente detallados, que suelen tener uno o más cientos de páginas; y que requieren uno o más años para completarse (por lo cual se les tiende a establecer como requisito final, cuando ya se han aprobado casi todas las materias o créditos). Plantearnos el mismo nivel de exigencia, aún sin haber superado la mitad de la carrera, y contando tan sólo con un semestre, en el cual hay que cursar varias materias adicionales, sin duda sería muy injusto —por no decir una crueldad.

. En ese sentido, su principal ventaja es la sencillez. Una sencillez que ayuda a los autores a ser concisos (los artículos o “papers” de investigación suelen tener entre 15 y 30 páginas), que le facilita a los lectores o demás investigadores ubicar la información que más les interese, y que les proporciona a los editores o árbitros de las revistas especializadas un patrón o estándar general. Aunque por supuesto, el uso de tal esquema no es ningún mandamiento inviolable, sino una guía bastante lógica que se puede adaptar en cierta medida a las peculiaridades de distintos temas o a las preferencias de distintos autores y editores, o en nuestro caso, modificarse o no con el asesoramiento de la profesora o profesor de cada sección.

Además, hay que admitirlo, en muchos casos las normas o criterios para la evaluación de tesis de grado incluyen exigencias esencial o exageradamente burocráticas, que poco o nada tienen que ver con un genuino rigor académico o científico, y que en lugar de facilitar su lectura o publicación terminan perjudicándolas. Cosa especialmente incomprensible en la época actual, marcada por la

1 Véase p.ej. Day, R. A. (1990). Cómo escribir y publicar trabajos científicos. Washington: Organización Panamericana de la Salud (hay versiones en línea). 2 Véase p.ej. APA, (2002). Manual de estilo de publicaciones de la American Psychological Association. 2da. ed., (trad. de la 5ta. ed. en inglés). México: Manual Moderno.

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avalancha de información que representa la internet. Por lo demás, en la E.E.P.A., los estudiantes especialmente motivados o capaces pueden optar voluntariamente por una Tesina o “Trabajo Especial de Investigación” que les equivale hasta por cinco (5) materias electivas (para consultar el reglamento correspondiente, reformulado en el año 2007, acceda a la página web de la Escuela, y luego pulse “Información pública” / “Investigaciones”).

Procurando, entonces, contribuir con la elaboración de escritos más ágiles y útiles, sin que por ello resulten menos rigurosos o profesionales, a continuación se proporcionan algunos ejemplos y orientaciones generales sobre el esquema IMRYD aplicado a nuestros fines y contexto.

Algunos ejemplos comentados

· Sánchez, Euclides (1981). Exposición al tráfico: Un estudio exploratorio. En Marín, G., (Comp.), La psicología social en Latinoamérica (Cap. 28, pp. 368-371). México: Trillas. [Se anexa copia con fines didácticos y permiso del autor]

Nótese que si bien este trabajo se basa en una Tesis de grado, el informe es sorprendentemente breve, ¡de apenas cuatro páginas!... y aún así cumple con su cometido. De hecho, aunque se trata de una investigación bastante vieja en el área de la psicología social, vale la pena leer la sección del Método, ya que en ella el autor explica cómo y por qué desarrolló determinados procedimientos de investigación, fácilmente comprensibles. Por último, este ejemplo también subraya que las dificultades para acceder a las estadísticas oficiales en nuestro país, ni son nuevas ni se restringen a ciertos temas especialmente delicados, por lo que es necesario verificar cuanto antes que los datos deseados estén efectivamente disponibles para los investigadores o investigadoras, antes de avanzar mucho con el diseño del estudio.

· Martínez, José (2009). Los insultos y palabras tabúes en las interacciones juveniles. Un estudio sociopragmático funcional. Boletín de Lingüística, [Versión electrónica], Vol. XXI, Núm. 31, pp. 59-85. Recuperado el 19 de marzo 2010 de: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ ArtPdfRed.jsp?iCve=34711680003

Ilustra el caso más o menos frecuente en que se intercala un Marco teórico entre la Introducción y el Método. Si bien el tema en principio no se relaciona con la politología, permite ilustrar un tratamiento metódico de resultados que no son numéricos, sino verbales o linguísticos (por cierto, algunos de ellos más bien graciosos). Un enfoque o análisis lingüistico parecido, pero aplicado a los insultos intercambiados entre el oficialismo y la oposición venezolanas puede consultarse en Bolívar, Adriana (2005). Discurso y cultura democrática en las universidades. Agenda Académica, vol. 12, Nos. 1 y 2, pp. 111-120. Vicerrectorado Académico, Universidad Central de Venezuela.

· Sucre, Ricardo (1996). Periódicos y encuestas de opinión: ¿Fijación del temario o usos y gratificaciones de la audiencia? Politeia, No. 19, pp. 285-334. Instituto de Estudios Políticos, Universidad Central de Venezuela.

Ilustra la adición de un Marco teórico, y de una sección de Conclusiones, así como numerosas subdivisiones dentro del Método, en una publicación que por ser un anuario permitía una mayor extensión a la usual.

· Villarroel, Gladys y De Armas, Edoardo (2005). Desprecio por la política: aproximación a las representaciones sociales de estudiantes. Politeia, Nos. 34-35, pp. 21-33. Instituto de Estudios Políticos, Universidad Central de Venezuela. [Versión electrónica disponible en http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid= S0303-97572005000100002&lng=en&nrm=iso&tlng=es].

Ø Villarroel, Gladys y Ledezma, Nelson (2007). Carisma y política. El liderazgo de Hugo Chávez desde la perspectiva de sus partidarios. Politeia, No. 39, pp. 1-22. Instituto de Estudios Políticos, Universidad Central de Venezuela. [Versión electrónica disponible en http://www.revele.com.ve//pdf/politeia/vol30-n39/pag1.pdf].

El primero de estos artículos ilustra la unión de las secciones Resultados y Discusión, así como la combinación de la técnicas de grupos focales con la de asociación libre (ésta última muy recomendable para nuestra materia, porque también puede ser aplicada mediante encuestas sumamente breves o rápidas). En lo sustantivo, por otra parte, los resultados dan mucho que pensar al poner de relieve que entre los jóvenes consultados la mayoría asocia la “política” con “corrupción, mentira, robo y pobreza” (p. 25). El segundo artículo, de un mismo equipo de investigación, sigue el esquema IMRYD al pie de la letra, y además ilustra una manera de categorizar o analizar los resultados de entrevistas abiertas o poco estructuradas.

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Orientaciones generales

Sección o elemento Variaciones comunes Comentarios

Título - - - Nótese que a diferencia de los ensayos, cuyos títulos son muy libres, los estudios empíricos suelen tener títulos muy secos y descriptivos, en los que, p.ej., se destaca el método y/o la población elegidas, p. ej.: “Sondeo de opinión sobre ... entre jóvenes caraqueños de 18 a 25 años inscritos en el REP” (aunque en contados casos, mediante la combinación de un título y un subtítulo, se añade una nota creativa o hasta chistosa, que atraiga al lector).

[Preliminares:] Típicamente, un “Abstract” o Resumen de unas 200 palabras, y 4 ó 5 Palabras clave o Descriptores comúnmente usados en la disciplina o especialidad.

Estos elementos permiten la revisión rápida de gran número de estudios. En el caso de muchos journals, la consulta del Resumen y las Palabras clave es gratuita, pero si se desean más detalles es necesario pagar para descargar el texto completo. También es usual, en la preparación de eventos, que la aceptación o rechazo preliminar de las ponencias dependa del envío de un Resumen de este tipo.

INTRODUCCIÓN A menudo (y en el estilo APA) se omite el encabezado correspondiente, sobreentendiendo que el texto empieza por la introducción.

Además de una simple introducción o presentación del tema general y de su importancia, aquí se debe plantear el problema en el modo más claro y concreto posible, bien sea como pregunta de investigación, como hipótesis o en términos del propósito central del estudio. De esa manera condensa, en unos pocos párrafos, lo que en las Tesis se acostumbra subdividir en Presentación, Justificación, Delimitación o Planteamiento, Objetivos, Revisión de antecedentes, etc.

[Marco teórico] Marco de referencia. Bases teóricas. Bases conceptuales. Aspectos teóricos.

En las disciplinas donde hay apreciables consensos en cuanto a la teoría y un predominio de los esfuerzos técnicos, la revisión de antecedentes o estudios previos tiende a ser relativamente concisa y sencilla: se mencionan sólo los más recientes, y lo que concluyeron; p.ej., si se logró o no curar cierta enfermedad con determinado fármaco. Por eso cabe sin mayores dificultades en la Introducción. Pero en las ciencias humanas, donde las diferencias de enfoque o de paradigma usualmente pesan mucho más que los aspectos técnicos, los aspectos teóricos tienden a requerir más elaboración y espacio, o por lo mismo, una sección aparte. Eso es perfectamente comprensible y válido, pero aún así hay que cuidarse de incluir sólo lo que sea verdaderamente necesario para contextualizar, analizar o interpretar los resultados. Copiar información sin ton ni son, tan sólo para “rellenar” o alargar el trabajo, en vez de un mérito es una falla muy común. Así como confundir la “teoría” con una sarta de conceptos o definiciones sobre las cuales no se ha reflexionado en lo más mínimo —eso, en el mejor de los casos, sería un simple “glosario”. Recuérdese también que mediante un uso inteligente del parafraseo y/o de las referencias bibliográficas, se puede demostrar el dominio de un tema u orientar al lector, sin necesidad de largos o innecesarios resúmenes.

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Orientaciones generales (continuación).

MÉTODO Metodología. Procedimientos. (Es la sección en la que más se justifica o recomienda el uso de subdivisiones, como: Población y muestra (o “Participantes”); Variables; Hipótesis; Técnicas e instrumentos. Confiabilidad y validez, etc.).

(Aquí generalmente queda implícito lo que se conoce como la “operacionalización”). En las disciplinas biomédicas, esta sección se titula “Materiales y métodos”, porque allí se detalla qué fármacos, reactivos, etc., se emplearon. Pero en las ciencias humanas no viene al caso hablar de “materiales”; lo más común entre nosotros es mencionar las muestras y técnicas de recolección de datos empleadas, así como incluir el “instrumento” (cuestionario, encuesta, guía de entrevista) en blanco, (aunque si es largo va mejor como anexo). Como sea, un principio básico a tener en cuenta es proporcionar la información indispensable para que otros investigadores puedan repetir o “replicar” el estudio por sí mismos, si así lo desearan. Y otro, es presentar los procedimientos o criterios adoptados no como elecciones arbitrarias, sino como “decisiones razonadas”, sobre todo en la medida en que se haya innovado o haya sido necesario improvisar ante dificultades imprevistas. Por otra parte, en tiempos recientes, en esta sección se incluyen también, con especial atención, las consideraciones éticas a que haya lugar (p.ej., asegurar el anonimato de los entrevistados, cuando éstos pudiesen resultar perjudicados por sus declaraciones).

RESULTADOS Presentación de resultados. Datos. (O la amalgama de esta sección con la siguiente).

El dedicarle una sección a los Resultados y otra a la Discusión, es relativamente natural cuando el estudio es esencialmente cuantitativo, pues los resultados se presentan mediante tablas o gráficos. En el caso de estudios cualitativos, en los cuales los resultados son generalmente relatos o transcripciones extensas, lo más usual es incluir fragmentos textuales, cuidadosamente seleccionados, de tales relatos o transcripciones; por lo cual a menudo se unen las secciones de Resultados y Discusión, ordenando el conjunto más bien según los temas emergentes o de mayor significación.

DISCUSIÓN Interpretación de resultados. Análisis de los datos.

Aquí se analiza la significación de los indicios o resultados empíricos obtenidos. Las conclusiones, o las conclusiones y recomendaciones, pueden colocarse, sin necesidad de encabezados adicionales, en los últimos párrafos de esta sección, o si se prefiere, destacarles como una subdivisión con su propio encabezado.

REFERENCIAS - - - A diferencia de otros tipos de trabajo, en los que se suele incluir una “Bibliografía consultada” o general, las revistas especializadas normalmente exigen se mencione únicamente las obras a las que se haya hecho referencia explícita en el texto.

[Anexos] - - - Usualmente un instrumento en blanco, cuando se usan encuestas o cuestionarios. O cuando se hacen entrevistas, la transcripción fiel de las mismas en su totalidad o mayor parte (si bien en algunos casos también se puede considerar la entrega de archivos de audio o video, como complemento o sustitución de las transcripciones).

Levy Farías Marzo de 2010

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