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-I. EL CREPUSCULO DE LOS DIOSES: ;.ES FACTIBLE LA ED UC4. CION PARA LO SUPERiOR EN ESTA ERA ACIENTiFICA?
"£I sigl7~ficado de nuestras vidas J' de l7uestro fragil planela viel7e. pues. unicamenle delerminado por nuestra propia sabidurfa y coraje. Somos 1I0S0tros los guardianes del sentido de la vida. Ansiamos U170S
progenilores que cuiden de nosot]"os, que nos perdonen nuestros en"Ores. que nos salven de l7uestras il7Jantiles equivocaciones. Pero el conocimiel1lo es preferible a la ignorancia. Es mejor. con mucho. comprender la dura verdad que creer una J6bula tranquili::adora ..1
1 SAGAN, Carl E. Un p1mto azul palido: [iT/a vision del futllro humaTlo en el espacio. Barcelona: Planeta, 1996. p 57.
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JustijicaciOII J' alcance
En el fondo, y en cierto modo, la ciencia es una llave que Ie permite aI hombre abrir las
puertas del cielo. Empero, la misma Ilave abre las puertas del infiemo, y, para colma de
males, carecemos de una guia que nos diga que puerta es la buena. He aqui una
reflexion en extremo inquietante planteada por el celeberrirno Richard Feynman, a buen
to no con 10 expresado en su momento por otros cientificos caracterizados por un hondo
compromiso intelectual, entre los que cabe contar, entre otros, a don Santiago Ramon y
Cajal, a Albert Einstein, a Linus Carl Pauling, a Jorge Wagensberg, y a Carl Edward
Sagan. Y semejante reflexion nos pone ante una cuesrion crucial, senalada por
Feynman2: c:Arrojaremos la /lave y nos privaremos para siempre de poder abrir las
puertas del cielo'? (.·0 lucharemos con el problema de cuol es la mejorforma de utili::ar
fa Ilave.? £sla es. por supueslO. una pregl.ll1ta muy seria. pero piel1so que 110 podemos
negar el valor de la /lave de las puerlas del cielo. Hasta aqui Feynman. En cualquier
caso, tratase de una cuesti6n neunilgica que nos ubica en la salutifera oprica de la
educacion para 10 superior en clave formativa integral sin ir mas lejos. Mas alin, es una
cuestion que no podemos evadir si de ser sensatos se trata, puesto que el genero hwnano
afronta hoy por hoy una crisis de padre y senor mio, crisis que entrana la pervivencia
misma de nuestra especie. Un primer esbozo de solucion para superar la crisis en
cuesrion quedo plasmado en el ensayo previo de quien esto escribe, solucion inscrita en
la perspectiva de la termodinamica y sus leyes en el campo de las sociedades hwnanas,
tipicos sistemas termodinamicos a1tamente a1ejados del equilibrio como los que mas.
Naturalmente, no cuesta mayor trabajo \islumbrar una sol ucion tal Otra cosa, eso Sl, es
lle\'arla a la practica a fuer de la exigencia que Ie impone a nuestra civilizacion en
materia de eticidad, esto es, la transicion de una sociedad de primera ley a otra de
segunda connota el advenimiento del yo sobre el ella merced aI robustecimiento del yo
debil y obsecuente de la descripci6n freudiana aI postrar a nuestros pies aI supery6
cultural3. Ahora bien, y como se vio en el anterior ensayo, el logro de tal empresa ex..ige
un esfuerzo descomunal que acaso tome varias generaciones. No es sencillo para la
: FEYl'-.'MAN, Richard P. QW! significa 1000 eso: Rej1e).-jol1es de un ciemijico cllIdadano. Barcelona: Critica, 1999. P 17. 3 Recordemos que, para las met as del presente libro, entendemos el sentido del advenimiento del yo sobre e1 ella en tanto fomento de la mayoria de edad mental del ser hwuano. Desde luego, otros autores bien podrian optar por interpretaciones distintas de dicho entmciado de la teoria psicoanalitica. En todo caso, nos interesa aqui lID sentido de dicho enUDciado con el maximo posible de coherencia cientifica.
humanidad mantener a raya su proverbial condicion lupina y su sempitema huida del
conocimiento.
A la luz de los impresionantes ayances de la ciencia y la tecnologia durante el siglo
xx, es razonable suponer, extrapolacion mediante, que, en cuestion de pocos siglos,
estaremos en posicion de terraforrnar planetas y asteroides con miras a la obtencion de
nuevos espacios \r1ta!es para Wla humanidad que crece a un ritrno de vertigo. En otras
palabras, Ie esta Uegando al hombre el momento de ir mas alIa de su cuna planetaria
Ahora bien, es inquietante pensar en una humanidad que, a la postre, podria tenninar
por extenderse por todo el uniyerso conforrne la ciencia y sus frutos Ie pongan los
medios necesarios en la mana si tal humanidad no logra contener su talante lupino. En
una palabra, se impone humanizar a la ciencia actual antes de lanzarnos a una empresa
insensata.
Habida cuenta de 10 prevlO, se lmpone abordar con cierto detalle 10 atinente a la
dimension etica de la ciencia, primero en un ambito mundial para luego pasar a nuestra
realidad mas inmediata Semejante panorama nos perrnitira captar con cierta diafanidad
el perfil del maestro optimo en el fascinante mundo de la ciencia y la ingenieria, perfil
mal identificado hoy dia como veremos. En esto, no pierde de vista quien esto escribe
que la piedra angular del genuino remozamiento del sistema educativo reside en un
maestro aquilatado al punto de ser parte de una aristocracia moral e intelectual a escala
planetaria Asi, los alWlli10S que tengan el privilegio de estar engastados en tales joyas
magisteriales, merced a un proceso fructifero de forrnacion integral, constituiran el
nuevo solar sobre cuya base el genero humane podra transitar de una buena vez por
todas hacia un modelo de sociedad de segunda ley.
;, Quees fa titica cielltijica?
En materia de crimenes y delitos de despacho, la institucion cientifica actual abWlda en
ejemplos a granel para nada edificantes. AI respecto, es tal la proliferacion de libros y
articulos sobre el tema que los estantes de bibliotecas y librerias estan arqueados por el
peso del material bibliografico correspondiente. Y continuan fluyendo rios de tinta en
proporciones alarrnantes. Se trata de un fenomeno suscitado a partir de la Segunda
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Guerra Mundial con motivo del esquema de investigaci6n cientifica introducido por el
Proyecto Manhattan, conocido en la actualidad como la Big Science, macrociencia 0
megalociencia. En una palabra, estamos hablando aqui de una burocratizaci6n extrema
de la ciencia sin precedentes con los problemas asociados de corrupci6n. Para muestra
un bot6n, de entre muchos miles, tomemos el siguiente testimoni04: El jefe de un
laboratorio riene wI ascendiente sobre sus investigadores que eSlos. baJo presioll Y
para presentarle los resulrados deseados. !legan a veces hasra eI fraude. Tambien.
pueden dramatizar un fracaso con el suicidio: el laboralOrio de E J Corey de
Harvard ha tenido rres 'v'ictimas desde 1980. El ultimo de estos tres doclOrandos deja
una carta en la que Jesea que cada doclOrando sea seguido por una comision de rres
profesores del departamento. a fin de que el estudiante 01 menos no tenga tan vim la
sensacion de estar somerido a las arbirrariedades del direcror de invesTigacion.
Sencillamente, espelumante. Un estudio pormenorizado del fen6meno en cuesti6n
figura en el excelente libro de Di Trocchi05, quien se remonta hasta los dias de Claudio
Tolomeo a :fin de ubicar las raices del fraude cientifico. Es una miriada impresionante
de casos la que compone tallibro, con 10 que se viene al suelo la imagen impoluta de la
instituci6n cientifica esto es, solia creerse que la corrupci6n era algo pm'atiyo de
mundos como la politica, la religi6n y la publicidad. Mas, los hechos son tozudos y la
imagen de objeti\idad de la ciencia se ha menoscabado gracias a tamafia podredumbre.
Segiln Alberto Aguirre Ceballos, conocido critico de cine y televisi6n de nuestro medio,
los premios Nobel son tan poco fiables como los que concede la flamante Academia de
Ciencias y Artes Cinematograficas de Hollywood, rimbombante denorninaci6n en la
que 10 unico real es la localizaci6n en Hollywood. De esta forma la etica cientifica se
ha tornado, en el mundo actual, en una pobre dama vergonzante.
Por otro lado, hem os asistido hacia los Ultimos afios a un espectaculo patetico e
hilarante en nuestro pais: El despliegue de la ingenua creencia de que, a punta de
reformas y reestructuraciones nacidas en las cabezas de ad mini strado res educativos y
politicos del Ministerio de Educaci6n l\'acional, la sociedad colombiana pasara a ser
cientifica de golpe y como por arte de birlibirloque. Nada mas lejos de la realidad. Las
sociedades cientificas actuales del Primer Mundo han llegado a tal estadio merced a un
4 LASZLO, Pierre. Crimenes y de deli/os de despacho. En: Mundo Cientijico. N° 202 Gun, 1999)~ P 88. 5 DI TROCCHIO, Federico. Las mentiras de la ciencia: i,Por que y como enganan los cienT{ficos? Madrid: Alianza, 1995. 469 p.
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proceso cuyos lllCIOS se remontan a tres milenios atras. En cambio, en este pais de
orates, se piensa que, en cosa de una decada, se puede lograr un milagro semejante, que
con adquirir ordenadores y equipos de laboratorio, amen de forrnar en un dos por tres
toda una legi6n de magisteres y doctores, Colombia saldra de la barbarie y entrara en la
civilizaci6n cientifico-tecnica Es todo un paletismo digno de figurar en obras dedicadas
ala historia de la estupidez humana6 Esto es 10 malo de ignorar la funci6n politica de la
historia en general : Se repiten los errores de la misma una y otra vez. Pero, sobre esto
volveremos con mayor detalle a prop6sito de la visi6n distorsionada del cientifico
latinoamericano. De momento, interesa en este aparte dejar bien claro 10 que es la etica
cientifica.
Al respecto, comencemos por preguntamos que es la etica y en d6nde se adquiere. Se
pennitira quien esto escribe tomar como punto de partida sobre el particular un par de
ensayos del profesor Vladimir Zapata en los que la mixtura de un optimismo romantico
y de una angustia ante la crisis de valores del presente conduce a una serie de paradojas,
las que, al acometer su soluci6n, nos pennitiran obtener algunas pistas utiles para ir un
paso mas alia en la forrnulaci6n de una estrategia menos incierta para superar la crisis
de marras. En una forrnulaci6n tal, nos ubicaremos en una sana perspectiva eugenesica
del problema despro\'ista de las infaustas distorsiones pseudocientificas inrroducidas por
ideologias, las que, al fm de cuentas, siempre reflejan matices oscuros y s6rdidos de la
irracionalidad humana.
En este punto, conviene tener muy en cuenta una pregunta clave forrnulada por Zapata7:
(.Se aprende la linea en la universidad.'? En sintesis, dicho autor concluye que la
respuesta respectiYa es bifronte, esto es, si y no, y a tone con fa concepcion de
Durkheim a prop6sito de la educaci6n: Sociali::acion melodica de la generacion mas
joven. Ahora bien, al pensar en la forrnaci6n de cientificos, la pregunta de marras es en
ex1Temo pertinente a fuer del hecho que una forrnaci6n tal esta intimamente engastada
en la fase de socializaci6n secundaria, si bien no conviene perder de vista que la
primaria tambien es vital en el despertar de las vocaciones correspondientes si el medio
6 Sirvan de ejemplo las tres siguientes: (a) T ABORl, Paul. HislOria de fa eSTllpidez humana. Buenos Aires: Siglo Veinte. 1995. 349 p; (b) CIPOLLA, Carlo M. Allegro rna non !roppo. Barcelona: Critica, 1998. 85 p; (c) VOL TES, Pedro. His/oria de La es/upidez humana. Madrid: Espasa-Calpe, 1999. 368 p. 7 ZAPATA V., Vladintir. "Se aprende etica en fa universidad? Medellin: Uni\'eI"Sidad de Antioquia, 2001. 15 p.
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familiar es favorable. Asi, el elhos comprende dos nichos debidarnente imbricados en la
cultura, tanto regional como mundial, a saber: El domestico y el academico. En cuanto a
este ultimo, es crucial la figura del adulto significativo, 0 sea, no cualquier docente
universitario puede serlo a la hora de forjar cientificos en agraz, puesto que, anota
certerarnente W agensberg8, solo puede transmitir el estimulo cientifico el que 10 ha
sentido. Sobre esto , Cajal, al preguntarse acerca de como se crea la vocacion irresistible
hacia la ciencia, postula la necesidad, desgraciadamenle harlo olvidada. de que el
profesor sugiera al alumno de c011linuo. no la11l0 con la palabra como con el ejel71plo.
la idea de goce soberano. de fa salisfa ccion suprema que produce el arrancar secrelos
a 10 desconocido} ' del \'incular el propio nombre a lina idea origin aria ." l11il9 Al fin y
al cabo, nadie puede dar de 10 que no tiene. Asi las cosas, asoma aqui el maestro cual
arquetipo, imponiendose, como sei'iala Zapata, el peso del modelo y la via para llegar a
eJ: La imilaciol7.
La via en cuesti6n eXlge, para el caso de la formaci6n de cientificos integros, el
arquetipo en el sentido estricto del termino, condicion que, hoy dia, es la excepcion en
el sene de la comunidad cientifica a causa de la infestaci6n de Cr<ipulas por doquiera Es
frecuente la proliferacion de articulos, sobre todo en los semanarios Science y Nalure, 10
mismo que en el diario Science Now. a proposito de la falta de integridad de no pocos
cientificos. Aparte de la pirateria intelectual, editorial y literaria, que abordaremos mas
adelante, abundan los casos de aspirantes a magister y doctor que, en el fondo , son
peones de biblioteca y laboratorio, al punto que los cientificos senior usurpan los frutos
de la labor investigadora de sus pupilos a fin de exhibirlos como trofeos "propios" en
congresos y seminarios por todo el mundo. Es todo un cancer que carcome la savia de la
instituci6n cientifica Por consiguiente, es menester preguntarse 10 que sigue: (,C6mo
cabe esperar que un cienlifico corrupto como el que mas este en posicion de formar para
10 superior a los cientificos en agraz? A todas luces, tal arnbiente es antipedag6gico en
el amplio senti do del termino. Entonces, he aqui una buena muestra de la ausencia de
los supuestos piagetianos de racionalidad y solidaridad que alimentan la regia,
sei'ialados por Zapata Asi las cosas, al no haber crecimiento en la consideraci6n y
adopci6n de la regIa en el seno de la comunidad cientifica, no se da desarrollo humane
8 W AGENSBERG, Jorge. Ideas para la imaginacion impwa: 53 reflexiones en su propia suslancia. Barcelona: Tusquets, ] 999. p] 26. 9 RAM6N Y CAJAL, Santiago. Los cOnicos de La volunuui: RegLas y consejos sobre invescigacion cientifica. 8 ed. Madrid: Espasa-Calpe, ] %3. P ]44.
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de signa positivo , segim el vocablo usado por Zapata en su ensayo. De aqui, por 10
tanto, la aparicion, hacia los Ultimos tiempos, de la Oficina de Integridad Cientifica en
los Estados Unidos de America del N0I1e 1o. Pero, hay otra cosa La pregunta previa
implica una segunda: Habida cuenta de la crisis descrita de la institucion cienrifica, uno
de cuyos escenarios es la universidad, aqui y en Vladivostok, (,es posible aprender etica
en el sene de la universidad? En principio, nos inclinamos por un rotundo no, con 10 que
percibimos una paradoja en la respuesta bifronte de Zapata al respecto . Intuye quien
esto escribe que el profesor Zapata acaso desconozca los sordidos intringulis de la crisis
antedicha, por 10 que convendra, en 10 que sigue de este ensayo, ampJiar detalles al
respecto.
(,Por que esta crisis etica en Occidente? El profesor Memo Anjel nos da una pista al
respecto l1 : La moral retigiosa esta impuesta por Dios, 0 sea, el hombre no ha tenido
ocasion de discurir con Dios por asi decirlo . De esta fonna, la propuesta de la moral de
hoy dia propugna por un pacto entre los hombres. Y un pacto tal , para efectos practicos,
no existe en el sene de la comllllidad cienrifica con motivo de la alta burocratizaclon de
la labor respectiva En suma, la nefasta divisa del publish or perish ha transfonnado la
investigacion cienrifica actual en una herpetica carrera de ratas , como asi la denomina
Mario Bunge l 2 No es tanto, como insinua Zapata, que el relativismo posmodemo tome
an6mica a la sociedad, como la implacable ferula del sistema capitalista, amo directo
del relativismo en cuesti6n. De todas maneras, segtin 10 argumentado por quien esto
escribe en el ensayo previo, evitemos la forja de quimeras de proyectos educati vos
universitarios en clave de amor, segtin el terrnino usado por el profesor Zapata La
condicion lupin a del hombre pulula por doquiera De facto , como afinna Voltes l3 , el
concepto de amor en Occidente data de la instauraci6n del cristianismo en el, y las
elaboraciones mentales respectivas consisten en tomar el amor por una situacion ins6lita
y un trastomo animico dentro del cual se adopta un talante peculiarmente il6gico y se
efecttian acciones que apenas se emprenden 0 comprenden en otros ambitos. Entonces,
(,que senti do tiene dicha quimera cuando 10 visceral prepondera sobre 10 cerebral') En
todo cas 0, la anterior objecion no invalida el rete de crear un ambiente humano tal en el
10 KEVLES, Daniel J. Las lecciones del caso Baltimore. En: Mundo Cienrifico. N° 206 (no\', 1 999)~ p 50-56. I I ANJEL R., Jose G. La otra historia. En: Radio Bolivariana, Medellin: (20, abr, 2(01). 12 BUNGE, Mario. La venganza del profesor postergado: Una tragedia contemporanea. En: EI Colombiano, Dominical, .Hedellin: (9, may, 1993)~ p 10-II. 13 VOLTES, op. cit., P 89.
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que los vaiores se "wan. A esto apunta la idea de transicion hacia una sociedad de
segunda ley sin renunciar a la vigencia del proyecto modemo, pues, al fin de cuentas,
como anota con tino Zapata, la razon esta al comienzo y es resultado en la edificacion
humana l4 Entre tanto, optemos por la etica del como si.
Etica es un vocablo multiforme y polisemico, como se puede apreciar en la revision
sucinta acomerida por Zapata l5 Ahora bien, desde el punto de vista del enfoque dado al
presente ensayo, adoptaremos una concepcion bifronte de la erica. En primera instancia,
el sentido de la etica como decencia, como caballerosidad tanto en la vida publica como
en la privada, esto es, la erica del genfleman 16 En segundo lugar, el pilar central de la
erica cientifica, que \Vagensberg sintetiza asi17 : La comprension publica de la ciencia
no es l1i un gramo menos traseendel7fe que fa eomprension que de la eieneia fienen los
eiel7f[fi cos. La primera eleccion obedece a su pertinencia para la figura augusta del
ingeniero antioqueiio en su matriz, cuyo ejemplo mas conspicuo a juicio de quien esto
escribe 10 consrituye . .:\.lejandro Lopez; la segunda, a la dimension cientifica que falta en
demasia en el mundo actual en esta era acientifica, sobre todo entre el gran publico y los
medios de comunicacion de masas . En suma, nos interesa aqui una concepcion de la
etica que no reduzca la sociedad al ideal del tennitero . De todas fo rmas , sea cual fuere
la concepcion que adoptemos al respecto, la erica, en su esencia la entenderemos como
arte de vivir bien, bueno y convenientemente, en armonia con la frase lapidaria del
profesor Zapata, en conjuncion con las tres condiciones de 10 humano, a saber :
Racionalidad, temura y comunicacion 18 En suma, el recto obrar fundado en la razon,
entendiendo por recto obrar al hombre en tanto ser responsable y social, con la norma de
la mana en tanto guia para la accion . En la oprica que traemos desde el anterior ensayo,
cabria pensar en la erica en relacion con la neguentropia social, si bien se impone ir con
cuidado con este \"ocablo ante el riesgo inherente al trasplante de vocablos H~cnicos
hacia otros campos. De momento, propongamoslo aqui como una altemariya mas para
comprender la esencia de la eticidad, altemariva en tanto hipotesis de trabajo . Despues
de todo, como sostiene Wagensberg, las hipofesis de frabajo son principios y. como
14 ZAPATA V. , Vladimir. Erica: EsenCla de La sociedad. Medellin: Uruversidad de Antioquia, 200 1. 16 p. l~ Ibid. 16 Ibid. 17 WAGENSBERG, op. cit. , P 48. 18 En lID sentido equinilente, cabe entender la etica en relacion con preguntas como las siguientes: (.Como me comporto correctamenle'> (.Como me comporto para no sentir miedo'> Y asi por el eSlilo.