el binomio naturaleza-cultura en la obra de gregory bateson

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Naturaleza y ecología de la mente El binomio naturaleza/cultura en la obra de Gregory Bateson * Leonardo Tyrtmia 1 concepio “naturalez‘a” es de origen cultural. Sin E embargo, naturaleza y cultura se manejan como opues- tos. Existen en la cultura occi- dental dos visiones excluyentes del mundo: la (que atribuye a la naturaleza un propósito externo qué cumplir, y la otra que, sim- plemente, lo niega. La propuesta de Bateson estuvo orientada a re- solver esta disyuntiva. Se trata de un hombre dle ciencia que de- dicó su vida al estudio de la his- toria natural, la antropología, la cibernética, la t8:orfa de la comu- nicación. la psiquiatría, la etolo- gfa y la “ecología de la mente”. Esta última resume, precisamen- te, el paradigma que Gregory Bateson desarrolló. El cerebro es la porción de materia más com- pleja que conocemos. Sin embar- go, según nuestro autor, la mente no se circunscribe a esa porción de materia. La mente, definida por su capacidad de autocorrec- ción, es inherente a todo fenóme- no natural organizado. Los al- cances que esta tesis tiene para el estudio de la cultura son el obje- to del presente ensayo. La cantidad de obras de Gre- gory Bateson (1904-1980) tradu- IZTAPALAPA 31 * Profesor investigador de tiempo completo en el Departamento de Antropoiogíd de la Unidad Iztapalapa d’e la Universidad Autónoma Metropolitana. EXTRAORDINARIO DE 1993. pp. 69-82

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  • Naturaleza y ecologa de la mente

    El binomio naturaleza/cultura en la obra de Gregory Bateson

    * Leonardo Tyrtmia

    1 concepio naturaleza es de origen cultural. Sin E embargo, naturaleza y

    cultura se manejan como opues- tos. Existen en la cultura occi- dental dos visiones excluyentes del mundo: la (que atribuye a la naturaleza un propsito externo qu cumplir, y la otra que, sim- plemente, l o niega. L a propuesta de Bateson estuvo orientada a re- solver esta disyuntiva. Se trata de un hombre dle ciencia que de- dic su vida al estudio de la his- toria natural, la antropologa, la ciberntica, la t8:orfa de la comu- nicacin. la psiquiatra, la etolo-

    gfa y la ecologa de la mente. Esta ltima resume, precisamen- te, el paradigma que Gregory Bateson desarroll. El cerebro es la porcin de materia ms com- pleja que conocemos. Sin embar- go, segn nuestro autor, la mente no se circunscribe a esa porcin de materia. La mente, definida por su capacidad de autocorrec- cin, es inherente a todo fenme- no natural organizado. Los al- cances que esta tesis tiene para el estudio de la cultura son el obje- to del presente ensayo.

    La cantidad de obras de Gre- gory Bateson (1904-1980) tradu-

    IZTAPALAPA 31 * Profesor investigador de tiempo completo en el Departamento de Antropoiogd de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autnoma Metropolitana. EXTRAORDINARIO DE 1993. pp. 69-82

  • 7( 1 Leoiiurdo Tyrtuiirci

    cidas 111 espaol y las que. relacionada con su lega- ilii iiirelectud, han sido pIJbkaddS en aos recien- (es , pcrinitc pensar que las idea.. de este autor co- niienz;in il trascender el mbito de los crciilos espc- ciali/ados. El primer lihro escrito por Batestin, Na- ~ W I ( 1936). un clisico de la litcratura anuopolbgica. no estuvo disponible en espaol sino hasta Iiace po- C(I tiempo.

    ;,Cuil es la imponancia de Nfiveri? Fruto de tin irahajii tlc caiiipo entre los iatinul de Nueva Guinea y (IC una rcllcxidn episteriiol6gica. l a ohra iue calili- cada por Radclilfe-Brown coni0 una "autohiograta intelectual". En ella. nuestro autor ensayara una ex- plicaci(n Iuncionalista de la cultura. No ohstantc, su conclusiisn fue que los postulados de este enfoque no llegan demasiado lejos. Margaret Mead -coinpa- era de trabajo y, posteriormente. esposa de Batc- son- haba sido formada en la escuela norteamerica- ira de "cultura y personalidad". Los intercambios de ideas que sostuvo con ella hicieron caer a Bateson en la cuenu de que el supuesto funcionalista de la unidad orgnica de la sociedad debera trmsformar- sc en tUp6tesis por demostrar. El dinamismo de la sociedad y su "diferenciacicn sostenida" no pueden explicase postulando la tendencia al equilibrio.' Ba- teson se entre@ a la tarea de elaborar los conceptos para un modelo ms amplio, aplicable en el estudio del fencmeno humano: el modelo sistmico.

    Pero, ,qu se ganaba con remplazar una metfora orgmicista por olra s i s t h i c a ? Habr que decir que Batescin no estaba interesado en una simple herra- inicnta. sino que enlocaha su inters en el nivel cpis- teirioldgico. Bateson se propuso rastrear "el-patrcn- que-conecta" (Capra, 19%); fkncmenos tales como

    la simetra hilateral de un aniiiial. la disposicitin de las Iici,jas de tina planta. l a cscaiada de una carrera arinanientista. cl proceso dc cortcjo, la n iura l~~a del juego. l a granitica de una ciraciin, el iiiistcrii) de l a cvoluci6n hiol6gica. la evoluciin del pcnsa- iiiicnto y la crisis amhientai tienen algo en coiriri. Estos procesiis compartcn cierlas caractersticas quc podran Ilainarsc "meniales". En palahras de Bale- son. "cualquier conjunto de sucesos y objetos que tenga l a complejidad de circuiios causalcs y que c mude relaciones energticas con su medio. c.on IO- da seguridad mostrar& caractcrsticas niciitales" ( 1985). L a mente es concebida coiiio la capacidad tle autorrcgulaciin. Nos siiuainris aqu cn un nivel abstracto de la realidad. en el del i7iind de la natura- Icza. que es inaccesihle a l a invcsiigacibri eiiipricu directa. Bateson construye su ohjcto de estudio a partir de una idea central. la del ~odo, recxaiiiinando la visin del mundo que olrecc In cienci:i iirodcrn;i.

    El determinisino y la causali

  • Naturuleza y ecologu de lu niente 71

    del conocimiento como resultado de la interaccin entre observador y objeto. Gregory Bateson lleg6 a esta conclusin cuando se percat de que l tambin haMa sido investigado por sus propios informantes. As, entre el investigador y el investigado se crea una relacih en la que ambos se retlejan; el experimenta- dor es parte del experimento. Cmo puede el antro- plogo describir una realidad como si le fuera exte- rior cuando es l quien la construye en el mismo proceso de la descripcin? (Winkin, 1991: 302). As pues. el conocimiento es un proceso de interaccin cmunicativa.

    El modelo que Bateson desarroll para este tipo dc intt?rdCci6n deriva de la teora de sistemas. Este modelo est en la base de su epistemologa y de su concepto de cultura (Lipset, 1991: 165). Los miem- bros dc una sociedad no actan ni reaccionan por impactos, como si fuesen bolas de billar. Por el con- trario. estn vinculados entre s mediante el inter- cambio de informacih. Los sistemas complejos cuentan con cierto inargen de autonoma: su propia fuente de energid y de informaci6n les permite res- ponder a las fluctuaciones del medio con anticipa- cin (como en el caso del perro de Bateson, citado arriba). Esta autonomia de adaptacin es una cues- l i h imposible de abordar con ayuda de modelos de- terminista.

    En los Argoriairrus de Malinowski el investigador y su punto de vista no parecen tener importancia iciirica alguna. Los comerciantes, los misioneros y los demis representantes de la sociedad colonial s- lo se mencionan de pasada en la introduccih; luego, a lo largo del libro, lo que se presenta es una des- cripci6n cientficamente objetiva de la realidad

    social de los trobriandeses. La realidad observada es independiente del observador. El siguiente comentd- rio de Malinowski muestra el grado en el que lo perturbaba el cuestionamiento de Bateson:

    Bajo la hbil pluma de o m escritor [se refiere a Bateson], las mujeres de una ihu se ven tnasculinai mientras que los varones adquieren caractersticas fe- meninas que casi les permiten dar a luz. En contraste con lo anterior, el presente lihro [se refiere a We. the Tikopiu, de Raymond Firth] es una obra sin afectacio- nes, genuinamente sabia, basada en la experiencia real de una cultura y no en la hipostatizacin de unas cuan- tas impresiones. El antroplogo que an considera cienitico el trahajo que realiza puede respirar tranqui- lo y agradecido. (Malinowski, 1936, citado en Lipset 1991: 156)

    La importancia de Naven, reeditado en 1958, resi- de en su bsqueda de un enfoque alternativo para la investigacin antropolgica, dominada desde Iiacla tiempo por un funcionalismo de corte positivista. Naven constituye el punto de partida de una odisea intelectual que abarc muchas disciplinas y saberes. Nuestro autor se intern6 en diferentes keas del co- nocimiento puesto que pensaba que ni la antropolo- ga ni ninguna o r a ciencia por s sola era capaz de ofrecer una visi6n coherente del mundo. Pronto Ile- garpa a la conclusin de que la mera raciondlidad intencional, sin la ayuda de fenmenos tales como cl arte, la religin. los suerios y cosas por el estilo. necesariamente es patolgica y destructora de la vi- da (1991: 155). A su vez, la pura religin exiga, desde la perspectiva de nuestro autor, la renuncia a

  • I, . ' '15 lacultades de la razn. Pero no son las creencias y Ius utopias parte importante de nuesua percepci6n tlel inundo'! Esto es precisamente lo que Bateson buscaba: uniiicar los componentes de una visin que Iiilsta cl iiionicnto se haban considerado mutuamen- ic cxcluyeutes. El paradigma batesoniano es tnoiiisra en el sentido de que pretende uniiicar la mente con la naturaleza en una sola metfora (Thmpson. 1989).

    Los ciinceptos einbrionarios esbozados en Nuvrrr son una importante contribucin a la formulacin de los principios de l a ciberntica. Durante la posgue- rra, Baiesiin colabor activamente con Norbert Wic- tier y Joliii von Neumann, entre otros. en la clabora- ci6n del inridelo terico de los "sistenias causales

    L'oiiio el suceso iris iinprtante de su vida (Lipset, I 'N1 : 202). Bateson atiriiiaha que es preciso "reexa- minar cuanlo creamos saber sobre organismos, sw cicdadcs. tiamilias, relaciones personales, sistema ecol

  • , . . . . -.

    Nutirrulezri y ecologin de lo nieiife 73

    ron en sus Principia M(itemuticu (1910-13). Los mismos autores la abandonaran despus. porque la consideraron una trivialidad innecesaria. Sin em- bargo, Bateson la emple en sus explicaciones, puesto que requera de una teora que le aclarara la naturalcza de la paradoja, de la cud est plagado todo proceso de comunicacin.

    El axioma de Russell es tan simple como todos los axiomas: hay una discontinuidad entre la clase y sus miembros. Cualquier cosa a la que le pongamos nombre (cosa, el primer nivel de abstraccin) pue- de agruparse con sus semejantes en una clase (clase de cosas, el nivel de abstraccin superior). El axio- ma determina que la clase no puede ser miembro de s misma. sta es la regla. Sin .ella sena imposible hacer clasificaciones, o formar directorios; sera im- posible concebir el orden. Por lo dems, es una regla que obedecen los procesos de autoorganizacin. Los gmpos animales, los organismos individuales, los ban- cos de nubes. los poemas y, en fin, todos los sistemas abiertos procesan la informacin a partir de esta re- :la. Para Bateson la teoria de los tipos lgicos ex- presa un principio general de cnio opera la mente.

    Las cnexiones causales sistmicas no pueden re- ducirse a una cadena lineal de acontecimientos. sino quc rcquicrcn una figura ms compleja de causali- tiad, que cs cn cstc caso la de l o s mecanismos de retroalinientacicn. En aclarar la naturaleza y el al- cance tccrico de cste mecanismo Bateson emple la mayor parte dc su tiempo como investigador. Eli- gi6 soccsivamente para el estuditr del problema un conjunto de animales diversos -pulpos, nutrias, mo- nos, dcllincs- y grupos especficos de poblacirin liu- mana -los iaimul, los balincses, los esquimfrnicos,

    los alcohlicos annimos y los crculos acadmicos-. A partir de sus trbservaciones en torno al juego de los animales se pcrcatc de que la comunicacin entre cllos es posible gracias a la tan elemental regla de Rus- sell. Los animales son capaces de emitir mensajes sobre mensajes: Esto es juego, por ejemplo. Tal caracterstica, que en principio parecera ser rasgo exclusivo de la comunicacih humana, es propiedad de todo sistema, de todo aquello que mantiene rela- ciones energticas con su medio. A partir de esta intuicin inicial Bateson empez a construir su vi- sicn Iiolstica de un vasto sistema ecolgico del cual la humanidad sera una parte.

    Veamos algunos ejemplos de cmo tunciona la teora de los tipos lgicos. Uno muy sencillo es el de los proverbios. No por mucho madrugar amanece ms temprano. El dicho se refiere, por un lado, a una realidad cotidiana y, por el otro, a una realidad abstracta: el concepto de tiempo. Su doble vnculo con lo metafrico y con l o literal es lo que lo hace ambiguo e interesante a la vez. En su famosa clasificacin china de los animales

    cclcstiales, Borges en el ldioma analtico de John Wilkins obliga a ca&a uno de los objetos que clasi- fica a que sea el nico miembro de su clase, arbitra- riedad que nos provoca risa. Toda clasilicacin tiene mucho de arbitrario.

    (...) los animales se dividen en (a) los que pertenecen al Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados, (d) Ic- chones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (_o) perros sueltos, (h) incluidos en esta clasificacin, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables (k) dibujados con un pincel finsimo de pelo de camello, (I) ctctera, (in) que acabaii

  • 14 Leonardo Tyrtania

    de romper un jarrn, (n) que de lejos parecen moscas. (Borges, 1980 223)

    La paradoja de Epimnides el cretense es un ejemplo en el otro extremo. Cuando un griego afir- ma: todos los griegos son mentirosos, dice ver- dad o dice mentira? No dice nada que tenga sentido, porque manipula a tal punto la clase, que la fuerza a ser miembro de s misma; comprime dos diferentes niveles de abstraccin en uno solo y toma el produc- to como premisa para evaluar su propio contenido. Esto no vaie, el juez no puede ser parte.

    Russell habia llegado a la conclusin de que el mal comin de las paradojas de la lgica formal era, precisamente, la autorreferencia y que, ai proscribir- la, se acababan los problemas. Bateson pens que esto seria posible, desde luego, en el caso de un sistema lgico; no as, sin embargo, en los sistema vivos ni, en general, en los sistemas abiertos. Por l o menos en la ciberntica, la teora de tipos lgicos result ser un elemento central porque aclara la na- turaleza de la retroalimentacin y de la causalidad circular. La retroalimentacin es un proceso de co- municacin de mensajes que se ordenan en un deter- minado nivel lgico para producir mensajes sobre mensajes.

    El ejemplo favorito de Bateson era un sistema con termostato. Los valores de la temperatura exter- na pueden demdnarse variables; los valores a los que est ajustado el mecanismo interno del ter- mostato son parmetros. La distincin entre varia- bies y parlmetros es crucial para entender el funcio- namiento del sistema. A partir de ella se pueden diferenciw dos tipos de cambio: los cambios que

    ocurren en las variables del ambiente y los cambios en los parmetros dentro del sistema. El cambio en los parmetros es de orden superior ai de las varia- bles, puesto que el mensaje que se introduce en el sistema al modificarse la graduacin de los parme- tros se refiere a la manera como debe responder el sistema a los mensajes provenientes del exterior. Es un mensaje acerca de otros mensajes.

    Un mensaje siempre llega delimitado por un me- tamensaje correspondiente ai tipo lgico superior, es decir, a una clase. Los metamensajes son cdigos o marcos de referencia capaces de aclarar (o de con- fundir) el sentido de la comunicacin. Esto es un juego, o no estoy bromeando, son ejemplos de metamensajes tomados de la vida cotidiana. En el caso de la comunicacin especficamente humana, la confusin resultante de la sobreposicin de xiveles 16- gicos y de estructuras comunicativas es considerable. El metamensaje puede estar implcito, expresado en lenguaje no verbal, en lenguaje anaigico, y tambin referirse a cdigos a tal punto complejos, que su comprensin exigira toda una vida de dedicacin.

    Lo que Bateson pretendi recuperar para su cien- cia era, precisamente, la riqueza que caracteriza a la comunicacin (humana y no humana), esto es, el funcionamiento de la mente:

    (...)unmundoenelcuallaidentid.adpersonalsefusiona con todos los procesos de relacin y produce un vasto sistema ecolgico o una esttica de la interaccin cs- mica. (...) Cada detalle del universo se ve como propo- niendo una visin del iodo. Como escribi William Blake (...):

  • Ver el inuii Y el cielo en iinii f l o r silvestre, Contciier el inliiiiio en la palma de l a mano. Una eternidad eti una tiora. (19Y 1: 336)

    en un grano de iuena,

    Nururnleza Y ecolugu de lu iiieriie 75

    Dada l a densidad del mundo, las paradojas son inevitables. Los procesos evoluiivos se caracterizan por una superposicin de niveles de organizacin. Las formas primitivas no son reemplazadas por for- mas ms evolucionadas. (Bateson comparaba cons- tantemente la evolucin biolgica con la evolucih del conocimiento.) Los sistemas abiertos son unida- des evolutivas que emplean diferentes cdigos para procesar su inforinacin. L a disposiddn jerrquica de estos niveles es Io que caracteriza una deterinina- da adaptacin. No solamente se cmplean diversos lenguajes y cdigos en la comuNcacin. sino que sta ocurre siempre en contextos que cambian. As. un condicionamiento de tipo pavloviano fallar cuando las circunstancias cambien.

    Cabe preguntar por qu el ser humano necesita de tantos Icnguajes para comunicarse. Conocemos len- guajes verbales y no verhales, entre los que pueden mencionarse el cientfico, el artstico. el mitol_oico. el onrico y muchos otros. La cultura hace USO de sistemas de parentesco, de economa, de ideologa y de poder social -por mencionar s6lo sus funciones ms clementales- para regular todo tipo de intcr- cambios. ( ,No se eliminaran muchos malentendidos y contradicciones si se empleara con precisin un solo lenguaje? A f in de cuentas, Io que los construc- tores de la Torre de Babel llegaron a edilicar se debi al uso de un solo lenguaje, esto es. a su capa- cidad de entenderse.

    Bateson propone estudiar la cultura desde la pers- pectiva de las paradoja de la comunicacih. El au- tor insiste una y otra vez en que la mayor paric de nuesiro conocimienttr del mundo es de naturaleza licita; el nuestro es un cnociinient que no puede

  • I6 Leonurdo Tynania

    expresarse completamente en un lenguaje exacto, puesto que sus fundamentos son inefables. General- mente, se cree que la CoInUniCdCi611 analgica -ha- sada en metforas- tiende a ser desplazada paulat- namente por la comunicacin digital -basada en cla- ves binarias-, por ser sta mucho m& precisa. Por ejemplo, ahora que se emplea el rayo lser, se puede prescindir de seaales de humo y de tambores. Sin embargo, Bateson demuestra que, por extrao que parezca, la comunicacin anaigica se ha vuelto ms rica y variada con el tiempo. Por poner slo un ejemplo. lejos de haber disminuido, las formas de cxpresin artstica se han multiplicado. Esto se debe a que no hay manera de traducir un mensaje de un lenguaje a otro sin perder alguna porcin de su con- tenido. Ciertos misterios son, por razones formales, impenetrables y aqu reside la inmensa oscuridad del asunto (1990: 324). Bateson insiste en que el cono- dniiento racional-verbal es necesariameilte incom- pleto. El principio de incompletitud de Bateson podra considerarse como la versin ampliada del principio de incertidumbre de la fsica moderna. No se retiere a la mera ignorancia auperable; se refiere, m& bien, a la imposibilidad de obtener informacin exacta y exhaustiva sobre un hecho o suceso. Esta imposibilidad no se debe a nuestra perspectiva en tanto criaturas finitas, sino a la flecha del tiempo derivada de la segunda ley de la entropia. El ideai de la mente expresado por Maxwell en la figura de un diablillo capaz de ejecutar un programa sin involu- crarse en l, no pasa de ser una fantasa.

    La idea del conocimiento tcito indica que, sin embargo, es posible obtener cierta informacin ana- lgica. De ah la persistencia y la necesidad de cdi-

    gos de comunicacin basados en metforas. Bateson advirti que las pautas analgicas de comunicacin representan un nivel superior de abstraccin en rela- cin con las digitales. No es que los cdigos icni- cos (no digitales) sean una fuente de informacin ms rica -como se supone en el pensamiento esot- rico-, sino que ambos tipos de C&go -analgico y digital- pueden vincularse en una relacibn semejtn- te a la que establecen los tipos lgicos. La regla de Russell dice que ninguna proposicin puede hablar sobre s misma; por tanto, el anlisis exige definir niveles: el del lenguaje que habla de las cosas y el del lenguaje que habla de las clases de cosas (meta- lenguaje). Las contradicciones se generan al fundir y confundir lo metaf6rico con lo literal, lo imaginario con lo real, lo sagrado con lo profano. De acuerdo con el uso que le da Bateson, esta regla parece invi- tar ms a la infraccin que a la obediencia. El com- tante forcejeo del espritu humano con una regla de la lgica fue considerado por el autor como la mani- festacin de un aspecto muy importante del funcio- namiento de la mente: la capacidad de clasificar y de simbolizar, de emplear cdigos digiFaie8 y anaigi- cos, en fin, de reordenar el mundo.

    ones de la vida, los individuos vamos adquiriendo los rasgos de nuestra personalidad; los grupos bumanos adquieren el po- der y las cuMuras, a su vez, van ebborando su visin del mundo. Bateson plaatea cato como una cuestin de niveles y lo e j e q d i h con la rdwin enhe un mapa y el territorio que repr@nta. GraeiaS a la ela- boracin de mapas, obteiiew>s informacidn acerca de los territorios. Si bien es cierto que el mapa no es el temtorio (el mapa es un nivel de abstraccin), de

    Ai enfrentar las co

  • Nuturulezu y ecologu de la mente I1

    ello no se sigue que el mapa no constituya una parte del sistema o que no pueda influir en la realidad a la manera de la causa final aristotlica ya mencionada.

    Margalef observa que materia y energa se pre- sentan en paquetes y stos, a su vez, estn organi- zados en especies y ecosistemas (1980: 17). La in- formacin es lo que forma y liga a los paquetes en- Ire s. La percepcin de la naturaleza como dividida en partes y de la organizacin de estas partes en totalidades resulta cmoda y quiz necesaria, apunta Bateson (1985). Sin embargo, no hay necesidad al- guna que determine cmo deban hacerse estas divi- siones. Que los tipos lgicos y las clases de clases existan, es una cuestin filosfica quiz irrelevante. Basta con observar que la tiploga lgica es un ingre- diente inevitable en la relacin entre cualquier des- criptor y cualquier sistema a describir (1990: 316).

    Los circuitos autocorrectivos de un sistema social no son tan ficiles de describir como los de los ser- vomecanismos. No se puede trasplantar inecnica- mente un modelo construido para ciertos mecanis- mos al estudio de otros. Sera errneo pensar que Bateson pretendiera utilizar la metfora del meca- nismo autorregulador como la imagen simplificada de l a naiuraleza. Su bsqueda se enfocaba, ms hien, a las regularidades y los principios generales de organizacin de los sistemas. Pensaba que la ela- boracin de modeiospara el estudio de los fenno- menos sociales deba tomar en cuenta esos princi- pios. pero que para cada caso y disciplina era preciso adaptar cl modelo. As. las ciencias sociales se preocu- pan por los mapas ms que por el territorio, ya que se interesan en los modos como los protagonistas y los investigadores perciben y piensan lo real.

    Existe un concepto, affn a las ideas de Bateson, que puede contribuir a facilitar su aplicacin. Me retiero ai concepto de niveles de integracin. Un nivel de integracin es un conjunto de reglas, expl- citas o no, dentro del cual transcurre un suceso o una relacin. As como el tipo lgico es el marco conceptual de un mensaje, un nivel de integracin representa el mapa mental de la realidad que permite decodificar ciertos procesos observables. El proble- ma es que ningn sistema ofrece gratuitamente in- formacin; no la ofiece siquiera cuando se le inter- viene, Sed por medio de la viviseccin o del anlisis emprico. El cdigo que permite descifrar el funcio- namiento de un sistema no se puede deducir de la suma de sus partes. Prcticamente, hay que adivinar- l o y, luego, someterlo a prueba a la manera de la fdISaCi6n de Popper. Bateson podra suscribir esta afirmacin. No hay acceso directo a la cosa-en-s; la teora de los tipos lgicos permite entender las re- glas de la construccin del objeto & estudio.

    El concepto de niveles de integraci6n sociocul- tural fue propuesto por Julian H. Steward (1955) en el marco de la ecologia cultural. El individuo, la familia, l a comunidad, la regin, la nacin, el blo- que, son ejemplos de niveles de integracin de gru- pos sociales cada vez ms amplios y entielazados. Se trata de una sucesin de clases de 0rganiCdCi6n crecientemente compleja, que no se suprimen ni se aniquilan entre s, sino que evolucionan juntas a ma- nera de jerarquas intrincadas.

    En el continuo crecimiento de toda cultura hay una sucesin de tipos de organizacin, que no slo son cada vez m&% complejos, sino que representau nuevas

  • 7x Lroriuirdo Tyrruiiici

    l0nii;is C I I surginiiento. Eslc coiiccpto de iiiveles dc iiitcgrxi6ii sociocultural es til para el anlisis de la chtruciura interna de l o b sistemas contemporneos complejos, &ms

  • Naturdezci y ecologiu de lri nierife I9

    que niveles de complejidad, aunque no emplee esta terminologa. El ligamento del esquema. la rela- cin entre las unidades de anlisis y Ins niveles, lo constituye una fina dialctica. en cuyo ejercicio Goldinann es un maestro. El manejo del concepto de niveles por parte de un autor proveniente de la es- cuela inarxista resulta esclarecedor, ya que demues- tra que el mismo concepto puede ser elaborado des- dc distinlas perspectivas tericas cuando el amhien- te. en el sentido de la esiruchira intelectual de una poca, est maduro para recibirlo. A su vez, el ma- nejo de la dualidad sistemdentorno que hace Bate- son cn sus anli no es otra cosa que la dialctica Iina de su mtodo, aunque no se emplee el trmino.

    As pues, el concepio de niveles de integracin pucdc utilizarse en las ciencias naturales y en las sociales como instrumento para facilitar la descrip- citin y coino instrumento de clasificacin. El autor que propone elevar el concepto al rango de categora explicativa. cvocando la obra de Bateson. es Richard N. Aclaiiis (1983). Para l, los niveles son consmc- cioncs mentales alrededor de heclios energticos y explican la dinmica de la expansin de los siste- mas. De acuerdo con el modelo de Adam 4 de l o s sisicnias disipativos-, l a observacin cientfica se enfoca Iiacia determinadas itriiilide,s o~iercitivns (que no son otra cosa sino ,Jbrinu.r eiiergiticns) y hacia sus iiiteracciones. Estas interaccioncs estn estructu- radas cn un determinado nivel de urticrdocirjii cuan- do las unidades tienen el niisnio rango, y en un de- terminado riivel de ir i tqrcicih cuando se trata de inicracciones entrc unidades con diferente poder. Los niveles son conStruccioiieS mentales elaborada por cualquier ser humano que piense su socic&ad o

    por cualquier analista que l a estudie. Para obtener conocimiento es necesario clasikicar conjuntos dc niveles de articulacih en clases ms amplias, es de- cir, en niveles de integracih (Adams. 1983: 98). Por ejemplo, cuando se analiza un determinado gni- po de parientes (nivel de articulacin) se IC conside- ra inserto en un sistema de parentesco. Este ltimo es el nivel de integracin o. en irniinos de Batcson. el mapa. El nivel de integracin es un concepto ge- neral que debe ser capaz de explicar casos particula- res. Los niveles de articulacin son sus datos o ma- teria prima. Adam advierte que la diferencia entrc sendos conceptos es l a misma que puede estableccr- se entrc etnografa y etnologa.

    El concepto de niveles es un instrumento que per- mite identiticar interacciones repetitivas que iiiani- liestan cierici patrn. De acuerdo con la idea de Ba- ieson, no slo el sistema social sino todo fen6nieno ordenado tiene incorporada su mente. Un cjeniplo ilustrativo proviene de la ecologa. El ecosistcnia puede describirse perfectamente como una red de relaciones tr6ficas entre productores y consumido- res. AI determinar el investigador la cantidad de ni- veles tr6ficos define el sistema. En trminos genera- les, el nmero de niveles depende del volunien de materia. energa c informacin quc procesa el sistc- ma. El surgimiento de un nuevo nivcl depende del aumento en el tlujo energtico: la cantidad de iiive- les depende de la cantidad de informacin a proce- sar. (Adams. 1983: 98)

    El concepto de nivcles rcmite. pues, a un ordena- miento jerrquico. Los mapas se pueden trazar en distintas escalas de espacio y tiempo. De la misma manera. l o s chdigos estn dispuestos en niveles je-

  • XO Leonurdo Tyrtuniu

    rrquicos. Una visin del mundo, un paradigma, una teora. un modelo, un mtodo, un instrumento, son cjemplos de tipos IOgicos que dan cuenta de cmo est ixganizado el conocimiento acadmico. L a inIornia- cihn se concentra en generalizaciones cada vez ms aiiiplias y poderosas. Como si sc iratara de una con- centracin de nutrientes en una cadena triica, Io gc- nei-al Iiace presa de lo particular (Blackburn, 1973). L a cxplicaci6n -cientfica o no- se obtiene ubicando los succsios en su nivel de integacih correspondiente y relacionando los niveles entre s. Peio los niveles no son como las muecas m a s . Constituyen una cons- irucciriri ahstrdcta difcil de representar grificamente. Ningn sistciiid o nivel es un Iieclio enipricii dado

  • Naturaleza y ecolciga de la mente 81

    es consecuencia necesaria e inevitable de los proce- sos evolutivos. En toda unidad evolutiva hay una jerarqufa de mecanismos de regulacin, cuya fun- cin es mantener tanto cuanto sea posible la capaci- dad de homeostasis, aun cuando esto implique alte- rar las partes del sistema. La realidad aparece como un calidoscopio de elementos vivos y muertos, idea- les y concretos, cambiantes y permanentes, los cua- les crean un ambiente favorable para el surgimiento de sistemas complejos. En este sentido la cultura no es la mente de la naturaleza, sino ese ambiente be- nigno (Adam, 1988) que permite el ensamble de nuevas formas y el surgimiento de nuevos niveles de organizacin.

    L a conclusin ms importante que se sigue de esto es que ninguna de las partes de un sistema pue- de aspirar al control unilateral sobre l. El control es un concepto que puede desorientar: en el caso de la ciberntica, se refiere a la capacidad de autorregu- lacin u homeostasis, no al dominio de una parte sobre el todo. Se refiere, pues, a la optimacin, no a la maximizacin de una variable por encima de las dems, como l o propondrfa la economa del bien limitado. No es ex t ra0 pues que el paradigma de Bateson sirva como base terica para la formulacin de la hiptesis Gaia. Gaia es el nombre que se le da a un hipottico sistema que regula la biosfera terrestre concebida como un todo (Thompson, 1989). La humanidad no sabe an que es slo par- te de un sistema de esa naturaleza. En el pensamien- to occidental racionalista, la humanidad es conside- rada como la duea del universo. Sin embargo, la conciencia racional est demasiado comprometida con su objetivo parcial, lo cual le impide ver los

    recorridos completos de la informacin a travs de la vasta ecologfa de la mente. Para Bateson la conciencia es el adorno ms hermoso del espfritu humano. Pero slo eso: un adorno.

    La pretensin de nuestro autor era encarar la es- quizofrenia de la cultura occidental, que oscila cons- tantemente entre las explicaciones cientficas del mundo y las explicaciones de carcter religioso. Unas y otras estn dominadas por una racionalidad (y una epistemologa) que enfrenta al hombre contra la naturaleza. Las consecuencias ecolgicas de este enfoque estn ya a la vista. Un sistema que pierde su capacidad homeosttica empieza a oscilar y corre el peligro de desintegrarse.

    La tarea de las ciencias sociales consiste en cons- imir modelos a la medida de las necesidades huma- nas. Es necesario intervenir en el curso de las cosas -segn Bateson-, transformar nuestra epistemolo- ga, pensar y actuar en funcin de ella; en funcin de circuitos totales y no de arcos de circuito (1980: 202). Bateson recomendaba, ante todo, la reflexin epistemolgica: el aprendizaje de tercer orden, en su terminologa. Crefa que el problema no debe plan- tearse desde una nueva conciencia, sino desde una epistemologa de l o sagrado. Pensaba que de la mitologfa se puede aprender un patrn de comunica- cin profunda no verbalizable (Slobotkin, 1974). Es- ta comunicacin representa la mayor parte de la ac- tividad de la mente. En esto reside la importancia de la obra de Bateson y la causa de su inevitable in- completitud.