el dos oscar, quince grammy bodeguero...

15
Vitamina C se entrega gratuitamente con el diario Crítica de la Argentina del 7 de marzo de 2010. Prohibida su venta por separado. 07.03.10 EL BODEGUERO INSÓLITO + DATO SNOB CURIOSIDADES CRÓNICAS MODA PLATOS COPAS GENTE COMO UNO CUCURTO PELUQUEROS Bambalinas de una de las profesiones que más creció con la crisis ALICIAMANÍA La aceitada maquinaria de marketing que revivió al clásico de Lewis Carroll Dos Oscar, quince Grammy y dos Malbec Gustavo Santaolalla

Upload: nguyenphuc

Post on 07-Oct-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Vitamina C se entrega gratuitamente con el diario Crítica de la Argentina del 7 de marzo de 2010. Prohibida su venta por separado.

07.03.10

EL BODEGUERO

INSÓLITO

+DATO SNOB

CURIOSIDADES CRÓNICAS

MODAPLATOSCOPASGENTE

COMO UNOCUCURTO

PELUQUEROSBambalinas de una de

las profesiones que más creció con la crisis

ALICIAMANÍALa aceitada maquinaria de

marketing que revivió al clásico de Lewis Carroll

Dos Oscar, quince Grammy y dos Malbec

Gustavo Santaolalla

07.03.10

Un par de medias es un regalo típico de tía solterona. Un conjunto de ropa interior puede leerse como una invitación demasiado indecente. La birome fina cae como un obsequio un tanto conservador. Una pilcha un lugar común. En fácil errarle en el talle del calzado o quedar ridículo con un osito de peluche. En fin, regalar no es tarea fácil, más bien, un arte que requiere imaginación y sobre todo, tiempo. Hay

seres que carecen de estos dos atributos: dudan hasta el hartazgo o les embola sobremanera salir de shopping cuando deben elegir algo especial para alguien especial.

Para ellos ahora hay una alternativa, pueden acudir a verdaderas profesionales del regalo, que ayudan a no caer en lugares comunes: el mismo perfume para la dama o la misma billetera de cuero para el caballero. Dos que saben, de esto de regalar, son Daniela Belén Cuppi y Rocío Belén Gayá, publicistas y creadoras de SinPeros, una pequeña empresa que se aboca exclusivamente al asunto regaleril. Como verán, todo tiene solución y siempre aparece alguien que encuentra la veta comercial para cada problema cotidiano.

Si cada persona es única, ¿por qué no regalarle algo único?, dicen a coro las mentoras de este emprendimiento de regalos creativos pensados a medida. SinPeros nació como un trabajo práctico para la facultad y se terminó convirtiendo en un

negocio de verdad que empezó ofreciendo un servicio: pensar obsequios personalizados y exclusivos. Ahora también desarrollan obsequios empresariales y souvenirs bautizados como “Los Funes”, unos pequeños muñequitos simpaticones.

En SinPeros ofrecen un socorro para regalar algo que realmente funcione para el destinatario. Para esos indecisos tienen una fórmula, un plan de acción que nunca falla. Primero, entrevistan a la persona que quiere hacer el regalo,

realizan un cuestionario exhaustivo para conocer los datos del agasajado con lujo de detalles: su personalidad, qué le divierte, qué no, si es curioso o conservador y hasta si superó el complejo de Edipo. En base a esta información, las empresarias despliegan diferentes opciones para que el que quiere regalar las evalúe y tome la decisión final. Por supuesto, también preguntan “¿Cuánto estás dispuesto a gastar?”, porque esa es la clave para armar un presupuesto, que incluye los honorarios de las expertas. Los presentes que preparan arrancan con un mínimo de $150 y el máximo lo pone el cliente. En unos 15 días entregan en mano el pedido, pero estos tiempos varían de acuerdo a la demanda. Los regalos empresariales y Los Funes se piden con un poco más de anticipación. La presentación es variada, pero generalmente usan cajas que encajan perfectas con el contenido.

Un cumpleaños, una propuesta de casamiento, un día festivo o porque sí, siempre hay un buen momento para hacer sentir única a una, incluso hasta se le puede dar una mano a Papá Noel. Los presentes van desde objetos (un juego de mesa hecho a medida), pasando por alguna experiencia diferente (una búsqueda de tesoro por toda la ciudad), hasta un conjunto de regalos conceptuales.

“La esencia de SinPeros es la historia que cuenta cada regalo, más allá del objeto en sí”, explican las emprendedoras, quienes recuerdan que entre los regalos más creativos que les tocó armar fue para una redacción entera de periodistas de una revista: “Pensamos en las largas horas de trabajo y las demandas de la profesión, por eso se nos ocurrió enviarles una taza, un tarro de café, un batidor y un paquete de galletitas junto a una tarjeta”.

Regalar bien podría ser algo con lo que cualquiera podría lidiar sin mayores problemas, pero en épocas de personal shoppers y los servicios a medida, la opción de que alguien piense por otro un presente a medida, suena, cuanto menos, atractiva.

www.sinperospararegalar.com.ar

Dato snob

El regalo perfecto

buscador

S i alguna vez derriban el muro que separa a México de los Estados Unidos, levantado en la frontera entre Tijuana y San Diego, y ese

hecho histórico tuviese que llevar alguna música, quizás la voz de Lila Downs quede perfecta. Ella encarna los lazos culturales entre esos dos países con sus rancheras desgarradoras, corridos, boleros pero con toques de jazz, soul y hip hop. La compositora y cantante nacida en Oaxaca, hija de una cantante mexicana de cabaret y de raíces indígenas y de un pintor y profesor de arte norteamericano de ascendencia escocesa, es señalada como la heredera de Chavela Vargas. Downs se crió entre esos dos mundos y su música tiene las influencias de ambos. Estudió antropología en la Universidad de Minnesota y su visión musical parte de una mirada social que se transforma en letras que respetan sus raíces culturales y las historias de su pueblo, recreando la música tradicional mexicana. Después de un

largo recorrido como artista, tuvo una explosión en Hollywood, al participar en la película de Salma Hayek sobre la vida de Frida Kahlo, en la que canta la canción “Burn it blue” por la que recibió una nominación al Oscar y se convirtió en la primera latina en tocar en la transmisión de los premios de la Academia.La relación de esta artista con la Argentina comenzó hace algunos años con fanáticos incondicionales que la seguían casi en secreto. Mercedes Sosa la eligió para su Cantora 2, el último disco de la Negra, y juntas cantaron una hermosa versión de “Razón de vivir” . Finalmente Downs se presentó por primera vez en Buenos Aires en 2008, a sala llena y ahora vuelve al teatro Gran Rex para presentar su nuevo espectáculo Black Magic Woman Tour. Lila Downs: viernes 9 de abril, 21.30 en el teatro Gran Rex (Corrientes 857). Entradas desde $60 hasta $220.

P ara esas madres con conciencia ecológica que quieran transmitir a sus niños los valores de la conservación del medioambiente, en hipermer-

cados Jumbo se consiguen estas nuevas ecomochilas, diseñadas por el artista plástico Miguel Brea, autor de la historieta Un mundo de peces, que tiene como obje-tivo valorar el cuidado de lo que nos rodea, empezando por nosotros mismos. Las mochilas son de material y pinturas reciclables y se consiguen a sólo $5,99 en todos los Jumbo.

Vuelve Llila Downsuna cantantE EntrE dos orillas

Una vuelta al cole sin contaminarla Ecomochila

Dos publicistas encontraron

eso que suele llamarse

“nicho de mercado” : piensan

obsequios a medida para

personas a las que les aburre

salir de shopping o para los

indecisos de siempre que

nunca encuentran qué

comprar.

L os nuevos maquillajes para el invierno 2010 de Natura Diversa vienen en envases totalmente descartables; la idea es que una vez que se termina el producto se reemplace por uno nuevo, pero el soporte queda intacto. De

esta forma, la firma de origen brasileño reduce en un 70 por ciento el impacto ambiental en comparación con los envases estándares de otras marcas. La nueva línea incluye cuartetos de sombras ($87, repuesto solo $65.30), gloss de textura suave y cremosos ($39) y labiales ($41, repuesto solo $30,80). Para el invierno, Natura propone colores fruta-les, como los violetas y naranjas. Para los labios, apuesta a los rojos pero más claros que en temporadas anteriores, con pigmentos anaranjados para darle más luz al rostro. Y para la mirada, pre-senta una tendencia más bien gótica: ojos cargados de negro y gris e ilumina-dos con blanco y plata. Más información en: www.natura.net.

Muy naturalesnada sE piErdE, todo sE transforma

vitamina c /3

El boliche estaba oscuro, los tragos adornados con pajitas fosforescentes. La pareja aburrida

había decidido ir para darle un giro a su rutina. A veces hacían esas cosas: y su rutina giraba pero ellos no. Estar en el boliche oscuro era una irrupción indiscutible en lo que la pareja aburrida solía hacer en su día a día: oficina, supermercado, cena poco condimentada y

televisión. Pero no por estar en el boliche ellos variaban su comportamiento; la única diferencia era que no se veían bien la cara y tampoco se escuchaban, por lo que tenían que gritar. “¡Que decís!” o “¡qué está bueno el daiquiri!”. Y asentían, sonreían sin convicción, miraban impacientes el reloj cuando el otro no se daba cuenta. Tampoco es que su rutina habitual incluyera mucho diálogo, esa es la verdad; pero al menos tenían la excusa del cansancio, o de la película que estaban mirando, o de que había que dormirse para levantare temprano, esas cosas.

Lo de salir un día a la semana a tomar unas copas se lo había recomendado una pareja amiga con quien estaban a punto de encontrarse. Era una pareja muy animada y festiva, tan distinta a ellos. Siempre tenían historias que contar, historias desopilantes de cuya veracidad la pareja aburrida sospechaba. Pero aunque fueran historias falsas eran divertidas, y eso era mejor que nada. “¡Hey!”, ahí venía llegando la pareja amiga y festiva, traían pajitas en la mano y las agitaban para que la pareja aburrida pudiera verlos. Cuando estuvieron cerca se echaron en los sillones y uno de los miembros de la pareja amiga y festiva–digamos que él– cayó encima de uno de los miembros de la pareja aburrida –digamos que ella–. Quizá a esta altura conviene darles nombres a todos. La pareja aburrida está conformada por Tomás y María. La pareja festiva por Gabriel y Lola.

Entonces: Gabriel se echa en el sillón y cae casi encima de María, que intenta rodarse hacia el lado de Tomás, pero Lola se ha sentado en el medio y parece estar diciéndole algo al oído a Tomás, aunque en esa oscuridad no se sabe bien qué es lo que está pasando. María tantea la mesa, busca su cartera.

–Quiero ir al baño –dice.–Te acompaño –dice Gabriel.–No, yo…–Te podés perder –Gabriel se levanta, la jala por el brazo. Cuando llegan a la puerta

del baño María entra y él pretende seguirla.–¿Qué hacés? –ella lo para, pone la palma de su mano en el pecho de Gabriel. Él le

toma la muñeca.–Nada, te acompaño. –Puedo entrar sola. Gabriel alza los hombros. El baño es casi tan oscuro como afuera, María se mira al

espejo y sólo puede ver su dentadura. Espera unos minutos sin hacer nada, porque en realidad no quería hacer nada, más que levantarse de la mesa.

–¿Ya estás? –Gabriel toca la puerta. María se acomoda la cartera y sale.–Ups –se tropieza con él, que le rodea la cintura con los brazos y, de pronto, así

como si estuviera previsto desde el principio de los tiempos, Gabriel le lame la cara.–¡Chee! –dice María y trata de zafarse pero Gabriel la aprieta, le lame cara y cuello

como un cachorro sediento. La música suena muy fuerte, Gabriel le dice algo pero ella no escucha: tampoco es que quisiera escucharlo, sólo quiere que la deje en paz. María consigue zafarse y camina rápidamente hacia la mesa, pero no encuentra el camino, está todo muy oscuro. Va tropezando con la gente, esquivando las pajitas fosforescentes que flotan en el fondo negro del boliche.

–¡Vení! –Gabriel la vuelve a agarrar por la cintura, la aprieta fuerte contra él: lame y lame como un desquiciado.

–¡Pará! –María vuelve y se zafa, sigue andando, no ve la mesa, no ve a Tomás ni a Lola, no ve a nada de nada. Abraza su cartera. Va empujando a la gente, brusca: con un hombro. La gente la putea, o eso cree ella, la música le sigue ganando a las voces. Al final de todo se choca con algo duro: una puerta que se abre y la luz de un farol la encandila. Ha llegado a la vereda.

–¿Dónde estabas? –Tomás la toma por los hombros, suena impaciente.–¿Qué? Adentro, ¿dónde más voy a estar? –María se saca el pelo de la cara, se

limpia la baba seca de Gabriel y respira agitada… Qué mierda acababa de pasar, no entendía nada. Tomás para un taxi.

–¿Vamos? –abre la puerta, parece nervioso. María entra, él también. Le piden al chofer que los lleve a la casa.

–¿Qué paso? –dice María todavía perpleja. Tomás va mirando por la ventana, se truena los dedos de las manos.

–¿Qué pasó de qué? –le dice, sin mirarla. María recapitula todo de vuelta: no entiende nada. Respira hondo, le falta un poco de aire, se siente ahogada y pegajosa y maloliente. Quiere llegar a bañarse.

–¿Está todo bien? –pregunta Tomás, con cierta levedad. Esta vez la mira muy de refilón y vuelve los ojos a la ventana.

–No sé –dice María, tras unos largos segundos de silencio–: debo estar muy cansada.

–Sí –dice Tomás– yo también.

Gente como uno

Por Margarita García Robayo

Romper la rutina

Reposición de Rosa Mística

cuando El tEatRo MiRa la callE

En tiempos en los que las salas teatrales ofrecen historias sobre la familia burguesa y personajes que rescatan lo deforme, lo cómico y lo monstruoso que habita en el interior de nuestras casas, la obra teatral Rosa Mística se sale de esa lógica para contar una historia marginal que tiene como esce-

nario la calle, más precisamente se ubica en una villa del bajo Boulogne. Allí, un bebé muere alcanzado por una bala policial en un confuso operativo antidrogas. La famita levanta un altar y el bebé muerto se con-vierte en el nuevo “santito del barrio” y también en la obsesión de Rosa (interpretada por Ana Pauls, hija de la actriz Mirta Busnelli), una niña de doce años que, fiel a su devoción católica, intentará desenmascarar a toda costa al santito falso. Para ello buscará la ayuda de Lauchi (Lucas Barca), uno de los chicos de la villa. Por otro lado, el padre de la niña, un policía (Mario Jursza), es asignado para resolver los disturbios generados por el fallido operativo policial que involucra un entramado de intereses más allá de lo pensado. Rosa Mística es la historia de dos niños condenados a la delincuencia en un territorio dejado a la buena de dios y la presión del mundo adulto que se cierra sobre sus cabezas. El elenco de esta obra, escrita y dirigi-da por el dramaturgo Ignacio Apolo, se completa con las actuaciones de Alejandro Dufau, en al papel de un cura y de Amanda Busnelli (como la madre de Rosa), hermana de Mirta Busnelli y tía de Ana Pauls y quien además acaba de ser nominada, por este papel, como actriz revelación para los premios Florencio Sánchez, que se entregarán a mediados de mayo. Rosa Mística: todos los viernes a las 21 en la Sala Beckett (Guardia Vieja 3556). Localidades $30, estu-diantes y jubilados $20. Entradas en el teatro o por teléfono al 4867-5185.

Nuevo libro de Álvaro Abósciudad dE PobREs coRazonEs

L a novela Kriminal tango comienza así: “A las 12.53 del lunes 19 de mayo, un tal Claudio Levinski, contador, casado, 42 años, salió de las elegantes oficinas de su estudio, en Arenales 1294, casi esquina Talcahuano. Treinta y cinco minutos

después fue quemado vivo dentro de un ataúd de nogal del Canadá en la Plazoleta Wilson, un lugar desolado cerca de los muelles del puerto de Buenos Aires”. Lugar, clima y acción en un intenso relato que nos devuelve la cara más violenta de la gran ciudad y a un personaje, el inspector Juan Muñecas, que ingresa, para quedarse, en la galería de los mejores protagonistas policías de la literatura argentina. Muñecas es tan duro con los sospechosos como sensible para ejecutar tangos en el violín, un solitario sin amor, abandonado por su esposa, a quien todavía ama. Este policía, melancólico e inflexible, deberá descubrir quién mató a Levinski, padre de familia y respetado profesional, aparentemente insospechable de cualquier de-lito, mientras que desnuda los rincones más refinados y tenebrosos de Buenos Aires. Criminal tango de Álvaro Abós (editorial Alfaguara): $55.

Retrospectiva del humorista LiniersEl Mundo dE un Macanudo

L a Real Academia Española dice que la palabra “macanudo” significa “bueno, magnífico, extraordinario, excelente, en sentido material y moral”. Todo eso y mucho más son los per-

sonajes (gran parte de ellos anónimos, excepto algunos como el gato Fellini, los pingüinos o el oso Madariaga) del humorista Liniers: hermosos por tan feos, sinceros, absurdos, amables, solitarios, inocentes, tristes, amorosos, pequeños, sensibles. Todos adorables e inolvidables. Desde que Liniers apareció en la escena del humor gráfico argentino, esa palabra, macanudo, había quedado en desuso y algo demodé, hasta que el genial artista la volvió a llenar de sentido, cuando empe-zó a publicar sus tiras, primero en el suplemento No, del diario Pági-na/12 y después en las contratapas de La Nación. Ahora, todo ese mundo paralelo que inventó el humorista se puede disfrutar en la primera retrospectiva que se organiza de su obra “Macanudismo”, en el Centro Cultural Recoleta, una muestra que incluye origi-nales nunca antes exhibidos de tiras, ilustraciones, pinturas y animaciones, revelando facetas de este artista poco conocidas hasta el momento. Macanudismo: hasta el domingo 4 de abril en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930). De lunes a viernes de 14 a 21; sábados, domingos y feriados de 10 a 21. Entrada gratuita.

Por Osvaldo BazánFotos Patricio Pidal

Los viajes de fin de curso son así, sue-len decidir destinos. O al menos, pue-den llegar a dejar marcas

indelebles que, aunque duerman por años, en algún momento re-aparecen. Eso es lo que le pasó a Gustavo Santaolalla, quien aho-ra fija en aquel momento de la posadolescencia el nacimiento de un sueño que concretó recién esta semana. Fue en aquel viaje en donde se enamoró de Mendo-za. Es en estos días que aquel amor a primera vista se cristalizó en los vinos Malbec, Don Juan Nahuel y Celador, de la bodega que le pertenece junto a Raúl Orozco, Cielo y Tierra.

–Todo comenzó en el milenio pasado entonces.

–Sí, ¡hace mucho! Apenas vi Mendoza dije: ¡Uy, qué lugar! Me encantó. Después tuve opor-tunidad de ir otras veces a tocar con Arco Iris, siempre disfruté mucho; tanto que una vez tuve la chance de tocar, hicimos una za-pada en una finca, estábamos en una galería, me acuerdo de ha-ber mirado un viñedo. Te estoy hablando de una época en que éramos vegetarianos y no tomá-bamos alcohol. Pero se ve que el vino ya me estaba siguiendo...

–Tanto que te fuiste a vivir a California, un lugar muy parecido a Mendoza.

–Sí, California tiene muchas cosas parecidas a Mendoza, tam-bién se hace vino, hay mucho sol.

–Y el amor al lugar se convirtió en amor al vino.

–Me empecé a hacer aficiona-do al vino, me empezó a gustar.

–¿A qué edad?–A los treinta años encontré

en el vino cosas relevantes, lo bien que complementa una co-mida; el hecho de que sea la me-jor bebida para comer.

–¿Y cómo pasás del gusto por conocer y beber a tener una bodega?

–Cuando hice De Ushuaia a La Quiaca conocí a Alejandra Palacios, que era la fotógrafa del proyecto y es mi mujer desde ha-ce veinticinco años. Entre los dos empezamos a pensar lo lindo que sería tener un viñedo, pero como algo hipotético. Le encon-trábamos la relación al vino con

las artes. Como todo llega, un día a través de León Gieco conozco al dúo Orozco-Barrientos y hago un disco con ellos. Vamos a Men-doza, tocan los muchachos una noche, comimos un asado y bue-no... se dio. Teníamos un dinero que había resultado de una rene-gociación y dijimos “¿por qué no ahora?”. Eso fue hace cinco años.

–¿Pero Orozco sí tenía un viñedo?

–No, no, Raúl Orozco tenía ex-periencia en el campo, un puesto en la cordillera que lo sigue te-niendo, pero no tenía experien-cia con vino aunque es de ahí, nació ahí, respiró ahí, está en su ADN, y conseguimos que nos vendieran dos fincas lindantes en Lulunta, en Luján de Cuyo. Es un lugar precioso, supermági-co, que los huarpes usaban para hacer sus retiros espirituales.

–¿Y cómo es?–En la finca había cinco hectá-

reas de una viña muy linda pero muy descuidada, de quince años. Hoy tiene veinte, además planta-mos otras veintiuna hectáreas y ahí te queda claro lo que el vino tiene: la necesidad del tiempo y saber esperar.

–¿Y no sos ansioso en eso?–Aprendí a esperar y a saber

que las cosas tienen su momento y que si trabajás y buscás un ni-vel de excelencia en lo que hacés, y te mantenés fiel a tu visión y te-nés identidad en lo que hacés, tarde o temprano las cosas em-piezan a volver. Fue así con mi carrera musical y espero que con el vino sea así también.

–Entonces, no sos una celebrity que presta el nombre para una empresa.

–Aprendí que el del vino es un mundo fascinante. Soy totalmen-te un apasionado. Es maravilloso ver que de acuerdo a cómo tratés a la planta, o cómo la eduques, o la guíes, es el vino que vas a obte-ner. Hay muchas decisiones para que consigas el vino que te pro-ponés, desde la uva que vas a usar, cómo la vas a podar, cómo la vas a ralear, cuánto la vas a re-gar, cuándo la vas a regar, cuándo no, cuándo la vas estresar...

–¿Estresar?–Si no se le da agua se estresa y

se pone nerviosa y cuando recibe el agua ¡Uaaaa!, pero hay que sa-ber hacerlo. Para esto, hice lo mismo en la música: traté de asociarme con artistas que te-nían una visión importante, que no eran como dicen en Estados Unidos “Yes people”, “Si, Gusta-

07.03.10

4/ vitamina c

vo,” sino que son gente que tiene opiniones. Parte del éxito que he tenido es haber sabido asociar-me con gente muy talentosa y haber aprendido de lo que vi. Ar-mé un equipo de gente muy fuerte y a partir de eso también fui aprendiendo mucho más.

–¿Cinco años para vender el primer vino, pero supongo que hubo cosechas anteriores, cómo fue beber la primera copa de tu propio vino?

–¡Espectacular! Como lo es to-davía, cada vez que abrís una bo-tella. Y como preguntabas antes,

no me interesaba ser como un vi-no de celebrity, como hay mu-chos famosos que van, mandan a hacer un vino y le ponen su nom-bre. Tengo mucho respeto en to-das las áreas de la vida por la gente que dedica su vida. No po-dría ponerle “Vinos Santaolalla”. Hay familias de tres o cuatro ge-neraciones haciendo vino. Yo respeto mucho eso. Si escribí al-go en la contraetiqueta es porque les va a servir a los que lo van a

vender, pero si algún día el vino se llama Santaolalla, será porque el nombre se lo pongan mis hijos o mis nietos.

–Sería un aprovechamiento comercial ponerle “Dos Oscar”...

–¡Claro! O “Vinos Quince Gra-mmy”.

-Ese podría ser el vino blanco, “Quince Grammy”.

–La verdad que es un proyecto hermoso que demanda mucho en todo sentido.

–¿Y cómo hacés, porque vos seguís viviendo en Los Ángeles?

–Pero vengo por lo menos 4 ve-ces al año y paso el tiempo en la finca, sobre todo en el mes de di-ciembre, con toda la familia. Ahora voy a la Fiesta de la Vendi-mia, donde vamos a tocar con Bajofondo y he participado de cada paso de la creación desde mi lugar no académico, de la misma manera que en la música. Yo no sé ni leer ni escribir músi-ca, pero creo que igual he encon-trado una manera de expresar-me. Te lo podrá decir el enólogo y la gente que trabaja conmigo que he participado y he puesto mi aporte a cada uno de esos vinos.

–¿Por qué largar con Malbec?–Porque hay una cuestión...

tengo una obsesión con el tema de la identidad desde siempre, desde Arco Iris, desde Ushuaia a La Quiaca, Bajofondo, Café de los maestros, siempre me intere-só mucho reflejar en lo que hago, quién soy y de dónde vengo. En Argentina tenemos dos uvas, Malbec y Torrontés. Si bien el Malbec nació en Francia, nunca le dieron demasiada bola y acá es una uva que encontró su lugar de expresión, su escenario perfecto para expresarse, el terroir per-fecto. Cuando decís en el mundo “Malbec” la gente piensa en Ar-gentina, como el Torrontés que, es el otro que algún día también pienso hacer. Nos pareció que empezar con el Malbec, que aparte es la cepa que más tene-mos en la finca, era lo más repre-sentativo de quienes somos.

–Hablaste del terroir, ¿cómo se puede explicar?

–El terroir es el hábitat donde crece la viña, tiene que ver con todo, empezando por el suelo y los minerales que tiene. Los huarpes a eso le llamaban “huay-co”, es una mezcla de piedra y tierra conductiva que permite la llegada de los minerales de la tie-rra. Otra parte es también la lu-minosidad que tiene el lugar, el tipo de temperatura que tiene, que en nuestra zona es muy bue-na para los vinos, porque la viña es una enredadera, tirás una viña y crece. Pero también es cierto que si sale una buena uva no quiere decir que se trata de una buena uva para hacer vino, eso es otra cosa; tiene que ver con ten-ga grandes amplitudes térmicas. Hoy se están haciendo cosas ma-ravillosas como el Colomé en Salta, una bodega a 3.300 me-tros de altura, de las más altas del mundo. Son condiciones más duras para crecer, no sale tanta uva, pero es más chiquita y más concentrada, que es lo que bus-camos raleando.

–Estás muy técnico, hablás de estrés, de ralear, ¿qué es eso?

–Trabajar con la planta para que no se llene de racimos. Es un trabajo tan creativo cuando lo ves, es como un jardín de miles de plantas, como bonsáis. Tenés que estar cortando, raleando en el momento de la poda. Hay de-cisiones que tenés que tomar con cada planta y gente atrás de cada cosa.

–¿Y vos cortaste en persona las plantitas, Gustavo?

–Sí, he cortado, pero obvia-mente cuando me dicen “se corta acá”. Voy aprendiendo de a poco, he participado de todos los pro-cesos y es fascinante. Tenés que ver cuántas cargas vas a tener por cada lado. Es matemático y lo que tiene también de increíble es todo lo que no manejás vos: cuánto llovió, si cayó piedra, si hubo o no sol, lo que hace mara-villoso al vino porque es algo que está vivo. Eso es interesantísimo, el vino está vivo. No es como la Coca, que es una fórmula y todo, este año es así, el año que viene

“TengO una OBsesión cOn la idenTidad”

“a lOs TreinTa añOs encOnTré en el vinO cOsas relevanTes y es la mejOr BeBida Para cOmer”.

Placer. El fruto de un sueño juvenil.

De la misma forma como lo hizo con la música: rescatando las raíces argentinas y asociándose con los mejores músicos, Gustavo Santaolalla creó sus primeros vinos, todos Malbec, la cepa local más famosa en el mundo y se dejó enseñar como un novato. Bajofondo, otros proyectos y defensa del proyecto K.

vitamina c /5

es distinto, por eso las añadas son tan importantes.

–¿Las arriadas? ¿qué es eso? –Añadas, con ñ. De año. El año

al que pertenece cada vino. Uno pretende que el vino que hace tenga un estándar de calidad que continúe toda su vida, pero hay un año que tiene que ver con el sol, con la lluvia, que hace que las botellas del mismo vino sean más caras.

–Tanto vino ¿te deja tiempo para la música? ¿Cómo está Bajofondo?

–Tocamos el domingo (hoy) en la Fiesta de la Vendimia y de ahí nos vamos al festival de música alternativa más grande de los Es-tados Unidos, el South West, en Austin, Texas. El 14 de mayo en el Disney Hall, vamos a hacer algo que me entusiasma mucho, va-mos a tocar con The Orchestra of America, que es una orquesta sinfónica.

– ¿Nunca habían hecho algo así?–No, nunca. Voy a tocar con la

orquesta algunas de las cosas que hice para las películas y después del intervalo, toda la segunda parte, es Bajofondo con la or-questa. También, si Dios quiere, vamos a la Feria Mundial de Shangai este año, al pabellón ar-gentino. Además estamos con dos discos de dos integrantes de la banda, de Supervielle, que será el segundo y el primero de Cam-podónico. Y, además, estamos

trabajando en un proyecto que no sé cuándo se va terminar de concretar, que ha consistido en registrar la vida del grupo en los últimos dos años. Estuvimos fil-mando y grabando y esperamos termine en una película, un epi-sodio de televisión, algo así.

–¿Bajofondo es efectivamente internacional?

–Desde Grecia, donde somos enormes, a la República Checa, desde Corea a Japón, desde los Estados Unidos a Alemania, los países nórdicos. Tenemos graba-da una gira por Inglaterra, toca-mos en lugares antológicos, don-de tocaron Hendrix o Cream. Es-tuvimos en Liverpool ¡Era muy raro Bajofondo en Liverpool! Grabamos con Elvis Costello, que es de ahí.

–¿Qué te dio Bajofondo que no te había dado la música todavía?

–Bajofondo me devolvió al es-cenario, una cosa que había deja-do de hacer por veinte años y cuando empecé a hacerlo de nue-vo me dije: “¿Cómo dejé de hacer esto por veinte años?”. Y es una de las cosas que más disfruto, to-car en vivo, eso por un lado. Por otro, la posibilidad de estar en un grupo que es un colectivo de gen-te supertalentosa, donde pode-mos compartir y disfrutar la mú-sica del otro y sentirla como nuestra. Tenemos no solamente un grupo musical, sino un grupo

de gente maravillosa, hace seis años que estamos juntos, siem-pre los mismos.

–¿Cómo hacen para ensayar siendo de países distintos?

–¡Nunca! Cuando tocamos, nos morimos de la risa por eso. Ahora en la Fiesta de la Vendimia vamos a ensayar para Austin, y en Austin para el otro recital y así. Son todos muy buenos músi-cos, ése es uno de los secretos, ro-dearte de gente que toque mejor que vos, y tenemos ya nuestro re-pertorio afianzado. Eso le da una

frescura tanto como el hecho que vivimos en lugares distintos, ve-nimos de dos países; eso es muy lindo. Somos mitad argentinos, mitad uruguayos, somos del Río de la Plata y en todos lados lo de-cimos, vivimos en lugares distan-tes, pero nos juntamos para to-car.

–No debe haber muchos grupos que no ensayen...

–No, pero además tampoco crecimos todos juntos, aunque todos tenemos muchos gustos musicales similares, en ciertas

cosas también tenemos gustos musicales muy diversos; cosas que uno escuchó que el otro no; creo que eso le da una diversidad interesante, así como las diferen-tes edades. Arrancamos varias décadas, entre el grupo hay de 20, de 30, de 40 y un servidor.

–Bajofondo es un grupo forma-do por argentinos y uruguayos que creció casi al mismo tiempo del conflicto por las papeleras en-tre los dos países, ¿repercutió de alguna manera eso en ustedes?

–No, viste que todas esas cosas responden a negocios, poderes que están mas allá de las perso-nas. Son cosas un poco ajenas. Afectan obviamente a los dos la-dos, pero nosotros siempre deci-mos que tenemos varios ríos que la gente piensa que nos dividen y nosotros sentimos que nos unen. Esperamos que nuestra música sirva de alguna manera a que en-contremos lo que nos hace pare-cidos y no lo que nos diferencia.

–¿Viste la asunción de Mujica?–No porque estuve trabajando,

pero hoy lo vi en el diario y me encantó. Estamos viviendo un momento en Latinoamérica su-perinteresante y me encanta, porque vengo de la generación donde bueno... me tuve que ir y veo muchas cosas... Igual veo la resistencia que tienen nuestros países a los cambios y lo vivo co-mo parte de las contradicciones

de cumplir 200 años. Mi madre cumple este año 90 años y el país 200. Me dije: “¡Qué joven que es el país, si mi vieja tiene 90!”. Eso nos califica como jóvenes y como los jóvenes estamos llenos de contradicciones, por momentos nos pensamos que somos lo más, por momentos lo menos; nos empujamos, nos abrazamos, nos mojamos la oreja.

–Pero eso finalmente pasa...–Sí, si Dios quiere se evolucio-

na, se madura y se llega a un ba-lance, esperemos que eso pase con nosotros.

–En ese sentido, mirás con buenos ojos al gobierno argentino.

–Tengo una buena mirada, por supuesto. Estuve desde el princi-pio y lo mantengo. No pienso que sean perfectos, no creo tampoco en un gobierno químicamente puro. Creo que cometen errores, pero creo que realmente la oposi-ción no existe y que es un mon-tón de medidas importantes. Tu-ve oportunidad, el año pasado, de ir a Naciones Unidas con Estela de Carlotto y gente de Amnesty International y es increíble, por ejemplo, cómo la Argentina está en lo que es la avanzada de los derechos humanos. Es impresio-nante, algo que a lo mejor acá no se valora y es algo para sentirse orgulloso. Da orgullo que acá existan movimientos como Ma-dres, Abuelas, que ya recupera-

“bajofondo me devolvió a un escenario después de 20 años”.

la fama bien entendida. El músico asegura que no apelará a la marca Santaolalla: “No me interesa hacer un vino de celebrity como lo tienen muchos famosos, que van, mandan a hacer un vino y le ponen su nombre” .

bién una cerveza y una grapa.

–¿Para cuándo?–Si Dios quiere para este año

también.–¿Con los libros?–Seguimos con la editorial Re-

tina, presentamos esta semana el libro de Gaby Messina Kilómetro 100, que es precioso y súper inte-resante, con fotos coreografiadas de la gente de un pueblo, Lima, que está a 100 kilómetros de Ca-pital Federal. Y están los libros de 100 +.

–¿Qué es eso?–Un proyecto muy interesante

de tres libros, tres 100 +, uno de tango, otro de rock y otro de pu-ro folklore, todo argentino. Se trata de las listas de los discos más relevantes en cada uno de esos géneros, no necesa Tfo4nte los mejores, sino los más rele-vantes de tango, con referencias a otros discos.

–¿Son las tapas de los discos, es un libro gráfico?

–Van a estar las tapas, pero además habrá textos, en el caso de los discos de tango están es-critos por Ignacio Varschauski, el líder de El Arranque; en el de rock tenemos a Claudio Klein-man y en el de folklore, todavía no puedo decirlo. Y, además, ha-brá un 200+, que son 200 discos que de alguna manera represen-tan a la música argentina, donde va a haber folklore, rock, infanti-les, música clásica, música baila-ble desde el cuarteto a la bailan-ta. Un libro en donde se pueda percibir la música argentina.

Esta noche, el asiento de Gus-tavo Santaolalla en la entrega de los Oscar estará vacío. Este año prefirió subirse al escena To de la Fiesta de la Vendimia. Mendoza, es cierto, siempre estuvo cerca.

más huevo en el país para hacer determinadas cosas que hizo y nunca se habían hecho, a lo me-jor el tiempo nos enseña eso, no sé.

–Hablar con vos siempre es dejar un espacio enorme para todos los proyectos.

–Por suerte, sí. Hice la música

6/ vitamina c

ron al nieto 101. Es muy impor-tante tratar de desmonopolizar ciertos negocios, que haya mayor participación. Todos los gobier-nos y todos los políticos adolecen de defectos, pero me interesa la gente que dentro de su agenda está pensando en la mayoría y no en un grupo.

–Argentina ha juzgado a sus dictadores, no muchos países lo hicieron.

–Y se los va a tratar como de-lincuentes.

–¿Qué no te gusta del gobierno?–Hay cosas que las han mane-

jado mal. Es lo que pasa en las relaciones entre personas; la ma-la comunicación de las cosas da lugar a malentendidos, a reac-ciones. En un programa de tele-visión me preguntaron: “¿Y us-ted cuándo se enteró de lo de lo del campo?”. Yo me enteré de chiquitito de lo del campo por-que nuestro país siempre ha es-tado manejado por el campo, la iglesia y los militares. Entonces los militares y la iglesia han per-dido bastante rol, pero el campo mantiene y tiene sus intereses y hay que encontrar un diálogo, no creo en las cosas extremas. Pero siento que a veces, por lo menos

hasta a un nivel de sanidad re-quiere un balance y si las cosas estuvieron muy hacia un lado simplemente por una cuestión de salud y armonía cósmica tam-bién tiene que inclinarse la ba-lanza para el otro lado. Aparte siempre hay que fijarse cuáles son los argumentos y quiénes son los que están involucrados en la crítica. Mucha de esa gente tuvo oportunidades como parti-do y como dirigentes y pertene-ciendo a movimientos políticos. Ahora hay que darle oportuni-dad también a la gente que ha si-do elegida democráticamente por el pueblo para llevar a cabo una tarea que implica una visión, su visión. ¿Por qué no lo dejan realizar esa visión? Después, si vemos que está todo mal, los cri-ticamos. Como hoy podemos ha-cer de gente que estuvo en el pa-sado y decir “¡Puta, vendieron todo el país y ahora tenemos que salir a comprarlo de nuevo!”. Pe-ro en el momento la gente dis-frutaba y no se daba cuenta de nada. Tuvo que pasar el tiempo. A lo mejor un día también, pasa-do el tiempo, nos damos cuenta de que nuestra presidenta fue una de las personas que tuvo

07.03.10

de la película nueva de González Iñarruti, Biutiful, con Javier Bardem, tengo muchas expecta-tivas con eso.

–¿Con el vino?–Esta semana fue el lanza-

miento, la idea es posicionarlo acá y afuera y crecer con la bode-ga, estamos desarrollando tam-

“a lo mejor algún día nos damos cuenta de que esta presidenta tuvo huevos”.

aprendiz. Asegura que con el vino desaparecieron sus ansiedades: “Aprendí a esperar, a saber que las cosas tienen su momento”.

vitamina c /7

Por Luciano Wernicke

E E l M u n d i a l d e México 1970, el noveno organizado por la FIFA, mar-có un antes y un después en la his-

toria del fútbol, cuando instauró dos reglamentos que cambiarían de manera sensible el desarrollo del juego: las sustituciones de ju-gadores y las tarjetas (roja y ama-rilla) para sancionar las faltas. Hasta ese momento, si un depor-tista sufría una lesión que le im-pedía continuar jugando, el equi-po se veía obligado a seguir con un hombre menos. Esto forzó a va-rios futbolistas a continuar dentro del campo de juego como verda-deros gladiadores, a pesar de pa-decer dolencias terribles, para no perjudicar al equipo. Eran tiem-pos en los que no existían contra-tos millonarios y se jugaba por la camiseta y el honor de represen-tar a un país. Por eso, los Mundia-les anteriores al 70 fueron escena-rios de notables hazañas. La del suizo Georges Aeby es recordada como una verdadero milagro cuando su equipo triunfó ante Alemania en la revancha de octa-vos de final, el 9 de junio de 1938 en el Parque de los Príncipes de París. El equipo helvético perdía 2-0 a los 41 minutos, por los goles de Wilhelm Hahnemann, a los 8, y Ernst Loertscher, en contra, a los 22. A los 42, Suiza descontó por medio de Eugen Wallaschek, pero dos minutos más tarde que-dó con diez hombres: el talentoso delante-ro Georges Aeby se golpeó la cabeza con-tra un poste y lo saca-ron desmayado de la cancha. La escuadra alpina salió a jugar el segundo tiempo con uno menos, hasta que a los 13 de esa etapa Aeby retornó con la testa vendada. Un diario destacó que “su retorno pareció dar nuevo aliento a todo el equipo de Suiza, que comenzó a jugar con brillo”. Así fue: el atacante realizó tres pases-gol para que Fredy Bickel y Andre Abegglen dieran vuelta el marcador y sellaran el triunfo sui-zo por 4 a 2. La fortísima contu-sión parece que sacó lo mejor de

Aeby que, sin embargo, no pudo integrar el equipo tres días des-pués ante Hungría. Sin el “venda-do”, la escuadra magiar se impuso fácilmente por 2 a 0.

No menos épicos fueron el pola-co Ernest Wilimowski y el brasile-ño Leonidas da Silva, dos tipos a los que les dieron parte de “enfer-mos”. El día anterior al choque con Brasil, la figura del seleccionado polaco, Wilimowski, permaneció en cama por una muela infectada.

Como el delantero no quería perderse el en-cuentro, le pidió al dentista francés que no le extrajera el diente, porque eso lo hubiera obligado a permanecer días sin realizar esfuerzos pa-ra evitar una hemo-rragia. Sólo se le practicó una cura provisional. Esa mis-ma jornada, pero en

la concentración del rival, Brasil, también pidió un médico de ur-gencia: el gran goleador Leonidas da Silva se moría del dolor de oído. El parte médico determinó otitis y prescribió reposo absoluto hasta antes del partido. El 5 de junio de 1938, en Estrasburgo, Wilimowski y Leonidas no se enteraron que

estaban enfermos y protagoniza-ron uno de los choques más inten-sos de la historia de los Mundiales: el polaco anotó cuatro goles (ré-cord mundialista en ese momen-to), y el brasileño, tres; en un elec-trizante duelo que los sudamerica-nos ganaron por 6 a 5.

Una semana más tarde, Brasil protagonizó con Checoslovaquia un durísimo encuentro plagado de patadas y golpes que terminó con lesionados y expulsados. El que se mantuvo firme pese a todo fue el gran arquero checo Frantisek Pla-nicka, el mejor de la historia de su país, a pesar de haber sufrido una fractura. Algunas versiones asegu-ran que se había roto el radio de uno de sus brazos; otras, una cla-vícula. Lo cierto es que Planicka aguantó debajo de los tres palos los noventa minutos y la media hora de alargue. La igualdad se mantu-vo, y Brasil y Checoslovaquia vol-vieron a verse las caras, pero ya sin el gran arquero, que fue enyesado, debió ser reemplazado y conten-tarse con ver el encuentro desde la tribuna.

En la Copa del Mundo de Brasil 1950, las bombas de estruendo y los fuegos artificiales dejaron bo-quiabiertos a jugadores y periodis-tas extranjeros; cada vez que la selección local salía a la cancha

miles de petardos, bengalas y cañi-tas voladoras surcaban el cielo. Más allá del colorido que propor-cionaba, este tipo de festejo fue criticado por la prensa, el periódi-co carioca A Noite publicó que “las explosiones se registran en el cam-po de juego en el momento más inesperado, y hubo heridos y que-mados de gravedad durante el par-tido inaugural” entre Brasil y México. Los fuegos de artificio provocaron erosiones a algunos jugadores. El 13 de julio, cuando el delantero Chico salió al césped del Maracaná junto a sus compañeros

para enfrentar a España, un petar-do explotó a centímetros de una de sus piernas. El atacante fue aten-dido durante varios minutos antes del inicio del encuentro. Felizmen-te para él, la quemadura no sólo no impidió su actuación, sino que hasta pareció haberle transmitido toques mágicos: Chico marcó dos de los seis goles de su equipo y fue figura.

El volante uruguayo Eliseo Álva-

rez también inscribió una de las páginas más heroicas de la historia de los Mundiales, cuando, el 6 de junio de 1962, su equipo fue derro-tado por Rusia en un durísimo en-cuentro por 2 a 1, resultado que permitió a los europeos pasar a cuartos de final, y eliminó a los sudamericanos. En esa ocasión, Álvarez se negó a dejar la cancha a pesar de haber sufrido la fractura del peroné de la pierna izquierda. Las versiones periodísticas afirma-ban que había padecido una “doble fractura de tibia y peroné”, lo que realmente resultaba muy difícil de creer, ya que con ese tipo de lesión es imposible caminar sin ayuda y todavía más complicado jugar en-tero un partido de fútbol. La hija del jugador, Analía Edith, afirma que sólo se trató de una quebradu-ra de peroné, pero que a causa de una mala curación y el enorme es-fuerzo durante ese partido, su pa-dre casi pierde la pierna. El futbo-lista no tuvo una recuperación completa y debió esperar casi un año para volver a pisar una cancha. Pero aquella tarde, hasta que sonó el pitazo final del referí italiano Cesare Jonni, Álvarez, corajudo como pocos, siguió corriendo co-mo pudo, y demostró –una vez más– que aquello de la “garra cha-rrúa” no era puro cuento.

Un caso más, extraordinario, casi sobrenatural, fue protagoniza-do por otro jugador oriental. Suce-dió durante la Copa de Suiza 1954. Allí, el futbolista uruguayo Juan Hohberg sufrió un paro cardíaco en el medio de un partido y, tras recibir una dosis de coramina –un medicamento que estimula las funciones vasomotoras y respira-torias– siguió jugando. El delante-ro, quien curiosamente había na-cido en Argentina y comenzado su carrera como arquero, ese día de-butaba en la escuadra oriental y consiguió los dos goles que le per-mitieron a Uruguay igualar el en-cuentro, a los 75 y 86 minutos. Según cuenta el periodista Alfredo Etchandy en su libro El Mundo y los Mundiales, cuando el atacante marcó la igualdad, “sus compañe-ros le cayeron arriba en el festejo y por la emoción sufrió un paro car-díaco”. Fue reanimado por el kine-siólogo Carlos Abate, quien le su-ministró coramina por la boca. Cuando empezó el alargue seguía afuera, pero poco después retornó a la cancha y jugó hasta la finaliza-ción de la prórroga”.

En el otro extremo de esta histo-ria está el caso del argentino Ro-berto Abbondanzieri, quien fue criticado duramente por Marado-na cuando la Argentina quedó eli-minada del Mundial de Alemania 2006 por la selección local en cuartos de final. El Diez se quejó de que el arquero albiceleste haya salido en camilla durante el segun-do tiempo, a causa de un golpe. “En un Mundial hay que estar muerto para salir”, afirmó Diego Armando. Pero el uruguayo Hoh-berg bien podría responderle: “No hay que salir ni muerto”.

Antes de que se implementaran los cambios reglamentarios en el fútbol y mucho antes de los contratos millonarios de las estrellas, los jugadores protagonizaron verdaderas hazañas. El autor del libro Historias insólitas de los Mundiales de Fútbol repasa las más increíbles: vendas mágicas, enfermos que se curaban milagrosamente y un muerto que hizo goles.

si uno sE LEsionaba, EL EquiPo sEguía con uno mEnos

un antihéroe. Abbondanzieri se lesionó en Alemania y Maradona se enojó: "En un Mundial hay que morirse para salir".

Los mucHacHos DE anTEs no usaban camiLLa

07.03.10

10/ vitamina c

Con el estreno de la versión del clásico de Lewis Carroll, deTim Burton y Disney, se desató un fanatismo que va más allá del film. Aquí una guía completa para no quedar afuera de la moda.

Por cecilia Digenaro

Hay pelícu-l a s q u e g e n e r a n expecta-tivas des-medidas en el pú-blico. Su-

cede cuando la maquinaria marketinera que impulsa un film lanza una artillería irresis-tible que incluye presupuesto millonario, estrellas que convo-can, la promesa de transgredir las normas del momento, imá-genes subidas de tono –antes, porque ahora los tanques están pensados para toda la familia–, vivencias extra cine, souvenirs y una moda para estar a tono y, en los últimos años, el convite a ex-perimentar nuevas y fastuosas tecnologías en la pantalla gran-de. Ejemplos hay miles y de to-dos los géneros: Desde la re-ciente Avatar (James Cameron), Lo que el viento se llevó (Victor Fleming), El proyecto Blair Witch (Daniel Myrick), Psicosis (Alfred Hitchcock), Tiburón (Steven Spielberg), Bajos ins-tintos (Paul Verhoeven), a las sagas de Star Wars (George Lu-cas) y El señor de los anillos (Pe-ter Jackson), son muchas las producciones que, con distinto yeite, han sabido excitar a la au-diencia antes de sentarla en la butaca.

Ahora le llegó al turno de Ali-cia en el País de las Maravillas. Las razones para entender por qué tuvo seguidores en todo el mundo antes de su estreno no son ningún misterio. La dupla Burton-Depp es garantía de éxito, incluso cuando se meten en el universo infantil, y la prueba más cercana es la re-make de Charlie y la fábrica de chocolate. Del excéntrico Willy Wonka al Sombrerero Loco, el muso particular del excéntrico

también, en una salida tentado-ra para los que se fanatizan con la tendencia de los anteojitos.

Quiero algo de alicia

Para aquellos a quienes el tema de la tridimensionalidad les im-porta menos que nada, sepan que esta nueva Alicia los perse-guirá con todo tipo de propues-tas que van más allá de las salas de cine. Es que el tanque cine-matográfico se preparó para no dejar afuera a nadie de esta mo-da, ni a chicos ni a grandes. Por ejemplo, se acaba de lanzar al mercado la papelería Alicia: cuadernos, libretas, mochilas, lápices de colores y todo lo que

vaya dentro de la cartuchera. Además, también para niños, hay muñecos, rompecabezas, naipes y relojes que respetan el estilo de las ilustraciones origi-nales de John Tenniel, el dibu-jante inglés que le dio a forma a Alicia, allá por 1865.

director es una parte funda-mental de un nuevo film donde Alicia -interpretada por la ac-triz australiana Mia Wasikows-ka y ya de 19 añitos- escapa de una propuesta matrimonial y vuelve a caer en el agujero que visitó hace 10 años pero del que no se acuerda absolutamente nada. Que sea de Disney tam-poco es un dato menor. Se sabe que el sello no sólo atrae a una audiencia mundial, sino que el mismo Burton admitió que no pudo negarse a la propuesta del gigante. La promesa fue batir los últimos récords logrados por films como Wall-e, Up y La princesa y el sapo.

Además, de contar con el ex manos de tijeras y también con Helena Bonham-Carter y Anne Hathaway, la película se suma al nuevo furor del 3D: la última estrategia comercial bien cali-brada que desplegó la industria para pelear contra la piratería y la nueva costumbre -sobre todo de los más jóvenes, al menos- de mirar cine por internet. La Ali-cia de Tim Burton combina la técnica de performance capture, que digitaliza a los actores, a sus voces, y los convierte en imáge-nes generadas por computado-ra, con interpretaciones reales pero intervenidas por la tecno-logía 3D. Ir al cine se convierte,

En la Argentina, por el co-mienzo de clases, ya se consi-guen en supermercados y libre-rías los útiles escolares con las imágenes de la película de Bur-ton. También aparecieron otros productos que acompañan el lanzamiento del film; en los ba-zares Okko se consiguen objetos de decoración y vajilla de época, similar a de las ilustraciones, como teteras ($38), candelabros (desde $40), copas ($17), juegos de té de $40 (incluye taza y pla-to), bandejas (desde $109), ve-las (a partir de $7, 50) y mante-les de unos $189. Como para armar en casa una mesa igualita y cumplir con el ritual del té que imaginó Lewis Carroll. Menos consumista y más asociado al arte, en la galería de arte Holz (Arroyo 862) se acaba de inau-gurar la muestra de la artista plástica (y esto es pura coinci-dencia) Alicia Carletti, una pin-tora que desde hace más de 10 años trabaja con la temática de las aventuras de su tocaya. Ade-más de la muestra, está a la ven-ta la vajilla exclusiva hecha en porcelana tsuji con las imágenes de “Té de rosas”, una obra de Carletti que se reprodujo en te-teras ($150), azucareras ($75), lecheras ($54), tazas con platos ($40), platos de postre ($27) y jarras ($50).

aLIcIa EN EL PaÍS DEL MaRKETING

Me toMo cinco Minutos,

Me toMo un té coMo alicia

Para los quieran hacerse los lon-dinenses, no habrá mansión vic-toriana pero sí la invitación a tomar el té o a festejar el “feliz no cumpleaños” con masitas en al-gún bar porteño. La propuesta es ésta: si usted pasa por el bar de siempre y ve que en la vidrie-ra hay un sticker con una tetera igual al logo de la película, signi-fica que ahí podrá tomarse una tacita del blend Alicia. En varios restós y delicatessen porteños como Tea Connection (Olga Cos-settini 1545 Loft 3), Nucha (O’Higgins 1400), La Prometida (Delgado 1189), Le Blé (Av. Ál-varez Thomas 899), Bar 6 (Ar-menia 1676), Libros del Pasaje (Thames 1762), Pipí Cucú (Ciu-dad de la Paz 557), Tartine (Aré-valo 1488) y Mamarracha (Costa Rica esquina Armenia), sirven, con impronta bien cool, budines, scons -con forma de reloj, en al-gunos casos-, cookies y las fogo-neadas cupcakes, un hit local desde que se la vio a Carrie (Sa-rah Jessica Parker) comiendo las neoyorquinas de Magnolia Bakery, en compañía de sus ami-gas. Los menús que ofrecen en estos lugares van desde los $30 a los $40.

Para los melómanos también hay Alicia. Buena Vista Records lanzó Almost Alice (arriba de $30), el soundtrack que captura -puestos por Danny Elfman, con-tratado por Burton para compo-ner la música de Charlie... y El

joven manos de tijera. Se trata -mento en Hollywood. La banda de sonido cuenta con participa-ciones de lujo como las de Avril Lavigne, The All-American Re-jects, Shinedown, 3OH!3, Franz Ferdinand y All Time Low. Y pa-ra esos que se pregunten ¿cómo es posible que todavía no haya leído este clásico de la literatu-

aLIcIa haSTa EN La SoPa: úTILES EScoLaRES, DIScoS, vajILLa y RoPa PENSaDa EN ELLa.

Para la hora del té. En bares y restaurantes porteños homenajean a la niña rubia con menúes especiales, pero también en bazares, como Okko, se consigue vajilla de estilo antiguo, muy onda british.

CLA

uD

io h

erD

ener

vitamina c /11

ra?, o quieran que sus hijos se acerquen a ese maravilloso mun-do, Disney y Montena acaban de sacar una edición, basada en la película y plagada seres extrava-gantes dominados por una lógi-ca disparatada, especialmente pensada para los chicos, a un precio de $35.

Las piLchas de aLicia

La moda y el cine están de ro-mance desde hace ya mucho tiempo. Sin embargo, cada tanto aparece un film en el que esta alianza se vuelve más visible. Ali-cia no es la excepción. Que nadie se extrañe si ve, dentro de las nuevas colecciones de algunos diseñadores top o marcas de mo-da, vestidos de seda azul, camisas blancas con lazos, medias a ra-yas, zapatos rojos y estampas de corazón. De hecho, ya se han vis-to producciones de moda en la revista Vogue que reflejan el mundo onírico de Lewis Carroll, con fotos de Annie Leibovitz y prendas de Christian Lacroix. Stella McCartney -que tiene muy claro con quién hacer yunta- ce-rró con Disney un acuerdo para diseñar una colección limitada de joyas que incluye pulseras, anillos y collares en oro amarillo, cristales de Swarovski, perlas y

plexiglás -un plástico transpa-rente que se fusiona bien con estos materiales-, inspiradas en la nueva película de Burton.

En nuestro país, un grupo de diseñadores reconocidos tam-bién fue convocado para realizar una exclusiva vestimenta de una Alicia inspiración made in Ar-gentina. Alicia LAB es un espacio para la moda experimental, en el que Pablo Ramírez, Vero Ivaldi y Marcelo Cantón (dueño y dise-ñador de la firma Mishka) reali-zaron obras de vestuario inspira-das en el clásico de Carroll, que serán subastadas el 22 de marzo en un Tea Party en el Hotel Al-vear y a beneficio de la fundación Make a Wish. “El cine siempre ha sido una constante fuente de inspiración en la moda, se han impuesto modas desde la panta-lla grande y viceversa”, opina Pa-blo Ramírez. Para Cantón, por su parte, piensa que el cine “es un arte que se aprecia por la imagen y refleja en nuestras mentes y corazones lo que los directores nos quieren contar. La moda es fundamental para crear una at-mósfera o incluso un personaje. El ejemplo más claro de esto es Marilyn con su icónico vestido blanco al viento que llevó puesto en La comezón del séptimo año (Billy Wilder)”, recuerda.

El diseñador de zapatos opina que éstas últimas dos décadas estuvieron gobernadas por el consumo indiscriminado de co-sas materiales que generan gran satisfacción inmediata y poca trascendencia y que llegó el mo-mento de reflexionar un poco más allá. Ramírez piensa que la aliciamanía tiene que ver con que “una expresión artística pro-ducida por Disney es algo gran-de y masivo; pero, por otro lado, la historia en sí es muy popular y el director tiene una estética y una visión particular. Es una combinación explosiva que no puede fallar”. Este diseñador,

que se destaca por sus formas simples y su estricta sastrería, dice que los recuerdos de su in-fancia fueron fundamentales para crear moda: “Muchas veces, cuando pienso en una colección, la primera imagen que me viene a la mente suele venir de ahí. Porque la infancia es el primer contacto con el mundo estético, todo lo que conocimos y nos sor-prendió por su belleza ocurrió en ese momento”. Y Marcelo Cantón, el zapatero de las argen-tinas más fashionistas, coincide en ese punto: “Siento que dentro

mío vive un Peter Punk. Todo lo que nos emociona tiene un an-claje en ese momento de nues-tras vidas y yo le presto mucha atención a esas sensaciones, olo-res, colores, formas que están impresas en la mente”. Por eso a los dos creadores les resultó atractiva esa idea de pensar prendas para una Alicia y para sus personajes, anclándose cada uno en sus propias infancias.

Ahora que la película ya se es-trenó, se esperan todavía más novedades pensadas por los crá-neos del marketing. Aunque en

este caso sus planes no sean tan ingeniosos como esa joyita escri-ta por Carroll: un viaje al sub-consciente, una obra de arte que permite imaginar y volar.

Parece que Disney decidió adelantar la salida de este for-mato pensando en las vacacio-nes de verano del hemisferio norte y pensando también en su batalla contra las descargas ile-gales. De cumplir con la amena-za, serían 300.000 las personas que dejarían de ver la película en sala y cuatro millones de euros de pérdida.

Arte y moda. La artista plástica Alicia Carletti creó vajilla inspirada en el libro y los diseñadores top argentinos Pablo Ramírez, Vero Ivaldi y Marcelo Cantón pensaron prendas que serán subastadas.

Las principales cadenas de cine holandesas, Minerva, Pathé, Wolf y Jogchems, se aliaron con las compañías británicas en contra de la Alicia de Tim Burton. Lo que hicieron fue acordar excluirla de sus carteleras en caso de que Disney insista en reducir el intervalo entre el estreno cinematográfico y la aparición del DVD de las 17 semanas habituales a 12.

¿Boicot a Tim Burton?

luc

ian

a v

al

y fr

an

co

mu

sso

luc

ian

a v

al

y fr

an

co

mu

sso

07.03.10

12/ vitamina c

Se multiplican en Buenos Aires las opciones para comer sano, pero sabroso. A los antiguos tenedores libres vegetarianos ahora se los denomina gourmet.

Por Silvina Pini

n o son del club de las parrillas mul-titudinarias, pre-feridas por el macho argenti-no, tampoco se

anotan en la corriente nikkei fu-sión modernita, pero cada vez son más los restaurantes que apues-tan por una cocina sin excesos de grasas animales y con abundan-cia de cereales. Temerosos de que los confundan con los viejos vege-tarianos de décadas pasadas, tris-tones comederos con comida re-calentada, se autodenominan “libres de carnes” o “cocina natu-ral” y otros intentos por nombrar su especificidad. Como si la vaca fuera artificial.

Artemisia, diosa griega que simboliza la fertilidad de la natu-raleza, se anota en esta saludable corriente de platos que buscan el sabor a partir de semillas, cerea-les, vegetales, especias, hierbas y pescados como única carne. Ca-rolina Guryn y su marido Gabriel Gómez abrieron un segundo local en la esquina de Gorriti y Arévalo, después de seis años de éxito con otro restaurante, el de Palermo original.

El estilo alegre de Carolina se contagia a la ambientación: don-de predomina el blanco interrum-pido por manteles floreados y una barra donde se exhiben unos pa-nes muy tentadores, que también se venden al mostrador. Sin llegar a los duendes, hay incluso algu-nos toques casi infantiles, como las lechuzas de trapo a la venta o una guirnalda de flores de tela, con las que a veces se asocia este tipo de cocina.

La de Artemisia es una cocina

bles la lasaña de polenta crocante rellena de pimiento rojo asado, tomate y champignon, en salsa de verduras al wok con crema, salsa

de productos frescos, presenta-ciones atractivas, porciones abun-dantes y precios accesibles, todo lo que se busca cuando se quiere comer sin complicaciones. Muy tentadoras son las tablas de tapeo con panes especiales, para com-partir. La Latinoamericana ($50) incluye bastoncitos de polenta crocante con guacamole, papas con salsa criolla y crema ácida, ceviche vegetal de champiñones y zuchini y pastelitos de choclo con harina de maíz con una pane-ra. Una opción individual es una de las tres bruschettas, como la griega ($25) con verduras asadas, queso de cabra en crema, frutos secos y semillas con hojas de al-bahaca, sobre focaccia de olivas negras. También se puede armar uno el tapeo eligiendo panes, ta-pas y cazuelas. Entre los platos principales, son muy recomenda-

de soja y azúcar negra ($37) y los bocaditos de quínoa y arroz ya-maní ($30) con salsa de yogur casero con albahaca y ensalada de palta, manzana, apio, papas asa-das, nueces y verdes. El pescado puede ser un curry de abadejo con arroz yamaní ($45), el punto está respetado y el yamaní es un arroz muy rico.

Los postres están en proceso de cambio, pero seguramente no fal-tarán de la carta el flan de coco ($12), que despierta fanatismos; ni la panacota de yogur casero con cardamomo y frutas especia-das ($15).

Además de vinos orgánicos como el Vinecol, en botellitas mini para dos copas, hay otras etiquetas y buenos jugos y limo-nadas que llegan a la mesa en botellones. El servicio es eficien-te y cordial y la propia Carolina

Artemisia

Público: al mediodía se ven chicos modernos de productoras de la zona. A la noche el público fiel de Artemisia: ese club judeo-intelectual mayor de 40 años.

Almacén: tienen a la venta tés orgánicos, entre ellos el Ban Cha, un té verde de propiedades curativas.

Desayunos y meriendas: riquísimos panes, budines, tortas, con mermeladas y granolas caseras, jugos, yogures. Imperdibles.

Lindo patio: aunque aquí todo es sanito, podrá fumar en el patio sin ser señalado de pecador. Menú mediodía: $35, brusquetta, principal y limonada.

Estado de ánimo al pagar: no hace falta que diga “om” para relajarse porque pagar no lo estresará.

iMPErDibLES–¿Siempre trabajaste en bares?–No, antes era empleado público.–Entonces atendías gente, pero mal-humorada.–No, la gente es muy cordial siempre, lo que es muy distinto es el patrón, que ahora tiene nombre y apellido y me exige.–¿Nunca te tocó atender un sacado?–Es que yo soy muy cordial y eso impone que sea recíproco.–Estando en frente de Sadaic, ¿a qué músicos atendiste?–Un montón, que me acuerde ahora, Adrián Otero de Memphis y Adrián Dárgelos de Babasóni-cos.–¿También vendés café para llevar en el mostrador?–Mucho. Hay para elegir, desde un Kenia que es un café intenso,

que está sesenta pesos el cuarto, al blend de la casa, que sale veintiu-no con cincuenta.

Estación General del Café, Lavalle 1518. Tel. 4372-2221.

Las mujeres festejan con exquisitecesl Dolli Irigoyen acaba de ganar uno de los premios más importantes que se dan a los libros de cocina en el mundo por Dolli Iriyoyen en su cocina. Y como parte de los feste-jos, cocina el lunes 8 a la noche en Le Sud, junto con el chef francés Olivier Falchi. Será un menú de seis pasos con vinos de Familia Zuccardi. Todo por $280. Arroyo 841, Retiro. Tel. 4131-0130.

AL MoStrADor. Pepe Murzi, 28 años, 4 meses en Estación General del Café

LA conQUiStA MAcrobiÓticA

edu

Ar

do

cA

rr

erA

pAtr

icio

pid

Al

pAtr

icio

pid

Al

está en el salón yendo y viniendo con platos.

Artemisia es de un restaurante al que se puede ir y volver varias veces porque propone una cocina de fácil comprensión, rica y muy importante: el estómago no la re-cuerda mal al día siguiente.

DatosGorriti 5996 esquina Arévalo, Palermo. Tel. 4776-5484. Abierto de martes a sábados de 9 de la mañana al cierre. Domingos hasta las 18. Precio promedio por persona de noche $85 compartiendo entrada y postre.

l El restaurante peruano Francesco propone un menú de tres pasos con copa de vino a $80. Sinclair 3096, Palermo. Tel. 4878-4496

l María Felix, restaurante mexicano, proyecta escenas de la actriz azteca durante la ce-na ($80) y sortea sombreros mexicanos y copias de las mejores películas de la Félix. Dar-do Rocha 1680, San Isidro. Tel. 4717-1864

l NH Tango prepara tapeos fríos y calientes, un postre y un trago del 8 al 14 ($70). Cerri-to 550, Centro. Tel. 4124-6700. En los NH Jousten, Crillon y Lancaster, habrá promos de 4x3 y 3x2 en almuerzos a la carta.

l Nuss Hotel, Palermo Soho, extiende el festejo a todo el mes: el té de la tarde viene con regalos sorpresas ($70). Borges esquina El Salvador, Palermo. Tel. 4833-6222.

vitamina c /13

Por Elisabeth checa

En la cueva (o en la c o c i n a ) d e b í a n probar, oler, com-parar texturas y las sensaciones per-manecieron en la

memoria ancestral. Por algo hay en el mundo tal cantidad de wine writers femeninas -Jancis Robin-son, Joanna Simon, Isabel Mija-res, la Master of Wine Serena Sutcliffe, quien asesora a Sotheby’s en el rubro vinos-; además, wine makers muy capaces como Estela Perinetti en Escorihuela, Susana Reta en Tittarelli, Susana Balbo, Silvia Avagnina, Alicia Arizu, de Viña Alicia, la condesa Noemí Marone con su exquisita bodega en el Alto Valle de Río Negro, Phi-lippine de Rothschild, Miramar Torres, la bordalesa Catherine Père-Vergé o la argentina Delia Vianer, propietaria de una peque-ña y exitosa bodega en el Napa. Sommeliers como Flavia Rizzutto y Marina Beltrame y periodistas que saben como transmitir sabo-res y texturas para embalar a los consumidores menos entusiastas. Nosotras sabemos cómo estimular los deseos.Sin embargo, hay prejuicios alen-tados por bodegueros y confirma-dos por consumidores demodé: los vinos suaves, chatos, algo dul-zones, son los apropiados para el paladar femenino, dicen. Si son rosados, aún más falso. He visto a más de una anciana dama conmo-verse ante los potentes taninos de un Malbec del año. También que-dan varados en el tiempo los mo-zos que le dan la lista de vinos al varón. Aunque éste sea civilizado y permita elegir a su acompañan-te, el mozo le serviráal hombre para que lo pruebe. Deben creer que probar es cosa de machos, cuan-do todo mozo con un mínimo de formación sabe que el que prueba el vino es quien lo pidió, sea hom-bre o mujer. Pero, felizmente, en las nuevas camadas de somme-liers hay muchas chicas que no entregan la carta de vinos al señor ni se lo hacen probar, excepto si él

pide.Pero además, la mujer reco-rre las góndolas, es más transgre-sora, vanguardista y curiosa que el hombre, que tradicionalmente se inclina por las marcas que ya conoce. Ella se interesa más por la relación platos y vinos, se fija en el precio al comprar o al pedir en el restaurante. Es menos snob, sa-be que lo más caro no es siempre lo mejor.

Si todavía hay aalguno que cree que el vino tiene poco que ver con las damas, que lea a Colette o a Safo, grandes hedonistas para quienes el vino era tan importante como el amor. Colette elaboró un vino en su propiedad de la Treille Muscate, cerca de Saint Tropez, entre 1926 y 1938. Trabajó duro: vigiló los cuidados del viñedo, el rendimiento de las cosechas, y lle-

La botELLacasa bianchi. Particular cabernet Sauvignon 2006 ($ 106)

Fue el nombre de una etiqueta clásica de esta bodega sanrafaelina. Pero esta línea Particular, con varietales notables, tiene unos años. Es un Cabernet Sauvignon con nítidos aromas a bayas y frutos silvestres entreverados con vahos especiados. Es impetuoso y corpulento. Dejar decantar la botella y reposar 15 minutos antes de servir, a no más de 18 grados. Las mujeres merecemos tanta hombría para celebrar nuestro día.

gó dominar el arte de la degusta-ción. Describe el color de los vinos como de “topacio ardiente”, de “fuegos sanguíneos” y “oscura frambuesa”. Algunas metáforas de Colette: “.. . un Johannisberg (Riesling), seco y claro como un silbido”, “vinos pálidos y perfuma-dos como la rosa muerta”, “un vino meridional que deja tras él un do-ble gusto de muscat y de ceni-

PaSIÓN fEmENINazas...”. Hasta en los consejos de los nutricionistas se traduce el ma-chismo sobre los beneficios del consumo de vino, cuando dicen dos copas de tinto diarios para ellos y uno para ellas. ¿Cuestión de metabolismos diferentes o anti-guos resabios de machismo Feliz-mente, este 8 de marzo, en el Día de la Mujer, brindaremos con el vino que se nos cante.

La mujer tiene más capacidad para disfrutar del vino que el hombre. Los preconceptos machistas del pasado.

07.03.10

14/ vitamina c

Josefina y Soledad, ambas de 25 años. Soledad: saco ($50) Bachino, remera ($ 60), jeans ($20) y cartera ($20), todo comprado en Miami. Zapatillas ($100) Converse. Josefina: el pañuelo es un regalo, saquito ($120) Zara, remera ($40) H&M y jeans ($130) Jazmín Chebar. Botas ($500) Prüne.

Michelle, 21 años y Richard, 31; ambos ingleses. Ella: remera ($100) TopShop, short y cartera, todo de su hermana. Ojotas ($50) Hawaianas. Él: remera ($200) Banana Republic, comprada en Los Ángeles, y jeans ($400) Guess. Zapatillas ($250) Asics.

vincent, 30 años y Elka, 27; ambos holandeses. Los encontramos cerca de River, antes del recital de Coldplay. Él: remera ($60) Zara, y jeans ($700) Levi's. Zapatos ($40) hechos a mano en Vietnam. Ella: remera ($150) H&M, y jean sin marca.

Luciano, 22 años. Remera ($100, aproximadamente)Nike, bermuda cortada (alrededor de $260) Levi´s . Zapatillas Reef, las tiene desde hace tiempo y no recuerda el precio. La pulsera es de una feria hippie, y se la regalaron.

Producción:Nicolás Peralta

Fotos:Claudio Herdener

Mo

da

REa

L . o

nd

a co

LdPL

ay

vitamina c /15

U na vez, mi papá vino a casa con la Copa del Mundo. Mi padre era vendedor ambulante y cada tanto

trocaba su mercadería con otros vendedores ambulantes que conocía en la calle. Imagino que de esa forma mi padre habrá conseguido la copa. ¡Cómo brillaba aquella copa trucha de cartón recubierta con papel glasé!, no me olvidaré. Aquella copa tenía magnetismo. Los vecinos se enteraron de la Copa y venían a casa a tocarla, a mirarla por primera vez en sus vidas, aunque todos supieran que era una réplica, una imitación burda de cartón y para pobres. No importaba, todos querían tocarla. Nos traían de regalo pastelitos, panes caseros, limones, miel en botellas con la intención de que los dejáramos pasar para “besar a la Copa”.

Ahora que lo pienso, sería para esta misma altura del año. Estábamos en vísperas de uno de los espectáculos más aberrantes de la historia deportiva y política de este país: el Mundial 78. Aunque muchos todavía levanten sus banderas y traten de separar al deporte de la política, como si el deporte no fuese una forma espantosa de política. Hay que ser demasiado ingenuo o defender oscuros intereses para no darse cuenta de todo lo malo que genera el fútbol. Es una plaga, no deja nada para la sociedad, acaba con todos los recursos, destruye todo lo que hay a su alrededor; como una pastera finlandesa o una empresa minera yanqui.

El fútbol actual funciona de la misma forma. Llena los bolsillos de unos pocos y empobrece a millones. Un buen día, los argentinos tomaremos conciencia, dejaremos de pensar que la vida es redonda como una pelota y nos arrepentiremos de haber jugado aquel viejo Mundial. El fútbol ciega, produce indiferencia, crea falsas expectativas y sueños cluecos; además que reivindica el sarcasmo, el separatismo, la injusticia social, la discriminación, el clasismo y, por último, el odio. Mucho odio. El fútbol

se caracteriza por ser uno de los grandes reinvindicadores de odio del mundo. ¡Cuántos hinchas, si pudieran, serían capaces de matar por una camiseta!

Los argentinos sufrimos los mundiales como nadie, casi nunca los ganamos; nos sentamos un mes a ver los partidos y nos pelotudizamos de una manera única. Los sociólogos, que jamás jugaron al fútbol, se preguntan “¿cómo puede haber un pueblo tan imbécil?; pero siempre aparece un pueblo más imbécil que el otro. Sufrimos los mundiales. Nos peleamos en la calle, enfocamos nuestra vida y nuestros problemas en un grupo de zánganos que no pueden hilvanar dos ideas seguidas. Ellos también, son víctimas acomodadas, del gran negocio mundial: los Mundiales.

Pregunten a cualquier país organizador qué les dejó el fútbol después de los mundiales. ¿Qué le dejará a Sudáfrica? Después de este Mundial,

Sudáfrica será más pobre, más masacrada y más olvidada que nunca. Con sólo decirles que el troglodita, pantagruélico e ignorante asombroso de Jacobo Zuma, el presidente, invirtió más de 300 millones de dólares y contrató a miles de policías extras para esconderle al mundo la inseguridad y la miseria que atraviesa Sudáfrica. A veces pienso que el fútbol es lo más parecido a una organización mafiosa que actúa con todas las de la ley.

En fin, termino con mi historia. Aquella copa de cartón tercermundista y fabricada en Berazategui nos trajo un montón de dolores de cabeza. Mi padre no soportó más a tanto vecino en casa que la terminó arrojando a la calle de un zapatazo. Fue una gran alegría para todos, ya no la soportábamos más en casa. La gente llegaba a pelearse por ella. Mi padre se dio cuenta que había cometido un error en confiar en los

brillos de esa copa diabólica. Yo tenía 8 años y mi padre jamás me dejó tocarla, pese a todo. Pero, si la había traído como un regalo para mí ¿por qué no me dejaba tocarla? Nunca lo supe. Ese mismo año Argentina salió campeón del Mundo y mi padre decidió no festejar, me dijo que no había nada que festejar que, de todas formas, él se tenía que levantar a las cuatro de la mañana como todos los días. “El fútbol no nos da nada”, me dijo.

¿Qué tenía que ver aquella Copa con nosotros? Ahora me doy cuenta que de nada. Hoy, a casi 90 días de otra catástrofe deportiva, me doy cuenta que tampoco esta Copa del Mundo de Sudáfrica tiene nada que ver con nosotros y con un montón de personas a lo largo de todo el mundo. Tampoco tiene nada que ver con los principales involucrados.

Ojalá, los sudafricanos se den cuenta a tiempo.

Realismo atolondrado

La copa del mundo

Por washington cucurto