el capitalismo mercantil y el feudalismo europeo en la edad moderna
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El Capitalismo Mercantil y El Feudalismo Europeo en La Edad ModernaTRANSCRIPT
A nuestros padres por su
constante apoyo incondicional, en
lo económico y moral para poder
ser buenos profesionales de éxito,
para el orgullo de nuestras
familias.
LOS ESTUDIANTES
INTRODUCCIÓN
A lo largo de este trabajo vamos a señalar las principales
características del hombre humanista de la Edad Moderna y a situarlos
dentro del contexto de la época. Para ello definiremos los rasgos más
sobresalientes de la Edad Moderna y sobre todo del humanismo, el cual
es el movimiento dentro del que sitúa este tipo de hombre.
A su vez, para observar cómo se aplicaban las diversas ideologías
y pensamientos en la vida de estos hombres, citaremos cuatro ejemplos
de distintos humanistas precedentes de distintos lugares, los cuales
reflejan de formas distintas las políticas que caracterizan a
este movimiento.
Hemos realizado una profunda investigación para contar con
la información suficiente para el desarrollo de este trabajo. Para ello
recurrimos a diferentes enciclopedias, y variadas páginas de Internet.
El humanista, como mencionamos anteriormente, surge en la Edad
Moderna, el cual es un período histórico que se enmarca entre la Edad
Media y la Edad Contemporánea; transcurre entre los siglos XVI y XVIII,
situando sus comienzos en torno a la caída de Constantinopla en 1453, al
descubrimiento de América en 1492, y al fenómeno cultural del
Renacimiento, en tanto que emplaza su final en el derrumbamiento de la
vieja monarquía y el proceso revolucionario iniciado en 1789.
El orden y la seguridad fueron considerados más importantes que
la libertad y los monarcas reconocieron su derecho divino para gobernar,
cuyo correlato era la obediencia ciega de sus súbditos. La
nueva política económica: mercantilismo, apoyaba la intervención estatal
por considerarla factor propicio para aumentar la prosperidad comercial.
LOS ESTUDIANTES
CAPITULO I
EL CAPITALISMO MERCANTIL EN LA EDAD MODERNA
1.1. ASPECTOS HISTÓRICOS:
La Crisis del Siglo XIV da fin a la Edad Media y causa una
importante convulsión en las estructuras socioeconómicas del sistema
feudal medieval. Los Siglos XV y XVI son el comienzo de la Modernidad o
Edad Moderna y se caracterizan por una serie de importantes
transformaciones sociales, culturales, económicas y políticas.
Estos cambios se producen en el marco de una larga transición del
modo de producción feudal al modo de producción capitalista que
abarca del siglo XIV al siglo XVIII.
Para comprender estas transformaciones de la Modernidad iremos
trabajando en distintos artículos las distintas facetas de estos procesos.
Comenzaremos ahora por ver un resumen de los cambios producidos en
la economía durante los inicios de la Edad Moderna, que podemos
caracterizar como el momento de desarrollo del capitalismo mercantil.
El origen etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea
de capital y su uso para la propiedad privada de los medios de
producción,7 8 sin embargo, se relaciona mayormente al capitalismo
como concepto con el intercambio dentro de una economía de
mercado que es su condición necesaria, y a la propiedad privada absoluta
o burguesa que es su corolario previo1. El origen de la palabra puede
remontarse antes de 1948 pero no es hasta 1860 que llega a ser una
corriente como tal y reconocida como término, según las fuentes escritas
de la época.
Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y
jurídica originada basada en una organización racional del trabajo, el
dinero y la utilidad de los recursos de producción, caracteres propios de
aquel sistema económico2. En el orden capitalista, la sociedad está
formada por clases socioeconómicas en vez de estamentos como son
propios del feudalismo y otros órdenes pre-modernos. Se distingue de
éste y otras formas sociales por la posibilidad de movilidad social de los
individuos, por una estratificación social de tipo económica, y por
una distribución de la renta que depende casi enteramente de la
funcionalidad de las diferentes posiciones sociales adquiridas en la
estructura de producción.
El nombre de sociedad capitalista se adopta usualmente debido al
hecho de que el capital como relación de producción se convierte dentro
de ésta en un elemento económicamente predominante. La discrepancia
sobre las razones de este predominio divide a las ideologías
1 C.Grimberg, "Esplendor del Arte Renacentista" en Historia Universal, Sociedad Editora Revista Ercilla Ltda., Bs.As, 1986. 2 John Maynard Keynes, La teoría general del empleo, el interés y el dinero, Aosta, 1998, pp. 22-23
políticas modernas: el enfoque liberal smithiano se centra en
la utilidad que el capital como relación social provee para la producción en
una sociedad comercial con una amplia división del trabajo, entendida
como causa y consecuencia de la mejora de la oferta de consumo y los
mayores ingresos por vía del salario respecto del trabajo autónomo,
mientras que el enfoque socialista marxista considera que el capital como
relación social es precedido (y luego retroalimentado) por una
institucionalizada imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse con
los propietarios de un mayor capital físico mediante el intercambio de
trabajo asalariado.
La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que
proveen de capital a la organización económica a cambio de un interés se
la describe como "capitalista", a diferencia de las funciones empresariales
cuyo éxito se traduce en forma de ganancia y de las gerenciales
ejecutadas a cambio de un salario. Vulgarmente se describe desde el
siglo XVIII como "burguesía" tanto a este conjunto social como al de los
empleadores de trabajo de una moderna sociedad industrial, pero
la burguesía se origina en las ciudades de la sociedad rural medieval y
está constituida por propietarios auto-empleados cuya naturaleza da
origen al capitalismo moderno3.
1.2. EL CAPITALISMO MERCANTIL
3 C.Grimberg, "El Renacimiento" en Historia Universal, Sociedad Editora Ercilla Ltda., Bs.As, 1986.
Sistema económico en el que los individuos privados y las
empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de
bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que
intervienen los precios y los mercados.
El capitalismo es un orden o sistema social y económico que deriva
del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta
de producción, que se encuentra mayormente constituido por relaciones
empresariales vinculadas a las actividades de inversión y obtención
de beneficios, así como de relaciones laborales tanto autónomas como
asalariadas subordinadas a fines mercantiles4.
En el capitalismo, los individuos, y/o empresas usualmente
representadas por los mismos, llevan a cabo la producción de bienes y
servicios en forma privada e independiente, dependiendo así de un
mercado de consumo para la obtención de recursos. El intercambio de los
mismos se realiza libremente a través del comercio, y por tanto la división
del trabajo se desarrolla en forma mercantil y los agentes económicos
dependen de la búsqueda de beneficio. La distribución se organiza, y las
unidades de producción se fusionan o separan, de acuerdo a una
evaluación constante de la eficiencia mediante un sistema de precios para
los bienes y servicios. A su vez, los precios se forman mayoritariamente
en un mercado libre que depende de la interacción entre una oferta y
4 C. Grimberg, "España y el Nuevo Mundo" en Historia Universal, Sociedad Editora Ercilla Ltda., Bs.As, 1986.
una demanda dadas por las elecciones de productores y consumidores, y
estos a su vez son necesarios para la coordinación ex-post de una
economía basada en el intercambio de mercancías.
1.3. DESARROLLO DEL CAPITALISMO MERCANTIL
Gran desarrollo del comercio (a partir de los cambios en la
producción agrícola) que impulsa la utilización y circulación de moneda.
La riqueza obtenida del comercio se utiliza como capital, es decir,
dinero que se invierte (en actividades comerciales o productivas)
para obtener más ganancias. Es un proceso que tiende a la
acumulación del capital por parte de la alta burguesía comercial y
financiera.
Se inicia una etapa de transición entre dos modos de producción:
el feudalismo (característico de la Edad Media) y el
nuevo capitalismo mercantil.
Surgimiento de nuevas formas de trabajo como el trabajo a
domicilio y el trabajo asalariado.
Se da una fuerte relación económica entre las zonas
rurales (campo) y urbanas (ciudad).
Se inician los viajes de exploración. Se incorporan a la economía
de las potencias europeas nuevos vínculos con dominios
coloniales (por ej. América o África), formándose una economía-
mundo caracterizada por relaciones desiguales entre un centro y
una periferia.
1.4. CARACTERÍSTICAS DEL CAPITALISMO:
El capitalismo, o más concretamente los sistemas económicos
capitalistas, se caracterizan por la presencia de unos ciertos elementos de
tipo socioeconómico, si un número importante de ellos está ausente el
sistema no puede ser considerado como propiamente capitalista.5 Entre
los factores que acaban haciendo que un sistema sea considerado
capitalista están:
El tipo de propiedad de los medios de producción y el tipo de acceso a
los factores de producción.
La presencia de dinero, capital y acumulación capitalista.
La presencia de mercados de capital y mercados financieros así como
el papel asignado a los mismos.
La existencia de salarios monetarios y una estructura de clases ligada
a las diferentes funciones dentro de la actividad económica.
Factores macroeconómicos varios.
En términos más descriptivos, los sistemas capitalistas son
sistemas socioeconómicos donde los activos de capital están
básicamente en manos privadas y son controlados por agentes o
personas privadas. El trabajo es proporcionado mediante el ofrecimiento
de salarios monetarios y la aceptación libre por parte de los empleados.
5 Clarín, "Diccionario Enciclopédico Ilustrado", Arte Gráfico Editorial Argentina S.A., Buenos Aires, 1997.
La actividad económica frecuentemente está organizada para
obtener un beneficio neto que permita a las personas propietarias que
controlan los medios de producción incrementar su capital. Los bienes y
servicios producidos son además distribuidos mediante mecanismos de
mercado. Si bien todos los sistemas capitalistas existentes presentan un
mayor o menor grado de intervención estatal y se alejan por diversas
razones del modelo de mercado idealmente competitivo, razón por la cual
se definen conceptos como la competitividad o el índice de libertad
económica, para caracterizar hasta que punto difieren unos sistemas
capitalistas de otros
1.5. CAPITAL, TRABAJO Y RÉGIMEN DE PROPIEDAD
En los sistemas capitalistas la titularidad de la mayor parte
de medios de producción es privada, entendiéndose por esto su
construcción sobre un régimen de bienes de capital industrial y de
tenencia y uso de la tierra basado en la propiedad privada6. Los medios
de producción operan principalmente en función del beneficio y en la que
los intereses directivos. Se acepta que en un sistema capitalista, la mayor
parte de las decisiones de inversión de capital están determinadas por las
expectativas de beneficio, por lo que la rentabilidad del capital invertido
tiene un papel muy destacado en la vida económica. Junto con el capital,
el trabajo se refiere al otro gran conjunto de elementos de producción
(algunos autores añaden un factor tradicionalmente llamado "tierra" que
6 Shigeto Tsuru, Institutional Economics Revisited, University of Cambridge, 1993, p. 26.
en términos generales puede representar cualquier tipo de "recurso
natural")7. El papel decisivo del trabajo, junto el capital, hacen que uno de
los aspectos importantes del capitalismo sea la competencia en el
llamado mercado de trabajo asalariado.
Sobre la propiedad privada, los sistemas capitalistas tienden a que
los recursos invertidos por los prestadores de capital para la producción
económica, estén en manos de las empresas y personas particulares
(accionistas). De esta forma a los particulares se les facilita el uso,
empleo y control de los recursos que se utilizan la producción de bienes y
servicios. En los sistemas capitalistas se busca que no existan
demasiadas restricciones para las empresas sobre como usar mejor sus
factores de producción (capital, trabajo, recursos disponibles).
Entre las características generales del capitalismo se encuentra la
motivación basada en el cálculo costo-beneficio dentro de una economía
de intercambio basada en el mercado, el énfasis legislativo en la
protección de un tipo específico de apropiación privada (en el caso del
capitalismo particularmente lockeano), o el predominio de las
herramientas de producción en la determinación de las formas
socioeconómicas.
1.6. CONTRATO LIBRE, GANANCIAS Y MOVILIDAD SOCIAL
7 Fernand Braudel, La dinámica del capitalismo, Fondo de Cultura Económica, 2006, pp. 52-55
El capitalismo se considera un sistema económico en el cual el
dominio de la propiedad privada sobre los medios de producción
desempeña un papel fundamental. Es importante comprender lo que se
entiende por propiedad privada en el capitalismo ya que existen múltiples
opiniones, a pesar de que este es uno de los principios básicos del
capitalismo: otorga influencia económica a quienes detentan la propiedad
de los medios de producción (o en este caso el capital), dando lugar a una
relación voluntaria de funciones y de mando entre el empleador y el
empleado. Esto crea a su vez una sociedad de clases móviles en relación
con el éxito o fracaso económico en el mercado de consumo, lo que
influye en el resto de la estructura social según la variable de capital
acumulada; por tal razón en el capitalismo la pertenencia a una clase
social es movible y no estática.
Las relaciones económicas de producción y el origen de la cadena
de mando –incluyendo la empresaria por delegación– es establecida
desde la titularidad privada y exclusiva de los propietarios de
una empresa en función de la participación en su creación en tanto
primeros propietarios del capital. La propiedad y el usufructo queda así en
manos de quienes adquirieron o crearon el capital volviendo interés su
óptima utilización, cuidado y acumulación, con independencia de que la
aplicación productiva del capital se genere mediante la compra del
trabajo, esto es, el sueldo, realizado por los asalariados de la empresa.
Una de las interpretaciones más difundidas señala que en el
capitalismo, como sistema económico, predomina el capital - actividad
empresarial, mental - sobre el trabajo - actividad corporal - como elemento
de producción y creador de riqueza. El control privado de los bienes de
capital sobre otros factores económicos tiene la característica de hacer
posible negociar con las propiedades y sus intereses a través de rentas,
inversiones, etc. Eso crea el otro distintivo del capitalismo que es el
beneficio o ganancia como prioridad en la acción económica en función
de la acumulación de capital que por vía de la compra del trabajo puede
separarse del trabajo asalariado.
1.7. LIBRE MERCADO, EMPRESAS Y COMPETENCIA:
El capitalismo se basa ideológicamente en una economía en la cual
el mercado predomina, esto usualmente se da, aunque existen
importantes excepciones además de las polémicas sobre qué debe ser
denominado libre mercado o libre empresa. En éste se llevan a cabo las
transacciones económicas entre personas, empresas y organizaciones
que ofrecen productos y las que los demandan. El mercado, por medio de
las leyes de la oferta y la demanda, regula los precios según los cuales se
intercambian las mercancías (bienes y servicios), permite la asignación de
recursos y la distribución de la riqueza entre los individuos.
La libertad de empresa propone que todas las empresas sean
libres de conseguir recursos económicos y transformarlos en una nueva
mercancía o servicio que será ofrecido en el mercado que éstas
dispongan. A su vez, son libres de escoger el negocio que deseen
desarrollar y el momento para entrar o salir de éste. La libertad de
elección se aplica a las empresas, los trabajadores y los consumidores,
pues la empresa puede manejar sus recursos como crea conveniente, los
trabajadores pueden realizar un trabajo cualquiera que esté dentro de sus
capacidades y los consumidores son libres de escoger lo que desean
consumir, buscando que el producto escogido cumpla con sus
necesidades y se encuentre dentro de los límites de su ingreso. Esto en
un contexto teórico capitalista es denominado cálculo económico.
Competencia se refiere a la existencia de un gran número de
empresas o personas que ofrecen y venden un producto (oferentes) en un
mercado determinado. En dicho mercado también existe un gran número
de personas o empresas (demandantes), las cuales, según sus
preferencias y necesidades, compran o demandan esos productos o
mercancías8. A través de la competencia se establece una «rivalidad» o
antagonismo entre productores. Los productores buscan acaparar la
mayor cantidad de consumidores/compradores para sí. Para conseguir
esto, utilizan estrategias de reducción de precios, mejoramiento de la
calidad, etc.
8 Eduardo Cordero Quinzacara y Eduardo Aldunate Lizana, «Evolución histórica del concepto de propiedad», Revista de estudios histórico-jurídicos, Valparaíso, ISSN 0716-5455, Nº 30, 2008
1.8. PASO DEL CAPITALISMO DE PRODUCCIÓN AL CAPITALISMO DE
CONSUMO:
Colapso del modelo basado en la producción.
Expansión social del ocio.
Separación de propiedad y producción: economía financiera.
Desarrollo tecnológico: se amplía el tiempo de vida social.
Grandes urbes.
Reorientación hacia el consumo.
1.9. LA EMPRESA POR SOCIEDAD DE CAPITALES:
El tipo de empresa actual suele resultar de una asociación. A
principios del siglo XIX, las empresas eran generalmente de un individuo
que invertía en ellas capitales, fueran éstos propios o procedentes de
préstamos, y los ponía al servicio de una capacidad técnica, que
generalmente él mismo tenía. Sin embargo, el posterior desarrollo o auge
del capitalismo demostraron claramente la superioridad de la empresa,
que supera los límites de la personalidad individual o de la continuidad
familiar. Este sistema permite al mismo tiempo agrupar capacidades que
se completan y disociar las aportaciones de capital de las aptitudes
puramente técnicas, antes confundidas. Hay que distinguir dos grandes
categorías de sociedades:
1. Las de personas, constituidas por un pequeño número de individuos
que aportan al fondo social capitales, llamados (partes) o capacidades
técnicas (caso del socio industrial opuesto al capitalista), que, como
son en realidad fracciones casi materiales de la empresa no pueden
ser cedidas sin el acuerdo de los copartícipes;
2. Las de capitales, en las que las partes llamadas (acciones),se
consideran como simples pruebas materiales de la aportación de
cierto capital por los asociados, en general numerosos y tienen por
tanto la posibilidad de transmitirse o negociarse libremente en la bolsa
de valores.
1.10. CRECIMIENTO ECONÓMICO:
Teóricos y políticos han enfatizado la habilidad del capitalismo para
promover el crecimiento económico buscando aumentar los beneficios, tal
como se mide por el Producto Interno Bruto (PIB), utilización de la
capacidad instalada o calidad de vida. Este argumento fue central, por
ejemplo, en la propuesta de Adam Smith de dejar que el libre mercado
controle los niveles de producción y de precio, y distribuya los recursos.
Sostienen que el rápido y consistente crecimiento de los
indicadores económicos mundiales desde la revolución industrial se debe
al surgimiento del capitalismo moderno. Mientras que las mediciones no
son idénticas, aquellos que están a favor argumentan que incrementar el
PIB (per capita) ha demostrado empíricamente una mejora en la calidad
de vida de las personas, tal como mejor disponibilidad de alimentos,
vivienda, vestimenta, atención médica, reducción de horas de trabajo, y
libertad de trabajo para niños y ancianos.
Gracias a la especialización de la agricultura, se produce un
aumento de la producción existente, y la actividad comercial de materias
primas aumenta. La consecuencia de este hecho, es el incremento de la
circulación de capital, que fue un estímulo a la banca, y por tanto de la
riqueza de la sociedad, aumentando el ahorro y con ello la inversión. Este
fue el origen de la banca actual, la cual tenía dos funciones: prestar
el dinero que custodiaban a cambio de un interés y la emisión de
"promesas de pago al contado al portador" que circulaban como dinero.
Argumentos favorables al capitalismo también afirman que una
economía capitalista brinda más oportunidades a los individuos de
incrementar sus ingresos a través de nuevas profesiones o negocios que
otras formas de economía. Según esta manera de pensar, este potencial
es mucho mayor que en las sociedades feudales o tribales o en las
sociedades socialistas.
1.11. ORGANIZACIONES POR INTERÉS INDIVIDUAL:
Cada uno de los actores del mercado actúa según su propio
interés; por ejemplo, el empleador, quien posee los recursos y el capital,
busca la maximización del beneficio propio por medio de la acumulación y
producción de los recursos; los empleados, quienes venden su trabajo (el
salario) a su empleador; y, por último, los consumidores, quienes buscan
obtener la mayor satisfacción o utilidad adquiriendo lo que quieren y
necesitan en función a la calidad del producto o la cantidad de su precio.
El capitalismo puede organizarse a sí mismo como un sistema
complejo sin necesidad de un mecanismo de planeamiento o guía
externa.9 A este fenómeno se lo llama laissez faire. En un proceso de este
tipo la búsqueda de beneficios tiene un rol importante. A partir de las
transacciones entre compradores y vendedores emerge un sistema de
precios, y los precios surgen como una señal de cuáles son las urgencias
y necesidades insatisfechas de las personas. La promesa de beneficios
les da a los emprendedores el incentivo para usar su conocimiento y
recursos para satisfacer esas necesidades. De tal manera, las actividades
de millones de personas, cada una buscando su propio interés, se
coordinan y complementan entre sí.
1.12. LIBERALISMO Y ROL DEL ESTADO:
La doctrina política que históricamente ha encabezado la defensa e
implantación de este sistema económico y político ha sido
9 Richard Pipes, Propiedad y libertad, Fondo de Cultura Económica, 1999, pp. 72-73 y 157-160
el liberalismo económico y clásico del cual se considera sus padres
fundadores a John Locke, Juan de Mariana y Adam Smith. El
pensamiento liberal clásico sostiene en economía que la intervención
del gobierno debe reducirse a su mínima expresión. Sólo debe
encargarse del ordenamiento jurídico que garantice el respeto de la
propiedad privada, la defensa de las llamadas libertades negativas: los
derechos civiles y políticos, el control de la seguridad interna y externa
(justicia y protección), y eventualmente la implantación de políticas para
garantizar el libre funcionamiento de los mercados, ya que la presencia
del Estado en la economía perturbaría su funcionamiento. Sus
representantes contemporáneos más prominentes son Ludwig von
Mises y Friedrich Hayek por parte de la llamada Escuela austríaca de
economía; George Stigler y Milton Friedman por parte de la
llamada Escuela de Chicago, existiendo profundas diferencias entre
ambas.
Existen otras tendencias dentro del pensamiento económico que
asignan al Estado funciones diferentes. Por ejemplo los que adscriben a
lo sostenido por John Maynard Keynes, según el cual el Estado puede
intervenir para incrementar la demanda efectiva en época de crisis.
También se puede mencionar a los politólogos que dan al Estado y a
otras instituciones un rol importante en controlar las deficiencias del
mercado (una línea de pensamiento en este sentido es el
neoinstitucionalismo).
1.13. TIPOS DE SISTEMAS CAPITALISTAS
Como se ha indicado anteriormente, existen distintas variantes del
capitalismo que se diferencian de acuerdo a la relación entre el mercado,
el Estado y la sociedad. Por supuesto, todas comparten características
como la producción de bienes y servicios por beneficio, asignación de
recursos basada principalmente en el mercado, y estructuración en torno
a la acumulación de capital10. Es importante destacar que entre los
círculos ligados a la Escuela Austríaca de Economía y al Objetivismo se
conoce como "capitalismo" a su variante más pura, el laissez faire. Los
principales tipos de capitalismo son:
1.13.1. Mercantilismo:
Esta es una forma nacionalista del capitalismo temprano que nació
aproximadamente en el siglo XVI. Se caracteriza por el entrelazamiento
de intereses comerciales de interés para el Estado y el imperialismo y,
consecuentemente, por el uso del aparato estatal para promover las
empresas nacionales en el extranjero. Un buen ejemplo lo entrega el caso
del monopolio comercial impuesto por España a sus colonias en 1504
prohibiéndoles comerciar con otras naciones.
El mercantilismo sostiene que la riqueza de las naciones se
incrementa a través de una balanza comercial positiva (en que las
10 Joseph Lajugie, Los sistemas económicos, Eudeba, 1987, pp. 13-14
exportaciones superan a las importaciones). Corresponde a la fase de
desarrollo capitalismo llamada Acumulación originaria de capital.
1.13.2. Capitalismo de libre mercado:
El capitalismo laissez-faire se caracteriza por contratos voluntarios
en ausencia de intervención de terceros (como pudiere ser el Estado). Los
precios de los bienes y servicios son establecidos por la oferta y la
demanda, llegando naturalmente a un punto de equilibrio. Implica la
existencia de mercados altamente competitivos y la propiedad privada de
los medios de producción. El rol del Estado se limita a la producción de
seguridad y al resguardo de los derechos de propiedad.
1.13.3. Economía social de mercado:
En este sistema la intervención del Estado en la economía es
mínima, pero entrega servicios importantes en cuanto a la seguridad
social, prestaciones de desempleo y reconocimiento de derechos
laborales a través de acuerdos nacionales de negociación colectiva. Este
modelo es prominente en los países de Europa occidental y del norte,
aunque variando sus configuraciones. La gran mayoría de las empresas
son de propiedad privada.
1.13.4. Capitalismo corporativo:
Caracterizado por la dominación de corporaciones jerárquicas y
burocráticas. El término "capitalismo monopolista de Estado" fue
originalmente un concepto Marxista para referirse a una forma de
capitalismo en que la política de estado es utilizada para beneficiar y
promover los intereses de corporaciones dominantes mediante la
imposición de barreras competitivas y la entrega de subsidios.
1.13.5. Economía mixta:
Una economía mixta está basada en gran medida en el mercado,
y consiste en la convivencia de la propiedad privada y la propiedad
pública de los medios de producción, y en el intervencionismo a través de
políticas macroeconómicas destinadas a corregir los posibles fallos de
mercado, reducir el desempleo y mantener bajos los niveles de inflación.
Los niveles de intervención varían entre los diferentes países, y la
mayoría de las economías capitalistas son mixtas hasta cierto punto.
En términos políticos informales se considera que los sistemas
capitalistas son opuestos a los sistemas de inspiración socialista.
Presuntamente los sistemas socialistas difieren de los sistemas
capitalistas en varias maneras: propiedad pública de los medios de
producción, los recursos monetarios obtenidos mediante la producción
pueden ser utilizados con fines sociales no relacionados con la inversión o
la obtención de beneficios. En muchos sistemas históricos de inspiración
socialista muchas decisiones importantes de producción fueron
directamente planificadas por el estado lo cual dio lugar a sistemas
de economía planificada.
1.14. CRÍTICAS AL CAPITALISMO
Parte de la crítica al capitalismo es la opinión de que es un sistema
caracterizado por la explotación intraeconómica (a diferencia del
esclavismo y el feudalismo) de la fuerza de trabajo del hombre al
constituir el trabajo como una mercancía más. Esta condición sería su
principal contradicción: Medios de producción privados con fuerza de
trabajo colectiva, de este modo, mientras en el capitalismo se produce de
forma colectiva, el disfrute de las riquezas generadas es privado, ya que
el sector privado "compra" el trabajo de los obreros con el salario.
1.14.1. Marxismo:
Para el materialismo histórico (el marco teórico del marxismo), el
capitalismo es un modo de producción.
Esta construcción intelectual es originaria del pensamiento de Karl
Marx (Manifiesto Comunista, 1848, El Capital, 1867) y deriva de
la síntesis y crítica de tres elementos: laeconomía clásica inglesa (Adam
Smith, David Ricardo y Thomas Malthus), la filosofía idealista alemana
(fundamentante la dialéctica hegeliana) y el movimiento obrero de la
primera mitad del siglo XIX (representado por autores que Marx calificaba
de socialistas utópicos).
1.14.2. Capitalismo e imperialismo:
Los críticos del capitalismo lo responsabilizan de generar
numerosas desigualdades económicas. Tales desigualdades eran muy
acusadas durante el siglo XIX, sin embargo, a lo largo de la
industrialización (principalmente en el siglo XX) se experimentaron
notables mejorías materiales y humanas. Los críticos del capitalismo
(John A. Hobson, Imperialism, a study, Lenin El imperialismo, fase
superior del capitalismo) señalaron desde finales del siglo XIX que tales
avances se obtuvieron por un lado a costa del colonialismo, que permitió
el desarrollo económico de las metrópolis, y por otro lado gracias
al Estado del Bienestar, que suavizó los efectos negativos del capitalismo
e impulsó toda una serie de políticas cuasisocialista.
1.14.3. El mercado como institución no natural:
Desde una perspectiva no estrictamente marxista, Karl Polanyi (La
gran transformación, 1944) insiste en que lo crucial en la transformación
capitalista de economía, sociedad y naturaleza fue la conversión
en mercancía de todos los factores de producción (tierra, o naturaleza
y trabajo, o seres humanos) en beneficio del capital.
1.14.4. Capitalismo como religión:
Capitalismo como religión es un escrito póstumo de 1921
del filósofo alemán Walter Benjamin que contiene una críticas profunda al
capitalismo. El texto indaga en la naturaleza religiosa del capitalismo
como una dogmática inhumana: la identificación del pecado y
la culpa religiosa y la deuda impuesta por el capitalismo (el término
alemán utilizado en el escrito Schuld significa a la vez deuda y culpa.
Para Michael Löwy el escrito es una lectura anticapitalista de Max Weber.
1.14.5. Ecologismo:
La crítica ecologista argumenta que un sistema basado en el
crecimiento y la acumulación constante es insostenible, y que acabaría
por agotar los recursos naturales del planeta, muchos de los cuales no
son renovables. Más aún si el consumo de estos recursos es desigual
entre los países y en sus respectivas clases económicas. Hasta hace
algunas décadas, se pensaba que los recursos naturales eran
virtualmente inagotables y que la contaminación, pérdida de la
biodiversidad y de paisajes eran costes asumibles del progreso.
Actualmente existen dos tendencias principales relacionadas con la
crítica ecologista: aquella que defiende un desarrollo sostenible de la
economía (que consistiría en adaptar el actual modelo al nuevo problema
medioambiental), y otra que defiende un decrecimiento de la economía
(que apunta directamente a nuevos sistemas de organización económica).
Como contraparte al ecologismo colectivista, surge el ecologismo
de mercado con base en la libertad individual11. Este ecologismo plantea
11 Capitalismo», TheFreeDictionary.com. Fuente: Diccionario Enciclopédico Vox, tomo 1, Larousse Editorial, 2009. Consultado el 16 de junio de 2011
la protección de los ecosistemas desde el punto de vista del capitalismo
libertario, los libertarios dicen que una definición de la propiedad privada
en todos los recursos escasos, cada recurso escaso es usado más
eficientemente y por lo tanto es regulado por el mercado, de igual manera
el propietario siempre está interesando de que su tierra y animales estén
sanos, usan el ejemplo de la privatización de los elefantes en Kenia y la
recuperación de la población de estos para demostrar que una economía
de mercado con propiedad privada, siempre tiene interés en un
ecosistema sano, desde el punto de vista de los libertarios, cuando no hay
derechos de propiedad definidos ocurre la denominada tragedia de los
comunes, donde el recurso es usado por todos de manera irresponsable y
este se agota.
CAPITULO II
EL FEUDALISMO EUROPEO EN LA EDAD MODERNA
2.1. ANTECEDENTES
Progresivamente se va reduciendo la protección feudal y
eclesiástica, comenzando a tomar cuerpo la beneficencia pública. La
beneficencia pública, a diferencia de la caridad, no es ejercida por la
Iglesia o por ciudadanos con medios económicos, el protagonismo
principal pasa a ser ocupado por los ayuntamientos12. Esta acción pública
tiene dos caras, por un lado trata de reprimir la pobreza y la mendicidad
ampliándose la legislación represora de épocas anteriores; por otro, se
comienza a pensar que el hombre desvalido no puede quedar a merced
de las ayudas de sus semejantes, ni de las instituciones y, por tanto, se
necesita establecer una ayuda social pública que pueda cubrir las
situaciones de necesidad. Este interés cristaliza en las leyes de
beneficencia, siendo el ayuntamiento de Brujas en 1526 el primer
organismo público que convierte la asistencia caritativa a los pobres en el
primer plan municipal de beneficencia pública (Heras, 1988).
La beneficencia supone una forma de superación de la caridad,
ahora bien, no podemos olvidar que la beneficencia está basada en el
simple altruismo o generosidad del benefactor, este carácter altruista
implica discrecionalidad de la ayuda solicitada, continuando la asistencia
12 Paul Lafargue, «Feudal Property» and «Bourgeois Property», The Evolution of Property, caps. VI & V.
sin ser un derecho propio del ciudadano y manteniéndose como una
acción graciable. España asume tardíamente la beneficencia y no es
hasta 1849 cuando se decreta la Ley General de Beneficencia.
2.2. EL FEUDALISMO EN EUROPEO EN LA EDAD MEDIA:
El feudalismo fue un sistema social y político que surgió a principios
de la Edad Media y se desarrolló e instaló en Europa durante varios siglos
(siglos altomedievales), aunque en constante evolución.
Como ocurre con todas las formas sociales nuevas, el feudalismo se
desarrolló adoptando muchos aspectos del orden antiguo, ajustándolos a
las necesidades presentes.
Esta nueva sociedad surgió en respuesta a presiones exteriores e
interiores que actuaban sobre el sistema anterior. Los procesos de esta
índole rara vez son el resultado de decisiones formales, sino la solución
que los hombres dan a unas circunstancias ambientales cambiantes, lo
que es particularmente cierto en el caso del feudalismo, al que dio paso el
decadente sistema romano en su última fase.
En efecto, para entender la implantación del feudalismo hay que
recordar la evolución de los últimos siglos del Imperio Romano. El fuerte y
centralizado poder estatal del alto imperio y la sociedad urbana romana
dejó paso a un progresivo debilitamiento de la autoridad y una ruralización
en aumento de la población
En este contexto, la necesidad más acuciante de la sociedad
tardorromana y de la de los primeros tiempos medievales era la
protección: protección contra los invasores bárbaros, los bandidos y
los campesinos en rebelión.
El aparato estatal, antes poderoso, era ahora demasiado débil para
cumplir con sus obligaciones; en su decadencia, se veía incapaz de hacer
justicia y proporcionar paz y protección a los ciudadanos.
En tales circunstancias, el pueblo se vio obligado a establecer por si
mismo la forma de organizarse y generar un sistema donde la seguridad
fuese el elemento prioritario.
2.3. LA ENCOMENDACIÓN Y EL FEUDO
La antigua tradición romana del patrocinio era una relación entre dos
hombres libres. Mediante el acto de la encomendación, un hombre
libre se colocaba bajo la protección de un señor, a quien el encomendado
debía servir y respetar a cambio desostenimiento y protección. Esta
situación dio lugar más tarde a contratos escritos que regulaban el grado
de compromiso de ambas partes.
Ante la existencia de peligros reales, la encomendación se convirtió
en feudo, o cesión13. El hombre libre cedía sus tierras y su libertad a un
noble con recursos para la guerra, a cambio de protección; en otras
palabras cambiaba su libertad por seguridad.
Las malas comunicaciones, los caminos casi intransitables,
contribuyeron al aislamiento y a la división de las comunidades
medievales europeas. Aunque seguían existiendo residuos del
antiguo poder central en forma de monarquías, las órdenes de los reyes
no iban más allá de los muros de palacio. Europa era literalmente un
conglomerado de miles de campamentos armados semiindependientes.
Estas divisiones no podían durar por tiempo indefinido. Todo el
Occidente europeo vivía en una amenaza constante. Al sur, los
musulmanes representaban un grave peligro; al este ocurría lo mismo con
los ejércitos hunos, mongoles y eslavos. Los vikingos saqueaban
prácticamente sin oposición las costas del norte en los siglos IX y X.
Ofrecer protección ante tan intensos peligros era algo que
sobrepasaba la capacidad incluso de los más poderosos señores
feudales. Para hacer frente a tales amenazas surgió una compleja red de
relaciones, en la que todos prestaban fidelidad y obediencia a alguien
más poderoso, hasta llegar al monarca, que lo hacía ante Dios.
13 La era del Capital, 1848 - 1875. Biblioteca E.J. Hobsbawm de Historia Contemporanea. Grupo Editorial Planeta. 5 ta. ed. Buenos Aires: Crítica 2006.
Como contrapartida por la ayuda recibida, existía el compromiso de
ofrecer un determinado número de hombres para servicios militares,
siempre que se les requiriese para ello.
2.4. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL FEUDALISMO:
La mala prensa que en los tiempos contemporáneos ha tenido el
feudalismo (paradigma de la tiranía de los poderosos sobre los humildes)
se debe a que la producción agrícola fue en muchos
casos insuficientes para ser útil al sistema, lo que provocó hambruna.
La rudimentaria agricultura de la época y el ineficiente sistema de
cultivo no permitían la acumulación de reservas, Si las cosechas fallaban,
lo que ocurría a menudo, el hambre hacía en seguida su aparición.
Y es que si bien los campesinos tenían tierras como parte del
contrato feudal, su primera responsabilidad era ocuparse del ganado y de
las cosechas de su señor. Si la tormenta o el fuego las amenazaban, la
primera que había que poner a salvo era la del señor.
Por ello el agricultor tenía que esforzarse denodadamente en
producir lo suficiente para mantener a su familia y además asegurar el
alimento de la nobleza y al clero, que no eran productores. Esto no
siempre se conseguía, generando la citada pobreza y hambre entre la
población base de la sociedad.
Pero no hay que ver en el feudalismo medieval en Europa sólo bajo
este prisma completamente negativo.
Para empezar, la sensación de pérdida de libertad era relativa pues
las comunidades de la Alta Edad Media en Europa eran bastante cerradas
y viajar suponía pasar de una comunidad cerrada a otra igual por unos
malos caminos y en constante peligro de ataque.
Además, si el feudalismo impuso al siervo la obligación del servicio
prioritario a su señor, impuso también a éste la obligación de ayudar al
siervo en momentos de necesidad y de guerra, lo que era bastante
frecuente.
Afortunadamente, la autoridad de la Iglesia sobre los poderes
temporales y el fenómeno de las peregrinaciones permitió cierta libertad
de tránsito de unas comunidades a otros con fines religiosos (por ejemplo
para realizar viajes de penitencia a un monasterio o catedral donde se
guardaban reliquias)14 y éste fue el punto de arranque de una nueva
sociedad en la que el movimiento de gentes, comercio, ideas nuevas, etc.
se hacía mayor.
Éste es el inicio de una sociedad que se fue renovando y
modernizando (no hay que olvidar el llamado "renacimiento románico" del
siglo XI) hasta alcanzar la plenitud en el siglo XII y XIII.
2.5. LA CRISIS DE LA SOCIEDAD FEUDAL
14 Ludwig von Mises, «El capitalismo», La acción humana, Unión Editorial, 1995, pp. 322-328
La sociedad feudal, durante el siglo XIV sufrió una grave crisis
debido a un descenso demográfico generado por el retroceso de la
producción agraria (malas cosechas, guerras, mal clima), lo cual produjo
una escasez y carestía de alimentos, y las consecuentes hambrunas y
epidemias por una mal alimentación e higiene de la población, donde
cabe destacar la PESTE NEGRA, una peligrosa infección bacteriana que
provocaba dolorosas lesiones de aspecto negruzco que exudaba sangre y
pus, y que afectó a Europa a partir de 1348.
Esta crisis influyó en la relación entre los señores feudales y los
siervos, donde a los primeros les disminuyó la población campesina y les
fue más difícil obtener los tributos de sus siervos o retenerlos en sus
tierras. También, a consecuencia de las prolongadas guerras por el
continente, la población se redujo mucho aún más.
Otro factor que influyó en la crisis del feudalismo fue el cisma
religioso: la división de la Iglesia Católica, llegando a haber dos Papas al
mismo tiempo; lo cual hizo que la gente perdiera la fe en el cristianismo y
buscara en otros lados soluciones más eficaces a sus problemas.
Estas situaciones ocurridas durante el siglo XIV y XV originaron las
reformas ocurridas en la sociedad europea. Se generó un conflicto entre
dos fuerzas opuestas (la búsqueda de lo nuevo y reforma de lo viejo)
donde la expansión del comercio y del poder económico de los
burgueses, junto con las disconformidades de los campesinos con
su nivel de vida, eran dos fuerzas sociales que potenciaban la crisis del
feudalismo.15 La aristocracia de los señores, principales beneficiarios del
orden feudal, reaccionó para conservar sus privilegios.
Este conflicto fue el origen del mundo moderno. Los cambios a partir
del siglo XV no siguieron una sola dirección. No resultó fácil modificar la
rígida sociedad feudal. Muchos europeos actuaron en favor de ese
cambio, pero otros tenían fuertes intereses para que el antiguo orden se
mantuviera.
2.5.1. Las nuevas formas de organizar el trabajo rural y urbano:
A lo largo del siglo XV la agricultura europea se reconstituyó.
Muchas de las tierras abandonadas durante la crisis del siglo XIV fueron
puestas otra vez en producción y se incorporaron otras nuevas. Una gran
novedad fue que los productos rurales se convirtieron en una atracción
para los hombres de negocios, quienes comenzaron a invertir su
dinero en la compra de tierras. La comercialización de esos productos
tuvo un gran impulso debido al aumento de sus precios. La producción
rural comenzó a ser vista como un negocio, como una fuente de
enriquecimiento, por parte de algunos comerciantes urbanos y
propietarios de tierras.
El país europeo en el que más se notaron estos cambios fue
Inglaterra. Muchos propietarios se interesaron por comercializar lo que se
producía en sus tierras. Esto los llevó a introducir innovaciones técnicas
15 Oskar Lange, «El principio económico como producto histórico de la empresa capitalista», La economía en las sociedades modernas, Grijalbo, 1966, pp. 70-73
para aumentar la productividad. En muchos casos los adelantos técnicos
provocaban desocupación, ya que reducían la necesidad de mano de
obra. Por lo tanto, gran cantidad de campesinos se vieron obligados a
abandonar sus tierras, condenados a refugiarse en los bosques o a
emigrar a las ciudades para hallar un modo de subsistencia.
Estas transformaciones en la producción agrícola hicieron más
profunda la desorganización de la sociedad feudal.
Un cambio fundamental comenzó a gestarse en la Europa de los
siglos XV y XVI. El trabajo rural, orientado hasta entonces exclusivamente
hacia la autosubsistencia, comenzó a organizarse en una forma diferente,
orientada hacia el comercio. Los señores se propusieron obtener un
excedente de producción cada vez mayor para venderlo en el mercado.
Pero la economía continuó siendo básicamente agrícola: permanecieron
los señoríos y [os campesinos sobrevivieron tan pobremente como antes.
Estas transformaciones comenzaron en los campos ingleses.
En las ciudades la mayor parte de la producción artesanal siguió
controlada por los gremios. Con su rígida estructura de maestros oficiales
y aprendices, los gremios fijaban los precios, la cantidad y la calidad de
los productos. Pero a partir del siglo XVI en algunas ciudades europeas
hubo cambios en la producción artesanal. Algunos gremios entre ellos el
textil comenzaron a producir mayor cantidad de artículos de menor
calidad y menor valor que los que producían anteriormente.
Los artesanos de Inglaterra y Flandes se especializaron en la
producción de paños de lana, mientras que las ciudades italianas
mantuvieron su producción de telas de seda de alta calidad. La lana para
la producción de paños provenía de las zonas rurales de Inglaterra y
España, en donde cada vez fue mayor la extensión de tierras dedicadas a
la cría de ovejas.
Otro cambio que permitió aumentar el volumen de la producción
artesanal para el mercado fue que algunos comerciantes urbanos
emplearon como mano de obra artesanos que vivían en las zonas rurales.
Producían distintos tipos de manufacturas y luego esta producción era
vendida por esos comerciantes en los mercados urbanos. Así el trabajo
urbano se relacionaba con el rural: el crecimiento del comercio en las
ciudades provocó modificaciones en la economía rural.
CAPITULO IIIRENACIMIENTO Y HUMANISMO
3.1. HUMANISMO
Dentro del contexto anteriormente descripto surge el humanismo, el
cual es un movimiento desarrollado en Europa desde el siglo XVI que
rompió con las tradiciones escolásticas medievales y exaltó las cualidades
humanas, por lo que comenzó a dar sentido racional a la vida. Es decir,
se pone énfasis en la responsabilidad del propio hombre para darle
sentido a su vida, sin recurrir a la existencia de un mundo trascendental o
un dios. Como consecuencia se considera al hombre como centro y
medida de todas las cosas.
Desde un punto de vista filosófico el humanismo es una actitud que
hace hincapié en la dignidad y el valor de la persona. Uno de
sus principios básicos es que las personas son seres racionales que
poseen en si mismas capacidad para hallar la verdad y practicar el bien.
El término humanismo se utiliza también con gran frecuencia para
describir el movimiento literario y cultural, ya que una persona que se
dedica al estudio de las letras y las artes es considerado un humanista.
Este renacimiento de los estudios griegos y romanos subrayaba el valor
que tiene lo clásico por sí mismo, más que por su importancia en el marco
del cristianismo.
La recopilación y traducción de manuscritos clásicos se generalizó,
de modo muy significativo, entre el alto clero y la nobleza. La invención de
la nobleza de tipos móviles, a mediados del siglo XV, otorgó un nuevo
impulso al humanismo mediante la difusión de ediciones de los clásicos.
Aunque en Italia el humanismo se desarrolló sobre todo en campos como
la literatura y el arte, en Europa central, donde fue introducido por los
estudiosos alemanes, el movimiento penetró en ámbitos como la teología
y la educación.
Una característica muy notable del humanismo es que en vez de
valorar el conocimiento en función de la realidad, lo hace, por
su utilidad o educación . "Una proposición es verdadera o falsa según que
sus consecuencias tengan o no un valor práctico. La verdad y la falsedad
dependen del fin al que se tiende, toda vida mental supone fines, pero
como estos fines no pueden ser otros que los de nuestro ser, se infiere de
esto que todo conocimiento está subordinado a la naturaleza humana y
sus necesidades."
Humanistas y pragmatistas confunden la verdad con la utilidad, por
esta razón, el conocimiento conserva para ellos un valor instrumental. Es
innegable que no hay un momento de la vida intelectual que no obedezca
a un fin, y que todo fin debe estar en relación con la naturaleza humana,
pero los fines humanos forman series complejas subordínales a
un sistema cultural, que es la plena realización del ideal humano.
Este movimiento va a traer aparejado un cambio de actitud que llevará a
los europeos a expresar su extraversión hacia ultramar, y estos entrarán
en contacto con otros mundo y con otras civilizaciones, pero no siempre
con un alma dialogante, sino con la pretensión de imponer sus formas de
civilización.
Sacamos como conclusión que los humanistas compartían que la
razón y la ciencia son suficientes para la comprensión del mundo.
3.1.1. El hombre humanista:
Los humanistas fueron aquellos que adoptando el ideal del
Renacimiento, se apasionaron por las artes y las letras clásicas. Fueron
profesionales de las letras, generalmente salidos de la burguesía,
eclesiásticos, profesores de universidades, médicos, funcionarios, a veces
publicistas al servicio de una empresa editorial, que expresan la tendencia
de la sociedad y le proporcionan su utillaje intelectual. Pensionados y
protegidos por los príncipes actuaron a menudo como propagandistas de
esto.
Los humanistas fueron los apóstoles de la antigüedad y
pretendieron revivirla. Se esforzaron por resucitar el mundo antiguo como
eruditos e historiadores y, al mismo tiempo, por comprenderlo en si
mismo, saborear su belleza helénica y penetrar en sus razones de vivir.
Para ellos la antigüedad fue un medio, querían una vida distinta de la de
la Edad Media. Ellos tuvieron conciencia del sentido de la Historia y e los
caracteres peculiares del mundo antiguo como de una realidad diferente
de la del mundo moderno, como de una realidad perdida cuyos rasgos
quería hacer revivir, sin saber en el fondo si esto era posible. De ello
deriva, quizás, el estado de tensión interior de los que perdieron la paz de
las cosas externas.
Una característica muy importante de los humanistas es que
deploraban los intentos de rebajar la inteligencia humana, de ofrecer
explicaciones supersticiosas del mundo y de encontrar la salvación fuera
de la naturaleza. Aprecian la belleza de la misma y desean proteger y
mejorar la tierra, preservarla para generaciones futuras y evitar el
sufrimiento innecesario de otras especies. Con respecto a la salvación,
aspiraban a alcanzar la plenitud moral, estando convencidos de que se
puede lograr una vida feliz mejorando las condiciones de la vida humana
en beneficio a todos.
En referencia con la política, consideran que la iglesia debe actuar
por separado del Estado y se oponen activamente a los que pretenden
utilizar el poder político para imponer su dogma o ideología.
Como mencionamos anteriormente, el humanista, se encuentra
comprometido con la artes y con las ciencias. La poesía, la música,
el teatro, y las bellas artes son una fuente de percepciones significativas y
de enriquecimiento.
Son fundamentalmente optimistas, creen en la esperanza en lugar
de la desesperación, en la investigación en lugar del dogma, en la verdad
en lugar dela ignorancia, la alegría en lugar de la culpa o el pecado,
la tolerancia en lugar del miedo, el amor en lugar del odio, la compasión
en lugar del egoísmo, la belleza en lugar de la fealdad y la razón en lugar
de una fe ciega o irracional. Los humanistas pretenden la plena
realización de lo mejor y lo más noble de lo que son capaces como seres
humanos. Algunos humanistas destacados:
Petrarca: Los historiadores consideran a Petrarca "el primero de los
humanistas". Su amor a la cultura clásica y sus esfuerzos para restaurar
el espíritu de la Antigüedad le otorgan ese título. Nada le inspiraba tanto
como la lectura de los hechos gloriosos de grandes hombres, lamentando
no haber vivido en aquellos tiempos gloriosos. Con los años se fue
aficionando cada vez más a las obras de los escritores de la Antigüedad y
citaba a menudo sus palabras y amorfismos. Se dedicó a la búsqueda y
salvación de manuscritos antiguos, sin el las cartas de Cicerón,
las poesías de Catulo y de Propercio de hubieran perdido para siempre.
El método escolástico era para el objeto de repulsión, porque mecanizaba
el pensamiento y se servía de trucos dialécticos. Consideraba que ningún
auténtico pensador podías tomar en serio la escolástica como una
manifestación de la barbarie medieval. Petrarca se reveló de palabra
y obra contra toda coacción intelectual; siempre defendió
los derechos del individuo; el hombre y su libertad fueron considerados
como el soberano bien en este mundo. Se sintió siempre atraído por las
personalidades históricas más vigorosas, por ello aparece Petrarca como
el precursor de una generación que admiraría al "hombre fuerte, libre de
todo freno".
Poggio Bracciolini: Habiendo participado en el concilio de Constanza,
aprovechó la ocasión para efectuar numerosos viajes en busca
de documentos clásicos. Nada arredraba a Poggio cuando estaba
poseído por el demonio de la paleografía. Si no lo autorizaban a llevarse
los manuscritos descubiertos, los hacía copiar por un secretario que o
acompañaba a todas partes más de una vez, en momentos de debilidad,
guardó en alguno de sus bolsillos algún pergamino muy codiciado. El
describe cuanto vio y vivió en el curso de sus viajes en elegantes cartas.
Hace eco del placer que lo antiguos sentían por la belleza, pero ese eco
es también reflejo de su sensualidad. Hay otro aspecto de la antigüedad
romana que se expresa en la carta en que Poggio describe
el proceso llevado a cabo contra Jerónimo de Praga, en él siente revivir la
admiración por la firmeza y fuerza de ánimo varonil de los héroes
antiguos. En uno de sus viajes a Italia dio cuenta de que los humanistas
de ese país eran muy vanidosos y poseídos de sí mismos, a diferencia de
que el afirmaba que cada cual debía considerar a su mujer y
su filosofía como lo mejor del mundo.
Nebrija: Fue el más destacado representante de la idea de que el
entusiasmo por el latín entrañaba una tendencia política, era la imitación
de los romanos en su organización política cesarista; se habló luego de la
expansión de la lengua castellana como el más sólido nexo para un
imperio. Se dice que fue "el primero en abrir tienda de la lengua latina
en España".
Erasmo de Rótterdam: Fue un escritor, erudito y humanista holandés,
también el principal intérprete de las corrientes intelectuales del
renacimiento en el norte de Europa. Las diversas obras de Erasmo ponen
de manifiesto su enorme erudición y elegante estilo latino. Su obra más
importantes fue la traducción al griego del Nuevo Testamento. Sostenía
que el latín elemental y el cristianismo básico han de enseñarse en el
hogar y que el latín también debía enseñarse primero de manera coloquial
y después a través de la gramática. También es avanzada su defensa de
la educación física, su crítica a la disciplina severa y su insistencia en
despertar el interés de los alumnos. Aunque se lo considera el precursor
de la Reforma y sus obras fueron incluidas en el Índice de Obras
Prohibidas por el Concilio de Trento, su guerra contra la ignorancia y la
superstición procede más de sus convicciones de humanista que como
teólogo. Erasmo fue un auténtico hombre de letras y, como humanista, un
precursor de la época.
CONCLUSIONES
El capitalismo es la producción de mercancías basada en la propiedad
privada de los medios de producción y en el trabajo personal, sin olvidar
que la mercancía es un bien de intercambio y no de consumo directo del
productor.
La producción artesanal que se da en la transición del feudalismo al
capitalismo, por consiguiente es la producción de mercancías basada en
la propiedad privada de los medios de producción y en el trabajo personal,
sin olvidar que la mercancía es un bien de intercambio y no de consumo
directo del productor.
En conclusión el capitalismo es la producción de mercancías basada en la
propiedad privada de los medios de producción y en el trabajo personal,
sin olvidar que la mercancía es un bien de intercambio y no de consumo
directo del productor. La producción artesanal que se da en la transición
del feudalismo al capitalismo es producción mercantil simple y es la
primera forma.
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Sociedad Editora Revista Ercilla Ltda., Bs.As, 1986.
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