el des-encubrimiento de los neoliberales y la transformación

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CIDES-UMSA Modulo II. Teorías del Desarrollo PhD. Elizabeth Jiménez Zamora “ENSAYO DE REACCIÓN 2” Alunmo: Ariel Bernardo Ibañez Choque Fecha: 2012-07-11 El des-encubrimiento de los neoliberales y la transformación Ariel Ibañez 1 “…el único camino para que un país se desarrolle es la industrialización, la única forma para que un país se industrialice es protegerse así mismo y ¡cualquiera que diga otra cosa está siendo deshonesto…”. Nicholas Kaldor En este ensayo pretendo analizar la evolución del paradigma neoliberal, posterior a la caída del paradigma del “Estado de bienestar” inspirado por las ideas keynesianas desde el fin de la segunda guerra mundial, hasta su posterior extensión en lo que se denominó el “Post Consenso”. La revisión y análisis crítico corresponde al paradigma del desarrollo inspirado en las premisas de liberalización, privatización y apertura, que marcan el escenario para el acrecentamiento de los procesos de mundialización del capital 2 . Para este fin, primeramente desarrollaré los límites de las premisas neoliberales en cuestiones de desarrollo, y las soluciones “disidentes” por parte de economistas renegados 3 , buscando mostrar la falsa distinción en dichas 1 Economista de la UMSA. 2 Aquí entiéndase el capital como la relación social de producción entre trabajadores asalariados y capitalistas. 3 Para un ejemplo citese a J. Stiglitz.

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Page 1: El des-encubrimiento de los neoliberales y la transformación

CIDES-UMSAModulo II. Teorías del DesarrolloPhD. Elizabeth Jiménez Zamora

“ENSAYO DE REACCIÓN 2”

Alunmo: Ariel Bernardo Ibañez ChoqueFecha: 2012-07-11

El des-encubrimiento de los neoliberales y la transformación

Ariel Ibañez1

“…el único camino para que un país se desarrolle es la industrialización, la única forma para que un país se industrialice es protegerse así mismo y ¡cualquiera que diga otra cosa está siendo deshonesto…”.

Nicholas Kaldor

En este ensayo pretendo analizar la evolución del paradigma neoliberal, posterior a la caída del paradigma del “Estado de bienestar” inspirado por las ideas keynesianas desde el fin de la segunda guerra mundial, hasta su posterior extensión en lo que se denominó el “Post Consenso”. La revisión y análisis crítico corresponde al paradigma del desarrollo inspirado en las premisas de liberalización, privatización y apertura, que marcan el escenario para el acrecentamiento de los procesos de mundialización del capital2.

Para este fin, primeramente desarrollaré los límites de las premisas neoliberales en cuestiones de desarrollo, y las soluciones “disidentes” por parte de economistas renegados3, buscando mostrar la falsa distinción en dichas posiciones: “cambiar la apariencia y no la esencia”. Posteriormente, discutiré las propuestas que van más allá del paradigma neoliberal, desde el pensamiento estructuralista latinoamericano y la escuela post keynesiana, enfatizando los problemas de la timidez en sus propuestas para la transformación estructural y la industrialización.

Al final, nuestra conclusión hace referencia a la frase inicial de N. Kaldor, que motivo la realización de este pequeño ensayo.

El extenso flujo de recursos para cubrir el déficit de balanza de pagos de EE.UU., y la consecuente alza sostenida de la moneda estadounidense hacia finales de los 70’s, determinó el encarecimiento de las importaciones y la deuda externa en América Latina; generando profundos desequilibrios externos. Esta década es conocida en la región

1 Economista de la UMSA.2 Aquí entiéndase el capital como la relación social de producción entre trabajadores asalariados y capitalistas.3 Para un ejemplo citese a J. Stiglitz.

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como la “década perdida”, producto del fenómeno de sobreendeudamiento, y la generación de procesos “hiperinflacionarios” en las economías latinoamericanas, hechos que generaron un bajo desempeño en términos de crecimiento económico.

Fue John Williamson en 1989, economista miembro del Banco Mundial, que ante los problemas de sobreendeudamiento de las economías latinoamericanas, elaboró una agenda que procuraría el pago de la deuda de estos países, con “transparencia” y estabilidad económica; lo que se conoce como el “Consenso de Washington”. Dicho consenso, entre el F.M.I. y el B.M., determinó condiciones para la renegociación de la deuda o la adjudicación de nuevos préstamos, sí y solo sí se procedía a la implementación de políticas de: liberalización del comercio exterior, reforma del estado –privatización-, liberalización del sistema financiero, y atracción de la inversión extranjera. Lo anterior, determinó que las premisas para la recuperación de la productividad y el crecimiento, enfocados en el excesivo peso impositivo y regulación económica, fueran aplicadas en la región bajo el denominativo de “reformas estructurales”; caracterizados por el alto costo recesivo ante el control de la inflación y logro de estabilidad macroeconómica. (M. Aguilera 1998 y P. Bustelo 2003)

Para mediados de la década de los 90’s los resultados del Consenso de Washington en términos de crecimiento económico y reducción de pobreza, eran un fracaso, precisamente en América Latina, Rusia y parte de África contenientes y países donde mejor se habían implementado las sugerencias del FMI y el BM. Posteriormente, dicha posición de desmedro se reflejo en las crisis de México, Brasil, Rusia y los tigres Asiáticos. (P. Bustelo 2003) A lo cual habría que agregar las crisis en los mercados financieros de la actualidad, producto de su desregularización a nivel mundial, que pone en jaque las premisas ortodoxas.

Ahora bien, ante los límites teóricos y políticos de los fundamentalistas del mercado para solucionar la crisis financiera y su fracaso en términos de desarrollo, surgen los “renegados” que pretenden desprenderse de la academia ortodoxa, y más bien buscan mostrarse como “disidentes heterodoxos”. En esta parte, primero comentaremos la revisión desde el mismo seno de las instituciones multinacionales con el caso concreto de Stiglitz y Sachs, y segundo la apertura “heterodoxa” de la nueva economía institucionalista.

Ante las limitaciones del paradigma neoclásico, se hace una revisión de sus premisas y hacia finales de los 90’s se empieza a abogar por la complementariedad del Estado y el Mercado; el famoso crowding-in4 y la implementación de políticas sociales, como parches de contención ante el fracaso de sus premisas para el desarrollo. En este contexto, surge el renegado J. Stiglitz quien propone la necesidad de la regularización del sistema financiero y de la implementación gradual de los procesos de estabilización y liberalización en las economías. (P. Bustelos 2003)

4 El término hace referencia a la complementariedad de la inversión pública para el desarrollo de la inversión privada; como es la inversión pública en carreteras.

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Otro gran renegado contra los ortodoxos es J. Sachs, que anecdóticamente fue la vos mundial de las reformas estructurales. Alineándose con las nuevas corrientes del pensamiento del crecimiento económico dirigido por la oferta, adscribe a la tecnología como elemento fundamental de la estrategia del desarrollo para superar la pobreza. Y propone, inversión en capital físico y humano, el incremento de las exportaciones, la complementariedad del sector público y privado, y la consideración de temas ecológicos, como los factores indispensables para la estrategia del desarrollo. De esta forma, reconoce de explícitamente que el mercado no asegura por sí mismo el desarrollo. Por otra parte, reconociendo las limitaciones de los pobres para generar ahorro interno, destaca el papel de la ayuda externa para este fin, para la preservación de los valores democráticos y el desarrollo. (J. Sachs 2005 y 2008)

Ahora bien, luego de la revisión de las propuestas de estos renegados, es evidente que en ninguna de las dos se rompe con las premisas de estabilización, privatización y liberalización, es decir en ambos casos lo único que se pretende es cambiar la forma de implementación del Consenso de Washington y añadir más apoyos que sostengan la caída vertiginosa del paradigma. Como lo ha llamado P. Bustelos “un Consenso con rostro humano”. Respecto a las nuevas teorías del crecimiento endógeno, A. Thirlwall (2002) apunta que es la misma teoría del crecimiento neoclásica con la única diferencia que contiene rendimientos crecientes de los factores, de esta forma concluye con que dicha teoría adolece de los mismos problemas que la presentación neoclásica; en alusión a la crítica de Cambridge5.

Por otra parte, se presenta la alternativa “heterodoxa” de la nueva economía institucionalista. Dicha escuela considera las instituciones como las reglas del juego, pensadas por los hombres, para el desenvolvimiento de las relaciones interpersonales, es decir las instituciones son leyes, normas, pactos de convivencia, etc. El impacto de las instituciones sobre el desempeño económico tiene como canal a los costos de transacción, que pueden edificarse en relación a las reglas de juego que se imponga una economía. Las instituciones al reducir la incertidumbre pueden reducir los costes de transacción. (D. North 1990a, 1990b) De esta forma, D. Rodrik (2007) propone que son las instituciones de la globalización económica las que deben apoyar el desarrollo de las naciones pobres, y apuesta por una nueva gobernanza global.

Lo primero que se puede criticar al enfoque de la nueva economía institucionalista, es el coqueteo que hace con la teoría neoclásica, es decir ningún autor, en especial D. Rodrick (2007), rompe con la economía neoclásica, es más abiertamente afirman trabajar bajo el manto neoclásico, pero sin ningún escrúpulo posteriormente pueden afirmar:

5 La crítica de Cambridge hace referencia a los problemas de la función de producción neoclásica -es decir a las famosas “parábolas neoclásicas”-, que es fundamento de la edificación teórica del paradigma neoclásico. Esta controversia enfatiza en los problemas de agregación y medición del capital heterogéneo y de distintas edades, la reversibilidad y el cambio del capital. Siendo Breves, se puede decir que la crítica se fundamenta en la circularidad, valor agregado del capital - tasa de beneficios, es decir el valor del capital agregado no puede ser definido paralelamente a la tasa de beneficio, de esta forma es improbable que su productividad marginal explique el precio del factor. Para profundizar la crítica Véase a F. Jiménez (2010).

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“…los economistas son un grupo muy soberbio, con muy pocas cosas por las cuales sentir soberbia.” (D. Rodrik 2007: 22)

Y de inmediato plantear la adopción de políticas distintas en contextos específicos, como por ejemplo subsidios de exportación, protección del comercio, etc. Lo anterior deja perplejo a cualquiera.

Entonces, producto del des-encubrimiento de estas tendencias como extensiones del pensamiento y el paradigma neoclásico, no debería llamarnos la atención las concesiones de la academia ortodoxa con sus pensadores como R. Coase, D. North y otros, que fueron premios nobel de economía.

Lo más importante a tener en cuenta cuando se realiza la lectura de estas ideas supuestamente “heterodoxas”, es su alineamiento a la nueva gobernanza global, es decir su funcionalidad a la expansión mundializante del capital. En todas las “revisiones” dentro del pensamiento neoclásico, de sus falsos renegados, se puede apreciar que todos manifiestan sus buenas intensiones para la democracia, es decir para la democracia occidental, esto tiene un alto grado de colonialismo pues pretende una práctica homogenenizadora de las formas del ejercicio del gobierno de las naciones con otras prácticas culturales. Es más, esto atenta contra la soberanía de las naciones como se puede apreciar en las últimas intervenciones hegemónicas de la OTAN a la cabeza de EE.UU. en los países de oriente, con la justificación de una nueva gobernanza global basada en la paz y la democracia. Por tanto este discurso es altamente peligroso para los países no alineados, y debe merecer un estudio profundo.

Sin necesidad de redundar, podemos afirmar que des-encubrimos a los supuestos “renegados” de la economía neoclásica, y encontramos que no son más que instrumentos funcionales al mercado, tal cual propugnan los ortodoxos, en consecuencia ninguno de ellos puede ser considerado como heterodoxo.

Ahora bien, para ser consecuente con la vereda heterodoxa “real”, si vale el término, primeramente desarrollaremos las nuevas propuestas de la escuela post keynesiana, y posteriormente enfatizaremos la necesidad de profundizar sus propuestas hacia la escuela estructuralista latinoamericana. En este punto, es importante excusarnos con las corrientes heterodoxas marxistas, pero si bien no las desarrollamos es este pequeño ensayo, creemos que por su amplitud y su alcance debe merecer un estudio profundo, y en especial para economías en desarrollo.

Entonces, desde la vereda heterodoxa del pensamiento post keynesiano, rescatamos la propuesta de A. Thirlwall (2002) por ser la propuesta, que por su eficiencia para explicar el crecimiento de la riqueza de las naciones, se vio altamente popularizada en los estudios del crecimiento económico6. Para Thirlwall, en un contexto de restricción externa al crecimiento producto de la escasez de divisas, los determinantes de la dinámica de largo plazo de la riqueza de las naciones son las exportaciones como

6 Nótese que si bien desarrollaremos la propuesta A. Thirlwall esta no es la única de la escuela post keynesiana. Para revisar un buen número propuestas de esta escuela véase a M. Setterfield (2005).

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principal elemento autónomo de la demanda. Al respecto, el autor apunta tres razones que distinguen a las exportaciones de los demás componentes de la demanda. Primero, las exportaciones son el único componente exógeno del sistema económico, pues su demanda se determina fuera de este, en tanto que el consumo y la inversión se determinan principalmente a partir del crecimiento del ingreso de la misma economía. Segundo, únicamente las exportaciones pueden financiar los requerimientos de importación que tenga una economía para su crecimiento, sin generar desequilibrios en cuenta corriente en el largo plazo. Y por último, las exportaciones facilitan la importación de bienes de capital que no se producen de forma interna, generando así un crecimiento de la producción potencial.

Por otro lado, A. Thirlwall (2002) explica que para las naciones subdesarrolladas las restricciones no solo se presentan por el equilibrio de balanza de pagos, sino también por las elasticidades ingreso de exportaciones e importaciones, es decir por el reflejo de las estructuras productivas de las naciones. De esta forma, identifica que en las naciones latinoamericanas es recurrente que la elasticidad ingreso de las importaciones sea mayor a la elasticidad ingreso de sus exportaciones, pues estas presentan poca diversificación económica y además sectores heterogéneos. Lo anterior determina que ante incrementos en los ingresos de una nación, la mayor parte de estos nuevos recursos se asignan a la importación pues el parque económico interno no está en posibilidad de absorber estos recursos, y así se acentúan los procesos de fuga de divisas.

Por tanto, en el largo plazo el incremento de la tasa de crecimiento de la riqueza de una economía, consistente con el equilibrio externo, implica el incremento de la elasticidad precio de las exportaciones y el decremento de la elasticidad precio de importaciones. En consecuencia, sugiere la implementación de políticas económicas proteccionistas de industrialización, que evite el proteccionismo de industrias ineficientes y permita el cambio de las estructuras productivas en las naciones subdesarrolladas.

En este sentido, este nuevo desarrollo de la economía post keynesiana, tiene mucha similitud con el pensamiento estructuralista latinoamericano. Pero se no desde el punto de vista de los términos de intercambio, sino más bien desde la composición de las estructuras productivas de los países periféricos. Elemento reconocido abiertamente por A. Thirlwall (2002).

Ahora bien, aquí vale la pena rescatar la conclusión de A. Thirlwall respecto a la transformación de las estructuras productivas. Pero profundizando en la característica inherente del capitalismo en fase imperialista, es decir el carácter dualista del sistema, tema ampliamente explorado por el pensamiento estructuralista latinoamericano.

Para R. Prebisch (2008), el sistema periférico está determinado por la dinámica de la penetración tecnológica del centro. Dicha penetración tecnológica implica el incremento de la productividad en la sociedad, no obstante en la periferia un elemento fundamental es la forma de apropiación de los frutos del incremento de la productividad. Por las características de subempleo en el mercado de trabajo y la concentración de los medios de producción de la periferia, gran parte de ese excedente es apropiado por una clase

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privilegiada. El sistema funciona en la media que el incremento del excedente responda a las crecientes presiones de los trabajadores sindicalizados vía mercado, del Estado en su expansión, y al patrón de consumo de las clases privilegiadas. El momento en que las presiones sobre el excedente se extienden al límite el sistema entra en colapso, y afecta directamente la acumulación de capital y la generación de excedente. En consecuencia, el sistema puede generar dos alternativas: i. castigar por la fuerza a los trabajadores y restablecer la apropiación del excedente por la clase privilegiada, o ii. Transformarse.

Prosiguiendo, R. Prebisch (2008) plantea el esbozo de la transformación. Comienza enfatizando la necesidad de socialismo para que el Estado decida sobre el uso del excedente y su distribución, y liberalismo para que se fortalezcan la libertad política, económico y los derechos humanos. El uso social del excedente corresponde a la participación democrática de toda la sociedad en la planificación y asignación del excedente, y la distribución funcional del ingreso corresponde al incremento de los ingresos de las clases bajas mediante incrementos de su productividad.

Como se puede apreciar, ambos planteamientos convergen en proponer una trasformación, no obstante la escuela post keynesiana plantea la trasformación de las estructuras productivas, en tanto que la escuela estructuralista latinoamericana va más allá y propone la transformación del sistema. Estas reflexiones son importantes para la economía post keynesiana pues si no se profundiza la propuesta de la transformación, no se ataca el problema principal del sistema dualista de la periferia que tiene que ver con la generación de excedentes y su forma de apropiación, en las luchas políticas de clase.

No obstante, también deberíamos ser críticos con los recelos de las propuestas de R. Prebisch hacia el socialismo “real” y las democracias populares existentes en su tiempo, que prevalecían bajo el mando del partido único, y la exhortación por el liberalismo. Que como vimos más arriba corresponden al proyecto de la nueva gobernanza global, que prioriza la mundialización del capital. Aquí sería muy importante un estudio profundo de las consecuencias de esta nueva gobernanza mundial en los antiguos países socialistas de Europa del Este y la ex Unión Soviética. En este sentido, se propondría profundizar aún más estas propuestas de transformación en un contexto de luchas de poder interno y mundial, en la fase imperialista de la expansión del capital, que bien podrían ser desarrolladas en un marco de la crítica a la economía política marxista.

Lo importante a llamar la atención es que existe una vereda heterodoxa “real” que pretende cambiar en esencia el paradigma de desarrollo. Y sus potencialidades como vimos son grandes, pues presenta ante nosotros la posibilidad de una nueva escuela, la escuela de “la transformación”, que no se limita a la transformación económica sino explora también la transformación del sistema.

Por último, retornamos a la frase que motivo este estudio, el desarrollo solo puede ser resultado de la industrialización, es decir de la transformación, y quienes dicen lo contrario, como hemos visto, son deshonestos.

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Referencias:

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BUSTELO Pablo. Desarrollo Económico del consenso al Post-Consenso Washington y más allá. UCM. España. 2003.

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PREBISCH Raúl. “Hacia una teoría de la transformación”. CEPAL. Chile. 2008.

RODRICK Dany. Una nueva economía, muchas recetas. La globalización, las instituciones y el crecimiento económico.

SACHS Jeffrey. Economía para un planeta abarrotado. Argentina. 2008.

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