“Espejo Mágico” “Para saber como iba a ser de mayor el primero de los hermanos se miró en el espejo. Y vio a un futbolista y sonriente, firmando autógrafos en los alrededores del estadio.

- ¡Qué estupendo!- exclamó loco de alegría-. Cuando se lo cuente a mis amigos no van a creérselo.

Y toda la familia se alegró con él, porque ser futbolista era lo que más anhelaba el hermano mayor.

En seguida se miró en el espejo el hermano mediano. Y vio a un joven guitarrista que conmovía con su música el corazón de las gentes.

- ¡Lo que yo quería! –balbuceó emocionado- ¡ Ser el mejor guitarrista del mundo!

Y toda la familia lo celebró con él, porque la música era lo que más le gustaba al hermano pequeño. Y en el espejo ser reflejó un hombre pálido, de mirada huidiza, que se deslizaba entre las sombras ocultándose como un ladrón.

Y toda la familia se quedó consternada, porque estaba convencida de que aquel espejo no se equivocaba jamás.

Lo había construido el inventor cincuenta años antes. >y desde entonces, ni los niños y las niñas de la ciudad tuvieron que molestarse en planear lo que iban a ser de mayores.

- Tú corresponsal de guerra- decía el espejo-. Tú médico sin fronteras. El otro será un mago de los ordenadores.

Aquel incendiará los bosques y terminará en la cárcel. Y el hermano pequeño será un ladrón.

- Pues a mí no me extrañaría- dijo la madre-, porque ayer le sorprendía robándome unas monedas del bolsillo de la chaqueta.

Como eso era verdad el hermano pequeño apenas se atrevía a levantar los ojos. Y el paso de los días demostró que el espejo estaba en lo cierto.

El hermano mayor empezó a entrenarse tenazmente en los campos de fútbol. El mediano se dedicó con toda el alma a estudiar guitarra. ¿ y qué hacía entretanto el más pequeño? Pues disponer de los patines ajenos como si fueran propios y estrenar las botas antes de comprarlas.

- Es un ladronzuelo- comentaba la gente_. Y lo atraparán antes o después.

El hermano pequeño iba sintiéndose cada vez más triste.

Hasta que un tarde oyó hablar a unos marineros del nievo del inventor. Y de un espejo sabio que acababa de fabricar, cien veces más fiel que el de su abuelo.

El hermano pequeño se puso a buscarlo por todas partes.

- Ese nieto no existe- lo desanimaba la gente. No es más que un cuento de marineros.

- Pues dicen que ha construido un espejo mayor que el de su abuelo. Dicen que el que incendiaba los bosques se miró en él. Ahora es el jefe de los bomberos.

Decía también, que aquel nieto inteligentes andaba navegando por los mares del mundo, libre y solitario, cantando coplas de sirena y de delfines.

Era tan difícil de encontrar que, si querían noticias suyas, los niños y las niñas no tenían más remedio que imaginárselo arriando las velas en el puerto.

Y así, tal como se lo imaginaba, se lo encontró un día el hermano pequeño, quemado por el sol, canturreando una copla en la cubierta del barco y limpiándose la crema de afeitar con una toalla, mientras se vigilaba de reojo en un espejo insignificante colgado de un clavo.

- Ese espejo – le indicó el pequeño, boquiabierto- ¿es cien veces más sabio que el de su abuelo?.

- Y cien veces más fiel – respondió el nieto afablemente-, porque en el suyo solo te ves por fuera. Y en éste puedes ver cómo eres por dentro.

- Y yo, ¿cómo soy?- preguntó el pequeño un poco asustado.

- mírate en el espejo y lo sabrás.

El hermano pequeño se puso de puntillas para mirarse por dentro. y vio a un hombre honrado y contento de su suerte, que disfrutaba del amor y de la naturaleza. y que contribuía con su vida a mejorar el mundo.

- Ése eres tú verdaderamente- señaló el nieto del inventor.

Y ése fue, en el futuro, el más alegre de los hermanos pequeños. Ese fue él. todo porque un día tuvo la fortuna de contemplarse a sí mismo en un espejo sabio.

O porque, tuvo, quien sabe, la feliz ocurrencia de imaginárselo.

Pilar Mateos. Un barco cargado de cuentos. SM.